A. El uso de la palabra hombre para referirnos a la raza humana El autor en este libro nos habla y nos da diferentes razones del porque es importante referirse a la palabra “hombre” como razana humana ya que esta palabra tiene justificación divina en Genesis. El autor nos habla del termino hebreo “Adam” que es el mismo adán a el que se le diferencia de la mujer, adán es utilizado para referirse a seres humanos o varones. “En Génesis 5:2 describe específicamente la actividad de Dios de elegir un nombre que se aplicaría a toda la raza como un todo”. Según lo anterior vale aclarar que no se está argumentando aquí que debemos siempre duplicar las formas bí-- blicas de hablar, ni que sea equivocado usar a veces términos de género neutro para referimos a toda la raza humana) el autor nos quiere recalcar que, sino más bien que la actividad de Dios de poner nombre en Génesis 5:2 indica que el uso de «hombre» para referirse a toda la raza es una elección buena y apropiada, y que no hay razón para evitarlo
Según el autor el hecho de que a la razana humana no se le haya querido
llamar “mujer” sino “hombre” puede implicar que esto pueda significar, algo de liderazgo, y puede tener algún significado para el plan original de Dios.
B. ¿Por qué creo Dios al hombre?
El autor nos hace énfasis en que Dios, no nos creó porque nos necesitara o porque se sintiera solo, no Dios nos creó para su propia gloria, Dios es auto existente he inmutable no necesita de nadie para subsistir, Dios no necesitara alguna vez de nosotros por alguna razón. Realmente estamos creados y diseñados para hacer todo lo que glorifique a Dios, por eso él nos creó para que le diéramos gloria, el hecho de que todo lo que hagamos agrade a Dios, eso realmente hace nuestra vida significativa. El autor menciona que cuando nos damos cuenta realmente que Dios no nos necesita, realmente nuestras vidas no tendrían ningún sentido, pero por medio las escrituras podemos concluir que al hacer su voluntad y glorificarlo él nos tiene en cuenta como sus hijos y sus hijas. Como nos dice el autor “Nuestro propósito debe ser cumplir la razón por la que Dios no creó: Glorificarle a él. Cuando hablamos con respecto a Dios mismo, ese es un buen resumen de nuestro propósito. Pero cuando pensamos en nuestros propios intereses, nos encontramos con el feliz descubrimiento de que estamos para gozar a Dios y deleitamos en él y en nuestra relación con él”. No hay más nuestro único propósito de vida es este. Para el cristiano glorificar a Dios debe ser de sumo regocijo. C. El Hombre creado a la imagen de Dios 1. El Significado de “Imagen de Dios” De todas las criaturas que Dios hizo, solo una, el hombre, se dice que fue creado «a imagen de Dios». El autor nos habla que el hecho de que el hombre está formado a la imagen de Dios quiere decir que el hombre es como Dios y representa a Dios. “El sentido es que Dios planeaba hacer una criatura similar a él. La palabra hebrea que se traduce «imagen» (tselem) y la palabra hebrea que se traduce «semejanza» (demut) se refieren a algo que es similar, pero no idéntico a aquello que representa o de 10 que es una «imagen». La palabra imagen también se puede usar para denotar algo que representa otra cosa”. Muchas son las definiciones o características que grandes teólogos han querido darles a estas dos palabras “semejanza” e “imagen” buscan características específicas para decir exactamente en que nos parecemos a Dios, pero muchos ignoran simplemente lo que Dios nos dice en la escritura. Según el autor el hecho de que el hombre esté creado en la imagen de Dios quiere decir que el hombre es como Dios en las siguientes formas: Habilidad intelectual, pureza moral, naturaleza espiritual, dominio sobre la tierra, creatividad, habilidad para tomar decisiones éticas e inmortalidad o alguna otra declaración similar. Si queremos comprender mucho más esto, tenemos que leer las escrituras entre más la leamos, encontraremos muchas más similitudes y tanto mejor entenderemos que las Escrituras quieren decir cuando afirman que el hombre está hecho a la imagen de Dios. Esa expresión se refiere a toda forma en la que el hombre es como Dios. Toda forma en que el hombre es como Dios es parte del hecho de ser a la imagen y semejanza de Dios.
2. La caída: La imagen de Dos queda distorsionada, pero no se ha
perdido Aunque los hombres son pecaminosos, hay todavía suficiente semejanza a Dios en ellos. El hombre todavía es a imagen de Dios. Sin embargo, puesto que el hombre ha pecado, no es ya tan completamente como Dios como 10 fue antes. Su pureza moral se ha perdido y su carácter pecaminoso no refleja para nada la santidad de Dios. Su intelecto está corrompido por la falsedad y el mal entendimiento; su forma de hablar no glorifica siempre a Dios; y sus relaciones están con frecuencia gobernadas por el egoísmo más que por el amor, y así sucesivamente. Aunque el hombre todavía conserva la imagen de Dios, en cada aspecto de la vida algunas partes de esa imagen han quedado distorsionadas o perdidas. Despuesde la caída seguimos conservando la imagen de Dios, pero distorsionada ya no somos tan completamente como Dios como 10 fuimos antes de que entrara el pecado. es importante que entendamos el sentido pleno de imagen de Dios no solo partiendo de nuestra observación de los seres humanos como existen hoy, sino también desde las indicaciones bíblicas de la naturaleza de Adán y Eva cuando Dios los creó y cuando todo lo que había hecho era muy bueno.