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Este artículo es parte de un trabajo cuyo

corpus incluye tres historietas de divul-


gación de la serie FisiCómics. Su objetivo
es delimitar cómo se transmite el conoci-
miento científico por este medio con base
en un estudio semiolingüístico sobre el
discurso escrito de divulgación científica
(Berruecos, 2004a). Se analiza el tipo de
contrato de comunicación (Charaudeau,
Análisis semiolingüístico 1993, 1997, 2006 y 2008), la estructura
narrativa (Adam y Lorda, 1999; Adam,
de una historieta de 2001), y argumentativa (Plantin, 1996),
divulgación científica el lugar que ocupa la reformulación, la
presencia de designación y denominación
(Mortureux, 1993), el papel que juega
Ma. de Lourdes la explicación (Borel, 1981; Zamudio,
Berruecos Villalobos Bertha y Atorresi, 2000; Adam, 2001),
y la ejemplificación. Por último, se aborda
la imagen que estas historietas proyectan,
por medio del discurso, de la ciencia, los
científicos y el público lego, además de
presentar algunas observaciones sobre las
ilustraciones.

Palabras clave: análisis del discurso,


divulgación de la ciencia, historieta de
divulgación científica, contrato de co-
municación, modos de organización del
discurso, reformulación.

Introducción

E
l análisis del discurso de divulgación de la ciencia ha recibido
muy poca atención en México, cuestión que no deja de sorpren-
der dada la importancia que reviste socializar la ciencia. Esto se
explica, en parte, por el hecho de que la divulgación, que pasa esencial-
mente por los medios, es bastante reciente en este país. Una muestra de
ello es la escasa publicación de historietas divulgativas.

Anuario de investigación 2009 • UAM-X • MÉXICO • 2010 • PP. 217-242


Análisis semiolingüístico de la historieta de divulgación científica

Este artículo es parte de un trabajo que aborda un corpus compuesto


por tres historietas de divulgación de la misma extensión editadas por
la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la unam en 2005
con motivo del Año Internacional de la Física. Los tres autores de los
textos son físicos, aunque los públicos difieren, aun cuando se trata de
una misma serie, Fisicomics. Esto se debe al grado de conocimientos
requerido para comprenderlos. Leonardo y la física en la medicina parece
dirigirse a un público de niños o a un público totalmente lego. Teoría del
Caos a un público con un mínimo de escolaridad media, y Hoyos Negros
parece dirigirse a un público de nivel bachillerato. El tipo de ilustraciones
de cada historieta también permite percibir a qué público se dirige. Así,
mientras Leonardo y la física en la medicina y Teoría del Caos presentan
ilustraciones sumamente sencillas, Hoyos Negros manifiesta recursos un
poco más elaborados con colores llamativos. Por la extensión misma del
artículo, este escrito solamente presentará el análisis de una de las tres
historietas: Teoría del Caos. El texto de la misma fue escrito por el doctor
José Luis Mateos Trigos, del Departamento de Sistemas Complejos, del
Instituto de Física de la unam. El autor recibió el Premio Jorge Lomnitz
Adler 2003, otorgado por el Instituto de Física, unam y la Academia
de Ciencias. Es miembro regular de la Academia Mexicana de Ciencias
desde 1998 y del Sistema Nacional de Investigadores (nivel II). La his-
torieta estuvo a cargo de Julio Castrejón, ilustrador de libros, revistas,
periódicos, tiras cómicas, cartones políticos, divulgación de la ciencia y
campañas de publicidad. El guión fue realizado por Ana Inés Urrutia.

La historieta es un relato breve de aventuras. En un artículo sobre la


comunicación médica por medio de la historieta, Girault (1994), parte
de la definición de Georges Farid:

La historieta es un género literario que comunica un mensaje narrativo,


por un lado mediante la intermediación de la imagen y, por otro, por la
intermediación del texto. Dos mensajes predominan: un mensaje icónico
(del griego eikôn: “imagen”), y un mensaje lingüístico en donde el diálogo
es referido en estilo directo (Farid, 1989:2).1
1  Traducción nuestra del francés.

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María de Lourdes Berruecos Villalobos

Cabe señalar que la historieta sobre temas de medicina ha sido utili-


zada con gran éxito para ayudar a estudiantes de medicina a lograr una
rápida adquisición de nociones simples, así como en la adaptación de
niños hospitalizados (Girault, 1994: 2-3). Este autor afirma (ibid.) que
la historieta ha permitido comunicar con humor mensajes difíciles a este
tipo de público y que ha tenido un papel terapéutico porque permite
crear un diálogo con el paciente.
La historieta divulgativa sólo puede abordar nociones científicas
básicas, dado el tipo de público al que se dirige. Para otro tipo de lector
que cuente con cierta escolaridad o que esté más cercano a la ciencia,
este tipo de historietas corre el riesgo de “banalizar” los contenidos
científicos y dar una imagen “simplista” de los mismos. Ese riesgo está
latente, no cabe duda. Sin embargo, en México este tipo de historietas
ha tenido muy poca presencia; apenas están en gestación. De tal forma
que resulta importante observar la manera en que se está realizando este
trabajo y tratar de delimitar sus características con el fin de aportar una
visión crítica que permita tomar conciencia, en este caso particular, de
la utilización de ciertos procedimientos discursivos.
La historieta constituye un vehículo substancial para acercar a niños
y jóvenes a la ciencia de una manera lúdica.
El objetivo de este estudio es delimitar cómo se pretende transmitir el
conocimiento científico por este medio, con base en un estudio semio-
lingüístico sobre el discurso escrito de divulgación científica (Berruecos,
2004) Sin menospreciar el papel que juega lo visual, este primer acerca-
miento a la historieta de divulgación científica se enfoca más hacia el dis-
curso, ya que se analiza el tipo de contrato de comunicación (Charaudeau,
1993, 1997, 2006 y 2008), que se establece entre los interlocutores, la
estructura narrativa (Adam y Lorda, 1999), y argumentativa (Plantin,
1996), el lugar que ocupa la reformulación, mediante la presencia de
la designación y la denominación (Mortureux, 1993), el papel que
juega la explicación (Borel, 1981; Adam, 2001), y la ejemplificación.
Por último, se aborda la imagen que estas historietas proyectan de la
ciencia, los científicos y del público lego, además de presentarse algunas
observaciones sobre las ilustraciones.

