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DISPUTACION XXXI

LA DISTINCION ENTRE LA ESENCIA


Y LA EXISTENCIA

RESUMEN
Una vez concluido el tratado sobre Dios -primer miembro de la división del
ente---3 corresponde ahora hablar del segundo miembro de dicha división, que es
© Editorial Gredas, Madrid, 1963. el ente finito o creado. El objeto de esta disputación es explicar su razón común o
esencia. Podríamos dividirla de la siguiente manera:
l . - La distinción de esencia y existencia. Especial consideración de la esencia
(Sec. 1-6).
ll.- La existencia; sus causas y efectos (Sec. 7-10).
lll.- Clases de existencia; separabilidad de esencia y existencia y clase de
composición que constituyen (Sec. 12-13).
IV.- La relación de dependencia a Dios en el ente creado (Sec. 14).
SECCIÓN I
1ustificado el problema (1) y aclaradas las nociones básicas (2), expone las
sentencias. La primera defiende la distinción real (3) con abundancia de argumen-
tos (4-10). La segunda defiende la distinción ex natura rei o formal (11). La
tercera sólo admite distinción de razón (12), posición que Suárez hace suya (13-14).
SECCIÓN II
Está dedicada a la clarificación del concepto de esencia. En primer lugar, antes
de ser producida) no posee ser real alguno (1), siendo errónea la opinión contra-
ria (2-5). Propuestas las objeciones contra la tesis sentada (6), se les da respuesta
detallada (7-11).
SECCIÓN I!I
,Lleva el problema a la consideración potencial y actual 4el ente, busccmdo la
dtstinción entre esos dos estados (1 ). Comienza por explicar el concepto de poten-
ciª" ob¡etz~a (2), para fundar la negación de su realidad actual (3-4). El ente en
acto añade a la esencia en potencia objetiva la existencia, pero sólo se trata de una
adición de razón (5), ya que, en realidad, se trata del estado de pura posibilidad
de la esencia y del estado de actualidad de la misma (6-7), o sea, de una distinción
entre no-ente y ente (8).
SECCIÓN IV

N. 0 de Registro: 2090-60.-Depósito Legal: M. 2016-I960


¿Qué es lo que hace actual a la existencia? (1). Tiene que ser algo real y
actual (2); pero no tiene que ser una existencia que forme composición real con
Gráficas Cóndor, S. A.- Aviador Lindbergh, 5.- Madrid- 2.
B:________________________:D=-::is~p::cutaciones metafísica~ Resumen 9

ella (3), sino que basta el ser de la actualidad de la esencia misma (4), según se cuanto a la causalidad eficiente, hay que atribuírsela a la existencia, en contra de
prueba con diversos argumentos (5-6) y respondiendo a las objeciones (7). los que sólo le dan categoría de condición (16-19).

SECCIÓN V SECCIÓN XI
¿Exige la existencia de las cosas algo, además del ser actual de la esencia? Se ocupa de las diversas clases de existencia (1). Las naturalezas comunes no
Expuesto el problema (1), se reconoce la necesidad de la causa eficiente, por lo tienen existencia distinta de la de las realidades singulares (2-4 ). La naturaleza
menos en los seres finitos (2 ). Pero puede necesitar también algún modo3 que es tiene su existencia distinta de la del supuesto (5-6), por más que se pueda decir
el de inherencia en los accidentes (3-4) y el de subsistencia en la sustancia (5), del que la existencia completa sólo compete al supuesto (7). Las partes de la natu·
que se prueba que es distinto de la existencia sustancial (6~9). Fuera de esto, raleza compuesta tienen sus existencias parciales (8), resultando de esto que no
prueba que no se necesita nada más (10-13) y se refuta una objeción en contra (14). toda existencia es simple (9 ). Dedica luego largos números al análisis y refutación
SECCIÓN VI de las objeciones contra la doctrina defendida (9-20), para explicar la relación
entre la existencia de la materia y la de la forma (21) y en qué sentido se llama
Centrada ya la cuestión sobre la distinción entre esencia y existencia, se niega a la existencia acto último (22). Respecto de los accidentes se defiende también
que sea real, cualquiera que sea la forma de proponer esta sentencia (1~8); se hace que tienen existencia propia (23-29), debiendo afirmarse proporcionalmente lo
otro tanto con la distinción modal (9-12), para acabar demostrando la sola distin- mismo de los modos (30-31), consecuentes con la identificación de esencia y
ción de razón (13-15), rechazando algunos modos erróneos de explicar este modo existencia (32). Incluso la relación tendrá una existencia relativa proporcionada a
de distinción (16-22) y puntualizando Suórez su propio pensamiento (23-24) su realidad (33-34). Cuando se dice, pues, que una realidad no tiene más que
una existencia, hay que entenderlo de la existencia adecuada a la realidad total (35).
SECCIÓN VII
¿Qué es, pues, la existencia? No es un accidente (1-2), sino una especie de SECCIÓN XII
act_q p término. de la esencia (3-4); no una realidad, o modo añadido a la esen-
cia (5), ni un ente incompleto (6). Cierra la sección con aplicaciones a la predi- Explicados los diversos modos de separación que se pueden concebir entre la
cación contingente de la existencia (7) y al sentido de la doble cuestión aristotélica, esencia y la existencia (1), se afirma que la existencia no puede conservarse sin
an est y quid est (8). su esencia (2-4 ), que es contradictorio que la esencia se conserve sin ninguna
existencia (5-6), que la esencia y la existencia no pueden conservarse separa-
SECCIÓN VIII das (7-8) y que una cosa no puede existir con una existencia ajena sin la propia
Justificado el tratar de las causas de la existencia (1), s.m centra sobre la causa (9-12), debiendo responder a las objeciones contra esta última afirmación, tanto en
eficiente próxima y sobre las causas intrínsecas (2 ). Sobrt; la causa material, hay el plano filosófico (13) como en el teológico, sobre todo las referentes a la huma-
que afirmar lo mismo que se dijo respecto de la esencia de la que se predica la nidad de Cristo (14-33). La última afirmación mantiene la posibilidad de que la
existencia (3-5). En cuanto a la formal, confiere este papel a la forma (6-7), aunque esencia actual se destruya totalmente con su existencia (34-37). Contra esto se
con muchas limitaciones, rechazando modos inadecuados de explicar esta causa- presenta la objeción de que, en tal caso, no habría proposiciones de verdad eterna
lidad (8-11). Hasta cierto punto, incluso es causa formal de la existencia de la sobre las criaturas contingentes (38-40); propuesta la ,opinión común que defiende
materia (12-13). Termina con una alusión a la función finalizadora de la forma (14). la verdad eterna de estas proposiciones ( 41 ), se la explica y restringe al único
modo legítimo de entenderla (42-45), saliendo también al paso de las dificulta-
SECCIÓN IX des (46) y dudas (47).
Limitado el problema de la causa eficiente próxima a las cosas que se originan
por generación o corrupción (1), se exponen las posiciones. La primera atribuye SECCIÓN XIII
a Dios solo la eficiencia de la existencia (2-3). La segunda concede a las cosas Necesidad de estudiar qué clase de composición forman la esencia y la exism
una causalidad instrumental (4). La tercera les atribuye una eficiencia propia sobre tencia (1). Conveniencias y diferencias con la composición de materia y forma (2-3),
la existencia (5), a la que se defiende como la única verdadera contra razones y Y análisis de la posición de Cayetano: de la composición de esencia y existencia re-
objeciones en contra (6-17). Sigue luego una demostración directa (18-23) y se sulta un uno per se (4); forman composición ex his y no sólo cum his (5-6). Es sólo
comparo la producción de la existencia con la producción de la esencia (24-25). analógicamente composición (7) y es composición de razón (8); pero con funda-
mento objetivo (9). Precisamente debido a este fundamento es propia de las
SECCIÓN X
criaturas (10). Responde luego a objeciones puestas partiendo de la no realidad
'Justificada la oportunidad de tratar ahora de los efectos de la existencia (1), de los extremos cpmponentes (11-13 ), o de que el ser de la criatura no sería un
se plantea el problema respecto de esos efectos en las otras cosa~, no en la esencw ser recibido (14-15) y subsistente (16-18). Cuestiones consecuenciales: hay diver-
propia (2-3), y se deja fuera de consideración la causalidad fznal (4). Sobre la sidad esencial entre las existencias (19-20); comparación de la esencia y la existencia
causalidad formal o material, niegan estas funciones a la existencia ~o~, que la desde el ángulo de la perfección (21-23 ). Ultimo problema: ¿qué composición
distinguen realmente de la esencia (5-6). Suárez debe rechazar esa postcwn como pertenece al concepto del ente creado? (24 ). Le pertenece la composición de razón
incompatible con la tesis que defiende (7-12), siendo preciso r~sponder a las o su fundamento; y, además, alguna composición real, que no es la de esencia
objeciones que se derivan de la potencialidad de la causa materwl (13-15). En y existencia (25-27), o, por lo menos, aptitud para tal composición (28-29).
1O Disputaciones metafísicas

SECCIÓN XIV
Explicación del ente creado por comparación con el increado (1). Esencial de-
pendencia del pi'Ímero respecto del segundo (2), de la que es consecuencw el
supremo dominio de Dios y la sujeción de la criatura (3-5). Discusión de si esta
subordinación pertenece a la esencia o es una propiedad (6-11 ).

DISPUTACION XXXI
LA ESENCIA DEL ENTE FINITO EN CUANTO TAL, SU EXISTENCIA Y
DISTINCION ENTRE UNA Y OTRA

Después de haber hablado del ente primero y principal, el cual es también


el objeto primario y el significado y analogado primero de toda la significación y
ámbito del ente, debemos continuar nuestra exposición por el otro miembro pro-
puesto en la primera división, es decir, por el ente finito y creado. Pero, al no
tratarse de un ente absolutamente uno, sino únicamente con unidad de abstracción
o de razón común y que comprende bajo si pluralidad y diversidad de razones de
entes, son necesarias dos cosas para la exposición de este miembro: en primer
lugar hay que explicar en qué consiste la razón común de ente creado o finito,
que es el fin propuesto en esta disputación; luego deben exponerse sus divisiones
o subdivisiones hasta las últimas razones de entes que están comprendidas bajo el
objeto de la metafísica anteriormente propuesto.

SECCION PRIMERA
¿SE DISTINGUEN REALMENTE LA EXISTENCIA Y LA ESENCIA
DEL ENTE CREADO?

1. Puesto que, como hemos visto con anterioridad, el ente en cuanto ente
ha recibido esta denominación del ser, y por el ser o por orden al ser tiene razón
de ente, por ello mismo, para explicar la razón de ente creado, comenzamos por
la comparación de la esencia y del ser. Se presentan sobre este problema muchos

DISPUTATIO XXXI creati seu finiti, quod in hac disputatione


DE ESSENTIA ENTIS FINITI UT TALE EST ET propositum est; deinde divisiones vel sub-
DE ILLIUS ESSE EORUMQUE DISTINCTIONE divisiones eius tradendae sunt usque ad ul-
timas rationes entium quae sub obiecto me-
Postquam díctum est de primo ac praeci- taphysicae superius pasito cornprehenduntur.
puo ente, quod et est totius metaphysicae
primarium obiectum, et primum significatum SECTIO PRIMA
et _analogatum totius significationis et habi- AN ESSE ET ESSENTIA ENTIS CREATI
tudinis entis, dicendum sequitur de altero DISTINGUANTUR IN RE
membro in prima divisione proposito, id est,
de ente finito et creato. Quía vero illud non 1. Quoniam, ut in superioribus visum est,
est unum simpliciter, sed tantum secundum ens, in quantum ens, ab esse dictum est et
abstractiopem seu communem rationem, plu- per esse vel per ordinem ad esse habet ra-
resque ac varias rationes entium sub se com- tionem entis, ideo, ad declarandum rationem
prehendit, ideo ad huius membri expositio- entis creati~ a comparatione essentiae et esse
nem duo facienda sunt: prius declarandum initium sumimus. De qua multa tractanda
est in quo posita sit communis ratio entis occurrunt quae ad intelligendam essentia.m
12 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección primera 13
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puntos que tratar, que son absolutamente necesarios para comprender la esencia e intrlnseco para la realidad existente, cosa que parece de por sí evidente. En
del ente creado en· cuanto tal y sus propiedades; mas la raíz de todos ellos está en efecto, es .en virtud de la exi~tencia por 1~ que se entiende que una cosa es algo
el que hemos planteado, concretamente en cómo se distinguen el ser y la esencia. en la ~eahdad; lue~o. es precisO que tamb1én e~a sea algo real, y que sea íntima,
2. Doy por supuesto que por ser 1 entendemos la existencia actual de las es decir, qu~ se de mtr.ínsecamente en la real.Idad misma. Porque una cosa no
cosas, a fin de que no haya equivocidad en las palabras y no sea preciso hacer puede ser existente en virtud de alguna denommación extrínseca o de algún ente
luego distinciones sobre el ser de la esencia, de la existencia, o de la subsistencia, de razón; de otra suerte, ¿cómo la existencia constituiría al ente real en acto y
o de la verdad de la proposición. En efecto, el ser de la esencia, si se lo concibe fuera de la nada?
como verdaderamente distinto de la existencia, no añade nada real a la esencia
misma, sino que se diferencia de ella únicamente en el modo como es concebido
o significado; por consiguiente, de la misma manera que la esencia de la criatura La primera sentencia afirma que se distinguen 'realmente
en cuanto tal, en virtud de su concepto, no expresa algo real que posea el ser
actualmente fuera de sus causas, asimismo el ser de la esencia en cuanto tal, si 3. Respecto de esta existencia de la criatura hay diversas opiniones. La
nos reducimos precisivamente a él, no expresa el ser actual por el que la esencia primera es que la existencia es una realidad distinta de modo totalmente real de
quede constituida actualmente fuera de las causas; puesto que, si el ser actual- la entidad de la esencia de la criatura. Se cree que la opinión de Santo Tomás es
mente de este modo no pertenece a la esencia de la criatura, tampoco podrá ésta, y, así entendida, fue seguida por casi todos los antiguos tomistas. Los prin-
pertenecer al ser de su esencia; luego el ser de la esencia de la criatura en cuanto cipales pasajes de Santo Tomás son I, q. 3, a. 4; II cont. Gent., c. 52; De ente
tal prescinde de suyo del ser actual fuera de las causas, en virtud del cual una et essentia, c. 5; IV Metaph., lec. 2. Interpretan dichos lugares en este sentido
cosa creada es puesta fuera de la nada, que es lo que significamos con el nombre Capréolo,, In 1, dist. 8, a. 1, q. 1; Cayetano, en el lugar citado de I p.; In De ente
de ser de existencia actual. Y, por lo que se refiere al ser de la subsistencia, no et essentza; el Ferrariense, en el pasaje citado de la cont. Gent; Soncinas, en el
sólo es más limitado que el ser de la existencia, ya que éste es común a la IV Metaph., q. 12; Iavello, en el tratado De Transcendent. Del mismo modo
sustancia y a los accidentes, mientras que aquél es peculiar de la sustancia; sino Egidio, 1": 1, dist. 2, q. 4, a. 1, y con toda amplitud en el De ente et essentia:
que, además, el ser de la sustancia -según doy por supuesto, por lo que luego ~· 9 y sigts'? Y en el Quodl. l, q. 2. Se cita también a Alberto Magno, Super
se ha de probar- es algo distinto del ser de la existencia sustancial de la natu- lzb. De causts, propos. 8; a Avicena, lib. V de su Metafísica, c. 1.
raleza creada y separable del mismo, por el hecho de no constituir a la naturaleza 4. Son muchos los argumentos con los que suele probarse esta sentencia.
en la razón de entidad actual, que es lo que corresponde a la existencia. Y el ser El primero es porque los predicados esenciales convienen a la criatura sin inter-
de la verdad de la proposición de suyo no es un ser real e intrlnseco, sino que vención de la causa eficiente; pues precisamente por esto fue· verdadero desde
es una especie de ser objetivo en el entendimiento que compone, razón por la cual la eternidad afirmar que el hombre es animal racional; ahora bien, la existencia
conviene también a las privaciones. En efecto, en este sentido decimos que existe no convi~ne a la criatura si no ~s en vi:tud de la causa eficiente, no pudiendo,
la ceguera o que un hombre es ciego, como expone con más extensión Aristóteles por lo mismo, afirmarse que la cnatura existe actualmente si no ha sido producida·
en el lib. V de la Metafísica, c. 7. La explicación, por lo tanto, se refiere a la luego la e~is~en~ia de !a criatura es una realidad distinta de su esencia, puest~
existencia creada. Respecto de ella darnos, además, por supuesto que es algo real que una e 1dent1ca reahdad no puede ser y no ser en virtud de la causa eficiente.
Y si se objeta que al producirse la criatura no sólo se produce su existencia, sino
entis creati ot sic et proprietates eios omni- tiae creaturae ut sic ex se praescindit ab
no necessaria sunt; radix vero omnium est esse actuali extra causas, quo res creata fit
extra nihil, quod nomine esse existentiae ac- existenti, quod videtur per se notum. Nam q. 1; Caiet., loe. cit. I p., De Ente et essent.;
id quod proposuimus, scilicet, quomodo esse
tualis significamos. Esse autem subsistentiae~ per existentiam res intellígitor esse aliquid in Ferrar., dicto loco cont. Gent.; Soncin., in
et essentia distinguantor. rerum natura; oportet ergo ut et ipsa aliquid
2. Suppono autem per esse nos intellige- et contractius est quam esse existentiae, hoc IV Metaph., q. 12; Iavellus, tract. de Trans-
reale sit, et sit intima, id est, intra ipsam cendent. Item Aegid., In I, dist. 2, q. 4,
re existentiam actualem rerum, ne sit aequi- enim substantiae et accidentibus commune
est, illud vera est substantiae proprium; et rem existens. Nec enim res esse potest exi~ a. 1, et latissime de Ente et essent., q. 9, et
vocatio in verbis nec sit necessarium postea stens per aliquam extrinsecam denorninatio-
distinguere de esse essentiae, existentiae, aut praeterea esse substantiac (ut suppono ex in~ seqoent., et Quodl. I, q. 2. Citantur etiam
fra probandis) distinctum quid est ab esse nem; vel aliquod ens rationis; alioqui qua- Albert., sup, lib. de Causis, propos. 8; Avi-
subsistentiae, aut veritatis propositionis. Nam
esse essentiae, si vere condistinguitur ab existentiae substantialis naturae creatae et modo existentia constitueret ens actu reale et cen., lib. V suae Metaph., c. 1.
extra nihil? 4. Argumenta quibus haec sententia sua-
existentia, nihil rei addit ipsi essentiae, sed separabile ab ipso, quia non constituit natu-
solum differt ab illa in modo qua concipitur ram in rntione actoalis entitatis, qood perti- deri solet multa sunt. Primum 1, quia prae-
Prima sententia affirmans distingui dicata essentialia conveniunt creaturae absque
vel s.ignificntur; unde, sicut essentin crentu~ net ud existentiam. Esse autem veritatis pro- realiter
rae ut sic ex vi sui conceptos non dicit positionis ex se non est esse reale et intrin- interventu causae efficientis; propter hoc
secum, sed est esse quoddarn obiectivum in 3. De hac igitur existentia creaturae va~ enim ab aeterno fuit verum dicere hominem
quod sit aliquid reate acto habens esse extra riae sunt opiniones. Prima est existentiam
causas suas, ita esse essentiae ut sic, prae- intellectu componente, unde convenir etiam esse animal rationale; sed existentia non
privationibos. Sic enim dicimus caecitatem esse rem quamdam distinctam omnino reali- convenit creaturae nisi per causam efficien-
, cise in illo sistendo, non dicit esse actuale
esse, vel hominem esse caecum, ut latius ter ab entitate essentiae creaturae. Haec tem, et ideo non potest creatura dici actu
quo essentia extra causas constitoatur in ~xistimatur esse o:pinio D. Thomae, qu.am
actu; nam, si es se in a etu hoc modo non Arist., V Metaph., c. 7. Est ergo sermo de esse nisi facta sit; ergo esse creaturae est
existentia creata, De qua praeterea supponi- m h~c sensu secutl sunt fere omnes antiqui res distincta ab essentia eius, quia non pot-
est de essentia creaturae, nec pertinere pot- thomtstae. Loca D. Thom. praecipua sunt,
erit ad esse essentiae eius; ergo esse essen- mos esse aliqoid raale et intrinsecom rei est una et eadem res esse et non esse per
I, q. 1; a. 4, II cont. Gent., c. 52, De Ente efficientem causam. Quod si dicas, cum fit
e~ :ssent., c. S, IV Metaph., lect. 2. Quae creatura, non solum fieri esse~ sed etiam
1 El doble significado -ser y existencia- que en esta disputación tiene esse nos im- s1c mterpretatur Capreol., In I, dist. 8, a. 1, essentiam creaturae, respondetur non fieri es-
pide traducir uniformemente. A veces no es fácil saber qué traducción es más acertada.
(N. de los EE.) 1 Haec prima ratio tractatur late infra, sect. 12, in fine.
14 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección primera 15
también su esencia, se responde que no se produce la esencia, sino la ese~cia bajo composición, en primer lugar, no es común a todas las cosas, puesto que no
la existencia, es decir, una esencia existente, y que, por tanto, no se s1gue que conviene a los accidentes; además provoca las mismas discusiones que la compo-
la esencia producida se distinga de la esencia tomada de modo absoluto, si no es sición de existencia y esencia: si, pues, se admite aquélla en las sustancias creadas,
por razón de la existencia que le añade. ¿por qué· no se admite también ésta? Por fin, la tercera composición no se ordena a
5. Argumento, en segundo lugar, porque el ser de la criatura es un ser la constitución de la sustancia, siendo así que ahora tratamos de la composición y
recibido en algo; luego es recibido en la esenci~, ya que no pue~e pensarse otra simplicidad sustancial. De estas cosas se deduce, finalmente, un argumento uni-
cosa en que sea recibido; luego es una realidad d1stmta de la esencia, pues una rea- versal, porque se infiere, al menos en el plano de la posibilidad, que no repugna
lidad idéntica no puede ser recibida en sí misma. El primer. antecedente se pr~eba, a la criatura en cuanto tal carecer de toda composición real, y ser, por lo mismo,
porque el ser irrecepto es un ser subsistente. por sí en v~rtud de su actu~h?arl_, sumamente simple, lo cual constituye un inconveniente, puesto que esto parece
puesto que está tot~lmente separado de un SUJeto o potenc1a. en que sea recibido· ser propio de Dios. La consecuencia es manifiesta, no sólo porque no existe razón
luego es el ser perfectísimo y supn?m~, y, en consecuenc1~, a~to puro y algo de que haya mayor repugnancia en excluir las otras composiciones que ésta de
infinito en la razón de ser; por cons1gmente, resulta contradlctono que el ser de existencia y esencia; sino también porque resulta posible la conservación de una
la criatura sea totalmente irrecepto. Y se confirma por el hecho de que un naturaleza sustancial simple sin accidente alguno.
ser tal no tiene razón de limitación; pues ni se limita por la potencia en que es 7. En cuarto lugar, en una sustancia cómpuesta de materia y forma, la exis-
recibido si no la tiene, ni tampoco por un acto o diferencia que se comporte a tencia es algo distinto de la materia y de la forma y de la naturaleza compuesta
modo d~ acto respecto de la existencia, pues, siendo la ex:istencia la actualidad de ambas; luego es una realidad distinta de la esencia total de dicha sustancia.
última, no se constituye por un acto por el que esté limitada. Por tanto, para q~e Luego lo mismo sucederá en los demás entes creados. Esta consecuencia es evi-
el ser de la criatura sea finito y limitado, es preciso que sea acto de una esenc1a dente respecto de las cosas menos perfectas; por lo que se refiere a las realidades
en la que se recibe y por la que es limitado. más perfectas, como son las sustancias espirituales, puede parecer falta de consis-
6. El tercer argumento puede ser, porque toda criatura es compuesta con tencia, puesto que tales sustancias, del mismo modo que son más perfectas,
composición verdadera y real; ahora bien, la composición primera y gene~al só~o igualmente pueden ser más simples. Sin embargo, de acuerdo con el problema
puede ser la de existencia y esenci~; luego toda c:ia~ura se compone de ext~te.nc1a que estamos tratando, la ilación es perfecta, ya porque, si se admite la distinción
y esencia como de acto y _potencm realmente dtst:ntos. La ~axor es e~1dente, real de existencia y esencia en alguna cosa creada, no puede aducirse razón alguna
porque, si hubiese alguna cnatura e? la que no s.e dtese composiciO~ real nm~una, por la que se niegue que se distinga en las demás, porque, si no resulta contra-
habría alguna criatura totalmente s1mple; por eJemplo, la sustancta de un angel dictoria la distinción en virtud de la esencia y de la existencia en cuanto tales,
actualmente existente, si no estuviera compuesta de esencia y existencia, sería tampoco será contradictoria por razón de una esencia y de una· existencia concreta
simple de modo sustancial y absoluto, y en este sentido se equipararía de alguna creadas. Ya también, porque, si en alguna criatura se encuentran una existencia
manera a la perfección divina. Y si se objeta que podría quedar la comp·osición y una esencia distintas, no es por el hecho de poseer una talidad determinada,
de género y diferencia, o la de naturaleza y supuesto, y la de sujeto y accidente, sino por tratarse de una criatura, y porque en ella la esencia se compara a la
nada de esto resulta satisfactorio, porque la primera composición no es real, sino existencia como la potencia a un acto que está fuera de su quididad y sin el que
de razón, motivo por el que no excluye una perfecta simplicidad real. La segunda no puede ser concebida, razones que son comunes a toda criatura. Nos queda

sentiam, sed fieri essentiam sub esse seu stituitur per actum quo limiteur. Ut ergo Secunda vero compositio primum non est ex utraque; ergo est res distincta a tata es-
fieri essentiam existentem, et ideo non sequi esse creaturae sit finitum et limitatum, ne- universalis omnibus rebus, quia non conve- sentia talis substantiae; ergo idem erit in
essentiam factarn distingui ab essentia abso- cesse est ut sit actus essentiae in qua reci- nit accidentibus; deinde eamdem habet con- reliquis entibus creatis. Haec consequentia
lute, nisi ratione existentiae quam illi addit. pitur et per quam limitatur. . troversiam quam compositio ex esse et es- est evidens quoad res minus perfectas; quoad
S. Secundo argumentar 1, quia esse crea- 6. Tertia ratio sit, quia omms creatura sentía; si ergo illa · admittitur in substantüs res vero perfectiores, ut sunt substantiae
turae est esse receptum in aliquo; ergo in est composita vera et reali compositione; creatis, cur non etiam hae e? Ter tia tandem spirituales, videri potest infirma, quia illae
essentia, non enim potest excogitari aliud in sed prima et generalis compositio r_ealis so- compositio non es t ad constituendam sub- substantiae, sicut sunt perfectiores) ita pos-
quo recipiatnr; ergo est res distincta ab es- lurn esse potest ex esse et essentta; ergo stantiam; nunc autem agimus de composi- sunt esse simpliciores. Nihilorninus tamen
sen tia, non enim potest eadem res in seipsa componitur omnis creatura ex esse et essen.. tione et simplicitate substantiali. Ac deinde iuxta subiectam materiam est optirna illatio~
recipi. Primum antecedens probatur, quía tia, tamquam ex actu et potentia realit~r sumitur ex his universale argumenturn, quía tum quia si in aliqua re creata admittitur
esse irreceptum est esse per se subsistens distinctis. Maior constat, quia, si daretur ah- sequitur, saltero de possibili, non repugnare realis distinctio esse ab essentia, nulla pot-
ex vi suae 8etua1itatis: nam est omnino qua creatura in qua nulla esset realis com- c:reaturae ut sic carere omni compositione est ratio afferri ob quam negetur distinguí
abstractum a subiecto ve"t potentia in qua re- positio, daretur aliqua creatura omnino sim- reali, atque adeo esse summe simplicem, in aliis, quia, si non repugnat distingui ex
cipiatur; est ergo esse perfectissimum et sum- plex; ut substantia angeli actu exi~tens, si quod es~ inconveniens, quía hoc videtur esse vi esse et essentiae ut sic, non repugnabit
mum, atque adeo purus actus et infinitum non componeretur ex esse et essentm, esset proprium Dei. Et sequela patet, tum quia ex vi talis esscntiae et talis esse creati. Tum
quid in ratione esscndi; ergo repugnat esse substantialiter et omnino simplex, atque ita non est cur magis repugnet caeteras compo- etiam, quía, si in aliqua creatura reperiun-
creaturae esse omnino irreceptmn. Et con- quodam modo adaequaret perfectionem di- sitiones excludi quam hanc ex esse et es- tur distincta esse et essentia, non est ex eo
firmatur, quia tale esse non h'lbet unde limi- vinam. Quod si dicas in ea posse remanere sentia, tum etiam quía potest conservad quod talis est, sed ex eo quod creatura est,
tetur; non enim limitatur a potentia in qua compositionem ex genere et differentia, atit sitnplex natura substantialis sine ullo acci- et quia in illa comparatur essentia ad esse
recipiatur, si illam non habet, neque etiam ex natura et supposito, et ex subiecto et ac- dente. sicut potentia ad actum, qui est extra quid-
ab actu, seu a differentia quae se habeat per cidente, nihil horum satisfacit, quia priq¡a 7. ,Quarto 11 in substantia composita ex ditatem eius, et sine quo concipi potest,
modum actus respectu existentiae; nam, compositio non est realis, sed rationis; unde matena et forma, esse est quid distinctum a quae rationes communes sunt omni creatu-
curo existentia sit ultima actualitas, non con- non excludit perfectam simplicitatern realero. materia et a forma et a natura composita rae. Superest ut probemus primum antece-
1 De hac quarta ratione late disseritur infra, section. 11.
1 Haec secunda ratio tractatur late infra, sect. 13.
16 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección primera 17

por probar el primer antecedente, el cual se demuestra, en primer lugar, porque, que a la razón de la existencia pertenece el ser suficiente para constituir una cosa
o el ser de una naturaleza sustancial compuesta es una entidad simple, o es fuera de sus causas: lo mismo que hay contradicción en que exista la blancura
compuesta; no puede ser compuesta, como demostraré; mas, si es simple, no y que no sea suficiente po; sí. misma para co?stituir lo blanco. Además, porque, si
puede ser materia, como parece de por sí evidente, ni tampoco forma, ya porque la materia no puede ex1st1r si no es depend.1entemente de la forma y de todo el
compuesto, cuya existencia es capaz de ser terminada y actualizada, hubiese resul-
se da prácticamente la misma razón, ya también porque entonces se llega~ía a ~a
conclusión de que la esencia de la materia existe en virtud de una ex1sten~1a tado superfluo concederle una existencia parcial propia. Asimismo, porque, si la
realmente distinta de ella, dado que la forma se distingue realmente de la matena, materia tiene existencia propia, ha de concebirse que existe por ella con prioridad
y en este caso cobrarán vigor todos los argumentos propuesto~ para que haya de naturaleza a ser actuada por la forma; por consiguiente, aunque le sea .arre-
batada la actualidad de la forma, la materia permanecerá en virtud de su existencia
que sostener lo mismo respecto de cualquier esencia creada. ~~ podría tampoco
esa entidad identificarse con la esencia total compuesta de matena y forma, puesto propia ya que lo anterior no depende de lo posterior. Y estas razones prueban
que una entidad simple no puede ser una realidad idéntica a una realidad com- también la segunda parte, es decir, que toda forma pueda continuar existiendo
P'I:lesta de realidades distintas, ya que hay en ello contradicción m~nifiesta; luego, naturalmente, aunque sea separada de la materia, concretamente por el hecho de
si un ser tal es una entidad simple, es preciso que sea una realidad totalmente poseer una existencia propia suficiente para constituirla fuera de sus causas, en
distinta de tal esencia. virtud de la cual existe con prioridad de naturaleza y, por lo mismo, de modo
8. Y el que tal ser no sea una entidad compuesta, sino simple, se ha de suficiente. Por esto, los teólogos, sobre todo Santo Tomás, es de aquí de donde
probar en primer lugar, porque, de lo contrario, habría que distinguir en tal ser infieren principalmente que el alma humana es inmortal, por el hecho de llevar
las partes de que está compuesto. De donde se seguiría, primeramente, que una consigo su propia existencia_, que es la que le conviene primariamente y es la
de dichas partes se identifica con la materia y la otra con la forma, y de esta que., mediante ella, se comunica a todo el hombre.
suerte la materia no tendrá la existencia por la forma, sino por sí misma; no 9. Se sigue, finalmente, que, de estas dos existencias parciales, la una se
será, por tanto, pura potencia, sino que tendrá de suyo algún acto, en contra ~e compara a la otra como la potencia al acto; el consecuente es falso; luego. La
la opinión común de los filósofos. Se sigue, en segundo lugar, que de la matena consecuencia es manifiesta, puesto que, además de esas existencias parciales) es
y de la forma no resulta una cosa absolutamente una, puesto que de dos entes necesario establecer una existencia íntegra y total de toda la naturaleza, la cual
en acto no resulta una cosa absolutamente una. Se deduce, en tercer lugar, que no puede ser simple y absolutamente distinta de las existencias parciales, como
la materia, en cuanto de ella depende, puede existir sin 1~ forma, y qu~ cualquier resulta de por sí evidente de todo lo dicho; y como, por otra parte, serian super-
forma puede hacerlo sin la materia, no sólo por potencia absoluta, ~mo por su fluas las existencias parciales en el hombre, es evidente que nó puede imaginarse
propia naturaleza. Mas el consecuente, por lo que se refiere, a la ~~unera parte, tal existencia total y simple como absolutamente distinta de la existencia del alma,
está en contra de la filosofía, y, respecto de la segupda, esta tamb1en en contra ya que ni sería espiritual ni corporal, puesto que se parte de suponerla como
de la fe, ya que, en otro caso, las almas de los brutos s~rían inm~rta~es. Se prue?a adecuadamente concomitante y actualizadora y en dependencia de una sustancia
la consecuencia en cuanto a la primera parte, porque, s1 la matena t1ene una exis- que consta de cuerpo y espíritu. Resulta, pues, necesario que tal existencia conste
tencia parcial o ésta es suficiente para constituir a la materia fuera de sus causas, de las existencias parciales; luego también es forzoso que esas existencias par-
y en este ca:o se tiene lo que se pretende, es decir, que, ~unque .falte _la forma, ciales se unan esencialmente para constituir una exi~tencia total. De otra suerte,
la conservará; o es insuficiente, y en tal caso no es, en realidad~ ex1stenc1a, puesto

dae est ut sit sufficiens ad constituendam mortalem, quia secum affert proprium esse,
rem extra causas suas, sicut repugnat esse quod primo illi convenit et per illam toti
dens, quod probatur, primo, quia vel ~sse sequeretur primo unam ex illis partibus esse albedinem et non esse ex se sufficientem
naturae substantialis compositae est una sun- ídem cum materia, et alteram cum forma, homini communicatur.
ad constituendum album. Item quia, si ma- 9. Ultimo sequitur, ex his duabus partia-
plex entitas, vel composita; composita esse atque ita non habebit materia esse a forma, teria non potest existere nisi dependenter
non potest, ut ostendam; si autem sit sim- sed ex se; unde non erit pura poten tia, sed libus exístentíis unam comparad ad aliam
a forma et a tato composito, cuius exi- ut potentiam ad actum; consequens est fal-
plex non potest esse materia, ut per se no- ex se habebit aliquem actum, contra com- stentia terminari et actuari putest, super- sum; ergo. Sequela patet, nam, praeter illas
tum' videtur, neque etiam forma, tum quía munem philosophorum sententiarn. Sequitur fiuum fuisset dari illi propriam partialem partiales existentias, necesse est constituere
est fere eadem ratio, tum etiam quia iam secundo ex materia et forma non fieri unum exis.tentiam. Item, quía, si materia habet integram existentíam et totalem totius natu-
concludetur essentiam materiae existere per simpliciter, quia ex duobus entibus in actu propriam existentiam, per illam intelligetur rae, quae non potest esse simplex et omnino
existentiam a se realiter distinctam, cum for- non fit unum simpliciter. Sequitur tertio ma- prius. natura cxistere quam actual'i pet for- condislincta a partialibus existt:ntiis, ut per
ma a materia realiter distinguatur, et tune teriam quantum est ex se posse esse sine mam; ergo, quamvis separetur actualitas se est evidens ex omnibus dictis; et quía
procedent omnes rationes factae, ut idem forma, et quamcumque formam sine materia, formae, manebit materia ex vi propriae exi- alias superfluae essent pardales existentiae in
dicendum sit de qualibet essentia creata. non modo de absoluta potentia, sed ex sua stentiae, quia prius non pendet a posteriorí. homine, est evidens non posse fingi talem
Neque etiam esse posset illa entitas ídem natura. Consequens autem quoad priorem Atque hae rationes probant etíam alteram existentiam totalern et simplicem omnino
cum tata essentia composita ex materia et partem est contra philosophiam, quoad pos- partero, scilicet, quod omnis forma possit condistinctam ab existentia animae, quia nec
forma quía non potest simplex entitas esse teriorem vera etiam contra fidem; alioqui naturaliter manere existens, etiamsj separe- spiritualis esset, nec corporalis, cum ponatur
eaderr: res curn re composita ex rebus distin- animae brutorum essent immorttlles. Sequela tur a materia, nempe quía habet propriam ut adaequate comitans et actuans substan-
ctis nam involvitur aperta repugnantia; si vero quoad primam partem probatur, quia, existentiam sufficientem ad constituendum tiam ex corpore et spiritu constantem et ab
erg~ tale esse est simplex entitas, oportet si materia habet existentiam partialem, vel illam extra causas suas, per quam prius na- illa pendens. Oportet ergo ut talis existentia
ut sit res ornnino distincta a tali essentia. illa est sufficiens ad constituendam materiam tura, atque adeo sufficienter existir. Unde constet ex partialibus; ergo etiam necesse
8. Quod vero illud esse non sit campo- extra causas suas, et sic habetur intentum, theologi, praesertim D. Thomas, inde prae- est ut illae partiales existentiae per se unian-
sita entitas sed simplex, probandum est pri- scilicet, quod, licet desit forma, conservabit cipue colligunt animarn rationalem esse im- tur ad constituendam unam existentiam to-
mo, quia alias oporteret in illo. es se distin- illam. Vel est insufficiens, et sic revera
guere partes ex quibus compomtur. Ex quo non est existentia, quia de ratione existen- DISPUTACIONES V- 2
18 Disputaciones metafísicas Disputadón XXXI.-Seccíón primera 19

esa existencia total no sería una existencia per se una, sino un agregado de mu- atribuye a Escoto, In lll, dist. 6, q. 1; y a Enrique, Quodl. I, q. 9 y 10; de la
chas; luego es preciso que una de esas existencias parcia~es se ~ampare ~ la otra sentencia de éstos me ocuparé luego. Defendió la misma opinión Soto, I Phys.,
como la potencia al acto, ya que, de lo contrario, no podrmn umrse esenc1a~ment~. q. 2, e In IV, dist. 10, q. 2, y algunos modernos la siguen también. El fundamento
Empero, este último consecuente se demuestra que es falso, porque ~a existencia de éstos consiste en que alguna distinción ex natura rei parece del todo necesaria
es la actualidad última de cualquier realidad; más aún, por su prop1o concepto, entre la existencia y la esencia de la criatura; ahora bien, no es necesaria una
es pura actualidad que de suyo no tiene mezclada potencialidad a~guna,. sino que distinción mayor que esta modal o formal; luego no se ha de afirmar una distin-
la tiene únicamente por razón de la esencia o naturaleza cuya extstencta es. ~or ción mayor, ya que no se deben multiplicar las distinciones sin necesidad. La
eso se dice que la existencia es más perfecta que cualqmer forma sustancial, mayor parece demostrarla, en primer lugar, todo lo que se adujo en favor de la
porque tiene más actualidad que la forma misma, según se toma de Santo Tomás, primera sentencia. Parece,. en segundo lugar, eficazmente demostrada, porque lo
~~,a.1,~3. . _. . que está fuera de la esencia de una cosa es preciso que se distinga ex natura rei,
10. En quinto lugar, a los argumentos metafísicos podemos anad1r ~a ra~on al menos formalmente, de la esencia de la cosa; y la existencia está fuera de la
teológica, porque la esencia creada se separa en la reali~ad misma de su ex1sten~1a; esencia de la criatura, cosa que parece evidente por ser separable de la misma.
luego se distingue realmente de ella. La consecuencia se prueba por lo dtcho Por eso, esta expresión, la criatura existe, no es de suyo necesaria y esencial sino
anteriormente sobre las distinciones de las cosas. El antecedente suele demostrarse contingente; luego. En tercer lugar, porque., en otro caso, la criatura se;ía su
comúnmente por el hecho de que las cosas creadas, cuando se corrompen o ~li­ propio ~er y, en. consecuencia, ~cto. puro, lo ~ual es atribui~ ~ la criatura lo que
quilan pierden la existencia, pero no la esencia. Por tanto, por la corrupción es propm ~e D10s. Por eso,. Hllano, en e~ hb. IX De Trmtt., atribuye a Dios
de un~ cosa la existencia se separa de la esencia. Mas dicho antecedente se prueba como prop10 que no le advtene el ser, smo que es el ser mismo subsistente.
mejor por un doble misterio de la fe. Uno es el de la Eucaristía, en el que, ~e­ Y Boeci~, ~n el lib. De Hebdom.) c. 1, dice que en las cosas creadas aquello que
diante la consagración, la cantidad pierde la existencia natural por la que ex1stía es, es dtstmto d~l ser. Se prueba ~a menor, porque esta distinción basta para
en el pan, y adquiere otra por la que existe por sí y tiene poder de sustentar qu¡,; una cosa este fuera de la esencm de la otra y para una composición verda-
los demás accidentes. El otro es el misterio de la Encarnación, en el que la huma- dera y real, porque, siempre que en las cosas media distinción, resulta una verdade-
nidad de Cristo carece de existencia propia y natural, y está asumida de suerte ra composición de extremos distintos de esta suerte. Además, esa distinción basta
que existe en virtud de la existencia increada del Verbo divino. para que un extremo. sea separable del otro por potencia divina, aunque no
baste para una separación mutua o convertible, según se dijo anteriormente. Puede
con esto ~onfir~arse ~icha. sentencia; porque, ~unque la esencia c~eada sea separable
La segunda sentencia afirma la distinción modal de su existencia prop1a, sm embargo, en sentldo contrario, la existencia misma no
es separable de la esencia de la criatura; pues, ni ha sucedido hasta ahora ni es
11. La segunda sentencia es que la existencia creada se distingue, ciert~ente, verosímil que pueda hacerse que se conserve la existencia de la blancura sin que
ex natura rei) 0 -según la expresión de otros- form~lmente de la .es~n~m cuya se conserve la blancura; y que el hombre tenga la existencia de lo blanco sin ser
existencia es, y que no es una entidad en sentido prop10 co? total d1stmc.1ó~ real blanco, y así en otros casos; luego es señal de que la distinción entre la esencia
de la entidad de la esencia, sino que es un modo de la mtsma. Esta opm10n se y la existencia no es real, sino modal únicamente. Paso por alto otros argumentos

Scoto, In III, dist. 6, q. 1; et Henrico, Quodl.


talem. Alioqui illa totalis non esset exi.sten- tunt existentiam, non vero essentiam. Unde buit tamquam proprium illi quod esse non
tia per se una, sed aggregatum plunum; per rei corruptionem separatur ~xistentia ab I, q. 9 et 10; de quorum sen ten tia postea accidit illi, sed est ipsum es se subsistens;
dicam. Eamdem opinionem tenuit Soto I
ergo necesse est alteram illarum existentia- essentia. Melius vero probatur illud antece- et Boet., lib. de Hebdom., c. 1, in rebus
rum partialium comparad ad aliam ut po- dens ex duplici mysterio fidei. Unum est Phys., q. 2, et In IV Sent., dist. 10, q. 2; et creatis (ait) diversum esse id quod est ab
tentiam ad acturn, alioqui non possent per Eucharistiae, in quo per ct;msec~ationem nonnulli moderni eam sequuntur. Funda- esse. Minar probatur, quía haec distinctio
se uniri. Hoc autem ultirnum consequens quantitas amittit. naturalem extste~t~am,. per mentum eorum est quia nonnulla distinctio sufficit ut unum sit extra essenthm alterius
ex natura rei ínter esse et essentiam crea-
esse falsurn probatur, quia esse est ultima quam existebat m pane, et acqumt aham, et ad veram et realem compositionem, quía
actualitas cuiuscurnque reí; irnrno ex propria qua per se existit et potens est reliqua ac- turae videtur omnino necessaria; non est ubicumque in rebus intercedit distinctio, fit
ratione est pura actualitas nullam habens cidentia sustentare. Aliud est Incarnationis autem necessaria maior quam haec modalis ex extremis sic distinctis vera compositio.
seu formalis; ergo non est maior asserenda
potentialitatem admixtam secundurn se, sed mysterium, in quo humanitas Christi propria Itero illa distinctio satis est ut unum extre-
solum ratione essentiae vel naturae cuius est et naturali caret existentia, et assumpta est, cwn distinctiones non sint sine necessitat~ mum sit per divinam potentiam separabile
cssc. Propter qucd dicitur existentia _perfec- ut per existentiam increatam divini Verbi ~~~plicandae. , Maiorem videntur primo ab alío, quamvis non sufficiat ad mutu¡;¡m
convmc.ere omma quae in favorern primae seu convertibilem separationem, ut in supe-
tior esse omni forma substantiali, quia plus exista t. sententtae adducta sunt. Secundo videtur
habet actualitatis quam ipsamet forma, ut rioribus dictum est. Ex quo potest haec
pro~ari ef~caciter, quia quod est 'extra es- sententia confirmad; na m, licet essentia
sumitur ex D. Thom., I, q. 4, a. 1, ad 3. Secunda sententia ponens distinctionem se?ttam re1, necesse est distingui ex natura
10. Quinto 1, praeter rationes metaphysi- modalem creata sit separabilis a proprio esse, e con-
re1, saltem formalite~, ab essentia rei; sed verso tamen ipsum esse non est separabile
cas adiungere possumus theologicam ratio-
11 Secunda sententia est esse creatum esse e~t extra ess:nttam creaturae, et vide- ab essentia creaturae; hactenus enirn factum
nem, quia essentia creata separatur in re ipsa
a sua existentia; ergo distinguitur realiter ab disti~gui quidem ex natura rei, .seu ~ut alii
tur evtdens, cum stt separabile ab ipsa. Unde non est nec verisimile est fieri posse ut
haec enunt_iatio, creatl!ra est, non est per
illa. Consequentia probatur ex dictis supe- loquuntur) formaliter, a.b essen:1a cums e~t se necessana et essenttalis sed contingens ·
conservetur existentia albedinis non conser-
rius de distinctionibus rerum. Antecedens esse, et non esse propnam e~t1tatem o~m­ ergo. Tertio, quia alias cr~atura esset suu~
vat3 albedine, et horno habeat existentiam
solet communiter probari, quia res creatae, no realiter distinctam ab entltate essentme, esse, et co~sequen.ter purus actus_, quod est
albi et non sit albus, et sic de aliis; ergo
cum corrumpuntur vel annihilantur, amit- sed modum eius. Haec opinio tribuitur creaturae. tn.buer~ td quod est proprium Dei.
signum est non esse realem distinctionem
inter essentiam et existentiam, sed tantum
Unde Htlarms, hb. IX de Trinit., Deo tri- modalem. Omitto rationes alias quae ad sua-
1 De hac quinta ratione late infra. sect. 12.
Disputaciones metafísicas Disputación XXXl.-Sección li 21
20
que suelen proponerse para demostrar estas sentencias, porque no tienen dificultad damento si no es en la identidad de la esencia y de la existencia de la naturaleza
especial alguna que no esté contenida en las que han sido expuestas. creada, cuestión sobre la que puede leerse lo que hemos escrito en el I tomo de
la III parte.
La tercera sentencia sólo admite distinción de razón Exposición y aceptación de la tercera sentencia
12. La tercera opinión afirma que la esencia y la existencia de la criatura,. 13. Esta tercera. opin~ón se ha de explicar de tal manera que (l,a comparación
comparadas con la debida proporción, no se distinguen realmente o ex natura rel se ha~&- entre la .existencia actual, a ~a que llaman ser en "acto eiercido'', y la
como dos extremos reales, sino que se distinguen sólo por razón. Así lo defendió esencia actual existente. En este sentido ~firma dicha opinión que) la existencia
expresamente y lo explicó muy bien Alejandro de Hales, VII Metaph., a propósito · y la esencia no se distinguen realmente, por más que la esencia concebida abstracta
\ deltexto 22. La defendió también Auréolo, citado por Capréolo, In l, dist. 8, q. 1, y precisivamente, en cuanto está en potencia, se distinga de la existencia actual
1
1 pasaje en que Capréolo cita también a Enrique, Godofredo y Gerardo del Carmelo
como el no ente del ente) Juzgo que esta sentencia as1 explicada es absolutamente
en favor de la misma sentencia. Y en el mismo lugar Durando, en la primera
parte de la distinción, q. 2, defiende igual sentencia; y Gabriel, In lll, dist. 6, y
verdadera. Su fundamento consiste brevemente en que una cosa no puede estar
c?n~tituida intr.íns~ca y formalmente en la razón ~e ente real y actual por otra cosa
""í
en ese pasaje los demás nominalistas. Y Herveo, en el Quodl. VII, q. 9; Gre- distmta de ella m1sma, porque, por el hecho mismo de distinguirse un elemento
gario, In ll, dist. 6, q. 1, al argumento de Auréolo. Esta opinión la siguen los de otro como un ente de otro ente, cada uno posee la condición de ente como
escotistas, como se desprende de Antonio Andrés, IV Metaph., q. 3; Licheto, distinto del otro, y, en consecuencia, no es constituido formal e intrínsec~mente
In lll, dist. 6. Sostiene la misma sentencia Alejandro Aquilino, lib. I De element., por él.JMas, dado que la fuerza de este razonamiento y la determinación completa
duda 3; Palados, In 1, dist. 8, disp. I; Juan de Hales, en el léxico teológico, de. e~t~ problema, c~m las soluciones de los argumentos, dependen de muchos
palabra esse. Mantiene sustancialmente la misma opinión Nifo, lib. IV Metaph., pnnctpms, por lo m1smo, para proc~der con más distinción y sin la equivocidad
disp. V, aunque difiera en las palabras y pretenda, al fin de la disputación, que de palabra~, que m~ temo sea demasiado frecuente en esta materia, hay que avan-
se trata sólo de una controversia en el modo de hablar. Distingue, además, en zar despacm y explicar cada uno de los puntos en secciones distintas.
ese pasaje, tomándolo de la opinión de Aristóteles y de los peripatéticos, entre
criaturas corruJ.3tibles e incorruptibles, de manera que en aquéllas se distinga la
existencia de la esencia, pero no en éstas, que es también lo que sostiene Juan SECCION II
Gandens., lib. IV Metaph., c. 3. Empero, este problema no debe analizarse aquí,
porque está en función de la cuestión de si estas cosas, a juicio de Aristóteles, QUÉ ES LA ESENCIA DE LAS CRIATURAS ANTES DE SER PRODUCIDA POR DIOS
han sido producidas o no por Dios, materia de que nos hemos ocupado antes.
Fonseca, en el lib. IV Metaph., c. 3, q. 4, no parece, en realidad, disentir nada Solución de la cuestión
de esta sentencia tal como la hemos de explicar nosotros, por más que verbalmente 1. Hay que comenzar por establecer que la esencia de la criatura es decir
manifieste que sigue la segunda. Pueden también traerse en favor de esta senten- 1~ cr}atura por sí misma y antes de ~er produ~id~ por Dios, no po~ee por sÍ
cia todos los teólogos que piensan que la humanidad no ha podido ser asumida nmgun ':erdadero ser real, y en tal senttdo, prescmd1endo del ser de la existencia
por el Verbo sin su existencia propia, ya que esto no puede tener legítimo fun- la esencm no es ninguna realidad, sino absolutamente nada. Este principio n~
sólo es verdadero, sino incluso cierto según la fe. Por eso Valdés, lib. I De
dendas has sententias fieri solent, quía non Element., dub. 3; Palacios, In 1, dist. 8,
habent peculiarem difficultatem quae in his disp. 1; loan. Alens., in Lexico Theologico,
quae propositae sunt. non contineatur. verbo Esse. Hanc etiam opinionem in re te- ~urae creatae, de qua re legi possunt quae huius rationis et plena decisio huius quae-
net Niphus, lib. IV Metaph., disp. V, licet tn I tom. ITI partis scripsimus. stionis, cum solutionibus argumentorum,
Tertia sententia ponens solam distinctionem in verbis differat, et in fine disputationis p~ndent ex multis principiis, ideo, ut distin-
rationis contendat controversiam esse de modo lo- Tertia sententia exponitur et approbatur ctms procedatur et absque terminorum ae-
12. Tertia opinio affirmat essentiam et quendi. Rursus ibi distinguit, ex sententia 13, Haec. opinio tertia sic explicanda est, quivocatione, quam vereor esse frequentem
existentiam creaturae, cum proportione coro- Aristotelis et peripateticorum, ínter creaturas ut comparat10 fiat inter actualem existentiam, in hac materia, paulatim procedendum est
parata, non distinguí realiter aut ex natura corruptibiles et incorruptibiles, · ut in illis quam vocant esse in actu exercito, et actua- et distinctis sectionibus singula sunt expli~
rei tamquam duo extrema realia, sed distin- distinguatur existentiil ab essentia, non vero lem essentiam existentem. Et sic affinnat canda.
guí tllntum :rationc. Ita tenuit expre-sse et in his, quod etiam tenet Ioannes Gandens., _b_¡¡.e_q _sententia existentiam et essentiam non
IV Metaph., c. 3. Hoc vero non est hoc distinguí. in re ipsa, licet essentia, abstracte SECTIO II
optime dedaravit Alexander Alensis, VII
loco examinandum, quía pendet ex illa quae- e~ praec1se concepta, ut est in potentia, QUID SIT ESSENTIA CREATURAE, PRIUSQUAM
Metaph., ad text. 22. Tenuit etiam Aureolus,
apud Capreolum, In I, dist. 8, q. 1, ubi stione, an hae res, iudicio Aristotelis, sint d1stinguatur ab existentia ac;tuali, tamquarn A DEO PRODUCATUR
Capreol. dtat etiam Henricum, Godofredum, a Deo productae, necne, de qua iam supra non ens ab ente. Et hanc sententiam sic ex-
dictum est. Videtur etiam Fonseca, lib. IV plicatam existimo esse omnino veram. Eius- Quaestionis resolutio
et Gerardum de Carmelo pro eadem senten-
tia. Et ibi Durand., in prima parte dist., q. 2, Metaph., c. 3, q. 4, nihil in re dissentire ab que fund~ment.um. breviter est, quia non pot- 1. Principio statuendum est essentiam
hac sententia, ut a nobis declarabitur, licet es~ ~es al~qua mtnnsece ac formaliter consti- ! creaturae, seu creaturam de se et priusquam
eamdem tenet; et Gabriel, In III, dist. 6,
et ibi caeteri nominales. Et Hervaeus, Quodl. secundam sequi verbis profiteatur. Possunt tt? :n ratlone en~is realis .et actualis per aliud a Deo fiat, nullum habere in se verum esse
etiam in favorem huius sententiae adduci d~st~c~ ab tpsa, qum, hoc ipso quod reale, et in hoc sensu, praeciso esse existen-
VII, q. 9; Gregorius, In II, dist. 6, q. 1,
ad arg. Aureoli. Et hanc opinionem scotistae omnes theologi qui sentiunt humanitatem dtstingmtur unum ab alio tamquam ens ab tiae,. essentiam. ~on esse rem aliquam, ·sed
non potuisse a Verbo assumi sine propria e~.t~, utrumque habet quod sit ens, ut con- omnmo esse mhil. Hoc principium non so-
sequuntur, ut patet ex Anton. Andrea, IV
Metaph., q. 3; Lich., In III, dist. 6. Eam- existentia, nam id recte fundari non potest ~tstmctum a? alio, :t c~msequ,enter non per lum verum est, sed etiam certum secundum
dem tenet Alexand. Achillinus, lib. I de nisi in identitate essentiae et existentiae na- tllud formahter et mtrmsece. Sed quia vis fidem. Unde Waldensis, lib. 1 Doctrin. fidei
22 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección ll 23
doctrina fideí antiq., c. 8, enumera, con razón, entre los errores de Wicleff, el que, en la Summa, a. 3, q. 23 y 25, y en el Quodl. VIII, q. 1 y 9, y en el
haber afirmado que las criaturas tienen desde la eternidad algún ser real distinto Quodl. IX, q. 1 y 2, y en el Quodl. XI, q. 3. También los tomistas impugnan la
del ser de Dios; y los tomistas censuran gravemente a Escoto por haber man- opinión de éste, como se ve por-Herveo, Quodl. XI, q. 1; y Soncinas, IX Metaph.,
tenido que las criaturas poseen un cierto ser eterno, que es un ser dim~uto q. 4; y en los expositores más recientes de Santo Tomás, I, q. 10) a. 3, q. 46, a. 1.
propio de ellas, es decir, el ser objetivo o el de la esencia en el ser conocido, Por más que no está muy lejos de la posición y modo de hablar de Enrique,
según puede verse en Cayetano y en otros autores más recientes, I, q. 1"'' a. S, Capréolo, ln 11, dist. 1, q. 2, a. 3, al cuarto argumento de Auréolo contra la
quienes piensan que ese ser conocido, según la opinión de Escoto, es un ser cuarta conclusión, donde, al responder a Auréolo, que pregunta a ver si, cuando ·,
real distinto del ser de Dios, cosa que censuran, con razón, como manifiestamente una cosa es creada, se produce lo que era absolutamente nada, afirma que se '
falsa y contraria a los principios de la fe; pero carecen de razón al atribuir es~o a produce ciertamente lo que era nada de el ser de existencia, añadiendo: Empero,
Escoto, puesto que el mismo Escoto explica brillantemente que e~_~e ser ~onocl~_o) más allá de la nihilidad, que es la carencia de existencia actual, era esencia con el
que es en las criaturas corno un resultado de la ciencia de Dios, no es ser real ser de esencia, la cual, en una consideración absoluta en cuanto naturaleza o qui-
alguno intrínseco en ellas mismas, ni es suficiente para ser fundamento de una didad, puede sustraerse a la nihílidad de la existencia y a la quididad de la
relación real, sino únicamente de razón, como puede verse en el mismo Escoto, existencia, es decir, al ser mismo o al no ser de la existencia actual, y la esencia
ln l, dist. 35, § Ad ista, y dist. 36, § Ad secundum dico, e In 11, dist. 1, q. 1, misma considerada en sí es siempre algo en el género de las esencias, y en el
a. 2, y en el Quodl., q. 1, y q. 14, a. 2. Ni ha podido Escoto opinar otra cosa; ser inteligible, y en la potencia activa del creador, aunque no lo sea en el ser real
afirma, en efecto, que este ser conocido conviene a las criaturas tan necesariamente actual, como explican Enrique, Godofredo y Betnardo de Gannaco. Pero Capréolo:
como conviene a Dios mismo conocer las criaturas, lo cual no depende de la explica luego este ser de la esencia de tal manera, que, por parte de la criatura,
voluntad o libertad de Dios; y sería errón~o afirmar que_ Dios, por necesidad y antes de ser producida por Dios, no piensa que se dé ninguna verdadera realidad :
sin libertad, comunica a las criatUias algún ser real- participado de sí mismo, por distinta de Dios, realidad que esté de modo absoluto fuera de la nada, sino que !
diminuto que sea, puesto que es de fe que Dios hace todas las cosas según la lo ~explica de tal manera que por parte de la criatura eKprese una especie de !
disposición de su voluntad. Así, pues, en este punto Escoto está de acuerdo con aptitud, o mejor de no repugnancia para ser producida por Dios con tal ser; (
nosotros en el principio sentado de que las esencias de las criaturas, aunque ¡)ues es en esto precisamente en lo que se distinguen las esencias de las criaturas·_,
sean conocidas por Dios desde la eternidad, son nada y no poseen ningún ser de las cosas ficticias e imposibles, corno la quimera, y éste es el sentido en el que · ' )
real verdadero antes de recibirlo mediante la libre eficiencia de Dios. se dice que las criaturas poseen esencias reales, aunque no eKistan; y se dice que / .
2.' Es más, el propio Escoto, en la referida dist. 36, ataca a Enrique por el las poseen no de modo actual, sino potencial, no en virtud de su potencia intrín:.. _. ·~
hecho de haber afirmado en diversos pasajes que las esencias de las cosas tienen seca, sino de la potencia eKtrínseca del Creador, y de este modo se dice que las
de por sí un ser propio de la esencia, al que llama ser real, eterno e improducido, poseen no en sí, sino en su causa, ya en la materia, tal como se dice que una
y que es un ser que conviene a las criaturas con independencia de Dios y que cosa generable está. en la potencia de la materia prima, ya en la eficiente, en el
presupone en ellas, no sólo con anterioridad a la eficiencia de Dios, sino incluso sentido en que se d1ce que la totalidad del ente creable está contenido en la potencia
con anterioridad a la ciencia, a fin de que en virtud de ese ser puedan ser objetos de Dios antes de ser producido, y de la esencia posible en general de este ser
de la ciencia divina que los teólogos llaman simple inteligencia. Asi escribe Enri- es de la que ahora nos ocupamos. Y de esta suerte se llama también real a dicha

