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INTRODUCCION
Sin embargo, la salud debe ser situada en un contexto más amplio, en el que
intervienen otros factores no citados hasta ahora, como son, además del físico y
mental, el emocional, espiritual, social e intelectual.
Atendiendo a esto, podemos reflexionar en que los cambios en la cultura han ido
modificando nuestras vidas de forma significativa, aportando numerosas ventajas
como los avances científicos y tecnológicos, y también algunas desventajas.
Por otra parte, debemos señalar, que también ha habido cambios en la familia. El
concepto de la misma se ha modificado debido a la inestabilidad en los lazos y al
mayor número de familias monoparentales.
Hay que decir, que la Anorexia y la Bulimia siempre han existido pero no con la
prevalencia que existen hoy.
Las primeras referencias que conocemos de estos trastornos datan del siglo XIV, y un
ejemplo fue la hija del rey de Portugal que ayunó y rezó a Dios para que le quitara la
belleza con el fin de ahuyentar la atención de los hombres.
De hecho, las actitudes hacia la imagen corporal afectan tanto a la conducta con
restricciones alimentarias y aislamiento social, como a los pensamientos: creencia de
que un cuerpo delgado es un cuerpo atractivo y a las emociones: tristeza, culpa,
ansiedad relacionadas con la ingesta
DEFINICION
La bulimia es una palabra de origen latino (būlīmia), que a su vez deriva del griego. El
término hace referencia a alguien que siente un deseo exagerado de comer, sin que
logre saciar su apetito. El concepto se utiliza en la medicina y en la psicología, ya que
la bulimia nerviosa es un trastorno mental relacionado con la comida.
Aunque el tipo de comida que se consume en los atracones suele ser variado, los
bulímicos tienen tendencia a optar por los dulces y los alimentos con gran cantidad de
calorías. Los individuos con este trastorno sienten vergüenza por su conducta e
intentan esconder u ocultar los síntomas.
Los afectados por la bulimia también desarrollan conductas que intentan compensar
los atracones pero que resultan muy dañinas. De esta manera, pueden provocarse un
vómito después de cada comida para expulsar los alimentos y así no subir de peso. Al
vomitar, el bulímico ya no siente un malestar ni miedo a engordar, lo que lo habilita a
comer nuevamente y a que el ciclo se reinicie.
Epidemiologia en el Mundo
Hay también un número importante de casos leves que no reúnen los criterios de la
Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fourth Edition (DSM-IV)
para anorexia y bulimia nerviosa pero no obstante sufren las consecuencias físicas y
psicológicas de tener un TCA. La detección temprana y el control de estas personas
pueden reducir las secuelas de esta enfermedad. Esta detección se puede
hacer mediante tamizaje para TCA como parte del examen clínico que incluye
una medición escrupulosa del peso y la talla La etiología de los TCA es
multifactorial, y sólo pueden entenderse por la interacción de diversos factores
psicológicos, socioculturales, fisiológicos que se potencian y modifican
mutuamente.
Pérez Gaspar y cols. Realizaron un estudio el año 2000, tomando una muestra de
2862 mujeres entre 12 y 21 años, en Navarra –España, encontraron una
prevalencia de 0.3% para Anorexia nerviosa (AN), 0.8% para Bulimia(BN) y 3.1% en
Trastornos de conducta alimentaria no especificados (TCA-NOE). En total, el
4.1% de la población estudiada padece algún TCA
Ortega y Cols (2004). En Colombia en colegios de Bogotá han encontrado que entre
el 1 y 4% de las niñas presentan AN y en Medellín estiman una prevalencia
del 17,7% donde el 0.8% es para AN, 2.3%para BN y el 14.6%restante para
TCA subclínico; además se encontró que el 30% de la población evaluada tenia riesgo
de desarrollar algún tipo de TCA
Epidemiología en el Perú
Garay et al., el año 2007 realizó un estudio en adolescentes residentes en una zona
urbana popular de Limay encontraron que un 20,5% presentaron alto riesgo de
presentar riesgo de trastornos de conducta alimentaria y las mujeres presentaron una
mayor riesgo con un 25,6%
Por lo tanto, en este contexto, la mente juega un papel importante en el desarrollo del
trastorno y el aumento del nivel del neurotransmisor, es sólo la evidencia física.
