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Escuela, ciudadanía y democracia...

Escuela, ciudadanía y democracia: la


formación de maestros rurales y
técnicos agrícolas, 1920-1946

Alicia Civera Cerecedo*

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2008

La colección Documentos de Investigación difunde los avances de trabajo realizados por investigadores de El Colegio
Mexiquense, A.C., con la idea de que los autores reciban comentarios antes de la publicación definitiva de sus textos. Se
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postal 48-D, Toluca 50120, México.

*E-mail: acivera@cmq.edu.mx
Alicia Civera Cerecedo 2

Resumen:
En este texto se analiza cómo la escuela rural pretendía formar valo-
res y principios democráticos después de la revolución mexicana.
Se parte de la premisa de que dichos valores y hábitos se aprenden
en la cotidianeidad escolar, por lo cual es necesario acercarse a las
relaciones entre prácticas y discursos en la escuela. Para ello se re-
visan las propuestas pedagógicas que se dieron entre 1920 y 1946,
y cómo éstas se pusieron en práctica en las escuelas normales rura-
les y regionales campesinas: se revisa la concepción y puesta en
marcha del internado como familia en los años veinte, la organiza-
ción de la escuela como comunidad y el autogobierno en los años
treinta, y la escuela del amor en los años cuarenta.
Palabras Clave: autogobierno, internado, escuela rural, educación
normal rural, formación de técnicos agrícolas, formación de ciudada-
nía, democracia escolar.
Escuela, ciudadanía y democracia... 3

INTRODUCCIÓN go, hay un aspecto, que a pesar de ser de gran


importancia, ha sido dejado de lado por la
Después de la revolución de 1910, el gobierno historiografía: ¿qué tanto la escuela rural mexi-
mexicano encabezó una cruzada cultural con la cana contribuyó a la formación de una cultura
que pretendió abrir escuelas a lo largo y ancho democrática?
del país, especialmente en las áreas rurales, para Al intentar acercarse a la enseñanza de va-
formar un nuevo tipo de ciudadano. Los objetivos lores y hábitos democráticos, resulta importante
de la política educativa mexicana entre 1920 y observar las relaciones de autoridad, las reglas
1946, así como su puesta en práctica en áreas formales e informales de convivencia, los mé-
rurales y urbanas, ha sido analizada por una gran todos para mantener el orden, la disciplina, las
cantidad de investigadores. Se han estudiado dis- posiciones y relaciones de poder. Cobra el mis-
tintos aspectos como sus afanes modernizadores, mo peso mirar a quien obedece o evade la vi-
su intención de uniformar la educación de la po- gilancia, como a quien manda y establece las
blación, sus orientaciones pedagógicas centrales, reglas, o como diría Elias (1996), a la corte tan-
su búsqueda por mejorar la higiene y las técni- to como al rey. Importa, también, las concepcio-
cas de producción, la forma en que se insertó en nes generales sobre la convivencia humana, sobre
la vida de las comunidades rurales, y muchos otros. las capacidades de los individuos, y las relacio-
El gobierno federal impulsó una política de nes entre ambas. Pero esto no es suficiente.
masas que colocaba al nacionalismo y al pueblo Para contestar la pregunta partimos de la
en lugares privilegiados dentro de la Revolución. premisa de que los valores y los hábitos, en este
Se trataba de un discurso y una nueva política caso relacionados con la democracia y la ciuda-
que enlazaba aspectos culturales de distintas danía, se aprenden diariamente en la forma,
regiones del país en un “folclor mexicano”, que generalmente contradictoria, en que se relacio-
incorporaba los nuevos héroes revolucionarios nan los discursos y las prácticas dentro de la
a las fiestas patrias impulsadas desde el siglo XIX, escuela, y cómo éstos se relacionan con otros
que proponía la educación laica en contra de la espacios de vida de los estudiantes, como po-
fuerza de la Iglesia católica y que contraponía drían ser la familia, la comunidad y las organi-
la Constitución de 1917 y los derechos de los zaciones de pares.1
trabajadores a los abusos de la dictadura que
Porfirio Díaz había mantenido por treinta años. 1
Algunos conceptos importantes para esta perspectiva son
La escuela, y en particular la escuela rural, tu- “cultura escolar”, “configuración”, “representación”, “apropiación”
e “invención”. Véase Viñao, 2001; Escolano, 2000; Rockwell, 1996,
vieron un papel importante en la difusión del 1996, 2002 y 2005; Chartier, 1992: 88; Elias, 1996, 1988 y 1999;
discurso de la Revolución Mexicana. Sin embar- Certeu, 1996 y Sewell, 1999.
Alicia Civera Cerecedo 4

Por ello, en este trabajo rastreo las propues- embargo, sabemos que muchos de los egresados
tas sobre gobierno escolar que los educadores aplicaron en las escuelas donde trabajaron, o por
mexicanos promovieron, cómo éstas se modifi- lo menos lo intentaron, lo que aprendieron en
caron entre 1920 y 1946, y cómo se pusieron su vida en los internados. Hacia finales de los
en marcha en las escuelas normales rurales y años treinta había cerca de 40 de estas escuelas
regionales campesinas, que fueron bastiones de en todo el país y sus egresados representaban
la educación rural federal. Me acerco particular- al 50% de los maestros que tenían estudios
mente al análisis de los objetivos y la puesta en normalistas, todos ellos dependientes del gobier-
práctica de “la democracia escolar”, es decir, de no federal.
una forma de organización de la escuela que El análisis se realiza con base en varios ti-
pretendía promover, en la práctica, la formación pos de fuentes, pero principalmente revistas
de costumbres democráticas en los nuevos ciu- editadas por la SEP y en las escuelas, y documen-
dadanos revolucionarios. tación burocrática como los informes de los
Enfocar el análisis del gobierno escolar en maestros y directores de las escuelas, reglamen-
estas instituciones resulta relevante por tres tos, minutas de reuniones, expedientes de alum-
motivos. En primer lugar, estas escuelas fueron nos, etcétera, que se han localizado en el Archivo
importantes como representantes del gobierno Histórico de la SEP. Son fuentes que nos permi-
federal y como instituciones de formación de ten acercarnos a las prácticas internas de las
formadores. La apertura de escuelas rurales fe- escuelas y las voces de algunos de los actores
derales por todo el país fue acompañada de la internos, sobre todo de maestros, alumnos, direc-
inauguración de estas instituciones que, junto con tores y autoridades intermedias.2
las Misiones Culturales, se encargaron de la for-
mación de los maestros rurales y los técnicos
agrícolas que el gobierno federal pretendía que 1. EL INTERNADO COMO FAMILIA: UNA
se convirtieran en líderes: ellos encabezarían la
PROPUESTA EN LA DÉCADA DE 1920
transformación y modernización de las formas de
vida y de las mentalidades de los campesinos, a
Muchos de los maestros e intelectuales de cla-
partir de una escuela abierta a la comunidad. En
ses medias que participaron en la formulación
segundo lugar, por su carácter de internados,
de la política educativa revolucionaria, pensaban
como sitios de formación intensiva en los prin-
que la educación era un derecho de todos y que
cipios revolucionarios, dirigidos a la atención de
la escuela debía contribuir, después de una in-
jóvenes pobres y de origen rural, sobre todo
tensa época de convulsiones políticas, a una
campesinos y de preferencia, ejidatarios. Des-
reconstrucción nacional en la cual ocuparían un
de sus orígenes hasta 1942, los internados fue-
lugar central el bienestar colectivo y la demo-
ron mixtos (salvo las escuelas centrales agríco-
cracia [SEP, 1928 (vol. I): 222-223].
las que en los años veinte sólo eran varoniles).
Las pedagogías centradas en el niño que
Por último, estas escuelas son idóneas para ana-
estaban en boga en la época, entre ellas la es-
lizar la relación entre la escuela y las comuni-
cuela de la acción de John Dewey, postulaban
dades rurales por la amplitud de sus objetivos y
la necesidad de que la disciplina no debía pro-
actividades educativas, culturales, económicas y
venir de un agente externo que la impusiera. Un
políticas. Desde luego, no son representativas de
proceso formativo completo implicaba que el
lo que sucedía en las escuelas rurales, muchas
educando incorporara en sí mismo la necesidad
de las cuales eran atendidas por maestros “im-
provisados”, es decir, sin formación normal. Lo
2
propuesto en estas escuelas muestra, sobre todo, Este artículo se basa en una investigación mayor sobre la
cultura escolar de las escuelas normales rurales y regionales cam-
lo que los máximos representantes de la escue- pesinas. Un avance puede consultarse en Civera (2007) y la in-
la rural mexicana querían poner en marcha. Sin vestigación principal en Civera (2008).
Escuela, ciudadanía y democracia... 5

y la habilidad de autocontrolarse, por convicción. te como acontece en los hogares. Hasta


