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C I - derecho civil I

EDUBP | ABG | primer cuatrimestre

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 1


í n dic e

 presentación 3

 programa 4
contenido módulos

 mapa conceptual 10

 macroobjetivos 10

 agenda 11

 material 12
material básico
material complementario

 glosario 12

 módulos *
m1 | 16
m2 | 58
m3 | 62


* cada módulo contiene:
microobjetivos
contenidos
mapa conceptual
material
actividades
glosario

 evaluación 118

impresión total del documento 118 páginas !

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.2


Realidad
Aumentada
Estimado Alumno:

Esta materia se ha diseñado con Realidad Aumentada para agilizar el acceso a los conte-
nidos audiovisuales que el docente ha desarrollado especialmente para Usted.
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móvil, la aplicación UBP 25 años RA de la UBP:

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margen izquierdo hacia el centro de la pantalla. En la opción que apare-
ce desplace la barra hacia la derecha.
p r e se nt ac ión

Bienvenido a Derecho Civil I. Para comenzar esta presentación es clave seña-


lar que la Universidad Blas Pascal aspira a formar profesionales competentes
para desempeñarse en la sociedad actual. Para ello es necesario educar con
un enfoque humanista integral sin descuidar el tratamiento de temas de conte-
nido patrimonial. En el desarrollo de la Parte General del Derecho Civil se pone
especial cuidado en la selección de los temas a estudiar para abarcar ambas
perspectivas.

La estructura teórica de los contenidos de la materia Derecho Civil I- Parte Gene-


ral, de acuerdo a la doctrina tradicional, está constituida por los elementos de la
relación jurídica: el sujeto, el objeto y su causa o fuente.

Por lo expuesto anteriormente esta asignatura se convierte en el eje troncal del


Derecho Privado ya que esos elementos son esenciales en cualquier relación
jurídica; tal es su importancia que podría decirse que se trata de la Teoría Gene-
ral del Derecho Privado. De allí la necesidad y trascendencia de su estudio y
comprensión desde los inicios de su carrera. La incorporación al sistema jurídico
argentino de Pactos, Tratados, Convenciones internacionales sobre derechos
humanos que conforman el bloque de constitucionalidad y regulan sobre algu-
nos aspectos propios del derecho civil, proceso que ha dado en llamarse cons-
titucionalización del derecho privado, impone la relectura del derecho privado
a la luz de los valores y principios que contienen las normas constitucionales
y supranacionales. Es necesario que usted, como estudiante de la Carrera de
Abogacía, se forme con una visión integral del orden jurídico que incorpore el
derecho supranacional, tanto en los aspectos que hacen a la persona humana
como en las cuestiones patrimoniales.

Al analizar los elementos esenciales de la relación jurídica privada se acentúa la


concepción de la persona humana como sujeto de derecho, a través del estudio
del inicio y fin de su existencia, de sus atributos, de los derechos personalísi-
mos, etc. En cuanto a la formación en el ámbito que vincula el Derecho con la
Economía, se introduce el abordaje del derecho empresario y sus proyecciones
mediante el estudio de la persona jurídica y se destaca la trascendencia de las
diferentes causas generadoras de los derechos. Estos conceptos de la Parte
General se estudian a partir de dos grandes ejes temáticos: la relación jurídica
privada y la teoría general de la responsabilidad civil. Su aprehensión es impres-
cindible para su actividad profesional en cualquier área en la que pretenda
actuar. En consecuencia, para visualizar tal conexión se prevén transferencias
que lo prepararen, al menos inicialmente, para el ejercicio de diferentes roles
profesionales (litigante, asesor, juez, legislador, docente, investigador, etc.). Se
persigue que usted, además de desarrollar sus aptitudes cognitivas, adquiera
habilidades operativas y, fundamentalmente, desarrolle una conducta de com-
promiso personal, ético y social con el Derecho.

A partir del 1° de agosto del año 2015 entra en vigencia del Código Civil y Comer-
cial de la Nación, que reemplaza al Código Civil, cuya vigencia fenece el 31 de
julio de 2015. El 2015 es entonces un año de transición en lo legislativo y, por
supuesto, en lo académico, que requiere el análisis comparativo entre ambos
cuerpos legales. El contenido de la Parte General del Derecho Civil había sido
alcanzado ya por reformas introducidas por leyes especiales que modificaron
aspectos esenciales vinculados a la persona humana, sus derechos persona-
lísimos y el régimen de capacidad de ejercicio, salud mental, etc., cuestiones

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que el nuevo Código Civil y Comercial recepta y ordena. Por tanto, si bien hay
modificaciones que se abordan en esta asignatura, no se trata de cambios que
modifiquen esencialmente el contenido de nuestra materia.

Viejo Código Civil de Nuevo Código Civil y Comercial


la República Argentina de la Nación

Como es de su conocimiento a partir del 1 de agosto de este año 2015 entra en


vigencia el Código Civil y Comercial de la Nación (promulgado por Ley 26.994 y
adelantada su vigencia por Ley 27.077). Es importante que usted cuente con los
fundamentos IC 1 del anteproyecto que elaboró la Comisión redactora, pues allí
se explicita el método y los principios que inspiraron este trabajo. En algunas de
las ediciones del Código Civil y Comercial no se ha incorporado este material,
de allí que lo pongamos a su disposición, pues será necesaria y útil su lectura
y consulta para entender las razones por las que se incorporan determinados
principios y se mantienen en su redacción originaria o reformulan las normas
jurídicas.

Le damos la bienvenida y esperamos que el estudio de la Parte General del Dere-


cho Civil sea de especial interés para usted.

presentación | IC

información complementaria 1

La información complementaria 1 se encuentra disponible en Plataforma.

p r o gram a

MÓDULO 1: PRIMER ELEMENTO DE LA RELACION JURIDICA: EL SUJETO

Unidad I: Parte general del derecho civil


DERECHO PRIVADO. Noción y diferencias con otros ordenamientos normativos.
Evolución del derecho privado. Tendencia a la Unificación. Constitucionalización
del derecho privado. Los principios generales en el Derecho Civil.
Derecho subjetivo. Concepto. Elementos. Clasificación.
DERECHO CIVIL. Concepto y caracteres. La codificación en el derecho privado
argentino.
CÓDIGO CIVIL ARGENTINO. Método y plan del código.

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CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL. Método y Plan. Título preliminar. El ejercicio de
los derechos. Abuso del derecho. Derechos y bienes. Derechos individuales y
derechos de incidencia colectiva.
LA PARTE GENERAL DEL DERECHO CIVIL. Objeto y contenido. Relación jurí-
dica. Concepto y elementos.

Unidad II: Atributos de la persona


PERSONA. Introducción. Persona humana y persona jurídica. Concepto de cada
una.
ATRIBUTOS DE LA PERSONA. Concepto. Naturaleza, caracteres.
NOMBRE. Concepto. Nombre de las personas físicas. Caracteres y elementos.
Naturaleza jurídica. El seudónimo. Protección legal. Nombre de las personas
jurídicas. Remisión.
DOMICILIO. Concepto e importancia. Clases. Caracteres. Domicilio real. Nocio-
nes previas. Concepto y elementos. Domicilio legal. Concepto. Casos. Domicilio
especial. Concepto y efectos.
ESTADO CIVIL. Introducción. Concepto. Efectos. Protección legal.
CAPACIDAD. Noción. Capacidad de derecho. Concepto. Capacidad de ejercicio.
Concepto. Contraposición.
PATRIMONIO. Noción.

Unidad III: Principio y fin de la existencia de la persona humana


PERSONA HUMANA. Concepto. PRINCIPIO DE LA EXISTENCIA. Introducción.
PERSONAS POR NACER. Noción. La concepción. Cuestiones jurídicas plantea-
das por los avances científicos. Importancia jurídica de la concepción. Formas
de determinación. Capacidad de derecho, incapacidad de ejercicio y represen-
tación de la persona por nacer. Importancia y prueba del hecho del nacimiento.
FIN DE LA EXISTENCIA DE LAS PERSONAS HUMANAS. Introducción.
MUERTE COMPROBADA. Concepto. Cuestiones jurídicas planteadas por los
avances científicos. Prueba del hecho de la muerte. Efectos patrimoniales y
extrapatrimoniales.
PRESUNCIÓN DE FALLECIMIENTO. Introducción. Régimen legal. Casos de
ausencia. Diferentes supuestos. Procedimiento para la declaración. Efectos
patrimoniales y extrapatrimoniales. Reaparición del presunto fallecido. Efectos.
Otros supuestos de ausencia.
PRUEBA DE LA EXISTENCIA Y DE LOS ATRIBUTOS. Introducción. Registro del
Estado Civil y Capacidad. Registro Nacional de las Personas. Partidas: concep-
tos y requisitos. Valor probatorio. Rectificación y modificaciones. Prueba del
nombre, capacidad y estado civil. Prueba de la identidad. Prueba supletoria.
Supuestos y procedimientos.

Unidad IV: Derechos personalisismos


DERECHOS HUMANOS Y DERECHOS PERSONALÍSIMOS. Concepto. Natura-
leza jurídica y caracteres. Importancia actual. Tutela constitucional. Principios
que la rigen. Inviolabilidad la persona humana. Afectaciones a la dignidad. Dis-
posición de derechos personalísimos.
DERECHOS DE LA PERSONALIDAD FÍSICA. DERECHO A LA VIDA. Consagra-
ción constitucional y tutela legal. Aborto. Derecho a una muerte digna. Eutana-
sia. DERECHO A LA INTEGRIDAD FÍSICA. Noción. Actos peligrosos. DERECHO
A DISPONER DEL PROPIO CUERPO. Noción. Disponibilidad. Requisitos legales.
INVESTIGACIONES EN SERES HUMANOS. Consentimiento informado. TRAS-
PLANTES DE ÓRGANOS. Regulación legal. DERECHO A DISPONER DEL CADÁ-
VER. Noción. Disponibilidad. Exequias.

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DERECHOS DE LA PERSONALIDAD ESPIRITUAL. DERECHO A LA INTIMIDAD.
Noción. Disponibilidad. Límites. DERECHO A LA IMAGEN. Noción. Disponibili-
dad. Límites. Recepción legislativa. DERECHO AL HONOR. Noción. Protección
en el derecho civil y penal. DERECHO A LA IDENTIDAD PERSONAL. Noción.
PRINCIPIO DE NO DISCRIMINACIÓN. Nociones.

Unidad V: Limitaciones a la capacidad


INCAPACIDAD. Noción. Incapacidad de derecho. Concepto. Caracteres. Supues-
tos. Incapacidad de ejercicio. Relativización del Concepto en la actualidad. Dife-
rencias entre el Código Civil y el Cód. Civil y Comercial. Contraposición entre
incapacidad de derecho e incapacidad de ejercicio
PROTECCION LEGAL DE LAS PERSONAS CON CAPACIDAD RESTRINGIDA E
INCAPACES DE EJERCICIO. Finalidad. Medios de protección. Apoyos. Repre-
sentación necesaria: responsabilidad parental, tutela y curatela. Ministerio
Público. Control judicial. Nulidad.
MINORIDAD. Concepto. Clasificación y situación jurídica de los menores en el
régimen del Código Civil y Comercial. Ley Nº 26061 de Protección de las niñas,
niños y adolescentes. La capacidad progresiva. Cese de la incapacidad: eman-
cipación y mayoría de edad. Derecho alimentario del mayor de 18 y menor de
21 años.
EMANCIPACIÓN POR MATRIMONIO: Caracteres. Requisitos. Disolución del vín-
culo. Efectos. Limitaciones.

Unidad VI: Limitaciones a la capacidad de ejercicio


PROTECCIÓN JURÍDICA DE LOS DISCAPACITADOS.
RÉGIMEN LEGAL DE SALUD MENTAL. Ley Nacional de Salud Mental Nro.
26.657. Principio general. Concepto de salud mental. Derechos de las personas
con padecimientos mentales. Procedimiento para la restricción de capacidad
o la declaración de incapacidad. Efectos de la sentencia. Revisión. Situación
jurídica del declarado incapaz y de la restricción de la capacidad de ejercicio:
figuras protectoras: apoyos y curadores. Efectos de los actos que se limitan: a)
celebrados con posterioridad a la declaración, b) celebrados con anterioridad a
la declaración, c) impugnados después de la muerte, d) disposiciones de última
voluntad.
Internación y externación de personas. Régimen legal.
INHABILITACIÓN. Concepto. Situación jurídica del inhabilitado. Efectos de la
sentencia. Revisión.
Cese de las restricciones a la capacidad, incapacidad e inhabilitación.

Unidad VII: Personas jurídicas


INTRODUCCIÓN. Importancia actual. Naturaleza jurídica: Teorías. Consecuen-
cias prácticas de cada una. Concepciones actuales acerca de la personalidad
de las personas jurídicas.
CLASIFICACIÓN DE LAS PERSONAS JURÍDICAS. Personas jurídicas públicas.
Clases. Caracteres. Personas jurídicas privadas. Clases. Caracteres. Simples
asociaciones.
ATRIBUTOS DE LAS PERSONAS JURÍDICAS. Nombre, domicilio, patrimonio.
Capacidad de derecho. Principio general. Limitaciones. Modos de actuación de
la persona jurídica: Teoría del órgano. Representación.
LA EMPRESA. Noción. Aspecto económico y jurídico. Empresa y persona jurí-
dica. Relaciones. Distinciones entre empresa, empresario y fondo de comercio.

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MODULO 2: SEGUNDO ELEMENTO DE LA RELACIÓN JURÍDICA: EL OBJETO

Unidad VIII: El objeto de la relación jurídica


CONCEPTO. La clasificación de los derechos subjetivos y su objeto.
BIENES. Concepto. Diversas categorías de cosas. Tratamiento jurídico. Clasifi-
cación de las cosas consideradas en sí mismas. Concepto, caracteres y conse-
cuencias jurídicas de cada categoría. Clasificación de los bienes con relación a
las personas. Universalidades.
PATRIMONIO. Concepto. Caracteres. Funciones. Composición del patrimonio.
Derechos activos y pasivos. El patrimonio como prenda común de los acreedo-
res. Noción. Concepciones actuales.
VIVIENDA. Protección legal.

MÓDULO 3: TERCER ELEMENTO DE LA RELACION JURIDICA: LA CAUSA


EFICIENTE
LA CAUSA EFICIENTE DE LOS DERECHOS

Unidad IX: LA CAUSA EFICIENTE DE LOS DERECHOS


MÉTODO DEL CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL. HECHO JURÍDICO: Concepto y
elementos. Análisis de la definición legal del hecho jurídico. Clasificación de los
hechos jurídicos.
VOLUNTAD JURÍDICA. Concepto. Importancia. Elementos.
ELEMENTOS INTERNOS. Discernimiento. Concepto. Sistemas para su deter-
minación. Tendencias actuales y recepción en el derecho argentino. Factores
determinantes. Intención. Concepto. Condición negativa. Libertad. Concepto.
Clases. Restricciones lícitas e ilícitas.
ELEMENTO EXTERNO. Concepto. Modalidades y modos de manifestación de la
voluntad.
CONSECUENCIAS DE LOS HECHOS VOLUNTARIOS. Importancia. Clasificación.

Unidad X: Vicios de la voluntad


DIVERGENCIA ENTRE LOS ELEMENTOS INTERNOS Y EL EXTERNO. Importan-
cia. Distintas teorías: consecuencias y críticas. Régimen legal argentino
EXCLUSIÓN Y VICIOS DE LA VOLUNTAD. Introducción. Concepto. Enumeración.
Consecuencias jurídicas.
FALTA DE DISCERNIMIENTO. Supuestos legales. Efectos.
VICIOS DE LA INTENCIÓN. Error e ignorancia. Noción. Clases. Error de derecho.
Concepto. Efectos. Principio general. Excepciones. Error de hecho. Concepto.
Requisitos. Casos. Efectos Error accidental. Efectos. Dolo. Diferentes acepcio-
nes. Concepto. Formas. Requisitos. Dolo incidental. Efectos.
VICIOS DE LA LIBERTAD. Noción y clases. Violencia física. Noción. Requisitos.
Efectos. Violencia Moral. Noción. Requisitos. Efectos.

Unidad XI: Acto o negocio jurídico


CONCEPTO Y CARACTERES. Diferencias con el simple acto voluntario lícito.
Autonomía de la voluntad. Limitaciones. La interpretación de los actos jurídicos.
Reglas y principios.
ELEMENTOS ESENCIALES. Condiciones de validez respecto del: SUJETO.
Voluntad y Capacidad. OBJETO. Cosas y bienes. Hechos. FORMA. Noción.
Clasificación. CAUSA. Acepciones de la voz “causa”. La causa final. Concepto.
Aspecto objetivo y subjetivo. Consecuencias jurídicas de los defectos del acto
jurídico.

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ELEMENTOS ACCIDENTALES: Modalidades del acto jurídico. CONDICIÓN. Con-
cepto. Clases. Efectos. CARGO O MODO. Concepto. Caracteres. Efecto. PLAZO.
Concepto. Clases. Efectos. Diferencias entre las modalidades.
EFECTOS DE LOS ACTOS JURÍDICOS. Principio general. Partes y sucesores.
Clases. Representantes. Clases. Excepciones. Terceros interesados y no intere-
sados. Facultades legales.
CLASIFICACIÓN DE LOS ACTOS JURÍDICOS. Trascendencia jurídica. Distintos
criterios.
ELEMENTOS ACCIDENTALES: Modalidades del acto jurídico. Condición. Con-
cepto. Clases. Efectos. Cargo o modo. Concepto. Caracteres. Efecto. Plazo.
Concepto. Clases. Efectos. Diferencias entre las modalidades.

Unidad XII: La forma de los actos jurídicos


CONCEPTO. Funciones. Forma y prueba. Ventajas y desventajas del formalismo.
Tendencias actuales. Clasificación de los actos según la forma. Principio general
y excepciones. Documento e instrumento: concepto y distinción. Clasificación
de los instrumentos.
INSTRUMENTO PÚBLICO. Concepto y caracteres. Enumeración. Requisitos de
validez: subjetivos y objetivos. Fuerza probatoria. Presunción de autenticidad.
Contenido del instrumento. Clases de enunciaciones. Impugnación del conte-
nido. Escrituras públicas. Concepto y requisitos.
INSTRUMENTOS PARTICULARES. Concepto y clases. INSTRUMENTO PRIVADO.
Requisitos de validez. Firma y múltiple ejemplar. Efecto entre partes y frente a
terceros. Valor probatorio.
DOCUMENTOS NO FIRMADOS. Concepto y clases. Efectos frente a las partes
y a terceros. Documento electrónico. Valor probatorio. Firma Digital. Régimen
legal

Unidad XIII: Ineficacia de los actos jurídicos


INTRODUCCIÓN. Concepto. Ineficacia en general. Estructural y funcional. Prin-
cipales supuestos. Resolución. Rescisión. Revocación. Inoponibilidad. La deno-
minada inexistencia de los actos jurídicos.
NULIDAD. Concepto. Caracteres. Fundamento. Clasificación de las nulidades.
Régimen del Código Civil y Comercial. Criterios de clasificación. Nulidad relativa
y absoluta. Distinción. Supuestos. Nulidad total y parcial.
EFECTOS DE LA NULIDAD. Principio general. Entre partes. Con relación a ter-
ceros.
CONFIRMACIÓN DE LOS ACTOS JURÍDICOS INVÁLIDOS. Concepto. Actos con-
firmables. Clases. Efectos entre partes y frente a terceros.
LA CONVERSIÓN DEL ACTO NULO. Concepto. Actos a los que se aplica. Efec-
tos.

Unidad XIV: Vicios del acto jurídico


CONCEPTO Y FUNDAMENTO. Distinción con los vicios de la voluntad. La buena
fe. Noción. Funciones y trascendencia.
LA SIMULACIÓN. Concepto. Elementos. Clasificación de los actos simulados.
Acción de simulación entre partes. Finalidad. Requisitos de procedencia. Prueba
especial. Ejercicio por terceros. Finalidad. Requisitos de procedencia. Efectos
de la acción de simulación. Prescripción de la acción.
EL FRAUDE. Acepciones. Noción de acto fraudulento. Distinción con otras figu-
ras. Fraude a los acreedores. Acción revocatoria o pauliana. Finalidad. Requi-
sitos de procedencia. Actos a título oneroso y a título gratuito. Ejercicio contra

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subadquirentes. Efectos. Prescripción de la acción. Comparación entre la acción
de simulación y la acción revocatoria.
LA LESIÓN. Concepto. Requisitos objetivos y subjetivos. Prueba. Opciones.
Efectos.

Unidad XV: Teoría general de la responsabilidad civil


RESPONSABILIDAD CIVIL. Introducción. Concepto. FUNCIONES. 1. Preventiva y
punición excesiva. 2. Función resarcitoria.
PRESUPUESTOS DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL. Enumeración.
ANTIJURIDICIDAD. Concepto. Modos de obrar; actos antijurídicos por comisión,
de comisión por omisión y de omisión. Exclusión de la antijuridicidad: Causas
de justificación. La responsabilidad por conductas lícitas. Noción. Supuestos.
Fundamento.
DAÑO INDEMNIZABLE. Concepto e importancia. Diversas clasificaciones. Requi-
sitos. DAÑO PATRIMONIAL. Concepto. Elementos. Clases. Requisitos. Prueba.
Forma de reparación. Casos especiales. DAÑO NO PATRIMONIAL. Concepto.
Caracteres. Fundamento. Requisitos. Prueba. Forma y extensión de la repara-
ción. Casos especiales según el bien lesionado.
RELACIÓN DE CAUSALIDAD. Concepto. Enumeración de las teorías. Sistema
del Código Civil y Comercial. Distinción con la culpabilidad. Importancia. Deter-
minación de las consecuencias y extensión del resarcimiento. Prueba: principios
y excepciones. Interrupción del nexo causal. Supuestos. Efectos.
FACTORES DE ATRIBUCIÓN DE RESPONSABILIDAD. Concepto y clases. FAC-
TORES SUBJETIVOS. Concepto y presupuestos de la culpabilidad. La culpa:
concepto. Sistema de apreciación de la culpa en el Cód. Civil y Comercial.
Modalidades de la culpa. Dispensa, culpa de la víctima y culpa concurrente. El
dolo. Acepciones. Posiciones doctrinarias. FACTORES OBJETIVOS. Concepto.
Tendencia. Criterios. Teoría del riesgo. Garantía. Seguridad. Equidad. Abuso del
derecho. Exceso de la normal tolerancia entre vecinos. Efectos.
EXIMENTES DE RESPONSABILIDAD CIVIL.

Unidad XVI: Responsabilidad directa e indirecta


RESPONSABILIDAD DIRECTA. RESPONSABILIDAD POR EL HECHO PROPIO.
Concepto. Factor de atribución aplicable. Responsabilidad por daños involun-
tarios. RESPONSABILIDAD INDIRECTA. RESPONSABILIDAD POR EL HECHO
AJENO. Concepto. RESPONSABILIDAD DE LOS PADRES, TUTORES, CURA-
DORES, GUARDADORES. Responsables. Caracteres. Requisitos. Fundamento.
Cesación. RESPONSABILIDAD DEL PROPIETARIO DEL ESTABLECIMIENTO
EDUCATIVO. Responsables. Caracteres. Requisitos. Fundamento. Cesación.
RESPONSABILIDAD DEL PRINCIPAL POR EL HECHO DEL DEPENDIENTE. Res-
ponsables. Caracteres. Requisitos. Fundamento. Cesación.
RESPONSABILIDAD POR EL HECHO DE LAS COSAS. COSAS INANIMADAS.
Daños causados por el riesgo o vicio de la cosa. Responsables. Caracteres.
Requisitos. Fundamento. Cesación. Actividades riesgosas. DAÑOS CAUSADOS
POR ANIMALES. Fundamento. Cesación. RESPONSABILIDAD DE LAS PERSO-
NAS JURÍDICAS. Concepto. Caracteres. Requisitos. Fundamento. Cesación.
RESPONSABILIDAD COLECTIVA. Noción.
ACCIÓN DE RESPONSABILIDAD CIVIL PREJUDICIALIDAD CIVIL Y PENAL. Efec-
tos de la sentencia. Principios y excepciones.

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m a p a c o nc e pt u al

m a c r o o b j e t ivos

• Conocer la trascendencia de la asignatura dentro del Derecho en General y


del Derecho Privado en particular.

• Valorar la importancia de la Parte General dentro de la carrera, integrando el


sistema jurídico a la luz de las disposiciones constitucionales.

• Conocer el objeto y contenido de la Parte General del Derecho Civil al


estudiar los elementos de la relación jurídica privada y su trascendencia
desde la perspectiva doctrinaria y jurisprudencial actual.

• Reconocer, en cada situación jurídica, el cumplimiento de los requisitos


legales en relación al sujeto; como así también identificar el objeto de la
relación jurídica privada y analizar la causa eficiente de los derechos.

• Desarrollar habilidades para el estudio integrado de los contenidos de cada


uno de los módulos de la asignatura, los que serán analizados y valorados
con espíritu crítico.

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a ge n da

Porcentaje estimado por módulo según la cantidad y complejidad de contenidos


y actividades

MÓDULOS PORCENTAJES ESTIMADOS


1 40%
2 10%
3 50%
TOTAL 100%

Representación de los porcentajes en semanas

SEMANAS 1 2 3
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15 Primer parcial
16
17
18
19
20
21
22
23 Segundo parcial
24
25
26
27
28
29
30

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m a te rial

Material básico:

• BERTOLDI DE FOURCADE, M. Virginia. Directora. STEIN, Patricia. Coor-


dinadora. “MANUAL DE DERECHO PRIVADO I - PARTE GENERAL.
Sujeto- objeto- causa. Presupuestos de la responsabilidad civil. Estatuto
del comerciante. Empresa y fondo de comercio”. Córdoba. Advocatus,
Edición Septiembre 2015.

Material complementario:
• RIVERA, J. C. Instituciones de Derecho Civil. Parte General. (6ta. Edic.
Actualizada). Ed. Abeledo Perrot. 2013. Buenos Aires.
• TOBÍAS, J. W. Derecho de las Personas. 2009. Ed. La Ley. Buenos Aires.
• ZAVALA DE GONZÁLEZ, M. Actuaciones por daños. Prevenir. Indemni-
zar. Sancionar. 2004. Ed. Hammurabi, Buenos Aires.

Códigos comentados:
• RIVERA, Julio César. MEDINA, Graciela, Directores. Código Civil y
Comercial de la Nación Comentado. Tomos I, IV y V. La Ley, Bs. As., 2014.
• LORENZETTI, Ricardo Luis, Director. DE LORENZO, Miguel Federico-
LORENZETTI, Pablo, Coordinadores. Código Civil y Comercial de la
Nación Comentado. Tomos I y II. Rubinzal Culzoni Editores. Santa Fe.
2014.

Colecciones de Jurisprudencia:
• Servicios de Jurisprudencia on-line disponibles en biblioteca.

g l osario

Acreditar: Probar, demostrar.


Buena fe: es un principio general del derecho (art. 9 Cód. Civ. y Comercial). En el
Cód.Civ. y Com. funciona como un principio relativo al ejercicio de los derechos,
ordena las reglas de comportamiento cooperativo en la mayor medida posible
en el caso. Tiene dos facetas: a) la buena fe como apariencia: las partes confían
en las situaciones tal como se presentan; por ej. la creencia que una persona
tiene respecto de la situación de otro como propietario. b) La buena fe lealtad se
relaciona con el comportamiento leal y honesto en el tráfico negocial, se refiere
a a manera en que las personas deben comportarse en el cumplimiento de sus
obligaciones.
Causa: La expresión “causa” tiene tres acepciones que debe usted conocer:
- causa eficiente: fundamento jurídico que da origen a una obligación. Aquello
que da origen a la relación jurídica.
- causa fin: el fin que se busca con la realización del acto jurídico. Faltando
ella, el acto no produce ningún efecto. La causa tiene que ser verdadera,
lícita y no opuesta a la moral y a las buenas costumbres.
- causa motivo: propósito o razón que motivó a cada una de las partes a
actuar.
En orden al derecho procesal, la palabra “causa” equivale a proceso, litigio o
pleito.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.12


Condominio: Derecho real de propiedad que pertenece a varias personas, por
una parte indivisa, sobre una cosa mueble o inmueble.
Derechos extrapatrimoniales: Representan ámbitos de poder de la persona,
que son reconocidos o atribuidos por el ordenamiento en atención a razones
distintas de las puramente económicas.
Derecho subjetivo patrimonial: Se da cuando el derecho subjetivo otorga a
su titular un ámbito de poder valorable o evaluable en dinero. Por lo general,
los derechos subjetivos de carácter patrimonial encuentran fundamento en las
propias necesidades de índole material del individuo y, por tanto, reflejan su
situación económica.
La contraposición entre derechos absolutos y relativos se asienta en conside-
raciones relativas al sujeto obligado al respeto del derecho subjetivo de que se
trate.
Derecho absoluto: Se habla en este sentido cuando el derecho subjetivo otorga
a su titular un ámbito de poder que, con carácter general, debe ser respetado y
reconocido por todos los demás miembros de la colectividad.
La absolutividad de estos derechos se encuentra referida al sujeto pasivo de los
mismos y no al contenido del derecho −en el sentido de ilimitado−, pues evi-
dentemente ninguna organización social conoce derechos infinitos o ilimitados,
sino siempre circunscritos a unos márgenes de actuación a su titular que permi-
tan igualmente el ejercicio de los derechos de los demás.
Derechos relativos: Por contraposición a los absolutos, se califica de relativos a
todos aquéllos que conceden a su titular la posibilidad de exigir a cualquier otra
persona, pero no a los demás en general, el desenvolvimiento de una conducta
determinada. En tal sentido, los derechos relativos presuponen la preexistencia
de una relación jurídica cualquiera con sujetos predeterminados (por ejemplo,
marido respecto de mujer, vendedor y comprador, arrendador y arrendatario).
División de condominio: Conclusión del condominio, y reparto de la cosa
común o de su equivalente en dinero entre los hasta entonces copropietarios.
Donación: Acto jurídico por el cual una persona (donante) transfiere gratuita-
mente a otra (donatario) el dominio sobre una cosa y ésta lo acepta. Se tarta de
un acto jurídico consensual y a título gratuito.
Eficacia: Entre las varias acepciones del término, se refiere a la posibilidad que
tiene el acto jurídico de producir los efectos jurídicos que estaba destinado a
producir.
Imputabilidad: Un individuo es considerado imputable ante la ley si obró con
plena comprensión del alcance de su acto, así como de las consecuencias de
éste. La imputación es una operación mental consistente en atribuir una determi-
nada consecuencia jurídica a un hecho.
Legado: Disposición testamentaria a título particular; confiere derechos patri-
moniales determinados que no atribuyen la calidad de heredero. En la doctrina
general, se dice que el legado es a título singular cuando comprende uno o
varios objetos determinados, y es a título universal cuando contiene una parte
alícuota de los bienes de la herencia (como la mitad, el tercio) o todos los bienes
de una clase determinada (muebles, inmuebles).
Nulidad: Sanción de invalidez prevista por la ley, por la cual el acto jurídico
pierde la posibilidad de producir efectos por presentar un vicio o defecto en el
momento de su constitución.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 13


Persona: en la actualidad en nuestro derecho todos los hombres son personas.
Son quienes según el ordenamiento jurídico titularizan situaciones o relaciones
jurídicas; son sujetos de derecho. El Código Civil y Comercial reconoce dos
tipos de personas, la persona humana y la persona jurídica. Respecto de la per-
sona humana dice que la existencia comienza con la concepción (art. 19). Define
a la persona jurídica al decir: Son personas jurídicas todos los entes a los cuales
el ordenamiento jurídico les confiere aptitud para adquirir derechos y contraer
obligaciones para el cumplimiento de su objeto y los fines de su creación.
Personas por nacer: naturalmente, la unión del óvulo y el espermatozoide pro-
duce la fecundación, proceso que tiene lugar por una relación sexual y da origen
al huevo o cigoto, célula única distinta a la del padre y a la de la madre y que
luego de un período de tiempo que llega a los catorce días se anida en el útero
y comienza el embarazo o gestación (si no logra anidarse, se produce un aborto
natural). Cuando todo este proceso (fecundación y posterior anidación) llamado
“concepción” se realiza en el aparato genital femenino, no presenta problemas.
Cuando aparecen nuevos métodos de reproducción humana, el debate se ins-
tala en torno a cómo entender el vocablo concepción. Cabe señalar que uno de
los métodos más antiguos de reproducción humana es la inseminación artifi-
cial, que tampoco genera problemas, porque se recurre a esperma o semen del
marido que mediante una jeringa especial es introducido en el aparato genital de
la mujer y allí se producirá —o no— la fecundación y la anidación. Pero cuando
se logra realizar en un laboratorio lo que ordinariamente sucede en el interior de
las trompas de Falopio, o sea fecundar y transitar los primeros días del desarrollo
embrionario de manera extracorpórea, estamos frente a la fertilización asistida,
que se logra con éxito en el año 1978. Este hecho nuevo logrado por la evolución
de la ciencia, instala en el ámbito jurídico doctrinario y legislativo una discusión
acerca de cuándo se produce la concepción: ¿a partir de qué momento la ley
emplaza al por nacer como persona?, lo que significa considerarlo sujeto de
derechos y obligaciones.

En la doctrina y el derecho comparado no existe unanimidad sobre el momento


en que se adquiere la calidad de “persona”; hay legislaciones en las que se reco-
noce la personalidad a partir de la concepción, mientras que, la mayoría, la reco-
noce sólo a partir del nacimiento. Expresamos que en el Código Civil Argentino
redactado por Vélez Sarsfield (arts. 63 y 70), sumado a los tratados con jerarquía
constitucional ( art. 75 inc. 22 C.N.), en especial la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica)— (1), se establece que
el comienzo jurídico de la persona es desde la concepción. En consecuencia,
el debate se centra en determinar si la “concepción” se da en la etapa de la
fecundación o en la de la implantación. Estos dos procesos pueden iniciarse y
concretarse de manera natural (intrauterinamente) o iniciarse de modo asistido
fuera del cuerpo de la mujer (fecundación extracorpórea) y completarse dentro
de éste, pues luego se implanta para su anidación.

el Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación, 2012, el art. 19 establecía:


“Comienzo de la existencia. La existencia de la persona humana comienza con la
concepción en el seno materno. En el caso de técnicas de reproducción humana
asistida, comienza con la implantación del embrión en la mujer, sin perjuicio de
lo que prevea la ley especial para la protección del embrión no implantado”.

En cambio el art. 19 del Código Civil y Comercial dispone: - “Comienzo de la


existencia. La existencia de la persona humana comienza con la concepción”.

Como se advierte se ha suprimido un párrafo y deja abierto el interrogante acerca


de qué significado debe dársele a la palabra “concepción”.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.14


En lo que se refiere a las denominadas personas por nacer, o sea, a aquellas que
están concebidas en el seno materno, pero que todavía no han sido alumbradas.
El tema de si la existencia de las personas se inicia en el momento de la fecun-
dación o en el del nacimiento es muy discutido en la doctrina, pues mientras
algunos autores estiman que la persona surge en el parto o, mejor dicho, en el
instante en que el feto es separado del claustro materno, otros sostienen que la
existencia de la persona se inicia desde que se produce la concepción, criterio
que se basa en el hecho de que, desde ese mismo momento, el ser concebido
adquiere derechos, especialmente relacionados con las donaciones y las suce-
siones –aunque queden supeditados al nacimiento con viabilidad–, e incluso
reciben una protección penal, por cuanto la destrucción del feto configura el
delito de aborto. Alfredo Orgaz, partidario de la primera tesis, afirma que el error
de quienes mantienen la segunda arranca del equívoco de asimilar vida humana
a persona humana, la que sólo existe desde el nacimiento.
Principios generales: son enunciados normativos muy generales que al inte-
grarse al ordenamiento jurídico le sirven de fundamento a otros enunciados nor-
mativos particulares y permiten el desarrollo de novedosas interpretaciones para
tales contenidos particulares.
Procedencia: Fundamento jurídico y admisibilidad de demanda, petición o
recurso, que por ello se acepta y prospera.
Presunción: Constituye uno de los medios probatorios admitidos por la ley.
A veces se habla indistintamente de presunción o indicio, como si fuesen una
misma cosa, diciendo que ellos son las circunstancias y antecedentes que,
teniendo razón con el hecho, pueden fundar una opinión sobre la existencia
de hechos determinados. Sin embargo, la doctrina rechaza la confusión entre
ambos conceptos. Oderigo estima que indicio es la circunstancia o antecedente
que autoriza a fundar una opinión sobre la existencia del hecho, mediando por
ello una relación de causa a efecto. En igual sentido, Caravantes expresa que la
presunción surge del indicio. La presunción es entonces el juicio formado por el
juez, valiéndose de un razonamiento inductivo o deductivo, para afirmar la exis-
tencia de hechos desconocidos fundándose en los conocidos.
En sentido civil, son llamadas presunciones legales las establecidas por la ley
para dar por existente un hecho, aun cuando en la realidad pudiera no haber
sido cierto. Las presunciones legales son muchas, por ejemplo la que supone la
legitimidad de los hijos nacidos durante el matrimonio o dentro de un determi-
nado plazo posterior a su disolución.
Son iure et de iure cuando no admiten prueba en contrario, y iuris tantum cuando
la admiten.
Situación jurídica: Es un determinado modo o una determinada manera de estar
las personas en la vida social, regulado por el derecho (Díez Picazo y Gullón).
Esas situaciones pueden ser unisubjetivas o plurisubjetivas. Las unisubjetivas
se refieren a la persona en sí misma (mayor o menor de edad, comerciante o
sacerdote), o con relación a los bienes (propiedad, y en general los derechos
reales). Las plurisubjetivas se refieren a las situaciones en que actúan más de
una persona, y dan lugar a lo que se denomina relación jurídica.
Sujeto: Titular de un derecho u obligación.
Sucesión: Entrar como heredero o legatario en la posesión de los bienes de un
difunto; o sea a la sucesión mortis causa, o a conjunto de bienes, derechos y
obligaciones transmisibles a un heredero o legatario. Sin embargo, la sucesión
puede igualmente originarse entre vivos, como ocurre con frecuencia en materia
comercial, con relación a quienes adquieren una empresa o fondo de comercio
y continúan la acción y los negocios de sus antecesores.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 15


En la sucesión se llama causante, autor o transmisor, el que transfiere, y causa-
habiente o sucesor el que recibe o adquiere del anterior.
Transacción: Acto jurídico por el cual las partes, haciéndose concesiones reci-
procas, extinguen obligaciones litigiosas o dudosas. Es pues, una forma de
extinción de las obligaciones.
Usura: Interés excesivo en un préstamo. En nuestra legislación configura un
hecho delictivo, y en materia civil constituye un vicio que da lugar ya sea a la
nulidad del acto jurídico tachado de usurario, ya sea a un reajuste equitativo.
Válido: Es la cualidad de un acto jurídico para producir efectos legales propios,
según su naturaleza y la voluntad de las partes.
Viabilidad: Calidad de viable, fundamental en algunos ordenamientos legales
para reconocer la personalidad al recién nacido.
Viable: Con capacidad para seguir viviendo un recién nacido, por ser de tiempo
el embarazo y por la vitalidad que el nuevo ser demuestre. Algún código civil,
como el español, exige (y es muy censurado por ello) la viabilidad para el reco-
nocimiento de la personalidad jurídica, y la mide cronológicamente: por la super-
vivencia mínima de 24 horas desde el nacimiento, desde el corte del cordón
umbilical.

m ó d u los

m1

m1 microobjetivos

• Reconocer y destacar la importancia del Derecho Civil dentro del Derecho


Privado, caracterizando los elementos esenciales de toda relación jurídica.

• Reconocer la importancia de identificar el método del Código Civil y Comer-


cial, para lograr un adecuado inicio en el manejo de dicho código.

• Reconocer la trascendencia que tiene para el Derecho el concepto de cada


uno de los tipos de persona que admite el ordenamiento jurídico argentino
para poder distinguir e identificar sus atributos esenciales y los caracteres de
cada uno de ellos, a fin de relacionar los conceptos y atributos de la persona
humana y jurídica.

• Comprender la importancia jurídica del comienzo de la existencia de la per-


sona humana, la concepción y su actual problemática, como así también el
fin de la existencia y la repercusión que tienen los avances científicos sobre
estos aspectos.

• Reconocer y aplicar los principios que rigen en materia de capacidad y


determinar las consecuencias jurídicas de las discapacidades físicas y psí-
quicas, a los fines de identificar las instituciones destinadas a proteger a los
discapacitados y establecer sus funciones.

• Señalar la problemática de las personas jurídicas y analizar las teorías que


justifican su existencia, para contrastar las consecuencias jurídicas que se
derivan de ellas.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.16


m1 contenidos

PRIMER ELEMENTO DE LA RELACION JURIDICA: EL SUJETO

Nociones generales. El sujeto de la relación jurídica

Para comenzar la presentación de los contenidos de este módulo lo invitamos a


leer detenidamente el siguiente mapa conceptual sobre el sujeto IC 1.

Tal como se adelantara en la presentación de la asignatura, la Parte General del


Derecho Civil estudia la relación jurídica IC 2 y sus elementos esenciales: el
sujeto, el objeto y causa generadora.

Como paso previo al estudio de cada uno de estos elementos es necesario


conocer de qué se trata el Derecho Civil, analizar un concepto de esta rama
del Derecho y sus caracteres. Pero no podríamos indagar acerca de un área
en particular sin conectarla con el Derecho en general, específicamente con la
Constitución Nacional y los Tratados, Pactos y Convenciones sobre Derechos
Humanos incorporados en el Art. 75, inc. 22 y lo dispuesto en el inc. 23, ya que
ejercen una influencia directa sobre la materia, lo que ha dado lugar al proceso
de constitucionalización del derecho privado IC 3.

Se considerarán las facetas del Derecho en sentido objetivo y subjetivo. En


cuanto al derecho subjetivo –en especial su concepto, evolución, elementos y
clasificación– y en cuanto al derecho civil en sentido objetivo, es fundamental
conocer y familiarizarnos con la norma fundamental en esta materia: el Código
Civil y Comercial argentino. Conoceremos acerca de sus principios, el método
IC 4 que se siguió para estructurarlo, así como su contenido, cuestiones básicas
para un abogado ya que resulta indispensable el dominio de esta herramienta
de trabajo.

