You are on page 1of 12

LA TERAPIA FAMILIAR Y LOS NINOS. TERAPIA DE JUEGO FAMILIAR.

PRESENTACION DE UN CASO
1

Resumen

Los Terapeutas Familiares han aprendido a manejar a los niños en los procesos terapéuticos
en tanto han incorporado habilidades de la terapia de juego de otras escuelas psicológicas.
Esto ha enriquecido el trabajo con niños desde una visión sistémica haciéndolo más ecléctico.
Reconocer las etapas del desarrollo del niño y la utilización de técnicas que los ayudan a
expresarse y sentirse entendidos aumenta la posibilidad de ayuda del terapeuta, tanto a los
niños como a sus familias, que al introducirse en el juego desarrollan habilidades que les
permiten comprenderlos y manejarlos mejor. Para que el terapeuta familiar pueda develar el
juego sistémico y cumplir con los objetivos planteados de ayudar al niño y a la familia parece
ser necesario que conozca las técnicas derivadas del arte-terapia, lectura de cuentos, uso de
los juegos de imaginación, los títeres, la caja de arena, el uso de juegos estructurados y no
estructurados, las técnicas narrativas y el uso de la escultura, promoviendo en el niño el uso
de su fantasía y de su imaginación, y modelando a la familia para ser parte del juego.

Abstract:

Family Therapists have learned how to deal with children in therapy, incorporating skills of
the therapy of games from other schools of psychology. This has enriched the work with
children from a systemic vision making it more eclectic. To be able to recognize the stages of
the child development and the use of the skills that helps children to express themselves and
feel understood, have increased the potential of helping them and their family. Introducing
the family in the game helps them to develop skills that allow the family to understand and to
handle the children better. In order that the family therapist could recognize the systemic
game and fulfill the goal of helping both the child and the family, it seems to be necessary
that the therapists know the skills derived from the art-therapy, storytelling, imagination
games, puppets use, box of sand playing, the use of structured and not structured games,
narrative skills and sculpture, all of which helps to promote in the child the use of his fantasy
and in his imagination, while molding the family on how to be a part of the game.

Palabras Claves: Terapia de Juego Familiar, Modelo ecléctico, Etapas de desarrollo del niño,
Necesidades del niño, Juegos no estructurados de fantasía e imaginación y juegos
estructurados.

Keywords: Family Therapy Games, Eclectic model, Stages of development of the child,
Child needs, Not structured games of fantasy and imagination, and Structured games.

1
Lic. Vanessa Espaillat. Psicóloga Clínica. Terapista Familiar. Coordinadora de Estudios de
Post-Grados en Psicología, Universidad Iberoamericana, UNIBE. Santo Domingo, Rep.
Dom.
Perspectiva Histórica:

En los comienzos de la Terapia Familiar, las intervenciones se centraban más en los


problemas de los adultos siendo los problemas de los niños conceptualizados y entendidos
como un síntoma de la disfunción familiar y de la pareja. El niño se veía formando parte de
una triangulación con los padres, quien con su sacrificio evitaba la ruptura del sistema. “El
portador del síntoma, la causa del problema son ciertas interacciones disfuncionales de la
familia.” (Minuchin, 1984, pag.42).

Magaz Muñoz (2011) comenta que el temor a afectar a los niños conducía probablemente, a
una excesiva normalización de su comportamiento. Esto les impedía beneficiarse de un
trabajo terapéutico, o que se les brindara la ayuda directa que necesitaban para superar sus
problemas.

La razones que se han sugerido para explicar la exclusión de los niños en la terapia familiar
abarcan, por un lado, la ausencia de habilidades verbales necesarias (por ejemplo, niños
menores a 9 años de edad) para participar en las entrevistas familiares (Bell, 1961, citado por
Schaefer & O´Connor, 1988), como la misma ausencia de formación en el trabajo con niños
en los terapeutas por el otro (Combrinck-Graham, 1986, citado por Magaz Muñoz, 2011).

Con Villeneuve (1979) y Ziegler (1980, citados por Schaefer & O.Connor, 1988), se
incorpora el juego en las sesiones familiares para incluir a los niños.