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Análisis semiolingüístico de la historieta de divulgación científica

El contrato de comunicación

Para Charaudeau (1992) el contrato de comunicación delimita las con-


diciones de realización de todo acto comunicativo (oral, escrito, mono-
locutivo o interlocutivo). Para este autor, el discurso de divulgación no
tiene una situación de comunicación propia y, si es que la tiene, siempre
es “híbrida”, puesto que aparece en situaciones tanto de comunicación
didáctica o mediática. La divulgación, entonces, se construye en función
de esos contratos globales de comunicación y, añadiríamos –siguiendo a
Loffler-Laurien (1983)– también en función del contrato global de la
comunicación de la ciencia, puesto que la divulgación depende del tópico
o tema (propos en francés), el conocimiento científico. El semantismo de
los conceptos científicos no ha de ser desvirtuado al ser recontextualizado
y reformulado. Por lo tanto, para Charaudeau (2008), la comunicación
pública de la ciencia se situaría dentro de un contrato particular de co-
municación que especifica las condiciones generales de intercambio: la
finalidad, la identidad de los interlocutores (sujeto que comunica y sujeto
que interpreta), así como el tema.
La divulgación tiene como finalidad transmitir al gran público in-
formación científica y tecnológica mediante un lenguaje accesible para
un público general más o menos lego. Dentro de los objetivos de la
divulgación se encuentran: romper la brecha entre ciencia y sociedad
(integrando el conocimiento científico a la cultura); crear conciencia del
papel estratégico de la ciencia y la tecnología para la sociedad (lo que
tiene una incidencia en la toma de decisiones en una democracia); lle-
nar vacíos de la educación formal; actualizar el conocimiento; incitar el
interés del público general por la ciencia y también, aunque no muchos
lo compartan, cumplir con una función lúdica.
La identidad de los interlocutores es asimétrica, dado que el sujeto
que comunica (científico, divulgador, periodista científico), posee un
saber que su público (heterogéneo, amplio y diverso), no comparte
generalmente. Este público no cautivo, por lo general, admite ese saber
proveniente de la “autoridad” científica sin poner en duda su contenido.
El tema (propos), es decir, ciertas parcelas del saber científico, se pre-
senta por lo general como verdad: estable, no cuestionable, inamovible

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María de Lourdes Berruecos Villalobos

y terminada; concepción generalizada entre el público lego, y se opone


a la práctica científica: investigación que se construye permanentemente
(Latour ,1995).
Siguiendo a Charaudeau (2008), podemos decir que la historieta de
divulgación es un subcontrato de la divulgación y que se manifiesta espe-
cíficamente por medio de sus variantes (Charaudeau, 2008), es decir, por
medio de ciertas características recurrentes que especifican ese contrato
particular. Así, la comunicación pública de la ciencia tiene variables que,
como lo señala este autor, se entrecruzan con el contrato mediático. Ve-
mos, pues, que la historieta de divulgación se inscribe dentro de la prensa
escrita y que esta “escrituralidad” (Charaudeau, 2008), se conjuga con
lo visual. Esta variante del contrato particular de la divulgación también
se entrecruza con la situación de comunicación del discurso didáctico
con la cual la divulgación comparte ciertas características, entre otras,
la necesidad de recurrir a diversos mecanismos de reformulación con el
fin de hacer accesibles los conceptos especializados (Berruecos, 2007).
Por otra parte, la historieta obedece al tipo de comunicación triangu-
lar de la divulgación dado que ésta, como el contrato de la información,
juega un papel de mediador, de instancia de transmisión que va de la
fuente del saber (científico, divulgador o periodista científico), a un
público lego. Esta comunicación pasa sustancialmente por el lenguaje.
Para elaborar el discurso de divulgación es necesario adaptar el len-
guaje esotérico2 de la ciencia en función del blanco, los diferentes públi-
cos que van del mundo científico al mundo económico, político y social,
entre otros. Por ello, es necesaria la presencia del mediador, el periodista
científico o el divulgador, el llamado “tercer hombre”, para llevar a cabo
esta tarea.
Hacer comprensible el objeto de transmisión implica formular hi-
pótesis sobre el público al que se dirige la divulgación, hacer un “cál-
culo” acerca de la distancia que separa la instancia de producción de la
instancia de recepción-interpretación y romper la barrera del saber para
hacerla inteligible. Ahora bien, el mediador en general, y en particular

2 
En el sentido de “reservado”: “Dícese de la doctrina que los filósofos de la antigüedad no
comunicaban sino a corto número de sus discípulos” (rae, 1970:567).

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Análisis semiolingüístico de la historieta de divulgación científica

en las historietas de divulgación, debe tomar en consideración el proce-


so de adaptación y tratamiento de la información científica en función
de la imagen que se construye de su auditorio, las representaciones que
circulan dentro de la sociedad y el lenguaje cotidiano que caracteriza
a su público. El divulgador debe hacer hipótesis sobre la identidad de
su público y, por ende, considerar su mundo de creencias y valores, las
representaciones sociales, el imaginario colectivo. Se trata de hacer una
estimación sobre el interés que ese público puede tener sobre el tema a
tratar y, cuestión fundamental, sobre la manera en que su blanco puede
recibir, percibir y aprehender el saber que se trata de comunicar.
En el caso de la historieta en general, tanto el sujeto que comunica
como aquél que interpreta saben que se establece un contrato de comuni-
cación que los liga mediante la ficción. Lo que se dice se enmarca dentro
de la verosimilitud, esa “ilusión de coherencia real o de verdad lógica
producida por una obra que puede ser, inclusive, fantástica” (Beristáin,
1988:491). Ahora bien, en la historieta de divulgación científica este
contrato establece una suerte de contradicción. Si bien la historieta es del
ámbito de la ficción, la ciencia, justamente, no lo es. Se trata, entonces,
de dos lógicas opuestas. Lo que constituye una realidad probada por
consenso científico es transmitida mediante la intervención de la ficción.
Para ello se puede recurrir a dos tipos de relato: uno de ficción, subjetivo,
y otro situado dentro del ámbito de lo “verdadero”, objetivo. El ficcional
podría tener la función de un relato englobante y el objetivo la de un se-
gundo relato encajado dentro del primero. Este tipo de historieta inserta,
dentro de lo ficcional, elementos de la realidad científica y de la realidad
cotidiana cercana al público blanco. Dice Beristáin (1988:493): “(…),
el discurso, conforme a una organización que le es propia, aporta unos
datos (…), pertinentes para organizar mentalmente la evocación de refe-
rentes posibles que se presentan como ‘efecto de realidad’”. Esto también
se logra mediante las ilustraciones, ingrediente presente en todo tipo
de historietas, pero cuya función es indispensable en las de divulgación
científica, ya que aportan elementos explicativos y contextualizadores.
La narración es el modo de organización privilegiado de la historieta en
general. Ahora bien, en la historieta de divulgación la descripción del ser
y del hacer (Charaudeau, 1992), puede ocupar un espacio sumamente

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María de Lourdes Berruecos Villalobos

importante, como se ha observado en artículos de divulgación en México


(Berruecos, 2004a).

