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Con el término conciencia moral designamos la capacidad que tienen las personas para
conocer y juzgar la bondad o maldad moral de las acciones, tanto ajenas como propias.
conciencia, allá cada cual con su conciencia o he obrado según me dictaba mi conciencia,
capacidad para orientarnos en la vida. En todos estos ejemplos el lenguaje popular habla
de una especie de voz interior (la voz de la conciencia) que inspira, obliga y sanciona la
moralidad de nuestras acciones. La voz de la conciencia es como un juez interior que nos
obliga, que nos aplaude o nos sanciona, que nos indica cuándo actuamos de forma
correcta o incorrecta.
A este respecto afirma Kant: “Todo hombre tiene conciencia y se encuentra observado,
amenazado y, en general, sometido a respeto por un juez interior; y esa autoridad que vela
en él por las leyes no es algo producido arbitrariamente por él mismo, sino inherente a su
ser. Cuando pretende huir de ella, le sigue como a su sombra. Puede, sin duda, aturdirse
de cuando en cuando, tan pronto como percibe su terrible voz. Puede incluso, en su mayor
evitarlo”.
cuáles son nuestros principios, pero lo cierto es que cualquier persona se atiene a unos, se
dé cuenta o no de ello. Estos principios pueden venirle impuestos o dárselos ella misma,
autonomía.
Si una persona acepta los principios emanados de cualquiera de estos cinco supuestos sin
haber reflexionado sobre tales principios y sin haber decidido si su orientación es buena,
⇒ Una persona es autónoma cuando es su propia conciencia la que propone las normas
morales que deben guiar sus acciones, habiendo reflexionado y decidido sin coacciones.
Es decir, cuando los principios que guían sus acciones han sido asumidos de forma
racional, crítica y reflexiva, de tal modo que sus acciones las realiza porque le parecen
buenas y correctas y no por miedo al castigo, por obtener un premio, por crearse buena
fama, porque se lleva, porque lo hacen otros, etc. Sin duda, las personas empezamos por
grupo de amigos, etc. Esto significa que en un principio las normas nos vienen de “fuera”.
Cuando somos pequeños somos heterónomos, necesitamos que los mayores nos digan
autonomía moral, cuando uno es capaz de decidir reflexivamente qué normas considera
sobre ellas y las aceptemos si creemos que son válidas para hacernos mejores personas,
obstante, cuando hablamos de leyes, estamos indicando que valen universalmente, porque
una ley no puede valer para una sola persona. En el caso de la moral, las leyes han de
valer universalmente porque son aquéllas que cualquier persona debería cumplir para ser
verdaderamente humana. Por eso, con la expresión “autonomía moral” nos referimos a la
capacidad que tenemos las personas de guiarnos por aquellas leyes que nos daríamos a
nosotros mismos porque nos parecen propias de los seres humanos. No tiene, pues, nada
que ver con “hacer lo que me venga en gana”, ni tampoco con la independencia frente a
toda norma. Comportarse de forma autónoma es una posibilidad que cada ser humano
puede realizar o no. Las conductas heterónomas están siempre relacionadas con
situaciones de servidumbre, mientras que los seres autónomos se comportan como seres
libertad: es libre quien se da a sí mismo sus propias leyes y las sigue, siempre que
entendamos por “sus propias leyes” aquéllas que extendería a todos los seres humanos.
progreso, como un ganar en madurez, que puede lograrse individual y socialmente. Los
individuos tenemos una conciencia capaz de progresar, pero también las sociedades
desde principios humanizadores, hasta guiarse por ese tipo de principios. En el caso de
social”, en la que muestra que las sociedades han ido aprendiendo moralmente. Sin
autonomía moral.
LA ÉTICA AUTÓNOMA Y LA ÉTICA HETERÓNOMA
Una ética heterónoma es aquella que acepta un sistema moral que se impone
sistema moral (o simplemente acepta un sistema moral) sólo porque lo creen los propios
en la sociedad. Una ética autónoma es aquella que induce a las personas a pensar por sí
mismas. En la esfera moral, la autonomía implica una voluntad libre que muestra
mediante la razón, que ciertos principios morales son correctos. Podemos decir, para
aclarar, que si uno actúa de acuerdo a una moral heterónoma, cumple con los principios
morales sólo por temor al castigo, mientras que si actúa autónomamente, sigue los
sistema moral (o simplemente acepta un sistema moral) sólo porque lo creen los propios
imperantes en la sociedad.
Ética autónoma : es aquella que induce a las personas a pensar por sí mismas. En
la esfera moral, la autonomía implica una voluntad libre que muestra mediante la
razón, que ciertos principios morales son correctos. Podemos decir, para aclarar, que
si uno actúa de acuerdo a una moral heterónoma, cumple con los principios morales
sólo por temor al castigo, mientras que si actúa autónomamente, sigue los principios
porque los considera su deber. Es decir, la autonomía se rige por el cumplimiento del
Autonomía y heteronomía
posiciones intermedias.
de índole ético y moral que son en definitiva las que realmente nos interesan. La
(imperativo categórico en palabras del autor), o sea válido para todos los
libre y racional que todo hombre por el mero hecho de serlo posee. Siempre
racionalmente. Esto no quiere decir que cada uno de nosotros obre como le dé la
gana, hay ciertos límites y Kant los sitúa acudiendo a la conducta heterónoma.
Será aquella cuya norma guía procede de una instancia diferente a la del propio
sí mismo sino a fines u objetivos que satisfagan (o nos esclavicen diría Kant)
que nuestra acciones puedan ser buenas y correctas. Nuestro obrar debe ser
fin en sí mismo. Nuestro obrar bueno y correcto debe ser para Kant
Las éticas heterónomas son aquellas en las que la obligación moral es algo
viene impuesta por la naturaleza, por nuestra esencia o por dios. La acción
porque el fin último del hombre, el bien que éste puede alcanzar (la felicidad,
Dios) nos viene impuesto por nuestra propia naturaleza. Ser feliz, comportarse
éticamente implica conocer esa finalidad impuesta y llevarla a cabo. En las éticas
Kant, obrar porque algo nos cause placer o nos traiga felicidad no es obrar ni
Tampoco sería libre porque ¿Qué o quién determina nuestras "ganas" o deseos?
hay buena voluntad cuando la acción moral se realiza con vistas a él y no a causa
Moral autónoma: Es la moral que se da en los individuos que son capaces de juzgar
las normas, independientemente de quien las dicte, según su bondad o maldad. Se
basa en el respeto mutuo y en la reciprocidad. Se da a partir de los 11 años.
Bibliografía:
Psicología del Desarrollo II de Francisco Gutiérrez Martínez y José Óscar Vila Chaves.
https://es.scribd.com/doc/20702618/LA-ETICA-AUTONOMA-Y-LA-ETICA-
HETERONOMA
http://doynigo.blogspot.com/2017/07/etica-autonoma-y-heteronoma.html