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¿Qué es un conflicto?

Si definimos el término desde un punto de vista simple, podemos decir que un conflicto es una
situación en la que dos o más personas no están de acuerdo con el modo de actuar de un
individuo o un grupo. Para que esta situación exista es necesario que exista un desacuerdo que no
haya sabido resolverse. Por ejemplo: Si de una pareja una de las partes desea ir a un lugar de
vacaciones y la otra a un lugar diferente hay desacuerdo, si acceden a charlar y resolver el
problema de común acuerdo, entonces el conflicto no se produce, lo contrario, si ninguno da el
brazo a torcer, sí.

Siria: la guerra que comenzó


con un grafiti
Tras seis años de combates y bombardeos, Siria está en ruinas. Sufre el conflicto más cruento de los que estallaron con las revueltas y
revoluciones incluidas en el concepto de “primaveras árabes”. "Si el conflicto no termina pronto, éste podría ser el fin de Siria tal como la
conocemos", sentenció António Guterres cuando acababa su mandato como Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), a
finales del 2015.

FASE 1: LAS PROTESTAS


Tras Túnez, Egipto y el inicio de la rebelión en Libia, en marzo del 2011 estallaron las protestas contra el presidente sirio, Bashar el Asad, cabeza
del régimen del partido Baaz, en la ciudad de Deraa (sur). Se iniciaron tras el arresto y tortura de unos adolescentes que pintaron en la pared de su
escuela: “Es tu turno, Doctor”, en referencia a Asad, que es oftalmólogo.

Las fuerzas de seguridad sirias mataron a manifestantes en las primeras protestas y éstas se extendieron por todo el país. En verano del 2011,
cientos de miles de sirios pedían en las calles la dimisión de Asad, reformas políticas y el fin de la brutalidad policial.

"Al principio del conflicto, muchos creyeron dentro y fuera de Siria que Asad duraría pocos meses. Vieron el efecto dominó que se estaba
produciendo, con caídas de líderes fuertes en países árabes", apunta Yaron Friedman, profesor de la Universidad de Haifa y experto en Siria.

FASE 2: COMIENZA LA GUERRA CIVIL


Se formaron grupos opositores armados y empezaron las deserciones de militares sirios que se unían a los rebeldes, aglutinados en el Ejército
Sirio Libre (ESL). El país se sumió en la guerra, los bombardeos de las fuerzas sirias se multiplicaron y en el 2012, los combates llegaron a
Damasco, la capital, y a la segunda ciudad del país, Alepo.

"Hasta el 2012, la mayoría pensaba que el final del régimen estaba cerca, pero entonces Asad consiguió ayuda de sus aliados. Primero de Irán y
de (el movimiento chií libanés) Hizbulá, que mandó a su milicia a luchar con Asad y le aportó avances que lo salvaron y le dieron mucha
motivación", indica Friedman.

"Irán movilizó a las milicias (chiís) de Paquistán, Afganistán, Irak y a la Guardia Revolucionaria iraní, que entrenó y apoyó a las fuerzas del
régimen y lo salvó casi de hundirse en ese momento", opina Friedman.

Los rebeldes fueron creciendo y obteniendo armas, una parte de ellas “financiadas por Arabia Saudí y Catar” y destinadas especialmente a los
grupos islamistas. Así lo explicaron a este diario, en junio del 2012, en la ciudad libanesa de Trípoli, combatientes de las Brigadas Faruk,
integradas mayoritariamente por hombres de Homs y desertores y que formaban parte del ESL. Muchos de estos combatientes eran de Baba Amro,
un barrio de Homs masacrado por el Ejército sirio.

