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La medicina es un campo muy amplio, y sin duda alguna uno de los más
interesantes para nosotros. ¿Por qué? Probablemente, por nuestro afán de
autodiagnóstico, nuestra hipocondría y nuestra fascinación por los
psicofármacos. ¿Quién no escuchó alguna vez el consejo de la abuela sobre
bajar la fiebre o escuchó como una vecina se automedicaba para la depresión?
Hoy quiero sacarte de la ignorancia derrumbando algunos mitos acerca del
cuerpo humano que permanecen en el tiempo.
Las calorías no son algo físico, sino una forma de medir el calor y no era un término
originalmente empleado en la nutrición. Si comemos algo con un bajo contenido
nutricional pero poco calórico, será muy malo para nuestra salud. Diferentes alimentos
con el mismo valor calórico producen diversos resultados, ya que lo más importante es
cómo procesa el cuerpo el azúcar y los otros nutrientes.
Siempre se ha dicho que necesitamos dormir ocho horas al día, pero no es así: los
afortunados poseedores del gen ABCC9 pueden dormir muchas menos horas sin
sentirse cansados. Además, la sustancia llamada orexina A actúa como sustituto del
sueño, se encuentra en nuestro cuerpo de forma limitada, por lo que al agotarse nos
sentimos cansados.
Por ende, si bien ocho horas de sueño no es estrictamente necesario, es una buena
recomendación.
Cuando tenemos un metabolismo rápido, nuestro cuerpo quema más calorías. Sin
embargo, eso no quiere decir que las personas con esta característica son delgadas y
saludables. Estudios realizados por la Clínica Mayo demuestran que las personas con
obesidad o sobrepeso tienen metabolismos más rápidos, ya que el metabolismo mide la
cantidad de calorías necesarias para que el cuerpo funcione.
Por tanto, el problema de peso de las personas está más relacionado con el sedentarismo
que con el metabolismo, así como también con la dieta inadecuada y algunos problemas
de salud.
Sin embargo, es cierto que las personas suelen contraer gripe más fácilmente en
invierno. ¿Por qué? Probablemente porque, si el virus necesita el contacto, en invierno
es cuando pasamos más tiempo en el interior, por lo que si una persona está enferma en
casa o en el trabajo, es más probable que nos contagiemos.