Por otra parte, las técnicas de entrevista familiar con títeres creadas por Irwin y Lalloy
(1975), y la escultura familiar por Simon (1972, citados por Schaefer & O.Connor, 1988),
involucran a las familias en situación de juego durante alguna parte de la sesión.

Montalvo y Haley (1973), In defense of child therapy, said that “Traditional child dyadic
psychotherapy can be viewed from a family systems point of view”. Los Padres se
desculpabilizan con esa intervención, aunque asumen su responsabilidad y tratan de mejorar
su relación, para que el niño de un mejor reporte de ellos cuando este con el terapeuta. Al
hacer sesiones con los Padres, son incluidos en el proceso de cambio.

Jay Haley (1976), Terapista Familiar citado por Cloe Madanes (1982) argumenta que: la
patología del niño involucra una coalición que trasciende los límites generacionales. La
Terapia Estratégica con niños implicaba una intervención indirecta para que el niño
renunciara a la conducta perturbada que es la base de su poder. Se intervenía a través de
rituales que evidenciaban el juego sistémico y le quitaba poder al síntoma del niño, al usar las
inducciones paradójicas.

En este mismo sentido, Epston y White, 1990, (citados por Freeman y Epston (2001) dentro
del modelo sistémico, conceptualizan el uso de la técnica de la externalización como una
práctica lingüística que ayuda en la terapia con niños aplicando el lema: “El problema es el
problema, la persona no es el problema” (Pág.29). Éste se ha considerado como una de las
máximas de la terapia narrativa. La práctica lingüística de la externalización, separa las
personas de los problemas, es una manera lúdica que ayuda a enfrentar y disminuir los
sentimientos de culpa. Es una forma divertida de motivar a los niños a enfrentarse con las
dificultades y reducirlas. Y en su trabajo han incluido las técnicas de arte terapia, títeres,
representaciones, para ayudar a los niños a través de la imaginación a superar sus
dificultades. La externalización es como “jugar a” que el problema está fuera del niño y desde
ahí se juega con él, en una conversación exteriorizada. Cuando los niños se percatan de que
se habla de los problemas y no de ellos, participan activamente en la conversación.

Por lo que sin perder de vista el Sistema Familiar, se han podido incorporar técnicas de otros
modelos para ser efectivo el trabajo con los niños. De esta manera, las intervenciones con
niños se convierten en un modelo ecléctico. También es importante conocer las etapas de
desarrollo del niño y el ciclo de vida de la familia. Necesitamos conocer la problemática de
los niños, para poder intervenir y diferenciarlos de la problemática conyugal, para que puedan
manifestar su individualidad fomentando su diferenciación. Por lo que al trabajar con niños
se toma en cuenta que vienen a la terapia con dos tipos de malestares, uno propio y otro
familiar (Magaz Muñoz, 2011).

Terapia Sistémica con Niños:

Características del Terapeuta Familiar que trabaje con niños:

Según Griff (citado por Schaefer & O.Connor, 1988) el terapeuta familiar, es educador,
facilitador, y un modelo de relación para el niño y la familia. Se relaciona con el niño
modelando a los padres un apego seguro. Necesita tener una formación sistémica, y también
creer en la resiliencia secundaria de los niños (Barudy, 2011), para ayudarlos a superar las
experiencias difíciles.

Conoce las teorías sobre el desarrollo infantil, posee sensibilidad y empatía para contener
todas las emociones del niño. Traduce constantemente el lenguaje crítico de los adultos a los
niños, ayudándolos a ver la intención positiva de los padres (Connotación Positiva), de esa
manera busca los recursos de cada uno de los miembros de la familia.

Marca un orden y una prohibición de la agresividad en la terapia, permite la agresividad solo


de manera simbólica a través del juego. Usa la imaginación, el contacto visual, creatividad y
flexibilidad, para proyectar confianza y seguridad en el juego con los niños y sus familias.

Comprende el lenguaje corporal, o no verbal del niño y de su familia además de poseer la


capacidad de comprender el lenguaje a través de los dibujos, juegos y símbolos.

El terapeuta también debe tener la capacidad de crear esperanza y fe en el futuro, que es el


objetivo de todo proceso terapéutico efectivo (Paliza, 2011).