Para lograrlo, se consideraba imprescindible que donde sea posible, se evitará su reglamen-
en el mismo ambiente escolar se viviera en li- tación rígida y formal. Los alumnos toma-
bertad pero en orden, y se tomaran en cuenta rán participación activa en las distintas fae-
nas de la vida doméstica, a fin de
las necesidades y motivaciones de los estudian-
solidarizarlos, con vínculos de afecto y
tes, incluso participando en el gobierno escolar. ayuda mutua, tal y como sucede en la ins-
De esta manera, la democracia se aprendería titución de la familia [...]. Los maestros y
viviéndola día a día. Sin embargo, los educado- empleados que vivan en la escuela co-
res mexicanos tenían diferentes posturas acerca operarán en esta obra de solidarización del
de cómo lograr ese grado de responsabilidad, de internado prestando ayuda eficaz a sus
autodisciplina y de democracia, en los estudiantes directores (SEP, 1928b: 226).
(Dewey, 1916; Palacios, 1984).
A principios de los años veinte se abrieron En la práctica, el internado como familia fue un
escuelas normales regionales con el objetivo de planteamiento intermedio entre las tradiciones
formar maestros para las escuelas rurales, que pedagógicas del siglo xix y los postulados de la
debían preparar a los campesinos para la vida escuela nueva, que resultó práctico en un con-
práctica. A ellas ingresaban estudiantes que te- texto de escasos recursos; de desconfianza de la
nían 3 o más años de educación primaria y tra- escuela mixta; en algunos casos, de repudio a
bajaban con un plan de estudios de dos años que, la escuela laica, en otros, a todo lo que “oliera a
aunque con variantes, combinaba el aprendiza- gobierno”, y muy probablemente, de ser caute-
je de materias de conocimiento general, con loso con la participación que podían tener los
prácticas de agricultura y oficios rurales, bajo la estudiantes en los internados, por un lado por su
influencia de las ideas pedagógicas de la escuela edad (a veces desde los 11 o 12 años, hasta los
de acción, de la escuela racionalista y de otras 21 o 22), y por otro, porque muchos de ellos,
pedagogías centradas en el niño.3 sobretodo en ciertos planteles, eran campesinos
Pensadas como un experimento, no fue hasta e incluso indígenas, y los maestros pensaban que
1927 que la SEP marcó una reglamentación para la democracia requería, para poder ser efectiva,
estas escuelas que eran internados mixtos. Las de un cierto grado de civilización (SEP, 1928b).
“Bases de funcionamiento de las escuelas nor- El internado como familia se sustentaba en
males regionales” recogieron el espíritu que había el pensamiento liberal. Prueba de ello es la in-
guiado el trabajo de las escuelas desde sus ini- tención de respetar la libertad de los demás, tra-
cios, al establecer que: tando de organizar la vida social y mantener el
orden y la civilidad con una reglamentación
El internado […] será de tipo familiar, de- mínima y democrática. Entre 1922 y finales de
biendo sentirse los alumnos en una atmós- los años treinta, fue creciendo la participación
fera de cariño y en un ambiente real de de los estudiantes en el gobierno escolar, en el
vida doméstica”, para lograrlo, “la direc- intento de formar jóvenes en un ambiente de
ción del Internado deberá confiarse a la libertad, por medio del convencimiento y no la
esposa del Director del establecimiento.
coerción externa, y fomentar un sentido de res-
Ambos esposos atenderán con solicitud
esmerada a los alumnos del mismo modo
ponsabilidad tanto individual como colectiva. Sin
que atenderían a sus propios hijos...La vida embargo, su aplicación no fue homogénea. En
del internado no será artificiosa, sino que la práctica el grado de libertad que gozaron los
se desarrollará del modo natural justamen- estudiantes en las normales rurales de los años
veinte era variable y mucho más el carácter
3
Sobre las ideas pedagógicas en la época y el trabajo de las democrático y colectivo de la organización es-
normales regionales y normales rurales en la década de 1920,
véase SEP, 1928b; Castillo, 1965; Villela, 1972; Miñano, 1946: 23; colar en la que en ocasiones prevalecieron tra-
Luna, 2001; Loyo, 1999; SEP , 1928 y 1930; Acevedo, 2000. diciones autoritarias. No todos los directores te-
Alicia Civera Cerecedo 6