La estructura narrativa

Pasemos ahora a la observación del modo de organización narrativo. La


historieta puede presentarse como una secuencia prototípica del relato,
formada por cinco proposiciones narrativas (Adam y Lorda, 1999:57).
Éstas corresponden a frases simples, compuestas, o a grupos de frases:
Situación inicial (Pn1); Nudo o Complicación (Pn2); Acción o Evalua-
ción (Pn3)3, Resolución (Pn4), y Situación Final (Pn5). El relato puede
estar enmarcado por una proposición que sirve de introducción llamada
Entrada-Prefacio (o proposición Pn0), y por una proposición que en-
cierra una Evaluación Final (PnΩ). Estas proposiciones pueden abrir y
cerrar el relato. La Evaluación Final puede contener una moraleja.
La historieta Teoría del Caos se desarrolla con la forma prototípica
del relato se da mediante cinco personajes que mantienen diferentes
diálogos, y se estructura en tres secuencias narrativas coordinadas (Adam
y Lorda, 1999:80). Dos de los personajes (Leonora y Lorenz), están
presentes en las tres secuencias. Mandelbrot aparece en las dos últimas.
Yasha Sinai en la segunda y R. May en la tercera. Cabe señalar que Lo-
renz, Mandelbrot, Sinab y May, los científicos que aparecen en la histo-
rieta también son científicos en la vida real, lo cual no es necesariamente
conocido para el público.
La Entrada-Prefacio (Pn0), se da por medio de una situativa espacial
y una temporal que sitúan al lector dentro de un ámbito académico, el
Massachusetts Institute of Technology (mit), en la ciudad de Boston, en
1961. Una foto del Instituto acompaña el texto.
La Situación Inicial (Pn1) presenta a Edward Lorenz, científico que
trabaja en su computadora en el mit, en 1961, justo cuando se le cae
una tabla encima de la cabeza. El golpe le provoca mareo. Éste es repre-

3 La Acción puede ser una acción verbal y la Evaluación se refiere, como su nombre lo indica,
a una evaluación sobre la situación que puede implicar una descripción valorativa.

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Análisis semiolingüístico de la historieta de divulgación científica

sentado en la ilustración con mariposas que vuelan en forma circular


alrededor de su cabeza. Una de ellas, humanizada mediante el cuerpo
de mujer, se convierte en el segundo personaje: Leonora. Se delimita
entonces la carencia y el objeto de búsqueda: predecir el clima en todas
las coordenadas del planeta. Leonora toma el papel de Ayudante pues
provee de datos a Lorenz.
El Nudo o Complicación (Pn2), aparece cuando Leonora le dice a
Lorenz que algo no funcionará y por lo tanto pone en duda que ese día
vaya a ser el “gran día” del descubrimiento de Lorenz. La Complicación
se concreta en las pruebas que Lorenz tiene que pasar para lograr el ob-
jeto de búsqueda: un huracán le hace ver el error en su programa para
predecir el clima y los resultados sobre las variaciones en el tiempo de la
temperatura son absurdos, pues sufren un cambio muy drástico.
La Acción (Pn3), como en otras historietas de divulgación, es de tipo
cognitivo. La aliada (Ayudante), Leonora, le dice a Lorenz que ella sabe
por qué su modelo no funciona. Lorenz pone en duda que ella lo pueda
saber. Leonora provee entonces tres argumentos que contra-argumentan
a Lorenz:

–Un suceso imprevisible como mi aleteo [comparación] provoca un evento


aparentemente inconexo que es posible provoque uno más y otro, hasta llegar
a influir en el nacimiento de un huracán en el Pacífico Sur.
–Jamás podrás hacer entrar en tu computadora el sinfín de variables que
participan en la creación de un huracán, porque querer hacerlo, sería casi
tan difícil, como querer meter el infinito en ella. [Otro símil]
–Aún el más mínimo y distante suceso, puede determinar la magnitud
de un evento mayor.

Y termina con una conclusión:

–Un huracán no será igual a otro, ni seguirá la misma trayectoria. Tres


ecuaciones nunca serán suficientes.

Como se puede observar, en esta historieta se incluye lo que Chris-


tian Plantin (1996: 20-27), llama diálogo argumentativo, en el que a una

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María de Lourdes Berruecos Villalobos

Proposición (en el sentido de un ofrecimiento), que expresa un punto de


vista de un Proponente, le sigue un rechazo de un Oponente. Cuando la
proposición es problematizada, surge el tema del debate: el problema.
Para defender su punto de vista, el Proponente presenta una serie de datos
que justifica su Proposición.
La Resolución (Pn4), se obtiene gracias a Leonora, puesto que Lorenz
llega a delimitar otro problema:

–Y así, Edward Lorenz, meteorólogo y matemático del mit, tratando de


predecir el clima, acabó encontrando las semillas de una nueva ciencia: el
Caos Determinista.