antiq., c. 8, merito ponit inter errores Wi- esse cognitum tam necessario convenire
cleff., quod dixerit creatmas habere ab ae- creaturis, quam convenit Deo ipsi scire crea-
terno aliquod esse reale distinctum ab es~e turas, quod non pendet ex voluntate seu li- ligentiam_ vocant. Ita scribit Henricus, in tentia activa creatoris, licet non in esse reali
Dei; et thomistae graviter reprehendunt Sco- bertate Dei; esset autem erroneum dicere Summ., a. 3, q, 23 et 25, et Quodl. VIII, actuali, ut declarant Henricus, Godofredus
tum, quod asseruerit creaturas habere quod- Deum ex necessitate et absque libertate com- q. 1 et 9, et Quodl. IX, q. 1 et 2, et Quodl. et Bernardus de Gannaco, Hoc vera esse es-
dam esse aeternum, quod est esse diminu- municare creaturis aliquod esse reale parti- XI, q, 3. Cuius sententiam impugnant etiam sentiae ita postea Capreolus declarat, ut ex
tum earum, scilicet esse obiectivum seu es- cipatum ab ipso, quantumvis diminutum, thomistae, ut patet ex Hervaeo, Quodl. XI, parte c;e~turae, antequam a Deo producatur,
sentiae in csse cognito, ut videre licet in cum de fide sit Deum operad omnia secun- q, 1; et Soncinate, IX Metaph., q. 4; et re- non ex1strmet esse aliquam veram rem distin-
Caietano et aliis recentioribus, I, q. 1~; a. 5, dum consilium voluntatis suae. Igitur hac in centioribus D. Thom. expositoribus, I, q, 10, ctam a Deo, quae sit simpliciter extra nihil,
qui existimant illud esse cognitum, ex sen- parte Scotus nobiscuro convenit in principio a,· 3, q. 46, a. l. Quarríquam a sententia et sed ut ex parte creatmae dicat quamdam
tentia Scoti, esse aliquod esse reale distin- pasito, quod essentiae creaturarum, etiamsi modo loquendi Henrici non multum discre- apti.tudin~m, seu potius non repugnantiam,
ctum ab esse Dei, quod quidcm merito im- a Deo sint cognitae ab aeterno, nihil sunt R~.t ..Capreolus, In II, dist. 1, q. 2, a. 3, ad ut m tah esse a Deo producatur; in hoc
pugnant tamquam omnino falsum et prin- nullumque verum esse reale habent ante- quartum argumentum Aureoii contra quar- enirn disdnguuníut essentiae creaturarurn a
cipiis fidei contraritun; immerito tamen quvm per liberam Dei efficientiam illud re- tam conclusionem, ubi respondens Aureolo rebus fictitiis et impossibilibus ut chymera
id Scoto attribuunt, nam ipsemet Scotus cipianr. i.nterroganti an, cum res creatur, fiat id quod et hoc sensu dicuntur creaturae habere reale~
diserte declarat hoc esse cognitum, quod ve- 2, Quin potius ídem Scotus, in allegata omnino nihil erat, dicit fieri quidem id quod essentias, etiamsi non existant; dicuntur au-
luti resultat in creatutis ex scientia Dei, dist. 36, impugnat Hcnricum, eo quod va- erat nihil esse existentiae, et addit: Erat tem habere, non actu, sed potestate, non
non esse in íllis aliquod esse reale intrinse- riis locis asseruerit essentias rerurn ex se autem ultra nihilitatem, quae est carentia per potentiam intrinsecam, sed extrinsecam
curn ipsis, neque esse sufficiens ad fun- habere quoddam esse essentiae, quod vocat actualis existentiae, essentia in esse essentiae creatoris, atque ita dicuntur habere non in
dandam relationem realem, sed rationis tan- esse reale, aeternum et improductum, con- quae, absolute considerata ut natura vei se, sed in causa sua, vel materiali, sicut res
tum, ut videre licet in ipso Scoto, In I, veniens creaturis independenter a Deo, quod- quiddúas, est substrahibüis nihilitati existen- generabilis dicitur esse in potentia materiae
dist. 35, § Ad ista, et dist. 36, § Ad se- que in eis supponitur, non solum ante ef- tiae et quidditati existentiae, hoc est, ipsi es- primae, vel effectiva, quomodo totum ens
cundum dico, et In II, dist. 1, q. 1, a. 2, ficientiam, sed etiam ante scientiam Dei, ut se Ve[ non esse actualis existentiae, et ipsa creabile ¡n potentia Dei continetur antequam
et in Quodl., q. 1, et 14, a. 2. Neque po.,. ratione illius possint esse obiecta illius scien- secun~um se s~mper est aliquid in genere fiat, de cuius essentia possibili in communi
tuit Scotus aliud sen tire; nam ponit hoc tiae divinae quam theologi simplicem intel- essentwrum, et tn esse intelligibili, et in po- nunc agimus. Atque hoc etiam modo didtur
24 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección ll 25

esencia antes de ser producida, no por una verdadera y propia actualidad que en otro caso, Dios no podría reducir cosa alguna a la nada, puesto. que siempre
posea en sí actualmente, sino porque puede ser convertida en real, recibiendo de permanecería algo de esa cosa, a saber, la esencia. Y de modo semejante Dios
su causa una verdadera entidad, y esta posibilidad, como luego diremos con más no hubiese creado todas las cosás de la nada, sino que las habría hecho pasar
amplitud, por parte de la esencia sólo expresa la no repugnancia a ser producida; de tm ser a orro ser.
en cambio, por parte de la causa extrínseca significa virtud para producirla. Y del 4. Ni sirve para nada el que Capréolo, en el pasaje antes citado, tomándolo de
mismo modo y por la misma razón, el ser que llaman de esencia, con anterioridad la opinión de otros, responde que Dios ha creado todas las cosas de la nada de la
a la producción o creación divina, no es más que un ser potencial objetivo -según existencia, pero no de la nada de la esencia. Pues, o lo que no tiene nada de
¡ se expresan muchos, punto de que en seguida nos ocuparemos- o un ser por existencia es absoluta y totalmente nada, o no. Si no es totalmente nada, en-
denominación extrínseca de la potencia de Dios y por no repugnancia de parte tonces Dios no creó absoluta y simplemente todas las cosas de la nada, ni ha
de la esencia creable. producido todos los entes, o todo lo que verdaderamente es algo real y, en con-
3. Ni a doctor católico alguno ha podido ocurrírsele que la esencia de la secuencia, no creó propiamente ente alguno, sino que produjo uno de otro como
criatura) de por si y sin la eficiencia libre de Dios, sea una verdadera realidad de una potencia real receptiva e improducida, es decir, de la esencia real, de la
en posesión de un verdadero ser real distinto del ser de Dios, que es lo que, por que se dice que es potencia receptiva del ser mismo y potencla improducida
,fin, confiesa Capréolo de modo expreso en el lugar citado, aduciendo las palabras produjo la existencia o la realidad existente. Resulta de aquí, además, que 1~
de Santo Tomás, De potentia, q. 3, a. S, ad 2, donde se expresa asi: Por el heclw criatura podria como gloriarse de poseer por sí misma algo que no tiene recibido
1
mismo de atribuir ser a la esencia, se dice que se crea no sólo la existencia, sino de Dios ni participado de El. Mas todas estas cosas y otras semejantes están en
también la esencia misma, porque antes de poseer la existencia no es nada, si no contra de la fe y de la razón natural. Y si, finalmente, confiesa alguno que aquello
es por ventura en el entendimiento del creador, y allí no es criatura, sino esencia que no tiene nada de existencia es absoluta y totalmente nada, queda como fútil
creadora. Y se prueba racionalmente por los principios de la fe, porque sólo Dios y sin fundamento la distinción respecto de la nada de esencia y de existencia
es ser necesario de por si, y sin El nada ha sido hecho, y sin su eficiencia nada porque lo que es simple y absolutamente nada no puede ser verdadera y realment~
existe o posee ser real alguno. Por eso afirman legítimamente los SS. Padres que algo en ninguna razón de ente verdadero. Además, porque, si se prescinde de la
todo lo que no ha sido hecho por Dios, o es Dlos o es nada: Justino, en la existencia y de la eficiencia de la causa primera, no queda absolutamente nada
Bxposit. fidei; Cirilo, lib. I In loan., c. 6; San Agustín, lib. I De Trinit., c. 6. en el efecto, como se demostró; por consiguiente, tampoco puede permanecer la
Y es cierto por fe que Dios no produjo las esencias creadas desde la eternidad, esencia con verdadero ser real distinto del ser del Creador.
puesto que -según argumentábamos contra la opinión atribuida a Escoto- ni 5. Se explica, por fin, esto de la siguiente manera: concedamos, en efecto,
, las produjo por necesidad, siendo de fe que Dios no obra nada de modo absolu- que la esencia creada y existente es una entidad realmente distinta de la existencia
, tamente necesario, ni las produjo tampoco por libre voluntad, ya que es de fe y separable de ella, y concibamos la entidad de la esencia que está bajo la exis-
que de este modo ha comenzado a obrar en el tiempo. Por otra parte, es eviden- tencia prescindiendo mentalmente la una de la otra, como, por ejemplo, la huma-
te que, si las esencias de las cosas hubiesen $ido producidas por Dios desde la eter- nidad de Cristo, si es que ésta es únicamente la entidad de la esencia; sin duda
nidad, también habrían existido desde entonces, puesto que toda producción tiene que ningún católico puede pensar que la realidad de la esencia de dicha huma-
por término una existencia, según demostraré más abajo. Y se confirma, porque, nidad, según todo lo que en ella se concibe prescindiendo de la existencia, tiene
en acto esa entidad desde la eternidad y que sólo le ha faltado la unión con el
talis essentia, antequam fiat, realis, non pro- ditas creari dicitur, quia antequam esse ha-
pria ac vera realitate quam in se actu habeat, beat, nihil es( nisi forte in intellectu creantis, non posset Deus rem aliquam in nihilum fateatur illud- quod nihil habet existentiae
sed quia :fieri potest realis, recipiendp veram ubi non est creatura, sed creatrix essentia. redigere, quia semper maneret aliquid rei, esse simpliciter et omnino nihil, relinquitur
entitatem a sua causa, quae possibilitas (ut Et ratione probatur ex principiis fidei, quia scilicet, essentia. Et similiter non creasset frivolam et vanam esse distinctionem de ni-
statim latius dicam) ex parte illius solum solus Deus est ens ex se necessarium, et sine Deus omnia ex nihilo, sed ex uno esse hilo essentiae et existentiae, quía quod est
dicit non repugnantiam ut fiat; ex parte illo facturo est nihil, et sine effectione eius transmutasset illa ad aliud esse. simpliciter et omnino nihil, non potest vere
vero extrinsecae causae dicit virtutem ad nihil est aut aliquod esse reale in se habet. 4. Neque aliquid iuvat quod Capreolus et realiter esse aliquid in aliqua ratione ved
illam efficiendam. Atque eodem modo et Unde recte dicunt sancti Patres, quidquid a supra, ex aliorum sententia, respondet Deum entis. Item quia, remota existentia et effi-
ratione, esse quod appellant essentiae, ante Deo fac~urn non est, vel Deum esse, vel creasse omnia ex nihilo existentiae, non vera cientia priroae causae, nihil omnino manet
effectionem seu creationem divinam, solum nihil esse; Iustinus, in Expositione fidei; ex nihilo essentiae. Aut enim quod nil habet in effectu, ut ostensum est; ergo neque es-
est esse potentiale obiectivum (ut multi lo- Cyril., lib. 1 in loan., c. 6; Augustinus, existentiae est simpliciter et omnino nihil sentia manere potest sub aliquo vera esse
quUJ:ltur, de qua statim), seu per denomina- lib. I de Trinit., c. 6. Est autem de fide all,t; ._no.n._ ~i non, ergo absolute et simplicite; reali distincto ab esse creatoris.
tionem extrinsecam a potentia Dei et non certum Deum non fecisse essentias creatas non. creav1~ Deu~ omnia ex nihilo, nec pro- 5. Quod tandem in hunc maduro decla-
repugnantiam ex parte essentiae creabilis. ah aeterno, quia neque ex necessitate (ut ar-
dux1t omma entta, seu omne id quod vere ratur: demus enim essentiam creatam et
3. Nec potuit ~n mentem alicuius doctoris gumentabamur contra opinionem Scoto at-
est aliquid reale_, et consequenter nullum ens existentem esse entitatem ·ex natura rei di-
catholici venire quod essentia creaturae, ex tributam), cum de fide sít Deum nihil agere ptoprie creavit, sed. unum ex alío produxit, stinctam ab existentia et separabilem ab illa,
se et absque efficientia libera Dei, sit aliqua necessario simpliciter; neque ex libera vo- tamquam ex. potentl~ reali receptiva et im- et concipiamus illam entitatem essentiae,
vera res, aliquod verum esse reale habens l un tate, sic enim de :fide est in tempore producta, sclltcet_, extstentiam seu rem exi- quae est sub existentia, mente praescindendo
distincturn ah esse Dei, quod tandem fatetur coepisse operad. Et praeterea est evidens, si stente~ ex es~enti.a ~eali, quae dicitur esse unam ah altera, ut, verbi gratia, humanita-
expresse Capreolus, citato loco, allegans verba essent factae a Deo essentiae rerum ab ae- potentia re:epttva lpsms esse, et iroproducta. tem Christi, si illa est entitas tantum essen-
D. Thomae, q. 3 de Potentia, a. S, ad 2, terno, etiam ex tune fuisse existentes, quía l.!~e ultenus fit creaturam posse quasi glo- tiae; nullus itaque catholicus existimare pot-
ubi sic ait: Ex hoc ipso quod quidditati omnis effectio ad existentiam terminatur t, nan, quod ex se habeat aliquid quod non
es se tribuitur, non solum esse, sed ipsa quid- ut infra ostendam. Et confirmatur, quia alias est illam rem essentiae humanitatis, secun-
habet a Deo, nec participatum ah illo. Haec dum id totum quod in ea concipitur prae-
1 La palabra confirmatur, que se lee en algunas ediciones, entre ellas la de Vives, nos autem omnía et similia sunt contra fidem cisa existentia, ex aeternitate habere actu
parece manifiestamente errónea. (N. de los EE.) et naturalem rationem. Si vera randem quis illam entitatem solumque illi defuisse unio-
Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección ll 27
26
Verbo o con cualquier otra existencia, porque, de lo contrario, se daría una enti-
dad eterna e increada fuera de Dios; por consiguiente, es forzoso admitir que, Respuesta a las objeciones
prescindiendo de la entidad de la existencia que es comunicada a la criatura
mediante alguna efección, la entidad misma de la esencia es totalmente nada. 7. R~spuesta a la prime-ra.- A lo primero, dejando a un lado las opiniones
de l~s teologos, a las que se hizo referencia anteriormente y se tratan con más
amphtud ~n I, q. 14, concedo que la esencia de la criatura de la misma manera
que es ob¡eto secundario de la ciencia divina, igualmente es 'término de la misma·
Objeciones contra la solución propuesta no es, en efecto, el objeto. motivo, sino únicamente el terminativo. Ahora bien',
para est? ~o le .es necesano ser real alguno que posea actualmente, puesto que
6. Contra esta verdad se hacen algunas objeciones, que son de poca impor- el ser termzno m e~ al~? en e~a misma .ni es algo que proceda de ella, sino que
tancia; pero las voy a indicar, a fin de responder satisfactoriamente a todas. En es una mera denommac10n ex~rmseca denvada de la ciencia de Dios, denominación
pruner lugar, quf}!l esencia de la criatura, antes de existir, es t~qnino del cono- que no, pone. na.da en la realidad ? la que denomina, ni presupone tampoco, ha-
cimiento de Dios; ahora bien, para ser término, exige algún ser.\ Segundo, que bl~do ~on tigm, ser real al~uno, smo un ser tal cual es el que se conoce mediante
los predicados esenciales se predican o pueden predicarse verdaderamente de la la c1enc m, pues es estDo _prec1sam ent~ lo. necesario para la verdad de la ciencia. Así,
esencia desde la eternidad, y toda verdad se funda .en algún ser. Tercero, porque pues, a1 no conocer 1os por 1a c1encia de simple inteligencia a las criaturas en
las cosas creadas según el ser de la esencia están colocadas bajo un determinado cuant? poseen en acto ser alguno real, sino sólo en cuanto lo poseen en potencia,
género y especie, razón por la cual una rosa, exista o no, es de la misma especie; no exige en ellas ser algu~o real para que sean término de semejante ciencia, sino
más aún, la humanidad de Pedro creado y de Pedro creable es la misma esencia que le ~asta el s:r potencml, qu,e en cuanto tal está actualmente sólo en la causa,
numéricamente. Por consiguiente, en ambos estados retiene cierta entidad de la como. diJO muy bien Sar:t~_Tomas, I, q. 14,_ a. 9, y en I cont. Gent., c. 66. y si se¡
esencia. Cuarto, porque, si la esencia de la criatura en sí misma y en cuanto se t~ata de la c1e~cm de VISl~n por la .que ~ms contempla las cosas existentes, ésta
ofrece como objeto a la simple inteligencia de Dios, no es algo real, entonces será ct.ertame~te extge en el ob¡eto la exiStencia, con medida -como dicen- de eter-
ente de razón; ¿cómo, pues, se le puede llamar con verdad algo creable, siendo asi n.tdad; sm embargo, no existe con su duración propia y temporal, a no ser en el
que el ente de razón ni es algo ni puede ser creado? ¿Cómo, además, la ciencia tiempo respecto del cual se conoce que existe. De este modo en virtud d 1
. ., d 1 . . ' e a
va a tratar del ente real, siendo así que propiamente trata de la esencia y no de la t~rm1~a~wn e a Ciencia, no se requiere en la cosa conocida ser alguno real,
existencia? Por otra parte, ¿cómo puede la esencia tener en Dios su verdadero sl.tlo ~ruca~ente el ser I?rop?rcionado a la ciencia para la verdad de ésta. Esto
ejemplar o su causa ejemplar, ya que esto no tiene cabida en los entes de razón? es .mas evidente en la ciencia que el ángel tiene de una rosa posible o de un
Suele, por fin, distinguirse ordinariamente en las criaturas un triple ser, el de la eclipse futuro.
esencia, el de la existencia y el de la verdad de la proposición, según puede verse 8. Respuesta a la segunda.- Cuál es la verdad eterna de las proposiciones.-
en Santo Tomás, In 1, dist. 33, q. 1, a. 1, ad 1; por consiguiente, prescindiendo Respecto de la segunda me he de extender más ampliamente al resolver el primer
de la existencia, la esencia puede todavía conservar el ser de la esencia, puesto argumento propuesto en f~vor de la primera opinión en la sección precedente.
que éste no lo tiene por la existencia, sino por sí misma; por consiguiente, remo- Ahora
1 se"dd
responde brevemente con Santo Tomás,I ,q.10 ,. a ,
3 ad 3, e qu eds ed
vida toda eficiencia extrínseca, tiene tal ser y, en consecuencia, lo tiene desde a eterru a no hubo verdad en dichas proposiciones a no ser en cuanto .estaban
la eternidad.
Respondeiur obiectionibus cit esse potentiale, quod ut sic solum est
essentia est humanitas Petri creati et creabi- actu in causa, ut recte dixit D. Thom., I,
nem ad Verburn et ad omnem aliam existen- lis. Ergo i~ utroque statu retinet aliquam
tiam, alioqui daretur entitas aeterna et in-
. 7. Primae.- Ad primum, omissis opinio- q. 14, a. 9, et I cont. Gent., c. 66. Quod si
entitatem essentiae. Quarto, quia, si essentia mbus theo~ogorum, quae superius tactae s1t sermo de ~cientia visionis qua Deus in-
creata extra Deum; fatendum ergo necessario creaturae secundum se et ut obiicitur sirn- sunt, ,et latms I, q. 14, tractantur, concedo tu~tur ;es .exlste.ntes, illa quidem requirit
est, seclusa entitate existentiae quae per ef- plici intelligentiae Dei nihil reale est, erit essent1~m creaturae, sicut est obiectum se- ex1ste~t1a~ m obtecto, in mensura (ut aiunt)
fectionem aliquam communicatur creaturae, ergo ens rationis; quomodo ergo vere di<;i- cundarmm scientiae divinae, ita illam termi-
ipsam entitatem essentiae omnino nihil esse. aeten;1tat1s; tamen in propria et temporali
tur esse aliquid creabile, cum ens rationis nare~ non est enim obiectum movens, sed durat1o~e non est, ni~i pro eo tempore pro
nec sit aliquid nec cread possit? Quomodo termmans tantum. Ad hoc autcm nullum qua , ex1~tere cognoscttur. Atque ita ex vi
Obiectiones conlta positam rcsolutionem itém scientia --est --de ente reali, cum sit pro~ •!---•,e•le esse .quod----a~tu habeat necessarium te~mm~tiOnis scientiae non requirltm in re
prie de essentia et non de existentia? Deinde ,est, qma termmare neque est aliquid sctta ahquod e.sse r.eale? sed solum illud quod
6. Contra hanc tarnen veritatern obiiciun- qualiter potest essentia habere in Deo verum 1psa, neque. es~ aliquid ab ipsa, sed adaequatum stt sc1ent1ae ad veritatem eius
tur nonnulla, quae parvi momenti sunt; sed, exemplar seu causam exemplarem, nam in ~t. sola denomma_tm . extrínseca a scientia Quod est evidentius in scíentia quam an,ge~
ut ornnibus satisfaciam, indicaba illa. Primo, entibus rationis id locum non habet? Tan~
quod i essentia creaturae, priusquam existat, dem communíter distinguitur in creaturis tri~ ni~Ü quae. denommatm. in re denorninata lus h~bet de rosa possibili, aut de futura
pomt, neque etmm supponit per eclyps1.
terminat cognitionem Dei;_ ut autem termi- plex esse, essentiae, existentiae, et veritatis se loquendo,. ali~uod reate esse, sed tale, . 8. Secul!dae.- Quae sit aeierna proposi-
net, requirit aliquod esse\ Secundo, quia propositionis, ut videre licet apud D. Thom., guale pet sc1entmm cognoscitur. nam ho twnum ventas.- Ad secundum dicam latius
praedicata essentialia ab a-eterno vere prae- In I, dist. 33, q. 1, a. 1, ad 1; ergo, sedusa tpsumC necessarium est ad scieu'tiae verita: solv~ndo prima~ rationem positam praece-
dicantur aut praedicari possunt de essentia; existentia, adhuc potest essentia retinere esse
omnis autem veritas fundatur in aliquo esse. essentiae, nam hoc non habet ab existentia, •t em.
t lli um. ergo Deus ~oer sc1ent1am
· · s1·mphcis
. . dentl sectl~ne m favorem primae opinionis.
Tertio, quía res creatae secundurn esse es- sed ex se; ergo, seclusa omni efficientia ex- :~ genttae no? cognoscat creaturas ut actu N une brev1ter respondetur cum n; Thoma,
sentiae collocantur sub certo genere et spe- trínseca, habet tale esse, et consequenter ex t entes esse a~15J.U~d ~e~le, sed potentia tan- 1' 9.· lO, ~· 3; ~d 3, ab aeterno non fuisse
um, nop requmt m illis aliquod esse reale ventatem m llhs propositionibus nisi qua-
cie, unde eiusdem speciei est rosa sive exi- Ut termment huiusmodi scientiam, sed suffi-
stat sive non existat; irnmo eadem numero aeternitate illud habet. tenus erant obiective in mente divina, quia
Disputación XXXI.-Sección ll 29
28 Disputaciones metafisicas
y reales; mas se dice negativamente que son una sola realidad o de una sola
objetivamente en la m_ente divina, puesto que. s~bjetiva o realmente n? e~istían especie, porque la realidad producible y la producida no son dos realidades, sino
en si, ni existían objetivamente en otro entendmuento. Y para. que la ?1enc1a por una sola, ni tienen dos especies- o dos esencias, sino una sola; y esta unidad o
la que Dios conoció desde la eternidad que el hombre es ammal racwnal, fuese identidad nega~iva es concebida por nosotros como positiva, por comparar la
verdadera, no fue preciso que la esencia del hombre po~~~ese en _act? algun ser realidad positiva que existe objetivamente en el entendimiento con la realidad
real desde la eternidad, puesto que el ser de la propos1c10n no stgnifica . un ser que existe actualmente, como si fuesen dos extremos positivos, siendo así que
actual y real, sino la sola conexión intrínsec~ de unos ex~re?'los dete~mm~dos; en 1~ realidad misma no son más que uno, como se verá mejor por el párrafo
y esta conexión no se funda en el ser actual, smo en el potenc1?l. Se o~¡etara que siguiente.
por dicha ciencia no se conoce que el hombre p:red_e ser animal rac10nal, Sl?O 10. Respuesta a la cuarta.- A lo cuarto se responde que la esencia posible ,
que necesariamente es animal racional; por cons1gwente, el solo ser potencml de la criatura, que es objeto de la ciencia divina, no es un ente fingido por el
-! no es fundamento suficiente de la misma. La respuesta es negar en absoluto la entendimiento, sino que es realmente un ente posible y capaz de existencia real,
l consecuencia, porque esa necesidad no es una necesidad absoluta de ~er en, con- y que, por tanto, no es un ente de razón, sino que está de algún modo compren-
formidad con algún ser real en acto, sin~ que, des~~ este punto de VIsta, solo es- dido en el ente real. Ya dejamos, en efecto, explicado más arriba que la esencia
posibilidad; incluye, empero, una necesidad cond1cto?al, concre~amente . porque, de la criatura, incluso la no producida, es de alguna manera esencia real. Y con ante-
si el hombre ha de ser producido, ha de ser necesan~ent~ an~al ra~m~al; Y rioridad, al tratar del concepto de ente, hemoS demostrado que, bajo él, no solo está
esta necesidad no consiste en otra cosa que en una cte.rta ~d~~ttdad ~b¡ettva de comprendido lo que existe actualmente, sino lo que es apto para existir. Por eso,
hombre y animal,, identidad que Dios cono~~ de mod~ st.mphcistmo, rmentras qu.e dice con razón .Cayetano, In De ente et essentia, c. 4, q. S, que ente real puede
nosotros la conocemos mediante la compostctón que s1gntfica el v_erbo es, al decir entenderse de dos maneras: una, en cuanto se distingue del ente fabricado por el
que el hombre desde la eternidad es animal racional, perteneciendo este ser a entendimiento -éste es propiamente {fl ente de razón-; otra, en cuanto se distin-
aquel tercer modo por el. que se dice que ser significa a veces la verdad de la gue·· de lo que no existe en acto. La esencia, pues, de la criatura, considerada en si
composición. . misma, es ente real en el primer sentido, es decir, en potencia, pero no lo es en
9. Respuesta a la tercera.- A lo tercero hay que resp~nder qu.e las realidad~s el segundo sentido y en acto, que es en lo que propiamente consiste el ente real,/
posibles no producidas todavía se colocan bajo un ?etermmado genero Y ~specte como allí mismo hizo notar Cayetano. Por eso, si a la esencia de la criatura
en el mismo sentido en que se dice que les convtenen o que , se le~ ~tnbuyen considerada precisivamente y en sí misma y como no producida, se la piensa',
con verdad los predicados esenciales, es de~ir, en cuanto estan. ob}~tlvamente como ente en acto o se le atribuye el ser actual, entonces no se la debe considerar
en el entendimiento divino o en otro cualqmera, pues esta coordmac10n o colo- en sí misma, sino en su causa, ni tiene ser real alguno distirito del ser de su
cación bajo determinados géneros y especies ilo está formalmente en las cosas, _c;ausa;· o, si se la considera como poseyendo el ser en sí misma, en tal caso es
sino en el entendimiento, aunque tiene fundamento e~ las ~os.as, o en c~an~o verdad que, según esa consideración, no es un ente real, sino de razón, puesto·
existen en acto, o en cuanto pueden existir y ser térmmo obJetivo d~ la c1encta que no existe en sí misma, sino sólo objetivamente en el entendimiento. Se dice,'\,
por la que se conoce que, ~i s.on producidas, deb~n ser de una determ~ada natu- sin embargo, que se trata de una naturaleza creable o posible en cuanto es en. i 1

raleza y esencia. Por constgmente, cuando se dtce gue una cosa I:os1bl~ Y una sí misma real y apta para existir, pudiendo en el mismo sentido tener en Diosi
producidá son la misma numérica o específicamente, s1 se trata de la 1dent1da~ ~ea! un ejemplar real, ya que éste no siempre representa _al ente_ actual, sino también\·
0
positiva, es falso, püesto que ésta no se da más que entre extremos pos1t1vos .
realia; negative autem dicuntur esse una Unde recte Caietanus, de Ente et essentia,
res vel unius speciei, quía res producibilis c. 4, q. 5, ait ens reale dupliciter accipi:
plicissime cognoscit, nos autem per compo- et producta non sunt duae res, sed una, ne- uno modo, ut distinguitur contra ens fabri-
subiective seu realiter non erant in se, neque
obiective in alio intellectu. Ut autem ver.a sitionem quam significat ver?um est, qu~ndo que habent duas species aut duas essentias, catum ab intellectu (quod proprie est ens
esset scientia qua Deus ab aeterno cognov~t dicimus )laminero ex aete~mtate e~se ammal sed unam; haec autem unitas seu identitas rationis); alío modo, ut distinguitur contra
hominem esse animal rationale, non. oportu~t rationale, quod esse pertmet a~ ~uro t~r­ negativa apprehenditur a nobis ad modum non existens actu. Essentia ergo creaturae
essentiam hominis habere ex aetermtate ah- tium modum quo dicitur. ~ss~ significare m- positivae, quía comparamus rem positivam secundum se est ens reale primo modo, sci-
terdum veritatern cornpos~tiOms .. obiective existentem in intellectu ad rem lice_t, in potentia, non vera posteriori modo,
quod esse reale in actu, quia illud esse non actu existentem, ac si essent duo ext¡·erna
significat actuale esse et rea~e, sed solam 9 Tertiae.- Ad tertmm d1cendurn est, et m actu, quod est proprie esse ens reale
connexionem intrinsecam talmm extremo- eo ·modo collocari res possibil~s nondu~ positiva, cum tamen rcipsa non sint nisi ut ib~dem Caietanus notavit. Quocirca, si
rum · haec autem connexio non fundatur "in factas sub certo genere et spect~, ~uo e1s unum; ut magis constabit ex paragrapho se- essentla creaturae praecise ac secundum se
dicuntur convenire, aut vere attr.1bu~ essen- _quentL sumpta et nondu..-n facta consideretur ut actu
actu~li esse sed in potentiali. Dices per illarn 10. Quartae.- Ad quartum respondetur
scientiam ~on cognosci homin_em posse .esse tialia praedicata, scilicet, pr_out obu:cttve sunt ens, vel ei tribuatur actu esse, sic vel non
animal rationale, sed necessario esse ammal in intellectu divino aut aho q';loptam; ha~c essentiam possibilem creaturae obiectivam est consideranda in se, sed in sua causa,
rationale; ergo solum esse potentiale non enim coordinatio seu colloc~t10 sub cert.ls divinae scientiae non esse ens confictum ab nec habet aliud esse reale ab esse suae'
o-eneribus et speciebus formahter non est m intellectu, sed esse ens revera possibile et causae; vel, si consideretur ac in se habens
est sufficiens fundamentum ems. Responde-
tur negando absolute consequentia?J, quia illa ;ebus, sed in intellectu; habet tamen ~ re- capax: ~e~is existentiae, ideoque non esse esse, sic verum est, secundum eam conside-
necessitas non est absoluta essendt secundum bus fundamentum, vel prout actu extstunt, ens rattoms,, sed sub 7nte reali aliquo modo rat~onem, non .esse ens reale, sed rationis,
vel prout existere possunt et obiectiv7 ter- comprehendt. Iam emm supra declaravi es- qma non est m se, sed obiective tantum
aliquod esse reale in ac~u, se~ quoad hoc
est possibilitas ~~ntum; mcl~dlt tamen ne: minare scientiam qua cognoscuntur t~hs na- se?-tiam creaturae, ~tiam non productam, esse in intellectu. Dicitur tamen illa natura crea-
turae atque essentiae esse~ <;J7bere, SI fiant. a~tquo modo essenttam realero. Et in superio- bilis vel possibilis, quatenus secundum se
cessitatem conditiOnalem, qwa, mmuum. s1 nbus tractando de conceptu entis ostendi-
Cum ergo dicitur res poss1bil1s et facta esse realis est et apta ad. existendum, et eodem
horno producendus est, necess~rio f~tt~rus .est
animal rationale, quae necess1tas mhil almd eadem numero vel specie, si sit sermo ~e mus non solurn sub illo comprehendi id quod modo potest habere m Deo reale exemplar ·
est quam identitas qu~eda~ obiectiva homi- identitate reali seu positiva, falsum e~t? qma actu est, sed etiam quod aptum est esse. hoc enim non semper repraesentat actual~
nis et animalis, quam 1dent1tatem Deus sim- baec non est nisi ínter extrema pos1t1va et
Disputaciones metafísico:" Disputación XXXl.-Sección lll 31
30
al posible. Del mismo niodo, por fin, las ciencias que consideran las cosas pres- de por sí y en cuanto improducida no tiene ser alguno en acto ni de esencia ni
cindiendo de la existencia no se ocupan de los entes de razón, sino de los reales, de existencia. Esta distinción. hay que tenerla en cuenta para evitar la equivocidad
puesto que consideran las esencias reales, no según el estado que tienen objeti- y par~ comprender la eficacia 00 los argumentos que suelen proponerse en esta
vamente en el entendimiento, sino en si mismas, es decir) en cuanto son aptas matena.
para existir con esas naturalezas o propiedades determinadas.
11. Respuesta a la quinta.- En qué consiste y de cuántas clases es el se1·
· de la esencia.- Respecto del quinto argumento se debe advertir que puede haber SECCION III
equivocidad en el primer miembro, es decir, en el ser de la esencia. D9_s _son, en CÓMO Y EN QUÉ SE DIFERENCIAN EN LAS CRIATURAS EL ENTE EN POTENCIA
efecto, las maneras de atribuirlo a las cosas creadas. Una, en sí mismas, incluso Y EN ACTO, O LA ESENCIA EN POTENCIA Y EN ACTO
en cuanto no han sido producidas ni son existentes .en acto. Y, en este caso, el ser
de la esencia no es un verdadero ser real actual en la criatura, como queda de- 1. En esta sección tenemos que establecer otro principio y fundamento de
mostrado, sino que es un' ser posible y que se reduce a aquel tercer miembro del lo que se va a exponer, concretamente que(en las cosas creadas el ente en potencia
ser de la verdad de la proposición o conocimiento; en efecto, según hemos pro- y el ente en acto se distinguen inmediata y formalmente como el ente y el no ente
bado, las esencias de las criaturas en este sentido sólo tienen o ser en su causa, absoluto. Algunos llaman a esta d~stinción real negativa, por el hecho de que uno
o ser objetivamente en el entendimiento. Entre esos dos miembros sólo puede d: ~os. ~xtremos ~s verdadera realidad y el otro no; otros, en cambio, la llaman
establecerse como diferencia que el ser en la verdad de la proposición no sólo dtstmcwn. d~ razon, p~esto que no son dos realidades, sino una sola, a la que
tiene cabida en las esencias reales, sino también en los entes de razón y en los el e-x;.tend1m1ento concl?e y compara como si fueran do~ {Este es un principio
ficticios, pues, en este sentido, es verdad que la ceguera es una privación, y que comunmente aceptado, mcluso por la escuela de Santo Tomás'_) como se desprende
la quimera es un monstruo imaginario, siendo ésta precisamente la razón de de Soncinas, IX Metaph., q. 3, y de otros autores. 'l
atribuir de modo peculiar a las cosas creadas el ser de la esencia antes de que
! existan, para dar a entender que esa verdad está fundada en el ser potencial apto
para existir. En_ otro· sentido se toma el ser de la esencia en cuanto conviene Qué es la potencia objetiva
· actualmente a la criatura ya existen~e, y este ser no hay duda de que es real y 2. Para .que se comprend? este principio, que es muy necesario para lo que
actual, ya se distinga de la existencia realmente, ya sólo por razón, punto que vamos a dec1r, hay q~~ advertir que a!gunos han pensado que el ente en potencia
'luego veremos,- porque es cierto que en la realidad existente la esencia misma es expresa un modo pos1t1vo de ser propio de aquella realidad de la que se dke que
un ente en acto y, en consecuencia, el ser esencial de la misma es un ser actual. está en potencia. Lo cual consiste en un ser diminuto e imperfecto en compara-
Empero, esta actualidad no, la tiene más que por creación o por la producción de ción con el estado en el que se dice que las cosas son en acto. De acuerdo con
un agente y en cuanto la esencia está realmente unida con la existencia. Por est:'l .s~entencia ha~ría. que decir que esos do~ extremos son reales y positivos. Esta
·ello, aunque concedamos que el ser de la esencia considerado de este modo es op~wn suele atnb':use a Escoto, In ll, dtst. 16, q. 1, § Rationes istae, porque
un ser actual y distinto del ser de la existencia, a pesar de todo, permanece ver- d1stm~e la. poten~la. por la que a un ente se le denomina en potencia de la
.dad ero y cierto el principio sentado de que la esencia de la criatura no posee en poten~1a activa y pastva, y .suele, por ello, llamársela potencia objetiva, tomándolo
1 acto este ser de la esencia si no es por producción, y que, por lo mismo, en sí y
del mtsmo Escoto, In Il, dtst. 12, q. 1, y, de acuerdo.con él, se cree que se trata
ens, sed etiam possibile. Ac denique eodem veritate propositionis non solum habet lo-
modo, scientiae, quae consideran! res abs- curo in essentiis realibus, sed etiam in enti- et consequentcr quod, secundum se et ex se pitur et comparatur ac si essent duae. Et hoc
trahendo ab existentia, non sunt de entibus bus rationis et fictitiis; sic enim est verum ut improducta, nullum esse in actu habet, principium receptwn communiter est etiam
rationis, sed de realibus, quía considerant caecitatem esse privationem, et chymaeram neque essentiae, neque existentiae. Et haec in schola D. Thom., ut patet ex Soncinate,
essentias reales, non secundum statum quem esse conficttun monstrum, et ideo peculiari- distinctio est prae oculis habenda ad tallen- IX Metaph., q. 3, et aliis.
habent obiective in intellectu, sed secundum ter tribuitur rebus creatis esse essentiae ante- da~ aequiyocationem et intelligendam' effi-
se, vel quatenus aptae sunt ad existendum quam existant, ut denotetur illam verítatem cactam rattonum quae in hac materia fieri
fundari in esse potentiali apto ad existen- De potentia obiectiva, quid sit
cum talibus naturis vel proprietatibus. salen t.
11. Quintae.- Quidnam et quotuplex sit duro. Alío modo sumitur esse essentiae ut 2. Ut vera hoc principium, quod valde
esse essentiae.- Circa quintum argumentum actu convenit creaturae iam existenti, et hoc SECTIO III necessarium est ad ea quae dicemus, com-
advertendum est aequivocationem esse posse esse est sine dubio reale et actuale, sive re, .SZ~?~OOQ ET IN QUO DIFFERANT IN CREATURIS prehendatur, advertendum est quosdam exi-
in primo membro, scilicet, esse essentiae. sive ratione tantum ab existcntia distingua- H-NS IN POTENTIA ET IN ACTU, SEU ESSENTIA stimasse ens in potentia dicere modurn ali-
Duobus enim modis attribuitur rebus crea- tur, quod postea videbimus, quia certum IN POTENTIA ET IN ACTU quei_D positiv~~ essendi eius rei quae in po-
tis. Uno modo secU:ndum se, etüirn ut non- est in re existente ipsam essentiam esse actu tentm esse dtcttur, quod est esse diminutum
dum sunt factae ne{Jtle.-acLU_~xistentes. Et ens, et consequenter esse essentiale illius l. In hac sectione aliud principium et et imperfectum, comparatum ad iUum sta-
hoc modo esse essentiae non est verum esse esse actuale esse. Hanc tamen actualitatem fundamentum eorum quae dicenda sunt sta- tum in qua res dicitur esse in actu. Iuxta
reale actuale in creatura, ut demonstraturn non habet, nisi per creationem vel productio- ~uendum. est, nimirum, in rebus creatis ens quam sententiam dicendum esset illa duo
est, sed est esse possibile, et revocatur ad nem agentis, et ut essentia reipsa coniuncta m po~e';tla ;t in actu immediate ac formali- esse extrema positiva et realia. Solet haec
illud tertium membrum de esse veritatis pro- est existentiae. Quocirca, quamvis demus es- te~ .distmgut tamquam ens et non ens sim- opinio. tribui. Scoto, In. II, dist. 16, q. l,
positionis seu cognitionis; nam, ut ostendi- se essentiae, hoc modo sumptum, esse actua- phc~ter. Qu~e dist~ctio ab aliquibus vocatur § Ratwnes tstae, quia distinguit potentiam
mus, essentiae creaturarum hoc modo tan- le essc et distinctum ab esse existentiae -ni- realts negatlva_, qu.m unum extremum est ve- a. qua .denominat;;.r ens .in potentia a poten-
tum habent vel esse in causa, vel obiective hilominus verum et certum est princi;ium r~ ~es, .et no.n ~liud;. ab aliis vera vocatur tia activa et passiVa, et 1deo vacarí solet ob-
in intellectu. Solum potest constituí diffe- positum, quod essentia creaturae non habet dtstmctm tatloms, quta non sunt duae re iectiva, ex eod~m Scot~, ~n II, dist. 12, q. 1,
rentia ínter illa duo membra, quod esse in actu hoc esse essentiae nisi per effectionem, sed una tantum, quae per intellectum conct et secundum tllum extstunatur esse aliquid
32 Disputaciones metafísicas 33
Disputación XXXI.-Sección III
1
de algo real pos1tlvo por parte del ente que se dice estar en potencia. Pero ni potencia real positiva es una verdadera realidad o está fundada en alguna realidad \
Escoto afirmó esto último, ni tiene en sí verosimilitud alguna. Pues Escoto jamás y entidad. Por eso, como hizo notar muy bien Santo Tomás, I, q. 9, a. 2, a las
entendió que la potencia puramente objetiva es algo real positivo distinto de la criaturas no se las llama posiblés si no es por denominación de alguna potencia
, causa productora y presupuesto para la acción de ésta por parte de la realidad activa o pasiva; y cuando esta denominación está tomada de la potencia pasiva
posible. Es más, si se le lee atentamente, lo niega expresamente en la citada
o de la potencia activa de la causa segunda, presupone ya esa potencia producida
distinción 12; sólo, por tanto, llamó ente en potencia objetiva al ser posible
mismo, porque se comporta como objeto de la potencia productora. Por consi- por otro, puesto que es imposible que la causa segunda o cualquier potencia
guiente, no se diferencia más que en la palabra, llamando ente en potencia pasíva real sea totalmente improducida. Por esto mismo, dice Santo Tomás:
objetiva a lo que nosotros llamaroos ente potencial, y piensa que Aristóteles habla Todas las criaturas, antes de existir, no era posible que existiesen en virtud de
de esa potencia objetiva en el lib. !X de la Metafísica, al decir que la potencia Y potencia alguna creada, ya que nada creado es eterno, sino que sólo lo eran
el acto están en el mismo género; mas del sentido de este axioma nos hemos por potencia divina, en cuanto puede Dios sacarlas a la existencia. Por consi-
ocupado antes y no tiene nada que ver con la cuestión presente. guiente, por parte de las criaturas sólo se presupone la no repugnancia para ser
3. Así, pues, que el ser en potencia o la potencia objetiva no pueda ser una producidas de este modo, ya que no puede exigirse o presuponerse en ellas nada
realidad verdadera y positiva en la cosa misma que se dice estar en potencia, real.
es evidente, en primer lugar, por lo dicho en el párrafo precedente, porque, o esa 4. Ni tampoco la potencia por referencia a la cual se dice que están en
potencia es producida, o es totalmente improdudda; si es improducida, no es potencia objetiva, puede ser algo en esos mismos entes, sino que lo es en la causa
nada distinto del Creador; si es producida, o lo es desde la eternidad y por nece- por la que pueden ser producidos, ya que estar en potencia objetiva no consiste •
sidad, cosa que no puede afirmarse sin error, o lo es libremente y en el tiempo, más que en poder ofrecerse como objeto a alguna potencia, o mejor a la acción .
y en este caso, antes de ser producida, ella misma estaba en potencia objetiva y, o causalidad de alguna potencia; y una cosa no puede ofrecerse como objeto a
consecuentemente, la realidad total, sin que tal potencia hubiese sido producida sí mrsma,. del mismo modo que. n~ puede s:r producida por si misma, sino que
en la realidad, estaba en potencia objetiva; luego este estar en potencia objetiva ha de serlo por ~tra; por cons1gmente se dice que está en potencia objetiva en
no expresa potencia alguna real y positiva que exista actualmente. En segundo orden a la potencia de otro, y por denominación derivada de ésta se llama a una
lugar, o esa potencia permanece en la cosa producida, o no permanece. Si no
cosa posible.(Se concluye, pues, que el ente en potencia en cuanto tal no expresa
permanece, no puede ser nada real y positivo; ¿cómo, en efecto, ese ente, sea
cual sea el modo de pensarlo, si fuese algo positivo y real, quedaría destruido un est~do. o modo positivo del e~te, sino que más bien, si se prescinde de la
porque se produjese un ente en acto? Si, por el contrario, permanece dicha po- denommacrón tomada de la potencia del agente, implica negación, concretamente
tencia en la cosa producida, ya no se trata de una potencia meramente objetiva, la .de no habe~ brotado todavi~ de dicha potencia; pues precisamente se dice que
sino también subjetiva, y las cosas no serían hechas de la nada, sino de una está en potencia, porque toda~m no ha pasado al act(), y, por eso mismo también,
potencia presupuesta, como del sujeto o materia de la que se hace una cosa. En cu~ndo se crea u~a ~o~a, deJa de estar en potencta, no porque deje de estar
tercer lugar se demostró antes que en la esencia posible, antes de ser producida, SUJeta a, 1~ potenc1a ~1Vma y de e~;ar conte~ida en ella, sino porque ya no está
no existe nada de realidad -hablando propiaroente de realidad positiva y actual-; en ella urucamente, smo que tamb1en ha sahdo de ella y está en si misma. Este
por consiguiente, no puede haber en ella potencia real positiva, puesto que toda estado, pues, es el que excluía aquel "en potencia".

reale positivum ex parte entis quod in po- ducta; si est improduct&, nihil est distin-
tentia esse dicitur. Sed neque Scotus dixit ctum a creatore; si est producta, vel ab
real!s. pos1t1va; omnis enim potentia realis aliquid in ipsis, sed in causa a qua fieri
hoc ultimum, neque ullam in se verisimili- aeterno et ex necessitate, et hoc dici non positiVa est res aliqua vera seu in aliqua
potest sine errare, vel libere et in tempore, possunt, quia esse in potentia obiectiva nihil
tudinem habet. Scotus enim nunquam intel- realitate et entitate fundata. Quocirca, ut aliud est quam posse obiici alicui potentiae,
lexit potentiam pure obiectivam esse aliquid et de antequam produceretur ipsa erat in recte notavi~ D. Thom., I, q. 9, a. 2, crea-
potentia obiectiva, et consequenter res tata, vel potius actioni aut causalitati alicuius po-
reale positivum distinctum a causa produ- tu~ae .non d1cuntur possibiles nisi per deno- tentiae; non potest autem res obüci sibi
cente et praesuppositum ad actionero eius ex sine tali potentia in re producta, erat in po-
mtn~ttonem ab aliqua potentia activa vel ipsi, sicut non potest fieri a se, sed ab alio;
parte rei possibilis. Immo, si attente legatur, tentia obiectiva; ergo hoc esse in potentia pass1va; quando autem haec denominatio
aperte id negat dicta dist. 12; solum ergo obiectiva nullam dicit potentiam realero et dicitur ergo esse in potentia obiectiva in or-
sui"?ítur a potentia passiva vel a potentia
vocavit ens in potentia obiectiva ipsum ens positivam quae actu sit. Secundo, nam vel. acttva secundae, supponit iam talem dine ad alterius potentiam, et per denomi-
talis potentia manet in re producta, vel non
possibile quia se habet ut obiectum poten-
tiae productivae. Unde solum in nomine dif- manet. Si non manet, nihil reale et positi- . .~f.......... .l~;"!J''Ía''f'· ª·b alío productam; non potest nationem ab illa dicitur res possibilis. Relin-
quitur ergo ens in potcntia ut sic non dicere
c~usa secunda vel aliqua potcntia
fert vacando ens in potentia obiectiva quod vum es se potest; quomodo enim illud ens, reahs esse prorsus improducta Qua- statum aut modum positivum entis, sed po-
nos vocamus ens potentiale, et de illa poten- qualecumque esse fingatur, si aliquid positi.,.. propter (ait Div. Thomas) omnes cre~turae, tius praeter denominationem a potentia agen-
tia obiectiva existimat loqui Arist., IX Me- vum et reale esset, destrueretur per produc- anteqz!am essent, non erant possibiles esse
tionem entis in actu? Si vera illa potentia tis includere negationem, scilicet, quod non-
taph., cum dicit potentiam et actum esse in per allqualf11 potentiam creatam, cwn nullum dum actu prodierit a tali poten tia; ideo enim
eodem genere; sed de sensu huius axiomatis manet in re producta, iam illa potentia non c:;eatuff! ;lt aet:rnum, sed per solam poten-
est obiectiva tantum, sed etiam subiectiva, in potentia esse dicitur, quia nondum exivit
dictum est supra et ad praesens nihil refert. ~tam dwmam, m quantum Deus potest eas
3. Igitur, quod illud esse in potentia seu nec res fierent ex nihilo, sed ex praesuppo- trt esse producere. Ex parte igitur creatura-
in actum, e~ propterea, etiam cum res crea-
illa potentia obiectiva non possit esse res sita potentia, tamquam ex subiecto vel mate- :umfi solum ~UPP?~itur . non repugnan tia ut tur, desinit esse in potentia, non quia desi-
aliqua vera et positiva in ipsa re quae in ria ex qua fit res. Tertio, supra ostensum lta a~t, qma mhd re1 in eis requiri aut nat esse subiecta divinae potentiae et con-
potentia esse dicitur, primo est evidens ex est in essentia possibili, priusquam fiat, nihil suppom potest. tenta in illa, sed quia iam non est tantum
dictis paragrapho praecedenti, quía vel illa rei esse (proprie loquendo de re positiva et 4. Neque. illa potentia respectu cuius di- in illa, sed etiam ab jlla et in seipsa. Hunc
potentia est producta, vel omnino impro- actuali); ergo non potest in ea esse poten tia c:untur essc m potenth cbiectiva, pot.;!st csse ergo statum excludebat illud in potentia.
O:SPUn CONES V - 3
34 Disputaciones metafísicas Disputación XXXl.-Sección lll 35

esa expresión y otras semejantes tengan algún sentido verdadero, de acuerdo con
Qué añade la esencia en acto a la esencia en potencia la opinión. anter_ior, hay que .ent:nder~as de la esencia en acto, la cual, comparada
con la existencia, es potencia teceptlva de ella, pero no es esencia actual más
5. En segundo lugar hay que tener principalmente en cuenta que, respecto que en cuanto recibe actualmente el acto de ser.
del otro extremo, es decir, ente o esencia en acto, afirman los autores frecuente- 6. De esto, empero, se sigue por fuerza, aunque la esencia actual no se
mente que la esencia en acto añade la existencia a la esencia misma. Este modo distinga de la potencial, a ~o. ser cuando existe~ ~ también porque está bajo el acto
de hablar, de acuerdo con la sentencia de aquellos que mantienen que la esencia
de ser, que f?rmal y prec1~1vamente ~o se d1s~mgue de modo inmediato por el
existente no se distingue realmente de su existencia, ha de ser entendido nece- acto de ser, smo por su ent1dad esencial, es decir, por el ser de la esencia actual.
sariamente de una adición según razón o impropiamente dicha. Porque, si nos Es necesario -repito- decir esto, si se establece distinción real entre la esencia
referimos a la esencia en acto respecto de la esencia en potencia, parece que se act_ua! y la e~istencia como entre potencia real y acto. Porque el ente en potencia
dice con poca propiedad que le añade la existencia, puesto que no se realiza ob!etlva, segun. demos.tramos, es nada. en ab~oluto o n? ente en acto; por consi-
propiamente una adición real si no es a un ente real, ya que aquello a que se gruente, cualqmer ~ntldad actual se d!-ferenCla formal, mmediata y precisivamente
hace la adición tiene algo de entidad; mas dijimos que la esencia en potencia no del ente en potencia por aquello precisamente por lo que es entidad actual en su
tiene nada de entidad; por tanto, hablando con propiedad, no se le añade nada, género y deja de ser potencial; mas la esencia actual se diferencia de la esencia
a no ser, acaso, según la razón, en cuanto la esencia en potencia objetiva es con- en P.otencia por el se.r. de la esencia, como es de por sí evidente, sin que se dife-
cebida a modo de ente, y sería más propio el decir que la esencia como ente r~ncte for~a! ~ prec1s1va_m~nte I;'or la existencia, sino por aquella actualidad que
en acto se distingue de sí misma en cuanto está en potencia gracias a la existen~ia nene en SI d1stmta de la ex1stenc1a, puesto que no poseía dicha actualidad mientras
actual. Por eso, si nos referimos a la esencia en acto, no puede decirse en modo estaba en potencia; luego. Además, porque, según esa entidad actual está en
alguno, según esta sentencia, que la esencia existente añada la existencia sobre la potencia receptiva de la existencia, potencia en que no estaba en cuant~ conside-
esencia en acto, puesto que la esencia que· es ente en acto incluye formal e intrin- rada en s.ola potenci~ obje.tiva. Queda, por otra parte, claramente explicado en
secamente la existencia; por ella, en efecto, queda constituido como ente en acto la humanidad de Cnsto, st se supone que existe por la existencia increada del
y se distingue del ente en potencia, de acuerdo con esta sentencia, según queda Ve~bo, porque, a pesar de todo, ~lla misma, concebida precisivamente, es una
explicado. Por eso se valen con más frecuencia de este modo de hablar los autores et;tldad .actual ~rea?a, y, por lo m1smo, incluso . concebida asi precisivamente, se
que piensan que la existencia se distingue realmente de la esencia de la criatura, dU:er7ncm de .s1. ,m1sma en cuanto estaba desde la eternidad en la sola potencia
como se echa de ver por los que citamos más arriba, entre los cuales Egidio Ro- obJetr~a, concibiendosela, por ello, ahora como próximamente apta para el hecho
mano dice, en el Quodl. I, q. 7, que la existencia se imprime a la esencia cuando de ururse .con el Verbo, cosa 9ue no poseía antes de la creación; por consiguiente,
es creada y convertida en existente.(Esta afirmación, si se la entiende de la la humam~ad, en cuanto. enttdad actual de la esencia, se diferencia de sí misma
esencia en potencia tal como era, o mejor era pensada antes de la eficiencia divina, ~n potencia p~r su propm entidad creada de esencia y no sólo por la existencia
o es totalmente falsa, o completamente impropia y metafórica, pues ¿cómo puede mcreada de Dtos.
imprimirse un acto a lo que no es nada? El acto, en efecto, no se imprime más 7. ~e explic.a Y cor~obora más esto: en efecto, si la esencia y la existencia
que a una potencia receptiva, y la esencia bajo esa consideración no está, en poten- son real~dades dtversas, 1~ual que la esencia puede estar en potencia y en acto,
cia receptiva, sino en potencia meramente objetij Por consiguiente, para que de la misma manera la ex1stencm creada está en potencia y en acto; y del mismo

