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TÍTULO.
I. FINALIDAD.
II. OBJETIVO.
Objetivo General
Estandarizar el proceso de atención del médico para el diagnóstico y tratamiento de
Síndrome Coronario Agudo, estableciendo las normas con evidencia científica, que se
deben seguir para mejorar la calidad de atención y prevenir el riesgo de complicaciones.
Objetivos Específicos
Estandarizar el proceso de atención, diagnóstico, tratamiento y toma de
decisiones en el Servicio de Emergencia y Trauma Shock
Disminuir el riesgo de complicaciones y la morbimortalidad neta en el servicio
Implementar una fuente de información adecuada con evidencia científica, para la
consulta previa al proceso de atención.
V. CONSIDERACIONES GENERALES.
5.1. DEFINICIÓN
Espectro de los síndromes coronarios agudos. ECG: electrocardiograma; IAMCEST: infarto de miocardio con elevación del
segmento ST; IAMSEST: infarto de miocardio sin elevación del segmento ST. Guía de práctica clínica de la ESC para el
manejo del síndrome coronario agudo en pacientes sin elevación persistente del segmento ST-2012
ECG presumiblemente nuevos, o bloqueo de rama izquierda nuevo, pero la muerte tiene
lugar antes de que se produzca liberación de los biomarcadores cardiacos sanguíneos o
antes de que los valores de biomarcadores cardiacos hayan aumentado.
Trombosis intra-stent asociada a infarto de miocardio cuando se detecta por angiografía
coronaria o autopsia en el contexto de una isquemia miocárdica, y con aumento o
descenso de los valores de biomarcadores cardiacos, con al menos uno de los valores
por encima del percentil 99 del límite de referencia superior.
5.2. ETIOLOGÍA
En cualquiera de las causas anteriores, los efectos que la oclusión arterial tiene sobre el
miocardio son consecuencia de la interrupción del flujo sanguíneo, lo que provoca una
compleja secuencia de mecanismos tanto metabólicos como estructurales2.
5.3. FISIOPATOLOGÍA
Los cambios súbitos e impredecibles están relacionados con la ruptura de la placa, que
puede resultar de la combinación de varios de los siguientes mecanismos4:
•Ruptura activa, que está relacionada con la secreción de enzimas proteolíticas por los
macrófagos, lo cual puede debilitar la capa fibrosa.
•Ruptura pasiva, que se relaciona con fuerzas físicas sobre el punto más débil de la
capa fibrosa.
•Erosión, descrita como uno de los mecanismos en síndrome coronario agudo. Parece
ser más frecuente en mujeres.
Cuando ocurre la erosión, un trombo se adhiere a la superficie de la placa, mientras que
cuando hay ruptura, el trombo involucra las capas más profundas de la placa bajo el
centro lipídico, lo cual hace que la placa crezca rápidamente.
•Inflamación. La capa fibrosa usualmente tiene alta concentración de colágeno tipo I y
puede soportar el estrés sin romperse. La infiltración por macrófagos es la causa principal
de desestabilización de la placa y su presencia refleja un proceso inflamatorio que
también se caracteriza por la presencia de linfocitos T-activados en el sitio de la ruptura
de la placa.
•Trombosis. La ruptura o erosión de la placa induce la formación de trombos, ricos en
plaquetas, que puede producir cambios rápidos en la severidad de la estenosis y resultar
en oclusión subtotal o total del vaso.
La trombolisis espontánea puede explicar episodios transitorios de oclusión/suboclusión
trombótica del vaso y los síntomas transitorios asociados, así como los cambios
electrocardiográficos. El trombo localizado sobre el sitio de la ruptura de la placa puede
fragmentarse en pequeñas partículas, migrar y ocluir arteriolas y capilares.
•Vasoconstricción. Los trombos ricos en plaquetas liberan sustancias vasoconstrictoras
como serotonina y tromboxano A2 que inducen vasoconstricción en el sitio de ruptura de
la placa o en la microcirculación.