Inmediatamente después de la Resolución de esta primera secuencia


narrativa, se enlaza otra secuencia. La Situación Inicial (Pn1), se da en un
billar (situativa espacial), al que asisten Leonora y Lorenz. Allí encuentran
a Benoît Mandelbrot, amigo y colega de Lorenz. Se entabla un diálogo
sobre el cálculo predecible (en el juego del billar). Entra otro científico,
Yasha Sinai, que demuestra con un plato puesto al centro de la mesa de
billar que ese obstáculo permite ver la Teoría del Caos, pues perturba el
sistema. El objeto de búsqueda sigue siendo la predicción de eventos.
La Complicación (Pn2), se da mediante la argumentación. Man-
delbrot cree poder predecir eventos, mientras que Yasha Sinai contra-
argumenta diciendo que la geometría clásica no alcanza para eso.
La Acción (Pn3), también es de tipo cognitivo. Mandelbrot deduce
que se necesitaría otro modelo en el cual quedará representado el caos
mismo.
Otra Complicación surge: Yasha Sinai contra-argumenta afirmando
que en ningún modelo cabrá el infinito. Los sistemas cerrados y perfectos
con condiciones ideales no existen en la naturaleza. A esto Mandelbrot
contraargumenta: los sistemas en la naturaleza existen y se repiten.
La Resolución (Pn4), se da con la deducción de Mandelbrot: se trata
de un “modelo fractal”.
La Situación Final (Pn5), se resume en una conferencia de Mandel-
brot en 1976, donde el científico presenta la Teoría del Caos y los frac-
tales. La aliada de Mandelbrot es, según este científico, Leonora:

Lenguajes y discursos 225


Análisis semiolingüístico de la historieta de divulgación científica

–Leonora me fue de gran ayuda Edward, sin ella no hubiera logrado nada.
Aquella tarde de billares…

Una vez más, una secuencia coordinada sigue inmediatamente a la


otra. La Situación Inicial (Pn1), presenta a Lorenz y Mandelbrot, quie-
nes planean ir a ver a Robert May, otro científico dedicado a la ecología.
La Complicación (Pn2), presenta el problema: R. May trabaja con
lagartijas, pero el problema es que la población de estos reptiles sube
y baja, y los cambios son disparatados. La Evaluación (Pn3), de parte
de May es que su teoría propone que también hay caos en la ecología.
La Resolución (Pn4), es la explicación que ofrece Leonora sobre el cre-
cimiento y disminución de las poblaciones de lagartijas e insectos. La
Situación Final (Pn5), presenta a Leonora quien sostiene que se trata de
un sistema caótico porque no se puede predecir el número de insectos
y/o lagartijas. La Conclusión es que la naturaleza es caótica, y es impo-
sible su exacta predicción. R. May introduce entonces un argumento de
tipo restrictivo:

–Pero si creamos un ecosistema ideal… donde controlemos el número de


bichos y de lagartijas…

Leonora contra-argumenta:

–Nunca será lo suficientemente perfecto porque la realidad es caótica.

La historieta termina con una Evaluación Final (PnΩ), introduciendo


un nuevo personaje: una mariposa con cuerpo de hombre que invita a
volar a Leonora. Ésta se pregunta si ese vuelo levantará huracanes (reto-
mando el comienzo de la historia en que Leonora aletea y se produce un
huracán en el Pacífico Sur). Vuelan y se crea un huracán. Se trata, pues,
de la comprobación de la teoría mediante la demostración de que un
suceso imprevisible, como el aleteo de las mariposas, provoca un evento
que a su vez provoca otro hasta influir en el nacimiento de un huracán.
Con ello se esclarece al lector por qué en el primer cuadro de la historieta
aparece como título Teoría del Caos. Efecto Mariposa.

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María de Lourdes Berruecos Villalobos

Como hemos podido observar, la historieta Teoría del Caos está con-
formada por tres secuencias narrativas que incluyen constantemente un
Proponente y un Oponente. En otras palabras, se construyen mediante la
argumentación y contra-argumentación, utilizando la deducción para
llegar a la conclusión.

La reformulación en la historieta

Una de las características fundamentales del discurso de divulgación es


expresar en un vocabulario propio del discurso cotidiano el léxico propio
de la ciencia, es decir, se trata de un procedimiento de reformulación.
Para reformular el discurso científico es necesario hacer una adecuación
de ese discurso “base” o “discurso primario”, fuente y objeto de men-
ción. La reformulación del discurso científico se constituye como un
metadiscurso, un discurso sobre el discurso (por ejemplo, lo que hace
la explicación o la definición). Este procedimiento muestra la enuncia-
ción del discurso base, ya que en el discurso de divulgación coexisten
diferentes vocablos ligados entre sí por marcadores pertenecientes a una
estructura metalingüística (como es decir, en otras palabras, es igual a, lo
que es lo mismo que, etcétera). Esto da paso a una correferencia sistemá-
tica, a la yuxtaposición del discurso científico y el discurso cotidiano o
al señalamiento del término “extraño”, en función de la posición de los
interlocutores.
Otra de las características del discurso de divulgación es la presen-
cia simultánea de términos científicos o técnicos y de un vocabulario
cotidiano dentro de un mismo espacio discursivo. Existen una serie de
operaciones que permiten la reformulación. Entre ellas se encuentran la
definición, la denominación, la designación, la explicación y la ejempli-
ficación. Dentro de la reformulación se puede localizar el símil, figura
que permite “realzar un objeto o fenómeno manifestando, mediante un
término comparativo (como o sus equivalentes), la relación de homo-
logía, que entraña –o no– otras relaciones de analogía o de semejanza
que guardan sus cualidades respecto a las de otros objetos o fenómenos”
(Beristáin, 1988:99).

Lenguajes y discursos 227


Análisis semiolingüístico de la historieta de divulgación científica

La definición es una “proposición que expone con claridad y exactitud


los caracteres genéricos y diferenciales de una cosa material o inmaterial”
y el acto de definir es “fijar con claridad, exactitud y precisión la signifi-
cación de una palabra o la naturaleza de una cosa” (rae, 1979: 427). La
definición se encuentra, entre otros, en el discurso científico, didáctico y
de divulgación, y se caracteriza por proponer la equivalencia de un tér-
mino por medio de denominaciones, designaciones, caracterizaciones,
enumeraciones y funciones, además de ser atemporal, acircunstancial y
estar desligada de quien la formula.
La denominación es una variante de la definición y consiste en nombrar
a un ser con una “etiqueta” (que representa a un ser o a una clase de seres),
(Charaudeau, 1992). Se configura por medio del verbo ser/estar, seguido
de un nombre propio o un nombre común, precedido de un artículo.
De acuerdo con el Diccionario de Análisis del Discurso, la denominación
se define como un acto que permite establecer una asociación referencial
durable entre un objeto y un signo “x”. La unidad por medio de la cual se
realiza este acto de referencia tiene que estar codificada, es decir, apren-
dida, memorizada, y haber sido objeto de un acto previo llamado “acto
de bautizo”, o bien, de un hábito asociativo. En otras palabras, el sujeto
enunciador tiene dominio en cuanto a su utilización y el sujeto que inter-
preta puede reconocerla. Por lo cual, esta unidad debe ser un nombre pro-
pio o un nombre común (Charaudeau y Maingueneau, 2005:163-164).
La designación se opone a la noción de denominación pues crea una
asociación ocasional entre una secuencia lingüística y un elemento de la
realidad. No es objeto de un acto previo, como sucede con la denomi-
nación (el “acto de bautizo”), como tampoco de un hábito asociativo
(Charaudeau, 1992). Además, no está codificada y no tiene que ser
memorizada. Veamos como ejemplo el titular de Conozca Más: “Clona-
ción: la audacia del milenio”.4 Como podemos observar, “la audacia del
milenio” no nos lleva a crear la asociación inmediata con “la clonación”,
sino que puede reenviar a otras “audacias del milenio” y no forzosamente
a la clonación. Por lo mismo, crea solamente una asociación ocasional
no memorizada ni codificada.