Etimología
El término bulimia proviene del vocablo latino, que a su vez tiene origen en dos
palabras griegas: bus, que significa buey, y limos que significa hambre. De esta forma,
puede traducirse literalmente como hambre de buey o hambre que le da al buey. Sin
embargo, en el área de la psiquiatría es conocida formalmente como bulimia nerviosa
y bulimarexia.
A pesar de haber sido retratada desde tiempos antiguos por egipcios y hebreos, Hay
varios informes que demuestran que este tipo de enfermedad existe desde el siglo
XIX, en donde ya varios jóvenes se provocaban el vómito después de comer
excesivamente. En el año 1940 este comportamiento se consideró un síndrome y
recién en 1980 la Sociedad Americana de Psiquiatría incorporó a la bulimia en el
manual de psiquiatría como una enfermedad que difiere de la anorexia.
La genética
La evidencia sugiere que el tipo de riesgo genético para los atracones puede estar
mediado por el género y las estimaciones de heredabilidad de los síntomas de TCA
son compartidos en una pequeña proporción por ambos géneros. El deseo de estar
delgado y la insatisfacción corporal, la pérdida de peso intencional y el
comportamiento alimentario anormal fueron significativamente más bajos entre los
niños en comparación con las niñas. Sin embargo, altas estimativas de heredabilidad
del Índice de Masa Corporal (IMC) superior a lo normal fueran similares entre los
sexos (el 80% para las mujeres y el 76% para los hombres).
Los estudios con gemelos, sugieren que la magnitud de los efectos genéticos y
ambientales en los síntomas de TCA varía significativamente en las distintas edades
siguiendo una trayectoria similar a la influencia de estos efectos durante la maduración
sexual.
Algunos investigadores sugieren que las motivaciones para la pérdida de peso son
más significativas en niñas homocigotos para el polimorfismo en el gen transportador
de la serotonina asociado con una mayor actividad de la monoamino oxidasa
plaquetaria. Por otra parte, no se detectó ninguna interacción significativa entre la dieta
restrictiva, la impulsividad y los genes de la serotonina para el atracón.
El papel de la pubertad
Según Bearman y cols., esta nueva estructura corporal en las niñas se opone a lo
establecido como un ideal de belleza para las mujeres, exponiéndolas a la presión por
ser delgada en sus relaciones interpersonales, lo que contribuye a una menor
satisfacción con la imagen corporal.
Rosenfield y cols. Encontraron que las niñas que tienen sobrepeso, en comparación
con aquellas con un IMC adecuado, tuvieron una prevalencia de madurez sexual a
temprana edad y aparición de la menarquia a una edad más precoz. Además, estas
niñas están expuestas a una condición que les exige una madurez también anticipada
de su identidad, lo que podría conducir a un conflicto y contribuir a una mayor
insatisfacción y una imagen corporal pobre, con los consiguientes comportamientos
alimentarios inapropiados y la posible aparición de TCA
El sobrepeso y la obesidad
Las presiones socio-culturales por tener un cuerpo “ideal” promueven una mayor
valoración de la apariencia, pudiendo generar en el adolescente, sobre todo
aquellos con obesidad, una mayor insatisfacción corporal y como consecuencia riesgo
significativo de comportamientos alimentarios gravemente negativos.
Es importante destacar que, mientras que el sobrepeso y la obesidad suelen ser más
frecuentes entre los chicos en comparación con las chicas, la insatisfacción con la
imagen corporal, el comportamiento alimentario no saludable y los TCA son más
frecuentes entre las niñas. Además, los niños con bajo peso parecen estar más
preocupados con el tono muscular, mientras que la imagen corporal negativa en las
niñas aumenta con el aumento en el IM.
