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1. COSTAS
Según el código procesal civil peruano (art.410), las costas están constituidas
por:
Las tasas judiciales
Los honorarios de los órganos de auxilio judicial
Los demás gastos judiciales realizados en el proceso
Las costas o gastos son de aplicación a la parte vencida (se aplican de oficio),
tanto como los costos, pueden ser convenidos por las partes cuando el proceso
concluye por transacción o conciliación. Notificadas las costas deben ser
canceladas de manera inmediata, caso contrario se podrá cobrarlas por la vía
forzosa.
Hugo Alsina: sostiene que “en los inicio del antiguo derecho romano no se
conocían las costas, cada litigante abonaba sus propios gastos; tampoco se
conocieron en Francia hasta la edad media, en que se comenzó aplicar una
multa a quien sucumbía en el pleito, de donde derivo la costumbre.”
El maestro Chiovenda: debe impedirse en lo posible que la necesidad de servirse
del proceso para la defensa de un derecho controvertido se convierta en daño
para quien se ve constreñido a demandar o a defenderse en juicio para pedir
justicia.
Y eso es lo que se logra, precisamente, con la imposición de costas que debe
soportar el vencido cual simple consecuencia del vencimiento.
Como se ve, se trata de un criterio puramente objetivo: el que pierde paga no
importando al efecto las razones que tuvo para resistir la pretensión pues la regla
no sufre ni puede sufrir influencias subjetivas que le harían perder su objetividad.
Si bien se mira, es la regla más justa que puede ser imaginada y no deja margen
alguno para imponer la arbitrariedad judicial tan en boga actualmente a partir de
la actuación al margen de la ley de los jueces decisionistas que pululan por toda
américa al socaire de los códigos procesales.
Claro está que la regla del vencimiento debe tener excepciones también
objetivas que han de ser prolijamente establecidas en la ley a fin de evitar
situaciones de injusticia notoria
Anteriormente la condena en costas, no se imponía sino al vencido temerario,
entendida la temeritas, al igual que la calumnia, como consecuencia de lo injusto.
En días más remotos aun no tenía lugar el reembolso de gastos entre las partes
contendientes, pues quedaban a cargo del vencedor y del vencido, a no ser que
uno de ellos tuviera derecho a exigirlas de un tercero ajeno al pleito, pero
responsable de él”.
Jaime Guasp: las costas son un parte de los gastos procesales: una species de
un genus más amplio que abarca todos los desembolsos de carácter económico
que el proceso puede producir.
Pedro sagastegui urteaga: la expresión costas tienen varios sentidos:
Cantidades fijas e inalterables que se adeudan al estado con ocasión del
proceso.
Condena accesoria impuesta en sentencia por su conducta procesal
Indemnización a cargo de la parte vencida en proceso civil a favor del
vencedor, cuando el juez condena al resarcimiento de esa parte de los
gastos causados.
Es propio de los sistemas del civil law en el derecho anglosajón expensas
o fees.
Raul chaname orbe: refiere que las costas son gastos ocasionados a las partes
litigantes con ocasión del proceso judicial, que se cuantifican en un valor
económico. Las costas son
Procesales (actuaciones y diligencias)
Personales (honorarios de abogado,etc)
Henry capitant: costas es el conjunto de gastos tasables efectuados por las
partes en el curso o con ocasión de un juicio y que constituyen el objeto de una
condena especial en el fallo; en principio se ponen a cargo de la parte vencida.
Comentarios:
1. Los costos del proceso forman parte de lo denominado gastos procesales.
Comprende los desembolsos efectuados directamente al abogado para la
persecución y defensa del derecho. Los costos pertenecen al campo del
derecho procesal puesto que la obligación de pagarlas nace de la
intervención de las partes del proceso; el título en que se fundan es una
sentencia judicial y su monto debe ser fijado en ejecución de sentencia.
