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EL NACIMIENTO DE IN TONATIUH IC CHICUACE: EL SEXTO SOL

IZTATIC TONATIUH: SOL DE EQUILIBRIO

TLAMATINI
MATERIALES PARA LA TRANSFORMACIÓN
DE LA ENSEÑANZA Y LA CULTURA
Tlamatini

observando las estrellas Codice


Mendocino
AGOSTO DE 1989 NUM. 8
Coordinación: Armando Blanco y Malu Vera C.
Colegio de Ciencias y Humanidades
Plantel Oriente. UNAM
EL NACIMIENTO DE IN TONATIUH IC CHICUACE: EL SEXTO SOL
IZTATIC TONATIUH: SOL DE EQUILIBRIO
AÑO: CE ACATL, UNO CAÑA. 1989

IN TONATIUH IC CHICUACE
EL SEXTO SOL,
IN TONATIUH IC CHICUACE
EL SEXTO SOL,
CON LOS GLIFOS NOCHE (El “ojo”-al centro-con el que los antiguos mexicanos representaban la oscuridad o
noche)
Y DIA (la punta o marcador, más las seis aspas que al mismo tiempo simbolizan rayos solares),
NOCHE Y DIA INTEGRADOS, UNION DE OPUESTOS: EQUILIBRIO:
INTRODUCCION:

En la mitología y cosmogonía náhuatl se asentó la existencia de cinco soles o edades de la tierra


o del Anáhuac, quedando grabada las posibles catástrofes que acabaron son las primeras cuatro
eras: diluvios, erupciones de volcanes terriblemente devastadoras; invasiones de hombres-tigre y
hombres-viento (con toda la carga de simbolismo que estas figuras tienen; el tigre, Tezcatlipoca
y el viento, Quetzalcoatl). Igualmente se relata el tiempo de hombres, alimentos y otros detalles
de cada periodo. En cuanto al quinto sol, otro mito menciona que esta nació en Teotihuácan (en
náhuatl todas las palabras son graves y por lo mismo no deben acentuarse; si marcamos el
acento es para indicar la verdadera pronunciación ya que existe la costumbre de acentuarlas
verbal o por escrito en la última sílaba lo cual es incorrecto); que su nombre es Nahui Ollin, “Sol
en Movimiento” y que esta era abarcó desde los Toltecas hasta los Mexica o incluso hasta
nuestra época. La leyenda menciona que este sol seria liquidado por un gran terremoto- de ahí lo
de “Sol de Movimiento”- que real o simbólicamente acabaría con la humanidad de esta edad.
Tanto del mito de los cinco soles como del nacimiento del quinto sol presentamos las
correspondientes versiones originales para ambientar al lector en cuanto a la idea central de aquí
planteamos: la terminación del Quinto Sol y el nacimiento de una nueva era y nueva humanidad,
el Sexto Sol. En cuanto al planteamiento de la terminación del Quinto Sol y el nacimiento del
Sexto, cabe señalar (y así se manifiesta en el relato), que tanto en el movimiento de la
mexicanidad, como en otros ámbitos (periodísticos, universitarios, etc.), tal idea ha comenzado a
circular aunque de manera todavía muy lenta y ambigua. Así pues al postular que el Sexto Sol
ya ha comenzado a nacer, hemos procurado basarnos tanto en fuentes actuales como del México
Antiguo. La idea original que aquí se plantea es que esta nueva edad o sol comenzó a surgir a
partir del descubrimiento de la Coyolxauqui y del Templo Mayor (tanto por el impacto que
provocó en la conciencia nacional, como por el contenido que tal reencuentro tiene; no es casual
que después de este hecho se haya dado un fuerte auge en el movimiento de la mexicanidad o
del nacionalismo cultural), y ello seguido por una serie de acontecimientos extraordinarios cuyo
ciclo cerrará otro hecho no menos importante: El Quinto Centenario, el 12 de octubre de 1992,
la conmemoración de los quinientos años de presencia europea en nuestro continente, evento
que algunos ya mencionan como “EL ENCUENTRO DE DOS MUNDOS” y otros como
“QUINIENTOS AÑOS DE OPRESION, QUINIENTOS AÑOS DE LUCHA”. Otro aporte lo
representa la caracterización del Sexto Sol como Sol de Equilibrio. Al respecto conviene
recordar e informar que en el Anáhuac:
A. La filosofía o cosmovisión era el eje central que determinaba todos los demás aspectos
de la vida (véase León-Portilla, Florescano, Justino Fernández, etc.): gobierno,
educación, arquitectura, religión, ética, arte, etc.
B. Que dicha filosofía cuenta con un conjunto de categorías fundamentales entre las que
destacan LUCHA, FUGACIDAD, MOVIMIENTO, CICLICIDAD, RECESO,
PREDOMINIO, DUALIDAD, TOTALIDAD, etc., y por supuesto EQUILIBRIO, todas
ellas implícitas en su cosmovisión y mitología y que a decir de León-Portilla,
representaba Moldes de Pensamiento a través de los cuales se conceptualizaba e
interpretaba todo lo existente permeando así toda la vida y decisiones personales.
Tras un estudio meticuloso tanto de la filosofía náhuatl y la cultura del Anáhuac, como de la
sociedad actual (mexicana y mundial), la conclusión en cuanto a la característica fundamental de
la nueva era (que estará igualmente determinada por un eje central, por una filosofía distintiva),
es que esta nueva etapa no podrá surgir si no se cristaliza en ella la unión y equilibrio de los
contrarios en todos los campos. Cualquier inclinación hacia una de las partes como pretensiones
de exclusión o exterminio de la otra indudablemente impedirá el advenimiento de la verdadera
nueva cultura o nueva era, pero no sólo eso, sino que además implicará la continuidad del
predominio de, como Álvaro Mutis las llama, filosofías del suicidio. Entendemos que la
fundamentación de la categoría de esta nueva edad o sol (el equilibrio) tiene que ser rigurosa y
ampliamente respaldada (y por largo tiempo), para que sea aceptada, no digamos que por todos
(imposible), pero si por una mayoría que sólo así quedará convencida de que la importancia vital
que encierra este concepto en el contexto actual y como alternativa para la nueva edad o Sexto
Sol, con lo cual se eliminarán los riesgos de exterminio, estancamiento o retroceso, amenazas
que por supuesto descansan o son promovidas por filosofías antagónicas, fragmentarias,
unilaterales o “suicidas” como ya ha quedado dicho.
IN TONATIUH IC CHICUACE,
IZTAC TONATIUH

IN TONATIUH IC CHICUACE, IZTAC TONATIUH


El Sexto Sol, Sol de Equilibrio. Las Seis Edades, distribuidas equilibradamente entre la
noche y el día. Al centro, el glifo “caracol”, como el que se representaba en el Anáhuac a
Quetzalcoatl, símbolo de la razón, la vida, la luz y la paz, númen, constelación o fuerza
cósmica a la que, de acuerdo con algunos códices, correspondería “gobernar” en la Sexta
Edad.
EL NACIMIENTO DE IN TONATIUH IC CHICUACE
EL SEXTO SOL
1) RENACIMIENTO

El sol ha vuelto a salir, alumbra ya de nuevo a la nación mexica ¡Nació ya el Sexto Sol! Por fin
Coatlicue a dado a luz a un nuevo hijo o edad de nuestra tierra ¡Anáhuac!, pueblo del sol y de
Ometeotl, según la predicción ¡Ya renació! y andan diciendo los sabios y poetas, que este se
llamara; Sol de equilibrio, que predominara el influjo Quetzalcoatl y que en él sobrevendrá la
unión de los contrarios, que reinarán la paz y la sabiduría y resurgirán de nuevo las flores y los
cantos y dicen también los mencionados sabios que este sol perecerá, cuando se aparten los
opuestos entonces volverán las sombras, gobernara yayauhqui, tezcatlipoca negro, es decir “la
guerra”, “el enemigo” de esa forma moriremos todos y también la vida entera sobre la madre
tierra, ese será nuestro fin.

II) LOS AUGURIOS

Y cuentan también los ancianos que cada fin o nacimiento de otro sol o nueva era, llega siempre
preanunciado por convulsiones sociales cataclismos naturales o grandes cambios celestes a los
que llaman presagios. Así fue el fin del quinto sol que anunciaba siete augurios más
predicciones mayas que formularon sus sabios. Unos dicen que estas cosas son tan solo
coincidencias pero los viejos afirman que en el universo y la tierra, nada existe separado que uno
es todo y todo es uno, que todo esta entrelazado que nunca ha existido el azar sino la causalidad,
así cuando una cosa aparece ellos dicen “es por algo” y dicen “nehuatl in tehuatl” “tu eres yo y
yo soy tu” que igualmente significa “lo que tu hagas contra mi, también te lo haces a ti” esa es la
ley de ometeotl. Y dicen “nehuatl in tehuatl” a nuestra madre la tierra al universo y al sol a las
plantas, a las bestias al hombre y hasta a la flor:

“amo el canto del cenzontle pájaro de cuatrocientas voces, amo el color del jade y el enervante
perfume de las flores, pero amo más a mi hermano el hombre
Poesía náhuatl

Así que he aquí mexicas para vuestra reflexión lo que estos años aciagos han traído a la nación.

ICE CE (PRIMERO)
1978 REENCUENTRO Y RENACIMIENTO.

Esta fue la voz de arranque, vibración de caracol que despertó las conciencias presagiando
nuevo sol. El 21 de febrero los obreros de la luz dan a luz a un gran reencuentro: Coyolxauqui,
uei teocalli, portentoso templo mayor. Otra vez una desconocida, una mujer misteriosa había
ordenado ¡vayan allí! allí hay algo, ¡vayan ya! se descubrió a Coyolxauqui después desapareció.
La gente se fue juntando se fue inquietando se hizo tumulto y gritaron ¡queremos ver! vinieron
los Secretarios luego vino el presidente dijeron ¡es fabuloso! dijeron ¡es un orgullo! dijeron ¡es
renacer!, en Europa comentaron ¡revive un reino enterrado! luego dicen ¡despertaron los dioses
aztecas ya!. En México un Moctezuma que se llama Eduardo Matos orgulloso dijo así: “mito
vivo, el templo mayor, dioses resucitados, dioses que se negaron…. a morir”. También
Fernando Benítez presuroso dijo así: “los antiguos dioses ¡por fin han resucitado”, ya exponen
en Bellas Artes seis mil piezas, cien ofrendas, ya el pueblo está visitando, está mirando, se
está extasiando y hasta se deja “endiosar”, unos salieron diciendo: “teitic aci”, “esto llega hasta
las entrañas, esto cala profundo”; otro comentó distinto; “titicpa uits” “esto viene del interior,
surge del propio cuerpo” y se sentía muy feliz. Otro comentó algo extraño; “ye on-aci” “el
término ha concluido, ya algo nuevo nació.

IC OME (SEGUNDO)
1982: 13 DE AGOSTO,
COMIENZA LA RECONQUISTA

Guardias de la tradición mexica, concheros y tonalpouhques, estudiosos y viejos amantes de


nuestro esplendor se apoderaron del zócalo del corazón del anahuac ¡al venerar la defensa de la
gran Tenochtitlan! ¡Oh heróico trece de agosto de mil quinientos veintiuno ya nunca pasarás
oscuro, siempre te recordarán!. Después don Andrés Segura, también Miguel A. Mendoza
declararon justo allí: terminó ya el ciclo cósmico del antiguo Quinto Sol, esperamos que
aparezca el Sexto Sol, sexta edad que será sol de conciencia, de sabiduría y de paz”. Sin
embargo el nuevo sol ya había empezado a brillar, principió en setenta y ocho y terminará de
nacer en octubre de noventa y dos.

IC YEI (TERCERO)
1982: LA CRISIS

Dio principio ese mismo año el gran desastre social con las más nefastas cifras de la historia
nacional ¿qué solamente con golpes se provoca el despertar?
IC NAUI (CUARTO)
1984: SAN JUAN IZHUATEPEC

Arrecian las conmociones que sacudirán con fuerza la conciencia nacional, salen a flote
humanismo, ayuda, solidaridad, cambia la imagen tenida de nuestra mismicidad. Diez y nueve
de noviembre comenzaba a amanecer San Juanico, gran estruendo, gritos de llanto y dolor con
las “escenas de guerra” se conmovió el corazón.

IC MACUALLI (QUINTO)
1985: 19 DE SEPTIEMBRE

Que rápido sano la herida ya nadie quiere recordar pero en cambio en esos días que pesado
malestar que descontrol de conciencia no se sabía ni pensar solo gemidos y aullidos y uno que
otro balbucear. ¿Qué era lo que había pasado? ¿Cómo aceptarlo sin más? ¿Cómo convivir con
ello, en la noche, en soledad?. Parecía como de burla porque fue otro diecinueve, pero ahora de
septiembre, también casi al despertar. La tierra empezó a crujir a oscilar, a retumbar después un
largo silencio negro, casi sepulcral, empezando las sirenas, las noticias, el pesar, los primeros
heroísmos y las vidas por salvar; las imágenes dantescas, la ayuda internacional. Después de
aquellos impactos ya nada podrá ser igual, ya es sedimento inconcsiente, ya es superyo cultural,
algo ha cambiado en el pueblo, algo tiene que pasar.
IC CHICUACE (SEXTO)
1985: 24 DE DICIEMBRE, AL TIRO DE GRACIA.
Todavía estaba el dolor en los rostros mexicanos cuando un hecho vergonzoso vino la
herida a agravar: el mayor robo arqueológico ¡regalo de navidad!

IC CHICOME (SEPTIMO)
1986: EL COMETA HALLEY

Un cometa anuncio el fin del quinto sol, quinta edad que acabaría un terremoto “nahui
ollin”, su señal. Hoy otro cometa avisa de un nuevo sol, sexta edad con Quetzalcoatl que
modela ya una nueva humanidad. Si en la tierra nos golpeaban la miseria y mortandad, en
el cielo nuestros dioses enviaron signo de paz. No fue un cometa fatídico, todos lo querían
mirar, tras lo cual quedaba dentro alegría y tranquilidad y por si hubiera un escéptico lo
que siguió fue estelar.

IC CHICUEI (OCTAVO)
1987: 16 DE AGOSTO: CONVERGENCIA ARMONICA, CONJUNCION ASTRAL.

José Arguelles estudioso de los cómputos quiches transcribió en un texto propio la


predicción legendaria de la convergencia astral cuyo símbolo anunciaba ciclo cósmico de
paz. Mayas, incas, hawaianos con cheroquis y navajos avalan la predicción, y junto con
miles de humanos en la fecha señalada fueron a montes sagrados a esperar “la nueva
edad”.

IC CHICNAUI (NOVENO)
1988: LAS ELECCIONES

Si lo anterior fuera poco hubo todavía otro evento que agitó febril por dentro la conciencia
popular. El asunto que comento fue asomando la cabeza a fines del ochenta y seis pero fue
hasta ochenta y siete cuando se le vio mejor, elevándose al máximo sólo al llegar a
mediados del año que le siguió. El pueblo vio en el Cuauhtemoc un símbolo ancestral que
presuroso y contento por todas partes siguió y no obstante los recuentos lo importante fue
que ahora un mito reapareció.
IC MATLACTLI (DECIMO)
1992: 12 DE OCTUBRE: 500 AÑOS DE LUCHA Y QUINIENTOS DE OPRESION.

Unos quieren festejar ¿el genocidio, el ultraje, el despojo, la invasión? otros claman con
coraje ¡balance y restauración! año de mil novecientos complemento nueve-dos desde hoy
pidamos decreto: año sagrado oficial de luto y recogimiento de intensa organización
también de estudio y reencuentro ¡de justa reivindicación! en el terminara su parto el
sexto sol, sexta edad su precioso alumbramiento preciso en noventa y dos. El Quetzalcoatl
esperando, el que dijo “volveré”, por fin está con nosotros encarnado entre los hombres de
la danza y el saber. Hay que ponerse el atuendo, hay que sentarse a leer, difundir el viejo
Anahuac y danzar todos con él.

IC MATLACTLIONCE (ONCEAVO)
1989-1992… (¿)
Notarán que existe en blanco un espacio por llenar que aparece en ocho-nueve y lo cierra
el nueve-dos y si el parto de ic chicuace borda presagios en flor en su último intervalo
¿terminara como tenue? ¿o sobrevendrá el dolor? “En el umbral del sexto sol, uno mejor
que el anterior de acuerdo con la leyenda, pero (que) nos va acostar más dolor y
sacrificio?
Patricia morales
Uno mas uno
11-nov-85
¿Escogerá Tezcatlipoca despedirse poco a poco, alejarse lentamente, o preferirá un hachazo si
desborda el malestar?, porque de cualquier manera está escrito que se irá, no le queda otro
camino, si es así ¿cómo lo hará?. Nuestra atmósfera se encuentra muy cargada de tensión, todo
parece indicarnos que en este último espacio surgirá una conmoción.

LAS PREDICCIONES

IC MATLACTLI OM OME (DOCEAVO)


LA PRIMERA PROFECIA

Tlatelolco, 12 de agosto de mil quinientos veintiuno, tras setenta días de cerco de sangrienta y
fiera lucha sobre alfombra de cadáveres ante un diezmado tlahtocan Cuauhtemotzin sentencio:
“ya hicimos cuanto era digno por defender al Anahuac, no obstante el sol se ha ocultado, ya se
agotó nuestro sol; esconded vuestros tesoros, es decir vuestro saber, porque en un tiempo lejano,
cuando lo deseen los dioses, nuestro sol va a renacer.”