La obesidad en la adolescencia es una condición de alto riesgo de desarrollo de TCA,
actitudes y comportamientos alimentarios inadecuados para la pérdida de peso,
insatisfacción con la imagen corporal, ser víctima de “críticas/burlas” por la familia y/o
sus compañeros, ansiedad, depresión y, aún más preocupante, es la posibilidad de
que los adolescentes experimenten al mismo tiempo varios problemas relacionados
con el peso, una condición que puede perpetuar la alteración.
En un estudio longitudinal se encontró que el 40% de las niñas y el 20% de los niños
con sobrepeso, estaban involucrados en por lo menos un comportamiento alimentario
alterado y respectivamente, un 13,4% y un 4,7% tenían más de un comportamiento
relacionado.
Otra investigación sugiere que un IMC alto, la presión sociocultural para reducir el
peso, y la comparación del cuerpo fueron factores de riesgo de realización de
conductas de pérdida de peso.
El estudio desarrollado por Schooler y Trinh registró, entre las niñas, que el perfil de
uso de la televisión (ver programas de televisión de 28 horas por semana) fue el
predictor más fuerte de insatisfacción con la imagen corporal, en concreto, en el grupo
de niñas que a menudo y de forma indiscriminada veían los programas de televisión.
En la otra investigación, Becker y cols. Identificaron que sólo las redes sociales de
exposición a los medios se asociaron con indicativos de TCA. En los Estados Unidos,
las niñas que trataban de parecerse a las mujeres que se encontraban en los medios
de comunicación y los niños y niñas que estuvieron expuestos a las revistas sobre
pérdida de peso, presentaron mayor riesgo de atracón y uso de estrategias extremas
para controlar el peso.
Además, los estudios muestran una asociación entre un mayor efecto de los medios
de comunicación con la insatisfacción corporal y el ideal de desarrollo del tono
muscular entre los varones adolescentes, sin embargo, los resultados son
contradictorios, lo que indica que las relaciones interpersonales entre ellos son más
importantes en la determinación de estas condiciones que los medios de
comunicación.
La influencia del ciclo de las relaciones proximales, padres y amigos, pueden reforzar
las presiones ejercidas sobre el adolescente conforme aprueban la imagen del cuerpo
ideal determinado por los medios de comunicación, aumentando el riesgo de la
persona de desarrollar problemas relacionados con la alimentación y las medidas y la
figura del cuerpo, pero los resulta dos acerca de quién juega el papel principal en la
determinación de estos problemas, son inconsistentes. Mellor y cols. Destacan la
influencia de los padres sobre los hijos como el factor de riesgo más grande de
insatisfacción con el cuerpo y de pérdida de peso entre adolescentes de ambos sexos,
sugiriendo que la familia desarrolla un papel mucho más importante entre los
adolescentes, que los amigos y los medios de comunicación. Por el contrario, Shroff y
Thompson Indicaron que las influencias de los compañeros, pero no de los padres, se
asociaron con la internalización del ideal de delgadez y con comparación social entre
las niñas. Por otro lado, Muris y cols, Jackson y Chen e Shomaker y Furman indicaron
presiones similares en la apariencia de los adolescentes de ambos sexos.
Sin embargo, en relación con el tono muscular, los investigadores encontraron que los
niños y las niñas no se diferenciaron en el informe de presión por ser musculoso en las
relaciones con sus madres, padres o amigos, no obstante, los chicos eran más
presionados por sus parejas románticas para que fueran musculosos y tuvieron
puntuaciones más altas que las chicas en el deseo y preocupación por la musculatura.
Los inmigrantes que residen en los países occidentales del primer mundo y las
minorías étnicas en esos países, parecen componer un grupo de riesgo para la
aparición de TCA, de acuerdo con el proceso de aculturación. Niñas indígenas
americanas y latino-americanas y niños indígenas americanos, hispanos y negros
tenían tasas más altas de comportamientos asociados con las prácticas inadecuadas
para perder peso que sus compañeros blancos no hispanos. Situación similar fue
observada por Jennings y cols., que identificaron en el grupo de Asiáticas
puntuaciones significativamente más altas en psicopatología de los TCA, en
comparación con las caucásicas.