4  Conozca Más, Año 8, núm. 8, agosto, 1997.

228 Lenguajes y discursos


María de Lourdes Berruecos Villalobos

La explicación se desprende del operador “por qué” o del operador


“cómo” y se construye en forma de secuencia. Para Borel (1981:33-34),
el discurso explicativo, desde el punto de vista de su objeto, es un pro-
cedimiento en el cual un fenómeno singular es asociado a un esquema y
después es vuelto a describir en función de ese esquema, procedimiento
que implica tres etapas:

• el anclaje de explicación: el objeto por explicar es designado en tanto


que singular, diferente, y es descrito en función de un problema por
resolver;
• un procedimiento de tipo interpretativo, suscitado por la pregunta
que busca una razón que explica;
• un procedimiento de tipo justificativo que contiene las pruebas fac-
tuales o deductivas en el cual el objeto por explicar se convierte en
consecuencia de la razón dada y, por ello, “explicado”.

En la divulgación frecuentemente las secuencias explicativas no ex-


plicitan los operadores ¿cómo? o ¿por qué?; éstos quedan implícitos.
La misma cuestión puede suceder con el operador “porque” que sigue
normalmente al operador “por qué”.
Jean-Michel Adam (2001:132) subraya que lo que él denomina esque-
matización inicial, una macro-proposición que presenta un objeto com-
plejo, es frecuentemente sobreentendida y que la conclusión-evaluación
puede ser desplazada al principio de la secuencia o bien ser eliminada. El
todo es frecuentemente precedido por una descripción (esquematización
inicial), que plantea el objeto problemático.
Finalmente, la ejemplificación en la divulgación permite, sobre todo,
ilustrar, simplificar lo complejo, hacer comprensible algo que el divul-
gador juzga que puede resultar complicado, ajeno o desconocido para el
público destinatario. También permite comprobar y autorizar lo dicho
anteriormente. En este sentido crea una estrategia de credibilidad, puesto
que sirve de prueba o confirmación. La ejemplificación constituye un
recurso ampliamente utilizado tanto por el discurso didáctico como por
el discurso de divulgación.

Lenguajes y discursos 229


Análisis semiolingüístico de la historieta de divulgación científica

Pasemos ahora a observar los procedimientos utilizados para refor-


mularlos en Teoría del Caos.

Denominación
1. –Y así, Edward Lorenz, meteorólogo y matemático del mit, tratando de
predecir el clima, acabó encontrando las semillas de una nueva ciencia: el
Caos Determinista.
2. –Sin embargo los sistemas en la naturaleza existen y se repiten y se repi-
ten… (…), ¡Exacto! “Un modelo fractal”.

Designación
1. –Hay variaciones que no puedes tomar en cuenta.
–¿Variaciones? ¿Hablas de eventos externos?

Símil
1.- Jamás podrás hacer entrar en tu computadora el sinfín de variables que
participan en la creación de un huracán, porque querer hacerlo sería casi
tan difícil, como querer meter el infinito en ella.

Explicación
1. –Yo sé por qué tu modelo no funciona, Edward.
–Qué vas a saber tú!
–Sé que un suceso imprevisible como mi aleteo, provoca un evento aparente-
mente inconexo que a su vez, es posible que provoque uno más y otro, hasta llegar
a influir en el nacimiento de un huracán en el Pacífico Sur. Jamás podrás hacer
entrar en tu computadora el sinfín de variables que participan en la creación
de un huracán, porque querer hacerlo sería casi tan difícil, como querer meter
el infinito en ella. Aún el más mínimo y distante suceso, puede determinar la
magnitud de un evento mayor. ¿Cómo esperas, querido, predecir la volubilidad
del clima? Un huracán no será igual a otro, ni seguirá la misma trayectoria.
Tres ecuaciones, nunca serán suficientes.
2. –Las lagartijas comen insectos. Si hay muchos insectos, las lagartijas
tienen mucho que comer y crece la población. Al crecer la población de
lagartijas disminuye la de insectos… al disminuir los insectos hay menos
comida y entonces disminuyen las lagartijas. Es un sistema caótico porque

230 Lenguajes y discursos


María de Lourdes Berruecos Villalobos

ninguno puede predecir el número de insectos y/o lagartijas y en qué medida


van a sobrepoblarse o a tener problemas para ello. Así de sencillo (explicación
con denominación).
3. –Puedes crear el ecosistema que quieras Robert, pero nunca será lo
suficientemente perfecto, porque si lo fuera, entonces nunca serviría para
estudiar la realidad, porque la realidad es caótica; un sistema tan complejo que
necesita de modelos complejos para ser explicado.

Ejemplificación
1. –Sin embargo los sistemas en la naturaleza existen y se repiten y se repi-
ten… Por ejemplo: un árbol y una de sus ramas la cual es como un árbol más
pequeño, y luego cada ramita de esa rama, que es como un árbol también…
(ejemplificación con uso del símil).

En Teoría del Caos, la explicación tiene un lugar más importante


que las otras reformulaciones, sin embargo, únicamente aparecen tres
secuencias explicativas. Como se puede observar, tan sólo se utilizan dos
denominaciones y una ocurrencia de designación, símil y ejemplifica-
ción. La reformulación no tiene gran cabida en esta historieta, cuestión
que no deja de sorprender. En ella se escenifica más bien el proceso argu-
mentativo que lleva al científico a deducir las teorías. Así, sin explicitarlo,
se trata de “escenificar” la demostración de la teoría del Caos y el hecho
de que las predicciones son imposibles a causa de las inestabilidades,
dejando de lado la teoría de la mecánica de Newton.