Los datos de los registros coinciden en demostrar que el SCASEST es más frecuente que
el SCACEST. La incidencia anual es de ~3/1.000 habitantes, pero varía entre países. La
mortalidad hospitalaria es más elevada en pacientes con IAMCEST que entre los
SCASEST (el 7 frente a un 3-5%, respectivamente), pero a los 6 meses las tasas de
mortalidad son muy similares en las dos condiciones (el 12 y el 13%). El seguimiento a
largo plazo ha demostrado que la tasa de muerte es 2 veces superior a los 4 años entre
los pacientes con SCASEST que en los que tienen SCACEST. Esta diferencia en la
evolución a medio y largo plazo puede deberse a diferencias en los perfiles de los
pacientes, ya que los pacientes con SCASEST tienden a ser de más edad, con más
comorbilidades, especialmente diabetes mellitus e insuficiencia renal4.
En las dos primeras décadas del nuevo milenio en América del Sur y el Caribe, las
enfermedades cardiovasculares van a causar tres veces más muertes y discapacidades
que las enfermedades infecciosas, y los sistemas de salud en la región no están lo
suficientemente preparados, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS)5.
Se define factor de riesgo a un elemento o una característica mensurable que tiene una
relación causal con un aumento de frecuencia de una enfermedad y constituye factor
predictivo independiente y significativo del riesgo de contraer una enfermedad5.
Para la identificación de estos factores tuvo un gran valor el estudio Framingham llevado
a cabo en los años 50 en la ciudad de Massachusetts.
Una de las clasificaciones actuales los dividen en:
El dolor puede no ser agudo. Algunos pacientes presentan síntomas menos típicos, como
náuseas/ vómitos, disnea, fatiga, palpitaciones o síncope, y con más frecuencia se trata
de mujeres, diabéticos o pacientes ancianos, y reciben con menor frecuencia terapia de
reperfusión y otros tratamientos basados en la evidencia que los pacientes con una
presentación típica de dolor torácico.
Los registros muestran que hasta un 30% de pacientes con SCACEST se presenta con
síntomas atípicos. Tener conciencia de estas presentaciones atípicas y el acceso fácil a
la angiografía aguda para el diagnóstico precoz puede mejorar el resultado clínico en este
grupo de alto riesgo.
La presión arterial puede estar elevada, bien de forma crónica o de forma aguda durante
el episodio anginoso, pudiendo ser tanto causa como consecuencia del episodio.
Anomalías en los pulsos arteriales periféricos y trastornos tróficos en extremidades
pueden traducir arteriopatia periférica. La auscultación cardiaca puede poner de
manifiesto en primer lugar la presencia de soplos sugestivos de miocardiopatía
hipertrófica obstructiva o valvulopatía aórtica.
Se puede encontrar un tercer ruido por disfunción ventricular izquierda, cuarto ruido por
disminución de la distensibilidad ventricular o un soplo sistólico apical transitorio por
disfunción reversible de los músculos papilares.
Los pacientes con Infarto de Miocardio pueden presentar arritmias vetriculares y paro
cardiaco, así como progresar a insuficiencia cardiaca por daño de las estructuras
cardiacas
6.2. DIAGNÓSTICO
Biomarcadores1:
La lesión miocárdica se detecta cuando aumenta la concentración sanguínea de
biomarcadores sensibles y específicos, como la troponina cardíaca (cTn) o la fracción MB
de la creatina cinasa (CKMB). Las troponinas cardíacas I y T son componentes del
aparato contráctil de las células miocárdicas y se expresan casi exclusivamente en el
corazón. El aumento de estos biomarcadores en sangre refleja una lesión que lleva a la
necrosis de las células miocárdicas, si bien no indica el mecanismo subyacente.
El biomarcador preferido- globalmente y para cada clase específica de IAM-es la cTn (I o
T), que posee gran especificidad para el tejido miocárdico, así como gran sensibilidad
clínica. Detectar el ascenso o el descenso de los valores es esencial para el diagnóstico
de IAM. Se define el aumento de la cTn como el valor que supera el percentilo 99 de una
población de referencia normal (límite superior de referencia [URL]). Este percentilo 99
representa el nivel de decisión para el diagnóstico de IAM y se debe efectuar un control
de calidad apropiado para este análisis en cada laboratorio. Los valores de URL para el
percentilo 99 se pueden encontrar en los prospectos de los análisis o en publicaciones
recientes.