Otro estudio con niñas adolescentes en Australia y Fiji se identificó que ambas
adolescentes tenían insatisfacción con su imagen corporal, deseaban ser más
delgadas que su peso actual y valorizaban la presencia del tono muscular, sin
embargo, parece que las chicas australianas estaban menos preocupadas con la
imagen que sus compañeras de Fiji. Los investigadores justifican estos resultados a la
luz de la “modernización” que se ha producido en la cultura de Fiji.
Se debe dar énfasis a los casos de TCA descritos en muchas culturas, en las cuales
el miedo mórbido a engordar y/o los trastornos de la imagen corporal o las conductas
compensatorias no están presentes como síntoma de la enfermedad, o casos en que
la preocupación está centrada en el apariencia facial, tales como en China. Estos
hallazgos sugieren que los TCA entre los adolescentes en las diferentes culturas
pueden venir de una serie de condiciones no relacionadas con las conductas
compensatorias o con el peso, pero con la forma del cuerpo o parte de lo mismo.
Factores psicológicos
Los adolescentes que tienen exceso de peso parecen ser más propensos a mostrar
insatisfacción con la imagen corporal que sus pares de peso saludable, aunque
ninguna asociación entre IMC alto y una imagen negativa de sí mismo fue observada
por Bearman y cols.. Se sugiere que la imposición de un estándar de belleza hace que
las personas con exceso de peso que se alejan del ideal, sean vulnerables a la
insatisfacción con la imagen corporal.
Por último, señalar que estas relaciones pueden ser recíprocas, es decir, tanto la
insatisfacción con la imagen corporal contribuye a la aparición de las condiciones
presentadas, como estos problemas pueden aumentar la diferencia entre el peso ideal
y el actual, y aumentar la insatisfacción corporal imprimiendo más daño a la salud
psicológica y física de los adolescentes.
Muchas adolescentes anhelan ser más delgadas y, a su vez, los niños aspiran a ganar
peso o reducirlo, pero en menor medida que las niñas.
Neumark-Sztainer y cols., encontraron que el 55,4% y 24,8% de las niñas y los niños,
respectivamente, informaron hacer dieta, poniéndose en una posición de mayor
vulnerabilidad a la adopción de hábitos alimenticios inadecuados. El ayuno estuvo
presente en el 23% de los adolescentes con puntuaciones altas en restricción dietética
y el ayuno prolongado fue más frecuente que la dieta sin orientación médica y las
conductas purgativas.
Sin embargo, los efectos negativos de las presiones por estar delgadas y las burlas y
críticas por parte de familiares y amigos sobre el peso de los/las adolescentes, puede
favorecer la aparición o aumento en el nivel de baja autoestima, y por lo tanto iniciar
un proceso de comparación social y actitudes y comportamientos alimentarios
negativos, aumentando los prejuicios, especialmente en las niñas, y agravando la
insatisfacción con su imagen corporal.
De igual importancia, la depresión y el afecto negativo deben ser considerados como
una influencia negativa sobre el peso y aumentan el riesgo de insatisfacción corporal y
de preocupaciones sobre la alimentación Y se asocian con altos niveles de percepción
de las influencias socioculturales, que puede imprimir más daños a la salud de los
adolescentes.
CLASIFICACIÓN
Este subtipo es mucho menos común, puesto que sólo se presenta en un 6-8% de los
casos. Por ello, no es de extrañar que también sea el menos conocido.
En este tipo de bulimia nerviosa, el principal método usado para perder peso es la
realización de ejercicio físico intenso, así como recurrir a ayunos y dietas.
Estos largos periodos de inanición son los causantes de que vuelva a producirse el
atracón, ya que la persona experimenta un hambre voraz que no es capaz de dominar.
Estos métodos de control de peso son muy poco efectivos para eliminar del cuerpo la
cantidad de calorías ingeridas en un solo atracón.
Las consecuencias que produce este subtipo de bulimia nerviosa en el organismo son
mucho menos acentuadas que el subtipo purgativo, como veremos más adelante.
Por otro lado, aunque este tipo de anorexia nerviosa presenta similitudes con un tipo
de anorexia nerviosa –subtipo purgativo-, en este tipo de bulimia nerviosa las chicas
no están en infrapeso.