Consideraciones Generales sobre el Juego del niño.

El juego se considera una modalidad expresiva del niño, de sus emociones, y de sus
conflictos. Por su ciclo de vida, ¨el niño no tiene a su disposición el uso del lenguaje, pero el
juego le permite una expresión simbólica de sus angustias. (Anzieu, pag. 32). El juego, la
imaginación, la fantasía, las metáforas, contar historias, ayudan a través de su simbolismo a
que los niños puedan encontrar mecanismos para motivarse a encontrar soluciones a sus
problemas. El juego no es la realidad, y el niño sano entiende esto a la perfección. Para
crecer ha necesitado diferenciar la realidad (lo que percibo), de la imaginación y la fantasía
que existe en su mundo interior. El juego permite que el mundo interior se externalice. El
juego ayuda a tomar contacto y distancia a la vez del problema, porque una parte de mí
observa, y otra está metida en la trama del juego.

En la terapia de juego sistémica, se ayuda al niño a encontrar su lugar en la familia y su


propio deseo para superar la fusión y promover su diferenciación. El jugar humaniza, porque
crea lazos sociales.

Intervenciones Terapéuticas a través del juego en la familia:

Es una terapia directiva, que sigue el juego y la fantasía del niño permitiéndoles escoger la
modalidad del juego que desea según sus necesidades. En ocasiones también, es el terapeuta
quien propone el juego, cuando al ver la necesidad emocional del niño ayuda a su curación,
incluyendo a los padres en el proceso. Forma el sistema terapéutico con la familia, con una
sesión inicial con los padres, para definir los objetivos de las intervenciones, escucharlos,
validarlos, contenerlos y hacer intervenciones psicoeducativas, antes de trabajar con el niño.

En la sesión podrán usarse Juegos Estructurados (juegos de mesa, y juguetes donde el niño
proyecte sus necesidades no resueltas), y No Estructurados (juegos de imaginación, caja de
arena, arte terapia, uso de los cuentos infantiles et). La manera en que los padres se acercan
al juego con los niños nos ayuda a ver el tipo de relación que han creado con ellos. Por
ejemplo, los padres aprenden, si no saben jugar con el niño, a seguir su fantasía sin limitarlos,
en vez de cuestionarla o juzgarla, que es lo que hacen los padres con apego inseguro.

El terapeuta modela la relación y explica las reglas de intervención, cómo se sigue la fantasía
del niño. El niño le asigna los roles a los padres, en los juegos de imaginación y al hacerlo
queda al descubierto el juego sistémico que revela la disfunción familiar, y el dolor del niño,
que al expresarlo y buscar una resolución a lo planteado empieza a tener recursos para
superarlo. Dependiendo del material que escoja, nos dirá cual es su necesidad y por la
repetición del juego lo que intenta elaborar o superar.

Usando la terapia narrativa, se crea un ambiente lúdico y "desculpabilizante”, a través de la


externalización. Siendo el recurso de las cartas terapéuticas una posibilidad de incluir a los
miembros que no están y una manera de mover el sistema a través de validar a los miembros
de la familia y ayudarlos a ver su juego sistémico.

Los elementos presentes en el juego de imaginación son la realificación, la identificación y la


ludificación (Ariel, 2001). En la realificación, cierta identidad que existe en la imaginación
del niño y no en la realidad externa, se dibuja, se nombra. Con la identificación el niño
asume un rol o la entidad que ha recalificado. Y por último, a través de la ludificación el niño
realiza una trama o historia con lo que ha realificado.

Cuando el niño inventa o escenifica un rol es más importante que el objeto con el que juega.
En el juego es muy importante la escenificación de roles, mientras más roles representa un
niño a través de sus juegos, más sano será.
ESTUDIO DE CASO

La familia que viene a consulta está conformada por el Padre, la Madre y dos niños. El
mayor quien es el paciente identificado M, tiene 7 años y cursa el tercer grado de primaria, la
menor RL tiene 5 años y cursa el primer grado.