Las muestras de sangre para determinar la cTn se deben obtener en la primera
evaluación y repetir 3 6 horas después. Para el diagnóstico de IAM, es necesario el
aumento o la disminución de los valores con por lo menos un valor por encima del nivel
de decisión, junto con una fuerte probabilidad previa a la prueba. La demostración de
estas características de aumento o disminución es necesaria para distinguir los aumentos
de la cTn agudos de los crónicos que se asocian con cardiopatía estructural. El valor
aumentado de cTn (> percentilo 99 URL), con un patrón dinámico de valores o sin él o en
ausencia de evidencia clínica de isquemia, debe motivar la búsqueda de otros
diagnósticos asociados con lesión miocárdica, como miocarditis, disección aórtica,
embolia pulmonar o insuficiencia cardíaca.
Si no se dispone de un análisis de cTn, la mejor alternativa es la CKMB. Al igual que con
la troponina, el valor de CKMB aumentado se define como una medición superior al
percentilo 99 del URL, que es el nivel de decisión para el diagnóstico de IAM. Se deben
emplear valores específicos según el sexo.
6.3.2. De Imágenes
Electrocardiograma:
Durante el estadio inicial de la fase aguda de la lesión miocárdica mayor por infarto de
miocardio (IAM), la obstrucción completa de la arteria productora del infarto provoca una
elevación del segmento ST.
La mayoría de los pacientes que presentan esta elevación inicial del segmento ST,
manifiestan luego ondas Q en el electrocardiograma (ECG) y terminan por ser
diagnosticados de Infarto de Miocardio con persistencia de la onda Q. Cuando el trombo
no provoca una oclusión completa, cuando la obstrucción es transitoria o cuando la
circulación colateral es abundante, no se aprecia elevación alguna del segmento ST. En
general, casi todos estos enfermos son diagnosticados de Angina Inestable (daño
miocárdico menor), donde se puede detectar un marcador cardíaco sérico (elevación
mínima de la Troponina I o T), o de Infarto de Miocardio sin onda Q (IMSEST = Infarto de
Miocardio sin elevación de ST).
La monitorización ECG debe iniciarse lo antes posible (en los primeros 10 min del ingreso
a la sala de emergencia) en todos los pacientes con sospecha de SCA, para detectar
arritmia que pongan en riesgo la vida y permitir la desfibrilación inmediata cuando esté
indicada. Se debe realizar un ECG de 12 derivaciones interpretarlo lo antes posible.
Incluso en una fase temprana, el ECG es raramente normal.
Ecocardiografía:
6.4.2. Terapéutica
Agentes antiisquémicos
Estas medidas reducen el consumo de oxígeno del miocardio (disminuyendo la
frecuencia cardiaca, la presión arterial o la contractilidad miocárdica) o inducen
vasodilatación. Las recomendaciones son las siguientes:
Reposo en cama o silla con monitoreo electrocardiográfico continuo.
Oxígeno suplementario cuando la saturación arterial de oxígeno es menor de 90%,
hay signos de dificultad respiratoria u otros hallazgos de alto riesgo de hipoxemia.
Nitroglicerina sublingual cada cinco minutos, hasta un total de tres dosis; si posterior
a esto el dolor persiste, es preciso evaluar la posibilidad de nitroglicerina intravenosa.
Nitroglicerina intravenosa en las primeras 48 horas para el tratamiento de isquemia
persistente, falla cardiaca o hipertensión.
La decisión de administrar nitroglicerina intravenosa no debe interferir con otras
intervenciones que reducen la mortalidad, tales como los ß-bloqueadores o los
inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA).
ß-bloqueadores por vía oral en las primeras 24 horas, a menos que haya una
contraindicación.
Tratamiento antiplaquetario
La formación del trombo puede reducirse y su resolución puede facilitarse mediante
medicamentos que inhiben la trombina en forma directa (hirudina) o indirecta (heparina
no fraccionada o heparinas de bajo peso molecular), agentes antiplaquetarios (ácido
acetilsalicílico, clopidogrel y antagonistas de la glicoproteína IIb/IIIa) y/o agentes
fibrinolíticos.