Uno de los comandantes de la brigada hablaba de “hacer la revolución del Islam” y de tener “un país islámico”, pero “sin Al Qaeda ni
extremismos, somos islamistas moderados”. Mientras hacía estos comentarios, sus dos esposas, cubiertas con niqab -velo que solo muestra los
ojos- y con guantes, preparaban la comida para una decena de hombres.
FASE 3: LOS YIHADISTAS ENTRAN EN ESCENA
Los yihadistas aumentaron y las fuerzas seculares del ESL perdieron terreno. Aparecieron grupos como el yihadista Frente al Nusra, filial de Al
Qaeda en Siria, y el Estado Islámico (EI), que lanzó una fuerte ofensiva en Irak en junio del 2014, y luego en la zona de Siria cercana a la
frontera iraquí. El EI proclamó un califato en el área que controla en Irak y Siria cuya capital de facto es la ciudad siria de Raqqa.

Integrado por miles de extranjeros, el EI lucha contra todos los bandos: las fuerzas gubernamentales, los rebeldes, el Frente al Nusra -con el que se
ha aliado en algunas ocasiones- y las fuerzas kurdas, también opuestas a Asad y contra las que arremete Turquía.

FASE 4: LA COALICIÓN INTERNACIONAL Y RUSIA COMIENZAN A


BOMBARDEAR
En septiembre del 2014, una coalición internacional liderada por EEUU, con Jordania, Baréin, Catar, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos
(EAU) empezó a bombardear al EI. Francia inició los ataques en septiembre del 2015 y el Reino Unido, en diciembre.

Rusia comenzó en septiembre atacando a “los terroristas del EI”. Pero además, ha bombardeado a grupos rebeldes y ha conseguido que el régimen
de Asad, que hace medio año estaba al borde del colapso, haya recuperado terreno en zonas clave como Alepo (norte). “La intervención rusa es
fundamental, puede cambiar el curso de la guerra a favor de Asad”, asegura Phillip Smyth, investigador de la Universidad de Maryland.

FASE 5: EL ESCENARIO ACTUAL


El mapa de quién controla cada zona de Siria actualmente está lleno de divisiones. El régimen de Asad -Ejército y milicias afines- tiene una gran
parte del oeste del país, Damasco, Latakia, Tartús, casi toda la frontera con Líbano, Alepo, otra en el centro del país y en Deir Ezzor. Tras
perder Alepo, en el norte, los rebeldes tienen una zona amplia de la provincia de Idlib, fronteriza con Turquía, un área cercana a Damasco y otra en
Homs.

La franja norte, a lo largo de la frontera con Turquía y una parte de la iraquí, está en manos de las fuerzas kurdas, a excepción de unos tramos
que controlan los rebeldes y el EI. Los yihadistas tienen una parte del este de Siria fronterizo con Irak, y zonas del norte, en Alepo, Al Raqa, As
Shaddadah, áreas centrales y pequeñas partes en el sur.

La caída de Alepo en manos del régimen de Bashar Al Asad deja un orden de cosas difícilmente revertible: aunque el final del conflicto no parece
próximo, está claro que Asad ya no va a perder la guerra. Frente a unas victoriosas tropas del régimen, el bando rebelde, desmoralizado, se bate en
retirada. La batalla por esta ciudad, que ha terminado cuando la guerra entra en su sexto año, consolida al presidente sirio y a sus dos grandes
aliados, Rusia e Irán, como los grandes ganadores del conflicto. Y a los rebeldes, Turquía, Arabia Saudí y EEUU, como los perdedores.

FASE 6: ATAQUE QUÍMICO Y REACCIÓN DE EEUU


El 4 de abril del 2017, un ataque con armas químicas causó al menos 86 muertos -según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH)- en
la localidad siria de Jan Sheijun, en la provincia de Idleb (noroeste de Siria). La oposición siria, EEUU y otros países acusaron al régimen de
Damasco del ataque, pero las autoridades sirias negaron haberlo perpetrado. Rusia alegó que se había bombardeado un almacén donde los
rebeldes que controlan Jan Sheijun guardaban armas químicas.

La noche del 6 al 7 de abril, Washington bombardeó con 59 misiles Tomahawk la base militar siria de Al Shayrat, en la provincia de Homs, en
represalia por el ataque químico de Jan Sheijun. Según el Pentágono, el bombardeo -el primero de EEUU contra el régimen de Asad- destruyó "el
20% de la aviación siria".