A partir de estas nociones sí podremos avanzar en el estudio del primer elemento


de la relación jurídica: el sujeto. Al hablar de sujeto hablamos de la persona IC
5; analizaremos este concepto desde la perspectiva jurídica, para conocer si
coincide o no con el sentido que le asigna el lenguaje común, cuántas clases de
persona reconoce el derecho, cuáles son las cualidades inherentes y esenciales
que les determina como indispensables el ordenamiento jurídico.

Respecto al comienzo de la existencia IC 6 el Código Civil y Comercial de la


Nación expresa el art. 19 expresa que: “La existencia de la persona humana
comienza con la concepción”.

En el art. 141 define a la persona jurídica: “ Son personas jurídicas todos los
entes a los cuales el ordenamiento jurídico les confiere aptitud para adquirir dere-
chos y contraer obligaciones para el cumplimiento de su objeto y los fines de su
creación”.

Desde ya, adelantamos que nuestro sistema jurídico reconoce, dentro de la cate-
goría persona, dos tipos: persona humana y persona jurídica, identificando a las
primeras con el hombre y a las segundas con una agrupación humana agluti-
nada por un fin común, pero que adquiere una personalidad jurídica diferente a
la de las personas físicas que la integran.

Estudiaremos las cualidades inherentes a la persona que se denominan atribu-


tos, es decir calidades indispensables para un orden jurídico, ya que la persona

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 17


necesita un nombre que la identifique, un domicilio donde el derecho la pueda
situar, un estado o lugar que se ocupa dentro de la familia y la capacidad IC 7,
esto es la posibilidad de ser titular de los derechos y las obligaciones y la facul-
tad de ejercerlos.

Como podrá comprender, la temática es común a cualquier área del Derecho a


la que nos estemos refiriendo, no sólo al Derecho Civil, de allí la gran trascen-
dencia que tienen estas cuestiones en la formación del estudiante de Abogacía.
¡Le proponemos ahora avanzar con la realización de las actividades previstas en
este módulo!

m1 |contenidos | IC

información complementaria 1

m1 |contenidos | IC

información complementaria 2

La relación jurídica

La generalidad de la doctrina manifiesta que la llamada relación jurídica es “un


vínculo de persona a persona determinado por una regla jurídica” (clásica defi-
nición de F.K. von Savigny), o bien dice que la relación jurídica consiste en “un
determinado comportamiento interhumano, conformado jurídicamente”.

Si nos detenemos a pensar en el significado de tales definiciones, correctas


desde el punto de vista teórico, son tan abstractas que la pregunta seguirá
siendo ¿qué es una relación jurídica? La respuesta es de tal sencillez que puede

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.18


sorprender: en términos generales se habla de relación jurídica para referirse a
todas las relaciones o situaciones sociales, de cualquier índole, que son suscep-
tibles de ser contempladas jurídicamente. Por tanto, puede afirmarse en gene-
ral que cuando las relaciones sociales son contempladas por el Derecho, cabe
hablar de relaciones con trascendencia jurídica o, sencillamente de relaciones
jurídicas. Ahora bien, sólo cuando estamos ante un interés merecedor de tutela
jurídica y lícito, puede considerárselo objeto de una relación jurídica. Natural-
mente, la determinación de qué intereses son dignos de protección y lícitos es el
fruto de las valoraciones que en este sentido haga una sociedad en un concreto
momento histórico: son valoraciones contingentes, tanto en el espacio como en
el tiempo.

Dicho esto, se comprenderá que la abstracción de las definiciones a las que


hacíamos referencia se debe a la amplitud y multiplicidad de situaciones o rela-
ciones sociales que encajan dentro del concepto de relación jurídica. En efecto,
si recordamos cualquiera de las actividades realizadas durante un día por cual-
quier ciudadano (usted mismo), posiblemente habremos de llegar a la conclu-
sión de que la mayor parte de los actos de la vida cotidiana están sometidos al
Derecho, salvo algunos inspirados por el altruismo o la buena educación (ceder
el asiento en el ómnibus, ayudar a cruzar la calle a un niño o anciano) o en con-
sideraciones de índole estrictamente personal (sentimentales, religiosas, etc.).
Otra cosa es que, normalmente, no nos apercibimos en concreto de que subir
a un transporte público, comprar el diario, tomar un café en un bar, respetar
los semáforos, asistir a un cine o espectáculo... son actuaciones humanas que
encuentran un marco jurídico de desarrollo.

Clasificación de las relaciones jurídicas

Para el Derecho Civil, existirían básicamente cuatro tipos de relación jurídica, en


los que el contenido fundamental sería: el familiar, el jurídico-obligatorio, el real,
y el sucesorio. A su vez, como presupuesto de toda relación jurídica, habría de
considerarse la existencia del dato personal, esto es, el sujeto o protagonista de
la relación jurídica: la persona, que es la única titular de derechos y obligaciones
según el ordenamiento jurídico.

1) Relaciones familiares: situaciones de especial conexión entre las personas


que el ordenamiento jurídico regula atendiendo a criterios de ordenamiento
social general, para garantizar un marco normativo a la familia.
2) Relaciones obligatorias: comprenderían aquellos supuestos en los que, por
responsabilidad contractual o extracontractual, una persona se encuentra en
el deber de prestar una conducta determinada en beneficio de otra.
3) Relaciones jurídico-reales: basadas en la tenencia o apropiación de bienes,
se encontrarían presididas por la propiedad, en virtud de la cual una persona
goza de una capacidad decisoria sobre el uso y aprovechamiento de cual-
quier bien que el ordenamiento le garantiza frente a los demás miembros de
la sociedad.
4) Relaciones hereditarias o sucesorias: todas aquellas conectadas al fenó-
meno de la herencia y a las personas implicadas en ella como sucesores de
la persona fallecida.

Estructura básica de la relación jurídica

En la estructura de la relación jurídica pueden resaltarse distintos componentes,


los cuales pueden ser analizados por separado: los sujetos, el objeto y la causa
eficiente, fuente o generadora.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 19


1) Los sujetos de la relación jurídica: Dado que los derechos y obligaciones
sólo pueden atribuirse a la persona, es evidente que en toda relación jurídica el
componente personal es estructuralmente necesario. Las relaciones sociales de
trascendencia jurídica requieren de la existencia de un determinado vínculo o
lazo entre personas que ocupan posiciones distintas.

La persona que tiene derecho a algo se denomina sujeto activo, en cuanto puede
poner en marcha o en actividad la situación de poder en que se encuentra. Por
el contrario, quien se encuentra obligado a reconocer, satisfacer o hacer efectivo
el derecho de cualquier otra persona, merece la calificación de sujeto pasivo.

2) El objeto de la relación jurídica: Es el algo sobre el cual recae la facultad del


sujeto activo y el deber del sujeto pasivo. Así, en las relaciones obligatorias el
objeto consistiría en la actividad o conducta propia de la persona obligada al
cumplimiento de algo; en las relaciones jurídico- reales, el objeto está represen-
tado por las cosas sobre las que recaen los derechos reales, etc.

3) La causa fuente: Es el hecho generador de la relación (art. 257 del C. Civil y


Comercial), esto es, el acontecimiento que da lugar al nacimiento de una facul-
tad para uno y un deber para otro.

m1 |contenidos | IC

información complementaria 3

Constitucionalización del derecho privado

María Cristina Plovanich

La Constitución Nacional argentina desde su redacción original en 1853 con-


tiene un capítulo de Derechos y Garantías, algunos de éstos están determinados
de modo explícito mientras que otros se pueden derivar o entender que están
implícitos, arts. 31 y 33 de la CN. Los derechos esenciales de la persona tuvieron
siempre acogida en nuestra Constitución; aunque con un desarrollo escueto,
para ir luego ampliándose por vía de la legislación y la jurisprudencia, sobre todo
esta última fue la que perfiló y dio contenido a numerosos intereses jurídicos.
En la actualidad el sistema de derecho ha establecido como postulado básico, el
valor de la persona como centro de la construcción. Los principios de igualdad,
libertad fueron formalmente establecidos y proclamados. Al aludir a estos valo-
res básicos nos situamos frente a derechos humanos, derechos fundamentales.
Para dar un concepto de derechos humanos adoptamos el del Profesor español
Montés Penadés nos dice que se puede entender por derechos humanos “el
conjunto de facultades e instituciones que, en cada momento histórico, concre-
tan las exigencias de la dignidad, la libertad y la igualdad humanas, las cuales
deben ser reconocidas positivamente por los ordenamientos jurídicos a nivel
nacional e internacional”1. Puede decirse de ellos que nacen como derechos
naturales universales, se desarrollan como derechos positivos particulares, para
encontrar al fin su plena realización como derechos positivos universales. De
este modo al llegar a los tratados internacionales y a las Declaraciones universa-
les, contienen en germen la síntesis de un movimiento dialéctico que comienza
con la universalidad abstracta de los derechos naturales, pasa a la particulari-
dad concreta de los derechos positivos nacionales y termina con la universa-

1 Montés Penadés, V.L., Derecho Civil- Parte General, Tirant Lo Blanch, Valen-
cia, 1995, p.251 y sgtes.)

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.20


lidad concreta de los derechos positivos universales. Cuando nos referimos a
derechos fundamentales, estamos señalando que algunos derechos humanos
han sido positivizados, esto es, incorporados en las Constituciones y han sido
dotados por ellas de medidas especiales de garantía frente al Estado, especial-
mente de garantías jurisdiccionales. Ahora bien, el carácter fundamental de los
derechos no les hace ilimitados o expandibles hasta el infinito, el respeto a los
derechos de los demás establece un límite. En caso de conflictos entre derechos
fundamentales, es decir cuando se enfrentan derechos de la máxima jerarquía,
son los propios operadores jurídicos quienes definen tales límites, y de modo
especial los tribunales.
En este camino de construcción de protecciones, las Constituciones de los dife-
rentes países y la del nuestro en particular, han ido trascendiendo las libertades
públicas, incorporando derechos y resguardando intereses individuales y otros
que van allá de lo individual pues atañen a la comunidad, los llamados intereses
colectivos, intereses difusos, y al mismo tiempo se han creado mecanismos de
garantía de orden procesal para todos ellos.

A partir de la reforma constitucional del año 1994 se incorporaron en el art. 75


inc. 22 numerosos Tratados, Convenciones y Pactos sobre derechos humanos,
de cumplimiento obligatorio en el país que fortalecen el amparo a la persona
humana. En el largo proceso histórico que llevó a aceptar el postulado de que
todo ser humano es persona, por encima e incluso antes que la comunidad orga-
nizada, que el hombre por sí mismo titulariza bienes que necesitan protección
del ordenamiento, aún cuando en un tiempo o estado no haya sido reconocido
de este modo por el derecho objetivo, la reforma constitucional operada en el
año 1994 en nuestro país impacta profundamente en todas la áreas del derecho
argentino de modo positivo. Hace tiempo ya, en especial a partir del recono-
cimiento directo de nuevos derechos y garantías, además de la incorporación
con rango constitucional de tratados que se refieren a materias que tradicio-
nalmente se entendieron como propias del Derecho Civil, se planteó el debate
sobre si el derecho privado se ha constitucionalizado o si el derecho público se
ha privatizado.

La conclusión fue la necesidad de una relectura integradora del orden jurídico.


Esto representó un cambio en la mirada hacia el orden jurídico, el derecho
público y el derecho privado que habían transitado por caminos paralelos, con
“majestuosa indiferencia” del uno hacia el otro, deben ahora integrarse. Toda
cuestión, cualquiera sea el ámbito del derecho de que se trate, debe ser anali-
zada a la luz de las disposiciones constitucionales, debe garantizarse el respeto
de los derechos humanos incorporados al llamado “bloque federal de constitu-
cionalidad”.

En nuestra materia, la Parte General del Derecho Civil, tienen especial relevancia
dos convenciones internacionales a las cuales nuestro país ha adherido:
• Convención Internacional de los Derechos del Niño (aprobada por ley
23.849/1990 e incorporada a nuestra Constitución Nacional en el artículo
75 inc. 22, con rango constitucional), y la
• Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad. Aprobada por ley 26.378/2008, que adquiere jerarquía
constitucional por Ley 27.044 en diciembre de 2014.
En cumplimiento de lo dispuesto por el art. 75, inc. 23 de la CN se dictan dife-
rentes leyes especiales que adecuan sus disposiciones a lo dispuesto en esas
convenciones para garantizar el respeto de los principios de dignidad, libertad y
autonomía. Entre ellas se encuentran:

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 21


Ley 26.061 sobre Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes

Ley 26.579 de Mayoría de Edad (18 años)

Ley 26529 que sanciona los Derechos de los Pacientes, modificada por Ley
26.742 que regula la Muerte Digna

Ley 26.657 de Salud Mental

Ley 26743 de Identidad de Género

El Código Civil argentino no contemplaba muchos aspectos tratados en esas


leyes o, peor aún, se presentaban contradicciones entre el texto de esas normas
y el Código. Este problema se supera en la actualidad, pues el Código Civil y
Comercial unificado incorpora a su articulado lo dispuesto en esas leyes espe-
ciales.

Efectividad.

La Constitución supone un sistema de valores que, por decisión del constituy-


ente, ha de informar el conjunto de la organización jurídica y política, por lo que
el Estado no debe limitarse a enunciar la posibilidad de su ejercicio, sino que
debe asumir la obligación positiva de contribuir a la efectividad de tales dere-
chos y de los valores que representan.
En esta tarea el legislador se encuentra especialmente obligado, ya que recibe
de los derechos fundamentales los impulsos y las líneas directivas, por tanto
su intervención es la vía óptima para diseñar la proyección horizontal de los
derechos fundamentales. Es él quien puede y debe traducir y concretar en los
demás ámbitos del ordenamiento jurídico los principios relativos a las garantías y
libertades, que se expresan en los derechos fundamentales. Mientras sea posible
desarrollar el contenido valorativo objetivo a través de cláusulas generales o
reglas generales, será ésta la vía adecuada para proyectarlos en la esfera privada.

Este es el pensamiento de la Comisión redactora del Código Civil y Comercial


de la Nación, en los Fundamentos al referirse a los aspectos valorativos
expresa: “Constitucionalización del derecho privado”: la mayoría de los códigos
existentes se basan en una división tajante entre el derecho público y privado.
El Anteproyecto en cambio, toma muy en cuenta los tratados en general, en
particular los de Derechos Humanos y los derechos reconocidos en todo el
bloque de constitucionalidad. En este aspecto innova profundamente al receptar
la constitucionalización del derecho privado, y establece una comunidad de
principios entre la Constitución, el derecho público y el derecho privado,
ampliamente reclamada por la mayoría de la doctrina jurídica argentina. Esta
decisión se ve claramente en casi todos los campos: la protección de la persona
humana a través de los derechos fundamentales, los derechos de incidencia
colectiva, la tutela del niño, de las personas con capacidades diferentes, de la
mujer, de los consumidores, de los bienes ambientales y muchos otros aspectos.
Puede afirmarse que existe una reconstrucción de la coherencia del sistema de
derechos humanos con el derecho privado”.

Algunos de los cambios que este proceso genera, ya que implica considerar la
Constitución como norma jurídica directamente aplicable a las relaciones entre
particulares, son señalados por la catedrática española Encarna Roca, en par-
ticular su influencia en el derecho de las personas. Supone abandonar el con-
cepto tradicional de persona, “ente susceptible de adquirir derechos y contraer
obligaciones”, ya la noción de persona deja de concentrarse en la de “capaci-

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.22


dad” o “capacidades”, el objetivo fundamental es el “desarrollo de la persona,
los derechos que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, y el res-
peto a la ley y a los derechos de los demás” (art.1-1 de la Constitución española).
Del mecanismo de las “capacidades” se pasa al de la personalidad, complejo de
derechos que el ordenamiento reconoce al hombre por el hecho de serlo. Por
lo tanto, personalidad significa titularidad de derechos fundamentales, entre los
que se encuentra la posibilidad de adquirir derechos y contraer obligaciones2.
En esa línea de pensamiento Kemelmajer de Carlucci expresa: “…mediante la
vigencia efectiva de los derechos fundamentales se logra que los ciudadanos
puedan desarrollar libremente su personalidad. De allí que el reconocimiento de
la dignidad de la persona humana exige respetar sus derechos fundamentales”3.
Otra consecuencia del proceso de constitucionalización, en el Cód. Civil y Com-
ercial en la Parte General se da regulación integral y específica a los derechos
personalísimos, que representan valores inherentes a la persona.

2 ROCA TRÍAS, Encarna, “Metodología para un enfoque constitucional del


derecho de la persona”, en Estudios de Derecho civil en Homenaje al profesor Dr.
José L. Lacruz Berdejo, Bosch, Barcelona, 1993, t.II, p. 1895 y ss.
3 KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída, Constitucionalización del Derecho
Privado de las Personas, Cuestiones modernas de Derecho Civil, Ed. Advocatus,
Córdoba, 2011.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 23


m1 |contenidos | IC

información complementaria 4

Método

Código y Comercial de la Nación

La Comisión encargada de la elaboración del Código y Comercial de la Nación,


en cuanto a método de técnica legislativa, decide mantener la división en Libros,
Títulos, Capítulos, Secciones, y se inclina por incorporar una Parte General que
sigue la estructura de la relación jurídica desenvuelta por Savigny. Se supera de
este modo la deficiencia que desde lo metodológico se le reprochó a la obra de
Vélez Sársfield, que no incluyera –como lo hizo Freitas- una Parte General en la
que se traten conjuntamente los elementos de la relación jurídica, esto es: sujeto
(personas), objeto (patrimonio, cosas y bienes) causa eficiente (hechos y actos
jurídicos). En el Código derogado estos elementos estaban legislados en la Sec-
ción I del Libro I (persona), en el Título I del Libro III (objeto de los derechos
reales) o sea referido al patrimonio y en la Sección II del Libro II (causa eficiente).

Esta es una de las ventajas que señalamos en el Cód. Civ. y Com., que contiene
una Parte General en el Libro I, titulado Parte General, que trata en el Título I a la
Persona humana, en el Titulo II a la Persona jurídica, el Titulo III dedicado a los
Bienes y el Título IV a los Hechos y actos jurídicos. En los Fundamentos la Comi-
sión expresa en relación al método del Código: “Contiene un Título Preliminar
y luego una Parte General para todo el Código, así como partes generales para
diversas instituciones que regula. En este aspecto, se sigue la opinión de muchos
autores, entre ellos, Freitas, quien introdujo en su proyecto para Brasil una parte
general. En esta posición cabe computar todos los proyectos de reforma inte-
gral realizados en el país: el Anteproyecto de Reformas de Bibiloni de 1926, el
Proyecto de 1936, el Anteproyecto de 1954, y los Proyectos de 1993 (PEN) y
el de 1998”. Se advierte que la fuente más directa es el Proyecto de 1998, que
dedica el Libro II a la Parte General, dividido en Títulos que tratan cada uno de
los elementos de la relación jurídica. Mantiene vigencia lo que señalara Rivera en
oportunidad de comentar el Proyecto de 1998, que “en nuestro país la enseñanza
del Derecho Civil se hace a partir de una Parte General…” “…el derecho civil se
enseña, se aprende, se estudia, se expone a partir de una parte general; las obras
más significativas del derecho civil empiezan por la parte general”1.

1 RIVERA, Julio C.: “Esta manera de enseñar el derecho civil, nació en la


Universidad Nacional de Buenos Aires en 1910; en ese año una comisión especial
hizo suya la distribución de materias proyectada por los profesores Colmo, Paz y
Prayones, quienes habían aconsejado atribuir el primer curso a la parte general com-
puesta aproximadamente por los contenidos mencionados en el párrafo precedente”
en “La reforma integral del derecho privado y su conexión con la tradición jurídica
nacional en el Proyecto de Código Civil de 1998”, JA 2000-I-991. Abeledo Perrot Nª
0003/007488. Citar Abeledo Perrot Nª: 0003/007494.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.24


m1 |contenidos | IC

información complementaria 5
Persona

El derecho civil estudia a la persona en sí sin características algunas y sin con-


siderar la actividad que realiza, regula la persona como tal. En la actualidad el
sistema de derecho ha establecido como postulado básico, el valor de la per-
sona como centro de la construcción. Esta idea se vio fortalecida por la consti-
tucionalización del derecho privado, que al incorporar a nuestro sistema jurídico
gran cantidad de tratados, convenciones y pactos internacionales de derechos
humanos, amplía la esfera de protección de la persona.

El interrogante que primero se plantea es saber quién es persona para el derecho,


¿lo es el hombre? o ¿hay algún otro ente que pueda ser considerado persona?
Hoy se puede afirmar que todo hombre, realidad bio-sicológica, es persona para
el derecho. El camino recorrido hasta llegar a este pensamiento ha sido largo,
desde la negación de la categoría de persona a algunos hombres, los esclavos,
hasta entender que algunos animales merecían esa consideración, el caballo de
Calígula. De allí que se diga que el concepto de persona es una construcción
jurídica. La idea de que todo hombre es persona para el derecho prevaleció en
nuestro país.

También el derecho reconoce lo que en la realidad acontece, en numerosas


oportunidades el hombre no actúa de modo individual para alcanzar sus fines,
sino que desde siempre ha precisado unirse o agruparse con otros hombres
para satisfacer necesidades o alcanzar los fines que se proponga, en distintos
órdenes, afectivos, comerciales, laborales, etc. De allí que reconozca la exis-
tencia de la llamada persona jurídica, y obtenga personalidad jurídica el grupo
humano que se reúna con un fin común, cuente con organización y patrimonio
para alcanzar el propósito que los aglutina.

El Código Civil redactado por Vélez Sarsfield expresaba en el art. 30 que era
persona “todo ente susceptible de adquirir derechos y contraer obligaciones”.
Reconocía dos tipos de personas la física y la jurídica, y le reconocía tal calidad
antes del nacimiento, desde la concepción en el seno materno. El avance en los
descubrimientos científicos permite hoy la procreación asistida, generándose un
interrogante difícil de responder: cuándo comienza la existencia de la persona
cuando esa procreación se logra mediante la fertilización in vitro. Nos referimos
especialmente a esta cuestión más adelante.

La implicancia que tiene la constitucionalización del derecho privado en este


tema, es señalado por la catedrática española Encarna Roca. Nos dice ha llevado
a abandonar el concepto tradicional de persona, “ente susceptible de adquirir
derechos y contraer obligaciones”, pues ya la noción de persona deja de con-
centrarse en la de “capacidad” o “capacidades”, el objetivo fundamental es el
“desarrollo de la persona, los derechos que le son inherentes, el libre desarrollo
de la personalidad, y el respeto a la ley y a los derechos de los demás” (art.1-1
de la Constitución española). Del mecanismo de las “capacidades” se pasa al de
la personalidad, complejo de derechos que el ordenamiento reconoce al hombre
por el hecho de serlo. Por lo tanto, personalidad significa titularidad de derechos
fundamentales, entre los que se encuentra la posibilidad de adquirir derechos y
contraer obligaciones1.
1 ROCA TRÍAS, Encarna, “Metodología para un enfoque constitucional del
derecho de la persona”, en Estudios de Derecho civil en Homenaje al profesor Dr.
José L. Lacruz Berdejo, Bosch, Barcelona, 1993, t.II, p. 1895 y ss.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 25


Esta ideología es la que expresa la doctrina nacional y se refleja en numero-
sos pronunciamientos judiciales de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y
demás tribunales del país. Pero por otro lado se acepta que el hombre está cada
vez más agredido, la tecnología, produce beneficios y daños colaterales, en su
salud, o en afección a la intimidad, imagen, al honor, de allí que en el Código Civil
y Comercial haya una regulación especial para estos aspectos, puede decirse
que ahora están protegidos, amparados en el Código y no en leyes dispersas
como lo estaban hasta ahora. Hay una categoría de bienes nueva, bienes que no
son cosas, pero a los que hay darle valor: el cuerpo humano que no tiene valor
comercial, sino que tiene un valor científico, terapéutico, humanitario. También
hay resguardo para otro tipo de derechos que hacen a la dignidad de la persona,
los derechos económico, sociales y culturales, por ello merece especial garantía
la vivienda.

Al lado de los intereses individuales tenemos los intereses colectivos, los difu-
sos. Bienes de los más importantes, la salud, medio ambiente, son de todos, los
bienes colectivos, que también encuentran regulación.

Tipos de persona

El Código Civil y Comercial de la Nación no brinda una definición de persona


en general como lo hacía el Código de Vélez, reconoce dos tipos de persona:
persona humana y persona jurídica, identificando a la primera con el hombre y a
la segunda con una agrupación humana aglutinada por un fin común, pero que
adquiere una personalidad jurídica diferente a la de las personas humanas que
la integran.

Respecto a la persona humana, no se la defina pues se considera innecesario


hacerlo se identifica con el hombre. Se reconoce personalidad antes del naci-
miento, en esa etapa de la persona humana se la denomina persona por nacer.

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m1 |contenidos | IC

información complementaria 6

Voces: PERSONAS ~ CONCEPCION EN EL SENO MATERNO ~ FECUNDA-


CION ASISTIDA ~ DERECHO A LA VIDA ~ BIOETICA ~ CIENCIA Y TECNOLO-
GIA ~ MEDICINA ~ CODIGO CIVIL ~ PROYECTOS DE REFORMAS AL CODIGO
CIVIL ~ UNIFICACION CIVIL Y COMERCIAL ~ INTERPRETACION ~ DERECHOS
HUMANOS ~ DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO ~ CORTE INTERA-
MERICANA DE DERECHOS HUMANOS ~ DOCTRINA DE LA CORTE SUPREMA
~ LEY DE REPRODUCCION MEDICAMENTE ASISTIDA ~ CONVENCION AMERI-
CANA SOBRE DERECHOS HUMANOS
Título: Comienzo de la existencia de la persona
Autores: Cerutti, María del Carmen Plovanich de Hermida, María Cristina
Publicado en:
Cita Online: AR/DOC/786/2014
(*)

1. Introducción

Es este uno de los temas que se relaciona con las maneras de lograr la repro-
ducción humana, que genera distintas opiniones y se ha tornado recurrente en
los últimos años porque la evolución de la ciencia reabrió el debate cuando
parecía que la disputa que desde los romanos se sostenía en torno al inicio de
la existencia jurídica del nasciturus, se había plasmado en dos posturas que
todos conocemos: la adoptada por la mayoría de los códigos decimonónicos y
la seguida por Freitas y Vélez Sarsfield, en el sentido de que la existencia jurí-
dica del nasciturus debe ser desde el nacimiento, para los primeros, o debe ser
desde la concepción, para los segundos (arts. 63 y 70, Cód. Civil Argentino).

Naturalmente, la unión del óvulo y el espermatozoide produce la fecundación,


proceso que tiene lugar por una relación sexual y da origen al huevo o cigoto,
célula única distinta a la del padre y a la de la madre y que luego de un período
de tiempo que llega a los catorce días se anida en el útero y comienza el emba-
razo o gestación (si no logra anidarse, se produce un aborto natural). Cuando
todo este proceso (fecundación y posterior anidación) llamado “concepción” se
realiza en el aparato genital femenino, no presenta problemas, si bien se impone
la pregunta si el término concepción abarca a los dos momentos (fecundación
y anidación), o si la misma se produce en uno de ellos, sea con la fecundación
o con la anidación, o sea ¿”qué condiciones son necesarias y suficientes para
considerar que alguien está concebido”?

Cuando aparecen nuevos métodos de reproducción humana, el debate se instala


en torno a cómo entender el vocablo concepción, o sea la pregunta que formu-
lamos en el párrafo anterior. Cabe señalar que uno de los métodos más antiguos
de reproducción humana es la inseminación artificial, que tampoco genera pro-
blemas, porque se recurre a esperma o semen del marido que mediante una
jeringa especial es introducido en el aparato genital de la mujer y allí se produ-
cirá —o no— la fecundación y la anidación. Pero cuando se logra realizar en un
laboratorio lo que ordinariamente sucede en el interior de las trompas de Falo-
pio, o sea fecundar y transitar los primeros días del desarrollo embrionario de
manera extracorpórea, estamos frente a la fertilización asistida, que se logra con
éxito en el año 1978, cuando nace el llamado primer bebe probeta de la historia,
Louis Brown. Este hecho nuevo logrado por la evolución de la ciencia, instala
en el ámbito jurídico doctrinario y legislativo una discusión acerca de cuándo se
produce la concepción y nuevamente la pregunta del deber ser: ¿a partir de qué

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 27


momento la ley emplaza al nasciturus como persona?, lo que significa conside-
rarlo sujeto de derechos y obligaciones.

En la doctrina y el derecho comparado no existe unanimidad sobre el momento


en que se adquiere la calidad de “persona”; hay legislaciones en las que se
reconoce la personalidad a partir de la concepción, mientras que, la mayoría, la
reconoce sólo a partir del nacimiento. Expresamos que en la legislación argen-
tina —Código Civil Argentino (arts. 63 y 70), sumado a los tratados con jerarquía
constitucional ( art. 75 inc. 22 C.N.), en especial la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica)— (1), se establece que
el comienzo jurídico de la persona es desde la concepción, lo que marca un piso
normativo para el debate. En consecuencia, éste se centrará en determinar si
la “concepción” se da en la etapa de la fecundación o en la de la implantación.
Estos dos procesos pueden iniciarse y concretarse de manera natural (intrauteri-
namente) o iniciarse de modo asistido fuera del cuerpo de la mujer (fecundación
extracorpórea) y completarse dentro de éste, pues luego se implanta para su
anidación. El tiempo desde la fecundación hasta la implantación es de 14 días,
este lapso transcurre aún en un proceso en el que la pareja procrea de forma no
asistida.

Las dos posturas giran en torno a si el comienzo de la existencia de la persona


desde el punto de vista jurídico es desde la fecundación o desde la implantación,
o sea ¿cómo se debe entender el término concepción?

Sin dudas que es esta una cuestión que hoy para el Derecho representa un
planteo difícil de resolver, y exige ser analizada desde una perspectiva de interre-
lación con otras disciplinas científico-técnicas, además de buscar fundamentos
filosóficos, bioéticos, lo que de por sí constituye un auténtico desafío. No puede
soslayarse además que la biomedicina sigue su camino de investigación, se
crean nuevos fármacos, el campo de la medicina reproductiva está en proceso
de constante evolución, es por tanto un ámbito en donde hay dinamismo cons-
tante, y en el cual el jurista considera que debe intervenir. Quizá sea esta una
de las razones que influyeran para que en el lapso de diez años las Jornadas
Nacionales trataran el mismo tema.

En el año 2003 en ocasión de celebrarse las XIX Jornadas Nacionales de Derecho


Civil en la ciudad de Rosario, la Comisión N° 1 - Parte General, abordó el tema
“Comienzo de la Existencia de la Persona Humana”. En aquella oportunidad, se
desarrolló un amplio debate en derredor de las dos posturas. Por unanimidad
se aprobaron dos Principios liminares: 1. El principio básico insoslayable en la
materia, es el respeto a la dignidad humana y los derechos fundamentales. 2. Es
necesario establecer normas jurídicas que contemplen el aspecto ético y deon-
tológico tendientes a regular los problemas que se relacionan con los embriones
humanos. Por mayoría se aprobó el siguiente despacho: “La existencia de la
persona humana comienza con su concepción, entendida como fecundación y a
partir de ese momento tienen derecho a que se respete su vida, integridad física,
psíquica y moral. El inicio de la vida humana coincide con el comienzo de la per-
sona humana”. Mientras el despacho de minoría, que suscribimos en aquellas
Jornadas, entendió que: “Hay que realizar una distinción entre el comienzo de
la vida humana y el reconocimiento de la calidad de persona. El inicio de la vida
humana no coincide con el comienzo de la persona. Resulta importante con-
ferir protección a la vida humana antes de reconocerle personalidad jurídica”.
A diez años de aquel encuentro en las recientes XXIV Jornadas Nacionales de
Derecho Civil, que se llevaron a cabo en la Facultad de Derecho de la Universi-
dad de Buenos Aires, los días 26, 27 y 28 de septiembre del año 2013, el tema
convocante de la Comisión de Parte General fue: “Persona Humana: comienzo

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.28


de existencia. Estatuto”, por lo que el punto central del debate fue el mismo; si
bien se trataron dos cuestiones distintas: por un lado el comienzo de la existen-
cia de la persona y por otro el estatuto que se aplica a las múltiples situaciones
respecto del embrión obtenido mediante Fecundación in vitro, pero el debate se
concentró en torno al comienzo de existencia, y fue escaso el tiempo dedicado
al Estatuto del Embrión, consideramos que se perdió una buena oportunidad
para avanzar sobre esta cuestión. (2) Las conclusiones de esta Comisión fueron
de lege lata y de lege ferenda. De lege lata y respecto al comienzo de exis-
tencia, la mayoría aprobó el siguiente despacho: “Comienza la existencia de la
persona humana desde la concepción, entendida como fecundación sea dentro
o fuera del seno materno”. El despacho de minoría, que suscribimos, sostuvo:
“Comienza la existencia de la persona humana desde la concepción, enten-
dida como implantación en el seno materno. No es jurídicamente necesario ser
persona para lograr la protección del ordenamiento jurídico. El pre-embrión se
encuentra en un status objeto de una tutela jurídica especial por su potencialidad
de serlo. Se deben dictar normas que regulen su tratamiento y conservación”.

Respecto al comienzo de existencia de la persona, mantenemos la posición


que fuera presentada en las Jornadas de Rosario (3), en el sentido de que el
comienzo de la existencia de la persona se da con la implantación del embrión
(o cigoto). A los argumentos vertidos en aquellas Jornadas para sostener esta
postura y que la misma no resulte antojadiza o caprichosa, tomamos ahora en
consideración para esta reafirmación, importantes hechos nuevos que se han
producido y aportan elementos que avalan o justifican nuestra posición, en espe-
cial el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Artavia
Murillo. (4)

2. Comienzo de la existencia. Concepción: ¿fecundación o implanta-


ción?

Sostuvimos en las Jornadas de 2003 que: La disciplina médica describe todos


los momentos o etapas de desarrollo del nasciturus, desde la unión del gameto
masculino con el femenino, hasta el nacimiento. Lo que realiza la medicina es
una descripción (campo del ser), de cómo a partir de aquella unión se con-
forma una primera célula conocida como “diploide” y se inicia el desarrollo del
embrión.

Ahora bien, la medicina puede dividir todo este proceso en etapas y describir
qué se va conformando en cada una; así en la fecundación nos dice que se trata
de un conglomerado de células, todavía carentes de individualidad, pero que
tiene ya instalado el código genético. Recién con la implantación se configuraría
la individualidad. Durante esta primera etapa, (hasta los catorce días) si bien ya
tiene un código genético, todavía es imposible considerar que tiene desarrollo
como individuo, constituye la base de datos del futuro individuo, lo que recién se
logra con la implantación. Es así que entendemos que la fecundación es condi-
ción necesaria para la implantación, pero no suficiente para que adquiera indivi-
dualidad. Por tanto la implantación en el útero, es esencial para la posibilidad de
desarrollo (al menos por ahora) y su ausencia constituye un obstáculo insalvable
para llegar al nacimiento. La implantación en el útero, en cuanto determina la
individualidad del ente y posibilita la gestación, es condición suficiente para que
comience la existencia de la persona física. Pero la discusión jurídica, que si bien
recala y busca apoyo en la descripción médica, intenta responder otro interro-
gante: cuándo debe ser considerado persona. El legislador puede decidir qué
se debe ser considerado “persona” desde: 1) la fecundación; 2) la implantación;

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 29


3) la viabilidad; 4) el nacimiento; o sea puede o no seleccionar una etapa del
proceso natural para aplicar el principio de imputación.

Respecto a los hechos nuevos que se han producido en esta temática en los
últimos años, señalamos algunos que abordan aspectos científicos, jurídicos y
socio-culturales.

*Científicos: Resaltamos algunos de ellos: a) la vitrificación, que mejora la crio-


preservación de óvulos y embriones, b) descubrimientos y avances en diversas
disciplinas que perfeccionan las técnicas de reproducción asistida.

La técnica de vitrificación de óvulos es un avance muy importante, ya que per-


mitiría conservar ovocitos en condiciones de ser utilizados con posterioridad en
caso de que resulte necesario o conveniente posponer la maternidad, sin ries-
gos de alteraciones o destrucción del material. Se encuentra indicado para: a)
mujeres que por cualquier razón desean posponer su maternidad (5), b) pacien-
tes oncológicas y no oncológicas que van a recibir tratamientos gonadotóxicos,
c) mujeres que han recibido cirugía repetitiva sobre el ovario, como puede ser
el caso de la endometriosis, d) pacientes en las que es preferible realizar la
transferencia embrionaria en un ciclo distinto al de la estimulación folicular (por
diferentes razones médicas, entre otras aparición de pólipos, ausencia de esper-
matozoides, etc.), e) en pacientes con baja respuesta para acumular ovocitos.
Este método permitiría superar el debate, ya que no sería necesario fecundar el
óvulo para conservarlo, sino que solo se conservarían óvulos y espermas por
separado. (6)

*Socio-culturales: Aceptación por parte de la mayoría de los ciudadanos que la


infertilidad puede encontrar respuestas superadoras, según las situaciones parti-
culares, si se cuenta con asistencia médica capacitada. Esto se ve reflejado en el
elevado número de consultas y tratamientos realizados en el país, en los cuales
se ha alcanzado un porcentaje importante de resultados positivos. (7) Dado que
el costo de estos tratamientos no puede ser afrontado por muchos particulares
afectados, se inició un camino de reclamos para obtener cobertura asistencial,
que condujo al dictado de la Ley de Reproducción Médicamente Asistida en
junio de 2013.

*Jurídicos: a) el dictado de la ley 26.862 - Reproducción Médicamente Asistida,


b) la presentación del Proyecto de Código Civil y Comercial Unificado Año 2012,
c) la ley 26.618 de Matrimonio Igualitario, d) a nivel jurisprudencial diferentes
fallos, nacionales y provinciales y el pronunciamiento de la CIDH en el caso Muri-
llo y otros sobre fecundación in vitro en noviembre de 2012.

Nos detenemos en el aspecto jurídico. En el orden legislativo la Provincia de


Buenos Aires sancionó en 2010 la ley 14.208, y fue reglamentada por decreto
2980. La ley 14.208 (art. 1) reconoce a la infertilidad como una enfermedad y dis-
pone la cobertura médico asistencial integral de las prácticas médicas a través
de técnicas de fertilización homóloga y el decreto entiende por ello a la utiliza-
ción de gametos propios de cada integrante de la pareja. Asimismo establece
que pueden acceder a los tratamientos de fertilidad asistida aquellas mujeres
cuya edad se encuentre comprendida entre los 30 y 40 años.

Recientemente el Congreso Nacional sancionó la ley 26.862 de Reproducción


médicamente asistida cuyo objeto es garantizar el acceso integral a los procedi-
mientos y técnicas médico-asistenciales de reproducción médicamente asistida,
asegura el derecho al acceso igualitario de todos los beneficiarios, entendiendo
por éstos a toda persona mayor de edad que hayan explicitado su consenti-

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.30


miento informado. En el art. 8 incorpora como prestaciones obligatorias brindar a
los afiliados o beneficiarios cobertura integral y explicita las técnicas que la OMS
define como de reproducción médicamente asistida, permitiendo que los game-
tos puedan ser del cónyuge, pareja conviviente o no, o de un donante. El art. 8
establece que los criterios y modalidades de cobertura que establezca la auto-
ridad de aplicación, no podrá introducir requisitos o limitaciones que impliquen
la exclusión debido a la orientación sexual o el estado civil de los destinatarios,
por lo que pueden recurrir a esta técnica personas solas, parejas homosexuales
o heterosexuales, convivientes o no. En cuanto a la edad, fija la de 18 años, si
bien permite a menores de 18 años los servicios de guarda de gametos o tejidos
reproductivos cuando por problemas de salud o por tratamientos médicos o
intervenciones quirúrgicas puedan ver comprometidos su capacidad de procrear
en el futuro. La ley 26.862 es de aplicación en todo el territorio de la República e
invita a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a sancionar, para
el ámbito de sus exclusivas competencias, las normas correspondientes.

El Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación, 2012, en el art. 19 esta-


blece: “Comienzo de la existencia. La existencia de la persona humana comienza
con la concepción en el seno materno. En el caso de técnicas de reproducción
humana asistida, comienza con la implantación del embrión en la mujer, sin per-
juicio de lo que prevea la ley especial para la protección del embrión no implan-
tado”.

En diciembre del año 2013, el referido Proyecto recibió media sanción legislativa
con la aprobación de la Cámara de Senadores, introduciéndose modificaciones
según las cuales se expresa en el art. 19: - “Comienzo de la existencia. La exis-
tencia de la persona humana comienza con la concepción”. Resta aun el trata-
miento por Cámara de Diputados.

A nivel jurisprudencial, en el orden nacional y con anterioridad a la sanción de


la Ley de Reproducción Asistida, se han dictado en el país diferentes fallos que
ordenan a las obras sociales a cubrir dentro de las prestaciones médicas obliga-
torias el tratamiento de la infertilidad por el procedimiento terapéutico de repro-
ducción humana asistida ya que, en consonancia con lo establecido por la OMS,
la consideran una enfermedad (8) y se exige el consentimiento informado. (9)
Cuestión esta última que resguarda la ley 26.862.

En el caso Artavia Murillo de la CIDH, respecto al comienzo de existencia de la


persona en los casos de FIV, la CIDH observó que en el contexto científico actual
se destacan dos lecturas diferentes del término “concepción”. Una corriente
entiende a la “concepción” como el momento de encuentro, o de fecundación,
del óvulo por el espermatozoide. De la fecundación se genera la creación de
una nueva célula: el cigoto. Cierta prueba científica considera al cigoto como un
organismo humano que alberga las instrucciones necesarias para el desarrollo
del embrión. Otra corriente entiende “concepción” como el momento de implan-
tación del óvulo fecundado en el útero, debido a que la implantación del óvulo
fecundado en el útero materno faculta la conexión de la nueva célula, el cigoto,
con el sistema circulatorio materno que le permite acceder a todas las hormonas
y otros elementos necesarios para el desarrollo del embrión.

