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Extractado, editado de "El arte de ser humanos", Daisaku Ikeda,1998

Para cualquier persona sana, es tan natural enamorarse como para las plantas florecer
en Primavera. Aunque todos somos libres de enamorarnos o de sentirnos atraídos por
alguien, y aunque es cierto que nadie tiene derecho a inmiscuirse en los asuntos de los
demás, no obstante me gustaría explicar cuán importante es no perder de vista el
esfuerzo por nuestro desarrollo personal. Por supuesto, en el amor no hay reglas, como
no las hay en el matrimonio, y nadie tiene derecho a restringir a otro de ninguna
manera. Pero da mucha pena ver a una mujer involucrada en relaciones frívolas, que le
producen sufrimiento y angustia, cuando debería ser plenamente dichosa y feliz.

Mi maestro decía que cuando la mujer entabla relaciones sentimentales partiendo de su


propia dignidad, todos los problemas se resuelven. En cambio, cuando una mujer toma
el amor a la ligera, invariablemente termina lamentándose y sufriendo. Por supuesto,
esto no sólo se aplica a las mujeres.

Para mí, el amor debería ser una fuerza que nos ayude a expandir nuestra vida, y que
haga surgir nuestro potencial con nueva vitalidad. Pero, aunque esto es lo ideal, muy a
menudo perdemos objetividad al enamorarnos. Hay preguntas que vale la pena
hacernos: "¿Esta persona me inspira deseos de trabajar más y mejor, o me distrae de lo
que tengo que hacer? ¿Su presencia me estimula a redoblar la dedicación a mis
actividades, a ser una mejor persona? ¿O esta persona se ha convertido en el centro de
mí vida y tiende a eclipsar todo lo otro?"

Sí están descuidando su misión en la vida, sí debido a una relación sentimental olvidan


el propósito de su existencia como sujetos autónomos, mucho me temo que han tomado
por el camino equivocado. En una relación sana, cada miembro de la pareja alienta al
otro a lograr sus metas personales, y a la vez ambos comparten los mismos sueños y
anhelos. Una relación de amor debe ser motivo de inspiración, vitalidad y esperanza.

En vez de construir una pareja cerrada, un mundo donde sólo hay lugar para dos, es
mucho más sano que cada uno aprenda de las virtudes y cualidades del otro y mantenga
el esfuerzo por mejorarse y desarrollarse a sí mismo.

Antoine de Saint, autor de El Principito, escribe: "El amor no consiste en dos personas
que se miran una a la otra, sino en dos personas que miran juntas en la misma
dirección". Aun cuando alguien intente usar el amor como evasión, la euforia no durará
mucho tiempo. Y el choque con la realidad sólo traerá dolores y tristezas. Dicho de otro
modo, no hay como escaparse de uno mismo. Cuando una mujer persiste en su propia
debilidad interior, el sufrimiento la perseguirá dondequiera que vaya.

Aun a riesgo de que mis palabras me hagan ver como un padre estricto, quiero decir algo
en bien de las mujeres jóvenes que tienen tendencia a dejarse vulnerar por la seducción
de la pareja. Cuando esto sucede, la mujer exhibe un aturdimiento, una percepción
distorsionada de las cosas, que la lleva a comportarse como sí hubiera perdido la
facultad de tomar decisiones equilibradas y serenas. Como generalmente son las mujeres
las que salen más heridas, creo que tienen todo el derecho del mundo a revalorizar su
dignidad y a buscar su bienestar en forma irrenunciable. Por esa razón, pienso que es
fundamental que las mujeres jóvenes fortalezcan el respeto hacía sí mismas y adquieran
una sólida fuerza interior. Cuando una mujer busca aprobación en forma constante, no
hace más que degradarse ante sí misma y ante los demás. Si, en el contexto de una
relación sentimental, no se sienten tratadas como requiere su corazón, espero que
actúen con coraje y dignidad: es mejor correr el riesgo de estar solas por un tiempo antes
que aceptar una relación que las hará infelices.

