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EL DOCENTE COMO PROFESIONAL DE LA ENSEÑANZA

PROFESIONALIZACION DOCENTE

ASESOR: Jorge Israel Reyes Sandoval

POR: Maribel Olvera Flores

10 DE JUNIO DE 20
INTRODUCCIÓN

“La única forma de sentirte satisfecho


es hacer un gran trabajo y eso sólo es posible amando lo que hacen.
Si aún no lo han encontrado, sigan buscando, no se detengan.”
Los profesores trabajamos en un sistema educativo en el que se socializa personal
y profesionalmente, que interpretamos, pero no definimos origen, independencia
profesional.

Esa realidad laboral de los profesores es inherente al papel que estamos llamados
a cumplir en el sistema educativo.

Este modelo permite comprender a la enseñanza como un fenómeno cuyo análisis


ha de estar necesariamente contextualizado en diferentes niveles de concreción
(comunidad, escuela, aula), además de ser entendida como un proceso abierto y
dinámico.

No se pueden formar profesores sin hacer opciones ideológicas.

Según el modelo de sociedad y de ser humano que se defiendan, las finalidades


que se asignen a la escuela no serán las mismas y, en consecuencia, el rol de los
profesores no se definirá de la misma manera.

Para desarrollar una ciudadanía adaptada al mundo contemporáneo, defiendo la


idea de un profesor que sea a la vez:

 Mediador intercultural
 Animador de una comunidad educativa
 Organizador y promotor de una vida democrática
 Conductor cultural e intelectual.

Ademas de ser in amigo, conmpañero y segundo padre en el aula de clase.

Las instituciones, la curricula, la metodología y las conceptualizaciones


racionalizadoras de la existencia y funcionamiento de todo este subsistema de
formación,concretan y expresan de alguna manera la realidad institucionalizada del
puesto de trabajo a desempeñar, en coherencia con la función social que el propio
sistema educativo cumple.
La docencia una profesión ambivalente: formar y formarse

La docencia es una profesión que se busca que el profesor pueda formarse de la


mejor manera para que él a su vez pueda formar a sus alumnos, y ¿qué es mejor?
Hacerlo a través de la teoría o la práctica.

El concepto de ambivalencia se aplica en que hay docentes que sienten su profesión


como una vocación, es decir no lo ven como una carga o un martirio, sini por el
conbtrario, es una actividad que realizan por el gusto de hacerlo, que dan lo mejor
de sí mismos en las aulas dia con dia y justifican el valor de su vida pensando que
han ayudado a diferentes generaciones de alumnos a ser mejores personas, a
entender el mundo que los rodea, haciéndolos más críticos, más inteligentes y mejor
preparados para afrontar su vida, dejando huella significativa en cada uno de los
alumnos.

Sin embargo, hay profesores que viven la docencia con una constante tensión,
acuden a cada clase dispuestos a defenderse de unos alumnos a los que perciben
como el enemigo y ante los que están en alerta constante, sin darse cuenta que
tienen en sus manos el uturo de miles de niños, mismos que serán el uturo de
nuestro Mexico con el pasar de los años.

Si bien es cierto debemos tener una preparación, pero esta no es garantía de dar
buenos resultados en nuestra practica educativa, pero si combinamos la teoria
aprendida en nuestro proceso formativo, con la practica a la que nos enfrentamos
creo que los resultados serán optimos, puesto que el enseñar con vocación es la
clave principal.

El modelo “base de conocimientos” en la enseñanza

Este consiste en un conjunto de conocimientos variados: pedagogía general, de


teorías del currículo, de los contextos y objetivos educativos, sus propósitos y sus
valores.

Intenta concebir la enseñanza de un modo más amplio, y desde el punto de vista


del docente, con el propósito de formarlo, (Shulman, 1986, 1987). Dicho en otras
palabras la vocación como ya hice mención es la base del éxito de los planes y
programas, pues se hace una conbinacion entre teoria y practica.

El autor insiste en que este enfoque no produce una imagen globalmente técnica de
la enseñanza.

Reconoce claramente la naturaleza circunstancial del conocimiento que tienen los


docentes para desempeñar su función.

Problemas privados, asuntos públicos

vivimos en un error al tener la idea de que la docencia es una actividad individual.