De hecho, en la bulimia nerviosa –en ambos tipos- las chicas están en normopeso o
tienen algún tipo de sobrepeso.
Este subtipo es el que produce mayores efectos negativos, tanto en relación a los
estragos que sufre el organismo como las conductas y pensamientos que muestran:
Se observa que estas chicas tienen un deseo mayor por estar delgadas, lo que
les lleva a obsesionarse con la pérdida de peso.
Características comunes
Inestabilidad emocional.
Impulsividad.
La realización de dietas.
Existe evidencia de que la realización de dietas produce sobre ingesta incluso cuando
no se tienen trastornos previos de la conducta alimentaria-.
Los resultados mostraron que, tras pocas semanas, los voluntarios del experimento
comenzaron a desarrollar preocupación por la comida, al igual que muchos se
empezaron a interesar por recetas y la cocina en general.
Otros efectos secundarios que sufrieron fueron: dificultad para concentrarse, pérdida
de interés en la sexualidad, mal humor, problemas del sueño, etc. Algunos de ellos,
incluso desarrollaron una depresión severa.
Como puedes ver, este interesante estudio muestra las graves consecuencias que
pueden provocar el ayuno y la inanición –que suelen estar presentes en enfermedades
como anorexia o bulimia
CUADRO CLINICO
Debido a los vómitos que se producen en la bulimia aparecen caries en los dientes y
otros síntomas característicos, como los callos en los dedos. A veces se puede
observar también una inflamación de las glándulas salivares. Otras posibles
consecuencias físicas de la bulimia son la ronquera y la dificultad para tragar. También
se puede producir dolor en el esófago. Puesto que en la bulimia nerviosa a menudo se
abusa de los fármacos diuréticos o laxantes, estos pueden tener efectos secundarios
en el tracto gastrointestinal o los riñones.
La alternancia entre los atracones y las dietas puede llevar a grandes fluctuaciones de
peso. Sin embargo, el peso suele mantenerse dentro de los límites normales. A pesar
de eso, en los bulímicos se observan signos de malnutrición que suelen ocasionar
alteraciones en los niveles de vitaminas o de electrolitos. Debido a la deficiencia de
potasio se pueden producir, en los casos severos, trastornos del ritmo cardiaco. La
desnutrición en la bulimia también conduce a cambios hormonales y metabólicos, que
hacen que descienda el gasto de energía. Dadas estas condiciones, los afectados
aumentan de peso rápidamente ante un consumo normal de calorías. Puesto que,
debido a esto, tratan de controlar aún más su peso, se da un círculo vicioso que es
característico de la bulimia.
Hasta el 50% de los afectados por bulimia muestra síntomas de depresión. En relación
con los atracones y los vómitos se producen cambios del estado de ánimo, un
sentimiento de culpa y pensamientos suicidas. Los atracones provocan
remordimientos (los afectados piensan que no pueden controlarse). El sentimiento de
alivio tras el vómito dura poco y le sigue un sentimiento de desesperación. Esta
conducta alimentaria alterada de la bulimia nerviosa va ligada a cambios en el
comportamiento social. Los afectados se alejan de sus familiares y amigos y pierden
interés en otras cosas. Este aislamiento puede intensificar la falta de autoestima, que a
su vez hace que los afectados sigan intentando lograr el control de su peso para
conseguir una apariencia supuestamente más atractiva.
Sin embargo, a raíz del ejercicio de estos hábitos de forma indiscriminada el individuo
que padece bulimia exhibirá ciertos rasgos fisiológicos característicos de su condición,
los cuales podrían ejercer peso en el diagnóstico de la misma. Entre los síntomas de la
bulimia se pueden mencionar:
Lesiones en la garganta.
Boca seca.
Salpullidos y granos.