El ataque estadounidense provocó la condena de los aliados de Damasco: Rusia, Irán y Hizbulá. Moscú, bajo una gran presión internacional que
lo acusa indirectamente del bombardeo químico y le exige que se distancie de Asad, advirtió junto a Teherán de que responderá con fuerza a
"cualquier agresión". Las grandes potencias podrían acabar sumidas en una confrontación abierta en el tablero de Siria.

Siria: 7 años de un conflicto interminable


La población siria lleva 7 años de sufrimiento, desesperación y violencia. No hay un solo niño que
no esté padeciendo por esta guerra que parece no tener fin.

En Siria y en los países vecinos, 13,1 millones de personas necesitan ayuda humanitaria, incluidos
5,3 millones de niñas y niños, de los que 1,2 millones viven en zonas de difícil acceso y 170.000 en
zonas sitiadas de Siria. Además, 2,6 millones de personas se encuentran refugiadas en Líbano,
Jordania, Irak, Turquía y Egipto.

A causa del recrudecimiento de la violencia en el país, solo en los dos primeros meses de 2018
unos 1.000 niños murieron o resultaron heridos. Otros muchos han sido torturados, secuestrados,
víctimas de violencia sexual o reclutados en grupos armados: sólo en 2017 se reclutaron tres veces
más niños que en 2015 para participar en el conflicto.

En algunas zonas de Siria se sigue denegando la distribución de ayuda humanitaria y en otras


continúa siendo extremadamente difícil debido a los constantes ataques, la poca seguridad, la
limitación de movimiento y la imposición de restricciones. Denegar el acceso humanitario priva a
los niños de alimentos, atención médica, educación y protección.

Conflicto en Siria: 7 y no más

7 y no más. Jalal

7... 7 y no más".

¡Se acabó! ¡¡Hasta aquí!! No queremos seguir contando. Porque los niños no pueden más. Un
nutrido grupo de niñas, niños, mayores, estudiantes, profesores, diseñadores, periodistas,
doctoras, activistas… más de 40 personas en 13 idiomas distintos se han sumado a nuestro grito:
¡#7yNOmás!

La crisis en Siria no tiene precedentes en su complejidad, brutalidad y duración. Los 7 años de


violencia, pobreza y desplazamiento están teniendo consecuencias devastadoras para millones de
niñas y niños: las familias no tienen recursos para cubrir sus necesidades básicas de alimentación y
abrigo, las niñas y niños con discapacidad corren el riesgo de ser excluidos y olvidados, los ataques
a instalaciones médicas y educativas han diezmado los sistemas de salud y educación del país… 7
años de conflicto, 7 años de dolor y pérdida para millones de niñas y niños.
En UNICEF no queremos, ni podemos, dejar que las necesidades, las vidas y el futuro del pueblo
sirio desaparezcan de la conciencia del mundo. Estamos apoyando los esfuerzos de reconstrucción
y recuperación al dar prioridad a los niños, incluyendo los que tienen discapacidad.

El conflicto de Siria necesita una solución inmediata. Hay que intentar acabar con todas las
restricciones a la entrega de ayuda humanitaria y dar asistencia a todos los niños que se
encuentran en situaciones tan delicadas.

La población resiste con una capacidad asombrosa, pero las violaciones de derechos siguen siendo
muy altas, sobre todo para la infancia. No podemos permitir que sigan soportando tanto horror.

Conflicto en Siria: consecuencias devastadoras

Desplazados para huir de la guerra: hay 6,1 millones de personas desplazadas dentro de Siria y 5,5
millones viven como refugiados en los países vecinos. Muchos de ellos han huido hasta 7 veces
para esquivar el horror de la guerra y sobrevivir.

Hacer frente al duro invierno: la intensificación de la violencia ha obligado a las familias a huir con
pocas o ninguna posesión. Las familias luchan por comprar los bienes más básicos como ropa de
abrigo, bufandas, guantes y zapatos para proteger a sus hijos del frío.

Excluidos y olvidados: En 2017, más de 360 niños resultaron heridos y a muchos de ellos se les
causó una discapacidad. Unos 3,3 millones de niños dentro de Sira están expuestos a artefactos
explosivos. Más de 1,5 millones de personas viven con discapacidades relacionadas con la guerra.

