You are on page 1of 40

Etnobiología 1, 2001

PRIMER ENCUENTRO NACIONAL DE ETNOMICÓLOGOS*

RESUMEN
México, puede ser considerado cuna de la etnomicología y uno de los países vanguardistas en el área a
nivel mundial. Se presentan las conferencias escritas del Primer Encuentro Nacional de Etnomicólogos,
evento sin precedentes en el área de la etnomicología. El Encuentro tuvo como propósitos
fundamentales, reunir a diversos investigadores mexicanos que han incursionado en el área, y por otra,
sentar bases sólidas para robustecer y dinamizar la comunicación, integración, investigación,
enseñanza y difusión de esta importante rama de la etnobiología entre los diversos sectores
involucrados; integrarla con la etnobiología nacional y mundial y ampliar sus horizontes. Se señalan
sus orígenes, fundadores y pioneros, la situación actual en México y el mundo, así como los métodos
de estudio hasta hoy utilizados; también se brindan elementos de análisis y discusión en relación a una
de sus posibles proyecciones. Ante el escenario globalizante en múltiples esferas de la actividad
humana, incluyendo la cultural, ante el avance y dominio de micotecnología, micoinformática y
ciencias ambientales, es de suma importancia avanzar en la investigación acerca del conocimiento
tradicional de los hongos, tarea esencial de la etnomicología y asumir el papel social que le
corresponde, al igual que el resto de la etnobiología.
Palabras clave: etnomicología; Primer Encuentro Nacional de Etnomicólogos; México; propósitos y
horizontes.

ABSTRACT
Mexico might be considerate the birthplace of the ethnomycology and one of the most advanced
countries on that field. Through this publication are presented the transcriptions of the eight
conferences held in The First National Meeting of Ethnomycologist’s, which represents the prototype
in the ethnomycologist science. The principal objectives of this Meeting were to join a different
mexican scientist dedicated on this area of knowledge, as well to establish strong bases for strengthen
and accelerate communication, integration, investigation, teaching and divulgation of this important
science among the social groups interested on it, to penetrate the national ethnobiology into the
international debate in order to broaden its horizons. These studies mention the origins, predecessors
and founders; mexican real situation as well as the world’s. Simultaneously the methods used until
present times, along with recommendations for its improvements, offering some useful elements for
the analysis and discussion of their probable projections, pointing out some views about the academic
background of ethnomycologists. Facing globalization process in several aspects of the human activity,
including the cultural one, according with advances and ruling of mycotechnology, mycoinformatics
and environmental sciences shows the great priority to accelerate investigations related with traditional
knowledge of the fungal species. Main purpose of ethnomycology in order to assume their respective
social role , as well as the rest of ethnobiology.
Key words: ethnomycology; First National Meeting of Ethnomycologist’s; Mexico; purposes and
horizons.

*Organizado y editado por Ángel Moreno Fuentes (UNAM) y Hugo León Avendaño (ITAO), con la
colaboración de Roberto Garibay-Orijel (UNAM), Joel A. Tovar-Velasco (UNAM) y Rosalva Martínez García
(ITAO).
Memorias del evento celebrado en Xoxocotlán, Oaxaca, México, en noviembre 6 de 1998.

64
Etnobiología 1: 65-68,2001

PRESENTACIÓN DEL PRIMER ENCUENTRO NACIONAL DE


ETNOMICÓLOGOS

Gastón Guzmán

Instituto de Ecología, A. C. Apartado Postal 63, Xalapa, Ver. Código Postal 91000
guzmang@ecologia.edu.mx

La etnomic010gía en México tiene hondas las representaciones de los hongos en los


raíces, debido a las ricas tradiciones que hay Códices Nahuas, entre ellas el interesante
en el país desde hace más de 500 años. Al glifo de Nanacatépec o Cerro de los
estudiar los códices de las diferentes hongos, que también se ilustró en el Lienzo
culturas y los escritos de la época de La de Zacatepec número l. Se trata de un

Colonia, se encuentran numerosas refe­ cerro sagrado en donde los sabios indígenas
rencias sobre el conocimiento y uso de los acostumbraban celebrar ceremonias reli­
hongos en la época prehispánica. Una de giosas, relacionadas con la ingestión de los
estas referencias, entre otras, es la hongos, de aquéllos "que se meten en la
connotada obra de Fray Bernardino de cabeza", como relatan otras fuentes y que se
Sahagún, de 1569-1582 (Códices Maglia­ relacionan significativamente con los
becchiano y Florentino y la Historia de las sagrados o alucinógenos.
Cosas de la Nueva España, ésta última en Sobre otros grupos étnicos, Reko en
12 volúmenes), en donde se describe e 1945 y 1949, nos relata el uso de diversos
ilustra con precisión el uso de los hongos hongos entre los zapotecos y chinantecos,
comestibles y los sagrados. "Hay unos respectivamente. De los tzetlzales, Fray
honguillos en esta tierra que se llaman Domingo de Ara en 1571 nos presentó un
teonanácatl. .." "La primera cosa que comían rico vocabulario, en el que los hongos son
en el convite eran unos honguillos negros, frecuentemente mencionados. Gilberti en
que ellos llaman nanácatl, emborrachan y 1559 elaboró un diccionario purépecha, que
hacen ver visiones y provocan lujuria", abrió la puerta a las investigaciones de
frases de Sahagún, con una fuerte sabiduría, Mapes y colaboradores, en 1981, sobre el
al referirse a la ingestión de los hongos posible uso de los hongos sagrados entre
sagrados o alucinógenos entre los nahuas y dicho grupo étnico. El grupo de Mapes et
que según Sahagún llamaban "teonanácatl", al., quedó sorprendido del gran cono­
hongos que volveré abordar más adelante en cimiento que los purépechas tienen de los
esta presentación. De este mismo grupo hongos en general. "Señor, los hongos no
étnico, Fray Alonso de Molina en 1571 y son plantas ..... , los hongos no son animales,
Simeón en 1885, nos presentaron una rica los hongos son hongos", sabia respuesta de
información sobre los nombres de los un indígena purépecha, interrogado al
hongos en sendos diccionarios de la lengua preguntarle ¿qué son los hongos? e
náhuatl, en los que incluso se hace insinuarle que éstos podrían ser plantas o
referencia a los mohos y a ciertas bebidas animales. Se demuestra con ello, que el
tradicionales. Caso en 1963 bien describió conocimiento indígena sobre los hongos, en
65
Guzmán, G.

muchos casos, superó al científico, ya que y sacudió los incipientes estudios mico­
los hongos como un reino biológico lógicos en México. Los grandes espe­
independiente de las plantas, apenas se ha cialistas en hongos y de fama internacional,
definido recientemente en nuestro medio como Roger Heim de Francia y Rolf Singer
científico. y Bernard Lowy de E.U.A., exploraron
Sobre las bebidas tradicionales, de México en aquella gloriosa época de
las cuales hay una rica variedad en México, mediados de la década de los cincuenta y
como el pulque, tepache, tesgüino, pozol, ello, estimuló significativamente los traba­
colonche, tuba y otros y que bien lo han jos mico lógicos en México, entre ellos los
hecho ver Wacher y Lappe en 1993, existe de Henera y de Guzmán.
bastante información, por el interés que ha Se inició así una micología formal
tenido el estudio de las numerosas levaduras en México, con bases etnomicológicas.
y mohos que las producen. Son así, los Wasson publicó muchos trabajos, entre
trabajos de Manuel Ruiz-Oronoz sobre las ellos, su importante libro Teonanácatl,
levaduras, en la década de los cuarenta, los traducido al español y reimpreso varias
que marcaron la pauta sobre tales veces. Los hongos de piedra de la Cultura
investigaciones, que bien resalta el doctor Maya despertaron mucho interés, también
Teófilo Herrera en este simposio, al moti vado por los estudios de Wasson, a tal
homenajear por parte del evento a tan ilustre grado, que en 1990 la Universidad de
maestro de maestros. Enhorabuena. Wakayama en Japón, organizó en esa
La información sobre los trabajos ciudad un simposio internacional sobre la
etnomicológicos en México se encuentra cultura maya y los hongos alucinógenos,
dispersa. Sin embargo, en honor a la verdad, con la intervención de especialistas de
hay que hacer ver que esta importante rama Guatemala y de México. En 1994, Ohi y
de la Etnobiología o de la Etnobotánica Tones publicaron en Tokio un extenso libro
como la llaman otros autores, entre ellos sobre estas interesantes figuras antro y
Schultes y Reis en su excelente y reciente zoomórficas.
obra de 1995 intitulada: Ethnobotany, nació En fin, las bases de la etnomicología
en México. Esto fue gracias a los esfuerzos en México están establecidas, la puerta esta
de los esposos Wasson, quienes al tratar de abierta, pero mucho es lo que falta por hacer
dilucidar por qué existen en el mundo todavía. Los rápidos procesos de acultura­
pueblos micófilos y micófagos, los llevó a ción de los diferentes grupos étnicos del
descubrir el uso de Amanita muscaria en país, como lo indicó el autor en la intro­
Siberia y posteriormente entre los indios ducción de su reciente obra: Los nombres de
norteamericanos, y a los hongos aluci­ los hongos y lo relacionado con ellos en
nógenos en México. Sus primeras publi­ América Latina, de 1997, hace que la rica
caciones en 1957, el libro: Mushrooms, información etnomicológica, en muchos
Russia and History, y un artículo en la casos apenas conocida, por desgracia se esté
revista Life, marcaron definitivamente el perdiendo rápidamente. Urge que se rescate
nacimiento de la etnomicología. El este conocimiento, antes de que en defi­
redescubrimiento por los Wasson del uso de nitiva se arruine.
los hongos alucinógenos en México, orga­ Saludo, pues, este encuentro y
nismos citados por primera vez por Sahagún felicito a sus organizadores y participantes,
en 1569 y posteriormente por Schultes en en particular al M. en C. Ángel Moreno,
1939, revolucionó la micología en el mundo quien al reunir a tres especialistas en la
66
Etnobiología 1, 200 I

materia, los doctores: Arturo Estrada de la Gilberti, M., 1559. Diccionario de la lengua
Universidad Autónoma de Tlaxcala, Ignacio tarasca o de Michoacán . Ed . Facsimilar
Chapela de la Universidad de Califomia en Bassal , Morelia, 1975 .
Berkeley y Cristina Mapes de la Uni­ Guzmán , G., 1997. Los nombres de los hongos
y lo relacionado con ellos en América
versidad Nacional Autónoma de México,
Latina. Introducción a la etnomicología
además del doctor Teófilo Herrera, hará que aplicada de la región. CONABIO­
se valore la etnomicología en este Con­ Instituto de Ecología, A, C., Xalapa.
greso. Las disertaciones y comentarios de Herrera, T. Y G. Guzmán, 1961. Taxonomía y
estos etnomicólogos , incluyendo la del ecología de los principales hongos
profesor Moreno, sin duda alguna, como comestibles de diversos lugares de
todo el simposio, robustecerán la etno­ México . An. Inst. Bio!. UNA M 32:33-135.
micología mexicana, para sentar las bases y Mapes, C., G . Guzmán y J. Caballero, 198\.
delinear metas futuras, que hacen tanta Etnomicología purépecha. El cono­
falta. Sin embargo, será labor de todos cimiento y uso de los hongos en la
nosotros la de acelerar el paso y la de Cuenca de Pátzcuaro, Michoacán. Cua­
formar más especialistas y entusiasmar a los dernos etnobotánicos 2. Dir. Gral.
• jóvenes para que desarrollen esta importante Culturas Populares, SEP, Soco Mex . Mic .
e Inst. Biología UNAM, México, D. F.
línea de la ciencia en México. No dejemos
Molina, Fray Alonso de , 157\. Vocabulario en
que el conocimiento etnomicológico se nos
lengua castellana y mexicana, y mexicana
escape para siempre, conservémoslo y usé­ y castellana . Ciudad de México (reim­
moslo. presión de M . León Portilla), Porrúa,
México, D. F., 1977
Agradecimien tos Ohi, K. Y M. F., Torres, 1994. Piedras Hongo.
Museo de Tabaco y Sal, Tokio.
En el marco del III Congreso Mexicano de Reko, B.P., 1945. Mitobotánica zapoteca. Ed .
Etnobiología, que la Asociación Etno­ Privada, Tacubaya (Ciudad de México).
biológica Mexicana, A.C., ha tenido a bien Reko, B. P ., 1949. Nombres botánicos chi­
organizar en la ciudad de Oaxaca, el M. en nantecos. Bo!. SOCo Bot. Mex. 8:9-20 .
C. Ángel Moreno organizó y coordinó el Ruiz-Oronoz, M., 1940. Contribución al cono­
Primer Encuentro Nacional de Etno­ cimiento de las levaduras del aguamiel y
micólogos. Sobre este último recuadro, se del pulque, III Toru/opsis hydrome/itis
me pidió, honrosamente, que diera la n.s.p. An. Inst. Bio!. UNAM 11 :539-554.
presentación, misma que aquí he resumido. Ruiz-Oronoz, M., 1941. Contribución al
conocimiento de las levaduras del agua­
Literatura citada miel y del pulque, IV. Toru/opsis
aguamellis . n.s.p. An. Inst. Biof. UNAM
Ara, Fray Domingo de, 1571. Vocabulario de 12:49-68.
lengua tzeltal según el Orden Copa­ Ruiz-Oronoz, M., 1942. Contribución al
nabastla . M. H. Ruz (ed .), 1986 . In : conocimiento de las levaduras del agua­
Fuentes para el estudio de la cultura maya miel y del pulque, V. Rhodotoru/a
4 , Instituto de Investigaciones filológicas, incarnata n.s.p. An. Inst. Bio/. UNAM
Centro de estudios mayas, UNAM, 13 :1-31.
México, D. F. Ruiz-Oronoz, M., 1943. Estudio de una nueva
Caso, A., 1963. Representación de hongos en variedad de Rhodotoru/a minuta (Saito)
los códices. Estudios de cultura náhuatl, var. coral/o idea n. var. An. Inst. Bio!.
Vol. 4, UNAM, México, D. F. UNAM 14: 121-135.