La Corte consideró que es procedente definir, de acuerdo con la Convención


Americana cómo debe interpretarse el término “concepción”. Al respecto, resaltó
que la prueba científica concuerda en diferenciar dos momentos complemen-
tarios y esenciales en el desarrollo embrionario: la fecundación y la implanta-
ción y que sólo al cumplirse el segundo momento se cierra el ciclo que permite
entender que existe concepción. Si bien al ser fecundado el óvulo se da paso

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 31


a una célula diferente y con la información genética suficiente para el posible
desarrollo de un “ser humano”, lo cierto es que si dicho embrión no se implanta
en el cuerpo de la mujer sus posibilidades de desarrollo son nulas. Si un embrión
nunca lograra implantarse en el útero, no podría desarrollarse pues no recibiría
los nutrientes necesarios, ni estaría en un ambiente adecuado para su desarro-
llo. En este sentido, la Corte entendió que el término “concepción” no puede ser
comprendido como un momento o proceso excluyente del cuerpo de la mujer,
dado que un embrión no tiene ninguna posibilidad de supervivencia si la implan-
tación no sucede. Prueba de lo anterior, es que sólo es posible establecer si se
ha producido o no un embarazo una vez que se ha implantado el óvulo fecun-
dado en el útero, al producirse la hormona denominada “Gonodatropina Corió-
nica”, que sólo es detectable en la mujer que tiene un embrión unido a ella. Antes
de esto es imposible determinar si en el interior del cuerpo ocurrió la unión entre
el óvulo y un espermatozoide y si esta unión se perdió antes de la implantación.
O sea hay diferencia entre embrión implantado y embrión no implantado.

Por todo lo anterior, la Corte concluyó (por mayoría) que la interpretación histó-
rica y sistemática de los antecedentes existentes en el Sistema Interamericano,
confirma que no es procedente otorgar el estatus de persona al embrión.

Por otra parte realizar una práctica de FIV respetando un concepto de protección
absoluta de la vida del embrión y considerarlo persona, implica, como expresa
la Corte en el caso Artavia Murillo, una prohibición de la técnica, toda vez que,
hasta el momento, no existe una opción para practicar la FIV sin que exista
alguna posibilidad de pérdida embrionaria. Pero como expresa Kemelmajer de
Carlucci (10): “Negar carácter de persona a los embriones no implantados en
la mujer no quiere decir que sean tratados como meras cosas sin protección
de ningún tipo...esa protección debe estar regulada en ley especial. Se trata de
una cuestión compleja sobre la que no existe consenso, conectada al desarrollo
y al avance científico; por eso, todas las legislaciones extranjeras se refieren a
esta cuestión en leyes especiales que, incluso por mandato legislativo deben ser
revisadas periódicamente”.

También en este fallo la CIDH ha definido la infertilidad conforme lo entiende la


Organización Mundial de la Salud (OMS) como “una enfermedad del sistema
reproductivo definida como la incapacidad de lograr un embarazo clínico des-
pués de 12 meses o más de relaciones sexuales no protegidas”. La Corte señala
que la maternidad forma parte esencial del libre desarrollo de la personalidad
de las mujeres. Teniendo en cuenta todo lo anterior, considera que la decisión
de ser o no madre o padre es parte del derecho a la vida privada. Por su parte,
el Comité de Derechos Humanos ha señalado que la posibilidad de procrear
es parte del derecho a fundar una familia. Que el derecho a la vida privada se
relaciona con: i) la autonomía reproductiva, y ii) el acceso a servicios de salud
reproductiva, lo cual involucra el derecho de acceder a la tecnología médica
necesaria para ejercer ese derecho. Por tanto, los derechos a la vida privada y
a la integridad personal se hallan también directa e inmediatamente vinculados
con la atención de la salud. La falta de salvaguardas legales para tomar en con-
sideración la salud reproductiva puede resultar en un menoscabo grave del dere-
cho a la autonomía y la libertad reproductiva. Esta argumentación de la Corte
avala la autorización de técnicas de reproducción asistida, que por otra parte
son reconocidas en la mayoría de los ordenamientos jurídicos. Destacamos que
hace referencia a infertilidad y señala que la maternidad forma parte esencial del
libre desarrollo de la personalidad de las mujeres.

En cuanto al carácter vinculante de los fallos de la Corte Interamericana de Dere-


chos Humanos, Argentina es Estado parte de la Convención Americana sobre

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.32


Derechos Humanos, que en el art. 33 establece los órganos competentes para
conocer de los asuntos relacionados con el cumplimiento de los compromisos
contraídos por los Estados partes de la Convención y son: a) la Comisión Inte-
ramericana de Derechos Humanos y b) la Corte Interamericana de Derechos
Humanos.

En relación con esta cuestión, la conclusión tercera de las recientes Jornadas,


de lege lata afirma: “La doctrina del fallo “Artavia Murillo” dictado por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos no es vinculante para nuestro derecho”,
entendemos que no debió ser formulada en términos tan categóricos pues la
aplicación de los fallos de la CIDH en nuestro país es un tema en debate, sobre
el cual no hay opinión definitiva, sino por el contrario el criterio está en construc-
ción. Por tanto, no acordamos con que se haya adoptado una definición tajante
en ese sentido.

Como muestra del debate existente recurrimos a un trabajo de Laurence Burgor-


gue-Larsen (11), donde expresa: “La sentencia “Almonacid Arellano” inaugura la
necesidad de un “control de convencionalidad” a cargo de los tribunales nacio-
nales”. El párrafo 124 es sencillamente capital. Reza así:

“La Corte es consciente [de] que los jueces y tribunales internos están sujetos
al imperio de la ley y, por ello, están obligados a aplicar las disposiciones vigen-
tes en el ordenamiento jurídico. Pero cuando un Estado ha ratificado un tratado
internacional como la Convención Americana, sus jueces, como parte del apa-
rato del Estado, también están sometidos a ella, lo que les obliga a velar por que
los efectos de las disposiciones de la Convención no se vean mermados por la
aplicación de leyes contrarias a su objeto y fin, y que desde un inicio carecen de
efectos jurídicos. En otras palabras, el Poder Judicial debe ejercer una especie
de “control de convencionalidad” entre las normas jurídicas internas que aplican
en los casos concretos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
En esta tarea, el Poder Judicial debe tener en cuenta no solamente el tratado,
sino también la interpretación que del mismo ha hecho la Corte Interamericana,
intérprete última de la Convención Americana”.

Este pasaje da a entender que el juez interno tiene el poder de zanjar un conflicto
entre una ley interna y una disposición de la Convención en provecho de esta
última. Sobre todo invita al juez a aferrarse no solo al texto de la Convención
sino a la interpretación hecha por la Corte, lo que supone que esté atento a la
evolución jurisprudencial interamericana.

También nos ilustra al respecto la profesora cordobesa Zlata Drnas de Clément:


(12)
“La Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), en Argentina al igual que
—bajo una u otra denominación— en los demás países americanos partes en la
Convención, es suprema, como lo dice su nombre, en el ámbito interno. No hay
instancia sobre ella. Sin embargo, a la hora de determinar el valor de los pronun-
ciamientos de la CteIDH en el ámbito interno, surgen dificultades para sostener
la supremacía señalada. Las expresiones de algunos destacados doctrinarios
podrían inducir al lector a pensar que se inclinan a considerar que la CteIDH es
una especie de cuarta instancia en los procesos de reclamación en materia de
derechos humanos. Tal el caso de Néstor Sagüés en su contribución al Libro
Homenaje a Germán Bidart Campos, al señalar:

“(...) (P)uede conjeturarse que si un tribunal nacional se aparta del entendimiento


dado en un caso anterior por la Corte Interamericana a un derecho enunciado

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 33


en el Pacto de San José de Costa Rica, el afectado podría provocar, subiendo la
escala procesal del caso, la invalidez del fallo local.

En el Caso Hagelin, el Juez Maqueda ha señalado: “15. A partir de la reforma


constitucional de 1994 el art. 75 inc. 22 de la Norma Fundamental ha otorgado
jerarquía constitucional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos
(Pacto de San José de Costa Rica), razón por la cual la jurisprudencia de la
Corte Interamericana pronunciada en causas en las que son parte otros Estados
miembros de la Convención constituye una insoslayable pauta de interpretación
para los poderes constituidos argentinos en el ámbito de su competencia y, en
consecuencia, también para la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a efectos
de resguardar las obligaciones asumidas por el Estado argentino en el Sistema
Interamericano de Protección a los Derechos Humanos (conf. consid. 15 del voto
del Dr. Maqueda en la causa V.34 XXXVI, “Videla, Jorge R. s/incidente de excep-
ción de cosa juzgada y falta de jurisdicción”, del 21/8/2003)”. (13)

En cuanto a la proyectada reforma del Código Civil en el tema que nos ocupa,
como conclusiones de las Jornadas, acorde que con el razonamiento soste-
nido por cada sector de opinión y los argumentos vertidos en la Comisión, el
despacho de lege ferenda de mayoría sostuvo que: “Ante una eventual reforma
del Código Civil se propicia en torno al comienzo de la existencia de la persona
la redacción contenida en el Punto I de las conclusiones de mayoría”, en tanto
el despacho de minoría, que suscribimos, entendimos que: “Ante una eventual
reforma del Código Civil se propicia la redacción del Punto I de las conclusiones
del despacho de minoría”.

3. Protección de embriones no implantados

Consideramos que mediante una ley especial (Estatuto o Protocolo) es necesa-


rio establecer que conductas resultan permitidas y cuales prohibidas, con el fin
de proteger embriones no implantados.

Cuestión previa: si nuestra postura, por las razones expresadas, es sostener que
la existencia de la persona comienza desde la concepción, pero entendida ésta
como implantación en el seno materno, y ahora afirmamos que es necesario una
ley especial que proteja a embriones no implantados, o que conductas resultan
prohibidas; es posible que se nos interpele con la siguiente pregunta: ¿si es tan
necesario proteger a los embriones, porque no se los considera personas desde
la fecundación? Y debemos hacernos cargo de la respuesta con argumentos que
la justifiquen o validen, al menos para quienes pensamos de esta manera. Ya
expresamos que la técnica de vitrificación solucionaría, en gran parte, el princi-
pal problema, esto es: no es necesario fecundar el óvulo para conservarlo, sino
que solo se conservarían óvulos y espermas por separado.

En las Jornadas de Rosario de 2003, argumentamos a partir de condiciones


necesarias y suficientes para considerar cuando entendemos que se produce
la concepción, y que hemos reproducido en el párrafo segundo, punto 2 de
este trabajo. Un nuevo argumento de nuestra postura es compartir lo expresado
en el fallo de la Corte y también por Kemelmajer de Carlucci, en el sentido que
respetar un concepto de protección absoluta de la vida del embrión y conside-
rarlo persona, implicaría, una prohibición de la técnica, toda vez que, hasta el
momento, no existe una opción para practicar la FIV sin que exista alguna posi-
bilidad de pérdida embrionaria.

Si bien no hay una tercera opción, al embrión logrado por FIV se lo inviste de
personalidad jurídica o no, lo que depende de cada postura y sus argumentos,

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.34


pero entendemos que no considerarlo persona no significa que todo está permi-
tido. Por ello, el hecho de sostener que jurídicamente la existencia de la persona
comienza desde la implantación no significa entender que el derecho pueda des-
atender su función tuitiva en la etapa inicial. Ante la pregunta ¿qué proteger en
los primeros catorce días si no existe la persona? Puede formularse la pregunta
inversa ¿por qué configurar la persona para proteger? En realidad lo que se pro-
tegen son valores: vida y dignidad humana. Nos apoyamos en la clara distinción
que realiza Alfredo Orgaz entre vida humana y persona humana. (14) Asimismo
en expresión de G. Bidart Campos “la vida es un valor jurídico que no necesaria-
mente se corresponde con uno o más derechos, no obstante la Constitución está
en condiciones de depararles protección, porque siempre y en general —como
principio— los valores jurídicos guardan alguna relación, aunque sea mediata y
remota, con los derechos”. “Es posible admitir, que en una breve etapa prime-
riza de la vida humana en gestación el ser vivo no es todavía una persona y, por
ende, no titulariza un “derecho” a la vida; pero aún así “su” vida como valor debe
disfrutar de plena tutela constitucional, pues hay relación suficiente con el futuro
derecho a la vida que titularizará ese ser cuando, prosiguiendo su desarrollo
naturalmente biológico, alcance la entidad ontológica y jurídica de su persona-
lidad (o sea, cuando sea persona); a partir de allí, coincidirán la vida humana
como valor y el derecho a la vida de la persona por nacer”. (15) En igual sentido
se expresan Marciano Vidal y Francisco Javier Gafo Fernández. (16)

Si esto se admite, se puede opinar que si con la fecundación ya hay vida, nada
impide que desde ese momento se establezcan medidas de protección prescri-
biendo qué conductas resultarán prohibidas y cuáles permitidas. Esta es una
decisión de política legislativa, que se apoyará en las consideraciones de la
doctrina y, en el caso, de la información que ofrece la ciencia médica. Pero al
situarnos frente a cuestiones de tan alta significación, las definiciones deben ir
precedidas de debates éticos, desprovistos de prejuicios y con apoyo en una
ética laica y civil; en ellos los Comités de Bioética pueden ocupar un lugar pri-
mordial.

Como no hay una tercera opción, el debate respecto al inicio de la existencia de


las personas físicas se ubica en dos extremos: 1) considerar su comienzo desde
la fecundación, lo que generaría un rechazo total a todo tipo de investigación, o
aún desechar un embrión cuando así lo aconseje el acto médico; 2) considerar
su comienzo desde la implantación, lo que puede generar la aceptación y per-
misión de todo tipo de conductas que atenten contra la vida que se inicia con la
fecundación. Para transitar un camino intermedio, es preciso conciliar respecto
de algunos valores no discutibles por las partes y ese valor lo puede configurar
el respeto a la vida y la dignidad humana. En este sentido y sosteniendo que
no es jurídicamente necesario ser persona para lograr la protección del ordena-
miento jurídico, sino que dicha protección se puede lograr mediante el dictado
de leyes especiales (Estatuto o Protocolo) que establezca que conductas resul-
tan permitidas y cuales prohibidas. Por nuestra parte consideramos:

Conductas prohibidas: Entre ellas podemos mencionar: la experimentación que


altere el patrimonio genético de la especie o que realice experimentos negativos
para la especie humana (clonación, ectogénesis, fecundación y gestación inte-
respecies, etc); generación en laboratorio con un fin diferente a la procreación;
fecundación de óvulos innecesaria cuando se sabe de antemano que no todos
van a ser implantados.

Conductas permitidas: Podrían considerarse las siguientes: experimentación


con fines terapéuticos beneficiosos para el propio embrión; los embriones
producidos mediante fertilización in vitro, para fines procreativos, que queden

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 35


disponibles una vez implantados los que correspondan, podrían utilizarse con
aquellos propósitos de investigación si fuera en beneficio de la especie humana,
con el consentimiento de los donantes; los embriones no implantados por reco-
mendación del acto médico podrían ser utilizados con los efectos citados en el
punto anterior; si hubiesen sido fecundados un número mayor de embriones a
los implantados y éstos fuesen congelados y no reclamados, después de un
tiempo prudencial, por las personas de las que proceden, podría permitirse su
adopción.

Una propuesta vinculada al último punto, fue presentada en las XXIV Jornadas
por el Dr. Luis Daniel Crovi: “Se debe promover una ley que regule la adopción
prenatal o instituto similar que permita implantar el embrión abandonado en una
mujer, con idénticos requisitos que la ley establece para ser adoptante y bajo
un estricto control judicial”, pero lamentablemente no se aceptó su inclusión
por entender que no había sido punto de debate en la Comisión. Creemos que
también en el punto se perdió la oportunidad de brindar respaldo doctrinario a
una propuesta que no presenta objeciones morales y brinda respuesta a una
realidad existente.

Las técnicas de fecundación asistida se practican, en general con éxito, para


solucionar problemas que dificultan una fecundación natural. Entre los países
europeos que dictaron leyes sobre la aplicación de técnicas de Reproducción
humana asistida se puede apreciar distintos tipos de regulación legal, algunos
se rigen por recomendaciones de tipo médico-ético emitidas por instituciones
de profesionales médicos, otros mediante decretos y normativas y otros tienen
legislación especial tal el caso de: Suecia, Dinamarca, Noruega, España, Ingla-
terra, Alemania y Francia. La ley española es la nº 14/2006 y por Real Decreto
42/2010 se regula la Comisión Nacional de reproducción Humana Asistida que
había sido creada en 2006.

En todos hay disposiciones que importan un gran respeto a la vida, mas allá de
si el embrión o preembrión es persona jurídicamente, o sea respeto en ese lapso
que va desde la fecundación a la implantación y son países que, en general,
entienden jurídicamente que la persona comienza con el nacimiento.

Otra vertiente de argumentación que nos permitió reflexionar respecto a cuando


recurrir a la técnica de FIV y que influye en la regulación del Estatuto, es un argu-
mento moral que proviene del valor de la autonomía y está basado en una con-
cepción de autonomía, o sea no es un argumento fundado en alguna concepción
religiosa o metafísica. Nos referimos a ello en el siguiente punto.

4. La autonomía personal y los límites de la autonomía

Expresa Kemelmajer de Calucci (17) que la autonomía se nutre de dependen-


cia, ya que dependemos de una educación, de un lenguaje, de una cultura, de
una sociedad, de un cerebro y de nuestros genes. Si la autonomía supone ser
libre, el componente de esa libertad es una voluntad auténticamente racional y
una razón que se expresa a través de la voluntad. Ser libre supone poder elegir,
contando con información, las alternativas posibles y las consecuencias de las
mismas, que las acciones y las elecciones personales no deben ser constreñidas
por los demás. En el ámbito de la salud hay cierto consenso en que cuando la
conducta personal no comprometa a terceros se recluye en el ámbito de la pri-
vacidad, de la autonomía de la voluntad.

Ahora bien, en el tema que hoy nos ocupa y respecto a la autonomía personal
podemos preguntarnos: 1) ¿Existe un derecho a procrear? Si la respuesta es

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.36


afirmativa, entonces, 2) ¿Existen medios moralmente incorrectos de procrear?,
3) ¿Cómo deben las instituciones públicas regular la procreación? 4) ¿Existe
algo inmoral en el proceso de procrear cuando está bajo el control de alguien?,
o sea que el proceso de procrear pasa por la interferencia de terceros 5) ¿Cuál
es el modo digno, sin objeción moral, para crear seres autónomos y libres y que
son un fin en sí mismos? (18)

Respecto a la primera pregunta consideramos que si bien existe un derecho a


procrear, no es absoluto y que deba lograrse cualquiera sea el medio para ello.
Siguiendo a Seleme podemos decir que se concibe el derecho a procrear o la
autonomía reproductiva atendiendo al modo —positivo o negativo— en que se
concibe ese derecho. En este sentido puede ser concebido como un derecho
negativo: se trata de una protección de la interferencia de terceros en la decisión
personal de procrear, o sea un individuo es libre de procrear y su derecho no se
encuentra vulnerado, cuando es posible para esa persona decidir y llevar ade-
lante sus decisiones reproductivas sin la interferencia de terceros. En la versión
amplia abarca a todos los medios de procreación existentes, incluyendo hacer
lo moralmente incorrecto. En la versión restringida, sólo incluye aquellos medios
que se consideran moralmente correctos. Supongamos el caso de una pareja
homosexual que decide llevar adelante su decisión de procrear, al tener un impe-
dimento natural, la versión amplia sostendría que existe el deber de no interferir
en el desarrollo de la técnica de reproducción elegida; mientras que la versión
restringida sostendría que tal deber de no interferir no existe si la técnica elegida
es moralmente incorrecta.

Entendido el derecho a procrear como un derecho positivo, significa el deber


que tienen otros de asistir para que las decisiones reproductivas personales
puedan ser llevadas adelante. También tiene una concepción o versión amplia y
una restringida. Para la amplia asistir es análogo a curar, o sea quitar los impe-
dimentos, supongamos nuevamente el caso de una pareja homosexual: curar es
que existe el deber de facilitarle el acceso a la técnica de reproducción asistida
(recurrir a un donante de semen u óvulo) la pareja sufre de un impedimento
reproductivo que tenemos el deber de ayudarle a superar. Mientras que en la
concepción restringida sostendría que ese deber de asistir no existe puesto que
el impedimento que sufre o tiene la pareja son impedimentos que cualquier ser
humano sano tendría, no sufre de algo que deba ser curado, el impedimento
es natural. El debate de estas posiciones es en cuanto al modo de procrear, en
cuanto al marco en que el derecho a procrear es incluido, el debate se instala en
doctrinas filosóficas más amplias y los más relevantes han sido desarrollados en
las posturas liberales, comunitaristas o feministas, que no son motivo de análisis
aquí, pero pueden consultarse en el trabajo de Seleme citado.

Señalar si el derecho a procrear es concebido como un derecho negativo (deber


de no interferir en la decisión) o positivo (deber de asistir para llevar adelante
la decisión) —en sus dos versiones— y en consecuencia qué tipo de deber se
correlaciona con cada una, nos permitió reflexionar (19) sobre si existe algo
intrínsicamente disvalioso en estos medios de reproducción y la pregunta es
¿existen técnicas de reproducción que sean moralmente incorrectas, con total
independencia de que no dañen a la persona concebida o a terceros?, ¿exis-
ten técnicas de reproducción que vulneren algún valor moral? Para muchos no
existe nada incorrecto y lo fundan en un argumento por analogía, comparando
con la donación de órganos.

El argumento basado en una concepción de autonomía que considera que es


valioso que nos concibamos a nosotros mismos como sujetos autónomos y que
otros no están autorizados a ejercer control sobre nosotros, podemos trasladarlo

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 37


a la creación de seres humanos mediante técnica de reproducción asistida. Por
ello compartimos con Seleme que: “Una vez que tenemos en mente que el indivi-
duo a ser procreado es un individuo autónomo, la pregunta por si existen medios
de reproducción moralmente objetables puede ser vista desde una nueva óptica.
De lo que se trata es de establecer cuáles son los medios moralmente adecua-
dos de crear un individuo sobre el cual nadie está habilitado a ejercer control”
... (20) Por cierto que “los mecanismos moralmente correctos para procrear son
sólo los mecanismos biológicos naturales, porque este proceso de procreación
no se encuentra bajo el control de nadie y lo vuelve moralmente apto para gene-
rar a un individuo sobre el cual nadie estará autorizado a ejercer control. En
consecuencia mientras más alejado se encuentre el mecanismo de procreación
de los mecanismos naturales —sobre los cuales nadie tiene control-mayor será
su objetabilidad moral, en tanto será menos adecuado para crear a un individuo
cuya autonomía requiere que no se encuentre sometido a la voluntad de nadie.
Las técnicas de reproducción asistida que reducen al mínimo la interferencia en
el proceso de procreación natural y crean un individuo, son moralmente menos
reprochables que aquellas que son altamente intrusivas...”. (21)

Esta concepción de autonomía lo lleva a Seleme a pensar sobre el modo correcto


de diseñar las instituciones públicas y considerar que la “maternidad subrogada”
—y en general las técnicas de reproducción asistida— son incorrectas y debe-
rían ser desincentivadas por las instituciones públicas. (22) Por nuestra parte,
esta concepción de autonomía nos permitió reflexionar sobre nuestra postura y
en este sentido si bien consideramos que el emplazamiento jurídico de la per-
sona es a partir de la implantación del embrión en la mujer —cuyos argumentos
se expresan en el punto 3 de este trabajo—, encontramos límites al uso de las
técnicas de reproducción humana asistida, que señalamos a continuación en la
consideración 4.

5. Consideraciones finales

Conforme a estas razones, sostenemos:

1. La existencia jurídica de la persona humana comienza con la concepción,


entendida como implantación en el seno materno. No es jurídicamente necesario
ser persona para lograr la protección del ordenamiento jurídico. El pre-embrión
se encuentra en un status objeto de una tutela jurídica especial por su potencia-
lidad de serlo. Se deben dictar normas que regulen su tratamiento y conserva-
ción”. Los argumentos fueron expresados en el punto 2 y 3 de este trabajo.

2. El juicio ético o de corrección moral sobre las técnicas de reproducción


humana asistida es previo a la regulación de las mismas y sobre todo para regu-
lar el Estatuto o leyes especiales, este debate ético debe darse en el Parlamento,
pues de ese debate se brindará mayor o menor protección, se decidirá cuantos
se fecundan, cuantos se transfieren, se permitirá o no la criopreservación, que se
hace con los embriones criopreservados, permitir o no la donación, lo referente a
la investigación con embriones, y algo más: si la fecundación es procedente sólo
con material genético de la pareja o si se permite (semen u óvulos de terceros),
en esto hay interferencia de terceros; si se aceptan o no llevar adelante técnicas
de reproducción humana asistida en parejas homosexuales, en mujeres solas y
otras preguntas que surjan.

3. Entendemos que no son incompatibles el juicio ético que apunta a la inter-


vención de terceros en el proceso de reproducción humana mediante técnicas
y la decisión sobre el comienzo de la vida humana, porque son dos momentos
o debates distintos. En efecto, el debate ético se instala previo a decidir si se

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.38


aceptan o no el uso de técnicas y si se aceptan, (que consideramos el legislador
no puede desentenderse debido al avance y posibilidades de éxito que tienen),
regular el uso de las mismas. La decisión sobre el comienzo de la vida es pos-
terior al juicio ético, si bien puede para tomar esta decisión hacer el juicio de
corrección moral.

4. Desde nuestra perspectiva de análisis reconocemos que la salud es un dere-


cho humano esencial que comprende la salud reproductiva, pero consideramos
que el derecho a la procreación debe hacerse efectivo con límites. No acorda-
mos con la amplitud con que se ha regulado en la ley 26.862 y el decreto 956.

No encontramos objeción moral en aceptar las técnicas de reproducción que


asistan, ayuden a procrear en caso de: a) dificultades físicas para la traslación
de los gametos; b) infertilidad de alguno de los miembros de la pareja donde
deba recurrirse a dación de gametos, pero con límites: al menos de uno de los
miembros de la pareja debe aportar material; debe tratarse de pareja estable con
tiempo mínimo de convivencia (que podría ser de dos años). No aceptar la téc-
nica cuando el material genético provenga de dos personas distintas a la pareja.

Pero si encontramos una objeción moral en la gestación por sustitución. En el


caso de parejas homosexuales masculinas no hay infertilidad, ambos integran-
tes pueden no padecer esterilidad, lo que existe es un impedimento natural para
gestar, para acceder a la paternidad conjunta se debe recurrir a una tercera per-
sona que lleve adelante la gestación, en este caso para nosotras hay un límite
ético porque la creación de un ser autónomo depende y está absolutamente bajo
el control e interferencia de terceros. El límite ético también existe para aquellos
casos donde la mujer tiene imposibilidad de llevar adelante el embarazo y pre-
tende superarlo de este modo.

Autoras partidarias de la gestación por sustitución aducen que en estos casos


los padres no han podido serlo de otro modo y desean fervientemente un hijo,
por ello recurren a esta práctica enfrentando dificultades de diversa índole para
lograr el nacimiento de un niño, que es querido y será educado por tanto no está
afectada la dignidad del niño. Sostienen que disociar los elementos genéticos
y biológicos de la función parental no es un tema nuevo; también en torno a un
niño adoptado se generan cuestiones complejas. Que no estaría en juego el
interés del niño ya que no hay estudios que así lo indiquen. (23)

Por nuestra parte consideramos que en la gestación por sustitución quienes


recurren al método lo hacen para superar un límite que la naturaleza ha deter-
minado, buscan procrear y gestar un niño para dar respuesta a intereses pura-
mente personales. Respecto a la protección del interés del niño, estimamos que
tampoco hay evidencias suficientes que corroboren y justifiquen desde lo racio-
nal que su interés esté a resguardo. Distinta es la situación que plantea la adop-
ción, aquí se procura dar respuesta a una realidad que ya existe, el niño está, ya
nació, y lo que se procura es darle una solución.

Por todo ello acordamos por unanimidad en las recientes Jornadas, de lege
ferenda que: “Se propicia la reforma de la ley 26.862 a fin de brindar protección
adecuada a los embriones humanos”.

 (*) El presente trabajo se realizó partiendo de las ideas y argumentos que sostu-
vimos en las XIX Jornadas Nacionales de Derecho Civil, realizadas en la ciudad de
Rosario, en el año 2003 y las recientes XXIV Jornadas Nacionales de Derecho Civil,
que se llevaron a cabo en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires,
los días 26, 27 y 28 de noviembre del presente año.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 39


(1) La Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa
Rica), prescribe en el art. 4: “Derecho a la vida. 1. Toda persona tiene derecho a que
se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir
del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente.”

(2) Tal vez la no concurrencia en esta oportunidad de voces doctrinarias que en las
XIX Jornadas se pronunciaron por la tesis de que el comienzo de la existencia de la
persona humana se da a partir de la implantación, pudo haber influido para que el
debate no fuese del todo fructífero.

(3) Comienzo de la existencia de las Personas Físicas. Ponencia presentada por las
Prof. María Virginia Bertoldi de Fourcade, María del Carmen Cerutti y María Cristina
Plovanich. Libro de Ponencias XIX Jornadas Nacionales de D. Civil, T.I., Ed. Rubinzal-
Culzoni, Año 2003, p. 65.

(4) Caso Artavia Murillo y otros (“Fecundación in Vitro”) vs. Costa Rica, 28 de noviem-
bre de 2012. En adelante CIDH.

(5) Desde ya expresamos que si la razón es puramente personal y no por cuestiones


de salud, entendemos que no debiera cubrirse el costo de conservación de ovocitos
y debería ser asumido por la interesada.

(6) La técnica también es empleada para la crioconservación de embriones. A dife-


rencia de la congelación clásica, la vitrificación enfría las células de forma extraordi-
nariamente rápida. Así se consigue que menos embriones resulten dañados y que
tengan mejor tasa de implantación.

(7) Ver un detallado análisis sobre las presentaciones judiciales al respecto y las
respuestas de los tribunales nacionales en HERRERA, Marisa; De La TORRE, Nata-
lia; BLADILO, Agustina, Cubrir y descubrir la lógica de la doctrina jurisprudencial en
materia de técnicas de reproducción asistida, 2013-05-01, SJA 2013/05/01-13; JA
2013-II. Abeledo Perrot Nº: AP/DOC/521/2013. Ver análisis jurisprudencial sobre el
tema. Tratamiento doctrinario. Cita 2.

(8) Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de La Matanza, sala I, “M., N. M.”,


19/03/2013 Abeledo Perrot Nº: AP/JUR/307/2013.

(9) Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata, “G., G. G. y otro v. A.M.F.F.A.”,
27/03/2013; Publicación: APBSASJD 08/05/2013, Abeledo Perrot Nº: AP/
JUR/263/2013.

(10) KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída. En Conferencia pronunciada en la Acade-


mia de Derecho de Córdoba, el día 19/4/2012, sobre “La bioética en el anteproyecto
de Código Civil y Comercial de la Nación de 2012”.

(11) BURGORGUE, Laurence - LARSEN, La erradicación de la impunidad: claves para


descifrar la política jurisprudencial de la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
en El Derecho en movimiento. En Homenaje a Elena Highton, Rubinzal Culzoni Edi-
tores, Santa Fe, 2012, p. 24.

(12) DRNAS DE CLÉMENT, Zlata, Corte Interamericana De Derechos Humanos


¿Cuarta Instancia?, Interamerican Court of Human Rights Fourth Instance, p.2, Aca-
demia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba, www.acaderc.org.ar

(13) DRNAS DE CLÉMENT, Zlata, ob. cit. p. 40.

(14) ORGAZ, Alfredo, Personas Individuales, Assandri, Córdoba, 1961, p. 37. “Es
indudable que la vida humana comienza con la concepción, pero otra cosa es esta-
blecer desde cuándo existe persona humana, concepto éste más estricto y que
supone, la vida individual y autónoma...”.

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(15) BIDART CAMPOS, Germán J., “Derecho constitucional y bioética en relación
con la vida humana (Valor “vida” y “derecho” a la vida”), JA Nº 6113, Buenos Aires,
28/10/1998, p. 12 y sgtes.

(16) “La vida humana merece todo el respeto desde el momento de la fecundación.
...No le corresponde a la vida humana en gestación la categoría de “persona jurídica”
aunque sea un “bien” que ha de ser protegido por las leyes;...”, VIDAL, Marciano,
“El status humano del embrión”, en Bioética, Estudios de bioética racional, Tecnos,
Madrid, 2º edición, 1994, p. 38 y sgtes. Asimismo Gafo Fernández: “nadie puede
negar que la realidad biológica existente desde la fecundación, el zigoto, es indis-
cutiblemente humana, pero esto no significa automáticamente —como lo pretenden
algunos autores— que se trate de un pleno ser humano cuya vida tenga que ser res-
petada absolutamente”... GAFO FERNÁNDEZ, Francisco Javier, 10 palabras claves
en Bioética. Ed. Verbo Divino, Estella (Navarra) 1993, pág. 45 y sgtes.

(17) KEMELMAJER de CARLUCCI, Aída. En Conferencia pronunciada en la Academia


de Derecho de Córdoba, el día 19/4/2012, sobre “La bioética en el anteproyecto de
Código Civil y Comercial de la Nación de 2012”.

(18) Preguntas que nos formulamos tomando un excelente trabajo sobre maternidad
subrogada del Dr. Hugo Seleme. SELEME, Hugo O., “La maternidad por subrogación
y los límites de la autonomía: el debate que no fue”, LL 18/01/2013, LL, 2013-A, 647.
También en El Derecho en debate: cuestiones jurídicas contemporáneas, Ciencia,
Derecho y Sociedad, Ed. Facultad de Derecho y Cs. Sociales. UNC. Ed Advocatus,
Córdoba, 2013, p. 360.

(19) Tomamos de Seleme las preguntas que se indican y que el autor se formula en
el trabajo citado.

(20) SELEME, Hugo O. LL 2013-A, 647

(21) SELEME, Hugo O., LL 2013-A, 647. Nos permitimos resaltar en negrita el último
párrafo.

(22) SELEME, Hugo O., LL 2013-A, 647.

(23) KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída - LAMM, Eleonora - HERRERA, Marisa, Por


qué sí a la regulación de la gestación por sustitución, a pesar de todo. http://es.scribd.
com/doc/109412311/Gestación-por-sustitución.

m1 |contenidos | IC

información complementaria 7

Capacidad

El sujeto de las relaciones jurídicas. Atributos: Capacidad. Incapacidad.

El Código y Comercial de la Nación en el Libro I, titulado Parte General, en el


Título I Persona humana, en la Sección 1ª, Capítulo 2, trata lo referido a la Capa-
cidad y sus Principios generales. Se asume que no hay un concepto general de
capacidad, sino que se define a cada clase de capacidad y en ambas se sienta
como principio general que la capacidad es la regla.

El Código refleja el respeto a los valores de dignidad, libertad y autonomía, y en


líneas generales establece:

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 41


- En materia de capacidad la regla es la capacidad y la incapacidad la excep-
ción, arts. 22 y 23.
- La capacidad de derecho no presenta modificaciones significativas solo ade-
cuaciones, por ejemplo se establecen prohibiciones para realizar determina-
dos actos conforme al régimen de uniones convivenciales que se incorpora.
- Respecto a la capacidad de ejercicio, no hay un sistema rígido de capaci-
dad-incapacidad, sino que el criterio es la flexibilidad.
- En cuanto a restricciones o incapacidad en razón de afecciones a la salud
mental, se adoptan los principios generales de las normas internacionales
referidas al tema, por otra parte ya incorporados a la Ley de Salud Mental,
arts. 311. Es el primer Código que ajusta la regulación de la capacidad a la
Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad, del 13 de diciembre de 2006 (ley 26.378).
- La internación es un recurso extremo, solo se aplica en caso de riesgo para
sí o para terceros, al igual que lo dispone el art. 41 de la LSM.
- Se resguarda y preserva la autonomía, el autogobierno, arts. 31, 33, 36,38.
- Como respeto a la libertad y autodeterminación, en el supuesto de falta per-
manente o transitoria de salud mental, puede contraerse matrimonio previa
dispensa judicial; para otorgarla el magistrado deberá contar con un dicta-
men anterior de los equipos de salud, y mantener una entrevista personal
con el futuro contrayente, art. 405.
- Otra muestra de respeto a la autodeterminación es la posibilidad de desig-
nar, cuando se goza de capacidad, a un futuro curador mediante directiva
anticipada, art. 139.
- Se mantiene la edad mínima de la imputabilidad para los actos ilícitos en 10
años, Daño involuntario: art. 1750.

Régimen de la Capacidad de derecho.

El art. 22 proyectado dispone: “Capacidad de derecho. Toda persona humana


goza de la aptitud para ser titular de derechos y deberes jurídicos. La ley puede
privar o limitar esta capacidad respecto de hechos, simples actos, o actos jurídi-
cos determinados.”

En lo terminológico se adopta la denominación tradicional en derecho argentino,


que utiliza la doctrina y emplea Vélez Sarsfield en su Código Civil, art. 949 y
nota2. Es una acepción que, tiene arraigo en nuestro sistema jurídico3.

Art. 51 del Cód. Civil: “ Las personas de existencia visible son capaces de adqui-
rir derechos o contraer obligaciones. Se reputan tales todos los que en este
Código no están expresamente declarados incapaces.”

En doctrina nacional Alfredo Orgaz decía: “Se llama capacidad jurídica o capa-
cidad de derecho a la aptitud que tiene la persona para ser titular de derechos y
deberes. Esta aptitud, …,constituye la nota esencial de la personalidad”4. Tam-
bién se expresa para ser titular de intereses, o de relaciones jurídicas o en un
concepto más estrecho de obligaciones. Se trata de una cualidad esencial, que
define y caracteriza de un modo especial a la persona, junto con su nombre,

1 En adelante LSM.
2 La doctrina francesa la denomina de goce y la italiana usa la expresión
capacidad jurídica o de goce.
3 TOBIAS, J., en Código Civil y normas complementarias, Dir. Alberto J.
Bueres, T. 1. Ed. Hammurabi, Bs.As., 2005, p. 31.
4 ORGAZ, Alfredo, Personas Individuales, Editorial Assandri, Córdoba, 1961,
p. 161.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.42


estado civil o de familia, domicilio y patrimonio, y como atributo es innato, nece-
sario, vitalicio, e indisponible.

El Código Civil y Comercial no introduce un concepto de persona como género,


sino que trata por separado a cada tipo. Con referencia a la Capacidad de dere-
cho de la persona humana establece que “goza de la aptitud para ser titular de
derechos y deberes jurídicos”; la formulación adoptada pareciera mostrar que
el legislador se inclina por la postura que indica que la persona es un prius que
precede a la idea de capacidad, al que el ordenamiento jurídico le reconoce esa
potencialidad como un posterius.

Al definir a la persona jurídica el artículo 141 dice: “Son personas jurídicas todos
los entes a los cuales el ordenamiento jurídico les confiere aptitud para adquirir
derechos y contraer obligaciones para el cumplimiento de su objeto y los fines
de su creación”.

a. Contenido.

Se mantiene la expresión “aptitud para ser titular de derechos y deberes jurídi-


cos”, de este modo se respeta la tradición jurídica y no se innova en enuncia-
dos consolidados. La perspectiva constitucional con que se ha estructurado el
Código unificado y el sentido de respeto a la persona humana, permitirá enten-
der su contenido con un sentido generoso, comprensivo tanto de derechos sub-
jetivos como de intereses jurídicamente protegidos, tal como lo postula parte
de la doctrina nacional. La noción de capacidad se vincula a la titularidad de
derechos subjetivos y deberes5, y en los últimos tiempos Tobías postula una
comprensión más abarcativa del concepto de derecho subjetivo e indica la nece-
sidad de una mirada diferente a la correlación entre capacidad de derecho y
titularidad de derechos subjetivos. Sostiene que “la consideración de la persona
como valor fundamental del ordenamiento jurídico ha determinado que en los últi-
mos tiempos se le reconozcan intereses que no se corresponden con el modelo
conceptual del derecho subjetivo. A la par de la individualización de nuevos dere-
chos —a la información, a la identidad personal, a la salud, etc.— se asiste a una
suerte de pérdida de terreno de la categoría dogmática del derecho subjetivo,
entendida como la única idónea para abarcar de manera exclusiva el cúmulo de
intereses protegidos por el sistema jurídico”6.

Entendemos que las expresiones no resultarán restringidas a la idea estricta


de derecho subjetivo entendido como la facultad, o potestad reconocida por el
ordenamiento en una norma objetiva, sino que admitirá la visión extensa que
desde hace tiempo se impone en doctrina y jurisprudencia. Muestra de ello es el
concepto de daño que se incorpora en el art. 1737: “Hay daño cuando se lesiona
un derecho o un interés no reprobado por el ordenamiento jurídico, que tenga
por objeto la persona, el patrimonio, o un derecho de incidencia colectiva”; o
de la Obligación definida por el art. 724: “es una relación jurídica en virtud de la
cual el acreedor tiene el derecho a exigir del deudor una prestación destinada a
satisfacer un interés lícito…” .

5 Para un completo tratamiento del tema ver TOBÍAS, José W., La persona
humana en el Proyecto, La Ley, Lunes 25 de junio de 2012, AÑO LXXVI N° 117, y en
DFyP, julio, 2012, p.261.
6 TOBIAS, J., “Derecho de las personas”, y en La persona humana en el
Proyecto, La Ley Lunes 25 de junio de 2012 AÑO LXXVI N° 117, y en DFyP, julio,
2012, p.261.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 43


b. Limitaciones.

Esta aptitud, al decir de Alfredo Orgaz7, existe en “los límites de la ley”, art.
53. La capacidad de derecho refleja un atributo que solo reconoce limitaciones
impuestas o derivadas de de la ley estrictamente y que admite gradaciones en
supuestos específicos, que resultan de la propia ley y cuya interpretación es de
por sí restrictiva, no pudiendo suplirse por representación.

Por consideraciones de orden superior la ley limita en casos determinados la


capacidad de derecho de las personas, Son prohibiciones particulares que se
establecen por resultar incompatible la situación en que se encuentran determi-
nadas personas con un interés que el legislador quiere preservar. No alcanza a
una persona determinada, sino para todos los que se encuentren en esa situa-
ción, padres, tutores, jueces, etc. En modo alguno se ve afectada la igualdad de
las personas, sino que como expresa Orgaz “la verdadera igualdad no consiste
simplemente en tratar a todos de la misma manera, sino en tratar de la misma
manera a todos los que se hallan en la misma situación”.