El agua, como arma de guerra: las infraestructuras para el suministro de agua son atacadas o
inutilizadas. Se calcula que 14,6 millones de personas carecen de acceso a agua potable.

La salud en peligro: solo la mitad de los hospitales siguen operativos. La cobertura de inmunización
se ha reducido a la mitad: de un 90% antes de la guerra a un 70% ahora, lo que pone en riesgo la
salud de millones de niños.

Educación interrumpida: unos 2,8 millones de niños no pueden ir a la escuela en Siria y la región.
Uno de cada 3 centros educativos está destruido, dañado o se utiliza como refugio.

Pobreza: el desempleo prolongado, los desplazamientos y el aumento de los precios del


combustible y los alimentos han provocado que el 85% de los sirios vivan por debajo del umbral de
la pobreza. Los niños y niñas tienen que trabajar en más del 75% de los hogares. En algunos casos,
su sueldo es el único recurso para las familias.

7 preguntas para entender el origen de la guerra en Siria que lleva años desangrando al país

Redacción
BBC Mundo*

15 abril 2018

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Derechos de autor de la imagenREUTERS

Image caption

Desde su inicio en 2011, la guerra en Siria ha ocasionado la muerte de más de 400.000 personas,
según la última estimación de la ONU en 2016.

Lo que comenzó como un levantamiento pacífico contra el presidente Bashar al Asad en marzo de
2011 se convirtió en una brutal y sangrienta guerra civil que ha arrastrado a potencias regionales e
internacionales.

Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, organización que ha proporcionado los
datos más recientes, entre marzo de 2011 y el mismo mes de 2018 han muerto entre 353.593 y
498.593 personas

La cifra, sin embargo, podría ser más alta debido a los problemas para acceder a determinadas
áreas del país y a las dificultades para compatibilizar los números que presentan las partes
enfrentadas.

El Centro Sirio de Investigación en Políticas, por ejemplo, ya estima el número de muertos en


470.000.

La guerra además ha provocado la huida de más de 5 millones de personas, según cifras del Alto
Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), uno de los mayores éxodos en la
historia reciente.

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En BBC Mundo te explicamos cómo empezó este conflicto, al que se han visto arrastrados
numerosos países.

1. ¿Cuál era la situación en Siria antes de que estallara la guerra?

Años antes de que el conflicto comenzara muchos sirios ya se quejaban de un alto desempleo en
el país, de extensa corrupción, falta de libertad política y de la represión del gobierno del
presidente Bashar al Asad, quien había sucedido a su padre, Hafez, en 2000.

Derechos de autor de la imagenAFP

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Los grupos armados de oposición han cambiado radicalmente desde que comenzó la guerra en
2011.

En marzo de 2011, un grupo de adolescentes que habían pintando consignas revolucionarias en un


muro escolar en la ciudad sureña de Deraa fueron arrestados y torturados por las fuerzas de
seguridad.

El hecho provocó protestas prodemocráticas, inspiradas por la Primavera Árabe, las


manifestaciones populares que en ese momento se extendían en los países de la región y que
clamaban más democracia y derechos para sus poblaciones.

Las más grandes se produjeron en Damasco y Alepo el día 15 de marzo, la fecha en la que se
conmemora el inicio del conflicto en Siria, y se extendieron por varios días y por diferentes partes
del país.

Cómo antes de la guerra Alepo era "la ciudad más bella y elegante del mundo"

Las fuerzas de seguridad, sin embargo, respondieron a las mismas abriendo fuego contra los
manifestantes, matando a varios, lo que provocó que muchas más personas salieran a las calles.

Finalmente el levantamiento se extendió por todo el país, exigiendo la renuncia del presidente Al
Asad. Y la respuesta de fuerza del gobierno para sofocar la disensión sólo reforzó la determinación
de los manifestantes.
Pronto, cientos de miles estaban protestando en todo el país exigiendo la salida de Al Asad, y para
julio muchos habían decidido empuñar las armas.