La imagen de la ciencia, los científicos y el público lego

La divulgación integra diferentes visiones del mundo forzosamente


heterogéneas; retoma y reconstruye imágenes; las ofrece en muchas
ocasiones en contraposición; las expone al público en una especie de
balanza, brindando al mismo tiempo una semantización de la ciencia y
sus actores (Berruecos, 2000).
Esta parte trata de poner en evidencia que la historieta de divulgación,
al igual que la divulgación en general, fragua ciertas imágenes de la cien-

Lenguajes y discursos 231


Análisis semiolingüístico de la historieta de divulgación científica

cia, del científico y del público al cual va dirigida (cf. Berruecos, 2000).5
Se trata de la proyección de estereotipos y representaciones que circulan
dentro de la sociedad. Estas imágenes conforman identidades sociales
y discursivas. La noción de estereotipo es esencial en la edificación del
ethos (Amossy, 1999:134), es decir, la construcción de la imagen del
sujeto enunciador dentro de su discurso. Como se ha señalado, ya existe
una cierta imagen pública del científico, fabricada esencialmente por los
medios (Berruecos, 2004b: 73). Este bastimento es anterior a la imagen
que se construye en el discurso, en otras palabras, es lo que constituye el
ethos prediscursivo (Maingueneau, 1999) y está en estrecha relación con
los mitos de “sacralización” y “satanización” de la ciencia. La imagen que
el enunciador proyecta de la ciencia y sus actores, así como de su públi-
co, se ofrece al destinatario para su reconocimiento con base en la doxa6
(Amossy, 1999:135), y contribuye a la creación de representaciones.
Veamos la imagen que se proyecta de la ciencia en la historieta Teoría
del Caos. La ciencia es presentada en este cómic como una continua
construcción, es decir, en evolución permanente. Por ejemplo, se dice
que la geometría clásica o la mecánica de Newton no permiten llegar a
comprender las inestabilidades. Por lo mismo, se plantea la necesidad de
una nueva teoría: la del Caos. La imagen de la ciencia es la de una edi-
ficación que se logra gracias a las aportaciones de varios científicos y no
de uno sólo, por medio de sus diálogos, argumentos, contra-argumentos
y deducciones. Cada descubrimiento, independientemente de quién lo
realice, es mostrado como un saber que se acumula y permite la evolu-
ción de la ciencia.
Con el fin de contextualizar al público-meta, se ofrecen elementos de
la identidad social de los científicos. De Edward Lorenz se especifica su
profesión: un meteorólogo y matemático que encontró los fundamentos
del Caos Determinista y se sitúa el lugar donde desarrolla su trabajo
(Massachusetts Institute of Technology, Boston). De Benoît Mandel-

5  Veáse también el artículo de Martha Tappan V. (2008) sobre imágenes progresistas y


apocalípticas de la ciencia construidas en el cine de ciencia ficción.
6 “Doxa es una palabra tomada del griego y que designa la opinión, la reputación, lo que se
dice de las cosas o de las personas. La doxa corresponde al sentido común, es decir, a un conjunto
de representaciones socialmente predominantes (…)” (Charaudeau y Maingueneau, 2005: 190).

232 Lenguajes y discursos


María de Lourdes Berruecos Villalobos

brot se especifica que es científico, colega y amigo de Lorenz, y que en


1976 presentó una conferencia sobre la Teoría del Caos y los Fractales.
De Yasha Sinai, colega de Lorenz y Mandelbrot, se transmite que es un
científico que sostiene que las inestabilidades hacen las predicciones im-
posibles; que la geometría clásica no tiene respuestas para entender las
inestabilidades y que ningún modelo puede representar el caos porque
en ninguno cabe el infinito. Y, por último, Robert May es presentado
como colega de Lorenz y Mandelbrot, un ecólogo que experimentando
con lagartijas encontró que también hay caos en la ecología.
Dos de los científicos que aparecen en la historieta portan camisa
de cuello, corbata y saco. Todos son presentados como muy trabajado-
res y curiosos, pues siempre están planteándose preguntas y tratando de
resolverlas. A pesar de transmitir una imagen de seriedad, es decir, de
objetividad, también aparecen como subjetivos, como humanos. Por
ejemplo, Lorenz se enoja por un error en su programa y patea la com-
putadora. Cuando esto sucede, Leonora (la mariposa), le dice: “Edward,
querido, debes tranquilizarte”, “trata de tranquilizarte”. Lorenz también
se presenta de manera impositiva, como autoridad, cuando Leonora le
dice: “Yo sé por qué tu modelo no funciona, Edward” y éste le responde:
“¡Qué vas a saber tú!” Leonora le ofrece argumentos que llevan a Lorenz
a deducir y aceptar humildemente los argumentos de Leonora: “El caos
Leonora. ¡El incitante caos! Eres una genio (sic), querida. Lo escribiré.
Lo escribiré todo.”
Por otra parte, en su encuentro con Yasha Sinai, este último flirtea
con la mariposa Leonora. Lorenz se molesta con ella porque le lanza un
beso a Yasha Sinai y le grita “¡Leonora!”. Lorenz y Leonora se hablan con
términos cariñosos: “querido”, “querida”, “eres una genio (sic), querida”.
Por su parte Yasha Sinai en su papel de seductor le dice a Leonora: “Llá-
mame, linda…”, ofreciéndole una tarjeta personal. La imagen seductora
de Yasha Sinai no corresponde a la del estereotipo del científico serio,
aislado y antisocial que circula en la sociedad de la cual habla Dorothy
Nelkin (1990).
En estos ejemplos se puede observar la inclusión de la subjetividad de
los científicos, es decir, de su punto de vista, mediante verbos modales
(como deber, saber), y de la modalización (por ejemplo, con adjetivos

