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UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR

FACULTAD MULTIDISCIPLINARIA ORIENTAL


DEPARTAMENTO DE CIENCIAS Y HUMANIDADES
SECCIÓN DE FILOSOFÍA
Nombre: Alan Mauricio Cubías Lara CL10018
Examen Parcial # 1.
14 de marzo de 2018
Para estudiantes de Filosofía y ética
Construyan una reflexión abierta y flexible sobre la filosofía y la ética apoyándose en los documentos y las
clases, también, comenten uno de los dilemas éticos.
Entreguen el examen a las 8:30

Buena suerte
Aspectos generales de la Filosofía.
La filosofía es la semilla desde la que surgen las verdades o por lo menos surge la constante búsqueda de la
verdad. No podemos ver las ciencias como tales sin antes tener el mínimo de filosofía en nuestro haber
mental. Y es que a través de esas reflexiones que se generan en el día a día es que encontramos el origen de
las cosas, queremos entender porque las cosas suceden como tales en el mundo. Necesitamos continuamente
atender esa voz interior y darle respuestas.
Los griegos entendieron esto como parte de su mínimum vital llegando a elevar al conocimiento a la categoría
de virtud. Es partir de entonces que se sistematiza todo conocimiento y la metafísica basada en el mythos se
vuelve obsoleto, un conjunto de supersticiones y de meras creencias que chocan inevitablemente con el
aparataje más organizado de la filosofía. Los griegos al preguntarse quiénes son y porqué son, comienzan a
navegar en las aguas de un conocimiento racional.
La filosofía entonces se ve dividida en ese choque con la metafísica en dos grandes ramas: El materialismo y
el idealismo. El primero propone que todo es materia, posee cierta tangibilidad y se puede comprobar su
existencia en un plano físico. El segundo propone que este mundo no es más que un reflejo de las ideas, como
lo explicaría Platón en su alegoría de La Caverna. El materialismo está desde su concepción más ligado a
asuntos cientificistas, la racionalidad es ley en su pensamiento, y es el pensamiento que ha impulsado las
grandes transformaciones sociales pues se ancla en la posibilidad de transformación de este mundo por uno
más justo; es a partir del materialismo que la política toma rumbos más certeros de la administración de la
cosa pública y del devenir histórico. El idealismo en cambio sigue casado con la metafísica, la creencia es
sinónimo de verdad, la idea es superior a la materia pues al ser intangible no puede ser medida, lo que le
otorga una cualidad cuasi divina. En esta postura filosófica se piensa en la idea como motor indiscutible de la
materia, solo a partir de la idea el ser humano es capaz de desentrampar todos los problemas y crear las vías
hacia el futuro. Sin embargo a pesar de que el materialismo se ha demostrado a lo largo del tiempo como
pensamiento comprobable, el idealismo sigue permeando en el pensamiento colectivo a través de la religión.
Pero como diría peruano marxista José Carlos Mariátegui: sin un mito la existencia del hombre no tiene
ningún sentido histórico. La historia la hacen los hombres poseídos e iluminados por una creencia superior,
por una esperanza super humana; los demás hombres son el coro anónimo del drama. Con lo cual concluyo
que la eterna dialéctica entre materialismo e idealismo perseguirá a los seres humanos hasta el fin de la
civilización.
Filosofía y Ética.
En el eterno devenir del hombre siempre ha surgido la pregunta acerca de lo bueno y lo malo, pregunta que
surge de filosofar, de la reflexión constante. Es aquí donde nos adentramos en el campo de la ética, que no es
más que una disciplina normativa y valorativa de las conductas que hemos de tomar como seres humanos, es
decir de manera teórica, en contraposición a la moral que es de orden práctico. En la ética es donde
encontramos nuestras formas personales de comportamiento y es ahí donde se rigen las acciones que
desarrollaremos a través de la moral, o sea en la interacción con otros seres humanos. Un aspecto no
contemplado en los folletos que nos proporcionó, Lic. Artigas, es que la moral y la ética no pueden existir sin
el otro, la otredad se vuelve también un marco teórico con el que desarrollamos nuestras propias leyes
internas/éticas.
En la ética el dilema eterno es sobre cómo actuar, cuales son las cosas que se pueden hacer o no. Pero es de
preguntarnos seriamente frente a un mundo globalizado y decadente ¿Qué han hecho de nosotros? O sea
como nos han construidos socialmente, esos factores externos al SER que nos hacen pensar de maneras
conforme al sistema o a mantener el equilibrio (O desequilibrio) de los status quo. Es ahí donde la moral y la
ética se relativiza, como una forma posmoderna, en la que el individuo es antes que el colectivo y los límites
se van volviendo difusos, donde tranzar es una forma de vida, es un ethos naturalizado. Es ahí donde la
filosofía debe ser ese asidero justo para reflexionar y entendernos nosotros mismos de maneras alternativas en
un mundo caótico. Es de recordar a personajes como el Ché Guevara o Muhammad Alí que trascendieron de
sus individualismos y en una ética solidaria formaron parte de sendos movimientos colectivos y de
transformación social. Solamente trascendiendo estos límites individuales logramos un SER ÉTICO.

Dilemas Éticos
Cómo sucede en todos los campos del saber, hay reflexiones que parecieran no tener salida, enigmas, acertijos
que se ciernen sobre las cabezas de los hombres. Estas reflexiones que poseen varias respuestas o respuestas
no del todo agradables o que no pueden categorizarse entre bueno o malo reciben el nombre de dilemas. Éstas
se categorizan en 6: Abiertos, Cerrados, Hipotéticos, Reales, Completos e Incompletos.
Uno de esos dilemas es el dilema del tren, el cual nos cuenta que uno es el conductor de un tren a alta
velocidad, hay una bifurcación de rieles y en uno de los rieles está una persona amarrada que es familiar
nuestro, en la otra hay 5 personas amarradas que no conocemos y se nos da tres opciones: Atropellar a uno, a
los cinco que no conocemos o frenar y correr el riesgo de descarrilar y matar a 200 personas. Este tipo de
dilema es hipotético pues está basada en experiencias que podrían suceder, cosa que es muy poco probable
que suceda en la realidad. Este dilema sin embargo también nos dice mucho acerca de cómo los sentimientos
afectan la ética y cómo éste transforma las acciones inmediatas y las resoluciones a tomar.

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