Es duro de reconocer, pero ningún ser humano puede encontrar la felicidad si no


empieza por cambiar interiormente. Al mismo tiempo, la felicidad no es algo que puedan
darnos los demás; no es algo que el ser querido venga a otorgarnos. Cada uno tiene que
construirla por sus propios medios. Y la única manera de hacerlo es desarrollar nuestra
personalidad y nuestros valores como seres humanos, dando máximo despliegue a
nuestro potencial interior. El que, en nombre del amor, sacrifica su propio crecimiento y
sus capacidades, jamás hallará una felicidad que le resulte convincente y satisfactoria.

El amor verdadero no vuelve dependientes a las personas. Sólo puede tener lugar entre
dos seres humanos fuertes, seguros de su individualidad. Quien posee un corazón
egoísta y una visión superficial de la vida sólo podrá construir relaciones superficiales. Si
quieren experimentar el Amor verdadero, no tienen por qué someterse a lo que el otro
desea que hagan o fingir ser alguien que no es. El Amor Ideal sólo es Posible entre Dos
Personas "Sinceras", Maduras e Independientes".

Daisaku Ikeda,1998

[Extracto de “¿Qué es el amor?”, perteneciente a la serie “Conversaciones sobre la juventud: Para los
protagonistas del siglo XXI”, publicado el 27 de noviembre de 1996, en el Koko Shimpo, periódico de la
División de Estudiantes de Segunda Enseñanza Superior de la Soka Gakkai.]

PARTE 1

"Naturalmente, el amor genera toda clase de inquietudes y reacciones. Cada persona tiene su propio
carácter y temperamento, pues el medio en que ha crecido y sus circunstancias son diferentes. No existe
una regla universal que se aplique a todos los problemas y personas. (…) Que dos seres humanos deseen
relacionarse afectivamente es algo tan personal, que, en principio, ningún tercero debería inmiscuirse. Sin
embargo, como predecesor en la vida y como persona que ha podido acumular más años de experiencia,
quiero recalcar un punto clave: nunca se aparten ni se desvíen de la órbita fundamental, que es su propio
desarrollo como seres humanos."

"El amor tiene que ser una fuerza que los ayude a desarrollarse, a expandir su vida y a hacer surgir ese
potencial innato que todos poseen, ese hermoso caudal de vitalidad, frescura y dinamismo. Claro que esto
sería lo ideal. Como bien reza el dicho: ‘El amor es ciego’… Y ya sabemos que cuando uno se enamora,
pierde toda objetividad. Si la relación de pareja que entablan causa preocupación a sus padres, los lleva a
descuidar los estudios o a tener inclinaciones autodestructivas, ese amor sólo servirá para hacerse daño
mutuamente. Cada uno actúa como influencia negativa para el otro, y de esta manera, a la larga, ambos
se condenan a la infelicidad."

"Si una relación de pareja les hace olvidarse de lo que deben llevar a cabo, si los aleja de su objetivo en
esta existencia, creo que está mal encaminada. Una relación sana es aquella que los impulsa a alentarse
mutuamente, a compartir sueños y esperanzas para que ambos logren sus metas. Es una fuente de
inspiración que brinda alegría, emoción y esperanza en la vida."

"[El amor] es un tema muy complejo, profundamente relacionado con la actitud y las ideas de cada uno
hacia la vida. Por eso, siempre digo que una relación no se debe concebir ni tomar a la ligera."

"[C]uando en una pareja no existe respeto mutuo, es muy difícil que el amor perdure o que estimule el
desarrollo de ambas personas."

"En lugar de sucumbir a la pasión superficial y encerrarse en un mundo donde no entran más que dos, es
mejor buscar un vínculo que los enriquezca con las virtudes del otro y los lleve a ser mejores personas.
Antoine de Saint-Exupéry, autor de El principito, escribió una vez: ‘Amar no significa mirarse el uno al otro,
sino dirigir la mirada hacia una misma dirección’. En tal sentido, si hay algo que ayuda a que la relación
perdure y se fortalezca es compartir las mismas creencias y valores."