67
Guzmán, G.

Ruiz-Oronoz, M., 1943 . Estudio de una nueva Schultes, R. E, & A. Hofmann, 1973. The
especie de levaduras del género Torulopsis botan y and chemistry of hallucinogenic.
Berlese, aisladas de las escamas de la piel Thomas Pub!., Springfield.
humana. Torulopsis orbiculata n.s.p. An. Schultes, R. E. Y S. von Reis, 1995. Ethno­
Inst. Biol. UNA M 14:369-392. botany. Evolution of a discipline.
Ruiz-Oronoz, M., 1949. Estudio de una nueva Dioscorides Press, Portland.
variedad de Mycoderma cereVISlae Simeón, R., 1885. Dictionnaire de la Lengue
Derrnazieres, aislada del jitomate (Lyco­ Nahuatl. Imprimerie Nationale, Paris
persicum esculentum). Mycoderma cere­ (Traduc. 1. Oliva de Coll, 1977, Siglo
visiae var. alcohólica n. var. An. Inst. Bio/. XXI, México, D.F., 88 ed. 1991.
UNAM20:43-56. Wacher, M . del C. y P. Lappe (eds.), 1993.
Sahagún, Fray Bemardino, 1569-1582. Historia Alimentos fermentados indígenas de
de las cosas de la Nueva España (Reimpr. México. Coordinación de la investigación
1955), Ed. Alfa, México, D.F., 3 vols.; científica., Fac. de Quím. e Inst. Bio!.,
reimpr.1985, Ed. Porrúa, México, D.F. UNAM, México, D. F.
Schultes, R.E. 1939. Plantae Mexicanae II. The Wasson, R. G., 1957. En busca del hongo
identification of teonanácatl: a narcotic mágico. Life, numo de mayo (traducción
Basidiomycete of the Aztecs . Bot. Mus. del artículo: Seeking the magic mus­
Leajlets Harvard Univ. 7:37-55. hroom, publicado en la misma revista, en
la misma fecha en Nueva York).
Etnobiología 1: 69-74, 2001

MANUEL RUIZ-ORONOZ, PRECURSOR DE ESTUDIOS ETNOMICOLÓGICOS EN

MÉXICO

Teófilo Herrera

Instituto de Biología, UNAM, Apartado Postal 70-273, Código Postal 045 10, México, D. F.
therrera@mail.ibiologia.unam.mx

Manuel Ruiz-Oronoz nació el 12 de abril de Consultor Técnico Honorario de este Jardín,


1909, en la ciudad de Chihuahua, Chih., en la al que tuvo especial cariño.
cual impartió clases como profesor de De 1942 a 1957 fue Secretario y Jefe
Enseñanza Primaria entre 1927 y 1928. del Departamento de Biología de la Facultad
Pronto se trasladó a la ciudad de México para de Ciencias, en la que impartió, como
efectuar estudios sobre Ciencias Biológicas, profesor fundador, las cátedras de Botánica
campo en el que, con la presentación de una Criptogámica a nivel de Licenciatura y even­
• tesis intitulada: "Métodos de estudio y tualmente la de micología en el Ciclo de
clasificación de levaduras. Principales leva­ Maestría y Doctorado (1939 - 1962).
duras del aguamiel y del pulque" llegó a En la Escuela Nacional Preparatoria
obtener el grado de Doctor en Biología, en desde 1930 impartió diversas cátedras (Botá­
1942, otorgado por la Facultad de Ciencias nica, Zoología y Biología), en particular
de la Universidad Nacional Autónoma de Botánica. En dicha escuela atendió en esta
México (UNAM), después de efectuar los última asignatura a varios miles de alumnos,
estudios conespondientes a la Maestría en comprendidos en varias generaciones, hasta
Ciencias Biológicas (1929 - 1932) en la Fa­ el año de 1962, en el que se retiró de la
cultad de Altos Estudios de la UNAM y el docencia en las aulas, aunque siguió prac­
Doctorado en Biología (1936 - 1938) en la ticando esta disciplina a través de los libros
Facultad de Ciencias de la misma Uni­ de texto que escribió. También en esta
versidad. Escuela fue Jefe de Clases del Colegio de
Desde su ingreso a la UNAM, en Profesores de Biología, de 1947 a 1948.
1930, hasta su jubilación, en 1962, trabajó en También sobresale su actividad
el Instituto de Biología, en donde realizó docente en otras instituciones, además de la
importantes investigaciones sobre hongos, citada Universidad, particularmente en la
líquenes y hepáticas. Sobresalen sus estudios Escuela Vocacional de Ciencias Médico
sobre levaduras del aguamiel y del pulque. Biológicas, del Instituto Politécnico Nacional
En este Instituto fue jefe de la Sección de (IPN), en donde atendió la cátedra de
Criptogamia y del Departamento de Botá­ Botánica, entre 1943 y 1962. En la Escuela
nica, entre 1942 y 1959. Nacional de Ciencias Biológicas, también del
De 1959 a 1962 fue subdirector y IPN, fue maestro Je Micología Industrial y
director interino del Jardín Botánico, sub­ Fermentaciones, en la canera de Químico
dependencia de la UNAM en la que par­ Zimólogo, entre 1945 y 1962. Otro cargo que
ticipó de manera muy activa en la etapa de la desempeñó en este último lapso fue de
fundación (1959) y organización inicial. profesor de Botánica Criptogámica en la
Después de su jubilación fue nombrado Escuela Nacional Superior, lugar donde
69
Herrera, T.

fue Jefe de Clases del Colegio de Profesores investigadores que analizaron estas biogleas
entre 1959 y 1962. con diversos enfoques, considerando que
Fue miembro de varias sociedades tienen varios usos a nivel doméstico, en
científicas de México y Estados Unidos de particular para preparar vinagre de tibicos, así
América. Ocupó los cargos de vicepresidente como bebidas refrescantes de bajo contenido
(1952 - 1953) Y de presidente (1957 - 1958) alcohólico y acético, que tienen ciertas pro­
de la Sociedad Mexicana de Historia Natural. piedades curativas y que sirven para bajar de
Desempeñó numerosas comisiones y puestos peso, según la apreciación popular.
honoríficos por parte de la UNAM, el IPN y Los tibicos, además denominados
otras instituciones de la República Mexicana. búlgaros de agua o granillo, fueron estu­
En todos los casos real izó una notoria y diados también en 1932, por Moreno y Díaz,
destacada labor en beneficio del desarrollo para la presentación de W1a tesis en la
académico de nuestro país, tanto en el Facultad de Química de la UNAM, cuyo
magisterio como en la investigación. Además enfoque es bacteriológico y químico, como lo
sostuvo siempre una posición inflexible en indica su título: "Contribución al estudio
favor de los estudiantes, de los profesores y bacteriológico y al análisis del vinagre que
de los investigadores que apoyó o representó. produce el tibico". Mascott y Terrés, en 1952,
Publicó varios libros de texto para reinició los estudios sobre las levaduras de
Escuelas Secundarias, Preparatorias y Voca­ los tibicos en una tesis que presentó en la
cionales, la mayoría de ellos en colaboración Facultad de Ciencias de la UNAM. En 1981,
con otros autores. De estos libros sobresale su hicieron otro tanto Ulloa y Herrera y en 1985,
Botánica, texto para la Enseñanza Media Estrada Cuéllar. Horisberger, en 1969, indicó
Superior, que llegó a ser publicado en 14 que la matriz gelatinosa de los tibicos está
ediciones, entre 1948 y 1977. Su parti­ formada por dextranas; en tanto que Moinas
cipación fue importante en los libros de et al., en 1980 determinaron que estas
Biología para Escuelas de Segunda biogleas están constituidas por W1a capa
Enseñanza, dirigidos por el doctor Enrique externa compacta con gran cantidad de
Beltrán, así como en dos libros para bacterias lácticas y levaduras y una masa
Enseñanza Profesional: Botánica Cripto­ interna esponjosa. Estos estudios fueron
gámica, en colaboración con Teófilo Herrera realizados con la ayuda de microscopios de
y El Reino de los Hongos de Teófilo Herrera luz, de contraste de fases, electrónicos y de
y Miguel Ulloa (1989). fluorescencia, con el objeto de conocer el
Inició sus trabajos científicos con W1 detalle de la estructura de los tibicos. Otro
estudio etnomicológico: el de las masas tipo de investigaciones fueron algunas como
gelatinosas o zoogleas conocidas vulgar­ las de Taboada et al., en 1986, que enfocaron
mente con el nombre de tibicos, publicado en el uso práctico de los tibicos como compo­
los Anales del Instituto de Biología de la nentes de diversas dietas para la alimentación
UNAM, en 1932. De estas zoogleas, que con de aves y roedores, y la de Saint-Phard-Delva
más propiedad deben denominarse biogleas, en 1984, para estudiar el posible enrique­
aisló una levadura correspondiente a la cimiento protéico de sustratos azucarados a
especie Pichia radaisii que Lutz (1899a, b) través de la utilización de una bacteria
había estudiado y que describió con el fijadora de nitrógeno atmosférico, aislada de
nombre de Saccharomyces radaisii. Estos los tibicos por Herrera et al. En una tesis en
estudios despertaron el interés de otros la Facultad de Ciencias de la UNAM, Armijo

70
Etnobiología 1, 2001

de Vega y otros investigadores en 1990, 1", y otra del género Saccharomyces, a la que
estudiaron algunos parámetros en la pro­ llamó "levadura del pulque número 2". El
ducción casera de tibicos en relación a la mismo Ruiz-Oronoz comentó que éstas
micobiota y productos de fermentación, con podían haber sido dos de las especies que él
el objeto de lograr una producción óptima de estudió, correspondientes a los mismos
biomasa. géneros indicados por Guilliermond.
La serie de investigaciones que Con base en los estudios de Ruiz­
realizó Ruiz-Oronoz entre 1936 y 1942 sobre Oronoz, otros investigadores se interesaron
las levaduras del aguamiel y del pulque en el estudio de la microbiología del pulque y
pueden ser consideradas de gran importancia, realizaron interesantes estudios sobre esta
no sólo por su aportación a la microbiología, tradicional bebida mexicana, por ejemplo los
sino también por sus métodos de estudio con de Carlos del Río Estrada en 1947; Alfredo
una base de tipo étnico, debido al origen Sánchez-Marroquín, Carlos del Río y Celsa
prehispánico del pulque y a la tradición de su Celis en 1949; Francisco MacGregor Loaeza
consumo, el cual perdura hasta la época en 1950; y Alfredo Sánchez-Marroquín y
actual, con interesantes características etno­ Pablo Hope en 1953. Todos estos trabajos
biológicas. tuvieron un enfoque principalmente práctico,
Varias de las especies de levaduras y utilizaron con frecuencia, las cepas de
del aguamiel y del pulque fueron descritas levaduras aisladas por el investigador cuya
como nuevas para la ciencia por el mismo obra comentamos, en particular las de
Ruiz-Oronoz, en particular: Saccharomyces Saccharomyces carbajali. Otros trabajos
carbajali, Pichia barragani, Torulopsis sobre el pulque y en general sobre productos
hydromelitis, T. aquamellis y Rhodotorula fermentados tradicionales de México, fueron
incarnata. Las dos primeras dedicadas, registrados, en forma sucinta por Miguel
respectivamente, a los doctores Antonio UlIoa, Teófilo Herrera y Patricia Lappe en
Carbajal y José Barragán quienes observaron 1987.
e identificaron por primera vez las levaduras Ruiz-Oronoz también estudió
del pulque: el último mencionado en 1870 y levaduras aisladas de la melaza del coco
el primero en 1901 - 1911, pues aunque común que publicó en 1935; de la
Leopoldo Río de la Loza y Francisco fermentación del café de 1953; y de la
Pimentel fueron los primeros en observar el superficie de flores, frutos y otros órganos
pulque ante el microscopio en 1864, no vegetales entre 1949 y 1950; así como de las
lograron interpretar correctamente la natu­ escamas de la piel humana de 1943. De
raleza de las partículas suspendidas en este manera colateral a sus investigaciones sobre
producto fermentado. Por otra parte, el doctor levaduras, tenía entusiasmo por colectar
Angel Gaviño, en 1896, también publicó los hongos macroscópicos, actividad que desa­
resultados de sus investigaciones sobre el rrolló durante mucho tiempo en diversas
pulque, pero éstos fueron realizados regiones de la República Mexicana, con más
principalmente con un enfoque higiénico frecuencia en las montañas que rodean la
bacteriológico y aunque aisló algunas leva­ ciudad de México. Le agradaba platicar con
duras, no hizo un estudio taxonómico sobre los indígenas, en particular para informarse
ellas. En 1917, el micólogo francés Alejandro del uso que éstos daban a los hongos,
Guilliermond describió dos especies de principalmente en relación con los comes­
levaduras del pulque: una del género Pichia tibles y los venenosos. Ruiz-Oronoz
que denominó "levadura del pulque número transmitía todos estos conocimientos con

71
Herrera, T.

entusiasmo a sus alumnos, tanto en la cátedra Del Río Estrada, C., 1947. Microbiología del
como en las excursiones organizadas para pulque. Ciencia, Méx. 8:121-126 .
cumplir con el trabajo de campo en la Estrada-Cuéllar, L., 1985 . Estudio de las leva­
actividad docente. duras de los tibicos y de la madre del
vinagre. Tesis profesional, Facultad de
Actualmente existe un panorama
Ciencias, UNAM, México.
alentador, pues hay varias personas
Gaviño, A, 1896. Estudio higiénico bacterio­
interesadas en la etnomicología, 10 cual lógico del pulque. Rev. Quím. Ana/. Pat.
contrasta con la época en que Ruiz-Oronoz C!in. Méx. 1(8):246-251.
desarrolló sus investigaciones, y en la cual Guilliermond, A, 1917. Levaduras del pulque.

había muy pocos micólogos interesados en Bol. Dir. Es/. Bio!. (México) 2 :22-28.

esta disciplina. El incluso tuvo que persistir Herrera, T. 1978. Obito (Manuel Ruiz-Oronoz).

en su línea de trabajo en contra de la opinión Bol. Soco Mex. Mic.12:139-143.


de algunas personas, profesionales de las Herrera, T ., C. Salinas y S. Palacios, 1984.
ciencias biológicas que consideraban de poca Estudio de cepas de Klebsiella oxy/oca
(Flügge) Lautrop, fijadoras de nitrógeno,
importancia los estudios sobre el pulque y
aisladas de las zoogleas llamadas tibicos.
otros productos tradicionales, así como su
Rev. La/-amer. Microbio/. 27 (3):253-257.
relación con los grupos indígenas de la Herrera, T. y M. Ulloa, 1990. El reino de los

República Mexicana. hongos. UNAM-FCE, México, D.F.

Por todo esto podemos considerar Horisberger, M., 1969. StlUcture of the dextran of

que se justifica la presentación de Ruiz­ the tibi grains. Carbohydr. Res. 10:379­
Oronoz como un precursor de los estudios 385 .
etnomicológicos en México y constante Lutz, M.L., 1898. Recherches biologiques sur la
estudioso de la micología, hasta una etapa constitution du tibi Comp. Rend. Soco Biol.
un poco anterior a su muerte, ocurrida el 19 5:1124-1126.
de septiembre de 1978, acontecimiento que Lutz, M.L., 1899a. Recherches biologiques sur la
constitution du tibi Bull. Trim. Soco Mycol.
T. Herrera comunicó el mismo año en el
Fr .15:68.
Boletín de la Sociedad Mexicana de
Lutz, M.L., 1899b. Nouvelles recherches sur le
Micología.
tibio Bull. Trim. Soco Myco/. Fr. 15:167.
MacGregor-Loaeza, F., 1950 . Fermentación
Literatura citada alcohólica con Saccharomyces carbajali.
Tesis, Esc. Nal. Cienc. Bio\. I.P.N. Mé­
Armijo de Vega c., J. Taboada, P. Lappe, M. xico.
UlIoa, 1991. Productos de fermentación Mascott y Terrés, M., 1952. Contribución al
por tibicos y levaduras asociadas. Rev. La/­ conocimiento de las levaduras de los tibi­
amer, Microbiol. 33 :17-23. cos del arroz. Tesis profesional, Facultad
Barragán, J., 1870. El Cryp/ococcus del pulque. de Ciencias, UNAM, México.
La Naturaleza (la. serie) 1:228-233. Moinas, M., Horisberger, M. y Bauer, H., 1980.
Carbajal, A, 190 l . Estudio sobre el pulque, The stlUctural organization of the tibi grain
considerado principalmente desde el punto as revealed by light, scanning and trans­
de vista zimotécnico. Bo/. SOCo Agr. Méx. mission microscopy. Arch. Microbio!.
25 (33):641-655 128: 157-161.
Carbajal, A, 1911 . La fermentación racional del Moreno Díaz, M. P., 1932. Contribución al
pulque. Mem. y Rev. SOCo Ciento An/onio estudio bacteriológico y al análisis del
Alza/e. 32(4-6):219-266 vinagre que produce el tibico . Tesis