Tratamiento anticoagulante
Los anticoagulantes disponibles para aplicación parenteral incluyen la heparina no
fraccionada, las heparinas de bajo peso molecular, los pentasacáridos y la hirudina; por
vía oral están disponibles los cumarínicos.
La combinación de heparina con ácido acetilsalicílico disminuye la tasa de muerte hasta
en 54% durante la primera semana, y cuando se combinan con heparina de bajo peso
molecular y no fraccionada, hasta en 63%. La mayoría de los beneficios son a corto plazo
y no se mantienen a largo tiempo. La heparina no fraccionada intravenosa no debe
suspenderse de manera abrupta por “efecto de rebote”; debe iniciarse primero la
heparina subcutánea.
Cuando se usa heparina no fraccionada con inhibidores de la glicoproteína IIb/IIIa se
recomienda disminuir el bolo inicial a 50 U/kg y mantener el PTT entre 40 y 50.
La dosis de heparina no fraccionada recomendada es bolo inicial de 70 U/kg seguido por
infusión a 15 U/kg, titulándola para mantener el PTT entre 1,5 a 2 veces. La enoxaparina
se recomienda en dosis de 1 mg/kg subcutáneo cada 12 horas.
Como la excreción de la enoxaparina es renal, la dosis debe ser menor en ancianos y
pacientes con compromiso renal.
Trombolisis: no se recomienda en pacientes con síndrome coronario agudo sin elevación
del ST, bloqueo de rama izquierda de nueva aparición o infarto posterior.
REVASCULARIZACIÓN MIOCÁRDICA
La revascularización miocárdica se refiere a la intervención coronaria percutánea o a la
cirugía de revascularización miocárdica, que permite la restauración de la perfusión.
Depende de la apertura física del flujo a través del vaso, del daño de la microvasculatura
y del daño mismo o la extensión del infarto.
Los pacientes con anatomía coronaria de alto riesgo probablemente se beneficiarán de la
revascularización, tanto en síntomas como en supervivencia a largo plazo. La mayoría de
los procedimientos percutáneos actuales involucran dilatación con balón seguida por
colocación de stent, lo cual reduce la probabilidad de cierre agudo del vaso y reestenosis
tardía.
Un avance importante en la revascularización percutánea ha sido la introducción de los
inhibidores de los receptores de la glicoproteína IIb/IIIa.
Egreso hospitalario y cuidado ambulatorio después del egreso
La fase aguda de la angina inestable y/o el infarto agudo del miocardio dura
aproximadamente dos meses. El riesgo de progresión a infarto del miocardio o el
desarrollo de infarto recurrente o muerte es mayor en este período; luego los pacientes
tienen un curso clínico similar al de aquellos con angina estable crónica.
El incremento del dolor, la aparición de arritmias cardiacas, etc. son signos de alarma en
los pacientes con Síndrome Coronario Agudo, debido a que determinan complicación de
la enfermedad.
Los pacientes con síndrome coronario agudo pasan a las salas de observación y
dependiendo de la severidad de la enfermedad pasan a unidades críticas o salas de
hospitalización
6.4.6. Pronóstico
Los factores que determinan el pronóstico a largo plazo son fundamentalmente tres: el
grado de disfunción ventricular residual, la gravedad de la afección coronaria, expresada
por el número de arterias con lesiones, y la presencia de arritmias ventriculares graves.
Así, el pronóstico es excelente en los pacientes con fracción de eyección normal (superior
a 50%), que presentan una mortalidad a los 4 años del 4%. Por el contrario, los enfermos
con fracción de eyección inferior al 30%, afección de los tres vasos y arritmias
ventriculares repetitivas constituyen un grupo de riesgo elevado.
Mortalidad:
En los pacientes que sobreviven a un infarto de miocardio persiste el riesgo de que se
produzca un nuevo accidente coronario o la muerte de forma prematura. La mortalidad
en los primeros 6 meses de convalecencia se sitúa alrededor del 10% y se estabiliza
posteriormente en el 3-4% anual. A los 5 años, del 20 al 35% de los supervivientes de un
infarto han fallecido. En este mismo período, el 13% de los varones y el 39% de las
mujeres han desarrollado un nuevo infarto. Existe cierta evidencia en la literatura de que
el pronóstico postinfarto de miocardio ha mejorado en los últimos años. Así, en los
pacientes tratados con trombolíticos la mortalidad a los 6 meses es del 3-4%.
