Historia Social

del Arte

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Artes y revolución.
Ideologías y políticas artísticas en
la Francia revolucionaria.
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Artes y revolución.

Pablo Edgardo Nieto.

 Ideologías y políticas artísticas en la Francia
revolucionaria.

“Las artes deben ayudarnos a hacer avanzar

el progreso del espíritu humano y a
propagar y a trasmitir a la posteridad los
impresionantes esfuerzos de un gran pueblo
que, conducido por la razón y la filosofía,
hace avanzar sobre la tierra el reino de la
libertad, de la igualdad y de la ley.”
Jacques Louis David.1

Tras la caída del antiguo régimen, la revolución había ganado las

calles de París y había conquistado aquellos monumentos que
identificaron al absolutismo francés. Sin embargo, la victoria más
importante, aquella que garantizarían la continuidad de los ideales
revolucionarios, esta lejos de lograrse en los espacios netamente
físicos. Es en el plano de lo imaginarios colectivos es en donde se
libró la lucha más ardua y, al mismo tiempo, mucho más sutil. En este
contexto, el arte se convirtió en un instrumento de convencimiento y
de educación. En otras palabras, el neoclasicismo francés busca
educar y elevar el espíritu de pueblo exaltando los ideales de la
revolución proyectándolos en el espacio plástico.
En “El Juramento de los
Horacios”, Jacques Louis
David hace uso de un motivo
clásico, en este caso el
juramento de fidelidad de los
hermanos Horacios hacia su
padre, para representa tanto
los principios del compromiso
y responsabilidad, que los
ciudadanos franceses debe
adoptar para con la causa
revolucionaria, como los
principios de moralidad.

El carácter didáctico del arte revolucionario tenía otra finalidad quizás

más importante aun, la creación de todo un nuevo panteón de héroes
revolucionarios que reemplace a la cosmogonía cristiana, base
fundamental de la monarquía absolutista. La nueva elite domínate, la
burguesía, en base a este nuevo universo mitológico buscó crea una
nueva identidad nacional y popularizar sus ideales de clase.

1
Jacques Louis David. En. Castelnuovo, E; “Ideologías y políticas artísticas en la
Francia Revolucionaria”. En. “Arte, industria y revolución”. Pp. 180.

Pablo Edgardo Nieto.

“La Muerte de Marat” de Jacques Louis
David, es un claro ejemplo de esta
búsqueda de identidad nacional por medio
de la creación de nuevos iconos, héroes y
mártires. En la escena representada se ve a
Marat un instante después de haber sido
asesinado en su tina de baño medicinal. La
disposición del cuerpo hace recordar las
representaciones barrocas de los funerales
de Jesús. De esta manera se le otorga al
prominente promotor de la revolución un
aire de santidad.

El arte se convirtió en el lenguaje de la revolución y constituyó el

principal instrumento de propaganda y educación cívica del estado.
La universalidad del arte permitió divulgar los ideales de la nueva
clase dominante al resto de la población en su mayoría iletrada; esta
operación requirió de una importante inversión del estado tendiente a
generar nuevos espacios físicos de exposición pública y el resguardo
ante vandalismo, los museos, y incentivos a artistas y artesanos. En
este mismo sentido, el estado promocionó una política de
flexibilización en las modalidades de aceptación de la academia que
la convirtió en una institución abierta a todos los artistas sin
distinción.

En “La Coronación de Napoleón” de David se advierte ya la nueva

faceta del arte neoclásico francés desarrollada durante el imperio,
caracterizada por el acento en el rol de controlador social y de
instrumento propagandístico en respaldo a la labor reformadora de
Napoleón Bonaparte y su consagración como emperador.

Pablo Edgardo Nieto.