"Por favor, tampoco caigan en el error de pensar que el amor lo es todo. No crean que mientras su
noviazgo funcione bien, el resto del mundo es indiferente. Tampoco pretendan vivir una historia de amor
enfermiza y obsesiva, que acabe hundiéndolos en las profundidades del dolor y en el ‘dulce sufrimiento’ de
una relación tortuosa."

"Muchos amores, que en su momento creímos ser una pasión eterna, resultaron ser, a su término, una
simple ilusión. El estudio es algo diferente: lejos de alucinarnos, brinda enseñanzas perdurables y
enaltecedoras. Por eso, aunque se enamoren, nunca permitan que se apague en ustedes la sed de
aprender."

"Hay un retoño lleno de promesas, que anuncia flores extraordinarias para el día de mañana. No lo
arranquen de raíz yendo detrás de un amor ciego, como les sucede a tantas personas que truncan su
potencial por un capricho."

"La vida cotidiana es muy simple y sencilla. No tiene nada de extraordinario. Para lograr lo que uno se
propone hay que hacer un esfuerzo tremendo; lógicamente, no siempre hay momentos felices y divertidos.
Pero, a diferencia de la realidad cotidiana, en el amor hay mucho de emoción y de ilusión. Es como una
novela, donde uno se siente protagonista. Sin embargo, si uno recurre al amor tan sólo porque la vida lo
aburre y se desvía del camino que debe transitar, convertirá un sentimiento tan noble en un pobre medio
de escape. El amor será un espejismo, un refugio para no ver la realidad. Pero por más que uno busque
amparo en el amor, es imposible que la euforia de los primeros tiempos dure eternamente. Cuando una
pareja es ilusión, lo más probable es que el tiempo multiplique las horas da amargura y de vacío. ¿Por
qué? Porque uno podrá huir de las situaciones, pero nunca escapar del encuentro consigo mismo. Si no
vencen la debilidad íntima, el sufrimiento los perseguirá dondequiera que vayan. No esperen hallar la
dicha verdadera si no empiezan por realizar un cambio interior. La felicidad no es algo que pueda darnos
otra persona ni una relación de pareja. Es uno quien debe cultivar la capacidad de ser feliz, en forma
autónoma y libre. Para ello, el único camino está en desarrollarnos como seres humanos. Si por ir atrás
del amor se olvidan de crecer y sacrifican su propia capacidad, nunca conocerán la auténtica dicha. La
verdadera felicidad tiene una sola receta, y ésta no es más que el propio esfuerzo."

"Además, quiero señalar que buscar el amor como una evasión de la realidad es una falta de respeto,
tanto hacia nuestra pareja como hacia nosotros mismos."

"Cada uno de ustedes tiene una misión que cumplir y que nadie más puede llevar a cabo en su reemplazo.
(…) Es muy egoísta pasar la vida centrado en las propias preocupaciones y sólo en busca de la
satisfacción personal."

"Por otro lado, sólo cuando uno ama de verdad a otra persona podrá desarrollarse y ampliar su corazón.
El verdadero amor nos permite amar a la humanidad entera. Así que toda relación debería prestarse a
fortalecer, enriquecer y elevar nuestro estado de vida. A fin de cuentas, el estado de vida se refleja en la
clase de amor que uno es capaz de dar. Y lo mismo puede decirse de la amistad. Todo lo que hagan ahora
para perfeccionarse como seres humanos les permitirá crear lazos de amistad sincera el día de mañana."