6.5. COMPLICACIONES
desde un punto de vista eléctrico, pueden agravar la situación clínica del paciente al
reducir el gasto cardíaco. Otro grupo importante de arritmias frecuentes en el infarto de
miocardio está constituido por el bloqueo AV.
El shock cardiogénico constituye la forma más grave del fallo ventricular izquierdo y
se diagnostica por la aparición de hipotensión (presión arterial sistólica inferior a 90 mm
Hg) junto a signos de hipoperfusión tisular (oliguria, obnubilación, piel fría y pálida), en
ausencia de hipovolemia, dolor o una arritmia.
Recientemente, el grupo de trabajo de la AHA/ACC define como shock cardiogénico la
presencia de un índice cardíaco inferior a 2,5 L/m/m2, una presión pulmonar enclavada
superior a 18 mm Hg y una presión arterial inferior a 90 mm Hg. El shock es más
frecuente en pacientes con infartos extensos de localización anterior, ancianos, del sexo
femenino y con historia de infarto previo o diabetes. Su mortalidad es superior al 80-90%
a pesar de los nuevos fármacos adrenérgicos y de las medidas de soporte mecánico
como el balón de contrapulsación intraaórtico. En estudios no controlados, la angioplastia
parece reducir la mortalidad del shock hasta cifras cercanas al 45%.
Por ser Hospital de Nivel III-1 todos los pacientes con Síndrome Coronario Agudo serán
estabilizados y tratados, en la medida de lo posible, posteriormente si no se dispone de
la capacidad se coordinará su transferencia a centro de igual capacidad.
6.7. FLUXOGRAMA
1. Thygesen K, Alpert J.S., Jaffe A.S., Simoons M. L., Chaitman B. R., White H. D:
en nombre del Grupo de Trabajo de ESC/ACCF/AHA/WHF para la Definición
Universal del infarto de miocardio. Nat Rev Cardiol advance online publication 25
August 2012; doi:10 .1038/nrcardio.2012. 122
2. MINISTERIO DE SALUD. Guía Clínica Infarto Agudo del Miocardio y Manejo del
Dolor Torácico en Unidades de Emergencia. 1st Ed. Santiago: Minsal, 2005
3. H Bueno, J Marrugat, A Fernández-Ortiz. Manejo del síndrome coronario agudo
sin elevación del segmento ST en España. Revista española de cardiología, 2005.
4. Guía de Práctica Clínica para el diagnóstico y tratamiento del síndrome Coronario
agudo sin elevación del segmento ST. Rev Esp Cardiol, 2012.
5. Infarto agudo de miocardio. Síndrome coronario agudo. Revista Electrónica de
Portales Medicos.com. nov. 2010
6. O'Donnel J Christopher, Elosua Roberto. Factores de riesgo cardiovascular.
Perspectivas derivadas del Framingham Heart Study. Rev Esp Cardiol. 2008;
61:299-310.
7. Organización y protocolos para el diagnóstico del síndrome coronario agudo. Rev
Esp Cardiol 2012
8. Swaminatha V. Mahadevan. An Introduction to Clinical Emergency Medicine.
Chest Pain, Cap 13
9. Castro Gutiérrez, Nguyen. Comportamiento del síndrome-coronario-agudo en la
terapia intensiva.
10. Dios Lorente, José Arturo de; Rodulfo García, Maikel; Duret Gala, Yadmila.
Medisan; Deliberaciones terapéuticas actuales sobre el síndrome coronario agudo
/ Current therapeutic deliberations on acute coronary síndrome. 14(4) mayo-jun.
2010.
11. . Povar Marco, L. M. Claraco Vega, J. M. Franco Sorolla, R. Marrón Tundidor, P.
Parrilla Herranz .Estratificación del riesgo en el síndrome coronario agudo
emergencias 2002;14:S75-S80