Lenguajes y discursos 233


Análisis semiolingüístico de la historieta de divulgación científica

como querido, incitante, querida o el uso de las exclamativas). Esto co-


labora a presentar esa parte “humana” de los científicos, frecuentemente
relegada, que se expresa con términos de emoción (Plantin, 1998), y por
medio de la atribución de actitudes sociables de amistad, colaboración
y compañerismo.
En esta historieta los científicos argumentan todo el tiempo, ofre-
ciendo datos y contra-argumentos para llegar a deducciones que repre-
sentan conclusiones. Con ello se ofrece al auditorio de la historieta la
manera en que el científico deduce teorías y cómo se construye el cono-
cimiento científico. También se proyecta la imagen de que el científico
es especialista en su dominio, pero que a la vez es humilde, pues acepta
desconocer otros campos que sus colegas conocen. Así, por ejemplo, R.
May les pregunta a Lorenz y Mandelbrot si saben algo de ecología de lo
cual el primero es especialista. Lorenz no responde y Mandelbrot con-
testa “muy poco”. También se ofrece una imagen de reconocimiento a
los colegas. Por ejemplo, Lorenz retoma el planteamiento de Sinai: “Las
inestabilidades serán enormes y entre más inestabilidad, más caos…”
y agrega “Muy interesante Yasha Sinai”. Después de la conferencia
de Mandelbrot sobre el Caos y los Fractales, Lorenz se acerca a él y
tomándolo del brazo le dice: “¡Felicidades colega! Ha sido una cátedra
excelente”.
La imagen de los científicos también se construye mediante las ilus-
traciones y por medio de caracterizaciones comportamentales que deno-
tan el tipo de identidad discursiva que se edifica. Por ejemplo, la imagen
del científico que trabaja arduamente se observa en la caracterización:
“Edward Lorenz trabajaba con una computadora cuando…”. La ima-
gen del científico subjetivo se observa cuando Lorenz en la ilustración
patea la computadora y grita “¡Estoy cansado de ti! ¡Máquina inútil!”.
También como subjetivo por exagerado: “He revisado mil doscientas
cincuenta y ocho veces el programa, Leonora”. La ilustración lo muestra
enojado, levantando un brazo, desesperado. Su enojo también se pone
de manifiesto mediante la ilustración y el diálogo con Leonora: “¡Estos
resultados son absurdos! ¡Si las condiciones iniciales son tan parecidas,
es imposible que las variaciones en el tiempo de la temperatura sufran
un cambio tan drástico!”.

234 Lenguajes y discursos


María de Lourdes Berruecos Villalobos

Por último, es de subrayar que en esta historieta no se convoca al


público destinatario explícitamente, sino que se deduce por el género
historieta, por la utilización del lenguaje y por el tipo de imágenes que
ella incluye.
En esta historieta se expone una cara “humana” del científico, alejada
del estereotipo del cual habla Dorothy Nelkin (1990:31):

(…), los periódicos y revistas populares no sólo se refieren a la ciencia como


algo aparte de las actividades normales, también retratan a los científicos,
al menos a los hombres, como socialmente apartados, por encima de las
preocupaciones humanas normales. Se presenta la ciencia como una acti-
vidad de genios solitarios, cuyo éxito es consecuencia de la inspiración y la
total dedicación a su trabajo.

Algunas observaciones sobre la relación ilustración-discurso

La presencia, localización, calidad y cantidad de elementos iconográficos


tienen incidencia en el discurso. Existe una correlación entre la función
semántica de las imágenes (Jacobi, 1985), y el tipo de discurso del que
se trate. Una mayor cantidad de elementos iconográficos lleva a pensar
que se trata de un público más amplio, y por ende heterogéneo, como
es el caso de la historieta.
M. Tardy (1975)7 delimita cuatro tipos de funciones semánticas o de
significado de las ilustraciones:

• la de anzuelo que motiva al llamar la atención;


• la de producción de un referente o de un doble que substituye la
realidad;
• la función onírica que conecta con el universo imaginario;
• y la función de mediación intersemiótica, es decir, entre dos sistemas
de signos (como la lengua, la cibernética, las matemáticas, etcétera),
que ilustra pasando de un código a otro.

7  D. Jacobi (1985) se basa en M. Tardy (1975).

Lenguajes y discursos 235


Análisis semiolingüístico de la historieta de divulgación científica

En Teoría del Caos se pasa del discurso a la imagen mediante uno de


los cuatro tipos de funciones semánticas de las ilustraciones: la produc-
ción de un referente o de un doble que substituye la realidad. Práctica-
mente todas las ilustraciones son sumamente sencillas y cumplen con la
misma función. La ilustración del personaje principal (serio, trabajando,
enojado, gritando, molesto), se complementa con el discurso y con los
signos de exclamación, lo que restituye, de alguna manera, la interlocu-
ción que se da en la conversación cotidiana.
Además, hay que subrayar que en la historieta de divulgación va-
rias ilustraciones necesitan del texto que las acompaña para poder ser
comprendidas. Estas ilustraciones dependen del texto explicativo y lo
complementan; no son autónomas y precisan de la contextualización de
la palabra que permite comparaciones entre lo desconocido y lo recono-
cible. En este sentido, los dibujos que conforman un todo junto con el
discurso, facilitan la comprensión de información nueva y contribuyen a
la co-construcción de sentido. Ahora bien, así como la ilustración requie-
re del texto para ser asimilada, también la ilustración permite caracterizar
a los personajes, lo que complementa el discurso con la descripción. En
ocasiones, el discurso necesita de la ilustración para ser comprendido, o
bien establece un puente con la ilustración como se hace con el uso de
deícticos, expresiones cuyo referente sólo se puede determinar por me-
dio del contexto enunciativo (identidad de los interlocutores y entorno
espacio-temporal en el que se inscriben).
Por lo general, las explicaciones son ilustradas con elementos cotidia-
nos fácilmente identificables por el público. Algunos de ellos se encuen-
tran insertados dentro de la misma trama de la historieta.
Por otra parte, se presentan dibujos que implican un orden cronológi-
co, impuesto por la orientación y sucesión de elementos que conforman
la imagen de izquierda a derecha y de arriba abajo, que es instaurado por
el texto y reproducido por la imagen.