nían la misma formación, ni compartían las mis- tes no tenían voz alguna al interior de las escuelas
mas ideas. Algunos daban prioridad a la idea de en las que se les fomentaba un sentido de fide-
que los estudiantes vivieran en libertad, otros lidad hacia el gobierno revolucionario que mi-
ponían hincapié en la educación democrática. raba por sus intereses, y en las que se impulsa-
Unos dejaban que los estudiantes tomaran diver- ba la creación de cooperativas tanto de los
sas iniciativas, mientras que otros eran más di- estudiantes como de los campesinos de los al-
rectivos. Algunos se esforzaban por lograr per- rededores, formadas y dirigidas desde las auto-
suadir a los estudiantes, y otros, hacían tribunales ridades escolares y gubernamentales. Las escuelas
para juzgar a los que cometían faltas. Todos, hasta operaban con una reglamentación general que
donde sabemos,4 fomentaban un ambiente escolar debían hacer cumplir los prefectos, quienes
de cooperación, en el que los maestros y el di- decidían, incluso, el lugar que cada estudiante
rector tuvieran un papel de guía que enseñaría ocuparía en el comedor. A diferencia de los es-
por el ejemplo, e intentaban, aunque por dife- tudiantes de las normales, los jóvenes de las
rentes medios, que la vida escolar se rigiera por escuelas centrales agrícolas se fueron agrupan-
una normatividad mínima. Los castigos eran uti- do en forma independiente para quejarse de lo
lizados sólo en casos extremos e incluso los di- que consideraban abusos de autoridad de los
rectores de las escuelas se sentían en la obliga- directores-administradores.5
ción de justificarse ante las autoridades cuando
los utilizaban o tenían que establecer reglas que
no fueran consensuadas. 2. LA ESCUELA COMO COMUNIDAD Y EL
Según ellos, en general los estudiantes res-
AUTOGOBIERNO: UNA PROPUESTA EN LOS AÑOS
pondían bien, y las autoridades, fuera de la re-
gla de que los internados se organizarían como TREINTA
familias, permitían que en cada escuela los di-
rectores, maestros y alumnos establecieran las Siendo Secretario de Educación Narciso Bassols,
reglas de convivencia que necesitaran según sus las escuelas normales regionales, que eran plan-
circunstancias particulares. teles pequeños con un máximo de 60 estudian-
Este tipo de organización escolar era muy tes, se fusionaron con las escuelas centrales agrí-
contrastante al que se seguía en las Escuelas colas, para formar las Escuelas Regionales
Centrales Agrícolas, que se encargaban de la Campesinas. Estas nuevas escuelas unieron la
formación de técnicos agrícolas. Guiadas por formación de maestros rurales con la de técni-
agrónomos más que por maestros, y con un cos agrícolas y el trabajo social y cultural que se
alumnado e instalaciones mucho más extensos, realizaba con las comunidades rurales con una
estas escuelas habían permanecido ajenas a las labor de extensionismo y organización política
ideas del internado como familia, para organizar- bastante extensa.6 En las nuevas escuelas, algu-
se, supuestamente, como granjas modernas. En nas de ellas mucho más grandes que antes (has-
ellas, todas las prácticas se habían dirigido des- ta 300 alumnos podían tener), se fue abandonan-
de arriba por los “directores-administradores” de do la idea de organizar la vida social con una
las escuelas centrales agrícolas (muchos de los reglamentación mínima, para adoptar un gobierno
cuales actuaban como capataces) y se manejaba
un discurso revolucionario en el que no se men-
cionaba el movimiento maderista por la demo- 5
Sobre las Escuelas Centrales Agrícolas véase Revista de la
Secretaría de Agricultura y Fomento, núms. 8 y 9, agosto y sep-
cracia, para centrarse en Zapata y en el derecho tiembre de 1928.
de los campesinos a poseer tierra. Los estudian- 6
Reglamento de las Escuelas Centrales Agrícolas,1932, AHSEP,
DEANR, exp. 969/11SAF, 1926; LAS, 1935; LAS, 1936; LAS, s/f; SEP, 1932,
4
En realidad tenemos pocas referencias de las vivencias de 1933 y 1935; El Maestro Rural, t. IV, núm. 1, primero de enero
los estudiantes en las escuelas normales regionales en los años de 1934, pp. 20-22; Serna, 1984; Krauze, 1977; Peláez, 1980;
veinte. Loyo, 1998, 1999 y 2004; Torres, 2003; Reynaga, 1991.
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escolar, con reglas específicas, en la que, sin des sociales en que se basan los mandatos
embargo, se fue quitando poder a la figura del ni de la responsabilidad que incumbe a
director, para dar mayor voz tanto a los profe- los transgresores, por el daño que infieren
sores (maestros y agrónomos) como a los estu- al grupo social….sólo forman serviles, re-
beldes o tiranos. La sumisión incondicio-
diantes.7
nal, esteriliza la conciencia cívica y hace
Desde principios de los años treinta hubo que los llamados más tarde a gobernar,
un proceso de radicalización entre amplios sec- procedan casi siempre en la forma
tores del magisterio rural y de los agrónomos, y despótica y tiránica que aprendieron en la
éstos fueron modificando tanto las prácticas au- escuela. Tal disciplina está en pugna con
toritarias de las escuelas centrales agrícolas, como los anhelos democráticos de América, con
las ideas liberales de la organización de la es- los actuales movimientos de reivindicación
cuela como familia, aunque ambas tradiciones social y con las normas fundamentales de
siguieron existiendo en varias de las nuevas una educación esencialmente práctica y
escuelas regionales campesinas, que para 1936 activa, sobre todo en lo que concierne al
desideratum de socializar la escuela y de
eran ya 35 (SEP, 1936).
hacer de ella una positiva agencia social.
En 1934 se aprobó la modificación del Ar-
tículo Tercero Constitucional para establecer que
En virtud de ello, declaraban que era imperioso
la educación que ofreciera el Estado sería socia-
y urgente establecer nuevos sistemas de orga-
lista. Tanto los debates en torno a la educación
nización escolar, sin olvidar que las comunida-
socialista, como la importancia dada en foros
des escolares deben organizarse de acuerdo con
internacionales a los derechos de los niños, im-
la idiosincracia de los alumnos y con la natura-
pulsaron nuevas iniciativas de gobierno escolar.
leza de las mismas comunidades y no conforme
En mayo de 1934, la Comisión Técnica Consul-
a simples caricaturas de sistemas políticos hechos
tiva de la SEP, presidida por el profesor César A.
por los adultos [SEP, 1934 (t.1): 458].
Ruiz, elaboró un estudio y una propuesta de temas
En el “Plan de acción de la escuela prima-
para la Segunda Conferencia Interamericana de
ria socialista” elaborado por el Instituto de Orien-
Educación que se celebraría en septiembre en
tación Socialista, se equiparaba la educación
Santiago, Chile. Uno de los tres temas propues-
socialista con la escuela socializada que se ve-
tos por los mexicanos, fue el problema de la
nía desarrollando desde los años veinte y des-
educación cívico-social en el medio escolar. La
pués de destacar sus características, dentro de las
Comisión explicaba que en la mayoría de las
cuales se incluía ser vitalista, orientadora, de tra-
instituciones educativas se
bajo, cooperativista y emancipadora, se hablaba
de los derechos de los niños: a ser un agente de
[…] obliga a los escolares a sujetarse a
normas de conducta, sin explicación de
su propia educación, a que se respete
los motivos en que ella se fundan y los
perjuicios que ocasiona a la comunidad el su mentalidad, […] sus intereses, sus ne-
hecho de violarlas. Se acostumbra así a los cesidades y su actividad espontánea, para
alumnos a la obediencia ciega, por temor que adquiera la responsabilidad de sus
al castigo, sin conciencia de las necesida- obligaciones frente a la colectividad, y al-
cance el máximo desenvolvimiento de su
7
Sólo hasta 1936 se integraron todas las escuelas regionales personalidad y de sus aptitudes, porque
campesinas, y su desarrollo fue muy desigual: había escuelas muy el niño tiene un caudal de posibilidades
amplias, con buenas instalaciones, mucho personal y estudiantes, que deben ser descubiertas, desarrolladas
que seguían un plan de estudios de tres años, más un año com- y cultivadas. Hay que capacitarlo para el
plementario al iniciar para aquellos estudiantes que no habían
completado la primaria. Otras escuelas, llamadas de transición eran gobierno de sí mismo, acostumbrarlo a
muy pequeñas, con malas instalaciones, que eran atendidas por buscar y a exigir la razón de las cosas.
uno o dos maestros y que sólo ofrecían el año complementario
o este y el primer año de estudios.
Alicia Civera Cerecedo 8

En el Plan, se explicaba que el niño tiene dere- dura de los derechos individuales y reconoce el
cho a contar con maestros revolucionarios, de deber ineludible de todos de servir a los demás
vocación, de carácter, ilustrados, y a y de no atentar contra la existencia dignamente
humana” (García Téllez, 1935: 234).
ser miembro de una comunidad escolar La propuesta de “autogobierno” que se
donde, con la autonomía que se merezca, instauró en muchas escuelas regionales campe-
goce de sus derechos como elemento ac- sinas, partía de la concepción de “la escuela como
tivo, útil y eficaz que pone su voluntad y comunidad”, que fue fomentada por varios tipos
sus facultades al servicio del bienestar co-
de actores. En primer lugar, por los defensores
mún; a que se le hagan patentes en todo
momento el valor de sus actos, para con-
de la escuela vital y socializante de los años
siderar el servicio o el perjuicio que con veinte, cuyos principios estuvieron aún muy
ellos ocasione a sí mismo y a la comuni- presentes en las bases que reglamentaban las
dad [SEP, 1935 (t. 2): 163-184]. escuelas de 1936. También fue impulsada por
los misioneros culturales, los profesores ligados
El libro Simiente, escrito en 1935 por Gabriel al Partido Comunista y por los propios estudian-
Lucio, subsecretario de Educación Pública, des- tes.9 El autogobierno no fue una disposición de
cribía el aprendizaje en cooperativa y el proce- la SEP, aunque a mediados de la década de 1930
so democrático y en la revista Maestro Rural, contara con la venia de algunas autoridades. A
también hubo artículos sobre iniciativas de los diferencia de otras instituciones como la Normal
estudiantes y sus formas de organizarse para de Maestros en donde se implementaron formas
conseguirla e incluso poner en orden a los ni- de gobierno corporativas, en las regionales pre-
ños que abusaban. Como comenta Vaughan, “los valeció una ambivalencia entre este tipo de go-
textos indicaban las formas políticas apropiadas bierno, el internado como familia y también for-
para expresar opiniones y llegar a un consen- mas tradicionales de organización escolar, que
so” (Vaughan, 2000: 80). También en las misio- respondían tanto a posturas diferentes frente a
nes culturales hubo ensayos de autogobierno, la teoría pedagógica como a distintas concepcio-
primero promovidos por algunos de los propios nes sobre la organización social y la participa-
misioneros y después por la SEP.8 ción política. El sistema era también muy distin-
La idea de que los estudiantes participaran to a los movimientos pro-autonomía de las
en el gobierno escolar contó con un ambiente instituciones de educación superior, ya que las
favorable desde la toma de posesión de Lázaro regionales no formaban profesionistas liberales,
Cárdenas a la presidencia en diciembre de 1934, sino maestros y agrónomos ligados al Estado en
dentro de la propuesta de “comunidad escolar”. calidad de su futuro empleador, en un momen-
El presidente michoacano exaltaba el valor del to en el que, precisamente, se consolidaba el
ejido, del trabajo colectivo y del papel del maestro magisterio como una profesión de Estado. Esta
rural como un líder que guiaría a las comunida- dependencia directa del Estado limitaba
des hacia una vida más igualitaria. Ignacio García estructuralmente las posibilidades de un verda-
Téllez, quien fuera secretario de educación du- dero autogobierno y una amplia autonomía.
rante seis meses, enfrentaba a la “moral confor- Las bases de las escuelas regionales cam-
mista del explotado” una escuela moderna que pesinas fueron elaboradas en 1936 por el Con-
preconiza la moral colectiva que niega la dicta-