Debemos precisar que no se trata de un pago propiamente dicho si no de
un reembolso, puesto que el vencido restituye al adversario las sumas
que este ha empleado en defender su derecho. La consideración
abstracta de estos gastos ha dado lugar a esbozar tres soluciones: que
cada litigante pague sus propios gastos; que el vencido reintegre o no los
gastos conforme a condiciones determinadas; y que tales gastos recaigan
sobre el vencido en su integridad, frente a estas posiciones, nuestro
código opta por la última tomando como criterio objetivo el vencimiento.
COSTOS (art411)
Son costos del proceso el honorario del abogado de la parte vencedora, más un
cinco por ciento destinado al colegio de abogados del distrito judicial respectivo
para su fondo mutual y para cubrir los honorarios de los abogados en los casos
de auxilio judicial.
COMENTARIOS:
1. Los costos del proceso forman parte de lo denominado gastos procesales.
Comprende los desembolsos efectuados directamente al abogado para la
persecución y defensa del derecho.
Los costos pertenecen al campo del derecho procesal puesto que la obligación
de pagarlas nace de la intervención de las partes en el proceso, el título en que
se fundan es una sentencia judicial y su monto debe ser fijado en ejecución de
sentencia.
Debemos precisar que no se trata de un pago propiamente dicho sino de un
“reembolso”, puesto que el vencido restituye al adversario las sumas que este
ha empleado en defender su derecho.
La consideración abstracta de estos gastos ha dado lugar a esbozar tres
soluciones: que cada litigante pague sus propios gastos; que el vencido reintegra
o no los gastos conforme a condiciones determinadas; y que tales gastos
recaigan sobre el vencido en su integridad. Frente a estas posiciones, nuestro
código opta por la última, tomando como criterio objetivo el vencimiento.
2. La intervención del abogado es vital para el proceso judicial porque, en un
sistema como el nuestro, la justicia no podría funcionar si el juez tan solo tuviera
contacto directo con la impericia jurídica de los litigantes. El abogado es un
precioso colaborador porque recoge los materiales del litigio, traduce en
lenguaje técnico las expresiones del cliente y las presenta en forma clara y
precisa.
La intervención del abogado en el proceso sirve para librar al juez de la
ignorancia de los hechos pretendidos y eliminar la mala fe de los contrincantes.
El ejercicio de la abogacía se desarrolla bajo dos sistemas: el libre ejercicio y
la abogacía del estado. Este último argumenta que dado carácter público de su
función, se debe transformar a todos los abogados en empleados del estado,
retribuidos con estipendio fijo, lo que se llevaría a que no se interesen en
multiplicar o dilatar un pleito para aumentar sus ganancias profesionales; sin
embargo, se cuestiona este sistema porque la mentalidad crítica y combativa
del abogado no puede ser la de un empleado. La defensa de las causas
constituye una contienda en la que está en juego la reputación profesional y no
una monótona rutina de oficina.
Nuestro sistema jurídico es partidario del sistema de la abogacía libre o como
la doctrina lo denomina, “el ejercicio privado de las funciones públicas”. Su
justificante radica en que el abogado es un elemento integrante de la
organización judicial, un órgano intermedio entre el juez y la parte, en el cual el
interés privado de alcanzar una sentencia favorable y el interés público de
alcanzar una sentencia justa se encuentra y se concilian. La función del
abogado se toma pública en tanto actué como servidor del derecho.
Esta definición no estableces quienes van a ser los sujetos pasibles de la sanción
por lo que podría entenderse que no solamente serán las partes del proceso sino
también terceros ajenos al mismo, siempre que estos no cumplan con sus
decisiones o realicen alguno indebido que afecte al proceso.
El Profesor Víctor De Santo al referirse al tema materia de análisis, nos dice que
es: “La que imponen los magistrados con el objeto de reprimir a los funcionarios,
empleados y auxiliares de justicia por las faltas cometidas con motivo de la
tramitación de las causas ante los distintos órganos jurisdiccionales.
