You are on page 1of 2

MI AMOR ES INSUFICIENTE...

Juan 21:15-17 "Entonces, cuando habían acabado de desayunar, Jesús dijo a Simón
Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? Pedro le dijo: Sí, Señor, tú sabes
que te quiero. Jesús le dijo: Apacienta mis corderos. 16 Y volvió a decirle por segunda
vez: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro le dijo: Sí, Señor, tú sabes que te
quiero. Jesús le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo por tercera vez: Simón, hijo de Juan,
¿me quieres? Pedro se entristeció porque la tercera vez le dijo: ¿Me quieres? Y le
respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: Apacienta mis
ovejas".

Estamos en la preciosa escena de unos de los encuentros del Señor ya resucitado con un
grupo de Sus discípulos junto al mar de Tiberias. Pedro permanece junto a Jesús en
pleno desayuno con los demás. De repente, el SEÑOR le hace una pregunta muy directa
al corazón del apóstol: ¿Pedro, me amas?. Y lo repite dos veces más. Esto debió haber
sido un golpe duro en el corazón de Pedro, porque por cada vez que el SEÑOR le
preguntaba de Su amor por Él, es probable que Pedro recordara las tres ocasiones en
que lo negó la noche antes de la crucifixión (Mateo 26:69-75). Titubeando, Pedro le
contesta en cada pregunta: "Sabes que te quiero...". Muchos comentaristas debaten
sobre por qué se usan dos verbos diferentes para las expresiones "me amas" y "te
quiero". El primero es del original griego, Agapao, que refiere a un amor incondicional,
extremo y divino; un amor desprendido y dispuesto a servir. En cambio el segundo es un
amor del tipo fraternal, es impulsivo y suele enfriarse fácillmente. Es decir, cuando Jesús
le pregunta a Pedro ¿Me amas? le hace ver los estándares más altos del amor, amarlo
como Él amó. Sin embargo Pedro le contesta, Fileo, expresando un nivel de amor mucho
más bajo y sujeto a dejarse llevarse por las circunstancias.

¿Por qué Pedro le responde Fileo y no Agapao a Jesús? Porque practicamente él


reconoce que su amor es insuficiente. Su amor es débil, fácil de apagarse con cualquier
estado de ánimo o circunstancia difícil. Pedro admite que le ha fallado gravemente a
Jesús por haberle negado que le conocía.

¿Cuántas veces nosotros no hemos estado en la misma posición de Pedro? ¿Cuántas


ocasiones no le hemos fallado a nuestro SEÑOR? esto nos sucede cuando hemos
pecado, le hemos desobedecido Sus mandamientos, cuando le hemos negado y dado la
espalda, cuando negamos el testimonio de Su nombre con nuestros hechos y palabras,
por ser necios y duros de corazón.

Cuantas veces el Señor nos ha dicho ama a tu hermano, y en vez de ello, lo aborrecemos
apuñandole por la espalda. Cuantas veces hemos amado de palabra, pero no de hechos.
O dime cuantas veces nos hemos exaltado a nosotros mismos como Pedro de que
seguiríamos al SEÑOR hasta el fin del mundo, y acabamos siendo humillados porque no
hemos sido fieles, y que solamente hemos presumido de nuestro supuesto amor por Él.
Acabamos con el orgullo expuesto delante de Dios. y nos muestra como realmente
somos: Pecadores miserables sí, pero necesitados de Su amor y de Su gracia.
Necesitamos gracia y el amor de CRisto porque somos débiles en nuestro amor por Él.
Recordemos que como dice el apóstol Juan en su primera epístola: Nosotros le amamos
a Él, porque Él nos amó primero (1 juan 4:19). En la medida que nosotros nos
abandonemos al amor de Cristo contemplando Su cruz, seremos capaces cada día de
amarlo más y más hasta que Él vuelva. A pesar de nuestras imperfecciones y de nuestros
pecados, Dios sigue derramando Su amor en nuestros corazones por medio del Espíritu
Santo que nos fue dado (Romanos 5:5). Dios muestra Su amor para con nosotros, en que
siendo aún pecadores, Cristo Jesús murió por nosotros (Romanos 5:8).

A pesar de la tristeza que Pedro sentía, Él pudo comprobar que El Dios Trino lo amó
hasta lo extremo, porque comprendió el verdadero amor cubre multitud de pecados (1
pedro 4:8).

Vamos a orar:

SEÑOR, perdóname porque mi amor por ti es insuficiente, es débil. no alcanza ni un poco


los estándares de Tu amor perfecto.

Enséñame a amar como Tú amas. A perdonar como Tú perdonas. Y a gastar mi vida por
Ti y por los demás, así como Tú diste la Tuya y nos amaste hasta lo extremo.

Ayúdame a crecer en amor, guardando Tus palabras, obedeciendo Tus mandamientos, y


a nunca aborrecer a mi hermano. Enseñame a amar de hechos y no solo de palabras, a
renunciar mi comodidad, mi egoísmo, mi orgullo, mi falsa seguridad de que mi amor es
perfecto porque no lo es.

Señor no permitas que permanezca cómodo en mi amor inútil y pequeño, sino que pueda
contemplar maravillado toda la anchura, la longitud, la altura, la profundidad de tu amor
que excede, sobrepaa todo conocimiento en la tierra y en el cielo, a din de que pueda ser
pleno en Ti. Entonces me harás entender que Tu amor manifestado en esa Cruz cubre la
mutitud de mis pecados.

En tu nombre, y para tu gloria, amén y amén.

You might also like