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Hecho el depósito que marca la Ley 11.

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Impreso en Argentina

Ninguna parte de esta publicación, puede ser reproducida, almacenada o transmitida en manera alguna ni por ningún medio,
ya sea eléctrico, químico, mecánico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin permiso previo del editor.
En CeTAP ofrecemos soluciones dirigidas a lograr un Uso Eficiente y Ra-
cional de la Energía, con resultados inmediatos en el corto plazo así
como duraderos en el largo plazo, permitiendo obtener importantes
disminuciones en el consumo de combustibles líquidos, gaseosos y
energía eléctrica, sin afectar los niveles de producción.

Tenemos la capacidad de ofertar una diversidad de servicios vinculados al


URE, adaptados a cada necesidad, incluyendo:

• Estudios de Potenciales Ahorros y Diagnósticos Sectoriales, por


rama de actividad industrial o servicio; o Regionales, a nivel munici-
pal, provincial o nacional, incluyendo todas las ramas industriales.

• Asesoramiento para la Gestión Energética.

• Consultoría y Capacitación para la implementación de proyec-


tos de eficiencia energética y buenas prácticas de Uso Racional
de la Energía.

• Desarrollo de indicadores de Eficiencia Energética.

• Estudio de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero

• Material de difusión para la concientización a nivel residencial


respecto a URE.

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Nuestro equipo de consultores cuenta con una amplia trayectoria en áreas
de producción y servicios en empresas líderes, algunos llevan desempe-
ñándose en esta actividad desde hace más de 25 años.

A lo largo de nuestra experiencia, los resultados obtenidos en nuestros


trabajos han sido de un 23% de ahorro promedio en el presupuesto
energético global de las industrias auditadas, obteniéndose en al-
gunos casos ahorros superiores a un 45%.

Del total de los ahorros computados, aproximadamente un 30% se obtu-


vieron sin requerir inversiones para su implementación, y en la mayoría
de los casos el resto necesitaron inversiones con un periodo de repago
menor a los 2 años.

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MANUAL PRACTICO

Consumo eficiente y responsable de la energía en el hogar

Usted, todos nosotros, necesitamos de este Manual para conocer cuales son
las fuentes de energía que utilizamos en nuestra vida diaria, y aprender qué
podemos hacer para optimizar su consumo, sin que esto afecte a nuestra
calidad de vida. Esto es lo que llamamos Uso Racional de la Energía.

La energía es imprescindible. No nos damos cuenta, pero nuestra vida


está basada en la disponibilidad de la energía en sus distintas variantes.
Necesitamos de la energía eléctrica para iluminación, el confort que nos
brinda el aire acondicionado, la heladera o un equipo de micro ondas.
Y para que funcionen nuestras PC. Y las radios y televisores. El ascensor
que nos sirve en mil oportunidades es también accionado eléctricamente.
Y nuestros automóviles y el transporte público de pasajeros, consumen
combustibles. Al mismo tiempo, las industrias que nos proveen de infini-
tos artículos, necesitan de las mismas fuentes de energía para funcionar
y también para obtener materias primas y producir hilados sintéticos,
películas plásticas para el envasado de productos, los plásticos con que
se fabrican la mayoría de los artefactos que usamos en el hogar Y el
acero. Y el procesamiento y conservación de alimentos. No sabríamos
que hacer si no contáramos con la Energía, en todas sus variantes.

Los recursos energéticos no renovables, aquellos que con el tiempo se


agotarán, tienen un doble valor: económico y social. Este último por ser
bienes crecientemente escasos y que debemos usar racionalmente, de
modo de hacerlos disponibles para las generaciones del futuro, tan dis-
tante como sea posible. También es imperioso su uso racional, para
preservar al planeta de las consecuencias desfavorables que están oca-

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sionando los gases provenientes de la combustión de los combustibles
fósiles, junto a emisiones gaseosas de otros orígenes.

Decimos entonces que hay que buscar soluciones innovadoras para pro-
ducir más con menos, a la vez que utilizar las llamadas Energías Renova-
bles que nos pueden proporcionar el sol, el agua, el viento, la biomasa
y en cierto sentido la energía atómica. En la Argentina las reservas de
las fuentes primarias de energía no renovables (petróleo, gas y carbón),
tienen un horizonte de pocas décadas, en tanto que los recursos reno-
vables son al parecer los que nos servirán para hacer crecer sosteni-
damente nuestra calidad de vida. Todo ello tendrá sin embargo un alto
costo en investigación y desarrollo.