8
Los primeros consejos escolares con participación de maes-
9
tros y representación de alumnos, fueron implantados por Narci- AHSEP, DEANR-Subsecretaría, caja 3081, exp. 16-3-8-171, “In-

so Bassols a principios de la década. Véase SEP, 1932 y 1933; AHSEP, forme de las actividades realizadas por las Misiones Culturales,
DEANR, EM, exp. 164.9, Informe del director de Tenería, Estado de del primero de septiembre de 1936 a la fecha, y trabajo que se
México, 1932-1933; Informe del Director de Roque, 31 de agosto proyecta encomendar a las mismas para el segundo semestre del
de 1933 en Reynaga (1991). año actual”, 24 de junio de 1937; Bolaños, 1982, t. I: 79-80.
Escuela, ciudadanía y democracia... 9

sejo de Educación Rural10 y desde su forma de tivas y no sólo consultivas. Los estudiantes que
presentación, se hace evidente cómo se refor- formarían parte del Consejo serían elegidos por
zaron los anhelos de solidaridad, confraternidad, sus propios compañeros por medio de votacio-
libertad y sobre todo democracia, que los direc- nes y se establecían medidas de control para que
tores de las primeras normales regionales bus- ello fuera un sistema democrático. Las funciones
caban implantar en los internados familiares y del Consejo eran estudiar los problemas técni-
fueron más allá, pero sin recurrir a una retórica cos, económicos, administrativos, de organización
radical. Se comenzaba por declarar que para dar de labores, de relaciones con la comunidad, et-
paso a las ideas socialistas y para vincularlas con cétera; considerar las disposiciones de la SEP,
la vida de la escuela y con la formación social relacionándolas con la vida de la escuela, a los
de los alumnos, se establecía un Consejo de recursos materiales y a los problemas de la es-
Alumnos y Maestros que se encargaría del go- cuela; considerar lo que haga falta para la mejor
bierno y régimen interior de la escuela. El pri- organización y marcha de la escuela, estudiar las
mer punto al que se daba importancia era a la formas más prácticas y eficaces para satisfacer
necesidad de que los alumnos conocieran la or- esas necesidades, y por último, organizar los
ganización y problemas de la escuela, y las “se- comités que fueran necesarios y que depende-
rias responsabilidades” que contraían por el solo rían del consejo. Las decisiones debían tomarse
hecho de su inscripción. También se daba un gran en el Consejo o en Asambleas generales.
peso al estudio de los problemas de la escuela, La segunda parte de las bases giraba en torno
aclarando que “no se llama a los alumnos a que de la comunidad escolar:
participen en el gobierno escolar para que re-
glamenten derechos o prerrogativas, sino para La escuela se organiza como una comuni-
que contribuyan a estudiar los problemas de la dad escolar; dentro de ella nadie pierde el
escuela y ayuden a realizar los fines sociales de carácter propio que tiene; desprendido ese
la institución. La escuela no se organiza en con- carácter de la posición especial o particular
que guarde o de la investidura especial que
tra de los alumnos sino a favor de ellos. Estos,
tenga; pero el sentido que une y relaciona
por su parte, deben organizarse a favor y no en a todos los elementos de la escuela, no es
contra de la escuela. Pero deben hacerlo no como la autoridad de unos ni la subordinación de
entidad aparte, sino como elementos integran- otros, sino el sentido de comunidad en la
tes de la comunidad escolar”. vida, en los trabajos, en los estudios y pro-
Previniendo la protesta de los estudiantes, pósitos de la escuela. Dentro de la escuela
aclaraba que si éstos demostraban responsabili- debe perderse todo sentido de jerarquía
dad más adelante se les daría un mayor peso en oficial o social para que surja vigorosamen-
el gobierno escolar. En las mismas bases ese te el sentimiento de solidaridad y de res-
temor se hacía patente en una ambivalencia entre ponsabilidad de todos, frente al trabajo de
todos. La escuela no debe organizarse con
“estudiar” y “organizar” los trabajos de la escue-
sentido de explotación de los alumnos ni
la. Cada párrafo comienza diciendo “El Consejo de explotación de la comunidad social que
estudiará…” o “Los comités estudiarán…”, sin la rodea: la escuela debe ser una organiza-
embargo, al describir los asuntos a estudiar, és- ción de ayuda y de apoyo para el alumno,
tos son muy específicos e involucran verbos como como debe serlo para la comunidad huma-
“adecuar”, “organizar, “distribuir”, “se encarga- na de los alrededores, y si les es posible,
rán” y otros, que implicaban atribuciones ejecu- de otras zonas apartadas.11

10
Durante 1934 las Misiones Culturales se establecieron de
manera permanente en algunas escuelas regionales campesinas. 11
Este consejo se había formado a raíz de la creación del
Pero la comunicación entre los misioneros y los maestros de las DEANR.La idea era que este organismo pudiera coordinar los tra-
regionales era constante, por intercambio de su personal y una bajos de las escuelas primarias rurales, que dependían de otro
estrecha relación gremial. departamento, con la labor de las normales rurales y regionales
Alicia Civera Cerecedo 10

Esta idea de la escuela como comunidad no era cidad para uniformar en la práctica un modelo
más que la expresión de lo que en muchas es- de gobierno en todo el sistema por su lejanía de
cuelas regionales campesinas se realizaba ya en las escuelas, en cambio éstas contaban comuni-
la práctica. En las bases del 36 que sancionaron cación entre sí por el constante cambio de di-
las experiencias de autogobierno, el tipo de len- rectores y maestros de un plantel a otro, por la
guaje utilizado estaba más cercano a las inquie- Rama Superior de Educación Campesina, que era
tudes de los años veinte que a las ideas socia- una de las secciones más radicales del magiste-
listas, mismas que tuvieron una mayor fuerza en rio organizado en el país y aglutinaba, precisa-
la Escuela Nacional de Maestros, cuyos planes mente, a los maestros de las escuelas regiona-
de estudio se organizaron a partir de los com- les campesinas y a los misioneros culturales, así
plejos propuestos por los educadores rusos como por la Federación de Estudiantes Campe-
Pinkevich y Pistrak (naturaleza, trabajo y socie- sinos Socialistas de México (FECSM), la organiza-
dad), y cuyo Consejo se integró a partir de re- ción de los estudiantes de las regionales, que se
presentantes de las “corporaciones” que se vin- formó en 1934. Estas instancias fueron las prin-
culaban a la escuela (Sociedad de Padres de cipales promotoras del autogobierno y fueron
Familia, Cuerpo Docente, Bloque Socialista de contando con representantes dentro de cada
Estudiantes, Instituto de Orientación Socialista y Consejo Escolar, independientemente de la re-
Consejo de Educación Primaria del Distrito Fe- glamentación general.13
deral).12 En las bases para las escuelas regiona- Los líderes de la FECSM y de la Rama Nacio-
les campesinas ni siquiera se rastrea nítidamen- nal de Educación Superior Campesina, buscaron
te una influencia de la escuela del trabajo de G. una participación más corporativa y decidida por
Kerschensteiner, y la escuela como comunidad el socialismo como se apuntaba en la Escuela
aparece como una prolongación —aunque más Nacional de Maestros. En 1939 la SEP emitió una
elaborada y democrática— de la escuela como serie de reformas a las escuelas regionales cam-
una familia. pesinas, mismas que fueron decididas ya no sólo
Sin embargo, la idea de un gobierno con por las autoridades, sino también por la repre-
base en una reglamentación mínima y en la co- sentación sindical y la estudiantil. Entre esas re-
laboración solidaria de estudiantes y maestros, formas, se hicieron nuevas modificaciones al
resultaba un tanto utópica dentro de la ola gobierno escolar. A partir de ellas, en los con-
corporativista del régimen cardenista y la proli- sejos escolares ya no sólo hubo representantes
feración del materialismo histórico como eje de estudiantiles por cada grado escolar, sino también
la enseñanza real y exacta del universo, y los uno de la fecsm y uno del sector femenil; ade-
directores, maestros y estudiantes de las escue- más de los representantes de los distintos tipos
las regionales campesinas, buscaron una parti- de maestros en cada escuela, participaba un
cipación más corporativista y decidida por el delegado sindical (aunque esto no estaba estipu-
socialismo como se apuntaba en la Escuela Na- lado reglamentariamente); por último, se incor-
cional de Maestros. poró también un representante de las autorida-
Las formas de gobierno y organización es- des agrarias de las zonas donde se ubicaban las
colar variaron de un plantel a otro dentro de es- regionales campesinas (que en muchas escue-
tas tendencias, pero la vida escolar se fue las estuvieron más bien ausentes).14
corporativizando. Si bien la SEP no tenía la capa-
13
Según Isidro Castillo esos programas fueron elaborados en
menos de tres meses por el Instituto de Orientación Socialista y
campesinas. SEP, 1933; AHSEP , DEANR, caja 3015, exp. 16-1-2-97. eran una copia artificiosa de los métodos propuestos por los ru-
Circular de Luis Villarreal, jefe del DEANR a los directores de las sos. Véase Meneses, 1988: 161-162, y SEP , 1937 (t.2): 765-770.
escuelas regionales campesinas, 18 de marzo de 1936. 14
AHSEP, DEANR, caja 3015, exp. 16-1-2-100, Informe sintético
12
AHSEP, DEANR, caja 3015, exp. 16-1-2-97, “Bases para la orga- que se rinde a la Comisión Técnica Consultiva de los trabajos de-
nización y funcionamiento del gobierno escolar en las escuelas sarrollados por el DEANR dic. 1934-febrero 1936; Conclusiones del
regionales campesinas”. Primer Congreso de Estudiantes Campesinos de la República, exp.,
Escuela, ciudadanía y democracia... 11