IC MATLACTLI OMEI (TRECEAVO)


LA SEGUNDA PREDICCION

Ayócuan, seudónimo del autor de "La mujer dormida debe dar a luz”, trasmite la predicción de
un lama (especie de Papa en el budismo tibetano) según la cual México está llamado a ser la
cuna de la NUEVA CULTURA MUNDIAL (en base a la restauración de la milenaria cultura
del Anáhuac). Tal planteamiento parte de una particular concepción de la historia, así como de
una serie de supuestos y premisas entre las que destacan:

A. Que el eje que guía la historia de la humanidad es el desarrollo de la conciencia.


B. Que esta evolución se encuentra determinada por el ritmo de tres fases, inteligencia
racional, inteligencia intuitiva y una tercera edad de equilibrio tras la que recomienza la
inteligencia racional.
C. Luego de una cadena de Edades Históricas que abarcan aproximadamente doce mil años,
la fase actual (de “equilibrio” que incluye a la cultura occidental), se encuentra bastante
fosilizada y en un avanzado “proceso de desintegración que culminará con su total
extinción.”
D. Que en consecuencia el signo de la próxima edad será el predominio de la razón.
E. Tras un análisis de los principales países o culturas con más probabilidades de impulsar
la nueva edad, se encontró que la mayoría están sujetos a un agudo proceso de desgaste
cultural excepto uno: México.
F. Que la milenaria cultura del Anahuac, por no haber estado sujeta a un proceso de
decadencia, se encuentra casi intacta y con gran vigor, por lo cual reúne las mejores
condiciones para convertirse en la cultura sustitutiva universal, siempre y cuando, sobre
su base, se encamine a construir una cultura mundial nueva fusionándose con otras
culturas afines o complementarias.
Las anteriores premisas y visión de la historia, se encuentra en el citado texto pero en forma de
novela, razón por la cual (además de que el libro esta agotado), hemos hecho un resumen de esas
tesis haciendo a un lado lo anecdótico. He aquí pues las ideas principales:

1) “Lo primero que tenemos que hacer es encontrar un criterio que convierta el estudio
de la Historia en una explicación valedera del desarrollo integral de toda la especie
humana”.

2) “Aun cuando este libro no tiene la pretensión de impartir a sus lectores una cátedra de
Historia, estimo que será indispensable para la cabal comprensión de la tesis de carácter
histórico que se mencionará al final del mismo, conocer las premisas de las que ésta se
deriva, las cuales se fundamentan a su vez en uno de los conceptos centrales de la visión
histórica a que me refiero, consistente en considerar que el progreso de la humanidad
tiene por objeto lograr una ampliación de la conciencia humana, y que este progreso se
realiza conforme a un ritmo de tres tiempos…”
3) “La conciencia humana adquiere conocimientos gracias a dos facultades: la inteligencia
racional y la intuición emotiva. Cada vez que una porción considerable de la humanidad
logra desarrollar en forma importante cualquiera de estas facultades, o bien consigue un
mayor equilibrio entre ambas, o da comienzo una nueva Edad Histórica, cuya duración
abarca siempre varios milenios. La característica del proceso estriba en que se realiza por
etapas, siguiendo un ritmo determinado. Así, por ejemplo, después de una Edad en la que
haya predominado como medio principal la inteligencia racional, sobrevendrá una Edad
durante la cual se empleara preferentemente la intuición emotiva como medio para
alcanzar nuevos conocimientos; al finalizar esta Edad será seguida por otra en la cual se
emplearán equilibradamente ambas facultades para la consecución del mismo fin: la
obtención de conocimientos. Al terminar esta edad, el ciclo se reinicia, o sea,
nuevamente otra Edad de predominio de la inteligencia, otra de predominio de intuición
y otra de equilibrio entre ambas facultades, y así sucesivamente. En cada Edad Histórica
se originan cierto numero de culturas, las cuales sintetizan y expresan los conocimientos
adquiridos merced a la ampliación de conciencia lograda dentro de esa Edad; cuando
estas culturas agotan las posibilidades de adquisición de nuevos conocimientos, dentro
de los limites de esa ampliación de conciencia, se requiere otro gran esfuerzo para lograr
una nueva ampliación de conciencia y dar así comienzo a otra Edad Histórica… en este
esquema la historia de la humanidad se analiza a la luz de un proceso de transformación
en una espiral.
4) “El término de la más reciente Edad histórica de predominio de la inteligencia
racional sobrevino como resultado de un cataclismo de proporciones mundiales que
aconteció aproximadamente doce mil años antes de Cristo; pero antes de que esto
ocurriese, las culturas desarrolladas a lo largo de esta Edad alcanzaron profundos
conocimientos científicos y tecnológicos que encauzaron al aprovechamiento de
diversas “Fuerzas cósmicas”… Nuestra ciencia actual comienza a redescubrir el
hecho de que la Tierra recibe constantemente del espacio exterior una gran
variedad de radiaciones e influencias, a las cuales se dan diversos nombres: Fuerzas
electromagnéticas, rayos cósmicos, partículas subatómicas, etc. Las culturas
desarrolladas durante la remota Edad histórica a que nos referimos, lograron
construir una serie de “maquinas” extraordinarias, por medio de las cuales estaban
en posibilidad de captar y aprovechar varias de estas fuerzas provenientes del
espacio que, para abreviar, designamos simplemente como “cósmicas”… ¿Qué
pruebas existen para poder afirmar la existencia de avanzadas culturas tecnológicas
en una época remota? Existen muchas… pero la más importante la constituyen los
numerosos restos, regados por toda la faz de la Tierra, de las “maquinas”
construidas por los habitantes de aquel entonces… mencionare tan solo los restos
de dos de ellas: la Gran Pirámide de Egipto, y la de Sol, en Teotihuacan.
Uno de los conocimientos más importantes… para desarrollar sus propias facultades de
historiador, será la de llegar a conocer la ideología característica de cada cultura, la esencia
intima sobre la que se estructuran sus más diversas manifestaciones, en tal forma que al hallarse
ante un variado conjunto de obras, le resulte fácil distinguir aquellas que fueron elaboradas por
una determinada cultura y aquellas otras que de ninguna manera pudieron ser realizadas por esa
cultura, aunque así afirmen todos los seudohistoriadores del
mundo.
Una vez que llegue a interiorizarse con lo esencial del pensamiento egipcio y
teotihuacano, le resultará imposible comprender como la mayoría de la gente ha podido
aceptar que estas culturas fueron las que concibieron las pirámides de que hablamos,
pues éstas no corresponden en lo absoluto a la verdadera esencia de esas culturas…
Los egipcios y los teotihuacanos se limitaron tan sólo a restaurar los restos de esta
antiquísimas “maquinas de fuerzas cósmicas”, con objeto de utilizarlas para sus propios
fines, de carácter funerario y religioso respectivamente. Y aun cuando, al igual que otros
pueblos, en algunas ocasiones edificaron monumentos tomando como modelo a las
antiquísimas pirámides, todos ellos se distinguen fácilmente de los modelos originales…
¿Qué fue lo que pudo ocasionar la desaparición de tan avanzadas civilizaciones? Las
culturas se extinguen por dos causas: por senectud o accidente. En el primer caso, su
extinción ocurre muy lentamente, tras un largo periodo de senilidad y fosilización; en el
segundo, su desaparición es resultado de un accidente catastrófico producido por el
hombre mismo, como por ejemplo una guerra particularmente destructiva, o bien, por un
cataclismo de la naturaleza.
En este caso, es obvio que estas culturas desaparecieron por accidente; una catástrofe de
consecuencias mundiales cuya memoria aún perdurara en las leyendas de pueblos
situados en los más diversos confines del planeta. Lo que en cambio resulta, muy difícil
tratar de precisar, es en si este cataclismo fue motivado por la naturaleza o fue provocado
por el mal uso de las poderosas fuerzas cósmicas que estas culturas manejaban. Sea por
una causa o por la otra, el hecho es que repentinamente las regiones donde florecieron
las avanzadas culturas de la más reciente edad histórica de predominio de la inteligencia
racional, quedaron convertidas en áridos desiertos, o bien, fueron sumergidas por las
aguas. Una vez pasados los efectos del cataclismo y tras readaptarse a las nuevas
condiciones climatologías imperantes en el planeta, la humanidad reinicio su
interrumpido ascenso, o sea, busco nuevamente la ampliación de su conciencia, pero
empleando en esta ocasión la otra facultad con que se cuenta para ello: la intuición
emotiva…
El inicio de esta Edad podemos fijarlo alrededor de nueve mil años después de ocurrida
la catástrofe con que dio terminó la Edad anterior.
¿Cuál es el criterio para determinar que da comienzo una nueva Edad histórica?: la
aparición de una nueva cultura con “signo” diferente a las anteriores, o sea el abandono
del tradicional sistema para adquirir conocimientos por medio de una facultad
determinada, la cual se sustituye por otra con idéntico fin.
Una vez reiniciando el camino, la humanidad fue logrando, aun cuando muy lentamente,
dar o rigen a nuevas culturas, todas ellas caracterizadas por el predominio de la intuición
emotiva como principal medio para la obtención de conocimientos. A pesar de que las
primeras de entre estas culturas no tuvieron gran esplendor, fueron abonando el terreno
para las que sucedieron, en tal forma que a partir del cuarto milenio antes de nuestra Era,
comienzan a surgir en diferentes partes de la Tierra culturas realmente portentosas.
Asiría, Egipto, México, Perú, la India y China…
¿Cuál fue la causa que origino la desaparición de estas culturas?
En su mayor parte perecieron de “muerte natural”; con el tiempo perdieron su Ímpetu
creador, se anquilosaron y fosilizaron, para luego irse desintegrando lentamente; pero
muchos siglos antes de que este proceso concluyese, dio comienzo otra nueva Edad
histórica, al surgir una cultura con signo diferente.
Para continuar adelante su marcha ascendente, la humanidad requería completar el ciclo
de tres tiempos a través del cual va transformando su conciencia. En el siglo VI antes de
Cristo surge en Grecia una cultura diferente a las anteriores, con la cual se da inicio a
una nueva Edad histórica (que se nota) por el armonioso equilibrio que le es
característico (a la cultura griega) y que se manifiesta en todas sus expresiones,
especialmente artísticas; se trata de un nuevo modelo de cultura en la cual se utilizan
alternativa y equilibradamente la razón y la intuición, en la búsqueda incesante de
conocimientos, propia de los seres humanos.
Ahora bien…las culturas surgidas en esta Edad, alcanzan ese equilibrio en virtud de que
sacrifican una parte de lo avanzado en las dos Edades anteriores: es decir, se requiere un
cierto un cierto retroceso del punto máximo alcanzado en el desarrollo de las facultades
mencionadas, razón e intuición, para centrarlas en un punto intermedio.
Eso significa que estas culturas no igualan a las surgidas en las dos Edades anteriores en
lo que hace a sus esferas respectivas; por ejemplo, no alcanzan ni el máximo poder
razonador de las primeras, ni la extrema capacidad intuitiva de las segundas… pero
como es lógico suponer, de ninguna manera puede considerarse a ésta una etapa de
retroceso, ya que la conquista del equilibrio en el desarrollo de ambas facultades
constituye en si misma un progreso; por otra parte, resulta indispensable para poder
cerrar el ciclo de tres tiempos, e iniciar uno nuevo ya en un nivel más alto, lo que
permite que las correspondientes transformaciones de conciencia de cada una de las
nuevas Edades superen a las alcanzadas en las Edades del anterior ciclo.
Aparte de la griega pueden considerarse como otras culturas destacadas de esta Edad a la
bizantina, la árabe y la occidental.
En la actualidad todas estas culturas no sólo se encuentran fosilizadas, sino también
sujetas a un proceso de desintegración que culminará con su total extinción, incluyendo a
la cultura occidental.
Esta cultura desde el siglo XVIII agotó ya todas las posibilidades de continuar el proceso
de ampliación de conciencia del género humano dentro del punto de equilibrio intuición-
razón, característico de esta Edad: es por ello que, a partir de entonces, la humanidad ha
venido tratando de llevar al cabo otro gran esfuerzo tendiente a transformar su
conciencia e iniciar así una nueva Edad histórica. El continuo avance de la ciencia y la
tecnología, que constituye el hecho más destacado de los últimos siglos, es un síntoma
evidente- para todo aquel que sepa interpretar la marcha de la historia- no sólo de que la
especie humana está tratando nuevamente de lograr desarrollar una de sus facultades
fundamentales, sino también de cuál será el seguro signo de la próxima Edad: el de la
inteligencia racional.
¿Y nos se habrá iniciado ya esa Edad de predominio de la razón?: no, aún no ha surgido
ninguna nueva cultura que dé comienzo a esa Edad; nuestro actual avance científico esta
muy lejos de significar por si mismo una cultura; es una simple acumulación de datos no
encuadrados todavía dentro de una superior visión de conjunto,” (Esta primera parte es
un resumen de las págs. 68-80; abp)
1) “Una vez que alcancé un cierto conocimiento en lo concerniente al pasado, comencé a
percatarme de las reglas conforme a las cuales los hechos pretéritos se proyectan hacia el
futuro, influyendo y determinado a tal grado el porvenir, que bien puede afirmarse que
éste no es sino una consecuencia- perfectamente previsible en sus lineamientos
generales-del pasado. En esta forma ocurrió exactamente lo que el lama me anticipara
desde un principio: un creciente interés por el futuro suplantó mi anterior atención hacia
los hechos del pasado.
Lentamente fui cobrando conciencia de la trascendental importancia de la época actual.
La humanidad atraviesa por un peligroso y decisivo período de transición: la ultima Edad
histórica de equilibrio entre la razón y la intuición ha terminado; por tanto, resulta
necesario que antes de que concluya el presente siglo, surja una nueva cultura con la que
dé comienzo una Edad histórica de predominio de la inteligencia racional, ya que si la
evolución de la humanidad sufre retraso, sobrevendrán desgracias sin cuento.
2) “El nacimiento de una nueva cultura-o sea la creación de un nuevo conjunto de símbolos
que proporcionan una superior comprensión de la Divinidad, del universo y del ser
humano-es resultado de muchos y muy complejos factores. Un primer requisito es, desde
luego, la existencia de una forma geográfica en la que no existan restos fosilizados y
operantes de alguna cultura anterior. Una segunda condición es que durante los años
inmediatamente anteriores al surgimiento de la nueva cultura, la sociedad que le va a dar
origen no se vea precisada a distraer la totalidad de sus energías en conflictos guerreros o
revoluciones, en tal forma que pueda ir acumulando –y utilizar en modo oportuno-la
enorme cantidad de energías que requiere dicho acto creativo.
Con base en las anteriores consideraciones (planteadas por el lama), realicé una primera
y rápida revisión de las posibilidades que para dar origen a una nueva cultura existían en
cada uno de los cinco continentes.
Europa quedaba descartada de inmediato. Con excepción de la Unión Soviética (para los
efectos de este análisis considero a la Unión Soviética formando parte tanto del
continente europeo como del asiático), la cual requeriría un estudio aparte, cualquiera
otra nación de ese continente a la que volviese la vista presentaba restos fosilizados, pero
aun actuantes en alto grado, de su anterior cultura, la denominada occidental.
África quedaba igualmente eliminada ante un primer análisis: era obvio que los actuales
procesos de transformación de las estructuras políticas y sociales de las naciones que la
componen continuarían desarrollándose durante un lapso considerable, absorbiendo toda
la atención y energía del continente negro.
La valorización de las posibilidades que presentaba el continente asiático era ya una
labor mucho más compleja.
En primer término, debía tomar en cuente un hecho altamente significativo: en tres
importantes regiones de dicho continente- Japón, la U.R.S.S y China- han sido
prácticamente liquidados los restos fosilizados de sus antiguas culturas, dejando así un
suelo virgen que facilita el nacimiento de una nueva cultura. Sin embargo, existe también
un factor de carácter negativo: la larga lucha que por la posesión del “vació asiático” han
venido librando las principales potencias de ese continente desde comienzos del presente
siglo (los inmensos y escasamente poblados territorios que constituyen esta región, se
encuentran al norte de las fronteras de China, nación a la que le fueron arrebatados
durante la época de mayor expansión de la Rusia zarista), y que constituye la contienda
más trascendental de nuestra época… (Abp: tras un breve análisis de los conflictos de
estos países por ocupar el “vacío asiático” el autor concluye)… todo lo anterior…elimina
toda posibilidad de que sea esta región del planeta la que da origen a una nueva cultura.
Abandonando el análisis de lo que ocurría en Asia, enfoqué mi atención al denominado
novísimo continente: Oceanía. La enorme desproporción existente de este continente
entre la población que lo ocupa y su extensión geográfica, constituye el mejor síntoma de
que aún no se ha terminado de estructurar en él naciones que puedan estar en posibilidad
de realizar el adecuado encauzamiento de la enorme cantidad de energía que requiere
una obra como la que nos ocupa. Por tanto, Oceanía quedaba igualmente descartada.
Restaba únicamente América, continente en donde la casi totalidad de las naciones
latinoamericanas están por iniciar una etapa de proles, políticas y económicas, obra que
requiera la integral dedicación de sus energías, incapacitándolas para cualquier otra
realización.
Por lo que respecta a los Estados Unidos de Norteamérica, una primera apreciación
simplista llevaba a una precipitada conclusión: la innegable importancia de las energías
sociales ahí acumuladas –como, por ejemplo, la derivada de la concentración de
científicos- podía muy bien hacer pensar que quizás fuera este lugar donde existían más
posibilidades de que surgiera una nueva cultura.
La sugestiva conclusión anterior carece totalmente de base. Los Estados Unidos de
Norteamérica son precisamente lo que su nombre indica: un conjunto de estados unidos,
es decir, no son ni han sido nunca una nación.
Durante más de siglo y medio, en la extensa región de América ocupada por los Estados
Unidos se ha venido gestando el nacimiento de varias naciones. Algunas de ellas están
ya a punto de surgir y su advenimiento no estará exento de las violentas convulsiones
que generalmente producen estos casos.
La intervención de Norteamérica en el conflicto asiático, y la trascendental modificación
que tendrá lugar en su interior, absorberán todas sus energías en los próximos años,
imposibilitándole para poder participar en una misión tan elevada como es la de dar
origen a una nueva cultura.
3) Tras una nueva consideración, el autor descubre –supervisado por su maestro lama
quien, junto con otros personajes de la narración, ya era poseedor de la misma
conclusión que: “México es la región de la tierra donde existen actualmente mayores
posibilidades para el surgimiento de una nueva cultura. Estas posibilidades alcanzarán su
época más propicia en el periodo que mediara entre el momento en que la población de
esta nación llegue a setenta millones de personas y aquel otro en que se rebasen los
setenta y siete millones de habitantes.”
4) Al terminar sus estudios en el Tibet y plantear a su instructor que en adelante se
dedicará a trasmitir las enseñanzas que ha recibido, el autor escucha del Lama las
siguientes palabras: “Creo que su labor de difusión de conocimientos deberá ir
encaminada a la obtención de dos propósitos fundamentales: El primero es el subrayar al
máximo posible la enorme trascendencia histórica de los próximos años; entre mayor sea
el numero de personas que colaboren concientemente en la creación de una nueva
cultura, más rápida será la difusión de ésta. El otro propósito, que a mi juicio resulta
igualmente importante, es el de poner de manifiesto la índole de la amenaza más grande
que existe en contra del venturoso nacimiento en México de una nueva cultura.
¿Cuál esa amenaza?: los vigorosos pueblos bárbaros que han habitado siempre al norte
del Río Bravo están por iniciar un proceso de reestructuración en todos los órdenes de su
existencia. Los periódicos reacomodos de estas sociedades ocasionan olas migratorias
que marchan rumbo al sur. En algunos casos su influencia ha resultado benéfica, al
vigorizar con sangre nueva las culturas de esas regiones; en otros ha sido un simple
huracán devastador. En el presente caso, la presión migratoria motivada por el
reacomodo de los pueblos bárbaros del norte, coincidirá con el momento en que México
dará a luz otra nueva cultura; si la migración es aprovechada convenientemente,
coadyuvará al desarrollo del recién nacido; de lo contrario lo ahogará en la cuna.
…Hay algo de especial importancia que desearía tuviese muy presente. ¿Se ha
preguntado alguna vez cuál pudo ser la causa que origino la catástrofe mundial que
destruyó hace catorce mil años todas las culturas desarrolladas durante la anterior Edad
de predominio de la inteligencia racional?
-Muchísimas veces maestro. Se supone que ese cataclismo fue originado por un mal
manejo de las “fuerzas cósmicas” que estas culturas habían llegado a controlar, pero
según tengo entendido, se desconoce el motivo exacto que ocasiono la catástrofe.
El lama asintió con la cabeza mientras afirmaba:
- Aun cuando no deja de ser una mera suposición, siempre he creído que la hipótesis más
probable es que hubo una guerra entre las más grandes potencias de aquel entonces, las
cuales utilizaron para fines bélicos los profundos conocimientos científicos que poseían
en lo que hace e manejo de “fuerzas cósmicas”. De haber sido así, esto nos indicaría que
por lo que se refiere al proceso de ampliación de la conciencia a través del desarrollo de
la inteligencia racional, los seres humanos de la inteligencia racional, los seres humanos
no alcanzaron en aquel entonces el grado de evolución suficiente para captar el
contenido de una gran verdad, verdad que fue descubierta más tarde a través de la
intuición emotiva y que ahora necesita ser comprendida plenamente por la razón, si en
verdad se desea reiniciar el interrumpido desarrollo de esta facultad: (se trata de) la
unidad de la humanidad.
Solamente si esta verdad es descubierta y comprendida a través de la razón, será posible
evitar que ocurra una catástrofe similar a la que hace catorce mil años. La humanidad no
es una simple yuxtapocisión de seres, existen ligazones de cohesionen el interior de la
especie humana, en tal forma que ésta constituye un TODO que precisa de armónico
funcionamiento. Cuando un hombre o un conjunto humano ataca a otro, la totalidad de la
humanidad resulta dañada, pero no en un sentido metafórico sino real. Únicamente si lo
anterior es comprendido racionalmente y si luego se procede a establecer formulas
operantes de integración entre las diferentes sociedades y naciones que les permiten
actuar como una unidad organizada. Será posible que prosiga la evolución de la
humanidad. Esta habrá de ser la principal misión de la nueva cultura.” (El resumen que
abarca de la cita 5 a la 8 comprende de las págs. 247 a la 270 del citado texto: abp)
“una cultura nace cuando un alma grande despierta de su estado primario y se desprende
del eterno infantilismo humano; cuando una forma surge de lo informe; cuando algo
ilimitado y efímero emerge de li ilimitado y perdurable. Florece entonces sobre el suelo
de una comarca, a la cual permanece adherida como una planta. Una cultura muere,
cuando esa alma ha realizado la suma de sus posibilidades, en forma de pueblos, lenguas,
dogmas, artes, Estados, ciencias y toma a sumergirse en la espiritualidad primitiva. Pero
su existencia vivaz, esa serie de grandes épocas, cuyo riguroso diseño señala el
progresivo cumplimiento de su destino, es una lucha intima, profunda, apasionada, por
afirmar la idea contra las potencias del caos en lo exterior y contra la inconciencia
interior a donde ha ido éstas a refugiarse coléricas.” (Oswald Spengler, “LA
DECADENCIA DE OCCIDENTE; citado por Ayócuan)
5) Tras una nueva consideración, el autor descubre –supervisado por su maestro
lama quien, junto con otros personajes de la narración, ya era poseedor de la
misma conclusión que: “México es la región de la tierra donde existen actualmente
mayores posibilidades para el surgimiento de una nueva cultura. Estas
posibilidades alcanzaran su época más propicia en el periodo que mediara entre el
momento en que la población de esta nación llegue a setenta millones de personas y
aquel otro en que se rebasen los setenta y siete millones de habitantes.”
6) Al terminar sus estudios en el Tibet y plantear a su instructor que en adelante se
dedicará a trasmitir las enseñanzas que ha recibido, el autor escucha del Lama las
siguientes palabras: “Creo que su labor de difusión de conocimientos deberá ir
encaminada a la obtención de dos propósitos fundamentales: El primero es el
subrayar al máximo posible la enorme trascendencia histórica de los próximos
años; entre mayor sea el numero de personas que colaboren concientemente en la
creación de una nueva cultura, más rápida será la difusión de ésta. El otro
propósito, que a mi juicio resulta igualmente importante, es el de poner de
manifiesto la índole de la amenaza más grande que existe en contra del venturoso
nacimiento en México de una nueva cultura.
¿Cuál esa amenaza?: los vigorosos pueblos bárbaros que han habitado siempre al
norte del Río Bravo están por iniciar un proceso de reestructuración en todos los
órdenes de su existencia. Los periódicos reacomodos de estas sociedades ocasionan
olas migratorias que marchan rumbo al sur. En algunos casos su influencia ha
resultado benéfica, al vigorizar con sangre nueva las culturas de esas regiones; en
oros ha sido un simple huracán devastador. En el presente caso, la
presión migratoria motivada por el reacomodo de los pueblos bárbaros del norte,
coincidirá con el momento en que México dará a luz otra nueva cultura; si la
migración es aprovechada convenientemente, coadyuvará al desarrollo del recién
nacido; de lo contrario lo ahogara en la cuna.
…Hay algo de especial importancia que desearía tuviese muy presente. ¿Se ha
preguntado alguna vez cuál pudo ser la causa que origino la catástrofe mundial que
destruyó hace catorce mil años todas las culturas desarrolladas durante la anterior
Edad de predominio de la inteligencia racional?
-Muchísimas veces maestro. Se supone que ese cataclismo fue originado por un mal
manejo de las “fuerzas cósmicas” que estas culturas habían llegado a controlar,
pero según tengo entendido, se desconoce el motivo exacto que ocasiono la
catástrofe.
El lama asintió con la cabeza mientras afirmaba:
- Aun cuando no deja de ser una mera suposición, siempre he creído que la
hipótesis más probable es que hubo una guerra entre las más grandes potencias de
aquel entonces, las cuales utilizaron para fines bélicos los profundos conocimientos
científicos que poseían en lo que hace e manejo de “fuerzas cósmicas”. De haber
sido así, esto nos indicaría que por lo que se refiere al proceso de ampliación de la
conciencia a través del desarrollo de la inteligencia racional, los seres humanos de
la inteligencia racional, los seres humanos no alcanzaron en aquel entonces el grado
de evolución suficiente para captar el contenido de una gran verdad, verdad que
fue descubierta más tarde a través de la intuición emotiva y que ahora necesita ser
comprendida plenamente por la razón, si en verdad se desea reiniciar el
interrumpido desarrollo de esta facultad: (se trata de) la unidad de la humanidad.
Solamente si esta verdad es descubierta y comprendida a través de la razón, será
posible evitar que ocurra una catástrofe similar a la que hace catorce mil años. La
humanidad no es una simple yuxtapocisión de seres, existen ligazones de cohesionen
el interior de la especie humana, en tal forma que ésta constituye un TODO que
precisa de armónico funcionamiento. Cuando un hombre o un conjunto humano
ataca a otro, la totalidad de la humanidad resulta dañada, pero no en un sentido
metafórico sino real. Únicamente si lo anterior es comprendido racionalmente y si
luego se procede a establecer formulas operantes de integración entre las diferentes
sociedades y naciones que les permiten actuar como una unidad organizada. Será
posible que prosiga la evolución de la humanidad. Esta habrá de ser la principal
misión de la nueva cultura.” (El resumen que abarca de la cita 5 a la 8 comprende
de las págs. 247 a la 270 del citado texto: abp)