Quid addat essentia in actu essentiae tentia. Unde, si sit sermo de essentia in sint, iuxta praedictam sententiam, necesse illam quam in se habet, ab existentia distin-
in potentia actu, nullo modo dici :potest, iuxta hanc est intelligi de essentia in actu, quae, coro- ctam, quia illam actu non habebat dum erat
sententiam, quod essentia existens addat exi- parata ad esse, est potentia receptiva illius~ in potentia; ergo. Item, quía secundum il-
5. Secundo principaliter observandum est stentiam supra essentiam in actu, quia es- non tarnen est actualis essentia, nisi dum lam entitatem actualem est in potencia re-
círca aliud extremum, scilicet, ens aut es- sentia quae est ens actu formaliter et in- actu recipit actum essendi. cept~va existentiae, in qua non erat prout
sentiam in actu, frequenter ab auctoribus trinsece includit existentiam; per illam enim 6. Ex hoc tamen necessario sequitur, constderata in sola potentia obiectiva. Prae-
dici essentiam in actu addere existentiam ipsi constituitur ens actu e~ distinguitur ab ente actualis non differat a po- terea declaratur aperte in humanitate Christi
essentiae. Qui modus loquendi, iuxta senten- in potentia, iuxta hanc sententiam, ut dictum ~.,. '"-"' est, vel etiam quia est sub si supponatur existere per existentiam in~
tiam eorum qui affirmant essentiam existm- est. Quapropter frequentius utuntur illo mo-

ji············· ¡~;¡u~~:~f¡::,.~fo~r~:m:~a~I~it~e.;r~~taimen
c~eatam Verbi, quia ~ihilominus. ipsa, prae-
tem non distinguí ex natura rei a suo esse, do loquendi auctores qui existimant esse in actu essendi, sed ctse concepta, est entltas actuahs creata et
intelligendus necessario est de additione se- distingui ex natura reí ab essentia creaturae~ seu in ac essen- ideo etiam sic praecise concepta diffe~ a
essepraecise
cundum rationem aut improprie dicta. Nam, ut patet ex superius citatis, inter quos Aegid., . . ' necesse est di- seipsa, u~ erat ab aeterno in sola potentia
si sit sermo de essentia in actu respectu es- Quodl. I, q. 7, ait esse imprimi essentiae cere> d1stmguendo ex natura reí essentiam ac- obiectiva, et ideo concipitur nunc ut proxime
sentiae in potentia, minus proprie dici vide- dum creatur e~ fi~ existens. Quod dictum si ~alem ab existentia, tamquam realero poten- apta, ad hoc ut uniatur Verbo, quod ante
tur addere illi existentiam, quía additio rea- intelligatur de essentia in potentia prout tlam ab a7:tu. Quia ens in potentia obiectiva,-· creat10nem non habebat; illa ergo humani-
lis non fit proprie nisi enti reali, nam aH- erat, vel potius cogitabatur ante effectionem u~ ostendunus, est simpliciter nihil seu no~ tas, ut actualis entitas essentiae differt a
1

quid entitatis habet cui additio fit; diximus J?ei, vel est omnino falsum, vel impropriis- ~ms actu;. ergo_ quael~bet actualis entitas peJ seipsa in potentia per suamme; entitatem
autem essentiam in potentia nihil habere en- sunum ae metap)J.oricum; qua modo enim 1d forma~ter unm:d1ate ac praecise differt essentiae creatam et non tantum per esse in-
titatis; non ergo ei fit additio proprie lo- potest actus imprimi ei quod nihil est? a:b ente U: potentm? per quod est in suo creatum Dei.
quendo, nisi fortasse secundum rationem, actus enim non imprimitur nisi potentiae g_en.ere ent1tas actualis et desinit esse poten- 7. Quod declaratur amplius et confirma-
quatenus essentia in potentia obiectiva ap- receptivae: essentia autem sub ea conside- tl~lis; sed essentia actualis in esse essentiae tur : nam, si essentia et exístentia sunt res
prehenditur per modum entis, propriusque ratione non est in potentia receptiva, sed d1ffert ab essentia _in potentia, ut per se diversae, sicut essentia potest esse in poten-
diceretur essentiam ut actu ens distinguí per mere obiectiva. Igitur, ut illa locutio et si- n~tum est, e.t no~ differt formaliter ac prae- tia et in actu, jta existentía creata est in
existentiam actualem a seipsa ut est in po- miles aliquem verum sensum habere pos- Clse per extstentmm, sed per actualitatem potentia et in actu; et sicut essentia non
Disputación XXXI.-Sección lV 37
36 Disputact.ones metafísicas

modo que la esencia no puede ser actual si no está unida con la existencia, ig~al­ SECCION IV
mente tampoco la existencia puede ser actual a no ser unida con la esencm; /

sin embargo, la existencia actual no se distingue formal e intrínsecamente de sí SI LA ESENCIA DE LA CRIATURA SE CONSTITUYE COMO ESENCIA ACTUAL EN VIRTUD
misma como potencial por la esencia, sino por la propia entidad actual que no DE UN SER REAL INDISTINTO DE ELLA MISMA, QUE POSEE EL NOMBRE
poseía en acto mientras estaba en potencia; luego lo mismo sucede con la esencia, Y LA NATURALEZA DE EXISTENCIA
si se la compara .consigo misma en potencia según la actualidad precisiva de la
esencia. De modo semejante, no sólo podemos concebir a la esencia precisiva- 1. Hemos hablado de la esencia de la criatura en cuanto posible y en cuanto
mente y a la existencia precisivamente como en potencia y como en acto, sino actual y de la clase de distinción que hay entre ellas; nos queda por hablar del
que podemos concebir también, como es de por sl evidente, al compuesto total ser por el que la esencia queda constituida en act-o de modo absolutamente formal.
de eSencia y existencia; ahora bien, este ente en acto no se distingue ade,mada- 2. Afirmo, pues, en primer lugar: la esencia real, que es actualmente algo
mente de sí mismo en potencia por añadir la existencia. a la ese1_1cia, puesto ~ue en sí misma distinto de su causa, está intrínsecamente constituida de algún ser
en ambos estados incluye la existencia de modo proporc10nado, smo que se dife- real y actual. Esto se deduce con claridad de lo dicho, puesto que toda entidad
rencia por toda su entidad adecuada, concretamente porque, mientras está en acto, real está constituida por algún ser real, ya que ente se dice por el ser (es se)J y
tiene la actualidad de la esencia y la de existencia y, mientras está en potencia, no ente real por el ser ( esse) real; luego, cuando una entidad real deja de ser poten-
tiene nlnguna de ellas. . . . cial y se convierte en actual, es necesario que esté constituida por algún ser
8. Resulta, pues, universalmente verdadero el segundo prm.clplO ~repuesto real actual. Además, la esencia actual real es, en su género, ente real verdadero
anteriormente es decir que el ente en acto y el ente en potenc1a se d1stmguen y actual, que se diferencia ya del ente en potencia; luego es preciso que esté
formalmente de' modo 'inmediato como ente y no ente, y no como s1. un ente se formalmente constituida en tal actualidad por algún ser real actual que le haya
añadiera sobre otro ente. Y, en consecuencia, es también verdad que la esencia, sido comunicado en virtud de alguna eficiencia.
en cuanto ente actual, se distingue inmediatamente de la esencia en potencia por 3. Afirmo en segunda lugar: esta constitución no se realiza por la compo-
su propia entidad actual, bien exija otra entidad u otro modo para poseerla, bien sición de una determinada existencia con una determinada entidad, sino por abso-
no, puesto que para la esencia en acto vale la misma razón que para c':alqui~r luta identidad real. Se prueba, en primer lugar, por lo dicho, ya que la esencia
ente en acto. Por eso, para expresarnos formalmente y al margen de cualqmer opi- actual se diferencia de sí misma como potencial por su entidad inmediatamente;
nión, no hay que decir que la esencia actual se distingue de la potencial porque luego por ella misma posee el ser actual por el que está constituida, etc. En se-
posee la existencia; ya q~e, aunque también pudi;ra verifi~arse esto,. s.ea form~l gundo lugar se explica de la siguiente forma: o la esencia actual se distingue
y próximamente, sea rad1cal y remotamente, segun las diversas opmmnes, sm realmente de la existencia, o no. Si no se distingue, es evidente que no tiene ser
embargo de modo formallsimo e inmediato en cualquier se:atencia la esencia actual alguno distinto por el que esté constituida en tal actualidad. Y si, por el contrario,
se separa de la potencial por su propia entidad actual que posee en concepto de se distingue, entonces también se distingue el ser de la esencia actual del ser
esencia real. actual de la existencia; luego el ser de la esencia actual no se distingue realmente
de la esencia actual, porque, de lo contrario, se procederla al infinito; luego,
potest esse actualis, nisi ¡_;:o_nipn~ta existen- 8. Est ergo in universum verum secu~­ en cualquier sentencia, el ser por el que se constituye la esencia actual en cuanto
tiae, ita neque existentia potest esse actualis dum principium supra positum, scilicet, ens tal no puede ser realmente distinto de ella misma.
nisi coniuncta essentiae; formaliter tamen et in actu et ens in potentia distinguí forrnali-
intrinscce non differt existentia actualis a ter immediate tamqm~m ens et non ens, et
seipsa potentiali per essentiam, sed per suam non tamquam addens unum ens supra aliúd SECTIO IV esse reali actuali, ei corrununicato per effi-
actualem entitatem, quam actu non habebat ens. Et consequenter etinm est verum essen- AN ESSENTIA CREATURAE CONSTXTUATUR IN cientiarn aliquam.
dum erat in potentia; idem ergo est de es- tiam, prout actuale ens, distinguí immediate ACTUALITATE ESSENTIAE PER ALIQUOD ESSE 3. Dico secundo: haec constitutio non
sen tia, si secundum praecisam actualitatem ab essentia potentiali per suammet entitatem REALE, INDISTINCTUM AB IPSA, QUOD NOMEN fit per compositionem talis esse cum tali en-
essentiae ad seipsam in potentia comparetur. actualem, sive ad habendam illam requirat HABEAT ET RATIONEM EXISTENTIAE titate, sed per identitatem ornnimodam se-
Similiter, non solum essentia praecise et aliam entitatem, vel alium modum, sive non; cundum rem. Probatur primo ex dictis, quía
est enim eadem ratio de essentia in actu l. Diximus de essentia creaturae ut pos- essentia actualis differt a seipsa potentiali
existentia praecise, sed etiam totum compo- sibili et ut in actu, et de distinctione earum
quae de quolibet ente in actu. Unde, ut immediate per suam entitatem; ergo. per
situm ex esse et essentia potest a nobis con- formsliter loquamur et abstrahamus ab omni qualis sit; superest dicendum de esse, quo illammet habet illud esse actuale per quod
cipi ut in potentia et in actu, ut per se opinione, non est dicendum essentiam actua- essentia in actu formalissime constituitur. constituitur, etc. Secundo declatatur in hunc
!lotum est; hoc autern ens in ae tu non lem distinguí a potentiali quía habet exísten- 2. Dlco ergo primo: es sentia realis, quae modum: nam vel essentia actualis distingui-
distinguitur adaequate a seipso in potentia, tiarn; narn, licet id etiam possit verificari, in se est v.liquid actu distinctum a sua cau- tur ex natura rei ab existentia, vel non. Si
quía addit existentiam essentiae, nam in aut formaliter et proxime, aut radicaliter et sa, constituitur intrinsece aliquo esse reali
non, manifestum est nullum habere esse
utroque statu includit existentiam proportio- remate, iuxta varias opiniones, tamen forma- et actuali. Hoc sequitur aperte ex dictis,
nam omnis entitas realis constituitur aliquo distinctum, quo in tali actualitate constitua-
nate; sed differt per totarn entitatem suam lissime et immediate in omni sententia se- tur. Si vero distinguitur, ergo etiam distin-
adaequatam, quía, nimirum, dum est in actu, paratur essentia actualis a potentiali, per esse reali, cum ens ab esse dicatur, et ens
reale ab esse reali; ergo, dum entitas reaUs guitur ex natura rei esse essentiae actualis
habet actualitatem essentiae et existentiae, suammet entitatem actualem, quam habet in ab esse existentiae actuali: ergo esse essen-
dum vera est in potentia, neutram habet. ratione essentiae realis. desinit esse potentialis et fit actualis, necesse
est ut aliquo actuali esse reali constituatur. tiae actualis non distinguitur ex natura reí
Rursus essentb actualis realis in suo genere ab actuali essentia, alioqui in infinitum pro-
est verum ct actuale ens reale, differens iam cederetur; ergo in omni opinione iUud es se
ab ente in poten tia; ergo necesse est illam quo constituitur essentia actualis ut sic, non
formaliter constitui in tali actualitate aliquo potest esse distinctum ex natura rei ah ipsa.
38 Disputaciones metajfsicas Disputación XXXI.-Secci_ó:n~l:.:V_ _~-------------­ 39
que el accidente es un ente en acto y existe absolutamente en virtud de su ser,
Solución propia de la cuestión aunque ese ser exija la inherencia en el sujeto de tal manera que no pueda
existir naturalmente sin ella.
. 4. Afirmo en tercer lugar: el ser por el que la esencia de la crlatura se cons- 5. En segundo lugar argumento, tanto en absoluto como ad hominem: porque
tituye formalmente en la actualidad de la esencia es un verdadero ser de existencia. a este ser de la esencia actual le convienen todas las cosas que suelen atribuirse
Las dos proposiciones anteriores, tal como las hemos propuesto, son comunes en a la existencia, e incluso todas aquellas cosas por las que los autores de la primera
cualquier posición, ya se defienda que la existencia se distingue realmente de y segunda sentencia creen que la existencia se distingue realmente de la esencia;
la esencia, ya no; y en cuanto a esta tercera, la admiten, e incluso tienen que luego se trata de un verdadero ser de existencia. Se prueba el antecedente, primero,
defenderla los que no distinguen la existencia de la esencia actual; aunque los que porque este ser de la esencia actual no es eterno, sino temporal; puesto que,
opinan lo contrario la niegan con bastante frecuencia. Más aún, si se expresan según se demostró antes, las criaturas no han tenido ser alguno real desde la
consecuentemente, no veo por qué razón puedan admitirla. Hay varios modos eternidad, sino que se dice que es eterno el ser de la esencia en cuanto se dis-
de probar esta aserción. Primero, porque este ser considerado preclsivamente basta tingue del ser de la existencia, afirmación que no puede ser verdadera más que de
para la verdad de esta proposición de segundo adyacente, la esencia es; luego aquel ser potencial; luego el ser actual, del mismo modo que es temporal, igual~
ese ser es verdadera existencia. La consecuencia es clara; en efecto, según la mente es verdadera existencia. Además, este ser conviene a la criatura de modo
significación ordinaria y la concepción de los hombres, el es de segundo adyacente contingente o no necesario, puesto que no sólo no lo poseyó antes de ser producida,
no está desvinculado del tiempo, sino que significa existir actualmente en la sino también porque puede quedar privada de él después de poseerlo; ahora
realidad, cosa que entendemos todos por el nombre de existencia o por el ser de bien, éstas son características de la existencia, por las que principalmente se juzga
la existencia. Se objetará que respecto de la esencia actual se dice siempre con que se distingue de la esencia, ya que de la esencia se dice que no conviene a la
verdad que es, pero que no se dice formalmente a causa de la actualidad de la cosa contingentemente, sino de modo necesario e inseparable; luego este ser de
esencia, o a causa del ser por el que está constituido formalmente en tal actua- la esencia actual tiene todas las características de la existencia. Se objetará: si
lidad, sino porque nunca posee este ser sin la existencia, aunque se trate de una este argumento es eficaz, no sólo concluye que este ser es la existencia, sino
existencia distinta de tal ser o de la actualidad de la esencia. Mas contra esta también que es distinto de la esencia. Se responde que en la opinión de otros
respuesta se prueba el antecedente del argumento propuesto, porque la esencia así es la conclusión; pero que, según nuestra sentencia, se concluye más bien que
es ente en acto y se distingue del ente en potencia por este ser de la esencia con esos argumentos no se prueba leg1timamente que la existencia se distingue
actual considerado formal y precisivamente; luego tal existencia existe en virtud realmente de la esencia, punto de que luego nos ocuparemos con más extensión.
de dicho ser; es, pues, legitima la inferencia: es un ente en acto; por consiguiente Por eso, a este ser de la esencia actual le conviene, además, el ser conferido a la
es, puesto que ser un ente en acto no disminuye la razón de ente que incluye criatura -mediante la eficiencia del Creador; mas por la eficiencia se confiere
el verbo es. Por tanto, aunque concedamos que este ser de la esencia actual Próximamente el ser de la existencia; luego también en esto conviene este ser
depende como de condición necesaria de un término o acto ulterior, o de algo con la existencia. Finalmente, no puede idearse característica alguna necesaria
semejante, sin embargo ese mismo ser constituirá formalmente el ente en acto y para el ser de la existencia y que no convenga a este ser; excepto que alguno
lo distinguirá del ente en potencia; luego es en virtud de él por lo que se dice diga, incurriendo en petición de principio, que una de las condiciones exigidas
que una cosa existe verdadera y absolutamente; del mismo modo que se dice para la existencia es que se distinga realmente de la, existencia actual, afirmación
Propria quaestionis resolulio quod omnes intelligimus nomine existentiae esse dicitur esse ens actu et absolute esse, ditiones existentiae, propter quas maxime
seu per esse existentiae. Dices de actuali quamvis illud esse requirat inhaerentiam in censetur distinguí ab essentia; nam essentia
4. Dico tertio: illud esse qua essentia essentia semper vere did est, non tamen subiecto, ita ut sine illa naturalíter esse dicitur non convenire rei contingenter, sed
creaturae formaliter constituitur in actuali- formaliter ob actualitatem essentiae, neque non possit. necessario et inseparabiliter; ergo hoc esse
tate essentiae est verum esse existentiae. ob illud esse qua in tali actualitate forma- 5. Secundo argumentar, tam simpliciter actualis essentiae P,abet conditiones orones
Duae propositiones praecedentes prout a liter constituiturj sed quia nunquam habet quam ad hominem: nam huic esse actualis existentiae. Dices: si haec ratio est efficax,
nobis propositae sunt, communes sunt in hoc esse absque existentia, tametsi distincta essentiae conveniunt omnia quae tribui so- non solum concludit quod hoc esse sit exi-
omni opinione, sive teneamus existentiam a tali esse seu actualitate essentiae. Contra lent existentiae, immo et illa omnia propter stentia, sed etíam quod sit distinctum ab
distinguí ex natura reí ab essentia, sive non; hanc autem responsionem probatur antece- quae auctores primae et secundae sententiae essentia. Respondetur in opinione aliorum
haec autem tertia admittitur quidem, immo dens rationis factae; nam per hoc esse es- existimant existentiam distinguí ex natura ita concludi; tamen, iuxta nostram senten-
n_ec_essa_ri1) asseritur ab bis qui non distin- sentiae actualis formaliter ac praecise sump- rei ab essentia; ergo est verum esse existen- tiam, potius concludi non recte probari illis
guunt existentiam ab actuali essentia; ab tum talis essentia est ens in actu et distin- tiae. Antecedens probatur, nam primo hoc rationibus existentiam distinguí ex natura
his vero qui oppositum sentiunt, frequen- guitur ab ente in potentia; ergo ex vi illius esse essentiae actualis non est aeternum, sed rei ab essentia, de quo plura inferius. Unde
tius negatur. Immo, si consequenter loquan- esse talis essentia est; recte enim infertur : temporale; nam, ut supra ostensum est, crea- ulterius huic esse actualis essentiae convenit
tur, non video qua ratione possint eam ad- est ens actu; ergo est, quía es se ens actu turae nullum esse reale ab aeterno habue- ut conferatur creaturae pex efficientiam crea-
míttere. Probatur autem haec assertio variis non diminuit rationem cntis quam includit runt, sed esse essentiae, prout distinguitur toris; sed per efficientiam proxime confer-
modis. Primo, quia hoc esse praecise sump- verbum est. Unde, etiam si demus hoc esse ab esse existentiae, dicitur esse aeternum, tur esse existentiae; in hoc ergo etiam con-
tum satis e:>t ad veritatem huius locutionis essentiae actualis pendere ab ulteriori ter- quod non potest esse verum nisi de illo esse venit hoc esse cum existentia. Denique nulla
de secundo adiacente, essentia est; ergo illud mino seu actu tamquam a conditione neces- potentiali; ergo esse actuale, sicut temporale potest excogitari conditio necessaria ad esse
esse est vera existentia. Consequentia est saria, vel ab aliquo huiusmodi, nihilominus est, ita etiam est vera existentia. Deinde, hoc existentiae_ quae non conveniat huic esse.
clara: nam, iuxt:1 communem significatio- tamen illud esse ipsum formaliter constituet esse convenit creaturae contingenter seu non Nisi forte aliquis, petendo principium, dicat
nem et conceptionem hominum, est, de se- ens actu et distinguet illud ab ente in po- necessario, quandoquidem et, priusquam fie- unam ex conditionibus requisitis ad existen-
cundo adiacente, non absolvitur a tempore, tenth; ergo ex vi illius vere et absolute ret, illud non habuit, et potest, posteaquam tiam esse ut distinguatur ex natura reí ab
sed sígnificat actu esse in rerum natura, dicitur res esse; sicut accidens ex vi sui illud habet, illo privari; sed istae sunt con- actuali essentia, quod sane absurde dicere-
40 Disputaciones nzelafisicas 41
Disputación XXXI. Sección IV
que, sin duda, seria absurda, puesto que ahora investigamos las características por . , · ed 1"atarnente que una esencia posible se convierte .en esencia actual,
las que podemos conocer qué es la existencia y por qué hay que distinguirla de mtrmseca e mm · .·,
t't a a la esencia fuera de las causas o de la nada, es cas1 una propostcmn
co~ds tuy por sus términos puesto que en vlrtud de ese ser es algo en acto.
1
la esencia. Seria, pues, una petición de principio arbitraria el poner esta distinción
entre las características necesarias para el ser de la existencia. Sobre todo porque~ ev1 en etambién demostrada' por los pnnc1p10s
. · · senta dos, puesto que se demostró
al ser la distinción una negación o una especie de relación, no es caracteristica Queda . L. •
esencialmente requerida para el ser de una cosa, sino que es algo que resulta del n virtud de este ser por lo que la esencia queda formalmente constttmda
ser concreto de esa cosa. No se debe, pues, poner la distinción entre las caracte- te esd: la posibilidad que poseia desde la eternidad, según nuestro modo d.e
rísticas necesarias para el ser de una cosa, ya se trate de la esencia, ya de la c~~~~bir, puesto que ser educido. de la posibilidad, por asi decirlo, y ser consti-
existencia; por lo demás, no puede pensarse característica alguna que constituya tuido fuera de las causas es lo m1smo. .
al ser real en el ser de la existencia y que no se encuentre en el ser de la 7. Se sale al paso a una objeción.- Ni tiene que. v~r el que alguno dtga que
esencia actual. Luego éste es el verdadero ser de la existencia. este ser de la esencia actual depende de otro ser d1stmto, al que. otros llaman
6. En tercer lugar se explica esto mismo partiendo de la razón propia de existencia actual, bien porque, aunque admitamos esta dep:nd~ncm, no puede
existencia; porque el ser de la existencia no es más que aquel ser por el que tratarse de una dependencia en el género de la causa o ~ermmo formal, que
formal e inmediatamente queda una entidad constituida fuera de sus causas, constituya intr1nsecamente a la esencia en la razón de esencia actual, y nosotros
dejando de ser nada y comenzando a ser algo; mas esto mismo es el ser por el hemos hablado del ser que constituye formal e ~trínsecamente de este mo~o ,la
que una cosa se constituye formal e inmediatamente en la actualidad de la esencia; actualidad de la esencia, demostrando respecto de el que posee la verdadera razon
luego es el verdadero ser de la existencia. La mayor parece de por sí evidente de existencia. La afirmación la hemos demostrado al. probar que el. s~r p~r el que
por la significación del término mismo y por la concepción general de todos. la esencia se constituye en la actualidad de la esencia no puede dtstm~mrse. real-
Además, por la oposición inmediata y formal que se explicó antes entre el ente
mente de ella misma; si, pues~ ese otro ser, al que otros llaman. e~1stenc1a, es
en acto y el ente en potencia; porque ente en acto es lo mismo que existente;
r ahnente distinto de ·la actuaHdad de la esencia, no puede const1tmrl~ formal-
ya que, de lo contrario, podria darse medio entre el ente posible y el ente existente,
cosa que resulta ininteligible; luego el ser por el que formalmente se constituye ~ente en tal actualidad; por consiguiente, si hay alguna depen?en.cia . de la
un ente actual en sí y fuera de sus causas es también el ser por el que se cons- esencia actual respecto de esa existencia, no será como de. un const1tut1vo forma~
tituye en existente; luego ese ser es el verdadero ser de la existencia. Además, intrlnseco, sino como de otra causa o condición necesana. Ade~nás, por~ue, SI
porque este ser, si por un posible o por un imposible se piensa que permanece se considera atentamente esta razón, demuestra que no se da ex1stencm mnguna
sin ningún otro ser distinto, es suficiente para distinguir la entidad actual de la que se distinga de este modo del ser de la esencia actual; y .si por v~ntura se
posible y, consecuentemente, para constituirla en un estado nuevo y temporal, da alguna condición o. término o modo neces~rio ~ara .que esa. esen~m a~tual
estado que no tiene desde la eternidad, y para ser término de la acción del agente exis""a esa condición no es ni puede llamarse ex1stenc1a, smo subsrstenc1a o mhe-
o para fundar la relación y dependencia real de la causa eficiente_; luego este ren~i; a no ser que queramos convertir toda esta discusión en una cuestión de
ser por el que una cosa queda formalmente constituida en acto fuera de sus causas palab:as. Mas, puesto que la comprensión de todo este problema depende en gran
es la existencia. La proposición menor, es decir, que el ser por el que se entiende parte de esto, hay que explicarlo directamente y ex professo y demostrarlo en la
sección siguiente.
tur; nunc enim inqummus conditiones quí- tiae. Maior videtur esse per se nota ex ipsius
bus cognoscere possimus quid existentia sit, termini significatione et communi omnium
et cur sit ab essentia distinguenda. Esset possibilis intelligitur fieri essentia actualis, tate essentiae constituitur, non posse esse
conceptione. Item, ex immediata et formali constituat essentiam extra causas, seu extra ex natura reí distinctum ab ipsa; si ergo
ergo voluntaria petitio principii inter condi- oppositione supra declarata inter ens actu et
tiones necess:uias ad esse existentiae ponere nihil, fere est per se nota ex terminis, qui':l illud aliud csse, quod ab aliis voc~tur exi-
ens in potentia; nam ens actu idem est per illud esse est aliquid in actu. Est etiam
huiusmodi distinctionem. Eo vel maxime quod existens, alioquin dari posset medium stentia est distinctum ex natura re1 ab ac-
quod distinctio, cum sit negatio vel relatio ínter ens possibile et ens existens, quod ta-
dem0nstrata ex principiis positis, quia osten- tualita~e essentiae, non potest illam forma-
quaedam, non est conditio per se requisita sum est per _hoc esse formaliter constitui es- liter constituere in tali actualitate; si ergo
men inintelligibile est; ergo illud esse quo sentiam extra possibilitatem quam ab aeterno
ad esse rei, sed est quid resultans ex talí formaliter constituitur ens actu in se et extra aliqua est dependentia- actualis essentiae a
esse rei. Non est ergo distinctio ponenda habebat nostro modo concipiendi; nam edu-
causas, est etiam esse quo constituitur exi- ci, ut sic dicam, a possibilitate et extra cau- tali existentia, non erit ut ab in:rinseco con-
inter conditiones necessarias ad esse rei, sive stens; ergo illud es se est verum esse existen- stitutivo formali, sed ut ab aha .cau~a vel
essentiae, si ve existentiae; in reliquis autem sas constitui idem sunt.
tiae_ Itero quia huiusmodi essej si) per pos- 7. Occurritur obiectioni.- Nec refert si conditione necessaria. Praeterea, qma, s! haec
rilllla fingi potest conditio quae constituit sibile vel impossibile, intelligatur manere ratio attente ponderetur, probat nullam da~i
esse renle in esse existentiae, quae non re- quis dicat hoc esse actualis essentiae pen-
absque quolibet alio esse distincto, est suf- dere ah alio esse distincto, quod ab aliis ap- existentiam ita distinctam ab esse actuahs
periatur in esse actualis cssentiae. Est ergo ficiens ad distinguendum entitatem actualem
hoc verum esse existentiae. pellatur actualis existentia, tum quía, licet essentiae; et si fortasse datur aliqua .condi-
a possibi!i, et consequenter ad constituendam admittamus hanc dependentiam, illa esse non tio, vel terminus aut modus necessarms, ut
6, Tertio declaratur hoc ipsum ex propria illam in novo ac temporalí statu, quem ab
ratione existentiae; nam esse existentiae nihil potest in genere causae vel termini formalis talis essentia actualis existat, illam non esse
aeterno non habet, et ad terminandam actio- intrinsece constituentis essentiam in ratione nec vocari nosse existentiam, sed subsisten-
aliud est quam illud esse quo formaliter et nem agentis seu ad fundandam habitudinem
immediate entitas aliqua constituitur extra essentiae actualis; nos autem locuti sumus tiam vel inhaerentiam, nisi tota haec contro-
et dependentiam realem a causa efficiente; de esse sic formaliter et intrinsece consti- versia ad quaestionem de nomine revocetur.
causas suas et desinit esse nihil ac incipit es- ergo ,huiusmodi esse quo res formaliter con-
se aliquid; sed huiusmodi est hoc esse quo tuente actualitatem essentiae, et de illo os- Quia vero magna ex parte hi~c l?end~t in-
stituitur actu extra causas est existentia. Mi- tendimus habere veram rationem existentiae. telligentia totius huius quaest10ms, drrecte
formaliter et immediate constituitur res in ac- nor autem propositio, scilicet, quod illud
tualitate essentiae; ergo est verum esse existen- Assumptum probatum est a nobis, quia 9S- et ex professo declarandum hoc est et pro-
esse quo intrinsece et immediate essentja t·endimus illud esse quo essentia in actua!-i- bandum in sequenti sectione.
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42 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.--Sección V 43

igual que, en sentido contrario, la esencia depende de la existencia en el género


SECCION V de la formal.
Sr, ADEMÁS DEL SER REAL DE LA ESENCIA ACTUAL, ES NECESARIO OTRO SER, 2. Por otra parte, en cualqUier opinión es necesario que la existencia de la
EN VIRTUD DEL CUAL LAS COSAS EXISTAN FORMAL Y ACTUALMENTE cosa creada dependa de la existencia de alguna realidad, al menos en el género
de la causa eficiente. Porque, si la cosa creada existente es imperfecta o incompleta
Se explica la función de la existencia en el género de ente, es preciso que toda la entidad actual, y también la existencia
1. Todos admiten como cierto que la existencia es aquello por lo que una misma de dicha cosa, dependa de otro, o como de sujeto, o como de aquello
cosa es formal e intrínsecamente existente en acto; pues, aunque la existencia que la sustenta, o como_ de la unión con otro, o como del término último de la
no sea propiamen~e y en rigor causa formal, igual que no lo es la subsistencia o entidad completa. Se prueba con una inducción que puede hacerse con diversos
la personahdad, sm embargo es constitutivo formal e intrínseco de lo constituido ejemplos, según las diversas sentencias; en efecto, la humanidad de Cristo y su
por ella, igual que la personalidad es constitutivo intrínseco y formal de la per- existencia creada en este sentido dependen del Verbo como de aquello que las
sona, ya se realice esto por composición, ya sin ella, porque el ámbito de consti- sustenta, y de la Encarnación como de la unión por la que se junta al Verbo; del
tución es más amplio que el de composición, según explican con más extensión mismo modo también la humanidad de Pedro y su existencia dependen de la
los teólogos, I, q. 40, o en In l, dist. 26 y 33; ahora bien, esto constituido por subsistencia como de último término que completa la sustancia; al igual que se
la existencia, para expresarlo con una palabra que admitan todos, no es otra cosa puede decir también de una línea, por más qu~ se. la conciba como ~ctualmente
que el existente en cuanto tal, por más que con esta palabra quede igualmente existente, que depende del punto como de su termmo. Pero hay un eJemplo que
oscuro en qué consiste, si no se explica más el concepto o razón de existente está casi fuera de toda discusión; efectivamente, la forma accidental tiene consigo
en cuanto tal. Mas, sea -lo que sea, no hay duda, empero, de que el existente su existencia, existencia que depende naturalmente del sujeto como de causa. ma-
en cuanto tal queda formalmente constituido por la sola existencia, y que en este · terial, y depende de la unión o inherencia en el sujeto como del modo :med1ante
género de causa cuasi formal depende de ella sola; esto, sin embargo, no excluye el cual es sustentada por el sujeto; y --cosa que todavía es más cierta- la
que en otros modos o en otros géneros de causas la cosa existente dependa en forma sustancial material lleva consigo su propia existencia, la cual depende natu-
su existencia actual de otras realidades, punto que hay que considerar atenta- ralmente de la materia como de causa material. La razón general consiste en que
mente, porque algunos tomistas parece que han ignorado esto o han aparentado todo ente que es imperfecto e incompleto en su orden puede depender de otro
disimularlo, según se tocó en los argumentos de la primera opinión y según vamos ente ya como de causa intrínseca, ya como de extrínseca, según sea congruente
a ver en la solución de los mismos. Y esto es evidente incluso en su sentencia, con 'su naturaleza, porque esto no implica contradicción alguna y, por otra parte,
porque, si la existencia y la esencia son realmente distintas, y de ellas, como de está de acuerdo con la imperfección de un ente tal. Y si esto se admite fácilmente
acto y potencia, se compone el ente existente, es menester que ese compuesto y sln discusión en la entidad de la esencia actual, no hay .por qué negarlo. en la
en la razón de ente existente dependa intrlnsecamente, tanto de la entidad de la entidad de la existencia, puesto que también ella puede ser unperfecta y débll para
esencia como de la entidad de la existencia, aunque de ésta dependa formalmente sustentarse a sí misma, como se ve con evidencia en cualquier existencia de un
y de aquélla materialmente; más aún, es preciso que la entidad misma de la accidente.
existencia dependa de la entidad de la esencia en el género de causa material,
SECT!O V aeque obscurum maneat quid illud sit, nisi
tiae in genere causae rnateríalis, sicut e con- suo. Unum vera exémplurn est fere extra
amplius conceptus seu ratio existentis ut sic
declaretur. Quidquid vera illud sit, certum trario essentia pendet ab existentia in genere omnem controversiarn; narn forma acciden-
UTRUM PRAETER ESSE REALE ACTUALIS
ESSENTIAE SIT ALIUD ESSE NECESSARIUM, tamen est existens ut sic per solam existen- formalis. talis secum affert suarn existentiam, quae
QUO RES FORM:ALITER ET ACTUALITER tiam formaliter constituí, et in hoc genere 2. Rursus in ornni opinione necesse est existentia naturaliter pendet a subiecto, ut
EXISTAT quasi formalis causae ab illa sola pendere; ut existentia rei creatae pendeat ab existen- a causa materiali, et ab unione seu inhae-
hoc tamen non excludit quin aliis modis vel tia alicuius rei, saltern in genere causae effi- rentia in subiecto, ut a modo qua medhmte
Declaratur munus existentiae in aliis generibus causarum pendeat res exi- cientis. Quod si res creata existens imper- sustentatur a subiecto; et (quod certius est)
1. Certum est apud orones existentiam stens ab aliis rebus in sua actuali existentia, fecta sit vel incompleta in genere entis, ne- forma substantialis materialis secum affert
esse id qua formaliter et intrinsece res est quod est attente considerandum, quia aliqui cesse est ut tata entitas actualis, et ipsa suarn existentiam, quae naturaliter pendet a
actu existens; quarnquarn enim existen tia thomistae videntur hoc aut ignorasse aut dis- etiam existentia talis rei, pendeat ah alio, materia ut a causa materiali. Ratio vera ge-
!l()P._ sit proprie et in rigore causa formalis, simulasse, ut in argumentis primae opinionis vel tamquam a subiecto, vel tamquarn a neralis est quia omne ens quod in suo ordine
sicut neque subsistentía aut personalitas, est tactum est et in eorum solutionibus videbi- sustentante, vel tamquam ab unione cum imperfectum et incompletum est potest pen-
tamen intrinsecum et formale constitutivum mus. Est autem id evidens etiam in eorum alio, vel tamquam ab ultimo termino corn- dere ab alio ente, vel ut a causa intrínseca,
sui constituti, sicut personalitas est intrinse- sententia; nam, si existentia et essentia sunt pletae entitatis. Probatur inductione, quae vel ut ah extrínseca, prout naturae eius
cum et formale constitutivum personae, sive ex natura rei distinctae et ex eis cornponitur fieri potest variis exemplis, iuxta varias sen- fuerit accornmodata; )J.oc enim nullam re-
hoc sit per compositionem, sive absque illa, ens existens tarnquam ex actu et potentia, tentias; sic enim hurnanitas Christi et exi-
pugnantiarn involvit, et alioqui consenta-
narn constitutio latius patet quam campo- necesse est ut illud compositum in ratione stentia creata eius pendet a Verbo ut a
sustentante, et ab Incarnatione tamquarn ah neum est imperfectioni talis entis. Quod si
sitio, ut theologi latius tradunt, 1, q. 40, seu entis existentis intrinsece pendeat, taro ah
In I, dist. 26 et 33; hoc autem constitutum 1 entitate essentiae quam ab entitate existen- unione qua coniungitur Verbo; sic etiam in entitate essentiae actualis hoc facile ad-
per existentiam, ut uno verbo significetur tiae, licet ab hac formaliter, ab illa vero humanitas Petri et existentia eius pendet rnittitur et sine controversia, non est cur
quod omnes admíttant, nihil aliud est quam materialiter; immo necesse est ipsam enti- a subsistentia tarnquam ah ultimo termino in entitate existentiae negetur, cum illa etiam
existens ut sic, quamquam sub hac voce tatern existentiae pendere ab entitate essen- complente substantiarn; sicut etiam linea, imperfecta et irnbecillis ad se sustentandum
quantumvis concipiatur actu existens, dici esse possit, ut evidenter constat in omni
1 En algunas ediciones, constitutivum en lugar de constitutum. (N. de lo~ EB.) potest pendere a puncto tamquam a termino existentia accidentis.
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_____ Disputaciones
__::'_ metafísicas
Disputación XXXI.--Sección V 45
sujeto y es conservada por él, y esta dependencia la suple Dlos en el accidente
Nudo del problema separado. Sucede otro tanto, guardada la proporción, en la forma material res-
3. De aquí, pues, se llega legítimamente a la conclusión de que la esencia pect? de la materia, y en la materia respecto de la forma, como luego vamos a
actual en :uanto tal, aunque incluya -según se probó- el ser de la existencia exphcar con más extemüón.
e? sl!- ser mt:Inseco y formal, sin embm:go puede necesitar naturalmente de algún 5. La existencia sustancial es algo distinto de la subsistencia.- La naturaleza
termmo ultenor, o de algún modo o unión, para que exista en la naturaleza, bien sustancial, que es la que ·existe por sí misma, además de la entidad actual de
en absoluto, bien de modo connatural, según explica y confirma con evidencia la esencia, incluye una especie de término último, en virtud del cual subsiste
el ruzonamiento expuesto y los ejemplos y razones que en él se han aducido. positivamente, según vamos a decir luego en su lugar contra Escoto y otros.
Este es, por tanto, el origen de la cuestión propuesta, puesto que algunos dicen Por ahora suponemos también que este término es realmente distinto de la entidad
que, aunque la esencia sea un verdadero ser actual por su ser real de esencia, actual de la naturaleza total o de la esencia sustancial. Por otra parte, negamos que
con todo, necesita de otra actualidad ulterior distinta para poder existir, y a ésta este término sea la existencia, sino que es la subsistencia de la naturaleza o
le dan el nombre de existencia. supuesto. Y aunque acaso sea posible que los que se expresan de tal manera que
4. Pero hay que mantener que la esencia real y actual puede, sin duda, llaman existencia sustancial a este término o subsistencia no se diferencien de
exigir naturalmente para existir un modo de subsistir o de inherlr; mas este nosotros más que en el modo de hablar, empero, puede haber también una dife-
modo o término ulterior no es la exlstencia de la esencia misma, y no puede rencia real y, si es cuestión sólo de palabras, no se expresan debidamente. En
excogitarse ningún otro fuera de estos términos o modos, el cual no sólo sea efecto, si llaman existencia a la subsistencia misma, porque realmente piensan
distinto realmente de la esencia actual, sino que sea la verdadera existencia de que la esencia sustancial queda formal y primariamente constituida en el ser de
ella. La demostración es fácil haciendo un recorrido por cada una de las esencias ente en acto y se distingue del ente posible por la subsistencia misma en cuanto
y por los modos de ellas. Y, comenzando por los ejemplos más claros, la forma tal, es del todo falso, como opinan también los tomistas con bastante frecuencia
accidental, además de la entidad actual que le es esencial, incluye ]a unión actual y lo vamos a ver más abajo tratando de la subsistencia, pudiendo llegarse a este
o la inherencia al sujeto, habiendo demostrado suficientemente el misterio de la c;onvencimiento por lo dicho hasta aquí. En efecto, hemos demostrado que el ser
Eucaristía que esta unión es realmente distinta de la entidad de la forma acci- por el que primaria y formalmente queda una esencia constituida dentro del
dental, ya que en él se ha separado y destruido la inherencia actual conservándose ámbito del ente en acto y se distingue de la esencia posible, no puede ser algo
la entidad del accidente; igual que este mismo misterio demuestra que la misma realmente distinto de la entidad actual de la esencia; por consiguiente, en este
inherencia actual está fuera de la esencia del accidente. Mas esta inherencia no caso no puede ser un efecto formal de la subsistencia, ya que damos por supuesto
es el ser de la existencia del accidente, pues ¿quién afirmó esto nunca? Porque que ésta es realmente distinta. Además, de la misma manera que este modo es
en el sacramento del altar no se crea un nuevo ser de existencia por el que ex!.stan distinto de la entidad de la esencia, de igual suerte puede conservarse la entidad
los accidentes consagrados, según enseñan casi todos los teólogos; lue11o los de la esencia una vez destruido dicho modo, reteniendo en ese caso todo el ser
accidentes consagrados retienen la existencia que tenian en el pan sin conse~var la intrínseco merced al cual se constituye en tal actualidad o entidad actual; luego
inherencia; por consiguiente, la inherencia no es la existencia del accidente, sino no se constituye formal e intrínsecamente en esa actualidad mediante la subsis-
un modo de la misma, mediante el cual esa existencia depende naturalmente del tencia. El antecedente se da por supuesto por el misterio de la Encarnación y por
lo que vamos a decir más abajo sobre la naturaleza y la subsistencia. La conse-
Punctus controveníae stinctus ex natura rei ab essenth actuali,
subiecto, quam dependentiam Deus supplet tialem primo ac formaliter constituí in esse
et sit vera existentia eius. Probatur facile entis in actu et distinguí ab ente possibili
3. Ex his ergo recte concluditur essen- discurrendo per singulas essentias et modos in accidente separata. ldemque est, propor-
tione servata, in forma materiali respectu per subsistentiam ipsam ut sic, est plane
tiam actualem ut sic, etiamsi in suo intrin- earum. Et incipiendo' a clarioribus, forma ac- falsum, ut etiam thomistae frequentius sen-
seco et formali esse includat esse existentiae, cidentalis prueter entitatem actualem sibi es- materiae, et in materia respectu formae, ut
ut probatmn est, nihilominus posse natura- latius dicemus inferius. tiunt, et infra tractando de subsistentia vide-
sentialem, indudit actualem unionem seu bimus. Et ex hactenus dic.tis convinci pot-
lite! indigere aliquo ulteriori termino, vel inhserentiam ad subiectum, quam esse ex S. Existentia substantialis distinctum quid
modo aut unione, ut in rerum natura exi- a subsistentía.- Substantialis autem natura, est. Ostendimus enim illud esse qua primo
natura reí distinctam ab entitate formae ac- ac formaliter constituitur essentia intra lati-
stat, ve! simpliciter, vel connaturali modo, cidentalis satis declaravit mysterium Eucha- quae per se existit, praeter actualern enti-
ut evidenter declarat et confinnat discursus tatem essentiae, includit ultimum quemdam tudinem entis in actu et distinguitur ab es-
ristiae, in quo separata est et destructa actua- sentia possibili, non posse esse aliquid ex
factus et exemola ac rationes in eo adductae. lis inhaerentia, conservata entitate accidentis· terrninum, qua positive subsistir, ut infra
Bine ergo nata est quaestio proposita; di- sicut etiam idem mysterium ostendit eam~ suo loco dicemus contra Scotum et alias. natma rei distinctum ab entitate actuali es-
cunt enim aliqui, etiamsi essentia per suum Quern terminum nunc etiam supponimus .ex sentiae; non potest ergo hic esse effectus for-
dem actualem inhaerentiam esse extra es-
esse reale essentiae sit verum actuale ens, sentiam accidentis. Haec autem inhaerenl:ia natura rei esse distinctum ab entitate actuali malis subsistentiae, cum supponamus hanc
nihilominus indigere alía ulteriori actualitate totius naturae seu essentiae substantialis. ,ex natura reí esse distinctam. Praeterea,
non est esse existentiae accidentis; quis
distincta ut esse possit, et hanc vocant exi- enim hoc unquam díxit? Nam in sacramento Hunc item terminum negamus esse existen- sicut hic modus est distinctus ab entitate
stentiam. altaris non creatur novum esse existentiae tiam, sed subsistentiam naturae seu suppo- essentiae, ita potest entitas essentiae conser-
4. Dicendum tamen est essentiam rea- qua accidentia consecrata existant, ut omne~ siti. Et quamvis fortasse qui ita loquuntur, vari destructo tali modo, et tune retinet to-
ut illum terminum seu subsistentiam, exi- tum illud esse intdnsecum qua constitui-
lero et actualem posse quidem naturaliter f~re theologi docent; retinent ergo acciden-
postulare modurn subsistendi vel inhaerendi, tla consecrata existentiam quam habebant in stentiam substantialem vocent, possint tan- tur in tali actualitate seu ·entitate actuali;
tum in modo loquendi a no bis discrepare, ergo non constituitur formaliter et intrinsece
ut sit; hunc tamen modum seu terminum pane et non retinent inhaerentiam; non est
ulteriorern non esse existentiam ipsius es- ergo inhaerentia existentia accidentis sed tamen etiam potest esse realis differentia, et in ea actualitate per subsistentiam. Antece-
sentiae, nec posse praeter Pos modos aut modus quidam Ulius, quo mediante, ill; exi-
si sit tantum in voce, non recte loquuntur.
Etenim, si subsistentimn ipsam existentiam
dens supponitur ex mysterio Incarnationis
et ex his quae dicemus infra de natura et
terminas excogitari alium, qui et sit di- stentia naturaliter pendet et conservatur a
voceot, quia revera putant essentiam substan- subsistentia. Consequentia vero probatur pri-
1

Disputación XXXI.-Sección V
46 Disputaciones metafísicas

cuencia, a su vez, se prueba, en primer lugar, porque un ser constituido no puede


l 7. En segundo lugar, porque, de lo contrario, al sujeto de un accidente
47

conservarse con identidad numérica si se destruye su constitutivo intrínseco y debería llamársele existencia del accidente, puesto que no puede existir natural-
formal, igual que no puede permanecer la misma persona, si se le arrebata la mente sin él. E incluso a la materia se le podría llamar existentia de la forma
personalidad, aunque permanezca la misma naturaleza. En segundo lugar se prueba que depende de ella en el ser, y a la forma existencia de la materia. Y más aún,
con un caso semejante: probamos, en efecto, debidamente que el constitutivo for- si se expresan consecuentemente, deben llamar a la esencia actual existencia de
mal del accidente en la razón de ente en acto no es la inherencia, puesto que, su subsistencia, ya que la subsistencia no puede existir sin la naturaleza a la
suprimida la inherencia, se conserva el mismo accidente numérico en la razón de que termina y de la que depende. Por ,consiguiente, si hay que negar todas estas
ente en acto; luego lo mismo sucede en el caso presente. Así, pues, en este sen- [
j
cosas sólo porque esa dependencia en el existir no es como de un constitutivo
tido no puede decirse con verdad que el modo de subsistir sea el mismo ser de ¡ formal de la entidad actual, por la misma razón hay que negar que la subsistencia
la existencia de la naturaleza sustancial. es la existencia de la naturaleza a la que termina.
6. En cambio, en otro sentido, podría alguno expresarse así, concretamente 8. En tercer lugar, porque, al menos de modo sobrenatural, se conserva la
porque la entidad de la esencia sustancial actual no puede existir en la realidad naturaleza existente, suprimida la propia subsistencia, como es evidente en el
sin dicho modo, y porque, debido a este motivo, el ser por el que la esencia se cons- misterio de la Encarnación. Cabe objetar que se conserva ciertamente sin la exis-
tituye intrínsecamente como ente en acto no se llama ser de existencia, sino sólo tencia propia, pero no sin ninguna otra que haga las veces de la propia, a la que
de esencia, puesto que no es de suyo suficiente para constituir la realidad como podrá llamarse también existencia de la naturaleza. Pero en contra de esto está,
existente, aunque basta para constituir la esencia de la cosa; por el contrario, al no sólo el que todavía está en litigio si una naturaleza creada puede conservarse
término o modo de subsistencia se lo llama ser de la existencia porque completa sin subsistencia alguna, tanto propia como ajena, y que Cayetano, juntamente con
la entidad de la cosa, y basta, una vez puesto, para que la cosa exista. Este modo otros, defiende su posibilidad, y es probable, como luego veremos; sino también
de expresarse sólo se distingue de nuestra sentencia en el uso de las palabras; porque, aunque, suprimida la propia subsistencia, se ponga otra en su lugar, la
pues esto es lo que nosotros pretendemos principalmente y en esto pensamos que naturaleza permanece siempre la misma numéricamente en la razón de tal entidad
consiste todo el problema, en que en los entes creados, además de la entidad actual existente, cosa que no podría suceder si existiese formalmente en virtud de la
de la esencia y del modo de existir por sí o en otro, no se invente ningún otro subsistencia, puesto . que, al variar el constitutivo formal, es necesario que varíe
ser de existencia distinto realmente de la entidad actual de la esencia y del lo constituido.
modo de existir por sí o de inherir en otro, cosa que nos concede ya esa sentencia 9. En cuarto lugar, porque la subsistencia se comporta con la naturaleza
explicada de dicho modo. Sin embargo, nos desagrada mucho tal modo de expre- sustancial como la inherencia con la naturaleza accidental, ya que "por sí" y
sarse. En primer lugar, a causa del abuso de los términos, porque nadie entiende "en Otro", tomados con la debida proporción, se oponen entre sí y se refieren
por ser de existencia todo aquello sin lo que no puede conservarse la identidad a su manera al mismo dividido; por eso, igual que la inherencia actual es un modo
actual de una cosa, sino aquello por lo que tal entidad se constituye en la razón de la naturaleza existente, así también la perseidad actual, que es la subsistencia
de ente en acto y fuera de sus causas; luego, aunque la entidad actual de la propia, es un modo de la naturaleza existente; no es posible, por consiguiente,
esencia sustancial no pueda existir sin la subsistencia, si no le debe a ella for- llamarla con razón su existencia. Ni veo qué motivo impulsa a los que así hablan,
malmente el estar fuera de las causas, no puede decirse que existe en virtud de si no es el defender, al menos con las palabras, que la existencia se distingue
ella y, consecuentemente, tampoco se le puede llamar existencia.
mo, quía idem numero constitutum non entitatem reí, et, illo pasito, sufficit ut res
potest conservad destructo intrinseco et for- existat. Et )J.ic quidem dicendi modus solum 7. Secundo, quía alias subiectum acci- an possit creata natura conservad sine ulla
mali constitutivo, sicut non potest manere est diversus a nostra sententia in usu ter- dentis dicendum esset existentia accidentis, subsistentia, tam propria quam aliena, et
eadem persona, ablata personalitate, etiamsi minorum; nos enim hoc praecipue conten- quia sine illo non potest naturaliter existere. Caietanus cum aliis tenet posse, et est pro-
maneat eadem natura. Secundo a simili: dirnus, et in hoc totam rem sitam esse exi- Immo, materia posset appellari existentia babile, ut postea videbimus; turn etiam quia,
nam recte probamus formale constitutivum stimamus, quod in entibus creatis, praeter formae pendentis ab ipsa in esse, et forma quamvis, ablata propria subsistentia, alia
accidentis in ratione entis in actu non esse actualem entitatem essentiae et rnodum exi- materiae. Et arnplius, si consequenter ipsi substituatur loco illius, semper natura manet
inhaerentiam, quia, ablata inhaerentia, con- stendi per se vel in alio, non fingatur aliud loquantur, debent essentiam actualem ap- eadem numero in ratione talis entitatis exi-
servatur idem numero accidens in ratione esse existentiae distinctum ex natura rei ab pellare existentiam suae subsistentiae, quía stentis, quod esse non posset si formaliter
entis in actu; ídem ergo est in praesenti. entitate actuali essentiae et a modo per se subsistentia non potest existere sine natura, existeret per subsistentiam, quia variato for-
Igitur .in hoc sensu non potest vere dic.i l:'.xistendi vel inhaerendi alteri, quod iam quam terminat et a qua pendet. Si ergo haec mali constitutivo necesse est constitutum
modus subsistendi esse ipsum esse existen- nobis concedit illa sententia íllo modo ex- ornnia neganda sunt, solum quia illa depen- variari.
tiae naturae substantialis. plicata. Displicet tamen valde ille modus lo- dentia in existendo non est ut a forrnali 9. Quarto, quía subsistentia ita se habet
6. Alio vera sensu posset quis ita loqui, quendi. Primo, propter abusum terminorum, constitutivo entitatis actualis, eadem ratione ad naturam substantialem, sicut inhaerentia
nimirum, quía entitas actualis essentiae sub- quia per esse existentiae nema intelligit negandum est subsistentiam esse existentiam ad naturarn accidentalem; nam per se et in
stantialis non potest in rerum natura existere omne id sine quo actualis reí identitas con- illius naturae quam terminat. alío, cum proportione sumpta, opponuntur
sine tali modo, et quod propter hanc cau- servad non potest, sed qua forrnaliter huius- 8. Tenia, quia saltero supernaturaliter inter se et versantur suo modo circa idem
sam illud esse qua essentia intrinsece con- modi entitas in ratione entis in actu et extra conservatur natura existens, ablata propria divisum; un de, sicut actualis inhaerentia est
stituitur ens actu, non vocetur esse existen- suas causas constituitur; ergo, licet actualis subsistentia, ut patet in mysterio Incarna- modus existentis naturae, ita actualis persei-
tiae, sed essentiae tantum, quía per se non entitas essentiae substantialis non possit es- tionis. Dices conservari quidem sine propria, tas, quae est propria subsistentia, est modus
sufficit ad constituendam rern existentem, se sine subsistentia, si per illam formaliter non tarnen aliqua alia existentia _ qua e vi- naturae existentis; non potest ergo recte ap-
sufficit tarnen ad constituendam essentiam non habet quod sit extra causas, non potest cem propriae suppleat, quae poterit etiam pellari existentia eius. Nec video qua ratione
rei; terminus autern seu modus subsisten- dici quod per illam existat, et consequenter appellari existentia naturae. Sed contra hoc moveantur qui sic loquuntur, nisi ut verbis
tiae vocatur esse existentiae, quia cornplet neque illa potest existentia appellari. est, .tum quod adhuc est sub controversia saltero defendant existentiam distingui ex
48 Disputaciones metafísicas Disputaciim XXXI.-Sección V 49
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realmente de la esencia, siendo asi que, en realidad, sólo opinan esto de la 1 sobre el ser actual fuera de las causas, comunicado por la eficiencia de la causa
subsistencia. eficiente, por el cual queda la esencia verdaderamente constituida en la razón de
ente actual, ya que damos por ~supuesto que no se trata de la subsistencia o
Se demuestra la afirmación principalmente pretendida inherencia; y, de modo semejante, preguntamos qué añade existente sobre ente
en acto fuera de las causas, una vez supuesto que no añade el ser subsistente o
10. Nos queda por probar la segunda parte, que es la que principalmente inherente. Por consiguiente, dado que no se puede concebir una razón real dis..
pretendemos, es decir, que, además de la entidad actual de la esencia y del ser tinta de las referidas, llegamos a la conclusión de que ente en acto y existente
que en ella la constituye y que no se distingue realmente de ella, y además del significan la misma realidad y razón formal, y que no puede, por lo mismo, íma-
modo de subsistencia o inherencia, no se da ser alguno de existencia realmente ginarse un ser de existencia distinto del ser por el que cada realidad se constituye
distinto de éstos. Parece que la demostración suficiente de esta verdad es porque en la actualidad de su esencia.
toda otra entidad o modo real es superfluo y una ficción sin pruebas; ¿qué razón 12. De aquí deducimos, además, que esa entidad de la existencia, distinta
hay, pues, de multiplicarlo? Se explica el antecedente, porque los argwnentos al modo dicho, no sólo es superflua, sino que es completamente imposible. En
que se aducen para la demostración de esta existencia distinta, o sólo tienen valor primer lugar, porque no se establece esta entidad como añadida extrínsecamente
probativo para la subsistencia en la naturaleza sustancial y para la inherencia en por Dios para una perfección mayor de las cosas, sino como connatural y debida,
la accidental, o son totalmente ineficaces, porque presuponen no sé qué ser eterno y totalmente necesaria para que una cosa esté fuera de sus causas. En consecuen-
de la esencia de la criatura, un ser que es realmente nada. Por eso, los argumentos cia, si no es necesaria, tampoco es posible de este modo, ya que la naturaleza no
probar1an igualmente que el ser actual y temporal de la esencia se distinguen quiere ni exige lo que es superfluo. En segundo lugar, y a priori, porque., donde
realmente de la esencia de la criatura, cosa que no puede afirmar nadie que no se da o no es posible ningún efecto formal, tampoco es posible una forma;
conciba medianamente las cosas que con estas palabras se significan. y aquí no hay efecto formal alguno que pueda ser conferido por una entidad tal.
11. Con ello queda también suficientemente claro que es. superflua esta Esto se evidencia fácilmente por lo dicho, porque ni el ser ente en acto ni el
entidad o modo. En primer lugar, porque, si se diese alguna necesidad o utilidad ser de un modo concreto, es decir, en si o en otro, puede provenir formalmente
de ella, podría explicarse y demostrarse con algún argumento probable. Además, de una entidad tal; y fuera de estos efectos formales no puede idearse otro que
¿cuál es, pregunto, el efecto formal de tal entidad o modo, por razón del cual convenga al ente creado, en cuanto es ente creado y existente.
haya sido conferido por la naturaleza o por Dios? Pues no puede ser el que la 13. En esto se descubre una diferencia manifiesta entre la subsistencia y esa
esencia se convierta en ente actual y quede constituida fuera de sus causas, puesto existencia a la que se piensa ficticiamente como distinta de la esencia actual;
que esto lo debe formalmente al ser actual de la esencia, según demostramos porque, respecto de la subsistencia, podemos explicar fácilmente el efecto formal
muchas veces; ni es tampoco el que la entidad de la esencia exista actualmente por el que es necesaria; no se la pone, en efecto, para constituir la naturaleza
por sí o en otro, ya que estos modos de ser los posee por la subsistencia o por sustancial en la razón de ente en acto, sino para que complete y termine su entidad
la inherencia: ¿qué confiere, pues, otra existencia? Se dirá: da el existir, es y de tal manera la convierta en existente en sí y por sí y como en autosuficiente
decir, constituye formalmente la esencia, no en la razón de esencia, sino en la para sustentar intrínsecamente su propio ser, que quede convertida en incapaz
razón de existente. Pero esto es una petición de principio, o explicar lo mismo de una subsistencia ajena o de la unión con ella para ser sustentada por ella en
por lo mismo; ya que lo que buscamos es precisamente esto: qué añade el existir
actuale extra causas, communicatum per ef- non amat neque postulat quod superfluum
fectionem causae efficientis, qua vere con- est. Secundo et a priori, quía ubi effeétus
natura rei ab essentia, cum in re solum de neum distingui ex natura rei ab essentia stituitur essentia in ratione entis in actu, formalis nullus est vel non est possibilis,
subsistentia ita sentiant. creaturae, quod nullus asserere potest qui cum supponamus non esse sermonem de neque forma est possibilis; hic autem nul-
res quae his verbis significantur mediocri- subsistentia vel inhaerentia; et similiter in- lus est effectus formalis quem talis entitas
Assertio praecipue intenta persuadetur ter concipiat. quirimus quid addat existens supra ens actu dare possit. Quod patet facile ex dictis, quia
10. Superest ut probemus alteram par.tem 1 L Et hin.c satis etiam constat huiusmodi extra c<tusas, supposito quod non addit esse neque esse 1 ens actu, neque esse tali modo,
a nobis praecipue intentam, scilicet, praeter entitat~m vel modum esse superfluum. Pri- subsistens vel inhaerens. Quia ergo nulla ra- scilicet, in se vel in alio, provenire potest
actualem entitatem essentiae et illud esse mo quidem, quía, si esset aliqua eius neces- tia realis distincta a praedictis concipi pot- formaliter a tali entitate; praeter has autem
quo in ea constituitur quodque ab ipsa in sitas vel utílitas, posset aliqua probabili ra- est, concludimus ens actu et existens eam- effectus formales non potest alius excogitari
re non distinguitur, et praeter modum sub- tione declarari ac suaderi. Deinde, quis, dem rem et rationem formalem significare, conveniens enti creato, ut ens creatum et
sistentiae vel inhaerentiae, non dari aliud quaeso, est formalis effectus talis entitatis ideoque fingi non posse esse existentiae di- existens est.
esse- existentine ex natura rei distinctum ab seu madi~ propter quem a natura seu a Deo stinctum ab illo esse quo unaquaeque res 13. Et jn hoc cernitur aperta differentia
bis. Sufficiens autem probatio huiusmodi ve- tribuatur? Non enim esse potest ut essentia in actualitate suae essentiae constituitur. ínter subsistentiam et existentiam illam quae
ritatis esse videtur, quia omnis alia entitas fiat ens actuale et extra causas suas consti- 12. Atque bine ulterius inferimus huius- fingitur dístincta ab essentia actuali; nam
vel modus realis est superf!uus et sine pro- tuatur, hoc ením formaliter habet per esse madi entitatem existentjae dicto modo di- de subsistentia facile declarari potest effectus
batione confictus; cur ergo est multiplican- cssentl:1e actuale, ut saepe probavimus; ne- stinctam, non solum superfluam esse, sed formalis propter quem est necessaria; non
dus? Antecedens declaratur, quia rationes que etiam ut entitas essentiae actu sit per plane impossibilem. Primo quidem, quía enim ponitur ut constituat naturam sub-
quae afferuntur ad probandam huiusmodi se vel in alio, nam has modos essendi haber haec entitas non ponitur ut a Deo extrin- stantialem in ratione entis in actu, sed ut
existentiam distinctam, vel probant solum de per subsistentiam vel inhaerentiam; quid secus aGdita ad maiorem aliquam rerum entitatem eius ita compleat et terminet et
subsistentia in natura substantiali, et inhae- ergo confert alia existentia? Dices: confert perfectíonem, sed ut connaturalis et debita reddat illam ita in se et per se existentem
rentia in accidentali, vel sunt omnino inef- existere, seu constituit formaliter essentiam ac omnino necessaria ut res sit extra cau- et quasi sibi sufficientem ad sustentandum
ficaces, quia supponunt nescio quod esse non in ratione essentiae, sed in ratione exi- sas suas. Si ergo necessaría non est, non intrinsece suum esse, ut reddatur incapax
essentlae aeternum creaturae, quod revera stentis. Sed haec e~t petitio principü, aut est etiam hoc modo possibilis, quia natura alienae subsistentiae vel unionis ad illam ut
nullum est. Quapropter illae rationes aeque idem per ídem declarare; hoc enim est quod 1 La palabra esse falta en algunas ediciones. (N. de los EE.)
probarent esse essentiae actuale et tempora- inquirimus, quid addit existere ultra esse
DISPUTACIONES V - 4
50 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Secc_i_ón_Vc__ _ _~----­ 51

su ser; lo mismo que, desde otro ~unto de vista, _en la fm;ma acci~ental se expli~a
también fácilmente el efecto cuas1 formal que tlene la mherencm en la esencm
1 ya que se la concibe como si fuese recibida en él, puesto que entre los grados
superior e inferior no puede haber una relación real de acto y potencia, dado que
de la forma accidental, el cual no consiste en constituirla en 1~ razón de ~nte e.n no se distinguen actualmente en 1-a realidad. Y la actualidad primera o entitativa
acto, sino en unirla a algo por lo que sea s?stentada. En camb~o, ~e la cx1stenc~a se compara de tal manera con el acto posterior o formal, que a veces se distinguen
no es posible explicar qué efecto formal tiene sobre la esencia Sl no es c?nstl- realmente, a veces por la sola razón; aquélla, en efecto, es una actualidad tras-
tuirla en la razón de ente en acto, y, sin embargo, este efe~to no .P':ede denvarse cendente, y es participada no sólo por el acto formal, sino también por la potencia
formal e intrínsecamente de una existencia que sea ent1dad d1stmta del ente receptiva, cuya actualidad entitativa se distingue realmente de la actualidad de
mismo o de la esencia misma que se constituye en acto, según se demostró Y se la forma; empero, en la forma misma el ser acto de la materia, al menos aptitu-
volverá a probar luego; y, ,por eso, atmque se cm~pren~a fá~ilmente .un modo dinalmente, y el ser un ente determinado en acto se distinguen sólo por razón,
realmente distinto de la esencia actual que sea subs1stenc1a o mherencm, no su-
cede, empero,- lo mismo con uno que ~ea existencia y que se distinga tanto de la
porque la relación propia a la potencia receptiva se explica por un concepto y
no se explica por el otro. Y de esta suerte no sólo es verdad que el ente en acto,
subsistencia o inherencia como de la esencia actual.
en cuanto se distingue del ente en potencia, se constituye formal e intrínsecamente
por el ser de la existencia, sino que es también verdad que toda actualidad formal,
Respuesta a una objeción contra lo expuesto
mejor dicho, toda actuación, por as.í decirlo, de la misma manera que se origina
14. Pero cabe que objete alguno, por el hecho de que paree~ que todo este de alguna esencia actual parcial, se deriva igualmente de alguna existencia, ya
razonamiento da por supuesto que la actualidad total de la esencia prov1e1;e f~r­ que la forma no actúa la materia, a no ser en cuanto ella misma es tal entidad
malmente de la existencia lo cual, sin embargo, es falso, ya que dentro del ambtto actual, cosa que posee por su ser de existencia. A la confirmación se responde que
de la esencia el grado inferior es actualidad respecto. del .superior; y 1~ forma es realmente es lo mismo que el hombre exista y que el hombre sea hombre, si en
actualidad respecto de la materia, no por la exiStencia, smo por la enudad d~ la ambas proposiciones el ser expresa el acto y no sólo la aptitud o la verdad de la
esencia, por más que la existencia sea condición sine qua. non para que la actua~1ce. proposición. Y de igual modo es realmente lo mismo que el hombre sea hombre,
y se aclara más, porque una cosa es que el hombre ex1s~a y ~tra que sea ammal y que sea racional, o animal, etc., puesto que ~odas estas cosas son lo mismo en
racional o que sea animal. Lo primero lo debe a la e:nstencm, lo .segundo a la la realidad. Por eso, todos estos predicados se toman de la misma actualidad y
entidad de la esencia, y en ambos casos se da su actuahdad proporcmnada .. de la misma realidad, ya se le dé a esa realidad el nombre de esencia actual, ya
15. A la objeción respondo que hay equivocidad en la palabra actuahdad o el de ser actual de la misma, puesto que todas estas cosas sólo se distinguen por
acto, pues puede tomarse, o en cuanto se opone a la p~tencia objetiva, o. en cuanto
las precisiones y las composiciones de razón. Por consiguiente, en una realidad
se refiere a la potencia receptiva; nosotros nos refenmos a la actuahda~ en el
primer sentido, en el que es de todo punto verdadero que toda la actuahdad del única no hay más que un solo ser por el que se constituye el ente en acto, y ése
ente proviene intrínseca y formalmente del ser de la extstencta, ya que ente en mismo es el ser de existencia.
acto es formalmente lo mismo que existente. La objeción, en cambio, procede
en el segundo sentido; la forma, en efecto, es actualidad de la materia como acto
recibido en ella; por su parte, la diferencia sólo racionalmente es acto del género, est actus generis, quia concipitur ac si in actualitatem, vel potius actuationem, ut sic
illo 1eciperetur; in ter gradus enim superio- dicam, sicut provenit ab aliqua essentia ac-
rem et inferiorem non potest esse habitudo tuali partiali, ita provenire ab aliqua exi-
per eam in suo esse sustente tUl'; sicut, stentia, quod tamen falsum est, quía intra realis actus et potentiae, curo in re actualiter stentia, nam forma non actuat materiam,
e contrario, in forma accidentali facile etiarn latitudinem essentiae inferior gradus est ac- non diStinguantur. Actualitas autem p¡;ior nisi ut ipsa est talis actualis entitas, quod
declaratur effectus quasi formalis quem in- tualit<:ts respectu superioris; et forma est seu entitativa ita comparatur ad actum pos~ habet per suum esse existentiae. Ad confir-
haerentia habet in essentia formae acciden- actualitas respectu materia e, non. per existe~­ teriorem seu formalem, ut interdwn reipsa mationem respondetur quod secundum rem
talis, qui non est illam constituere in ratione tiam, sed per entitatem essentme, quamv1s distinguantur, interdum sola ratione; est ídem est hominem esse, et hominem esse
entis in actu, sed alicui unirc a qua sus- existentia est conditio sine qua non ut enim actualitas illa transcendens, et partici- hominem, si in utraque propositione esse
tentetur. At vera de existencia declarari non actuet illam. Et declaratur amplius, naro patur non solum ab actu formali, sed etiam dicat actum et non solaro aptitudinem aut
potest quem effectum formalem habeat circa aliud est hominem esse, aliud est hominem a potentiil receptiva, cuius entitativa actua.2 veritatem propositionis. Et similiter reípsa
essentiam, nisi constituere illam in ratione rationalem esse, vel animal esse. Primurn litas realiter distinguitur ab actualitate for- idem est hominem esse hominem, et esse
entis in actu, qui tamen effectus non potest habet ab existentia, secundum ab entitate rationalemj vel animal, etc., quia haec omnia
mae; in ipsa autem forma, esse actum ma-
fórmaliler et lntrinsece esse ab existentiu, essentiae .i et in utroque est sua actualitas teriae, saltero aptitudine, et esse tale ens in re idem sunt. Quapropter ah eadem ac-
quae sit entitas distincta ab ipso ente, seu proportionata. . actu sola ratione distinguuntur, quía uno tualitate et ah eadem re haec omnia prae-
essentia quae in actu constituitur, ut osten- 15. Ad obiectionem respondeo esse aeqm~ conceptu explicatur propria hahitudo ad po- dicata sumuntur, sive illa res vocetur essen-
sum est et iterum inferius probabitui:; et vocationem in voce actualitatis seu actus; tentiam receptivam, quae non explicatur per tia actualis, sive esse actuale eius, solumque
ideo, licet facile intelligatur modus ex natura potest enim sumi vel ut opponitur potentiae
alium. Atque ita non solum verwn est ens per rationis praecisiones et compositiones
reí distinctus ab essentia actuali, qui sit sub- obiectivae, vel ut respicit potcntiam. receJ?ti: actu, condistinctum enti in potentia, consti- haec omnia distinguuntur. Non est ergo in
sistentia vel inhaerentia, non tamen qui sit vam; nos loquimur de actualitate 1n pno~1 tui formaliter et intrinsece per esse existen~ una re nisi ·unum esse qua constituirur ens
existentia et tam a subsistentia vel inhae- sensu, in qua verissimum est omnem actua.h~ tiae, sed etiam est verum omnem formalem actu) et illud ipsum est esse existentiae,
rentia quam ab actuali essentia distinguatur. tatem entis intrinsece ac formaliter provemre
ab esse existentiae, quia ens actu formaliter
Satisfit obiectioni contra dicta idem est quod existens. Obiectio autet;t pro~
14.
Sed obiicit quidam, nam videtur to- cedit in posteriori sen su; forma emm c;st
tus hic discursus supponere totam actualita- actualitas materiae, ut a e tus in illa receptus;
tem essentiae provenire formaliter ab exi- differentia autem solum secundum rationem
52 Disputaciones metaf,sicas l Disputación XXXI.-Sección VI 53

