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Unidad 6, Estudio 2

Dios habla por medio de las Circunstancias


En estudios anteriores aprendimos que Dios nos habla por medio del Espíritu Santo, el
cual utiliza la Biblia, la oración y las circunstancias para hablarnos o mostrarnos la
voluntad del Padre.
El versículo para memorizar es:
Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo
hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre
hace, también lo hace el Hijo igualmente.

Juan 5:19

Las circunstancias, se ve en la manera en que Jesús sabía lo que el Padre quería que
hiciera, esa era la manera como Jesús sabia la voluntad del Padre tanto para su vida,
como para sus circunstancias.
Escuche esta premisa: Para comprender las circunstancias duras o difíciles es vital la
perspectiva de Dios

Dios uso las circunstancias para revelarle a Jesús lo que iba a hacer. Las circunstancias
fueron las cosas que Jesús vio hacer al Padre. Jesús siempre estaba observando para ver
donde el Padre estaba trabajando, y se le unía allí.

Jesús está interesado que nosotros hagamos justo lo mismo que él hace con el Padre.
Debemos observar lo que él está haciendo y nosotros ajustamos nuestra vida a su obra.

Amado hermano y hermana, las Escrituras nos dicen algunas cosas que Dios puede
hacer. Usted tiene que aprender a identificarlas. Entonces, cuando algo ocurre a su
alrededor que solamente Dios puede hacer, puede saber que es la actividad de Dios.

Suponga que un vecino, un amigo o uno de sus hijos, empieza a hacerle preguntas sobre
las cosas espirituales. Usted no tiene que dudar si Dios está en esto. Él es el único que
puede hacerlo. Nadie jamás busca a Dios, a menos que Dios esté obrando en su vida.

Piense por un momento en todas aquellas cosas que sólo Dios puede hacer:
1. Dios atrae a la persona hacia Él
2. Dios hace que la gente lo busque.
3. Dios revela la verdad espiritual.
4. Dios convence al mundo de culpa respecto al pecado.
5. Dios convence al mundo de justicia.
6. Dios convence al mundo de juicio.
Déjeme contarle una historia:
Un hombre vendía globos de colores en un parque; para llamar la atención de las mamás
y de los niños, empezó a inflar con gas unos cuantos globos de distintos colores y los
soltaba para que el viento los llevara de un sitio para otro.
Un niño de piel negra, al ver cómo ascendían los globos blancos, amarillos, rojos, azules,
se acercó al hombre y le preguntó:
-Oiga, si suelta un globo negro, ¿Usted cree que también suba?
A lo que el hombre contestó con todo tino y sabiduría:
-Sí, hijo. Los globos no suben por causa del color, sino por lo que llevan dentro. Lo que
tienen dentro es lo que les hace subir.
Sólo Dios hermano y hermana permitió que el niño se acercara para darle una gran
enseñanza. Que Dios no hace acepción de personas, que nos ama y que desea una
relación personal y real, sin importar de quién se trate.

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