En la primera sesión viene la madre sola R, pues el padre no pudo acompañarla. Esa sesión
nos sirvió para conocer y concretizar la demanda y ser empáticas con sus quejas. La madre
reporta que el paciente identificado tiene problemas en la escuela por su lentitud, no copia en
la pizarra a la velocidad esperada y se queda atrás en todo, los maestros dicen que siempre
esta distraído. Tomando en cuenta las etapas evolutivas del niño se le pregunta a la madre
sobre su desarrollo temprano. En la casa a su edad no come solo, no se baña solo, cuando
orina no se agarra su pene porque no quiere ensuciarse y cuando va al baño no se limpia
porque le da asco.

La familia vive con el padre y la hermana del esposo. No han podido independizarse
económicamente. Se caso embarazada de M, no habían terminado los estudios. Dice la
madre que su esposo ha pasado por periodos de depresión profunda, y ha tenido que ser
medicado. Tuvo que cambiar de carrera por el embarazo de la pareja, y no ha sido estable en
los trabajos. Los pierde con facilidad, pues si se enoja renuncia. Con respecto a la autoridad
se define a sí misma como la autoridad y a su esposo como más flexible, aunque por
momentos puede ser muy agresivo.

La madre refiere que su esposo es sumamente limpio y exigente con el orden con los niños.
Cuando llegaba de la calle no cargaba a los niños porque se sentía sucio, hasta que no se
bañaba. Refiere que es hija de una madre soltera, su padre en venezolano y a penas lo conoce,
es muy apegada a ella, y su madre solo va a dormir a su casa, pues se pasa todo el tiempo en
la casa con la hija cuando sale del trabajo, la apoya económicamente, y la ayuda con los
niños. Estos le piden todo a su abuela, ella les da la comida, los baña, y los limpia cuando
van al baño. La abuela descalifica al padre cuando intenta corregir a los niños. La madre se
siente que está entre su Esposo y su Madre.

Hipótesis de Trabajo:

La falta de independencia económica y emocional de los Padres, los cuales asumieron


responsabilidades parentales sin haber consolidado su relación de pareja, por el embarazo no
esperado, los ha mantenido apegado a su familia de origen de la cual no se han diferenciado.
Se mantienen como los hijos adolescentes mantenidos por los padres. Presentan dificultades
en el subsistema ejecutivo, se manejan con lucha de poder, y en el parental no asumen la
posibilidad de velar por las necesidades por edad de sus hijos y fomentar su independencia y
auto-suficiencia, pues ellos mismos no la han logrado. También en el manejo de la autoridad,
tenían sus diferencias, cuando la madre se ponía muy crítica con los hijos, el padre intervenía
y la descalificaba. El PI, entonces desobedecía a la madre con su actitud pasiva y su lentitud.

Los niños funcionan como si tuvieran menos edad, y no es un reto para ellos crecer, pues los
abuelos encuentran significado y llenan sus necesidades dejándolos pequeños. Los padres
dicen que saben que se han acomodado y que dejan que sea la abuela que resuelva casi todo
lo de los niños. El mensaje que parece reciben al ser tratados como niños pequeños es no
crezcan, los necesitamos dependientes, apegados y sin superar la fusión originaria, que los
propios padres no han superado.

Los niños pasivos como el caso de M, también son usualmente educados por una autoridad
rígida que no les permite el movimiento, la acción, lo que lleva al niño a una pasividad y una
tranquilidad que se interpreta como “no seas”. Tomando en cuenta las diferentes etapas del
desarrollo infantil, a partir del segundo año de vida el reto es adquirir una identidad social, al
canalizar la agresividad de manera socialmente permitida, cuando aprenden las reglas de
convivencia, que coinciden con el ingreso al Pre-escolar. También adquieren los hábitos de
higiene. La dinámica familiar había retrasado la adquisición de estos hábitos de higiene en los
niños.

La manera de expresar su agresividad, típica de la primera etapa del no, a la que no podía
acceder abiertamente, era mostrándose pasivo ante los reclamos de las figuras de autoridad, al
no tener posibilidad de canalizar su agresividad de manera socialmente permitida.

