You are on page 1of 2

Isótopos radiactivos

Lo primero que hay que entender es que los


materiales radioactivos están formados por
isótopos radioactivos. Un isótopo no es más que
las distintas formas en que puede encontrarse un
átomo de un elemento químico. Cada elemento
químico se define por cuántos protones contiene su núcleo, pero el número de neutrones
puede variar y por ello existen los isótopos. Existen 118 elementos químicos, pero en la
naturaleza se han encontrado 339 isótopos.

En algunos casos, un isótopo es


inestable. La combinación de
protones y neutrones conlleva una
energía nuclear excesiva y eso
nunca acaba bien. El átomo
inestable buscará volverse estable
y eso se consigue pasando a un
estado de menor energía, cosa que
logra emitiendo radiación. La
radiación es simplemente la
transferencia de energía mediante
ondas o partículas. Puede
distinguirse radiación no ionizante
e ionizante. La diferencia es la
energía transmitida, que si supera
los 10 eV hace que pasemos al
caso ionizante. Por encima de este
umbral la radiación tienen energía
suficiente para ionizar otros
átomos (quien lo diría…) y romper
enlaces químicos. Para los
curiosos, eV (electrón-voltio) es
una unidad de energía común y
bastante pequeña (la energía
cinética de un mosquito volando es
del orden del billón de eV).
Un átomo inestable libera su exceso de energía de forma aleatoria y no es posible predecir
cuándo va a hacerlo. Pero cuando se trata de una gran cantidad de estos átomos (y muchos
átomos ocupan muy poco) podemos hablar de lo que se conoce como periodo de
semidesintegración, que se define como el tiempo que pasa hasta que la mitad de los
átomos radioactivos dejan de serlo porque han liberado su exceso de energía. Los
periodos de semidesintegración pueden ir de miles de millones de años a fracciones de
segundo.
De aquellos 339 isótopos la teoría dice que sólo 90 son estables, pero en realidad 288 de
ellos están presentes en nuestro planeta desde su formación pues sus periodos de
semidesintegración son mayores que la edad del sistema solar o son estables. Por tanto
sólo 51 isótopos naturales son de facto radioactivos. Posteriormente se han sintetizado en
laboratorio más isótopos radioactivos, siendo los menos aquellos con periodos de
semidesintegración mayores de una hora (556 de más de 3000). Algunos datos sobre
radioisótopos conocidos: el uranio-235 es natural y periodo de semidesintegración es de
más de 700 millones de años, mientras que el plutonio-239 es artificial y su periodo de
semidesintegración supera los 24000 años.

¿Qué ocurre con isótopo cuando libera energía en forma de radiación? Aparte de volverse
algo más estable pueden pasar varias cosas dependiendo de cómo es esa radiación. Puede
ser que siga siendo el mismo isótopo con menos energía (radiación gamma, conversión
interna), convertirse en otro isótopo del mismo elemento (emisión de neutrón) o
convertirse en otro elemento (radiación alfa, radiación beta, fisión). En cualquier caso,
un isótopo radioactivo seguirá liberando energía en forma de radiación de algún tipo
mientras no sea estable. Al final terminará convirtiéndose en uno de esos 288 isótopos
que son observablemente estables. El camino que sigue se conoce como cadena de
desintegración. El uranio-235 termina convirtiéndose en plomo-206, liberando 51.7 MeV
en un proceso que puede llevar millones de años.

Pero como decía al principio, los isótopos radioactivos no se usan exclusivamente para
fabricar bombas. La inmensa mayoría no tienen aplicaciones reales porque sus periodos
de semidesintegración son demasiados pequeños, pero los que la tienen se usan por
ejemplo en la industria para inspeccionar soldaduras o en medicina para tratar algunos
tipos de cáncer. Además hay que tener en cuenta que la radiación está presente en la
naturaleza, siendo peligrosa sólo en el caso de que la potencia emitida sea muy alta y eso
sólo se da en caso de presentarse una gran concentración de radioisótopos.

You might also like