Siendo la autonomía una característica central de la actividad del docente dentro
del aula.

Sin embargo, debemos considerar que no es lo que caracteriza a todos los docentes
actuales. Los factores sociales e institucionales pueden contribuir a que haya
problemas de disciplina en las aulas, aunque se experimenten como un problema
individual.

La ciencia social revela que los problemas privados son asuntos públicos, y que
éste aún es un campo por estudiar, ya que si un estudiante o el mismo docente no
recibió las bases bien fundamentadas, no será capaz de arrojar resultados
favorables a la sociedad, es decir gente productiva en el campo laboral.

La enseñanza como arte

Un maestro o una maestra pueden dar la impresión de estar muy capacitados y dar
clases muy artísticas o estéticas, saber jugar con las palabras, usar la cadencia de
su voz y el ritmo de su discurso para crear una atmósfera de suspenso, y parece
que la mayoría de los alumnos disfrutan de la lección y responden a ella.
Estos docentes, sólo favorecen al alumnado de clase media y que el alumnado no
interioriza las enseñanzas, sino que interioriza estrategias de defensa.
Las ciencias social y educativa son todavía muy jóvenes, son imperfectas y han
aparecido preguntas acerca del fracaso o la inconsecuencia de buena parte de las
investigaciones educativas.
La sociología conmueve las opiniones recibidas y carentes de sustancia,
identificando y exponiendo cuestiones importantes. La mejor forma de enseñar, la
buena enseñanza, su propósito, qué debería aprender el alumnado… éstos son
temas respecto a los cuales la gente tiene un punto de vista sólido. Pero no son
siempre importantes cuando se la adoptan como dogma de fe.
Si bien hay personas que objetan a estas tendencias desacreditadoras y
desmitificadoras y que adoptan las ciencias sociales, hay otras que arguyen, en
ciertos momentos, esta ciencia consigue exactamente lo contrario.
De este modo, “se usa la mística propia de la ciencia para defender la
reputación de las escuelas frente a sus críticos”. Aunque para el autor esto no
funcione así por la razón de que los expertos no conocen toda la historia sino parte
de ella, los que saben más son los docentes.
La ciencia, a pesar de sus enormes contribuciones y su potencial, sigue
siendo una segunda cultura. El público en general, no comprende demasiado la
ciencia; en la universidad sigue habiendo más estudiantes que eligen materias de
Humanidades, y la propia enseñanza de las ciencias en las escuelas tiene una
reputación bastante pobre.
A pesar de las limitaciones la ciencia ha hecho importantes contribuciones a
la enseñanza, pero también ha producido efectos nocivos. En concreto ha
simplificado, excesivamente ciertas situaciones complejas; ha dado prioridad al
futuro (bajo la forma de objetivos) sobre el presente (procesos); ha objetivizado el
conocimiento, considerándolo como algo aprehendido cognoscitivamente y
mensurable cuantitativamente; y ha potenciado también la estandarización y la
uniformidad. Sin embargo, la enseñanza es una actividad socialmente construida y
es un proceso cuyas características pueden variar de un individuo a otro, de un
contexto a otro.
La ciencia también es, una actividad socialmente construida, que nos permite
definir lo que deseamos regular y controlar.
La ciencia ha hecho importantes contribuciones a nuestra comprensión de la
enseñanza, pero en relación con las realidades actuales, sólo logra alcanzar una
parte (y no necesariamente la más importante) de esta actividad docente.

Entonces ¿en qué consiste el enfoque artístico de la enseñanza?