72

Etnobiología 1, 2001

profesional. Facultad de Química, UNAM, incarnata n.sp . An. Inst. Biol. Univ. Na!'
México. Autón. Méx. 13 : 1-31.
Río de la Loza, L. y F. Pimentel, 1864. Apuntes Ruiz-Oronoz, M., 1943. Estudio de una nueva
sobre algunos productos del maguey. Bo!. variedad de Rhodotorula minuta (Saito)
Soco Mex. Geogr. Est. 10:531-542. var. coral/o idea n. varoAn. Inst. Bio!. Univ.
Ruiz-Oronoz, M., 1932. Estudio micológico de Na!' Autón. Méx. 14:121-135.
las zoogleas conocidas vulgarmente con el Ruiz-Oronoz, M., 1943. Estudio de una nueva
nombre de tibicos. An. Inst. Bio!. Univ. especie de levaduras del género Torulopsis
Nal. Autón. Mex.3:18,3-191. Berlese, aisladas de las escamas de la piel
Ruiz-Oronoz, M., 1935. Contribución al estudio humana. Torulopsis orbiculata n.s.p. An.
de las levaduras de la melaza del coco Inst. Biol. Univ. Na!' Autón. Méx. 14:369­
común (Cocos nucifera L.). Zygo­ 392.
saccharomyces ochoterenai n.s.p. An. Inst. Ruiz-Oronoz, M., 1949. Estudio de una nueva
Biol. Univ. Nal. Autón. Méx. 6: 139-154. variedad de Mycoderma cereVISlOe
Ruiz-Oronoz, M., 1935. Levaduras de una Dermazieres, aislada del jitomate (Lyco­
dermatosis humana. Cryptococcus salmo­ persicum esculentum). Mycoderma cere­
neus. An. Inst. Biol. Univ. Na!' Autón. visiae var. alcoholica n. var. An. Inst. Bio!.
Méx.. 6:269-284. Univ. Na!' AulÓn. Méx. 20:43-56.
Ruiz-Oronoz, M., 1936. Nota acerca de la Ruiz-Oronoz, M. y T. Herrera., 1950. Estudio de
microbiología del aguamiel y del pulque. Candida krusei (A. Cast.) Berkhout, ais­
An. Inst. Bio!. Univ. Na!' Autón. Méx. lada de la epidermis del bulbo de ajo
7:251-252. (Allium sativum ) An. Insl. Bio!' Univ. Na!'
Ruiz-Oronoz, M., 1936. Levaduras del maná. Autón. Méx 21:3-16.
Pichia farinosa Lindner. An. Inst. Biol. Ruiz-Oronoz, M. y M. C. Ortega., 1953. Estudio
Univ. Na!' Autón. Méx. 7:77-95. de una levadura aislada de la fermentación
Ruiz-Oronoz, M., 1938. Contribución al del café (Coffea arabiga). Candida
conocimiento de las levaduras del mycoderma (Reess) Lodder y Kreger-van
aguamiel y del pulque, 1 Saccharomyces Rij. An. Inst. Biol. Univ. Na!' Autón. Méx.
carbajali n.s.p . An. Insl. Bio!. Univ. Na!' 24:23-40 .
Autón. Méx. 9:49-80. Ruiz-Oronoz, M., 1954. Estudio de una cepa de
Ruiz-Oronoz, M., 1939. Contribución al Saccharomyces paslori (Guilliermond)
conocimiento de las levaduras del agua­ Loder y Kreger-van Rij. An. Inst. Biol.
miel y del pulque, JJ Pichia barragani Univ. Na!' AuIÓn. Méx. 15: 1 1-22,
n.s.p. An. Inst. Bio!' Univ. Nal Autón. Méx. Saint-Phard-Delva, C. J., 1984. Aprovechamiento
10:191-219 . de los desperdicios de plátano maduro por
Ruiz-Oronoz, M., 1940. Contribución al cono­ fermentación sólida. Tesis profesional.
cimiento de las levaduras del aguamiel y Fac. de Química. UNAM, México.
del pulque, III Torulopsis hydromelitis Sánchez-Marroquín, A., del Río, C. y C. Celis,
n.s.p. An. Inst. Biol. Univ. Na!' Autón. Méx. 1949. Algunos aspectos metabólicos de
11 :539-554 . Saccharomyces carbajali. An. Inst. Bio!.
Ruiz-Oronoz, M. , 1941. Contribución al Unív. Na!' Autón. Méx. 20:27-42 .
conocimiento de las levaduras del agua­ Sánchez-Marroquín, A ., y P. H. Hope, 1953.
miel y del pulque, IV. Torulopsís Agave juice fermentation and chemical
aguamellís. n.s.p. An. Inst. Bio!' Univ. Na!' composit ion sudies of sorne species. Agric.
AuIÓn. Méx. 12:49-68. Food Chem. 1:246-249.
Ruiz-Oronoz, M ., 1942. Contribución al Taboada, J., M. Ulloa, L. Estrada-Cuél1ar y J.
conocimiento de las levaduras del agua­ Díaz-Gacés, 1986. Estudio de las levaduras
miei y del pulque, V. Rhodotorula d ios tibicos y pruebas de alimentac ión

73
Herrera, T.

con aves y roedores uti lizando estas las zoogleas llamadas tibicos en México.
zoogleas en la dieta. Rev. Lat.- Amer. Bol. Soco Mex. Mic. 16:63-75.
Microbio/.29:73-83. Ulloa, M., T. Herrera y P. Lappe, 1987.
Ulloa, M. y T. Herrera., 1981. Estudio de Pichia Fennentaciones tradicionales indígenas de
membranaefaciens y Saccharomyces cere- , México. Instituto Nacional Indigenista.
visiae, levaduras que constituyen parte de
Etnobiología 1:75-84,2001

SITUACIÓN ACTUAL DE LA ETNOMICOLOGÍA EN MÉXICO Y EL MUNDO

Ángel Moreno-Fuentes, Roberto Garibay-Orijel, Joel A. Tovar-Velasco y Joaquín


Cifuentes

Facultad de Ciencias, UNAM. Apartado Postal 70-399, Coyoacán, México, D. F. 04510


amf@hp.fciencias.unam.mx, rogaor@yahoo.com, jatvmic@yahoo.com, jcb@hp.fciencias.unam.mx

Introducción nológicos (Goldstein, 1989), o biopros­


pectivos. Entre las diferencias que explican
La información y la organización de la este contraste se encuentra la información,
misma, constituyen dos herramientas pode­ su sistematización y análisis; y a partir de
rosas para la planificación de actividades y ello, la planificación, y ejecución de pro­
logro de metas en cualquier campo de la yectos basados y articulados a su vez a un
actividad humana . Históricamente nuestro proyecto de nación claro y de largo plazo.
país se ha encontrado en serias desventajas El estudio de los hongos en México,
en relación a otras naciones en múltiples y particularmente del conocimiento tradi­
campos, por ejemplo economía, ciencia, cional de estas formas de vida (disciplina
tecnología, sistemas de información, por conocida como etnomicología), no ha esca­
mencionar algunos. Estos retrasos tienen en pado tampoco a la realidad anterior.
muchas de las veces un denominador El concepto original de etno­
común, la desorganización. Vivimos inmer­ micología acuñado por Wasson ("Estudio
sos en una sociedad desorganizada a di­ del papel desempeñado por los hongos
versos niveles y este fenómeno se ha vuelto, mágicos en la historia de las sociedades
lamentablemente, parte de nuestra cultura. primitivas n) parece tener como base, la idea
El quehacer científico nacional no de Harshberger en 1896 (Cotton, 1996) para
escapa a este fenómeno, aunque paradó­ la etnobotánica: "Estudio de las plantas
jicamente se sustente en principios que re­ usadas por pueblos primitivos y aborí­
claman permanente organización. Esta genes n . No obstante, Estrada-Torres (1989),
situación, nos vuelve vulnerables, por ejem­ propuso que más bien es el "área de la
plo, en el estudio y explotación de nuestros etnología interesada en el estudio de las
recursos biológicos y culturales por parte de interrelaciones del hombre con los hongos
las empresas transnacionales, las cuales ob­ que se desarrollan en su entorno, haciendo
tienen excesivas ganancias y mercado, y no referencia a la influencia que estos orga­
son capaces de compartir equitativamente, nismos han tenido en las expresiones
los dividendos con las culturas fuentes de culturales del hombre a través del tiempo y
información y recursos génicos. Por una en diferentes regiones geográficas n.
parte, se hacen esfuerzos por inventariar
nuestros recursos biológicos, mientras que Objetivos
algunos científicos extranjeros y empresas
transnacionales investigan a otros niveles, Se realizó una retrospectiva !1acional y
en muchos de los casos con fines biotec­ mundial de tipo bibliográfico acerca de los

75

Moreno-Fuentes, et al.

trabajos con carácter etnomicológico, o bien predominando los primeros sobre los
obras de naturaleza afín, ya que no existía segundos, aunque no de manera signi­
hasta el momento un trabajo con este en­ ficativa. Asimismo , fueron considerados
foque, como es el caso por ejemplo de la trabajos presentados en diversos congresos
etnobotánica (Cotton, 1996; Martínez­ nacionales e internacionales, conferencias
Alfaro, 1994), en donde puede evidenciarse magistrales, simposios y tesis tanto de
el crecimiento y diversificación de dicha licenciatura como de postgrado. Dichos
actividad. estudios han sido realizados en gran parte
de nuestro país, principalmente en la región
Materiales y métodos central y sur; y en un número menor en el
sureste y noroeste. Los grupos indígenas
En la revisión nacional, han sido consi­ mayormente estudiados en estos territorios
derados aquellos trabajos realizados en son: nahuas, mazatecos, mixtecos, zapo­
nuestro país ya sea por investigadores na­ tecos, mayas, mazahuas, otomís, matla­
cionales, extranjeros o por ambos. El tzincas, purépechas, huicholes, tepehuanes,
periodo cubierto, va desde 1555-1560, y diversos grupos mestizos.
(fechas en las cuales Sahagún realizó la En el caso de la investigación para el
primera práctica etnomicológica registrada, mundo, se real izó una búsqueda biblio­
en relación a setas comestibles y el teo­ gráfica exhaustiva en el Abstracts of
nanácatl del grupo náhuatl en la región cen­ Mycology (1967-1994), el cual es a su vez
tral de Mesoamérica), hasta los estudios un extracto del Abstracts of Biology. De
modernos donde se incluyen novedosos 1995 a 1998 se realizó una búsqueda
análisis numéricos, haciendo énfasis en las electrónica en los CD's de la misma
importantes contribuciones realizadas por publicación, cuya información de interés
• Wasson en el estudio de los hongos alucinó­ fue organizada junto con la anterior en una
genos a finales de los años cincuenta. base de datos, haciendo acopio de un total
Asimismo, se indican aquellos trabajos de 800 citas etnomicológicas o afines, de las
etnomicológicos que se encuentran en cuales 450 presentan resumen y el re~to son
gestación. referencias bibliográficas únicamente. Para
La revisión bibliográfica ha inten­ el análisis de éstos, sólo se utilizó la infor­
tado ser exhaustiva y su síntesis está plas­ mación obtenida anteriormente.
mada en los gráficos presentados. Sin Se construyó una base de datos con
embargo, a lo largo de este documento sólo los campos siguientes: autor(es), año de
se mencionan los trabajos que a juicio de difusión, nacionalidad, profesión, temática,
los autores son de los más relevantes, pues tipo de trabajo y grupos étnicos estudiados.
una semblanza detallada de todos ellos será La información se depuró, sistematizó y
motivo de un trabajo posterior. jerarquizó, construyendo gráficos; se
analizó y se procedió a su interpretación.
Resultados Para abordar el presente análisis pro­
ponemos un concepto y dominio propios de
De México se encontraron alrededor de 260 la etnomicología" el cual es congruente con
trabajos etnomicológicos o afines, corres­ el tipo de trabajos aquí incluidos: "Area de
pondientes a 443 años; ellos incluyen la etnobiología que se encarga de estudiar
principalmente artículos publicados en el saber tradicional y las manifestaciones e
revistas o libros nacionales o extranjeros, implicaciones culturales y/o am bientales
76
Etnobiología 1, 2001

que se derivan de las relaciones esta­ por el doctor Teófilo Herrera (Herrera, 200 l
blecidas entre los hongos y el hombre a en esta misma publicación).
través del tiempo y el espacio" La fundación de la etnomicología
imprime gran vigor al estudio de los hongos
México alucinógenos, de tal forma que toda la
segunda mitad de los cincuentas la
La etnomicología, al igual que la etno­ investigación se realiza en ese rubro, por
botánica, se inició más como una práctica investigadores extranjeros. Desde la década
que como una disciplina. Teniendo sus raí­ de los sesentas, la etnomicología realizada
ces evidentes poco después de la conquista, en México ha tenido un crecimiento de tipo
en donde se registraron los primeros datos exponencial (Figura 1) Y ha diversificado
del consumo de hongos sagrados y comes­ sus líneas de investigación.
tibles por parte de los aztecas. Sin embargo, Entre' las contribuciones etno­
prácticamente no tenemos información de micológicas más relevantes posteriores a la
los siglos XVII, y XVIII, siendo hasta fi­ efervescencia de los hongos alucinógenos,
nales del siglo XIX (1870-1872), con se encuentran : ,el estudio sobre taxonomía y
Barragán, Río de la Loza y Herrera, cuando ecología de hongos comestibles (Herrera y
por vez primera se aborda el estudio del Guzmán, 1961), el cual es un trabajo muy
pulque, algunos líquenes y hongos comes­ importante, ya que dio un giro en la ten­
tibles. A principios del siglo XX, algunos dencia de la investigación etnomicológica
exploradores como Lumholtz (1902) Y en México, por dos razones: los alucinó­
Hrdlicka (1908), reportaron el consumo de genos ya no fueron el único eje, y la
algunos hongos en el norte del país. investigación en esta disciplina es asumida
Es Safford en 1915, quien inicial­ casi en su totalidad por investigadores
mente da pié a una posterior discusión nacionales. Mas tarde (Martín del Campo ,
taxonómica por parte de Reko, siendo lo an­ 1968), incursiona por vez primera en el
• terior un antecedente importante para que terreno de la nomenclatura micológica
Whittlaner (1950), Schultes (1939) Y náhuatl, con lo que se inicia un largo pro­
Johnson (1939) , comenzaran algunas inves­ ceso de acopio de este tipo de información
tigaciones para tratar de despejar aquella para distintas etnias del país, registrándose
incógnita (citados por Estrada-Torres, 2001 hasta el momento 1,600 nombres indígenas
en esta misma publicación), lo cual llamó la procedentes de 32 grupos étnicos (Guzmán ,
atención de los esposos Wasson y derivó 1997). Paralelamente a las aportaciones de
más tarde en la consolidación de la etno­ Martín del Campo, Dubovoy (1968) y Lowy
micología (Wasson y Wasson, 1957), a (1968), abordaron de manera independiente
cuyas investigaciones se incorporán más el conocimiento de los hongos en el México
tarde la historia del teonanácatl (Singer, antiguo y el estudio de un hongo de piedra
1958) y la etnología, taxonomía, b iología, de l antiguo Méx ico, hoy Guatemala. Estos
fisiología y quím ica de los hongos aluci­ estudios se basaron fundamentalmente en
nógenos (Heim y Wasson, 1958). Si n esculturas con formas de fructificaciones
embargo, entre 1930 y 1950, son las inves­ fúngicas, muchas de ellas asociadas a re­
tigaciones acerca de bebidas fermentadas, lieves antropomorfos en las bases o costa­
particularmente de l pulque, las que dominan dos de las mismas, con lo que se abrieron
el escenario nacional, muchas de ellas reali­ una serie de hipótesis a este respecto.
zadas por Manuel Ruiz Oronóz ya señaladas D urante la década sigui ente se
77
Moreno-Fuentes, el al.

realizan ya pocos trabajos sobre aluci­ básicamente estudió nomenclatura y clasi­


nógenos. Se inicia entonces el estudio de ficación de plantas y hongos, aunque
hongos tóxicos (Pérez-Silva, el al. 1970), y también consideró morfología, ecología y
se retoma el estudio de bebidas fermentadas usos; el inicio de los estudios en la Sierra
(Herrera y Ulloa, 1970; 1971, 1976, 1979, Norte de Puebla, con comunidades de ori­
por citar algunos), continuando algunos de gen totonaco y náhuatl es realizado por
ellos a principios de los ochentas; asimismo, Martínez-Alfaro el al., (1983) quienes
aparecen los primeros libros sobre identi­ investigaron acerca del origen, clasificación
ficación de hongos macroscópicos en el país y usos de macromicetos como fuente de
(Guzmán 1977, 1978). alimento, medicina y amuletos; por su parte,
De 1980 en adelante, la diversi­ Gispert el al., (1984) realizaron el primer
ficación y aumento del número de investi­ estudio etnomicológico comparativo de
gaciones fue relativamente alta, destacando carácter cualitativo en el sur de la ciudad de
los trabajos de De Ávila el al., (1980) quien México, con pobladores mestizos, en el cual
abordó el estudio sobre conocimiento tra­ abordan el conocimiento biológico y ecoló­
dicional de hongos en Hueyapan, Morelos; gico, así como aspectos conceptuales de los
haciendo énfasis en la nomenclatura hongos, sistema empírico de clasificación y
tradicional de los hongos y en sus etimo­ el papel de los hongos en la vida de estas
logías, además de los usos y formas de comunidades.
preparación realizados por la población Los estudios acerca de macro­
náhuatl en Hueyapan Morelos. Un año micetos tóxicos, fueron realizados en una
después Mapes el al., (1981) abordaron una región comunal del valle de México por
de las investigaciones etnomicologías más Aroche el al., (1984) quienes además
completas y profundas de las que se tenga incluyeron hongos comestibles, siendo la
registro, pues estudiaron el conocimiento primera autora, una de las especialistas que
tradicional de los hongos comestibles tó­ ha realizado más contribuciones en esa área.
• xicos y medicinales, por parte de los Un trabajo interesante es el de Aniceto
purépechas, en la cuenca de Pátzcuaro, (1985), pues se trata de una mujer mazahua,
destacando principalmente aspectos clasifi­ quien estudió los hongos y conocimiento
catorios y nomenclatura les. pero abordando tradicional asociado de éstos, utilizados en
al mismo tiempo el análisis sobre algunas la región de este grupo indígena de Zitá­
especies del género Psilocybe en el área, así cuaro. Tres años más tarde Estrada-Torres
como las posibles relaciones entre Amanila el al., (1987) sacaron a la luz el acervo
muscaria y el hallazgo de una figura pétrea cognitivo tradicional de los hongos por
encontrada en la misma región. Durante el tarde del grupo otomí, particularmente el de
año siguiente fueron tres las contribuciones la región de Acambay en el Estado de
de este carácter que se desarrollaron: Gon­ México. Los mayas, particularmente aque­
zález (1982), realiza un estudio sobre los llos de Pixoy en Yucatán, fueron estudiados
hongos comestibles en Santa Catarina del por Mata (1987), evidenciándose el bajo
Monte, población de Texcoco, Estado de número de especies aprovechadas en este
México y aborda aspectos como son tipo de escosistemas en relación a los bos­
nomenclatura, ecología y usos de los ques templados existentes en el área meso­
hongos. Después vendrían estudios por americana. Los totonacas de Papantla en
parte de Escalante (1982) en la región Veracruz fueron estudiados desde el punto
matlatzinca del Estado de México en donde de vista etnomicológico por Chacón (1988).
78
Etnobiología 1, 2001