Objetivos Terapéuticos:

1. Ayudar a los Padres a asumir su rol parental, para así ayudar a sus hijos alcanzar
independencia de acuerdo a su edad, de esa manera el PI pueda asumir el rol de aprender en
la escuela. Solo cuando un niño quiere crecer aprende, pues los bebes no van al colegio,
2. A través del juego ayudar al PI a superar sus angustias y ansiedades que no le permiten
concentrarse en la escuela, generadas por rigidez en el manejo de la autoridad de los padres
vinculados también con la higiene y la limpieza. Dice que le exigen como adultos, pero
también lo tratan como niños muy pequeños.
3. Ayudar a la abuela a tomar distancia de las labores parentales de los Padres. 4.
Trabajar las insatisfacciones del subsistema conyugal.

Segunda Sesión. Vienen los padres y los dos niños. Se sienta la madre con la hija en un
sillón, y el padre con el hijo en otro. (Evidenciando la distancia afectiva de la Pareja). Se crea
un ambiente de cooperación usando la externalización para desculpabilizar al PI, todos
estuvieron de acuerdo en pensar que la distracción lo visitaba en la escuela y no lo dejaba
trabajar. Lo definen como un niño muy obediente, cariñoso, y que cuida mucho de su
hermanita. Muy buen deportista como su papá con el que juega al tenis.

Los padres se pasan toda la sesión corrigiendo a los niños, en sus posturas, para que no se
muevan y estén quietos.

Cuando les pregunto que si comen solos, se bañan y se cambian solos y duermen solos, la
madre dijo que no, que su abuela los ayuda en todo. Les dije que abuela los quería mucho y
se había confundido pues todavía los veía pequeños, entonces que podrían hacer ellos para
ayudar a su abuela para que los viera grande, pues solo los niños grandes aprenden. Que él
tendría que ponerse grande en todo lo que le pregunte para que pudiera aprender en la
escuela. Ellos dijeron que iban a ser las cosas por ellos mismos, y que sus padres le
recordarían cuando quisieran ponerse pequeños.

Al final de la sesión todos están de acuerdo en que trabajarán para que a M le vaya mejor en
la escuela, porque peleen menos y para que pasen más tiempos juntos y felices.

Se les da la tarea de comprar barro, y sentarse en familia los cuatros a hacer actividades en la
casa, y traerlos en la próxima sesión.

Cuando se iba, M me dice que cuando la distracción lo visita es porque piensa en unos
programas que le dan mucho miedo, pues se imagina esas escenas y se le va el tiempo en la
escuela. También que por las noches a veces no puede dormir pensando en esos programas.
Dice que la mente lo agarra y no se le va por días lo que piensa. Se les dice a los padres, que
cuando tenga miedo lo escuchen y que lo acompañen en su cuarto pero sin pasarlos a la cama
conyugal. Dice tenerle miedo a los monstruos y a los fantasmas. Le dije que si quería
dibujarlos para que pudiéramos conocer a esos fantasmas que le producían tanto miedo, lo
hiciera y lo trajera en la próxima sesión.

Comentarios:

Se les sugirió a los padres como manejar la fobia nocturna, sin que el niño ocupara el espacio
de los padres, para que cada cual este en su lugar. Los padres solían decirle que los fantasmas
no existían, y lo llevaban a dormir con ellos. Cuando un niño dibuja lo que teme, se le ayuda
a exteriorizarlo y a dominarlo.

Tercera Sesión. Los padres trataron de ayudar a M con sus miedos, él le contó a su Padre
sobre las películas de miedo que le habían afectado, pero permaneció en su cama. No quiso
dibujar al fantasma de su fantasía porque no le gusta dibujar.

Empezaron a hacerse grandes y decirle a abuela que ellos podían comer solos, bañarse y
limpiarse solos. Sus padres les ayudaron también. M sigue trabajando para vencer a la
distracción en la escuela.

Toda la familia trae sus obras hechas en barro y explican cómo se sintieron, y lo cada uno
hizo. M hace unas historias sobre su producción. (Jugando a ensuciarse le pierden el miedo a
ensuciarse, que es un miedo de todos).