“una cultura nace cuando un alma grande despierta de su estado primario y se


desprende del eterno infantilismo humano; cuando una forma surge de lo informe;
cuando algo ilimitado y efímero emerge de li ilimitado y perdurable. Florece
entonces sobre el suelo de una comarca, a la cual permanece adherida como una
planta. Una cultura muere, cuando esa alma ha realizado la suma de sus
posibilidades, en forma de pueblos, lenguas, dogmas, artes, Estados, ciencias y toma
a sumergirse en la espiritualidad primitiva. Pero su existencia vivaz, esa serie de
grandes épocas, cuyo riguroso diseño señala el progresivo cumplimiento de su
destino, es una lucha intima, profunda, apasionada, por afirmar la idea contra las
potencias del caos en lo exterior y contra la inconciencia interior a donde ha ido
éstas a refugiarse coléricas.” (Oswald Spengler, “LA
DECADENCIA DE OCCIDENTE; citado por Ayócuan)
IC MATLACTLI ONNAUI (CATORCEAVO)
LA TERCERA PREDICCION
El 11 de diciembre de 1984, en el periódico Uno más uno, bajo el titulo de
MEXICANOS ADELANTE: ESTAMOS…EN LA RUTA FINAL. PROFECIA QUE
NOS AGUARDA. Salio un desplegado de la CONFEDERACION DE LA
MEXICANIDAD SOLAR planteando su posición respecto al “fin de la era de oprobio”
y el renacimiento de la cultura del Anahuac. Transcribimos a continuaron lo esencial:
CONFEDERACION DE LA MEXICANIDAD SOLAR
Valle de Santiago, Gto.
Responsables de la publicación:
Gerardo León y Estrella Newman.

HUM (1)
Desde hace mucho tiempo, nosotros sabíamos que la Ruta Final nos aguardaba para
convertirse en una realidad concreta. Sabíamos que la sagrada causa mexicana por si sola
e incluso sin nuestra ayuda, tocaría a las puertas de la Historia para pasar de nuevo a
cumplir con su destino comunero…

CAN (4)
Se cumple entre nosotros el final de toda injusticia: avanzamos hacia la liberación total.
Somos los que harán realidad las profecías de nuestros mayores. Estamos tocando a las
puertas de la Historia para asumir la responsabilidad del cumplimiento de la profecía.

HO (5)
Para 1984 está señalado el comienzo de la gran liberación de los pueblos de América, es
decir, a partir de este año empezara el SEGUNDO ANAHUAK. Nosotros habremos de
iniciarlo, a otros corresponde enraizarlo, desarrollarlo, extenderlo…

UC (7)
Después de 463 años de oprobio, la palabra y el mensaje de México se escucharan en
América y el mundo. Daremos iniciación a tantas esperanzas discriminadas, a tantos
sueños prisioneros y habremos de desenterrar los secretos que nos legaron nuestros
viejos abuelos. Por nuestras bocas volverán a hablar. Así está escrito.

UAXAC (8)
El espíritu de nuestros antepasados y nuestro TONA presidirán el encuentro. Y habremos
de rendirles pleitesía a los hombres que hicieron posible, en unidad con sus mujeres, la
renaciente cultura de Anahuak.

BOLAN (9)
Así también hemos de lograr el afinamiento de nuestra metodología de reconquista.
Solventaremos nuestra filosofía cósmica para enfrentarnos más y mejor a Occidente.
Sabíamos que nuestra ofensiva es total, sin tregua, sin condiciones, y como nosotros no
iniciamos la agresión, de la defensiva pacifica pasaremos a la ofensiva cultural. Las
grandes transformaciones no se hacen a media voz, ni con sumisas vacilaciones. Se
hacen abriéndose paso a codazos, a dentelladas.

LAHUN (10)
Después de 463 años de oprobio, hablara México y dirá al mundo lo que tiene que decir.
Se aguarda su voz para que coadyuve a resolver el grave drama humano, mismo que en
verdad merece ser enterrado.

LAHAK (12)
Y cuando todos escuchen su palabra, sabrán entonces que la total liberación cultural ha
llegado. Entonces empezara la fiesta humana a partir de la liberación de México.

OXLAHUM (13)
Estamos acercándonos a la ruta final. La profecía está a la vista y tendrá que cumplirse.
Así lo dijeron nuestros viejos abuelos. El punto de partida de la gran reconciliación y la
gran reconquista. Así esta escrito.
PROCLAMA

Nuestros abuelos ordenaron avisar a los mexicanos del futuro: que el Sol de nuestra
cultura se levantaría, alcanzaría fuerza y realizaría su grandioso destino. Ahora el tiempo
ha llegado; el tiempo estaba medido y los mexicanos del futuro somos nosotros, no un
grupo ni una organización, sino todos, esta generación…

“y cuando México haya realmente reconquistado y resucitado su verdadera cultura, no


habrá cañones ni aviones que puedan nada contra él”.
ANTONIN ARTAUD

“por mandato de la Consigna del 12 de agosto de 1521 (en labios del Ue Tlahtoani
Kuauhtemok) y por necesidades sicológicas, México debe consumar su independencia
liberándose de la cultura que le impuso la dominación extranjera, así como de todo poder
extranjero. Y debe así mismo adoptar la MEXICAYOTL(Mexicanidad) como norma de
conducta para reanudar sobre principios mexicanos su evolución que el fue interrumpida
en el siglo XVI, a fin de que cumpla los altos destinos de la Raza que son de bienestar
económico, de prosperidad y de grandeza.”
RODOLFO F. NIEVA
EL RENACIMIENTO

¿PERO COMO ES QUE VENDRA?


¿COMO TERMINARA DE NACER?
¿EN QUE DIA APARECERA
ESA NIÑITA “XIUHNENETL”?
(“MUÑEQUITA DE TURQUESA”
QUE ES EN SI LA NUEVA ERA)
SI SU RASGO ES EL EQUILIBRIO,
UNION DE FUERZAS CONTRARIAS,
ENTRELAZADO DE OPUESTOS,
EL SEXTO SOL NACERA Y TAMBIEN
PERECERA EN UN “NAHUI MALINALI”
(“CUATRO TRENZA”)
EL CUATRO: TOTALIDAD
(ABARCA LOS CUATROS RUMBOS)
Atl tlachinoli: cinta de agua y de
fuego
que significa lucha, combate, guerra
(códice Humboldt III/IV.
Atl tlachinoli: cinta de agua y de fuego que significa “lucha, combate, guerra” (códice Humboldt III/IV. Tomado de “LAS
ANTIGUAS CULTURAS MEXICANAS de Walter Krickenberg, FCE)
MALINALI: “TORCIMIENTO
ENREDADERA O LIANA TORCIDA
PARA LA CONSTRUCCION DE ALGO”:
UNA LIANA QUE ES EL “AGUA”
OTRA REPRESENTA AL “FUEGO”
DOS ELEMENTOS OPUESTOS
QUE UNIDOS GENERAN VAPOR
NUBE, LLUVIA, NACIMIENTO
POR ESO ES QUE EL NUMEN MIXCOATL
QUE ES LA “SERPIENTE DE NUBE”
SERA UNO DE LOS DIOSES-FUERZAS
QUE GUIARA EL RENACIMIENTO.

LA “TRENZA” ES AGUA Y ES FUEGO


ES EL “ATL-TLACHINOLI”
QUE SIGNIFICA COMBATE
LUCHA POR EL NUEVO SOL
UNION, ENRELAZAMIENTO.

EN EL AÑO “NAHUI TOCHTLI”


(“CUATRO CONEJO”:1992)
DEL DIA “CHICOME ACATL”
(“SIETE CAÑA”:12 DE OCTUBRE)
“LA IZTACCOHUATL PARIRA”
(“La mujer Dormida debe de dar a luz”).

ESA ES PUES LA INDICACION


DE DONDE SERA EL GRAN PARTO
DE LA NUEVA HUMANIDAD
DEL NUEVO SOL Y CULTURA
CUYO SIMBOLO ES LA UNION.