Hasta entonces , ningún investigador había análisis comparativo del saber tradicional de
abordado de una manera profunda estudios los hongos en comunidades del volcán La
acerca de la comercialización de los hongos, Malintzi; un año más tarde Palomino­
hasta que Aguilar-Pascual (1988) llevó a Naranjo (1992) estudió aspectos como son
cabo un estudio en este sentido en la ciudad nomenclatura, clasificación, ecología, usos
de México, intentando encontrar las rela­ y relación de los hongos con otros or­
ciones entre la selectividad de las especies ganismos en algunas comunidades ocuilte­
involucradas y su valor nutricional. La cas; Reygadas Prado el al., (1995) llevaron
primera evaluación global sobre las especies 140

de hongos comestibles citadas para México IlO

fue realizada por Villarreal y Pérez-Moreno


(1989), quienes además incluyeron análisis á
100
/
~ 80 lo­

de comercialización para algunas especies y -.!


e 60

destacaron la necesidad de estudiar de ma­ .~


z
40
nera integral la diversidad de hongos según
lO
ejes taxonómicos, fungísticos, micoceno­
lógicos y etnomicológicos. En este mismo § ~ § ~ €
,~

~ ~ ~
año, Carrillo-Terrones (1989) llevó a cabo ~ ~ ~ "g ~"
P~ncdo
~ ~ ~ i
un estudio etnomicológico en una población
de Texcoco. Figura 1. Incremento de investigaciones
Es a finales de esta década cuando etnomicológicas en México
Lappe y Ulloa (1989) realizaron un deta­
a cabo investigaciones etnomicológicas
llado estudio de naturaleza étnica y micro­
acerca de los hongos comestibles en el
biana del tesgüino tarahumara, destacando
Ajusco, Distrito Federal. Moreno-Fuentes el
la micobiota presente durante el proceso de
al., (1994, 1996) continuaron con el estudio
fermentación.
del conocimiento tradicional de los hongos
• Del norte de México, la información
por parte de los rarámuri en el estado de
acerca del conocimiento tradicional de Jos
Chihuahua.
hngos era prácticamente nula, ya que sólo
Por último, Montoya-Esquivel
algunos trabajos como los de Lumholtz
(1997) realiza por vez primera investiga­
(1902), Hrdli_ka (1908), Mares (1982) y de
ciones etnomicológicas aplicando métodos
algunos diccionarios, referían su uso.
de análisis numéricos, mientras que
La década de los noventas constituye
Guzmán (1997), hace acopio de una gran
el periodo hasta el momento de máxima
cantidad de información tradicional en
producción de trabajos etnomicológicos
relación a los nombres comunes de los
(Figura 1). Uno de los estudios más
hongos , así como diversos aspectos rela­
recientes y completos del conocimiento
cionados con ellos en América Latina.
tradicional de los hongos en el norte de
La mayor parte de los estudios han
México, en particular con los tepehuanes en
sido real izados por investigadores del país y
el estado de Duran go es el de Gonzálcz
en menor proporción por extranjeros, aun­
El iza ndo (199 1).
q ue es importante señalar que si bien son
E n el es tado de T lax ca la, es
pocos, los trabajos conj untos sí se han pre­
Montoya-Esq ui e l ( 1992) qu ie n inicia, de
sen ado. E te comportamiento es di ferente
u na manera for mal y profun da, la inves­
al que se ha venido presentando en los tra­
ti gaciones etnom icológicas r al izando u n
79
Moreno-Fuentes, et al.

bajos etnobotánicos en México, ya que en tancia medicinal y etnomicología urbana. Se


este caso, al menos hasta 1994, poco más están realizando recientemente estudios
de.! 50% había sido realizado por autores no relacionados con los grupos huichol y
nacionales. rarámuri entre otros. De este modo la plan­
En relación al tipo de organismos tilla de investigadores en la etnomicología
que han sido abordados en los estudios nacional, comienza a robustecerse y a
etnomicológicos, es bastante notable la ampliar sus horizontes .
atención que han recibido los hongos ma­ El análisis indica que la mayor
croscópicos en relación a los microscópicos, proporción de trabajos se han presentado en
líquenes o myxomycetes (éstos últimos ya artículos de revistas científicas, libros,
no reconocidos como formas de vida capítulos de libros, y en menor medida en
fungales) . La mayor parte de los estudios memorias de ponencias y simposios presen­
han sido enfocados a hongos comestibles, tados en congresos.
siguiéndole en orden decreciente los hongos
alucinógenos, bebidas fermentadas y Mundial
hongos medicinales.
En esta actividad y en este tiempo , En general, el número de trabajos
ha participado una plantilla de alrededor de publicados por año tiende a incrementarse,
150 investigadores, ya sea como primeros o aunque no es de manera constante, pues se
segundos autores , con al menos uno o va­ presenta un comportamiento cíclico con
rios trabajos, con cierta frecuencia o esporá­ periodicidad aproximada de diez años. Los
dicamente. A Igunos de ellos han realizado factores que inciden en este aumento y
sólo un trabajo y jamás han vuelto a abordar decremento, son de naturaleza incierta,
• la temática. Hasta el momento, no hay un quedando pendiente la dilucidación de ellos
grupo consolidado de investigación etno­ En general, el número de trabajos
mico lógica en el país. publicados por año tiende a incrementarse,
Es importante mencionar que en aunque no es de manera constante, pues se
estas investigaciones, han participado profe­ presenta un comportamiento cíclico con
sionistas con formación diversa, predo­ periodicidad aproximada de diez años. Los
minando los biólogos (botánicos o micó­ factores que inciden en este aumento y
logos) , antropólogos, naturalistas, explora­ decremento, son de naturaleza incierta,
dores, ingenieros, médicos, escritores, sa­ quedando pendiente la dilucidación de ellos.
cerdotes, químicos. Existen dos trabajos Se encontró que en alrededor del
realizados desde dentro de las comunidades 4Q% de los países del mundo se han
por miembros de los pueblos mazahua y publicado trabajos, este valor parecería alto,
rarámuri (Aniceto y Mares, respec­ pero de éstos aproximadamente el 60%
tivamente). tienen menos de cinco trabajos y la
Actualmente, se realizan estudios en profundidad así como las áreas de estudio
mercados en la Sierra Nevada de l Eje han sido reducidas, de tal modo que sólo un
NeovoJcánico; otros con un enfoque eco­ baj o r orcentaje del territorio de cada nación
lógico en el Volcán La Malintzi , Tlaxcala y se ha estudiado, además de que se trata en la
la S ierra Juárez e n Oaxaca, así como mayor parte de los casos, d c itas en
investi gaciones de carácter diverso: gene­ relación a los hongos y hombre.
ra les, analíticos, h istóricos, de manej , M éx ico y Ja pón cuentan con 39
me todológicos, sobre hongos con impor­ publicac iones para cada uno de ell os, siendo
80
Etnobiología 1, 2001

los países con mayor número de trabajos en relativamente alto, probablemente como
el mundo. Para Norteamérica, EUA y México y Nigeria, países con dificultades
Canadá tienen 20 y nueve trabajos respec­ económicas y en los que la ciencia siempre
tivamente. En Centroamérica la producción ha ocupado lugares secundarios, gran parte
ha sido baja, reportándose sólo en Gua­ de sus estudios son generados por ellos
temala, El Salvador y Nicaragua con menos mismos y además hacen estudios en otros
de cinco trabajos por nación. En América lugares.
del Sur, Brasil es el país con más trabajos A nivel mundial , los organismos
(11); Argentina, Chile, Venezuela y Guyana estudiados principalmente son macro­
Francesa han publicado al menos un trabajo micetos 55%, micromicetos 40%, líquenes
por país. En Europa, lo que fue la URSS y 4.9% y mixomicetos 0.1 %. La relación
España ocupan el primero y segundo lugar macro-micro es distinta que la observada en
con 21 y 12 trabajos, respectivamente, México, siendo diez a ocho para el mundo y
siguiendo Italia, Francia y Alemania (ocho, diez a dos para nuestro país; dado esto por
siete y siete en ese orden). Los países un uso más generalizado de alimentos y
Balcánicos y Escandinavos tienen al menos bebidas fermentadas principalmente en Asia
un trabajo publicado. y África.
I ~O
En Asia , después de Japón, países
como Corea, China e India cuentan con
alrededor de 20 trabajos, seguidos por
Indonesia (12), y después Tailandia, Mon­
golia, Nepal y Filipinas estos últimos por lo
menos un trabajo. En África, es Nigeria el
país con más publicaciones (18), Tanzania
• (ocho) y con menor número Egipto, Sudán,
Sudáfrica y Burundi. En el Medio Oriente, ~ ~
~
~ ~
Irak, Irán y Turquía tienen menos de cinco
trabajos, sucede lo mismo en Australia y
I ~
-
ó
iii ~
Penodo
-

ª
; ~ E

Nueva Zelanda. Figura 2. Incremento de investigaciones


Es importante observar que los etnomicológicas en el mundo
países, en los que se encuentra el saber
tradicional, difieren significativamente de Respecto a esto último se puede observar
los países que realizan los estudios. Estados que para Asia los principales temas de
Unidos de Norteamérica realiza el mayor estudio son los relacionados alos alimentos
número de estudios fuera de su país (de 20 y bebidas fermentadas; en África los
trabajos hechos en su territorio aumenta alimentos fermentados , en Europa, España
hasta 61 en el resto del mundo) es decir, que se caracteriza por estudiar temas diversos;
posiblemente la inversión económica, capa­ Italia y Francia estudian hongos utilizados
cidad organizativa, la acumulación y ma­ como alimentos y bebidas fermentadas. En
nejo de información es relativamente mayor Sudamérica se observan mayor número de
en conjunto a la de otros países. trabajos sobre hongos comestibles; en
En Europa todos los países además Norteamérica, México se caracteriza por
de realizar estudios internos hacen estudios sobre hongos alucinógenos y
investigación en otros territorios. China comestibles.
tiene un número de trabajos publicados Por último, es importante aclarar que
81
Moreno-Fuentes, et al.

los resultados del análisis mundial resulta desarrollo del trabajo a las biólogas Eli­
ciertamente parcial, ya que está basado zabeth Bernal Martínez y Escarlett Galván
únicamente, como se señaló oportunamente, León; Claudio Garibay Orijel y a la maestra
en las publicaciones indexadas en el Abs­ en ciencias Emma Pellicer González, así
tracts of Mycology, de tal forma que hay como a la licenciada Blanca Estela Velás­
que tomar con cierta reserva la infonnación, quez Morales de la Biblioteca del Herbario
considerándole sólo como tendencias en la del IBUNAM , por su apoyo logístico.
investigación etnomicológica en el ámbito
mundial. Literatura citada

Comentarios finales Aguilar Pascual, O., 1988. Análisis sobre la


comercialización de los hongos silvestres
A pesar del esfuerzo que se ha realizado por comestibles en la ciudad de México:
presentar una diagnosis sobre la situación correlación entre selectividad y valor
mundial de la etnoP.1icología, es muy impor­ nutricional. Tesis de Licenciatura. Facul-tad
tante ampliar las fuentes de información de Ciencias, UNAM, México, D. F.
documental, para cada uno de los países Aniceto, E. , 1985 . Los hongos de la región
señalados, ya que el análisis exlusivo del mazahua. Colección General de Culturas
Abstracts of Mycology , no incluye eviden­ Populares, SEP , Unidad Regional de
temente los resultados de todas las inves­ Pátzcuaro.
tigaciones en este rubro. Aroche, R. M., J. Cifuentes, F. Loera, P.
Los resultados de la presente Puentes, J . Bonavides , H. Galicia, E.
retrospectiva permiten vaticinar sin em­ Menéndes, O. Aguilar y V . Valenzuela,
bargo, que a pesar de las fluctuaciones a 1984. Macromicetos tóxicos y comes­
nivel mundial, la etnomicología seguirá tibles de una región comunal del Valle de
creciendo y diversificándose; y que el cono­ México. Bol. Soco Mex. Mic. 19:291-318.
cimiento derivado de las relaciones esta­
• blecidas entre el reino fungi y la especie
BIOSYS. Abstracts ofMycology (1967-1998) .
Carrillo Terrones, A ., 1989. Contribución a la
humana, seguirá teniendo, en esta dualidad, Etnomicología de San Pablo lxayoc,
un objeto de estudio y una razón de ser. Texcoco Estado de México. Tesis de Li­
Consideramos por último, que el cenciatura, Facultad de Ciencias, UNAM ,
Encuentro Nacional de Etnomicólogos, México, D. F.
constituye un eje del cual se derivarán Cotton, C. M ., 1996. Ethnobotany. Principies
futuras actividades y proyecciones de la and applications. John Wiley and Sons
etnomicología, básicamente en los rubros de Ltd, Chichester.
organización, vinculación, formación, Chacón , S., 1988 . Conocimiento ctno­
investigación, aplicación y difusión. micológico de los hongos en Plan del
La legislación acerca de la propiedad Palmar, municipio de Papantla, Veracruz,
intelectual de las culturas y de los recursos México. Mic. Neo trap. Aplic. 1: 45-54.
fungísticos involucrados, es un tema que De Ávila, A., L. Welden y G. Guzmán, 1980.
reclama prioridad, más aún en este tipo de Notes on the ethnomycology of Hue­
organismos con enorme potencial bio­ yapan, Morelos. lour, Ethnopharmacol.
tecnológico. 2:311-321.
Dubovoy, C. 1968. Conocimiento de los hongos
Agradecimientos en el México antiguo. Bol. In! Soc, Mex.
Mic.2:16-24
Por su revisión del documento al doctor Escalante, R., 1982. Clasificación matlalzinca
Teófilo Herrera y al maestro en ciencias de plantas y hongos . Memorias del pri­
Armando Gómez; por su apoyo en el mer simposio de etnobotánica. INAH,
82
Etnobiologia 1, 2001