Hacia finales de los años treinta, para las tuvieron un papel más activo en la toma de de-
autoridades de la SEP la participación irresponsa- cisiones y planeación de actividades, aunque
ble de los estudiantes en el gobierno escolar lle- éstas se concentraran en los líderes estudianti-
vaba a las escuelas a un completo caos. Sin em- les más que en la comunidad escolar. Mientras
bargo, incluso en los momentos de auge del en algunas prevalecía la discusión y el razona-
autogobierno y en las escuelas que se dio mayor miento como los medios centrales de disciplina,
lugar a los estudiantes en la toma de decisiones, en otras ésta se manejaba a través de la contabi-
el buen o mal trabajo en ellas dependía sobre todo lidad de puntos buenos y malos (parte de un
de los recursos con los que se contaban y del “código disciplinario” que fue diseñado original-
desempeño de los directores y las ecónomas, que mente por el agrónomo Alfredo Rico), en otras
eran las maestras encargadas de guiar la organi- más la “fuerza coercitiva de antaño” fue substi-
zación diaria de los internados. Desde luego, los tuida por una presión de la comunidad escolar
estudiantes llegaron a tener la capacidad de co- que con bases democráticas y colectivas propi-
rrer directores y maestros de sus planteles si no ciaba la exclusión de los disidentes más que su
estaban de acuerdo con su forma de trabajar, pero convencimiento, y una vigilancia mutua que
los casos estudiados desde la década de 1920 acercaba los internados más a las formas tradi-
muestran que en general lo hacían junto con al- cionales de mantener el orden escolar como en
gunos de sus profesores y no por sí solos. En el siglo XIX, que a la búsqueda de libertad en las
general, por parte de los jóvenes prevalecía el normales rurales de los años veinte. El carácter
tradicional respeto a la voz de “los mayores”, fueran autoritario del sistema, sin embargo, se escon-
sus maestros o compañeros. día entonces tras el discurso popular, revolucio-
En las escuelas se manejaba un discurso en nario y democrático de “la comunidad escolar”.
pro de la democracia, de los derechos de todos, En otras escuelas, por último, los maestros se
y del sentido de responsabilidad hacia la comu- desentendieron de su papel de guías de la ju-
nidad escolar, pero este discurso se acompaña- ventud, fuese por falta de compromiso con el
ba de prácticas distintas. En algunas, la partici- proyecto escolar o por falta de tiempo ante la
pación de los estudiantes en los Consejos, los saturación de trabajo (situación que se fue acen-
comités o las cooperativas era sólo operativa tuando a finales de la década de 1930 y la si-
siguiendo los lineamientos marcados por los di- guiente). Por otro lado, en la comunidad escolar
rectores y profesores, mientras que en otras sí no todos eran iguales: incluso entre los estudiantes
se establecían diferencias entre los mayores y los
menores, y a estos últimos, los recién “rapados”,
509: 4-8-8-30, citado en Ortiz 1991: 210-11; AHSEP, DEANR caja 3072,
exp. 16-3-5-91, “Memorándum del Comité Ejecutivo de la FECSM
se asignaban las labores más pesadas y menos
al Secretario de Educación Pública”, 29 de diciembre de 1936. valoradas.15
Véase también Sepúlveda, 1976; Raby, 1974; Arnaut, 1998:, Todas estas prácticas hacían que el signifi-
Sepúlveda, 1976: y Bonfil, 1992: Sobre el funcionamiento de los
consejos en las escuelas véase SEP, DEANR, caja 3015, exp. 16-1-2- cado de “ser democrático” fuese muy distinto. Sin
97, Circular del Jefe del DEANR dirigida a los directores de edu- ir tan lejos como al cuestionamiento de la demo-
cación federal en los estados, a los inspectores de zona y los
cracia por parte de algunos de los comunistas,
directores de las escuelas regionales campesinas y tipo transi-
ción, 13 de noviembre de 1936; Fabre, 1989; Hernández, 2004; para muchos estudiantes una escuela o un direc-
AHSEP, Subsecretaría- DEANR, caja 3081, exp. 16-3-8-171, Informes tor podían ser considerados como democráticos
de todas las secciones técnicas, el presentado por el jefe del DEANR
a la Subsecretaría, y el “Plan mínimo de acción al que se sujetará
y revolucionarios dependiendo simplemente del
este departamento durante el primer semestre del año de 1937; nivel de vigilancia que establecían sobre ellos
AHSEP, DEANR, exp. 16-1-1-92, Informe confidencial del director
o la adecuada organización de los trabajos esco-
de Galeana, Nuevo León, 15 de febrero de 1936, exp. 16-1-
10-26, del 9 de marzo de 1936; exp. 16-1-10-40, Internado La
Boluda, Chiapas, , Informes bimestrales del director, de noviem-
15
bre de 1935 a junio de 1936, transcritos por Sepúlveda, 1976; SEP, 1940b; AHSEP, DGEN, Expedientes de alumnos y Regla-

