You are on page 1of 6

Hechizo, embrujo, conjuro, encantamiento,

sortilegio

Hechizo, embrujo, encantamiento, sortilegio… aclaremos los conceptos


El hechizo es un ritual sencillo de encantamiento o sortilegio. El hechizo es la
fórmula para lograr el encantamiento o sortilegio, el objetivo. La acción de realizar
un hechizo se conoce como proyectar, lanzar o conjurar (conjuro).

Cuando el objetivo del hechizo es adivinar el futuro se


denomina sortilegio, y encantamiento, cuando busca someter la voluntad de otra
persona u objeto o influir en la materia, maldición (si es con mala voluntad)
o bendición (si es para protección).

EL HECHIZO
El hechizo es la acción de someter o alterar la voluntad de algo o alguien
(encantamiento), fortalecer la propia voluntad (auto-encantamiento) o modificar el
destino (sortilegio). Es una herramienta para enfocar, alterar o armonizar el aparato
de cuerpo-mente.

El hechizo se realiza mediante el uso de la capacidad mental conectando con la


energía vital que todo cuerpo posee, por eso un hechizo puede ser también sobre
un animal o espacio natural que irradie energía vital del macrocosmos que es Gaia.
Al usar la energía ctónica para alterar la materia, intervienen los elementos en el
hechizo, y siempre los elementales observan el uso de la energía de la Madre
Naturaleza.

La magia solamente puede obrar sobre la materia en cualquiera de sus


manifestaciones. Por tanto, también, sobre la mente que, aunque es sutil, pertenece
al mundo material, pues está dirigida por el cerebro, un órgano físico. Pero, la magia
no puede actuar directamente sobre el Alma, pues éste es inmaterial.
La mente humana es una forma de energía, parte de ella espiritual en naturaleza
.Cuando la mente espiritual de dos o más personas conectan, se establece un
vínculo mágico, que puede alterar la percepción de la realidad. Este es el objetivo
del hechizo más sencillo.

“La bruja convirtió al príncipe en sapo por medio de un hechizo; el encantamiento


no se desharía hasta que una joven besara al príncipe”.

En la literatura medieval, el folclore, los cuentos de hadas o en el género


fantástico moderno, los encantamientos son hechizos, que generalmente se
realizan a una persona, objeto o ubicación específica para alterar sus cualidades, la
materia, generalmente, de manera positiva. El ejemplo más conocido en el mundo
occidental es, probablemente, el encantamiento que la hada
madrina de Cenicienta utiliza para convertir una calabaza en un carruaje.

El hechizo natural es sobretodo psicomagia. Un hechizo mágico u oculto afecta


también la percepción visual de una persona, mostrando los objetos percibidos de
una manera diferente de la real. En el hechizo natural para conseguir el
encantamiento solo interviene el poder energetico de la mente de quien lo ejecuta y
quien lo recibe. No necesita la evocación o intervención de seres ultra terrenales. Si
alguien te llama sapo con suficiente fuerza mental acabaras sintiéndote un sapo y
solo la actitud amorosa de una tercera persona podría liberar tu autoestima
esclavizada, ese es el secreto de un encantamiento.

El hechizo puede ser un acelerador de la sanación emocional porque va directo a


la psique. También puede tener un efecto contrario si es el deseo del hechicero.
Para que funcione correctamente, debe aplicarse siempre de manera exacta, sin
saltarse ningún paso en la concentración y proyección de la energía, de ahí que si
el oficiante tiene dudas de su propio poder mental, recurra a brujerías.

En magia, hechicería y brujería, se usa el hechizo con la intención de lanzar un


encanto sobre un objeto o persona y puede emplear el uso de pharmakeia, es decir
drogas o herbalismo mágico para reforzar la mente o alterar la conciencia.

Pero generalmente el hechizo es un acto de poder mental instantáneo sin una


forma común. Tanto es así que supuestamente puede ejecutarse incluso de manera
involuntaria, como ciertas formas de mal de ojo.