SECCION VI
1 divisió_n .propuesta, no sólo es a?mitido por todos los autores, incluso por aquellos
qu.e d1stmguen realmente la existencia de la esencia, sino que es de todo punto
DISTINCIÓN QUE PUEDE DARSE O CONCEBIRSE ENTRE LA ESENCIA
evidente casi por la misma expliéación de los términos, suficientemente expuesta
ya en los supuestos sentados; es conlradictorio, en efecto que una entidad se
constituya en el ser de entidad por algo que se distinga de ~lla.
Y LA EXISTENCIA CREADAS

3. Demuestro esto con más amplitud del modo siguiente: toda forma real-
Se excluye la distinción real entre la esencia actual y la existencia mente distinta de la p_otencia a la que actúa compone con ella un solo compuesto.
l. Si hemos probado suficientemente lo que hemos dicho, no es difícil de- Puede, en co?secuencta, a un acto tal .llamársele causa formal, bien respecto del
ducir de ello qué es lo que hay que opinar en la cuestión propuesta y respecto compuesto, b1en resl?e~to ?e la potencia o de la otra cuasi parte componente, si
de las opiniones referidas en la sección primera. Puei.hay que afirmar, en primer es q~e no pu~de ex1stu sm tal acto o forma. Así, pues, respecto del compuesto
lugar, que la esencia creada constituida actualmente fuera de las causas no se se d1ce muy b1en y con toda verdad que un acto tal lo constituye formal e intrin-
distingue realmente de la existencia, de tal manera que sean dos realidades o sec~mente, J?ero _que no pued~ ~n a~soluto distinguirse de él, sino que está nece-
entidades distintas;) En esta conclusión doy por supuesta la significación de los sanamente mclmd~ en el, d1stmgméndo~e como la parte se distingue del todo,
términos y la distinción que ya se explicó sobre la esencia en potencia o en acto. ya que u~ acto as1 no puede ser la entidad total del compuesto, el cual incluye
Supongo también que no se trata de la subsistencia o inherencia, sino del ser propio por neces1dad a la otr~ coparte o a!
otro componente. En cambio, si se compara
de la existencia. Cabe, pues, que la demostración de la conclusión así propuesta el acto con la otra realidad o potencm de la que es acto, no puede constituir intrín-
se tome de Aristóteles, quien afirma siempre que el ente añadido a las cosas no seca y f~rmal~ente la entidad propia de él, puesto que esta entidad no es com-
les aporta nada, ya que es lo mismo ente hombre que hombre; y esto, con la puesta, ,smo s1mple; de lo contrario, no seria la otra parte del componente, sino
misma proporción, es verdad de una cosa en potencia y en acto; por tanto, el q.u~, sena todo el con:p':lesto, lo cual es totalmente contradictorio en una compo-
ente en acto, que es el ente con propiedad y se identifica con existente, no srcwn real de cosas d1stmtas. Además, en otro caso, la entidad o parte que recibe
añade nada a la realidad o esencia actual, según el parecer de Aristóteles, quien el acto co~star~a .de , dicho acto y de alguna o~ra. realidad, de la que, a su vez,
se expresa así en el lib. Ill de la Metafísica, c. 2; lib. V, c. 7; lib. X, c. 4. pregunto s1 esta ~ntrmseca y formalmente constltmda por ese acto; porque, si se
Averroes le imita en los mismos pasajes, censurando a Avicena afirma ~~to, segmremos avanzando hasta el infinito; y si se niega, llegamos a la
2. Pero se demuestra principalmente por razón, ya que7una entidad tal, conc~uswn que pretendiamos, es decir, que una potencia que entra en composición
añadida a la esencia actual,_ ni puede conferirle formalmente 1a
actualidad pri- prop1~ ~on un acto realmente distinto no puede estar intrínseca_ y formalmente
constltmda por el acto mismo con el que entra en composición. Y de esta suerte
mera -por así decirlo- o la razón primera de ente en acto, por la que se separa
y distingue del ente en potencia, ni puede, tampoco, ser necesaria bajo alguna al h~cer la resolu~ión última hasta los c?mponentes primeros o simplicísimos, e~
razón de causa,~ropia o reductivamente, para que la esencia posea su entidad :preciso que la entidad que, como potencia, se compara con otra no se constituya
actual de esencia luego no hay razón ninguna de inventar una entidad distinta mtrinseca ~- formalme~t~ e~ su entidad mediante la otra, que es el acto, aunque
de este tipo. L consecuencia es evidente por la enumeración suficiente de las acaso la CXlJa para ex1st1r, Igual que la materia exige la forma. Por consiguiente,
partes, porque hasta ahora no se ha ideado, ni puede, sin duda, idearse otra membrum partitionis positae, et admittitur aliam rem vel potentiam cuius est actus,
función propia de tal entidad. Por lo que se refiere al primer miembro de la ab omnibus auctoribus, etiam ab illis qui non potest intrinsece et forrnaliter constitue-
existentiam ab essentia realiter distinguunt; re propriarn entitatern eius, quia illa entítas
et est plane evidens ex ipsa fere terminorum non est composita, sed simplex; alioqui non
SECTIO VI rebus nihil eis addere; nam ídem est ens d~claratiof:i~• iam satis tradita in suppositio-
horno, quod horno_; hoc autem, cum eadem esset altera pars componens, sed totum com-
mbus pos1t1s; repugnat enim entitatem con- positum, quod in reali compositione ex re-
QUAE DISTINCTIO POSSIT INTER ESSENTIAM proportione, verum est de re in potentia et stituí in esse entitatis per aliquid a se con-
in actu; ens ergo actu, quod est proprie ens bus distinctis prorsus repugnat. Item alioqui
ET EXISTENTIAM CREATAM INTERVENIRE AUT distinctum.
idemque quod existens, nihil addit reí seu constaret illa entitas seu pars quae recipit 1
INTELLIGI
3. Quod amolius in hunc modurn de .. actum, ex illo actu et aliqua alia re, de
essentiae actuali, ex sententia Aristotelis, qui monstro: nam Ümnis forma realiter distin-
Excluditur distinctio realis inter actualem ita loquitur, III Metaph., c. 2, lib. V, c. 7~ qua ¡·ursus inquiram an constituatur intrin-
essentiam et existentíam ~ta a potentia quam actuat, componit cum s~ce ec formaliter per illum actum; nam, si
lib. X, c. 4. Quem imitatur Averroes, eisdem t11a unum compositum. Unde talis actus pot-
locis, reprehendens Avicennam. hoc affirmetur, proccdemus ulterius in infi-
1. Si ea quae diximus satis a nobis pro- est dici causa formalis, vel respectu compo- nitum; si vero negetur, concluditur inten-
bata sunt, non est difficile ex eis colligere 2. Sed praecipue demonstratur ratione, siti, vel respectu potentiae seu nlterius quasi tum~ nimirum:~ potentiam proprie componen-
quid sit in proposita quaestione et de ópi· quia talis entitas, addita actmli essentiae,
partís cornponentis, si absque tali actu vel tem cum actu realiter distincto, non posse
nionibus sectione prima relatis sentiendum. nec potest illi formaliter conferre primam l
Dicendum est enim primo essentiam creatam
in actu extra causas constitut~m non distin-
(ut ita dicam) actualitatem seu primam ratio-
nem entis in actu, qua separatur et distin- ¡ fo~a esse non possit. Respectu igitur com-
postti optime et verissime dicitur talis actus
formaliter et intrinsece constituere illud, non
intrinsece et formaliter constituí per ipsum-
met actum curn quo componit. Atque itn,
cum fit ultima resolutio ad prima seu sim-
guí realiter ab existentia, ita ut sint duac guitur ab ente in poten tia, neque etiam pot-
tamen potest omnino condistingui ab illo, plicissima componenda, necesse est ut illa
res seu entitates distinctae. In hac conclu- est esse necessaria sub aliqua ratione causae,
sed necessario includitur in illo, et distingui- entitas quae ad alteram comparatur ut po-
~;ione suppono significationem terminorum et proprie vel reductive, ut essentia habeat tur ut pars a toto, quía talis actus non
suam entitatem actualem essentiae; ergo tentia, non constituatur intrinsece et forma-
distinctionem iam declaratam de essentia ín potest esse tata entitas compositi, quod ne- liter in sua entitate per alteram, quae est
poten tia vel in- actu. Suppono etiam non nulla ratione fingi potest talis entitas distin- cessario includit aliam compartem seu aliud
cta. Consequentia est evidens a sufficienti actus, lícet fortasse illam postulet ut sit,
esse sermonem de subsistentia vel inhae- componens. At vera si comparetur actus ad sicut materia postulat formam. Sic ergo phi-
rentia, sed de proprío esse existentiae. Pro- partium enumeratione, quía neque hactenus
bad igitur potest conclusio sic exposita ex excogitaturn est, nec excogitari certe potest 1 La sustitución de recipit por incipit, en algunas ediciones, nos parece menos acertada.
Aristotele, qui ubique ait ens adiunctum aliud rnunus talis entitatis. Primum autern (N. de los EE.)
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54 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección VI 55

así habría que filosofar sobre la entidad de la esencia y la entidad de la existencia, puesto que no la constituiría en la razón de ente en acto. De lo contrario, cual-
si fuesen distintas, pues formarían por composición una sola cosa, por ejemplo, quier otra condición o realidad sin la que la misma esencia no pudiese permanecer
este existente, respecto del cual la existencia se comportaría como acto intrínseco en la realidad debería ser llamáda existencia de ésta, ya que no se da ninguna
y formal; sin embargo, respecto de la entidad de la esencia, no podría en modo razón mayor en favor de ésta que de las otras. Añádase a esto que, aun conce-
alguno constituirla intrínsecamente o formar composición con ella, puesto que diendo que dicha entidad sea una condición realmente necesaria, al no ser causa
una se distinguirla de la otra como una entidad simple de otra entidad simple. formal de la entidad actual de la esencia, ¿por qné no va a poder, al menos por
Ni cabe decir qne la entidad de la esencia, en este modo de concebirla y distin- potencia absoluta, permanecer y conservarse en la realidad la entidad de la esencia
guirla, no es actual, porque, de lo contrario, no formaría composición real, ya que en su actualidad, de suerte que sea verdaderamente un ente en acto, sin aquella
una entidad en potencia objetiva no constituye composición real con un acto. entidad o condición necesaria, a la que dan el nombre de existencia? Pues, si se
Queda, pues, manifiesto que no puede exigirse una entidad de existencia distinta deja a un lado la causalidad formal intrínseca, no puede aducirse iraplicación
de la entidad de la esencia para constituir intrínsecamente la entidad misma alguna. Y si Dios puede hacer esto, eri ese caso, por tanto, la entidad actual de
de la esencia en su propia actualidad. la esencia tiene su ser actual propio e intrínseco, en virtud del cual existe fuera
4. Y el segundo miembro, a saber, que tal entidad distinta no se exige de las causas y en la realidad. Pues, ¿qué otra cosa es existir más que ser de este
en ningún otro género de causa para que la entidad misma de la esencia pueda modo? Por consiguiente, esa otra entidad no es necesaria en absoluto para existir;
existir en la realidad, queda, según creo, suficientemente probado antes, puesto
luego no se trata realmente de la existencia.
qne hemos demostrado que, además del ser de la esencia actual y del modo de
5. Puede, por fin, decirse que cabe una doble relación de causa formal: una
subsistencia o del de inherencia, no existe necesidad alguna de otra existencia.
O que se nos demuestre al menos, o se nos explique qué clase de causalidad eS' al compuesto al que constituye; y que en este sentido es verdad que la entidad de
ésa y a qué género se reduce. Algunos dicen que esa entidad es una condición la existencia no es la causa formal de la entidad actual de la esencia; y que a ésta
necesaria, sin la que la entidad de la esencia no puede permanecer en la realidad. se la puede llamar causa formal intrínseca, porque compone intrínsecamente su
Pero, en primer lugar, esta respuesta, que se suele dar fácilmente, no sólo efecto. Pero que la causa formal tiene otra relación al sujeto al que informa,
en ésta, sino en otras muchas cuestiones, no se ha de admitir, a no ser que, por porque si, informándolo o actuándolo, contribuye al ser de éste, se la puede llamar
una parte, se haga constar la razón suficiente de la necesidad y, por otra, se expli- con razón causa formal del mismo, y, de este modo, en las cosas naturales la
que el modo o causalidad de tal condición, ya que, de lo contrario, alguien podría forma no sólo es causa del compuesto, sino también de la materia. Y en este
exigir sin motivo para algún efecto muchas condiciones de este tipo, por el hecho mismo sentido se puede decir que la entidad de la existencia es causa formal
de que no puede darse ninguna razón mayor .a favor de una sola q~~ a fa':or de la entidad de la esencia, porque, constituyendo con ella al ente existente, la
de muchas. Habiéndose, pues, demostrado antenormente que no hay utlhdad nm- actúa y la hace, formalmente en este sentido, permanecer en el ser. Y cabe dar
guna, y mucho menos necesidad, por razón de la cual se multiplique esta entidad, una razón proporcional, porque, al igual que la materia es pura potencia en
es gratuita la afirmación de que se trata de una condición necesaria, y debe recha- orden al acto formal, del mismo modo la esencia de la criatura es pura po-
zársela con la misma facilidad con que se la afirma. Además, por lo dicho ante- tencia en orden al existir, y, por lo mismo, igual que la materia exige la forma
riormente, añado que, aunque esa entidad fuese una condición necesaria, no para existir, aunque no sea componente de ella, sino con ella, de igual modo
podría, por ello, llamársela ser propio de existencia de la misma esencia actual,
losophandum esset de entitate essentiae et modum subsistentiae vel inhaerentiae, n:ul-
en ti tate existentiae, si essent distinctae; lam esse necessitatem alterius existentiae. tiae actualis, quia non constitueret illam in 5. Dici vero tandem potest duplicem es-
cornponerent enim unum, verbi gratia, hoc Vel certe ostendatur nobis aut declaretur ratione entis in actu. Alioqui omnis alia con- se respectum causae formalis: unus est ad
existens, respectu cuius existentia se haberet quae sit ista causalitas et ad quod genus ditio aut res sine qua non posset in rerum compositum quod constituir; et hoc modo
ut actus intrinsecus et formalis; tamen re- revocetur. Dicunt aliqui illam entitatern esse natum permanere ipsa essentia, dicenda es- esse verurn entitatem existentiae non esse
spectu entitatis essentiae nullo modo posset conditionem necessariam, sine qua entitas set existentia eius, quia non est maior ratio causam formalem entitatis actualis essentiae;
intrinsece illam constituere aut componere, essentiae in rerurn natura perrnanere non de hac quam de caeteris. Ad haec, esto et haec potest dici causa formalis intrínseca,
quia una ab alia condistingueretur, ut enti- potest. Sed imprimis haec responsio, quae illa entitas sit conditio necessaria ex natura quia intrinsece componit suum effectum.
tas simolex ab entitate simplici. Nec dici facile dicitur, non solum in hac, sed .'!tiam rei, curo non sit causa formalis actualis cn- Habet autem alium respectum causa formalis
potest q"tiod entitas essentiae sic concepta et in alii,¡ rnultis quaestionibus, non est admit- titatis essentiae, cur non poterit saltem de ad subiectum quod informat, quia. si infor-
distincta non sit actualis, auia alias non tenda,_ nisi et sufficiens ratio necessitatis red- potentia absoluta permanere et conservad in mando vel actuando illud conferí ad esse
componeret realíter, quía éntitas in potentia datur, et modus vel causalitas talis conditio-- rerum natura entitas essentiae in actualítate eius, recte dici potest formalis causa illius,
obiectiva non facit realem compositionem nis declaretur, alioqui posset aliquis piures í sua, ita ut sit vere ens actu, absque illa et ad hunc modum in .rebus naturalibus for-
i
cum actu. Sic ergo aperte constat entitatem conditiones huiusmodi ad effectum aliquem entitate vel conditione necessaria, quam vo- ma non tantum est causa compositi, sed
existentiae distinctam ab entitate essentiae gratis postulare, eo quod non possit maior cant existentiam? seclusa enim causalitate etiam materiae. Atque eodem modo dici pot-
:J.O~ poss: requiri ut. in~rinsece con~tituat ratio de una quam de pluribus tribuí. 01m formali intrínseca, nulla imolicatio afferri est entitas existentiae esse causa formalis en-
1psam entltatem essentme m sua propna ac- ergo in superioribus ostensum sit nullam potest. Quod si hoc potest fac""ere Deus, ergo titatis essentiae, quia constituendo cum illa
tualitate. esse utilitatem, nedum necessitatem, ob quam tune actualis entitas essentiae habet pro- ens existens actuat illam, et ita formáliter
4. Alterum autem membrum, scilicet, ta- haec entitas multiplicetur, gratis dicitur esse p.rium et intrinsecum esse actuale, quo ;;:st facit illam permanere in esse. Et reddi pot-
lem entitatem distinctam non requiri in ali- conditionem necessariam; et, qua facilitate in rerum natura et extra causas suas. Quid est ratio proportionalis, quia, sicut materia
quo alío genere causae ut ipsa entitas es- dicitur, reiici debet. Addo ulterius ex supe- autem aliud est existere quam ita esse? Illa est pura potentia in ordine ad actum for~
sentiae possit esse in rerum natura, satis (ut rius dictis quod, licet illa entitas esset con- ergo alia entitas non est simpliciter neces- malero, ita essentia creaturae est pura po-
existimo) probatum est in superioribus, cum ditio necessaria, non posset propterea appel- saria ad existendum; ergo revera non est tentia in ordine ad existendurn, et ideo,
ostendimus, praeter esse essentiae actualis et lari proprium esse existentiae ipsius essen- existentia. sicut materia requirit formam ut sit, quam-
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56 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección VI 57


la esencia, para eXIstrr, exige la entidad de la existencia, aunque no entre en la que es verdadera existencia, ya que constituye formal e intrlnsecamente a la enti-
composición de ella, sino que forme composición con ella. dad fuera de su causa, puntos todos que fueron probados con anterioridad; luego
6. Y este modo de responder y exponer esta sentencia es menos improbable se afirma sin ningún fundamen(o que esa entidad depende, para existir, de otro
que los demás. Pero tiene realmente las mismas dificultades y no puede dar razón acto formal y disí:lnto. Sobre todo, porque los argumentos con que suele probarse
suficiente alguna de la necesidad de ese acto formal, si no es necesario para cons- la necesidad de una existencia distinta se fundan todos en que el ser en acto no
tituir intrínsecamente al ente en acto fuera de sus causas. Admitimos, por ello, ~on pertenece a la esencia de la criatura, siendo asi que tal esencia puede, por parte
toda facilidad esa distinción de la causa formal en el buen sentido, de acuerdo de ella, concebirse en sola potencia objetiva y, por parte del Creador, en la poten-
con lo que sobre las causas se explicó antes. También es de todo punto verdadero cia efectiva; por consiguiente, si se da por supuesto algún ser actual y entitativ(}
que la existencia no puede ser la causa formal que constituye intrínsecamente la por el que dicha esencia está fuera de la potencia objetiva, no queda razón nin-
entidad actual de la esencia. De aquí, empero, llegamos a la conclusión de que guna por la que se exija otro acto formal distinto del ser anterior, siendo asi que
no puede asignarse ningún ser constituido por razón del cual sea necesaria tal tampoco ese ser actual puede pertenecer a la esencia de la criatura. Y porque
entidad; y, en consecuencia, inferimos que no puede ser necesaria como acto for- la entidad misma de la existencia puede estar a veces en potencia, a veces en
mal que sea corno adventicio a la esencia y componga con ella alguna otra cosa. acto, y, en consecuencia, también es preciso afirmar de ella que no pertenece a
La primera ilación quedó probada anteriormente; en efecto, lo constituido intrín- su esencia existir actualmente, ni constituir en acto a la realidad existente, siendo
secamente por la existencia no puede ser más que lo existente; ahora bien, exis- ésta una razón en la que vamos a insistir con más amplitud al resolver los argu-
tente y ente en acto, es decir, no en potencia, se identifican totalmente. Por mentos y retorcerlos en sentido contrario.
consiguiente, si esa entidad no es necesaria. para constituir intrlnsecamente al ente 8. Además, aqui tiene cabida el argumento propuesto de que, al menos por
en acto, tampoco es necesaria para constituir de modo intrínseco al ente existente; potencia divina, podria conservarse la entidad actual de la esencia sin aquel otro
no es posible, pues, asignar ningún ser inmediato constituido por el que sea nece- acto formal ulterior, porque, aunque Dios no pueda suplir la causa formal que
saria. De aqui brota también clara la segunda ilación, porque la forma es esencial compone intrínsecamente, puede, sin embargo, suplir la dependencia de una parte
y primariamente en orden al compuesto, y puede, por ello, ser consecuentemente componente respecto de la otra, aunque ésta sea acto formal. De igual modo que,
necesaria por causa de la otra parte componente, si ésta es tal que no pueda existir aunque no pueda suplir la causa material en cuanto intrinsecamente componente,
fuera del compuesto. Si, pues, no se da compuesto alguno por razón del cual no obstante puede suplir la dependencia de la forma o del accidente respecto de
sea necesario un acto formal distinto, no es posible que sea necesario por causa la causa material, según se explicó anteriormente con más amplitud. Y, si Dios
de la otra parte componente. conserva la esencia actual sin el acto ulterior de la existencia distinta, esa entidad
7. Consta, además, con esto que se da por supuesta una falsedad en la así conservada es verdaderamente existente y, por lo mismo, todo lo que se finja
proporción propuesta en la razón anterior; en efecto, aunque pueda decirse que aiiadírsele no puede tener verdadera razón de existencia, y se afirma sin motivo
la esencia de la criatura, antes de ser producida, está por su parte en pura potencia que es naturalmente necesario para el efecto formal de existir. Y para la fuerza de
objetiva, con todo, esa esencia, en cuanto es ya entidad actual debido a la produc- este argumento nos basta la sola precisión mediante nuestros conceptos; porque,
ción de su causa, no es en sí misma y por parte suya pura potencia en orden al por el hecho mismo de pensar la entidad de la esencia actual producida por Dios,
ser, sino que tiene intrínseca y absolutamente identificado un ser real y actual, ser aunque no pensemos que le ha sido añadida otra entidad, la concebimos de modo

vis non componat illam, sed cum illa, ita autem et ens actu, id est, non in potentia, quod esse est vera existentia, cum consti- 8. Praeterea hic etiam habet locum ratio
essentia requirit entitatem existentiae ut sit, idem ornnino sunt. Si ergo illa entitas non tuat formaliter et intrinsece entitatem extra facta, quod saltero per divinam potentiam
quamvis non componat illam, sed cum illa. e<>t necessaria ad constituendum intrinsece suam causam, quae omnia in superioribus posset conservari actualis entitas essentiaeJ
6. Atque hic modus respondendi et de- ens actu, non est etiam necessaria ad consti- pmbata sunt; ergo sine ullo fundamento di- sine illo ulteriori alio actu formaliJ quia,
clarandi hanc sententiam est minus impro- tuendum intrinsece ens existens; nullum citur illam entitatem pendere ab alio actu Iicet Deus non possit supplere causam for-
babilis quam caeteri. Sed revera babet eas- ergo proximum constitutum assignari potest, formali et distincto ut sit. Maxime quia malem intrinsece componentem, potest ta-
dem difficultates, et nullam sufficientem ra- propter quod necessaria sit. Atque bine etiam rationes quibus probari solet necessitas exi- men supplere dependentiam unius partís
tionem reddere potest cur sit necessarius patet posterior illatio; nam forma per se stentiae distinctae, orones fundantur in ho(: componentis ab altera, etiamsi illa actus for-
ille actus formalis, si necessarius non est ut primo est propter compositum, et hinc con- quqd esse actu non est de essentia creatu- malis sit. Sicut, licet non possit supplere
intrinsece constituat ens actu et extra cau- sequenter esse potest necessaria propter alte- rae, cum possit illa essentia intelligi in sola causam materialern ut intrinsece componen·
ram partem componentem, si illa talis sít potentia obiectiva ex parte eius, et effectiva tem, potest tamen supplere dependentiam
sas. !taque facillime admittimus illam distin-
ut extra composítum esse non possit. Si er- ex parte creatoris; ergo, si iam supponitur formae vel accidentis a causa materiali, ut
ctiom:m causae formalis in bono sensu, iu.xta go nullum est compositum propter quod aliquod esse actuale et entitativum quo illa Iatius in superioribus dictum est. Si autem
superius dicta de causis. Verissimum etiam formalis actus distinctus necessarius sit, non essentia est extra potentiam obiectivam, nul- Deus conservet essentiam actualem sine ul-
est existentiam non posse esse causam for- potest esse necessarius propter alterarn psr- la superest ratio ob quam alius actus forma- t~riori actu existentiae distinctae, illa entitas
malem intrinsece constituentem actualem en- tem componentem. lis requiratur distinctus a priori esse, cum sic conservata, est vere existens, et conse-
titatem essentiae. Hinc tamen concludimus 7. Praeterea bine constat falsum assumi etiam illud esse actuale non possit esse de quenter, quidquid illi addi fingitur, non pot-
nullum posse assignari constitutum propter in proportione assumpta in superiori ratione; essentia creaturae. Cumque ipsamet entitas est veram rationem existentiae babere, et
quod talis entitas necessaria sit; et conse- nam, licet essentia creaturae priusquam fiat, existentiae possit esse interdum in potentia, sine causa dicitur esse naturaliter necessa-
quenter inferimos non posse esse necessa- dici possit esse in pura potentia obiectiva interdum in ac~u, et consequenter etiam de rium ad formalem effectum existendi. Atque
riam ut actum formalem, quasi advenientem ex parte sui, tamen essentia illa ut iam est illa necesse sit fateri non esse de essentia ad vim buius rationis, sola praecisio per
essentiae et componentem cum illa quidpiam actualis entitas per effectionem suae causae, eius actu existere, neque actu constituere nostros conceptos sufficit; nam, boc ipso
aliud. Prior illatio probata est in superiori- non est in se et ex parte sua pura potentia rem existentem, quam rationem latius urge- quod intelligimus entitatem essentiae actua-
bus; nam constitutum intrinsece per existen- in. ordine ad esse, sed intrinsece et omnino bimus solvendo argumenta et illa in contra- lis factam a Deo, etiamsi non intelligamus
tiam non posset es se nisi existens; existens identice babet aliquod esse reale et actuale, rium retorquendo. illi esse additam aliam entitatem, sufficien-
...
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58 Disputaciones metafísicas 1 Disputación XXXl.-Sección VI 59

suficiente como existente, sin que incluyamos en este concepto objetivo algo falso acto, se distinguiera realmente del ser por el que se constituye primaria e intrín··
o que esté en contradicción con él; y de aquí inferimos legítimamente que para secamente en tal actualidad, igual que una cosa se distingue de su modo, la
el efecto formal de existir no es necesaria ninguna entidad distinta y sobreañadida, esencia concebida precisivamenré y como distinta de dicho modo seria verdadero
puesto que el efecto formal ni mentalmente puede ser prescindido de la causa ente en acto; luego, en cuanto es una entidad tal, no podría estar intrínsecamente
formal. Y, si esa entidad no es necesaria para constituir este efecto formal, ni constituida en esa entidad actual por dicho modo, o sea, por un ser distinto,
puede con verdad ser llamada existencia, ni puede darse un motivo probable de sino que más bien compondría con él una tercera realidad compuesta. Porque de
por qué es necesaria como condición, o como causa posterior o de algún modo Jas cosas que se distinguen realmente como un ente y el modo resulta una ver-
extrínseca. dadera composición real; y esos mismos extremos de los que resulta el compuesto
real y en los que se resuelve, de tal manera se corqparan necesariamente entre sí
Se excluye la distinción modal entre la esencza actual y la existencia que el uno no compone ni constituye intrínsecamente al otro, según se deja expli-
cado al principio de la afirmación anterior; luego un modo de tal naturaleza,
9. En segundo lugar hay que afirmar que la existencia no se distingue de la realmente distinto, no puede ser el ser real primero e intrínseco que constituya
entidad actual de la esencia como un modo realmente distinto de ella. Esta la entidad actual de la esencia misma; luego el ser por el que está así constituida,
conclusión, a mi juicio, se sigue con evidencia de la anterior; y, por eso, pienso sea el que sea, no puede ser realmente distinto de la entidad misma de la esencia
que no se expresan consecuentemente los que, negando la distinción anterior, actual.
admiten ésta en la cuestión presente. Porque, aunque, hablando en general., pueda 10. Y lo confirmo, porque la entidad de la esencia del ángel, por ejemplo,
esta distinción, que es menor, darse donde no se dé la anterior, que es mayor, concebida precisivamente sin modo alguno real que sea realmente distinto de ella,
sin embargo, en el caso presente, las razones que prueban que la existencia no es concebida todavía como entidad actual; en efecto, se la concibe como algo
es una entidad distinta de la esencia actual, prueban totalmente que tal existencia temporal y fuera de la nada, y como suficiente para formar composición real con
no es absolutamente nada, o -lo que es lo mismo- que, además de la entidad otra realidad o modo que se le añada, cosa que no es inteligible más que en una
actual de la esencia, no puede exigirse nada más para el existir como tal, sino sólo entidad real; luego la .esencia no se constituye intrínsecamente en su entidad
para subsistir o inherir, o para algo semejante. Esto se echará de ver fácilmente por un modo realmente distinto de ella; de lo contrario, sería resoluble en otra
haciendo aplicación de todos los argumentos propuestos; en efecto, hemos de- ·entidad y en ese modo; y se entrará así en un proceso al infinito hasta que nos
mostrado que ese ser real por el que la esencia actual se constituye inmediata detengamos en una entidad simple actual que no se componga de una realidad y de
e intrínsecamente como ente en acto no se puede distinguir realmente de la un modo realmente distinto, y a ésta le damos el nombre de en~idad de la esencia.
esencia misma en cuanto es entidad en acto. Y, además de los argumentos arriba Esta es en el ángel del que hablamos una entidad simple, y lo es igualmente
propuestos en la sec. 3, es fácil explicarlo de la siguiente manera: porque no en la materia y en la forma, por más que en éstas sea parcial en el orden de la
puede darse una distinción real positiva por parte de ambos miembros a no ser esencia o de la naturaleza, resultando, por lo mismo, compuesta de ellas la esencia
entre dos extremos de los que uno sea modo del otro, de tal suerte que la íntegra de la realidad material, la cual, con la misma proporción y razón, no
realidad en cuanto prescindida del modo sea un ente positivo y real en acto; de incluye en su entidad [de esencia] algún ser distinto de sí misma como completa,
lo contrario, la distinción será, o de razón, o del tipo de la que puede haber es decil') de la materia, de la forma y de la unión de éstas tomadas conjuntamente.
entre el ente y el no ente; por consiguiente, si la esencia, en cuanto es ente en
ergo essentia, ut est ens actu, distingueretur 10. Et có:nfirmo, nam entitas essentiae in
' ex natura rei ab illo esse quo primo et angelo, verbi gratia, praecise concepta absque
ter concipimus illam existentem, neque in quendo, haec distinctio, quae minar est, pos- intrinsece in tali actualitate constituitur, ullo modo reali ex natura rei distincto ab
hoc conceptu obiectivo aliquid falsum aut sit intervenire ubi prior, quae maior est, tamquam res a modo suo, ipsa essentia prae- illa, adhuc concipitur ut actualis entitas;
sibi repugnans includimus; bine autem recte non intercedit, tamen in praesenti rationes cise concepta et condistincta ab illo modo nam concipitur ut aliquid temporale et extra
inferimus nullarn entitatem distinctam et quae probant existentiam non esse entitatem esset verum ens actu; ergo ut talis entitas nihil, et ut sufficiens ad componendum rea-
supperadditam posse esse necessariam ad distinctam ab essentia actuali, simpliciter est, non posset intrinsece constituí in tali liter curo alía re vel modo ei addito, quod
formalem effectum existendi, quia effectus probant talero existentiam nihil omnino esse, entitate actuali per illum modum, seu per non potest intelligi nisi in entitate reali;
formalis nec mente praescindi potest a cau- seu (quod idem est) praeter actualem entita- ergo essentia in sua entitate non constituitur
esse distinctum, sed potius cum illo compo-
sr. formali, Quod si propter hunc formalem tem essentiae nihil ultra posse formaliter re- neret tertium quoddam compositum, Nam intrinsece per modum a se distinctum ex
effectum constituendum ilh entitas non est guiri ad existendrnn ut sic, sed solum ad natura rei; alioqui resolví posset in alial)l
ex bis quae ex natura reí distinguuntur tam-
necessaria, nec vere appellari potest existen- subsistendum vel inhaerendum, aut aliquid quam ens et modus fit vera compositio rea- entitatem et illum modum; et ita procede-
tia, nec prob9.bilis causa reddi propter -quam simile. Quod facile constablt applicando oro- lis; ipsa vcro extrema ex quibus fit reale tur in infiniturn donec sistamus in simplid
necessaria sit ut conditio, vcl causa posterior nes rationes factas; ostendimus enim illud compositum et in quae resolvitur, ita neces- entitate actuali non composita ex re et mo-
et aliquo modo extrinseca, esse reale quo actualis essentia immediate sario comparantur, ut unum non componat do distincto ex natura rei, et illam vocamus
ac. intrinsece constituitur ens actu non posse nec intrinsece constituat aliud, ut in princi~ entitatem essentiae, Quae in angelo de qua
Excluditur distinctio modalis ínter essentiam distinguí ex natura reí ab ipsa essentia prout
actualem et existentiam pío superioris assertionis declaratum est; loquimur est simplex entitas, et similiter in
est entitas in actu. Et praeter rationes supra ergo non potest talis modus, ex natura rei materia et forma, licet in bis sit partialis
9. Secundo dicendum est existentiam non factas, sect. 3, facile declaratur in hunc distinctus, esse primum et intrinsecum esse in ordine essentiae vel naturae, et ideo ex
distinguí ab entitate actuali essentiae tam~ modum: nam distinctio ex natura rei posi- reale constituens actualem entitatem ipsius eis componitur integra essentia rei materialis,
quam modurn ex natura rei distinctum ab tiva ex parte utriusque extremi non potest essentiae; ergo illud esse qua sic constitui- quae eadem proportione et ratione non in-
illa. Haec conclusio sequitur, meo iudicio, intercedere nisi inter duo extrema, quorum tur, quodcumque illud sit, non potest es se cludit in sua entitate [essentiae] 1 aliquod
evidenter ex praecedenti; et ideo existimo unum sit modus alterius, ita ut res ut prae- ex natura rei distinctum ab ipsa entitate es- esse distinctum a seipsa tata, seu a materia,
non loqui consequenter qui, priorem distinri cisa a modo sit ens in actu positivum et sentiae actualiS. forma et unione earum simul sumptis.
ctionem negando, hanc admittunt in prae- reale, alioqui distinctio erit vel rationis, vel
senti materia. Nam, licet in communi lo- qualis esse potest in ter ens et non ens; si 1 Esta palabra falta en algunas ediciones, (N. de los EE.)
60 Disputaciones metafisícas Disputación XXXl.-Sección VI 61
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11. Hemos demostrado también que este mismo ser real, por el que la cosa. Pero esto es jugar con las palabras más que resolver la dificultad; porque,
esencia se constituye primariamente como ente en acto, es verdadero ser de aunque no se diga que la existencia es o existe como un supuesto, que es el que
existe~cia; .luego por .es~e capítulo ya quedó suficientemente probado que tal ser con toda propied•.d existe, sin embargo no hay duda de que, hablando en sentido
de cx1stenc1a no se d1Stmgue realmente de la esencia actual. Pero además añadi.. más general, existe verdaderamente de la misma manen:¡ que existen los acciden-
mos que, fue~a de este ser de existencia, no se necesita ningún otro ser para tes, o las partes y otros entes incompletos. Porque, si esta existencia es un ente
q~e ~a cosa exista, porque basta el ser mismo intrínseco y entitativo, siendo posible realmente distinto de la esencia, entonces en el mismo grado en que es ente
ana~1rle solamente un modo, o de subsistencia, o de inherencia, y cualquier otra tiene ser, ya que ente ha derivado su nombre de ser (esse). Además, un ente así
entidad o modo real que se establezca sólo en el orden al existir, es totalmente ficti~ antes de la creación sólo existía en potencia, y después de la creación es ente en
cio. Y, de esta suerte, queda probado que no sólo no se da una existencia que sea acto; luego existe fuera de las causas o en la realidad; luego es preciso que
una entidad distinta de la entidad de la esencia, sino que tampoco se da nna tenga un ser proporcionado o que sea su ser. Por otra parte, aunque nos expre-
que sea un modo realmente distinto. Y se confirma con el argumento que se semos así, es decir, que la existencia no existe, sino que es "por lo que" la
insinuó también antes, porque, si hubiese algo que nos forzase a esta distinción esencia existe, cabe en esto mismo considerar la diferencia propuesta, concreta-
modal, seri.a, sobre todo, el que la esencia de la criatura puede existir y no existir; mente el que a veces tal existencia constituye a la realidad como existente en acto,
pe~o. tamb1én ese modo, del que se dice que es una existencia distinta, puede y a veces sólo en potencia objetiva; por eso es también legitimo argumentar que
eXIStir actu~lmente y en la sola potencia objetiva, que es poder existir y no existir; no pertenece a la esencia de la existencia constituir en acto la realidad existente,
luego tamb1én en dicho modo habrá una distinción real entre él mismo y su ser puesto que en la existencia en potencia se concibe todo lo que pertenece a la
actual, cosa que es imposible; de lo contrario se plantearía el mismo argumento esencia de la existencia creada, por más que no se conciba que desempeña su
respecto del ser de la existencia de ese modo, entrando así en un proceso al infi- ejercicio actualmente, o que es acto de existir, o que constituye a la realidad en
nito. Si es, pues, inteligible en la existencia misma el que a veces exista y a veces existente; y, sin embargo, no se distingue la existencia según su razón esencial de
no, sin distinción real, ¿por qué no podrá pensarse lo mismo en la esencia actual? sí misma en cuanto ejerce actualmente la función de la existencia, de tal manera
12. Sé que algunos tomistas niegan que el acto de ser por el que existe la que se conciba una distinción entre dos miembros que sean algo actualmente;
esencia creada sea su ser. Pero no veo en qué sentido pueda ser verdad, refirién- luego otro tanto sucede con la esencia existente o no existente. Y, de esta suerte,
donos a su ser sólo en cuanto a la identidad o indistinción; porque, si no es su con la dificultad o el ejemplo de la existencia creada se debilitan y quedan sin
ser, entonces tiene tm ser distinto de si, y en este caso hay que preguntar respecto fuerza los argumentos todos con los que otros pretenden demostrar la distinción
de éste si es su propio ser. Porque, si es así, ¿por qué no se afirma lo mismo real entre la esencia y la existencia creada, como se desprende suficientemente
respecto del primer acto de ser? Y, si no es así, se incurrirá también en un de lo dicho y como vamos a recalcar muchas más veces en las -soluciones de los
proceso al infinito. A no ser que digan que el acto de ser de la esencia [creada] argumentos. Queda, con esto, orillada la respuesta de otros que dicen que la exis-
ni es su ser ni tiene ser alguno, sino que es únicamente "por lo que" existe otra tencia no necesita de otra existencia con la que exista; porque, al ser para otro la
razón de existir, puede, en consecuencia, existir por si misma. Del mismo modo
que la acción se hace por sí misma por el hecho de que por ella se hace el
término, y la duración del movimiento dura por sí misma y la cantidad se ex-
11. Rursus ostendimus hoc ipsum esse stere et non existere; ergo etiam in illo
reale quo essentia primo constituitur ens modo erit distinctio ex natura rei inter ipsum
tiende por sí misma. Pero esta respuesta procede COf!l-O si la fuerza de la razón
actu esse verum esse existentiae; ergo ex et suum actuale esse, quod est impossibile ;
hac parte satis iam probatum est tale esse alias fiet idem argumentum de esse existen- aliud est. Sed hoc potius est vocibus ludere concipitur totum id quod est de essentia exi-
existentiae non distinguí ex natura rci ab tiae illius modi, et sic procedetur in infini- quarn difficultatem solvere; nam, licet exi- stentiae creatae, etíamsi non condpiatur actu
essentia actuali. Addimus vero ulterius, prae- tum. Si ergo in ipsa existentia intelligi pot- ' stentia non dicatur esse vel existere tam- exercere seu esse actum existendi aut consti-
tcr hoc esse existentiae, nullurn aliud esse quam suppositum, quod proprüssime est, tuere rem existentem; et nihilominus non
est quod interdum sit et ínterdum non sit, tamen non est dubium quin, generalius lo- distinguitur ex natura rei existentia secun-
necessarium ut res existat, quia ipsum esse sine distinctione ex natura rei, cur non idem
intrinsecum et entitativum sufficit, eique so- quendo, ita vere existat sicut existunt ac- dum suam rationem essentialem a seipsa, ut
intelligi poterit in essentia actuali? cidentia, vel partes et alia entia incompleta. exercet actu munus existentiae, ita ut conci-
lum addi potest modus vel subsistendi, vel
inhaerendi, et omnis alía entitas vel modus 12. Scio quosdam thomistas 1 negare ac- Nam, si haec existentia est ens ex natura piatur distinctio inter duo membra quae sint
realis institutus solum ad existendum est tum essendi, qua essentia creata existit, esse rei distinctum ab essentia, ergo, eo modo aliquid a e tu; ergo ídem est de essentia exi-
prorsus confictus. Atque ita relinquitur pro- suum esse. Sed non video quo sensu possit quo es~ ens, habet esse; nam ens ab esse stente vel non existente. Atque .hoc modo
batmn Il_on solum non dari existentiam quae esse verum, loquendo de suo esse, solum dictum est. Itero tale ens ante creationem orones rationes quibus alii probare conantur
sit entitas distincta ab entitate essentiae, sed quoad identitatem seu indistit>ctionem; nam, rerum erat tanturn in potentia; et post crea- distinctionem ex natul'a rei inter essentiam
neque etiam quae sit modus ex natura rei si non est suurn esse, ergo habet esse a se tionem est ens a etu; ergo est extra causas et existentiam creatam, plane enervantur et
distinctus. Et confirmatur argumento supra distinctum, et tune de illo oportebit inqui- seu jn rerum natura; ergo necesse est ut infirmae reddllntur instantia seu exemplo
etiam insinuato, quía, si quid cogeret ad rere an sit suum esse. Nam, si ita est, cur habeat esse proportionatum, vel ut sit suum existentiae creatae, ut ex dictis satis patet et
hanc distinctionem modalem, maxime quod non idem dicítur de primo actu essendi? Si esse. Deinde, etiamsi ita loquamur, existen- in solutionibus argumentorum saepius incul-
essentia creaturae potest existere et non exi- vero non est, procedetur ulterius in infini- tiam, scilicet, non existere, sed esse quo cabimus. Atque hinc excluditur aliorum
stere; sed ille etiam modus, qui dicitur esse tum. Nisi fortasse dicant actum essendi es- essentia existit, in hoc ioso considerare licet responsio, dicentium existenthm non indi-
existentia distincta, potest actu esse et in sentiae [creatae] 2 neque esse suum esse, ne- differentiam positam, scilicet, quod interdum gere alia existen tia qua existat; nam, cum
sola potentia obiectiva, quod est posse exi- que habere ullurn esse, sed solum esse qua talis existentia actu constituit rem existen- sit ratio existendi alteri, consequenter potest
tero, interdum solum in potentia obiectiva; per seipsarn existere. Sicut actio per seipsam
unde etiam licet argumentari non esse de fit, hoc ipso quod per illam fit terminus, et
1 Bannes, I p., q. 44, a. 1, ad 4 argum. essentia existentiae actu constituere rem duratio motus seipsa durat, et quantitas
2 Palabra omitida en algunas ediciones. (N. de los EE.) existentem, quía in existentia in potentia seipsa extenditur. Sed haec responsio pro-
62

proRu~sta
Disputaciones metafísicas

se fundase en que el princ1p1o formal de un efecto no pudiese nunca


) ~D_is~pu~ta~c~w~·n~X~X~"=X~l.~--S-=~ec=c=io='n~V=l----~----------------------------~63
porque sólo Dios tiene el existir [actualmente] en virtud de su naturaleza sin la
part1c1par por sí mismo de algún modo ese efecto, cosa que nosotros no deci- eficiencia de otro; mientras que la criatura no posee el existir actualmente en
mos, ni en general es verdad, como demuestra perfectamente la inducción que virtud de su naturaleza sin la efi__ciencia de otro. Sin embargo, en este sentido no
se hizo. El argumento, pues, no se funda en esto) sino en que, por el hecho de es de esencia de la criatura tener la entidad actual de la esencia, puesto que por
que algo exista a veces y a veces no exista, no se puede inferir una distinción la sola virtud de su naturaleza no posee tal entidad sin la eficiencia de otro; y
real entre lo que existe y aquello por lo que existe. Y si no se infiere de este en este sentido se dice que todo ser actual por el que la esencia en acto se dis- \.·
. principio, no hay ningún otro de donde pueda inferirse. Por lo que se refiere a los tingue de la esencia en potencia no es de esencia de la criatura, porque no con-
ejemplos aducidos, o no siempre se da distinción real entre "por lo que" y "lo viene a la criatura por sí sola, ni se basta ésta a -sí misma para poseer un ser
que", como sucede acaso entre la duración y lo que dura, o, si la hay, ha de ()
tal, sino que es necesario que provenga de la eficiencia de otro. Brota de aquí
buscarse por otro capítulo; y nunca ha de admitirse sin un indicio suficiente, con evidencia que para la verdad de esta expresión no es necesaria la distinción
1
como se trató antes. real entre la existencia y la realidad de la que se dice existencia, sino que basta
con que esa realidad no tenga su entidad, o mejor con que no exista ni pueda
existir esa entidad si no es producida por otro, ya que mediante esa expresión
Cómo se distinguen la esencia y la existencia no se significa la distinción de la una respecto de la otra, sino únicamente la.
13. En tercer lugar afirmo que en las criaturas la esencia y la existencia se condición, limitación e imperfección de tal entidad, la cual no tiene de por sí
distinguen, o como el ente en acto y el ente en potencia, o, si se las consi- necesidad de ser lo que es, sino que esto lo debe solamente al influjo de otro.
dera a ambas en acto, sólo se distinguen por razón con algún fundamento en la 15. Resulta también de aquí que nuestro entendimiento, el cual puede hacer
realidad, distinción que bastará para afirmar de modo absoluto que el existir ac- precisiones entre cosas que, en realidad, no están separadas, también puede con-
tualmente no pertenece a la esencia de la criatura. Para comprender esta distinción cebir las criaturas abstrayéndolas de la existencia actual, porque, al no existir ne-
y las expresiones que toman su fundamento de ella, es necesario dar por supuesto cesariamente, no es contradictorio concebir sus naturalezas prescindiendo de la
-cosa que es de todo punto cierta- que ningún ente fuera de Dios tiene por eficiencia y, por lo mismo, de la existencia actual. Pero, mientras se las abstrae
sí su entidad, en cuanto es Verdadera entidad. Y añado esto para evitar equivo- de este modo, también se las prescinde de la entidad actual de la esencia, no
caciones respecto de la entidad en potencia, que no es, en realidad, entidad, sino sólo porque no la poseen sin eficiencia, o por sí mismas, o por necesidad, sino
nada, y por parte de la cosa creable expresa únicamente la no repugnancia o po- también porque una entidad actual no puede ser prescindida de la existenci_a,
tencia lógica. Nos referimos, pues, a la verdadera entidad actu.al, ya se trate de como quedó probado antes. De este nuestro modo de concebir resulta que en una
la entidad de la esencia, ya de la de la existencia; pues ninguna entidad fuera cosa concebida de esta manera, prescindiendo de la entidad actual, hay algo que
de Dios existe si no es por la eficiencia de Dios. Por eso ninguna realidad fuera de se considera como totalmente intrínseco y necesario y como el primer constitutivo
Dios tiene su entidad de por sí; porque el "de por sí" implica la negación de esa cosa que se ofrece como objeto a tal concepción; y a esto le llamamos
de recibirla de otro, es decir, expresa una naturaleza tal que posea la entidad esencia de esa cosa, porque sin ella no puede ser concebida; y los predicados que
actual, o mejor sea entidad actual sin la eficiencia de otro. se toman de ella se dice que le convienen de un modo absolutamente necesario y
~~ 14. Se deduce de aquí en qué sentido se dice con toda verdad que el existir esencial, porque ni puede existir ni ser concebida sin ellos, por más que en la
actualmente es de esencia de Dios y no de esencia de la crlatura. Concretamente, mirurn, solus Deus ex vi suae naturae ha- habet ex se necessitatem ut sit id quod est,
bet [actu] 1 existere absque alterius efficien- sed solum id ''habet ex infiuxu alterius.
cedit ac si vis rationis factae fundaretur in surnatur, solum distinguí ratione cum aliquo tia; creatura vera ex vi suae naturae non 15. Atque hinc ulterius fit ut intellectus
hoc quod principium formale alicuius effe- fundamento in re, quae distinctio satis erit habet actu existere absque efficientia ª.lte- noster, qui potest praescindere ea quae in re
ctuS nunquam posset per seipsum participare ut absolute dicamus non esse de essentia rius. In hoc tamen sensu etiam non est de non sunt separata, possit etiam creaturas
aliquo modo illum effectum, quod nos non creaturae actu existere. Ad intelligendam essentia creaturae habere actualem entitatem concipere abstrahendo illas ab actuali exi~
dicimus, neque est in universum verum, ut hanc distinctionem et locutiones quae in illa essentiae, quía ex sola vi suae naturae non stentia, quia, cum non necessario existant,
recte probat inductio facta. Non ergo in eo fundantur, oportet supponere (id quod cer- habet talem actualitatem sine efficientia al- non repugnat concipere earum naturas prae-
fundatur ratio, sed in eo quod ex hoc quod tissimum est) nullum ens praeter Deum ha- scindendo ab efficientia, et consequenter ab
terius; atque ita omne esse actuale quo actuali existentia. Dum autem sic abstra-
aliquid interdum sit et interdum non sit non bere ex se entitatem suarn, prout vera en- essentia in actu separatur ab essentia in po-
potest colligi distinctio ex natura rei ínter titas est. Quod addo ut tollatur aequívoca- huntur, etiam praescinduntur ab actuali en-
tentin dicitur non esse de essentia creatu- tírate essentiae, tum quia neque hanc haBent
id quod existit et qua existit. Quod si ex tio de entitate in potentia, quae revera non rae, quia non convenit creaturae ex se sola~
hoc principio non colligitur, nullum est aliud est entitas, sed nihil, et ex parte rei creabilis sine efficientia, aut ex se, aut ex necessitate,
aolum dicit non repugnantiam vel potentiam neque ipsa sibi sufficit ut habeat hoc esse, tum etiam quia non potest actualis entitas
unde colligi possit. In exernplis vero ad- sed provenire debet ex efficientia alterius.
ductis, vel non semper est distinctio ex na- logicam. Loquimur ergo de vera entitate ac- ab existentia praescindi, ut supra probatum
tuali, sive sit entitas essentiae, sive existen- Ex qua manifeste fit ut ad veritatem huius esr. Ex hoc autem modo concipiendi nostro
tura rei inter quo et quod, ut fortasse inte1· locutionis non sit necessaria distinctio ex
durationem et quod durat, vel si est, aliun- tiae; nulla enim entitas extra Deum est nisi fh ut in re sic concepta, praescindendo ab
per efficientiam Dei. Quapropter nulla res natura rei inter esse et rem cuius dicitur actuali entitate, aliquid consideretur tam-
de est colligenda; et nunquam est admit~ esse, sed sufficere ut illa res non habeat en-
tenda sine sufficienti indicio, ut supra tracta- extra Deum habet ex se entitatem suam; quam omnino intrinsecum et necessarium et
nam illud ex se indudit negationem habendi titatem suam, vel potius ut non sit neque quasi primum constitutivum illius rei quae
tum est. esse possit illa entitas nisi ab alío fiat, quía
ab alio, id est, dicit talem naturam quae tali conceptione obiicitur; et hoc vocamus
Quo modo essentia et existentia absque alterius efficientia habeat actualem per illam locutionem non significatur distin- essentiam rei, quía sine illa nec concipi pot-
distinguantur entitatem, seu potius sit actualis entitas. ctio unius ab alío, sed solum conditio, limi- est; e~ praedicata quae inde sumuntur, di-
13. Dico tertio, jn creaturis existentiam 14. Atque hinc colligitur quo sensu ve- tado et imperfectio talis entitatis, quae_ non cuntur ei omnino necessario et essentialiter
et essentiam distinguí, aut tamquam ens in rissime dicatur actu existere esse de essentia
actu et in potentia, aut, si utraque actu Dei et non de essentia creaturae. Quía, Qi- 1 Esta palabra no aparece en algunas ediciones. (N. de los EE.)
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64 Disputaciones metcrjísicas
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realidad no le convengan sier:n~re, sino cuando la cosa existe. Y, desde el ángulo
opuesto, negamos que el existir actualmente o el ser entidad actual pertenezca entre el individuo y la especie basta para que se diga que la sola razón específica
a la esencia, porque puede ser prescindida de dicho concepto, y es posible que es la esenc1a total de la cosa y que no es la individuación.
de hecho no convenga a la criatura en cuanto se ofrece corno objeto a tal concepto. 17. Explicación de otros.- Ótros dicen que la esencia y la existencia de la
Todo esto acontece en Dios de modo distinto, porque, al ser el ente de por sí criatura se diferencian por la sola relación a Dios, puesto que la esencia en cuanto