Después se le da la consigna de que escojan con que jugar. Los niños deciden jugar con
juegos de construcción, y R hizo una casa y M un avión de guerra que iba a pelear y a
bombardear, se le pide que hagan una historia sobre su construcción. M manifestaba la
necesidad de sacar la agresividad de manera socializada en el juego, su avión se elevaba iba y
bombardeaba en la guerra, tiraba muchos tiros a los enemigos y luego regresaba y aterrizaba.

Los padres observaban como jugaban, y como la terapeuta le acompañaba con palabras y
sonidos, a ritmo lento y con el tono de voz adecuado para permitirle la regresión.

Comentarios:
Mientras los niños juegan, el psicólogo necesita mantener la atención en el objetivo principal
que es de servir de observador participante y no de compañero de juego (Schaefer &
O.Connor, 1988). Acompañar dice Aucouturier (s.f.) es interactuar sin invadir.

El psicólogo manteniendo la neutralidad, es empático con las emociones del niño, les pone
palabras a sus estados emocionales difíciles a sus miedos y angustias. Male (1975) dice que a
través de la lentitud de su lenguaje, de la repetición, de sus gestos, y mímicas actuando como
un Fondo Sonoro de todas las actividades del niño, se promoverá una regresión que permitirá
la cura, pues se repararán los estados emocionales que lo afectan. El juguete tiene la función
psicológica de la mediación. En el adulto es la palabra. Como mediadores, hacen presente lo
que está ausente.

Cuarta Sesión Se sientan la madre con el hijo y la hija con el padre.

M. va mejorando en la casa y en la escuela. La distracción casi no lo visita y en la casa es un


niño grande y han seguido ayudando a la abuela.

Se realizaron juegos de imaginación. M dice que quería jugar a que estaban en un parque de
diversiones, y que compartían con sus padres y hermana y que todos estaban felices. Todos
se integran a este juego. Luego la hermana en su turno vuelve al mismo parque de diversión,
y hace un movimiento y les pide a los padres que se sienten juntos en un banco del parque se
agarren las manos y miren a sus hijos jugar felices. Los niños juegan a estar en el parque y a
subirse en los columpios, el juego termina y después se van a la casa.

Le acompaño mientras juegan poniéndole palabras a su juego, y a sus emociones.

Comentarios:

A través del juego podemos evaluar si el niño ha ingresado o no ha ingresado en el campo


lúdico. El que puedan jugar con la imaginación y asumir roles y darle roles a los padres, y
hacer una trama, nos dice que han ingresado en el campo lúdico.

Un niño sano juega. Por lo que a través de la observación del juego del niño se puede
determinar el nivel de desarrollo emocional.

Los niños con conflictos de identidad se confunden con los juguetes. Otros niños que
enumeran y nombran los juguetes no están adheridos a ellos, pero no cumplen la función de
jugar, porque no ingresan a una trama de personajes y secuencias. Para jugar hay que tomar
distancia del objeto, y asignarle un significado y una trama al juego. (Male 1975).

Quinta Sesión. Se le pide a M que se siente con su hermana y le dé el sitio al lado de la


madre a su padre. Después de esta intervención estuvo muy silencioso y casi no quiso
participar. (No se sintió bien con la intervención que le ponía un límite, y acercaba a la
pareja).

Cuando lo invite a pintar me dijo que no, que no le gusta, pero su hermanita si decidió pintar,
el escogió después el color rojo y pinto como se sentía dibujando la parte inferior de la hoja.
Pregunto sobre sus miedos y le propongo jugar a asustarnos jugando a los fantasmas. El
podía asustar a la familia, y luego los miembros de la familia asumir el rol de asustarlo a él.
Todos asumieron el rol en el juego de asustar y ser asustados. (Identificándose con el objeto
de su miedo se le ayuda a dominarlo).

Después decide tomar la espada y empieza a jugar a ser un gran espadachín que ataca a todos,
los padres se involucran en el juego, permitiéndole al niño que los ataque, modelado por la
interacción con el terapeuta. (Se le permite la agresividad simbólica en el juego.)

Al final de la sesión, la madre habla como la desespera la lentitud del hijo en la casa, y como
mientras ella más se enoja él más se paraliza, sobre todo en las mañanas cuando tienen que
darse prisa para ir al colegio. Se les pide a los padres que vengan solos en la próxima sesión.