EL ENCANTAMIENTO Y EL SORTILEGIO

Un encantamiento o un sortilegio son el resultado de un conjuro creado


con palabras. El mago pronuncia, proyecta, lanza, conjura determinadas palabras
de poder que le ayudan a transgredir el comportamiento natural de las cosas o la
voluntad de las personas.

El encantamiento se une, de manera relativamente permanente, a una persona, un


objeto o una ubicación específica y altera sus cualidades, generalmente de manera
positiva.

El sortilegio era la práctica de la adivinación del futuro mediante artes mágicas (la
palabra se deriva del latín sortis, suerte, y legĕre, leer), o sea el arte de leer las
señales que aparentemente suceden antes de un evento, conocido no como el arte
adivinatorio, sino como el arte de interpretar los sucesos futuros mediante las
señales que actúan en el presente. Así en el concepto de sortilegio, pues, estarían
incluidas todas las mancias. No obstante, en la época moderna y contemporánea,
el término sortilegio se ha convertido generalmente en sinónimo de hechizo,
mientras que para la adivinación en sus distintas formas se ha adoptado el
término videncia.

En ambos casos, encantamiento y sortilegio, la palabra repetida como un mantra,


prevalece como mensaje subliminal en la mente del destinatario y ahí ejerce su
poder. Los sortilegios gitanos son entonados la mayoria de veces como un canto.
Pueden usarse objetos materiales, para reforzar el mensaje con su simbolismo, si
el poder mental del hechicero o brujo no es suficiente.

Se puede hacer uso de la invocación a divinidades protectoras de la religión del


hechicero para controlar el propio miedo u otras emociones, como protección , no
para dar poder al hechizo. Maria Sabina, la hechicera de los hongos, cantaba
hechizos prehispánicos como sanadora de oficio y sin embargo ella era cristiana, y
pedia protección a Dios. Era la sabia mazateca de pensamiento poético, de sensible
oración y de canticos religiosos “Yo soy la mujer rastrera” entonaba en sus cantos
chamánicos la mujer curandera. Y solia añadir que “DIOS me dio en el lenguaje, la
curación de los males”.

EL CONJURO
Un conjuro es una fórmula mágica con la que se pretende realizar diversos
actos mágicos, principalmente el de hacer un hechizo, invocar una divinidad o una
fuerza sobrenatural para pedir su intervención, o el de exorcizar o ahuyentar el mal.

El conjuro más conocido popularmente seria el “Abrakadabra”, considerada por


algunos como la frase que más se pronuncia universalmente en otros lenguajes, sin
necesidad de ser traducida.

VER: ¡ABRACADABRA, que se abra esta puerta!

EL AUTO-HECHIZO

El encantamiento es el resultado final del hechizo. Cuando un general arenga a las


tropas, un entrenador motiva a sus jugadores, las mentes se encantan, se
conectan a un objetivo a través del hechizo natural de las palabras insistentes del
lider.
Por lo tanto, se puede decir que un hechicero o hechicero lanza hechizos mágicos,
o emite conjuros, similares a lo que se llama mantra en sánscrito. Igual que un
mantra o una oración afirmativa, el hechizo dirigido a nosotros mismos, libera
nuestra mente.

El hechizo mágico se caracteriza por su repetición pues refuerza su poder


oculto. Por lo tanto, cuando repetimos un mantra o una oración afirmativa nos
estamos auto-hechizando.

Cuando uno se refleja en un espejo y se auto valora, se encanta. Uno de mis


ejercicios prácticos preferidos es trabajar el auto hechizo ante un espejo para crear
autoestima en la mente.

Con el tiempo se pensó que aquellos que irradiaban cierta atracción y eran capaces de
seducir y fascinar a través de su personalidad lo que estaban haciendo era “hechizar”.

EL EMBRUJO

Hechizos y encantamientos son utilizados para diversos propósitos Existen


hechizos para casi todo: para alejar los malos pensamientos o energías, para el
trabajo, para el amor, etc. Puede incluir una formula laudatoria, si se dirige a la
divinidad en la que tiene fe el hechicero pidiéndole ayuda Pero en
brujería siempre la fórmula es imperativa, si el mago cree controlar las fuerzas
ocultas y no considera que deba implorar su benevolencia.