l
necesario, no es posible concebirlo a modo de un ente potencial, sino únicamente tal no se refiere a Dios como a causa eficiente, sino sólo como a ejemplar; mien-
de ente actual, y por eso se dice con verdad que el existir en acto pertenece a tras que la existencia añade a la esencia la relación a Dios como a causa eficiente
su esencia, porque existir en acto le conviene necesariamente y en la realidad mis- de la que es participada. Pero esta. exposición, o no explica el problema, 0 incluye
ma y en cualquier verdadero concepto objetivo de la divinidad. muchas falsedades. Porque, en prnner lugar, por lo que se refiere al ser de la
16. De qué modo explican algunos la distinción de razón entre la esencia y esencia, o trata de la esencia actual, es decir, de la que incluye la verdadera
la existencia.- Con esto, pues, queda brevemente explicado casi todo el problema, realidad de la esencia, o trata de la esencia potencial. En el primer sentido sería
Y a base de la misma doctr.ina pueden aclararse y demostrarse cada una de las más que falso el afirmar que la esencia de la criatura no se origina de Dios como
partes de la afirmación propuesta. Y, en primer lugar, no hay ningún teólogo que de causa eficiente, según antes se probó. Y en el segundo sentido se afirma gra-
no admita la distinción de razón entre la esencia y la existencia, aunque no todos tuitamente que las esencias de las criaturas sólo se refieren a Dios como a causa
la expliquen del mismo modo. Algunos dicen que la existencia expresa la naturaleza ejemplar, porque, en realidad, las esencias concebidas de este modo no tienen
individual, mientras que la esencia sólo expresa la naturaleza específica prescindida causa ninguna en acto) pues no son nada en acto; en cambio, en potencia, o en
de los individuos, y dicen, por ello, que entre ellas hay la misma distinción de acto primero y virtual, no sólo tienen causa ejemplar, slno también eficiente.
razón que entre la especie y los individuos. Pero éstos no alcanzan ni se hacen E incluso, prescindiendo de la causalidad o del orden o aplicación al causar, es
cargo del sentido de la cuestión. Se trata, en efecto, de una cuestión distinta de mejor decir que Dios posee las razones de las cosas posibles más bien que los
la referente a la distinción de la naturaleza específica respecto del individuo; por-
ejemplares; porque aquéllas sólo expresan la ciencia especulativa, mientras que
que la esencia no sólo puede ser específica, sino también individual y singular,
éstos denuncian más bien la relación práctica de causa. Por otra parte, las esencias
como lo fue la esencia de hombre en Cristo, y es de ésta de la que se pregunta de
de la~ criaturas no s~n tales o tienen una determinada conexión de los predicados
qué modo se distingue de su existencia; e igualmente la existencia puede conce-
birse en general y puede ser singular; en efecto, una es la existencia de Pedro esencmles porque m1ran a dichas razones o ejemplares divinos, sino que más
y otra la de Pablo; por consiguiente, la existencia no expresa la realidad singular bien Dios conoce cada una de las cosas posibles con su esencia y naturaleza
más que la esencia, ni la esencia y la existencia se distinguen como lo común concreta~ porque como tal es cognoscible o producible y no de otra manera;
y lo particular; luego no es la misma la distinción de existencia y esencia que luego la esencia considerada de este modo, aunque tenga en Dios su razón o
la de individuo y naturaleza específica. Aunque, a modo de ejemplo o de seme- ejemplar, no es llamada esencia debido sólo a esta relación al ejemplar en cuanto
janza, esta distinción puede servir para explicar cómo la distinción de razón entre tal. Se puede añadir también que la existencia creada o la posible tienen en
la existencia y la esenCia puede bastar para que se niegue que el existir actual- Dios su ejemplarj aunque no sea distinto del ejemplar de la esencia misma. En
mente pertenece a la esencia de la criatura, ya que una distinción similar de razón efecto, nada que no tenga en El la causa ejemplar puede tener en Dios la causa
eficiente~ porque Dios no obra nada a no ser como agente intelectual.
convenire, quia sine illis neque esse neque sentiam vero solum dicere naturam specifi-
concipi potest, quamvis in re non semper cam ab individuis praecisam, et ideo aiunt
conveniant, sed quando res existit. Atque ex esse ínter ea distinctionem rationis, qualis tinctio rationis inter individuum et speciem causam exemplarem, sed etiam effectricem,
opposita ratione, ipsum actu existere seu est inter speciem et individua. Sed hi non sufficit ut sola ratio specifica dicatur esse Immo, seclusa causalitate, vel ordine, vel
esse actualem entitatem negamus esse de es- attingunt neque assequuntur sensum quaes- tata essentia rei, et non individuatio. applkatione ad causandum, potius dícitur
sentia, quia praescindi potest a praedicto tionis. Est enim haec ouaestio diversa ah 17. Aliorum expositio.~ Alii dicunt es- Deus habere rationes rerum possibilium,
conceptu, et de facto potest non convenire illa de distinctione naturáe specificae ab in- sentiarn et existentiam creaturae differre sola quam exemplaria; nam illae solum indicant
creaturae prout tali conceptui obiicitur. Quae dividuo: nam essentia non tantum specifica, habitudine ad Deum, quía essentia ut sic speculativam scientiam; haec vero magis de-
omnia secus contingunt in Deo, quía, cum sed etiam individua et singularis esse pot- non respicit Deum ut causam efficientem, notant practicam habitudinem causae. Rur-
sit ens ex se necessarium, concipi non pot- est, sicut fuit in Christo essentia hominis, sed ut exemplarem tantum; existen tia vera sus essentiae creaturarum non ideo tales
est per modum entis potentialis, sed actualis de qua inquiritur quo modo a sua existentia addit essentiae respectum ad Deum ut cau- sunt, aut talem habent connexionem praedi-
tantum, et ideo actu esse vere dicitur de distinguatur; et similiter ipsa existen tia pot- sam efficientem a qua participatur. Verum- catorum essentialium, quía respiciunt tales
essentia eius, quía actu esse illi necessario est in communi concipi et singularis esse; tamen haec expositio vel rem non dedarat, rationes vel exemph1r.ia divina, sed potius
convenit et in re ipsa et in omní vero con- alía enim est existentia Petri et alia Pauli _; vel multa includit falsa. Nam imprimís, quod ideo Deus cognoscit unamquamque rem pos-
cepto obiectivo divinitatis. non ergo magis dicit existentia rem singu- attinet ad esse essentiae, vel loquitur de es- sibilem in tali essentia et natura, quia talis
16. Qualiter distinctio rationis ínter essen- larem quam essentia, neque dístinguuntur sentía actuali seu quae includat veram rea- est cognoscibilis et factibilis, et non alias ·
tiam et existentiam explicetur ab aliquibus.- essentia et existentia tamquam commune et Htatem essentiae, vel de essentia potentiali. ergo essentia hoc modo sumpta, licet in De~
Ex his ergo breviter res fere tota explicata p2rticulare; non est ergo eadem distinctio Priori modo plusquam falsum esset dicere habeat rationem vel exemplar, non dicitur
est, et ex eadem doctrina possunt singulae existentiae ab essentia, quae est individui a essentiam creaturae non esse a Deo ut a essentia ab hac habitudine sola ad exemplar
partes assertionis positae declarari et probari. natura specifica. Quamquam per rnodum causa efficiente, ut supra probatum est. Pos- ut sic. Adde etiam existentiam creatam vel
Et imprimís nullus est theologorum qui di- exempli aut similitudinis possit illa distin- teriori autem modo gratis dicitur essentias possib!le?J habere in Deo exemplar, quamvis
stinctionem rationis inter essentiam et exi- ctio deservire ad declarandum quo mOdo creaturarum solum respicere Deum ut cau- n~n. d1st1~ctum ab exemplari ipsíus essentiae.
stentiam non admittat, qmu;nvis non omnes distinctio rationis inter existentiam et essen- sam exemplarem, quia revera essentiae sic N1hil enun potest habere in Deo causam
eodem modo illam explicent. Quidam dicunt tiam possit sufficere ut actu existere negetur conceptae nullam causam habent in actu, ef~cientem .q~od non habeat exemplarem,
existentiam dicere naturam individuam, es- esse de essentia creaturae; nam similis dis- ~um nihil ae tu sint; in potentia vero se u qwa Deus mhil operatur nisi ut intellectuale
m actu primo et virtuali non solum habent agens.
D!SPUTACTONES V - 5
66 Disputaciones metafísicas Disputación XXXl.-Sec,_a::'ó'"n'---'V_.I_ _ _~---------------'-'67
se identifican, sino que el ser de la esencia nunca se separa realmente del ser
18. Además, en cuanto a la otra parte referente a la existencia, de la que de la existencia. Sin embargo, esto se infiere con bastante probabilidad del pen-
dicen que sólo añade sobre la esencia la relación a Dios como a causa eficiente, samiento de Escoto; porque, al ;firmar allí que la esencia no es separable d~ la
o piensan que la existencia consiste en esta relación, o que trae consigo esta existencia, y al enseñar ex professo, In lll, dist. 6, que la humanidad de Cr1stq
relación. Lo primero es manifiestamente falso, porque la existencia de una cosa no pudo existir o ser asumida sin su existencia propia, opina manifiestamente
absoluta no es una relación, sino que es algo absoluto. Además, porque, para que que no se distinguen realmente. Por eso, Licheto, en el pasaje anterior, en una
esa relación exista actualmente en la realidad, tiene que fundarse o estar adhe- nota marginal, que es glosa suya, añade: El ser de la esencia y el de la existencia
rida a una criatura existente. Y, ciertamente, si se concibe que es una relación expresan una misma e idéntica 1'ealidad y son lo mismo real y formalmente, distin-
real predicamental, supone la criatura ya producida y existente; y, si se trata de guiéndose igual que lo concreto y lo abstracto, que sólo se distinguen por razón.
una relación trascendental de dependencia a Dios, esta relación no es la existencia Pero en esta sentencia queda oscuro cómo tiene cabida en este caso la distinción
de la criatura, sino su causalid-ad; por eso se distingue de la existencia de la de lo concreto y de lo abstracto. Porque, sl nos referimos a la esencia y a la
criatura no sólo por razón, sino también realmente, como se demostró en la existencia en cuanto se las significa con estos nombres, ambas son concebidas a
disp. XVIII, y se volverá a tocar luego en la disp. XL VIII. Empero, lo segundo modo de un abstracto, igual que la materia y la forma o igual que la potencia y
es verdad, es decir, que la existencia actual de la criatura trae unida consigo esta el acto; lo concreto será el ente creado que consta del existir y de la esencia.
relación a Dios, aunque la esencia actual tiene también unida consigo esta misma Pero, si nos valemos de las denominaciones ser de esencia y ser de existencia, ambas
relación, ya que no puede ser tal si no es por la eficiencia de Dios. Por otra tienen el mismo modo de significar y se subordinan al mismo modo de concebir.
parte, si la existencia tiene unida esta relación, entonces es algo distinto de ella; Y a veces, de acuerdo con el uso de los filósofos, esta expresión, ser, suele tomarse
queda, pues, por explicar respecto de la existencia, en cuanto distinta de tal rela- con valor de nombre abstracto por el acto mismo de ser, al que llaman también
ción, de qué modo se distingue racionalmente de la esencia; y todavía es más existencia, término que no se encuentra entre los latinos; a veces, en cambio, se
oscuro lo que dice Enrique, que no se distinguen realmente, ni sólo racional- la toma con valor de infinitivo, que es el uso propio y latino de dicha palabra, y
mente, sino intencionalmente. ¿Qué es, pues, distinguirse intencionalmente, si no en este caso no es propiamente un concreto ni un abstracto, aunque se acerca
es en virtud de la concepción del entendimiento? Finalmente, en esa relación más a la significación de lo concreto, por significar el efecto formal del acto
de la criatura a Dios es posible establecer distinción entre la esencia y la exis- mismo de ser, mientras que al acto sólo lo significa en cuanto ejerce dicho efecto,
tencia, en cuanto racionalmente distintas, sin que lo sean debido a la relación, lo mismo que sucede con correr, saber y otros semejantes.
como es de por si evidente. 20. Alguno podría tomar de aquí ocasión de afirmar que la esencia y la
19. Exposición de otros.- Otros distingue11 racionalmente el ser de la exis- existencia se distinguen racionalmente, de tal manera que aquélla -seria lo abstracto
tencia del ser de la esencia, porque el uno es concebido a modo de concreto y el a modo de forma, mientras que ésta seria como lo concreto a modo de efecto formal
otro a modo de abstracto; así es la opinión de Licheto, In IIJ dist. 1, q. 2, donde ejercido; y el ente seria lo propiamente concreto, como constituido por tal forma
afirma, sobre todo, de acuerdo con el pensamiento de Escoto, que el ser de la y por el efecto formal; es lo mismo que sucede con carrera, correr y "corriente";
existencia y el ser de la esencia se identifican y que son totalmente inseparables, sabiduría, saber y "sapiente". De acuerdo con este modo de distinción, la esencia
por más que Escoto, en ese pasaje, § Quantum ad istum articulum, no afirma que es propiamente un abstracto; porque es como una forma cuyo efecto formal es
18. Praeterea, quod spectat ad alterarn par- est nisi per efficientiam Dei; non ergo
tem de existentia, quam dicunt supra essen- recte distinguitur essentia ab existentia per
tiam solum addere respecturn ad Deum ut ad hunc respectum. Et praeterea, si existen- sentiae nunquam separari realiter ab esse exi~ modo concipiendi. Et interdum, iuxta philo-
causam efficientem, aut sentiunt existentiam tia _habet coniunctum _hunc respecturn, er- stentiae. Tamen satis probi:l.biliter hoc colligi- sophorum usum, haec vox esse sumí solei in
consistere in hoc respectu, aut secum afferre go est quid distinctum ab ipso; de ipsa tur ex mente Scoti; nam, cum ibi dicat essen- vi nominis abstraed pro ipso actu essendi,
hunc respectum. Primum est plane falsum, ergo existentia, ut distincta a tali respectu, tiam non esse separabilem ab existentia, et In quern existentiam etiam vocant, quae vox
quia existentia reí absolutae 1 non est respe- explicandum superes! qua modo distinguatur III, dist. 6, ex professo doceat non potuisse apud latinos non reperitur; interdum vero
ctus, sed absolutum quid. Item, quia ille ratione ab essentia; immo illud obscurius humanitatem Christi esse vel assumi sine pro- sumitur in vi infinitivi, qui est proprius et
respectus ut actu sit in rerum natura, fun- est quod Henricus ait, nec distinguí re, nec pria existentia, plane sentit non distingui in latinus usus illius vocis, et sic non est pro-
datur seu adhaeret creaturae existenti. Et sola ratione, sed intentione. Quid enim est t ( ipsa. Unde Lychetus supra, in nota mar- prie concretum neque abstractum, magis ta-
ea quidem, si intelligatur esse relatio realis distinguí intentione nisi mentis conceptione? ginali, quae est glossa eius, addit: Esse es- men accedit ad significationem concreti, quía
praedicamentalis, supponit creaturam iam Denique in illomet respectu creaturae ad sentiae et existentiae dicunt unam et eam- significa! effectum formalem ipsius actus es-
factam et existentem; si autem sit sermo Deum potest distinguí essentia ab existentia, dem realitatem, suntque ~dem realiter et for- sendi, ipsum vera actum solum ut exercen-
de habitudine transcendentali dependentiac ut rationc distincta, et non per respectumJ maliter distinguunturque sicut concretum et tem illum effectum, sicut currere, sapere, et
ad Deum, haec non est existentia creaturae, u~ per se constat. abstractum, quae tantum distinguuntur ratio- similia.
sed causalitas eius; unde non tantum ratio- 19. Aliorum explanatío.- Alii distinguunt ne. Verumtamen in hac sententia obscurum 20. Hinc vera sumere posset aliquis oc-
ne, sed natura rei distinguitur ab existentia ratione esse existentiae ab esse essentiae, manet quomodo hic habeat locum distinctio casionem dicendi essentiam et esse distingui
creaturae, ut ostensum est in disp. XVIII, quía unum concipitur per modum concreti~ concreti et abstracti. Nam, si loquamur de ratione, ut illa sit abstractum per rnodum
et infra, disp. XL VIII, iterum attingetur. aliud per modum abstracti; ita sentit Ly- essentia et existentia, ut his nominibus si- formae, hoc vero quasi concretum per roo-
Secundum autem est verurn, scilicet, quod chetus, In II, dist. 1, q. 2, ubi imprimis gnificantur, utraque concipitur per modum duro effectus formalís exerciti; ens vera sit
actualis existentia creaturae secum habeat ait, de mente Scoti, esse existentiae et esse abstracti, sicut materia et forma, vel sicut proprie concretum, quasi constitutum ex tali
coniunctum hunc respectum ad Deum, sed essentiae ídem esse et omnino inseparabilia, actus et potentia; concretum autem erit ens forma et effectu formali; sicut se habent
tamen eumdem habet secum coniunctwn quamquarn Scotus, ibi, § Quantum ad istum creatum constans ex esse et essentia. Si vero cursus, currere e.t currens; sapientia, sapere
essentia actualis, quae talis esse non pot- articulum, non dicat esse idem sed esse es- loquamur sub his nominibus esse essentiae et sapiens. Iuxta quem modum distinctionis,
et esse existentiae, utrumque habet eumdem essentia est proprie abstractum; nam est
1 Nos par"ece más aceptable la lectura de absolutae que la de absolute, como figura, significandi modum et subordinatur eidem quasi forma cuius effectus formalis est esse;
entre otras, en la ed. Vives. (N. de los EE.)
68 Disputaciones metafísicas
Disputación XXXI.-Sección VI 69
la existencia; y lo constituido por ella es el ser y el ente mismo, constitución
que no se realiza por composición real, sino por identidad. Este modo de expresarse lo mismo. Y este mismo modo de expresión lo aceptan otros de los autores citados,
puede tener fundamento en San Agustín, quien dice en el lib. XII De civit. Dei, y, sin duda, es probable. Sólo es preciso exponer alguna mayor diferencia o distin-
c. 1: Igual que del hecho de saber se toma el nombre de sabiduría, así también ción de razón entre la esencia y la existencia, tal como se las significa con estos
del hecho de ser se toma el nombre de esencia. Y en el lib. II De morib. Manich., términos por muchos filósofos, por razón de la cual distinción se niega con verdad
c. 2, dice: La naturaleza misma no es más que lo que se concibe que una cosa que la exist.enci~ pertenezca a la esencia de la criatura, cosa que no puede negarse
es en su género. Y, por eso, igual que nosotros con una palabra nueva, del hecho de la esencia misma.
de ser tomamos el nombre de esencia, a la que con frecuencia llamamos también 21. Opinión de otros en este punto.- Otros, pues, añaden que la esencia y
sustancia, del mismo modo los antiguos, que no tenían estas palabras, en vez de la existencia se distinguen en que la esencia no expresa la realidad fuera de las
esencia se valían del nombre de naturaleza. Por eso, Calepino, citando a San causas, sino de modo absoluto, mientras que la existencia expresa la realidad que
Agustín, dice que los filósofos usan el término esencia por el ser mismo de cada posee el ser en sí y está fuera de las causas. Fonseca censura este modo de expre-
cosa. Y, de acuerdo con este uso propio de las palabras, aunque la esencia y el sarse, porque no explica en qué consiste que una cosa esté fuera de sus causas·
.
pues, o cons1ste en estar referida a las causas, y en esto no consiste el existir,
'
ser o existir se distingan racionalmente del modo dicho, sin embargo la esencia
y la existencia no se distinguirán entre sí ni por razón, igual que tampoco se según se demost.ró frente a Enrique, o es haber recibido el ser de las causas y
distinguen entre sí ser y existir. En- efecto, ser, tomando la expresión absoluta y no hab~rlo perdido, y esto, ciertamente, es algo cuasi previo al existir, pero no
sustantivamente, es lo mismo que existir, según se dijo antes y se desprende del es propta y formalmente el existir mismo. O consiste, finalmente, en que la cosa
uso común de las palabras mismas, y porque no puede explicarse la diversidad no exista sólo objetivamente en el entendimiento o en la potencia de las ·causas
en las realidades significadas mediante dichas palabras y en los conceptos últimos y esto, sin duda, explica qué no es, pero no explica lo que es la existencia mism~
a que están subordinadas. Del mismo modo, pues, también la esencia y la exis- o de q~é modo se distingue de la esencia. Cabe, empero, responder que el que una
tencia serán lo mismo y sólo se diferenciarán en los nombres, porque, del mismo cosa _ex1sta fuera de las causas no es más que ser en si un ente en acto; pero que
modo que del verbo sum y esse derivaron los latinos esencia porque por ella es la se d1ce fuera de las causas para explicar que no tiene por sí misma esa entidad
cosa3 o porque es aquello por lo que algo es3 asi también del verbo existo y existere actual, sino que la tiene de otro. Bastante dificultad constituye, sin duda, en esa
han tomado los filósofos el nombre de existencia3 por la que la cosa existe. Por la sentencia que el estar o nQ estar fuera de las causas es común a la esencia y a la
misma razón hay que afirmar, en consecuencia, que el ser de la esencia y el de la existencia; porque no sólo la esencia existe fuera de las causas, una vez que la
existencia, si a ambos se los torna con propiedad por el verdadero ser real, tam- cosa ha sido producida, igual que la existencia, sino que también la existencia
poco se diferencian por razón, sino que se diferencian únicamente en la palabra, existía sólo en la potencia de la causa y objetivamente en el entendimiento antes
puesto que e1 ser de la esencia y el de la existencia se comparan entre sí igual de que la cosa fuese producida; luego no puede establecerse en esto la diferencia
que se comparan la esencia y la existencia. Así parece que opinó sobre estas pala- entre la esencia y la existencia. Mas a esto hay que decir, de acuerdo con la
bras y conceptos Gabriel, en el lugar citado, donde dice que ser, ente y esencia distinción propuesta, que una cosa es hablar de la esencia y la existencia según la
no se distinguen según la realidad significada, sino sólo según los modos grama- propiedad y rigor de estos términos, y otra hacer uso extensivo de estas palabras
ticales, igual que el verbo, el participio y el nombre; y que de modo semejante para una significación idéntica o similar. En efecto, esta palabra existencia no
ser y existir significan lo mismo; también, por tanto, la esencia y la existencia son significa, en rigor, la existencia en acto signado, como dicen, o sea, en cuanto
concebida y únicamente en potencia, como lo indica ,. también Capréolo en el
con:stitutum autem per eam et esse est ip- est et ex communi usu ipsorum verborum
sum ens~ quae constitutio non est per reí constat, et quia exponi non potest diversitas existentiam idem esse. Et eumdem dicendi lectu, vel in potestate causarum, et hoc qui-
compositionem, sed per identitatem. Qui in rebus per illa verba significatis et in con- modum amplectuntur alü ex citatis auctori- dem decbrat quid non sit, non tamen quid
modus dicendi potest habere fundamentum ceptibus ultimis quibus subordinantur. Sic bus, et est sane probabilis. Solum necesse sit ipsa existentia aut quo modo ab essentia
in Augustino, lib. XII de Civitate, c. 1, di- igitur etiam essentia et existentia idem erunt est declarare nonnullam maiorem differen- distinguatur. Sed responded potest rem esse
cente: Sicut ab ea quad est sapere vocatur solumque nominibus different, quia, sicut a tiam seu dístinctioncm rationis ínter essen- extra causas nihil esse aliud quam esse in
sapientia, sic ab ea quod est esse vacatur verbo sum et esse dicta est a latinis essen- tiam et existentiam, prout his vocibus a se ens actu; dicitur autem extra causas,
essentia. Et lib. II de Morib. Manich., c. 2: tia, quia per illam res est~ seu quia est id multis philosophis significantur, ratione cuius ut declaretur non habere a se illam entita-
I psa natura (inqult) nihil est aliud quam id quo aliquid est~ ita a verbo existo et existere vere negatur existentia esse de essentia crea- tem actualem, sed ab alio. Difficilius quidern
quod intelligitur in suo genere aliquid esse. sumptum est a philosophis nomen existen- turae, quod de ipsa essentia negari non pot- est in ea sententia quod esse et non esse
!taque ut nos iam novo nomine ab eo quod tiae, qu3 res existit. Atque eadem ratione est. extra causas commune est essentiae et exi-
est esse vocamus essentiarn, quam plerum- consequenter asserendmn est esse essentiae 21. Aliorurn in hoc sententia.- Addunt stentiae; nam et essentia extra causas est
que etiam substantiam nominamus, ita vete- et existentiae, si utrumque proprie sumatur ergo alii essentiam et existentiam in hoc dif- cum facta res est, sicut existentia; et
res, qui haec nomina non habebant, pro es- pro vera esse reali, non differre etiarn ra- ferre, quod essentia non dicit rem extra existentia erat solum in potentia causae et
sentia naturam nominabant. Unde Calepinus, tione, sed tantum in nomine, quía ita intef causas, sed absolute; existentia vera dicit obiective in intellectu, priusquam res fieret;
cítans Augustinum, ait vocem essentiae a phi- se comparantur esse essentiae et existentiae, rem in se P.abentem esse et extra causas ergo in hoc non potest constituí differentia
losophis usurpad pro ipso esse cuiusvis reí. sicut essentia et existentia inter se. Et in suas. Quem modum dicendí Fonseca im pro- ínter essentiam et existentiam. Ad hoc tamen
Iuxta hanc autem verborum proprietatem, li- hunc modum sensisse videtur de bis vocibus bat, quía non declarat quid sit rem esse ex- dicendum est, iuxta distinctionem positam,
cet essentia et esse seu existere distinguantur et conceptibus Gabriel, citato loco, ubi ait tra causas; nam vel hoc est referri ad cau- aliud esse loqui de essentia et existentia iuxta
ratione praedicto modo, tamen essentia et esse, ens et essentiam non differre secun- sas, et hoc non est existere, ut contra Hen- proprietatem et rigorem harum vocum, aliud
existentia nec ratione distinguentur inter se, dum rem significatam, sed solum secundum ricum probatum est, vel est accepisse esse a vero extendendo praedictas voces ad eam-
sicut neque esse et existere inter se. Esse modos grammaticales, sicut verbum, partici- causis et non amisis.:;e, et hoc quidem est dem seu similem significationem. Haec enim
enim simpliciter et substantive dictum ídem pium et nomen; et similiter esse et exístere quasi praevium ad esse, non est tamen pro- vox existentia in rigore non significat exi-
est quod existere, ut in superioribus dictum idem significare, ideoque etiam essentiam et pde et formaliter ipsum esse. Vel denique stentiam (ut aiunt) in actu signato seu ut
es~ rem non esse solum obiective in intel- conceptam et in potentia tantum, ut etiam
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Disputaciones metafísicas '
1
Disputación XXXI.-Sección VI

parciales, es decir, el alma y el cuerpo, y está en discusión si hay dos existencias;


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lugar citado, sino que la significa sólo en acto ejercido o como actual; pues no por consiguiente es necesario añadir algo para explicar esta distinción de razón.
hay contradicción ninguna en que se signifique este estado de la existencia con 23. Explicación del autor.- Hay, pues, que afirmar que la esencia y la
una palabra y parece que se ha _inventado la palabra existencia con este destino. existencia son la misma realidad, pero que se la concibe bajo la razón de esencia,
En consecuencia, por el hecho mismo de abstraer una cosa del existir en acto en cua~to por razón de ella la realidad se constituye bajo un género y especie
ejercido, ya no se concibe a la existencia tal como es significada por esta palabra. determmados. Pues la esencia, como explicamos antes, disp. II, sec. 4, es aquello
Y puesto que este estado o este ejercicio del existir no pertenece al concepto de por lo que algo se constituye primariamente dentro del ámbito de la entidad real,
la esencia de la criatura en cuanto se la significa con esta palabra, por eso es en cuanto se distingue del ente ficticio., y en cada ente particular se llama esencia
legítimo afirmar que la existencia añade a la esencia el acto de existir fuera de las a aquello por virtud de lo cual se constituye en un grado y orden determinado de
causas; mas este estado no se distingue realmente de la misma entidad actual de entes. En este sentido dijo Agustín, lib. XII De civil. Dei, c. 2: El autor de
la esencia. Si, por el contrario, el nombre de existencia se extiende a aquella que todas las esencias dio a unas más ser, a otras menos, ordenando así por grados
existe únicamente en potencia u objetivamente, hay que confesar que no cabe la las naturalezas de las esencias. Por esa razón suele significarse la esencia con el
diferencia establecida, sino que, guardada la debida proporción, la existencia en nombre de quididad, por ser ella la que se explica mediante la definición, o me-
potencia se identifica totalmente con la esencia en potencia, y la existencia en diante alguna descripción por la que explicamos qué es la cosa o de qué natu-
acto con la esencia en acto. raleza es. Y, por el contrario, esta misma realidad es concebida bajo la razón de
22. De acuerdo con esta doctrina verdadera y con el método de distinguir existencia, en cuanto es la razón de ser en la realidad y fuera de las causas. En
la esencia y la existencia, es consecuencia manifiesta que la esencia sólo se distin~ efecto, puesto que la esencia 'de la criatura no posee necesariamente por su propia
gue de la existencia, considerada con ese rigor, como el ente en potencia se dis- virtud el ser entidad actual, por eso, cuando recibe su entidad, concebimos que
tingue del ente en acto; y de esta suerte no sólo se distinguen por ra~ón, sino hay en ella algo que es la razón formal de ser fuera de las causas; y a esto lo
real privativamente corno el ente y el no ente, porque el ente en potencia, como denominamos existencia bajo dicha razón, y, aunque realmente no sea una cosa
dije antes, es en absoluto no ente. El consecuente, empero, parece falso, porque distinta de la entidad misma de la esencia, sin embargo la concebimos bajo una
nosotros distinguimos, al menos por razón, entre la esencia y la existencia, como razón y descripción distinta, lo cual basta para una distinción de razón. Y el
entre dos extremos positivos y reales. Se objetará que se concibe, sin duda, a fundamento de esta distinción está en qUe las cosas creadas no tienen el ser de
dichos extremos como positivos y reales, pero no como actuales, sino abstrayendo por sí y pueden a veces no existir. De esto resulta, en efecto, que nosotros con-
con la amplitud con que el ente abstrae de ente en acto y ente en potencia. cebimos la esencia de la criatura como indiferente para ser o no ser en acto,
Pero en contra de esto está que concebimos a la esencia bajo la razón propia de indiferencia que no es por modo de abstracción negativa, .sino precisiva; y,
esencia, no sólo como potencial, sino también como actual, y en este sentido la por eso, aunque nosotros concibamos en absoluto la razón de esencia también en
distinguimos, asimismo, por razón de la existencia. En efecto, cuando decimos el ente en potencia, sin embargo comprendemos que existe en mayor grado en el
que una cosa posee en acto su esencia y su existencia, no decimos lo mismo dos ente en acto, por más que en él prescindamos de la actualidad misma del existir
veces; luego no son palabras sinónimas; luego sus significados se distinguen al todo aquello que le conviene necesaria y esencialmente; y, de este modo, a la
menos por razón; por eso, en Cristo damos por supuesto que hay dos esencias, esencia bajo la razón de esencia la concebimos como potencia, y a la existencia
y nos preguntamos si hay dos existencias; y en la humanidad hay dos esencias
tate sunt duae essentiae partiales, scilicet, existentiae, quatenus est ratio essendi in re-
anima e~ corpus, et controverswn est an rum natura et extra causas. Nam, quía essen-
Capreolus, loco citato, indicat, sed significa! ab existentia in eo rigore sumpta tamquam sint duae existentiae; aliquid ergo addere tia creaturae non hoc necessario habet ex vi
illam solum in actu exercito seu ut actua- em: in potentia ab ente in actu; atque ita oportet ad hanc distinctionem rationis de- suH ut sit actualis entitas, ideo, quando re-
lem; nihil enim repugnat hunc statum exi- non solum distinguí ratione, sed etiam reali- clarandam. cipit entitatem suam, concipimus aliquid es-
stentiae aliqua voce significad et ad hunc tr.r privative, tamquam ens et non ens, quía 23. Auctoris explicatio.-Dicendum ergo se in ipsa quod sit illi formalis ratio essendi
finem videtur inventa vox existentia. Unde, ens in potentia, ut supra clixi, simpliciter est eamdem rem esse essentiam et existen- extra causas; et illud sub tali ratione appel-
hoc ipso quod res abstrahatur ab existendo est non ens. Consequens autem videtur fal- tiam, concipi autem sub ratione essentiae, lamus existentiam quod, licet in re non sit
in actu exercito, jam non concipitur existen- sum, quía nos distinguimus saltem ratione quatenus ratione eius constituitur res sub tali aliud ab ipsamet entitate essentiae, sub di-
tb prout }:lac voce significatur. Et quía hic inter essentiam et existentiam, tamquam in- genere et specie. Est enim essentia, ut su- versa tamen ratione et descriptione a nobis
status seu hoc exercitium existendi non est ter duo extrema positiva et realia. Dices, pra, disp. II, sect. 4, declaravimus, id quo concipitur, quod ad distinctionem rationis
de conceptu essentiae creaturae ut hac voce concipi quidem illa extrema tamquam posi- primo aliquid constituitur intra latitudinem sufficit. Huius autem distinctionis fundamen-
significatur, ideo recte dicitul' existentiam tiva et realia,- non tamen ut actualia1 sed entis realis, ut distinguitur ab ente ficto, et tum est _ quod res creatae de se non habent
addere essentiae actum essendi extra causas abstrahendo in ea latitudine in qua ens abs- in unoquoque particulari ente essentia eius esse et possunt interdum non esse. Ex hoc
suas; hic tamen status in re non differt ab trahit ab ente in actu et in potentia. Sed dicitur id ratione cuius in tali gradu et or- enim fit ut essentiam creaturae nos conci-
ipsa entitate actuali essentiae. Si vera no- contra hoc est quia essentiam sub propria dine entium constituitur. Quomodo dixit piamus ut indifferentem ad esse vel non esse
men existentiae extendatur ad eam quae est ratione essentiae, non tantum ut potentia- Augustinus, XII de Civitate, c. 2: Auctor actu, quae indifferentia non est per modwn
tantum in potentia seu obiective, fatendum lem, sed etiam ut actualem concipimus, et essentiarum omnium aliis dedit esse am- abstractionis negativae, sed praecisivae; et
est differentiam positam non habere locum, sic etiam illam ratione distinguimos ab exi- plius, aliis minus, atque ita naturas essentia- ideo, quamvis ratio essentiae absolute con-
sed, proportione servata, idem omnino esse stentia. Cum enim dicimus rem habere in rum gradibus ordinavit. Atque hac ratione cipiatur a nobis eüam in ente in potentia,
existentiam in potentia cum essentia in po- actu suam essentiam et suam existenti'lm, solet essentia quidditatis nomine significari, tamen multo magis intelligimus reperiri in
tentia, et existentiam in actu cum essentia in non ídem bis dicimus; non ergo sunt illae quia illa es~ quae per definitionem explica- ente in actu, licet in eo praescindamus to-
voces synonymae; ergo significata earum sal- tur, vel aliqua descriptione, per quam decla- tum id quod necessario et essentialiter ei
actu.
22. Iuxta hanc veram doctrinam et ratio- tero ratione distinguuntur; unde in Christo i ramus quidnam res sit cuiusve naturae. At convenit, ab ipsa actualitate essendi; et hoc
mm distinguendi essentiam et existentiam, supponimus esse duas essentias, et quaeri- vera haec eadem res condpitur sub ratione modo concipimus essentiam sub ratione es~
plane consequitur solum distingui essentiam mus an sint duae existentiae; et in hwnani- 1

72 Disputaciones metaiisicas J Disputación XXXI.-Sección VIl 73

como su acto. Este es el motivo, pues, de afirmar que esta distinción de mzón que sea de su esencia el existir actualmente, por no estar incluido en su ~o~ceJ?;o
tiene algún fundamento en la realidad, el cual no es ninguna distinción actual que esencial prescindido de esta suerte. Y para todas estas cosas basta la dtstmcwn
se dé en la realidad, sino la imperfección de la criatura, que, por el hecho mismo de razón, o la real negativa que- hay entre la esencia potencial y la actual.
de no tener el ser por sí y de poder recibirlo de otro, da ocasión a esta concepción
nuestra.
24. Con esto 'se hace evidente tambiéu la última parte de la conclusión; SECCION VII
porque en esta expresión por el nombre de criatura no se ha de entender alguna NOCIÓN DE LA EXISTENCIA DE LA CRIATURA
entidad real actual o actualmente creada; ya que, si nos expresamos con esta
reduplicación o complejidad, la criatura exige realmente de modo esencial el existir l. Opinión de algunos.- Una vez que se ha explicado' la distinción y des-
actualmente para ser criatura. Y en este sentido, igual que la blancura es de esen- pués de haber comprendido qué es la esencia, será fácil poner de manifiesto en
cia de lo blanco en cuanto es blanco, también la existencia es de esencia de la qué consiste propiamente la existencia, al mismo tiempo que la exposición de este
criatura en cuanto es una cosa actualmente creada, ya que la constituye formal- punto confirmará más la doctrina expuesta. Algunos, pues, se expresan de tal
mente en el mismo o en mayor grado que la blancura a lo blanco. Por eso, del manera que afirman que la existencia de la criatura es un accidente de ésta;
mismo modo que. la blancura es inseparable de lo blanco sin destruir lo blanco, así tal es la manera de hablar de Avicena, en el lib. V de su Metafísica, donde dice
también la existencia es inseparable de la criatura sin destruir la criatura y, por que el ente se predica accidentalmente de las criaturas, por significar formal~ente
eso, no se concluye legítimamente, si la existencia pertenece a la esencia de la el ser que adviene a las mismas; le imita Santo Tomás, Quodl. ll, a. 3, Citando
criatura considerada del modo antes dicho, que la criatura no pueda ser privada al Comentador, lib. V Metaph. Y algunos de los que piensan que la existencia es
de la existencia, porque lo que únicamente se sigue es que no puede ser privada una realidad o un modo realmente distinto de la esencia actual, piensan que
de ella sin que se destruya y deje de existir la criatura, cosa que es df! todo esto es verdadero con toda propiedad, afirmando que la existencia es un ac-
punto verdad y consta por lo dicho y se confirmará más por lo que se va a decir. cidente que pertenece a un determinado predicamento, concretamente al predi-
Sin embargo, hay que evitar un equivoco en la expresión "de esencia"; porque, camento cuando o al de la cantidad. El fundamento de éstos está en que la
según decía al principio de esta sección, a veces el tener el ser por esencia signi- duración y la existencia son lo mismo; en efecto, el durar no parece ser otra cosa
fica el tenerlo por sí y no de otro, en el sentido en que ninguna criatura, aunque más que el existir; y la duración es un accidente de la cosa que dura, y se coloca
exista actualmente, tiene el ser por su esencia; pero ahora no nos expresamos con propiedad en el predicamento de la cantidad bajo la especie del tiempo, si
en este sentido, sino en cuanto se dice .que es de esencia aquello que es el consti- la duración es sucesiva, o en el predicamento cuando, si es de otra naturaleza.
tutivo primero y formal de una cosa, como la blancura es de esencia de lo 2. Refutación.- Empero, esta sentencia es rechazada por casi todos los doc~
blanco en cuanto tal, aunque no la tenga por si, sino recibida de otro. En este tores · en efecto, existir tiene la misma extensión que el ente mismo, puesto que
sentido, pues, se puede decir con verdad que la existencia es de esencia de la '
el nombre . manera que
de ente se derivó de ser (es se); por consiguiente, de 1gual
criatura constituida en acto o creada, en cuanto es tal. En cambio, cuando se el ente no pertenece a un género determinado, sino que trasciende todos los
niega que sea de esencia de la criatura existir en acto, hay que tomar la criatura predicamentos, así también el existir. Además, porque es de suyo increíble que
en cuanto abstrae o prescinde de la criatura creada y de la creable, cuya esencia la existencia de la sustancia sea un accidente propio. En primer lugar, porque,
objetivamente concebida abstrae del ser o entidad actual, y de este modo se niega de lo contrario, no sería ser de modo absoluto, sinq, relativo y, por lo mismo,
la generación de la sustancia no sería generación de modo absoluto, sino sólo
sentiae ut potentiam; existentiam vera ut sit de essentia creaturae praedicto modo
actum eius. Hnc ergo ratione dicimus hanc sumptae, non posse creaturam privari exi- tate, et hoc modo negatur esse de essentia rei ab essentia actuali distinctum, putant in
distinctionem rationis habere in re aliquod stentia, quia solum sequitur non posse illa eius actu existere, quia non clauditur in omni proprietate verum esse, asserentes exi-
fundamentum, quod non est aliqua actualis privari quin destruatur et desinat esse crea- concepto eius essentiali sic praeciso. Ad quae stentiam esse quoddam accidens pertinens ad
distinctio quae in re intercedat, sed imper- tura, quod verissimum esse constat ex dictis, omnía sufficit distinctio ·rationis, vel realis certum praedicamentum, nimirum ad prae-
fectio creaturae, quae, hoc ipso quod ex se et ex dicendis amplius confirmabitur. Ca- negativa, quae est inter essentiam potentia- dicamentum quando vel quantitatis. Quorurn
non habet esse et illud potest ab alio reci- venda tamen est aequivocatio in illa voce lem et actualem. fundamentum est quía duratio et existentia
pere, occasionem praebet huic nostrae con- de essentia; nam, ut in principio huius sec- idem sunt; nam durare nihil aliud esse vi-
ceptioni. tionis dicebam, interdmn. habere esse de SECTIO VII detur quam existere; sed duratio est acci-
24. Et bine etiam patet ultima conclusio- essentia sua significat habere illud ex se QUIDNAM EXISTENTIA CREATURAE SIT dens rei quae durat, et proprie collocatur
nis pars; nam in .hac locutione nomine crea- et non ab alio, quomodo nulla creatura, in praedicamento quantitatis sub specie tem-
turae non est intelligenda realis entitas ac- etiamsi actu sit, habet esse de essentia sua; 1. Aliquorum sententia.- Exposita di~ poris, si duratio successiva sít, vel in prae-
tualis se u ae tu ere ata; na m, si cum hae re- tamen nunc non ita loquimur, sed prout stinctione et intellecto quid sit essentia, de- dicamento quando, si sit alterius rationis.
duplicatione vel compositíone fiat sermo, re- dicitur esse de essentia _id quod est primúm clarabitur facile quid proprie existentia sit, 2. Reiicitur.- Haec vera sententia ab
vera creatura essentialiter petit actu existere, et formale constitutivum rei; quomodo al- et huius rei expositio doctrinam traditam omnibus fere doctoribus reiicitur; nam esse
ut sit creatura. Atque in hoc sensu, sicut bedo est de essentia albi ut sic, quamvis amplius confirmabit. Quidam ergo ita lo- aeque patet ac ipsurn ens, cum ens ab esse
albedo est de essentia albi ut album est, ita non a se, sed ab alio illam habeat. Hoc ergo quuntur ut dicant existentiam creaturae esse dictum sit; unde, sicut ens non pertinet ad
existentia est de essentia creaturae ut res modo existentia vere dici potest de essentia accidens eius; ita loquitur A vicenna, lib. V certum genus, sed transcendit omnia praedi-
actu creata est; nam aeque vel magis for- creaturae in actu constitutae seu creatae, ut suae Metaph., ubi ait ens accidentaliter dici camenta, ita et esse. Item quia per se est
maliter illam constituit quam albedo album. talis est. Cum autem negatur esse de essen- de creaturis, quia de formali significat esse incredibile existentiam substantiae esse pro-
Unde, sicut est inseparabilis albedo ab albo tia creaturae actu existere, sumenda est crea- quod eis accidit; quem imitatur D. Thom., prium accidens. Primo, quia alias non esset
quin destruatur album, ita est inseparabilis tora u~ abstrahit seu praescindit a creatura QuodL II, a. 3, citans Comment., V Me- esse simpliciter, sed secundum quid, unde
existentia a creatura quin destruatur crea- creata et creabili, cuius essentia obiective taph. Quod aliqui ex his qui opinantur et generatio substantiae non esset generatio
tora, et ideo non rec~e infertur, si existentia concepta abstrahit ab actuali esse aut enti- existentiam esse rem vel modum ex natura simpliciter, sed secundum quid, quia termi-
74 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección Vll-' _________________1_5
relativamente, puesto que tendría por término un accidente, ya que su término expone extensamente Capréolo, In 1, dist. 8, q. 1, conclus. 3; y Cayetano, In De
es el existir, como se dice en el lib. V de la Física, c. 1. En segundo, porque, si ente et essentia, c. 4, poco antes de la q. 5, y en el c. S, q. 10, ad 8. Esta sentencia,
la existencia fuese un accidente, o lo seria común, o propio. Lo primero no, porque si se da por supuesta la distinción, se puede defender fácilmente. Porque la obje-
un accidente común puede faltar sin la corrupción del sujeto y se origina de un ción de algunos, de que si la existencia tiene una entidad propia o un modo de
sujeto extrínseco preexistente. Ni puede ser tampoco un accidente propio, puesto ente, no hay razón de que no sea un ente completo, o de que no se la coloque
que la propiedad es consecuencia y resultado de una cosa ya existente; y, por directamente bajo un género, esto -digo- tiene facilisima solución, solución que
tanto, no se produce esencial y primariamente por generación o creación, sino que tienen que afrontar todos en un problema similar, porque, de lo contrario, pro-
resulta de una cosa que ha sido producida por generación o creación. En tercer baria :POr igual que la subsistencia es un modo accidental, constituido directamente
lugar, porque, en otro caso, la existencia debería estar inherente en un sujeto y en un determinado predicamento, y que también el modo de inherencia constituye
en dependenci.'.l de él; por consiguiente, sería preciso suponerlo existente. En su predicamento. Hay que afirmar, pues, que en dicha sentencia la existencia
cuarto lugar, porque el acto debe ser proporcionado a la potencia; ahora bien, no es un ente completo, sino que está esencialmente destinada para ser acto de
la esencia sustancial, sobre todo de acuerdo con esta sentencia, está en potencia la esencia y constituir con ella un uno per se; y por esta misma razón pertenece
sustancial para ser actuada por la existencia; por consiguiente, la existencia no juntamente con ella al mismo género, aunque no directamente, sino por reduc-
puede ser un accidente, sino acto sustancial de la misma. Finalmente, porque, en ción, puesto que es como una parte o acto del mismo género y compone con ella
otro caso, toda esencia sustancial existente sería un uno per accidens y no un un uno per se. Esta es la razón de que, frente a la distinción antes expuesta de
uno per se, lo cual es sobremanera absurdo. Y estos argumentos prueban también la esencia y la existencia no nos hayamos valido del argumento de que la exis-
que la existencia de cada uno de los accidentes no puede ser una realidad de otro tencia sea o no sea un accidente.
predicamento, sino que la existencia de la cantidad participa de la misma natura- 4. Respuesta a una objeción.- Sólo cabría objetar por el hecho de que, cuando
leza de la cantidad, al poseer esencialmente una extensión proporcionada a la algo se reduce a algún predicamento corno acto constitutivo, es preciso, al menos,
cantidad y al tener por función esencial el completar el efecto formal de la can- que lo constituido mismo se coloque directamente en ese predicamento; pero la
tidad, que es el ser cuanto, sucediendo lo mismo con la debida proporción en la realidad existente, en cuanto existente, no se coloca en predicamento alguno,
cualidad y en los otros accidentes. Por lo que se refiere a la duración, o hay que puesto que las series de predicamentos abstraen de la existencia actual; en efecto,
negar que en la realidad se identifique totalmente con la existencia, o, si se en los predicamentos sólo se colocan las cosas según los predicados que les con-
identifican totalmente, hay que negar que la duración sea realmente' un accidente, vienen necesaria o esencialmente; luego la existencia no puede pertenecer a un
sino que lo es solamente según un determinado modo nuestro de predicación o predicamento ni siquiera reductivamente. Por eso cabe un argumento también
de denominación, que es suficiente para la distinción de predicamentos; de esta desde el ángulo opuesto: las realidades completas se constituyen en un predica-
cuestión nos ocuparemos luego, al tratar de los predicamentos. mento según la compleción total que poseen en su género, mas no se constituyen
3. Sentencia que debe mantenerse.- Por eso, los que tienen una opinión en cuanto son existentes; luego la existencia no se ordena a completarlas; luego
más recta, aun dando por supuesta la distinción de esencia y existencia, afirman será un accidente de las mismas y no formará con ellas un uno per se, sino per
que la existencia es una especie de acto o término de la esencia del mismo predi- accidens, puesto que lo que forma un uno per se pertenece al complemento del
camento que ella, aunque no se ponga en tal predicamento directamente, sino
reductivamente. Así se toma de Santo Tomás, q. S De Potentia, a. 4, ad 3; y lo
surnitur .ex D. Thoma, q. S de Potent., a. 4, et essentiae non sumus usi huiusmodi ra-
ad 3; et late Capreol., In I, dist. 8, q, 1, tione, quod existentia sit vel non sit acci-
naretur ad quoddam accidens; nam termi- Et hae rationes probant etiam existentiam
uniuscuiusque accidentis non posse esse rem conclus. 3; et Caietan., de Ente et essent., dens.
natur ad esse, ut dicitur V Phys., c. l. Se- 4. Obieclioni respondetur.- Solum pos-
cundo, quia si existentia esset accidens, ergo alterius praedicamenti, sed existentiam quan- c. 4, proxime ante q. S, et c. 5, q. 10, ad 8.
Quae sententia, supposita distinctione, facile set obiici quia quando aliquid reducitur ad
vel commune, vel proprium. Non primum, titatis participare eamdem rationem quanti- praedicamentum aliquod tarnquarn actus con-
quía accidens commune potest abesse sine tatis, cum habeat ,per se extensionem propor- defendi potest. Nam quod aliqui obüciunt,
quia si existentia habe~ propriam entitatem stítuens, saltem necesse est ut ipsum consti-
subiecti corruptione et provenit ab extrínseco tionatam quantitati, et per se pertineat ad
aut modum entis, non est cur non sit ens tutum directe collocetur in tali oraedica-
subiecto praeexistenti. Neque etiam potest complendum effectum formalem quantitatis, mento; sed res existens, ut existens, non
esse accidens proprium, quia proprium con- qui est .esse quantum, et idem est, servata completum, vel cur sub aliquo genere non
directe collocetur, hoc (inquam) facillime ex- collocatur in aliquo praedicamento, quía se-
sequitur et resultat ex re iam existente; et proportione, in qualitate et aliis. De duratio- ries praedicamentorurn abstrahunt ab actuali
ideo non per se primo fit per generationem ne autem, vel negandum est esse in re idem peditur, et in sirnili quaestione ab omnibus
necessario solvendum est, quoniam alias ae- existentia; nam in praedicamento solurn col~
vel creationem, fied resultat ex re prodt;~cta omnino cum existentia, vel, si sunt onmino locantur res secundum ea praedicata quae
per generationem vel creationem. Tertio, quia idem, negandum est durationem secundum que probaret subsistentiam esse modum ac-
cidentalem, directe constitutum in aliquo necessario se u essentialiter eis conveniunt;
alias deberet existentia esse inhaerens sub- rem esse accidens, sed solum secundum ergo existentia nec reductive potest ad prae-
iecto et ah illo pendens; un de oporteret illud quemdam modum praedicationis aut deno- praedicamento, et modum inhaerentiae suum
etiam praedicamentum constituere. Dicen- dicamenturn pertinere. Unde e contrario
supponere existens. Quarto, quía actus esse minationis nostrae, qui ad distinguenda prae- etiam argumentad possumus: nam res corn-
debet proportionatus potentiae; essentia au- dicamenta sufficiat; de qua re dicemus infra, duro ergo est in ea sententia existentiam
non esse ens completum, quia per se insti- pletae constituuntur in praedicamento secun-
tem substantialis, praesertim iuxta hanc sen- tractando de praedicamentis. dum totum complementum quod in suo ge-
tentiam, est in potentia substantiali ut per 3. Sententia tenenda.- Quapropter qui tuía est ut sit actus essentiae unum per se
cum illa constituens; et eadem ratione ad nere habent; non constituuntur autem prout
existentiam actuetm; non potest ergo exi- melius sentiunt, etiam suppossita distinctione existentes sunt; ergo existentia non pertinet
stentia esse accidens, sed actus substantialis essentiae ab existentia, dicunt existentiam idern genus cum illa pertinere, non tamen
..ditéhe, sed per reductionem, quia est per ad complementurn earum; ergo erit accidens
eius. Tandem quia alias omnis essentia sub- esse quemdam actum seu terminurn essentiae earum e~ non faciet unum per se curn illis,
stantialis existens esset unum per accidens eiusdem praedicamenti cum illa, quamvis in modurn partís seu actus eiusdem generis, et
cornpo_nentis unum per se curn illa. Et ideo sed per accidens; nam quod facit unum per
et non per se, quod est valde absurdurn. eo non directe, sed reductive collocetur. Ita se, pertinet ad complementum illius entis
contra praedictam distinctionern existentiae
76 ) Disputación XXXI.--Sección VII 77
Disputaciones metafísicas
ser que constituye. Algunos dicen -acaso para evitar estos argumentos y otros toda, por así decirlo; puesto que, mientras que sólo estaba en potencia, no era
similares- que la existencia correspondiente a la esencia de cada predicamento nada; y, cuando existe en acto, es toda ella algo. .
no se reduce tanto a dicho predicamento, cuanto está sobre cualquier predicamento, 6. De aquí resulta también que la existencia no puede ser un ente mcompleto
siendo participada por cada uno como algo que es más excelente que toda realidad en el sentido de ser realmente distinto de otro ente real y actual) del que sea
y toda esencia instalada en un predicamento. Yo, por el contrario, pienso que la modo o acto y con el que componga un ente completo. Porque todo ente creado
existencia, en cuanto ejercida ·en acto, no se coloca propiamente en un predica- completo o· compuesto puede concebirse, con su tot~l co~pleci~n y c?n todos sus
mento, no debido a su excelencia, de la que luego nos ocuparemos, sino porque modos, prescindiendo del ejercicio actual de la exmte.ncia, o mcluyendola en el
esa existencia propiamente no es distinta de la existencia en potencia o de la ser posible o en acto signado. Así, pues, el que los citados doctores llamen. a la
existencia concebida en acto signado, la cual se pone en un predicamento; pero existencia en este sentido sustancia incompleta y modo o acto de la sustancia, es
en cuanto ésta está en acto expresa un determinado estado, que no es en modo el motivo de que yo no apruebe su sentencia. En cambi~, si hablasen sólo según la
alguno necesario para la serie de los predicamentos. abstracción metafísica de la razón, en ese caso muy b1en podria concederse que
S. Asi, pues, los argumentos propuestos explican perfectamente cómo la exis- la existencia en cuanto la concebimos racionalmente como distinta de la esencia,
tencia actual no puede añadir una realidad o un modo real sobre la entidad com- es algo inco~pleto y se la concibe .como modo o acto .de la .esencia. Este es el
pleta de la esencia individual, en cuanto es una sustancia creada y absolutamente sentido en el que llamamos entes mcompletos a las d~ferenc1as po~ las que se
completa, y colocada directamente bajo la especie última en el predicamento de contrae el género, o a la hecceidad por la que la especie se dete~mm~ al ser de
la sustancia. Porque solas las realidades singulares existen esencial y primaria- un individuo, y a los modos por los que el ente se contrae a los mfen~res, cosas
mente; luego una realidad existente en acto no añade realidad alguna sobre la sus- todas que no se distinguen de las realidades a las que contraen o constl~uyen, de
tancia completa individual puesta en un predicamento. La consecuencia es evidente, un modo real, sino por razón; y, en realidad, muchos de los auto~·es c1~ados en
puesto que esa realidad ni es un accidente, como se ha demostrado, ni es una favor de la segunda opinión sólo en e~te sentido afirman que 1~ ex1stenc1a es un
sustancia parcial o incompleta; de lo contrario, completaría ulteriormente la sus- modo de la esencia. Principalmente explicó esto Fonseca, qmen compara ~ste
tancia a la que se añadiese, cosa que es imposible, porque se tomaba una sustancia modo con los modos que determinan al ente a los géneros supremos; y se dife:
completa de todas las maneras en su género, y puesta en cuanto tal en el predi- renda de nosotros sólo en que él llama a esta distinción formal y ex natura ret,
camento de la sustancia. Hay que afirmar, por tanto, que la sustancia existente se mientras que nosotros la calificamos solamente CO?J-O dist~ción de razón f':lndada
coloca en el predicamento de la sustancia; no obstante, dado que colocarse en un en la realidad. Fonseca cita en favor de su sentencm a Ale¡andro de Hales, hb. VII
predicamento no es algo real, sino de razón, por esto mismo no necesita de la Metaph., texto 22, en donde trata ex professo la cue~tión pres~n~e en la ú.Ittma
existencia actual en acto ejercido para .ser puesta en un predicamento, aunque se cuestiúncula, enseñando expresamente nuestra sentencia, y exphcandola meJor y
la pone en cuanto es algo existente en acto signado, o en cuanto posibiemente más claramente que lo hacen los demás autores. . .
existente. De aquí resulta necesariamente que, al existir en acto ella misma, no 7. En qué sentido la existencia se predica contmgentemente de la cnatura.-
añade una nueva realidad, o un nuevo modo sobre sí misma totalmente considerada En consonancia con este mismo sentido hay que exponer lo que autores grav~s
en cuanto existe posiblemente, de suerte que se trate de la adición de una realidad afirman algunas veces, que la existencia o el existir se predica contingente o acc1..
o modo actual sobre otra realidad actual, _sino que más bien se añade a sí misma (ut ita dicam) seipsa:n t~t~m; quia, cum ceitatem qua determ~atur specie~ ad esse
erat tantum in potentm, mhtl erat; et cum indivídui, e~ modos qmbus determmatur. ens
est actu, tota est aliquid. . ad infcriora, quae omnia non re, sed ratwne
quod constituit. Dicunt aliqui (fortasse ad lares per se primo existunt; ergo res actu 6. Atque hinc etiam fit ut non posstt disting~untur a rebus quas contrahunt . ve~
vitanda haec et similia argumenta), existen- existens nullam rem addit supra totam sub- existentia ita esse aliquod incompletum ens? constituunt; et revera multi auctores cttatt
tiam correspondentem essentiae uniuscuius- stantiam individuam in praedicamento collo- ut sit ex natura rei distinctum ab alio reall pro secunda opinione in hoc tantum se?su
que praedicamenti non tam reduci ad illud catam. Patet consequcntia, quia illa res ne- et actuali ente, cuius sit modus vel actus et aíunt existentiam esse modum ess:ntme.
praedicamentum, quam esse supra omne que est accidens, ut probatum est, neque est cum quo unum completum ens componat. Quod praesertim exolicuit Fonseca, qu1 com-
praedicamentum et participari ab unoquoque, partialis vel incompleta substantia; alias Quia omne compositum seu completum ens parat hunc modum ~ cum modis determina~­
tamquam quid excellentius omni re et omni ulterius complerct substantiam cui adiunge- creatum potest concipi cum toto suo com- tibus ens ad genera summa; solumque dlf-
essentia collocata in praedicamento. Ego ve~ plemento et omni modo suo, ut praescindens fert a nobis, quod huiusmodi distinc~ionem
retur, quod esse non potest, quia sumebatur
ro existimo existentiam ut actu exercitam ab actuali exercitio existentiae, vel ut inclu- ipse vocat formalem et ex natura ret; nos
substantia omni modo completa in suo gene- dens illam in esse possibili seu in actu signa-
non proprie collocari in praedicamento, non autem solum distinctionem rationis fundatam
propter excellentiam eius, de qua infra dice- re, et ut sic collocata in praedicamento sub- to. Quía ergo doctores citati in hoc sensu in re. Citatque Fonseca in suam sententiam
mus, sed quia talis existentia non est pro- stantiae. Dicendum -ergo est substantiam exi- vocant existentiam substantiam incompletam Alexandrum Alens., VII Metaph., text. 22,
prie alia ab existentia potentialí seu in actu stentem collocari in praedicamento substan- et modum vel actum substantiae, ideo eorum ubi in ultima quaestiuncula ex professo
signato concepta, quae in praedicamento col- tiae; tamen., quia collocari in praedicamento sententia 1 nobis non probatur. Si autem lo- tractat praesentem quaestionem et expresse
locatur; sed ut est in actu, dicit quemdam non est aliquid rei, sed rationis, ideo non querentur tantum secundum metaphysicam docet nostram sententiam, et melius et cla-
statum minime necessarium ad seriem prae- indigere actuali existentia in actu exercito, abstractionem rationis, sic concedi optime rius quam caeteri auctores illam declarat.
dicamentorum. ut in praedicamento collocetur; collocari ta- posset existentiam, ut a nobis concipitur ra- 7. Existentia quonam sensu dicatur con-
S. Proposita ergo argumenta recte decla- men nihilominus prout quid existens est in tione dü,tincta ab essentia, esse quid incom- tingenter de creatura.- Et iuxta hunc eum-
rant quomodo existentia actualis non possit actu signato, seu ut possibiliter existens. Ex pletum, et concipi ut modum vel actum es- dem sensum exponendum est quod interdum
addere rem aut modum realem supra totam quo necessario fit ut ípsa actu existens non sentiae. Sicut vocamus entia incompleta, dif- a gravibus auctoribus dicitur, existentiam seu
entitatem essentiae individuae, quatenus est addat rem novam, seu novum modum supra ferentias quibus contrahitur genus, aut haec- existere dici de creaturis contingenter seu
substantia creata et omnino completa, et ipsam totam ut possíbiliter existentem, ita
collocata directe in praedicamento substan- I Algunas ediciones, como la de Vives, sustituyen inexplicablemente sententia por
ut additio fiat unius reí vel madi actuaiis substantia. (N. de los EE.)
tiae sub specie ultima. Quía solae res singu- supra aliam rem actualem, sed addit potius
78 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección VII 79
den talmente de las criaturas; en efecto, se predica contingentemente de la cria- sólo se distinguen desde nuestro modo de concebir la relación o conexión del
tura considerada absolutamente, puesto que de suyo prescinde de si ha sido ya predicado con el suj~to, a s~ber, confu~a o distint?ment.e; pu.es nosotr~s, a. v~ces,
creada o es únicamente creable; y, como dije, en esa expresión hay que tomar concebimos que algun predicado conviene a algtm SUJeto sm conce~.tr ~1stmta~
el nombre de criatura con esta amplitud. Porque, si la criatura se entiende sola~ mente cómo le conviene, si esencialmente de modo primario o secundarlo, o Sl
mente como la realidad actualmente creada, a ésta en cuanto tal el existir no le accidentalmente; y, por eso, respecto de Dios podemos conocer primeramente que
conviene contingentemente, sino de modo necesario; mas no es ésta una nece- existe y tener duda.s sobre cómo le conviene el existir y sobre si pertenece a su
sidad absoluta, sino condicionada, de acuerdo con la cual dijo Aristóteles que esencia. Y por este motivo distinguimos las cuestiones si existe y qué es Dios,
una cosa, mientras existe, existe necesariamente. Mas el existir se predica ac- aunque en la realidad el existir mismo pertenezca a la gu~dida.d de Dios. ~n las
cidentalmente de la criatura, no según la realidad que se predica, sino según criaturas en cambio hay un fundamento mayor para d1stmgmr estas cuestwnes,
la figura de la predicación, puesto que a la criatura considerada en sí misma puede si la cu;stión si exi;te se plantea sobre la existencia actual. ~n ~fecto, el sentido
convenirle el existir y el no existir, por más que, cuando no existe, entonces,, en de la cuestión si una cosa existe puede ser doble. Uno, a ver s1 existe actualmente;
realidad, no es criatura, a no ser sólo objetivamente o, mejor, creable. Ahora b1en, otro a ver si es un verdadero ser real que pueda existlr. En este último sentido,
esta predicación contingente o accidental no. es indicio de dis~inc~ón real o ex la c~estión si existe no se distingue, en realidad, de la cuestión qué es, a no ser
natura reí entre la esencia actual y la existencm, ya que las predrcac10nes se hacen como la cuestión común respecto de la particular, puesto que el ser considerado
de acuerdo con nuestro modo de concebir, y en este sentido, cuando se dice que en potencia, o sea, el ente en cuanto expresa lo que es cadpaz de existir, es ~m
el existir se predica contingentemente de la esencia de la criatura, la esencia no es predicado esencial o de la quididad de la criatura, según se emostró ~~~ anterm-
concebida como actual. De igual manera, de la diferencia que divide el género ridad, por más que, por ser trascendental, no se ,P.onga en la defimcwn d~ ~as
se dice que se predica accidentalmente de él; y sucede algo semejante co~ la cosas, como dijo Aristóteles, lib. VIII de la Metafmca, texto 19, porque esta 1~­
individuación respecto de la especie; y seria posible decir que le conviene cluido en todos, tanto en los géneros como en las d1ferencxas. Y por eso, consi-
contingentemente, aunque en la realidad misma el individuo no se ~istlnga de derado de este modo el ente, la cuestión si existe, en la que se incluye una razón
la especie, o la diferencia del género, puesto que para estas expresmnes basta precisiva de ente, se distingue de la cuestión qué es una cosa, en la 9ue se
nuestro modo de concebir y prescindir. investiga la esencia y definición propia de una cosa. Pero, en ~tro s.entldo, la
8. Por qué Aristóteles quiso que la cuestión "si existe" fuera distinta de cuestión si existe una cosa puede entenderse respecto de la ex1stenc1a actual;
la cuestión "qué es".- En este sentido resulta obvio comprender cómo dis: y entonces con una razón mucho mayor,, fundada de algú? .modo en la reali~~d
tinguió Aristóteles una dobl7 cuestión respecto d~ ~as :?sas, c~ncret.amente s1 misma, la cuestión de si existe una reahdad creada se d1stmgue de la cuesuon
existen y qué son; de esto mfieren algunos que d1stmgmo la ex1stenc1a, que es qué es, concretamente porque el existir actualmente, hablat;dü en absoluto, no
por lo que se pregunta en la cuestión si es, de la esencia, que es lo que se pertenece a la quididad de la criatura. Sin embargo, del m1smo modo que esto
investiga mediante la cuestión qué es. Pero ésta e~ una deducció~ nula, porque es verdad sin distinción real entre la existencia y la esencia actual, así también
Aristóteles no sólo distinguió estas cuestiones en el ente creado, smo en el ente hay motivo para distinguir esas cuestiones sin que haya distinción de realidades.
absoluto; y nosotros respecto de Dios preguntamos distintamente si existe y lo
que es; por consiguiente, para esto basta la distinción de razón. Pero, en cuanto
a esto, entre Dios y las criaturas hay la diferencia de que estas cuestiones en Dios guuntur hae quaestiones solum ex nostro tens est essf;!, praedicatum est essentiale, seu
modo concípiendi habitudinem seu conne- de quidditai:e creaturae, ut in superioribus
accidentaliter; contingenter enim dicítur de non conc1p1tur essentia ut actualis. Sicut xionem praedicati cum subiecto, scilicet, con- demonstratum est, quamvis, quia transcen-
creatura absolute sumpta, quia de se prae- etiam differentia dividens genus dicitur ac- fuse vef distincte; nos enim interdum co.n- dens est, non ponatur in definitionibus re-
scindit ab hoc ut creata vel creabilis tantum cidentaliter praedicari de illo; et similiter cipirnus aliquod praedicatum convenire ali- rum, ut ~ dixit Aristoteles, VIII Metaph.,
sit; et nomen creaturae, ut dixi, in ea locu- individuatio de specie; et dici posset con- cui subiecto, non distincte concipiendo quo text. 19, quía in omnibus, tam generibus
tione in hac latitudine est accipiendum. tingenter ei convenire, quamvis in re ipsa modo conveniat, an per se primo vel se- quam differentiis, includitur. Et ideo, hoc
Nam si creatura sumatur tantum pro re actu non distinguatur individuum ab specie, vel cundo, an per accidens; et ideo de Deo ipso modo sumpto ente, distinguitur quaestio an
creat~, illi, ut talis est, non contingente!, differentia a genere, quía ad has locutlones possumus prius cognoscere quod sit, et du- sit, in qua praecisa ratio entis includitur, a
sed necessario convenit esse; illa vero ne- sufficit modus noster concipiendi et praescin- bitare quomodo esse illi conveniat, et an sit quaestione quid sit res, in qua propria rei
cessitas non est absoluta, sed conditionata, dendi. de essentia eius. Atque hac ratione distin- essentia et definitio investigatur. Alío vero
secundum quam dixit Aristoteles rem, quan- 8. Aristoteles cur quaestionem an sit res guimus quaestiones an sit et quid sit Deus, sensu intelligi potest quaestio an sit res de
do est, necessario esse. Accidentaliter vera distinctam esse voluit a quaestione quid est. quamvis in re ipsum esse sit de quidditate existen tia actuali; et sic multo maiori ra-
dicitur existere de creatura, non secundum Atque bine obitet intelligitur quomodo Aris- Dei. At vero in creaturis maius est funda- tione, fundata aliquo modo in re ipsa, distin~
rem quae praedicatur, sed secundum figu- toteles distinxerit duplicem quaestionem de mentum ad distinguendas has quaestiones, si guitur quaestio an sit a quaestione quid sit
ram praedicationis, quia creaturae secundum rebus, scilicet, an sint et quid sint; ex quo quaestio an est sit de actuali existentia. Du- re·s creata, scilicet, quia actu existere, absolu-
se conceptae potest convenire existere et non aliqui colligunt ipsurn distinxisse existentiam, plex enim esse potest sensus quaestionis an
quae inquiritur in questione an est, ab es- te loquendo, non est de quidditate creaturae.
existere, quamvis, quando non existit, iam res sit. Unus, an actualiter existat; alter, an Tamen, sicut hoc verum est absque distin-
revera non est creatura, nisi obiective tan- sentía, quae per quaestionem quid est in- sit verum reale ens, quod esse possit. In
vestigatur. Sed haec nulla collectio est, quia ctione a parte reí ínter existentiam et essen-
tum, seu creabilis potius. Haec autem con- hoc posteriori sensU vere non differt quaestio
tingens seu accidentalis praedicatio non est Aristoteles non tantum in ente creato:o sed an est a quaestione quid est, nisi ut com- tiam actualem, ita etiam quaestiones illae
signuro distinctionis realis, vel ex natura rei in ente simpliciter illas quaestiones distin- munis a particulari, quía esse in potentia merito distinguí possunt absque rerum di-
inter essentiaro actualem et existentiam, quia xit; et nos distincte inquirimus de Deo an sumptum, seu ens prout dicít id quod po- stinctione.
praedicationes fiunt iuxta roodum concipien- sit et quid sit; ad hoc ergo sufficit distinctio
di nostrum, et ita cum praedicari dicitur rationis. Est autem discrimen quoad hoc in-
contingenter existere de essentia creaturae, ter Deum et creaturas, quod in Deo distin-
80 Disputaciones metafísicas Disp·uiación XXXI.-Sección Vlll 81