Sexta Sesión. Los padres vienen solos y hablan de cómo M despierta la ira de la madre por
su lentitud. Se les sugirieron técnicas para manejar la autoridad con M. para que ellos las
evaluaran y decidieran si podrían serles útiles. Se buscaba romper el ciclo de que la madre lo
agredía, el padre lo defendía, y el niño se tornaba más pasivo.

Fueron muy abiertos al relatar las dificultades que han tenido como pareja, sus dificultades
económicas, y como ha superado la depresión el marido, y como les afecta la falta de un
empleo que les permita ser independientes, y los proyectos de futuro que tienen. El marido se
autocalificaba como un fracasado, le ayudamos a pensar cuál sería el primer paso para poder
sentirse con la posibilidad de un mejor futuro.

También se hablo de las quejas que tienen con la Madre de R, la cual se pasa todos los días en
la casa de ellos, evitando la posibilidad de intimidad en la pareja. La hija le da pena dejar a la
madre sola en la casa, y por eso hace todas las actividades con ella, mientras el marido
permanece solo en su habitación. Acordamos hacer una carta terapéutica, para que la leyeran
con ella. Así se hizo y se le envió por correo.
Estimados R y M:

Por medio de la presente queremos como equipo técnico, expresarles los aspectos positivos
que hemos visto en Uds. y que están ayudando a sus hijos a superar sus dificultades.

Son padres dedicados y con mucho amor para ellos. Tienen el mismo amor y dedicación que
han recibido de sus propios padres.

Han superado muchos momentos difíciles en su relación, lo cual dice que hay sentimientos
muy profundos que los mantienen unidos. Pueden hablar tan abiertamente de sus problemas
y reconocer lo que cada uno ha tenido que mejorar, y esta actitud asegura más de un 50%
del camino que tienen que transitar.

Tienen tanto amor a su familia de origen que ambos han renunciado a la posibilidad de ser
independientes, para que sus padres puedan sentirse felices ayudándolos.

Por ejemplo, la madre de R como ha ayudado con los niños, como ha sido un apoyo
económico, y se ha dedicado a suplir sus necesidades en el día a día. Los niños se sienten tan
identificados con Uds. que también se hacían más pequeños para que su abuela se sitiera
necesaria e importante en sus vidas, y cuando un niño quiere ser pequeño, no puede
aprender.

Y por otro lado, el padre de M ha dado tanto a sus hijos, que agradecidos se quedan y no se
arriesgan a seguir sus vidas y empezar solos, para no dejarlo solo.

Por lo que no preguntamos:

¿Qué será diferente en la vida de esta familia, cuando sus padres puedan sentirse orgullosos
de que han dado tanto a sus hijos R y M, que ya están listos para hacerlo por si mismos
¿Cómo llenará su vida la madre de R, la cual se ha entregado a esta hija, sin dejar tiempo y
dinero para dedicarlos a sí misma? Encontrara de nuevo el camino de su propia felicidad?
¿Qué pasará con los niños cuando se den cuenta de que sus padres se independizan y que
ellos también pueden crecer?
¿Qué pasará en la relación de todos, cuando cada cual asuma el rol que le corresponde,
volverán a visitarlos el afecto y el respeto que se ha perdido porque en esta renuncia de amor,
ya nadie sabe cuál es el lugar que le corresponde?
¿Qué pasará con la relación de pareja, cuando puedan tener su tiempo, su espacio para sí
mismos y para educar a sus hijos? Cómo se sentirán sus padres si los ven felices encontrando
su lugar?

Con todas estas interrogantes nos despedimos, sabiendo que como familia tienen lo más
importante, que es el afecto que los une, y que es la base para que las situaciones difíciles
que se presentan puedan superarse.

Equipo Técnico de UNIBE


Comentarios:

El terapeuta sistémico también debe fungir como un psicoeducador. Francois Dolto (1980),
habla de la importancia de la psicoeducación a los padres cuando se conoce las necesidades
de los niños según su ciclo de vida, “darles consejos detallados que causaran si los aplican un
progreso, por ligero que sea, en el comportamiento del niño, gracias al cual tendrán confianza
en nosotros y volverán a traérnoslos”(pág.139).