Se mantiene el criterio de que solo la ley establece las prohibiciones o incapa-


cidades y, si la capacidad es la regla y la incapacidad la excepción, el criterio
interpretativo debe ser restringido. Se apunta como modificación la última parte
del artículo: “La ley puede privar o limitar esta capacidad respecto de hechos,
simples actos, o actos jurídicos determinados”, las limitaciones pueden referirse
no solo a actos jurídicos sino a hechos o actos no negociales, simples actos
lícitos; podrían surgir dudas acerca de cuál es la categoría a que hace referencia
la expresión “simples actos”, si es a la gestión de negocio ajeno o es alguna
distinta.

En líneas generales las limitaciones son las mismas existentes en el Código de


Vélez y en el sistema argentino; se incorporan las que derivan de los nuevos
modos convivenciales aceptados.

Así respecto a los padres dispone el Art. 689.- Contratos prohibidos. Los
progenitores no pueden hacer contrato alguno con el hijo que está bajo su res-
ponsabilidad. No pueden, ni aun con autorización judicial, comprar por sí ni por
persona interpuesta, bienes de su hijo ni constituirse en cesionarios de créditos,
derechos o acciones contra su hijo; ni hacer partición privada con su hijo de la
herencia del progenitor prefallecido, ni de la herencia en que sean con él cohe-
rederos o colegatarios; ni obligar a su hijo como fiadores de ellos o de terceros.

La misma prohibición rige respecto de tutores, Art. 120, y curadores, Art. 138. En
el capítulo de la donación, art. 1550.

Con relación a las limitaciones para contratar están dispuestas en las disposiciones
generales aplicables a todo contrato en el Libro Tercero, Título II. Contratos en
general, Sección 5°, Capítulo 4 Incapacidad e inhabilidad para contratar.

Art. 1001.- Inhabilidades para contratar. No pueden contratar, en interés propio


o ajeno, según sea el caso, los que están impedidos para hacerlo conforme a
disposiciones especiales. Los contratos cuya celebración está prohibida a
determinados sujetos tampoco pueden ser otorgados por interpósita persona.

Art. 1002.- Inhabilidades especiales. No pueden contratar en interés propio:


a) los funcionarios públicos, respecto de bienes de cuya administración o
enajenación están o han estado encargados;
7 ORGAZ, Alfredo, ob.cit., p. 163 y 164.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.44


b) los jueces, funcionarios y auxiliares de la justicia, los árbitros y mediadores,
y sus auxiliares, respecto de bienes relacionados con procesos en los que
intervienen o han intervenido;
c) los abogados y procuradores, respecto de bienes litigiosos en procesos en
los que intervienen o han intervenido.

Para suceder por testamento: 2482.

Régimen de la capacidad de ejercicio.

Dice el Art. 23.- “Capacidad de ejercicio. Toda persona humana puede ejercer
por sí misma sus derechos, excepto las limitaciones expresamente previstas en
este Código y en una sentencia judicial”.

El texto predica esta categoría de capacidad respecto de la persona humana, y


respeta el principio de que la capacidad es la regla y la limitación la excepción;
hace expresa referencia a que éstas pueden surgir de la ley o de sentencia judi-
cial.

Se opta por denominar Capacidad de ejercicio a la facultad que implica poder


ejecutar por sí los derechos y deberes de los cuales se es titular. Tal como
expresa Tobías, no hay denominación exenta de críticas, y precisamente en doc-
trina nacional este es uno de los juristas que presenta objeciones a la designa-
ción escogida8 pues en su criterio “existen formas de ejercicio de aquellos que
no requieren de esta capacidad, como sucede con aquellas formas de ejercicio
que se concretan en actos no negociales —simples actos lícitos— para cuya vali-
dez, en muchos casos, resulta suficiente el discernimiento” y además “excluiría
los hechos humanos puramente recepticios. Surge así el problema, de indudable
importancia práctica de determinar si la necesidad de la capacidad de ejercicio
se extiende a los casos en que la persona no “obra” o “ejerce”, sino que “recibe”
(una manifestación de voluntad recepticia constitutiva de un hecho de “concien-
cia” o “conocimiento” por parte del destinatario)”.

Es en materia de capacidad de ejercicio donde se encuentran las mayores inno-


vaciones. Subyace una nueva concepción que parte de los principios constitu-
cionales de dignidad, igualdad, no discriminación, que si bien siempre estuvieron
presentes en el sistema jurídico argentino, se vieron robustecidos luego de la
reforma constitucional de 1994, Art 75 inc. 22, y la recepción entre otros de la
Convención sobre los Derechos del Niño; Convención Internacional sobre los
Derechos de la Personas con Discapacidad, las Reglas de Brasilia sobre Acceso
a la Justicia de las Personas en Condición de Vulnerabilidad (100 Reglas de
Brasilia). Por eso se dice que la capacidad de ejercicio también reconoce raíz
constitucional, en cuanto todas las personas están facultadas para realizar todo
aquello que la ley no prohíbe. Se amplía a posibilidad de pedir la propia restric-
ción a la capacidad o incapacidad (art. 32), intervención en el proceso (art. 36),
proponer apoyos (art. 43), actos de disposición sobre el propio cuerpo (art. 56),
directivas médicas anticipadas (art. 60), etc.

8 TOBÍAS, Jose, Comentario Art. 31 en Código Civil y normas complementar-


ias, Dir. Alberto J. Bueres, T. I. Ed. Hammurabi, Bs.As., 2005, p. 96, 97; en Derecho de
las personas, Ed. La Ley, Bs. As. 2009, p. 117 y sgtes. y en “La persona humana en
el Proyecto”, La Ley Lunes 25 de junio de 2012 AÑO LXXVI N° 117, y en DFyP, julio,
2012, p.261.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 45


Se sientan principios generales, se ordenan y estructuran las reglas conforme
los cambios ya introducidos al sistema en los últimos años y las leyes dictadas
en consecuencia9.

La disposición elimina la clasificación de incapacidades de obrar diseñada por


Vélez y siente el principio general de la capacidad para señalar que las limita-
ciones sólo pueden derivar de la ley o de una sentencia judicial fundada en la
misma. Este último criterio introduce la flexibilidad en el concepto de incapaci-
dad.

En el Cód.Civ. y Com. se han eliminado la clasificación entre incapacidad de


hecho absoluta y relativa; como así también la categoría de menor impúber
(incapaz absoluto), menor adulto (incapaz relativo), demente (incapaz absoluto),
sordomudo (incapaz absoluto).

De modo que opera la tendencia según la cual las sentencias deben determinar
en cada caso los límites a la capacidad de ejercicio de la persona.

9 Las ya mencionamos: Ley 26.061, Ley de Protección Integral de los Dere-


chos de los Niños, Niñas y Adolescentes; Ley 26.529 de Derechos de los Pacientes;
Ley 26.579, Mayoría de edad a los 18 años, Ley 26.657 de Salud Mental.

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Cuadro comparativo entre capacidad de derecho y capacidad de hecho.

DIMENSIONES INCAPACIDAD DE DERE- INCAPACIDAD DE HECHO


CHO
ESENCIA Falta aptitud para ser Falta aptitud para celebrar
titular de derechos (se le los actos jurídicos de la
prohíbe celebrar un acto vida civil (un conjunto de
singular). actos).
PERSONAS Persona humana o jurí- Personas humana.
dica.
FUNDAMENTO Necesidad de proteger Imposibilidad física o
ciertos intereses valiosos. moral de obrar por ausen-
La ley protege el recto cia de voluntad jurídica.
ejercicio de un cargo,
función o investidura.

ALCANCE Siempre relativa. De modo excepcional


absoluta o relativa, capa-
cidad restringida.
INTERÉS Público o privado. Siempre privado.
PROTEGIDO
DIRECCIÓN No considera el interés de Se establecen con un sen-
INSTITUCIÓN la persona que pretende tido tuitivo, de protección
actuar, sino un Interés para quien se encuentra
ajeno a esa persona. De en situación de vulne-
allí que se dice que las rabilidad. De allí que se
incapacidades de derecho dice que se determina a
perjudican a los afectados favor del incapaz: protege
por la prohibición. el interés de la persona
incapaz.
MODO DE No posee. Representante necesario
SUBSANAR. (responsabilidad parental:
REMEDIO progenitores; tutela; cura-
tela) o apoyo, en caso de
restricción a la capacidad
o inhabilitación.
CLASES No posee. De modo excepcional
absoluta o capacidad
restringida.
SANCIÓN VIOLACIÓN Acto nulo. Acto nulo.
Nulidad absoluta o rela- Siempre nulidad relativa.
tiva.
SISTEMATIZACIÓN No poseen. Sí poseen:
arts. 24, 32 y 48.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 47


m1 material

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m1 actividades

m1 | actividad 1

Las primeras consultas

Como primer paso, le proponemos responder a las siguientes cuestiones teóri-


cas y ejercitaciones IC 1 prácticas que le permitirán orientar su estudio y facilita-
rán la interpretación de situaciones reales a partir de sus conocimientos teóricos,
exigencia ineludible al momento de las evaluaciones.

En esta primera actividad abordaremos algunas cuestiones sobre atributos de


la persona.

Previo a ejercer la profesión elegida y, con el propósito de realizar una adecuada


preparación profesional, usted se ha incorporado al Estudio Jurídico “Asesores
Legales”. Allí se atienden cuestiones jurídicas vinculadas al área del derecho
privado, asuntos de derecho civil y comercial.

Como los abogados que están al frente del estudio saben que usted tiene forma-
ción adecuada para atender estas cuestiones, le derivan algunos casos para su
análisis y posterior resolución.

Es por ello que usted intentará resolver diferentes situaciones problemáticas que
se presentarán en esta materia. ¡A trabajar y buena suerte!

En todos los casos deberá producir un informe escrito fundado donde conste su
opinión sobre las cuestiones planteadas y las correspondientes citas de normas
legales, para ser presentado a los abogados que dirigen el Estudio “Asesores
Legales”.

A. La primera pregunta la realiza el técnico informático del estudio, Juan


Manuel Rosseti.
Tiene 18 años de edad, vive en Chile 191, ciudad de Córdoba, donde estudia
ingeniería electrónica en la Universidad Nacional de Córdoba.

Juan le cuenta que sus padres viven en Salta 32, ciudad de Río Cuarto, que
él no ha realizado cambio de domicilio, constando en su documento el de
sus padres.
Quiere saber qué tipo de domicilio tiene y si puede o debe realizar algún
trámite con relación a este tema.

B. El otro caso a resolver es el interrogante del matrimonio Vega.


Carlos Vega y Maria Kols de Vega han adoptado una niña de siete años, y
en su condición de padres adoptivos pretenden cambiar el nombre con el
que fue inscripta al nacer, Celeste Pérez, por el que usa desde que les fuera
entregada en guarda a los dos años, Milagros Vega. La menor es conocida
por el nombre que postulan los padres adoptivos, Milagros Vega, tanto en el

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.48


ámbito familiar y círculo de amistades, como en el establecimiento escolar al
que concurre donde cursa el segundo grado.
El matrimonio Vega espera su respuesta sobre la posibilidad de efectuar el
cambio pretendido y cómo deben hacer para formalizarlo.

C. Diferente problema es el que afecta al matrimonio Juárez.


María Adela López de Juárez y Miguel Juárez contrajeron matrimonio cons-
tituyendo domicilio conyugal en calle América 95, Villa María, Provincia de
Córdoba. Dos años después Miguel Juárez tuvo que trasladarse a la ciudad
de Bell-Ville, por haber sido designado encargado de un establecimiento agrí-
cola de la zona, estableciéndose en Bell-Ville, en calle Baltodano 234. La
esposa permaneció viviendo en Villa María.

Ahora ambos esposos deciden divorciarse, quieren iniciar las correspondien-


tes acciones legales pero no saben a qué juez deben dirigirse y esperan que
usted les indique cuál es el Juez competente de acuerdo al domicilio.

D. Laura Núñez, propietaria de un comercio mayorista de la ciudad de Cór-


doba.
Ella le relata que ha celebrado un contrato de compraventa de mercaderías
con Jorge Arzak, comerciante de La Rioja, quien ha adquirido artículos para
vender en un negocio que posee en aquella ciudad. Fijaron domicilio a los
efectos de ese contrato en la ciudad de Córdoba.
Como el comprador, Arzak, no cumple con el pago, Núñez quiere iniciar
acciones legales y demandar al deudor, según entiende debe hacerlo ante
los tribunales de Córdoba. Pero Arzak le ha dicho que debe demandarlo en
La Rioja pues allí vive él con su familia.
Núñez pretende que usted le determine cuál es la postura correcta.

m1 |actividad 1 | IC

información complementaria 1

Cuestiones teóricas y ejercitaciones

Como primer paso responda a las cuestiones teóricas y ejercitaciones prácticas


que se proponen a continuación. Ello le permitirá orientar su estudio y facilitará
la interpretación de situaciones reales a partir de sus conocimientos teóricos,
exigencia ineludible al momento de las evaluaciones.

Nociones generales
• Indague en el material básico los conceptos relativos a derecho subjetivo y
derecho objetivo,
• Represente en un cuadro sinóptico la clasificación de los derechos subjeti-
vos según su objeto.
• Indique en cada caso, cuáles son derechos absolutos y cuáles son derechos
relativos.
• Brinde un concepto de derecho civil.
• Exprese desde el punto de vista jurídico qué se entiende por Código.
• Señale cuál es, a su juicio, la importancia que tiene el método de un cuerpo
normativo y describa cuál siguió la Comisión redactora del Código Civil y
Comercial de la Nación.
• Identifique y desarrolle a través de un cuadro sinóptico: el plan de la estruc-
tura y el contenido del Código Civil y Comercial.
• Señale en qué libro del Código Civil y Comercial se encuentran reguladas las
materias que corresponden a la parte general.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 49


Algunos casos prácticos para trabajar:

Oriente a quienes realizan las siguientes consultas indicando en qué libro y sec-
ción del Código Civil y Comercial, encontrarán la respuesta a sus interrogantes:

• Estela de 16 años quiere casarse y desea saber si puede hacerlo sin autori-
zación de sus padres.
• Santiago pretende comprar una moto y quiere redactar un contrato apro-
piado.
• Julia Suárez ha quedado viuda con tres hijos. Desea saber en qué propor-
ción heredará ella y cada uno de sus hijos.
• Pedro quiere reclamar los daños sufridos por la explosión de una fábrica de
pirotecnia y necesita saber a quién debe requerírselos.
• Esteban quiere reconocer un hijo extramatrimonial y solicita saber si puede
hacerlo.

Atributos de las personas

1) Luego de realizar las lecturas propuestas en esta asignatura podrá:


a) Reelaborar un concepto de atributos de las personas.
b) Identificar cuáles son los atributos de las personas.
c) Diga: ¿cuáles son comunes a toda clase de personas?
d) Analice los caracteres de los atributos.

Nombre de las personas físicas


a. ¿cuáles son los elementos del nombre de las personas físicas?
b. ¿Cómo se adquiere cada uno?
c. Entre los caracteres de los atributos hay uno que es propio del nombre;
identifíquelo y diga si opera del mismo modo en las personas físicas que en
las jurídicas.
d. Diga qué acciones legales pueden ejercerse para proteger el nombre de las
personas. En cada supuesto señale, en forma de sinopsis, a quién se otorga,
con qué finalidad y qué requisitos deben acreditarse para su procedencia.

Domicilio.
a. Haga un cuadro sinóptico del que surja la clasificación de domicilio.
b. Explique las características o elementos relevantes de cada domicilio.
c. Mencione los supuestos de domicilio legal; analice los principales supuestos
de domicilio legal.
d. Identifique los elementos del domicilio real.
e. Explique las diferencias entre habitación y residencia; diga cuál merece con-
sideración para establecer el domicilio real.
f. De acuerdo a lo estudiado: ¿qué tipo de domicilio posee usted?

Estado
A partir del concepto actual de este atributo:
a. indique de qué tipo de persona se pregona este atributo, ¿por qué?;
b. enuncie cómo influye el atributo estado sobre los otros atributos de la per-
sona.

Capacidad
1. Después de distinguir los distintos tipos de capacidad, diga cuál de ellos es
atributo de las personas y por qué.
Realice un cuadro comparativo entre los caracteres de ambos tipos de capaci-
dad.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.50


Aplicaciones prácticas
1. Después de estudiar los atributos de la persona humana y sus caracteres
usted podrá dar respuesta a los siguientes planteos:

a) Carlos López vive con su familia en Las Perdices, donde sufre un grave acci-
dente. Para su mejor atención es trasladado a Río Cuarto, lugar en el que
fallece después de un mes de internación.
• ¿Cuál ha sido el último domicilio del Sr. López?
• ¿De qué clase de domicilio se trata? ¿Por qué?
• ¿En qué lugar deberá abrirse la sucesión?
• Cite normas legales.

b) Esteban Sánchez, de 17 años de edad, vive con sus padres en la ciudad de


Catamarca. Sus padres lo autorizan a radicarse en Córdoba para seguir la
carrera de medicina. Determine cuál es el domicilio de Esteban y qué clase
de domicilio es. Sustente su respuesta en normas legales.

c) Julián Suárez, de 16 años, trabaja en Carlos Paz y debe viajar todos los días
desde la casa de su tutor que vive en La Calera.
Conteste:
• ¿Cuál es el domicilio de Julián?
• ¿Qué tipo de domicilio es?

d) Soledad Martínez, de 16 años de edad, quiere agregar a su apellido el de su


madre. De acuerdo a las disposiciones legales vigentes:
• ¿qué condiciones deben tenerse en cuenta para autorizar o no la petición?
• Entre otras razones Soledad expresa que solicita el agregado pues sus otros
hermanos mayores están inscriptos con el apellido de ambos progenitores.
De acuerdo a las disposiciones del Cód. Civ. y Com. ¿tendrá incidencia este
argumento?

e) Un personaje malévolo y ridículo desarrolla en una telenovela la misma activi-


dad que Juliana Márquez en la vida real y lleva ese nombre. Juliana se siente
agraviada por ello.
• Si Juliana quisiera efectuar un reclamo judicial, ¿qué acción debiera iniciar?
• Enuncie los requisitos de la misma.
• ¿Qué cuestiones podría demandar Juliana?

m1 | actividad 2

La consulta del Sr. Franco Vicentelli

1) Abordajes teóricos
Para facilitarle la comprensión del material teórico lo invitamos a responder
las preguntas que se plantean a continuación y ejercitar los casos que se
proponen acerca de los siguientes temas:

Incapacidad

Luego de leer atentamente la bibliografía indicada:


• Establezca cuál es el principio general y cuál la excepción con relación
a la capacidad de las personas.
• Defina la incapacidad de derecho y la incapacidad de ejercicio.
• Establezca el fundamento de cada incapacidad.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 51


• Señale algunos supuestos de incapacidades de derecho establecidas en el
Código Civil.
• Señale los modos de protección de la persona con capacidad restringida o
incapaz de ejercicio.

Situación jurídica de los menores


Del estudio realizado habrá podido advertir que la edad tiene influencia: a) sobre
la capacidad para realizar actos lícitos, y b) sobre la imputabilidad de las perso-
nas.

1. Entonces, de acuerdo a la edad de una persona, refiera cuál es la situación


jurídica en cuanto a la capacidad de ejercicio.

2. Enuncie:
A) cuál es el principio que rige en cuanto a la capacidad de ejercicio de los
menores;
B) ¿en qué esfera de actos el hijo menor debe actuar bajo el régimen de repre-
sentación?

3. ¿en qué esfera de actos se le reconoce autonomía para actuar? y ¿a partir de


qué edad?

4. ¿Cuál es el criterio que adopta el legislador respecto a los actos referidos al


cuidado de la salud de los adolescentes?, ¿hay alguna diferenciación con-
forme la edad? en caso afirmativo ¿cuál es la edad que marca la diferencia?

Emancipados
Luego del estudio teórico de la cuestión en los textos indicados:

a) Determine cuál es la situación jurídica del emancipado respecto a la capaci-


dad de ejercicio.
b) Enuncie las formas de emancipación regulada en nuestro Código Civil y
Comercial.

Personas con capacidad restringida o incapacidad.


a) Después de leer atentamente la bibliografía indicada:

• Mencione los principios que imperan en el régimen legal de salud mental.


• Señale las exigencias que deben respetarse para que pueda iniciarse
el pedido de declaración de restricción de capacidad o incapacidad de
ejercicio por afección en la salud mental de una persona.
• Indique quiénes son las partes autorizadas para solicitar la declaración.
• Indique cada cuánto tiempo debe ser revisada la sentencia de restricción
de capacidad o incapacidad.

b) Explique si tienen eficacia los actos otorgados por una persona incapaz con
posterioridad a la sentencia que lo declara como tal.

c) Efectúe el mismo análisis respecto a los realizados con anterioridad a la sen-


tencia.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.52


Inhabilitados
1. A partir de la lectura del Código Civil y Comercial indique quién puede ser
inhabilitado.

2. Exprese cuál es la situación jurídica del inhabilitado.

2) Análisis de casos

Los asuntos que le derivan hoy son las consultas que ha efectuado el Sr. Franco
Vicentelli, que en realidad son inquietudes sobre diversas cuestiones. Recuerde
que en todos los casos deberá producir un informe escrito fundado donde
conste su opinión sobre las cuestiones planteadas y las correspondientes citas
de normas legales, para ser presentado a los abogados que dirigen el Estudio
“Asesores Legales”.

A. En primer lugar relata que está casado y tiene tres hijos menores de edad, uno
de los cuales Álvaro, de ocho años, padece de una grave afección, y según el Dr.
Hugo Sánchez, jefe del servicio de neonatología del hospital donde se encuentra
exige una inmediata transfusión sanguínea pues corre serio riesgos su vida.

El Sr. Vicentelli le manifiesta que su decisión es oponerse a la transfusión argu-


mentando una objeción religiosa de conciencia ya que él y su esposa son Tes-
tigos de Jehová. El médico Dr. Hugo Sánchez le ha dicho que solicitará al Juez
autorización judicial para realizar la transfusión de sangre.

El Sr. Franco Vicentelli quiere que usted le adelante cuál puede ser la decisión
que tome el Juez.

B. Otro de los problemas sobre los que requiere asesoramiento Vicentelli es una
decisión que deben tomar con su esposa con relación a Andrés, el segundo de
sus hijos. Es un joven de 15 años, que ha obtenido una beca de estudios otor-
gada por la Fundación Alianza Cultural Pro Música, para completar su formación
como violinista en Austria, con todos los gastos pagos. Su esposa se opone a la
salida del menor del país, ya que sostiene que en esta etapa difícil que atraviesa
la familia por la enfermedad del otro hijo, necesitan estar juntos y además los
recursos económicos están afectados por la misma razón.

Franco disiente con su esposa y está dispuesto a apoyar a Andrés pues cree
que es una valiosa oportunidad para el joven, por lo tanto quiere saber si existe
alguna posibilidad de solucionar este problema y espera de usted una respuesta.

C. Dados los gastos que debe efectuar la familia Vicentelli, ocasionados por la
enfermedad de uno de sus hijos y el probable viaje del otro, la hija mayor Silvia,
de 17 años de edad, casada con Esteban Verassi de 20 años, quiere ayudar a
sus padres.

Silvia recibió en herencia de una tía, un campo en Vicuña Mackena, con 150
vacas y 25 caballos. Como ella y su esposo viven en la ciudad de Córdoba no
puede explotarlo, por lo que les comunicado a sus padres la decisión de:

a) donar los caballos a su hermano Andrés, para ayudar a financiar los probables
gastos que pudiera tener éste en Europa,
b) vender las vacas y
c) arrendar el campo, y con lo producido por estos actos colaborar con los
gastos que la enfermedad acarrea.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 53


El Sr. Vicentelli tiene dudas sobre si Silvia puede o no realizar estos actos por sí
sola, o si por el contrario necesita que él o el marido la autoricen, y en conse-
cuencia espera su respuesta.

D. Por último Vicentelli, le relata que su madre la Sra. Marisel Luna Vda. De Vicen-
telli, de 72 años de edad, ha sido declarada persona con capacidad restringida
por sentencia judicial, pues padece cierto grado de senilidad que le hace olvidar
los sucesos inmediatos. A pesar de su situación la señora insiste en realizar algu-
nos actos sin aceptar ninguna opinión ajena, ni que nadie deba intervenir que no
sea ella sola. Ha decidido realizar los siguientes actos:

a) Vender un auto de su propiedad para adquirir un modelo más nuevo


b) Percibir el alquiler de un local comercial de su propiedad
c) Realizar testamento

Indique cuáles serían los pasos a seguir y qué instrumento o documento debiera
consultarse para conocer si puede o no realizar los actos mencionados por sí, o
necesita de la intervención de alguna otra persona y si así fuera con qué alcance.

m1 | actividad 3

Las consultas de los directivos de Personas Jurídicas

1) Abordajes teóricos
Como en anteriores oportunidades se le sugiere que conteste las siguientes
preguntas y resuelva las situaciones problemáticas que se indican a conti-
nuación:

1. A partir de la lectura del Código Civil y Comercial elabore un concepto de


persona jurídica.
2. Establezca cuáles son los presupuestos esenciales para la existencia de la
persona jurídica.
3. Enuncie los atributos de la persona jurídica y señale la diferencia con los de
la persona física.

• Realice un cuadro comparativo donde consigne las semejanzas y diferencias


entre “asociación” y “fundación”, teniendo en cuenta en cada caso dónde se
encuentran reguladas legalmente, la finalidad, quién provee el patrimonio,
órganos y quién las autoriza para funcionar.
• Diga qué principio rige la capacidad de las personas jurídicas y cuáles son
sus restricciones.
• Mencione una persona jurídica que usted conozca.
• El Club Atlético Río Suquía tiene por objeto el desarrollo de las aptitudes
sicofísicas de sus asociados. ¿Puede vender el inmueble donde funciona su
sede para adquirir otro más grande? Fundamente su respuesta.

2) Casos prácticos
Hoy han llegado hasta su estudio los directivos de una sociedad anónima y
de una Asociación a consultar sobre ciertos actos que han realizado o pre-
tenden realizar.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.54


A. En primer lugar el Sr. Alberto Ruberté le manifiesta que ha vendido un
inmueble a Juan Rodríguez, quien actuaba a nombre de la sociedad
“Juncal S.A”. Le relata que el precio y las condiciones de la venta extra-
limitaban los poderes conferidos por los estatutos sociales; que él cono-
cía esa situación pero creyó que no tendría importancia.

Entregó el inmueble a J. Rodríguez y al reclamar a “Juncal S.A” que can-


cele la totalidad del precio pactado, la sociedad se niega.

El Sr. Ruberté espera una respuesta suya sobre las posibilidades que
tendría de lograr el pago por parte de la sociedad.

B. La otra consulta la realizan los directivos de la mutual del Consejo Pro-


vincial de Educación. Expresan que sería importante para los afiliados
jóvenes poder contar con una guardería donde ubicar a sus hijos en el
horario de trabajo, pero para ello deben adquirir un inmueble.

Necesitan conocer su respuesta sobre si pueden o no adquirir el inmue-


ble con esa finalidad.

También le hacen saber de su inquietud para recaudar mayores fondos y


le comentan la posibilidad de instalar un casino en las sierras para explo-
tarlo. Antes de tomar ninguna decisión quieren saber si es legalmente
posible hacerlo.

Como en las consultas anteriores emita su opinión por escrito, fundamentándola


en normas legales.

m1 | actividad 4

Algunos casos prácticos para trabajar

Indique cuál es la respuesta correcta en las siguientes hipótesis:

Menores: situación jurídica del adolescente.

1. Sofía Vélez, de 16 años, quiere ir tres meses a visitar una amiga que vive en
Francia. Para poder hacerlo debe:
a) presentarse al Juez a solicitar autorización.
b) contar con autorización expresa de ambos padres.
c) contar con la autorización del padre.

2. María López, de 17 años, quiere ingresar a la Congregación de las Esclavas


de Jesús. Su padre la apoya en la decisión y da su consentimiento, pero no así
su madre. 
a) Determine la situación jurídica de María desde el punto de vista de su capa-
cidad.
b) Indique si para realizar ese acto basta con la autorización del padre.
c) Si su respuesta fuera negativa, indique cuál sería la solución correcta para
este planteo. Cite normas legales.

3. Pedro Cortés, de 17 años, egresado de la escuela secundaria con el título de


perito mercantil, desea saber si puede trabajar libremente en tal carácter o si
debe cumplir algún requisito. Fundamente su respuesta.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 55


4. Jessica Cuenca, de 16 años, trabaja como modelo y con su sueldo compró un
departamento en Nueva Córdoba. Quiere saber si:
a) puede donárselo a su hermana.
b) puede venderlo.
Si el departamento lo hubiera recibido como herencia, ¿variaría su respuesta?
Fundamente en normas legales.

Emancipados

1. José López, de 17 años de edad, emancipado por matrimonio, empleado en


un taller de reparaciones, desea vender un inmueble que recibió como legado
de un tío. 
a) ¿Podrá hacerlo? Fundamente su respuesta. Cite normas legales.
b) ¿Variaría su respuesta si José fuera divorciado? ¿Por qué?

2. Marta Fernández, emancipada por matrimonio, desea vender una casa que
adquirió con los ingresos que obtuvo por su trabajo. 
a. ¿Puede hacerlo? ¿Cuál es el fundamento legal de su respuesta?
b. Si Marta quisiera donar la casa a su ahijada, ¿podría hacerlo? Fundamente. En
ambos casos cite normas legales.

3. Belén de 16 años quiere contraer matrimonio con Lucas de 19 años.


a. ¿Qué requisitos debe cumplir para poder hacerlo?
b. En caso de que el matrimonio se celebrara ¿Surgirán limitaciones a su capa-
cidad de ejercicio?

4. Mario Funes, casado de 17 años de edad, tiene un compañero de trabajo,


Pedro Ruarte, quien necesita comprar una computadora. Para hacerlo, Ruarte
firma una solicitud de crédito que le permita pagarla en cuotas y necesita un
garante; entonces le pide a Funes que firme la solicitud y éste accede.
a) Determine la situación de Mario desde el punto de vista de su capacidad de
ejercicio.
b) En consecuencia, exprese si puede o no realizar el acto referido.
c) Si Mario estuviese casado con una mujer de 19 años, ¿tendría alguna inciden-
cia en la solución?
Funde sus respuestas en normas legales.

Restricciones a la capacidad

1. Con la ayuda de la bibliografía indicada, el Codigo Civil y Comercial, y la Ley


26.657 de Salud Mental Nacional, analice que podrían hacer los padres de un
joven que desarrolla una conducta extraña, hasta que un día detectan que es
adicto a las drogas. Consultan con el médico de la familia que les aconseja inter-
narlo en un establecimiento especial hasta su recuperación. El joven se opone a
esta medida. ¿Qué respuesta jurídica podría dársele a los padres?

2. Ricardo Gómez, declarado incapaz por afecciones en su salud mental enfer-


medad mental según sentencia del 22 de noviembre de 2014, vende sin la inter-
vención de su curador, su casa de Peredo 324, Córdoba. 

a) Determine la situación jurídica de Ricardo desde el punto de vista de su capa-


cidad de hecho, 
b) En consecuencia, diga si el acto realizado es válido. Fundamente en normas
legales.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.56


3. Susana Rodríguez, declarada incapaz por afecciones en su salud mental,
según sentencia del 21 de setiembre de 2014, había vendido el 23 de junio de
2013 dos departamentos de su propiedad.

a) Determine la situación jurídica de Susana desde el punto de vista de su capa-


cidad de hecho al momento de realizar esos actos,
b) en consecuencia, diga si los actos realizados son válidos. Fundamente en
normas legales.
c) En el supuesto de que el curador de Susana quisiera pedir la nulidad de esos
actos ¿podría hacerlo? ¿Qué debería acreditar?

4. Los familiares de Juan C. Martínez piden su declaración de incapacidad por


afecciones en su salud mental aduciendo que Juan padece de una oligofrenia en
grado de debilidad mental, y es portador de una severa personalidad sicopática.
De un dictamen médico se desprende que la mente de Juan está debilitada pero
que no existe pérdida total de la razón.

a) Determine quiénes deben tomar participación en el proceso judicial,


b) ¿quiénes deben asesorar al juez a los fines de adoptar una determinación?
c) ¿Cuáles podrían ser las decisiones que adopte el juez en relación a la situa-
ción jurídica de esta persona?

5. Juan Domínguez, quien tiene restringida la capacidad para determinados


actos, regala un automóvil de su propiedad a su amigo Ricardo. La esposa
de Juan, quien ha sido designada por sentencia para cumplir las funciones de
apoyo del mismo, pide la nulidad del acto por ser éste un acto prohibido en la
sentencia.

a) indique cuál es la situación jurídica de Juan desde el punto de vista de su


capacidad de ejercicio,
b) en consecuencia, determine si podrá hacerse lugar al pedido de la esposa.
Indique los efectos que tendría para el acto si se admitiese el pedido.
De fundamentos legales.

6. Un joven agrede a otros jóvenes en la plaza del barrio debido a las crisis que
padece por la ingestión de estupefacientes. Los vecinos llaman a la policía, 

a) ¿está facultada la policía para actuar?


b) Si lo estuviera ¿qué medidas puede tomar? Cite normas legales.

m1 glosario

Diríjase a la página 12 para leer el contenido de este glosario.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 57


m2

m2 microobjetivos

• Reconocer el objeto como elemento de la relación jurídica, a fin de reflexio-


nar sobre su trascendencia en la estructura de la relación jurídica e identifi-
car el objeto de cada derecho subjetivo.

• Reconocer e identificar los distintos bienes que tienen reconocimiento jurí-


dico en el Código Civil y Comercial.

• Analizar y comparar los conceptos de cosas y bienes, distinguir las clasifi-


caciones de bienes y de cosas, a efectos de vincularlos como objeto de las
diferentes relaciones jurídicas.

• Identificar las principales funciones del patrimonio, para analizar los supues-
tos prácticos a partir de los conocimientos teóricos.

m2 contenidos

La relación jurídica y sus elementos: el objeto

Para comenzar la presentación de los contenidos de este módulo lo invitamos a


leer detenidamente el siguiente mapa conceptual sobre el objeto IC 1.

Hasta ahora nos hemos ocupado de estudiar y trabajar aspectos vinculados al


primer elemento de la relación jurídica. En este módulo abordaremos el estu-
dio del segundo elemento: el objeto. Esto es lo relativo a aquello sobre lo cual
recae la relación. Recuerde la diferencia entre relaciones y situaciones jurídicas:
“relación” es  el vínculo jurídico entre dos o más personas  de la cual emanan
deberes y derechos;  “situación”, es la posición jurídica del sujeto frente a una
norma de derecho.

Por lo general, las relaciones jurídicas tienden a conseguir ya sea un bien o una
cosa determinada, o la prestación de una conducta concreta por parte de cual-
quier persona. En este sentido, resulta lógico hablar del objeto de la relación jurí-
dica, para poner de manifiesto que cuando los sujetos de derecho se relacionan
unos con otros, el fin que persiguen puede identificarse con el elemento objetivo
de la relación entablada.

Dicho elemento objetivo consiste en gran cantidad de casos en alguno de los


bienes objeto de tráfico económico que nos resulta necesario (o conveniente
para la subsistencia cotidiana). De ahí que tradicionalmente se haya insistido
en que el objeto de la relación jurídica está representado por las cosas y que el
estudio de ellas es muy importante.

Hoy esa mirada requiere ser ampliada pues el Código Civil y Comercial ha exten-
dido la consideración a otros aspectos en los cuales la necesidad está vinculada
a un bien que no tiene valor económico como el cuerpo humano y las partes
que lo integran, su valor es afectivo, terapéutico, científico, humanitario o social
y podrá estar disponible para su titular siempre que se respeten esos valores y
conforme lo dispongan las leyes especiales. Estos bienes no integran el patri-
monio.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.58


Además se incorporan los derechos de incidencia colectiva, aquí el interés no es
de un particular sino de la comunidad. Así lo recepta el art. 14. Derechos indivi-
duales y de incidencia colectiva. En este Código se reconocen:

a) derechos individuales;
b) derechos de incidencia colectiva

Para precisar:

1. Aunque es cierto que las cosas y los bienes ocupan un lugar relevante en el
objeto de la relación jurídica es también frecuente que relaciones sociales
sometidas al Derecho tengan por objeto conductas humanas que en abso-
luto pueden cosificarse. Por ejemplo, el Código Civil y Comercial exige a
los padres el cumplimiento de los deberes inherentes a la responsabilidad
parental, cuidado, formación, facilitar el desarrollo del hijo menor, tal como
podrá advertirse aquí la materialidad de la cosa brilla por su ausencia. Por
tanto, sólo parcialmente pueden identificarse las cosas materiales propia-
mente dichas con el objeto de la relación jurídica.

2. Se amplía el significado del vocablo “bien”, no lo circunscribe sólo a lo que


tenga valor económico, sino que se lo amplía, por ejemplo, al cuerpo, a
partes del mismo, el cadáver.

3. Se reconocen distintos tipos de derechos. individuales y de incidencia colec-


tiva, como es por ejemplo el medio ambiente.

4. La expresión “bienes” es utilizada en un sentido amplio y comprende tanto


a los que son susceptibles de valor económico, como a los no lo tienen,
pero reportan utilidad, sea en lo afectivo, terapéutico, científico, humanitario
o social; b) dentro de los bienes, a los materiales se los llama cosas; c) el
vocablo “patrimonio” se reserva para bienes que pertenecen a una persona
y que tienen valor económico, si bien se admiten bienes de carácter extrapa-
trimonial o que no tienen valor económico; d) sobre estos bienes entendidos
en este sentido amplio, se reconocen derechos, que pueden ser de distintas
categorías: individuales o colectivos; e) como derechos individuales se reco-
nocen: los que se ejercen sobre los bienes que pertenecen a una persona
y tienen valor económico y si son materiales se llaman cosas, extendiendo
este vocablo a la energía y fuerzas naturales susceptibles de ser puestas al
servicio del hombre y a los que se ejercen sobre bienes extrapatrimoniales,
como los derechos sobre el cuerpo humano o sus partes, que sólo pueden
ser disponibles por su titular cuando se configure un valor afectivo, terapéu-
tico, científico, humanitario o social; f) como derechos colectivos se recono-
cen los derechos de incidencia colectiva. g) los bienes se clasifican: 1) en
relación a las personas y que pueden ser: de domino público, privado del
Estado, de los particulares y 2) bienes de incidencia colectiva.

5. El estudio de las cosas encuentra fundamento en consideraciones de orden


sistemático y didáctico, pero hay que adelantar que quizás no alcance a
apreciar en esta etapa de su estudio el para qué de las distintas clasificacio-
nes y precisiones que de ellas se hacen. La distinta naturaleza o caracterís-
ticas de las cosas es tenida en cuenta por los sujetos de derecho al entablar
las relaciones jurídicas, por ello el propio ordenamiento jurídico toma en
cuenta aspectos particulares de ciertos grupos de cosas, para dotarlas de
un régimen jurídico distinto del correspondiente a cualquier otro grupo de
cosas diferentes.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 59


m2 |contenidos | IC

información complementaria 1

m2 material

Diríjase a la página 12 para leer el contenido de este material.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.60


m2 actividades

m2 | actividad 1

El objeto de la relación jurídica.

1) Abordaje conceptual

Como en el caso de las actividades anteriores y a los fines de facilitar el estu-


dio del tema, le sugerimos que responda a los siguientes planteos, utilizando
para ello el material indicado.

1. Asocie los contenidos estudiados en el módulo 1, en especial lo referente a


derechos subjetivos y su clasificación y luego:
a) señale en cada tipo de derecho subjetivo el objeto sobre el que recae;
b) indique qué clase de relaciones jurídicas tienen por objeto los distintos
aspectos de la personalidad y exprese cuáles son sus características;
c) indique cuál es el objeto de las situaciones jurídicas creadas por los
derechos reales.

2. Ubique en el Código Civil y Comercial los artículos que tratan sobre “bienes”
y “cosas”, brinde un ejemplo de cada uno.

3. A partir de la lectura atenta del tema, usted podrá realizar un cuadro compa-
rativo sobre las consecuencias jurídicas de la distinción entre cosas muebles
e inmuebles, con especial consideración de: ley aplicable, manera de enaje-
narlas, término de prescripción para la adquisición de derechos sobre cada
una.

4. Luego de leer los artículos pertinentes:


a) realice un cuadro sinóptico clasificando los inmuebles,
b) determine sus características y
c) brinde un ejemplo de cada uno.

5. Ubique las normas referidas a la Vivienda.


a) Exprese según sus conocimientos, cuál es la finalidad que se persigue con la
afectación del inmueble destinado a vivienda.
b) Señale quiénes pueden ser los beneficiarios de este régimen.
c) Enuncie cuál es el efecto principal de la afectación de la vivienda.

2) Casos prácticos

El estudio Compromiso Legal ha recibido consultas de empresarios y per-


sonas particulares que necesitan determinar el carácter que tienen algunos
de sus bienes, para poder resolver la modalidad de venta de cada uno de
ellos, o saber si son susceptibles de hipoteca o prenda. Por ello se le pide
que responda las consultas de modo idéntico a lo habitual, por escrito y con
fundamento legal.

1. El Sr. José Campanella, empresario que se dedica a la instalación de estructu-


ras para diferentes eventos, necesita determinar si la carpa del Circo Real Madrid
emplazada en el Parque Sarmiento es:

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 61


a) una cosa mueble.
b) un inmueble por accesión física.
c) un inmueble por su naturaleza
Marque la respuesta correcta y fundamente.

2. Además quiere saber si el stand de Sevel S.A. emplazado en una exposición


de automóviles, que durará quince días, es:
a) un inmueble por su naturaleza
b) una cosa mueble.
c) un inmueble por accesión física.
Marque la respuesta correcta y dé su fundamento.