ALLI SABIOS “ANTEOPIXQUE”


(“GUARDIANES DE LA ENERGIA,
DE LO SACRO, DE LA ANTIGUA
CULTURA”)
ALLI TAMBIEN “TONALPOUHQUES
(SON LOS SABIOS CONTADORES
DEL CALENDARIO SAGRADO
DEL LLAMADO TONALAMATL)
ALLI TAMBIEN LOS GUERREROS
LOS CONCHEROS, LOS DANZANTES
TLAMATINIS, TEMACHTIANIS
(SABIOS, FILOSOFOS, MAESTROS)
MOMACHTIANIS (ESTUDIANTES)
LABRADORES, AMAS DE CASA
COMERCIANTES, ARTESANOS
MACEHUALIS, PUEBLO ENTERO
E INVITADOS ESPECIALES
SUBIRAN LA CABEZA
A LA FRENTE DE IZTACCIHUATL
A PRENDER EL GRAN FOGON
EL ONCE AL ANOCHECER
PARA CREAR EL SEXTO SOL
ALLI DONDE LOS CUATRO CUADRANTES
QUE INTEGRAN EL UNIVERSO

LLUEGO UNA VEZ QUE SE PRENDA


UN CORREDOR, EL MAS AGIL
ELECTO POR CADA PUEBLO
ENCENDERA UNA ANTORCHA
PARA LLEVARLA A SU GENTE
Y ASI QUE TODOS RECIBAN
EL “FUEGO-RENACIMIENTO”.

SIGUIENDO CON LOS SIMBOLISMOS


DEL PARTO EN LA IZTACCIHUATL
VEMOS QUE ESTE NUEVO SOL
LO ENGENDRARA UNA MUJER
(EL ANTERIOR FUE DE UN HOMBRE
QUE SE LLAMO “NANAHUATZIN”)
POR ESO ES QUE AHORA EL NUMEN
DE ESTE SOL SERA UNA DIOSA
QUE SIMBOLICE EN SUS RASGOS
LA ARMONIA Y EL EQUILIBRIO
EN LA UNION DE LOS CONTRIOS
AUSPICIADA EN ESTA ERA
POR EL POLO FEMENINO.

“YOALTLECIHUATL” SU NOMBRE
DIOSA DEL DIA Y LA NOCHE
DE LA LUZ Y OSCURIDAD
DEL FUEGO Y LA INANIMADO
DE LA VIDA Y DE LA MUERTE
QUE CON SU LUCHAY GIRAR
GENERAN TODO LO CREADO.

HELA AQUÍ CON SUS RASGOS


QUE ERGUIDA PORTA EN SU VIENTRE:
EL “OJO” CON QUE #TLACUILOS”
SIMBOLIZABAN LA NOCHE
Y LA “VOLUTA” DE ENCIMA
CON QUE SE REPRESENTABA AL FUEGO.
Pase a la siguiente página (estos símbolos, reactualizados, fueron
tomados En su mayoría de Krickeberg, op. Cit.)
IN TONATIUH IC CHICUACE.

IN TONATIUH IC CHICUACE.
Las seis aspas o Edades y al centro al glifo noche y día unidos, símbolo del fuego y lo
apagado o inanimado, contenidos uno en el otro.
YOALTLECIHUATL

EL CONCEPTO DE EQUILIBRIO

Entendiendo los antiguos sabios del Anahuac que todo el universo está gobernado por
una interminable lucha de fuerzas opuestas y complementarias, simbolizadas en dos
contrarios fundamentales: QUETZALCOATL Y TEZCATLIPOCA (1), fuerzas que
además nunca pueden ser “derrotadas” de manera definitiva o absoluta, sino sólo relativa
o temporal (de ahí las categorías de ALTERNANCIA, CICLICIDAD, PREDOMINIO Y
RECESO, etc.); entendiendo también por lo mismo la “ley de Entropia” (“Todo camina
hacia su contrario”), y concluyendo por tanto que cualquier extremo es vano, los
anahuacas planteaban en sus “Huhuetlatloli” (“Sabios consejos de ancianos”) a los niños,
a los gobernantes, a todo el pueblo en general: “SOLO EN EL MEDIO SE VIVE”, solo
en el centro, en el punto de equilibrio.

Cuando en los augurios y predicciones mencionamos que “como andan diciendo los
ancianos”, este Sol, esta nueva edad tendrá como rasgo distintivo la aspiración al
EQUILIBRIO, nos referimos precisamente a lo que planteaban tanto esos sabios actuales
del propio México o de naciones con quienes se tiene una afinidad sorprendente en
actitudes filosóficas.

“Dando vida y movimiento a todo lo que existe, desde IPALNEMOHUANI: haciendo


llegar su presencia a “las aguas color de pájaro azul”, desde su “encierro de nubes”
gobierna el movimiento de la luna, de las estrellas que son simbólicamente el faldellín
con que se cubre el aspecto femenino de su ser generador, y por fin, dando vida al astro
que hace lucir y vivir a las cosas, pone al descubierto su rasgo principal masculino de
creador dotado de maravillosa fuerza generativa.
Al lado de este primer principio dual, generador constante del universo, existen otras
fuerzas que en el pensamiento popular son los dioses innumerables, pero que en lo más
abstracto de la cosmología nahuatl son las cuatro fuerzas en que se desdobla
OMETEOTL-sus hijos-,los cuatro elementos, tierra, aire, fuego y agua, que actuando
desde uno de los cuatro rumbos del universo introducen en éste los conceptos de lucha,
edades, cataclismos, evolución y orientación espacial de los tiempos.
En un afán de prevalecer y dominar, cada elemento trata de dirigir por si mismo la
acción vivificadora del sol. Comienza así las grandes luchas cósmicas, simbolizadas por
los odios entre TEZCATLIPOCA Y QUETZALCOATL. Cada periodo de predominio es
un sol, una edad. Luego viene la destrucción y el surgir de un nuevo mundo…” (M.
León-Portilla, “FILOSOFIA NAHUATL”, Ed. UNAM, Méx. 1979, p. 125).
“Han terminado así cuatro Soles. El nuestro es el quinto, el de movimiento. en el se
ha logrado una cierta armonía entre los varios principios cósmicos que han
aceptado dividir el tiempo de su predominio, orientándolo sucesivamente hacia
cada uno de los cuatro rumbos del universo desde donde actúan las fuerzas
cósmicas fundamentales… EL TONALAMATL es el libro que permite señalar los
varios influjos que sin cesar se van sucediendo, de acuerdo con una oculta armonía
de tensiones que los astrólogos nahuas-como los de todos los demás rublos y
tiempos-en vano se esfuerzan por conocer y dominar…El destino final de nuestra
edad será también un cataclismo: la ruptura de la armonía lograda. “Habrá
movimientos de tierra, habrá hambre y con esto pereceremos.” (Ibíd., p. 126)

Pero antes de presentar otros testimonios sobre esta aspiración al equilibrio, es


necesario recordar algunos de los rasgos preponderantes de la filosofía actual (tanto
de nuestro país como del mundo), como son el MANIQUEISMO y la
METAFISICA, concepciones del mundo que promueven formas de pensamiento,
conclusiones, juicios: unilaterales y estáticos, que se oponen precisamente a la
fluidez, la multilateralidad, el “doblepensar”, la relatividad y el equilibrio en los
análisis sobre el universo, el mundo o los individuos. De ahí el deseo generalizado de
superar esta etapa.
La metafísica surgió en Europa en los siglos XVII y XVIII, en una época en que se creía
fielmente que las plantas, los animales, el hombre, la tierra, el universo entero, así como
se les veía en ese entonces, así habían sido siempre, “desde el día de la creación”. No se
sospechaba que había habido EVOLUCION. Sólo hasta el siguiente siglo este concepto
rompería muchísimos esquemas de pensamiento (como a finales del siglo XV, cuando se
comprobó que la tierra era redonda). Mientras tanto esa corriente filosófica permeo la
forma de pensar de muchísimos hombres de varios continentes a través de una óptica en
la que se negaba el nacimiento de lo nuevo, el cambio, el movimiento y el desarrollo o
evolución.

En cuanto al MANIQUEISMO, esta teoría surgida según algunos estudiosos, a


principios de la era cristiana y debida a un filósofo persa llamado Manes (aunque para
otros Manes fue solo seguidor de Zoroastro o Zaratustra a quien atribuyen el origen
ultimo de esta teoría), plantea también que el universo esta regido por dos principios
opuestos, pero separados, lo cual empuja a la formulación de juicios absolutos y eternos,
incluso en el propio campo de la ciencia, aunque actualmente ya se ha ido descartando
en este ámbito, pero no así a nivel del pensamiento popular donde se encuentra
profundamente arraigado y retroalimentado (por los medios de comunicación, sistemas
religiosos, juicios populares-“no hay nada nuevo bajo el sol”-,etc.).

En tanto el taoismo, la filosofía de Anahuac, la dialéctica de Heráclito y la materialista,


así como las ciencias modernas, la física, la biología, la química, las matemáticas, etc.,
comprueban que dichos contrarios se encuentran, no separados, sino indisolublemente
unidos dentro de cada persona, animal, planta, organización, objeto o fenómeno del
universo, por lo que entonces adquieren todos, sin excepción un carácter ambivalente y
relativo (todo es al mismo tiempo bueno y malo, positivo y negativo, masculino y
femenino, luz y sombra, vida y muerte, etc.).

No obstante, como decíamos antes, a nivel popular (social, político, artístico, etc.) LO
PREDOMINANTE SON LOS JUICIOS MANIQUEOS. A las personas, a los grupos o
partidos políticos, a los países o sistemas políticos-económicos, etc., los juzgamos como
exclusivamente “buenos” o como cien por ciento “malos”.

En el campo de la filosofía, la sociología, las ciencias naturales, etc., sucede casi lo


mismo, las posiciones son extremas: teoría del conocimiento sensualista o racionalista,
idealismo o materialismo, conductismo o psicoanálisis, capitalismo o comunismo, etc.,
etc. Raros son los casos en que a la primera teoría (LA TESIS) y a la segunda y
contrapuesta (LA ANTITESIS), les suceda una tercera integradora (LA SINTESIS), y
cuando ésta se da, como en las teorías del conocimiento, de todas formas, bajo un ropaje
más sofisticado, las dos tendencias extremas subsisten.
Sin embargo, y aunque son las menos, en el mundo hay filosofías que luchan por la
construcción de esas síntesis en todos los campos, que luchan por la promoción de
una visión equilibrada, no extrema o unilateral en todas las cosas. Y lo mejor es que
estas posiciones están buscando ganar terreno en el campo del pensamiento popular
y no solo a nivel de élites.

Un caso muy claro de lo anterior, así como de los sabios a los que nos referimos en
la presentación del Sexto Sol, es por ejemplo ese Tlamatini contemporáneo, el yaqui
Don Juan a quien por largo tiempo entrevisto Castaneda, y que entre muchas otras
cosas nos dice:

“nuestra razón es mezquina y siempre anda luchando con el cuerpo. Esto desde
luego es solo decir, pero el triunfo del hombre de conocimiento es que ha rejuntado
a los dos.” (C. Castaneda, “RELATOS DE PODER”, FCE, Méx. 1988, p. 115).
Allí está planteada en términos muy sencillos una de las dicotomías clásicas: la de la
espiritualidad y la materialidad, la de la razón y la intuición, la del ser y la
conciencia.

Es curioso, pero al otro lado del mundo, en China, nos sorprenderá encontrar la
misma filosofía, la misma necesidad de lograr el equilibrio entre los opuestos, así
como planteamiento de cuan perjudicial ha sido cargarse hacia alguno de los
extremos:

“Toda buena filosofía práctica debe comenzar por el reconocimiento de que


tenemos un cuerpo. Ya es hora de que algunos de nosotros hagamos la franca
admisión de que somos animales, una admisión que es inevitable desde el
establecimiento de la básica verdad de la teoría Darwiniana y los grandes progresos
de la biología, especialmente de la bioquímica. Ha sido una gran desgracia de
nuestros maestros y filósofos pertenecientes a la clase llamada intelectual, con un
característico orgullo profesional por el intelecto.
Los hombres del espíritu eran tan orgullosos del espíritu como el zapatero de sus cueros.
A veces ni siquiera el espíritu era suficientemente remoto y abstracto, y tuvieron que
emplear las palabras “esencia” o “alma” o “idea”, escribiéndolas con mayúsculas para
atemorizarnos. El cuerpo humano fué destilado, dentro de esta máquina escolástica, en
un espíritu, y el espíritu fue aun concentrado en una especie de esencia, olvidando que
hasta las bebidas alcohólicas deben tener un “cuerpo”-mezclado con agua pura-si se
quiere que se las pueda paladear. Y se suponía que nosotros, pobres legos, debíamos
beber esa concentrada quintaesencia de espíritu. ESTE EXCESO DE ACENTUACION
DEL ESPIRITU FUE FATAL. Nos hizo batallar con nuestros instintos naturales, y mi
crítica principal es que hizo imposible un punto de vista, cabal y redondeado, de la
naturaleza humana. Provenía, además, de un conocimiento inadecuado de la biología y la
psicología, y del lugar de los sentidos, emociones y sobre todo, instintos, en nuestra
vida. EL HOMBRE ESTA HECHO DE CARNE Y DE ESPIRITU A LA VEZ, Y
DEBERIA SER EMPEÑO DE LA FILOSOFIA VER QUE LA MENTE Y EL
CUERPO VIVAN ARMONIOSAMENTE JUNTOS, QUE HAYA UNA
RECONCILIACION ENTRE LOS DOS.” (Lin Yutang, “LA IMPORTANCIA DE
VIVIR”, Ed. Sudamericana. Bs. Aires. 1967,p. 41).

Como el libro de Lin Yutang contiene al principio un interesante análisis de las filosofías
que más han influido en el mundo y sobre sus respectivas consecuencias, hemos
considerado también necesario reproducir esa pequeña parte por separado, para que junto
con el mito de los Soles, y el resumen de la predicción de “La mujer Dormida debe dar a
Luz”, sean un complemento indispensable para la comprensión de los planteamientos
centrales contenidos en la postulación del nacimiento de un nuevo Sol o Era, así como de
su rasgo distintivo.

Con esto cerramos lo que, para un primer momento, consideramos básico de presentar y
argumentar.

Entendemos también que falta una parte del mito: el final, esa parte donde se verán las
vicisitudes y obstáculos que encontró el surgimiento del Sexto Sol y “Youaltlecihuatl”
para el encendimiento del Nuevo Tiempo. Falta, pero es obvio que por anticipado no
podemos saber quienes o qué fuerzas se opondrán o harán el papel de guajolotes
(huaxólotl), ajolotes (axólotl), magueyes dobles (mexólotl), o monstruos de doble actitud
o doble faz (xólotl). Hasta después de octubre de 1992 se podrá escribir sobre quienes,
pudiendo “sacrificarse”, esforzarse para que surgiera el nuevo sol, no aceptaron y
rehuyeron su destino, o quienes, aferrados a lo arcaico, se obstinaron en oponerse a que
surgiera el Sexto Sol o Nueva Era y de todos modos fueron vencidos como sucedió en el
nacimiento del Quinto Sol.

Desde nuestra óptica, a pesar de lo poderoso de, las fuerzas opuestas al cambio, y
excepto un aniquilamiento total de la vida en la tierra, nada detendrá al advenimiento de
esa nueva época o “ciclo cósmico”, aun y cuando al inicio suceda lo que decían los
antiguos mexicanos:
IN HUALQUIZA TONATIUH AMO TOTONQUI
QUINICUAC YE IYELIZ YETIUH

No al principio tienen energía las cosas, sino con el tiempo; No al principio calienta
y alumbra el nuevo sol, sino poco a poco”
IZTATIC TONATIUH

SOL DE EQUILIBRIO
IN TONATIUH IC CHICUACE
IN TONATIUH IC CHICUACE
El Sexto Sol representado-al igual que en la parte exterior de la Piedra del Sol-por dos
Xiuhcoatl (“Serpientes de fuego”), que simbolizan a “OMETEOTL”, a las dos fuerzas
cósmicas contenidas en él, QUETZALCOATL Y TEZCATLIPOCA, las que con su
“lucha” generan el movimiento y la vida (ólin yoliztli), el desarrollo y lo nuevo. Dentro
de las Xiuhcoatl, seis círculos que representan los Seis Soles o Eras del Anahuac

Armando Blanco P.

EL MITO DEL QUINTO SOL


Año Ce Acatl: 1989

El Quinto Sol

“EL ANTIQUISIMO MITO DE LOS SOLES”

Existen, varias versiones e interpretaciones sobre esté mito. Presentamos aquí la versión del
documento 1558 que según León-Portilla es el que más parece apegarse al “carácter de
descripción de un viejo códice azteca que se tras luce en el texto original”. Después transcribir
ranos dos interpretaciones, la del propio León-Portilla y otra de Adela Fernández.

“Aquí está la relación oral de lo que se sabe acerca del modo como hace ya mucho tiempo la
tierra fue cimentada. Una por una, he aquí sus varias fundamentaciones (edades).

En qué forma comenzó, en qué forma dio principio cada Sol hace 2513 años -así se sabe- hoy día
22 de mayo de 1558 años.

Este Sol, 4 tigre, duró 676 años. Los que en este primer Sal habitaron, fueron comidas por
ocelotes (tigres), al tiempo del Sol, 4 tigre. Y lo que comían era nuestro sustento -7 grama- y
vivieron 876 años. Y el tiempo en que fueron comidos fue el año 13. Con esto perecieran y se
acabó (todo) y fue cuando se destruyó el Sol. Y su año era 1 caña; comenzaron a ser devoradas
en un día -4 tigre- y sólo con esto terminó y todos perecieron.