236 Lenguajes y discursos


María de Lourdes Berruecos Villalobos

Conclusiones

En esta historieta de divulgación, como en todas las historietas, aparecen


personajes que dialogan entre sí. En este tipo de textos se pude observar,
de manera “diferida”, lo que C. Kerbrat-Orecchioni (1996:19-20), de-
nominó el “tropo comunicacional”, un “estratagema enunciativo”, en el
cual aparentemente un locutor se dirige a un segundo locutor aunque en
realidad orienta su discurso a un tercer locutor, el denominado “tercero”
(Montes y Charaudeau, (coords.) 2009), que escucha esas palabras. En
el caso de las historietas, como sucede en el teatro, por lo general, apa-
rentemente los personajes se dirigen a otros personajes y el público no
constituye un interlocutor de dichos personajes, pues de hecho, no existe
para ellos. Como dice Kerbrat-Orecchioni (1996), el público constituye
una suerte de “espía”, que “sorprende” un discurso que, en principio, no
le está destinado. En realidad, ese discurso está puesto en escena para a
ese público a quien es dirigido en primera y última instancia. Las tres
historietas sobre física incluyen personajes que dialogan, como en una
representación teatral. Este diálogo es una simulación escenificada en
función de un blanco específico: el público lego. De hecho, el hilo con-
ductor se construye mediante una serie de preguntas y respuestas que
figuran esa interlocución entre los personajes. Las preguntas permiten
deducir la imagen que el divulgador tiene de su público; aquello que él
considera que su auditorio ha de plantearse sobre la temática selecciona-
da por el divulgador y desconocida por aquél. Las respuestas constituyen
explicaciones provenientes de personajes “autorizados”, es decir, de per-
sonajes que representan ser una autoridad en la materia (médicos, físico-
médico, técnico o científicos). Estos personajes “calificados” hablan, de
hecho, con la voz del divulgador. El narrador en esta historieta –como
en las otras dos de FisiCómics– es extradiegético, pues no participa en
los hechos relatados.
Ahora bien, hemos podido observar que en una de las historietas de
nuestro corpus, Leonardo y la física en la medicina, no aparece lo que pro-
piamente se llama una secuencia narrativa, puesto que no se crea ninguna
intriga. Por el contrario, sólo se ofrece una sucesión cronológica de explica-
ciones que no implican una trama, sino secuencias base de tipo explicativo.

Lenguajes y discursos 237


Análisis semiolingüístico de la historieta de divulgación científica

En cuanto a la estructura narrativa de la historieta Teoría del Caos,


vimos que dentro de cada secuencia narrativa se incrusta una secuencia
argumentativa y que de esta manera se expone el quehacer científico, la
ciencia en “continua construcción” (Latour, 1995), cuestión fundamen-
tal que muchas veces es abandonada por la divulgación. Las secuencias
argumentativas ofrecen un esquema argumentativo puesto en escena de
manera dialógica a partir del tema de debate: la predicción de eventos.
En cada una de las secuencias se resuelve el diálogo argumentativo con
una proposición que, fundada en datos, se convierte en conclusión. Ésta,
al ser rechazada, crea un contra-discurso de parte del interlocutor. La
contra-argumentación lleva a otra conclusión que deja de ser refutada:
se trata de la teoría del Caos Determinista, el Caos y los Fractales y el
Caos en la Ecología. Esto revela una construcción de sentido con base
en procesos cognitivos. La explicación se construye como una interac-
ción discursiva que remite a operaciones de tipo lógico-cognitivas. Éstas
insertan representaciones del mundo que permiten organizar conceptos
(Zamudio y Atorresi, 2000:10). La explicación juega un papel muy
importante tanto en el discurso didáctico como en el de divulgación
científica (Berruecos, 2002:55), puesto que constituye una respuesta al
por qué de los hechos o de los fenómenos, y tiende a validar el conoci-
miento, las causas y las consecuencias de los mismos. No resulta casual
que dos de estas tres historietas se estructuren básicamente como secuen-
cias explicativas. En la divulgación escrita, las secuencias explicativas
pueden estar incrustadas en secuencias narrativas (Berruecos, 2002:75),
y cuando la explicación es narrativizada, se da frecuentemente de manera
cronológica, como es el caso en estas historietas.
Por otra parte, la utilización de la denominación juega un papel
importante, puesto que ofrece un puente que va del discurso cotidiano
al discurso científico. Sin embargo, prácticamente no aparecen desig-
naciones que permitirían con su recurrencia ofrecer definiciones por
equivalencia, creando paradigmas designacionales (Mortureux, 1993),
capaces de dar cohesión al discurso y co-construir sentido.
La utilización del símil o de la comparación, además de poner en re-
lación dos campos de conocimiento diferentes (uno de orden conceptual
–el léxico científico– y el otro del orden de la percepción cotidiana, de

238 Lenguajes y discursos


María de Lourdes Berruecos Villalobos

lo conocido), se encuentra al servicio de la explicación, ya que permite


la elucidación de objetos problemáticos. Lo mismo sucede con la ejem-
plificación que permite pasar de lo abstracto a lo concreto. Sin embargo,
la presencia de estos mecanismos es bastante limitada. Ahora bien, tanto la
denominación, la designación, la definición, el símil y la ejemplificación
están al servicio de la explicación, una subcategoría de la argumentación,
puesto que se basa en operaciones lógico-lingüísticas, concretamente en
un modo de razonamiento de tipo causal, pero orientado de la conse-
cuencia hacia la causa (Charaudeau, 1992:796).
En cuanto a la imagen que se proyecta de la ciencia y de los científi-
cos, esta historieta comporta una clara valoración positiva. Esta valoración
está fundada por el ethos prediscursivo que los medios difunden dentro de
la sociedad. Como se observó, esta historieta propone la “humanización”
de la imagen estereotipada del científico (Nelkin, 1990), lo que puede
constituir una estrategia para acercarlo al público, normalmente alejado
del mismo. Este cómic no incluye ninguna imagen explícita del públi-
co destinatario. En cuanto a las ilustraciones, se observa que el tipo de
función semántica predominante es la de la producción de un referente
o de un doble que substituye la realidad.
Finalmente, una buena utilización de la estructura narrativa –propia
de la historieta– así como una mayor explotación de recursos descrip-
tivos para hacer divulgación puede constituir una excelente estrategia
de captación de ese público joven al que normalmente está dirigida.
Ahora bien, para lograr captar la atención del mismo, se necesita que
sea lo suficientemente atractiva para cautivarlo. Además, que involucre
al lector mediante la inclusión fundamental de la intriga –que induce a
la acción– y que no sólo se estructure como una búsqueda a nivel cogni-
tivo. Aunque esto último es parte fundamental del quehacer científico,
la historieta pretende divertir, de manera que su trama logre cautivar. Si
no logra comunicar ciertos contenidos científicos, por lo menos, ha de
pretender despertar el interés de ese público y lograr acercarlo, de forma
amena, a la ciencia. Para ello, es deseable establecer lazos emocionales
con el interlocutor, creando una aproximación a la ciencia de tipo lúdico,
cuestión que no siempre se logra.

Lenguajes y discursos 239


Análisis semiolingüístico de la historieta de divulgación científica

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