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Resumen
Este ensayo fue escrito con los rasgos de enseñanza de la Universidad Pedagógica Nacional;
además, tiene el concepto pedagógico de la Licenciatura de español e inglés perteneciente a
la facultad de humanidades y su objetivo prominente es dilucidar la amplia relación entre
comunicación y pedagogía durante la transferencia de conocimiento a cualquier estudiante
porque esto conlleva a mejores métodos de los docentes en el entorno educativo y
epistemológico.
Abridgment.
This essay was written with National Pedagogical University’s teaching traits; besides, it has
the pedagogic concept of the English and Spanish bachelor’s degree belonging to the faculty
of humanities and its most prominent objective is elucidate the wide relationship between
communication and pedagogy during the knowledge’s convey to any student because it leads
to better teachers’ methods in the educative and epistemological environment
Metodología.
Comunicación analógica.
Los discentes dotan de significado las diferentes formas mediante las cuales, el
docente comunica determinado mensaje en el aula de clases. El proceso de emisión o
recepción del mensaje representa ahora un intrincado componente para la transferencia de
conocimiento a los discentes sin ambigüedades, porque el docente emite cualquier contenido
de conocimiento mediante la comunicación digital o analógica. De este modo, el discente
utiliza diferentes habilidades de interpretación en su inconsciente, para comprender los
conceptos epistemológicos del docente, sin importar si él utiliza la comunicación verbal o no
verbal, en donde el mensaje tiene redundancia, ambigüedad o interferencia. El estudioso de
la escuela de Palo Alto ‘Paul Watzlawick’ infiere en su libro “La teoría de la comunicación
humana”, una perspectiva en donde el mensaje incide con mayor éxito si el medio
comunicativo es el lenguaje de signos o lenguaje no verbal con la finalidad de una correcta
abstracción de la información por parte del receptor. El psicólogo austriaco define estas
competencias ‘no verbales’ en donde tienen lugar los movimientos corporales, las
expresiones faciales y las inflexiones de la voz como “kinésica” (Paul Watzlawick, 1991).
Por ejemplo, Hugo Arturo Cardozo, en la primera revista electrónica de América Latina
(razón y palabra), citando a Berruto (1974) arguyó lo siguiente: «Ahora bien, la competencia
comunicativa se pone en marcha cuando el hablante, al intentar establecer un diálogo con el
oyente, pone en funcionamiento todos o algunos de los distintos componentes de la
comunicación como la competencia Kinésica, es decir la capacidad de efectuar comunicación
mediante ademanes y gestos corporales». Ahora bien, el proceso comunicativo interseca
diferentes matices comunicacionales. El discente tiene la necesidad de interpretar las formas
comunicacionales del profesor como también el docente interpreta la forma de expresión de
sus discentes para lograr un consenso dialógico, en donde surge el intercambio de posiciones
frente al conocimiento con el objetivo de consensuar la reflexión epistemológica del
contenido educativo; en el cual la Kinésica formará parte de la interpretación de los mensajes
de una forma imperiosa. Así como, Norka Arellano, en la Revista ORBIS de ciencias
humanas, aseveró lo siguiente: «En el marco de lo planteado, puede afirmarse que la
comunicación no verbal, permite a través de señales identificar emociones, ideas,
pensamientos, temores, manifestados mediante expresiones faciales, posturas, posición,
actos explícitos y gestos, que muestran y regulan el comportamiento del individuo». Por lo
tanto, la interacción comunicativa del docente con respecto a sus discentes supedita la
correcta abstracción del mensaje a la comunicación no verbal; fundamentada en la
concepción semiótica de la kinésica para evitar interferencias o malas interpretaciones de los
mensajes del docente hacia sus discentes o de los mensajes de los discentes hacia su docente.