Este Sol se llama 4 viento. Estos, que en segundo lugar habitaron en este segundo (Sol), fueron
llevados por el viento al tiempo del Sol 6 viento y perecieron. Fueron arrebatados (por el viento)
se volvieron monos; sus casas, sus árboles todo fue arrebatado por el viento, y este Sol fue
también llevado por el viento. Lo que comían era nuestro sustento. 12 serpiente; el tiempo en que
estuvieron viviendo fue 364 años. Así perecieron en un solo día llevados por el viento, en el
signo 4 viento perecieron.

Su año era 1 pedernal. Este Sol 4 lluvia era el tercero. Los que vivieron en la tercera (edad) al
tiempo del Sol 4 lluvia, también perecieron, llovió sobre ellos fuego y se volvieron guajolotes
(pavos), y también ardió el Sol, todas sus casas ardieron, y con esto vivieran 312 años. Así,
perecieron, por un día entero llovió fuego. Y lo que comían era nuestro sustento. 7 pedernal, su
año era 1 pedernal y su día 4 lluvia. Los que perecieron eran los (que se habían convertido en)
guajolotes (pipiltin) y así, ahora se llama a las crías de los guajolotes pipil-pipil.

Y estos que vivieron en esta cuarta edad, estuvieron en el tiempo del Sol 4 agua. El tiempo que
duró fue de 676 años. Y cómo perecieron: fueron oprimidos por el agua y se volvieron peces. Se
vino abajo el cielo en un solo día y perecieron, todo monte pereció. El que estuvo extendida 52
años y con esto terminaron sus años.

Este Sol, su nombre 4 movimiento, este es nuestro Sol, en el que vivimos ahora, y aquí está su
señal, cómo cayó en el fuego el Sol, en el fogón divino, allá en Teotihuacan. Igualmente fue este
el Sol de nuestro príncipe, en Tula, o sea de Quetzalcóatl.

El quinto Sol, 4 movimiento su signo, se llama Sol de movimiento porque se mueve, sigue su
camino. Y como andan diciendo los viejos, en él habrá movimiento de tierra, habrá hambre y con
esto pereceremos.

Sigue un interesante análisis lingüístico, antropológico, histórico y mítico que León-portilla hace
línea por línea que sin embargo por su amplitud no vamos a reproducir aquí. Lo que si
retransmitiremos es su enfoque global sobre este mito, el cual está más acorde con el asunto
central que estamos tratando:
“La idea de la lucha aplicada antropomorficamente a las fuerzas cósmicas. Es precisamente la
forma encontrada por el pensamiento náhuatl para explicarse el acaecer del universo. Este ha
existido en diversos períodos de tiempo Al principio, recién creado, hubo un equilibrio de
fuerzas (sub. abp): “los cuatro dioses hijos de Tonacatecuhtli se juntaron y dijeron que era bien
que ordenase lo que habían de hacer y la ley que habían de tener”.

Más, este primer equilibrio no fue algo estable; las luchas míticas de Quetzalcóatl y los varios
Tezcatlipocas habrán de romperlo. Porque como ninguno de los cuatro dioses existen por si
mismo ni es en realidad sostén del universo, ya que esto es obra de Ometeotl, su condición es
también precaria e inestable. Sólo Ometeotl, -dualidad generadora y sostén universal –está en pie
por sí mismo. Sus hijos, los cuatro primeros dioses, son fuerza en tensión y sin reposo. Llevan en
sí mismos el germen de la lucha. En un afán de predominio, cada uno tratará de identificarse con
el sol, para regir entonces la vida de los hombres y el destino del mundo. En cada edad de la
tierra –en cada Sol- predomina uno de ellos, simbolizando a la vez un elemento –tierra, aire,
fuego y agua- y uno de los cuatro rumbos del mundo. El breve lapso de tiempo en que logra
mantener a raya el influjo de fuerzas rivales, constituye una de las edades del mundo, que a los
mortales parecen tan largas. Más al fin sobrevienen la lucha y la destrucción. Tezcatlipoca y
Quetzalcóatl, combaten y reaparecen de nuevo en el campo de batalla del universo. Los
monstruos de la tierra, el viento, el fuego y el agua son fuerzas que chocan, viniendo con ímpetu
desde los cuatro rumbos del mundo.

Y así –de acuerdo con una velada dialéctica que en vano pretende armonizar el dinamismo de
fuerzas contrarias- se van sucediendo las varias edades del mundo –Los Soles-, como decían
simplemente los nahuas. De entre ellos, los aztecas concibieron el ambicioso proyecto de
impedir, o por lo menos aplazar el cataclismo que habría de poner fin a su Sol, el quinto de la
serie. Esta idea que llegó a convertirse en obsesión, fue precisamente la que dio aliento y poderío
a los habitantes de tenochtitlan, haciendo de ellos como ha escrito Caso:

“un pueblo con una misión. Un pueblo elegido. El cree que su misión es estar al lado del Sol en
la lucha cósmica, estar al lado del bien, hacer que el bien triunfe sobre el mal, proporcionar a
toda la humanidad los beneficios del triunfo de los poderes luminosos sobre los poderes
tenebrosos de la noche.

Es claro que el azteca, como todo pueblo que se cree con una misión, está mejor dispuesto a
cumplirla si de su cumplimiento se deriva del dominio sobre los otros pueblos…

La idea que el azteca era un colaborador de los dioses (sub., ab); la concepción de que cumplían
con un deber trascendental y que en su acción radica la posibilidad de que el mundo continuara
viviendo, permitió al pueblo azteca sufrir las penalidades de su peregrinación, radicarse en un
sitio que los pueblos más ricos y más cultos no habían aceptado, e imponerse a sus vecinos
ensanchando constantemente su dominio, hasta que las huestes aztecas, llevaron el poder de
Tenochtitlan a las costas del Atlántico y del Pacífico…”

Tal fue –continúa León-Portilla-, la viviente conclusión descubierta por los aztecas, que pronto
paso a ser una verdadera inspiración mística, unificadora de sus actividades personales y sociales
(sub. Ab) alrededor de la idea de la colaboración con el Sol. Como hipnotizados místicamente
por el que Soustelle llama “misterio de la sangre”, dirigían sin reposo su esfuerzo vital a
proporcionar a los dioses el chalchihuatl o “agua preciosa de los sacrificios”, único alimento
capaz de conservar la vida del Sol.

Más, esto, que sin duda constituyo uno de los puntos fundamentales de su religión y aun de su
concepción imperialista del mundo, no debe hacernos olvidar su base estrictamente filosófica
(sub. Ab). Porque si los aztecas sacaron esa conclusión místico-religiosa del antiquísimo mito
náhuatl de los soles, en realidad dicho mito en sí –independientemente de sus aplicaciones
religiosas- encierra la explicación náhuatl del acaecer cósmico.

Pasan de diez las crónicas y anales donde se encuentra esta narración, aunque con diversas
variantes por lo que al número y orden de los Soles se refiere.

La narración que aquí se da, traducida del náhuatl, el la que juzgamos más completa y de mayor
interés: la contenida en el manuscrito de 1558. Las razones que nos mueven a preferirla,
brevemente pueden reducirse a tres:

1) Su antigüedad, pues aún cuando fue escrita en 1558, la forma de redacción, en la que
continuamente se repiten expresiones como “aquí está…” al lado de fechas
yuxtapuestas, claramente indican que se trata de la explicación de un viejo códice
indígena. Por otra parte –como opina Lehmann-, es más probable que dicha narración
de los Soles formó parte de los documentos recogidos por Olmos.

2) El hecho de que concuerden con ella, el monumento prehispánico conocido como


piedra del Sol, y la Historia de los Mexicanos por sus pinturas, tanto en lo que se
refiere al número como al orden en que van sucediéndose los diverso Soles.

3) Es el texto náhuatl de los Soles que más detalles de interés conserva.” (FILOSOFIA
NAHUATL de León-Portilla, págs. 98-103, UNAM, Méx.)

Adela Fernández nos brinda otra versión en la que al final viene un dato muy interesante que al
final comentaremos:

“En el Códice Vaticano Latino 3738, el relato presenta diferencias con el anterior (se refiere al
manuscrito 1558 que también describe; abp):

Primer Sol, Matlactli Atl; duró 4008 años. Los que vivían entonces comían maíz de agua
llamado atzitzintli. En esta edad llamada Tzontliiztac, “Cabeza o cabellos blancos”, vivieron los
gigantes Tzocuiliceque. El Sol fue destruido por agua en el signo Matlactli Atl “10 agua”. Se
llamó Apachiohualiztli, “inundación, diluvio”, arte o sortilegio de lluvia permanente. Los
hombres se transformaron en peces. Unos dicen que se salvó una pareja. Nene y Tata protegidos
en un ahuehuetl “árbol viejo que vive junto al agua”; y otros comentan que fueron siete parejas
que se escondieron en una cueva de la que salieron cuando hubo terminado el diluvio y bajaron
las aguas. Ellos repoblaron la tierra y fueron adorados como dioses en sus naciones. La diosa que
presidió esta Era fue Chalchiutlicue, “La de la falda de jade”.

Segundo Sol, Ehecoatl: duró 4010 años. Los que vivían entonces se alimentaban de frutas
silvestres llamadas acotzintli. El Sol fue destruido por Ehecoatl, “Serpiente de Viento” y el
hombre de tanto alzarse y girar se convirtió en mono. Esto aconteció en el año Ce ltzcuintli,
“Uno Perro” De esta destrucción escaparon un hombre y una mujer en una peña. Este tiempo se
llamó Tzoncuztlique, “Edad de Oro”. Presidió Ehecatl, Dios del Viento.

Tercer Sol. Tlequiyahuillo: duró 4081 años. Los hombres, descendientes de la pareja que se
salvó del Segundo Sol, se alimentaban de una fruta llamada tzincoacoc. Fue destruido por el
fuego el día Chicnahui Ollin, “9 terremoto”. Esta edad recibió el nombre de Tzonchichiltic,
“Cabeza roja”. Presidió Xiuhtecuhtli, Dios del Fuego.

Cuarto Sol, Tzontlilic: se inició hace 5026 años (el comentarista refiere que fue por 5042). Esta
edad, en la que tuvo principio Tula, se llamó Tzontlilic, “Cabellos negros”. Los hombres
murieron de hambre tras una lluvia de sangre y de espanto. El dios Citlaltonac, “Vía Láctea”
envió un embajador a ver a Chimalman, virgen que tenía dos hermanas, Xochitlicue y Coatlicue
quienes murieron de espanto al ver al mensajero del dios; éste le anunció que debía concebir un
hijo, lo cual sucedió después de barrer su casa. Su hijo, fue Topiltzin Quetzalcóatl. “Dios del
Viento” y cuyos templos eran redondos. Las deidades que presidían fueron Citlaltonac y
Xochiquetzal.

En su diccionario de Mitología Náhuatl, Cecilio Róbelo dice que Quetzalcóatl y


Huitzilopochtli formaron el fuego, del cual sacaron un medio sol que por no ser entero
alumbraba poco. Este fue el Primer Sol o Edad.

Viéndolo poco servible, Tezcatlipoca lo tomó y se encargó de completarlo.

Trece ciclos o 676 años duró este segundo período. Para destruirlo. Quetzalcóatl, con un bastón,
dio un golpe a Tezcatlipoca derribándole del cielo al agua para ponerse en su lugar en calidad de
Sol. Al caer, Tezcatlipoca se convirtió en tigre, la Osa Mayor que sube al cielo para descender en
seguida el mar. Este dios y los tigres se comieron a los gigantes.

Transcurridos otros trece ciclos o 676 años, el gran tigre Tezcatlipoca dió una coz al sol
Quetzalcóatl, quien en su caída produjo un viento tan fuerte que arrastró con los macehuales y
sólo aquellos que pudieron salvarse se convirtieron en monos. Después fue Tláloc el que se
colocó como Tercer Sol, durante 364 años, al fin de los cuales Quetzalcóatl hizo llover fuego del
cielo, y como sol, en lugar de Tláloc puso a Chalchiuhicueye, “La de la falda de esmeraldas”,
quien permaneció durante 312 años; las aguas produjeron un diluvio sobre la tierra, los cielos
perdieron su equilibrio, se derrumbaron sobre el cipactli.

Sobre esta destrucción dice el mito que... “Para reparar semejante catástrofe los dioses, en el año
1 tochtli, después del diluvio, crearon cuatro hombres... penetraron por debajo de la tierra,
hicieron cuatro horadaciones hasta salir a 1a superficie superior; Tezcatlipoca se volvió el árbol
tezcacuahuitl (árbol espejo), Quetzalcóatl el árbol quetzalhuexoch (sauce hermoso), y hombres,
árboles y dioses levantaron los cielos, sustentándolos firmes con las estrellas en forma que ahora
están. En premio de aquella acción, el Tonacatecuhtli (El Señor de Nuestra Carne, primera
divinidad) hizo a sus hijos señores de cielos y estrellas, y el camino celeste que recorrieron
Quetzalcóatl y Tezcatlipoca lo marca la Vía Láctea.:. (Los cuatro hombres a los que se
refiere son Atemoc, Itzacoatl, Itzmaliya y Tenoch)”
(DIOSES PREHISPÁNICOS DE MÉXICO, Adela Fernández, Edit. Panorama, Méx., págs.20-
23)

EL NACIMIENO DEL QUINTO SOL

Nuevamente transcribimos dos descripciones de los mismos autores sobre este importante mito:

“Destruido el sol Nahui Atl, 4 agua, los dioses se reúnen en Teotihuacan, “Lugar donde se hacen
dioses”, y en la junta, inquietos se cuestionan sobre quién ha de ser el nuevo sol. En la oscuridad
aún estremecida por el reciente caos, sólo brilla la fogata sagrada (sub. ab), materialización de
Huehueteotl, “Dios del Fuego” que da principio a la vida.

“Habrá que sacrificarse, que arrojarse a la hoguera –dicen- sólo así habrá sol” ¿Quién ha de
sacrificarse? -se preguntan-, y en largo tiempo nadie se atreve. Se ofrece Nanahuatzin, “Dios
Buboso”, el enfermo, el lleno de pústulas, y no lo hace por ambición de brillar sino por su
capacidad de sacrificio. Entonces se ofrece también Tecciztecatl, “Señor de los caracoles” el
soberbio, ávido de resplandor. Juntos avivan el fuego en la peña que hoy se llama Teutexcalli y
por cuatro días hacen penitencia y ofrendan. Nanahuatzin, humilde, ofrece cañas verdes atadas
de tres en tres hasta formar nueve hatos, bolas de heno, espinas de maguey teñidas con su sangre,
ofrece sus pústulas; Tecciztecatl ofrenda manquetzalli (plumas ricas), pelotas de oro, espinas de
coral y copal muy bueno. Finalmente se viste con sus mejores aderezos, hermoso lienzo cubre su
cuerpo y el aztacomitl, bello plumaje decora su cabeza; Nanahuatzin en cambio se pone un
amatzontli, tocado de papel, y del mismo material lleva su maxtli (braga) y su estola. De pie
frente al fuego y las hileras de dioses expectativos, están dispuestos al sacrificio. Tecciztecatl lo
intenta pero se arrepiente, acomete cuatro veces pero el miedo lo retrae. Nanahuatzin decidido se
arroja al centro de la lumbre. Su impacto es llamarada. Envidioso, Tecciztecatl se anima y se
avienta también pero sólo cae a un costado del fuego, sobre las cenizas. Lentamente se consumen
y larga es la espera de los dioses hasta que el cielo se enrojece, pletórico de alba. Por el oriente
aparece la esfera del sol, incandescente en su redondez, vitalizadora y luego la luna que hiere con
su blancor. Ambos tienen al mismo grado de intensidad; “¿Estará bien que los dos anden a la
par?” -Se preguntan los dioses- ¿Será correcto que brillen de igual manera?”. Y uno de ellos le
avienta un conejo a Tecciztecatl oscureciéndole la cara. Ahí están pero no avanzan, su estatismo
niega la vida y esto mucho preocupa a los dioses. Es necesario que se sacrifiquen todos para
crear el movimiento. El viento, Ehecatl asume la tarea de darles muerte y uno a uno los va
matando. Xólotl, perro monstruoso gemelo o altar ego de Quetzalcóatl se niega a morir y huye,
se esconde entre los maizales y se convierte en pie de maíz que tiene dos cañas; acosado de
nuevo huye entre el agaval y se muda en maguey de dos cuerpos y por eso se le llama mexolotl y
ha de ser dios de los gemelos, de los bicéfalos y de todo lo que se duplica; es descubierto y de
nuevo se fuga, se mete al agua y se transforma en pez monstruoso, axolotl y ahí lo atrapa y le da
muerte. Es el ultimo en morir, pero de nada sirve el holocausto de los dioses, Sol y luna
permanecen estáticos. El viento zumba, ventea reclamante y pone al sol en movimiento, que
avanza, se desplaza con rítmica luz, cruza su camino y se guarda en su casa. Sopla de nuevo el
viento y la luna comienza su andar. De esta manera se sucede el uno al otro y así salen en
diversos tiempos, el sol en su camino diurno y la luna en la noche alumbran en ella.
Los mitos son a veces la interpretación o alegoría de acontecimientos históricos, de revoluciones
de tipo social o religiosas (sub. ab). Según Orozco y Berra el suceso conmemorado en el mito
tolteca, es la dedicación de las pirámides de Teotihuacan al sol y a la luna. Este centro,
consagrado a los antiguos dioses, existía con sus pirámides desde los tiempos más remotos; era
un santuario venerado en que eran adorados los animales, una de las concepciones más bajas en
las religiones inventadas por los hombres. Los toltecas, aunque deístas, admitían el culto de los
astros del día y de la noche, ni les era desconocido el fuego simbólico y a fuerza de
conquistadores o por civilizados, impusieron sus creencias en la ciudad santa; los dioses antiguos
fueron derrocados de sus altares, y se ostentó la imagen del sol sobre el Tonatiuh Iztacual y la de
la luna su compañera, en el Meztli Iztacual. El hecho importaba la pérdida de la religión
primitiva y la sustitución del culto extranjero. Vencidos y vencedores tenían empeño en
perpetuar el recuerdo”

Con la interpretación de Orozco y Berra se entiende bien el holocausto de todos los dioses
quienes mueren para dar nacimiento a una nueva era. Sabemos también que los dioses tienen el
don de morir y renacer, de transformarse, de parirse a si mismos ya sea para recobrar sus
manifestaciones antiguas o para reaparecer en nuevas formas. Son mutantes por excelencia.