Los sectores industriales, del transporte y residenciales en la Argentina,


consumen aproximadamente cantidades similares de las variadas formas
de energía disponibles. Si un solo sector hiciera esfuerzos para utilizar a
la energía en forma racional, y los demás no, el problema de la reduc-
ción en la disponibilidad de esos recursos se hará presente quizás antes
de que se desarrollen las nuevas formas de generación de energías alter-
nativas, con graves consecuencias para la forma de vida de las personas
y para el funcionamiento de la economía en particular. La consigna debe
ser entonces: hagamos un uso racional de la energía todos juntos; los
ciudadanos, la industria, el comercio y el transporte en general.

Cada uno de los sectores mencionados, tiene peculiaridades que hacen


que las estrategias para aumentar las eficiencias en el uso de las formas
de energía que consumen, sean distintas. Sin embargo todas ellas tienen
un elemento común: las personas. Tanto en la industria y comercio, como
en el transporte y en el sector residencial, quienes tomamos las deci-
siones de optimizar los consumos de energía, somos las personas que

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estamos en ellos. La toma de conciencia sobre el problema debe ser gen-
eral, pues todos nos beneficiaremos con las soluciones que vayan siendo
desarrolladas en cada sector. Debemos desarrollar hábitos de eficiencia,
más que de ahorro. La primera significa mantener o aumentar nuestra
calidad de vida, sin malgastar la energía, en tanto que ahorrar persigue
similar propósito, pero dejando de hacer algunas cosas que conforman
nuestra forma de vivir. Hablaremos entonces de USO RACIONAL, más
que de AHORRO de ENERGIA.

En el sector Residencial, el consumo eléctrico en iluminación fue en 1996


de 5.600 GWh/año. (GWh= Giga Watt por hora = 1 millón de Watts por
hora) Sin introducir cambios en los elementos de iluminación, el consumo
sería en el año 2010, de 8.850 GWh, casi la mitad de la generación
eléctrica total. Si se reemplazaran TODAS las lámparas incandescentes
por lámparas de bajo consumo, el consumo en vez de subir bajaría a
3.540 GWh. Esto es hacer uso racional de la energía, pero difícilmente
esto pueda realizarse, ya que en un hogar hay necesidades particulares
que no hacen posible el reemplazo por lámparas de bajo consumo (Coci-
na, escritorio, etc.).

Este Manual está entonces dirigido a las personas que planeamos como
han de funcionar nuestros hogares, de modo que la energía que con-
sumimos se haga de manera responsable, racional, sin menoscabar por
ello la calidad de vida que deseamos para nuestras familias. Si no lo hi-
ciéramos así, las decisiones sobre cuanta energía habremos de disponer
estarán en manos de quienes deban administrarla, sin considerar otra
cosa que el bien general; no en particular mi interés, o el suyo.
Todos podemos comenzar ya a hacer un uso racional de la energía. Los
consejos que Ud. encontrará en este Manual, le facilitarán las cosas.
¿Marchamos juntos..?

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Introducción:

A la fecha de la publicación de esta guía, en la República Argentina las


acciones tomadas al respecto de este tema aún no se han integrado en un
Plan global y sistémico, de Eficiencia Energética. En cambio, otros países
con planes como los del IDAE (Instituto de Diversificación y Ahorro de En-
ergía) en España, o el Programa “País de Eficiencia Energética” en Chile,
ya han comenzado transitar este camino con algunos años de ventaja. Sin
embargo tenemos en vigor desde el año 2004, un Programa de Uso Ra-
cional de la Energía Eléctrica –PUREE- (Resolución SE Nº 552/2004), que
establece un sistema de premios y castigos para los usuarios de distintos
niveles de demanda. Este Programa es un paso excelente en el camino de
hacer un uso racional de todas las fuentes de energía. Para quienes deseen
profundizar su conocimiento, copia de aquella Resolución se agrega como
Anexo al final del Manual. Los ciudadanos podemos hacer mucho para
contribuir a paliar una necesidad creciente del país, más allá de que hac-
erlo redunde en beneficios económicos directos para nosotros los usuarios.
Este Manual Práctico está destinado a los habitantes del país, para que
adquieran una mayor conciencia sobre el problema energético presente y
futuro y comprendan mejor el valor del uso racional de la energía.