3. También ha requerido asesoramiento Juan PerissetIi, quien adquirió un


camión Chevrolet usado para transporte de carga. Antes de adquirirlo ins-
peccionó el vehículo constatando su estado de conservación y la corres-
pondencia entre el título del automotor con el del motor, chasis, número
de patente, etc. Cuando le entregaron el camión, advirtió que el motor del
mismo fue cambiado, no coincidiendo el número del título con el del motor.
Ha reclamado a la vendedora, quien aduce que no hay ningún reclamo que
efectuar, fundándose en el hecho de que el motor es sustituible por otro de
idéntica especie y calidad, por lo que no resulta legítima la pretensión de Juan.
Deberá usted responderle si es fungible el motor de un camión vendido y que fue
individualizado con su respectivo número.

m2 glosario

Diríjase a la página 12 para leer el contenido de este glosario.

m3

m3 microobjetivos

• Comprender la trascendencia de la causa fuente de las relaciones jurídicas e


integrar estos nuevos saberes con lo aprendido en los módulos anteriores.

• Reconocer los conceptos relevantes atinentes a la causa fuente –hechos y


actos jurídicos–, a efectos de comparar los conceptos, analizar los elemen-
tos esenciales del acto jurídico y distinguir las anomalías que puede presen-
tar y que sean causa de ineficacia.

• Desarrollar habilidad para explicar la teoría general de la responsabilidad
civil, a fin de identificar sus elementos esenciales y examinar su trascenden-
cia para solucionar hipótesis reales.

• Desarrollar capacidades en la realización de tareas de investigación, inte-
grando los conocimientos y habilidades adquiridas.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.62


m3 contenidos

La relación jurídica y sus elementos: la causa eficiente

Para comenzar la presentación de los contenidos de este módulo lo invitamos a


leer detenidamente el siguiente mapa conceptual sobre la causa eficiente IC 1.

Como ya se expresara en la presentación general de la materia, esta asignatura


tiene por principal objeto de estudio la relación jurídica y sus elementos. Hasta
ahora hemos estudiado los dos primeros elementos de la relación jurídica: el
sujeto y el objeto. Ahora comenzamos el estudio del tercer elemento: la causa
generadora o causa eficiente, aquello que da nacimiento, origen a la relación
jurídica: los hechos y actos jurídicos.

La causa eficiente o causa fuente es el hecho generador de la relación: el hecho


jurídico, esto es, el acontecimiento que da lugar al nacimiento, modificación,
transmisión o extinción de derechos u obligaciones. Estos sucesos pueden ser
del orden natural o humano; a su vez, los humanos pueden ser realizados con
voluntad o sin ella; dentro de los voluntarios se puede actuar dentro de la esfera
de lo lícito o de lo ilícito.

Si la actuación se da en el campo de lo lícito, los sujetos pueden pretender


alcanzar efectos jurídicos inmediatos, en cuyo caso realizan un acto jurídico, o si
no tienen como propósito inmediato al actuar producir efectos jurídicos, realizan
simples actos voluntarios lícitos, que si bien producen efectos es por disposición
de la ley y no por decisión de las partes.

Desde ahora y hasta el final de esta materia se abordará el estudio de cada


uno de estos aspectos: concepto y análisis de hecho jurídico, la voluntad y sus
elementos, los hechos involuntarios y sus consecuencias, la especial categoría
del acto jurídico (herramienta que el derecho ha puesto en manos de los parti-
culares para que pueden alcanzar la satisfacción de sus intereses), el análisis y
estudio de cada uno de los elementos esenciales de esta figura. Además, qué
pasa cuando esos requisitos no se han cumplido, es decir que la posibilidad de
producir efectos jurídicos –que es la esencia del acto jurídico– se pierde y sobre-
viene la ineficacia del acto IC 2.

También estudiaremos lo relativo a un aspecto sustancial en el acto jurídico: la


buena fe; cuáles son los vicios propios del acto IC 3 que resultan por ausen-
cia de la buena fe. Por último, se abordará el campo de los actos contrarios al
ordenamiento jurídico, esto es cuando, como consecuencia de esa actuación
que contradice el sistema jurídico, se provocan daños; la consecuencia que esto
acarrea es la obligación de reparar esos perjuicios, la responsabilidad civil IC 4.

Para facilitar la comprensión global de estos temas es útil y conveniente que


tenga una representación sinóptica de los hechos jurídicos IC 5, pues a partir de
allí usted podrá ubicar de modo gráfico el enlace entre todos los temas a abordar
de aquí en más en esta asignatura.

Los siguientes materiales resultan fundamentales para la comprensión de los


principales conceptos que abordaremos en este módulo:

La responsabilidad por las cosas y las actividades riesgosas en el Proyecto de


Código Civil y Comercial 2012 IC 6

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 63


El daño. Concepto. Requisitos IC 7
Comentarios al Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación IC 8

m3 |contenidos | IC

información complementaria 1

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.64


m3 |contenidos | IC

información complementaria 2

La información complementaria 2 se encuentra disponible en Plataforma.

m3 |contenidos | IC

información complementaria 3

Vicios propios del acto jurídico

Además de la “voluntad viciada”, estudiada en módulos anteriores, hay situacio-


nes donde se puede considerar la existencia de declaraciones de voluntad que,
pese a encontrarse correctamente formadas, se transmiten o declaran de forma
tal que el resultado final provoca una notoria discrepancia entre la voluntad pro-
piamente dicha y la declaración. En estos vicios o defectos no existe merma de
voluntariedad, sino de la buena fe de su autor.

Los vicios de los actos jurídicos son: lesión (art. 332), simulación (art. 333 y
fraude (art. 338).

Simulación: Ejercicio de la acción de simulación por terceros. Prueba de la


simulación.

Al estudiar este tema debe prestar especial atención a la opinión de la doctrina y


la jurisprudencia, pues los jueces requieren de manera prácticamente invariable
los mismos medios de prueba en todos los casos en que un tercero perjudicado
intenta dejar sin efecto el acto jurídico celebrado. El tercero no ha tenido partici-
pación en el acto, no está a su alcance presentar prueba directa, sino que sólo
podrá basarse en indicios, presunciones, que lógicamente deberán ser impor-
tantes, unidas por una conducción lógica, y que a partir de la existencia de una
“causa simulandi” apoyen el razonamiento para llevar al juzgador al convenci-
miento de que el vicio está presente en el acto.

Recuerde usted que el principio general es que los actos se celebran de buena
fe y que las partes los realizan para ser cumplidos; entonces, hacer lugar a la
anulación del acto es establecer una excepción al principio general, y por ello de
interpretación rigurosa. Los jueces actúan de ese modo y, por lo tanto, la prueba
debe llevar a la convicción de que realmente las partes actuaron de mala fe.

m3 |contenidos | IC

información complementaria 4

La información complementaria 4 se encuentra disponible en Plataforma.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 65


m3 |contenidos | IC

información complementaria 5

Necesarios (muerte, lluvia, transcurso del tiempo, etc)


Naturales
Contingentes (nacimiento, terremoto, etc)

Clasificación de los
hechos jurídicos Simple Acto Voluntario Lícito (art. 258)
Lícitos
Voluntarios Acto Jurídico (art. 259)

Factor Subjetivo (1724)


Ilícitos
Factor objetivo (1722)

Humanos

Involuntarios (art. 261)

m3 |contenidos | IC

información complementaria 6

La información complementaria 6 se encuentra disponible en Plataforma.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.66


m3 |contenidos | IC

información complementaria 7

El daño. Concepto. Requisitos.

por María Cristina Plovanich

Sumario: I. Introducción. II. El daño. A. Relevancia. B. Concepto. B. 1. a) Teorías.


B. 1. b). Indemnización. Efectos de la lesión al derecho o interés. B. 2. Categorías
de daños. C. Requisitos. C. 1. Certeza del daño. C.2. Personal. C. 3. Subsistente.

I. Introducción.

Cuando se habla de la responsabilidad civil se hace referencia a la posible obli-


gación de indemnizar puesta a cargo de quien ha causado un daño a otro. Esta
materia presenta un proceso evolutivo prolongado y permanente, ya que la rea-
lidad a la cual se aplica es dinámica, los nuevos descubrimientos y avances
tecnológicos en diversas disciplinas, sumado a la complejidad creciente del
entramado social, económico, generan nuevas causas de potenciales perjuicios,
lo que justifica el análisis incesante. En torno a ella se desarrolló, y desarrolla, un
persistente debate doctrinario que produjo modificaciones radicales en diferen-
tes aspectos de la temática, como así también la introducción de figuras nuevas
que contemplan fenómenos desconocidos.

El tratamiento legislativo inicial que se dio en nuestro país a esta problemática,


en los Códigos de Comercio y Civil y en normas especiales, fue escueto, pocas
normas para regular los hechos frecuentes a la época. La evolución científica y
tecnológica, sumada a los cambios culturales habidos, impusieron un sistema
distinto basado en razonamientos diferentes que mira más hacia la víctima, y que
es resultado del trabajo intenso, arduo, desarrollado en foros académicos y que
la jurisprudencia receptó y aplicó hasta lograr establecer criterios mayoritarios
para abrir camino a una cada vez mayor protección de la persona y sus bienes.
Tal fue la expansión, plasmada a veces en leyes especiales, que se ha llegado a
debatir si debía mantenerse la unidad del sistema de la responsabilidad o debían
crearse microsistemas que llevaran a una regulación específica para cada área;
conservando primacía la idea de unidad.

En la dinámica de construcción del sistema de responsabilidad civil se indagó


acerca de cuáles debían ser los requisitos necesarios para que nazca la obliga-
ción de reparar o indemnizar un daño. Determinar cuáles son los presupuestos
o elementos necesarios en todo supuesto de responsabilidad civil, fue motivo de
debate puntual en nuestro país en las Quintas Jornadas Nacionales de Derecho
Civil, (Rosario- 1971), concluyéndose que esos elementos son cuatro: 1. Antijuri-
dicidad. 2.Daño. 3. Relación de causalidad y 4. Factores de atribución.

Pero este acuerdo no cerró las discusiones sino que surgieron otras, por caso:
cuál debe ser la significación y trascendencia de cada uno de aquéllos, cuáles
los criterios de apreciación para determinar su presencia, llegándose a admitir
que en ciertas hipótesis puede prescindirse de alguno. Se han alzado voces en
doctrina para advertir que la generosidad con que la jurisprudencia los valora
pone en crisis el sistema, de ahí la necesidad de la presencia y adecuada valo-
ración de cada uno1.
1 MAYO, Jorge- PREVOT, Juan M., “La responsabilidad civil hoy”, en Trat-
ado Jurisprudencial y Doctrinario. Responsabilidad Civil Extracontractual, T.II,
Jorge Mayo. Director, La Ley, Bs.As. 2011, p. 703 y sgtes. LOPEZ MESA, Marcelo,
....VÁZQUEZ FERREYA, Roberto, Los Presupuestos del deber de reparar, diario

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 67


Este trabajo tiene como propósito ocuparse del elemento Daño, a efectos de
comparar las disposiciones del Código Civil con las del Código Civil y Comercial
de la Nación, para determinar si hubo modificaciones en su tratamiento, qué
concepto y requisitos se adoptaron en el código mencionado en último término.

II. El daño.

A. Relevancia.

A lo largo del devenir de la responsabilidad civil uno de sus elementos se distin-


gue de modo constante: el daño. La necesidad de su presencia nunca ha sido
negada, sino por el contrario, es considerado como presupuesto esencial de la
responsabilidad civil, figura eje.

Así lo consideró Vélez Sársfied cuando en el art. 1067 consignó: “No habrá acto
ilícito punible para los efectos de este Código, si no hubiere daño causado u otro
acto exterior que lo pueda causar”.

En cualquiera de las funciones que está llamado a cumplir el derecho de daños,


preventiva, reparadora o sancionadora, es requerido. No significa esto que no
haya discusiones en torno al mismo, como son: qué debe entenderse por daño,
cuáles son los ámbitos donde se hace presente, con qué extensión, legitima-
ción, pautas para su valoración, modos de reparación, etc. Las inquietudes se
acrecentaron con la expansión del consumo, y la problemática futura sin lugar
a dudas requerirá nuevos entendimientos, por caso en el ámbito de los daños
ambientales, daños por riesgos del desarrollo, los causados por productos
transgénicos, etc..

El daño entonces no sólo es requisito general sino infaltable, en la responsabi-


lidad resarcitoria: sin daño no hay qué indemnizar. Si se hace referencia a las
otras funciones, la función preventiva está definida para evitar su causación o
evitar que se agraven los ya existentes. La noción jurídica de daño se extiende
no solo al caso de lesión efectiva, sino también al peligro de que suceda. En el
primer caso se pierde o se mutila un interés, y en el segundo se lo perturba y
empeora, y en ambos surge responsabilidad2. La función sancionatoria, si bien
no es unánime su aceptación, tiene por finalidad aplicar un correctivo a las con-
ductas, que indican un actuar subjetivo agravado, y están enderezadas a obte-
ner ventajas económicas a partir de la causación de daños.

Además desde un punto de vista práctico y metódico, el daño es el primer pre-


supuesto a atender, en expresión de Orgaz: “El daño es el primer elemento de la
responsabilidad civil, que obliga al autor a su reparación...lo llamamos primero
en la consideración metódica, puesto que el problema de la responsabilidad
civil del agente comienza a plantearse sólo cuando existe el daño”3. El problema
del resarcimiento recién comienza a plantearse a partir de la verificación de un
perjuicio: sólo en su presencia se indagan los demás requisitos.

B. Concepto.
El Código Civil consideró al daño como elemento necesario para que surgiera
la obligación de reparar, pero no lo definió. Expresa el art. 1067 “No habrá acto

LL 4 de mayo de 2012.
2 DE LORENZO, Federico M., El daño injusto en la responsabilidad civil,
Ed. Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1996, p. 17.
3 ORGAZ, Alfredo, El daño resarcible, Lerner, Córdoba, 1980, p. 13.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.68


ilícito punible para los efectos de este Código, si no hubiere daño causado u otro
acto exterior que lo pueda causar”.

La mirada estaba centrada en otros aspectos, pero la evolución producida en la


concepción de la responsabilidad hace que el acento que existía en la “deuda
del responsable” sea colocado en el “crédito del damnificado”. Si se atiende
al responsable preocuparán sobre todo las características de su obrar; si es
ilícito o no, si hay culpa en su conducta, mientras que si se mira al damnificado
será relevante el injusto perjuicio sufrido. El derecho busca conciliar intereses y
resulta distinto examinar las razones que hay para deber que las que se invoquen
para reclamar. Lo primero conduce a un criterio más estricto en la admisión de
la responsabilidad; la segunda a una perspectiva más generosa para la víctima.

El rol tradicional asignado al daño, subsiste, pero magnificado. El daño ya no es


uno de los actores principales de la responsabilidad civil sino “el protagonista”.
De la coexistencia con los otros elementos de la responsabilidad ha pasado a la
preeminencia destacada.

El daño es un concepto amplio, impreciso que suele ser utilizado como sinó-
nimo de detrimento, perjuicio, menoscabo, dolor o molestia. Con tal amplitud de
significado, la vida cotidiana resulta ser una fuente incesante de daños, así por
ejemplo, ocasiona daño quien se impone a los competidores en un concurso,
quien capta mayor clientela con mejores servicios, etc. Es evidente que estos
perjuicios no resultan reparables; en consecuencia, se torna trascendente deter-
minar cuáles menoscabos devienen jurídicamente relevantes convirtiéndose en
supuestos de daño resarcible4. Lo que no significa que todos y cada uno de los
daños que padezca una persona van a ser resarcidos, ya que ello llevaría a una
parálisis de la vida social, el límite está dado por la causalidad, la legitimación
activa o pasiva, o por alguna limitación legal de la indemnización.

Ese detrimento además de ser un fenómeno físico, se convierte a su vez en


un fenómeno jurídico e ingresa en el terreno del derecho. El daño así conce-
bido, pues, como fenómeno jurídico, no pierde su esencia física sino que a ésta
se añade la jurídica, está compuesto por: 1) un elemento material o sustancial
constituido por el hecho físico; y 2) un elemento formal proveniente de la norma
jurídica, representado por la reacción del ordenamiento jurídico a consecuencia
de la perturbación provocada en el equilibrio social y alteración perjudicial de un
interés jurídicamente tutelado5. El menoscabo, la pérdida, el deterioro - ya sea
patrimonial o extrapatrimonial-, adquiere relevancia cuando es considerado por
el derecho que le adjudica consecuencias jurídicas.

El análisis del concepto de daño resarcible debe permitir estimar los alcances
de la reparación; no sólo se requiere actualmente de la doctrina y de la jurispru-
dencia el establecimiento de pautas o criterios de reparación de los daños que
aporten seguridad jurídica al sistema, sino también que ellos sean acordes con
el criterio de justicia que se pretende impartir; en el fondo, se trata de establecer
los límites del daño reparable, puesto que, desde el punto de vista jurídico, la
separación entre el significado del daño y su reparación es un ejercicio pura-
mente teórico, dado que el daño que interesa a los juristas es el daño resarcible6.

4 CALVO COSTA, CARLOS A., “Daño resarcible”, Ed. Hammurabi, Buenos


Aires, 2005; “Las nuevas fronteras del daño resarcible”, en La Ley, 2005-D-1416.
5 BUSTO LAGO, JOSÉ MANUEL, “La antijuridicidad del daño resarcible
en la en la responsabilidad civil extracontractual”, Tecnos, Madrid, 1998, p. 42.
6 CALVO COSTA, CARLOS A., “Las nuevas fronteras del daño resarcible”,
en La Ley, 2005-D-1416.

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B. 1. a) Teorías.

Se han elaborado distintas teorías para determinar el significado de daño resar-


cible, pudiendo identificarse tres principales. Dos atienden a la materia lesio-
nada, la otra al resultado de la lesión.

a) Una postura sostiene que el daño es la lesión a un derecho subjetivo o


menoscabo a un bien jurídico comprendiendo por tal a las cosas y a los bienes
o derechos que no son cosas. Debe incluirse, también dentro de ellos, a los
derechos personalísimos y a los atributos de las personas7. De esta manera, si
el hecho infringe un perjuicio de naturaleza económica el daño será patrimo-
nial, mientras que, cuando se lesione un bien que no revista esa naturaleza,
nos encontramos ante un menoscabo moral. Entre las críticas que ha merecido
esta posición, Bueres, Pizarro y Vallespinos, señalan que la falsedad de esta
doctrina surge patente por cuanto el deterioro de un bien patrimonial, por ejem-
plo, puede producir un daño patrimonial o uno extrapatrimonial y, a la inversa,
lo mismo puede ocurrir si el menoscabo recae sobre un bien no susceptible de
apreciación pecuniaria8. Aquí con un criterio estricto, se considera que habrá
daño cuando se lesione un derecho subjetivo del damnificado, entendido éste
como la atribución o prerrogativa que tiene el sujeto de exigir de otro o de otros
una determinada conducta, para satisfacción de un interés jurídicamente tute-
lado. Descarta así la posibilidad de reclamar si el interés no está plasmado en
una norma jurídica. Es una concepción cerrada que impide que intereses que
pueden ser relevantes jurídicamente sean resarcidos, cuando no revisten el
carácter de derecho subjetivo al no encontrarse amparados en forma específica,
aunque sí lo pueden estar en forma genérica y, por lo tanto, deben ser tomados
en cuenta a los fines resarcitorios.

b) El daño como lesión a un interés jurídicamente tutelado. El perjuicio, en


sentido estricto —no “fáctico”—, es la lesión a un interés jurídico, sea éste patri-
monial o extrapatrimonial. De tal modo, el daño será patrimonial o moral, según
cuál sea la naturaleza del interés afectado9.

El interés es, entonces, el valor relativo que un bien determinado tiene para
un determinado sujeto. De esta manera, el perjuicio debe entenderse desde el
ángulo del individuo, de manera tal que si existen diversos damnificados pueden
existir diversos intereses para cada uno de ellos. Es la posibilidad de que una
o varias personas puedan ver satisfechas sus necesidades mediante un bien o
bienes determinados. Así, el bien es el objeto que permite satisfacer una nece-
sidad, mientras que el interés es la posibilidad que tiene el agente de satisfa-
cer la necesidad proporcionada por el bien. El interés está dado por la relación
existente entre la necesidad del sujeto y el bien adecuado para darle debida
satisfacción.

7 LAFAILLE, Héctor, Curso de Obligaciones, Bs. As., Biblioteca Jurídica


Argentina, 1926, p. 117 y ss.
8 BUERES, Alberto J., “El daño injusto y la licitud o ilicitud de la con-
ducta”, op. cit., p. 166. En el mismo sentido, PIZARRO y VALLESPINOS: “No
es exacto que la lesión a un derecho extrapatrimonial arroje necesariamente un
daño de esa índole” Pizarro, Ramón D. – Vallespinos, Carlos G., Instituciones de
Derecho Privado. Obligaciones, t. 2, Bs. As., Hammurabi, 1999, p. 638.
9 BUERES, Alberto J., “El daño injusto y la licitud o ilicitud de la con-
ducta”, en Félix A. Trigo Represas – Rubén S. Stiglitz, Derecho de Daños. Libro
homenaje al profesor Jorge Mosset Iturraspe, Bs. As., La Rocca, 1996, p. 170;
CALVO COSTA, Daño Resarcible, Bs. As., Hammurabi, 2005, p. 70.

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c) El perjuicio como consecuencia. En esta teoría se considera necesario dis-
tinguir, por un lado, el daño en sentido amplio —o lesión— y el daño resarcible.
El primero es la ofensa o lesión a un derecho, a un interés legítimo de orden
patrimonial o extrapatrimonial. El daño resarcible no se identifica con la sola
lesión a un derecho de índole patrimonial o extrapatrimonial, o a un interés que
es su presupuesto, sino que es la consecuencia perjudicial o menoscabo que se
desprende de la aludida lesión. Entonces, entre la lesión y el menoscabo existe
una relación de causa-efecto, de manera tal que este último es el daño resarci-
ble, y no el primero.

El daño es el resultado o la consecuencia perjudicial de la lesión en el ámbito


patrimonial o extrapatrimonial del damnificado. Consecuentemente, en el seno
de nuestro sistema, existen sólo el daño patrimonial y el daño moral. El daño es
el que repercute disvaliosamente ya sea en el ámbito patrimonial o extrapatri-
monial, menoscabándolo10. Quienes participan de esta teoría sostienen que si lo
que decidiese la existencia y magnitud del daño fuesen el bien o el interés vio-
lado, la indemnización debiera ser más o menos uniforme para cada especie de
lesión; mientras que apreciando las repercusiones verificables en cada caso, y
conforme con las circunstancias particulares del hecho y de la víctima, es factible
conceder una reparación adecuada e individualizada11.

En opinión de Calvo Costa ambas posturas son acertadas y resultan ser comple-
mentarias una de la otra, ya que entre el interés y la consecuencia existe homo-
geneidad. Para que sean compatibles, lo primero a analizar debe ser el interés,
puesto que cuando el intérprete y/o el legislador seleccionan los daños resarci-
bles aprecian para ello el interés del sujeto. Recién en una segunda instancia, a
la hora de fijar el resarcimiento sí se deben apreciar las consecuencias (definir
el “quantum” a indemnizar), ya que con la sola mención de que se ha lesionado
un interés protegido no basta. De allí que el correcto significado del daño debe
aprehenderse partiendo de que la afectación del interés tutelado constituye su
esencia y que las consecuencias no constituyen más que su contenido; y si bien
las consecuencias poseen la misma naturaleza del interés afectado, sólo son el
contenido del daño y las que determinan el “quantum” a resarcir. En principio
se debe detectar la lesión al interés del sujeto, luego si el mismo está protegido
por el ordenamiento jurídico, para finalmente pasar a analizar qué es lo que se
debe resarcir12.

Se encuentra homogeneidad entre la sustancia del daño y su secuela, si bien


el concepto cabal y estricto de daño es el que se enfoca en el interés menos-
cabado, la existencia de homogeneidad entre el interés afectado y sus reper-
cusiones permitirá admitir una acepción más del daño que se relacione con las
10 En este sentido: ZAVALA DE GONZÁLEZ, M., Resarcimiento de Daños.
Daños a las personas. Integridad sicofísica, t. 2 a, Hammurabi, Buenos Aires,
1990, p. 23; SANTOS BRIZ, J., Derecho de daños, Ed. Revista de Derecho
Privado, Madrid, 1963, p. 106 y 120; ORGAZ, A., El daño resarcible, Lerner, Cór-
doba, 1980, p. 19 y ss.; AGUIAR, H., Hechos y actos jurídicos en la doctrina y en
la ley, t. IV, TEA, Buenos Aires, 1951, n° 32; LEÓN, P., El agravio moral, en “Boletín
del Instituto de Derecho Civil”, Córdoba, 1928, n° 9; posición asumida también
en las Segundas Jornadas Sanjuaninas de Derecho Civil (1984) por Mosset Itur-
raspe, Chiapero de Bas, Pizarro, Zavala de González, Junyent de Sandoval, San-
doval Luque y Stiglitz).
11 PIZARRO, Ramón D. y VALLESPINOS, Carlos G.,.op. cit., p. 639 y ss.;
ZAVALA de GONZÁLEZ, Matilde, Resarcimiento de daños, Bs. As., Hammurabi,
1999, t. 4, p. 118 y ss.; Orgaz, Alfredo, El daño resarcible, Córdoba, Lerner, 1980,
p. 200.
12 CALVO COSTA, Carlos A., www.ccalvocosta.com.ar/

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consecuencias13. Entonces, el daño jurídico debe ser entendido como la ofensa
a un interés ajeno no ilícito, que provoca consecuencias (o alteraciones) desfa-
vorables en el patrimonio o en el espíritu14.

Concepto de daño en el Cód. Civil y Comercial de la Nación.

El Código Civil y Comercial de la Nación toma la teoría que consagra al daño


como la lesión a un derecho o a un interés, y a continuación se refiere a las con-
secuencias indemnizables. Se distingue entre el daño-lesión y la indemnización.
La indemnización es una consecuencia de la lesión. Parece aceptarse la comple-
mentariedad entre el interés y la consecuencia.

Dispone el art. 1737: “Hay daño cuando se lesiona un derecho o un interés no


reprobado por el ordenamiento jurídico, que tenga por objeto la persona, el patri-
monio, o un derecho de incidencia colectiva”.

El interés puede ser individual a la persona o el patrimonio (no difiere respecto


de lo que establecen los arts. 1067, 1068 y 1069 CC de Vélez Sárfield), incorpo-
rándose además los derechos de incidencia colectiva15.

Recordemos que en el Cód. Civil y Comercial de la Nación se reconocen en


el Art. 14: “Derechos individuales y de incidencia colectiva. En este Código se
reconocen: a) derechos individuales; b) derechos de incidencia colectiva”. De
allí que en la última parte del art. 1737 se consagre el derecho de los damnifi-
cados por un hecho lesivo a estos últimos a reclamar el menoscabo que les ha
sido ocasionado, ya sea por la afectación de un interés difuso como de intereses
individuales homogéneos, siguiendo la subclasificación —dentro de los distin-
tos intereses de incidencia colectiva— que adquirió reconocimiento en nuestro
país a partir del dictado del fallo “Halabi” de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación (24/02/2009).

Respecto a estos derechos se han emitido diversas opiniones y se los ha cate-


gorizado de distintas maneras16. Para los fines de este trabajo, se toma la que
13 BUERES, Alberto J., “El daño injusto y la licitud o ilicitud de la con-
ducta”, op. cit., p. 172.
14 BUERES, Alberto J. y PICASSO, Sebastián, “La responsabilidad por
daños y la protección del consumidor”, en Revista de Derecho Privado y Comu-
nitario. Consumidores, Santa Fe, Rubinzal-Culzoni, 2009, 1, p. 53 y ss. En este
sentido se pronuncia también Luis R. J. SÁENZ, en El daño resarcible en el
Proyecto de reforma del Código Civil, www.pensamientocivil.com.ar
15 Bastaba con referirse solo al interés no reprobado, ya que todo derecho
contiene un interés no reprobado de lo contrario no sería derecho; quizás se hizo
a modo de refuerzo o para mantener la tradición jurídica.
16 LORENZETTI, Ricardo Luis. Teoría del Derecho Ambiental, Bs.As., La
Ley, 2008, p. 7. SALGADO, José María. Los derechos de incidencia colectiva
en la Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Santa Fé,
Rubinzal – Culzoni, 2010, p. 18-20. GALDÓS expresa que los derechos de inci-
dencia colectiva que tienen por objeto bienes colectivos se subdividen en: difu-
sos (cuando son referidos a un grupo indeterminado o de difícil determinación),
colectivos (los referidos a un grupo determinado), o públicos (los referidos a los
ciudadanos). Destaca además que tales derechos son ejercidos por el Defen-
sor del Pueblo, las asociaciones que concentran el interés colectivo, y por el
afectado –cfr. art. 43 CN- en GALDÓS, JORGE M., “Los daños masivos: Primeras
aproximaciones”, en Palmero, Juan C., comp., “Cuestiones Modernas de Dere-
cho Civil”, Córdoba, Advocatus, 2011, p. 289. Se indican dos casos emblemáti-
cos de la CS: CSJN, 20-6-2006, “Mendoza, Beatriz y otros c/Estado Nacional y

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.72


expone Calvo Costa17 quien entiende que los derechos de incidencia colectiva
son de dos categorías: a) aquellos que tutelan bienes colectivos (que no son
susceptibles de apropiación individual excluyente, indivisibles, y que pueden ser
disfrutados por varias personas sin ser alterados), y b) los que sin recaer sobre
bienes colectivos, poseen condiciones de ejercicio homogéneas en relación a
una pluralidad de titulares, cuyas posibilidades para acceder a la justicia –con-
sideradas estructuralmente- resultan obstaculizadas por las circunstancias del
caso18. Es decir, que dentro de la protección a esta categoría de derechos de
incidencia colectiva no sólo se encuentran la tutela de bienes colectivos, sino
también, la de derechos individuales homogéneos cuando existen obstáculos
para el acceso a la justicia de parte de los titulares de esos derechos19.

Hay que tener presente que el Proyecto de Código Civil y Comercial poseía en su
redacción original una Sección entera destinada a los “Daños a los derechos de
incidencia colectiva” (Sección 5ª del Capítulo 1 del Título V), que ha sido supri-
mida por el Poder Ejecutivo Nacional20.

Ante la falta de regulaciones procesales específicas, López Herrera reconoce la


dificultad para plantear el reclamo en caso de afectación de intereses de inciden-
cia colectiva, en los que, hasta que haya reglas procesales, podrá aplicarse la
doctrina sentada en “Halabi”21

En síntesis, se contemplan como daños: los individuales tradicionales (patrimo-


nial o moral), y los daños colectivos cuando se lesionan derechos de incidencia
colectiva.

En palabras de Galdós el art. 1737 concibe al daño del modo siguiente: “es resar-
cible el daño sufrido injustamente, inmerecido, no repudiado o no reprochado
por el ordenamiento jurídico, marginando la licitud o ilicitud del comportamiento
del agente activo y prescindiendo de connotaciones morales o sancionato-
rias. Se pondera especialmente la entidad del interés tutelado o protegido del
damnificado”22.
otros”, L.L.2006-D-88, y CSJN, 24-2-2009, H.270.XLII, “Halabi, Ernesto c/PEN.
Ley 25.873, dec. 1563/04 s/Amparo ley 16.986”.
17 CALVO COSTA, Carlos A. “El daño resarcible en el proyecto de Código
Civil y Comercial de la Nación”, www.ccalvocosta.com.ar/
18 MAURINO, Gustavo- NINO, Ezequiel- SIGAL, Martín, “Acciones colecti-
vas” , Ed. Lexis Nexis, Buenos Aires, 2005, ps. 191 y 192.
19 RIVERA, Julio C. (h), “La noción de derechos de incidencia colectiva en
la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y de los tribunales
inferiores”, en JA, 2008-II-1141 y ss. Véase también, CSJN, 31/10/06, “Mujeres
por la Vida –Asociación Civil sin fines de lucro, Filial Córdoba- c/Estado Nacio-
nal”, JA, 2007-I-19.
20 Esa supresión en expresiones de Sáenz hace que se “mantenga el
sistema existente en la actualidad, basado principalmente en el precedente juris-
prudencial antes citado, en cuanto a la procedencia de las acciones colectivas
en tutela de ambos tipos de intereses que, a su vez, se encuentran consagradas
en diversos microsistemas particulares (v. gr. arts. 30 y cctes. de la ley 25.675
y 54 de la ley 24.240, reformada por la ley 26.361)”. SÁENZ, Luis R. J. , El daño
resarcible en el Proyecto de reforma del Código Civil, www.pensamientocivil.
com.ar
21 LÓPEZ HERRERA, Edgardo, Código Civil y Comercial Comentado.
Directores: Julio César Rivera-Graciela Medina. Coordinador: Mariano Esper.
T.IV. La Ley, Bs As, octubre de 2014, Comentario al Art. 1737, p.1064.
22 GALDÓS, Jorge M. La función resarcitoria, el daño y el riesgo creado”,
en Comentarios al Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación, Julio

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 73


B. 1. b). Indemnización. Efectos de la lesión al derecho o interés.

En el Código Civil se indican como daños el patrimonial, en el art. 1069, que


comprende el daño emergente y el lucro cesante, como así también el daño
moral según los arts. 1078 y 522. No hay referencia a los intereses de incidencia
colectiva ni tampoco a la perdida de oportunidad.

El Código Civil y Comercial de la Nación regula las consecuencias indemniz-


ables de la lesión a un derecho o a un interés, en el:

Art. 1738: Indemnización. La indemnización comprende la pérdida o disminución


del patrimonio de la víctima, el lucro cesante en el beneficio económico esperado
de acuerdo a la probabilidad objetiva de su obtención y la pérdida de chances.
Incluye especialmente las consecuencias de la violación de los derechos person-
alísimos de la víctima, de su integridad personal, su salud psicofísica, sus afec-
ciones espirituales legítimas y las que resultan de la interferencia en su proyecto
de vida.

Por su parte, el art. 1741 regula la indemnización de las consecuencias no pat-


rimoniales:
Art. 1741. Indemnización de las consecuencias no patrimoniales. Está legitimado
para reclamar la indemnización de las consecuencias no patrimoniales el damni-
ficado directo. Si del hecho resulta su muerte o sufre gran discapacidad también
tienen legitimación a título personal, según las circunstancias, los ascendientes,
los descendientes, el cónyuge y quienes convivían con aquél recibiendo trato
familiar ostensible.

La acción sólo se transmite a los sucesores universales del legitimado si es inter-


puesta por éste.

El monto de la indemnización debe fijarse ponderando las satisfacciones sustitu-


tivas y compensatorias que pueden procurar las sumas reconocidas.

B. 2. Categorías de daños

Patrimonial y moral. Daños a la persona.

El Código Civil en el art. 1068 se expresa:

Art. 1068: “Habrá daño siempre que se causare a otro un algún perjuicio sus-
ceptible de apreciación pecuniaria, o directamente en las cosas de su dominio
o posesión, o indirectamente por el mal hecho a su persona o a sus derechos o
facultades”.

El art. 1069 se refiriere en particular al daño patrimonial, que comprende el daño


emergente y el lucro cesante, y el daño moral en la órbita extracontractual el art.
1078 y en lo contractual el art. 522.

En el Código Civil y Comercial de la Nación, al desaparecer la distinción entre


responsabilidad contractual y extracontractual, no cabe diferenciar el daño entre
una y otra órbita pues no hay razón para hacerlo.

César Rivera (Director) Graciela Medina (Coordinadora), Capítulo XXXIX , p. 837


y sgtes.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.74


A partir de la redacción del art. 1738 puede plantearse el interrogante acerca de
si se mantienen las dos grandes categorías del daño que la doctrina y jurispru-
dencia aceptan de modo mayoritario: daño patrimonial y daño no patrimonial o
moral, o es que ahora se abre un tercer género, los llamados daños a la persona.

Se ha suprimido la mención al daño moral tal como hacía el art. 1078 del Código
Civil. Si bien la expresión había recibido críticas por considerársela ambigua,
representativa de otro aspecto de la persona, tenía larga utilización en nuestro
sistema jurídico. Al respecto aclara Galdós: “La expresión daño no patrimonial
no excluye utilizar indistintamente las de daño moral o daño extrapatrimonial (art.
1741)”23

El art. 1741 del Código Civil y Comercial de la Nación se refiere al daño con
consecuencias no patrimoniales, cabe entender que está haciendo referencia al
daño que provoca la lesión a intereses espirituales de un sujeto, que produce en
la persona consecuencias espirituales disvaliosas, que se traducen en un modo
de estar diferente al que se encontraba con anterioridad al hecho lesivo, afectán-
dole sus capacidades de entender, de querer y de sentir.

En cuanto al daño patrimonial, dice el art. 1738 en su primera parte: “ Indem-


nización. La indemnización comprende la pérdida o disminución del patrimonio
de la víctima, el lucro cesante en el beneficio económico esperado de acuerdo
a la probabilidad objetiva de su obtención y la pérdida de chances...”. Las dos
primeras menciones hacen al daño patrimonial, “pérdida o disminución del patri-
monio” que se corresponde con el llamado “daño emergente”, pérdida efecti-
vamente sufrida, destrucción, deterioro que repercute en el patrimonio. Luego
de manera expresa señala el “lucro cesante”, esto es las ganancias dejadas de
percibir, frustración de las mismas, con la exigencia de la “probabilidad objetiva
de su obtención”.

Se incorpora la “pérdida de chances”, dando acogida a una figura que la doc-


trina y jurisprudencia del país fueron construyendo y ampliando desde hace
largo tiempo. Zavala de González la conceptualiza como el supuesto en el que
“la materia resarcible no equivale a la pérdida de la ventaja misma, sino a la pér-
dida de la ocasión que se tenía de lograrla, por lo que el resarcimiento es menor
que en las hipótesis de un verdadero lucro cesante. Por ejemplo, el abogado
que negligentemente dejó perimir la instancia, deberá indemnizar a su cliente no
todo lo que éste habría obtenido de haber ganado el pleito, sino una suma más
reducida, vinculada con la frustración de la oportunidad malograda por aquél”24.
Se fue reconociendo y extendiendo el espectro de chances resarcibles: pér-
dida de la oportunidad de los padres de obtener por delante ayuda material y
espiritual de un hijo menor fallecido, aunque hasta el momento de su muerte
no les hubiera prestado asistencia, “esperanza económica que significa un hijo
vivo”; interrupción de los estudios; pérdida de chances afectivas que experi-
menta quien sufre determinadas lesiones estéticas, paternidad o maternidad que
se coarta por esterilidad, etc., siempre bajo la premisa de que la pérdida de la
oportunidad sea cierta, y no una mera esperanza frustrada o ilusiones rotas.
Pese a lo dicho, no son pocas las dificultades e incertidumbres que a la hora de
su valoración se generan, a partir de la incorporación normativa habrá respaldo
23 GALDÓS, Jorge M. La función resarcitoria, el daño y el riesgo creado”,
en Comentarios al Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación, Julio
César Rivera (Director) Graciela Medina (Coordinadora), Capítulo XXXIX , p. 837
y sgtes.
24 ZAVALA de GONZÁLEZ, Matilde, Resarcimiento de daños, 4. Presupu-
estos y funciones del Derecho de Daños, Bs. As., Hammurabi, 1999, p. 129-130.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 75


legal para solicitar su reparación pero deberá acreditarse de modo fehaciente su
existencia.

Respecto a la segunda parte del art. 1738 al decir: “... la violación de los dere-
chos personalísimos de la víctima, de su integridad personal, su salud psicofí-
sica, sus afecciones espirituales legítimas y las que resultan de la interferencia
en su proyecto de vida”, introduce imprecisiones que generarán dificultades en
su interpretación.

Cabe la pregunta acerca de qué esfera de intereses se afectan al hablar de con-


secuencias en la “integridad personal, su salud psicofísica”, es la patrimonial
o no patrimonial o espiritual; puede repercutir en ambas de modo simultáneo;
o deben concebirse como “tercer género”, categoría autónoma: daño a la per-
sona, diferente del daño patrimonial y del no patrimonial.

La violación a derechos personalísimos puede afectar el ámbito espiritual, pero


también el patrimonial. Una afección al honor, a la identidad de la persona, puede
aminorar solo la tranquilidad espiritual, o de modo conjunto también el ingreso
de ganancias.

Del mismo modo, el daño a la integridad personal, a la salud psicofísica, pueden


provocar alteraciones de ánimo, angustias, inquietud, es decir, repercusiones
no patrimoniales; pero también pueden requerir gastos de atención médica, tra-
tamientos o terapias, reposo que impide trabajar, etc. que podrá traducirse en
pérdidas económicas, gastos, disminución de ganancias e incluso pérdida de
chance.

Las afecciones espirituales legítimas alcanzarán, generalmente, a la espirituali-


dad o sentimientos de la persona, esfera no patrimonial.

La interferencia en el proyecto de vida en el decir de Fernández Sessarego es


“el más grave daño que se puede causar a la persona es aquel que repercute de
modo radical en su proyecto de vida, es decir, aquel acto que impide que el ser
humano se realice existencialmente de conformidad con dicho proyecto libre-
mente escogido, atendiendo a una personal vocación”25. Esta opinión encuentra
respaldo en un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, del 17
de setiembre de 1997, que resuelve el caso “María Elena Loayza Tamayo”, joven
que es absuelta del delito de traición a la patria (terrorismo agravado) por la
justicia militar y luego procesada por los mismos hechos bajo el cargo de terro-
rismo por la justicia común y estuvo detenida cinco años. Allí se expresó que “se
asocia al concepto de realización personal, que a su vez se sustenta en opciones
que el sujeto puede tener para conducir su vida y alcanzar el destino que se
propone”. Se trata en este caso de opciones que el ser humano, en cuanto libre,
escoge entre una multitud de posibilidades existenciales26.

En torno al punto de si las repercusiones del daño deben ser captadas dentro de
las categorías tradicionales, patrimonial y extrapatrimonial, algunos doctrinarios
argentinos y extranjeros, sostienen la necesidad de repensar las categorías tra-
25 FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos, “El daño a la persona en el Código
civil de 1984”, en Libro Homenaje a José León Barandiarán. Edit. Cuzco, Lima,
1985, pág. 163 y sgts. y en “Nuevas tendencias en el derecho de las personas”,
Universidad de Lima, Lima, 1990, pág. 261 y sgts.
26 Corte Interamericana de Derechos Humanos, 27/11/1998, “ Loayza
Tamayo, María E. “ , RCyS, 1999- 209. FERNÁNDEZ SESSAREGO, C., Revista
de Responsabilidad Civil y Seguros, ed. “La Ley”, Buenos Aires, año 1999, pág.
1324.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.76


dicionales y reemplazarlas por la de daños patrimoniales y daños a las personas.
Esta última incluye diversas clases: daño estético, daño sexual, daño a la vida de
relación, daño biológico, daño juvenil, daño moral, etc27. La propuesta responde
a la preocupación por exaltar el valor de la persona en sí y no como poseedora
de bienes, estimar con mayor justeza los efectos del daño, y dar cabida a indem-
nizaciones que pudieran verse limitadas por una concepción estrecha del daño
moral.

