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Motricidad fina

Rigal Robert (2006) se refiere básicamente a las actividades motrices manuales o


manipulatorias (utilización de dedos, a veces los dedos de los pies) normalmente
guiadas de forma visual y que necesitan destreza.
Ponce y Burbano (2001) sostienen que la motricidad fina consiste en todas
aquellas actividades que requieren una precisión y coordinación de los músculos
cortos de las manos y dedos.
Oscar Zapata (1995) sostiene que la motricidad fina se apoya en la coordinación
sensorio-motriz, consiste en movimientos amplios que pueden ser de distintos
segmentos corporales como: la pierna y el pie o el brazo y la mano que son
controlados por la coordinación de la vista. Sostiene que la coordinación motriz
fina que tiene como fondo la coordinación viso-motriz, consiste en un movimiento
de mayor precisión como por ejemplo: manipular un objeto con la mano o
solamente con algunos dedos y utilizar en ciertas manipulaciones de objetos, la
pinza formada por el pulgar y el índice, enhebrar cuentas de collar, escribir con un
lápiz, etc.
Habilidades motrices finas que implican coordinación visomotriz
Se refieren a la capacidad del individuo de integrar eficazmente las respuestas
visuales y motrices de la realización de una actividad física, además posibilita el
control de los movimientos y los desplazamientos en cualquier espacio en un
modo sencillo, suave y sin tropiezos ni dificultades.

La coordinación viso-motriz toma el nombre de óculo-manual al implicar la


ejecución de movimientos ajustados por el control de la vista, concretándose en la
realización de movimientos precisos para tomar objetos.
Cratty (1982) sostiene que después del nacimiento, los niños comienzan a dar
muestra de que presentan una atención visual más precisa y prolongada a las
partes del cuerpo y a los objetos. La autora mantiene que existen cuatro fases que
implican el desarrollo de conductas manipulativas: En la primera fase el infante se
siente atraído por los objetos y sus propias manos, en la segunda fase manifiesta
excitación motriz general como una reacción específica al objeto ya que todavía
no puede cogerlo, en la tercera fase el contacto y manipulación es más precisa y
la cuarta es evolución hacia operaciones cognitivas, a medida que se desarrolla el

Rigal Robert: libro Educación motriz y educación psicomotriz en Preescolar y


Primaria Colección educación física, infantil y primaria Educación física (INDE).:
Infantil y primaria publicado en el año 2006
Cratty Bryant (1982), desarrollo psicomotor de la primera infancia. Planeta España.
lenguaje durante la última parte del segundo año, los niños empiezan a dar
nombre a los objetos.

Distinción y fluidez de movimientos finos


Para Ponce y Burbano (2001), las habilidades que involucran distinción y
fluidez de movimientos finos son aquellas que involucran movimientos de
deslizamiento del antebrazo y la mano, la inhibición de movimientos finos y la
coordinación ojo-mano que favorecen a los movimientos gráficos.

Descripción del proceso evolutivo motor en la etapa entre los cuatro y cinco años
Para Ponce y Burbano (2001) el proceso evolutivo motor en la etapa de los cuatro
y cinco años se traza un perfil del niño mediante la descripción de las conductas
motrices propias de cada edad, partiendo así sobre la base de un fenómeno
evolutivo no generalizable, sino que es influenciado por la diferencias individuales
y socio-culturales.
Molina (1984) sostiene que a medida que surge la maduración neuromuscular, la
capacidad de acción del cuerpo crece y se perfecciona, entendiendo por
perfección el hecho de que cada gesto que se ejecuta deja de ser global para
radicarse en la parte del cuerpo interesada.
Cánova (1998) sostiene que el niño de cuatro años se caracteriza por su
inagotable actividad satisfaciendo su constante deseo de entrar en movimiento
provocado por los estímulos e incentivos que el medio le pueda brindar. Ponce y
Burbano (2001) sostienen la importancia de los niños de esta edad que les gusta
experimentar sus posibilidades motrices y sus respuestas corporales; no
reaccionan tan en conjunto pues ya puede segmentar los movimientos de sus
piernas, tronco, hombros y brazos debido a la mayor flexibilidad de sus
articulaciones. A ésta edad el desarrollo es rápido, la capacidad motriz se ha
generalizado y se caracteriza por la actuación de todo el cuerpo en movimientos
cada vez más coordinados.
A los niños de 4 años les gusta desarrollar actividades que exijan coordinación
fina. Ponce y Burbano (2001) mantienen la idea que a esta edad es natural que los
movimientos manuales asociados sean acentuados ya que el niño o la niña aún
son muy pequeños e inmaduros, éstos constituyen una forma transitoria de
comportamiento de la coordinación manual, necesarios para el paso a la madurez
definitiva. Las manos aún mantienen imprecisión en los primeros intentos de
coordinación fina de carácter óculo-manual. El niño es capaz de introducir objetos
pequeños en un frasco sin dificultad y utilizando indistintamente ambas manos.
Toman el lápiz con una correcta presión pero sus trazos aún son torpes, dibujan
un monigote con más elementos y al colorear figuras aún sobrepasan los límites,
copian un círculo en forma más redondeada, cerrando el trazo y siguiendo el
sentido de las agujas del reloj, dibujan cuadrados y rectángulos con ángulos
redondeados, les es difícil trazar líneas oblicuas lo que determina su incapacidad
para copiar figuras más complejas. Bajo una demostración previa pueden doblar el
papel tres veces, haciendo un pliegue oblicuo la última vez. Son capaces de
trozar papel siguiendo una silueta simple y se inician en el uso de la tijera.

Respecto a sus hábitos sociales pueden comer solos pero aún no son capaces de
utilizar el cuchillo, se desvisten mejor que se visten, pueden abotonar su ropa e
intentan hacer el lazo a su zapato.
Las autoras manifiestan que la conducta manual también experimenta progresos;
sin embargo, aún necesita adquirir y desarrollar varias habilidades en el dominio
de la motricidad fina. A los cinco años el niño ya ha madurado para conseguir el
control voluntario de los movimientos manuales en gestos finos y delicados como
por ejemplo picar o recortar sobre una línea recta sin desviarse, enhebrar lana a
través de objetos y plegar una hoja hasta formar un barco.
Sostienen las autoras que poseen mayor control en la presión, ajuste y pegado de
elementos pequeños. Respecto a la actividad gráfica, manejan el lápiz con más
seguridad y decisión, colorean sin precisión y no sobrepasan los contornos,
dibujan una forma simple pero fácilmente reconocible y la figura humana es
identificable. Copian un cuadrado y un rectángulo con ángulos rectos pero todavía
tienen problemas con el trazo de líneas oblicuas al intentar dibujar triángulos y
figuras más complejas.
Respecto a sus hábitos sociales manejan bien el cepillo de dientes y el peine,
saben lavarse la cara, les gusta atar sus cordones y abotonarse su ropa.

Rigal Robert: libro Educación motriz y educación psicomotriz en Preescolar y


Primaria Colección educación física, infantil y primaria Educación física (INDE).:
Infantil y primaria publicado en el año 2006
Cratty Bryant (1982), desarrollo psicomotor de la primera infancia. Planeta España.

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