AHSEP, DGEN, expedientes de alumnos, Tenería, Estado de México mentos; AHSEP, DEANR y DGEN, Informes de los directores de las ENR,
y Ayotzinapa, Gro., 1934-1937 (varios expedientes). 1940-1941.
Alicia Civera Cerecedo 12

lares, mientras que para otros dependía del lu- dentro del falso concepto de hacer creer al edu-
gar que se les otorgaba en la toma de decisio- cando que tiene todos los derechos, sin tener las
nes no sólo en la vida de la escuela sino en la obligaciones que le son correlativas”. El maes-
orientación de los trabajos hacia las comunida- tro Manuel M. Flores defendía el autogobierno
des, o en la actividad dentro del sindicato o la porque obliga al alumno a manifestar su perso-
organización estudiantil, es decir, por su orien- nalidad, y porque al basarse en la disciplina
tación política. impuesta por la conciencia de la responsabilidad
El autogobierno, decían algunos maestros y de cada uno en la vida de la comunidad, es ideal
estudiantes, se trataba de un sistema que quería para formar ”verdaderos grupos de dirigentes y
evitar métodos “artificiales” para lograr que los verdaderos agentes de mejoramiento económi-
estudiantes se hicieran responsables de sus ac- co-social”. El profesor Abel Bautista Reyes tam-
tos. Aunque en él se daba un peso importante a bién abogaba por el autogobierno y la elimina-
la persuasión, en algunas escuelas se hacían ción de la disciplina formal “artificiosa y arcaica”
sesiones para juzgar a los estudiantes que come- que implica subordinación de unos, lo cual afecta
tían faltas consideradas graves. No pocos alum- la estimación del yo y la dignidad. Para él, el mejor
nos preferían desertar que presentarse en sus régimen disciplinario es el que “se basa en el
juicios. La autoridad coercitiva externa, que tan- trabajo con tendencia al mejoramiento social, por
to se criticaba, en un principio era ejercida por medio de experiencias recogidas en las activi-
el director, pero posteriormente por los maes- dades, en la cátedra, en el juego, en el arte, en
tros y estudiantes que formaban parte del con- la forma de conducirse moralmente”. Rodolfo
sejo técnico y del comité de honor y justicia. En Herrejón acentuaba la responsabilidad de los
las que se aplicaba el código disciplinario se maestros en términos parecidos a los utilizados
aceptaban las sanciones, pero no que los casti- por la reglamentación del 36: el maestro debía
gos se aplicaran de arriba abajo, sino por la propia interpretar las manifestaciones y fases de la vida
comunidad escolar, fomentando la responsabili- estudiantil, conocer la capacidad intelectual así
dad colectiva. Con la contabilidad de puntos por como las inclinaciones e instintos de los estudian-
buenas y malas acciones se mantenía, se decía, tes, y hacía una exhortación a los profesores:
la libertad de los estudiantes para tomar sus pro-
demostremos a los consejos estudiantiles
pias decisiones, pero teniendo como referente
que son órganos funcionales colaborado-
un reglamento que velaba por el bien de la co- res de todo lo que signifique progreso y
munidad de la que emanaba. La responsabilidad mejoramiento educativo…luchemos por
individual que se procuraba en la década ante- forjar la conciencia del agremiado hasta
rior, había sido substituida por un deber ser consumar la lenta educación cívica…a
marcado por la comunidad. veces los alumnos en pleno ejercicio de
Un director decía que la disciplina debía “ser sus derechos no alcanzan a comprender
conciente”; por lo cual cualquier falta o error la responsabilidad de sus cargos y hasta
cometido era utilizado para hacer una amplia son indignos de la confianza que en ellos
se deposita […].16
explicación moral de la cuestión. Estas “llama-
das de atención” que los muchachos llamaban
También el profesor José Terán Tovar marcaba
“velas”, eran juntas en las que estaban presen-
como ideal “una disciplina funcional, donde cada
tes todos los alumnos y se realizaban a la hora
quien hiciera lo que le corresponde por con-
de la cena o en las asambleas generales (Cárde-
nas, 1965: 47 y 41). 16
Sobre la vida interna de las regionales campesinas desde
Para el maestro Manuel López Oñate, el 1934 véase: AHSEP, DEANR, caja 3074, exp. 16-3-5-160, Personal,
autogobierno era la forma ideal de disciplina, 1937; AHSEP, DGESIC, Visitas de inspección ordinaria y especial, 1941;
AHSEP, DGEN, Expedientes de alumnos Tenería y Ayotzinapa y Re-
porque colocaba al individuo frente a la solución glamentos; AHSEP , DEANR y DGEN , Informes de los directores y
de problemas reales, no artificiales, “pero no maestros de las ENR, 1940-1941; AHSEP, DGESIC, 5198/3, la Secretaría
Escuela, ciudadanía y democracia... 13

ciencia y deseo de ser útil a la colectividad, que le había publicado Un sindicato escolar. Novela
cada quien fuera factor de progreso, de trabajo corta infantil, cuya intención, precisamente, era
en que todos fuéramos eminentemente morales despertar la iniciativa en los niños para organi-
sin que tuviéramos que escuchar la voz del jefe zarse colectivamente, lo que contribuiría a la
que nos dice a cada momento como debemos estructuración de una nueva sociedad socialista.
obrar”. Según él, en la escuela que dirigía se Según el autor, que fue profesor en varias es-
tomaban en cuenta las opiniones de maestros y cuelas regionales campesinas, se basaba en su
alumnos, se planteaban los problemas y se re- experiencia en Veracruz. La novela relata las
solvían a partir de escuchar las opiniones de todos. actividades de una escuela primaria en la que la
Estas ideas son bastante representativas de mayor parte de los alumnos son hijos de obre-
los objetivos que perseguían la mayoría de los ros. Con base en los relatos de vida cotidiana,
directores y muchos de los maestros de las es- el profesor impulsaba como valores centrales el
cuelas regionales campesinas, que daban un peso trabajo, la cooperación, la responsabilidad y la
importante a la responsabilidad y al trabajo en justicia, y promovía el trabajo colectivo, así como
la formación del carácter de los estudiantes, pero la organización independiente y conjunta de
había diferencias significativas en términos de los obreros y campesinos para defender sus intere-
objetivos: para que los estudiantes fuesen pro- ses frente a la burguesía. Convencido de que la
motores de mejoramiento económico y social, educación debía ser un proceso en el que el
para forjar la conciencia del agremiado, o para alumno debía participar activamente y a partir
manifestar la personalidad. La presencia de va- de situaciones reales, defendía la argumentación,
rios objetivos, habla de las distintas agendas de el razonamiento y el convencimiento como los
los maestros de las regionales campesinas. No elementos centrales para que los alumnos apren-
es de extrañarse, entonces, que más variables aún dieran a ser responsables.
fueran sus opiniones acerca de cómo, en la prác- En la escuela el maestro promovía que los
tica, podría llegarse a ese ideal y en el grado de alumnos formaran un sindicato. El no intervenía
responsabilidad que cada actor debía jugar. Para en su organización, porque en ese caso él era
los más radicales, los defensores del código dis- el enemigo y era como si el dueño de una fá-
ciplinario, los estudiantes eran capaces de par- brica interviniera en un sindicato, pero los ins-
ticipar en el gobierno escolar en un plano de taba a que los representantes estudiantiles fue-
igualdad junto con los profesores y los directo- sen elegidos democráticamente y por votación,
res, lo cual no significaba que pudieran hacer lo y cuando se organizaron en comisiones de tra-
que quisieran, pues debían seguir un reglamen- bajo, el maestro, que se unió a una de ellas,
to que expresaba la voluntad de la comunidad propuso que éstas se llamaran “brigadas de cho-
escolar. Para otros, los estudiantes debían gozar que”. Los alumnos se unieron con los niños de
de cierta libertad y poder manifestar sus ideas, otros grupos, y cuando se quiso cesar a un pro-
pero la organización de los trabajos debía estar fesor, todos juntos reclamaron. Al no hacerles
bajo la responsabilidad principal de los directo- caso, se fueron a la huelga, que termina con un
res, apoyados por los maestros. Esta idea era una final feliz pues hasta el mismo director, que ha-
prolongación de la escuela como familia y era bía expulsado a dos alumnos, les pide disculpas
incompatible con las posturas más radicales, como y les dice que tenían razón.
la del maestro Bustos Cerecedo, a quien en 1936 En este caso, la huelga es planteada como
la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios un arma legítima para defenderse del enemigo,
pero entre los alumnos era algo distinto. Los que
particular pide un informe sobre el funcionamiento de las ENRS, no iban de acuerdo con la mayoría (uno porque
firmado por Luis H. Monroy, 24 de marzo de 1942 ; Revista Impulso era burgués y no quería trabajar o quería que el
juvenil, 30 de junio de 1935; Alicia Civera, entrevista con la maes- trabajo fuera individual; otra que lloraba porque
tra Margarita Hernández Franco, 21 de junio de 2001, Tenería,
Estado de México; Cárdenas, 1965. se hablaba en contra de la iglesia, y otra que
Alicia Civera Cerecedo 14