Entre los autores extranjeros que postulan la distinción de este tercer género se
encuentra Fernández Sessarego, quien expresa que el “daño a la persona es
el daño no patrimonial. Consecuentemente, el mencionado daño a la persona
comprende las lesiones al proyecto de vida y a los bienes personales (intimidad,
honor, integridad psicofísica, etc.) y, además, el daño moral reducido al pretium
doloris”28.

A nivel nacional la posición mayoritaria, comparte el pensamiento de Bueres


quien sostiene que la expresión “daño a la persona, tiene contornos muy difusos
o borrosos en la doctrina y la jurisprudencia por más que con ella se trate de
apuntar a la defensa del ser humano en sus bienes personalísimos” 29.

Ha tenido, hasta ahora, acogida reducida en nuestro país la opinión que dife-
rencia el daño a la persona, prevalece la idea que sostiene que con adecuada
evaluación nuestro sistema permite comprender todos estos aspectos en los
conceptos de daño patrimonial o moral. Si se entiende a este último como: “modi-
ficación disvaliosa del espíritu, en su capacidad de entender, querer o sentir, o
en la aptitud para actuar, que se traduce en un modo de estar de la persona,
diferente de aquél en que se encontraba antes del hecho, como consecuencia
de éste y perjudicial para su existencia”, se encuentra la amplitud suficiente para
captar múltiples situaciones, lo que hace innecesario abrir otras categorías. Se
evita así el riesgo de indemnizar de más, yuxtaponiendo lo mismo en distintos
rubros o, por el contrario, restringir la reparación precisamente para evitar ese
efecto30.

Aunque no se crea una categoría distinta, sí encuentra aceptación, en un amplio


número de decisiones judiciales, el resarcimiento del llamado daño psíquico
diferenciándolo del daño moral y dándosele ubicación dentro del daño patrimo-
nial, entendiéndose por tal el que supone modificación de la personalidad que se
expresa a través de síntomas patológicos, inhibiciones, depresiones, bloqueos,
27 MOSSET ITURRASPE, Jorge, “Daño moral. Noción. Crítica a la denomi-
nación. Daño extrapatrimonial. Daño a la persona”, Revista Derecho de Daños,
n. 6, “Daño moral”, 1999, Ed. Rubinzal-Culzoni, p. 6. FERNÁNDEZ SESSAREGO,
Carlos, “Nuevas reflexiones sobre el daño psíquico”, Revista Responsabilidad
Civil y Seguros, La Ley, 2000-135.
28 FERNÁNDEZ SESSAREGO, C., “Nuevas tendencias en el derecho de las
personas”, Universidad de Lima, Lima, 1990, pág. 261 y sgts.
29 BUERES, Alberto J., La responsabilidad por daños en el Proyecto de
Código Civil y Comercial de 2012, LA LEY 18/02/2013, 18/02/2013, 1 – RCyS2013-
II, 5 – LA LEY 11/06/2012, 11/06/2012, 1 – LA LEY2012-C, 1254 – DJ27/02/2013,
1 – LA LEY 30/07/2012, 30/07/2012, 1 – LA LEY2012-D, 1154 – RCyS2012-IX, 17.
30 Es innegable que resulta tarea dificultosa la de evaluar y cuantificar
estos aspectos, de allí que se plantee la inquietud si los jueces realmente cono-
cen acabadamente las condiciones para otorgar valores económicos sin poder
adentrarse en la realidad social de los reclamantes, en sus sufrimientos, padeci-
mientos o bien en sus proyecciones a futuro Estas dudas expone CAPPELLOTTI,
Francisco en “El Juez y su difícil tarea de cuantificar derechos personalísimos”,
Revista Jurídica de la Patagonia, 16-12-2014 Cita: IJ-LXXV-85.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 77


traumas, etc., manifestaciones que permiten valorar el grado de injuria pade-
cida31.

No se encuentran razones valederas a partir de la nueva regulación que hagan


variar la concepción tradicional que distingue dos grandes áreas: patrimonial y
moral; lleva ya largos años de aplicación, encontrándose abundante doctrina
y jurisprudencia que han sentado criterios en la cuestión. Por tanto habrá que
determinar, en cada caso concreto, qué esfera de intereses o derechos afecta
cada una de las repercusiones mencionadas. De modo categórico expresa
Bueres “ha de subsistir el criterio mayoritario actual, en el sentido de que puede
haber numerosos menoscabos fenoménicos o naturales a los bienes, pero en
realidad habrá dos categorías de daños: el patrimonial y el extrapatrimonial (o
moral)”32.

Otro interrogante a despejar es si la enunciación realizada en los arts. 1737 y


1738 es taxativa, o meramente enunciativa. A partir del principio de reparación
plena -consagrado en el art. 1740-, además de tratarse de un principio implícito
en la Constitución Nacional, las enumeraciones realizadas en los citados artícu-
los puede entenderse como enunciativa, ya que las menciones que allí se hacen
lo son sin perjuicio de otros derechos o bienes que pueden verse afectados, ya
sean estos patrimoniales o extrapatrimoniales33.

C. Requisitos

El art. 1068 del Código Civil dispone: “ Habrá daño siempre que se causare a
otro algún perjuicio susceptible de apreciación pecuniaria, o directamente en las
cosas de su dominio o posesión, o indirectamente por el mal hecho a su persona
o a sus derechos o facultades”.

La doctrina y jurisprudencia nacional, desde hace tiempo, requieren que el daño


sea: cierto, personal y subsistente, exigencias que no ha variado el Código Civil
y Comercial de la Nación.

El Art. 1739 del Cód. Civil y Comercial de la Nación establece los requisitos de la
indemnización:” Requisitos. Para la procedencia de la indemnización debe existir
un perjuicio directo o indirecto, actual o futuro, cierto y subsistente. La pérdida
31 El daño psíquico, en “Los nuevos daños”, obra colectiva coordinada
por Ghersi, ed. Hammurabi, Buenos Aires, 1995, pág. 74/5). Varios fallos han
resuelto que “el daño psicológico debe diferenciarse del daño moral pues si bien
ambos afectan el equilibrio espiritual del damnificado, el primero reviste conno-
taciones de índole patológica”, C. Nac. Civ., sala B, 4/4/1997, “N., S. J. v. Valez,
Guillermo I.”, LL 1998-A-167. C.N. de Apel. en lo Civ, P., L. y otros v. G., J. E. y
otros, Bs. As., 7/10/ 2010: Daño psíquico es aquél observable sintomáticamente;
como tal, afecta la actuación del sujeto en su esfera de relación en general. Es
claramente un daño económico”. También hubo decisiones en contrario: “Las
lesiones a la psiquis no constituyen una categoría autónoma, puesto que tales
lesiones pueden conculcar intereses de índole patrimonial o moral”. C. Nac. Civ.,
sala D, 16/6/1992, “Peralta, Antonio v. Hernán, Ramón E.”, LL 1992-E-25.
32 BUERES, Alberto J., La responsabilidad por daños en el Proyecto de
Código Civil y Comercial de 2012, LA LEY 18/02/2013, 18/02/2013, 1 – RCyS2013-
II, 5 – LA LEY 11/06/2012, 11/06/2012, 1 – LA LEY2012-C, 1254 – DJ27/02/2013,
1 – LA LEY 30/07/2012, 30/07/2012, 1 – LA LEY2012-D, 1154 – RCyS2012-IX, 17.
33 Compartimos la apreciación de Luis R. J. SÁENZ, en El daño resarcible
en el Proyecto de reforma del Código Civil, www.pensamientocivil.com.ar

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.78


de chance es indemnizable en la medida en que su contingencia sea razonable y
guarde una adecuada relación de causalidad con el hecho generador”.

C. 1. Certeza del daño

Significa simplemente que éste debe existir, es decir ser real, efectivo, de sufi-
ciente certeza y no meramente hipotético o eventual.

Cabe tener presente que el daño puede ser actual o futuro. A este último Orgaz
lo define como el que habrá de concretarse verosímilmente de acuerdo a la
experiencia34, previsiblemente ocurrirá, es real y efectivo también. Hay certidum-
bre en cuanto a la existencia, aunque su monto todavía no pueda ser determi-
nable35. Señala Moisset de Espanés que la actualidad o futuridad del daño está
referida al “presente” del litigio. “Serán daños actuales los anteriores al litigio,
los que ya se habían producido al momento de entablarse la demanda, brindarse
la prueba y dictarse el fallo; y daños futuros los posteriores a ese tiempo ideal
único que es el pleito”36.

La certeza del daño admite varios niveles: desde la seguridad sobre su exis-
tencia hasta la probabilidad objetiva, sólo es exigible con frecuencia que sean
seriamente verosímiles, aunque no se arribe a un juicio de fatalidad.

La teoría de la reparación ha ampliado el punto de referencia de la certeza:


desde la certeza del daño hasta abarcar la certeza de la oportunidad de un
beneficio, malograda por el hecho lesivo, esta es la pérdida de la chance, que
se incluye ahora de modo expreso; es un daño cierto y no un supuesto perjuicio
hipotético o conjetural.

La materia resarcible no equivale a la pérdida de la ventaja misma, sino a la


pérdida de la ocasión que se tenía de lograrla. Se está en una zona gris entre el
daño cierto y el incierto; de todas maneras el daño es cierto, porque es cierto en
la medida de la proporción que fija el juez, establece el valor del daño e indem-
niza tomando en cuenta el porcentaje de certeza sobre el valor total del daño37.

En el caso de lesiones y de incapacidad sobreviniente la jurisprudencia deter-


mina la necesidad de valuar no solamente aquellos efectos negativos que las
lesiones y las secuelas produjeron, desde el punto de vista de la ineptitud labo-
ral y vida de relación al momento de la sentencia (daño emergente), sino que el
juez puede también analizar la permanencia futura o la prolongación futura de
34 ORGAZ, Alfredo, El daño resarcible, Lerner, Córdoba, 1980, p. 63.
35 Al respecto la jurisprudencia ha expresado: “Tanto en el daño actual
como en el futuro, se exige pues que el daño sea cierto. Así como en el daño
actual, son indemnizables las consecuencias ya sucedidas, en el daño futuro,
solamente cabe reparación cuando media una conducta antijurídica y con
respecto a la cual se prevén repercusiones que, se sabe con objetiva seguridad
que ocurrirán dentro del curso natural y ordinario de las cosas”, C. Civ. Com.
Minas Paz y Trib. Mendoza,4ª,25/08/1997- Lanera, María v. Elespe, Rubén Y Otro
S/Daños y Perjuicios.
36 MOISSET de ESPANÉS, “La reparación de los daños continuados o per-
manentes” en Reparación de daños y Responsabilidad Civil. 1, Zavalía, Bs. As,
2009, p. 29.
37 Sobre concepto y jurisprudencia sobre el tema ver MÁRQUEZ, José
Fernando, Valoración y cuantificación de la pérdida de chances, LLC 2008 (julio)
, 595

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 79


esa ineptitud laboral, durante el resto de la vida útil probable del lesionado (lucro
cesante), o también la pérdida de potencialidades futuras que son causadas por
esas mismas secuelas del accidente (pérdida de chance).

C. 2. Personal

Un requisito clásico del daño es el de la personalidad: sólo puede reclamar la


reparación quien haya sufrido el perjuicio, debe haberse menoscabado un inte-
rés propio de quien acciona. Esta regla no ha variado.

Vale detenerse en el punto referido al daño directo o indirecto. El art. 1739 con-
sagra la procedencia del resarcimiento cuando el daño sea directo o indirecto. El
problema al cual nos enfrentamos es la determinación de cuál es el significado
de la acepción perjuicio directo o indirecto.

Por un lado se habla de daño directo cuando afecta el patrimonio, “sobre las
cosas de su dominio o posesión” (art.1068 C.Civil), e indirecto cuando perturba
lo extrapatrimonial, “mal hecho a su persona o a sus derechos o facultades” (art.
1068 C. Civil). Un siniestro vial que deteriora el automotor y a su vez provoca
lesiones a la persona del conductor, quien a su vez es titular registral, indica la
presencia de un daño directo en lo espiritual por las lesiones sufridas, y en el
patrimonio, reparación del vehículo, posible disminución de su valor de reventa,
pero también se necesita atención médica por las lesiones corporales, gastos
que repercuten indirectamente en el patrimonio.

También puede entenderse según los legitimados activos que reclaman la


indemnización. Si es aquél sobre quién recayó el perjuicio, será daño directo. En
el ejemplo anterior, la persona lesionada que a su vez es el titular dominial del
automotor, es damnificado directo. Si el daño afectó a una persona, pero las con-
secuencias afectaron los intereses de otro, por rebote, el daño es indirecto. Si
el conductor lesionado fuese un empleado del titular registral, y éste asume los
gastos de curación de la persona en su carácter de empleador, será damnificado
indirecto. En caso de muerte inmediata de la víctima solo habrá damnificados
indirectos.

El Código Civil en el art. 1079 prevé la legitimación directa e indirecta del daño
patrimonial, “La obligación de reparar el daño causado por un delito, existe no
sólo respecto del aquel a quien el delito ha damnificado directamente, sino res-
pecto de toda persona, que por él hubiese sufrido, aunque sea de una manera
indirecta”.

En el Cód. Civil y Com. de la Nación no se encuentra una norma semejante, pero


hay razones que inclinan a mantener el mismo criterio. Si se hubiese querido
restringir debió explicitárselo, lo que resultaría contrario al pensamiento que se
desprende de los Fundamentos y del articulado. Por otra parte, en cuanto a la
legitimación del daño no patrimonial, se amplía la esfera de quienes pueden soli-
citar la indemnización: “Si del hecho resulta su muerte o sufre gran discapacidad
también tienen legitimación a título personal, según las circunstancias, los ascen-
dientes, los descendientes, el cónyuge y quienes convivían con aquél recibiendo
trato familiar ostensible”, por tanto sería violatorio del principio de igualdad res-
tringir en lo patrimonial. Además de resultar contradictorio con la elaboración
doctrinaria y jurisprudencial que, precisamente, bregaba por la ampliación de la
legitimación del art. 1078 del C.Civil, en el llamado daño moral.

Por tanto, puede coincidirse con Sáenz cuando expresa que “el art. 1739, al esta-
blecer que para que proceda, la indemnización debe existir un perjuicio directo

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.80


o indirecto, consagra la legitimación tanto del damnificado directo como del indi-
recto para reclamar el menoscabo sufrido a título personal”38.

C. 3. Subsistente

Otro de los requisitos del art. 1739 es que el daño aquél subsista al momento de
dictarse la sentencia.

La exigencia de la subsistencia del daño exige que el perjuicio no haya sido


reparado por el obligado a resarcir. El afectado puede haber asumido los gastos
tendientes a la reparación, o puede haberlos asumido otro, en los hechos el
efecto puede haber desaparecido, pero no en lo jurídico.

El daño es cierto aún cuando hayan desaparecidos sus consecuencias nocivas


sin que medie indemnización.

Depende de quién reparó el daño, si lo hizo el responsable la obligación se


encuentra extinguida. No es que no haya responsabilidad por falta de la subsis-
tencia del daño, sino lisa y llanamente ha mediado cumplimiento de la obligación
de resarcir que incumbía al responsable. Si la reparación estuvo a cargo de un
tercero habrá una subrogación en los derechos del acreedor , por ejemplo la
aseguradora, habrá una subrogación legal.

38 SÁENZ, Luis R. J. en El daño resarcible en el Proyecto de reforma del


Código Civil, www.pensamientocivil.com.ar

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m3 |contenidos | IC

información complementaria 8

Comentarios al Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación


Julio César Rivera (Director) Graciela Medina (Coordinadora) Capítulo XXXIX

La función resarcitoria, el daño y el riesgo creado


Por Jorge M. galdós ................................................................ 837

1. Introducción

Me propongo efectuar algunas consideraciones —generales e iniciales— sobre


la responsabilidad civil en el Proyecto 2012 de Código Civil y Comercial de
la Nación limitadas a la función resarcitoria, el daño y las cosas y actividades
riesgosas previstos en el Libro Tercero, “Derechos personales”, Título V, “Otras
fuentes de las obligaciones”, capítulo 1, “Responsabilidad civil”, sección 3ª,
“Función resarcitoria” — arts. 1716 a 1736—, y parcialmente de la sección 4ª,
“Daño resarcible” —circunscripta a los arts. 1737 a 1740, ya que los restantes
artículos serán abordados en otro capítulo de esta obra—, y de la sección 7ª,
“Responsabilidad derivada de la intervención de cosas y de ciertas actividades”
—arts. 1757 a 1759—.

2. Las tres funciones y la denominación Responsabilidad Civil

1. El Proyecto contempla las tres funciones de la responsabilidad civil —prevenir,


reparar, resarcir—, asignándoles la misma jerarquía normativa. Sin embargo, la
función resarcitoria reviste mayor importancia cuantitativa porque será de más
frecuente aplicación en atención a su naturaleza (reparar, mediante una presta-
ción, el daño sufrido).

2. En su momento se propuso sustituir la denominación responsabilidad civil por


responsabilidad por daños. Se afirmó que el origen de la expresión responsabi-
lidad civil tendía a diferenciarla de la responsabilidad penal y que la denomina-
ción más amplia de responsabilidad por daños es abarcativa de las funciones
preventivas y sancionatorias de la responsabilidad, las que están específica-
mente receptadas en el Proyecto. Además, el derecho de daños tiene un campo
de aplicación más amplio, porque comprende otras disciplinas jurídicas, como
el derecho comercial, laboral, administrativo, etc., sin perjuicio de que el dere-
cho civil constituye el derecho común, porque contiene instituciones generales
aplicables a todas las áreas especiales 1. Pese a que la observación es perti-
nente, la denominación clásica de responsabilidad civil respeta la tradición de
la expresión usual en la literatura jurídica nacional y atiende a la necesidad de
unificar la terminología con la empleada en la legislación especial; por lo demás,
la nomenclatura adoptada está difundida entre nosotros para designar, además
de la reparación, sus otras funciones (preventiva y sancionatoria) 2.

1 Zavala de González, Matilde, Valoraciones sobre responsabilidad. A propósito del


Proyecto de Código Civil, Mediterránea, Córdoba, 2000, p 11.
2 Reenvío a Galdós, Jorge M., “La responsabilidad civil (parte general) en
el anteproyecto”, LL del 11/6/2012, p. 1.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.82


3. La función resarcitoria

3.1. Principios generales

La función resarcitoria, aunque limitada a las prescripciones de los arts. 1716 a


1740, (únicas normas de las que aquí me ocuparé), se asienta en los siguientes
pilares esenciales: 1) la unificación de la responsabilidad extracontractual y la
contractual (arts. 1716 y 1717); 2) la consagración de la antijuricidad (arts. 1717,
1718, 1719, 1720); 3) el deber de obrar con diligencia y pleno conocimiento de
las cosas (art. 1725), sobre la base de la previsibilidad de las consecuencias
(arts. 1715, 1728 y 1730), y conforme los principios de buena fe (arts. 9º, 10,
1710, inc. b], 1732) y de normalidad —que predica que las consecuencias de un
hecho suceden según el curso natural y ordinario de las cosas (art. 1727)—; 4)
el principio de la reparación plena y la tutela de la persona humana (arts. 1740,
1770, 1771, 1741, 1743, 1745, 1746, 1102, 51, 52, 53, 54, 56).

3.2. La unificación de la responsabilidad civil

1. La unificación de ambas esferas de la responsabilidad comprende “la violación


del deber de no dañar a otro” (art. 1716, es decir, la conducta de origen extracon-
tractual) y “el incumplimiento de una obligación” (art. 1716, esto es, la de origen
contractual). Se sistematizan así previsiones generales del Código Civil vigente
(arts. 1066 y 1109). Sin embargo, la unificación no significa homogeneidad total
porque, como lo expresan los Fundamentos del Proyecto, la uniformidad com-
prende los aspectos generales, manteniéndose las distinciones propias de cada
ámbito en lo relativo a la ejecución y al incumplimiento, que se regulan en el
campo de las obligaciones y de los contratos. Por ello subsisten diferencias
específicas reguladas en cada instituto: el plazo de prescripción general es de
cinco años (art. 2560) y de tres años el plazo de prescripción del resarcimiento
de daños derivados de la responsabilidad civil (art. 2561). Además se establecen
otros plazos especiales: diez años por daños por agresiones sexuales a perso-
nas incapaces (art. 2561); dos años por los daños derivados de accidentes y
enfermedades del trabajo y del transporte de personas o cosas (art. 2562, incs.
b] y d]); un año para la acción contra el constructor por ruina en las obras de
larga duración (art. 2564, inc. c]).

Por lo demás la suspensión y la interrupción de la prescripción no se extienden


ni a favor ni en contra de los interesados, salvo que las obligaciones sean soli-
darias o indivisibles (arts. 2540 y 2549). En caso de pluralidad de responsables
se aplican las reglas de las obligaciones solidarias o de las concurrentes, según
los supuestos que correspondan (art. 1751); la solidaridad surge únicamente de
la ley o del título constitutivo de la obligación (arts. 827 y 828) y en las obligacio-
nes solidarias y en las concurrentes se aplican algunas reglas comunes y otras
especiales (arts. 831, 832, 835, 846, 851). En el incumplimiento de las obligacio-
nes la imposibilidad sobrevenida, objetiva, absoluta y definitiva de la prestación
por caso fortuito o fuerza mayor extingue la obligación sin responsabilidad (art.
955). Si es imputable al deudor, la obligación modifica su objeto y se convierte
en la de pagar una indemnización de daños (art. 955). En el incumplimiento de
las obligaciones con cláusula penal el deudor se libera mediante la prueba de la
causa extraña (art. 792) y no es responsable si la obligación se ha extinguido por
imposibilidad de cumplimiento objetiva y absoluta (art. 1732) o por caso fortuito
o fuerza mayor (art. 1730), salvo supuestos especiales (algunos comunes) a la
imposibilidad de cumplimiento y al caso fortuito (art. 1733). Estos supuestos
legales, en los que subsiste la obligación de responder son: la asunción legal
o convencional del caso fortuito o de una imposibilidad; la mora causalmente

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 83


vinculada con el caso fortuito o la fuerza mayor; la culpa del deudor en la pro-
ducción del caso fortuito o en la imposibilidad de cumplimiento o cuando éstos
constituyen contingencias propias de la cosa o actividad (art. 1733). En el ámbito
contractual la reparación del daño por extinción del negocio jurídico se rige por
las normas de la responsabilidad y por las especiales de cada contrato (art.
1082, inc. a]); la reparación incluye el reembolso total o parcial de los gastos y
de los tributos derivados de la celebración del contrato (art. 1082, inc. b]). En
caso de incumplimiento de las obligaciones con cláusula penal (art. 1082, inc.
c]) se aplica la pena o multa que suple la indemnización de los daños (art. 793);
el deudor no tiene derecho a otra indemnización aunque pruebe que la pena
es insuficiente y el juez puede atenuar la pena (arts. 793 y 794). En cambio, el
deudor de fuente extracontractual se exime total o parcialmente por el hecho del
damnificado (art. 1729), de un tercero (art. 1731) y por caso fortuito (art. 1730),
es decir, por la ruptura del nexo causal (art. 1726).

2. En definitiva: la unidad del sistema no significa uniformidad absoluta, mante-


niéndose diferencias puntuales entre la responsabilidad contractual y la extra-
contractual.

3.3. El principio del alterum non laedere

El art. 1716 sienta también el principio constitucional del alterum non laedere,
“no dañar a los demás” en los términos de la fórmula de Ulpiano, expuesta por
la Corte nacional en el leading case “Santa Coloma”3y receptada por el art. 1109
del Código Civil4. En la doctrina se lo define como el “deber de conducirse en la
vida de sociedad con la debida prudencia y diligencia, de forma tal que el com-
portamiento de cada uno no ocasione perjuicios a los otros individuos, sean en
sus personas o en los bienes y cosas de su pertenencias”5. En el terreno extra-
contractual y en el contractual manda comportarse según el parámetro de que
“cuanto mayor sea el deber de obrar con prudencia y pleno conocimiento de las
cosas, mayor es la diligencia exigible al agente y la valoración de la previsiblidad
de las consecuencias” (art. 1725), según los dictados de la buena fe (arts. 9º, 20,
961). Y en materia negocial “con los alcances en que razonablemente se habría
obligado un contratante razonable, cuidadoso y previsor” (art. 961). Empero,
cuando en el contrato existe una confianza especial se tiene en cuenta la condi-
ción especial del agente (art. 1725).

3.4. La antijuricidad

Se prevé expresamente a la antijuricidad como presupuesto de la responsabili-


dad civil (art. 1717). La antijuricidad alude a la ilicitud objetiva, conforme el crite-
rio actualmente predominante y desarrollado en función del análisis del art. 1066
del Código Civil, como concepto superador de la ilegalidad y que prescinde de la
voluntariedad y culpabilidad del autor. La antijuridicidad o ilicitud son sinónimos
y es ilícito todo hecho u omisión contrario al ordenamiento jurídico en su tota-
lidad6. La doctrina en general, especialmente a raíz del Proyecto de 1998, con-
3 Corte Sup., 5/8/1986, “Santa Coloma, Luis F. y otros v. empresa Ferrocarriles
argentinos”, ED 120-651, con nota de Borda, Guillermo A., “El caso ‘Santa Coloma’:
Un fallo ejemplar”, Fallos 308:1160, LL 1987-a-442.
4 Sobre el tema, ver al reciente trabajo de AlterInI, Atilio A., “Soluciones de
Proyecto de Código en materia de Responsabilidad Civil”, LL del 30/7/2011, p. 1.
5 Trigo Represas, Félix A., “Reflexiones sobre la responsabilidad civil y sus
presupuestos en el Proyecto de 1998”, en Brebbia, R. (dir.), Estudios sobre el
Proyecto de Código Unificado de 1998, Zavalía, 2001, Buenos aires, p. 335, nota
4.
6 AgoglIa, María Marta, “¿Es la antijuricidad un presupuesto de la respon-
sabilidad civil”, en Ameal, Oscar (dir.) - GesualdI, dora M. (coord.), Derecho privado.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.84


sidera que en el sistema de derecho civil debe mantenerse la antijuridicidad o
ilicitud (Brebbia, Casiello, Trigo Represas, Zavala de González; Mosset Iturraspe,
De Lorenzo) 7 . También coincide en sostener que el sistema de antijuricidad del
Código Civil es atípico y funciona en torno a la norma del art. 1109 del Código
Civil que recoge, con una fórmula amplia, el alterum non laedere8.

En el Proyecto la ilicitud comprende la contrariedad del acto a la totalidad de las


normas del sistema, es decir, incluye la violación de las leyes y reglamentos, de
las reglas y principios y de los usos y de las costumbres sociales. Se recepta
la noción amplia de ilicitud como equivalente a ilicitud material9, y si bien se
enumeran los supuestos de motivos justificantes (art. 1718), ello no excluye la
atipicidad como principio (art. 1717). Máxime que el ejercicio regular de un dere-
cho actúa como parámetro general que justifica el hecho antijurídico. Del análisis
del articulado se desprende que, como lo postulaba cierta doctrina10, mantienen
vigencia los siguientes principios: el “daño causado a otro es antijurídico, salvo
que medie una causal de justificación”. O, “toda persona debe abstenerse de
ejecutar un hecho que cause un daño o lo agrave, salvo que el comportamiento
esté justificado” (art. 1710, inc. a] y c]) 11. Y se consagra un nuevo principio:
“Toda persona debe ejecutar el hecho que evite causar o agravar un daño, salvo
que el comportamiento esté justificado” (art. 1710, inc. b]).

3.5. Las causales de justificación

1. El Proyecto contempla las causales de justificación que son las que excluyen
la ilicitud de la conducta, es decir, convierten en legítimo el acto u omisión y no
deben confundirse con las causas de inimputabilidad, que excluyen la culpabili-
dad, ya sea porque el agente carece de discernimiento (art. 921, CCiv.; arts. 260,
261 del Proyecto) o porque actuó víctima del error (art. 897, CCiv.; arts. 265, 266,
267 del Proyecto). En el régimen del Código Civil, en caso de actos involuntarios,
sólo se indemniza si medió enriquecimiento sin causa del autor del hecho y pro-
cede la indemnización de equidad (art. 907, CCiv.). El acto justificado es objeti-

Libro homenaje a Alberto Bueres, Hammurabi, Buenos aires, 2001, p. 1023.


7 Zavala de González, Matilde, “Algunas observaciones al Proyecto de Código
Civil de 1998. en materia de responsabilidad”, cit., p. 877; Brebbia, Roberto H., “La
responsabilidad civil del estado en el Código Civil vigente y en el Proyecto de reforma
en 1998”, cit., p. 1107; Casiello, Juan José, “Observaciones al Proyecto de reformas
del Código Civil de 1998. Factores de atribución de responsabilidad”, en Brebbia
Roberto (dir.), Estudios sobre el Proyecto de Código Unificado de 1998, cit., p. 410;
Mosset Iturraspe, Jorge, “La responsabilidad civil en el tercer milenio. (el proyecto de
reforma al Código Civil)”, Ja 1999-ii-819; Bustamante Alsina, Jorge, “Algunas acota-
ciones críticas al proyecto de unificación legislativa civil y comercial”, LL 1987-e-863;
Borda, Guillermo a., “algunas observaciones al Proyecto de Reformas al Código Civil
elaborado por la Comisión designada por el Poder ejecutivo. (Responsabilidad civil)”,
LL 1993-e-878; Kemelmajer de Carlucci, Aída, “La responsabilidad civil de los albores
del siglo XXI. (La responsabilidad civil en el Proyecto de reformas del Código Civil de
1993)”, JA 1993-ii-817.
8 De Lorenzo, Miguel F., “El daño y las causas de justificación. a propósito del
Proyecto de Código Civil de 1998”, LL 2000-C-975; Pizarro, Ramón D. - Vallespinos,
Carlos g., Instituciones de derecho privado. Obligaciones, t. II, Buenos aires, 1999, p.
658.
9 Reenvío a Galdós, Jorge M., “La responsabilidad civil (parte general) en el
anteproyecto”, cit.
10 Bueres, Alberto, “el daño injusto y la licitud e ilicitud de la conducta”,
cit.; Vázquez Ferreyra, Roberto, Responsabilidad por daño. Elementos, Astrea,
Buenos aires, 1993, p. 131.
11 Ver: De Lorenzo, Miguel Federico, “El daño…”, cit., p. 975.

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vamente ilícito, mientras que el acto inimputable es objetivamente lícito. Se trata
de situaciones en las que existirá daño pero no obligación de resarcir porque por
alguna razón el hecho u omisión ontológicamente antijurídico estará justificado.
Una opinión señala que las causas de justificación se emplazan en las eximen-
tes 12. Otra sostiene que las causas de justificación son las que prevé la ley o el
consentimiento del damnificado. En el caso de la justificación legal se incluyen
al estado de necesidad, la legítima defensa, la autoayuda y el ejercicio de un
derecho. El consentimiento del damnificado puede ser expreso (en las cláusulas
de irresponsabilidad y en la dispensa del dolo y de la culpa) o tácito, supuesto
este último que comprende la aceptación de riesgos, los actos de abnegación
o altruismo y la participación en una competencia riesgosa y en el transporte
benévolo13 .

2. El Proyecto importa un avance porque sistematiza las causales de justificación


que en el régimen actual están previstas normativamente en el derecho penal
(art. 34, CPen.) y en algunas disposiciones expresas del Código Civil (arts. 1071,
2470, 1646, 2232; art. 37, inc. a], ley 24.240).

3. Las causales de justificación previstas. Las causales de justificación regladas


expresamente son las siguientes: el ejercicio regular de un derecho (art. 1718,
inc. a]); la legítima defensa propia o de terceros (art. 1718, inc. b]); el estado de
necesidad (art. 1718, inc. c]); el acto de abnegación y la asunción de riesgos
inusuales o extraordinarios (art. 1719, partes 1ª y 2ª), y el consentimiento libre
e informado del damnificado que no constituya una cláusula abusiva cuando
la lesión recaiga sobre bienes disponibles (art. 1720). No son admisibles y se
tienen por no escritas, por ejemplo, las cláusulas que excluyen o limitan la res-
ponsabilidad prevista en la ley en caso de ruina de la obra (art. 1276), en el
transporte de personas por muerte o daños corporales (art. 1292) o la de quie-
nes habitualmente realizan servicios de transporte (art. 1313), en el depósito
necesario y en los hoteleros y establecimientos y locales asimilables (arts. 1374
y 1375), en el contrato de caja de seguridad (art. 1414), en la obligación de
saneamiento (art. 1038).

En caso de legítima defensa, el tercero que no fue agresor ilegítimo tiene dere-
cho a la reparación plena del daño sufrido (art. 1718, inc. a]); en caso de estado
de necesidad el damnificado tiene derecho al resarcimiento según las normas de
la equidad (arts. 1718 y 1742, inc. c]), y en el acto de abnegación en la medida
del enriquecimiento sin causa (art. 1719, parte 2ª). En la de indemnización equi-
tativa no rige la indemnización plena de las consecuencias inmediatas, mediatas
y causales en la medida en que corresponda, sino que el resarcimiento se des-
entiende de estos parámetros y es fijado según las pautas legales (art. 1742) 14.
La doctrina señala que el régimen de las razones justificantes en el Código Civil
es atípico. En el Proyecto se recepta un sistema mixto: típico en cuanto prevé
explícitamente ciertas causales y atípico porque sólo habrá daño resarcible si se
lesiona un derecho o un interés no reprobado por el ordenamiento jurídico (art.
1737); por lo que el interés, incluso de hecho, es insuficiente si no está recono-
cido por el sistema jurídico en su conjunto.

12 Mosset Iturraspe, Jorge, Responsabilidad por daños. Eximentes, t. IV,


Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1990, p. 74.
13 Ésta es la clasificación Bustamante Alsina, Jorge, Teoría general de la
responsabilidad civil, 3ª ed., Abeledo-Perrot, Buenos aires, 1980, p. 136.
14 AlterInI, Atilio A. - Ameal, Oscar J. -López Cabana, Roberto M., Derecho
de las obligaciones civiles y comerciales, 2ª ed. actualizada, Abeledo-Perrot,
Buenos aires, 1998, ps. 163 y 214.

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3.6. La relación de causalidad adecuada

La causalidad jurídica vincula un resultado (el daño) con el hecho antecedente


que lo ocasionó, conforme el criterio de la causalidad adecuada, receptado en
el Proyecto (art. 1726). No cualquier hecho guarda adecuado nexo causal con el
daño, sino que requiere una relación efectiva y normal entre una acción u omisión
y el daño. Para establecer la causa del daño es necesario formular ex post facto
un juicio de probabilidad o pronóstico póstumo del resultado dañoso, según el
curso ordinario de las cosas y la experiencia media de vida, para verificar si ese
daño era previsible (art. 1727). La valoración, por vía de principio, se hace en
abstracto, lo que no obsta que se pondere el mayor deber de obrar con pruden-
cia y pleno conocimiento de las cosas (como decía el art. 902, CCiv. y lo recoge
el art. 1725 del Proyecto), y las condiciones particulares del agente cuando se
trata de contratos que suponen una confianza especial entre las partes. Se res-
ponde por las consecuencias inmediatas y las mediatas previsibles (arts. 1726 y
1727) y en materia contractual por las consecuencias previstas o que pudieron
ser presumidas en el momento de contratar, salvo dolo, en cuyo caso también
se tienen en cuenta las consecuencias también al momento del incumplimiento
(art. 1728).

Entonces, y mientras en la causalidad adecuada en materia aquiliana la pre-


visibilidad se aprecia en abstracto y al momento de acaecido el daño (arts.
1726, 1727), la previsibilidad en el ámbito contractual se hace en concreto, en el
momento del contrato y conforme el parámetro del hombre medio (el contratante
razonable, cuidadoso y previsor del art. 961) y las circunstancias del caso (art.
1727). Ello salvo dolo, supuesto en el que también la responsabilidad se pon-
dera al momento del contrato (art. 1728).

4. Los factores de atribución y la responsabilidad por riesgo creado

4.1. Los factores de atribución subjetivos y objetivos

Siguiendo en lo sustancial el sistema del Código Civil, el Proyecto contempla dos


factores de atribución o imputación de responsabilidad: el subjetivo, que son el dolo,
la culpa, y algunos supuestos particulares de culpa agravada (art. 1721), y el objetivo
(art. 1722), que comprende: el riesgo, la garantía (en la que se ubica a la responsa-
bilidad extracontractual por el hecho ajeno), la equidad, el abuso del derecho (en la
clasificación de Bustamante Alsina, que también incluye el exceso de la normal tole-
rancia entre vecinos, previsto en el art. 1973 del Proyecto) 15 y la obligación objetiva
de resultado o, con más precisión técnica, el incumplimiento de una obligación de
resultado, o “por resultado”, se expresó en algunos votos de sentencias de la Corte
nacional16, (arts. 774, incs. a] y b], 1289, inc. c], 1723, 1768).

15 Aut. cit. en Teoría general de la responsabilidad civil, cit., p. 274.


16 Voto Dr. Zaffaroni en Corte Sup., 21/3/2006, “Ferreyra, Víctor Daniel y
Ferreyra, Ramón v. V.I.C.O.V. Sa s/daños y perjuicios” y “Caja de Seguros SA v.
Caminos del atlántico”, JA 2006-II-218; LL 2006-C-896; Fallos 329:695 y Fallos
329:646; íd., 7/11/2006, “Bianchi, Isabel del Carmen Pereyra de v. Provincia de
Buenos aires y/u otros”, Fallos 329:4944; LL 2007-B-287; DJ 2006-3-950; RCyS
2006-1278; Fallos 329:4944. Remito a Galdós, Jorge M., “Responsabilidad civil
de los concesionarios viales y relación de consumo”, en Picasso, Sebastián
-Vázquez Ferreyra, Roberto (dirs.), Ley de Defensa del consumidor. Comentada
y anotada, t. ii, La Ley, Buenos aires, 2009, p. 791.

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4.2. La culpa y el dolo

En el Proyecto, la culpa “consiste en la omisión de la diligencia debida según


la naturaleza de la obligación y las circunstancias de las personas, el tiempo y
el lugar. Comprende la imprudencia, la negligencia y la impericia en el arte o
profesión” (art. 1724). El artículo alude a la diligencia debida o exigible, en sin-
gular, siguiendo la observación de la doctrina al texto originario del Código y se
mantiene la formulación de Vélez Sarsfield que ha sido elogiada. Se afirmó que
se trata de “una fórmula feliz” 17, una de las más logradas de todas las que se
han usado” 18, que expresa el pensamiento del Codificador “en la lúcida nota al
art. 512” 19, que resulta “prácticamente insuperable”20, es “eminentemente prác-
tica” 21y prevé “cuestiones de hecho que el juez debe aplicar en cada caso”22.
En definitiva: el art. 1724 del Proyecto consagra una norma abierta, del tipo de
las que propugnan las legislaciones modernas que, confiando en la prudencia
judicial, establecen criterios o parámetros de razonabilidad más bien genéricos,
sustentados en pautas elásticas, y cuyos contenidos deben ser concretizados
por el juez en cada supuesto particular. Mantienen vigor las reflexiones de Vélez
Sarsfield en la nota al citado art. 512: “El artículo se reduce a un consejo a los
jueces a no tener ni demasiado rigor, ni demasiada indulgencia, y de no exigir
del deudor de la obligación, sino los cuidados razonables…”. Respecto de la
gradación de la culpa también conservan actualidad y son aplicables las mismas
consideraciones efectuadas con relación al art. 512 del Código Civil; el sistema
de valoración de la culpa es mixto: en concreto y en abstracto. La apreciación
abstracta u objetiva no prescinde por completo del examen de la naturaleza de
la obligación y de las circunstancias del caso, ni la apreciación en concreto deja
de cotejar la conducta del agente con la de un individuo de diligencia normal23 .

Empero, se establece una regla específica que siguiendo el art. 902 del Código
Civil señala que es exigible al agente mayor diligencia cuanto mayor sea su
deber de obrar con plena prudencia y conocimiento de las cosas. Pero si media
una confianza especial en la celebración de un contrato, se tiene en cuenta la
naturaleza del acto, las condiciones especiales de las partes y la condición espe-
cial del agente para valorar su conducta (art. 1725). A la exigencia de actuar en
el ámbito obligacional como un “contratante cuidadoso y previsión” (art. 961) se
le añade el “plus” derivado de la confianza en concreto.
17 Borda, Guillermo, Tratado de derecho civil. Obligaciones, t. i, 7ª ed.,
Perrot, Buenos aires, p. 101; LafaIlle, Héctor, Derecho civil. Tratado de las obliga-
ciones, t. Vi, vol. 1, Ediar, Buenos aires, 1947, nro. 176, p. 169.
18 Cazeaux, Néstor P. - Trigo Represas, Félix A., Derecho de las obligacio-
nes, t. I, Platense, La Plata, 1969, p. 175.
19 Mosset Iturraspe, Jorge, Responsabilidad por daños. Parte general, t. I,
Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1998, nro. 10, p. 131.
20 Alterini, Atilio A. - Ameal, Oscar J. - López Cabana, Roberto M., Derecho
de obligaciones civiles y comerciales, cit., nro. 427, p. 184.
21 Bustamante Alsina, Jorge, Teoría general de la responsabilidad civil, cit.,
nro. 810, d), p. 322.
22 Llerena, Baldomero, Derecho civil. Concordancias y comentarios del
Código Civil argentino, t.II, Buenos aires, 1899, nro. 1, p. 414.
23 Orgaz, Alfredo, El daño resarcible. Actos ilícitos, 2ª ed. revisada y
actualizada, Bibliográfica argentina Omeba, Buenos aires, 1960, p. 133; Mayo
Jorge, en Belluscio, Augusto (dir.) - Zannoni, Eduardo (coord.), Código Civil y
leyes complementarias, t. II, Astrea, Buenos aires, p. 638; Bustamante AlsIna,
Jorge, Teoría general de la responsabilidad civil, cit., nro. 806; Bueres Alberto J.,
Responsabilidad civil de los médicos, Ábaco, Buenos aires, 1979, p. 208; Loren-
zettI, Ricardo L., Responsabilidad civil de los médicos, Rubinzal-Culzoni, Santa
Fe, 1997, p. 465.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.88


El dolo se configura por la producción de un daño de manera intencional o con
manifiesta indiferencia por los intereses ajenos (art. 1724).