CRITERIOS CIE-10
Deben estar presentes todas las alteraciones que se refieren a continuación, de modo
que constituyen pautas diagnósticas estrictas. Dentro de cada pauta pueden aceptarse
algunas variaciones, tal y como se indica:
Incluye:
Este término debe ser utilizado para los casos en los que faltan una o más de las
características principales de la BN (F50.2), pero que por lo demás presentan un
cuadro clínico bastante típico. Los enfermos tienen con frecuencia un peso normal o
incluso superior a lo normal, pero presentan episodios repetidos de ingesta excesiva
seguidos de vómitos o purgas. No son raros los síndromes parciales acompañados de
síntomas depresivos (si estos síntomas satisfacen las pautas de un trastorno
depresivo debe hacerse un doble diagnóstico).
Incluye:
CRITERIOS DSM-IV
2. Sensación de pérdida de control sobre la ingesta del alimento (p. ej., sensación de
no poder parar de comer o no poder controlar el tipo o la cantidad de comida que se
está ingiriendo).
Especificar tipo:
Atletas
Abuso en varones
Hay pérdida del esmalte de la cara lingual de los dientes por efecto químico del ácido
gástrico que causa descalcificación y disolución del esmalte, agravado por la acción
mecánica de la lengua contra los dientes.29
Las lesiones petequiales limitadas a la cara y parte superior del tórax se deben al
aumento de la presión intratorácica asociada con el vómito.
Piel
Pulmonares
Son infrecuentes. El neumomediastino puede ocurrir secundariamente a los vómitos.
Se debe a un rápido aumento de la presión intralveolar, lo que lleva a la ruptura
alveolar y el consiguiente pasaje de aire a través de los planos perivasculares al
mediastino y tejido celular subcutáneo.35 Las pacientes pueden quejarse de dolor
pleurítico, el cual se agrava con la inspiración o la tos. Éste puede irradiarse a la
espalda, el cuello o los hombros. La presencia de enfisema subcutáneo puede
objetivarse por la palpación a nivel supraclavicular de un área que crepita. La
mediastinitis es una complicación mortal de la ruptura esofágica (síndrome de
Boerhaave). Presentan mayor riesgo de esta patología los hombres, debido a que
presentan mayor volumen de ingesta por atracón.
Sistema cardiovascular
Sistema gastrointestinal
Los pacientes con gastritis, úlceras pépticas o pancreatitis pueden referir dolor a la
palpación en epigastrio y en hipocondrio izquierdo. Es importante tener en cuenta que
la asociación de bulimia y abuso de alcohol es frecuente.
Coovert y Powers observaron que las pacientes que utilizan los enemas como método
de purga suelen presentar cuadros graves, mayor incidencia de intentos de suicidio, y
mayor cantidad de trastornos del pensamiento, razón por la cual siempre hay que
interrogar sobre su utilización. La gravedad es mayor en las pacientes que deciden
tomar laxantes como primer método de purga.48-50
Medio interno
Manifestaciones renales
Manifestaciones endocrinológicas
Manifestaciones óseas
Casi en la mitad de los casos tienen o han tenido un trastorno afectivo. Las
alteraciones más frecuentes son las siguientes: – Intentos de suicidio.
Esto en ocasiones puede ser la causa definitiva de abandono del trabajo o estudios.
o Irritabilidad.
o Alteraciones del sueño.
o Alteraciones de la personalidad.
o Cleptomanía (impulso obsesivo e incontrolable de robar objetos sin valor
monetario ni sentimental alguno).
EVOLUCION
Pero no sólo una experiencia negativa puede ocasionar que las personas propensas a
la bulimia traten de encontrar una razón para ese fracaso y la encuentren finalmente
en su peso. Esta reacción también puede ser motivada o acompañada por las
exigencias sociales de delgadez y por el hecho de que los seres humanos de este
siglo tienen cada día más en cuenta los paradigmas impuestos por los medios, para
compararse con ellos y determinar su grado de belleza y/o aceptación. "Ese
pensamiento procede, en parte, de una falta evidente de confianza en sí mismas. Pero
en parte es una percepción realista del problema: en nuestra cultura es más probable
que las mujeres delgadas consigan lo que quieren.