SECCION VIII material, no entendida ciertamente como materia corporal y cuanta, sino en general
como sujeto recipiente y que concurre en ese género a la producción y a la exis-
CAUSAS, PRINCIPALMENTE INTRÍNSECAS, DE LA EXISTENCIA CREADA tencia de algo; éste es, en efectO, el sentido en que afirman que la esencia es el
receptáculo propio de la existencla, fuera dd cual no puede se.r produ~ida ~i
l. Atmque parezca suficientemente explicada y demostrada la naturaleza de existir. Y si se objeta que de aquí resulta que no es creada por D10s la extstencm
la existencia y su identidad con la esencia actual, sin embargo, para complemento de ninguna cosa, puesto que el concurso de la causa material contradice a la crea-
de este tema y para mayor confirmación de la verdad y para dar solución al fun- ción, responden que en realidad no es creada, sino que es concreada juntamente
damento de otras opiniones que se han expuesto en la sección primera, es nece- con la creación del supuesto existente, no habiendo contradicción en que algo in-
sario tratar con exactitud otros muchos puntos que pueden cuestionarse o echarse completo y parcial sea producido de este modo o, mejor, coproducido por creación
de menos respecto de la existencia creada. Ocupa el primer lugar entre ellas el con el concurso de la causa material, pues así es concreada la forma del cielo.
conocimiento de las causas, que es lo que investigamos aquí. Pero si se deja a un lado la distinción real entre la esencia y la existencia, no
2. A este respecto, todos los filósofos) sobre todo los católicos, convienen en es n~cesaria esta causalidad material para la producción de la existencia, porque,
que todo ser o existir fuera de Dios nece~sita de una causa eficiente extrínseca y, donde no hay distinción, no puede haber una verdadera y real potencia subjetiva
en consecuendaJ de otra final, puesto que el eficiente de suyo no opera si no es recipiente y un acto recibido, y, por tanto, tampoco un verdadero concurso de
por un fin. Y no es -predso, también de acuerdo con Aristóteles, distinguir en esto causa material. Ni para esto es suficiente la composición metafísica de acto y
entre el ser corruptible y el incorruptible, el material o el inmaterial, porque, potencia racionalmente distintos, porque la causalidad material es física y real;
sea como sea, si no se trata del ser divino, es necesario que haya sido producido, y por eso nadie dijo jamás que la diferencia se hada del género como de causa
también según el pensnmiento de Aristóteles, como demostramos antes al tratar material, o algo por el estilo.
sobre las causas y el ente primero. Y consta también por lo dicho allí que esta 4. Y, hablando en absoluto, tampoco es posible comprender debidamente ese
causa productora del mismo ser creado debe ser Dios, o El solo, o con otro. género de causalidad, porque no puede ser atribuido a la esencia en ~?-anto con-
Pues siendo El el único que posee el ser por sí mismo, las otras cosas no pueden siderada en la sola potencia objetiva, pues de esta suerte, como dtJe muchas
tenerlo si no es participado de El, y, consecuentemente, mediante su producción. veces, es en absoluto no ente y nada; y lo que es nada, según ese estado de
Este argumento lo expone ampliamente Santo Tomás, q. 3 De Potentia, a. S, precisión, no puede tener ningún influjo real, ni puede recibir algo, ni puede
tomándolo de Aristóteles, !lb. II de la Metafísica, c. 1; y Avicena en el lib. VIII estarle adherida otra cosa. Pues ¿cómo va a adherir a lo que no es nada? Tampoco
de su Metafísica) c. 7, y en el IXJ c. 4. En esto, pues, están todos de acuerdo. puede ser atribuida esa causalidad a la esencia en cuanto p;od~cida ya y constit~ida
La disconformidad está en las otras causas, es decir, en la material, formal y en la razón de ente en acto; porque, en cuanto tal, en s1 m1sma, como receptiVa,
eficiente próxima, siendo esta disensión resultado de Ja diversidad de opiniones o sea en cuanto se distingue de otro acto, incluye intrínsecamente algún ser
que se expuso respecto de la distinción de esencia y existencia. actual fuera de las causas, el cual posee toda la razón esencial de la existencia,
según hemos demostrado antes; luego la esencia no pue?e. compararse co~o
Sobre la causa material de la existencia potencia recipiente respecto de ella, porque el acto que es rec1b1do en una potencia
3. Asi, pues, por lo que se refiere a la causa material, quienes piensan que
la existencia se distingue realmente de la esencia actual, le atribuyen alguna causa crui ab essentia actuali, tribuunt illi aliquam ex actu et ootentia ratione distinctis, quia
~ausam materialem, non quidem sumptam causalitas mUterialis physica est et realis;
oro materia corporali et quanta, sed genera- et ideo nullus unquam dixit differentiam
SECTIO VIII vel immateriale, quia quodcumque illud sit, tim pro subiecto recipiente et in eo genere fieri ex genere tamquam ex materiali causa,
QUAS CAUSAS, FRAESERTIM INTRINSECAS, si non sit esse divinum, factum esse necesse concurrente ad fieri et esse alicuius; sic vel aliquid simile.
HABEAT CREATA EXISTENTIA est, etiam secundum Aristotelis mentem, ut enim aiunt essentiam esse proprium recepti- 4. Neque, absolute loquendo, potest satis
supra ostendimus, tractando de causis et de vum existentiae, extra quod neque fieri, ne- intelligi illud causalitatis genus, quia illud
l. Quamquam ratio existentiae eiusque primo ente. Et ex ibi dictis etiam constat que esse potest. Quod si obiicias inde fieri non potest tribui essentiae, ut consideratae
identitas cum essentia actuali satis videatur hanc causam effectricem ipsius esse creati nullius rei existentiam creari a Deo, quia in sola ootentia obiectiva; sic enim, ut saepe
ex dictis declarata et probata, tamen ad debere esse Deum, vel solum, vel cum alío. creationi repugnat concursus materialis cau- dixi, esi simpliciter non ens et nihil; quod
huius m::tteriae complementum maioremque Nam, cum ipse solus ex se habeat esse, alia sae, respondent non creari quidem, sed crea- autem nihil est, secundum eum praecisum
veritatis confirmationem et solutionem funda- non possunt illud habere nisi participatum ab tiene suppositi existentis concreari, et boc statum non potest habere infiuxum realem,
mentorum aliarum opinionum quae in prima ipso, et consequenter per effectionem eius. modo non repugnare aliquid incompletum neque aliquid recipere, neque aliud ootest
secdone proposita sunt, oportet multa alia Quam rationem late persequitur D. Tho- et quasi partiale fieri, vel potius confieri per adhaerere illi. Quomodo enim adhaerebit ei,
exacte tractare, quae de creata existentia in- mas, q. 3 de Potent., a. 5, ex Aristot., II creationem cum concursu materialis causae; quod nihil est? Neque etiam potest tribui
quirí ac desiderari possunt. Inter quae pri- Metaph., c. 1; et Avicenna, lib. VIII suae sic e ni m forma caeli concreatur. At vera, illa causalitas essentiae, ut iam factae et
mum locum tenet causarum cognitio, quam Metaph., c. 7, et lib. IX, c. 4. In hoc ergo ablata distinctione ex natura reí inter exi- constitutae in ratione entis in actu; nam ut
hic inquirimus. omnes conveniunt. Dissentiunt vero in aliis sic, in seipsa, ut receptiva, seu ut condistin-
stentiam et essentiam, non est necessaria
2. Circa quam ornnes philosophi, praescr- causis, scilicet, materiali, formali et effidenti haec causalitas materialis ad effectionem guitur alteri actui, includit intime aliquod
tim catholici, in hoc conveniunt, omne esse proxima, et dissensio oritur ex tractata di- existentiae, quia ubi non est distinctio, esse esse actuale extra causas, quod habet totam
se u existere extra Deum indigere causa ef- versitate opinionum circa distinctionem exi- essentialem rationem existentiae, ut supra
non potest vera et realis potentia subiectiva
ficienti extrínseca, et consequenter finali, stentiae ab essentia. recipiens et actus receptus, et consequenter probavimus; ergo respectu illius non potest
quia efficiens per se non operatur nisi nec verus concursus causae materialis. Ne- essentia comparari u~ potentia recipiens, quia
propter finem. Neque oportet, etiam secun- De causa materiali existentiae
que ad hoc sufficit constitutio 1 metaphysica actus qui recipitur in potentia non includitur
dum Aristotelem, in hoc distinguere inter 3. Igitur, quod spectat ad materialem
esse corruptibile et incorruptibile, materiale causam, qui putant existentiam in re distin- l En otras ediciones, constitutio está sustituido por distinctio. (N. de los EE.)
DISPUTACIONES V - 6
82 Dzsputaciones metafísicas Disputación XXXI.-,s__
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no está incluido intrínsecamente en la misma potencia, o en la entidad que exige afirman que la forma es la causa formal de la existencia. Y creen que es la posi-
para ser receptiva, según quedó suficientemente explicado antes; luego la exis- ción de Aristóteles, quien dice en el lib. V de la Metafísica, c. 8, texto 15:
tencia creada en cuanto tal no exige este género de causalidad de parte de la Hay en las cosas otra sustanciá, que es la causa de la existencia, como el alma
esencia. Por eso, al no tener una esencia más que una existencia, según hemos en el animal; y en el lib. II De anima, c. 4, texto 36, donde dice que el alma
demostrado también más arriba, ninguna existencia creada exige esta causalidad es la causa del ser mismo, o de por qué es animal; y en el II de la Física, c. 1,
por parte de la esencia. texto 12, dice que una cosa por la materia está en potencia y por la forma está
5. Sólo es posible, pues, que alguna existencia exija causa material cuando en acto. Y Boecio, en el lib. De unitate et uno, afirma que todo ser fluye de la
la esencia actual la haya exigido; porque, por identificarse en la realidad, es forma. También Santo Tomás se expresa as1 muchas veces, como en la I,
necesario que se originen de las mismas causas físicas. Resulta de este modo ·que q. 48, a. 1; II cont. Gent., c. 54 y 55; el Comentador, !I Phys., texto 12, y
la existencia de las sustancias inmateriales no tiene ninguna causa material; en II De anima, texto 8; y en el mismo lugar Temistio, c. 1 y 6 de su Paraphras.
cambio, la existencia de las sustancias materiales la tiene en el sentido en que la Y se trata, finalmente, de un axioma tan divulgado entre los filósofos, que parece
tiene su esencia. Por eso, si nos referimos a la sustancia completa, su ser tiene no puede negarse en modo alguno; en efecto, por la forma se constituye una
una causa material que entra en su composición intrínseca; pero el ser de la cosa en acto y todo acto se deriva de la forma; la exi.stencia, a su vez, es el
forma material tiene igualmente causa material, que no entra, ciertamente, en su acto principalísimo. Además, la generación es un cambio del no ser al ser; mas
composición -puesto que se trata siempre de un ser simple y parcial-, pero la generación se ordena a la forma; luego el ser se deriva también de la forma,
que lo sustenta y recibe. En este sentido, todo ser de una forma accidental, ya pues la generación se ordena al ser precisamente porque se ordena al efecto de
sea espiritual, ya material, tlene también por su propia naturaleza una causa la forma. Otros autores, por su parte, se valen de una distinción, ya que hay un
material por la que es sustentado. Por el contrario, el .ser de la forma sustancial doble ser. A uno le llaman entitativo, a otro formal; de este último dicen que
espiritual, como es el caso único del alma racional, no tiene causa material, no se deriva de la forma, y en este sentido entienden los pasajes de Aristóteles que se
porque ese ser sea una existencia completa, como dicen algunos, ya que si la han citado; en cambio, del primero niegan que se origine siempre de la forma,
existencia no es una cosa distinta de la esencia, al no ser completa en e1 género puesto que la materia tiene su existencia propia que no recibe de la forma.
de la .sustancia la esencia del alma racional, tampoco su existencia puede ser 7. Yo, por mi parte) aunque crea que es verdad la segunda sentencia en el
completa) sino porque se trata de un ser espiritual y, por ello) independiente de sentido en que la explican sus autores, no obstante creo que, en un sentido ver-
la materia; y como) por otra parte) es sustancial, no sólo es también indepen- dadero y propio, hay que afirmar en absoluto y sin distinción que todo ser, o es
diente de sujeto, sino que por su naturaleza es apto para subsistir al menos el ser de la forma, o se deriva de la forma en _su género de causa. Para explicar
con subsistencia incompleta. Finalmente, el ser de la misma materia no tiene esto doy por supuesto que la cuestión se refiere al ser de la existencia sustancial;
ninguna causa material propia, de igual manera que la materia misma, por ser porque, respecto del ser accidental, no hay duda que se origina de una forma que
el sujeto primero) tampoco puede tener causa material. es accidental respecto del sujeto o de todo el compuesto; en efecto, por lo que
se refiere a la forma misma, propiamente no se origina de ella por una causalidad
Sobre la causa formal de la existencia propia y real, siendo así que en la realidad es la forma misma) punto en que se
da la misma razón y proporción respecto de la forma sustancial, según vamos a
6. Hay que hablar también de la causa formal de la existencia. En esta decir. Supongo, además, que se trata del ser en las ,sustancias materiales, puesto
cuestión, casi todos los que distinguen realmente entre la esencia y la existencia
intrinsece in ipsa potentia, seu in entitate Quo etiam modo omne esse formae acciden- guunt ex natura reí existentiam ab essentia, est ad effectum formae. Alii vero auctores
quam requlrit, ut sit receptiva, ut in supe- talís, sive splrituale sit, sive materiale, habet dicunt formam esse causam formalem exi- distinctione Utuntur, nam duplex est esse.
rioribus etiam sa~is declaratrnn est; ergo ex natura sua materialem causam a qua sus- stentiae. Putantque esse sententiam Arist., Aliud entitativum vocant, aliud formale;
existentia creata, ut sic, non requirit hoc tentetur. Esse vera formae substantialis spi- V Metaph., c. 8, text. 15, dicentis: Alia hoc posterius dicunt esse a forma, et ita
genus causalitatis ex parte essentíae. Unde, ritualis, qualis es.t sola anima rationalis, non est substantia in rebus, quae est causa intelligunt citata loca Aristotelis; illud vero
cum una essentia non habeat nisi unam exi- ho.bet causam materialem, non quia illud existentiae, ut anima in animali; et II de prius negant semper esse a forma, quia ma-
stentiam, ut supra etiam probavímus, nulla csse sit completa existentia, ut quidam di- Anim., c. 4, text. 36, ubi ait animam esse teria habet suam propriam existentiam, quam
existentia creata requirit hanc causalitatem cunt, nam, si existentia non est alia res causam ipsius esse, seu cur sit animal; et non habet a forma.
ex parte essentiae. ab essentia, cum essentia animae rationalis li Phys., c. 1, text. 12, ait res per materiam 7. Ego vera, quamvis posteriorem senten-
5. Solum ergo potest aliqua existentia non sit completa in genere substantiae, nec esse in potentia et per formam esse in actu. tiam in sensu qua ab auctoribus traditur ve-
requirere causam materialem quando essen- existentia eius potest esse completa, sed Et Boetius, lib. de Unitate et uno, ait omne ram esse existimem, nihilominus censeo in
tia actualís illam postulaverit; nam, cum in quía illud esse est spirituale, et ideo inde- esse fluere a forma. D. Thomas etiam saepe vera et proprio sensu, simpliciter et sine
re sint idem, ex eisdem causis physicis orian- pendens a materia; et cum alioqui sit sub- ita loquitur, ut I, q. 48, a. 1, II cont. Gent., distinctione dicendum esse omne esse vel
tur necesse est. Ita fit ut existentia substan- stantiale, et est etiam independens a sub- c. 54 et 55; Commentator, II Phys., text. 12, esse formae, vel a forma in suo genere cau-
tiarum immaterialium nullam habeat mate- iecto et ex natura sua aptum ad subsisten- et II de Anim., text. 8; et ibidem Themis- sae. Quod ut declarem, suppono quaestio-
rialem causam; existen tia autem substantia- dum incompleta saltero subsistentia. Deníque tius, c. 1 et 6 suae Paraphras. Et denique nem esse de esse substantialis existentiae;
l'Um materialirnn habet illam, eo modo quo esse ipsius materiae nullam habet propriam tam vulgatum est hoc axioma inter philo- nam esse accidentale certum est esse a for-
earum essentia. Unde, si sit sermo de sub- materialem causam, sicut neque ipsa mate- sophos, ut minime negad posse videatur; ma accídentali respectu subíecti seu totius
stantia completa, esse eius habet causam ria, cum sit primum subiectum, causam ma- nam per formam constituitur res in actu, compositi; nam respectu ipsius formae, non
materialem intrinsece componentem illud; terialem habere potest. et omnis actus es~ a forma; existen tia au- p1·oprie est ab ipsa per propriam et realem
esse vera formae materialis habet similiter tem est potissimus actus. Item generado est causalitatem, cum in re sit ipsamet forma,
causam materialem, non quidem componen- De causa fonnali existentiae mutatio de non esse ad esse; sed generatio in qua eadem ratio est et proportio de for-
tem, est enim íllud semper simplex et par- 6, Rursus dicendum est de causa formali est ad formam; ergo es se etiam est a for- ma substantialí, ut dicemus. Deinde suppo-.
tiale, sed sustentantem et recipientem illud. existentiae. In qua re fere omnes qui distin- ma; ideo enim generatio est ad esse, quía no esse sermonem de esse in substantiis
84 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección VIII 85

que en las. espirituales no hay propiamente una forma sustancial que pueda tener la diafanidad, se constituye formalmente en la razón de receptáculo proxuno de
una causahdad formal, ya que, aunque a dichas sustancias se la's suela llamar la luz, y de este modo es como la forma completa la esencia en la razón de
formas s~bsistentes, no se las llama así porque sean formas informantes, sino por receptáculo próximo de la existencia, la cual se recibe de modo inmediato en toda
ser escncms perfectas que poseen en virtud de sus diferencias formales un ser de la esencia y no en la sola forma. Esto se entiende en el caso en que la forma es
esencia perfecto y completo; luego en estas sustancias la existencia no tiene una material y "existente-en"; porque, si es espiritual y subsistente, como el alma
causa formal flsica; y por lo que se va a decir quedará claro si puede decirse racional, recibe con prioridad de naturaleza en sí misma la existencia propia y
que pro~ede f?rmalmente de la esencla misma. A su vez, el que la forma sea causa luego la comunica a todo el compuesto. Por eso) una forma tal no sólo completa
de la ex1stenc1a total en las causas materiales puede entenderse de cuatro modos. el receptáculo de la existencia, sino que ella misma es también el receptáculo
El. prlm~ro es porque la forma completa formalmente el receptáculo propio de la primero de la existencia, de acuerdo con la mente de Santo Tomás, I, q. 76, a. 4,
ex1stenc1a. El segundo, porque la existencia resulta de la forma como de su y en De ente et essentia, c. 5) al fin, donde defiende esto con amplitud Cayetano.
principio formal íntrinseco. El tercero, porque la forma entra de modo intrlnseco De aquí resulta que las formas angélicas son en mucho mayor grado receptivas
en la composición de la existencia de la sustancia total por modo de acto. El por si mismas de la existencia.
cuarto, porque todo ser de sustancia depende en alguna manera de la forma. 9. Empero, este modo de expresarse no explica en realidad la causalidad for~
8. Así, pues, quienes piensan que la existencia es una entidad simple y real- mal, sino más bien la causalidad materíal de la forma respecto de la existencia.
mente distínta de la materia y de la forma y de la naturaleza compuesta de ambas En efecto, el ser receptáculo de la existencia no es ser su causa formal, sino más
no dicen ni pueden decir nunca que la forma es causa formal de la existend~ bien la material; luego de lo que completa al receptáculo de la existencia, por más
del tercer modo arriba indlcado. Ni pueden decir tampoco que la existencia es que lo complete de un modo formal, no se puede decir que sea la causa formal
el efecto formal primario de la forma, ya porque tal efecto es ínseparable de la de la existencia. Además, el alma racional o la esencia angélica no se llaman causa
forma informante, mientras que la existencia es separable en su oPinión, como formal de la existencia por el hecho de ser receptivas de ella por sí mismas;
en el caso de la humanidad de Cristo; ya también porque este efecto debe nece- luego una forma inferior puede llamarse causa formal de la existencia con mucho
sariamente estar compuesto de algún modo de la forma misma, debiendo incluirla menor razón, ya que es Uila parte de la esencia receptiva de la existencia y
intrlnsecamente; por consiguiente, no puede distinguirse de ella como una entidad la completa formalmente. Por otra parte, ¿quién dijo nunca que la cantidad es
simple de otra entidad simple, slno como el todo de la parte. Y en este sentido causa formal de toda:;; las cualidades materiales, por el hecho de que constituye
dicen que el ser de la esencia o la constitución de la esencia es el efecto primario formalmente el receptáculo próximo de las mismas; o que la transparencia o la
de la forma, mientras que la existencia es el secundario en uno de los dos pri- luz es la causa formal de las especies sensibles, cuyo receptáculo próximo cons-
meros sentidos antes expuestos. De éstos, el primero tiene mayor aceptación entre tituye? En estos y en otros infinitos ejemplos que podrían aduéirse, la forma que
los tomistas, como se ve por Capréolo, In 1, dist. 8, q. 1, a. 3, ad 3 de Enrique constituye el receptáculo se reduce a la causa material, ya como potencia próxima
y ad 3 de Gerardo contra la primera conclusión; por Soncinas, VII Metaph., recipiente, ya como disposición. Otro tanto, pues, se ha de decir en el caso pre-
q. 22, soGre todo en las soluciones de los argumentos; y por Cayetano, en los sente. Y, aunque parezca que esto compete al modo de hablar, no obstante tiene
lugares antes citados, In De ente et essentia, donde compara la forma y la exis- mucha importancia para la explicación de la cuestíón, porque, con ello, queda
tencia con la diafanidad o transparencia y con la luz; pues el aire, en virtud de claro que este modo de causar la existencia no es distinto del anterior respecto
de la causa material, y que, en consecuencia, no es más posible o verdadero
materialibus; nam in spiritualibus proprie sunt formam esse causam formalem ex1sten-
non est forma substantíalis quae causalita- tiae tertio modo supra pasito. Neque etiam enim constituitur aer formaliter in ratione non potest dici causa fonnalis exístentiae.
tem formalem habere possit; nam, licet illae diccre possunt existentiam esse effectum for- proximi receptivi luminis, atque hoc modo Item anima rationalis vel essentia angelica,
substantiae dici soleant formae subsistentes, malem primarium forma e, tum quia talis- ef- complet forma essentiam in ratione proximi eo quod per seipsam sit susceptiva suae
non ita vocantur quia sunt formae informan- fectus est inseparabilis a forma informante, receptivi existentiae, quae in tota essentia existentiae, non dicitur causa formalis eius;
tes, sed quia sunt essentiae perfectae, ha- existentia autem in eorum sententía est se- immediate recipitur et non in sola forma. ergo multo minus inferior forma, eo quod
bentes per suas formales differentias per- parabilis, ut in humanitate Christí; tum Quod intelligunt, quando forma est materia- ~lt pars essentiae susceptivae existentiae for-
fectum et completum esse essentiae; in illis etiam quia hic effectus necessario esse debet lis et lnexistens; nam, si sit spiritualis et maliter complens illam, dici potest causa
ergo substantiis existentia non habet causam aliquo modo compositus ex ipsa forma~ et subsistens, ut anima rationalis, prius natura formalis eius. Praeterea, quís unquam dixü
formalem physicam; an vero ab ipsamet es- intrinsece includens illam; unde non potest in se recipit existentiam propriam et deinde quantitatem esse causam formalem omnium
sentía dici possit esse formaliter oriri, con- ab ~la distinguí ut simplex entitas a simplici illam communicat toti composito. Unde talis qualitatum materialium, eo quod formaliter
stabit ex dicendis. Rursus formam esse cau- entltate, sed ut totum a parte. Atque ita forma non solum cornplet susceptivum exi- constituat proximum susceptivum earum?
sam totius existentíae in causis materialibus, aíunt esse essentiae seu constitutionem es- stentiae, sed etiam ipsa est primum susce- aut perspicuitatem vel lumen esse causam
quatuor modis potest intelligi. Primus est, sei_Itiae . esse primarium effectum forma e; ptivum existentiae, iuxta mentem D. Tho- formalem specierum sensibilium, quarum
quía forma complet formaliter propríum sus- extstentlam vera esse secundarium, altero ex mae, I, q. 76, a. 4, et de Ente et essentia, proximnm susceptivum constituit? In quibus
ceptivum existentiae. Secundus, quia a for- duobus primis modis superius positis. Ex c. 5, in fine, ubi Caietanus late id defendit. exemplis et infinítis aliis quae afferri pos-
ma resultat existentia ut ab intrínseco prin- quibus prior est magis receptus inter tho- Quo fit ut formae angelicae sint multo ma- scnt, forma constituens susceotivum revo~
cipio formali. Tertíus est, quía forma intrin- mistas, ut patet ex Capreolo, In 1, dist. 8, gis per seipsas susceptivae existentiae. catur ad causam materialem, v~l ut potentia
sece componit existentiam totius substantiae q. 1, a. 3, ad 3 Henr., et ad 3 Gerard. con- 9. Verumtamen hic modus dicendi revera proxima recipiens, vel ut dispositio. Sic
per modum actus. Quartus est, quía a forma tra primam conclusionem; Soncinate, VII non declarat causalitatem formalem, sed po- ergo dicendum est in praesenti. Et licet hoc
pendet aliquo modo omne esse substantiae. Metaph., q. 22, praesertim in solutionibus tius materialem formae respectu existentiae. videri possit ad modum loquendi spectare,
8. Igitur qui putant existentiam esse argumentorum; ¡;;:t Caíetano in locis supra Nam esse susceptivum existentiae non est tamen ad rem declarandam multum refert
quamdam entitatem simplicem re distinctam citatis, de Ente et essentia, ubi comparat esse causam formalem eius, sed materialem nam hinc ccnstnt hunc modum causandi
a materia et a forma et a natura ex utra- formam et existentíam diaphaneitati seu potius; ergo quod complet susceptivum exi- exístentiam non esse diversum a praecedenti
que composita, riec dicunt nec dicere pos- perspicuitati et lumini; per diaphaneitatem stentiae, etiamsi formaliter illud compleat, de causa materiali, et consequenter non
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86 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección Vlll 87

que el precedente. Por eso, con el mismo argumento con que hemos demostrado fuera de las causas, que es el ser de la existencia. Finalmente, Santo Tomás, I
que la esencia no puede ser causa material de la existencia, puede concluirse que cont. Gent., c. 22, y en otros pasajes, y todos sus discípulos demuestran ex pro-
la forma no puede ser en este sentido causa de ella. Añádese que en este modo jesso que la criatura no puede §_er la causa eficiente de su existencia, y sus argu-
de causalidad se da por supuesto que la forma se une en la realidad misma a la mentos, si se los pondera atentamente, tienen la misma fuerza probativa respecto
materia y tiene en ella su efecto formal primario con prioridad de naturaleza a de cualquier causalidad eficiente, aunque sea por resultancia natural, puesto que
poseer la existencia, lo cual es tan incomprensible como el que una cosa exista también este modo de causar supone la existencia en su principio; por eso, no
o se conciba que existe en la realidad prescindiendo de la existencia, punto del hay menor contradicción en que algo sea causa de sí mismo de este modo que
que me volveré a ocupar luego. Finalmente, aunque concediésemos que la forma en que lo sea en virtud de una acción propia y produciéndose esencialmente. Por
se comporta de este modo respecto de la existencia íntegra de toda la esencia, fin, aunque admitiésemos este género de emanación de la existencia a partir de
sin embargo hasta ahora no se ha demostrado que no se pueda dar una existencia la esencia actual, hasta ahora no se ha demostrado con argumento alguno que de
parcial, o que una parte cualquiera de la esencia no pueda ser por sí misma
cualquier esencia parcial no puede dimanar una existencia parcial propia y pro-
receptiva de su existencia proporcionada, del mismo modo que es capaz por si
porcionada.
misma de su propio ser de esencia y de su propia actualidad. Juzgo, pues, por
este motivo que es falso que la forma sea causa formal de la existencia del primer 11. A causa, pues, de algunas de estas razones ya ciertos tomistas niegan en
modo dicho. absoluto que la forma sea causa formal o eficiente de la existencia; porque ni
10. Así, pues, otros tomistas añaden también un segundo modo, cuya verdad mere_cen su aprobación aquellos dos modos, ni tienen cabida los otros dos que
no demuestran de otra manera sino porque, dado que el ser acompaña insepara- nosotros hemos propuesto, una vez supuesta la distinción real de esencia y exis-
blemente a la forma, resulta conforme a razón que dimane de ella. Mas contra tencia que ellos defienden. Mas si se supone la sentencia contraria, es muy buena
él pueden aplicarse con más fuerza los argumentos expuestos contra el anterior. y consecuente la afirmación de que la forma constituye formalmente y entra en
Primero, porque éste no es género de causa formal, sino de eficiente; del mismo la composición intrínseca de la existencia de la naturaleza· o supuesto que consta
modo que, aunque las pasiones dimanen de la forma, ésta no es causa formal de de materia y forma, puesto que la completa formalmente y entra en la composi-
ellas, sino eficiente. Y de modo semejante, la naturaleza sustancial, por más que ción de su esencia actual y de toda su entidad. Pero, para que estas expresiones
la subsistencia sea un resultado de ella, no es su causa formal, sino la eficiente, tenga valor formal, es preciso distinguir racionalmente en la forma misma la
en virtud de una resultancia natural; y lo mismo pasa en todos los casos seme- esencia de la existencia; porque, cuando se dice que la forma entra de este modo
jantes. Además, de aquí brota con evidencia que es imposible que se comprenda en la composición de la existencia, no se ha de entender de la esencia de la forma
que una esencia creada, con antel'ioridad de naturaleza a que se la conciba afectada concebida precisivamente, puesto que, en cuanto tal, nada causa- en acto, sino que
por la existencia, tenga entidad suficiente y se baste para este género de causa- se la concibe como capaz de causar; se ha de entender, pues, de la esencia de la
lidad; porque, concebida en cuanto tal, o es un ente en potencia, y en este caso forma actual y en cuanto es su propia existencia. Y de esta suerte se ve fácilmente
no puede ser principio eficiente ni reducirse a sí misma al acto; o se la concibe cómo la forma, en su género, es causa de la existencia total de las cosas naturales;
como ente en acto, y entonces ya se la concibe en cuanto incluye el ser actual refiriéndolas a ella, no seria difícil exponer las afirmaciones de Aristóteles y de
otros autores, puesto que .sola esta existencia es el ser absoluto de que ellos
hablan.
magis esse possibilcm aut verum quam prae- 10. Alii ergo etiam thomistae addunt se-
cedentem. Unde, qua ratione ostendimus es- cundum modum, quem esse verum non ali-
sentiam non posse esse causam materialcm ter persuadent nisi quía, cum esse insepara- includens actuale esse extra causas, auod cum habent, supposita distinctione reali exi-
existentiae, concludi potest formam non pos- biliter comitetur formam, rationi consenta- est esse existentiae. Denique, D. Thom., 1 stentiae ab essentia, quam ipsi defendunt.
se esse hoc modo causam eius. Accedit quod neum est ut dimanet ab illa. Sed contra cont. Gent., c. 22, et aliis locis, omnesque Contraria vero sententia supposita, optime et
in hoc modo causalitatis supponitur formam illum urgentius applicari possunt rationes eius discipuli ex professo probant non posse consequenter dicitur formam formaliter con-
prius natura in re ipsa unid materiae et factae contra praecedentem. Primo, quh hoc creaturam esse causam ef:ficientem suae exi- stituere et intrinsece componere existentiam
habere in ipsa suum prímarium effectum genus causae non est formalis, sed efficien- stentiae, quorum rationes, si attente ponde- naturae vel suppositi constantis ex materia
formalem, quam habeat existentiam, quod tis; sicut quamvis passiones manent a for- rentur, aeque probant de omni causalitate et forma, quía formaliter complet et compo-
tarr. est inintelligibile, quam quod res sit ma, non est causa formalis earum, sed effi- effectiva, etiam per naturalem resultantiam, nit actualem essentiam eius totamque eius
vel concipiatur esse in rerum natura, prae- ciens. Et similiter natura substantíalís, licet quia etiam hic modus causandi supponit entitatem. Sed, ut formales sint locuciones,
cisa existentia, de quo inferius iterum di- ab ea resultet subsistentia, non est formalis existentiam in suo principio; ideoque non oportet in ipsa forma ratione distinguere
cam. Denique, licet darernus formam se cJusa eius, sed ef-fidci1s per naturalem re- minus repugnat idem esse causam suiipsius essentiam ab existen tia; nam, cum dicitur
habere hoc 1 modo ad existentiam integram sultantiam; et idem est in omnibus simi- hoc modo, quam per propriam actionem et forma hoc modo componere existentiam, non
totius essentiae, tamen hactenus probaturn libus. Deinde hinc evidentius constat im- per se efficiendo. Denique, licet admittere- est intelligendum de essentia formae prae-
non est non posse dari existentiam partia- possibile esse quod essentia creata, prius m.- mus hoc genus emanationis existentiae ab cise concepta, nam ut sic nihil actu causat,
lem, aut quamlibet partero essentiae non tura quam intelligatur affecta existentia, in- essentia actuali, nulla ratione est hacienus sed concipitur ut potens causare; intclli-
posse esse per seipsam susceptivam suae telligatur _habere sufficientem entitatem et probatum non posse a qualibet essentia par- gendum ergo est de essentia formae actualis
accommodatae existentiae, sicut per seipsam sufficiens esse ad hoc genus causalitati<o; tiali manare propriam et accommodatám et ut est suamet existentia. Atque in hunc
est capax: sui proprii esse essentiae et suae quía, ut sic concepta, vel est ens in potentia, partialem existentiam. modum facile constat quomodo forma sit
propriae actualitatis. Propter hoc ergo cen~ et sic non potest esse principium 'effici~ns 11. Propter nonnullas ergo ex bis ratio- causa, in suo genere, existentiae totalis re-
seo falsum esse formam esse causam for- nec seipsam reducere in actum, vel conci- nibus, iam aliqui thomistae absolute negant rum naturalium; de qua non incommode
rnalem existentiae illo primo modo. pitur ut ens actu, et sic iam concipitur ut formam csse causam formalem vel efficien- exponi possent dicta Aristotelis et aliorum
tem existentiae; quia nec duo illi modi eis auctorum, -nam sola )J.aec existentia est esse
1 En otras ediciones, alio. (N. de los EE.) probantur, neque alii duo a no bis positi lo- simpliciter, de quo ipsi loquuntur.
88 Disputaciones metafísicas Disputación XXXl.-Sección Vlll 89
12. Si la forma causa la existencia de la materia.- Pero la forma no puede cia material. Sin embargo se niega la segunda consecuencia; pues el ser se
ser en este sentido la causa formal de la existencia propia e intrínseca de la mate- atribuye a la forma con especial razón, porque ella es el acto que completa y
ria, porque no es parte de la misma materia, ni entra en la composición intrínseca perfecciona al ser en absoluto:~ Igual que se atribuye también de modo especial
de ésta en su entidad y esencia actual, en la que es preciso que esté incluida la a la forma la esencia o el _ser de la esencia, aunque la materia sea también una
existencia, s~gún se demostró antes. Sin embargo, la forma es de algún modo parte de la esencia, por ser la forma la que completa la esencia y la que determina
la causa formal de la existencia de la materia, puesto que, para que la materia la materia para que sea parte de esta esencia, siendo así que ella es de suyo
exista, necesita de la información de la forma y está en dependencia de ella, según indiferente para ser parte de esta materia o de otra. E incluso, si se lee atenta-
el modo antes explicado, disp. XV y XXVIII, y en este sentido no existe en el mente a Aristóteles en el lugar citado, II De anima) se refiere más claramente al
compuesto ser alguno de existencia, ni íntegro ni parcial, que no sea, o el ser de ser de la esencia que al ser de la existencia; pues, habiendo dicho que el alma
la forma misma, o no dependa de alguna manera de la forma. Porque el mismo es causa del ser de los vivientes, añade: Y el vivit• es el ser para los vivientes.
ser parcial de la forma no depende de ella misma en el género de causa formal, Y es evidente que el vivir en el acto primero y radical -que es del que allí se
~uesto q':e no es causa formal de sÍ misma, hablando físicamente y según el sen- trata- es el ser de la esencia de los vivientes, y que también el cuerpo es causa
udo propto de la causa formal, y por eso no dije absolutamente que todo ser pro- material de la vida de los vivientes; se atribuye, pues, el vivir al alma misma,
venía de la forma como de causa formal, sino que, o era el ser de la forma misma, por completarlo y distinguirlo de otro ser, no por excluir el consorcio de otra
o dependía de ella como de causa formal. Metafísicamente, empero, o según la causa material. En consecuencia, hay que afirmar lo mismo, allilque por ser enten-
razón, puede afirmarse que la forma es la razón formal de su propia existencia, damos el existir, sin que yo niegue que Aristóteles haya entendido esto. Más aún,
puesto que la posee formalmente por sÍ misma o por su entidad, aunque eficiente- de este pasaje decluzco, según la opinión de Aristóteles, que el ser de la esencia
mente la reciba de otro; del mismo modo que las formas angélicas existen también actual y el ser de la existencia son realmente lo mismo, puesto que Aristóteles sólo
por su entidad formal. Y, de acuerdo con esto, nos es posible también en general habla del ser en acto, como Santo Tomás y todos exponen, y dice, sin embargo,
interpretar los testimonios arriba aducidos. que en los vivientes el vivir es ese ser que es esencial al viviente mismo.
13. Respuesta a una objeción.- Se objetará: por consiguiente, también toda 14. Si la esencia es causa final de la existencia.- Cabría, empero, que alguno
existencia de una sustancia material, o es propia de la materia, o se deriva de objetase finalmente por el hecho de que de lo expuesto se sigue que la esencia
la materia en su género de causa; luego no hay razón de atribuir esto de modo no es de ningún modo la causa de la existencia propia y que le es proporcionada,
especial a la forma. Se responde concediendo la primera consecuencia, entendida debido a la que existe inmediata y formalmente; hemos, en efecto, excluido toda
formalmente de la existencia de la su~tancia material en cuanto tal, o de la exis- razón de causa intrlnseca, y, no obstante, nos consta también que no puede ser
tencia material. Y añado esto porque, aunque únicamente la existencia del alma causa extrinseca. A esto conceden algunos tomistas que la esencia no es causa
racional no dependa de la materia, sin embargo no se trata de una sustancia ma- formal, ni eficiente, ni final de la existencia; pero hacen una excepción con la
terial, y en cuanto es forma de la materia, depende también de ella respecto de material. En esto se expresan consecuentemente, supuesta la distinción que esta-
la unión actual. Y el ser del compuesto total consta intrínsecamente del ser de blecen, pero no se expresan consecuentemente en los argumentos de que se valen
la materia, y el ser de todas las otras formas depende de la misma materia, siendo
en este sentido la materia en su género causa de cualquier existencia de la sustan-
men negatur posterior consequentia; pecu- intelligamus, quod non nego Aristotelem in-
12. Existentiam materiae an causet for- stentiae, quia per seipsam seu per entitatem liari enim ratione tribuitur esse formae, quía tellexisse. Iffimo ex hoc loco colligo, ex sen-
ma.- Non potest autem forma esse hoc suam formaliter habet illam, quamvis ef- illa est actus cornplens ac perficiens esse tentia Aristotelis, esse essentiae actualis et
modo causa formalis propriae et intrinsecae fective habeat ab alío; quomodo etiam for- simpliciter. Sicut etiam essentia vel esse es- esse existentiae reipsa idem esse, nam Ari-
existentiae materiae, quia non est pars ipsius ma e angelicae per suam formalem entitatem sentiae tribuitur specialiter formae, quam- stoteles solurn loquitur de esse in actu, ut
materiae, neque illam intrinsece componit existunt. Et iuxta haec possumus etiam testi- vis materia sit etiam pars essentiae, quía D. Thomas et orones exponunt, quod plane
in sua entitate et essentia actuali, in qua monia superius adducta generatim interpre- forma est quae complet essentiam et quae idem est quod existere, et tamen ait vivere
necesse est existentiam includi, ut supra tari. determinat materiam ut sit pars huius es- in viventibus essc huiusmodi esse quod est
ostensum est. Nihilominus tamen est forma 13. Obiectioni satisfit.- Dices: ergo sentiae, cum ipsa de se indifferens sit ut essentiale ipsi viventi.
aliquo modo causa fonnalis existentiae ma- etiam omois existentia substantiae materia- sit pars huius vel alterius naturae. Im- 14. Essentia an sit finalis causa existen-
teriae, quia, ut materia sit, indiget informa- lis, vel est materiae, vel est a materia in suo mo, si atter,te legatur Aristoteles, citato tiae.- Sed obiiciet tandem aliquis 2, nam
tiene formae et ab illa pendet modo supe- genere causae; ergo non est cur hoc pecu- loco, II de Anim., clarius loquitur de esse ex dictis sequitur essentiam nullo modo esse
rius declarato, disp. XV et XXVIII, et sic liariter tribuatur formae. Respondetur conce- essentiae quam de esse existentiae; cum causam existentiae propriae et sibi adaequa-
nullum est esse existentiae in comoosito. nec dendo priorem consequentiam, formaliter in- cnim díxisset animam esse causam esse 1 vi- tae, per quam immcdiate ac formaliter exi-
integrum Ílec partiale, quod vel nOn sit- esse tellectam de existentia substantiae materialis ventium, subdit: Vivere autem viven ti bus stit; quia exclusimus omnem rationem cau-
ipsius formae, vel a forma aliquo modo non ut sic, vel de existentia materiali. Quod ideo est esse. Constat autem quod vivere in actu saf: intrinsecae, et tamen constat etiam esse
pendeat. Nam ipsum esse partiale formae addo, quia, licet sola existentia animae ra- primo et radicali (de quo ibi est sermo) est non posse causam extrinsecam. Ad hoc qui-
non pendet ab ipsa in genere causae forma- tionalis non pendeat a materia, tamen illa esse essentiae viventium, et quod etiam cor- dam thomistae concedunt essentiam non esse
lis, quía non est causa formalis suiipsius, non est substantia materialis, et quatenus pus est causa materialis vitae viventium; causam formalem, nec efficientem, nec fiha-
physice et secundum proprietatem causae est forma materiae, etiam pendet ab illa tribuitur ergo vivere ipsi animae, quía com- lem existentiae; excipiunt autem materialem.
formalis loquendo, et ideo non dixi absolute quantum ad actualem unionem. Esse vero plet illud et distinguir ab alío esse, non quia In quo consequenter loquuntur supposita
omne esse provenire a forma ut a causa totius compositi ex esse materiae intrinsece consortium causae materialis excludat. ldem distinctione quam ponunt, non tamen con-
formali, sed vel esse ipsius formae, vel de- constat, et esse omnium aliarum formarum ergo dicendum est, etiamsi per esse existere sequenter loquuntur in rationibus quibus
pendere ab illa ut a causa formali. Metaphy- ab ipsa materia pendet, et hoc modo est
sice autem aut secundum rationem potest materia causa in suo genere omnis existen- 1 Las palabras causam esse faltan en algunas ediciones. (N. de los EE.)
dici forma ratio formalis suae propriae exi- tiae substantiae materialis. Nihilominus ta- 2 Bannes, I p., q. 3, a. 4, club. 4.
90
Disputaciones metafísicas
Disputación XXXI.-Sección IX 91
para excluir el género de la causa eficü:nte, puesto que también la esencia, para
ser causa verda;teramente receptora, ex1ge el ser de la esencia actual. Además, Creada principal o instrumental, trayendo a colación a Santo Tomás, I, q. 8, a. 1,
no. v~o por que ~xc!uyen la causa final, puesto que la existencia no tiene más q. 45, a. S, li cont. Gent., c. 21, y lib. III, c. 66. Sus razones son: primera,
ob¡et1vo que c?nstlt~ur a la esencia misma en la realidad. Por eso dicen ellos mis- porque Dios solo es ente por esencia, mientras que todas las criaturas tienen el ser
mos 9ue la extstencm no es ente, porque no es "lo que" es, sino "por lo que" la participado; luego Dios solo es el que produce el ser. La consecuencia se prueba,
esencra es_; es, pues, por así decirlo, ente del ente, y, en consecuencia, es por porque la virtud causativa de la existencia supone el ser mismo en la causa
causa de ~1, concretamente por causa de la esencia, al menos en cuanto existente agente; ahora bien, la criatura no tiene el ser por sí misma, sino recibido de una
~n camb10, según el p~incipi~ que nosotros hemos sentado, hay que concede~ causa extrínseca; luego no es por s[ misma causativa de la existencia, al igual
c~ertame?te que la esencia no tlene una verdadera causalidad real sobre la existen- que el agua, por no ser cálida por sí misma, tampoco por si es productiva del
c.m propxa, puesto que donde no hay distinción real, tampoco puede haber causa- calor. Segunda, porque toda criatura en su acción presupone algo que ha sido
h?ad real. Pe~o tampoco esto constituye inconveniente alguno, puesto que no hay producido por Dios solo, puesto que no puede obrar a partir de la nada, sino
mng;ma. neces1~ad de que la exist~ncia de la criatur.a tenga el principio intrínseco a partir de un sujeto presupuesto; por consiguiente, la acción de la criatura pre-
en. st. ~1sma, s1 n~ es en la medtda en que esa m1sma esencia puede poseer tal supone el ser; luego no es la causa del ser mismo. Tercera, porque Dios solo es
prmc1p10, la n;ater1a o la forma en concreto; sino que basta con que proceda de el que da la existencia a la materia prima, ya que por El solo puede ser producida
una causa efic1ente extrínseca, que es de la única que nos queda por hablar cosa y conservada; luego las causas segundas no producen la existencia por la que es
que haremos en la sección siguiente, para proceder con mayor claridad. ' conservada y existe la materia prima, porque, de lo contrario, la producirían y
corromperían; pero la materia no existe más que en virtud de la existencia
del todo; luego las causas segundas no producen la existencia de la sustancia
SECCION IX total. Cuarta, porque no podemos explicar que Dios es la causa de todo el ente
CUAL ES LA CAUSA EFICIENTE PRÓXIMA DE LA EXISTENCIA CREADA por otra razón, si no es porque El solo causa el ser tanto de la forma como de
la materia del todo. O, si es que las criaturas producen esto mismo, hay que
l.. Sobre la ~~usa eficiente ~e la existencia de aquellas cosas que se producen llamarlas también causas de todo el ente.
medta~te la_ creac1on sola, no existe probl~ma alguno, ya que damos por supuesto 3. Y si se pregunta qué es lo que hacen las causas segundas, si no dan el
que solo D10s e~ la causa de esa existencia, por ser el único creador de todas las ser, o cómo generan, siendo así que la generación tiende al ser, responden que
cosas. En cambm, respecto de las cosas que se generan y se corrompen, inclu- los agentes segundos completan el receptáculo de la existencia misma induciendo
y~ndo en ellas todas las que se ha;en por mutacjón a partir de un sujeto que se la fOrma en la materia, y, puesto que dicha forma es siempre determinada, por
presup~ne, ya s~ tra~e de sustancias, ya de accidentes, la dificultad consiste en eso, de modo consecuencial, determinan y limitan la existenCia o la acción de
saber s1 esta exxstenc1a es producida también por Dios solo. Sobre esta cuestión Dios, a fin de que -por así decirlo- confiera una existencia con cualidad y mag-
encuentro tres sentencias. nitud determinada, ya que todo acto recibido está limitado por el recipiente.
De aquí se deduce, además, que también hacen que la existencia se una a la
Primera sentencia, que atribuye a Dios solo la eficiencia de la existencia esencia, puesto que realizan la disposición y determinación última de la esencia a
2. Algunos intérpretes recientes de Santo Tomás, I, q. 3, a. 4, afirman que
Dlos solo es la causa de todas las cosas, sin eficiencia propia de ninguna causa
-propria efficientia ullius causae secundae tel'ia prima conservatur et ex1st1t, quia alias
utuntur ad excludendurn genus causae effi- sectione sequenti praestabimus, ut distinctius principalis vel instrumentalis efficere existen- illarn Producerent et corrumperent; sed ma-
cientis, quia etiam essentia, ut sit causa vere procedamus. tias rerum omnium, et adducunt D. Thom., teria non existit nisi per existentiam totius;
recipi~ns, requirit esse essentiae actualis. I, q. 8, a. 1, q. 45, a. 5, II cont. Gent., ergo causae secundae non ef:ficiunt existen-
Deinde non video cur excludant causam SECTIO IX c. 21, et lib. III, c. 66. Rationes eorum sunt: tiam totius substantiae. Quarta, quia non
finalem, cum existentia non ob aliud sit prima, quia solus Deus est [ens] I per es- pcssumus alia ratione explicare Deum esse
QUAE SIT PROXIMA EFFJCIENS CAUSA
ms1 ut ipsam essenthm in rerum natur; sentiam et omnes creaturae P,abent esse par- causam totius entis, nisi quia ipse solus cau-
EXISTENTIAE CREATAE
constituat. Unde ipsimet aiunt existentiam ticipatum; ergo solus Deus est qui produ- sat esse tam formae quarn materiae totius.
non esse ens, quia non est id quod est, 1. De causa efficienti existentiae earum dt esse. Probatur consequentia, quia virtus Vel si creaturae hoc ipsum ef:ficiunt, dicen-
sed. qua essentia est; est ergo (ut ita dicam) rerum quae per solam creationem :fiunt nul- causativa existentiae supponit ipsum esse in tur etiam causae totius entis,
entts ens, et consequ~nter est propter illud, la est quaestio, quia supponimus ~olum causa agente; sed creatura non habet per 3. Quod si inquiras quidnam causae se-
ne_mpe propter essent1am~. saltem ut existen- Deum es.."!e caus<~m illius) qnia solus est om- se esse, sed ab extrinseca causa; ergo non cundae efficiant, si non dant esse, vel quo-
tero. In principio autem a nobis pasito, con- nium creator. De existentia autem rerum est per se causativa existentiae, sicut aqua, modO generent, cum generatio tcndat ad
cedendtun quidem est essentiam non habere quae generantur et corrumpuntur sub his quia per se non est calida, non est etiam esse, respondent agentia secunda complere
veram causalitatem realem circa existentiam coi?prehendendo ornnia quae :fiun; per mu- per se calefactivfl. Secunda, quia omnis crea- susceptivum ipsius esse inducendo formam
propriam, quia ubi non est in re distinctio tattonem ex praesupposito subiecto sive sub- tora in sua actione supponit aliquid a solo in materiam, et quia talis forma semper est
nec causalitas realis esse potest. Neque ho~ stantiae sint, sive accidentia, difficultas est Deo productum, quia non potest agere ex determinata, ideo consequenter determinant
est ullum inconveniens, quía nulla est ne- an haec ethm existentia fiat a solo Deo. nihilo, sed ex praesupposito subiecto; ergo et limitant existentiam seu actionem Dei, ut
cessitas quod existentia creaturae habeat in- De qua re tres reperio sententias. actio creaturae supponit esse; ergo non est talem et tantam (ut ita dicam) existentiam
trins~cum principi~ in ipsa, nisi in quan- causa ipsius esse. Tertia, quia solus Deus conferat, nam ornnis actus receptus limita-
tum lpsamet essentta potest habere tale prin- Prima sententia, soli Deo tribuens dat existentiam materiae primae, quia a solo tur a susceptivo. Unde sequitur ulterius
cipium, scilicet, materiam vel formam · sed efficacitatem existentiae ipso fieri potest et conservari; ergo causae etiarn efficere ut existentia essentiae uniatur,
satis est quod sit ab extrínseca causa' effi- 2. Asserunt quidam novi S. Thomae in- secundae non faciunt existentiam qua ma- quia ultimo disponunt et determinant es~
cient~ de qua sola dicendum superest, quod terpretes, I, q. 3, a. 4, solum Deum absque
1 Palabra omitida en algunas ediciones. (N. de los BE.)
92 Disputaciones metafísicas Disputación XXXl.-Sección IX 93
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la recepción de tal existencia. Y de este modo, en definitiva, aunque no produzcan Gent., c. 66, demuestra ex professo que la causa segunda no da el ser si no es
la existencia, producen la realidad existente, igual que el hombre genera al hombre, en cuanto obra por virtud divina. Las razones que suelen proponerse en favor
aun no produciendo el alma, porque la une. de esta sentencia se reducen a ¡-as razones propuestas en favor de la primera.