4.3. Algunos supuestos particulares de aplicación de la culpa

1. El Proyecto prevé varios supuestos de aplicación de la culpa tanto en lo con-


tractual como en lo contractual24 . La responsabilidad directa prevista en el art.
1749 puede ser subjetiva u objetiva. Se contempla una culpa agravada o dolo en
algunas situaciones particulares: en la sanción pecuniaria disuasiva por daños a
los derechos colectivos de incidencia colectiva (arts. 1714 y 1715); de acusación
calumniosa.

2. El Proyecto no prevé la falta de culpa como eximente específica y, en cambio,


enumera algunos supuestos en los que la falta de culpa libera, por ejemplo al
depositario por la pérdida de la cosa depositada que perece sin su culpa (art.
1364). En algún supuesto la culpa produce efectos únicamente si se le adiciona
la buena o la mala fe: por ejemplo, el poseedor de mala fe que actuó con culpa
pierde el derecho a reclamar las mejoras necesarias (art. 1938). A veces la buena
fe excluye la procedencia del daño: el poseedor de buena fe sólo responde por
la destrucción total o parcial de la cosa hasta el provecho subsistente (art. 1936).

4.4. La responsabilidad objetiva

4.4.1. Principios generales

La responsabilidad es objetiva cuando la culpa del agente es irrelevante para


atribuir responsabilidad y el responsable se libera, total o parcialmente, mediante
la prueba de la causa ajena (art. 1723). En el ámbito obligacional es objetiva
“cuando de las circunstancias de la obligación, o de lo convenido por las partes,
surge que el deudor debe obtener un resultado determinado” (art. 1723), en
sentido concordante con el profesional liberal que comprometió un resultado
(art. 1768), cuando en la prestación de un servicio se comprometió “un cierto
resultado concreto” (art. 774, inc. a]) o “un resultado eficaz” (art. 774, inc. b]); el
transportista asume la obligación de garantizar la seguridad del pasajero trans-
portado (art. 1289, inc. c]).

En el Proyecto las casuales objetivas previstas son el riesgo, la equidad y la


garantía, (receptadas en el art. 1556 del Proyecto del Ejecutivo de 1992), el
abuso del derecho (art. 1718, inc. a]) y la obligación objetiva de resultado (arts.
1713 y 1768)25 .

24 Formulo aquí algunas precisiones con relación al trabajo anterior


Galdós, Jorge M., “La responsabilidad civil (parte general) en el anteproyecto”,
cit. (art. 1771); el franquiciante responde por los defectos de diseño del sistema
que causen daños probados al franquiciado, no ocasionados por la negligencia
grave o dolo del franquiciado (art. 1521); en el contrato de fideicomiso no se
puede dispensar al fiduciario de la responsabilidad de rendir cuentas, ni de la
culpa o dolo propia o de sus dependientes, ni de la prohibición de adquirir para
sí los bienes fideicomitidos (art. 1676); en la donación, el donante sólo responde
por los vicios ocultos de la cosa donada y debe reparar los daños si hubo dolo
de su parte (art. 1558).
25 Aclaro aquí el error cometido en el trabajo citado en el que se omitió
consignar el abuso del derecho como factor objetivo incluyéndolo indebidam-
ente en la enumeración de los factores subjetivos. Ver: Galdós, Jorge M., “La
responsabilidad civil (parte general) en el anteproyecto”, cit., p. 1.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 89


El Proyecto receptó los siguientes tópicos en los que prevalece el consenso:

– La culpa y el riesgo tienen la misma jerarquía y la culpa reviste el carácter de


norma de clausura o factor residual de atribución únicamente en caso de silencio
y de laguna normativa sobre el factor de atribución (art. 1721). Los Fundamentos
expresan que sólo cuando no hay ninguna norma ni es posible una aplicación
analógica operará la culpa, ya que “si hay un supuesto en que hay una cosa
riesgosa o una actividad riesgosa, nada impide su aplicación analógica, porque
implica definir un supuesto de hecho similar al contemplado en la norma”. Con
ese alcance se consagra a la culpa como norma de clausura o de cierre del sis-
tema26 .

– Se mantiene la denominada función impropia de la culpa, como eximente con-


tenida en el hecho del damnificado o de un tercero (arts. 1729, 1731).

– Se suprime la categoría de daños con las cosas, por lo que queda eliminado el
caso de daños causados por el hombre valiéndose de una cosa, el que está en
desuso (art. 1113, párr. 2º, primera parte).

Esta categorización, en lo esencial, diferenciaba: el daño puro del hombre, sin


intervención de cosas, o daños causados por el hombre (art. 1109); el riesgo
creado (o el daño producido por la intervención activa de una cosa, o por una
cosa de riesgo o por una cosa riesgosa, o por una actividad riesgosa o peligrosa
(art. 1113, párr. 2º, supuesto 2º); el daño producido con las cosas o daños cau-
sados por el hombre con una cosa, en los que prevalece la actuación del hombre
que emplea la cosa como instrumento para causar perjuicio (art. 1113, párr. 2º,
supuesto 1º). Éste es un supuesto de presunción de responsabilidad de tinte
subjetivo y el dueño y el guardián se eximen mediante la prueba de que de su
parte no medió culpa27.

– La responsabilidad directa del art. 1749, para quien incumple una obligación u
ocasiona un daño no justificado, puede ser subjetiva u objetiva.

– Se conserva el distingo entre el riesgo y el vicio, los que no son asimilables,


pues —según antiguo precedente de la Corte nacional— el riesgo “presupone
la eventualidad posible de que una cosa llegue a causar daño” y el vicio “un
defecto de fabricación o funcionamiento que la hace impropia para su destino
normal”28. En tal caso son, responsables concurrentes el dueño y el guardián.

26 AlterInI, Atilio a., “Soluciones de Proyecto de Código en materia de


responsabilidad civil”, cit., p. 1.
27 Lorenzetti, Ricardo L., “Estudios sobre la nueva concepción normativa
del riesgo creado en el derecho argentino”, en Derecho de daños. Segunda
parte. Homenaje al profesor Jorge Mosset Iturraspe; Andorno, Luis -Garrido,
Roque, El art. 1113 del Código Civil. Comentado y anotado, Hammurabi, Buenos
aires, 1983; Brebbia, Roberto, “Un tema recurrente en el derecho privado argen-
tino: el hecho de la cosa y el hecho con la cosa”, LL 1989-C-925; Bustamante
Alsina, Jorge, “¿Daño causado con la cosa o por la cosa?”, LL 1989-a-506; Mes-
sina de Estrella Gutiérrez, Graciela, “Aplicación del sistema de actividad riesgosa
a los daños modernos”, LL 1989-C-945; Mosset Iturraspe, Jorge, “La recepción
de la teoría del riesgo creado por el Código Civil a través del art. 1113 del Código
Civil”, LL 1979-d-703; “Responsabilidad civil por riesgo o vicio de la cosa”, LL
1989-E-8.
28 Corte Sup., 19/11/1991, “O’Millán v. Prov. del Neuquén” y JA 1992-II-153,
y Fallos 314:1512

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.90


– Además del riesgo o del vicio de las cosas, se prevén el riesgo de las acti-
vidades que sean riesgosas o peligrosas por su naturaleza, por los medios
empleados o por las circunstancias de su realización (art. 1757). En tal caso, es
responsable quien por sí o por terceros realiza, se sirve u obtiene provecho de la
actividad riesgosa o peligrosa.

4.4.2. El art. 1113 del Código Civil y los arts. 1557 a 1558 del Proyecto

Analizando el art. 1113 del Código Civil se suscitaron discrepancias interpretati-


vas acerca del riesgo creado. Se sostiene, con fuerte coincidencia, que el riesgo
presupone una actividad humana que incorpora al medio social una cosa peli-
grosa por su naturaleza o por la forma de su utilización”29, es decir, comprende
“los detrimentos generados por cosas que son peligrosas o riesgosas por su
propia naturaleza o en razón de su utilización o empleo” 30. En otras palabras,
abarca los casos en que el dueño o guardián aumenta, multiplica o potencia la
dañosidad de las cosas (animadas o inanimadas), las que deben intervenir acti-
vamente en la producción del daño31 .

Desde una posición, el riesgo creado comprende el riesgo de la cosa sin dis-
tinción en riesgo anormal, impropio o irregular porque la actividad o cosa más
inofensiva puede, en ciertas circunstancias, volverse peligrosa32. En la jurispru-
dencia que sigue esa orientación afirma que “considerar que una cosa ofrece un
‘riesgo normal y lógico’ es calificar el riesgo al agregar un nuevo elemento que
dificulta la labor judicial y tiende a un retorno de la culpa; en estos casos debe
sancionarse el mero riesgo”. No es posible —se añade— exigir la prueba del
funcionamiento anormal de la cosa en el accidente, ya que una cosa bien puede
generar un riesgo sin haber mediado nada anormal33 .

En cambio, otra postura distingue dos clases de cosas: las que tienen autono-
mía para dañar y las cosas que no son normalmente peligrosas. Las primeras
pueden contener un peligro estático o dinámico: el peligro estático es el de aque-
llas que conllevan en sí el riesgo pero que requieren de un factor extraño para
desencadenar el daño; se trata de las cosas con riesgo latente. Por otro lado, el
peligro dinámico es el de las cosas que llevan el riesgo en su accionar; se trata
de las cosas con riesgo patente34. En sentido parecido se diferencian las cosas
inofensivas de las que no lo son. Algunas cosas son peligrosas en sí mismas con

29 IV Congreso nacional de derecho Civil, celebrado en Córdoba en 1969


30 Pizarro, Ramón d., Responsabilidad civil por el riesgo o vicio de la cosa,
Universidad, Buenos aires, 1983, p. 343.
31 Kemelmajer De Carlucci, Aída, en Belluscio, Augusto (dir.) - Zannoni,
Eduardo (coord.), Código Civil y leyes complementarias, comentado, anotado y
concordado, t. V, Astrea, Buenos aires, 1994, nro. 13, g), p. 459. Ver Reformas al
Código Civil, Astrea, Buenos aires, 1993, art. 1590 proyectado por la Comisión
del P.E. designada por dec. 468/1992.
32 Mosset Iturraspe, Jorge, Responsabilidad por daños. Parte general, t. i,
Ediar, Buenos aires, 1971, ps. 124/125, especialmente notas 168 y 169.
33 Sup. Corte Bs. as., ac. L. 32.813, 7/8/1984, “Cruseño, José Horacio v.
Tenor Sa”, ed 112-531 y dJJ 127-414; ac. L. 42.387, 12/9/1989, “Sapia, Miguel a.
v. establecimiento Modelo”, AyS 1989-iii-343; ac. L 79.690, 28/6/2006, “R., L. g. y
ots. v. Fundación Médica Mar del Plata y ot. accidente de trabajo”; ac. L 74.881,
30/4/2003, “Ferreyra Gustavo R. v. Benito Roggio e Hijos SA indemnización por
daños y perjuicios”.

34 Bustamante Alsina, Jorge, Teoría general de la responsabilidad civil, cit.,


nros. 1041-1047, p. 390.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 91


arreglo a su propia naturaleza y destino normal, o sea por su sola existencia o
por su forma corriente de utilización. En cambio, el riesgo previsto en la ley es
“específico (pertenece a determinadas especies o clases de cosas); intrínseco
(inherente a ella); normal u ordinario (en el sentido de frecuente, regular y proba-
ble); y extraordinario ya que la peligrosidad es mayor, más intensa con relación a
las demás especies de cosas no riesgosas en sí mismas”35. En general se acepta
que el art. 1113 comprende el vicio de la cosa y el riesgo de la cosa, supuesto
en el que “la contingencia del daño puede provenir de cualquier cosa, riesgosa o
no por su naturaleza, en tanto y en cuanto por las especiales circunstancias del
caso dado, haya resultado apta para llegar a ocasionar el perjuicio, haya podido
tener efectiva incidencia causal en su producción”36. Se atiende, esencialmente,
a la comprobación de la incidencia causal de la cosa en la producción del daño,
en análisis que se verifica ex post facto37. Se discrepa si las actividades riesgo-
sas comprenden a la actividades realizadas sin la utilización de cosas38. En las
Jornadas Bonaerenses de Junín, celebradas en 1994, hubo unanimidad en la
conceptualización de que actividad riesgosa “es la que potencia la posibilidad
de daño por su propia naturaleza o por el modo de su realización”. En cambio, se
discrepó si la actividad riesgosa requiere siempre de la intervención de cosas. La
mayoría señaló que “el art. 1113 del Código Civil comprende las actividades ries-
gosas aunque no hayan sido utilizadas cosas en la causación del perjuicio”; la
minoría sostuvo que ese artículo “sólo se refiere al riesgo creado proveniente de
una cosa, y no comprende por extensión al que resulta de la actividad riesgosa
realizada sin intervención de cosas”39. Sin embargo, es mayoritario el criterio que
incluye entre las actividades riesgosas a las actividades realizadas sin participa-
ción de cosas. Se interpreta que una actividad es riesgosa cuando por su propia
naturaleza (esto es, por sus características propias, ordinarias y normales) o por
las circunstancias de su realización (v.gr., por algún accidente de lugar, tiempo
o modo) genera riesgo o peligro para terceros, intervenga o no una cosa, activa
o pasivamente40. Esta concepción preferencia el riesgo más que la cosa porque
—se dice— puede concurrir riesgo creado sin mediar actuación de cosas. La
actividad riesgosa es aquella que potencia la probabilidad de daños a terceros,
acrecienta el nivel normal de peligro ínsito en toda conducta humana lícita, con
una tipicidad social determinada. En este contexto incluye “la actividad riesgosa
por su naturaleza o por los medios empleados con o sin cosas”41. En síntesis,
se afirma que cuando la ley argentina hace alusión en el art. 1113, CCiv. a los
35 Zavala de González, Matilde, Responsabilidad por riesgo. El nuevo artí-
culo 1113, Hammurabi, Buenos aires, 1987, p. 58; íd., “La noción de actividades
riesgosas en el Proyecto de Código Civil”, JA 1988-I-905; íd., Personas, casos
y cosas en el derecho de daños, Hammurabi, Buenos Aires, 1991, ps. 58-66 y
passim.
36 Trigo Represas, Félix, “el concepto de cosa riesgosa”, Anales de la
Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos Aires, serie I,
segunda época, año XXXIX, nro. 32, 1994, Buenos aires, p. 367.
37 Trigo Represas, Félix a - López Mesa, Marcelo J., Tratado de la respon-
sabilidad civil, cit., t. III, ps. 323 y ss., y ps. 348 y ss.
38 Pizarro, Ramón D., “Accidentes con cosas riesgosas (la mutación inter-
pretativa del art. 1113 del Código Civil)”, RDPyC, nro. 15, “Accidentes”, Rubinzal-
Culzoni, 1997, p. 93.
39 “Conclusiones de las Vi Jornadas Bonaerenses de derecho Civil, Comer-
cial y Procesal, Junín, 27 al 29 de octubre de 1994”, JA 1995-II-995.
40 Zavala de González, Matilde, Personas, casos y cosas en el derecho de
daños, cit., p. 58; Pizarro, Ramón D., “Actividades riesgosas”, en Alterini, Atilio
A. - López Cabana, Roberto M. (dirs.), Enciclopedia de la responsabilidad civil, t.
I, Abeledo-Perrot, Buenos aires, p. 225.
41 Brebbia, Roberto H., “Responsabilidad por el riesgo creado. (Balance
de la teoría al cumplirse un siglo de su aparición)”, LL 1995-815.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.92


daños causados por el riesgo de la cosa, comprende, con singular amplitud, las
siguientes categorías: 1) los daños causados por cosas que son, por su propia
naturaleza, riesgosas o peligrosas, es decir cuando conforme a su estado natu-
ral, pueden causar un peligro a terceros; 2) los daños causados por el riesgo
de la actividad desarrollada mediante la utilización de empleo de una cosa, que
no siendo peligrosa o riesgosa por naturaleza, ve potenciada esa aptitud para
generar daños por la propia conducta del responsable que multiplica, aumenta o
potencia las posibilidades de dañosidad; 3) los daños causados por actividades
riesgosas, sin intervención de cosas; 4) los daños causados por las responsabi-
lidades y por los riesgos agravados (v.gr., residuos peligrosos —ley 24.052—,
por daños nucleares —leyes 17.048 y 25.313—; la del propietario de una mina
— art. 58, Código de Minería—; Transporte Aéreo Nacional —ley 17.285—, entre
otras) 42. Por lo demás, la actividad riesgosa fue admitida como factor objetivo
de atribución de responsabilidad por la Corte nacional en la causa “Mosca” 43 .

4.4.3. El riesgo creado y las actividades riesgosas

Con esas bases conceptuales, puede afirmarse que el riesgo creado del art.
1757 del Proyecto comprende el riesgo normal y el anormal de las cosas, el que
deriva de su naturaleza, empleo, uso o destino; el peligro estático y el dinámico,
el ordinario y extraordinario; abarca todo tipo de cosas con aptitud causal para
dañar, inerte o en movimiento, y con dañosidad intrínseca o extrínseca; las cosas
ocasional o habitualmente ofensivas. Si bien, y como ya se dijo, subsiste el nítido
distingo entre riesgo y vicio de las cosas, el art. 1757 en sentido genérico com-
prende el daño causado por las cosas de riesgo, por el riesgo de las cosas, por
las cosas riesgosas y por las actividades riesgosas y las actividades peligrosas
por su propia naturaleza, por los medios empleados para su desarrollo o por las
circunstancias en las que se realizan, aun sin intervención de cosas. Es impor-
tante reiterar que se suprimió la categoría de daños causados con las cosas,
receptados en el art. 1113, parte 2ª, primer supuesto, del Código Civil.

4.4.4. Otros supuestos de responsabilidad objetiva

1. En el Proyecto, y sin perjuicio de futuras precisiones, se prevé la indemni-


zación de equidad (art. 1742), la que rige en los daños causados por los actos
involuntarios (art. 1750), y por estado de necesidad (art. 1718, inc. c]). Se con-
templa la garantía, que incluye la responsabilidad del principal por el hecho del
dependiente y de quien se sirve para el cumplimiento de sus obligaciones (art.
1753); la de los padres (arts. 1754, 1755), tutores y curadores, y titulares de
los establecimientos que tienen a su cargo personas internadas (art. 1756); la
responsabilidad colectiva y anónima (arts. 1760 a 1762); de los establecimientos
educativos (art. 1767). Se recepta la responsabilidad contractual objetiva (art.
1723); la responsabilidad profesional por resultado (art. 1768), en las obligacio-
nes de hacer se asume un cierto resultado concreto o eficaz (art. 774, incs. b] y
c]); en el transporte de pasajeros el transportista se obliga a garantizar la segu-
ridad del pasajero transportado, debiéndose tener por no escritas las cláusulas
que limitan la responsabilidad del transportista de personas por muerte o daños
corporales (art. 1289, inc. c], y 1292) 44.
42 Ver Pizarro, Ramón d., “Cosas inertes, riesgo creado y arbitrariedad judi-
cial”, RCyS, 1999-305; íd., Responsabilidad civil por riesgo creado y de empresa.
Contractual y extracontractual, t. I, La Ley, Buenos aires, 2006, p. 73, nota 164;
López Herrera, Edgardo, Teoría general de la responsabilidad civil, Lexisnexis,
Buenos aires, 2006, p. 341.
43 Corte Sup., 6/3/2007, “Mosca, Hugo a. v. Provincia de Buenos aires y
otros s/ daños y perjuicios”, Fallos 330:563; LL 2007-B-363.
44 Efectuamos aquí y en la enumeración siguiente algunas precisiones con

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 93


2. Otros supuestos de responsabilidad objetiva en el Proyecto son los siguientes:
– la responsabilidad del grupo en caso actividad peligrosa y la responsabilidad
del grupo en caso de autoría anónima (arts. 1762 y 1761);

– la del dueño y ocupante de un edificio por las cosas arrojadas o caídas (art.
1760);
– el daño causado por animales (art. 1759);
– el daño derivado de los accidentes de tránsito (art. 1769);
– en caso de incumplimiento de las obligaciones en las que se pactó una cláu-
sula penal, el deudor que no cumple en tiempo debe la pena o multa y se libera
sólo si prueba la causa ajena (art. 792);
– la responsabilidad objetiva del tomador en el contrato de leasing (art. 1243);
– la responsabilidad del transportista por daños causados a las personas trans-
portadas (art. 1286); la responsabilidad del transportista en el transporte de
cosas se exime sólo con la prueba de la causa ajena; el vicio propio de la cosa
transportada es considerado causa ajena ( art. 1286);
– la responsabilidad del hotelero, conforme las normas del depósito necesario
(arts. 1369, 1370, 1371, 1372), por los daños o pérdida de los efectos introduci-
dos en el hotel, en el vehículo guardado en lugares del establecimiento o puesto
a disposición por el hotelero y en las cosas dejadas en los vehículos, salvo “caso
fortuito o fuerza mayor ajena a la actividad hotelera” (arts. 1369, 1370, 1371,
1372, 1373, 1374, 1375 y concs.). Las normas del depósito necesario se aplican
a “los establecimientos y locales asimilables”: “los hospitales, sanatorios, casas
de salud y deporte, restaurantes, garajes, lugares y playas de estacionamiento
y otros establecimientos similares que presten sus servicios a título oneroso”;
– la responsabilidad de los propietarios de casas de depósito por la conserva-
ción de las cosas depositadas, salvo que pruebe que la pérdida, disminución o
avería derivó de la naturaleza de esas cosas o del vicio propio de ellas o de los
del embalaje o por “caso fortuito externo a su actividad” (art. 1376);
– en los casos de ruina o por daños que comprometen la solidez de la obra y
por los que hacen impropia la cosa para su destino, el constructor se libera si
prueba la causa ajena y no es causa ajena el vicio del suelo ni de los materia-
les (art. 1273); esa responsabilidad es extensible al subcontratista, proyectista,
director de obra, y cualquier profesional ligado al comitente por un contrato de
obra de construcción, según la causa de los daños (art. 1274, inc. c]).También
es extensible a la persona que vende una cosa que construyó o hizo construir si
ello constituye su actividad habitual y a quien cumple una misión semejante a la
de un contratista (art. 1274, incs. a], y b]); – el fiduciario responde sobre la base
de la responsabilidad objetiva de los arts. 1757 y concs. cuando no contrató el
seguro obligatorio contra la responsabilidad civil que cubra los daños causados
por las cosas objeto del fideicomiso, o cuando la cobertura de riesgos o montos
resulte irrazonable (art. 1685).

3. Podemos concluir, entonces, que el riesgo previsto en el art. 1757 es una


norma de ruptura con relación a la responsabilidad civil subjetiva; es un norma
de reenvío porque constituye el marco legal de derecho común al que remite en
materia de riesgo creado la legislación especial (v.gr., art. 29, LGA 25.675; art.
40, ley 25.612 de Residuos industriales; art. 45, ley 24.051 de Residuos Pelig-
rosos; arts. 5º, 6º, 40, ley 24.240 de Defensa al Consumidor); y es una norma
con marcada fuerza expansiva porque se aplica analógicamente a los supuestos
de hecho que desplazan, precisamente por esa aplicación analógica, a la culpa
como factor de atribución residual ( art. 1721).

relación al anterior trabajo citado supra.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.94


4.5. Las eximentes

En la responsabilidad objetiva la eximente es la causa ajena (art. 1736), que


comprende: el hecho del damnificado, el hecho de un tercero, el caso fortuito o
fuerza mayor, la imposibilidad de cumplimiento objetiva y absoluta no imputable
al obligado (arts. 1729 a 1733).

5. El Daño. La lesión a un derecho o a un interés

1. El Proyecto concibe al daño como la lesión a un derecho o a un interés no rep-


robado por el ordenamiento jurídico que recae sobre la persona, el patrimonio
o un derecho de incidencia colectiva que produce consecuencias resarcibles en
el ámbito patrimonial o en el no patrimonial o en ambos simultánea o disyuntiva-
mente (arts. 1737, 1738, 1739, 1741). Recepta el daño colectivo cuando media
afectación a un derecho de incidencia colectiva que recae sobre un bien colec-
tivo y diferencia entre el daño-lesión y sus consecuencias indemnizables.

2. Es pertinente recordar que para la postura clásica el daño no se concibe como


la lesión a un “interés cualquiera; ese interés debe ser tutelado por la ley; no
basta un interés de ‘hecho’, debe ser un interés jurídico”45. Empero, el Proyecto
recoge el criterio ya consolidado, incluso en la Corte Suprema de la Nación: “el
concepto jurídico de daño, salvo restricciones particulares queridas por el legis-
lador, abarca la protección de todo interés no reprobado por la ley”46; “el daño
consiste en la lesión a un interés simple, merecedor de tutela, que priva al sujeto
de la facultad de su actuar lícito, es decir, no reprobado por el derecho”47, aco-
tándose en ese mismo precedente “que el art. 1079, CCiv. exige en el titular sólo
la lesión a un simple interés, siempre que éste no responda a una causa ilícita
o inmoral” (del voto del juez De Lazzari, de adhesión a la mayoría). Es la pos-
tura más difundida, desde hace tiempo, en la jurisprudencia 48y en la doctrina49.
Esta tesis prevalente afirma que no es exigible que el interés tenga categoría de
derecho subjetivo ya que “se protege al interés lícito, aunque no surja de norma
legal o convencional, pero a condición de que sea un interés lícito, cierto y de
magnitud o relevancia” 50 .

Se trata de los intereses “simples” (por no gozar de un reconocimiento legal


específico), siempre y cuando no sean en sí ilegítimos, no estén repudiados por

45 Bustamante Alsina, Jorge, Teoría general de la responsabilidad civil, cit.,


nro. 339, p. 159.
46 Corte Sup., 25/9/2001, “Ahumada Lía v. Provincia de Buenos aires”,
Fallos 324:2984. en el mismo sentido: íd., 11/9/1986, “Montini Julio v. empresa
Ferrocarriles Argentinos”, LL 1987-A-373; ED 123-491.
47 Sup. Corte Bs. as., ac. 75.617, 19/2/2002, “Pensa Ana J. v. Tristán Fer-
nando J.”, por mayoría, AP 14/79733.
48 C. Nac. Com., sala B, 7/2/1989, “Muraro, Heriberto v. Eudeba, S. e.
M.”, LL 1989d-288, con nota de Jorge Bustamante Alsina; C. Nac. Civ., sala D,
14/5/1997, “L., G. V. Municipalidad de Buenos aires”, LL 1997-e-54; C. Nac. Civ.,
sala d, 25/3/1997, “Wirtz, Daniel O. v. Leader Music SA y otros”, LL 1997-d-752.
49 Zannoni, Eduardo a., El daño en la responsabilidad civil, cit., ps. 6, 26,
31 y ss.; Stiglitz, Gabriel a., La responsabilidad civil, La Ley, Buenos aires, 1984,
p. 23; Iribarne, Héctor P., De los daños a la persona, Ediar, Buenos aires, 1993,
p. 435; Messineo, Francesco, Manual de derecho civil y comercial, vol. 2, Ejea,
Buenos aires, 1971, p. 9; Agoglia, María M., El daño jurídico. Enfoque actual, La
Ley, Buenos aires, 1999, p. 59.
50 Gregorini Clusellas, Eduardo L., “Determinación del interés resarcible:
jurídico o simplemente de hecho”, LL 1992-e-7.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 95


el Derecho”51. No hay daños jurídicos a los efectos resarcitorios —se enfatiza—
sino daños antijurídicos”52, por afectación a “intereses suficientemente estables
y ciertos, que no sean ilegítimos”53. “El daño no es la supresión de un bien,
sino su disminución o pérdida de idoneidad para satisfacer las necesidades
del lesionado”54, por lo que no es razonable “dejar al desamparo de un adec-
uado resarcimiento la frustración, menoscabo o pérdida de bienes jurídicos que
el damnificado obtenía ejerciendo facultades de actuar no reprobadas por el
derecho”55. Así, el daño es un concepto jurídico abierto e indeterminado cuyo
contenido deben concretizar hermenéuticamente los jueces, sobre la base
de la prudencia y a las circunstancias del caso56.

3. En consonancia general con estos parámetros interpretativos, el art. 1737


del Proyecto concibe al daño del modo siguiente: es resarcible el daño sufrido
injustamente, inmerecido, no repudiado o no reprochado por el ordenamiento
jurídico, marginando la licitud o ilicitud del comportamiento del agente activo y
prescindiendo de connotaciones morales o sancionatorias. Se pondera especial-
mente la entidad del interés tutelado o protegido del damnificado.

4. Los requisitos del daño son los aceptados en la literatura jurídica argentina:
“…debe existir un perjuicio directo o indirecto, actual o futuro, cierto y subsis-
tente. La pérdida de chance es indemnizable en la medida en que su contingen-
cia sea razonable y guarde una adecuada relación de causalidad con el hecho
generador” (art. 1739).

6. La indemnización

La indemnización comprende todos los supuestos clásicos y aceptados por la


doctrina y jurisprudencia, aunque sin diferenciar entre los daños patrimoniales
y los no patrimoniales: pérdida o disminución del patrimonio, lucro cesante y
pérdida de chances y los daños a la persona humana (violación de los derechos
personalísimos de la víctima, de su integridad personal, su salud psicofísica,
sus afecciones espirituales legítimas y las que resultan de la interferencia en su
proyecto de vida, art. 1738). La expresión daño no patrimonial no excluye utili-
zar indistintamente las de daño moral o daño extrapatrimonial (art. 1741); y se
recepta la noción de daño no patrimonial como equivalente al “precio del con-
suelo”, ya que la indemnización comprende también “las satisfacciones sustitu-
tivas y compensatorias que pueden procurar las sumas reconocidas”. Se amplía
la legitimación activa, confiriéndosela al damnificado directo, y en caso de
muerte o gran discapacidad de la víctima pueden reclamar a título personal “el
cónyuge, ascendientes, descendientes y quienes convivían con ella recibiendo
trato familiar ostensible”. El distingo entre daño-lesión y sus consecuencias está
51 Stiglitz, Gabriel A., “El derecho de daños en su cabal función. (Legiti-
mación de la concubina)”, LL 1992-B-172.
52 Zavala de González, Matilde, “daños derivados de la muerte del concu-
bino o concubina”, en AA.VV., Responsabilidad por daños. Homenaje a Jorge
Bustamante Alsina, t. i, Astrea, Buenos aires, 1990, p. 132.
53 Mosset Iturraspe, Jorge, Responsabilidad por daños, t. I, “Parte gen-
eral”, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1975, p. 256.
54 Mosset Iturraspe, Jorge, “Daño de hecho y daño jurídico. Perjuicio origi-
nado en la muerte del hermano”, en AA.VV., Estudios sobre responsabilidad por
daños, t. iV, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1982, p. 19.
55 ZannonI, Eduardo a., “daño e intereses”, JA 1984-iV-538.
56 Iribarne Héctor P., De los daños a las personas, cit. ps. 23, 435; Pizarro,
Ramón d. -Vallespinos, Carlos g., Instituciones de derecho privado. Obligacio-
nes, cit., p. 476; Trigo Represas, Félix A., en Cazeaux, Pedro N. - Trigo Represas,
Félix a, Derecho de las obligaciones, t. IV, 3ª ed., Platense, La Plata.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.96


presente en supuestos en los que, pese a la existencia de la lesión, la entidad
de sus efectos o repercusiones no alcanza para configurar un daño jurídico. Por
ejemplo, “los deberes impuestos por los límites del dominio no generan indemni-
zación de daños, a menos que por la actividad del hombre se agrave el perjuicio”
(art. 1971). Del mismo modo, en materia de inmisiones, no son indemnizables las
molestias que ocasionan el humo, calor, olores, luminosidad, ruidos, vibraciones
o inmisiones similares por el ejercicio de actividades en inmuebles vecinos, que
no excedan la normal tolerancia (art. 1973). En el ámbito de los derechos reales,
el poseedor o tenedor no puede reclamar indemnización por las mejoras de
mero mantenimiento y por las suntuarias (art. 1938).

7. La reparación plena

Debe distinguirse la valoración del daño de la cuantificación de su indemni-


zación: “valorar el daño importa la determinación cualitativa previa de su existen-
cia, naturaleza, contenido intrínseco y extensión” y “cuantificar la indemnización
significa establecer el monto reparatorio”57. Cuando se afirma que la repara-
ción debe ser plena o íntegra se alude a que debe indemnizarse todo el daño
causado. Pero todo el daño no alude al daño material, sino al daño jurídico que
es indemnizado en cuanto tenga adecuada relación causal con el hecho (arts.
1716 y 1727) porque “la plenitud del resarcimiento no quiere decir plenitud mate-
rial sino, como es obvio, jurídica, es decir siempre dentro de los límites que la ley
ha fijado, con carácter general, para la responsabilidad en derecho” 58. De ese
modo los límites provienen no sólo de la relación de causalidad adecuada sino
también de la intensidad del interés tutelado, ya que, como se lo mencionó, en
varios supuestos taxativamente previstos puede haber daño pero no indemni-
zación cuando no existe interés jurídico tutelable, en cuyo caso se suele hablar
de “daño no jurídico” 59 .

La reparación plena se asienta en cuatro reglas fundamentales: el daño debe


ser fijado al momento de la decisión; la indemnización no debe ser inferior al
perjuicio; la apreciación debe formularse en concreto; y la reparación no debe
ser superior al daño sufrido60.

Este principio de la reparación plena del daño ha sido sostenida por la Corte
nacional en el ya citado caso “Santa Coloma” 61, y luego se lo invocó en otros

57 XXI Jornadas nacionales de derecho Civil, Lomas de Zamora 9/11/2007


(Comisión 2: “Obligaciones”, “Cuantificación de la indemnización por daños per-
sonales”).
58 Orgaz, Alfredo, El daño resarcible…, cit., p. 287.
59 López Herrera, Edgardo, Teoría general de la responsabilidad civil, Lex-
isnexis, Buenos aires, 2006, p. 121.
60 Pizarro, Ramón d., “el principio de la reparación plena del daño. Situ-
ación actual. Perspectiva”, Separata de la Academia Nacional de Derecho y
Ciencias Sociales de Córdoba, 1998; Morello, Augusto M., Indemnización del
daño contractual, 3ª ed., reelaborada, actualizada y ampliada, Platense, La
Plata, 2003, p. 228.
61 Corte Sup., 5/8/1986, “Santa Coloma, Luis F. y otros v. empresa Ferrocar-
riles argentinos”, ed 120-651, con nota de Borda, Guillermo a., “El caso ‘Santa
Coloma’: Un fallo ejemplar”, Fallos 308:1160, LL 1987-a-442.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 97


varios precedentes62, incluso haciéndose alusión a su jerarquía constitucional63.

El art. 1740 del Proyecto recoge este principio de la reparación plena del daño,
la que puede ser en dinero o en especie y en los daños a la intimidad y al
honor incluye la publicación de la sentencia (art. 1740), en sentido acorde con la
postura de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La reparación plena
admite ciertos supuestos de limitación previstos expresamente, por razones de
equidad (art. 1742) o de fuente convencional (art. 1743). En algunos casos las
cláusulas limitativas de responsabilidad se tienen por no escritas por tratarse
de bienes indisponibles o cuando afectan la integridad de la reparación, como
por ejemplo en la responsabilidad en el transporte de personas por los daños
corporales o muerte (art. 1292), en el contrato de caja de seguridad (art. 1414),
en la responsabilidad del hotelero (art. 1374) y de los establecimientos equipa-
rados (art. 1375). En la obligación de saneamiento se tienen por no convenidas
las cláusulas de supresión y disminución de la responsabilidad si el enajenante
conoció o debió conocer la existencia de vicios o el peligro de evicción, o si el
enajenante actúa profesionalmente, a menos que el adquirente también se des-
empeñe profesionalmente (art. 1038) 64. Además, la legislación prevé supuestos
particulares en los que por diversas razones la indemnización tiene topes limi-
tativos o se trata de resarcimientos propios de la seguridad social o fundados
en la solidaridad (v.gr., Daños Nucleares —Convención de Viena, leyes 17.048 y
25.313—; Transporte Aéreo Internacional —Convenio de Varsovia, ley 17.386—;
Transporte Aéreo Nacional —CAer., ley 17.285—; Transporte de Pasajeros y sus
Equipajes por Mar — Convenio de Atenas, ley 22.718—; Accidentes y Riesgos
del Trabajo —ley 24.557—; Subsidio por Hechos Terroristas —ley 20.007—, o
por haber actuado en el conflicto de Malvinas —ley 22.674—; Pensión a Famili-
ares de Desaparecidos —ley 23.466—, entre otros) 65 .

8. Las reglas Probatorias

La prueba de los factores de atribución, de las eximentes y de la relación de


causalidad, salvo las excepciones, incumbe a quien alega (arts. 1734, 1736)
receptándose las cargas probatorias dinámicas (art. 1735). También la prueba
del daño incumbe a quien lo alega, salvo presunción o que sea presumida (art.
1744).

62 Corte Sup.,19/12/1995, “H. B. T. y otra v. Roveda, Arturo n.”, LL 1996-C-


489; DJ 1996-2-325; íd., “Lew, Benjamín, Jorge y otro v. Estado Nacional-Ministe-
rio del Interior-Policía Federal s/beneficio de litigar sin gastos”, Fallos 320:2001;
íd., 17/9/1996, “empresa Ferrocarriles Argentinos v. Gálvez, Orlando y otros”, LL
1997-B-431; Ed 17442, con nota de Jorge Bustamante alsina; íd., 24/8/1995, “P.,
F. F. v. empresa Ferrocarriles argentinos”, LL 1995-e-17; íd., 24/8/1995, “P. F. F. v.
empresa Ferrocarriles argentinos”, LL 1995-e-17; íd., 21/9/2004, “Aquino Isacio v.
Cargo Servicios industriales Sa”, Ed 210881; LL 2004-F-90.
63 Corte Sup., 24/8/1995, “Pérez, Fredy Fernando v. Empresa Ferrocarriles
argentinos s/sumarios”, Fallos 318:1599.
64 Ver también los supuestos mencionados supra de los arts.
1276,1291,1313.
65 Ver in extenso, Alterini, Atilio A., “Soluciones de Proyecto de Código en
materia de responsabilidad civil”, cit., p. 1.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.98


m3 material

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m3 actividades

m3 | actividad 1

Las consultas sobre voluntad jurídica

a) Abordaje teórico

En este módulo comenzamos el estudio del tercer elemento de la redacción


jurídica: la causa eficiente a partir del análisis del concepto de Hecho Jurí-
dico. Es muy importante que entienda la significación de esta noción, pues
más adelante también estudiará el hecho como objeto del acto jurídico.

Es muy importante que tenga una representación sinóptica de los hechos


jurídicos pues a partir de allí usted podrá ubicar todos los temas a abordar
en los restantes módulos. Tenga presente, -reléalo si es necesario- lo mani-
festado en la presentación de la materia.

Para aligerarle la tarea por realizar, le proponemos que responda algunas


preguntas teóricas para iniciar el estudio y efectúe la ejercitación que se le
indica a continuación:

1. Realice una lectura completa y atenta del art. 257.

2. A partir de la lectura de los textos indicados en la bibliografía y de los artículos


pertinentes del Código Civil y Comercial:
a) Indique qué elementos deben unirse para que se produzca un hecho
jurídico.
b) Realice un cuadro sinóptico con la clasificación de los hechos jurídicos.
a) Indique los aspectos que integran la “voluntad jurídica”.
b) Señale los elementos que componen la faz interna de la voluntad.
c) Dé un concepto de cada uno de ellos.
d) Diga qué factores influyen en relación a la presencia del discernimiento.
e) Señale qué vicios pueden afectar a los otros elementos.

3. En qué tipo de manifestación de la voluntad ubica usted los siguientes casos:


a) cortar o hacer encuadernar las páginas de un libro remitido para su
examen;
b) sacar una revista del exhibidor del kiosco y dejar el dinero;

Alguien recibe una propuesta de realizar un contrato y, sin dar aún respuesta,
emprende su ejecución, sin que la naturaleza del contrato o los usos requieran
una respuesta previa. Cite normas legales.

4. A partir de la lectura de los textos indicados en la bibliografía y de los artículos


pertinentes del Código Civil:

a) Señale cuáles son los modos de manifestación de la voluntad y dé un


ejemplo de cada uno.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 99


b) El silencio, ¿tiene valor cómo modo de manifestación de la voluntad?
c) Si su respuesta fuere negativa, indique si hay excepciones y cuáles son.
Cite normas legales.

b) Caso práctico

En esta oportunidad, mientras Usted se encuentra ordenando las carpetas del


estudio, se acerca el Sr. Marcelo Olguín, quien hace la limpieza del edificio y le
pregunta si usted puede ayudarlo a resolver algunas cuestiones que le inquietan.
Le relata que:

• Su vecina se ha ido de viaje y durante la última tormenta, con fuertes vien-


tos que se desató en la ciudad, se han roto algunos vidrios de la vivienda
vecina, y él los ha hecho reponer pues teme por la seguridad de los bienes
de esa casa y a su vez, que alguien pueda ingresar por allí a su propia casa.

Ahora bien, Olguín quiere saber si al regreso de la vecina podrá reclamar el


reintegro de los gastos efectuados. Fundamente en normas legales.

• Por otra parte, quiere saber si está obligado a pagar una fotografía que le fue
tomada en un bar mientras veía un partido de fútbol con sus amigos, por un
fotógrafo de ese establecimiento que se gana la vida retratando a los clien-
tes. Marcelo se niega a pagarle una fotografía pues dice que no la contrató,
mientras que el fotógrafo afirma que cuando él lo enfocó con la cámara,
Olguín sonrió y asintió con la cabeza.

Se le pregunta ¿Quién tiene razón? ¿Por qué? Como siempre, debe funda-
mentar en normas legales.