Omran, el niño rescatado de un bombardeo en Alepo que se convirtió en un símbolo del horror en
Siria

2. ¿Cómo estalló la guerra civil?

A medida que el levantamiento de oposición se extendía, la represión del gobierno se intensificó.

Los simpatizantes de la oposición comenzaron a armarse, primero para defenderse y después para
expulsar a las fuerzas de seguridad de sus regiones.

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La ciudad de Homs, llamada "la capital de la revolución", ha sufrido una de las mayores
destrucciones en la guerra.

Al Asad prometió "aplastar" lo que llamó "terrorismo apoyado por el exterior" y restaurar el
control del Estado.

La violencia se incrementó rápidamente en el país. Se formaron cientos de brigadas rebeldes para


combatir a las fuerzas del gobierno y lograr el control de ciudades y poblados.

En 2012 los enfrentamientos llegaron hasta la capital Damasco y la segunda ciudad del país, Alepo.
Para entonces el conflicto ya se había convertido en más que una batalla entre aquéllos que
apoyaban a al Asad y los que se oponían a él.

Después de la toma de Alepo por parte del gobierno de Siria, ¿dónde sigue la guerra?

Y adquirió pronto características sectarias enfrentando a la mayoría sunita del país, contra los
chiitas alauitas, la rama musulmana a la que pertenece el presidente.

Esto arrastró a las potencias regionales e internacionales, lo cual añadió otra dimensión al
conflicto.
3. ¿Quién pelea contra quién?

La rebelión armada de oposición ha evolucionado significativamente desde el comienzo de la


guerra.

Lo que se conoce como "la oposición" -es decir, quienes desean la destitución del presidente al
Asad- está formada por numerosos grupos rebeldes integrados por diversos tipos de personas.

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En abril de 2017, Estados Unidos lanzó por primera vez un ataque contra las fuerzas sirias en
respuesta a "un devastador ataque químico".

Estos grupos incluyen tanto combatientes rebeldes moderados y seglares (como el Ejército Libre
Sirio, ELS), así como grupos islamistas y yihadistas.

Y entre estos últimos han figurado tanto el autodenominado Estado Islámico (EI) como el Frente al
Nusra, un grupo que en sus comienzos estaba afiliado a al Qaeda y que a principios de 2017 se
fusionó con otros cuatro grupos islamistas para convertirse en Tahrir al Sham.

Los combatientes de EI terminaron creando "una guerra dentro de una guerra" enfrentándose
tanto ala oposición moderada como a otros grupos islamistas así como a las fuerzas del gobierno.

Y en el conflicto también participan los grupos kurdos basados en el norte de Siria, que están
buscando el establecimiento de áreas bajo su control en esa parte del país, además de fuerzas de
otros países.

Efectivamente, de una forma u otra en la guerra en Siria también se han involucrado Arabia
Saudita, Turquía y EE.UU. junto a otros de sus aliados (por lo general en apoyo a algunos grupos
rebeldes o en contra de los islamistas), así como Rusia e Irán, de lado de al Asad.

4. ¿Cómo se involucraron las potencias internacionales?

Aunque EE.UU. ha apoyado a algunos grupos rebeldes con armamento y equipos, ese apoyo se ha
visto limitado por el temor a que las armas terminen en manos de los grupos yihadistas.
Y a partir de 2014, Estados Unidos, junto con Reino Unido, Francia, y otros seis países, dirigieron
incursiones aéreas contra EI en Siria, pero evitando atacar a las fuerzas del gobierno sirio.

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Donald Trump comenzó su presidencia con una postura hacia al Asad, pero luego cambió
radicalmente.

Durante su presidencia, Barack Obama se limitó a insistir en la renuncia de Al Asad.

Por su parte, el actual mandatario estadounidense Donald Trump dio a entender durante su
campaña electoral que la guerra en Siria no era una de las prioridades de su gobierno.

Aunque el 6 de abril de 2017 la Casa Blanca sorprendió a muchos cuando, por primera vez en el
conflicto, ordenó un ataque que involucró 58 misiles de crucero contra las fuerzas de Al Asad.