México, 110-115 . aislados del pozol. Rev. Lal. amero


Estrada-Torres, A., 1986 . Acervo etnomi­ MicrobioI13:25-261
cológico en tres localidades del muni­ Herrera, T. y M. Ulloa, 1976-1982. Pichia
cipio de Acambay, Estado de México. membranafaefaciens y su estado asexual,
Tesis de Licenciatura, Escuela Nacional Candida valida, aisladas del tesgu'ino de
de Estudios Profesionales Iztacala, Chihuahua, México. An . Inst. Biol.. Univ.
UNAM, Tlalnepantla, Estado de México. Nal. Autón. México 47-53 :113-121
Estrada-Torres, A., 1989. La etnomicología: Herrera, T. y M . Ulloa, 1979. Estudio de
Avances, problemas y perspectivas . Exa­ Kloeckera apiculata y Saccharomyces
men predoctoral. Escuela N aciona] de cerevisiae, levaduras aisladas de la tuba
Ciencias Biológicas, IPN, México, D. F. de Colima, México. Bol. Soco Mex. Mic.
Gispert, M., O . Nava y J. Cifuentes, 1984. 13:187-194
Estudio comparativo del saber tradicional Hrdlicka, A., 1908. Physiological and Medical
de los hongos en dos comunidades de la Observations Among Indians of
Sierra del Ajusco . Bol. Soco Mex. Mic. 19: Southwestwm United States and Mexico.
253-264. Smithsonian Institlltion, Bureau of
Goldstein, D. J ., 1989. Biotecnología, uni­ American Ethnology. Builetin 34,
versidad y política . Siglo XXI, México, Washington.
D. F. Lappe, P. y M. Ulloa, 1989. Estudios étnicos,
González, J., 1982. Notas sobre la etno­ microbianos y químicos del tesgüino
micología náhuatl. Bol. Soco Mex. Mic. tarahumara. UNAM. México, D. F.
17: 181-186. Lowy, B., 1968. Un hongo de piedra preclásico
González Elizondo, M., 1991. Ethnobotany of de México Viejo, Guatemala. Bo!. In!
the southern tepehuan of Durango, Soco Mex. Mic. 2: 9-17.
México: 1. Edible mushrooms. Journal of Lumholtz, C., 1902. Unknow México I. Charles
Ethnobiology 11 (2): 165-173. Scribner's Sons, New York.
Guzmán, G., 1977. Identificación de los hongos. Mapes, C ., G. Guzmán y J. Caballero, 1981.
Limusa México, D. F . Etnomicología purépecha. El conoci­
• Guzmán, G., 1978. Hongos. Limusa, México, miento y uso de los hongos en la Cuenca
D. F. de Pátzcuaro, Michoacán. Cuadernos
Guzmán, G. 1997. Los nombres de los hongos y etnobotánicos 2. Dir. Gral. Culturas
lo relacionado con ellos en América Populares, SEP, Soc o Mex . Mic . e Inst.
Latina. Introducción a la etnomicología Biología UNAM, México, D. F.
aplicada de la región . CONABIO-Ins­ Mares, A., 1982. Ralamuli Nu'tugala Go'ame,
tituto de Ecología, A, c., Xalapa. comida de los Tarahumaras. Don Burgess
Heim, R. y R.G . Wasson, 1958 . Les cham­ McGuire, Chihuahua.
pignons allucinnogénes du Méxique. Martín del Campo, R ., 1968. Contribución al
Museum National d'Historie Naturelle, conocimiento de la nomenclatura mlco­
Paris. lógica náhuatl. Bol. Inf Soco Mex. Mic.
Herrera, T. y G. Guzmán, 1961. Taxonomía y 2: 25-36 .
ecología de los principales hongos co­ Martínez-Alfaro, M. A ., E. Pérez-Silva y E.
mestibles de diversos lugares de México. Aguirre-Acosta, 1983 . Etnomlcu lugla y
An. Inst. Biol. UNAM 32:33-135 . exploraciones micológicas en la ~ i rra
Herrera, T. y M. Ulloa , 1970. Aspectos gene­ Norte de Puebla. Bo!. SOCo Mex. Mic.
rales sobre la microbiología del pozol. 18 : 51-63.
Rev. Lal amero Microbio!. 12 : 103-108. Martínez-Alfaro, M. A., 1994. Estado actual de
Herrera, T. y M . Ulloa, 1971. Estudio de las investigaciones etnobotánicas en
Candida krusei y Trichosporon cutaneum México. Bol. Soco Bot. México 55: 65­
74.
83
Moreno-Fuentes, et al.

Mata, G., 1987 . Introducción a la etnomicología dios Profesionales Iztacala, UNAM,


maya de Yucatán . El conocimiento de Tlalnepantla.
los hongos de Pixoy, Valladolid. Rev. Pérez-Silva, E., T. Herrera y G. Guzmán, 1970.
Mex. Mic. 3: 175-187. Introducción al estudio de los macromi­
Montoya Esquivel , A., 1992 . Análisis compa­ cetos tóxicos de México . Bol. Soco Mex.
rativo de la etnomicología de tres comu­ Mic. 4:49-53
nidades ubicadas en las faldas del Reygadas Prado, G. F. , M . Zamora-Martínez y
Volcán La Malintzi, estado de Tlaxcala. J. Cifuentes, 1995. Conocimiento sobre
Tesis profesional. ENEP, Iztacala , los hongos comestibles en las comu­
UNAM, Tlalnepantla. nidades de Ajusco y Topilejo, D. F. Rev.
Montoya Esquivel, A. , 1997. Estudio etno­ Mex. Mic. 11 : 85-108 .
micológico en San Francisco Teme­ Sahagún, Fray Bemardino, 1569-1582. Historia
zontla, estado de Tlaxcala. Tesis de de las cosas de la Nueva España (Reimpr.
Maestría. Facultad de Ciencias, UNAM , 1955), Ed . Alfa, México, D.F., :3 vols.;
México, D. F. reimpr.1985, Ed. POITÚa, México, D. F.
Moreno-Fuentes , A. , E. Aguirre-Acosta, M. Singer, R., 1958. Mycological investigations on
Vi llegas y J . Cifuentes, 1994. Estudio teonanácatl, the ' mexican hallucinogenic
fungístico de los macromicetos en el mushroom, I. Mycologia 50: 239-26l.
municipio de Bocoyna, Chihuahua, Villarreal, L. y J. Pérez Moreno , 1989 . Los
México. Rev. Mex. Mic. 10: 63-76. hongos comestibles silvestres de México,
Moreno-Fuentes , A., J . Cifuentes, R. Bye y R. un enfoque integral. Micol. Neotrop. Apl.
Valenzuel a, 1996. Kuté-mo 'kó-a: un hongo 2:77-114.
comestible de lo s indios Rará-muri de
Wasson, R. G. 1957 . En busca del hongo
Méxi co. Rev. Mex. Mic. 12: 31-39.
mágico. Lije, No . de mayo (traducción
Palomino-Naranjo, A., 1992. Etnomicología
del artículo : Seeking the magic mush­
tlahuica de San Juan Atzingo. Tesis de
room , publicado en la misma revista , en
Licenciatura. Escuela Nacional de Estu­
la misma fecha en Nueva York) .

84

Etnobiología 1:85-91 ,2001

ASPECTOS METODOLÓGICOS DE LA ETNOMICOLOGÍA

Arturo Estrada-Torres

Centro de Investigación en Ciencias Biológicas, Universidad Autónoma de Tlaxcala


Km 10.5 carro Texmelucan-Tlaxcala, Código Postal 90122, Ixtacuixtla, Tlax.
arturomixo@hotmail.com

Si se toma en cuenta la diversidad ecoló­ inquietud, investigadores notables como


gica, micológica y cultural de nuestro país, Whittlaner (1950), Schultes (1939) o
se puede decir que aún son escasos los es­ Johnson (1939), comenzaron algunas inves­
tudios etnomicológicos que se han realizado tigaciones para tratar de identificar aquellos
en su territorio . De éstos, son todavía más misteriosos hongos. Los hongos alucinó­
escasos aquellos que han intentado esta­ genos fueron identificados plenamente por
blecer una metodología de trabajo que per­ Schultes (1937), casi al mismo tiempo que
mita, además de obtener información de Johnson (1939) logró participar en una
campo clara, precisa y completa, evaluar y ceremonia mágico religiosa en Oaxaca, en
comparar los resultados de una forma con.­ donde dichos organismos se consumían.
fiable. A pesar de esto, la etnomicología se Todos estos datos motivaron a los esposos
ha constituido en la actualidad como una de Wasson a iniciar sus investigaciones en
las áreas de investigación más interesantes México, logrando finalmente comprobar su
de la etnobiología. hipótesis sobre la existencia de hongos
Los primeros trabajos etnomico­ ligados a prácticas rel igiosas , y escribir su
lógicos centraron su atención sobre los hon­ obra monumental, considerada como el
gos sagrados mexicanos. Existen diversas punto de partida de la etnomicología
evidencias históricas, lingüísticas y arqueo­ (Wasson y Wasson, 1957). Dicha obra
• lógicas sobre los diversos usos que los muestra ya el carácter multidisciplinario que
antiguos pobladores de Mesoamérica daban deben de tener los estudios etnomico­
a los hongos. No obstante, el uso de hongos lógicos, puesto que sus investigaciones
alucinógenos en ceremonias mágico reli­ partieron de una serie de evidencias lin­
giosas propició que los religiosos españoles güísticas, etnológicas, arqueológicas, antro­
persiguieran esta práctica, con lo cual sólo pológicas y botánicas.
se siguió realizando en forma secreta, que­ La etnomicología mexicana ha te­
dando en el olvido durante siglos (Wasson, nido dos grandes tendencias. La primera de
1983). Así, el renacimiento de la etno­ ellas abarca el estudio de las bebidas y ali­
micología moderna tuvo sus antecedentes a mentos tradicionales fermentados usados en
principios del siglo XX, cuando Reko diversas áreas de nuestro país (Herrera,
(1919, 1923) retornó la discusión de Safford 2001, en esta misma publicación). La otra,
(1915) sobre si los hongos alucinógenos incluye el estudio sobre los usos y concep­
realmente existían o éstos habían sido con­ ciones trad icionales que di versos grupos
fundidos con el peyote que utilizaban m xicanos tienen sobre los hongos, princi­
algunos grupos indígenas en ciertas c re­ palmente los macroscópicos. Ya se ha men­
monias mágico religiosas. A partir de esa cionado que éstos se enfocaron en un
85
Estrada-Torres, A.

principio a los hongos alucinógenos, y al en donde todos los elementos de la natu­


trabajo de los esposos Wasson siguieron los raleza se definen como fríos, calientes o
estudios de otras personalidades como templados, de acuerdo con sus caracte­
Guzmán (1958; 1959; 1960a; 1960b), Heim rísticas y propiedades. Mapes el al., (1981)
y Cailleux, (1959), Singer (1958; 1959) Y son los primeros que describen con detalle
Singer y Smith (1958), quienes contri­ la metodología que emplearon en su trabajo
buyeron a la identificación taxonómica de para recabar la información etnomicológica,
los hongos alucinógenos, y los de Hoffman mencionando qué tipo de estímulos visuales
(1966; 1969), quien dilucidó la estructura emplearon, cuántas personas entrevistaron,
química de los componentes activos que se en qué épocas del año recolectaron los
encuentran en estos hongos. materiales biológicos. Más tarde, González
Posteriormente, comenzó a recabar­ (1982) es el primero que llama la atención
se información sobre los nombres populares sobre el valor cultural que tienen las dife­
y usos de los hongos comestibles. Así, rentes especies de hongos y hace referencia
Herrera y Guzmán (1961), compilaron los a que la información que la gente tiene
nombres comunes de los hongos encon­ sobre la fenología y la ecología de las
trados en varios mercados del centro de la especies puede ser muy importante para
República Mexicana. Martín del Campo dilucidar el valor que se le da a cada es­
(1968) hizo contribuciones importantes so­ pecie. Aniceto (1985), un indígena de
bre la nomenclatura náhuatl de los hongos origen mazahua del Estado de México, rea­
comestibles. A principios de los años se­ lizó una aportación poco conocida y que
tenta, se iniciaron trabajos encaminados a tiene la limitación de no haber tenido el a­
entender de forma más integral la concep­ poyo taxonómico para llevar a cabo la de­
ción del recurso fúngico para una comu­ terminación de las especies; no obstante, es
nidad específica. De esta forma, Escalante el primer trabajo etnomicológico realizado
( 1973) hizo el primer intento para estudiar por una persona en su propia comunidad.
en forma íntegra las concepciones y la cos­ Martínez-Alfaro el al., (1983) desarrollaron
movisión que un grupo indígena tenía sobre un interesante trabajo en la Sierra Norte de
• los hongos, abordando aspectos como los Pueb'ía, siendo el primer estudio que analiza
nombres de las partes de un cuerpo fructí­ comparativamente el conocimiento tradi­
fero que los matlatzincas reconocían y la cional de los habitantes de dos comunidades
información los lugares y épocas de fruc­ humanas de diferentes grupos étnicos que
tificación de las diferentes especies fún­ coexisten en el mismo ambiente. Hasta
gicas; además, fue el primero que intentó 1983, los trabajos etnomicológicos se ha­
identificar el sistema de clasificación tradi­ bían enfocado al rescate del conocimiento
cional de los hongos usado por un grupo tradicional de diversos grupos indígenas,
indígena mexicano. Lamentablemente éste pero Gispert el al., (1984) se enfocaron en
es un trabajo inédito que jamás se publicó el estudio del conocimiento de algunos
formalmente, motivo por el que ha tenido grupos mestizos de la zona del Ajusco, en el
muy poca difusión. Distrito Federal. Ellos plantearon el uso de
De Ávíla (1980) agrega otro aspecto grabadoras para capturar la información y
no contemplado anteriormente en los tra­ una de sus principales contribuciones es que
bajos etnomicológicos, analizando la forma se basó en la aplicación de una encuesta
en que estos organismos son considerados aplicada a la mayor parte de las poblaciones
en el sistema hipocrático de clasificación, estudiadas. Estrada-Torres y Aroche (1986)
86
Elnobiología 1, 2001

introdujeron aspectos sobre el impacto y acervo de conocimientos (De Á vila el al.,


conocimiento de las especies tóxicas, utili­ 1981; Martínez-Alfaro el al., 1983). Algu­
zando la aplicación de cuestionarios es­ nos estudios han considerado la selección
critos. También realizaron un análisis de los de un informante (De Ávila el al., 1981) o
mercados de las comunidades estudiadas, un grupo pequeño de informantes (Estrada­
considerándolos los puntos de partida para Torres y Aroche, 1987), complementando la
llegar a las comunidades que consideraron información, con la de otras personas. A
más importantes desde el punto de vista veces, la información proporcionada por las
etnomicológico. A partir de estas fechas, personas que se consideran más saben del
otros trabajos como los de Mata (1987), tema, se complementa con las entrevistas
Chacón (1988) Y Reygadas Prado el al., verbales proporcionadas por otros habi­
(1995) han tratado de integrar la mayoría de tantes de la comunidad (De Á vila et al.,
los aspectos antes mencionados, recabando 1981), pero en otros casos dicha infor­
información detallada sobre el conocimien­ mación se complementa con aquella
to micológico tradicional de las comuni­ obtenida a través de la aplicación de cues­
dades estudiadas. tionarios (Estrada-Torres y Aroche, 1987).
Cabe señalar que las bases del Cada una de estas propuestas tiene
trabajo etnomicológico han sido, son y limitaciones y ventajas. De esta forma,
serán los diálogos y entrevistas con infor­ pocas personas entrevistadas podrían
mantes de la comunidad en estudio, pero las proporcionar información detallada sobre
formas de realizar dichas entrevistas, los las concepciones tradicionales que la gente
aspectos comprendidos en ellas, y la profun­ tiene sobre los hongos, pero dicha
didad con que han sido abordados, son los información no puede considerarse repre­
elementos que marcan las diferencias en los sentativa de toda la comunidad, en tanto la
resultados obtenidos en los distintos tra­ aplicación de encuestas verbales o escritas
bajos. De esta forma, son seis las princi­ podría dar una idea general sobre los
pales limitaciones que todavía siguen sin conocimientos de la población, pero difí­
resolverse y hacen dificil la comparación de cilmente se podría obtener información
los resultados obtenidos: detallada o se podría correr el riesgo de no
l. Muestreo y selección de los infor­ considerar a las personas con mayor riqueza
mantes: en muy pocos trabajos se han utili­ de información.
zado métodos rigurosos apoyados en 2. Técnicas de recuperación de la
• técnicas estadísticas que ayuden a definir información: básicamente la información
con precisión el tamaño de la muestra y la proporcionada por la gente se ha recuperado
selección de las personas a las que se les por tres vías. La primera ha consistido en
aplicarán las encuestas o entrevistas. Así, la escribir la información en el momento en
información de los diferentes estudios que se realiza la entrevista (Estrada-Torres
publicados puede provenir sólo de una y Aroche, 1987), lo cual puede tener
persona (Escalan te, 1982), de unas cuantas limitaciones importantes, ya que no podría
(Mapes el al., 1981; Martínez-Alfaro el al., captarse con exactitud todo lo que se está
1983; Mata, 1987; Chacón, 1988) o de un diciendo en el momento. La segunda ha
alto porcentaje de la población (Gispert el contemplado la aplicación de cuestionarios
al., 1984), cuya selección se ha hecho en (Estrada-Torres y Aroche, 1987), lo que
algunos casos al azar (Montoya-Esquivel, permite obtener la información de una
1992, 1997) y en otros considerando su muestra grande en relativamente poco
87
Estrada-Torres, A.