PARTE 2

"[U]na vez que la relación comienza, uno piensa que negarse o rechazar a la pareja es una suerte de
‘deslealtad’, de ‘desinterés’. Por eso alguien ha dicho que, en cierto sentido, enamorarse es subirse a un
auto sin frenos. Una vez que el vehículo arranca, es difícil bajarse porque no hay cómo detenerlo, aun
cuando uno se arrepienta de haber subido. A veces uno se lanza al amor creyendo que actúa con total
libertad o independencia, pero luego cae en la cuenta de que su elección estuvo condicionada por muchas
presiones internas. Todos ustedes son personas valiosas e importantes. Aprendan a valorarse. No vayan
por caminos tortuosos y enfermizos. Siempre escojan la ruta de la honestidad. El amor auténtico sólo
puede establecerse entre personas que tienen madurez y autonomía individual. Por eso, es tan importante
el desarrollo de uno mismo."

"Pero buscar todo el tiempo la aprobación de la pareja es rebajarse demasiado. En una relación así, no
hay muestras de consideración ni señales de un corazón profundo, ni, mucho menos, amor. Si la voz de su
corazón les está diciendo: ‘Tú no mereces una relación como ésta’, espero que tengan la valentía y la
dignidad de decir lo que sienten, aun a riesgo de ser rechazados por la otra persona. Pero, por favor, no
se resignen pasivamente a una relación desdichada… El verdadero amor no tiene nada que ver con la
dependencia; por el contrario, sólo existe cuando ambos son individuos independientes. Cuando una
persona sólo tiene sentimientos superficiales, lo único que pude esperar es formar una relación frívola y
ligera. Así que, si ustedes quieren una pareja de verdad, primero deben construir una firme y sólida
identidad. Para amar de verdad no hace falta ser complaciente con la otra persona, ni aparentar lo que no
somos. Por otro lado, cuando existe verdadero amor, nadie fuerza a la pareja a hacer algo que el otro no
desea ni sea presura a hacer cosas de las que, luego, uno mismo no podrá hacerse cargo."

"De todas formas, aunque ahora crean estar viviendo momentos muy agradables y sientan: ‘Lo nuestro va
en serio’, si descuidan su desarrollo personal, todo terminará siendo un pasatiempo sin trascendencia. No
olviden que un juego, por interesante que parezca, nunca deja de ser un juego. Si multiplicamos diez
millones por cero, el resultado da siempre cero. No desearía que tuviesen una relación así. Sería muy
penoso que, en nombre de un amor superficial, su vida perdiera los valores que la vuelven valiosa y
profunda."

"Por favor, tengan la confianza y la fortaleza de pensar: ‘¡Pobre! ¡Qué lástima que no haya podido apreciar
mi valor como persona’. Esta clase de flexibilidad ante las circunstancias es muy provechosa."

"No dejen que un desengaño amoroso les haga perder las esperanzas de la vida. En cambio, díganse a sí
mismos, que no son personas débiles ni frágiles para dejarse aplastar por un revés del amor. Podrán
pensar que nadie hay en el mundo tan importante como el ser amado, que es totalmente incomparable…
Pero reflexionen un instante. Entre las cien personas que conocerán de aquí en adelante, ¿es ésa la
mejor? Entre las mil o diez mil personas que la vida les pondrá por delante, ¿no habrá nadie mejor? Si uno
va creciendo como ser humano, también modifica su forma de ver a la gente. Hay quienes sufren
desengaños amorosos; hay quienes sienten que no valen nadad. Pero, por mucho que sufran y sufran,
nunca piensen que su vida no tiene valor. Nunca crean que son inservibles. Aunque pongan en una torre
todos los tesoros del universo, nunca llegarán a compararse con el valor de su vida."

"¡Deben ser fuertes! Cuando un ser humano posee fuerzas suficientes, hasta la tristeza se convierte en
alimento y el dolor pasa a ser un combustible. La verdadera esencia de la vida suele manifestársenos
cuando pasamos por los abismos más oscuros del sufrimiento, cuando creemos que su peso nos
aplastará. Por eso, justamente porque han conocido grandes angustias, es imperioso que sigan viviendo,
creciendo y avanzando, siempre hacia adelante. Si toman las amarguras como impulso para crecer,
podrán adquirir mayor profundidad y amplitud como seres humanos; esta será la cosecha de su
sufrimiento y de su dolor."

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