• Por último, Olguín espera que usted le de su opinión sobre una cuestión que
le preocupa seriamente, que puede suceder con un juicio que iniciara con su
patrocinio. Le recuerda que ha celebrado con la firma Karpinter un contrato
de compraventa por el cual compró una mesada y la bacha correspondiente,
entregando la suma de $ 1.500 a cuenta de precio. Transcurrido el plazo
pactado para la entrega de la mesada, el vendedor no la efectuó. En conse-
cuencia, Marcelo le exigió mediante telegrama cumplir con las obligaciones
emanadas del contrato. Agotada la vía extrajudicial, inició las correspondien-
tes acciones legales. Sabe que el demandado (vendedor) no ha contestado
la demanda ni compareció a las audiencias fijadas a los fines del reconoci-
miento de firma, evidenciando su desinterés por la suerte del juicio.

Ahora Olguín, le pregunta: ¿qué consecuencias jurídicas le puede producir


al vendedor la conducta referida? Cite las normas legales en que funda su
respuesta. A 1

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.100


m3 |actividad 1 | AA

asistente académico 1

Indicaciones para abordar la resolución de una situación práctica

Cuando se le indique analizar un caso y buscar una solución jurídica al mismo,


le sugiero seguir los siguientes pasos en el análisis:

a- Efectúe la lectura atenta del caso.


b- Extraiga de las cuestiones planteadas las que resulten relevantes o los ele-
mentos útiles a tener en cuenta.
c- Realice el encuadre jurídico, formulando una especie de índice de las cues-
tiones jurídicas involucradas en el caso que se plantea.
d- Esto le permitirá dirigir el estudio de las normas que regulan el caso, así
como la doctrina y jurisprudencia aplicable a esa situación.

Por ejemplo:

Ana Suárez recibe por vía de herencia un campo. Un vecino del mismo,
interesado en comprarlo, le informa a Ana que hay problemas en las napas
de agua y que la tierra no es muy fértil y de difícil cultivo. Todo esto es falso,
inventado por Muñoz. Frente a tantos supuestos problemas Ana decide
aceptar la oferta de compra por parte de Muñoz, pese a que el precio ofre-
cido es inferior al de mercado.

Se le indica que analice el caso y responda:

a) ¿El acto ha sido voluntario?


b) ¿podría Ana alegar la invalidez del mismo?
c) Si así fuera ¿cuál sería la causa de esa nulidad?

Los conocimientos que usted alcanzará con la materia Derecho Civil I- B Parte
General le permitirán buscar la solución en:

Acto Jurídico. Voluntad. Elementos. Vicios de la voluntad. Error. Dolo.

Es decir podrá realizar una especie de índice de las cuestiones que aparecen
como relevantes y a partir de allí comenzar a razonar:

Estamos ante un Acto Voluntario, un Acto Jurídico que presenta un vicio. Recor-
damos los elementos internos de la voluntad: discernimiento, intención y libertad
y repasamos por qué puede resultar afectado cada uno. En este caso la vende-
dora es persona capaz (el caso no nos informa de ninguna circunstancia que
afecte su capacidad de hecho ni de derecho), por tanto su discernimiento no
está afectado; tampoco su libertad ya que no se informa sobre el uso de violen-
cia física ni intimidación, entonces nos queda por analizar la intención. Sabemos
que los vicios que pueden alcanzarla son el error y el dolo, que cada uno tiene
requisitos que deben estar presentes para poder invocarlos como causa de nuli-
dad de un acto por vicio en la voluntad, arts. 920 y siguientes: error de derecho
y de hecho, y 931 a 935: dolo.

El relato del caso nos hace pensar en que hubo dolo por parte del comprador, ya
que él mediante engaños sobre las características del terreno logra que la pro-
pietaria venda el inmueble a un determinado precio, acto que quizás no hubiera
realizado, o al menos no por ese precio de no haber mediado la conducta del

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 101


comprador. Es decir que según lo requiere el art. 932 a) el dolo fue grave, el
engaño tuvo la entidad suficiente para producir un falso conocimiento en la otra
parte, b) fue la causa determinante de la acción, de no mediar el dolo la Sra.
Suárez no hubiera realizado el acto, c) ocasionó un daño importante, el precio
que obtuvo la vendedora fue inferior al real, c) el dolo no fue recíproco, sólo el
comprador mintió.

O por ejemplo:

Una persona ha comprado un vehículo usado por una suma de $ X, que corres-
ponde al valor de mercado. Antes de concretar la operación hizo revisar el auto
y no se detectaron defectos, pero al poco tiempo de uso es necesario realizarle
un arreglo porque hay falla con frecuencia. En esa oportunidad el mecánico le
hace saber que el motor presenta una fisura que ya había sido reparada con
anterioridad.

Con los conocimientos teóricos adquiridos hasta hoy puede estabelcer que está
frente a un:

Acto jurídico. Acto voluntario. Vicios. Vicios de la voluntad.

A partir de lo estudiado en unidades anteriores:

1) Realice un cuadro sinóptico sobre los elementos de la voluntad y los vicios


que pueden afectar a cada uno.

2) Lea atentamente los arts. 8 y 265 del Código Civil y Comercial, luego:
a) distinga los distintos tipos de error y cite la norma legal que regula cada tipo,
b) exprese, en relación a su incidencia sobre la validez del acto, cuál es la regla
aplicable en cada uno.

3) Señale qué requisitos debe reunir el error de hecho para afectar la eficacia de
los actos lícitos. Explique cada uno.

4) Elabore un esquema comparativo de las distintas acepciones de la palabra


dolo; defina el dolo como vicio de la voluntad, cite el artículo correspon-
diente.

5) Imagine un supuesto en que el “dolo” pueda determinar la nulidad del acto y


señale cada uno de los requisitos mencionados en el artículo pertinente.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.102


6) Establezca las diferencias entre el error y el dolo como vicio de la voluntad.

7) Imagine un supuesto de violencia o intimidación señalando cada uno de los


requisitos fijados por el Código Civil; diga qué efectos producirá en el acto
jurídico su comprobación.

m3 | actividad 2

Algunos casos sobre Vicios de la voluntad

En el módulo anterior ha estudiado usted lo relativo a la voluntad jurídica, con-


cepto y elementos. Supo así que la voluntad reconoce un aspecto interno que
se integra con el discernimiento, la intención y la libertad. Que el discernimiento
puede faltar en el sujeto por razones de edad o afecciones en la salud mental y
que los otros elementos pueden estar afectados por vicios o defectos que hagan
que la persona conozca mal o a pesar de conocer bien no pueda llevar a cabo
su determinación.
Para ayudarle a ordenar y precisar los conceptos se le proponen las siguientes
actividades:

A partir de lo estudiado en unidades anteriores:


1) Realice un cuadro sinóptico sobre los elementos de la voluntad y los vicios
que pueden afectar a cada uno.

2) Lea atentamente la bibliografía indicada y luego:


a) distinga los distintos tipos de error, cite las normas legales,
b) exprese, en relación a su incidencia sobre la validez del acto, cuál es
la regla aplicable en cada uno.

3) Señale qué requisitos debe reunir el error de hecho para afectar la eficacia
de los actos lícitos. Explique cada uno.

5) Elabore un esquema comparativo de las distintas acepciones de la palabra


dolo; defina el dolo como vicio de la voluntad, cite el artículo correspon-
diente.

6) Imagine un supuesto en que el “dolo” pueda determinar la nulidad del acto


y señale cada uno de los requisitos mencionados en el artículo pertinente.

7) Establezca las diferencias entre el error y el dolo como vicio de la voluntad.

8) Imagine un supuesto de violencia o intimidación señalando cada uno de los


requisitos fijados por el Código Civil; diga qué efectos producirá en el acto
jurídico su comprobación.

9) Amplíe el cuadro sinóptico de la actividad 1 e incorpore qué condiciones


debe reunir cada vicio para ser causal de anulación de un acto jurídico.

Han entrado algunos casos nuevos al estudio, en verdad, nada simples. Quizás
deba resignar algunas horas de esparcimiento y abocarse a su análisis si es que
quiere seguir manteniendo su vinculación con “Compromiso Legal”.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 103


1. La primera cuestión la plantea el Sr. Mariano Cascelli, coleccionista de obras
pictóricas, quien adquirió al Sr. Eugenio Otero, restaurador de innegables
conocimientos en la materia, un cuadro que la Sra. Josefina Ibarra le había
encomendado reparar y vender; sin que ésta tuviera con el comprador
ningún contacto directo. La referida obra era una pintura al óleo sobre tela
atribuida al pintor italiano Guglielmo Clardi. Con posterioridad al acto, el Sr.
Cascelli comprueba indignado que el cuadro no pertenecía al citado autor.
Sumamente afectado se presenta en el estudio jurídico y solicita se le indi-
que de inmediato cuál es el camino a seguir para dejar sin efecto la compra-
venta. A 1

2. El otro planteo lo hace una persona que se dedica a la venta de caballos de


carrera le ha garantizado a un comprador que determinados caballos corren
a cierta cantidad de segundos por metro. Luego, la parte compradora, una
vez realizada la operación se da cuenta que los caballos no tenían tal velo-
cidad. Ante el reclamo del comprador su cliente quiere saber si la conducta
que desplegó en aquella operación, traerá alguna consecuencia para la
compraventa realizada.

3. María González le cuenta que ha sido amenazada telefónicamente por Pedro


Estévez para lograr que le vendiera la granja de sus antepasados para cons-
truir allí un “country”. Dado el temor que ello le provocó, realizó la venta.
Pero ahora quiere saber si puede hacer algo para dejar sin efecto ese nego-
cio.

4. Por último, los abogados del estudio le piden opinión sobre el caso que ha
planteado el Sr. Julio Seillen quien quiere pedir la nulidad de la compraventa
de un automotor que le fuera vendido por el Sr. Pedro Pagliaro. Aduce Sei-
llen la existencia de error esencial pues se le ha vendido un automotor como
fabricado en 2005 cuando en realidad era de 2003. El vendedor ha logrado
demostrar que había puesto a disposición del comprador el automotor para
su revisación, como así también la documentación del vehículo que quedó
en poder del adquirente hasta el día de la demanda.

m3 |actividad 2 | AA

asistente académico 1

Los siguientes planteos pueden ayudarlo en las resoluciones de los casos:

1. Para resolver la consulta del coleccionista Cascelli, le sería útil contestar


estas preguntas:

a) A su criterio ¿existe un vicio de la voluntad que acarree la nulidad del


acto?
b) En su caso ¿qué elemento de la voluntad se ve afectado y por qué vicio?
c) Señale las características que debe presentar el citado vicio para ser
causal de anulación del acto; y de estar presentes en la hipótesis plan-
teada, señálelos.

2. En su opinión ¿se configura en el presente caso un vicio de la voluntad que


permita solicitar la nulidad del acto?

a) ¿qué hubiera pasado sino se hubiera garantizado la velocidad? Indique


normas legales para fundar su respuesta.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.104


b) ¿Qué deberá acreditar María para solicitar judicialmente la nulidad de la
venta? Cite normas legales.

3. Los abogados del estudio le piden que emita por escrito su opinión de acu-
erdo a las siguientes preguntas que guiarán el razonamiento:

a) ¿qué vicio podría alegar el comprador para fundamentar su pedido?


Señale los requisitos de este vicio para ser causal de nulidad de un acto
jurídico.
b) ¿coincide con la postura del comprador?, ¿encuentra suficientemente
probada la existencia del vicio? Fundamente su opinión.
c) Aplique las normas legales y ensaye una posible solución a la cuestión.

m3 | actividad 3

El acto jurídico

1) Abordaje teórico

En la soledad del estudio en esta oportunidad siente usted la necesidad de pro-


fundizar su preparación sobre esta institución jurídica tan importante, el acto
jurídico. Como es consciente que está frente a una herramienta jurídica funda-
mental de enorme trascendencia práctica, decide estudiar primero con solidez
la faz teórica.

Para ello decide realizar las siguientes actividades.

A partir del estudio de los temas en la bibliografía indicada y de la lectura de los


artículos del Código Civil:

a) Señalar, en forma de cuadro sinóptico, las condiciones de validez reque-


ridas al sujeto de los actos jurídicos y al objeto de los actos jurídicos (a
partir del texto del art. 953 y su nota).
b) Distinguir las distintas acepciones de la palabra “causa”. Indicar cuál es
el sentido con que se la utiliza al expresar que es elemento esencial del
acto jurídico.

2. Suministrar un ejemplo de objeto ilícito.

3. Ubicar los elementos accidentales del acto jurídico, e indicar qué efecto pro-
duce cada uno sobre el acto jurídico si se encuentra presente.

4. Establecer las diferencias entre la condición suspensiva y el plazo incierto y


da un ejemplo de cada uno.

5. Clasificar los plazos según lo dispuesto en los artículos 509, 567, 618, 620 del
Código Civil y de acuerdo a lo consultado en la bibliografía.

6. Suministrar un ejemplo de acto jurídico con plazo suspensivo incierto y otro de


acto jurídico sometido a condición suspensiva.

7. Explicar a quiénes alcanzan activa y pasivamente los efectos de los actos


jurídicos.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 105


8. Clasificar los siguientes actos jurídicos:
a) La venta de una cosecha de manzanas.
b) La donación de un inmueble.
c) La venta de un bien inmueble.

9. En el seguro por fallecimiento, ¿existe plazo o condición? ¿De qué clase?

10. Respecto a las consecuencias prácticas sobre reglas de interpretación de


los actos jurídicos, puede consultar en jurisprudencia en la voz: ACTO JURÍ-
DICO. Interpretación. O en la voz: CONTRATOS. Interpretación.

Algunos Fallos:
a) LL, 1983-C-270, CNCiv, sala A, 18/6/82.
b) ED, 93-669, CNCiv, sala C, 19/3/81.
c) ED, 88-476, CNCiv, sala C, 1/4/80.

2) Caso práctico

Nuevamente se presenta en su lugar de trabajo el Sr. Marcelo Olguín, encargado


de la limpieza del edificio donde funciona el estudio “Compromiso Legal”, ahora
quisiera que usted le responda sobre algo que le ha manifestado la propietaria
de un departamento del edificio, Sra. De Funes. A 1

1) La Sra. De Funes le ha comentado a Olguín que quiere comprar una casa a


Marta Quiroga, quien está trabajando en la Embajada Argentina en Suecia.
La vendedora quiere hacer constar que la venta quedará sin efecto si es tras-
ladada otra vez al país.
La probable compradora necesita saber si es posible hacer constar esa cláu-
sula en la venta, de qué se trata y qué consecuencias puede traer sobre la
compraventa.

2) También la Sra. De Funes quiere regalar un automóvil a Roberto Peña, si éste


se casa con su prima. A Olguín esto le parece muy “feo” y quiere saber si es
posible o no realizar la donación en esas condiciones. Espera de usted la
respuesta.

A 1

m3 |actividad 3 | AA

asistente académico 1

Los siguientes son asistentes específicos para las consultas de Olguín:

Será de utilidad para elaborar las respuestas que reflexiones conforme los
siguientes pasos:

Sobre la compraventa:

- Clasifique a este acto jurídico en todas las categorías que conoce.


- Exprese qué modalidad le adjudica al acto la cláusula pretendida y diga
por qué.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.106


- Ahora sí analice de acuerdo a las normas del Código Civil y Comercial
y la opinión de la doctrina, qué consecuencias trae para la compraventa
el hecho de que se concrete o no el traslado.

Para responder acerca de la donación:

- ¿Qué modalidad está presente en el acto?


- Luego de enunciarla, diga si la misma resulta válida; fundamente legal-
mente.

m3 | actividad 4

La forma de los Actos Jurídicos

1) Abordaje teórico
Como usted sabe que el tema de la forma es de gran importancia práctica,
ha decidido profundizar de modo responsable. Por ello, a partir del estudio
de los temas en la bibliografía indicada y de la lectura de los artículos del
Código Civil y Comercial decide:

1. Expresar brevemente cuál ha sido la evolución histórica del “formalismo” en


el derecho.

2. Establecer cuál es la importancia y los fundamentos de la forma de los actos


jurídicos; sus ventajas e inconvenientes.

3. Realizar en forma de cuadro sinóptico una clasificación de los actos jurídi-


cos según la forma.

4. Explicar en qué consiste cada término de la clasificación.

5. Expresar qué principio rige ante la duda sobre el carácter solemne de la


forma de un acto jurídico y en qué norma está contenido.

6. Establecer la diferencia conceptual existente entre documento e instru-


mento.

7. Dar una noción de instrumento público y señalar sus caracteres y requisi-


tos.

8. Analizar el valor probatorio de un instrumento público y distinguir las dis-


tintas clases de enunciaciones; considerando especialmente la disposición
del art. 296 del Cód. Civ. y Com.

9. Dar un concepto de instrumento privado, señalar sus caracteres y mencio-


nar los requisitos de validez de estos instrumentos.

10. Identifique e indique cuáles son los instrumentos particulares no firmados.

11. Exprese si tiene valor el contenido de un instrumento firmado en blanco, y


si el firmante puede impugnar su contenido.

12. A partir de qué acto instrumento privado produce efectos entre las partes;
aplique el art. 314 Código Civil y Comercial

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 107


13. Decir qué requisito debe cumplirse para que el instrumento privado recono-
cido tenga efecto contra terceros; al hacerlo tenga en cuenta el art. 317 del
Cód. Civ. y Com.

14. Extraer de la bibliografía y de la Ley 26.506.Firma digital, un concepto de


documento electrónico; dar ejemplos.

15. Qué categoría jurídica revisten, de acuerdo a la forma:

a) billetes de pasaje de transporte (aéreo, terrestre, etc.),


b) tickets expedidos por cajeros automáticos,
c) actos jurídicos celebrados por fax o telex,
d) transferencias electrónicas de fondos.

2) Caso práctico

Hoy le han llegado consultas sobre cuestiones relativas a la forma de los actos
jurídicos, tema de gran impacto en la faz práctica, en consecuencia deberá
esmerarse al contestarlas.

Quien consulta es Juan Pérez, hombre de escasa cultura, un poco ingenuo, pero
propietario de un patrimonio significativo, y de una gran generosidad.

1. Por las razones antedichas, Juan Pérez donó a Rafael García una casa con
todos sus muebles. El acto fue celebrado un domingo y lo redactaron e
imprimieron en la computadora de Rafael, en un ejemplar para cada uno, los
firmaron y Juan le entregó las llaves a Rafael.

Cómo de leyes no entienden nada quieren saber:


¿Se han cumplido los requisitos legales para que García adquiera la propie-
dad de la casa?

¿Si Rafael podrá después vender la casa si la adquirió en estas condiciones?

O ¿deben exigir otro instrumento?

Y por último preguntan si podrá Rafael García impedir que un acreedor de


Juan Pérez embargue los muebles de la casa afirmando que ya no son de
aquél en base al contrato firmado.

En todos los casos deberá fundamentar su respuesta en normas legales.

2. Por otra parte, Juan Pérez, debía pagar una suma de dinero a Pedro Peralta;
paga su deuda. Peralta le otorga recibo de pago, pero como Pérez no sabe firmar
coloca su impresión digital. Posteriormente Peralta, obrando deslealmente, inicia
juicio contra Pérez para perseguir el cobro de la deuda. Éste aduce haberla
pagado presentando como prueba el recibo en el cual ha colocado su impresión
digital.

Juan Pérez quiere saber si tiene validez dicho recibo. Responda fundándose en
argumentos legales.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.108


m3 | actividad 5

Ineficacia – Nulidad de los Actos Jurídicos.

1) Abordaje teórico
Para facilitar el estudio de los temas referidos a Ineficacia- Nulidad, se le
sugiere que en base al estudio del tema en la bibliografía indicada y de la
lectura de los artículos del Código Civil:

1) Distinga las diferencias conceptuales entre ineficacia e invalidez.


2) Realice un cuadro comparativo entre las distintas formas de ineficacia.
3) Establezca la diferencia entre “nulidad” e “inoponibilidad”; dé ejemplos.
4) Establezca las distintas consecuencias de los diferentes modos de inefica-
cia.
5) Defina la nulidad.
6) Exprese cuál es el criterio que distingue la nulidad absoluta de la relativa.
7) Señale los efectos de la acción de nulidad entre partes.
8) Señale los efectos de la acción de nulidad con relación a terceros.
9) Dé un concepto de confirmación; señale sus efectos.
10) Dé un ejemplo de confirmación tácita.
11) Dé un ejemplo de:
a) un acto de nulidad relativa,
b) un acto de nulidad absoluta,

12) Diga qué tipo de nulidad afecta a los siguientes actos:


a) La venta de un inmueble realizada por una persona incapaz por salud
mental, después de la sentencia de incapacidad.
b) El mismo acto, realizado antes de la sentencia de incapacidad.
c) La venta de una sustancia prohibida.
d) La donación realizada mediante dolo del disponente.

2) Caso práctico
Este día debe usted responder consultas sobre si los actos realizados o que
pretenden realizar sus clientes son válidos o no. Será también oportunidad
para que usted integre distintos aspectos estudiados en la materia Derecho
Civil I.

1) Mario Grigioni, curador de Fernando Grigioni, realizó con éste un conve-


nio de transacción sobre bienes de la sucesión de un causante común. El
acuerdo fue realizado con la debida autorización judicial.

El convenio nace como consecuencia de la acción de división de condo-


minio de bienes y, al existir entre los herederos una persona afectada por
una severa afección en su salud mental, se inicia la acción de incapacidad,
siendo designado curador Mario Grigioni, hermano del incapaz.

Los demás hermanos atacan el convenio, sosteniendo que existe colisión de


intereses entre el curador y su hermano, y por tanto éste resulta nulo y de
nulidad absoluta.

Grigioni quiere su opinión fundada en normas legales sobre, ¿qué tipo de


nulidad afecta al acto? Y qué caracteres tiene la nulidad establecida.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 109


2. También ha llegado Olguín quien le cuenta que ha oído que un grupo de
personas del vecindario decide constituir una sociedad cuyo objeto es el
contrabando de celulares. Olguín sabe que eso no es legal, pero le pregunta
¿Qué elemento del acto jurídico se encuentra viciado? Y si esas personas
llegaran a concretar el negocio ¿qué tipo de sanción, desde la legislación
civil, afectaría a ese acto? Fundamente su respuesta en normas legales.

m3 | actividad 6

Los vicios propios del acto jurídico: simulación, fraude y lesión. La buena
fe.

1) Abordaje teórico

A modo de ayuda para estudiar los temas relativos a la buena fe, resolver la
actividad 6 y algunas subsiguientes se le sugiere que realice las actividades
que se indican a continuación:

Luego de leer atentamente la bibliografía indicada:


a) Señale dónde se recepta en nuestro Código Civil el principio general de
buena fe y enuncie un concepto.
b) Diga qué son los vicios del acto jurídico; establezca las diferencias con
los vicios de la voluntad.
c) Analice la definición que dan los autores que usted consultó y exprese
por qué afecta la buena fe del acto.

Simulación:

d) Clasifique la simulación en forma de cuadro sinóptico; dé un ejemplo de


cada tipo.
e) Extraiga de la doctrina la trascendencia de la “causa simulandi”.
f) Señale la finalidad de la acción de simulación y establezca sus efectos.
g) Lea las normas del Código Civil y Comercial relativas al ejercicio de la
acción de simulación entre partes. Extraiga el principio general para la
procedencia de la acción; indique si hay excepciones,
h) Exprese qué forma de prueba exige la simulación, según que la acción
la intenten las partes o los terceros.

Fraude:
i) Elabore un concepto de fraude pauliano; imagine dos ejemplos y exprese
por qué afectan la buena fe.
j) Indique la finalidad perseguida por la acción revocatoria.
k) Señale quiénes están facultados para ejercer esta acción y qué requisi-
tos generales deben llenarse.
l) Realice un cuadro comparativo de los requisitos de la acción revocatoria
según que el acto atacado sea a título gratuito u oneroso.

Lesión:
m) Ubique la norma que recepta la figura de la lesión en el Código Civil y
Comercial argentino.
n) Analice los elementos que caracterizan esta institución.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.110


2) Caso práctico

Llegaron al estudio algunas cuestiones que afectan a algunos actos jurídicos por
estar afectada la buena fe, por conductas desleales, deshonestas de quienes
actuaron en ellos.

1) Uno de los casos es el de Jorge Bonaldi, acreedor de Roque Ferruci, quien


se encuentra en situación de insolvencia pues le ha vendido a Pedro Castro
el único inmueble de su propiedad. Pero según cuenta Jorge, la cosa no
termina ahí, ya Pedro Castro ha donado el bien a Carlos Anastasía.
Jorge Bonaldi quiere saber:
¿Qué deberá hacer para efectivizar su crédito?;
¿Qué debe probar en caso de sea posible iniciar una acción judicial, y si
¿Es posible iniciar una acción contra el subadquirente?
Fundamente sus respuestas en normas legales.

2) También consultan dos hermanas, Sara y Estela Juárez que quieren iniciar
demanda de colación contra su hermana María Teresa. Sostienen que su
padre donó a la citada, en forma simulada, una finca ubicada en la Capital
Federal.

El inmueble fue vendido por los padres de las demandantes al novio de María
Teresa en febrero del año pasado, y en octubre del mismo año el adquirente
le vendió a su novia el bien en cuestión por el mismo precio; constando en la
escritura de venta que el precio fue abonado con anterioridad; poco tiempo
después ambos contratantes contraen matrimonio. El propietario original,
el padre, retuvo la posesión de la finca hasta el momento de su muerte en
agosto del mismo año.

Las hermanas Suárez le preguntan:


A) A su criterio, ¿prosperará la acción de simulación?
B) Si su respuesta es negativa, fundamente.
C) Si es afirmativa:
a) Ubique el acto en las clases de simulación que conoce y en su caso
diga qué acto encubrió.
b) Las hijas perjudicadas, ¿serían parte en el acto debido a su calidad
de sucesores de los padres que realizaron el acto?, ¿o serían terce-
ros perjudicados por dicho acto?
c) Si las considera parte, ¿qué pruebas deberían aportar? Y si fuesen
terceros, ¿cuáles serían las pruebas?

3) Uno de los abogados del estudio le entrega para su estudio un expediente


judicial en el cual Oscar Giménez inicia demanda contra Marta Portela invo-
cando lesión en la venta que hizo de un inmueble a la demandada. Ambos
habían mantenido una relación afectiva (concubinato), y al finalizar la misma
se realizó la venta. Aduce el actor que fue presionado, coaccionado, ame-
nazado y hostigado en su trabajo por la demandada, y como estaba en vís-
peras de contraer matrimonio se vio obligado a venderle el inmueble a un
precio inferior al real de la cosa, por lo que se produjo desproporción en las
prestaciones.

Se le pide que se expida sobre las siguientes cuestiones:

a) El actor invoca lesión, pero aduce las propiedades fácticas relevantes de


otra figura jurídica que también produce la anulabilidad del acto jurídico.
¿De qué figura se trata? ¿En qué norma jurídica se contiene?

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 111


b) Cite la norma jurídica que recepta la figura de la lesión y extraiga los
requisitos que se exigen para que se configure el acto lesivo.
c) Con las respuestas anteriores y el relato que de los hechos hace el actor,
usted está en condiciones de subsumirlo en alguna de las dos figuras
normativas; ¿en cuál lo haría y por qué?

m3 | actividad 7

Responsabilidad Civil

1) Abordaje teórico
Con el propósito de facilitarle el estudio de un tema vasto y complejo como
el de la responsabilidad civil, ponemos a su disposición una serie de pre-
guntas y actividades simples, que le permitirán guiar su estudio y prepararse
para realizar de modo satisfactorio actividades más complejas y sobre todo
afrontar con solvencia las evaluaciones.

Responsabilidad civil: generalidades.

Después de la lectura atenta de los textos de estudio indicados responda:

a) ¿Qué es la responsabilidad civil? ¿Cuáles son sus presupuestos?


b) Explique qué significa “antijuridicidad”.
c) ¿Qué son las causas de justificación? ¿Dónde están enunciadas?
d) Dé un concepto de daño. Diga cuál es la importancia que tiene en la respon-
sabilidad civil.
e) Indique las clases; dé un concepto de cada uno.
f) Señale los elementos del daño patrimonial; dé un concepto de cada uno.
g) ¿Qué requisitos debe reunir el daño patrimonial para ser indemnizado?
h) ¿De qué manera puede repararse el daño patrimonial? Establezca el princi-
pio general y sus excepciones.
i) Dé un ejemplo de daño moral. Los requisitos que aplicó en daño patrimonial,
¿son los mismos que rigen para el daño moral?
j) ¿En qué se basa la prueba en este tipo de daño?

2. Responsabilidad civil: presupuestos.

Determine qué presupuesto de la responsabilidad civil se encuentra ausente en


los siguientes ejemplos:

a) el policía que persiguiendo a un ladrón salta una cerca y causa daños


en la quinta de una persona ajena al hecho,
b) un arroyo que desborda como consecuencia de una torrencial lluvia e
inunda y arruina las pertenencias de los acampantes,
c) una persona agrede a otra con un cuchillo, pero no lo lastima porque
interviene otra y frena el ataque,
d) una persona hiere al agresor al resistir un asalto.

3. Factor de atribución

Después de la lectura atenta de los textos de estudio indicados responda:

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.112


Los factores de atribución del resultado dañoso son el fundamento de la obliga-
ción de reparar. ¿Cuál es el criterio de distinción entre los factores subjetivos y
objetivos?

4. Factores subjetivos

a. ¿Cuál es el presupuesto previo para que opere el factor subjetivo?


b. ¿Cuáles son las formas de culpabilidad que quedan comprendidas en este
factor?
c. Ubique en el Código Civil el artículo que define la culpa.
d. Dé una noción de dolo como factor de atribución de responsabilidad civil;
analice el artículo pertinente.
e. Distinga “el dolo como vicio” de la voluntad” del “dolo como elemento del
acto ilícito”; dé un ejemplo de cada uno.

5. Factores objetivos

a. Dé un concepto de los mismos.


b. Identifique los distintos fundamentos que sustentan los factores objetivos;
explique brevemente cada uno.

6. Relación de causalidad

a. Dé un concepto de “nexo causal”. Determine la trascendencia que tiene este


presupuesto en la responsabilidad civil.
b. ¿Cómo se clasifican las consecuencias que se imputan al autor de un acto
voluntario?
c. Diga cómo se interrumpe la relación causal entre el daño y la conducta del
agente; dé un ejemplo de cada uno.
d. Distinga los supuestos de interrupción del nexo causal, según se trate de un
factor subjetivo u objetivo de atribución de responsabilidad.

7. Algunos casos prácticos para trabajar

En los siguientes supuestos, analice la situación subjetiva del autor del hecho:

a) una enfermera olvida dar al enfermo, en la oportunidad prescripta por el


médico, la medicina que requería la dolencia y aquél muere;
b) un empleado enciende un cigarrillo en una fábrica de productos quími-
cos y en consecuencia se produce una explosión;
c) amenazado de muerte por una persona, un empleado de banco comete
una defraudación en beneficio de quien lo amenaza.

8. Responsabilidad indirecta.

Después de leer atentamente los textos indicados, usted podrá realizar las
siguientes actividades:

a) ¿Qué entiende por responsabilidad directa?


b) Señale los presupuestos que la configuran.
c) Imagine un supuesto de daño causado por el agente responsable.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 113


d) ¿Qué entiende por responsabilidad indirecta?
e) Realice un cuadro sinóptico donde distinga los diversos supuestos de res-
ponsabilidad indirecta. Indique en cada uno cuál es el factor de atribución de
responsabilidad y cuál la eximente de responsabilidad. Señale las normas
del Código Civil y Comercial.
f) Indique cuáles son los requisitos para que surja la responsabilidad del prin-
cipal por el hecho de su dependiente.
g) Después de la lectura de los textos indicados, caracterice los supuestos de
“ejercicio”, “motivo” y “ocasión” de las funciones; busque un ejemplo para
cada uno.
h) Determine cuál es el factor de atribución que se aplica a la responsabilidad
de los padres.
i) Analice como influye la edad del sujeto autor del hecho según tenga más de
10 años o sea menor de esa edad.
j) Enuncie al factor de atribución y las características generales en el caso de
responsabilidad de los establecimientos educativos.

2) Caso práctico

Como en el estudio “Compromiso legal” saben que usted ha estudiado ya lo


básico referente a Responsabilidad Civil, le proponen hacerse cargo del estudio
y que resuelva varios casos vinculados a esa temática que han entrado al estu-
dio. Como el tema le parece apasionante, se ocupa de lleno de estas cuestiones
e intenta responder, como siempre fundándose en normas legales, a las pregun-
tas que le han transmitido los abogados responsables del estudio.

1. Julia Forsani de Rossi cruza por la senda peatonal la bocacalle de Chaca-


buco y Corrientes, de la ciudad de Córdoba. Es embestida por un automó-
vil, y sufre heridas en el rostro que le producen un complejo de inferioridad
y temor al ridículo. La curación le demanda dos intervenciones quirúrgicas
−el médico ha anticipado la necesidad de una cirugía estética correctora
dentro de un año− y apoyo sicológico.

a) Hay que distinguir qué tipos de daños sufrió la víctima.


b) El esposo de Julia pretende que se le repare el daño moral que le oca-
siona el sufrimiento de su esposa. ¿Cree que es posible obtener la
reparación? Fundamente en normas legales.

2. Mariano Morello (actor de teatro) es golpeado en la vía pública por Julián


Yunes. Mariano pierde dos dientes y queda con una cicatriz que afea su
rostro. Necesita para su curación tres meses de reposo, dos intervenciones
quirúrgicas y apoyo sicológico, por lo que le rescinden el contrato para rea-
lizar una obra teatral.

a) Necesita identificar los daños padecidos por la víctima, y en particular


los elementos del daño patrimonial en este caso.

3. Una fábrica de pirotecnia tiene su sede en un centro altamente urbanizado.


En la misma se produce un incendio que provoca una explosión, la cual
ocasiona graves daños en viviendas cercanas. Los damnificados solicitan
la reparación de los daños sufridos y el dueño de la fábrica aduce que él ha
tomado todas las precauciones para realizar su trabajo, y que fue imposible
evitar la explosión.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.114


a. Debe identificar los daños ocasionados.
b. Determinar ¿Qué factor de atribución opera en el caso? ¿Será causal
eximente de responsabilidad lo que argumenta el dueño de la fábrica?;
¿por qué?

4. El propietario de un campo tiene en el mismo 20 vacas. Por una rotura en el


alambrado los animales salen del predio, entran en el campo vecino y pro-
ducen destrozos en la cosecha. Al correr para intentar detenerlas, el dueño
del campo vecino se cae y fractura. Como se ve imposibilitado de trabajar
durante un tiempo, no puede pagar sus deudas y sus acreedores le ejecutan
maquinaria agrícola.

a) Se le pide que distinga las consecuencias que el hecho produjo, y


determine ¿por cuáles debe responder el propietario de las vacas? ¿Por
cuáles no? ¿Por qué?
b) Ubique las normas legales que rigen la cuestión.

5. El joven Matías Solaro se desempeña como dependiente de un comercio


de comidas elaboradas. Al ir a realizar una entrega a domicilio, circulando
en una motocicleta a alta velocidad, atropella a una persona que cruzaba la
calle por un lugar que no era la senda peatonal.

Se le ha preguntado sobre:

a) ¿Contra quién podrá accionar la víctima por la reparación de los daños?


b) Indique en cada caso el fundamento de la responsabilidad.
c) ¿Cree que el autor del hecho podrá alegar algún eximente de responsa-
bilidad? ¿Y el principal? Si está presente en el caso, identifíquelo.

6. En la intersección de una calle céntrica, los obreros de una empresa de ser-


vicios hacen un pozo para instalar cables; con posterioridad pavimentaron
el lugar. Horas más tarde, una fuerte lluvia provocó que el pavimento cediera
y quedara abierto en el lugar un pozo de gran dimensión, sin señalización
alguna. Un taxista que circulaba por el lugar cayó en el mismo con la parte
delantera de su vehículo, lo que provocó la rotura del tren delantero, además
de otros daños que le demandan tres días de reparación.

Se le pide que:

1) Identifique los daños sufridos por el taxista.


2) Determine ¿contra quién podrá accionar para lograr su reparación?
3) Indique el fundamento de la responsabilidad en cada caso y si opera
alguna causal eximente de responsabilidad.

7. Diego Lucero, de 5 años de edad, concurre con su padre a realizar compras


en un supermercado de la ciudad. Allí el menor, al jugar con un carrito, pro-
voca la caída y rotura de diversos artículos, entre ellos una botella que con
sus vidrios lastima a su amigo Lucio, quien los acompañaba.

Es necesario que:

a) Identifique los daños causados.


b) Diga ¿contra quién podrán accionar las víctimas para lograr la repara-
ción de los daños?
c) ¿Cuál es el factor de atribución que fundamenta la responsabilidad?
d) ¿Cuál sería su respuesta si Diego tuviese 12 años? Justifique.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 115


m3 | actividad 8

El caso de la Sra. María Rocca de Arévalo

1) Aspectos teóricos

A efectos de facilitarle el razonamiento relacionado con el caso en análisis se le


sugiere que responda las siguientes preguntas, que probablemente serían las
que se plantearía un juez en caso de intervenir:

En primer lugar corresponde analizar los daños sufridos:

1. Analice qué tipo de daños se pueden diferenciar en el presente caso.


2. Dentro de uno de ellos distinga todos los aspectos o rubros que lo integran.
3. De acuerdo a los datos brindados en el relato, a su criterio ¿estarán suficien-
temente reparados con la suma abonada los daños identificados?

Una vez efectuado este estudio, podemos pasar a analizar el planteo que la
cliente pretende realizar:

1.- En qué consiste el vicio de lesión invocado en el Convenio de celebrado


entre la Señora María María Rocca de Arévalo y la Compañía Aseguradora
“Bernardino Rivadavia Cooperativa de Seguros” el 15 de enero, por el cual
se fijan los daños y perjuicios sufridos por el esposo de la Señora de Arévalo
en la suma de $ 50.000?

2.- En el caso planteado: ¿en qué consiste el elemento objetivo de la lesión?

3.- En el caso planteado: ¿en qué consiste el elemento subjetivo de la lesión?

4. ¿El hecho de que la Sra. de Arévalo concurriera acompañada por un abo-


gado tiene incidencia en la configuración del elemento subjetivo?

5.- ¿Qué normas jurídicas aplica al caso?

6.- En caso de que se hiciera lugar a la existencia del vicio en el acto jurídico,
¿cuáles serían los efectos de la sentencia de declaración de la lesión del
Convenio celebrado entre la Señora María Rocca de Arévalo y la Compañía
Aseguradora “Bernardino Rivadavia Cooperativa de Seguros”?

7.- Luego del análisis realizado ¿estima posible que el Juez haga lugar a la
demanda que la señora pretende iniciar?

8.- En la búsqueda de material que le ayude a resolver esta compleja cues-


tión, uno de los abogados del estudio le aporta datos de jurisprudencia que
estima pueden resultarle útiles:

• La Ley 1997-F-431.C.N.Civ., Sala I, Buenos Aires. Autos:”Sansierra


María c. Empresa de San Fernando S.A.-Línea 170”. Sentencia del
03/07/97.
• Jurisprudencia Argentina 1998-III-574. C.Nac. Civ.,Sala I.Autos:” Villa-
nueva Osvaldo c. Omega Cooperativa de Seguros Limitada”. Sentencia
del 02/09/97.

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag.116


2) Caso práctico

En esta ocasión le llega para su análisis y resolución el caso que plantea


la Sra. María Rocca de Arévalo, que a través de un arreglo extrajudicial, un
convenio, ha cobrado una suma de dinero en concepto de indemnización por
los daños que le ocasionó la muerte del marido, quien falleció como conse-
cuencia de las lesiones padecidas en un accidente de tránsito. Ahora quiere
reclamar judicialmente porque cree que la suma recibida ha sido insuficiente
y necesita que usted la asesore sobre las posibilidades de lograr resultados
favorables en caso de iniciar una demanda.

El relato que realiza la cliente es el siguiente:

El día 27 de diciembre del año pasado el esposo de la Sra. Rocca de Aré-


valo, el señor Alberto Arévalo, se trasladaba a la casa de un hermano en un
transporte urbano de pasajeros de la línea 170, perteneciente a la Empresa
Ciudad de San Fernando S.A. El transporte colisionó con un taxi protagoni-
zando un accidente de tránsito, en el cual el señor Alberto Arévalo resultó
herido de gravedad, y a consecuencia de las lesiones padecidas fallece con
posterioridad.

La Empresa Ciudad de San Fernando S.A. tenía contratado un seguro de


responsabilidad civil para los pasajeros con la Compañía Aseguradora “Ber-
nardino Rivadavia Cooperativa de Seguros”. Esta Compañía de Seguros le
ofrece a la señora María Rocca de Arévalo firmar un convenio para evitar el
juicio de daños y perjuicios.

La viuda de Arévalo, asesorada por un abogado que la acompaña, firmó con


la Compañía Aseguradora “Bernardino Rivadavia Cooperativa de Seguros” un
Convenio el 15 de Enero, por el cual se fijan los daños y perjuicios sufridos
en la suma de $ 50.000, suma que comprende todos los daños sufridos a raíz
de la muerte de su esposo, suma que cobra en el acto, comprometiéndose a
no realizar ningún otro reclamo en concepto de daños.

Ahora la Señora María Rocca de Arévalo quiere demandar la nulidad del


convenio suscripto con la Empresa Ciudad de San Fernando S.A., aduciendo
la existencia de error y lesión. Manifiesta que ella había interpretado que la
suma recibida de $ 50.000 era solamente un adelanto de los daños y per-
juicios que le correspondían, y la aceptó por el estado de necesidad eco-
nómica en que se encontraba; asimismo afirma que la suma pagada por la
Compañía Aseguradora “Bernardino Rivadavia Cooperativa de Seguros” era
evidentemente desproporcionada y sin justificación en relación al monto de
los daños sufridos.

Agrega que tiene tres hijos de 12, 10 y 6 años, que concurren a la escuela;
que ella al momento del hecho no trabajaba, que ahora inició un microem-
prendimiento cose ropa para un taller de confección que gana aproximada-
mente $ 3.500 por mes.

Que el marido al momento de su muerte tenía 37 años, que trabajaba como


representante de un producto químico, que ganaba un sueldo de $ 6.500 por
mes, más las comisiones o porcentajes por las ventas realizadas de $ 2.500.

¡Usted se pone manos a la obra!

EDUBP | ABOGACÍA | derecho civil I - pag. 117


m3 glosario

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