La acción militar estadounidense fue en respuesta a un devastador ataque con armas químicas
que, según se denunció, había sido llevado a cabo días antes por el gobierno sirio.

Un año después, el 14 de abril de 2018, y con el apoyo de los gobiernos británico y francés,
Washington realizó otra operación aérea en respuesta a un nuevo ataque con armas químicas
contra la población civil de Douma.

En esta oportunidad, la acción militar atacó supuestas infraestructuras de armas químicas de Siria,
que incluyeron un centro de investigación, instalaciones de almacenamiento y puestos de
comando.

Si bien estos últimos bombardeos fueron descritos como "ataques de una noche", Trump amenazó
con tomar más medidas militares si el gobierno sirio usa armas químicas en el futuro.

Las impresionantes imágenes del "ataque químico" que dejó decenas de muertos en Siria

Qué puede pasar ahora tras el bombardeo de Estados Unidos, Francia y Reino Unido contra Siria
"Estamos preparados para mantener esta respuesta hasta que el régimen sirio deje de usar
agentes químicos prohibidos", aseveró Trump.

Por el momento, la intervención estadounidense no se compara con la que ha tenido Rusia, a la


que muchos responsabilizan de haber cambiado el curso de la guerra en favor de al Asad.

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La campaña aérea rusa para "estabilizar" el gobierno de Al Asad, ha fortalecido las posiciones de
las fuerzas sirias.

La sobrevivencia del mandatario sirio es vista por el Kremlin como crucial para mantener los
intereses de Moscú en ese país y en la región.

Y así, en 2015, Rusia lanzó una campaña aérea sostenida para "estabilizar" al gobierno sirio tras
una serie de derrotas infligidas por la oposición.

El apoyo militar ruso fue clave para que el gobierno de Al Asad pasara a la ofensiva y recuperara
buena parte del territorio que había perdido.

Por lo demás, Irán, que es chiita, es otro aliado cercano de Al Asad.

Siria es el principal punto de tránsito de armamentos que Teherán envía al movimiento chiita
Hezbolá en Líbano, el cual también ha enviado a miles de combatientes para apoyar a las fuerzas
sirias.

Y se cree que Teherán ha gastado miles de millones de dólares al año para fortalecer a las fuerzas
del gobierno sirio, ofreciendo asesores militares, armas, crédito y petróleo.

Tras el supuesto ataque químico de abril de 2018, Trump aseguró que no sólo Siria, sino también
Rusia e Irán "pagarían un precio" por violar nuevamente las normas internacionales.

Pero esto es otra historia.


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La ciudad norteña de Raqqa es la sede del autonombrado Estado Islámico.

Por su parte, para contrarrestar la influencia de Irán, su principal rival en la región, Arabia Saudita,
también ha enviado ayuda militar y financiera importante a los rebeldes, incluidos los grupos con
ideologías islamistas.

Los rebeldes de la oposición siria han atraído varios grados de apoyo de otras potencias
regionales, como Qatar y Jordania.

Mientras que Turquía también ha apoyado a algunos de estos grupos, aunque alarmada por el
avance de las fuerzas kurdas -a quienes acusa de simpatizar con su enemigo, el proscrito Partido
de los Trabajadores del Kurdistán (PKK)- también ha atacado algunas de sus posiciones en Siria.

Y en el sureste del país, Israel ha chocado con fuerzas apoyadas por Irán y Siria, en una prueba más
de que el conflicto se ha convertido en una "guerra subsidiaria" entre rivales regionales.

5. ¿Por qué está durando tanto esta guerra?

Un factor clave ha sido la intervención de las potencias regionales y mundiales.

Su apoyo militar, financiero y político para el gobierno y la oposición ha contribuido directamente


a la intensificación y continuación de los enfrentamientos y convertido a Siria en un campo de
batalla de una guerra subsidiaria.

También se ha acusado a las potencias regionales de fomentar el sectarismo en lo que era un


Estado ampliamente secular.