los niños no querían porque era protestante), El autogobierno no tuvo las mejores condi-
acababan por unirse a los demás sin necesidad ciones para desarrollarse. Desde los años vein-
de represalias, según el autor, sin presiones del te los políticos exaltaban el valor de las escue-
maestro, sino cuando ellos mismos llegaran a dicha las normales rurales y de las escuelas regionales
disposición después de razonar con ellos. Sin campesinas como pilares importantes en la trans-
embargo, este “razonar” significaba una presión formación del mundo rural, pero el presupues-
tremenda del grupo sobre el niño. En el caso del to que se les asignaba nunca fue suficiente y se
niño burgués, el maestro se hacía de la vista gorda asignaba de manera caprichosa. La planta de
cuado otros niños le reñían, aunque los conven- maestros rara vez estuvo completa y las cargas
ció de que, si no quería trabajar, no le dijeran nada. de trabajo, tanto para maestros como para alum-
A la que lloraba no le dijo nada directamente, pero nos, eran excesivas. Los sueldos eran bajos y
a través de preguntas, lanzaba a sus alumnos para solían atrasarse. Los estudiantes, apoyados por
que éstos argumentaran porqué la Iglesia había muchos de sus maestros, realizaron huelgas para
sido nefasta para la historia de México. El maestro exigir un mayor presupuesto para las escuelas
manipulaba las situaciones para que la presión y más maestros, quienes debían estar mejor pre-
hacia los niños disidentes fuera ejercida por los parados y sobretodo poseer, decían, una ideo-
compañeros y no por él directamente. Según el logía revolucionaria. En 1938, los estudiantes y
autor no había represalias, pero para el lector es maestros de las escuelas regionales campesinas
evidente que lo que se jugaba era el rechazo de apoyaron la nacionalización de la explotación
los compañeros (Bustos, 1936). petrolera. Pero a raíz de ella se fortalecieron los
Al igual que en esta novela infantil, tanto grupos moderados y las reformas populares, entre
en las diversas versiones del código disciplina- ellas la educación socialista, tuvieron que redu-
rio, como en las actividades promovidas por cirse. Las Regionales recibieron menos recursos
profesores menos propensos a dar libertad a los aún. Ello podría explicarse por el recorte de
estudiantes, había un acuerdo en el objetivo de recursos por la deuda petrolera, sin embargo, José
fomentar en los alumnos la fraternidad, la coope- Santos Valdés, representante de la Rama en el
ración, el sentido de responsabilidad, de justicia, STERM, reclamaba que las regionales campesinas
así como el hábito del trabajo, el espíritu de su- recibían un trato discriminatorio en comparación
peración y el respeto a las reglamentaciones, en con instituciones urbanas como las escuelas para
cuanto éstas eran resultado de expresión de to- obreros, militares, las técnicas y vocacionales y
dos los actores involucrados. Pero evidentemen- la Nacional de Agricultura. Tras la desaparición
te, el método de Bustos no podía ser aceptable de las Misiones Culturales por presiones políti-
para los profesores que habían defendido la idea cas, los maestros y estudiantes de las regionales
del internado como familia. La libertad de los se sentían amenazados de correr con la misma
individuos y la democracia como expresión de suerte [Santos, 1989 (t.IV): 184].
sus intereses parecía debilitarse en las prácticas Las variables condiciones de los planteles
de la comunidad escolar y el autogobierno, pero empeoraron notoriamente. En muchos de ellos,
no hay que perder de vista que dentro del con- los talleres de oficios permanecían cerrados
texto de un campo aún armado y movilizado en durante meses por falta de personal que los aten-
varias partes del país, la escuela permanecía como diera, o de materiales para trabajar. Los alumnos
una agencia que abogaba por las palabras y los carecían de ropa, cobijas y camas, la alimenta-
métodos persuasivos, en lugar de la violencia y ción era precaria y cundían epidemias sin que
el uso de la fuerza y de las armas. se pudiera dar medicinas a los enfermos.17
Las diferentes formas de mirar la disciplina Las condiciones de trabajo de los maestros
escolar obedecían, sobre todo, a posturas distintas eran aún peores que antes, en muchas escuelas
frente a la teoría pedagógica, pero también a
posiciones políticas dentro del proceso de for- 17
Revista para las Escuelas Regionales Campesinas, núm. 4,
talecimiento del corporativismo estatal. septiembre de 1939, pp. 12-13.
Escuela, ciudadanía y democracia... 15

hacía falta personal incluso para cubrir las ma- de 1940. Todas las escuelas cerraron por doce
terias del plan de estudios y sobre todo en las días. Los estudiantes solicitaban lo mismo de siem-
escuelas pequeñas, se carecía de maestros y pre: un mayor presupuesto para las escuelas y
directores que tuvieran una buena preparación dejar de ser tratados como estudiantes de segun-
y experiencia en el medio rural.18 da. Su fe en la Revolución seguía en pié, pero
En dichas circunstancias, el autogobierno no era tan claro que el gobierno fuera su repre-
tenía problemas para funcionar adecuadamente, sentante y velara por los intereses de los cam-
en buena parte porque los maestros no asesora- pesinos. Los estudiantes fueron apoyados por el
ban como se debía a los comités de trabajo de STERM , la FSTSE y la Confederación Nacional de
los estudiantes o incluso las clases dentro de las Estudiantes. Tras negociaciones y amenazas, le-
aulas. Si bien en algunas escuelas la disciplina vantaron la huelga con la promesa de la SEP de
encargada a los estudiantes seguía siendo bas- ir cubriendo a lo largo del año la mayor parte
tante estricta, en otras no se llevaba un buen de las solicitudes. Sin embargo, esa promesa no
control de las cooperativas de alimentación y se cumplió ni durante el gobierno de Lázaro
consumo, o por el contrario, éstas eran dirigidas Cárdenas, ni en el de Manuel Avila Camacho y
por los directores y los maestros, sin dar un mayor las condiciones de las escuelas regionales cam-
espacio de participación a los estudiantes. Para pesinas empeoraron aún más. Afloraron muchos
entonces, la reducción del presupuesto tampo- conflictos provocados por la escasez de recur-
co permitía que la SEP supervisara el trabajo que sos y los enfrentamientos entre los propios maes-
se realizaba en las escuelas o que pudiera ofre- tros, ya que dentro del STERM se formó un grupo,
cer una mejor preparación a sus profesores. el Frente Revolucionario de Maestros, que apo-
La escasez de recursos dentro de un ambien- yado por la CNC, buscaba desplazar a los comu-
te cada vez más hostil hacia la educación socia- nistas tanto del sindicato como de la SEP.
lista y a los comunistas, hizo que las posiciones Los conflictos fueron aprovechados por la
se fueran polarizando y el descontento fuera prensa y los grupos políticos que luchaban para
creciendo. Hasta 1939, los maestros de las es- modificar el Artículo Tercero y terminar con la
cuelas regionales campesinas se habían mante- educación socialista. Si en otras épocas el ejér-
nido unidos, sin embargo, tomaron caminos dis- cito entraba a las escuelas para protegerlas de
tintos ante la campaña para suceder a Lázaro los cristeros, en 1941 lo hizo para reprimir a los
Cárdenas en la Presidencia de la República y estudiantes.20
frente a la filiación del gremio magisterial y de Los conflictos motivados por la escasez de
las organizaciones campesinas que intentaban recursos tras la expropiación petrolera y la re-
apoyar o impulsar a la Confederación de Traba- organización política que implicó la formación
jadores de México (CTM), la Confederación Nacional del Partido de la Revolución Mexicana (PRM, el
Campesina (CNC) o la Federación de Sindicatos de antecedente del PRI), la contienda por la presi-
Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE) den- dencia de la República y el proceso de organi-
tro del Partido de la Revolución Mexicana.19 zación de los maestros hacia la formación del SNTE,
Una vez pasadas las elecciones presiden- un sindicato con carácter nacional, pusieron de
ciales, la Federación de Estudiantes, con apoyo manifiesto que los Consejos de las escuelas no
de muchos de los maestros y directores, organi-
zó una huelga general que comenzó el 20 de julio 20
Sobre la participación de los maestros de las regionales
campesinas en el movimiento magisterial en esta época véase
Revista de Educación, agosto de 1938, vol. III, núm. 1; AHSEP, DGESIC,
18
AHSEP, DGESEIC, exp. 5190/49, Memorandum, 3 de octubre de Visitas de inspección ordinaria y especial, 1941; AHSEP, DGEN, Ex-
1941. pedientes de alumnos, Tenería y Ayotzinapa, y Reglamentos; AHSEP,
19
AHSEP, DEANR y DGEN, Informes de los directores de las ENR, DEANR y DGEN, Informes de los directores y maestros de las ENR ,
1940-1941; Sepúlveda, 1976; Revista de las Escuelas Regionales 1940-1941; Revista de las Escuelas Regionales Campesinas, 1939;
Campesinas, 1939; AHSEP, DEANR, caja 3074, exp. 16-3-5-160, Do- Santos, 1989; Cárdenas, 1965; Medina,1978; Raby, 1974; Bonfil,
cumentos relacionados con el personal, 1937; Cárdenas, 1965. 1992; Carr, 1996; Arnaut, 1998: 88; Arteaga, 1994.
Alicia Civera Cerecedo 16