Cecilio A. Rebelo apoya el punto de vista de Orozco y Berro, entendiendo que la llamada
asamblea de los dioses no es otra cosa que la junta de los sacerdotes que los representan y del
pueblo que les rinde culto. Tecciztecatl es aquel de la casta sacerdotal, rica y poderosa;
Nanahuatzin es el pueblo pobre que admite ansioso ser regenerado por la nueva civilización (sub.
ab), y por eso éste sin dudas coloca en la pirámide la imagen del sol; y aunque con titubeos y
siguiendo su ejemplo, el irresoluto sacerdote lleva a la luna a su asiento. El mito además cuenta
que cruzaron por el fuego del holocausto un águila y un tigre. La primera, en el pico llevó al
cielo al astro del día, y el tigre transporto a la compañera de la noche. Por eso los guerreros
cuautlí y ocelotl son los caballeros del ejército. Puede ello significar una guerra necesaria para la
modificación de los cánones religiosos. El Conejo arrojado a Tecciztecatl marca el signo del año
del acontecimiento. El estatismo inicial de los astros significa que el culto no progresa y que se
vuelve necesario el viento, la predicación. Cuando los nuevos númenes ganan prosélitos, los
antiguos dioses desaparecen. En Xólotl y sus transformaciones se advierte de lo artificiosos que
pueden ser los dioses desplazados, porque desde su ostracismo añorarán su imperio perdido.

Quinto Sol, Ollin Tonatiuh, es nuestra Era. Activado por la evolución espiritual de los hombres,
floreciente de entre los soles muertos, es comienzo y trayectoria En él, los principios
fundamentales tienen un determinado tiempo de predominio y receso (ab): se sucedan los días y
las noches, hoy atados de días, se suceden los meses y los años y los ciclos, por eso se llama
Ollin Tonatiuh, Sol de Movimiento; el calendario es su rostro y su sangre. Diariamente la lucha
contra las tinieblas y acumula victorias con su emergencia en el cielo, pero ha de perecer por un
terremoto: será tragado por la tierra. Pereceremos.” (DIOSES PREHISPANICOS DE MEXICO.
Adela Fernández. Ed. Panorama, Méx., págs. 24-29).

Vamos a ver ahora la versión e interpretación de León-Portilla con un agregado en el que extrae
algunas de las categorías fundamentales de la filosofía náhuatl y de la cultura del Anáhuac en
general:
“El manuscrito publicado por Paso y Tronco -narra todos los preliminares de la creación del
quinto Sol (ab). Incluyendo el viaje de Quetzalcóatl al Mictlan (región de los muertos) para
obtener huesos de hombres y llevar a cabo su nueva formación. Encontramos también otro mito
de hondo simbolismo en el que se narra el hallazgo del maíz, el cereal básico de América que es
dado a Quetzalcóatl por la hormiga que lo tenía escondido en el monte de nuestro sustento.

Los informantes de Sahagún (Códice Matritense del Real Palacio, vol. VI. fol. 180 y ss.) refieren
también la creación del quinto sol en Teotihuacan, donde Nanahuatzin “el bubosillo”, en
competencia con el arrogante Tecuciztécatl se arrojó valerosamente a la hoguera y se convirtió
en Sol... ¿Este Sol, su nombre 4 movimiento, éste es nuestro Sol, en el que vivimos ahora.’ Tal
colmo lo dice el texto, puede también verse esto mismo en la maravillosa piedra del Sol, donde
la figura central representa el rostro de Tonatiuh (Sol), dentro del signo 4 movimiento (nahui
Ollin) del Tonalámatl.

Con este quinto Sol hace su entrada en el pensamiento cosmológico náhuatl la idea del
movimiento (sub. ab), como un concepto de suma importancia en la imagen y destino del mundo.

“y aquí está su señal, cómo cayó en el fuego del Sol, en el fogón divino, allá en Teotihuacan.”

Se alude al ya mencionado mito de la creación del quinto Sol en Teotihuacan, cuando los dioses
(fuerzas cósmicas, hijos de Ometeotl), logrando una cierta armonía, deciden crear una vez más
un Sol.

La figura de Nanahuatzin -el bubosillo-, que atrevidamente se arroja al fuego para convertirse en
Sol, implica ya desde un principio la raíz más oculta del futuro misticismo azteca: por el
sacrificio existe el Sol y la vida (ab); sólo por el mismo sacrificio podrán conservarse. Copiamos
aquí tan sólo los momentos culminantes del drama de la creación del quinto Sol como los
trasmite Sahagún:

“Llegada la media noche, todos los dioses se pusieron en derredor del hogar que se llamaba
Teotexcalli. En este lugar En este lugar ardió el, fuego cuatro días…luego hablaron dijeron a
Tecuciztécatl “¡Ea, pues, Tecuciztécatl, entra en el fuego!” Y él luego acometió para echarse en
él el fuego era tan grande y estaba muy encendido, sintió gran calor hubo miedo, y no osó
echarse en el, volvióse atrás... De que hubo probado cuatro veces, los dioses luego hablaron a
Nanahuatzin, y dijéronle: ¡Ea, pues, Nanahuatzin, prueba tú!; y como le hubieron hablado los
dioses, esforzóse y cerrando las ojos, arremetió, y echóse en el fuego, y luego comenzó a
rechinar y respendar en el fuego como quien se asa. Como vió Tecuciztécatl, que se había echado
en el fuego
y ardía, arremetió y echóse en le hoguera... Después que ambos se hubieron arrojado en el fuego,
y, que se habían quemado, luego los dioses se sentaron a esperar a qué parte vendría a salir el
Nanahuatzin. Habiendo estado gran rato esperando, comenzóse a poner colorado el cielo, en
todas partes apareció la luz del alba. Dicen que después de esto los dioses se hincaron de rodillas
para esperar por donde saldría Nanahuatzin echo Sol; miraron a todas partes volviéndose en
derredor! más nunca acertaron a pensar ni a decir a qué parte saldría, en ninguna cosa se
determinaron: algunos pensaron que saldría de la parte norte, paráronse a mirar hacia él: otros
hacia medio día, a todas partes sospecharon que había de salir; porque por todas partes había
resplandor del alba; otros se pusieron a mirar hacia el oriente, y dijeron aquí de esta parte ha de
salir al sol. El dicho de éstos fue verdadero; dicen que los que miraron hacia el oriente fueron
quetzalcóatl, que también se llama Ecatl, y otro que se llama Tótec… y cuando vino a salir el sol,
pareció muy colorado, y que contoneaba de una parte a otra, y nadie lo podía mirar, porque
quitaba la vista de los ojos, resplandecía, y echaba rayos de sí en gran manera, y sus rayos se
derramaron por todas partes...”

“El quinto sol 4 movimiento su signo, se llama Sol de movimiento porque se mueve, sigue su
camino, y como andan diciendo los viejos, en él habrá movimientos de tierra, habrá hambre y
con esto pereceremos”.

Se alude continúa León-Portilla- en la línea 41 a lo que nos refieren también los informantes de
Sahagún (Códice Matritense del Real Palacio, ed. facs., vol. VI, vol.187), que al principio el
quinto Sol no se movía: entonces dijeron los dioses, ¿cómo viviremos? ¡No se mueve el Sol!
Para dar le fuerzas se sacrificaron los dioses y le ofrecieron su sangre. Por fin sopló el viento y
moviéndose, siguió el Sol su camino”.

En la línea 42 se anuncia al fin de la poca actual por un terremoto que, según lo muestra la fecha
esculpida en la piedra del Sol, tendrá precisamente lugar en un día 4 movimiento.

Tal era la antigua -prosigue el autor- concepción náhuatl de las varias edades o tiempos en que
fue cimentada la tierra. Una rápida mirada retrospectiva nos permitirá descubrir en ella, haciendo
a un lado lo puramente mitológico, las que llamaremos categorías cosmológicas nahuas.

La primera y más importante es la exigencia lógica de fundamentación de los mundos, idea que
responde a la pregunta concebida por los tlamatinime sobre qué es lo que hace estar a las cosas
“en pie”. El pensamiento náhuatl sólo tiene por verdadero (nelli) aquello que está cimentado en
algo firme y permanente: con raíz (nel-hua-yotl) Y lo único verdaderamente cimentado en sí
mismo es Ometeotl, el principio ambivalente, origen y sostén de las fuerzas cósmicas (sus hijos,
los dioses). Por esto, aunque Ometeotl existe originalmente en la dimensión superior del
Omeyocan, en el treceavo cielo para dar sustento al mundo, está también en su ombligo o centro.
Las cosas, particularmente el mundo, son entonces Tlamamanca: resultado de la acción
fundamentadora de Ometeotl

Otra categoría, igualmente clave, es la que enmarca estas fundamentaciones del mundo en una
serie de ciclos. La tierra cimentada por Ometeotl no es algo estático. Sometida al influjo de las
fuerzas cósmicas, viene a ser el campo donde éstas actúan. Cuando se equilibran, existe una
edad, un Sol. Entonces es cuando vivan los macehuales. Más, pronto, en un tiempo determinado
desaparece el equilibrio y sobreviene un cataclismo. Parece como si Ometeotl retirara su apoyo a
la tierra, Y sin embargo, como una prueba de que en el fondo su acción permanece, se descubre a
través da los varios ciclos u edades un principio latente de evolución, que culmina, en el caso
particular de las plantas alimenticias, con la aparición del maíz.

Ligada con esta idea de los ciclos del mundo de los cuatro elementos la “Historia de los
Mexicanos” po los hijos de Ometeotl. Los tigres, monstruos de la tierra, el viento, el fuego yel
agua, por sorprendente paralelismo, vienen a coincidir con las cuatro raíces o elementos
(ritsómata) de todas las cosas, hipótesis ideada por el filósofo griego Empédocles y comunidada
al pensamiento occidental a través de Aristóteles. Atinadamente señaló así Seler las
relaciones existentes entre los períodos cósmicos y los cuatro elementos:

Estas cuatro diferentes edades prehistóricas o precósmicas de los mexicanos, orientadas cada una
hacia un distinto rumbo del cielo, se hallan maravillosamente ligadas con los cuatro elementos
conocidos por la antigüedad clásica y que constituyen hasta ahora la base del modo de ver la
naturaleza de los pueblos cultos del oriente asiático, o sea, agua, tierra, aire y fuego.

Sólo que entra los nahuas estos elementos no son principios astáticos que se descubren por un
análisis teórico o por la alquimia, sino que aparecen por sí mismos como las fuerzas cósmicas
fundamentales que irrumpen violentamente, desde los cuatro rumbos del universo, en el marco
del mundo.

Y con esto encontramos otras dos categorías del pensamiento náhuatl la de los rumbos
deluniverso y la de la lucha. El universo está dividido en cuatro rumbos bien definidos, que
coincidiendo con los puntos cardinales, abarcan mucho más que éstos, ya que incluyen todo un
cuadrante del espacio universal: el oriente, país del color rojo, región de la luz, su símbolo es una
caña que representa la fertilidad y la vida; el norte, región de los muertos y del color negro, lugar
frío y desierto que se simboliza por un pedernal; el oriente, región del color blanco, país de las
mujeres, su signo es la casa del sol; y por fin el sur, designado como la región azul, a la izquierda
del sol, rumbo de carácter incierto que tiene por símbolo al conejo, que coma decían los nahuas.
“nadie sabe por dónde salta”.

En este universo así dividido en cuadrantes, es donde se desarrolla una lucha que parece
interminable entre las cuatro fuerzas cósmicas. Coda uno de los cuatro elementos (los hijos de
Ometeotl) tiende a prevalecer. Bellamente, con al lenguaje del mito, expresa esto la “Historia de
los Mexicanos” diciendo que. Tezcatlipoca por ser dios se hacía tigre, como los otros sus
hermanos (también) lo querían. Y así en un combate que se desarrolla en cada uno de los soles
desde los cuatro rumbos del mundo y por medio de una oposición de elementos, se va
desenvolviendo por ciclos la historia del costal como lo vieron los nahuas.

Cinco son pues, las principales categorías cosmológicas que se implican en la narración de los
soles:

1) Necesidad lógica de fundamentación universal;

2) Temporalización del mundo en edades o ciclos;

3) Idea de los elementos primordiales;

4) Espacialización del universo por rumbos o cuadrantes, y

5) Concepto de lucha como molde para pensar el acaecer cósmico.

(FILOSOFIA NAHUATL, M. León-Portilla, UNAM, Méx., págs. 108-112


EL NACIMIENTO DE HUITZILOPOCHTLI
Año Ce Acatl: 1989

HUITZILOPOCHTLI

Recopilación: ABP

INTRODUCCIÓN

El mito de la lucha cósmica entre el sol, Huitzilopochtli, y su hermana la luna, Coyolxauhqui,


tomando como campo de batalla a la tierra (Coatlicue, “La de la falda de serpientes”, madre de
ambos e igualmente de los hombres y de todos los dioses o fuerzas de la naturaleza), tiene, al
parecer, un origen humano, como adelante veremos.

Algunos historiadores nos hablan de Huitzilopochtli como un guerrero poderoso y temido, e


igualmente como un sacerdote, hechicero y guía de los mexicas. Por sus hazañas, tras su muerte
se le deificó (al igual que se hizo con Quetzalcóatl). Posteriormente su nombre se asoció a1 sol y
con ello se modificó el mito que según León-Portilla, inicialmente mencionaba con otros
nombres al sol y a la luna. Hasta aquí, tendríamos dos niveles de aplicación del mito de
Huitzilopochtli. El primero, a nivel humano, y el segundo, a nivel cósmico.

Un tercer y último nivel o campo de aplicación es el político. El mismo León-Portilla nos dice
que es muy posible que los mexica, sus sacerdotes, hayan introducido cambios finales al mito en
los cuales quedaría planteado que el dios solar hacía de ellos el “pueblo escogido” para
sostenerle y rendirle culto a cambio de lo cual recibirían tierras, poder sobre los de- mas pueblos,
pero sobre todo, fama y grandeza.

Para confirmar lo antes dicho, veamos lo que el propio León-Portilla nos dice al respecto.

ORIGENES DEL MITO


Tomado de:
MEXICO-TENOCHTITLAN:
SU ESPACIO Y TIEMPO SAGRADOS
De M. León-Portilla,
INAH, pág. 15

Códices y crónicas, en náhuatl y castellano, representan y mencionan la estancia de losmexicas


en Aztlán Chicomóztoc. Al cronista Cristóbal del Castillo, autor del texto náhuatl sobre la
Migración de los mexicanos al país de Anáhuac, debemos en particular un relato pormenorizado
sobre la condición en que allí vivían. Los mexicas estaban sometidos a gentes más poderosas, a
las que tenían que obedecer y pagar tributos. Hoy diríamos que su situación socioeconómica
implicaba, en alto grado, relaciones de tipo de grupos dominado y dominante. Fue entonces
cuando, gracias a la intercesión de su sacerdote, su dios vino a compadecerse de ellos:

Y así caro afligían los señores de Chicomóztoc a los mexitin, les causaban pena, los molestaban,
así los querían tener dominados.

El que guiaba a los mexitin era valiente. Su nombre era Huitzilopochtli, gran guardián del
que hacía portentos, servidor de él, del gran “Hacedor de portentos”, Tetzauhtéotl mucho
lehablaba éste como ser humano, se le mostraba a Huitzilopochtli, hasta que luego él se hizo
semejanza suya, de Tetzauhtéotl. Así su nombre sólo fue de Huitzilopochtli Y era así el
Huitzilopochtli: Huitzil su nombre, Colibrí. Era zurdo de mano (Opochmaye), gran capitán. Por
ello rectamente lo llamaron Huitzilopochtli, semejanza, imagen de él, del hacedor
deportentos, Tetzauhtéotl. Y mucho atormentaban los señores de Chicomóztoc a los mexitin, así
los querían destruir, los querían tener dominados. Entonces aquél su servidor, su allegado,
el hechicero Huitzilopochtli (1), gemía mucho delante de él, le suplicaba al portentoso
Tetzauhtéotl que ayudara, que defendiese a sus vasallos, porque ya en verdad a él
lo adoraban, que no adoraban a los dioses de los de Chicomóztoc, a todos juntos. Y puesto
que ya a él todos ellos lo adoraban, el gran hacedor de portentos, que mucho se compadeciera
de ellos, que los defendiera, que los salvara para que no a todos den muerte, para que no
perezcan todos. Que los guíe hacia otro lugar, a un sitio bueno y conveniente, que les de tierras,
que allí sólo se dedicarán a una sola cosa: a él habrán de servirlo.

Y él, el dios-portento, Tetzauhtéotl, en seguida se manifestó, dijo:

OH siervo mío, es muy verdadero, tú haces que yo de ti me compadezca y mucho también de


vosotros que sois mis siervos, los mexitin de la ribera del agua...
Ahora es así ya fui, ya fui a mirar en el lugar bueno, conveniente, que también es un lugar
así, allá también se extiende un muy grande espejo de agua (una laguna). Allá se produce todo lo
vosotros necesitáis, nada se echa allí a perder. Lo que hay aquí, donde vosotros estáis, allá
también eso se produce. Porque no quiero que aquí os hagan perecer y, así, allá os haré regalo de
esto, allá a vosotros os haré Famosos en verdad sobre la tierra, ciertamente por todas partes
donde hay gente. Ciertamente no habrá lugar que esté habitado donde no seáis famosos...
(Castillo. Cristóbal, citado., por León-Portilla).

