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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ACATLÁN.

DIVISIÓN DE HUMANIDADES

FILOSOFÍA

RAMÍREZ PABLO MILLÁN

SOBRE LA DEPRECIÓN.

En este escrito quiero hablar sobre la depresión para hacerla comprensible desde una
perspectiva filosófica. Para ello me ayudaré de los escritos “¿Sueñan los androides con
ovejas eléctricas?” de Philip Drick y el libro “Del sentimiento trágico de la vida” de Miguel
de Unamuno. Comprender filosóficamente la causa de la depresión nos ayuda a entender
que todo padecimiento desprendido de esta condición es y tiene su origen en uno mismo
Desde este entendimiento de un como causa, la cura para este padecimiento
convenientemente debe de surgir de uno mismo también. Es decir uno mismo es causa
de su enfermedad y cura de la misma. Comprendido esto podríamos saltarnos la parte
farmacológica y evitar dopar nuestro cuerpo con medicamentos que ni solucionan el
problema y hasta lo agravan generando dependencia existencial.

En el capítulo XV de la novela ¿Sueñan los Androides con ovejas eléctricas? Se


describe un evento muy particular muy someramente pero al mismo tiempo muy
revelador sobre la condición del hombre. La situación consiste en que el protagonista,
después de varios eventos que le suscitaron en el día y más que nada el encuentro con
otro cazador de androides, entra en una especie de crisis al notar que comenzaba a sentir
empatía por los androides que cazaba y eso lo conflictuaba culposamente. Debido a esto
el protagonista entra en una especie de depresión que intenta mitigar comprando una
cabra real. Sin embargo aunque contento con esta cabra, la depresión aún seguí
lacerándolo al punto de tener que compartir su experiencia con su mujer que
habitualmente sufría cuadros depresivos.

A continuación cito el diálogo. “Jamás lo había sentido antes. Podría ser una depresión
como las tuyas. Ahora comprendo cómo sufres cuando estás deprimida. Yo pensaba que
te gustaba sentirte así, y que siempre podías salir de la depresión, al menos con la ayuda
del de órgano de ánimos. Pero cuando la depresión es muy profunda, no te importa.
Sientes apatía, porque has perdido toda sensación de valor. Y no te importa sentirte mejor
porque, si no tienes valor…”

El protagonista al parecer jamás había sentido una depresión tan intensa como la que le
acontecía en ese momento. Sintiendo una depresión tan profunda pudo asimilar y
relacionar su sentir con el que su esposa generalmente tenía. Retomando esa parte de
la novela se hace patente que para empezar uno no sabe que es la depresión hasta que
la sufre. No es posible comprenderla por empatía ni mucho menos entenderla a partir de
la descripción de los síntomas. En sí el depresivo está sólo en su sentir.

Después el protagonista de la novela confiesa que él pensaba que a su mujer le gustaba


sentirse depresiva y cuando ya no quisiera podía salir de la situación con el órgano de
ánimos. Esta parte es importante porque así diferenciamos grados en la depresión. En
un sentido sentirse deprimidos por un solo día en un momento muy corto puede ser
benéfico para la sensibilidad del individuo en tanto que le hace apreciar la existencia
humana desde otro ángulo volviendo más rica y diversa la experiencia del hombre. Sin
embargo hay un salto entre el disfrute de la sensación depresiva y la depresión sentida
ya como enfermedad.

El protagonista comprendió en su experiencia el origen y causa de la depresión enfermiza


y profunda que sufría. Esta causa consiste en la pérdida del valor. Esto es, que el hombre
extravió, olvido o se hizo insensible a la cualidad que tiene todo hombre de estimar o
apreciar ya sea de manera positiva o negativa la existencia. La conciencia al saberse
existiendo comprende que ese darse cuenta de sí es el principio o la fuente de su
sensibilidad mediante la cual proyectándola ya sea a su interior o al exterior degusta y
sabe los placeres y dolores de la vida.

La sensibilidad tiene como horizontes el placer y el dolor y toda sensación que el hombre
percibe se posiciona entre estos dos polos. Siendo así, dolor y placer se corresponden
en relación dialéctica y uno brinda sentido al otro. Sin embargo cuando uno pierde el
valor, es decir esa cualidad para apreciar la existencia, se vuelve insensible al mundo.
Va como muerto por el mundo. De ahí que el protagonista de la novela de Philp Drick
comprenda que lo propio de la depresión es la apatía, es decir, la condición de no ser
afectado. Entendido esto es que se comprende porque el depresivo se la vive en la
inacción y el abandono de sí mismo. Si ya no hay valor en él lo que ocurra con ese ser
en existencia poco importa.

Entonces, un depresivo es apático porque perdió valor de sí mismo. Desde esta


falta de valor la persona con depresión juzga y entiende el mundo que lo circunda. Según
Miguel de Unamuno “No suelen ser nuestras ideas las que nos hacen optimistas o
pesimistas, sino que es nuestro optimismo o pesimismo, de origen fisiológico o patológico
quizá, tanto el uno como el otro, el que hace nuestras ideas. “ Siguiendo al filósofo
español es que se entiende que la disposición emocional o sentimental a la existencia
determina nuestras ideas y nuestros pensamientos. Este sentimiento ante la vida
determina la vida misma. Una condición de apatía radical expresa una pérdida de la
sensibilidad existencial. Estar deprimido es no ser afectado por el mundo, es no tener
valor y no encontrar valor en nada, es un sentirse insondablemente vacío.

Para terminar este escrito sólo quiero comentar que en primera para comprender la
depresión primero hay que estar deprimido, es decir hay que perder el valor en uno. Si
uno no marcha por este proceso cualquier esfuerzo de comprensión es infértil. ¿Cómo
salir de una situación depresiva? El punto es entender que necesariamente debemos
recuperar este valor perdido, debemos rencontramos con nosotros y esforzarnos en cada
momento de ver valor en uno. De esto se deprende una recomendación para quienes
quieren ayudar a una persona en depresión. Si el depresivo no tiene valor hay que
invitarlo a hacer cosas en la cual se pueda hacer valer y volver a sentir al mundo.

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