Esta sanción puede alcanzar a los letrados, procuradores, litigantes y otras
personas que obstruyen el curso de la justicia o que cometieran faltas en las
audiencias, escritos, comunicaciones de cualquier índole lesivas a la autoridad,
dignidad o decoro de los magistrados.”
Del mismo modo Luis Ángel Aragón señala que “La multa es la pena pecuniaria
que se impone por mandato de la ley su aplicación la realizan las Cortes y
Juzgados en los casos señalados por la norma legal.
La aplicación de la multa obedece a un propósito sancionista y se aplica de puro
derecho o a instancia de parte. El monto de la multa fluctúa entre el máximo y el
mínimo fijado por la ley, según el grado de malicia o de temeridad del litigante
que debe ser sancionado.”
Una institución desconocida y que tiene cierta relación con el tema materia de
análisis es el referido a las astreintes la cual según Borda tomado por Osterlin
“consiste en una condena pecuniaria fijada en razón de tanto por día (o por otro
periodo) de retardo en el cumplimiento de la sentencia. Es un procedimiento muy
eficaz para vencer la resistencia del deudor contumaz; difícilmente el condenado
soporta la presión de esta amenaza, intensamente creciente, que se cierne sobre
su patrimonio.”
Esta institución tiene por finalidad el cumplimiento de las sentencia, es decir que
se sanciona al sujeto procesal que no cumpla con el mandato final del Juez, pero
a diferencia de la multa estas no son definitivas pudiendo el juez a su simple
arbitrio, disminuirlas o aumentarlas, su campo de obligación se encuentra en las
obligaciones de hacer y no hacer.
Como vemos la multa tiene una naturaleza totalmente diferente pese a que
confluyen en el hecho de ser instituciones que buscan el cumplimiento de las
decisiones del juez, pero que la multa constituye un ingreso propio para el Poder
Judicial y excepcionalmente para el agraviado, además que no es provisoria y
por tanto puede ser materia de ejecución.
PRINCIPIOS
Esta figura como toda sanción a la que se encuentra facultado el juzgador a
aplicar al interior del proceso, se encuentra sujeta a determinados principios,
tales como los de legalidad, proporcionalidad, jurisdiccionalidad y que debe tener
un carácter estrictamente personal.
Traducción impugnada.
Se establece que en el caso que la traducción sea impugnada, y esta resultara
maliciosa, se impondrá una multa, no precisándose los márgenes mínimos ni
máximos para su aplicación, por lo que deberá quedar a criterio del Juez fijar la
misma. (Artículo 241° del C.P.C.)
Desconocimiento de documento.
En el caso que el obligado desconociera el documento o su contenido, se puede
proceder a establecer su autenticidad a través del cotejo, si se acreditada la
autenticidad del documento, aplicará una multa no menor de cinco ni mayor de
veinte Unidades de Referencia Procesal. (Artículo 247° del C.P.C.)
Incumplimiento de exhibición.
En caso de incumplimiento de la parte obligada a la exhibición, aplicará una
multa no menor de tres ni mayor de cinco Unidades de Referencia Procesal.
Audiencia de conciliación.
Este supuesto de multa se configura cuando en el caso de la audiencia de
conciliación con intervención de la totalidad de las partes y habiendo propuesto
fórmula conciliatoria la misma que no fue aceptada por una de las partes y si la
sentencia otorga igual o menor derecho que el que se propuso en la conciliación
y fue rechazado, se le impone al que lo rechazó, una multa no menor de dos ni
mayor de diez Unidades de Referencia Procesal, salvo que se trate de proceso
de alimentos, en cuyo caso el Juez puede reducir la multa en atención al monto
demandado y al que se ordena pagar en sentencia.
Queja infundada.
Si se declara infundada la queja, se comunicará al Juez inferior y se notificará a
las partes y se condenará al recurrente al pago de una multa no menor de tres
ni mayor de cinco Unidades de Referencia Procesal y al pago de las costas y
costos del recurso. (Artículo 404 del C.P.C.)
