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ÍNDICE
Introducción 3
1.- Definición 4
4.- Obesidad 10
Metabólico 17
10.- Diagnóstico 20
11.- Conclusión 23
12.- Bibliografía 24
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INTRODUCCION
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1. DEFINICION
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2. CUADRO CLINICO
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3. HIPERTENSIÓN ARTERIAL
Se cree que tanto los factores ambientales como los genéticos contribuyen a la
hipertensión esencial. La tensión arterial tiende a elevarse con la edad. Es
también más frecuente que aparezca si la persona es obesa, tiene una dieta rica
en sal y pobre en potasio, bebe elevadas cantidades de alcohol, no tiene
actividad física y sufre estrés psicológico. La tendencia a la hipertensión puede
ser heredada, se desconocen en gran medida los factores genéticos
responsables de la misma.
Otros factores que también se han relacionado con la TA son: sexo, raza,
desarrollo físico, historia familiar y factores dietéticos. Probablemente, ocurre
una interacción entre estos diversos factores, influida por factores genéticos y
ambientales, que determinarán el comportamiento de la TA en aquel individuo.
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En la tabla 1, modificada de Grundy , se muestran las distintas formas de definir
al SM. A pesar de que el síndrome ha recibido críticas recientes [8] nosotros
entendemos que, hasta tanto se determine si la obesidad es una condición
imprescindible para el diagnóstico del SM y/o se disponga de mediciones que
permitan definir con certeza la insulinorresistencia de un paciente individual, los
criterios diagnósticos del ATPIII son adecuados para identificar paciente de alto
riesgo cardiovascular en la práctica diaria en el consultorio.
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para el diagnóstico de HA y de diabetes. Estos factores de riesgo son la causa
de las lesiones en los órganos blanco y de los eventos cardiovasculares; con el
desarrollo de diabetes surge la posibilidad de que aparezcan las complicaciones
microvasculares propias: neuropatía, retinopatía, nefropatía (figura 1). Así, de no
ser intervenido, el SM es una condición que empeora progresivamente con el
aumento de la edad y con el incremento del peso.
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intervención. Como se mencionó, el sobrepeso-obesidad juega un papel central
en una vasta mayoría de los pacientes y su prevención y tratamiento es uno de
los pilares del enfoque. En vista de su reciente definición no hay trabajos con
gran número de pacientes, ni de suficiente duración, sobre el tratamiento de la
HA en sujetos que cumplan específicamente con los criterios del SM del ATPIII.
Gran parte de la evidencia que sustenta este trabajo proviene de estudios
clínicos en diabetes y/o en poblaciones con alto riesgo cardiovascular.
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4. OBESIDAD
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5. IMPLICACIÓN DE LA OBESIDAD Y LA FUNCIÓN DEL TEJIDO
ADIPOSO EN LA PATOGENIA DEL SÍNDROME METABÓLICO
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6. IMPLICACIONES FISIOPATOLÓGICAS DE LAS ALTERACIONES
DEL METABOLISMO LIPÍDICO EN EL SÍNDROME METABÓLICO
Los TG de las VLDL se intercambian con ésteres de colesterol en las HDL por
acción de la CETP y la mayoría de dichos ésteres vuelve al hígado en forma de
remanentes, una vez que se hidrolizan las VLDL por la lipoproteinlipasa (LPL).
Las HDL pequeñas son aclaradas de la circulación con mayor facilidad que sus
homólogas, lo que resulta en disminución del HDL y de la apo AI (ambas
antiaterogénicas).
Las LDL pequeñas y densas también son más aterogénicas por ser más tóxicas,
por su mayor capacidad de penetración en la íntima y buena adherencia a los
glucosaminoglicanos, y por su mayor susceptibilidad a la oxidación y su unión
selectiva a los receptores basureros de los macrófagos.
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El aumento de la liberación de AGL y la síntesis de TG son los puntos clave en
las alteraciones lipídicas del SM, por lo que un posible aspecto terapéutico sería
aumentar la sensibilidad de los adipocitos a la insulina para incrementar su
capacidad de almacén de TG.
Una gran mayoría de autores defiende que la RI induce daño vascular e HTA.
Pero, por otra parte, algunos estudios sugieren que la hipertensión no está
fuertemente ligada al SM o que su asociación es casual.
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La insulina tiene efectos presores a través de una estimulación del sistema
nervioso simpático y la facilitación de la absorción renal de sodio. Provoca un
incremento de la reabsorción de sodio en el túbulo contorneado proximal renal.
Asimismo, la insulina puede condicionar una elevación de la presión arterial por
diferentes mecanismos.
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Por la acción mitogénica de la insulina (a través del protoncógeno c-myc por
medio de receptores del factor de crecimiento 1-insulina like (IGF-1) se induce
proliferación de las células vasculares de los músculos lisos y modificación del
transporte de iones a través de las membranas celulares que incrementan los
valores citosólicos de calcio.
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fármaco sensibilizante a la insulina. La dimetil-arginina asimétrica puede
contribuir a la disfunción endotelial presente en la insulinorresistencia.
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8. INTOLERANCIA A LA GLUCOSA EN EL SÍNDROME METABÓLICO
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Las lipoproteínas que se asocian con incremento del riesgo de arteriosclerosis
son las LDL elevadas, las HDL bajas y elevación de lipoproteína A y la
hipertrigliceridemia. La presencia de partículas LDL pequeñas y densas típica
del SM también supone mayor riesgo.
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vasculares nocivos, como modificaciones de la hemorreología, incremento de
radicales superóxido, aumento de la mieloperoxidasa y aceleración de la
aterosclerosis por una mayor oxidación de partículas de LDL y HDL.
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10. DIAGNOSTICO:
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• Triglicéridos altos: mayores a 150 mg/dL (o en tratamiento hipolipemiante
específico). • Colesterol HDL bajo: menor de 40 mg% en hombres o menor de
50 mg% en mujeres (o en tratamiento con efecto sobre el HDL).
• Presión arterial elevada: presión arterial sistólica (PAS) mayor o igual a 130
mmHg y/o PAD mayor o igual a 85 mmHg.
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• Evaluación del perímetro abdominal: debe realizarse con el paciente en
posición de pie al final de una espiración normal, con los brazos relajados a cada
lado. La medida debe tomarse a la altura de la línea media axilar, en el punto
imaginario que se encuentra entre la parte inferior de la última costilla y el punto
más alto de la cresta iliaca (principal punto de referencia)
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11. CONCLUSIÓN
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BIBLIOGRAFÍAS:
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