El sitio del cual les hará regalo el dios portentoso, se describe luego, en otro pasaje, con nombres
como los siguientes: Atézcatl Metztli Apan. “en la laguna del agua de la luna”; Xochitlalpan, “en
la tierra florida; Tonaca-tlalpan, “en la tierra de nuestro sustento”. Ese lugar escogido por el dios,
como varias veces lo repite el texto, se asemejaba a Aztlan, tierra también rodeada por el agua y
lugar de abundancia.

De los varios sitios por los cuales -según legendaria historia- pasarán luego los mexicas en su
larga peregrinación, sólo vamos a fijarnos aquí en unos cuantos, aquéllos que, de modo o de otro,
vienen a relacionarse directamente con el lugar elegido por Tetzauhtéotl para morada de sus
siervos. El pueblo seguidor del dios portentoso ha entrado en un tiempo primigenio a partir del
momento de la hierofanía (comunicación sagrada; abp), en que el numen les anuncia que ha
tenido compasión de ellos y a ser su gula. Tenochtitlan asimismo ha iniciado ya también su
existencia en el pensamiento del dios que afirma incluso que ya ha ido a ver el lugar bueno,
conveniente, donde se extiende un muy grande espejo de agua, donde está todo lo necesario para
la vida. El espacio sagrado se halla por ahora tan sólo en la mente del dios, Para los mexicas ese
espacio es su tierra prometida. El tiempo primigenio en que nueva existencia transcurre, desde la
manifestación del dios portentoso se desenvolverá una secuencia que culminará en el espacio
sagrado, en la región de los lagos.

Atraviesan los mexicas un brazo de mar, al que aluden varios códices y relatos. Estando luego en
Huehue-Colhuacan al que Cristóbal del Castillo describe como existente en la
Chichimecatlalpan, el sacerdote Huitzilopochtli anuncia pueblo que era ya llegada la hora de su
propia muerte. El sacerdote reitera que conoce, gracias a Tetzauhtéotl, la que habrá de ser tierra y
población de sus seguidores. Añade que el mismo Tetzauhtéotl, entre otras cosas, le ha
anticipado cuál será su destino. Descenderá Huitzilopochtli a la región de los muertos pero allí
permanecerá sólo cinco días. Luego retornará al lado de su pueblo. En sus huesos volverá habitar
la vida. Tetzauhtéotl entrará en su cráneo y en él, y por medio de él, seguirá hablando a los
sacerdotes mexicas. Estos habrán llevar en un envoltorio, en el que vive ya divinidad, la
osamenta de Huitzilopochtli.

Por mucho tiempo habrá de proseguirse la peregrinación. Siempre y en todos lugares


Huitzilopochtli, identificado ya con Tetzauhtéotl continué guiando a su pueblo. Según varias
fuentes, entre ellas la Crónica Mexicana de Tezozomoc, una hermana tenía Huitzilopochtli,
hechicera. Teyolocuani, “comedora de corazones de hombres”, Teixcuepani “embaucadora de
gentes”, que de diversas formas molestaba a los mexicas. Cansado de ella Huitzilopochtli,
dispuso que, al pasar por el lago de Pátzcuaro, en Michoacán, quitándoles los vestidos a la dicha
hermana y a otros, mientras se bañaban, los obligaran a quedarse en aquel lugar. La tal hermana
de Huitzilopochtli es llamada primeramente Malinalxóchitl. Así la nombra Tezozomoc en el
pasaje al que hemos aludido. Más tarde Malinalxóchitl viene a ser mencionada con el nombre de
Coyolxauhqui. Ello precisamente ocurre en el contexto del episodio que enseguida vamos a
recordar.

LLEGADA A COATÉPEC, LUGAR DE PORTENTOS

Los mexicas han llegado a Coatépec, no muy lejos de Tula (2). Malinalxóchitl previamente habla
venido a establecerse allí, saliendo de Pátzcuaro. Con ella estaban cuatrocientos hermanos suyos,
los conocidos como Centzon Huitznahua, “los Cuatrocientos Surianos”. En Coatépec, según
refiere Tezozomoc:

Ellos los mexicanos, luego alzan ya su templo, la casa Huitzilopochtli luego ya ponen allá el
cuauhxicalli y a las dioses los capulli… Pues bien, allá los juntó, los acomodo, los contó, a todos,
él, Huitzilopochtli, porque es el jefe ellos, el primero de ellos...

Y él, Huitzilopochtli, luego planta su juego de pelota. Luego ya coloca su tzompantli; y luego ya
por esto obstruyen, el barranco, la cuesta empinada, allá se junta, se represa el agua –se hizo por
disposición de Huitzilopochtli-, y luego les dijo a sus padres, a ellos, los mexicanos: ¡OH, mis
padres! Pues ya se represó el agua, plantad sembrad… Huitzilopochtli dijo luego: Este gusanillo
lagunero pues es ciertamente carne mía, color mío. Y luego allá entono el canto suyo, cantaba, y
también bailaba: el canto de nombre TLAXOTECAYOTL y TECUILHUICUICATL, allá los
compuso:

“Huitzilopochtli, el joven guerrero,

el que obra arriba, va andando su camino.

No en vano tomé el ropaje de plumas amarillas,

porque soy yo el que ha hecho salir al sol.

El portentoso, el que habita en región de nubes,

uno es tu pie,

el habitador de fría región de alas,

¡se abrió tu mano!

En Tlaxotla, en el muro de la región de ardores,

se dieron plumas, se van disgregando,

se dio grito de guerra, ea, ea, oh, oh,

mi dios se llama defensor de los hombres…


Ya prosigue, va muy bien vestido de papel,

el que habita en región de ardores,

en polvo, en polvo, se reduce haciendo giros.

Los de Amatla son nuestros enemigos.

¡Ven a unirte a mí!

Los de Pipiltlan son nuestros enemigos.

¡Ven a unirte a mí!

Con combate se hace la guerra,

¡ven a unirte a mí!

(Veinte Himnos Sacros de los Nahua, versión de Ángel Maria Garibay K. México, universidad
Nacional, Instituto de Historia, 1958, p. 31 citado por León-portilla, op. Cit.
P.62)

(1) Se creía que Huitzilopochtli había sido un gran guerrero, de alta talla, dotado de una fuerza
extraordinaria, que destruía ciudades y vivía de carniza; era nigromántico y usa varios disfraces.
Cuando murió, los mexicanos, que lo habían tenido alto aprecio, le rindieron grandes honores e
hicieron de él un dios.” Rémi Siméon, DICCIONARIO DE LA LENGUA NAHUAL, ED. Siglo
CXI, pág. 757.

(2) Este cerro, Coatépec, se encuentra en el pueblo de Coacalco, municipio de Ecatepec, en


efecto rumbo a Tula. En su pico más elevado, hoy conocido como “El Picacho”, quedan los
restos de un teocalli bajo una enorme cruz cristiana. Hasta hace algunos años, aun era posible ver
en el fondo del despeñadero, bloques de piedra semigrabado, probablemente de escultura de
Coyolxauhqui arrojada desde alto. Nota abp.

En ese lugar tan apetecible, con abundancia de agua y todo género de sustento, quedaron
instalados los mexicas. Habían levantado yo en Coatépec su templo Huitzilopochtli. Mostraban
alegría y quizás algunos de ellos pensaban que bien podía ser ése el lugar que les tenía
predestinado su dios. Fue entonces cuando los Centzon Huitznahua, “Los Cuatrocientos
Surianos” -y también la que ahora se nombra ya Coyolxauhqui-, pretenden lograr que sea ese
sitio, Coatépec, el escogido, donde habrá de existir la ciudad anunciada:

Y luego dijeron los Centzon Huitznahua a Huitzilopochtli y a los sacerdotes: pues ya aquí estará
tu tarea, a que viniste, mirarás, afrontarás a la gente de las cuatro partes, impulsarás su poblado,
que lo agarrarás con tu pecho, tu cabeza; y es tu corazón, tu sangre, tu pintura, con que verás lo
que nos prometiste, el variado chalchihuite, la piedra preciada, el oro, las plumas de quetzal, la
diversa pluma preciada, al cacao de color, el algodón de color, y la diversa flor, y el diverso
fruto, la diversa riqueza, pues si verdad arraigaste. Encabezaste tu población aquí en Coatépec,
pues ya aquí estás reuniendo a tus padres, a tus vasallos los aztecas, los mexicanos. Así piden los
Centzon Huitznahua.

Y luego se enojó Huitzilopochtli, luego les dijo:

“¿Qué decís? ¿Acaso vosotros sabéis? ¿Acaso es vuestra tarea? ¿Acaso vosotros me sobrepasáis?
Yo pues sé lo que haré”. Luego ya se apercibe Huitzilopochtli allá en su casa, se apercibió,
entonces se armo para la guerra, nomás con miel con que se pinto mucho; con que cercó a cada
quien por delante, y tomo su escudo… (Tezozomoc, op. citado por León-portilla)]

Por voluntad de los Centzon Huitznahua. Que así quisieron contrariar a


Huitzilopochtli,Tenochtitlan debía comenzar entonces a existir en un lugar determinado. Pero ese
espacio no era el escogido por Huitzilopochtli. El falso espacio sagrado tenía, por tanto, que ser
destruido. Ocurrió un enfrentamiento. Las posibilidades de interpretación aquí son muy amplias.
¿Se trata de una venganza que intentaron perpetrar quienes habían quedado abandonados en
Michoacán? ¿Hay alguna suerte de intereses, afán de dominio, en relación con ese lugar de tanta
abundancia? El hecho fue que los seguidores de Huitzilopochtli tuvieron que plegarse a los
designios de su dios. El mismo Tezozomoc nos pinta lo que entonces ocurrió:

Cuando se apresto para la guerra Huitzilopochtli, luego viene ya, viene a destruirlos, viene a
matarlos, ¡los Centzon Huitznahua!, allá si Teotlachco -el lugar del juego de pelota— secome a
sus tíos, y a ella su madre, que había tomado por madre, la de nombre Coyolxauhqui, luego
primeramente con ella empezó, cuando la mató allá en Teotlachco, allá come el corazón de
Coyolxauhqui, Huitzilopochtli

Y Coyolxauh era la hermana mayor de los Centzon Huitznahua, y cuando los comió era
medianoche. Y cuando los amaneció, al alba, luego, los vieron los padres de ellos, los vasallos de
ellos, los mexicanos, nomás todos abiertos del pecho. Coyolxauhqui y los Centzon Huitznahua,
allá si Teotlachco, ya no hay cosa de su corazón, todo lo comióHuitzilopochtli. Y los mexicanos
mucho se espantaron, y ellos, los Centzon Huitznahua, pensaban que allá si Coatépec, allá estará
el poblado, ya allá será México, pues que no lo quiso él, Huitzilopochtli, luego agujero por
detrás del agua, destruyo lo que obstruía el barranco que allá estaba, en que se hallaba el agua,
luego secó todo: el ahuehuete, el suce, la caña, el tule, la flor te atlacuezonalli.

Y luego partió de allá Huitzilopochtli, trajo hacia acá a sus padres, los vasallos de
él, losmexicanos...

De interés es destacar en este relato que Coyolxauhqui, en vez de hermana, aparece como madre
de Huitzilopochtli, o por lo menos como “la que había tomado por madre” No deberá
extrañarnos que, precisamente la piedra recientemente descubierta, en la que aparece el cuerpo
desmembrado de Coyolxauhqui, ésta tenga, entre sus atavíos y atributos, algunos que se juzgaría
también corresponden a Coatlicue. Tal es el caso del ceñidor de serpientes sus pechos, al parecer
fláccidos, y el cráneo que lleva en su espalda.

Por primera vez, murió entonces Coyolxauhqui, decapitada por el tlachco o juego de pelota. Y
los Cuatrocientos Surianos igualmente fenecieron. Huitzilopochtli les arrancó sus corazones y,
comiéndoselos hizo suya la energía vital de sus adversarios. Coatépec, después de la furiosa
destrucción perpetrada por Huitzilopochtli, quedó abandonado. Los mexicas, como dice el
cronista Tezozomoc, se pusieron de nuevo en camino.

SIMBOLISMO ASTRAL DE UN VIEJO MITO MESOAMERICANO

La circunstancia de que ocurriera precisamente en un TEOTLACHCO, lugar del genuino juego


de pelota, este primer enfrentamiento de Huitzilopochtli con Coyolxauhqui y los Centzon
Huitznahua, se presta desde luego a una interpretación astral. Con abundancia de testimonios y
argumentos Walter Krickeberg muestra en un interesante estudio las que a su juicio son
significaciones implícitas en el simbolismo religioso del juego de pelota mesoamericano.
Aduciendo representaciones de dicho juego, incluidas en códices como el Borgia (p. 35, 40 y
42), el Vindobonense (p. 7, 22) y el Nuttal (p. 15, 74. 80). destaca su carácter de símbolo del
cielo, bien sea del que se mira hacia al oriente o al poniente o sobre todo de aquél que se percibe
en su aspecto nocturno. Si el TEOTLACHTLI es una imagen del cielo, quienes allí juegan
representan a los distintos cuerpos celestes, Por eso en los códices con frecuencia se ven, en
asociación con un juego de pelota, deidades que sabemos están vinculadas con un astro
determinado. Entre otros dioses encontramos así a los que se relacionan con el sol, la luna, la
estrella de la luna y de la tarde y las cuatrocientas estrellas, es decir los astros innumerables...

Ahora bien, que los dioses jueguen a la pelota en el gran campo del cielo significa que en el
universo hay antagonismos y luchas entre las distintas fuerzas que son atributos de los dioses. Un
rico conjunto de mitos se halla vinculado estrechamente a tal concepción. En un relato puede ser
la deidad asociada con la estrella vespertina, Xólotl, la que resulta vencida. Tal parece ser el
sentido de la representación que podemos ver en la página 2 del Códice Borgia. En otro lugar
participan en la contienda, en el juego de pelota, dos Tezcatlipocas, el negro y el rojo, en tanto
que se indica que el sol está a punto de nacer. Un tal enfrentamiento se hallo quizás en relación
con el tema de los soles cosmogónicos que han de ser presididos por una deidad particular. Para
el final de estos ejemplos he dejado de intento el que aquí más interesa. Me refiero a las
representaciones en otros juegos de pelota, imágenes del cielo, en los que el combate cósmico es
precisamente el del sol en contra de la luna y las innumerables estrellas.

Tal especie de representaciones se halla en códices, tanto en algunos de la región central como
en otros de Oaxaca. De los primeros, citaré algunas muestras que se incluyen en el Códice
Borgia (p. 35 y 40) y de los de Oaxaca, en el Nuttal (p. 4, 15. 14) y en el Vindobonense (p.
20, 22). Otro ejemplo lo ofrece el famoso pectoral encontrado en la Tumba 7 de Monte Albán,
cuya pieza superior ostenta la forma de un juego de pelota.

De los ejemplos citados me fijaré aquí en uno que ha sido ya objeto de comentario por parte de
Krickeberg en el trabajo suyo que he mencionado. Se trata del incluido en la mitad derecha de la
página 22 del Códice Vindobonense. En ella aparece el símbolo del juego de pelota en su
extremo inferior derecho. En la parte media, extremo izquierdo, está la imagen de una diosa
decapitada. En el centro hay un conejo que representa al bebedor de pulque. A su derecha Y
arriba se miran tres magueyes. krickeberg atinadamente interpreta así la escena: el pulque, los
magueyes y el conejo son apuntamiento a los Centzon Totochtin, los Cuatrocientos Conejos,
dicho en una palabra “Los cuatrocientos” que, como los Huitznahua, representan aquí a las
estrellas. La diosa decapitada, ahora con los atributos de Xochiquétzal, es la joven deidad
lunar a la que el sol le ha cortado la cabeza. Como una especie de signo indicador del locativo,
aparece según hemos dicho, el tlachco. El enfrentamiento ha ocurrido en el TEOTLACHCO,
juego de pelota, símbolo del cielo.

Tomando todo esto en cuenta, resulta fundado suponer que el relato da Tezozomoc acerca del
enfrentamiento de Huitzilopochtli con Coyolxauhqui y los Centzon Huitznahua, en el juego de
pelota de Coatépec, tiene también un sentido astral. Allí aparece el Sol-Huitzilopochtli, que se
impone sobre los seres nocturnos y hostiles, la luna-Coyolxauhqui y las estrellas-Centzon
Huitznahua. Tal interpretación del relato mítico es evidentemente válida. Sin embargo pienso
que, en el caso de este relato mexica, es posible ahondar un soco más hasta encontrar UN
SEGUNDO PLANO DE significación…
El hecho es que estamos ante UNA FORMA DE PENSAMIENTO QUE FUE COMIJN a
pueblos distintos entra sí, como los nahuas, mixtecos, mayas y otros de Mesoamérica... Concebir
y representar al cielo como lugar de contienda del juego de pelota, parece ser, además, elemento
característico desde tiempos antiguos, en la visión del mundo de los mesoamericanos.
Consecuencia, que cabe derivar de lo anterior, es la de que los mexicas no fueron los forjadores
originales del mito, que habla de antagonismos astrales en un juego de pelota. Habrá que admitir,
por consiguiente, en esta materia, una amplia difusión cultural dentro del mismo ámbito de
Mesoamérica, originada en algún lugar de la misma, en época muy anterior a la entrada de los
mexicas en la región de los lagos.