siempre representaban los intereses de “la co- 3. VOLVER AL ORDEN: LA PROPOSICIÓN EN


munidad escolar”. Este objetivo era muy difícil
LOS AÑOS CUARENTA
ya que en la mayoría de las escuelas, la comu-
nidad escolar era muy heterogénea: tanto los
En los años cuarenta, ante la segunda guerra
maestros como los estudiantes provenían de dis-
mundial, se dejó atrás el discurso de la lucha de
tintos lugares y estratos sociales. La FECSM enla-
clases para favorecer la búsqueda de la unidad
zó a los estudiantes de las escuelas entre sí y con
nacional y la solidaridad internacional. La SEP
otras organizaciones estudiantiles, pero los jóve-
comenzó a hablar de la escuela del amor y aun-
nes tenían también otras filiaciones por su lugar
que discursivamente daba importancia a la con-
de origen, por su género, por posiciones políti-
tribución de la escuela en la democracia, no
cas e incluso por lazos familiares, no sólo entre
propuso nuevas formas de gobierno escolar, sino
sí, sino también con los maestros, los emplea-
más bien, la vuelta a un esquema tradicional, en
dos y las fuerzas políticas locales, que mantenían
la que el director y los maestros debían ser guías
vías de comunicación y de organización a veces
de los alumnos quienes, a su vez, debían obe-
ajenos a los Consejos y las Asambleas escolares,
decer y seguir las reglas emanadas de la Secre-
y que incidían en la vida escolar en forma me-
taría de Educación. Desde luego, se aceptaban
nos pública pero no menos importante. Me re-
las sanciones, aunque como en los años veinte,
fiero no únicamente a la formación de células
se buscaba recurrir a la persuasión y a castigos
comunistas o al vínculo a distintas organizacio-
simbólicos más que físicos.
nes gremiales o políticas, sino sobre todo a las
El carácter democrático y colectivo del
reglas informales de convivencia entre los estu-
autogobierno con sus concomitantes limitaciones,
diantes mismos con relación al género y la dife-
que representó un rasgo importante en la cultu-
rencia de edades, a los pactos entre ellos o con
ra escolar que se había formado en las norma-
algunos maestros para evadir el trabajo, a los
les rurales y regionales campesinas, permane-
desertores y expulsados, a los espacios más ín-
ció a pesar de las reformas de los años cuarenta
timos de las mujeres o de los grupos de alum-
que buscaban eliminar a los grupos más radica-
nos que provenían de un solo pueblo o grupo
les del magisterio, uniformar la enseñanza urbana
indígena, a los frecuentes rumores, los chismes
y rural, y en general, evitar los excesos radica-
y los saboteos como manifestaciones de resisten-
les y hacer un llamado a la unidad nacional para
cia al gobierno escolar “legítimo” en un contex-
impulsar la industrialización y la urbanización. En
to de convivencia intensiva (a veces con tintes
las escuelas regionales campesinas, la limpia de
endogámicos) en donde la privacidad era esca-
comunistas se convirtió en la expulsión de líde-
sa y los intereses individuales o de pequeños
res estudiantiles, la intervención de fuerzas pú-
grupos tenían pocas posibilidades de expresión.
blicas para terminar movimientos de huelga de
Con frecuencia, los estudiantes y empleados
estudiantes y/o maestros, el traslado de maestros
lugareños tenían más ligas con los campesinos
y estudiantes de un plantel a otro, y el debilita-
vecinos que los maestros y directores, quienes
miento de la fecsm y del ala más radical de los
solían provenir de lugares distintos a los que
maestros en la formación del snte, a través de
albergaban a las escuelas.
una amplia campaña que aprovechó la preocu-
El gobierno de Manuel Avila Camacho de-
pación por la segunda guerra mundial y la des-
cidió cerrar las escuelas regionales campesinas,
confianza de la población hacia la co-educación,
argumentando que vivían en un caos. Sin embar-
para vincular a los comunistas o cardenistas con
go, dicha decisión no tuvo motivos pedagógicos
las faltas a la moral y a la bandera nacional. La
ni se relacionaba con el variable funcionamien-
SEP cerró las escuelas regionales campesinas para
to del autogobierno, sino con una problemática
crear, por separado, escuelas prácticas de agri-
política mucho más amplia.
cultura y escuelas normales rurales. Estas, se
Escuela, ciudadanía y democracia... 17

redujeron a menos de la mitad y en 1943, se les 4. CONCLUSIONES


quitó su carácter mixto.21
En las escuelas siguió funcionando el autogo- Dentro del discurso popular y nacionalista de la
bierno, pero con un significado muy diferente. La Revolución mexicana, la democracia no era uno
drástica reducción del presupuesto de las escue- de los puntos centrales. La lucha maderista en
las, la represión a los movimientos estudiantiles y contra de la dictadura de Porfirio Díaz había sido
la persecución de los maestros más radicales, fue- rebasada por la lucha por la tierra y la justicia
ron vividos por los estudiantes campesinos como de amplios sectores sociales y posteriormente por
una traición de la Revolución. La organización in- los anhelos de concentración de poder de las
terna de maestros y estudiantes ya no era para nuevas elites revolucionarias. Sin embargo, dentro
realizar un ideal común con el gobierno revolucio- del creciente contingente del magisterio rural,
nario, sino un mecanismo de defensa en contra de
incluso entre aquéllos considerados como los más
un gobierno que no los representaba y que desde
radicales dentro de la organización gremial y del
luego no era democrático. Sin embargo, el ambiente
corporativismo estatal, existió la preocupación
de hostilidad hizo que algunas posturas autoritarias
por fomentar principios y hábitos democráticos
se reforzaran. La disidencia política, por ejemplo,
entre la juventud campesina.
fue contemplada en algunas escuelas como traición
Este intento cobra relevancia no sólo den-
a la comunidad escolar, y las asambleas democrá-
tro del contexto del crecimiento del corporati-
ticas al interior de los internados era acompañada
vismo estatal sino también en un ambiente mun-
a veces por saboteos y zafarranchos en las juntas
dial en el que el totalitarismo iba ganando terreno,
sindicales.
tanto con el fascismo y el franquismo como en
La SEP se empeñó en limitar la participación
de los estudiantes en el gobierno escolar y el ca- el estalinismo en la URSS.
rácter ejecutivo de los Consejos Escolares, pero a En la vida de las escuelas normales y regio-
pesar de la represión, el autogobierno ya había nales campesinas, sin embargo, el significado de
echado fuertes raíces en el sistema y las reglamen- ser democrático estuvo mediado por la presen-
taciones emitidas en esa época se mantuvieron cia de tradiciones autoritarias, por el disfraz de
durante varias décadas, en una convivencia suma- éstas detrás de los afanes comunitarios, por las
mente conflictiva con el gobierno, hasta nuestros disputas entre los liberales y los comunistas, y
días.22 sobre todo, por un discurso que colocaba a to-
dos en condiciones de igualdad sin que éstas
fueran reales, en términos de los papeles de las
21
Véase AHSEP, DGESIC, Informes de los directores, maestros e
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Alicia Civera Cerecedo 18

mos, el valor de la democracia también fuera 1941-1944; Presupuestos y solicitudes de


limitado. varias escuelas, 1941-1944.
Ya para los años cuarenta, el destino de cada
escuela no era decidido por el director, los maes-
tros y los estudiantes, según las necesidades de Hemerografía
cada plantel, sino por una Secretaría de Educa-
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