Con la carta terapéutica, se buscaba entrar de forma indirecta en el proceso terapéutico, a los
progenitores de R y M ayudando a través de las preguntas reflexivas a visualizar un posible
cambio conductual, en la dinámica de toda la familia.

Séptima sesión a novena sesión.

Los padres leyeron la carta con la madre y R reporta que estuvo un poco más respetuosa. Los
niños han seguido mejorando, y M le va mejor en la escuela ya no se distrae y hace todos sus
trabajos. El enfoque de las sesiones es ahora ayudar a los padres en su proceso de
diferenciación, e independencia económica, que es el motivo de su insatisfacción actual. Por
lo que a partir de esa sesión trabajamos una semana con los padres a solas y en otra con la
familia completa. La madre ha flexibilizado las críticas a los hijos y al marido, en la medida
que pudo identificar el patrón que seguía de crítica y descalificación constante a sí misma, al
marido y a los hijos, por su situación económica, que le impide independizarse. El marido la
percibe más positiva, dice que ya no esta tan negativa y esto ha hecho que el clima relacional
sea menos tenso. El sigue dando pasos para lograr sus proyectos de futuro, aunque
actualmente no le reporten beneficios económicos. El hijo aprendió a verbalizar sus
desacuerdos con la madre, en vez de ponerse lento y callar su descontento, lo cual
verbalizamos era un avance, pues es más sano hablar el descontento que actuar de manera
pasiva en contra de la autoridad.

Conclusión

El motivo de la presentación de este caso, es que a través de las diferentes sesiones, sin
perder los objetivos planteados al trabajar con el sistema familiar, se pudieron usar diferentes
técnicas de varios modelos de intervención, para ayudar al paciente identificado a superar sus
dificultades personales, y a la familia a cambiar su juego relacional.

La terapia de juego familiar tiene una función preventiva, pues sanará al niño y evitará
patologías mayores. “La represión de experiencias abusivas durante la infancia conduce a
muchas personas a destruir sus vidas y la vida de otros” (Miller, 1997). La terapia de juego
ayuda a superar las experiencias abusivas, superar el dolor y promueve la resiliencia.
Referencias Bibliográficas

 Anzieu, A., Anzieu, C, Daymas, S. (2001). El juego en Psicoterapia del Niño. Madrid:
Biblioteca Nueva.

 Ariel, S. 2001. Terapia de Juego Familiar. México: Editorial Limusa.

 Aucouturier, B. (s.f.) Introducción a la Práctica Psicomotriz. Aucouturier (PPA).


Aula de Innovacion Educativa (136), (pag. 79, pag. 83).

 Barudy, J . (2011). La Fiesta Mágica y Realista de la Resiliencia Infantil. Madrid,


España: Gediza.

 Dolto, F. (1971) Psicoanálisis y Pediatría. México: Siglo XXI. 6ª. Edición (1980).

 Freeman, J., Epston, D., y Lobovits, D.. (1997). Terapia Narrativa para niños.
Aproximación a los conflictos Familiares a Través del Juego. Barcelona, España:
Paidós. (2001).

 López de Huhn, C. (2003). La Hora de Juego Diagnostica en Niños. Madrid

 Magaz Muñoz, A. (2011). Introducción a la Terapia del niño en Familia. Madrid,


España.

 Madanes, C. (1982). Terapia Familiar Estratégica. Buenos Aires: Amorrortu.

 Male P. (1975). Psicoterapia de la Primera Infancia. Buenos Aires; Amorrortu.

 Miller, A. (1997). The Drama of the Gifted Child. New York: Basicbooks.

 Minuchin, S. (1984). Técnicas de Terapia Familiar. Barcelona, Espana: Paidos.

 Montalvo, Braulio. Haley, Jay. (1973). In Defense of Child Therapy. Family Process
(12), (pag. 227, pag. 243).

 Paliza, R. M. (2011). Curso Psicoterapia Infantil. Rep. Dom., UNIBE.

 Schaefer, C., O’Connor, K. (1983). Manual de Terapia de Juego. México: Manual


Moderno. 1988

You might also like