Segunda sentencia, que, fuera de Dios, sólo admite causa instrumental


de la existencia Te-rcera sentencia, que atribuye a las causas segundas una eficiencia
propia sobre la existencia
4. La segunda sentencia es que la existencia es producida por Dios solo corno
por causa principal, y que la causa segunda concurre sólo como instrumento. Así, 5. La tercera opinión es que la existencia, cuando se produce por generación,
el Ferrariense, II cont. Gent., c. 21, siendo su sentencia susceptible de dos inter- es producida por la causa próxima como por causa propia y principal en su orden,
pretaciones: la una, usando en sentido lato el nombre de instrumento, en cuanto subordinada esencialmente a Dios como a causa primera. Esta es la sentencia que
toda causa inferior subordinada a otra y que necesita del influjo de ella para cual- quiere defender Santo Tomás en los lugares citados, y en III cont. Gent.,
quier operación suya puede ser llamada instrumento de ella, y éste es el sentido c. 13, y en I, q. 104, a. 1, y en la q. 7 De potent., a. 2; y así lo entienden y
en el que habla el Ferrariense en el pasaje anterior, sin que de esta suerte se opinan todos los antiguos tomistas, sobre todo Cayetano y el Ferrariense a propó-
diferencie en realidad de la sentencia verdadera que se va a explicar en se- sito de Santo Tomás, en los pasajes citados; y Escoto, In IV, dist. 1, q. 1, ex
guida; por eso toma alH por su cuenta a Escoto, por haber achac~do a Santo professo, aunque juzgue falsamente que Santo Tomás opinó lo contrario. Esta
Tomás la afirmación de que las causas segundas no producen el ser. En otro sentencia es absolutamente verdadera, y, a mi juicio, puede demostrarse con una
sentido, esta opinión puede entenderse del instrumento propio, en cuanto se dis- razón casi evidente.
tingue de la causa principal, incluso de la segunda y próxima, y tal es el sentido
en que suele referirse esta sentencia: que afirma que la causa segunda, en cuanto
principal y operante por virtud propia, produce una esencia que le es semejante, Soludón de la cuestión y confirmación de la sentencia última
mientras que sólo corno instrumento y en virtud de Dios produce la existencia, 6. En primer lugar, pues, hay que afirmar que las causas segundas producen
aunque yo no recuerdo haber leído a nadie que defienda esta sentencia en tal verdadera y propiamente la ex1stencia de sus efectos, en cuanto son hechos por
sentido. Se la suele fundar en algunas expresiones de Santo Tomás, I, q. 45, a. 5, ellas mismas. Esta conclusión la pruebo demostrando primeramente la debilidad
q. 5 del De verit., a. 9, ad 7, q. 3 De potent., a. 1, donde afirma que ninguna de las razones con que se prueba lo contrario; porque, si no hay razón ninguna
cosa da el ser si no es en cuanto se da en ella la participación de la virtud divina, por la que se niegue este efecto a las causas segundas, creo que nadie negará que
aduciendo la propos. 3 del libro De causis, en la que se dice; El alma noble posee debe atribuírseles, ya que Dios las creó con toda la virtud para comunicarse y
una operación divina en cuarito da el ser. En el mismo pasaje afirma también que para producir de modo perfecto los efectos de la que eran capaces por su naturaleza.
sólo Dios da el ser en cuanto tal, mientras que las causas segundas lo determinan Pues ¿qué motivo hay por el que la criatura sea incapaz de virtud para producir
a este o aquel ser. Y aduce la propos. 18 del libro De causis, en que se dice la existencia? ¿Acaso porque no tiene la existencia por sí misma, sino que la
que Dios da el ser a todas las cosas por modo de creación,· pero que los agentes ha recibido de Dios como de agente extrínseco? Mas la esencia no la tiene por
segundos dan el vivir o el saber por modo de información. Finalmente, In cont. si misma, sino recibida de Dios como de agente extrínseco; luego tampoco podrá
producir la esencia; ¿qué es, pues, lo que hace? Luego el no tenerla de por si,
sentiam ad receptionern talis existentiae. At- mento proprio, prout distinguitur a causa nada tiene que ver, puesto que la tiene en sí, de donde quiera que le haya venido.
que i~a tandem, Hcet non efficiant existen- principali, etiam secunda et proxima, e+ in
tiam, efficiunt rem existentem, sicut horno hoc sensu referri solet haec sententia, quod probat causam secundam non dare esse nisi Resolutio quaestionis, et ultimae sententiae
generat hominern, licet non efficiat animam, asserat causam secundam, ut principalem et in quantum agit virtute divina. Rationes confirmatio
quia unit illam. agentem propria virtute, efficere essentiam quae pro hac sententia fieri possunt~ ad ra-
sibi similem, existentiam vero solum ut in- tiones factas pro prima sententia reducuntur. 6. Dicendum est ergo primo causas se-
Secunda sententia, quae praeter Deum strumentum et in virtute Dei, quamquam
solum admittit instrumentalem causam cundas vere ac proprie efficere existentiam
in hoc sensu nullum memini me legisse suorum effectuum, prout ab ipsis fiunt. Hanc
existentiae huius sententiae ,!l.Ssertorem. Fundarí autem Tertia sententia, tribuens causis secundis conclusionem ostendo, primo demonstrando
4. Secunda sententia est existentiam fieri solet in quibusdam locutionibus D. Tho~ propriam efficaciam existentiae debilitatem rationum quibus oppositum pro-
a solo Deo ut causa principali, concurrente mae, I, q. 45, a. 5, q. S de Veritate, a. 9, 5. Tertia sententia est existentiam, quan- batur; nam si nulla est ratio ob quam hic
aurem causa secunda, solum ut instrumento. ad 7, q. 3 de Potent., a. 1, ubi ait quod do per generationem fit, a causa proxima effectus negetur causis secundis, nema (cre-
Ita Ferrar., II cont. Gent., c. 21, cuius sen- nulla res dat esse nisi in quantum est in do) negabit esse illis attribuendum; nam
fieri ut a propria et principali causa in suo
tentia duobus rpodis posset intelligi: uno ea participatio divinae virtutis, et adducit ordine, subordinata per se Deo ut primae Deus creavit illas cum omni virtute ad com-
modo, utendo late nomine instrurnenti, prout propos. 3 ex lib. de Causis, qua dicitur: causae. Hanc sententiam intendit D. Tho- municandum se et producendos perfecte
omnis caUsa inferior subordinara alteri et Anima nobilis habet operationem divinam mas citatis locis, et III cont. Gent., c. 13, suos effectus cuius erant natura sua capaces.
indigens ínftuxu illius ad omnem suam pe- in quantum dat esse. Dicit etiam ibídem et I, q. 104, a. 1, et q. 7 de Potentia, a. 2; Quid ergo est ob quod creatura sit incapax
rationem potest instrurnentum illius appel- solum Deum dare esse ut sic, causas vera et ita intelligunt et opinantur omnes antiqui virtutis ad faciendam existentiam? An quia
lari, et in hoc sensu loquitur Ferrar. supral secundas determinare illud ad hoc vel illud
et non ita in re differt a vera sententia sta- thomistae, praesertim Caiet. et Ferrar. super ex se existentiam non habet, sed ab extrín-
esse. Et adducit propos. 18 lib. de Causis, D. Thomam, locis citatis; et Scotus, In IV, seco agente Deo? At vero essentiam ex se
tiro. explicanda; ideoque ibi carpit Scotum, ubl dicitur Deum dare esse omnibus per
eo quod D. Thomae imposuerit quod dixe- dist. 1, q. 1, ex professo, licet falso putet non habet, sed ab extrínseco agente Deo;
modum creationis; agentia vero secunda dare D. Thornam sensisse contrarium. Estque ergo neque essentiam facere poterit; quid er-
rit causas secundas non efficere esse. Alío vivere aut sapere per modum informationis.
modo potest intelligi illa opinio de instru- haec sententia verissima, et evidenti fere ra- go facit? Igitur quod ex se non habeat, nihil
Denique III cont. Gent., c. 66, ex professo tione, ut opinar, demonstrari potest. refert, siquidem in se habet, undecumque
1•
94 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-S_ec_c_io_'n_I_X_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 95
Se puede, pues, retorcer la razón primera de la primera sentencia de la siguiente esos otros autores. Queda, pues, claro que la primera razón por la que se niega
manera: sólo Dios es por esencia su esencia real, mientras que todas las criaturas esta eficiencia a la criatura es absolutamente inválida.
tienen la esencia participada de Dios, debido a lo cual, en el lib. De causis, 8. Se refuta la segunda nÍÍón.- A su vez, la segunda razón es igualmente
propos. 18, se dice así: Todas las cosas tienen esencia por el enie pritnero; luego inválida. Primero, porque a lo sumo concluye que la criatura no produce aquel ser
sólo Dios produce toda esencia. Por tanto, de igual modo que es nula esta que se presupone para su acción; de esto se infiere también legítimamente que
inferencia, porque la criatura mediante la esencia participada, la cual recibe de la criatura no puede producir todo ser, puesto que tiene que presuponerse alguno
Dios, es productora de una esencia semejante, asi, aplicada a la existencia en que haya sido hecho por Dios solo. Pero el que la criatura no produzca algún
forma similar, no tiene ninguna fuerza, sino que concluye únicamente que la ser, concretamente aquel al que su acción tiene por término, o el que conviene
criatura no puede producir la existencia más que mediante la existencia recibida al efecto producido por ella, esto no puede demostrarse con la razón dicha1 ya
de la causa primera, lo cual es absolutamente verdad. que el ser que sirve de término a la acción es distinto del que se presupone para
7. Mas dicen que la criatura al menos no produce la existencia por sí mis- la acción; por consiguiente puede la criatura producir aquel ser, aunque presu-
ma, igual que el agua caliente no calienta por sí misma. Pero está en c?ntra ponga éste. Y se explica más esta razón, puesto que puede entenderse que para
el que, aunque al agua no se atribuya la producción de calor P.or sí mJ.sma, la acción de la criatura se presupone un doble sujeto. Uno remoto, que no per-
sin embargo calienta verdadera y propiamente, y en cuanto está caliente, cahenta manece en el término de la acción y tiene razón de término a quoJ como es la
por sí misma, aunque caliente mediante el calor recibido d~ un ag.ente .extrín- madera de que se genera el fuego. Otro próximo, que permanece bajo ambos tér-
seco; luego la criatura, en cuanto es existente, podrá producir la ex1stenc1a ver- minos, como es el caso de la materia prima. En cuanto al primero, hablando
daderamente y por sí, aunque ella reciba su existencia de otro. Por eso admi- naturalmente, es verdad que para la acción de la causa segunda se presupone su
timos en esto la comparación, pero en otro sentido entre el agua respecto del existencia; mas esa existencia se destruye por la acción de esta causa; luego esto
calor y la criatura respecto de su existencia; porque el agua no sólo no posee en nada impide que la existencia de la cosa engendrada sea producida por la
el calor de por sí, sirio que además no lo incluye ni lo exige de ningún modo misma causa. Más aún, lo uno se sigue naturalmente de lo otro, puesto que el
para ser agua, ni lo tiene a~adido de un m~do esencial, si~o accidentalment~ en punto de partida de la corrupción de una cosa suele ser el de la generación de
absoluto siendo éste el motivo de que se d1ga que la acc10n del calor conviene otra, hablando con rigor. Pero en cuanto al segundo sujeto, considerado precisi-
accident;lmente al agua considerada de modo absoluto. En cambio, la criatura, vamente, en cuanto se presupone necesariamente para la acción del agente, los
aunque no tenga el ser de por sí, sin embargo, para ser criatura en acto, lo autores del argumento no pueden decir que en él se presupone para la acción del
incluye y exige necesaria y esencialmente; ahora bien, la existencia no la produce agente natural ser alguno de existencia, sino únicamente el ser de esencia; piensan}
la criatura en potencia, sino la criatura en acto; luego la produce como causa en efecto, que la materia prima, tal como se da en el instante de la generación,
por sí y en virtud de la entidad propia y connatural que recibió de Dios. Se no tiene existencia alguna con prioridad de naturaleza a recibir la forma por la
confirma, puesto que aquí es también aplicable el ar~umento propuesto de q'?e acción del agente. Y el que la haya tenido todo el tiempo anterior, en cuanto
la criatura no causarla por si en su efecto la esencia o el ser de la esencia, estaba bajo la forma de lo que se ha corrompido, no sólo no es inconveniente, tal
puesto que tampoco hace esto en virtud de una esencia que tenga de por ~í, sino como se explicó en el primer miembro, sino que además es accidental para la
en virtud de la que recibió de Dios, cosa que no niegan que sea falsa rncluso producción de la existencia sustancial, la cual se produce en el instante de la
_.,¡ i- ~·¡ generación; luego tampoco en la opinión de ellos es ,verdad que cualquier eficien-
'-~--.,.,..."

habeat. Retorqueatur ergo prima ratio pri- esse ab alio habeat. Unde in hoc admitti~us ob quam haec efficientia denegatur creatu- verum est, naturaliter loquendo, praesuppo-
mae sententiae in hunc modum: solus Deus comparationem, in alio vera inter aquam raeJ omnino invalidam esse. ni existentiam eius ad actionem causae se-
est sua realis essentia per essentiam; omnes respectu caloris et creaturam respectu sui 8. Secunda ratio improbatur.- Secunda cundae; illa tamen existentia deStruitur per
vero creaturae habent essentiam participatam esse; nam aqua non solum ex se non hab~t vera ratio aeque est inefficax. Primo, quia actionem eiusdem causae; ergo hoc nihil
a Deo, unde in lib. De Caus., propos. 18, calorem, sed etiam illum nullo modo includ1t ad sumroum concludit creaturam non effi- obstat quominus existentia reí genitae fiat
sic dicitur: Res omnes habent essentiam nec requirit ut sit aqua, nec per se habet cere illud esse quod ad eius actionern sup- ab eadem causa. Immo, unum ex altero na-
propter ens primum; ergo solus Deus efficit ill.ud adiunctum, sed omnino per accidens, ponitur; ex quo etiam recte concluditur non turaliter consequitur, nam a qua est unius
omnern essentiam. Sicut ergo haec consecu- et ideo actio caloris per accidens dicitur posse creaturam efficere omne esse, nam ali- corruptio, solet esse alterius generatio, per
tio nulla est, quía creatura per essentiam convenire aquae absolute dictae. At vera quod supponi debet a solo Deo factum. se loquendo. De posteriori vero subiecto
participatam, quam a Deo habet, est effectrix creatura, quamvis ex se non habeat esse, Quod vera creatura non efficiat aliquod esse, praecise considerato, ut per se supponitur
similis essentiae, ita in simili forma applicata tamen, ut sit ·actu creatura, necessario ac per illud, scilicet, ad quod eius actio terminatur, actioni agentis, auctores illius rationis diccre
ad existentiam, nullarn habet vim, sed solurn se illud includit ac requirit; non efficit au- seu quod convenit effectui per illam pro- non possunt in eo praesupponi aliquod esse
concludit creaturam non posse efficere esse ducto, nullo modo potest illa ratione con- existentiae_ ad actionem agentis naturalis, sed
tem existentiam creatura in potentia, sed
nisi per esse receptum a prima causa, quod eludí, quía illud esse quod terminat actio- solum esse essentiae; putant enim rnateriam
est verissimum. creatura in actu; facit ergo ut causa per se
et ex vi propriae et connaturalis entitatis nem diversum est ab ea quod praesupponitur primam, ut est in instanti generationis, prius
7. At (inquiunt) saltem creatura non per actioni; potest ergo creatura illud efficere, natura quam accipiat formam per actionem
se efficit esse, sicut aqua calida non per se quam a Deo recepit. Confirmatur, nam hic
quamvis hoc praesupponat. Et declaratur agentis, nullam habere existentiam. Quod
calefadt. Sed contra, nam, licet aquae non etiam applicari potest argumentum factum,
amplius haec ratio, nam duplex subiectum autem illam habuerit toto tempore praece-
per se attribuatur calefactio, tamen et vere quod creatura non causaret per se in suo intelligi potest supponi ad actionem creatu- denti, quatenus erat sub forma corrupti, et
ac proprie calefacit, et quatenus calida est, effectu essentiam seu esse essentiae, quia rae. Unum remotum, quod non manet in nihil obstat, ut in priori membro declaratum
per se calefacit, etiamsi per calorem ab ex- neque hoc efficit per essentiam quaro ex se termino actionis, et habet rationem termini est, et est per accidens ad effectionem exi-
trinseco agente receptum calefaciat; ergo habeat, sed quam a Deo recipit; quod ta- a quo, ut est lignum ex quo ignis genera- stentiae substanti-alis, quae fit in instanti ge-
creatura, quatenus existens est, vere ac per men falsum esse etiam alü auctores non tur. Aliud proximum, manens sub utroque nerationis; ergo in eorum sententia etiam
se poterit efficere existentiam, etiamsi suum diffitentur. Constat igitur prirnam rationem termino, ut est materia prima. De priori non est verum omnem efficientiam causae
Disputación XXXI.-Sección IX 97
96 Disputaciones metafísicas
que e~to se realíc~ de una o de otra manera, por esta o por aquella acCión;
da ~e una causa seg\mda presuponga necesaria y directamente algún ser de exis~ pero s1 no es suficiente esto, con tal de que no haya solución de continuidad en
te~c1a de part.e del SUJeto. Es lo mismo que si imaginamos que Dios crea la materia el ser en común_, sino que bajo ~ambas existencias permanezca de un modo cuasi
pnma en un mstante ~ en ese mismo instante la causa segunda le induce la forma, continuo e~ mismo ser de esenci.a, por más que ese cambio de existencias se realice
con el concurso de D10s -que es probablemente lo que sucede en la generación por 1~, acc16n de un ~gente natural, no por eso. tendr~ lugar la generación y co-
de los gus??os, o en !a alimentación con las especies consagradas-, en ese caso rrupc10n de la rnatena. Sobre todo porque es unpos1ble negar en esa sentencia
la . gene~acw~ sustan~1a~ -según su opinión- no presupone en la materia la que, al menos dispositivamente, el cambio de existencia se realice por la acción
existencia, n~, con pr10ndad de tiempo, ni con prioridad de naturaleza; luego el de un agente natural, puesto que destruye el receptáculo próximo de una existen~
que una acc10n tal presuponga sujeto, en nada empece para que mediante ella se cia y compone o dispone otro; luego, igual que por este motivo se dice que
produzca la existencia. corrompe una co.sa e~1stente y. que genera otra, se dirá también que genera y co-
9. Se sale al paso a una objeción y se da respuesta a la razón tercera.- rrompe la maten~ pnma. O s~ no puede decirse esto, porque se opone el hecho
Acaso digan que está en contra otro punto que se añade en la razón tercera, a de permanecer sle?Jpre el rmsmo ser de la esencia de la materia, con igual
saber, que entonces la materia prima recibirla de la causa segunda la existencia motl~o no se segmra es~o, aunque la causa segunda produzca la existencia. Es
por la que existe. Pero esto en los principios de ellos no constituye inconveniente tamb1én falso que la acctón de Dios tenga sólo por término el ser en cuanto tal
alguno, porque la materia, según dicen, no tiene inmediatamente la existencia en y no un ser determinado; porque, aunque la virtud eficiente de Dios no esté
virtud de la acción por la que es creada, sino en virtud de la acción por la que de por sí limitada a este o aquel ser, sino que se extienda a todo ser sin embargo
todo el compuesto recibe la existencia, bien sea creado, bien sea generado, puesto cuando obra en particular, produce verdaderamente un ser determin~do y cambi~
q.ue .no existe con existencia propia, sino mediante la existencia del todo; por con~ uno, en otro, Y. puede por. sí solo corr?mP.e,r uno y engendrar otro. Por e~o, aunque
s1gmente, no hay obstáculo alguno en que reciba la existencia de aquella causa segun la refenda sentencia la determmacwn a un ser concreto en el género de la
segm:da por. la q'!e es generado todo el compuesto, dado que para la producción causa material o de la dispositiva provenga de la causa segunda, no obstante en el
de d1cha ex1stenc1a se presupone ya a la materia como sujeto suficiente, a partir género de la ~ausa. eficiente co.rresp?nde de suyo a Dios solo, puesto que sólo El.
del cual puede hacer algo la causa segunda. Pero dicen que se sigue que la materia produce la extstencta y una existencia determinada; luego también El solo engen-
prima es generada y corrompida por las causas segundas, puesto que adquiere y drará. y corromperá la materia, prima,. si es eficaz dicho argumento; en conse-
pierde la existencia por la acción de éstas. Pero, pregunto, ¿por qué no llegan cuencia, estas razones no son sohdas m se aducen consecuentemente en la opinión
proporcionalmente a la misma conclusión respecto de Dios., si es que de Dios solo rle ellos.
procede dicha existencia, es decir, que la materia es corrompida y generada por el 10. Mas, hablando de modo absoluto, es verdad que en el sujeto propio de
mismo Dios., puesto que mediante la acción de Dios pierde y adquiere la existencia?
·la generac1ón que ~erman~~e bajo ambos términos, que es la materia prima, se
Consta, empero, que ambas cosas son igualmente falsas, porque la materia es sup?ne para ~ualqmer acc1on de un agente natural algún ser de existencia pro-
ingenerable e incorruptible. Responden que no hay paridad de razón, puesto que
ducido ~or D10s solo, Pt;esto q~e s~ supone una materia prima creada y que· posee
el término de la acción divina es sólo el ser, el cual nunca falta a la materia,
su propm ser. de e~enc1a en si rm~ma Y. fuera de su causa eficiente, cosa que
mientras que las causas particulares determinan el ser concreto en el que se
es mcomprens1ble sm el ser de eXIstencia, según se demostró antes. Y por el
transforma otro ser. Pero esto es impertinente y falso; porque si, para que una cosa
se corrompa y se genere, es suficiente cambiar el ser de la existencia, no importa nihil refert quod hoc fiat uno vel alio modo, tamen cum m particulari operatur, efficit
e-t per hanc vel illam actionem; si vero id vere determinatum esse, et commutat unum
sccundae supponere per se ac directe ali- pria existentia, sed per existentiam totius; non sufficit, dummodo esse in communi non in aliud, et se solo potest corrumpere unum
quod esse existentiae ex parte subiecti. Ut, ergo nullum est inconveniens quod ab ea interrumpatur, sed quasi continue idem esse et generare aliud. Unde, licet iuxta praedic-
si fingamus Deum j_n aliquo instanti creare causa secunda habeat existentiam a qua essentiae maneat sub utraque existeni:ia, tam sententiam determinatio ad tale esse
materiam primam, et in eodem instanti cau- totum compositum generatur, quandoquidem ctiamsi illa commutatio existentiarum fiat
ad effectionem illius existentiae iam sup- in genere causae materialís vel dispositivae
sam secundam inducere formam in illam, per actionem agentis naturalis, non propter- proveniat a causa secunda, tamen in genere
concurrente Deo (ut fortasse fit in genera- ponitur materia ut sufficiens subiectum, ex ea erit generatio et corruptio materiae. Eo
tiene vermium, vel nutritioni ex speciebus quo .Potest cau!ia secunda aliquid agere. At ca"l!sae efficientis per se est a solo Deo,
vel rhaxime quod negad non potest in ea qma ipse solus efficit ex.istentiam et talem
consecratis), tune illa generado substantialis sequi inquiunt materiam primam generari
3ententia quin saltero dispositive ea com- existentiam; ergo ipse solus etiam genera bit
(iuxta eorum opinionem) non supponit exi- et corrumpi a causis secundis, quia per ea- mutatio existentiae fiat per actionem agentís
stentiam in materia, nec prius tempore, nec rurn actionem acquirit et amittit existen~ et corrumpet materiam primam, si ratio illa
n.aturalis, quia dissolvit proxtmum suscepti-
prius natura; ergo quod talis actio supponat tiam. Sed cur non, quaeso, ídem cum pro- efficax est; non sunt ergo hae rationes so-
v~m ;tnius existentiae et componit seu
subiectum, nihil obstat quominus per eam portione inferunt respectu Dei, si a solo Deo d.ispomt aliud; ergo, sicut hac ratione dici- lidae neque consequenter adductae in eorum
fiat existentia. sit illa existentia, nimirum ab ipso Deo ma- tur corrumpere unam rem existentem et ge- doctrina.
9. Obiectioni obviam itur et tertiae ra- tcriam corrumpi et generad, quia per actio- nerare alíam, dicetur etiam generare et cor- 10. Simpliciter tamen loquendo, verum
tioni respondetur.- Dicent fortasse obstare nem Dei amittit et acquirit existentiam? rurnpere materiam primam. Vel, s1 hoc dici est in proprio subiecto generationis quod
aliud quod in tertia ratione adiungitur, ni- Utrumque autem constat esse aeque falsum, non potest, quia obstat ídem esse essentíae sub utroque termino manet, quod est mate-
mirum, quod tune materia prima haberet a c~l? materia sit ingenerabilis et incorrupti~ ria prima, supponi aliquod esse existentiae
materiae semper manens, pari ratione id non
causa secunda existentiam per quam existit. b1l~s. Respondent non esse parem rationem, a solo Deo facturo ad omnem actionem
sequetur, etirunsi causa secunda efficiat exi~
At hoc in eorum principiis nullum incon- qma terminus actionis divinae solum est esse, stentiam. Est etiam falsum actionem Dei agentis naturalis, quia supponitur materia
veniens est, quia materia (ut aiunt) non quod nunquam deest materiae; causae vera solum terminad ad esse ut sic, et non ad prima creata et habens suum proprium esse
habet existentiam immediate per actionem p~rticulares determinant _hoc esse in quod essentiae in se et extra causam suam effi-
determinatum esse; nam, licet virtus ef-
qua creatur, sed per actionem qua totum ahud commutatur. Sed hoc est impertinens ~ectiva Dei ex se non limitetur ad hoc vel cientem, quod sine esse existentiae intelligi
compositum recipit existentiam, sive illud et falsum, nam si, ut res corrumpatur et illud esse, sed se extendat ad omne esse, non potest, ut supra probatum est. Et eadem
creetur, sive generetur, quía non existit pro- generetur, satis est mutare esse existentiae,
O!SPUHCIONES V ~ 7
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98 Disputaciones metafísicas ~D~~~p~u~ta~c~io~·n__X~X~X


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mismo motivo no es posible que la materia prima cambie su existencia propia e materia sólo según el ser de la esencia; otra, de Dios solo, que confiere la exis-
intrínseca sin cambiar la entidad propia y la actualidad de su esencia, y sin que, tencia. Mas la falsedad de esto la demuestro de muchas maneras. Primero, por
en consecuencia, no sólo se genere y corrompa, sino que incluso se aniquile o aquel vulgar principio de que también las acciones, igual que las cosas, se multi-
cree, o se transustande. Mas de este principio sólo puede inferirse que la causa plican en vano, cuando no obliga a ello la razón o la necesidad; y aquí no hay
segunda no puede producir la existencia total del ente o del compuesto en cuanto razón ninguna para multiplicar estas acciones, según se desprende suficientemente
a todas sus partes; pero podrá producir la existencia de la forma en la materia y del razonamiento anterior. Segundo, porque si se. hace consideración precisiva de
engendrar el ser del todo, no ciertamente sin presuponer algunas de sus partes, la acción de la causa segunda que se dice anteceder en orden de naturaleza a la
puesto que esto no sería engendrar, sino crear, sino componiéndolo, uniendo l:J.S acción de Dios por la que es producida la existencia, es menester que se dé
partes de que consta y añadiéndole el complemento último y formal. debido a ella algún ser de existencia, puesto que se da mediante ella algún ser real,
11. Refutación de la cuarta razón.- De esta suerte queda claro también que por el que es constituida fuera de las causas la cosa que se produce inmedia-
la cuarta razón es ineficaz, porgue, aunque las causas segundas produzcan la exis- tamente por dicha acción, y este ser no puede ser más que el de existencia, como
tencia generando el todo, no lo hacen creando ni produciendo directamente todo se evidencia por lo dicho antes, y es preciso que lo concedan los autores citados,
el ser en cuanto a cada una de sus partes, sin presuponer ninguna, que es lo con los que estamos discutiendo; dicen, en efecto, en los mismos pasajes que la
propio de Dios, del mismo modo que se afirma que es propio de El producir todo existencia es aquello por lo que _se entiende que una cosa está actualmente de
el ente, según explicaremos con detención poco más abajo. No hay, pues, razón modo formal fuera de las causas, y tienen por probable que haya sido llamada
probable ninguna para negar a las causas segundas la virtud de producir la exis- existencia de extra sistere, ya que por la existencia está la cosa fuera de la poten-
tencia de sus efectos. cialidad de las causas.
12. En segundo lugar y de modo principal se prueba la conclusión demostran- 13. Y se puede explicar y confirmar de la siguiente manera, porque, mediante
do que es falso el modo como explica dicha sentencia el concurso de las causas la acción primera que se dice propia de la causa _segunda, se educe la forma de
segundas al ser. Porque la afirmación de que l.a causa s.egunda pro~uce la deter- la potencia de la materia, puesto que ésta es la funclón y ésta es la acción propia
minación a un ser concreto, pero no el ser m1smo, o ttene el senttdo de que la del agente natural, como consta suficientemente por el lib. I de la Física, y por
causa segunda produce en el ser mismo alguna diferencia o modo intrínseco por lo dicho antes en las disp. XV y XVIII. Mas no resulta comprensible la educción
el que se determina a ese ser concreto, y esto es imposible, a no ser que produzca a partir de la potencia, sin que sea como extraído de la potencialidad en que antes
todo el ser mismo, ya que la acción física no se ejecuta sobre un modo o dife- estaba y reducido al acto aquello que es educido; ahora bien, no hay reducción
rencia metafísica, sino sobre la realidad misma tal como es en sí, y tampoco es al acto si no es por la existencia, según se demostró antes, y por eso la generación
éste el sentido que pretenden dichos autores; o el sentido es que las causas se- en cuanto generación, como se dice en lib. V de la Física, c. 1, tiene por término
gundas sólo determinan el ser por parte del sujeto, preparando el sujeto receptivo la existencia; luego en virtud de esa acción de la causa segunda, al efecto de
de ese ser concreto y no de otro, como parecen pretender manifiestamente los ella se le confiere algún ser de existencia; luego es superflua otra acción de Dios
autores dichos, y se demuestra también que esto es falso. Porque esta doctrina solo. La consecuencia es evidente, ya por ser preciso que la anterior acción de la
da por supuesto que siempre que un efecto procede de una criatura, tienen lugar causa segunda proceda también de Dios,' puesto que toda acción de la causa
alli dos acciones: una, derivada de la causa segunda que induce la forma en la segunda depende esencialmente de la causa primera. En consecuencia, resulta
ratione fieri non potest ut materia prima corn- Nulla ergo probabili ratione negatur causis que también la existencia que se confiere mediante tal acción es producida por
mutet propriam et intrinsecam existentiam, secundis virtus ad efficiendam existentiam
quin cornmutet propriam entitatem et actua- suorum effectuum,
litatem suae essentiae, et consequenter non 12, Secundo principaliter probatur con- dum esse essentiae; aliam, solius Dei con- per existentiam res sistit extra potentialita-
solum generetur et corrumpatur, sed etiam clusio ostendendo falsum esse modum qua ferentis existentiam. Hoc autem falsum esse tem causarurn.
annihiletur et creetur, vel transubstantietur. praedicta sententia declarat causas secundas multis modis demonstro, Primo, illo vulgari 13. Potestque in hunc modum declarari
Ex hoc autem vera principio solurn inferri concurrere ad esse. Nam quod ait, causam axiomate, quod sicut res, ita et actiones et confirmari, nam per illam actionem pri-
secundam efficere deterroinationem ad tale mam, quae propria dicitur causae secundae,
potest causam secundam non posse efficere frustra multíplicantur~ quando ratio aut ne-
esse, non vera ipsuro esse, vel est sensus educitur forma de potentia materiae; hoc
totam existentiam entis seu compositi quoad quod causa secunda efficit in ipsomet esse cessitas non cogit; hic autem nulla est ratio
enim est munus et haec actio naturalis agen-
omnes partes eius; poterit tamen efficere aliquam differentiam vel modurn intrinse- ad multiplicandas has actiones~ ut ex prae- tis_, ut ex I Phys., et ex dictis supra, disp.
existentiam formae in materia et generare cum quo determinatur ad tale esse, et hoc cedenti discursa satis constat. Secundo, qma~ XV et XVIII, satis constar. Non potest
esse totius, non quidem nullam eius partem est ímpossibile nisi efficiendo totum ipsum si consideretur praecise illa actio causae autem intelligi eductio de potentia quin id
supponendo, quía hoc non esset generare, esse, quia actio physica non attingit modum secundae quae dicitur antecedcre ordim: na- quod educitur quasi extrahatur a potentiaJi-
sed creare, sed componenda illud, uniendo seu differentiam metaphysicam, sed rem ip- turae ad actionem Dei qua fit existentia, tate in qua antea erat et in actum reduca-
partes ex quibus constat, et ultimum ac for- sam prout in se est, neque dicti auctores necesse est ut propter illam detur aliquod tur; non reducitur autem in actum nisi per
male complementum ei addendo, hunc sensurn intendunt. V el est sensus quod esse existentiae, quia per illam datur allquod esse, ut supra ostensum est, et ideo genera-
11. Quarta ratio refutatur.- Atque ita solum ex parte subiecti secundae causae de- esse reale, qua res quae per illam actionem tia, ut generatio, terminatur ad esse, ut
etiam constat quartam rationem inefficacem terminant esse, praeparando subiectum sus- immediate fit, extra causas constituitur, quod dicitur V Phys., c. 1; ergo ex vi illius
esse, nam, licet causae secundae efficiant ceptivum talis esse et non alterius, ut plane non potest esse nisi esse existentiae~ ut ex actionis;ueausae secundae datur effectui eius
existentiam generando totum, non tamen dicti auctores intendere videntur, et hoc fal- superius dictis patet, et a citatis auctoribus, aliquod esse existentiae; ergo superflua est
creando neque directe efficiendo totum esse sum etiam esse ostenditur. Quia illa doctrina cum quibus disputamus, concedi necesse alia actio solius Dei. Patet consequentia, tum
quoad singulas partes eius, nullam praesup- supponit, quotiescumque aliquis effectus a est; aiunt enim ibídem existentiam esse id quia necesse est priorem actionem causae
ponendo, quod est proprium Dei, quomodo creatura procedit, duas actiones ibi interve- qua formaliter res extra suas causas actua- secundae esse etiam a Deo, quia omnis actio
dicitur esse proprium illius efficere totum nire: unam, quae est a causa secunda in- liter esse intelligitur, et probabile putant causae secundae essentialiter pendet a pn-
ens, ut paulo inferius declarabimus late. ducente formam in materiam solum secun- existentiam dictam esse ab extra sistere, quia ma. Unde fit etiam illud esse quod per
100 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección IX 101

Dios. ¿Qué necesidad hay, pues, de que Dios confiera otra existenci~? Ya tan:bién procede de la causa segunda puede preguntarse si existe en la realidad en cuanto
porque no hay contradicción en que Dios suspenda toda otra acción que 1b~ a procede de la causa segunda, o no, ya que la acción, igual que los otros acciden-
hacer por sí solo; pues, si son acciones distintas, ¿por qué. no va a pod~r. ~10s tes, tiene su existencia proporciónada; y no puede ni siquiera concebirse mental-
suspender la segunda? O al menos, dejándonos de cuest10nes de ~os1b1hdad, mente que la acción haya salido del agente y no exista a su modo, porque ni puede
aunque concibamos que así sucede, sin embargo entendemos que ~n vtrtu? de la ser mayor la actualidad de la acción, ni puede concebirse de otra manera que
primera acción la forma ha sido educida de la potencia de la matena y la infor?'a esté fuera de las causas. Además, porque en otro caso es preciso imaginar otra
actualmente, y que, en consecuencia, ha sido excluida la otra forma y corrompida acción de Dios solo, por la que se confiera la existencia a dicha acción, lo cual
toda la existencia de la otra realidad; luego, aunque pensemos . que se suspend.e es ridículo por completo; en efecto, del mismo modo que no puede haber otra
toda acción subsiguiente, no obstante comprenderemos que en v1rtud de esta pn- acción para la acción, así tampoco para la existencia de la acción, y porque la
mera acción ha sido generada la realidad en acto y puesta fu~ra de las cau.sas; acción y la existencia de la acción dicen relaclón a un mismo principio, del
luego se comprende también que ha recibido la existencia en v1rtud de la misma mismo modo en general que el accidente y la existencia del acddente expresan
acción; por consiguiente, cualquier otra acción es superflua. . . relación a un mismo sujeto, ya que la forma y la existencia de la forma guardan
14. Por fin, se explica del siguiente modo: o todo efecto recibe rnedtante ~~a proporción entre si. Y si la acción, en cuanto procede de la causa segunda, es
acción algún ser real, o no. Si no recibe ninguno, ¿cómo puede ser una acc10n existente, de ahí deducimos, en primer lugar, que de la causa segunda dlmana
real, siendo así que toda acción tiende al ser? Porque donde no ~e da el ser algún ser de existencia, la existencia de su acclón en concreto. Concluimos luego
producido, tampoco se da el producirse. Y donde no se da. ~l producu~e, tampoco que mediante dicha acción se produce la existencia en el término de ella, puesto
se da el producir, y, c?nsecuentemente, tampoco. hay ae<:::on real. NI basta con que una acción existente en cuanto tal tiene por término una realidad existente
decir que en el mismo mstante en el que se da d1cha accwn se le confiere el ser en cuanto tal, pues todo el ser que hay en la acción, sea el que sea, tiende a su
al efecto mediante otra acción, porque de aquí resulta únicamente que se da el término, y en el término ya hecho responde un ser tal, cual es el que en la
ser al efecto concornitanternente con la primera acción, pero no que mediante ésta acción está haciéndose. Por consiguiente, si la causa segunda ejerce una verdadera
se le dé algún ser; y a la esencia de una acción real no c~rresponde que, se dé acción real y existente, por ella comunica al efecto el ser de la existencia, y es
algún ser con ella, sino media~te e~a, porq.ue, de l_o contrano, nada s; hara o se en consecuencia superflua aquella otra acción que se dice proceder de Dlos solo.
habrá hecho por ella. Mas, st medtante d:cha acción s~ pr~duce ?lgun ser ~eal, 15. Hay que hacer notar incidentalmente estas razones, porque de ellas,
vuelvo a preguntar si es un ser de existencia o de esenc~a. S1 lo pru~er?,. se t1ene según creo, se concluye manifiestamente de modo general que toda acción y
lo que se pretendía. Si lo segundo, sigo preguntando s1 ese ser esta umcamente eficiencia real tiende formalísimamente a dar a su término intrinseco algún ser de
en potencia, cosa que no puede afir~ar~7' puesto que. este ser no .~s na.da en la existencia, ya que, si se aplican debidamente, tienen igual valor para cualquier
realidad producida, ni es una denommac10n que se denve de la accwn, smo de la acción. Con esto se confirma aún más la identidad entre la existencia y la esencia
potencia de obrar, según se demostró antes; luego ~s u.n ser actual y nuevo o actual, pues las cosas que se ponen y se destruyen con total simultaneidad en una
temporal, puesto que el efecto lo posee de nuevo en si m1smo y fue~a de .las cau- acción formal idéntica son, en realidad, lo mismo, según se trató anteriormente;
sas; por consiguiente, no le falta nada para que sea el ser de la .ex1stenc1.a; Y se mas éste es el modo de comportarse la esencia y la existencia; luego no se dis-
confirma y urge más esto mismo, puesto que respecto de esa m1sma acc10n que tinguen en la realidad. Además, con estas mismas razones se prueba que es im-
posible que una causa disponga eficientemente al sujeto para recibir alguna exis-
talero actionero datur, fieri a Deo. Ad quid est esse factum, nec potest esse fieri. Ubi causa secunda interrogad potest an sit existens, ut sic, terrninatur ad rern existen-
ergo necessariuro est ut Deus aliud esse con- autem non est fieri, neque est facere~ et existens in rerum natura, necne, ut a causa tero ut sic; totum enim esse quod est in
ferat? Tum eti:un quia non repugnat Deum consequenter neq~e est acti~ realis; Nec sa- secunda progreditur; actio enim suam pro- actione, qualecumque illud sit, tendit ad
suspendere omnem aliam actionem quam tis est si dicatur m eodem rnstantl quo est portionataro existentiam habet, sicut alia ac- terminum, et t1le esse respondet in termino
se solo facturus crat; si enim illae actiones illa actio dari esse effectui per aliam actio- cidentia; non potest autem vel mente cen- in facto esse, quale est in actione in fieri.
sunt distinctae cur non poterit Deus postc- nem · nam hinc solum fit ut concomitan ter cipi quod actio sit egressa ab agente et non Si ergo causa secunda veram actionem re:l-
riorem suspendere? Vel certe (qmdquid sit cum' priori act10ne detur ess~ effectui, non sit suo modo existens, quia neque actualitas lem et existentem exercet, per illam com-
de possibilitate), .li~et concipi~mu~ ~ta fi~ri, vero quod per illa~ detu~ a~1quod esse; de actionis esse potest maior, neque ahter in- municat effectui esse existentiae, et conse-
nihilominus intelhg1mus ex Vl pnons actto- ratione autem reahs actmms non est ut telligi potest esse extra causas suas. Item, quenter supervacanea est illa alía actio quae
nis formam esse eductam de potentia mate- cum illa, sed ut per illam detur aliquod quia alias oportet fingere aliam actionem dicitur esse a solo Deo.
riae et actu illam informare, et consequenter esse, quia alias per ill~m nihil ~et aut fact~ solius Dei, per quam illi actioni detur exi- 15. Atque hae rationes obiter notandae
aliam forrpam esse exclusam et totam exi- erit. Si autem per illam acuonem , fit al~­ stentia, quod omnino ridiculum est; sicut sunt, nam ex eis, ut existimo, manifeste
stentiam alterius rei corruptam; ergo, e tia m- quod esse reale, interrogo r~sus ~n ~ud s1t enim ad actionem non potest esse alia actio, concluditur in universum omnem realem
si intelligamus omnem subsequentem nctio- csse existentiae vel essentlae. S1 pnmum, ita neque ad esse actionis, et quia actio et actionem et efficientiam formalissime ten-
nero suspendi, nihilominus intelligemus ex habctur intentum. Si secundum, ulterius ro- esse actionis dicunt habitudinem ad idem dere ad dandum aliquod esse existentiae suo
vi huius primae actionis rem actu esse ge- go an illud esse sit in potentia tantum, et principium, sicut in universum accidens et intrinseco termino, nam, si recte appliceil-
nitaro et extra causas; ergo etiam intelligi- hoc dici non potest, quia hoc esse nihil est esse accidentis dicunt habitudinem ad idem tur, aeque procedunt de omni actione. Et
tur ex vi eiusdero actionis recepisse existen- in re facta, neque est denominatio ah actio- subiectum, nam forma et esse formae pro- inde ulterius confirmatur identitas ínter exi-
tiam; ergo supervacanea est omnis alia ne, sed a potentia ag.endi, ut supra osten- portionem servant inter se. Quod si illa stentiam et actualem essentiam,; nam quae
actio. sum est; est ergo Illud esse actuale ac actio, ut progreditur a causa secunda, est eadem formali actione simul omnino po-
14. Tandem declaratur in hunc modum, novum seu temporale, quía illud denuo existens, iam inde imprimís colligimus ali- nuntur et destruuntur, idem m re sunt, ut
nam aut effectus recipit per illam actionem habet effectus in se, et extra causas suas; quod esse cxistentiae manare a causa secun- in superioribus tractatum est; sed hoc mo-
aliquod esse reale, vel non. Si nullum reci- nihil ergo illi deest ut sit esse existentiac. da, nimirum existentiam actionis eius. Dein- do se habent existentia et essenoa; ergo
pit, quoroodo esse potest actio realis,, curn Et confirmatur ampliusque urgetur hoc ip- de, concludimus per illam actionem fieri in re non distinguuntur. De'inde, iisdem
omnis actio tendat ad esse? nam, ubt non sum, naro de illamet actione quae est a esse existentiae in termino eius, quía actio rationibus ostenditur impossibile esse qtiod
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102 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección IX 103
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tencia sin darle alguna existencia, ya porque se demostró en general que no cuerpo, es necesaria una tercera acc10n sustancial, por la que el alma se una
puede darse una acción real que no dé la existencia, ya también porque esa al cuerpo, la cual es propiamente la generación; pero que esta multiplicación de
disposición que antes estaba en potencia se convierte en actual mediante dicha acciones en el presente caso es ~ficticia y superflua se demuestra a fortiori por lo
acción; luego tiene su esencia en acto, siendo en esto en lo que consiste el existir. dicho, y porque hasta ahora no se le ha ocurrido a ningún filósofo.
Y este argumento no sólo es eficaz considerado absolutamente, sino que lo es 17. Y si se elige la otra parte, es decir, que esa acción no es una creacmn,
también ad hominem contra los autores citados; en efecto, dicen ellos que la sino una educción, no hay motivo para atribuirla a Dios solo y no también a la
paswn entendida propiamente puede dimanar de la esencia, puesto que supone la causa ~egunda. La consecuen~ia se prueba porque una acción tal no supera la
esencia en acto; pero que la existencia no puede manar de la esencia, porque potencia del agente creado m por el modo como e~ hecha ni por el término a
seda preciso suponer a la esencia en acto, cosa que está en contradicción con la que tiende. Lo primero es claro, porque se trata de una acción desde un sujeto
existencia. Así, pues, de modo semejante decimos nosotros que está en contradic~ presupuesto, y este modo de obrar no excede las fuerzas del agente creado. Lo
dón con la esencia el ser dispueSta eficientemente para la existencia, puesto que segundo es evidente, porque todo lo que hay en el término o efecto de dicha
seria preciso suponer a la esencia en acto, ya que todo ejercicio de la eficiencia acción no ex:ede ~ perfección del agente creado. Y lo que dicen algunos, que el
no se realiza sobre la esencia en potencia, sino sobre la esencia en acto. ser de la ex1stenc1a es algo totalmente perfecto, y que, por lo mismo, no puede
16. Finalmente demuestro que esta doctrina es falsa por parte de la otra ser producido por un agente creado, no tiene importancia alguna, porque, aunque
acción que se atribuye a Dios solo, a fin de que El solo realice la existencia el ser de la existencia, en cuanto tal y por su propio género, acaso sea una perfec-
mediante ella. Pregunto si esa acción es una creación propia o es una educción ción suma -cosa que luego veremos-, sin embargo este ser concreto de exis-
del acto de existir desde la potencia del sujeto o esencia; ya que entre estas tencia que se pro1uce, por ejemplo, en el fuego o en el agua, no es absoluta-
cosas no es pensable ningún medio. Ahora bien, no puede decirse que esa acción mente perfecto, ni es más perfecto que lo es la existencia similar en el fuego o
es una creación propia. Primero, porque de esto se sigue que toda existencia en el agua generante; luego la acción productiva de la existencia no excede por
creada es subsistente e independiente de todo receptáculo en el ser y en el pro-~ ningún capítulo la perfección del agente creado. Y se confirma, porque, de lo
ducirse. Y de esto los autores antes citados piensan en general que es imposible, contrario, el agente creado ni producirla la existencia de su efecto, ni la unión de
y, al inenos, consta que es falso en la existencia de los accidentes y de las formas la exist:ncia con la esencia, según afirmaba la primera opinión. Se prueba la con-
materiales. Segundo, porque si la existencia no se distingue de la esencia, es secuencia, p<!rque, cuando la forma o el acto se produce por educción desde la
claro que no puede ser creada, si no es creada la esencia; mas si se distingue) potencia del sujeto o del receptáculo, es producida y unida con la misma acción,
al menos es cierto que la existencia no puede ser producida ni existir natural- puesto que 110 es producida sin el concurso material del sujeto, y el sujeto no
mente a no ser en la esencia y actualizándola; luego depende de ella en su pro- puede concu~rir si no es mediante la unión, según se explicó Con más extensión
ducción y en su ser; luego, cuando es producida de un modo connatural, no es anteriormentt y en el I tomo de la III parte; luego si la existencia no se produce
producida por creación. Tercero, porque, en otro caso, seria preciso añadir una por creación sino por educción, es unida por la misma acción con que es pro-
tercera acción por la que la existencia se uniese a la esencia, del mismo modo que ducida; luego si la causa segunda no produce la existencia, tampoco la une.
en la generación del hombre, por ser al alma propiamente creada, además de su 18. Demostración directa de nuestra afirmación.- Finalmente, es fácil la de-
creación y de la otra acción accidental por la que es dispuesto u organizado el mostracDn directa de nuestra afirmación con las cosas que se han dicho no sólo

aliqua causa effective disponat subiectum sit propria creatio, vel eductio actos existen-
organizatlr corpus, necessaria est tertia actio postea videbimus), tamen hoc esse existen-
ad aliquam existentiam recipiendam non di de potentia subiecti seu essentiae; nam substantiüs, qua anima uniatur corpori, tiae quod fit m igne vel in aqua, verbi
dando illi aliquam existentiam, tum quia in inter haec non potest medium excogitari. quae est ¡ropria generatio; hanc autern mul- gratia, non est perfectissimum, nec perfectius
universum ostensum est non posse esse ac- Non potest autem dici actionem illam esse tiplicationm actionum in praesenti fictam quam sit simile esse in igne vel in aqua
tionem realem quae non det existentiam, propriam creationem. Primo, quia inde se- esse et Uperfluam a fortiori probatur ex generante; ergo ex nullo capite excedit per-
tum etiam quia illa dispositio, quae antea quitur omnem existentmm creatam esse sub- dictis, et quía nullus philosophus hactenus fectionem agentis creati actio productiva
erat in potentia, per illam actionem est actu; sistentem et independentem in esse et fieri eas excog:avit. existentiae. Et confirmatur, nam alias agens
habet ergo suam essentiam in actu, et hoc ab omni receptivo. Quod praedicti auctores 17. Si autem altera pars eligatur, nimi- creatum neque efficeret existentiam sui ef-
est existere. Quod argumentum non solum in universum putant esse impossibile, et sal- rum, illat actionem non esse creationem fectus, neque unionem existentiae curo es-
simpliciter, sed etiam ad hominem est effi- tem constat esse falsum in existentia acci- sed educbnem, sine causa tribuitur solí sentia, ut prior opinio dicebat. Probatur se-
cax contra dictas auctores; nam ipsi aiunt Deo et no etiam causae secundae. Probatur quela, quia quando forma vel actus fit per
pmpriam passionem posse~ m!mare ~b essen- dentium et formarum materiulmm. Secundo,
quia; si existentia non distinguitur ab essen... consequena, quía talis actio neque ex modo eductionem de potentia subiecti seu recepti-
tia, quia supponit essentiam in actu; exi- quo fit, niue ex termino ad quem tendit, vi, eadem actione fit et unitur, quia non fit
stentiam vero non posse manare ab essentia, tia, clarum est non posse ipsam creari si
essentia non creatur; si autem distinguitur, superat vit agentis creati. Primum patet, sine materiali concursu subiecti, et sub-
quía oporteret supponere essentiam in actu, quía est ~tío ex praesupposito subiecto; iectum non potest concurrere nisi media
quod repugnat existentiae. Simili ergo modo saltem est certum existentiam non posse na-
tlll'aliter fieri neque esse nisi in essentia sua hic autem p.odus agendi non excedit vires unione, ut in superioribus, et in 1 tomo,
nos dicimus repugnare essentiam disponi agentis cr~i. Secundum patet, quía quid- in III parte, latius declaratum est; ergo, si
effective ad existentiam, quia oporteret sup- et actuando illam; dependet ergo ab illa in
fieri et in esse; ergo, quando fit connaturali quid est irt-ermino seu effectu illius actio- existentia non fit per creationem sed per
ponere essentiam in actu; nam effectio non nis, non agentis creati. eductionem, eadem actione unitur qua fit;
versatur circa essentiam in potentia, sed modo, non fit per creationem. Tertio, quia
circa essentiam in actu. alias oporteret adiungere tertiam actionem, Quod ~,:Ju;){~;~::~n~~:'~ esse existentme ergo, si causa secunda non facit existentiam,
qua existentia uniretur essentiae, sicut in ui et ideo non posse neque etiam unit illam.
16. Ultimo ostendo falsam esse illam creato, nullíus momenti est, 18. Directe ostenditur asse1·tio nostra.-
doctrinam ex parte alterius actionis quae generatione hominis, quia anima proprie
existentiae, ut sic et ex suo Atque ex his tandem quibus et fundamenta
soli Deo tribuitur, ut per illam solus effi~ creatur, praeter creationem eius et aliam
summa perfectio (quod primae sententiae et modus explicandi illam
ciat existentiam. Et interrogo an illa actio actionem accidentalem qua disponitur seu
104 Disputaciones metafísicas Disputación X.XXI.-Sección IX 105
para refutar los fundamentos de la primera sentencia, sino también su modo de mental respecto del mismo efecto. Además añaden que se afirma arbitrariamente
explicarla. En primer lugar, porque, según se demostró, la cosa existente y su que Dios confiere a las causas segundas una virtud fluyente e instrumental con la
existencia se producen con una sola e idéntica acción; mas las causas segundas que produzcan la existencia. Peto no veo por qué ellos mismos pueden tener esto
producen sus efectos como reales y existentes; luego producen sus existencias. primero por absurdo, puesto que afirman que en todo efecto creado hay esencia y
En segundo lugar, porque toda verdadera eficiencia tiene por término algún ser existencia, y que aquélla es producida por el agente segundo como por causa
de existencia, como se probó también; mas las causas segundas verdaderamente principal, mientras que ésta es producida por Dios solo. Si, pues, en un mismo
producen algo de modo eficiente; luego verdaderamente producen en sus efectos efecto son realidades distintas aquellas de las que se dice que son producidas por
de modo eficiente el ser de existencia. En tercer lugar, y especialisimamente a Dios de distintas maneras, es decir, o por sí solo o mediante la causa segunda,
priori, porque la exlstencia no se distingue realmente de la esencia actual; mas ¿por qué no van a poder ser producidas de maneras distintas por la causa segunda,
las causas segundas extraen de la potencia al acto las formas o esencias que pro- es decir, como por agente principal y como por instrumento? O, si son diversas
ducen, dándoles de este modo algún ser actual o la entidad de la esencia actual; las acciones por las que son producidas la esencia y la existencia, ¿qué hay de
luego les dan la existencia. absurdo en que el mismo agente próximo, el cual produce a la una con virtud
19. Afirmo en segundo lugar: las existencias de las cosas que se generan y propia y principal, sea asumido como instrumento para producir la otra, si no
corrompen, no sólo son producidas por las causas segundas como por instrumentos, tiene una virtud principal similar para ponerla en ejercicio? No es, efectivamente,
sino tamb:én como por causas principales próximas, y en general las existencias son algo inusitado que los agentes naturales operen instrumentalmente cuando no
producidas por estas causas del mismo modo que lo son las esencias. Esta afirma- pueden hacerlo principalmente.
ción la mantienen con nosotros, en parte, los autores de la primera sentencia en 20. En consecuencia, supuesta dicha doctrina, no es posible impugnar con
cuanto n:egan que las causas segundas sean, propiamente hablando, instrumentos suficiente eficacia esta otra sobre la acción instrumental. Sin embargo, del principio
para producir la existencia. Esta parte ha de entenderse de todas las causas que sentado en la aserción precedente se infiere con evidencia esta segunda. Porque la
son principales en la producción de sus efectos en cuanto al ser de la esencia. acción por la que es producido el efecto de la causa segunda es la misma que
Porque, si también en esto son únicamente instrumentos, como es, por ejemplo, el tiene por término el ser de la existencia de dicho efecto; por consiguiente, slempre
caso del calor para la producción del fuego, o del semen para la producción del que la causa segunda es principal en su género respecto de su efecto, es preciso
animal, nada tiene de extraño que sean también instrumentos para producir la que produzca la existencia de éste del mismo modo, puesto que no puede ser causa
existencia de tales efectos. Más aún, esto se sigue necesariamente segfm la última principal e instrumento respecto de una única e idéntica acción y término. En
parte de la conclusión, y por eso propuse la conclusión con estas palabras, es segundo lugar, porque la causa segunda concurre eficientemente. a la existencia de
decir, que las causas segundas en la producción de las existencias 10 son sólo su efecto, como conceden quienes admiten que es un instrumento, ya que la causa
instrumentos, sino también causas principales, a fin de que esto sea a¡:licable a las jnstrumental produce verdaderamente de modo eficiente; ahora bien, un efecto
diversas causas, y haya, como dicen los dialécticos, una distribución pr$porcionada, de tales caracter1sticas no execede la virtud de una causa así, según se demostró,
pues no son las mismas causas las que tienen ambas razones, sino diversas causas. porque ni lo hace en la perfección de la cosa que es producida ni en el modo
Por tanto, as1 explicada esta parte, no es probada por dichos autores de otro como es producida; luego produce como causa principal y no como instrumento,
modo más que porque parece absurdo que la causa segunda sea prlncipul ~ instru- ya que se llama causa principal a aquella que obra con la virtud propia que
se le acomoda y que es proporcionada al efecto. Tercero, porque el fuego, por
improbata sunt, est facilis directa probatlo nobiscum ex purte docent auctore1 primae
assertionis nostrae. Primo, qma unica et ea- sententiae, quatenus negant causas iecundas mentalis. Addunt deinde voluntarie dici 20. Quocirca, supposita illa doctrina, non
dem actione fit ref\ existens et existentia esse instnunenta proprie dicta ad f¡oducen- Deum conferre causis secundis vírtutem potest satis efficaciter impugnari haec alia
eius, ut ostensum est; sed causae secundae dam existentiam. Quae pars intelli¡.:nda est fluentem et instrumentalem qua producant de actione instrumentali, Tamen, ex prmci-
efficiunt suos effectus reales et existentes; respectu omnium causarum quae snt prin- existentiam. Sed non video cur ips1 possint pio pasito in praecedenti assertione, eviden-
ergo efficiunt existentias eorum. Secundo, cipales in producendis cffectibus qoad esse illud primum reputare absurdum, cum di- ter infertur haec secunda. Nam actio qua
quia omnis vera efficientia terminatur ad essentiae. Nam, si in hoc etiam sh tantum cant in eodem effectu creato esse essentiam fit effectus causae secundae, eadem termi-
aliquod esse existentiae, ut etiam probatum instrumenta, ut est calor, verbi grat~ ad pro· et existentiam, et illam fieri ab agente se- natur ad esse existentiae illius; ergo quan-
est; sed causae secundae vere efficiunt aH- ductionem ignis, vel semen ad prouctionern cundo ut a causa principali, hanc vera fieri documque causa secunda est in suo genere
quid; ergo vere efficiunt in suis effectibus animalis, nihil mir1..1m est quod bt etiam a solo Deo. Si ergo in eodem effectu sint principalis respectu sui effectus, necesse est
esse existentiae, Tertio, et maxime a priori, instrumenta ad producendas existntias ta- res distrnctae, quae diversis modis dicuntur ut eodem modo efficiat existentiam eius,
quia existentia non distinguitur in re ab es- lium effectuum. fmmo, id est nece1ario con- fieri a Deo, scilicet, vel se solo, vel per quia non potest respectu unius et eiusdem
sentía actuali; sed causae secundae per sequens iuxta ultimam partem ccclusionis, causam secundam, cur non poterunt etiam actionis et termini esse causa principalis et
suam efficientis.m cxtrahunt formas seu es- et ideo conclusionem proposui su' illis ver- fieri diversis modis a causa secunda, scilicet, instrumentum. Secundo, quia causa secunda
sentias qms producunt de potentia in bis, scilicet, causas secundas in ~fficiendís ut principali agente et ut instrumento? Aut, effective concurrit ad existentiam sui ef-
actum, et ita dant illis aliquod esse actuale existentiis non tantum esse instrul.enta, sed si actiones per quas fiunt essentia et existen- fectus, ut concedunt qui admittunt illam es-
seu entitatem essentiae actualis; ergo dant etiam principales causas, ut haec .J. diversas tia sunt diversae, qmd absurdi est quod idero se instrumentum; nam causa instrumeutalis
illis existenthm. causas referantur, et sit veluti ¡commoda agens proximum, quod propria et principali vere effi.cit; sed talis effectus non excedit
19. Dico secundo: existentiae rerum quae (ut dialectici loquuntur) distrittio; non virtute alteram elicit, assumatur ut instru- virtutem talis causae, ut iam probatum est,
generantur et corrumpuntur non solum enim eaedem causae utramque rlonem ha- mentum ad effi.ciendam alteram, si similem quia neque in perfectione rei quae fit, ne-
fiunt a causis secunais ut ab instrumentis, bent, sed diversae. Sic ergo e~icata haec virtutem principalem ad illam exercendam que in modo qua fit; ergo efficit ut causa
sed etiam ut a causís principalibus proximis, pars non aliter probatur a dicti~uctodbus, non habet? Non est enim inus1tatum quod principalis, et non ut instrumentum, nam
et in universum ita fiunt existentiae ab hts nisi quia absurdum videtur ut p.sa secun- agentia naturalia instrumentaliter operentur, causa principalis ilia dicitur quae agit pro-
causis sicut essentiae. Hanc assertionem da eiusdem effectus sit principal et lnstru- quando non possunt principaliter. pria virtute accommodata et proportionata
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106 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección IX 107

ejemplo, no produce al fuego como causa principal según el ser de la esencia o el ser mismo en cuanto tal, mientras que, respecto de la criatura, es este o aquel
según la forma de fuego por otro motivo más que porque el efecto no excede la ser concreto.
virtud de la causa, ni en sí mismo, ni en el modo como es producido por el 22. La segunda diferencia --consiste en que Dios puede conferir a la criatura
agente; mas sucede otro tanto respecto de la existencia de dicho efecto; luego. Por rodo el ser y totalmente, por asl decirlo; en cambio, la criatura no tanto puede
eso, au?. supuesta la distinción real entre la existencia y la esencia, no veo con qué dar todo el ser, cuanto completar o perfecc~onar al ser incoado, añadiéndole un
probab1hdad se pueda negar esta aserción. l\1.as es mucho más evidente una vez ser parcial o accidental. Cayetano insinuó esta diferencia en I, q. 8, a. 1; mas,
sup,ue.sta la identidad entre la existencla y la esencia actual, en la que se funda por no admitir él en las sustancias el ser .parcial o total, sino sólo. ~1 único ser
la ultima parte de la conclusión, puesto que, si éstas son lo mismo en la realidad, simple de todo el supuesto, por eso la expllca por las causas o cond1c1ones reque-
no. P,ue~en ser produc~das al mismo tiempo y en una única acción por una sola ridas para el existir, ya que Dios solo es el que produce en una cosa todo aquello
e 1de?t1ca causa de cl1versas maneras. Además, porque producir una realidad o que es necesario para existir; en efecto, si la cosa es inmaterial, Dios solo produce
esencia actual no es más que darle la existencia, según está suficientemente expli- toda la sustancia de la cosa; y si es material, al menos Dios solo produce la
cado; luego el agente próximo no puede ser causa principal de la una e instru- materia. Esta explicación tiene su verdad; mas nosotros añadimos consecuentemente
mental de la otra. que en toda realidad creada hay algo de existencia, es decir, alguna existencia
total o pardal, la cual es producida por Dios solo; pero que no hay ninguna
Por qué razón especial se atribuye a Dios la producción eficiente que sin Dios haya sido producida por la criatura, y en este sentido afirmamos
de la existencia que Dios produce toda la existencia totalmente. Afirmamos también que Dios solo
es el que pone en toda realidad el primer fundamento de la existencia, sin el que
21. Afirmo en tercer lugar: en la producción eficiente de la existencia Dios la criatura no puede producir eficientemente nada de existencia. La razón está en
tiene algo propio en lo que supera a las criaturas; mas esa misma sup;ración que toda eficiencia tiene por término la existencia, c?m~ demost:é; ahora bien,
la tiene en la producción eficiente de la esencia de la criatura. La primera parte en todo efecto de la criatura se supone alguna efic1enc1a de D10s solo; luego
se establece a fin de hacer inteligibles y conciliables los diversos pasajes de Santo también se supone alguna existencia producida por El mismo. La menor se prueba
Tomás arriba citados. Y se explica de la siguiente manera: en primer lugar, el con una inducción similar, puesto que para que la criatura produzca eficientemente
objeto adecuado de la virtud divina es el ente creado en cuanto es tal, el cual la existencia del accidente, supone la existencia de la sustancia, la cual, si es espi-
no puede ser el objeto adecuado de virtud alguna creada, puesto que ésta no puede ritual, ha sido producida por Dios solo; y, si es material, al menos ha recibido
producirse a si misma, ni a otra más excelente que ella misma; ahora bien, el la materia de Dios solo. Por tanto, si la criatura produce eficientemente el ser
acto propio y adecuado del ente es el ser, y por eso Dios confiere el ser en sustancial supone también la materia producida por Dios solo y, consecuente-
cuanto tal de un modo esencial y primado, mientras que la criatura sólo produce mente, b~jo algún ser de existencia, al que tiene por término esa acción eficiente
este o aquel ser. No quiere esto decir que, o Dlos no produzca en cualquier ser de Dios solo.
toda razón determinada del mismo, o que, cuando la criatura produce algún ser, 23. La tercera diferencia se toma del hecho de que Dios produce la existencia
no produzca en ella cualquier razón común de ser que pueda ser abstraída por sin partir de ninguna realidad creada preexistente, mientras que la criatura nunca
nosotros, pues estas cosas son imposibles, como es de por sí evidente; sino que da el ser si no es partiendo de la presuposición de otro ser. Resulta de esto que
la razón bajo la cual Dios alcanza dicho efecto, y que es adecuada a su virtud, es también por tal motivo se dice que Dlos produce el ser en cuanto tal esencial y
effectui. Tertio, quia non ob aliam causam rat creaturas; eumdem tamen excessum ha-
producit ignis, verbi gratia, ignem secundum bet in efficienda essentia creaturae. Prior
esse essentiae seu formam ignis, ut princtpa- eius, sit ipsum esse ut sic; respectu vera modo dicimus Deum efficere totam existen-
lis causa, nisi quia effectus non excedit vir- pars ponitur ut intelligantur et concilientur creaturae sit tale vel tale esse. tiam totaliter. Dicimus etiam solum Deum
tutem causae, neque in se, neque in modo diversa loca D. Thomae supra citata. Et in 22. Secunda differentia est quía Deus in omni re ponere pnmum fundaroentum
quo ab agente fit; sed ídem est de existen- hunc modum declaratur: nam imprimís ob- potest conferre creaturae totum esse et to- existentiae, sine quo creatura non potest aH-
tia talis effectus; ergo. Quapropter, etiam iectum adaequatum divmae virtutis est ens taliter, ut sic dicam; creatura autem non quid existentiae efficere. Et ratio est qpia
posita distinctione reah inter existentiam et tam potest dare toturn esse, quam cornplere omnis efficientia terminatur ad existentiam,
creatum in quantum tale est, quod non ut probavi; in omni autem effectu creaturae
essentiam, non video qua probabilitate pos- vel perficere inchoatum, adiungendo esse
potest esse adaequatum obiectum alicuius partiale vel accidentale. Hanc differentiam supponitur aliqua efficientia solius Dei; er-
sit haec assertio negad. Est autem multo
evidentior, supposita identitate existentiae et virtutis creatae, cum non possit efficere attiglt Caietanus, 1, q. 8, a. 1; quia vera go et aliqua existentia ab ipso facta. Minor
essentiae actualis, in qua ult1roa pars con- seipsam~ neque excellentiorem se; proprius ipse non admittít in substantiis esse partiale simili inductione probatur, nam, ut creatura
clusionis fundatur, quia, si haec in re sunt autem et adaequatus actus entis est esse, et iut totale, sed solum unum esse simplex efficiat existentiam accidentis, supponit exi~
idem, non possunt ab una et eadem causa totius suppositi, ideo eam declarat per cau- stentiam substantiae, quae, si spuitualis sit,
ideo Deus per se primo confert esse, ut sic, a solo Deo facta est; si vero sit m;:¡.terialis,
diversis modis fieri simul et una actione. sas vel conditiones ad existendum requisitas,
creatura vero solum facit hoc vel illud esse. nam solus Deus efficit in re totum id quod saltero habet materiam a solo Deo. Unde, si
Item quía efficere rem seu essentiam actua-
lem, nihil aliud est quam ilh dare existen- Non quod vel Deus non effic1at in omni necessanum est ad existendum; nam, si res creatura efficiat esse substantiale, etiam sup-
tiarn, ut satis declaratum est; ergo non pot- esse omnem determinatam rationem eius, sit immaterialis, solus Deus facit totam rei ponit materiam effectam a solo Deo, et
est agens proximum esse causa principalis vel quod, cum creatura efficit aliquod esse, substantiam; si autem sit materialis, saltero consequenter sub aliquo esse existentiae, ad
unius, et instrumentalis alterius. non efficiat in illo omnem communem ra- efficit Deus solus materiam. Quae expositio quod illa effectio solius Dei terminetur.
veritatem habet, nos vero consequenter ad- 23. Tertia differentia bine sumitur, quod
Qua peculiari ratione tribuatur Deo tionem essendi quae a nobis abstrahi pot- Deus facit existentiam ex nulla re creata
dimus in omni re creata esse aliquid existen-
effectio existentiae est; haec enim impossibilia sunt, ut per se tiae, seu aliquam existentiam totalem vel praeexistente, creatura vero nunquam dat
21. D1co tertio : in efficienda existentia constat; sed quod ratio sub qua Deus at- partialem, quae a solo Deo fit; nullam vero esse nisi ex praesuppositione alterius esse.
aliquid proprium habet Deus, in quo supe- tingit illum effectum, et adaequata virtuti esse quae a creatura fiat sine Deo, et boc Unde fit ut etiam hac ratione dicatur Deug
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108 Disputación XXXI.-Sección IX 109