Hechicería y brujería no son sinónimos aunque haya intereses religiosos en


confundirlos. Sí, ya sé además que nuestros académicos de la lengua no han
depurado en exceso las diferencias entre ambos conceptos, pero así son las cosas
a veces, algo ambiguas.

La diferencia de un hechizo con un embrujo, es que la brujería requiere siempre un


ritual mágico de ofrenda y la participación activa de una divinidad o una fuerza
sobrenatural a través de un conjuro o evocación para pedir su intervención.
También, para conseguir que las palabras hechizantes lleguen a la victima de forma
indirecta, se amplía con un ritual de brujería (embrujo). No confundir pues, hechizo
con embrujo, ambos son parecidos, pero para el embrujo hacen falta poderes
sobrenaturales adquiridos y ayuda de entes sobrenaturales.

¿Qué es un hechizo de magia negra? Es una construcción energética que realiza


una persona especializada, un brujo o mago, en la cual deposita la intención que
desea aplicar sobre la víctima. Esa construcción energética es una entidad
guardiana del trabajo que se aloja en el entorno de la persona o directamente se
mete en el cuerpo con el fin de dañarla.
A veces los límites son difusos. Muchos brujos que practican la Magia Blanca hacen
ligaduras de parejas y otros trabajos que también podrían catalogarse como Magia
Negra. La verdad es que la Magia Negra es simplemente hacer el mal a alguien.

El término “magia negra” se refiere a la realización de hechizos mágicos que utilizan


las riendas de las fuerzas del mal. El uso de la magia negra tiene muchas
consecuencias destructivas y causa efectos no naturales en la atmósfera, por eso
estos brujos negros tienen a los espíritus de la naturaleza en contra, que no
permiten el uso la energía ctónica para estos fines. El brujo necesita usar entonces
poderes sobrenaturales para someter la voluntad de los seres feéricos para que le
sirvan y que, por lo tanto, pueden ser manejados para cualquier fin. Esto es lo que
nunca hará un hechicero puro, alterar a la Madre Naturaleza y la voluntad de sus
ingenuos custodios. Ingenuos porque les cuesta diferenciar entre el bien y el mal
de la dualidad humana.

¿Es posible utilizar hechizos de magia negra para matar a un enemigo?

Algunos hechiceros muy experimentados pueden usar esta forma de brujería negra
para matar a una persona mediante el uso de sus hechizos de maldición. El
asesinato, la tortura, el abuso, mutilaciones, desmembramientos… Estas son
algunas de las palabras comúnmente asociado con los muñecos vudú en la cultura
popular. Quien lo practica siempre son brujos con dones perversos de hechicería,
muy experimentados. Los expertos en magia negra son personas muy poderosas
y abocadas a las deidades del mal.

De este modo, el hechizo o el embrujo no son sino herramientas, que pueden ser
utilizadas para el Bien o para el Mal; no son ellas las culpable, sino quienes los usan
de uno u otro modo.

Aclarar que por suerte, la mayoría de brujos no practican la magia negra. Así,
mientras la Magia Blanca acude a seres de luz, la Negra busca la ayuda de las
huestes demoníacas. Así mismo, una de las principales leyes de la Magia es la
Atracción, quien invoque al mal sólo atraerá hacia sí todo lo que el Mal convoca más
pronto o más tarde.
Para muchas religiones, el sólo hecho de que alguien practique magia lo convierte,
no en un brujo, sino en un mago negro, lo cual es un grave error. Igual que confundir
hechicero (mago natural) con brujo (mago sobrenatural).

Los encantamientos también son utilizados para describir hechizos o encantos que
no tienen efectos reales, pero engañan a la gente, ya sea por afectar directamente
a sus pensamientos o por usar algún tipo de ilusiones, son mayoría en internet. Las
“videntes online” con frecuencia son capaces de encantar por esa clase de “magia”.
Otras formas incluyen engañar a la gente haciéndoles creer que han sufrido
una transformación mágica. De “encantos” hay de todo tipo en la red.

You might also like