Demanda maliciosa.
Se señala que, si al declarar infundada la demanda, el Juez considera que el
demandante ha actuado con malicia, o si durante el proceso ha difundido
información a través de medios de comunicación masiva que afecte el honor del
demandado, le impondrá una multa no menor de diez ni mayor de cincuenta
Unidades de Referencia Procesal (Artículo 518° del C.P.C).
En la fecha, estas constituyen las normas vigentes que deberán ser aplicadas
por el Secretario de Juzgado o Especialista Legal que efectué la liquidación de
las multas, constituyéndose en el sustento normativo de las mismas, más no se
establece con sanción de nulidad el incumplimiento de este requisito, lo que no
impide que pueda solicitarse la misma si se aplica una norma incorrecta o que
no se encuentra vigente al momento de su liquidación.
Así, por ejemplo si el auxiliar jurisdiccional emplea como monto de la U.R.P. uno
distinto a la que se encuentra vigente, podrá el obligado cuestionarlo, pero que
sucedería si la liquidación favorece al sancionado con el pago de la multa, es
decir que señala un monto menor al que debería pagar, podrá la parte contraria
apelar? Nos parece que no, puesto que conforme se ha señalado la multa es un
ingreso propio del Poder Judicial por lo tanto, quien podría apelar? En este caso
consideramos que bastará con la nulidad que pueda interponer la parte contraria
para que se proceda a practicar una nueva liquidación con arreglo a las normas
vigentes.
Un caso particular es el caso del artículo 186° del C.P.C permite aplicar una
multa no menor de cinco ni mayor de veinte Unidades de Referencia Procesal al
abogado que actúa con dolo o negligencia en el ejercicio de su función, multa
que serán compartidas por igual entre el auxiliado y el Poder Judicial, en este
caso, que sucedería si se realiza una liquidación menor a la que corresponde,
podría en este caso el auxiliado apelar de esta liquidación?, para lo cual nos
remitimos a la respuesta antes indicada.
En caso los pedidos de auxilio judicial en los que por la falsedad de las mismas,
al declararse automáticamente finalizado el mismo y condenará a quien obtuvo
el auxilio judicial al pago de una multa equivalente al triple de las tasas dejadas
de pagar, sin perjuicio de iniciarse las acciones penales correspondientes.
Asimismo la norma bajo comento señala que incluso la apelación a la multa que
sea declarada improcedente será también pasible de sanción pecuniaria la cual
equivale a un veinticinco por ciento de la multa aplicada, lo que ha de generar
una nueva liquidación por parte del secretario o especialista legal, la misma que
consideramos ya no podrá ser pasible de medio impugnatorio alguno y que en
caso de error en su liquidación podrá solicitarse su nulidad o corrección de ser
el caso.
Como toda obligación, esta debe ser objeto de cumplimiento por parte del
sancionado y ella se realiza a través del pago, el cual constituye una forma de
extinción o realización de la prestación a la que se encuentra el obligado el
multado a fin de que sea liberado del vínculo obligacional. Por ello la única forma
de cumplimento de la multa es a través de su pago.
Del mismo modo, mediante Resolución Administrativa del Titular del Pliego del
Poder Judicial número 361-SE-TP-CME-PJ (07 de agosto de 1999) se aprobó el
reglamento de Cobranza de las Multas impuestas por el Poder Judicial, en sus
veintinueve artículos que la componen se establece su procedimiento desde su
procedimiento, requerimiento, la procedencia de la ejecución forzada, la
liquidación de la multa, así como el pago, la prorroga en casos excepcionales y
el control de la misma.
Los intereses a aplicarse son aquellos que establece el Código Civil y el pago es
realizado mediante Certificado de Depósito Judicial que se realiza en las Oficinas
del Banco de la Nación.