Eisner (1985): “la mejora educativa se consigue no mediante el
descubrimiento de métodos científicos que se puedan aplicar universalmente, ni
gracias a personalidades concretas, sino más bien ayudando a los docentes… a
mejorar su capacidad de ver y de pensar lo que hacen” o, en otras palabras,
fomentando su “arte apreciativo”.
Stenhouse (1985): el modelo de objetivos no es el más adecuado en algunas
áreas. Los objetivos se suelen simplificar demasiado, atentan contra la creatividad
del alumnado y del profesorado, descartan la posibilidad de que él o la docente
evolucione.
El maestro y la maestra deben ser flexibles, es decir, deben ser capaces de
adaptar, su comportamiento a la situación de enseñanza y aprendizaje, que cambia
y que con frecuencia es impredecible. La creatividad práctica tiene que ver con
situaciones individuales y únicas, que nunca son perfectamente duplicables, y sin
las cuales, como es lógico, no se puede alcanzar una certeza absoluta”.
La docencia como ciencia y arte.
Los científicos sociales tienden a considerar la docencia como algo racional
y estable que la ciencia puede corregir. Los artistas tienden a verla como algo
variado y expresivo. Probablemente ambos grupos estarían de acuerdo en que no
existe la enseñanza “real o genuina”. Más bien se trata del producto de un conjunto
de relaciones, enmarcadas en un tiempo histórico en un concepto particular del
espacio.
Lo que está claro es que la enseñanza es una actividad compleja que desafía
cualquier forma única que pretenda encasillarla.
En un día normal de cualquier docente, seguramente descubriríamos
ejemplos de tareas científicas, artísticas, técnicas y burocráticas. Los docentes se
enfrentan a muchos problemas y dilemas; tienen sus propios intereses y creencias;
sin embargo, se mueven en medio de muchos valores e ideologías en conflicto,
viviendo dentro de una red de interrelaciones y expectativas. Considerar la
enseñanza como una ciencia supone una especie de salvavidas en medio de este
laberinto de actividad.
CONCLUSIONES

Todo esto implica considerar al profesorado como un agente dinámico curricular,lo


cual le ha de permitir tomar decisiones, desarrollar el currículum de forma
descentralizada y elaborar proyectos y materiales curriculares de forma
colaborativa, situando el proceso en un contexto específico controlado por él.

La posibilidad de innovación en el campo del currículum en los centros no puede


plantearse seriamente sin un nuevo concepto de profesionalización del profesorado
en una cultura que debe romper con inercias y prácticas del pasado y que se
asumen pasivamente como elementos intrínsecos de la profesión, y esa nueva
cultura genera nuevas necesidades y reivindicaciones a tener en cuenta.

Una de las principales unciones del maestro es enseñar, explicamos entre otras, sin
embargo la mayoría de las veces enseñamos, pero no con pasión, pues dejamos
de lado la importancia de transmitir con emoción y vocación.

La enseñanza como concepto y como actividad, representa un elemento de


obligada referencia. Si algo caracteriza el rol del profesor, independientemente del
modelo didáctico subyacente, es la actividad de enseñanza, la función de docencia
como tarea intencional.
La ciencia como el arte, deben estar juntas para que se produzca la enseñanza,
aunque esto no garantice el aprendizaje, ya que son procesos diferentes que
interactúan en el mismo medio, asi como los diferentes intereses.

En la enseñanza necesitamos conectarnos como humanos con los alumnos y llegar


a la cumbre de sus sentimientos para que se produzca el aprendizaje, pues antes
de ser docentes somos seres humanos que al igual que los laumnos tenemos
sentimientos y experimentamos emociones y jamas debemos dejar en el olvido que
trabajamos con seres humanos y no con objetos.

Las actividades de la enseñanza deben ser cubiertas con la combinación de teorías,


de necesidades, motivaciones, expectativas de logros, curiosidad, refuerzo de
contenidos, estimulación de los sentidos.
finalmente la enseñanza es un saber más complejo y cuidadoso del que aprende y
del que enseña, es decir, que su formación no solo dependerá de lo científico y lo
artesanal, sino que de varios estímulo.
BIBLIOGRAFÍA

1. Molina V, Pilar (2008). Práctica docente progresiva en la formación


inicial desde un enfoque reflexivo critico en Prácticas reflexivas para
la formación profesional docente: ¿qué las hace eficaces? Pag. 13 a
26. Ediciones UCSH. Recuperado de http://gea-aprende.cl/wp-
content/uploads/2013/04/practicas-reflexivas-para-la-
formaci%C3%B3n-profesional-docente.pdf

2. SHULMAN, L. S. (1986). Those who understand: knowledge growth in


teaching. Educational Researcher, 15(2), 4-14. Traducción castellana
(2005): El saber y entender de la profesión docente. Estudios Públicos,
99, 195-224.

3. STHENHOUSE, L. (1985) investigación y desarrollo del curriculum,


segunda edición. Madrid Morata.

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