tiempo, pero la calidad y profundidad de la año ni con la misma abundancia todos los
información pueden estar limitadas y, si los años, entonces, para poder conocer con pre­
cuestionarios son escritos, restringen la cisión todas las especies de hongos utili­
interacción con las personas que pro­ zadas en una comunidad, la información
porcionan la información. La tercera vía etnomicológica debería ser recabada en el
propone el uso de cintas magnetofónicas campo con la recolección de especímenes
(grabadoras) (Gispert et al., 1984) que micológicos en compañía de los habitantes
pueden ser muy útiles, porque nos dan un de la comunidad en estudio y debería de
registro muy fiel de lo que está diciendo el realizarse al menos durante un par de años.
informante pero que también pueden repre­ 5. Estímulos utilizados para la
sentar algunos problemas, cuando las identificación de las especies fúngicas por
personas se inhiben al hablar frente al equi­ los habitantes de la comunidad: otra
po del entrevistador. discrepancia entre los diferentes estudios
3. Comunicación con los infor­ etnomicológicos realizados en México, es el
mantes: la mayor parte de los trabajos uso de diferentes estímulos para que los
realizados en nuestro país han utilizado el informantes identifiquen las especies que
español como vehículo de comunicación. utilizan cotidianamente. En algunos casos,
Cuando se ha intentado registrar infor­ se han utilizado los hongos frescos recién
mación en lenguas indígenas, ésta se ha recolectados (Estrada-Torres y Aroche,
obtenido sólo de personas bilingües (Mapes 1987), los cuales a mi juicio son los estí­
et al., 1981: Gispert et al., 1984; Estrada­ mulos ideales porque con ellos los infor­
Torres y Aroche, 1987) o con ayuda de mantes pueden identificar la mayor parte de
traductores (Estrada, 1982), hecho que po­ los caracteres que les son útiles coti­
dría modificar o perder información valiosa. dianamente para el reconocimiento de las
4. Periodicidad de la toma de datos: distintas clases de hongos. No obstante, este
las visitas realizadas para la obtención de procedimiento tiene serias limitaciones
información han variado también de un porque no se puede mostrar el mismo grupo
estudio a otro, basándose a veces en la de especies a todas las personas con las que
información recopilada en una visita muy se está trabajando, ya que esto depende de
corta a una localidad (Mapes et al., 1981; los materiales que se puedan recolectar el
Gispert et al., 1984; Estrada-Torres y día o días en que se realizan las entrevistas.
Aroche, 1987) o en una serie de visitas cor­ Ya que algunos estudios, como la definición
tas y no periódicas a muchas localidades de de los sistemas de clasificación micológica
'tIna área determinada (Oso, 1975). Sin em­ tradicional, requieren de la presentación
bargo, la tendencia actual es que los estu­ simultánea de todas las especies recono­
dios contemplen numerosas visitas pe­ cidas por el grupo en estudio, se ha pro­
riódicas a una o un pequeño número de puesto el empleo de otros estímulos, entre
localidades, durante varios ciclos anuales los que se incluyen fotografías de los
(Gispert et al., 1984; Estrada-Torres y hongos (Montoya-Esquivel, 1992, 1997),
Aroche. 1987). La cantidad y calidad de la guías de campo con fotografías a color
información depende en gran parte de l~ co­ (Escalante, 1973), diapositivas y especí­
rroboración de los datos en las salidas al mene.s herborizados (Gispert et al., 1984;
campo con los habitantes de la comunidad Estrada-Torres y Aroche, 1987). En los tres
en estudio; ya que no todas las especies primeros casos, las fotografías deben ser de
fúngicas aparecen en las mismas épocas del excelente calidad, para que los entrevistados
88
Etnobiología 1, 2001

no sufran confusiones. En el último caso, se Mic. Neotrop. Aplic. 1: 45-54.


han perdido características de importancia De Ávila, A., A. L. Welden y G . Guzmán, 1980.
para la identificación y, salvo algunas Notes on the ethnomycoJogy of Hue­
excepciones, la identificación del material yapan, MoreJos , México. J. Ethno­
pharmacol. 2: 311-321.
se vuelve sumamente complicada.
De Borhegyi, S. F., 1961 . Miniature mushrooms
6. Evaluación y análisis de datos:
stones from Guatemala. Amer. Ant. 26
poca importancia se le ha dado al análisis (4): 498-504.
estadístico y a la aplicación de métodos De Borhegyi , S. F., 1963. Pre-columbian po­
numéricos para la evaluación de la infor­ ttery mushrooms from Mesoamérica.
mación recopilada. Algunos intentos co­ Amer. Ant. 28 (3): 328-338.
mienzan a hacerse (Montoya-Esquivel, Dubovoy, C., 1968. Conocimiento de los hon­
1997), pero la biología particular de los gos en el México antiguo. Bol. In! Soco
hongos complica la aplicación de técnicas Mex. Mic. 2: 16-24.
que han dado buenos resultados con plantas Escalante, R. y A. López-González, 1971 .
y animales. Hongos sagrados de los matlatzincas.
Sección de lingüística 4 , INAH-SEP,
La etnomicología puede consi­
México.
derarse todavía como una área científica
Escalante, R ., 1973. Ethnomycological data of
naciente, cuya metodología de trabajo to­ the matlatzinca. Departamento de Lin­
davía no ha sido bien delimitada, por lo que güística, INAH, México (inédito).
esto es aún una tarea pendiente. No obs­ Escalante, R., 1982. Clasificación matlatzinca
tante, la complejidad cultural de nuestro de plantas y hongos. Memorias del sim­
país impide establecer una metodología posio de etnobotánica. INAH, México.
rígida, ya que cada grupo étnico posee Estrada-Torres , A . y R . M . Aroche, 1987.
características propias que deben ser toma­ Acervo etnomicológico en tres locali­
das en cuenta durante el desarrollo de cada dades del municipio de Acambay, Estado
trabajo. de México . Rev. Mex. Mic . 3: 109-131.
Gispert, M., O. Nava y J. Cifuentes, 1984.
Estudio comparativo del saber tradicional
Agradecimientos de los hongos en dos comunidades de la
Sierra del Ajusco. Bol. Soco Mex. Mic. 19:
Al maestro en ciencias Ángel Moreno por 253-264.
su amable invitación para participar en el González, J., 1982 . Notas sobre la F · .o­
Encuentro que dio origen a este manuscrito, micología náhuatl. Bol. Soco Mex.,,fic.
pero sobre todo por su infinita paciencia. 17: 181-186.
Guzmán, G ., 1958 . El hábitat de Psi/O tl be
muliercula Sing. & Smith (= Psilocyb e

Literatura citada wassoni Heim), agaricáceo alucinógeno
mexicano. Rev. Soco Mex. Hist. Nat. 19
Aniceto, E., 1985. Los hongos de la región (1-4) : 215-229.
mazahua. Dirección General de Culturél.s Guzmán. G ., 1959. Estudio taxonómico y
Populares, SEP, Pátzcuaro. ecológico de los hongos neurotrópicos
Caso, A., 1963 . Representaciones de hongos en mexicanos . Tesis de Licenciatura, ENCB­
los códices. Estudios de Cultura Nahuatl IPN, México.
4: 27-36. Guzmán, G., 1960a. Nueva localidad de
Chacón, S., 1988 . Conocimiento etnoecológico importancia etnomicológica de los hon­
de los hongos en Plan de Palmar, muni­ gos neurotrópicos mexicanos (Necaxa,
cipio de Papan tia , Vera cruz, México . Puebla) . Ciencia (Mex.) 20: 85-88.
89
Estrada-Torres, A.

Guzmán, G., 1960b. Sinopsis de los cono­ Biología, UNAM, México.


cimientos sobre los hongos alucinógenos Martín del Campo, R., 1968. Contribución al
mexicanos. Bol. Soco Bot. Mex. 24: 14-34. conocimiento de la nomenclatura mico­
Guzmán, G., y A. López-González, 1970. lógica náhuatl. Bol. In! Soco Mex. Mic. 2:
Nuevo hábitat y datos etnomicológicos de 25-36.
Psilocybe muliercula. Bol. Soco Mex. Mic. Martínez-Alfaro, M. A., E. Pérez-Silva y E.
4: 44-48. Aguirre-Acosta, 1983. Etnomicología y
Guzmán G., F. G. Wasson y T. Herrera, 1975. exploraciones micológicas en la Sierra
Una iglesia dedicada al culto de un hongo Norte de Puebla. Bol. Soco Mex. Mic. 18:
"Nuestro Señor del Honguito", en Chig­ 51-64.
nahuapan, Puebla. Bol. Soco Mex. Mic. 9: Mata, G., 1987. Introducción a la etnomicología
137-147. maya de Yucatán. El conocimiento de los
Heim, R. y R. Cailleux, 1959. Nouvelles hongos en Pixoy, Valladolid. Rev. Mex.
contributions a la connaissance des Mic. 3: 175-188.
Psilocybe haJlucinogénes du Mexique. Montoya-Esquivel, A., 1992. Análisis com­
Comp. Rend. Heb. Acad. Se. Paris 249: parativo de la etnomicología de tres
1842-1845. comunidades ubicadas en las faldas del
Heim, R. y A. Hoffman, 1938. Isolement de la Volcán La Malintzi, estado de Tlaxcala.
psilocybine a partir du Stropharia Tesis profesional. ENEP, Iztacala,
cubensis Earle et d' autores especes de UNAM, Tlalnepantla.
champignons hallucinogénes mexicains Montoya-Esquivel, A., 1997. Estudio etno­
appatenant au genere Psilocybe. Comp. micológico en San Francisco Teme­
Rend. Heb. Acad. Se. Paris 247: 557-561. zontla, estado de Tlaxcala. Tesis de
Heim, R., R. Cailleu, R. G. Wasson y P. Maestría. Facultad de Ciencias, UNAM,
Thevenard, 1967. Nouvelles investi­ México, D. F.
gations sur les champignons hallu­ Ott, J., 1978. Exordium: a briet history of
cinogénes. Museum National d' Histoire hallucinogenic mushrooms. In: Teo­
Naturel le, Paris. nanacatl. Hallucinogenic mushrooms of
Herrera, T. y G. Guzmán, 1961. Taxonomía y North America. (J. Ott y J. Bigwood, ed.),
ecología de los principales hongos co­ Madrona Publishers, Seattle.
mestibles de diversos lugares de México. Ravicz, R., 1960. La Mixteca en el estudio
An. Inst. Biol. UNAM. 32 (1-2): 33-135. comparativo del hongo alucinante. Anales
Hoffman, A., 1966. Alcaloides indoliques isoles INAH. 13 (42): 73-92.
de plantes hallucinogenes et narcotiques Reko, B. P., 1919. De los nombres botánicos
du Mexique. Colloq. Internationaux aztecas. El Mex. Ant. 1(5)
Centre Nat. Rech. Sei. 144: 233-24 l. Reko, B. P., 1923. Carta de: B. P. Reko,
Hoffman, A., 1969. Investigaciones sobre los Guadalajara, México, para: J. N. Rose .
• hongos alucinógenos mexicanos y la im­ United States National Museum,
portancia que tienen en la medicina sus Washington, D.C., july 18, 1923. Herba­
sustancias activas. Artes de México 124: rium sheet No 1745713. United Sta tes
23-28. National Museum, Washington, D. C.
Johnson, J. B., 1939. Elements of Mazatec Reygadas Prado, G. F, M. Zamora-Martínez y J.
withcraft. Am. Antrop. Vol. 41. Cifuentes, 1995. Conocimiento sobre los
Mapes, c., G. Guzmán y J. Caballero, 1981. hongos comestibles en las comunidades
Etnomicología purépecha. El cono­ de Ajusco y Topilejo, D. F. Rev. Mex.
cimiento y usos de los hongos en la Mic. 11: 85-108
cuenca del Lago de Pátzcuaro, Mi­ Safford, W., 1915. ldentification of the
choacán. Cuadernos de Etnobiología 2, "Teonanacatl" of the Aztecs with the
SEP, Soco Mex. Mic. e Instituto de narcotic cactus Lophophora williamsii
90

Etnobiología 1,2001

and an acount of its ceremonial use in A taxonomic monograph of Psilocybe,


ancient and modern times. Bol. Soco Bot. section caerulescentes. Mycologia 50 (2):
Washington 262-303.
Schultes, R.E., 1939. Plantae Mexicanae 11. The Singer, R., 1959. Hongos alucinógenos. Bol.
identification of teonanácatl : a narcotic Acad Nac. Ciencias. Córdoba, Argentina
Basidiomycete of the Aztecs. Bot. Mus. 91 (1): 31-46.
Leajlets Harvard Univ. 7:37-55 . Wasson, V . P. y R.G. Wasson., 1957. Mush­
Shultes, R . E ., 1978. Evolution of the identi­ rooms, Rusia and history. Pantheon
fication of the sacred hallucinogenic Books, Nueva York.
mushrooms of Mexico. In: Teonanacatl. Wasson, R. G., 1961. The hallucinogenic fungi
Hallucinogenic mushrooms of North of Mexico: an inquiry into the origins of
America. (J . Ott y J. Bigwood, ed .). the religious idea among primitive
Madrona Publishers, Seattle. peoples. Bot. Museum Leaf Harvard
Singer, R., 1958. Mycological investigations on Univ. 19 (7): 137-162.
teonanacatl, the mexican hallucinogenic Wasson, R. G., 1983. El hongo maravilloso:
mushroom. Part I. The history of teo­ Teonanácatl. Micolatría en Meso­
nanacatl, field work and culture work . américa. Fondo de Cultura Económica,
Mycologia 50 (2): 239-262 . México.
Singer, R. y A . H. Smith, 1958. Mycological Weitlaner, R., 1950. Curaciones mazatecas .
investigations on teonanacatl, the me­ Anales del INAH (6" época) 4 (32): 279­
xican hallucinogenic mushroom. Part 11. 285 .