El ingreso en régimen de Hospitalización completa será por lo general más corto que
el de la AN ya que el paciente no tiene que recuperar peso y es principalmente para
cortar una situación de descontrol con el objetivo principal de tratar las alteraciones
biológicas y lograr la estabilización de la sintomatología alimentaria y de las conductas
compensadoras inadecuadas. Si existieran alteraciones psicopatológicas
especialmente graves, el ingreso puede ser más largo. Posteriormente, el tratamiento
debe continuar en régimen de Hospital de Día siempre que sea posible dado que
requiere que el paciente viva a una distancia razonable del hospital. Solo en casos en
que el paciente viva lejos del hospital se planteará el tratamiento en régimen
únicamente ambulatorio tras la hospitalización. El tratamiento en régimen de Hospital
de Día debe incluir un programa de actividades terapéuticas como grupos educativos,
programa de actividad física, grupo de imagen corporal, de autoestima y de
habilidades sociales. Los objetivos serán normalizar las conductas alimentarias en el
Hospital de Día, suprimir las conductas purgativas, disminuir las alteraciones de la
imagen corporal, mejorar las conductas alimentarias en casa, establecer hábitos de
ejercicio físico saludables, mejorar la autoestima y la adaptación general.
Eating and Weight Disorders - Studies on Anorexia, Bulimia and Obesity (2017)
Diabetes, eating disorders and body image in young adults: an exploratory study
about “diabulimia” (2017)
La bulimia nerviosa (BN) se ha convertido en una forma cada vez más común de
trastorno alimentario, particularmente en las poblaciones de gays y lesbianas. La falta
de literatura actual sobre este tema en particular, así como los recursos limitados para
las recomendaciones de adaptaciones de tratamiento para esta población es evidente
por el número desproporcionado de minorías sexuales que se presentan para el
tratamiento. Este artículo discute las posibles razones de la falta de literatura y
recursos, y proporciona a los clínicos las adaptaciones de Terapia Emocional
Enfocada, Terapia Cognitiva Conductual, Terapia Familiar Estructural y Sistemas
Familiares Internos al trabajar con las personas lesbianas y gays que sufren de BN.
Este trabajo pretende contribuir más a la limitada investigación en el área de las
minorías sexuales con la esperanza de ampliar la comprensión del tratamiento de los
individuos, así como el funcionamiento de la familia. Tratamos de adaptar estas
modalidades de terapia para ser más incluyente de estas preocupaciones de
presentación matizada, y para proporcionar a los médicos de todos los ámbitos de la
práctica un examen exhaustivo en el tratamiento de una población de minorías
sexuales.
Food addiction as a proxy for eating disorder and obesity severity, trauma
history, PTSD symptoms, and comorbidity (2017)
Conclusión
La adicción a los alimentos (AF) puede usarse como un indicador para (1) la gravedad
del trastorno bulímico de la alimentación, (2) historias complejas de trauma, (3) la
gravedad de los síntomas de TEPT y TEPT, (4) la intensidad de la comorbilidad
psiquiátrica, (5) Obesidad, así como (6) su combinación. Se discuten las implicaciones
para el desarrollo de estrategias de tratamiento. El caso de una gestión integral que
requiere una atención cuidadosa a la evaluación médica y psiquiátrica y la atención
integrada que incorpora el tratamiento centrado en el trauma se realiza.
Eating disorders and food addiction in men with heroin use disorder: a
controlled study (2017)
Propósito
Nuestro objetivo fue determinar las estimaciones de la prevalencia del trastorno por
atracón, bulimia nerviosa, anorexia nerviosa y adicción alimenticia en hombres con
trastorno por uso de heroína y una muestra igual de participantes control.
Conclusiones
Los enfermos de bulimia nerviosa (BN) y el trastorno por atracón (BED) subestiman el
riesgo de gravedad de su enfermedad y, por lo tanto, posponen la búsqueda de ayuda
profesional durante años. Por otra parte, menos de uno de cada cinco realmente
buscar ayuda profesional y sólo el 50% responden a los tratamientos actuales, como la
terapia cognitivo conductual (TCC). El ímpetu para el presente ensayo es explorar un
nuevo enfoque de tratamiento combinado adaptado de terapia física y dietética (PED-
t). Las bases terapéuticas de estos componentes de tratamiento separados son bien
conocidas, pero su combinación para tratar la BN y la BED nunca han sido
previamente probadas. El propósito de este documento es proporcionar la justificación
para este nuevo enfoque de tratamiento y esbozar los métodos y procedimientos
específicos.