El entorno educativo produce diferentes tipos de expresión, sus referentes, tanto el
docente como el alumno forman ambivalentes perspectivas de comunicación analógica
basadas principalmente en la kinésica y la proxémica. La proxémica forma parte significativa
en ésta perspectiva bifronte de la comunicación no verbal, porque éste matiz comunicacional
dirige una porción de los significados epistemológicos durante la transferencia de
conocimiento; pues la distancia interpersonal del docente hacia sus dicentes construye una
relación más amplia o más reducida del contenido educativo durante las clases. El
antropólogo Edward Hall, en su libro “la dimensión oculta”, acuña el termino proxémica con
el objetivo de develar la interacción del hombre con su propio entorno, el empleo de su propio
espacio para culminar en un fenómeno cultural al incidir en variedad de significados a causa
de su uso (Hall, 1966). Por ejemplo, Ana María Cestero, en la revista ELUA (estudios de
lingüística), expuso lo siguiente: «Y dentro de la proxémica interaccional ésta comprendida
una serie de signos no verbales que, convencionalmente, pueden modificar o reforzar el
significado de otros signos comunicativos verbales o no verbales o sustituirlos con completo
valor significativo». Así pues, el fenómeno de la distancia interpersonal adquiere cierto valor
durante el discurso del docente al éste representar significados explícitos sobre los
significados epistemológicos de los contenidos a enseñar. Por lo tanto, el discente apropia
como suyos aquellos significados concomitantes a su propia construcción de conocimiento.
Así como, Gema Sánchez Benítez, en su artículo (la comunicación no verbal), expuso los
tipos de proxémica interaccional circundantes al acto comunicativo: «la distancia que
adoptamos para realizar actividades comunicativas interactivas. Podemos distinguir cuatro
distancias básicas: intima (para realizar actos más personales y expresivos), personal (es la
distancia básica de la conversación), social (distancia que se mantiene en distintos actos
sociales) y publica (en actos formales como la que se adopta en una conferencia)».
Comunicación digital e interacción con el discente.
Sin embargo, los individuos manejan en gran medida en el acto comunicativo (la
comunicación digital). Esta concepción es igualmente válida para los estudiosos de las
metodologías de enseñanza como los docentes, porque ellos subsumen el componente verbal
como precursor de la transferencia de contenidos epistemológicos, si bien, los docentes
expresan sus planteamientos con ademanes intrínsecos al movimiento corporal, la base de
toda su interacción está representada mediante enunciados verbales en los cuales el discente
abstrae de una manera más sencilla los conceptos, por su función de receptor del mensaje
acústico Saussuriano; por otra parte, el proceso comunicativo es más enrevesado si se efectúa
solo mediante la semia visual porque produce ambigüedad. Por ejemplo, Paul Watzlawick,
en su libro “la teoría de la comunicación humana”, también hizo frente a esta disyuntiva
comunicativa. Él acepta el manejo de la perspectiva ambivalente en el discurso del hombre e
infiere una alta supremacía de la comunicación digital sobre la analógica, pues el éxito
civilizado del hombre no tiene fundamento sin la concepción del lenguaje digital en la
comunicación (Paul Watzlawick, 1991).
Ahora bien, la interacción del docente con su discente está implícita durante el acto
comunicativo. El docente implementa a su gusto las diferentes formas de comunicación para
transferir el conocimiento, en donde, en la mayoría de los casos, el educando forma parte
inexorable de aquella posición inferior, porque el docente niega la pedagogía critica para que
sus alumnos no refuten sus conocimientos “absolutos”. Los primeros apartados del ensayo
exponen la arraigada interacción complementaria en el salón de clases como también una
utopía en la cual los discentes poseen la capacidad de reflexión crítica frente a los contenidos
epistemológicos; gracias a su “docente democrático” cómo calificaría Freire, por brindar el
espacio pertinente para la creación de conocimiento a base de consensos mutuos. Sin
embargo, la asimetría en esta indisoluble relación toma gran parte, para evitar la formación
de entes críticos capaces de romper esquemas de control; los cuales son propuestos por la
misma institución académica a través de la comunicación analógica y digital del docente. Por
ejemplo, Silvia Dubrovsky y su grupo de investigación, en el artículo (la interacción docente-
alumno en los procesos de aprendizaje escolar), aseveró: «Las asimetrías pueden indicar lo
que para los participantes son diferencias de conocimiento, de status o de recursos. El
discurso escolar se ha estudiado como un caso de interacción institucional donde la asimetría
de conocimiento está en el centro de la comunicación y genera una estructura de dominación
discursiva».
Para culminar con el ensayo es pertinente abordar el por qué la comunicación hace
parte fundamental en la pedagogía durante el proceso de transferencia de conocimiento, en
donde los planteamientos vistos dilucidan un entorno adecuado a la comodidad del docente
en el cual éste dota de conocimientos a los discentes sin permitirles la reflexión de los
mismos. La comunicación permea el carácter epistemológico de los discentes, pero solo si
los métodos comunicativos fueron los adecuados de lo contrario el docente solo incidirá en
la formación de entes reproductores de contenidos supeditados a la imitación y no a la
creación.
Bibliografía:
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