91

Etnobiología 1:92-97,2001

PROYECCIÓN DE LA ETNOMICOLOGÍA

Ignacio H. Chapela

Universidad de California, Berkeley, California 94720


334 Hilgard Hall, EUA.
ichapela@nature.berkeley.edu

Me parece que no debería de estar parti­ que todos pensemos que la etnomicología se
cipando aquí; tanto por edad y experiencia, acabó con María Sabina?; y debo decir que
como por que no soy etnomicólogo recono­ además de las grandes autoridades con las
cido, o bien, que trabaje en el campo que comparto este espacio, está ahí la
tradicionalmente como etnomicólogo, y en­ imagen de María Sabina invitándonos a
tonces me encuentro en un gran problema: todos a trabajar en esto. Pero ustedes po­
en primer lugar por presentar mi trabajo drían creer que se acabó ahí la Etno­
junto con gente tan distinguida, los maestros micología y que lo único que nos queda es
que de verdad se han ocupado de la etno­ poder recuperarla y en lo general las comu­
micología y que han mantenido viva esta nidades indígenas que son quienes han
disciplina en México, gente que también gastado ese pozo petrolero. ¿Cómo nos po­
son maestros de la micología. Gracias por la demos enfrentar entonces a la realidad de
oportunidad de proyectar las siguientes que la etnomicología se acabó? Me parece
ideas con el fin de generar una polémica, un que ustedes están convencidos de que la
tipo de discusión, que es lo que quisiera etnomicología está viva y que mientras sea­
hacer con esta presentación. mos un grupo social con relaciones y con un
El rostro de la etnomicología se nos cierto interés por los hongos, la etnomico­
presenta muchas veces como una imagen logía se va a mantener viva.
difusa, como una cosa que se va quedando Entonces en el presente trabajo lo
en el pasado, que se está perdiendo y que que quisiera hacer es tratar de explorar
tenemos que recuperar. Poco a poco a través cómo es que nosotros, ustedes, yo, la gente,
de los estudios etnomicológicos nos po­ nuestra etnia ya sea aquí en la sierra, en la
dríamos ir acercando un poco más a conocer ciudad de México o en California, se pue­
el saber tradicional, pero siempre está allá den relacionar con el futuro, o cómo vamos
atrás, borroso con un aire mágico, un aire de a transferir, a proyectar la etnomicología, el
distancia, un aire inalcanzable. Se nos conocimiento a través de los hongos hacia
. presenta también el conocimiento tradi­ el futuro. ¿Cómo se enfrenta a una realidad
cional como un yacimiento petrolero en el de globalización, a una realidad de mer­
cual tenemos una reserva en nuestro pasado, cados abiertos, de comercialización? ¿Cómo
que nos estamos acabando, sacamos esa se enfrenta nuestra etnia, como nos enfren­
información y la depositamos en nuestros tamos nosotros, ustedes, yo, como acadé­
artículos, en nuestras discusiones acadé­ micos a este proceso?
micas, pero se va acabando. Si pienso en la Voy a utilizar un par de ejemplos, no
etnomicología, y al mismo tiempo en los pretendo presentarles un trabajo acabado,
jóvenes me pregunto: ¿de verdad es posible con resultados y conclusiones para que

92
Etnobiología 1,2001

quede archivado, y sí, en su lugar, quisiera de laboratorio; esto nos permite cambiar
invitarlos a pensar, a discutir, respecto a las nuestra actitud, nuestra mentalidad respecto
interrogantes anteriores. a lo que son los hongos y cómo se les puede
manipular. Al conocimiento que nosotros
El caso de Oaxaca, Sierra Norte podemos considerar étnico, se le pueden
incorporar este otro tipo de recursos bioló­
El primer ejemplo y más importante tiene gicos, micológicos, a la vida contemporánea
que ver con un trabajo en el cual he estado de estos pobladores, hacia su vida futura.
relacionado durante los últimos diez años en Con la capacidad de usar un
el estado de Oaxaca, en la Sierra Norte, con microscopio, de usar una caja de Petri con
un grupo de comunidades zapotecas y chi­ cultivo, relativamente pronto, las comu­
nantecas las cuales consolidan la Unión nidades estaban produciendo hongos co­
Zapoteca-Chinanteca (UZaChi) y que llevan mestibles: Pleurotus sp. y "shitake" (Lenti­
ya bastante tiempo desarrollando una nueva nula edodes). La estrategia que se pensaría
relación con los hongos. desde la ciudad de México, en relación a
La Sierra Norte es una de las zonas cómo montar una planta productora sería la
reconocidas mundialmente como de mayor de hacerla muy grande, invirtiendo enormes
diversidad de especies biológicas o recursos insumos de capital y de energía. Ellos
genéticos, con una variedad de climas que (zapotecos y chinantecos) lo hicieron de una
van desde zonas áridas, tierras agrícolas, manera muy diferente, las comunidades se
bosques mixtos, bosques de coníferas; en organizaron a nivel local con grupos
las partes altas se pueden encontrar pasti­ familiares, con grupos de señoras, con
zales subalpinos (Dávila, et al., 1997). La grupos de estudiantes, y empezaron a cul­
humedad del Golfo de México irriga todo el tivar los hongos en madera de encino
otro gradiente que va prácticamente a nivel (Quercus spp.), que de otra manera hubiera
del mar y que contiene bosque mesófilo y el quedado hecha basura y sólo se podría
bosque tropical de altura. Una zona de in­ haber utilizado como carbón.
creíble diversidad biológica; ésta es la Otra expresión del interés y del co­
región en donde las áreas biogeográficas nocimiento micológico de la gente en la
Neotropical y Neoártica se dan la mano. No sierra, se expresó en la proyección de esa
solamente encontramos biota aislada, son capacidad. La sencillez de manipular los
recursos genéticos interactuando por muchí­ hongos como micelio, de hacerlos fructi­
simo tiempo con una o varias culturas (Cha­ ficar y en un interés de salir al campo y
llenger, 1998; Toledo, 1998). tratar de ver si podían entender, si podían
Estás comunidades indígenas, toma­ manipular estos otros recursos sin tener que
ron una decisión aproximadamente hace esperar a que llegara un hongo de afuera y
diez años: remover la magia de este mundo lo pudieran usar. Entonces se inició el pro­
y tratar de capturar el conocimiento res­ yecto de inventariado, en el que la dirección
pecto a los hongos, no sólo en su nivel está a cargo de las comunidades mismas, un
macroscópico sino también a nivel micros­ inventariado de los hongos de la zona con la
cópico. Establecieron lo que se llamó el intención no sólo de tener una vista de po­
Recurso Micológico Oaxaca; inicialmente tenciales usos de recursos explotados en el
• se estableció una capacidad microscópica, pasado, sino tener una posible vista también
capacidad de usar el microscopio y capa­ de los potenciales usos en el futuro; muchas
cidad de elaborar cultivos fúngicos a nivel veces se piensa que esto no se puede ni si­
93
Chapela, 1. H.

quiera imaginar, pero se ha dado este movi­ manejo de sus recursos. Por ejemplo, la ca­
miento de descubrir que en el momento en pacidad de mapeo; en un mapa de campo
que la gente empieza a poder manejar estos hecho por un técnico a una escala muy fina,
recursos, se pueden imaginar nuevas cosas, con geo-referenciación y sobre fotografías
qué se puede hacer con esos recursos que aéreas se pueden ver los puntos de pro­
probablemente antes no eran manejables. ducción del "hongo blanco" de esta manera
Inmediatamente la imaginación de la gente ellos extrapolan las zonas que son áreas de
empieza a decir, "bueno, pues si podemos posible productividad de Tricholoma mag­
cultivar los otros, ¿porqué no podemos cul­ nivelare, tomando en cuenta los caracteres
tivar éstos?", si son mucho mas valiosos. El de lugares y de suelo, de exposición; y el
"hongo blanco", "hongo del rayo", Tricho­ año siguiente pueden venir y empezar a
loma magnivelare, (por ser de América) explorar otros sitios, pero esto de una ma­
semejante a Tricholoma matsutake, puede nera controlada por las comunidades
ser vendido en Japón hasta por 500 ó 600 locales.
dólares el kilo, de manera que un especimen Estas fotografías, estos mapas, no
que puede pesar 750 g quizás, llegará a son simplemente imágenes en un papel, sino
costar 500 dólares en Japón. Esto no pasa puntos reales en donde la gente se puede
desapercibido ante las comunidades cuando mover, en donde puede conocer no sola­
empiezan a ver a gente de este país oriental mente los hongos, sino muchos otros recur­
que viene y que quiere comprar estos hon­ sos, y puede llegar a cualquiera de éstos
gos. Se interesan muchísimo en poder (Castellano, 1997). Puede monitorear, man­
entender cómo es que estos recursos se pue­ tener bajo control y extraer los hongos en el
den incorporar a su manejo y a su produc­ punto óptimo para el mercado y tratar estos
ción. Estos hongos son los micorrizógenos, ejemplares con sutileza; lo anterior se debe
difíciles de cultivar y que requieren del de contrastar con el tipo de uso que se les da
bosque para poder fructificar (Moore­ a estos hongos, o cómo se extraen los mis­
Landecker, 1996). mos de los bosques en otros lugares como
La comunidad empieza a tener una son los Estados Unidos de Norteamérica y
visión del bosque totalmente diferente de lo Canadá en donde la gente utiliza rastrillos y
que existía antes. Empiezan a incorporar el voltea la hojarasca del bosque para encon­
concepto del microbio, el concepto del hon­ trar los botones (Redhead, 1997; Pilz y
go microscópico a su concepción del mismo Molina, 1997). Dado el nivel de relación de
bosque, no solamente es una concepción la gente de la sierra con estos hongos, ellos
cosmológica, una concepción filosófica de­ pueden esperar, limpiar, mantener y ven­
liciosa, sino es una concepción de pro­ derlos en el momento óptimo, tomar deci­
ducción y de cosmovisión de producción; el siones sobre estos recursos. Pero también
bosque de pronto ya no es solamente tienen la concepción de que este hongo no
madera, el ecosistema se convierte en una es algo mágico que sale de la nada sino que
serie potencial de productos aprovechables es un hongo que sale de un micelio, esto es
que nosotros podemos ahora utilizar. Los tan fácil de descubrir en el momento en que
hqpgos micorrizógenos por supuesto no se tienen una caja de Petri que no les lleva
pueden cultivar por determinadas circuns­ mucho tiempo darse cuenta que así como se
tancias, pero hay una serie de estas acti­ manejan los bosques, se puede manejar este
vidades que las comunidades pueden hacer micelio a nivel subterráneo. Y los ha lleva­
apoyadas en su capacidad cultural y en el do a desarrollar una capacidad que al pa­
94
Etnobiología 1,2001

recer no se ha logrado en ningún otro sitio, sierra básicamente al mismo nivel que
a pesar de que se ha intentado en muchos podemos funcionar en la Universidad de
lados tener arbolitos cuyas raíces, están California. No obstante, se podría pensar
colonizadas por el micelio del "hongo que estamos empujando una tecnología que
blanco", "hongo del rayo". En estas uni­ no tiene ninguna utilidad, que no tiene
dades por primera vez en la historia y a ocupación práctica. Para muestra basta un
través de una serie de conocimientos muy botón y muy rápidamente hemos podido, en
sencillos y muy simples, pero basados en su colaboración, establecer la relación entre las
capacidad cultural, se está proponiendo diferentes especies del grupo Tricholoma
montar "huertas" de Tricholoma magni­ magnivelare a través de toda su distribución
velare en las cuales no sea necesario ir y geográfica mundial, y nos dimos cuenta que
cosechar el hongo tal como lo hacemos el Tricholoma magnivelare de México es
actualmente, sino cultivarlo. mucho más cercano al Tricholoma de Ja­
Esta sería una de las propuestas, con pón, de China y de Marruecos que son los
un monocultivo, de Tricholoma magnive­ que atraen mucho mejor precio, que al Tri­
lare, pensamos que ésta es una área de choloma que se define como magnivelare
distribución muy interesante. Continuaré de Norteamérica; entonces de pronto apa­
más adelante con lo anterior, pero antes rece esta capacidad de información, la gente
quiero reforzar la idea de que se puede man­ está tratando de negociar un precio mucho
tener la relación, se puede proyectar la rela­ más alto para su producto, una forma de
ción con los hongos a futuro si se tiene el capturar y manejar información que aparen­
contexto apropiado. La posibilidad de orga­ temente no tiene nada que ver con su infor­
nizarse a nivel geográfico amplio, ha dado a mación ancestral, pero pienso que el hecho
la Unión Zapoteco-Chinanteca posibilidades de que ellos puedan capturar esto, es el
de adquirir tecnología, y tener represen­ resultado de su capacidad cultural.
tación de la comunidad, otra vez, no sólo Recientemente hemos montado con
como informantes, no sólo como colabora­ ellos la técnica de los rapids con la cual se
dores incluso, sino como los actores prin­ pudo llegar a ese sueño que se tenía, de te­
cipales de esta historia. Además existen ner un finger print que nos ayude a distin­
otros tipos de proyectos que no mencionaré guir a cada uno de los individuos genéticos
en esta ocasión. Es una capacidad de campo en el monte, en el campo; esto tiene muchas
y una capacidad de laboratorio. Se tiene el aplicaciones, una de ellas por ejemplo es
laboratorio de recursos micológicos y, como que si alguien viene de Japón y trata de lle­
consecuencia de estar trabajando en este varse un hongo de aquí y usarlo en
laboratorio, las ideas empiezan a venir de Australia, ellos pueden ir y hacer el finger
las personas que están trabajando ahí y print y descubrir que es su hongo; nueva­
surge la necesidad de que comiencen a mente, tienen el control sobre sus recursos.
hacer cosas como secuenciación de ácido Con esta nueva concepción de sus
desoxirribonucleico (ADN), para lo cual se recursos, la organización tuvo la capacidad
les tuvo que capacitar en nuestro laboratorio de negociación para concertar con la
allá en California, y montaron las técnicas Secretaría de Salubridad la instalación de la
de F CR que ahora se pueden hacer en la Central de -los Médicos Tradicionales del
Sierra Norte_ La gente está capacitada para Sureste, el cual se consolida como un Hos­
hacerlo. Conseguimos la donación de un pital de Medicina Tradicional, en donde
termociclador y estamos funcionando en la pueden decidir si les aplican o no, In'yec­
':)5
Chapela, 1. H.

ciones. Toman este tipo de decisiones al la ladera ahora llena de pmos, pero con
mismo tiempo que están tomando la deci­ ellos, sin que nadie lo sospechara venía un
sión de montar complejos laboratorios. hongo, Suillus luteus, que dadas las condi­
Están también enfrentando el proble­ ciones ecológicas del lugar y el hecho de
ma o la propuesta de la realidad de la globa­ que era exótico, Suillus luteus se empezó a
lización, de una manera mucho más original producir a una tasa de una tonelada de
y productiva, dada su capacidad de manejo, hongo seco por hectárea al año. Existe una
de control de esos recursos, han logrado en cooperativa de mujeres que están comercia­
primer lugar el Premio Forestal Nacional, lizando estos hongos. Un recurso totalmente
en segundo lugar, una Mención del Premio nuevo que tiene la potencialidad de ser uti­
a la Conservación y algo muy valioso, el lizado por esta gente. Se envían a Europa,
Cerificado de Producción de Madera Soste­ toneladas de hongo seco, esto les ha per­
nible. mitido cambiar su forma de vida (no se si
Han sido evaluados a través de exá­ sea favorable o desfavorable), pienso que
menes aplicados por parte de una organi­ esa es su decisión, de una vida pastoral a
zación internacional, de manera que ahora mejores condiciones y mayores servicios.
ellos pueden producir madera, la cual puede El recurso es un elemento totalmente
acceder a mercados internacionales de mu­ exótico, sin embargo tienen la capacidad
cho más alto costo. cultural de apropiarlo, como se puede ver
Todo esto, otra vez de alguna ma­ por ejemplo en su arte, en un mural que
nera, esta relacionado a su capacidad están haciendo, en donde los hongos ya han
ancestral-cultural, que se está expresando en cobrado un papel protagonístico de primer
una proyección hacia el futuro. plano. Sus recursos han cambiado y ellos
Prácticamente la gente de Smart los toman y los manejan a su manera. Se les
Wood no tenía idea, cuando vinieron a hacer ha ocurrido que quizá podrían producir
la certificación, de que existían los hongos a "matsutake" a una tonelada de peso seco
pesar de que estaban haciendo certificación por hectárea al año y se están preguntando
de bosque. Y ahora están pensando en quién les puede ayudar, están a punto de
introducir el concepto de las especies no conectarse con la gente de Oaxaca e ingre­
maderables, introducir el concepto del ma­ sar al negocio. Este es un tema muy álgido
nejo de los hongos, como un requisito o co­ de debate en el que yo no estoy seguro de
mo un criterio para el programa de certi­ cuál es mi posición, pero lo importante es
ficación. entender la posibilidad de las comunidades
indígenas de relacionarse, de mantener el
El caso de Ecuador control de estos recursos, que permiten a
esta comunidad cambiar su visión.
El segundo ejemplo se desarrolla en Ecua­ Lo que veíamos como un pozo pe­
dor, en cuyo proyecto he tenido un poco trolero que se iba acabando pero que ahora
menos de relación. Se trata de una región se expresa como un grupo de gente y que
cercana al volcán Chimborazo, en donde permite a esta comunidad cambiar conti­
existen pastizales de gran altura y se han nuamente su visión de los bosques, de su
introducido pinos considerados como exó­ paisaje, de su telTitorio, de una manera que
ticos. ¿Qué J;iene que ver esto con Oaxaca? ellos puedan diversificar sus recursos y
Pues estos pinos se están introduciendo cultura.
como un cambio total del paisaje, cubriendo Sólo se puede dar esto en un con­
96
Etnobiología 1,2001

texto de control muy fino, en donde las Madre, A. C. México, D. F.


actividades productivas están compaginadas Dávila, P., L. Torres y R. Torres, 1997 . Sierra
con las actividades de conservación, que se de Juárez, Oaxaca, México. In: Davis, S.
darán en el contexto en que se establezca D., V.H. Heywood, O. Herrera­
MacBryde, 1. Villalobos and A. C .
comunicación horizontal de gente que sepa
Hamilton. (Eds.) Centres of plant diver­
sobre los hongos y que comunique esta
sity. A guide and strategy for their
información y quienes en el sentido en que conservation. WWF & IUCN, Newbury.
nosotros también como académicos poda­ Moore-Landecker, 1996. Fundamentals of the
mos devolver, revolucionar nuestra capa­ fungi. Prentice-Hall, Inc., New Jersey.
cidad técnica, nuestro conocimiento, para Pilz, D. y R. Molina, 1997. American matsutake
que se pueda dar este tipo de comunicación. mushroom harvesting in the United
Más importante resulta la comunicación States: social aspects and opportunities
entre esos técnicos y la generación de gente for sustainable development. In Palm, M.
más joven, los niños, que cambian su con­ E. e 1. H. Chapela (Eds .), Mycology in
cepción del mundo sobre todo su concep­ su sta ina ble development : ex pand ing
concepts, vanishing borders. Parkway
ción de los hongos, y la incorporan a su ba­
publishers, Inc.
gaje cultural y la proyectan hacia el futuro.
Redhead, S. A., 1997. The pine Mushroom
industry in Canada and the United States:
Literatura citada why it exists and where it is going. In
Palm, M. E. e 1. H. Chapela (Eds.),
Castellano, M. A., 1997. Recent developments Mycology in sustainable development:
in monitoring and inventory of fungal expanding concepts, vanishing borders.
diversity in the northwestem United States. Parkway publishers, Inc.
In Palm, M. E. e 1. H. Chapela (Eds.), Toledo, V. M . y M . J. Ordóñez, 1998. El
Mycology in sustainable development: panorama de la biodiversidad de México:
expanding concepts, vanishing borders . una revisión de los hábitats terrestres. In .
Parkway publishers, Inc. Ramamoorthy, T. P., R . Bye, A. Lot y J.
Challenger, A ., 1998 . Utilización y conser­ Fa (comps .). Diversidad biológica de
vación de los ecosistemas terrestres de México: orígenes y distribución . Instituto
México. CONABIO-fBUNAM-Sierra de Biología-UNAM, México, D. F .