Las divisiones entre la mayoría sunita y los chiitas alauitas han provocado que ambas partes
cometan atrocidades que no sólo han causado una enorme pérdida de vidas sino han destruido
comunidades, fortalecido posiciones y reducido las esperanzas de lograr una solución política.

6. ¿Cuál ha sido el impacto de esta guerra?


El enviado especial de la ONU para el conflicto de Siria, Staffan de Mistura, dijo en abril de 2016
que se estimaba que la cifra de muertos estaba en torno a los 400.000.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, un grupo de monitoreo basado en Londres, indica que
hasta marzo de 2017, la cifra de muertos es de 465.000.

Pero el Centro de Sirio para Investigación Política, un organismo de estudios independiente,


calcula que el conflicto ha causado 470.000 muertes.

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No hay cifras confiables sobre el número de personas que han muerto o sido heridas en el
conflicto. Algunos cálculos colocan la cifra de muertos en más de 470.000.

Según cifras de la ONU, hasta marzo de 2017 unos 5millones de personas habían huido de Siria, la
mayoría mujeres y niños.

Los países vecinos -Líbano, Jordania y Turquía- están enfrentando una crisis tratando de albergar al
que se considera es uno de los mayores éxodos de refugiados de la historia reciente.

Otro 10% de refugiados ha buscado asilo en Europa, lo que ha provocado divisiones en estos
países sobre cómo compartir la responsabilidad.

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Casi la mitad de la población siria de 23 millones, antes de la guerra, ha sido desplazada por el
conflicto.

Según la ONU se necesitan US$3.200 millones de ayuda para los 13,5 millones de personas,
incluidos seis millones de niños, que requieren asistencia humanitaria dentro del país.

Cerca de 70% de la población no tiene acceso a agua potable, una de cada tres personas no puede
satisfacer sus necesidades alimentarias básicas, más de dos millones de niños no van al colegio y
una de cada cinco personas vive en la pobreza.
Las partes en conflicto han complicado aún más la situación al rehusar el acceso de las agencias
humanitarias a los necesitados.

Asia Ramazan Antar, la militante kurda muerta en combate cuya lucha contra Estado Islámico fue
minimizada por su aspecto físico

¿Quiénes son los "refugiados fantasma" del desierto jordano y cómo llegaron a quedar atrapados
en él?

Hoy, siete años después, gran parte del país está en ruinas y su población está profundamente
traumatizada por la guerra.

Tal como señalan los expertos, una cosa es cierta: la reconstrucción de Siria, una vez que se logre
poner fin al conflicto, será un proceso extremadamente largo y difícil.

7. ¿Qué ha hecho la comunidad internacional para poner fin al conflicto?

Debido a que ninguna de las partes es capaz de infligir una derrota decisiva contra la otra, la
comunidad internacional concluyó hace mucho que la única forma de poner fin a la guerra es con
una solución política.

Steffan de Mistura, el enviado de la ONU para Siria, describió el fracaso de las últimas
conversaciones en septiembre como "doloroso y decepcionante".

El Consejo de Seguridad de la ONU pidió la implementación del Comunicado de Ginebra de 2012


en el que se contempla un organismo de gobierno de transición con amplios poderes ejecutivos
"formado sobre la base de consentimiento mutuo".

Pero las conversaciones de paz de 2014, conocidas como Ginebra II, se interrumpieron y la ONU
responsabilizó al gobierno sirio por rehusarse a discutir las demandas de la oposición.

En enero de 2016, Estados Unidos y Rusia persuadieron a los representantes de las partes en
guerra para que asistieran a "conversaciones de acercamiento" en Ginebra y discutir una ruta de
paz del Consejo de Seguridad, que incluía un cese del fuego y un período de transición que llevara
a elecciones.

EE.UU. dice que Rusia es responsable del bombardeo a un convoy con ayuda humanitaria en Siria

En diciembre de 2015 una tregua local en Homs permitió la salida de combatientes rebeldes.
Las conversaciones se suspendieron en la "fase preparatoria" cuando las fuerzas del gobierno sirio
lanzaron una gran ofensiva en la ciudad norteña de Alepo.

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