En cambio -y esto nos lleva a percibir un segundo plano de significación- hay en la versión
mexica del mito algo que perece ser característico de ella. Lo que llamaremos su peculiaridad
consiste en haber atribuido a su propia deidad protectora ser la que entra en el juego da pelota
para vencer y aniquilar allí a sus rivales, la luna-Coyolxauhqui y las estrellas-Centzon
Huitznahua. Tal forma de repensar el mito implica por supuesto la identificación de
Huitzilopochtli con el sol. El enfrentamiento se sitúa en un tiempo primigenio pero a la vez
ligado con la peregrinación de los mexicas que van en busca da su tierra prometida. De este
modo la victoria sobre Coyolxauhqui y los Huitznahua, sin perder su primera connotación de
sentido astral, adquiere ahora la de UN TRIUNFO DEL DIOS DE LOS MEXICAS Y DE SU
PUEBLO SOBRE SUS ENEMIGOS. El que a lo ejecutado por Huitzilopochtli siga luego su
acción de sacar y devorar lo corazones de los vencidos -para adueñarse de su energía vital y su
destino-, es asimismo complemento que confiere ulterior significación al mito, más allá de su
primer sentido meramente astral.

EL TRIUNFO DE HUITZILOPOCHTLI EN OTRA VERSION DEL MITO

Otro relato, diferente del que hemos citado acerca del triunfo de Huitzilopochtli en el juego de
pelota, vamos a aducir en seguida. En él se habla también de la muerte de Coyolxauhqui y de los
Centzon Huitznahua a manos de Huitzilopochtli, pero en circunstancias que, aunque guardan
relación con la anterior versión del mito, se presentan como distintas. Podría decirse que este
otro texto parece ser indicio de una ulterior afinación en el pensamiento mexica, de lo que
realmente quiso expresar acerca de su dios Huitzilopochtli y el destino de quienes se
consideraban su pueblo escogido. El texto se encuentra en el Códice Matritense y se debe al
testimonio de los informantes de Sahagún.
Por vez primera se habla en acerca de Coatlicue, la diosa madre de Huitzilopochtli. Portentoso
es todo lo que, según este relato, ocurrió entonces. La acción se desarrolla en un tiempo y
espacio primigenios. Coatépec, en vez de ser meramente el lugar donde por un lapso estuvieron
asentados los mexicas, es ámbito mítico en el que se realiza el portento del nacimiento de
Huitzilopochtli...

En términos del pensamiento religioso de los mexicas ocurrió entonces la conjunción de tiempo
y espacio que marcó el arranque en la realización de su ulterior destino de grandeza. Eran ellos
los escogidos de Huitzilopochtli, el dios que se habla adueñado del TONALLI o destino de sus
cuatrocientos hermanos, los Centzon Huitznahua, De igual modo, a la nación mexica
correspondía sujetar a multitud de pueblos, recibir de ellos tributo y enriquecer su propio ser con
los que antes eran fuerza y destinos ajenos.

Todo esto que probablemente no resultaba entonces tan claro a los mexicas que, perseguidos y
hambrientos, se establecían en el islote, cabe suponer que se derivé, mucho más tarde, en la
conciencia del pueblo escogido de Huitzilopochtli, como fruto de repensar su propio pasado. El
pensamiento reencauzó profecía y mitos así vino a influir hondamente, provocando grandes
transformaciones en la propia sociedad mexicana y en su ámbito de dominación económica y
política...

Lo primigenio y portentoso, inherente a esta expresión mítica, penetró en la conciencia mexica,


la motivó hondamente y, como en un espejo, le mostró aquello que podía esperar si aceptaba su
destino. Los mitos se convirtieron así en “prólogo del cielo” que da sentido y apoyo al propio
ser. El mexica -nos dicen varios testimonios- no tenía rostro a los ojos de otros pueblos. La
realidad comenzó a cambiar cuando los seguidores de Huitzilopochtli se sintieron dueños de un
destino fincado en sus orígenes y predestinación. La palabra del mito es motivación. El
pensamiento recrea el propio pasado, según se quiere que haya sido, y tiñe con el su presente.
Sociedad, economía, organización política, arte y religión, todo se transforma en función de esa
imagen intencionada y vigorosa del pasado que trae y justifica el destino da grandeza de la
nación mexica en Mesoamerica. En resumen, es atributo de los seguidores de Huitzilopochtli
forjarse un pasado a la medida de lo que pretenden llegar a ser.”

CONCLUSIÓN

“Destino de grandeza” “repensar el pasado” y los mitos, “reencauzar profecía y mitos’, “forjarse
un pasado a la medida de lo que (se) pretende llegar a ser”... Expresiones todas ellas que quizás
encierran una clave para encender de nuevo el “impulso vital”, “el alma” de la nación mexicana
apagados luego de la destrucción de la cultura antigua tras la invasión europea tan sádica, tan
violentamente destructiva que hundió en el “desgane vital” al pueblo por siglos enteros:

“porque estos indios son imaginativos y al verse desarraigados

se van a los montes y se mueren da puro pesar y tristeza”

“Epidemias, encases, trabajo forzado, todos podrían parecer fenómenos conocidos al


tiempos prehispánicos y no ser suficientes para explicar una crisis demográfica de las
proporciones señaladas. Y es que además da esos desequilibrios se registro en América
durante el siglo XVI un fenómeno de “desgane vital” que no parece haber tenido paralelo
en la historia. La conquista rompió un mundo, un sistema coherente de creencias,
costumbres, actividades, e intentó establecer otro distinto. Dentro del nuevo sistema, los
indígenas quedaron en una posición de desamparo total, sin compensaciones sociales que
justificaran su papel dentro del conjunto da la sociedad.

Desde esa perspectiva es comprensible cómo la huida y la embriaguez fueron, recursos


importantes para eludir la violencia del nuevo sistema.

Esta gente común en todas las indias -escribió Zorita- se va diminuyendo y acabando…
dejan perdidas sus casillas y haciendillas, andan vagando en los montes… y algunos se han
ahorcado desesperados la gran aflicción que tenían con los atributos”.

En la “Crónica de N.P.S. Agustín en las provincias da Nueva España (1533-1592) se


mencionan casos da infanticidio y se relata cómo un “brujo” indujo a una multitud de indios
a suicidarse colectivamente en Michoacán. Zorita informa cómo los indios mixes y
chontales se rehusaron a procrear por varios años. En Colima, durante la visita de Lebrón de
Quiñones, se averiguó que varias tribus indígenas tenían ordenes de interrumpir cualquier
concepción para acabar con sus miembros en una generación. Así, al aborto sistemático, la
abstinencia conyugal, el suicidio colectivo, todos revelan un desgane vital. (MORENO
TOSCANO ALEJANDRA, “Nueva España a mediados del siglo”, “HISTORIA GENERAL
DE MÉXICO”, T-1, El Colegio de México, págs. 351-352).

Según Santiago Ramírez (El mexicano, Psicología de sus motivaciones), Florescano


(Memorias Mexicanas), Octavio Paz (El Laberinto da la Soledad), etc., ese “desgane vital”
persiste con fuerza hasta el presente. Lo peor es que parece no importarle a nadie. No hay
trabajos específicos al respecto, excepto los mencionados pero sólo en cuanto a señalar el
problema pero no en cuanto a cómo enfrentarlo.

¿Por qué no intentar restablecer la cultura pasada, la cultura del Anáhuac -su núcleo, su
filosofía y sus derivaciones fundamentales-? ¿Por qué no “reencauzar profecías y mitos”
(habría que intentarlo aún a riesgo de fracasar; total, ya más no se puede perder), que llevan
implícita la antigua concepción del universo, la antigua filosofía?

Quizás en la cultura antigua pueda encontrar se una vía para la construcción de ese
“paradigma nacional” del que estamos privados -a decir de Guevara Niebla- razón por la
cual nuestro espíritu no despliega las alas y no hay, por lo mismo, ni orgullo nacional, ni
unidad, ni grandeza en casi nada.

Son ya bastantes los que han planteado -entre ellos Juárez- que en nuestro pasado se
encuentra la llave del futuro. Los mexica, al no desdeñar el pasado, la herencia cultural, lo
comprobaron cuando al reciclar “profecías y mitos” descubrieron una poderosa palanca, un
mágico “impulso vital” desconocido por otros pueblos.

Un pueblo sin mitos, es un pueblo muerto.

Armando Blanco P.
HUIZILOPOCHTLI
Teocalli del Sol

MITO DEL NACIMIENTO DE HUITZILOPOCHTLI

Mucho honraban los mexicas a Huitzilopochtli

sabían ellos que su origen, su principio

fue de esta manera:

En Coatépec, por el rumbo de Tula,

había estado viviendo,

allí habitaba una mujer

de nombre Coatlicue.

Era madre de los cuatrocientos Surianos

y de una hermana de éstos

de nombre Coyolxauhqui.

Y esta Coatlicue allí hacía penitencia,

barría, tenía a su cargo barrer,

así hacia penitencia,

en Coatépec, la Montaña de la Serpiente.

Y una vez,
cuando barría Coatlicue,

sobre ella bajó un plumaje,

como una bola de plumas finas.

En seguida lo recogió Coatlicue,

lo colocó en su seno.

Cuando terminó de barrer,

buscó la pluma, que había colocado en su seno,

pero nada vio allí.

En ese momento Coatlicue quedó encinta.

Al ver los cuatrocientos Surianos

que su madre estaba encinta,

mucho se enojaron, dijeron:

-“¿Quién le ha hecho esto?

¿Quién la dejó encinta?

Nos afrenta, nos deshonra”.

Y su hermana Coyolxauhqui

les dijo:

“Hermanos, ella nos ha deshonrado,

hemos de matar a nuestra madre,

la perversa que se encuentra ya encinta.

¿Quién le hizo lo que lleva en el seno?

Cuando supo esto Coatlicue,

mucho se espantó,
mucho se entristeció.

Pero su hijoHuitzilopochtli,

que estaba en su seno

la confortaba, le decía:

-“No tenias,

y sé lo que tengo qua hacer”

Habiendo oído Coatlicue

las palabras de su hijo,

Y entretanto, los cuatrocientos Surianos

se juntaron para tomar acuerdo,

y determinaron a una

dar muerta a su madre,

porque ella los había infamado.

Estaban muy enojados, estaban muy irritados,

como si su corazón se les fuera a salir.

Coyolxauhqui mucho los incitaba,

avivaba la ira de sus hermanos,

para que .mataran a su madre.

Y los cuatrocientos Surianos se aprestaron,

se ataviaron para la guerra.

Y estos cuatrocientos Surianos,

eran como capitanes,

torcían y enredaban sus cabellos,


como guerreros arreglaban su cabellera.

Pero uno llamado Cuahuitlícac

era falso en sus palabras.

Lo que decían los cuatrocientos Surianos,

enseguida iba a decírselo,

iba a comunicárselo a Huitzilopochtli.

Y Huitzilopochtli le respondía:

-“Ten cuidado, está vigilante,

tío mío, bien sé lo que tengo que hacer”.

Y cuando finalmente estuvieron de acuerdo,

estuvieron resueltos los cuatrocientos Surianos

a matar, a acabar con su madre,

luego se pusieron en movimiento,

los guiaba Coyolxauhqui.

Iban bien robustecidos, ataviados,

guarnecidos para la guerra,

se distribuyeron entre sí sus vestidos de papel,

su anecúyotl, sus ortigas,

sus colgajos de papel pintado,

se ataron campanillas en sus pantorrillas,

las campanillas llamadas oyohualli.

Sus flechas tenían puntas barbadas.

Luego se pusieron en movimiento,


iban en orden, en fila,

en ordenado escuadrón,

los guiaba Coyolxauhqui.

Pero Cuahutlícac subió en seguida a la montaña,

para hablar desde allí a Huitzilopochtli,

le dijo:

-“Ya vienen”-

Huitzilopochtli le respondió:

-“Mira bien por dónde vienen”.

Dijo entonces

Cuahuitlícac:

“Vienen ya por Tzompantitlan”

Y una vez más le dijo Huitzilopochtli:

-“¿Por dónde vienen ya?

Cuahuitlícac le respondió:

-“vienen ya por Coaxalpan”.

Y de nuevo Huitzilopochtli preguntó:

-“Mira bien por dónde vienen”.

En seguida te contestó Cuahuitlícac:

-“vienen ya por la cuesta de la montaña”.

Y todavía una vez más le dijo huitzilopochtli:

-“Mira bien por dónde vienen”.

Entonces le dijo Cuahuitlícac:


-! Ya están en la cumbre, ya llegan,

los viene guiando Coyolxauhqui”.

En ese momento nació Huitzilopochtli,

se vistió sus atavíos,

su escudo de plumas de águila,

sus dardos, su lanza-dardos azul

el llamado lanza-dardos de turquesa.

Se pintó su rostro

con franjas diagonales,

con el color llamado ‘pintura de niño.

Sobre su cabeza colocó plumas finas,

se puso sus orejeras.

Y uno de sus pies, el izquierdo era enjuto,

llevaba una sandalia cubierta de plumas,

y sus dos piernas y sus dos brazos

los llevaba pintados de azul.

Y el llamado Tochancalqui

puso fuego a la serpiente hecha de teas

llamada Xiuhcóatl,

que obedecía a Huitzilopochtli.

Luego con ella hirió a Coyolxauhqui,

le cortó la cabeza,
la cual vino a quedar abandonada

en la ladera de Coatépetl.

El cuerpo de Coyolxauhqui

fue rodando hacia abajo,

cayó hecho pedazos,

por diversas partes cayeron sus manos,

sus piernas, su cuerpo.

Entonces Huitzilopochtli se irguió,

persiguió a los cuatrocientos Surianos,

los fue acosando, los hizo dispersarse

desde la cumbre del Coatépetl,

la montaña de la serpiente.

Y cuando los había seguido

hasta el pie de la montaña

los persiguió, los acosó cual conejos,

en torno de la montaña.

Cuatro veces los hizo dar vueltas.

En vano trataban de hacer algo en contra de él,

en vano se revolvían contra él,

al son de los

cascabeles

y hacían golpear sus escudos.


Nada pudieron hacer,

nada pudieron lograr,

con nada pudieron defenderse.

Huitzilopochtli los acoso, los ahuyento,

los destruyó, los aniquilo, los anonado.

Y ni entonces los dejó,

continuaba persiguiéndolos.

Pero, ellos mucho le rogaban, le decían:

-“¡Basta ya!”.

Pero Huitzilopochtli no se contentó con esto,

con la fuerza se ensañaba contra ellos,

los perseguía.

Sólo unos cuantos pudieron escapar

de su presencia,

pudieron librarse de sus manos.

Se dirigieron hacia el sur,

porque se dirigieron hacia el sur

se llamar Surianos,

los pocos que escaparon de las manos de Huitzilopochtli.

Y cuando Huitzilopochtli les hubo dado muerte,

cuando hubo dado salida a su ira,

les quité sus atavíos, sus adornos,

su anecúyotl,
se los puso, se los apropió

los incorporó a su destino,

hizo de ellos sus propias insignias.

Nadie apareció jamás como su padre.

A él lo veneraban los mexicas,

le hacían sacrificios,

lo honraban y servían.

Y Huitzilopochtli recompensaba

a quien así obraba.

Y su culto fue tomado de allí,

de Coatépec, la montaña de la serpiente,

como se practicaba desde los tiempos

más antiguos.

Códice Florentino,
libro. III, capítulo 1.
Traducido del náhuatl por
M. León-Portilla en
MÉXICO-TENOCHTITLAN:
SU ESPACIO Y TIEMPO SAGRADOS.
INAH, pág. 74

COYOLXAUHQUI

Coyolxauhqui, “la que se afeita a la manera antigua” o “la del rostro pintado con cascabeles”, es
la luna dentro del mito de Huitzilopochtli, su hermano uterino, hija de la Coatlicue. Diosa que
muere diariamente descuartiza por la Xiuhcóatl “serpiente de fuego”, arma de la deidad solar.
Impera en el cielo de noche y sucumbe con el brote del día.

En su simbolismo multifacético destaca su condición de luna relacionada con las aguas y la


tierra, la fertilidad, el nacimiento, y la guerra cósmica entre sol y luna, día y noche.
En la cabeza monolítica tallada en diorita observa portando un tocado formado por tres rosetones
concéntricos de plumas de águila: ocho en el primero, catorce en el segundo y veinticuatro en el
tercero. Da esta última hilera sale un colgajo rematado con seis plumas, que complementan un
total de 52, número de los años que contiene el siglo mexica. Lleva orejeras y nariguera; tres
cascabeles en cada mejilla con el jeroglífico Teocuitlatl, “excremento de dios, oro; su peinado
decorado con bolas de plumón; en el cuello cercenado aparecen entrelazadas las serpientes de
agua y fuego, Atltlachinolli, símbolo de la guerra; y el Aztamecatl, “cordel blanco” que usan los
guerreros y los penitentes.
COYOLXAUHQUI

En la piedra oblonga, depositada a los pies de la escalinata del Templo Mayor (Vei Teocalli),
bajo el santuario dedicado a Huitzilopochtli, encontramos los mismos elementos: penacho de
plumas de águila propia de los guerreros; plumones de águila en bolas que asemejan caracoles,
“símbolo de la muerte” que siempre llevan los inmolados; varios aztemécatl, cordeles blancos
que terminan en cabezas de serpiente
COYOLXAUHQUI

que la atan a manera de torniquete en tobillos, brazos y cintura; rodilleras que son la cabeza de la
Xiuhcóatl, “serpiente de fuego”; ajorcas de oro, pulseras y protectores con cascabeles; cactli,
sandalias; un cráneo asociado con Mictlantecuhtli, “Señor del Inframundo” y que representa su
muerte diaria. La posición de los brazos y piernas desprendidos del tronco, forman el signo ollin,
“movimiento” propio del astro solar; orejeras, nariguera y cascabeles pintados en las mejillas.

Tomado de “DIOSES PREHISPÁNICOS DE MÉXICO”


de Adela Fernández, Edit. Panorama, pág. 122

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