Para ello hemos identificado los diferentes consumos de energía que se


producen en la vida cotidiana y la oportunidad para mejorarlos llevando
a cabo prácticas muy sencillas. La aplicación de estas prácticas (en el
hogar, en el trabajo, cuando conducimos, o a la hora de comprar un
electrodoméstico), producirán beneficios tangibles para la economía
familiar, y además, como ya se dijo, contribuirán a atenuar grandemente
los efectos de posibles faltantes de suministros de gas, electricidad o com-
bustibles líquidos a nivel nacional, reduciendo los volúmenes a importar
para mantener las actividades económicas del país.

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La información de este Manual Práctico de la Energía esta estructurado en
ocho Capítulos. El primero trata la situación energética general, las fuentes
que nos proveen la energía que utilizamos, y sobre los consumidores.

Los Capítulos 2 y 3 están dedicados al consumo energético en el hogar.


Por un lado se tratan las instalaciones en edificios o viviendas uniperson-
ales a habitar, como las de calefacción y agua caliente, y por otro lado
los equipos que adquirimos posteriormente y periódicamente deben ser
reemplazados, tales como electrodomésticos, cocinas, calefactores, ac-
ondicionadores de aire, elementos de iluminación, etc.

Teniendo en cuenta que por lo general la adquisición de nuestra vivienda


puede llegar a ser la principal inversión que hacemos en nuestra vida, es
fundamental considerar todos los aspectos que habrán de contribuir a la
calidad de la misma, así como a los costos de proporcionárnosla.

Por lo general los factores que contemplamos al momento de adquirir una


nueva vivienda, se refieren a su localización, aspecto y calidad construc-
tiva, dimensiones y precio. Sus instalaciones, que funcionan con distintos
insumos energéticos, así como la posibilidad de utilizar fuentes renovables
para alguno de ellas, deberían ser también motivo de nuestros análisis
para decidir la compra. A estas consideraciones se refiere el Capítulo 4.

En el Capítulo 5 se presenta otra de las formas en que consumimos


energía y sobre la cual es poco lo que en general conocemos: nuestro
automóvil. Y la enorme contribución que haríamos utilizando medios de
transporte públicos dentro de áreas urbanas, o hacer uso de bicicletas,
aún para concurrir a nuestros trabajos, como ya se hace en otros países.

En el Capítulo 6 se hará una compilación de las mejores prácticas de uso

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racional de la energía en el hogar.
Continúa con el capítulo 7 donde se explican algunas de las consecuen-
cias que se harán presentes en los años próximos, si continuamos con el
uso irracional de la energía.

El Manual Práctico se cierra con un Capítulo que contiene un soporte


legal.

Dado que el objetivo de este Manual es que sea leído, analizado y


discutido por la mayor cantidad de habitantes, sin distinción de edad y
de ocupaciones, el lenguaje utilizado es el más simple posible, sin que
el mismo falsee los hechos descriptos, de modo que ayude a la toma de
decisiones acertadas por parte de las personas que sean sensibles al
problema que se plantea en esta obra: el Uso Racional de la Energía y
su corolario, un mejor cuidado del medio ambiente.

Siguiendo la metodología de la obra tomada como ejemplo (*), al final


de cada Apartado se incluye un resumen de los puntos más importantes,
aquellos que se deben recordar, para que nuestras conductas sean las
apropiadas para conseguir los objetivos que perseguimos.
(*) Guía editada por IDAE-España.

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NOTA IMPORTANTE:

Posiblemente Ud. no disponga de tiempo para leer todo este manual,


ya que hemos creído apropiado tomar cierto espacio para describir la
situación presente y posiblemente futura de la Argentina en materia en-
ergética. Quizás en esta parte no nos toque más que el rol de lectores o
espectadores, pero sí le pedimos que lea todo lo referente al equipami-
ento que dispone en su vivienda, ya que es mucho lo que puede hacer
por su propia economía y por la del país. Será posiblemente una gota de
agua en el mar, pero como dijo la Madre Teresa de Calcuta, el mar sin
esa gota, sería otro mar.

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Indice
capitulos 1 23

4
7 8
5 6
1. Energía 15

2. Las instalaciones en la vivienda 33

3. Electrodomésticos 51

4. La vivienda nueva 81

5. El automóvil 89

6. Resumen de las mejores prácticas de uso racional 99

7. Consecuencias del uso irracional de la energía 117

8. Soporte legal 121

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