97

Elnobiología 1:98-99, 2001

VARIACIÓN COGNITIVA Y MÉTODOS DE ESTUDIO EN ETNOMICOLOGÍA

Cristina Mapes

Jardín Botánico Exterior, Instituto de Biología, UNAM. Apartado Postal 70-614


Código Postal 04510, México, D. F.
cmapes@ibiologia.unam.mx

La etnomicología de acuerdo con Wasson el tracultural. Berlin (1992) menciona que al


al., (1980) es simplemente el estudio del comenzar a describir el conocimiento etno­
papel de los hongos, en el más amplio sen­ biológico uno puede optar por hacer una
tido, en el pasado de la raza humana; es una descripción etnobiológica que tome en
rama de la etnobotánica. cuenta el conocimiento unánime de todos
En los últimos 17 años se ha gene­ los colaboradores consultados, o hacer sólo
rado en México información muy valiosa a una representación del conocimiento de
partir de los trabajos etnomicológicos reali­ todos los integrantes de una determinada
zados con diferentes grupos indígenas en cultura. Los procedimientos que el inves­
relación con el uso y aprovechamiento de tigador emplee y el tipo de información que
los hongos. En estos trabajos se han tratado éste obtenga juegan un papel muy impor­
de contestar preguntas básicas que han sido tante en los tipos de variación que emergen
planteadas dentro de la etnobiología como: de los datos. La primera opción implica el
1) ¿Cómo y en qué forma los humanos usan uso de especímenes, ya sea recientemente
la naturaleza? y 2) ¿Cómo y de qué manera colectados o herborizados, los cuales son
las sociedades humanas ven la naturaleza? mostrados a múlt iples colaboradores de
Berlin (1992) menciona que antes que los preferencia en forma independiente, pregun­
seres humanos puedan uti lizar los recursos tándoles sus n ombres y usos. La segunda
biológicos de un lugar, éstos primero d ben opción implica el uso de diferentes colabo­
ser clasificados. radores que identifican múltip les especies
Los antropó logos desde tiempos de de plantas, hongos o animales en su estado
Sapir (1938) han reconocido el axioma de natural en el momento de la colecta pero
que el conocimiento cultural se encuentra ninguno de ellos ve el conjunto d las colec­
distribuido a través de la poblac ión en tér­ ciones completas.
minos r lacionados con un sinnúmero de El primer método es sup rior al
factores, asociados al menos con el sexo y segundo debido a que es experi mental y ga­
la edad de la persona, el papel y la posición rantiza que una muestra muy gran de de
social, la relación de parentesco, la expe­ colaboradores observe y responda al mismo
rienc ia personal y la inteligencia. La estímulo, al mismo tiempo que el expe­
manifestación de este conocimiento está rimento puede ser controlado hasta cierto
fu ertem ente restrin gida por el contexto grado por el investigador. La desventaja que
social. Los etnob ió logos más que los etnó­ presenta es que los especímenes observados
grafos , se encuentran ávidos de controversia frec uentemente distorsionan a los organis­
en cuanto a los problemas de variación in­ mos a tal grado que cambian su apari nc ia

98

,nln.rT1fr 1, 2001

pueden ser

razonable, restringida esta

en algunas ocasiones por

Literatura

en
no son mutuamente
de ambos es

..

Etnobiología 1: 100-1 01, 2001

ALGUNOS MÉTODOS SUGERIDOS A LAS INVESTIGACIONES

ETNOMICOLÓGICAS

Miguel Ángel Martínez Alfaro

Jardín Botánico Exterior, Instituto de Biología, UNAM. Apartado Postal 70-614

Código Postal 04510, México, D. F.

malfaro@mail .ibiologia.unam.mx

Con relación a los métodos que se sugieren origen indígena, consideran los métodos de
para los estudios etnomicológicos, éstos son preparación, recetas, el papel social y eco­
vistos como parte de la etnobotánica en los nómico de estos alimentos, valor nutri­
manuales metodológicos sobre esta materia. cional, identificación de los agentes micro­
Tal es el caso de Alexiades (1998), quien bianos en los procesos de fermentación,
sugiere que la etnomico10gía es parte de la consideraciones sobre salud, historia de las
etnobotánica. Sus recomendaciones se cen­ bebidas, panes, saborizantes, datos etno­
tran en cómo hacer buenas recolectas de botánicos de plantas utilizadas para este
hongos. propósito y glosario de términos populares
Los diferentes trabajos considerados o comunes (Dirar, 1993).
etnomicológicos están respondiendo al de­ Dentro de los trabajos sobre hongos
sarrollo de la micología, en donde se buscan comestibles, últimamente se vienen reali­
enfoques multidisciplinarios, pero no in­ zando estudios de hongos ectomico­
tentan formar un marco teórico y metodo­ rrizógenos con cuerpos fructíferos comes­
lógico de las relaciones humanos-hongos. tibles~ son los casos de Boletus edulis,
Entre los estudios relacionados al Tricholoma matsutake y Tuber magnatum
campo etnomicológico que se presentaron (Hall et al., 1998a, Hall et al., 1998b; Wang
en el Primer Encuentro de esta disciplina, se et al., 1997). Dichos estudios dan infor­
sugiere que se consideren las propuestas de mación sobre distribución por hábitats en el
Estrada-Torres (1989) acerca de que se ne­ mundo, datos ecológicos, fisiológicos, de
cesitan apoyos con métodos de las ciencias micología económica, etnomicología, fito­
sociales, en arqueología e historia, además patología e intentos de cultivo de las espe­
en etnoligüística para poder escribir y cies estudiadas. Se enfatiza el enfoque
traducir bien los nombres de los hongos y multidisciplinario para estudiar los hongos.
sus partes. Finalmente se tienen estudios sobre
En los últimos años hay estudios de hongos comestibles en África como el de
hongos comestibles en donde se mide la Rammeloo y Walleyn (1993). Este trabajo
cantidad de biomasa que producen en sus presenta un amplio análisis bibliográfico
partes externas o subterráneas, la cual es sobre hongos con~estibles de África, se
cada vez tomada más en cuenta, dichos complementa el estudio con trabajos sobre
trabajos se acompañan de estudios mico­ el status actual de conservación y cono­
químicos, un ejemplo de estos estudios es el cimÍento de cada especie, la importancia ,.
de Liu (1984) para China. Las investi­ alimentaria de los hongos para los pueblos
gacIOnes sobre alimentos fermentados de africanos, contenidos e importancia nutri­

100 •
Etnobiología 1, 2001

cional, conocimientos populares sobre estos técnicas y métodos propuestos por Esrada­
recursos, formas y épocas de colectas, cul­ Torres en el presente Encuentro de Etno­
tura rnicofágica además de otros usos de los micólogos son la mejor opción para empe­
hongos. zar a ensayarlos en sus trabajos de campo.
La otra línea de investigación que se
desarrolla principalmente en China es el Literatura citada
estudio de los hongos medicinales; son los
casos de Liu (1984) y Jianzhe et al., (1987). Alexiades, M. N . (ed), 1998. Selected guide­
En los dos trabajos se presenta información lines for ethnobotanical reseach: A field
manual. Scientific Publications, the New
principalmente de Basidiomycetes, aunque
York Botanical Garden, Bronx, N. Y.
también hay datos de Ascomycetes y Myxo­ Dirar, H. A ., 1993. The indigenous fermented
mycetes. Son trabajos realizados por médi­ foods of the Sudan. A study in African
cos y micólogos donde se combinan datos food and nutrition . CAB Intemational,
de hongos que sirven como alimento y distributed by the University of Arizona
medicina al mismo tiempo. Analizan la Press, Tucson, A. Z.
taxonomía, morfología, hábitat, niveles de Estrada-Torres, A., 1989. La etnomicología:
digestibilidad y toxicidad, valor medicinal avances, problemas y perspectivas.
con prescripciones médicas, fórmulas y Examen predoctoral. Escuela Nacional de
compuestos biológicamente activos, así Ciencias Biológicas, IPN, México, D. F.
Hall, R., A. J. E. Lyon, Y. Wang & L. Sínclaír,
como su distribución en China. Se presentan
1998a. Ectomicorrhyzal fungi with edible
dos ejemplos: Bondarzewia montana, hongo
fruiting bodies 2, Boletlls edulis.
que sirve para el envenenamiento por otros Economic Botany 52( 1): 44-56.
hongos, y Cordyceps sinensis, un sustituto Hall, L. R., A. Zambonelli and F. Primavera,
del ginseng en la medicina china. 1998b. Ectomicorrhyzal fungí with edi­
Los aspectos etnomicológicos de las ble fruiting bodies 3; Tuber magnatum,
micorrizas demandan un estudio prioritario Tuberaceae. Economic Botany 52(2): 192­
debido a su importancia ecológica y eco­ 200.
nómica. Se debe empezar por ver cómo Jianzhe, Y., M. Xiallan, M. Qiming, Z. Yichen
percibe la gente este tipo de hongos. La in­ and W. Huaan, 1987. Medicinal fungi
vestigación sobre la percepción también from China. Science Press, Beijing,
podría ir dirigida a otro tipo de hongos. China.
Liu, B., 1984. Medicinal fungi from China
Dentro de la percepción se deben considerar
Shanxi Peopie's. Publishing House,
las clasificaciones micológicas populares
Taiyuan, China.
para lo cual es muy útil contar con la ayuda Rammeloo, J. and R. Walleyn, 1993. The edible
de un lingüista. fungi of Africa south of the Sahara: a
El tipo de entrevistas que deben literatura survey. Ministery of Agri­
realizar los micólogos se tiene que hacer por cultural Research and N ational Botanic
lo menos tres veces en la misma época y Gardens of Belgium In Scripta Botánica
sitio de estudio o en tres años seguidos para Beigica vol. 5: 1-62.
el mismo sitio y con la misma gente, tal Wang, Y., L. R. Hall & A. L. J. Cole, 1997.
situación se deriva de la distribución irre­ Ectomicorrhyzal fungi with edible
gular y diferente época de aparición de los fruitíng bodíes 1, Tricholoma matsutake.
Economic Botany 51(3): 311-327.
hongos. Como se indicó anteriormente las

101

Elnobiología 1: 102-103, 2001

LA FORMACIÓN DE ETNOMICÓLOGOS

Joaquín Cifuentes

Facultad de Ciencias, UNAM, Apartado Postal 70-399, Coyoacán, México, D. F. 04510


jcb@hp.fciencias.unam.mx

La etnomicología junto con la etnobotánica aunque la interacción con antropólogos y


y la etnozoología, constituyen los compo­ etnólogos ha sido escasa.
nentes fundamentales de la etnobiología, Los componentes de la etnobiología:
área ecléctica del conocimiento. etnobotánica, etnozoología y etnomicología,
Si bien la etnobiología es una caso que nos ocupa, nos plantea retos, si
disciplina que se ha desarrollado en las queremos contribuir al avance de ésta, que
últimas décadas, se enfrenta a una serie de desde mi punto de vista son los siguientes:
problemas de índole epistemológico y Tomar en cuenta para la definición
metodológico que han sido discutidos en el de los problemas de estudio, la naturaleza
seno de el Tercer Congreso Mexicano de básica y específica de los hongos, ya que
Etnobiología, sin embargo, creo que es sus aspectos fenológicos, ecológicos y
necesario discernir sobre una cuestión biogeográficos son notoriamente distintos a
particular que se ha abordado poco. La los de otros grupos biológicos, por lo tanto
formación académica de los etnobiólogos es se deben plantear y experimentar nuevas
un punto medular del cual depende la metodologías que tomen en cuenta lo
profundidad y calidad de los estudios anterior, particularmente en el caso de Ilos
etnobiológicos. En nuestro país no existen estímulos visuales. Resultan interesantes
posgrados sobre etnobiología (UNAM, también las nuevas propuestas de análisis
1998a; UNAM, 1998b) Y los cursos, ya sea cuantitativo de la información, aunque es
a nivel licenciatura, maestría o doctorado necesario adecuarlos al estudio de los
generalmente se enfocan a la etnobotánica; hongos.
debemos optimizar los recursos que ya La identificación taxonómica de los
tenemos. materia les recolectados es de suma
Dado que los etnobiólogos necesitan importancia y en general ha sido menos­
contar con un marco teórico referente a la preciada, por lo que los resultados de los
biología y a la antropología, además de trabajos en muchos casos no son confiables
dominar técnicas de ambas, es necesario o necesitan corroboración. De ahí que
que la concepción sobre su entrenamiento resulta indispensable establecer vínculos
esté basada en dos prinCIpIOS con taxónomos especializados dentro de los
fundamentales: la interdisciplinariedad y estudios etnomicológicos.
muItidisciplinariedad Un esfuerzo al Por último, como ya se ha expresado
respecto lo constituye la formación de los en las inquietudes que generaron este
comités tutorales dentro de los posgrados, encuentro, es necesario hacer accesible el
los cuales últimamente se integran por conocimiento etnomicológico acumulado y
especialistas en diferentes áreas (Archiga, el fortalecer la comunicación entre los
al., 1996; Barahona, 2000; UNAM, 1997), investigadores y los alumnos (UNAM,

102
Etnobiología 1, 2001

2000), de tal manera que se contribuya al Barahona, A., 2000. Informe 1999-2000.
fortalecimiento de la etnomicología y que a Programa de posgrado en Ciencias
su vez ésta cumpla, en relación con la Biológicas. UNAM, México, D. F.
etnobiología, con el papel social con el cual UN AM, 1997. Programa de Doctorado en
Ciencias Biomédicas. UNAM, México,
está comprometida.
D.F.
UNAM, 1998a. Reglamento General de
Literatura citada Estudios de Posgrado . UNAM, México,
D.F.
Archiga, H., G. Bugliarello y M. Fortes, 1996. UNAM, 1998b. Programa de posgrado en
Evaluación del posgrado en la UNAM: Ciencias Biológicas. UNAM, México,
Biomedicina, Ciencias, Ingeniería y D.F.
Química. National Academy of Sciences, UNAM, 2000. Doctorado en Ciencias
EUA y Academia de la Investigación Biomédicas: los tutores y sus alumnos.
Científica, México, D. F. UNAM, México, D. F.

103

You might also like