Objetivo
Métodos
Resultados
Conclusión
Estos resultados sugieren que los residentes y los becarios de esta muestra pueden
beneficiarse de la capacitación para aumentar la conciencia y la confianza necesarias
para tratar a los pacientes con trastornos alimentarios. El conocimiento y la comodidad
suficientes son críticos ya que los médicos suelen ser el primer proveedor de atención
de la salud a tener contacto con pacientes que tienen trastornos alimentarios no
diagnosticados.
Propósito
Conclusiones
2) Enseña que la bulimia presente sobre todo en los países desarrollados debido a la
gran cantidad de lugares de comida rápida, el sedentarismo y la guía de una sociedad
en la que prevalece la belleza antes que la integridad como persona, por lo cual las
personas sobre todo mujeres adoptan esta metodología con el fin de mantener un
peso adecuado y de acorde con los límites otorgados por una sociedad en donde vale
más la imagen externa que se proyecta que la propia salud de la persona.
5) Es una patología con una definición aun no esclarecida por completo pero lo que si
bien es cierto que es multifactorial tanto biológico, social y emocional en la que influye
mucho el estilo de vida y el contexto en donde se desarrolla la persona.
6) Este trastorno no solo afecta la conducta de la persona sino trae consigo múltiples
problemas que aparentemente pasan desapercibidos o mejor dicho irrelevantes para
la persona y que parecieran un juego para otros, entre estos problemas los tenemos: a
nivel del cuello, de la piel, cardiovasculares, pulmonares, renales, endocrinológicos,
metabólicos, psíquicos, que determinaran la letalidad en la persona al mantenerse en
el tiempo.
También se sugiere que los efectos genéticos sobre los TCA presentan un expresivo
crecimiento de la estimación de la heredabilidad, siguiendo la trayectoria del proceso
de maduración sexual.
Por último, los hallazgos recientes de estudios en diferentes culturas sugieren que los
TCA entre los adolescentes pueden venir de una serie de condiciones no relacionadas
con conductas compensatorias o el peso, pero con la forma del cuerpo o parte de lo
mismo. Aun disponiendo de estudios longitudinales, está aún lejos de un consenso
sobre cómo interactúan los factores de riesgo para los TCA, lo que requieren
investigaciones adicionales para evaluar este complejo proceso.
RECOMENDACIONES
Los padres deben desarrollar una comunicación familiar, facilitar el crecimiento físico y
emocional de sus hijos, evitar el castigo, no caer en el chantaje afectivo y
desarrollar un estilo educativo asertivo (actitud agradable pero definida y segura
de sí misma), que favorezca el desarrollo y autonomía de cada miembro de la
familia.
Por esta razón veo necesario realizar y mencionar los siguientes puntos para luchar
contra el avance de la bulimia y tener una mejor prevención:
2. Evitar las presiones por parte de la familia para que los adolescentes no caigan en
ninguno de estos problemas.
4. A los padres les recomiendo vigilar las conductas de sus hijos especialmente la
conducta alimenticia ya que esto puede contribuir a que su hijo caiga en la bulimia.
5. Se recomienda que los padres tengan una buena comunicación con sus hijos.
6. Que los padres brinden apoyo psicológico y emocional a sus hijos con padecimiento
de bulimia.
7. Promover una buena ayuda psicológica a los adolescentes que padecen de bulimia.
10. Luchar y buscar ayuda profesionales para mantener un autoestima normal para
ayudar a tener mente y cuerpo sanos.
4. La publicidad de los productos alimenticios debe estar avalada por un o una dietista.
10.Es muy importante que el aspecto físico de las personas que aparezcan en
los medios sea saludable y se corresponda con la realidad: obesas, delgadas,
altas, bajas, etc.
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ANEXOS
TABLAS
CUADROS