_____D_:i"'sp'-'utaciones metafísicas
primariamente, mientras que la criatura no lo produce más que en cuanto es tal, materia e.s una parte de ella. Por consiguiente, o bien hay que decir que se trata
puesto que, como hemos dicho con Aristóteles al tratar de las causas, se dice que tanto de la esencia como de la existencia completa, puesto que la que es incompleta,
el efecto se produce esencial y primariamente según aquella razón de ente que no o no puede ser producida por un agente natural, como es el caso de la materia
se presupone de parte del mismo efecto; por ejemplo, cuando del aire se genera prima, o, si puede ser producida por un agente natural, presupone otra parte de
fuego, esencial y primariamente se produce el fuego, pero no el elemento o el la esencia producida por otro, como sucede con la forma sustancial; o al menos, si
cuerpo, puesto que estas razones ya estaban presupuestas en el aire. Así, pues, es la de una entidad menor, como es el caso del accidente, presupone la esencia sus-
según estas razones propias de Dios, dice a veces Santo Tomás que Dios es la tancial, de la que depende naturalmente, y aunque no pertenezca a la esencia
causa propia y esencial del ser mismo, pero no excluye toda eficiencia propia de de una forma tal considerada en abstracto, no obstante pertenece de algún modo a
las causas segundas sobre las existencias particulares de sus efectos, como quedó su esencia. Y en. seg~ndo lugar se dice que, .igual que propiamente no se genera
antes suficientemente claro por otros pasajes de su doctrina. la forma sustancial, smo el compuesto, del m1smo modo tampoco se hace propia-
24. Las criaturas concurren a la producción de la esencia del mismo modo mente la forma accidental en abstracto, sino el mismo concreto que se compone
que a la producción de la existencia.- De estas razones, si se las pondera debida- intrínsecamente de sujeto y forma. Y, de esta suerte, una producción eficiente de
mente, resulta manifiesto que estas diferencias no sólo tienen lugar en la produc- este tipo supone algo de lo que no consta intrínsecamente el efecto mismo, ya
ción eficiente de la existencia, sino también en la de la esencia, aunque nos imagi- se lo considere en el ser de la esencia, ya en el de la existencia.
nemos que son dist~ntas. Se prueba, puesto que también Dios solo es el que 25. Con esto resultan también fácilmente aplicables las otras diferencias; en
produce eficientemente toda esencia creable, y, en consecuencia, sólo El mira a la efecto, sólo Dios produce la esencia sin presuponer ninguna otra esencia, y, en
esencia producible, en cuanto tal, como a objeto adecuado y esencial y primaria- consecuencia, sólo El mismo produce esencial y primariamente la esencia creada
mente producible por El mismo. De igual modo Dios solo es el que puede hacer en cuanto es tal. Acaso objetarán que, aunque Dios produzca el ser de la exis-
como agente propio y principal toda la esencia de una cosa totalmente, es decir, tencia sin tener como punto de partida ninguna existencia, porque lo hace de la
según todo aquello que compone intrínsecamente a tal esencia o la constituye nada, no obstante no produce la esencia partiendo de ninguna esencia o de la nada
de algún modo en el ser de esencia actual, como se desprende de la misma induc- de esencia, puesto que, si no se presupone la esencia, no es inteligible que una
ción; porque, si la esencia es espiritual, la produce Dios solo; y si es material, al cosa sea producible por Dios. Mas los que así responden están manifiestamente
menos en cuanto a la materia es producida por Dios solo, y según ella se la enredados en un equívoco, porque, si por esencia entienden la realidad en la
presupone para la acción de la causa segunda, la cual, a lo más, añade la otra sola potencia objetiva, nosotros no nos referimos a ella, ya que en cuanto tal no
parte de la esencia, realizando de este modo su consumación. Se objetará que, es nada, ni es verdaderamente producida ni es el término de una efección, a no
aun concediendo que esto suceda en las sustancias, no sucede, empero, en los ser que se la llame acaso el término a quo, lo cual no tiene nada que ver, porque
a~cidentes, por no ser el sujeto una parte de la esencia de la forma accldent~l, se afirmará en el mismo sentido que la existencia es producida por Dios de la
s1endo de este modo la causa se_gunda la que produce completamente toda la esencm no existencia en acto y de la existencia en su ser potencial y objetivo; porque,
del accidente. Se responde que puede afirmarse lo mismo de la existencia del acci- si la existencia no fuese posible y no fuese conocida como tal por Dios, no hubiera
dente, puesto que t<:~..mpoco el sujeto o la existencia del sujeto es una parte de podido ser producida por El. Mas, si nos referimos a una esencia actual, que sea
ella, siendo aplicables ambas cosas a la forma sustancial, porque tampooo la verdaderamente una entidad fuera de Dios, es absolutamente falso que Dios no
produce la esencia creada simple y absolutamente sin partir de ninguna esencia,

per se primo facere esse ut sic, creatura essenthe creabilis, et consequenter solus ipse
vero non nisi ut est tale, nam, ut curn ria non est pars eius. Unde vel dicendum sentiam nulla praesupposita essentia, et con-
respicit essentiam factibilem, ut sic, tam-
Aristotele diximus tractando de causis, ef- quam obiectum adaequatum et per se pri- est serrnonem esse tam de essentia quam de sequenter solus ipse facit per se primo es-
fectus dicitur per se primo fieri secundum existentia completa, nam illa quae incom- sentiam creatam ut talis est. Dicent fortasse,
mo factibile ab ipso. Similiter solus Deus
eam rationem entis quae ex parte ipsius facere potest, ut proprium et principale pleta est, vel fieri non potest ab agente na- licet Deus faciat esse existentiae ex nulla
effectus non praesupponitur; ut cum gene- turali, ut materia prima, vel, si fieri potest existentia, quia facit ex nihilo, non vera
agens, totam rei essentiam totaliter seu se-
ratur ignis ex aere, per se primo fit ignis, ab agente naturali, supponit aliam partem facere essentiam ex nulla essentia, seu ex
cundum id totum quod talem essentmm nihilo essenttae, quia, nisi essentia suppo-
non vero elementum aut corpus, quia hae intrinsece componit vel aliquo modo con- essentme factam ab alio, ut substantialis
r<itiones iam praesupponebantur in aere. forma; aut certe, si sit minoris entitatis, ut natur, non potest intelligi quod res sit facti-
stituit in esse essentiae actualis, ut patet bilis a Deo. Qui vera sic respondent, plane
Secundum has ergo rationes Dei proprias, ex eadem inductione; nam, si essentia sit est accidens, supponit sub::;J:antialem essen-
dicit interdurn D. Thomas Deum esse pro- tiam, a qua naturaliter !?tndet, et quarnvis in aequivoco laborant, nam, si per essentiam
spiritualis, solus Deus illam facit; si ve ro intelligant rem in sola poientia obiectiva,
priam et per se causam ipsius esse, non sit materialis, saltem quoad materiam fit a non sit de essentia talis formae in abstracto
vero excludit propriam efficientiam causa- sumptae, pertinet tamen aliquo modo ad es- nos de illa non agimus, quía illa ut sic nihil
solo Deo, et secundum illam supponitur ad est, neque vere fit aut est terminus effectio-
rum secundarum circa particulares existen- actionem causae secundae, quae, ad sum- sentiam eius. Secundo vera dicitur, sicut
tías suorum effectuum, ut ex aliis suae non generatur proprie forma substantialis, nis, nisi fortasse dicatur terrninus a quo,
mum, addit alteram partem essentiae, et ita quod nihil refert, quia eodem modo dicetur
doctrinae locis supra satis manifestatum est. consummat illam. Dices: esto ita sit in sub- sed composítum, ita nec :fieri proprie for-
24. Ea modo ad pmductionem essentiae rnam accidentalem in abstracto, sed ipsum existentia fieri a Deo ex non existentia in
stantiis, non tamen in accidentibus, quía
concurrunt creaturae qua ad productionem concretum quod ex subiecto et forma in- actu et ex existentia in esse potentialí et
subiectum non est pars essentiae formae ac- obiectivo; quia1 nisi existentia esset possi-
existentiae.- Ex his vera rationibus, si re-cte cidentalis, et Ita causa secunda omnino effi- u;insece componitur. Atque in hunc modum
ponderentur, manifestum est has differentias talis effectio supponit aliquíd ex quo intrin- bilis et ut talis praecognosceretur a Deo,
cit totam essentiam accidentis. Respondetur non potuisset ab eo fieri. Si vera Ioquamur
non solum intercedere in effectione existen- idem dici posse de existentia accidentis, quia sece constat ipse effectus, sive in esse essen-
tiae, sed etiam in effectione essentiae, etiam tiae, sive in esse existentiae consideretur. de essentia actuali, quae vere sit aliqua en-
etiam subiectum vel existentia subiecti non titas extra Deum, falsissimum est non facere
si fingamus eas esse distinctas. Probatur, est pars eius, et utrumque apphcari potest 25. Atque bine etiam facile applicantur
nam etiam solus- Deus est effector omnis aliae differentiae; nam solus Deus facit es- Deum essentiam creatam simpliciter et ab-
ad formam substantblcm, quia etiam mate-
110 Disputaciones metafí5icas Disputación XXXI.-Sección X 111

puesto que ni hace de su misma esencia a la esencia creada, por ser esto imposible, enseñan de modo semejante que propiamente y en rigor no es una causa ejemplar.
ya que se trata de esencias primariamente diversas, ni la hace de otra esencia fuera Nosotros explicamos esto sin dificultad alguna, porque la causa íormal propia se ms-
de la suya, siendo así que es preciso que toda otra sea creada por El. Queda, pues, tingue realmente del sujeto en-----que tiene su efecto formal, constituyendo con él
claro que Dios tiene en la producción de la esencia la misma eminencia y especial una composición real y verdadera; la existencia) en cambio, no se distingue real-
razón que tiene en la producción de la existencia. Esto es también una conse- mente de la esencia, y no puede, por lo mismo, ser una verdadera forma, ni un
cuencia necesaria de la identidad entre la esencia actual y la existencia, de acuerdo acto físico, sino un acto metafísico y un modo hasta tal punto intrínseco, que no se
con la última parte de la aserción precedente. Porque, igual que de dicho principio distingue de la realidad a la que modifica, igual que la diferencia es un acto del
inferíamos allí que la esencia y la existencia son producidas del mismo modo por género, sin ser propiamente forma de él. Quienes piensan que la existencia se
la causa segunda, así hay que decir aquí que son hechas del mismo modo por la distingue realmente de la esencia tienen más dificultad en explicar esto; mas los
causa primera; se da, en efecto, una razón totalmente igual, y esta misma que dicen que no se distinguen realmente, sino sólo modalmente, pueden decir
doctrina s_obre la igualdad de la eficiencia de la existencia y de la esencia creada que el modo de una cosa tiene mayor extensión que la forma, por más que se
confirma la doctrina anteriormente propuesta sobre la identidad de ambas entre sí. comporte a modo de acto o de forma. Y tienen el ejemplo de la subsistencia con
que explicar esto; en efecto, la subsistencia es un modo de la naturalza realmente
distinto de ella, y, sin embargo, no es propiamente una forma, puesto que ni es
accidente, ni puede ser forma sustancial, ya que supone íntegra y completa a la
SECCION X
naturaleza sustancial a la que modifica, según luego diremos más ampliamente.
QUÉ EFECTOS TIENE LA EXISTENCIA, Y EN QUÉ SE DIFERENCIA Este es, pues, el modo como deben hablar dichos autores sobre la existencia. Pero
EN ESTO DE LA ESENCIA los que piensan que el acto de la existencia es una realidad realmente distinta de
la esencia, con mayor dificultad pueden dar razón de por qué no es propiamente
1. Una vez explicadas las causas de la existencia, resulta oportuno el tratar una forma. Sin embargo, pueden valerse también del argumento propuesto, ya que
de sus efectos, puesto que de ellos algunos toman indicios de cierta distinción no es una forma accidental, como se demostró, y sustancial no puede serlo, puesto
real o ex natura rei entre la esencia y la existencia; mas nosotros, por el contrario,- que supone a la forma perfecta y completa. Además, porque, de lo contrario, cons~
pensamos que puede con esto confirmarse la doctrina sobre su identidad. tituiría formalmente a la misma esencia y naturaleza. También hay un argumento
teológico, porque, de acuerdo con esa sentencia, el acto de existencia puede ser
suplido sin información; éste es, en efecto, el sentido en el que dicen que el Verbo
Explicación del título de la cuestión suple la existencia de la humanidad, siendo así que no la informa; luego la
existencia de la naturaleza creada en virtud del modo de actuaria no exige ser
2. La existencia en razón de causa puede compararse, o a la esencia de una verdadera forma. Ni tiene esto por razón de su entidad, puesto que no es
aquello de que es existencia, o a otras cosas; aquí no tratarnos de la primera com- un accidente; luego no es propiamente una forma, sino que es una especie de
paración, sino de la segunda; porque de la primera se habló suficientemente en término último y acto de la esencia. Se dice, empero, que imita a la forma, por
las páginas anteriores, estando todos de acuerdo en esto, en que la existencia tiene
razón de acto respecto de la esencia existente, e imita a la causa Íormal. Y todos
proprie et in rigore formalem causam. Quod curo supponat integram et completam sub-
SECTIO X nos facillimo negotio declaramus, quia pro- stantialem naturam quam modificat, ut la-
solute ex nulla essentia, quia nec facit crea- pria causa formalis distinguitur ex natura tius infra dicemus. Ad hunc ergo modum
taro essentiam ex suamet essentia, curn id QUOS EFFECTUS HABEAT EXISTENTIA, ET IN rei a subiecto in quo suum effecturn for- loqui debent hi auctores de existentia. Qui
sit impossibile, sunt enim essentiae primo QUO DIFFERAT IN HOC AB ESSENTIA malem habet, 'et curn eo facit veram et rea- vero existimant actum existentiae esse [rem]l
diversae; neque ex alia essentia extra suam, lem compositionem; existentia vera ex na- realiter distinctam ab essentia, difficilius pos-
1. Explicatis causis existentiae, opportu- tura rei non distinguitur ab essentia, et ideo sunt rationem reddere cur non sit proprie
curn necesse sit omnem illam ab ipso creari. ne sequitur tractatio de effectibus eius, quo- non potest esse vera forma, neque actus forma. Tamen etiam uti possunt argumento
Constat igitur eamdem eminentiam et sin- niam ex eis sumí etiam solent ab aliquibus physicus, sed metaphysicus, et modus ita facto, quia non est forma accidentalis, ut
gularem rationem habere Deurn in efficienda inO.icia alicuius distmctionis realis vel ex intrinsecus ut non distinguatur a re quam ostensum est, et substantialis esse non pot-
natura rei ínter essentiam et existentiam; modificat, sicut differentia est actus generis, est, cum supponat perfectam et completam
essentia, quam habet in efficienda existentia. nos autem, e contrario, existimamus bine et non est propria forma eius. Qui autem formam. Item, quia alias formaliter consti~
Quod etia.m necessario sequitur ex identitate posse confirmari doctrinam de identitate sentiunt existentiam ex natura reí disdngui tueret ipsam essenliam et naturam. Item
essentiae actualis et existentiae, iuxta ulti- earum. ab essentia, difficilius id dedarant; tamen est argurnentum theologicurn, quia iuxta
mam partero praecedentis assertionis. Nam, qui dicunt non distinguí realíter, sed mo- eam sententiam actus existentiae potest sup-
Bxponitur quaestionis titulus daliter tanturn, dicere possunt modum rei pleri absque informatione; sic enim aiunt
sicut ex illo principio ibi inferebamus essen-
2. Potest autem comparad existentia in latius patere quam formam, quamvis se Verbum supplere existentiam humanitatis,
tiam et existentiam eodem modo fieri a cau- habeat per modum actus aut formae. Ha- curo tamen illam non informet; ergo exi-
ratione causae vel ad essentiam cuius est
sa secunda, ita hic dicendum est eodem existentia, vel ad res alias; lúe non agimus bentque exemplwn subsistentiae, quo id de- stentia naturae creatae ex vi mod1 actuandi
modo fieri a causa prima; est enim eadem de priori comparatione, sed de posteriori; clarent; est enim subsistentia modus natu- illam non petit ut sit vera forma. Nec vero
omnino ratio, atque haec eadem doctrina de nam de priori satís dicturn est in superio- rae ex natura rei distinctus ab- illa, non id habet ratione suae entitatis, quia non est
ribus, et orones in hoc conveniunt, quod tamen proprie forma, curo neque sit acci- accidens; ergo non est proprie forma, sed
eadem efficientia existentiae et essentiae dens, nec possit esse forma substantialis, est quidam ultimus terminus et actus essen-
existentia respectu essentiae existentis habet
creatae confirmat doctrinam superius datam rationem actus, et causam formalem imita-
1 Palabra omitida en algunas ediciones. (N. de los BE.)
de identitate earwn inter se. tur. Omnesque similiter docent non esse
-· ·--·~-------·---

112 Disputaciones metafísicas


Disputación XXXI.-Sección X 113
ser aquello por lo que la esencia se constituye bajo tal razón, y porque es el último
término de ella y porque la reduce de la potencia al acto, igual que se puede
decir que el punto se compara con la linea a modo de forma, en cuanto la cons- Si puede la existencia causlit' algo con causalidad de forma o de materia
tituye como terminada, razón bajo la cual la actúa; sin embargo, no es una forma
propia. 5. Primera se!'ltencia.- Así, pues, por lo que se refiere a la causalidad mate-
3. Mas cabe objetar que la esencia es causa material de la existencia; rial y formal, casi todos los que defienden la distinción real o ex natura reí entre
la existencia y la esencia afirman que la existencia no ejerce nunca formal y propia-
luego la existencia es causa formal, puesto que estas dos cosas se comportan de
mente la función de causa formal o material sobre otra realidad; y que incluso
modo cuasi relativo. En nuestra sentencia se responde negando el antecedente. no es una condición necesaria de suyo ni antecedente en orden de naturaleza a las
Otros, consecuentemente, deben decir con la misma proporción que la esencia causalidades de estas causas, por más que sea una condición necesaria según la
imita, sin duda, a la causa material y receptiva, pero que propiamente y en rigor duración del tiempo, y consiguiente según el orden de naturaleza a dichos gé~
no es causa material o sujeto. Sin embargo, les queda siempre por explicar cuál neros de causalidad. Se explica y demuestra esto al mismo tiempo, porque la
es este efecto formal, o cuál es la actualidad formal que la existencia da a la otra materia prima, por ejemplo, no recibe la forma por su existencia, sino por la
realidad distinta de sí, siendo así que no puede tratarse de la misma actualidad entidad de su esencia, puesto que es más bien ella la que, mediante la forma, recibe
entitativa, y que cualquier otra sobreañadida y distinta de la subsistencia o inhe- la existencia, y de modo semejante la sustancia no recibe los accidentes en su
rencia ni puede ser n·ecesaria ni inteligible, como se demostró antes con amplitud. existencia, sino en la entidad de la esencia; al igual que en la humanidad de Cristo,
4. El sentido propio de esta duda se refiere, pues, a los efectos y a la causa- si la pensamos como existente mediante la existencia increada del Verbo, pensamos
lidad que la existencia puede tener sobre las otras cosas o, mejor, a la que tiene que los accidentes de la humanidad han sido recibidos en ella según la entidad
la cosa existente por razón de la existencia. Y la cuestión puede plantearse en todos de la esencia, y no en la existencia increada del Verbo. Y esta parte puede demos-
los géneros de causas. Dejemos, sin embargo, por ahora la causa final, puesto trarse racionalmente, porque la existencia en cuanto tal dice razón de acto y no
que su causalidad es sobremanera intencional, debido a lo cual es un dogma de potencia, debido ·a lo cual es llamada por muchos acto último; luego la existen-
recibido por todos en filosofía que el fin, para causar, no exige existencia actual, cia en cuanto tal no puede ser razón de recibir algo, puesto que esto es función
ya que mueve sólo metafóricamente en cuanto aprehendido, bastándole, por lo de la potencia; luego tampoco puede ser razón de ninguna causalidad material.
mismo, el ser objetivo que tiene en el entendimiento. Por más que el fin, en Con esto queda clara la parte segunda referente a la causalidad formal, ya que
estas dos causas están mutuamente referidas y guardan proporción entre sí;
realidad, no causa si no es en orden a su existencia, y por este motivo podría
por consiguiente, la materia no causa o recibe mediante la existencia, sino me-
atribuirse la causalidad final a la existencia del bien aprehendido, a la existencia diante la esencia, ni la forma informa por su existencia, sino por la esencia.
-entiendo-, no a la ya ejercida, sino a la aprehendida en el mismo bien que
6. De aquí se sigue, además, por necesidad que estas causas no requieren for~
tiene la razón de fin, ya que el bien no mueve más que en cuanto se da en la malmente ni según el orden de la naturaleza la existencia para causar, ya que
realidad, o se aprehende que existe, que ha de existir o que puede existir, materia la materia no tiene el ser si no es por la forma; luego recibe la forma con prio-
de la que se habló suficientemente antes en la disp. XXIII. ridad de naturaleza sobre el existir; luego la forma también informa con prioridad

Possitne existentia causalitate formae stentem per increatam existentiam Verbi,


tiae. Dicjtur tamen imitari formam, qma est tia nec possit esse necessaria, nec íntelligí- aut materiae quippiam causare intelligimus accidentia hurnanitatis recepta 1
id quo essentia sub tali ratione constituitur, bilis, ut in superioribus fuse ostensum est. in ipsa secundum entitatem essentiae, et non
et quia illam ultimate terminat et de poten- 4. Proprius ergo sensus huius dubitatio- 5. Prima sententia.- De causalitate ig;i- in increata existentia Verbi. Et ratione pot-
tia in actum reducit, sicut punctus dic1 pot- nis est de effectibus et causalitate quam exi- tur materiali et formali fere omnes qui di- est probari haec pars, quia existentia ut sic
est comparad ad linearn per modum formae, stentia circa res alias habere potest, vel stinguunt realiter vel ex natura reí existen- dicit rationern actus et non potentiae, prop-
quatenus constituit illam termin.'ltam, sub potius res existens ratione existentiae. Et tiam ab essentia dicunt existentiam forma- ter quod a multis vocatur actus ultirnus;
qua ratione actuat illam; non tamen est potest versad quaestio in omnibus generibus iiter ac proprie nunquam exercere circa ergo existentia ut sic non potest esse ratio
propda forma. causarurn. Omittamus tamen nunc causam allam rem munus causae formalis vel mate- recipiendi aliquid, quia hoc est munus po-
3. Potest vero obiici quia essentia est finalem, eo quod eius causahtas valde inten- rialis; immo, neque esse conditionem per tentiae; ergo nec potest esse rat1o alicuius
causa matedalis ex1stentiae; ergo existen tia tionalis sit, propter quod est philosophicum se necessadam et ordine naturae anteceden- causalitatis matedalis. Atque hinc constat al-
est causa formalis, nam haec duo quasi dogma ub omnibus receptum, finem, ut cau- tero ad causalitates harum causarum, quam- tera pars de causa formali, nam hae duae
set, non requirere actualem existentiam, quia Vis secundum duratíonem temporis sit con- causae se mutuo respiciunt et proportionem
correlative se habent. Respondetur in nostra solum metaphorice movet ut apprehensu.m,
sententia negando antecedens. Alii vero di- ditio necessaria, et secundum ordinem natu- ínter se servant; si ergo materia non causat
ideoque sufficit illi esse obiectivurn in intel- rae consequens ad praedicta causarum ge- vel recipit per existentiam, sed per essen-
cere consequenter debent, cum eadem pro- lectu. Quamquam finis revera non causet
portione, essentiam imitari quidem causam nera. Declarantur haec et probantur simul. tiam, nec forma informat per suam existen-
nisi in ordine ad suam existentiam, et ea Nam materia prima, verbi gratia, non recipit tiam, sed per essentiam.
materialem et receptivam, non tamen esse ratione posset attribui existentiae boni ap- forrnarn per existentiam suam, sed per enti- 6. Ex quo ultedus necessario sequitur
proprie et in dgore materiam vel subiectum. prehensi causalitas finalis; existentiae (in- tatern suae essentiae, nam potius ipsa, me- has causas non indigere formaliter, neque
Semper tamen eis relinquitur explicandum quam) non iam exercitae, sed apprehensae diante forma, recipit existentiam, et similiter secundum naturae ordinem, existentia ad
quis sit hic effectus formalis, seu quae for- in ipso bono quod habet rationem finis, substantia non recipit accidentia in sua exi- causandum, quía materia non habet esse nisi
malis actualitas quam det existentia alteri quía bonum non movet, nisi prout est in stentia, sed in entitate essentiae; ut in per formam; ergo prius natura recipit for-
reí a se distinctae, cum non possit esse ipsa re, aut esse vel futurum esse vel posse esse Christi humanitate, si intelligamus eam exi- mam quam existat; ergo etiam forma prius
actualitas entitativa, et ornnis alia superad- apprehenditur, de qua re satis in superio.ri-
dita et distincta a subsistentia vel inhaeren- bus dictum est disp. XXIII. 1 La sustitución de recepta por repleta, en algunas ediciones, modifica notablemente
el sentido. (N. de los EE.)
DISPUTACIONES V - 8
114 Disputaciones meiafísic~s
Disputación XXXI.-Sección X 115
de naturaleza a que por razón de ella se confiera la existencia a la materia o a la duración del tiempo, todos están de acuerdo, puesto que la causalidád de la
todo el compuesto; por consiguiente, también con prioridad de naturaleza a poseer materia y de la forma, si se la ---refiere al compuesto, consiste en la composición
ella misma la existencia, puesto que no la posee si no es en el comp~esto t?tal. actual e intrínseca de éste; y si se las refiere mutuamente, cansí::: te en que la
Y esto es verdad al menos en las formas materiales, ya que el alma rac10nal ttene materia sustenta la forma, y la forma actualiza la materia, ayudándose de este
la existencia con prioridad de naturaleza a informar, aunque esto no es debido a modo y conservándose en el ser. Y no resulta inteligible que ejerzan mutuamente
la necesidad de informar sino a la excelencia de una realidad tal. Y se confirma
esta función, o que compongan el todo, si no existen actualmente; de lo contrario,
respecto de las formas a~cidentales, las cuales son disposiciones para la ~or:na sus- ní el compuesto existirá actualmente, sino que será un posible o estará en su ser
tanela!, ya que dispoÍlen para ella con prioridad d~ naturaleza a ex_¡sur, pues objetivo, y de modo semejante la causalidad no estará en acto, sino en potencia y
disponen la materia y existen en el compuesto, y, sm emb~rgo.', el dtsponer ~n en el ser objetivo.
parte corresponde a la causa material, en cuanto es una determmac10n de la matena) 9. Esta misma razón, si se la pondera debidamente, demuestra que la existen-
en parte a la formal, en cuanto la limitación .de la. mat~~i~ a. es~a forma se hace cia de la cosa que es actualmente causa material o formal está exigida en virtud de
mediante la información del calor o de otra últnna d1sposic10n sunilar. la razón intrínseca de dicha causalidad actual, y que, por tanto, no sólo es nece-
7. Refutación.- Esta doctrina no puede ser compatible con el fund~ento saria en la misma duración, sino también en anterioridad de naturaleza. Y, en
sentado sobre la identidad de la esencia y la existencia, y, por ello, para explicar la
primer lugar, porque, si la causa realiza _en acto su función c~usal, es p~eciso que
verdad, hay que tener en cuenta que una cosa es hablar de la re_alida~ misma exista la causalidad misma en la reahdad; luego es preciso que dnnane de
considerada en s1, y otra tal como es significada por la pa_labra ex1st:nc1a, Y en una causa existente en cuanto tal; luego para que la causalidad actual dima-
cuanto se la concibe mediante el concepto abstracto y preciso que a esta _corre7- ne de la causa se preexige la existencia en ella no sólo según la duraclón del
ponde. También hay que tener en_ cuen.t<"J- que una ~osa es hablar de la exmtencm tiempo, sino también según el orden de naturaleza. El primer antecedente se
en cuanto tal, y otra de esta exrstenc1.a o ~e aquella; porque, ha~lando en el prueba porque, si la causalidad ya existe en acto, precisamente por esto ya e~,tá
prlm.er sentido, es evidente que la ex1stenc.1a en c~anto tal no extg~ de suyo fuera de su causa, en cuanto puede estarlo; luego por esto m1smo es tambten
causalidad material o formal sobre otra realidad; e mcluso :uanto mas ped~cta existente. Las demás consecuencias son evidentes, porque nada existente puede
es la existencia, tanto más abstrae y está s~para~a de ca.usah~ades de ~,ste t1po, ser realmente causado, si no es por una cosa existente.
como es patente no sólo respecto de la ex1stenc1a de Dms, smo tamb1e_n ~e la
10. En segundo lugar, porque la criatura no .puede causar realment: nada,
existencia angélica y de cualquier existencia sustancial completa. Por ~ons1gmente,
si antes, según el orden de naturaleza, no es ella m1sma causada_y producida por
tratamos de la existencia en toda su amplitud, concretamente a ver SI hay_ en su
alguna causa eficiente; ahora bien, se ha ~emos~rado con anter~ondad qu; t~da
ámbito alguna existencia que pueda participar una causalidad de este tll?_o, Y:·
eficiencia tiene por término algún ser de ex1stencm, puesto que t1ene por termmo
en consecuencia, si la razón de exis.tencia en cuanto tal, aunque no lo eXIJa, al
algún ser actual fuera de las causas; luego, según el orden de naturaleza, se
menos permite este género de causalidad. . presupone también el ser de existencia de la causa ~aterial y de la formal ~ata la
8. Afirmo en primer lugar: la existencia ~ctual es totaln;t~nte ne~esana p~ra causalidad de éstas. La mayor parece de por si evidente, puesto que la crmtura,
ejercer la causalidad material y la formal, no solo en la durac10n d_el tiempo, smo mientras no es concebida como causada o producida, tampoco puede ser concebida
también por razón de la anterioridad u orden de naturaleza. Y, pnmeramente, en como ente en acto, sino únicamente en potencia; y considerada asf no- puede ser
prout voce existentiae signifi~atur, et ut
concebida como causante en acto. Porque, si ella misma no está fuera de las
natura informat, quam ratíone illius dt>tur
existen tia rnateriae vel toti composito; ergo concipitur abstracto et praec1so conceptu
illí correspondenti. Rursus est advertendum veniunt, quía causalitas materiae vel formae, nem, sed etiam secundum naturae ordinem
etiam prius natura quam ipsa habeat exí- si ad compositum referatur, consistít in ac-
stentíam, qui'l non habet illam nisi ~ toto aliud esse loqui de existentia ut sic, aliud praerequirítur existentia in causa ut ab ea
de hac vel illa existen tia; nam, priori mo- tuali et intrínseca compositione eius; si .ve- procedat actualis causalitas. Primum antece-
composito. Quod saltero verum. est _m ft;>r- ro referantur ad invicem, consistit in hoc
mís materialibus, nam anuna rat10nahs prms do loquendo, manifestum est e~istentiam ut dens probatur, quía si causalitas iam est in
quod materia sustentet formam, et forma actu, ex hoc praecise est extra causam suam,
quidem natura habet existentíam quam ~­ sic ex se non postulare causahtatem mate-
actuet materiam, et ita sese mutuo foveant
formet, id tamen non est propter nece.ssl- ríalem vel formalem circa alteram rem; im- quantum esse potest; ergo ex hoc etiam est
mo, quo perfectior est existent_ia, eo .magis et conserven! in esse. Non potest autem cxistens. Caeterae autem consequentiae sunt
tatem informandi sed propter excellentmm intelligi quod boc munus invicem exerceant,
talis rei. Et confirmatur de formis acciden- abstrahit et separata est ab humsmod1 cau- evidentes, quia non potest ahquid existcns,
salitatibus, ut constat non solum de existen- vel totum componant, nisi actu existant; nisi a re existenti, realiter causari.
talíbus, qua e sunt dispositiones ad , formam alioqui neque compositum actu existet, sed
substantialem, nam pnus natura d1sponunt tia Dei sed etiam de e::dstentia angelica et 10. Secundo, quia creatura nihil potest
ad illarn quam existant; disponunt enim de qua~umque completa substantiali existen- erit possibile vel in esse obíectivo, et simi- realiter causare, nisi secundum ordinem na-
tía. Agimus ergo de exístentia in tata sua liter causalitas non erit in actu, sed in po- turae prius ipsa causetur et fiat ab aliqua
materiam et existunt in composito, et tamen tencia et in esse obíectivo.
disponere partirn pertinet ad causam ~3t7- latitudine, an, scilicet, intra illam sit aliqua causa efficienti; ostensum autem in superío-
exístentia quae huiusmodi causalítatem pa~­ 9. Atque haec eadem ratio, si recte pon- ribus est omnem efficienthm terminari ad
rialem, quatenus est quaedam determmatm deretur, ·probat existentiam rei quae actu
materiae, partim ad formalem, quatenus tícipare possit; et consequenter au ratJo aliquod esse existentiae, quía termin':ltur ad
existentiae ut sic, lícet non requirat, per- est causa materialís vel formalis praerequiri aliquod esse in actu extra causas; ergo
coarctatio rnateriae ad hanc formam fit per
informationem caloris vel alterius símilis mittat saltem hoc causalitatis genus. ex intrinseca ratione tahs causalitatis actua- etíam secundum ordinern naturae esse exi-
8. Dico ergo primo: existentia actualis lis; et consequenter non tantum in eadem stentiae causae materialis et formalis sup-
dispositionis ultimae.
7. Refutatur.- Haec doctrina consistere est omnino necessaria ad exercendam cau- duratione sed etiam in antecessione naturae ponitur causalitati earum. Maior videtur per
salitatem materialem et formalem, non so- esse necessariam. Primo quidem, quía, si se evidens, quia creatura, dum non intelli-
non potest cum fundamento pasito de iden- causa actu causat, necesse est ·ut causaliJ:as
titate essentiae et exístentiae, et ideo, ut lum in duratione temporis, sed etiam in gitur causata seu effecta, non potest intel-
antecessione seu ordine naturae. Et primum ipsa in rerum natura existat; ergo necesse ligi ut ens in actu, sed tantum. in poten tia;
veritatem declaremus, advertendum est aliud
quídem in duratione temporis, omnes con- est ut procedat a causa existenti ut sic; ut sic autem non potest intell1gi :ictu cau-
esse loqui de re ípsa secundum se, aliud ergo non solum secundum temporís duratio- sans. Quia, si ipsa non est extra causas, sed
--
Disputación XXXI.-Secáón X 117
116 Disputaciones metafísicas de su existencia; luego recibe realmente a la forma en su existencia, o en
sí misma existente, en cuanto es existente. Se confirma y explica, porque nin-:
causas, sino en la potencia de éstas, ¿cómo puede constituir algo fuera de las guna de estas causas ejerce su función o causalidad a no ser en cuanto ente en
causas? Y, para hablar en particular y para que la cuestión resulte más evidente, acto, es decir, en cuanto el ente "én acto se distingue del ente en potencia objetiva;
¿cómo puede la materia tmirse actualmente a la forma o sustentarla) si ella misma ahora bien, semejante ente en acto está formal e intrínsecamente constituido por
no existe en acto, sino sólo en potencia? Y ella no puede existir en acto, si no el ser de la existencia, según se demostró antes; luego cada una de estas causas
está producida en acto. Y de igual manera la forma no puede informar actual- realiza su causación en acto en cuanto está constituida por el ser de la existencia
mente a la materia, si no ha sido creada o educida de la potencia de la materia. actual; mas dicha constitución acontece por una total identidad en la realidad,
Sé que suele responderse que es creada o educida con priorldad de naturaleza en según demostramos; luego causa en cuanto es su propia existenda.
cuanto al ser de la esencia. Pero ya demostré antes que este ser de esencia, al 13. Se da respuesta a una objeción.- Se objetará que la materia no causa
no ser meramente potencial, sino actual y fuera de las causas, es también un ver- en cuanto ente en acto, sino en cuanto es un ente en potencia. Se responde que
dadero ser de existencia, sin que el ente creado exija formalmnte otro ser para en estas palabras hay una gran equivocidad, tanto de la potencia receptiva a la
existir.
objetiva como del ente en absoluto o completo al ente relativo o parcial. Así,
11. En tercer lugar, porque la existencia actual de la materia -y otro tanto pues, la materia causa en cuanto está en potencia receptiva de la forma, y, conse-
sucede con la forma- le es necesaria a ésta para causar al menos en el mismo cuentemente, causa en cuanto contiene de algún modo la forma material, es
instante de tiempo, como confiesan todos, y no le es necesaria como consiguiente decir, en la potencia pasiva, pudiendo, por lo mismo, decirse que es un ente en
de su causalidad, porque, de lo contrario, se causarla a sí misma, ya que causaría absoluto y completo, no en acto, sino en potencia. Pero no causa en cuanto tiene
su propio ser; luego le es necesaria como antecedente de su causalidad en el en potencia el ser de la materla, que es un ser parcial y relativo, sino en cuanto
orden de naturaleza. La consecuencia es manifiesta, ya que esta necesidad no es lo tiene en acto, y de esta suerte no causa en cuanto es en su grado un ente
accidental y por mera concomitancia, porque, si no, podria ser impedida al menos en potencia objetiva, sino en cuanto está en acto. Y de este modo ser un ente
por la potencia divina, y podría así suceder que la materia estuviese actualmente en acto, es decir, fuera de las causas y de la nada, y estar en potencia receptiva
unida a la forma y la forma a la materia fuera de la causa eficiente y que, sin de otro acto no son opuestos, sino que más blen están subordinados de por sí;
embargo, no tuviese existencia alguna, y esto ni siquiera es pensable. en efecto, la potencia no puede estar en aptitud próxima, o sea, en el estado
12. La existencia de la materia y de la forma es en la realidad aquello por en el que es apta para recibir su acto, si ella misma no tiene algo actual de
lo que causan.-Afirmo en segundo lugar: la existencia de la materia -y lo entidad, siendo así que la misma potencia real debe ser un ente real y fuera de
mismo sucede proporcionalmente con la forma- es en la realidad misma. aquello las causas, puntos todos que han sido tratados ampliamente antes, disp. XIII. Se
por lo que la materia causa en su género; mas, según el modo de significar y de confirma, por fin, esta parte, puesto que la causa debe ser proporcionada a su
concebir, es captada como una condición necesaria o como un modo que consti- efecto y causalidad; mas la causalidad de la materia o de la forma, en el mismo
tuye a la cosa en estado de suficiencia para causar. La primera parte de esta grado en que procede de ella, es algo existente fuera de las causas, y tiene por
conclusión está bastante demostrada por lo dicho sobre la identidad de la existencia término la realidad en cuanto es algo fuera de las causas, según se demostró antes;
y de la esencia actual; en efecto, la materia no causa si no es por la entidad
actual de su esencia, ya que según ella está en potencia para la forma y en
ella la recibe; mas la esencia actual de la materia no se distingue realmente
cipit formam in existentia sua, seu in seipsa modo, scilicet, in potentia passiva, et ideo
existente, ut existens est. Con:firmatur et de- etiam dici potest esse ens simpliciter er
in earum potentia, quomodo potest aliquid quentia, quia hace necessitas non est per claratur, quia neutra ex his causis exercet completum, non in actu, sed in potentia.
extra causas constituere? Et, ut in particu- accidens et ex mera concomit:mtm, alioqui suum munus seu causalitatem nisi in quan- At vera non causar quatenus habet esse ma-
bri loquamur et res sit evidentior, quomQdo impediri posset saltero per divinam poten- tum est ens actu, prout, scilicet, ens actu teriae (quod est esse partiale et secundum
potest materia actu unin formae vel susten- tiam, atque ita fieri posset ut materia esset distinguitur ab ente in potentia obiectiva; quid) in potentia, sed in actu, et ita non
tare illam, si ipsa non est actu, sed in po- actu unita formae et forma materiae extra sed huiusmodi ens actu formaliter et íntrin- causat prout in suo gradu est ens in po-
tcntia tantum? Non potest autem ipsa esse causam efficientem, et tamen quod nullam sece constituitur per esse existentiae, ut su- tentia obiectiva, sed ut in actu. Et hoc
l.'.ctu, si non sit actu effecta. Et similiter for- haberent existentiam; hoc autem nec mente pra probatum est; ergo utraque ex his cau- modo esse ens in actu, id est, extra causas
ma non potest actu informare materiam, nisi concipi potest. sis causat actu prout constituta per esse et extra nihil, et esse in potentia receptiva
creara sit vel de potentia materiae educta. 12. Existentia materiae et formae est in actualis existentiae; illa autem constitutio alterius actus, non sunt opposita, sed potius
Scio solere responded cread vel educi prius re id per quod causant.- Dico secundo: est per omnimodam identitatem in re, ut per se subordinata; non enim potest poten-
natura quoad esse essentiae. Sed iam supra exístentia mareriae (et idem proportionaliter ostendimus; ergo causat in quantum est tía esse in proxima aptitudine, seu in statu
demonstravi _hoc esse essentiae, cum non est de forma) in re ipsa est id per quod suamet existentia. in qua apta sit ad recipiendum suum actum,
sit potentiale tantum, sed actuale et extra materia causat in suo genere; secum.lum 13. Obiectioni satisfit.- Dices materiam nisi ipsamet aliquid habeat actuale entitatis,
causas, etiam esse verum esse existentiae, modum autem significandi et concipiendi ap- non causare in quantum ens actu, sed in cum potentia ipsa realis ens reale et extra
neque ens creatum requirere formaliter aliud prehenditur ut conditio necessaria seu ut quantum est ens in potentia. Respondetur causas esse debeat, quae omnia supra, disp.
esse ad existendum. modus constituens rem in statu sufficienti in his vocibus esse magnam aequivocatio- XIII, late tractata sunt. Et confirmatur tan-
11. Tertio, quia actualis existentia mate- ad causandum. Prior pars huius conclusionis nem, tum a potentia receptiva ad obiectivam, clero haec pars, nam causa debet esse pro-
riae (et idem est de forma) necessaría iUi sufficienter constat ex dictis de identitate tum ab ente simplidter seu completo ad portionata effectui et causalitati suae; sed
est ad causandum in eodem saltem tempo- existentiae et actualis essentiae; materia ens secundum quid seu partiale. Materia causalitas materiae vel formae, eo modo quo
ris instanti, ut omnes fatentur, et non est enim non causat nisi per entitatem actualem igitur causat quatenus est in potentia re- ab ea progreditur, est aliquid existens extra
necessaria ut consequens causalitatem eius, suae essentiae; nam secundum eam est in ceptiva formae, et consequenter causat qua- causas, et terminatur ad rem prout est aH-
alioqui seipsam causaret, nam causaret suum poten tia ad formam et in ea recipit illam; tenus formam roaterialem continet .aliquo quid extra causas, ut supra ostensum est;
esse, ergo est necessaria ut antecedens cau- sed in re essentia actualis materiae non
salitatem eius ordine naturae. Patet canse- differt ab existentia illius; ergo realiter re-
113 Disputaciones rnetafisicas Díspv..tación XXXI.-Sección X 119
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luego también causa ella misma en cuanto es existente; luego causa en cuanto y formal, y de este modo pertenece no accidental, sino esencialmente a la razón
en realidad es su propia existencia. de causar.
14. La existencia no es concebida por nosotros más que como un modo exi- 15. Al fundamento de la sentencia contraria se responde que es falso que la
gido para causar.- La segunda parte de la conclusión, que se refiere únicamente forma sustancial o accidental sé reciba en la entidad de la esencia prescindida de
ni modo de concebir y de significar, hay que explicarla por lo dicho antes sobre la entidad de la exjstencia, igual que es falso también que se reciba en la
la distinción de razón entre la esencia y la existencia; en efecto, la existencia existencia prescindida de la esencia; sino que se recibe en la esencia del sujeto
es significada con esta palabra en cuanto prescindida y como racionalmente distinta existente en cuanto es existente. A la demostración respecto de la materia, se niega
de la esencia; y en cuanto tal no se la concibe como razón suficiente de causar que la materia, hablando con propiedad, reciba la existencia mediante la forma,
sino que del mismo modo que es creada inmediatamente, recibe inmediatamente
algo fuera de la esencia de la que es existencia, sino sólo como razón o modo
la existencia, aunque en dependencia de la forma, y también del mismo modo que
de ser de la esencia misma; pues ni la forma ni la materia pueden causar más
s-e la presupone para la forma en su género de causa, se presupone existente,
que comunicando su propia esencia, y por eso la existencia, en cuanto concebida puesto que se la supone creada y, en consecuencia, fuera de su causa eficiente,
precisivamente, no es razón próxima y física de recibir o de informar, sino que lo en lo que consiste el existir. Y a la otra parte respecto del accidente, respondo que
es la esencia existente. Por este motivo, pues, se dice con razón que la existencia es falso que el accidente no inhiera en la sustancia en cuanto existente y en la
en cuanto tal es concebida y significada más como una condición o modo que existencia de ella realmente; de lo contrariQ, la "existencia-en" del accidente no
constituye a la cosa en el estado suficiente para causar que como causa o razón supondría esencial e intrínsecamente la existencia de la sustancia, sino que la su-
próxima de causar. Y se confirma, ya que la causalidad se ejerce mediante enti- pondría sólo accidentalmente; ni la existencia de la sustancia sustentarla o seria
dades físicas tal como existen en la realidad, y no mediante grados o modos meta- la razón de sustentar la existencia del accidente, cosas que son falsas. Ni vale para
físicamente concebidos o prescindidos; igual que la causa formal que constituye nada el ejemplo de la humanidad de Cristo, puesto que acepta una falsedad; y ese
físicamente al hombre no es lo radonal, sino el alma racional, por más que metafÍ- argumento podría ser retorcido, de tal manera que se convierta en un indicio de
sicamente se diga que lo constituye. Ahora bien, a la existencia se la concibe que la humanidad de Cristo no carece de la existencia propia de la naturaleza,
metafísicamente como un modo que constituye la esencia en el acto entitativo; sino solamente de la subsistencia, según tratamos con más amplitud en su lugar.
luego bajo este concepto precisivo no es aprehendida como la razón física de Ni tampoco es un inconveniente que una existencia esté actuada en la realidad
causar sino como un modo o condición de la esencia causante. Mas, cuando misma por otra) porque esto sólo significa que una cosa existente está en potencia
se die~ que la existencia es una condición necesaria para la materia o forma en para recibir un acto existente. Mas en qué sentido se llama a la existencia acto
orden a causar, hay que entenderlo del modo debido, para que no se piense que último, y en qué sentido no está en contradicción con ella cierta potencialidad
es de estas condiciones que, aunque son necesarias, sin embargo, de suyo no con- receptiva, lo vamos a decir en la sección siguiente. Finalmente, a la última con-
curren al efecto, como pasa, por ejemplo, con la cercanía o proximidad, condición firmaci,ón -pues todos los demás puntos han sido resueltos- se responde que
también en ella se acepta una cosa falsa, puesto que las disposiciones, si son
a la que, por este motivo, considerada en si misma, se la suele lla~ar causa per
preparativas de la materia o del sujeto, de igual modo que disponen con prioridad
accidens · mas la existencia no es necesaria sólo de este modo, smo en cuanto de naturaleza, así también existen con prioridad de naturaleza; pero, si son sólo
intima e' indivisiblemente constituye a la cosa, la cual por si misma es causa material

.;;rgo etiam · ipsa causat ut existens est; er5;o confirmatur, nam causul,itas exercetur per ;;arn est causa rnaterialis et formalis, et ita poneret existentiam substantiae, sed tantum
causat quatcnus in re est suamet exístentia. phys1cas entitates prout m re sunt~ et non non per accidens, sed per se pertinet ad per accidens; neque existentia substantiae
14. Existentia a nobis non concipitur nisi per gradus aut modos metaphys1ce con- rationem causandi. sustentaret seu esset ratio sustentandi exi-
ut modus ad causcmdum requisitus.- Alte.ra ceptos uut praecisos; ut formalis caus~ phy- 15. Ad fundamentum contrariae senten- stentiam accidentis, quae falsa sunt. Neque
conclusionis pars, quae solum spectat ad sice constituens hominem non est ratmnale, tíae respondetur falsuro esse formam sub- exemplum de Christi humanitate qmdquam
modum concipiendi et significandi, declaran- sed anima rationalis, quamquam metaphysice stantiakm vel accidentalem recipi in enti- iuvat, nam assumit falsum; possetque argu-
da est ex dictis supra de distinctione rationis dicatur illum constituere. Sed existentia me- tute essentiae praecisa ab entitate existentiae, mentum illud retorqueri, ut sit indicium,
inter essentmm et existentiam; sígnificatur taphysice concipitur ut modus constituens sicut etiam falsum est recipi in existentia quod humanitas Chrísti non caret propria
enim existentia hac voce ut praecisa et ut essenti8m m actu entitativo; ergo sub hoc praecisa ab essentia. Sed recipitur in essen- existentia naturae, sed subsistentia tantum,
catione di"stincta ab essentia; ut sic autem praeciso conceptu non apprehenditur ut phy- tia subiecti existentis ut existens est. Ad ut suo loco latius tractavimus. Neque etiam
non concipitur ut sufficiens ratio causandi sica ratio causandi, sed ut modus vel con- probationem de materia, negatur materiam, est. inconveniens unam existentiam in re ipsa
·::tíiquid extra essentiam cuius est existentia, ditlo essentiac causantis. Est ::~utem s~no proprie loquendo, recipere exístentiam me- actuad per aliam; quia hoc nihil aliud
sed solum ut raho seu modus essendi ip- modo intelligendum cum exístentia dicitur diante forma, sed sicut immediate creatur, significat quam quod una res existens sit
siusmet essentiae; neque ením potest forma conditío materiae aut forrnae necessaria ad ita immediate recip1t existentiam, quamvis potentia ad recipiendum actum existentem.
vel materia causare nisi suammet essentiam causandum ne existlmetur esse ex his con- dependenter a forma, et ita eo modo quo Quo modo autem existentia dícatur actus
communicando, et ideo existentia, ut prae- ditionibus 'quae} licet necessariae sint, non in suo genere causae supponitur formae, ultimus, et quo modo ei non repugnet ali-
dse concepta, non est ratio proxi.ma et phy- tarnen per se concurrunt ad e~fect~m, sicu! supponitur existens, quia supponitur creata, qua potentialitas receptiva, dicemus sectione
sica recipiendi vel informandí, sed essenti<l. est prooinquitas seu approx1mat10, verb1 ~t consequenter extra suam causam efficien- sequenti. Ad ultimam denique confirmatio-
-ex1stens. Propter hanc ergo causam merito gratia, <Íuae propterea conditio ex se consí- tem, quod est existere. Ad aliam vero par- nem (reliqua omnía expedita sunt) respon-
clicitur existentia ut sic concipi et significari derata solet dici causa per accidens; non tero de accidenti, respondeo falsum esse ac- detur falsum etiam in ea sumi, nam dispo-
potius ut conditío vel modus constituens est tamen existentta hoc tantum modo ne- cidens non inhaerere substantiae ut existenti, sitiones, si sint praeparantes materiam $CU
I'em in suffic_l2nti statu ad causandum, quam cessaria, sed ut intime et indivisibiliter (ut et reipsa existentiae eíus; alioqui inexisten- subiectum, sicut prius natura disponunt, ita
ut causa seu ut proxirna ratio causandi. Et sic cUcam) constituens rem quae per seip- üa acddentis per se et intrinsece non sup- etiam prius natura existunt; si vero sint
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120 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección X 121


consiguientes, conservadoras o exornadoras del compuesto, del mismo modo que cuando mantiene que la causa no actucllizada por la existencia está sólo en poten-
no existen con prioridad de naturaleza, así tampoco disponen con prioridad de cia, si se trata de la causa no actualizada en la duración de tiempo, o en orden
naturaleza, ni son propiamente causa de la forma o del compuesto, sino sus de naturaleza. No puede hablar en el primer sentido, porque, de lo contrario,
propiedades. no probaría debidamente lo que pretende, es decir} que la existencia no puede
dimanar eficientemente de la esencia, ya que para esto sería suficiente la antecesión
Sobre la causalidad eficiente de la existencia en la actualidad de la esencia según el orden de naturaleza. Por tanto es necesario
que la proposición mantenida se entienda en el segundo sentido ya referido, en el
16. De esto se desprende fácilmente qué es lo que hay que decir sobre la cual es también absolutamente verdadera, y ha sido demostrada con evidencia
causalidad eficiente. En efecto, lo que hemos dicho sobre la causa material y formal -según creo- por nosotros antes. Pero entonces pregunto de nuevo si la causa no
puede y debe aplicarse a la diciente, pues tiene cabida en ella con mayor razón; actualizada por la existencia está sólo en potencia, cómo puede realizar en acto
sin embargo, hay que añadir algunas cosas. Porque los autores que piensan que la función de materia o de forma. Además, si la causa creada no confiere al
la esencia es una cosa distinta de la existencia de la criatura afirman que la efecto más que el acto de la esencia, ¿por qué no basta que se la considere a ella
existencia de suyo no tiene ningún influjo en la causalidad eficiente, pero que se misma bajo un acto semejante, para producir su efecto? Si, pues, está- bajo el acto
requiere como una condición necesaria. Y algunos de ellos mantienen que es de de la esencia con prioridad de naturaleza a estar bajo el acto de existencia, como
las condiciones que, en orden de naturaleza, deben necesariamente anteceder a la dicen ellos mismos, no tienen fundamento para exigir con anterioridad de orden
eficiencia misma. Otros, en cambio, niegan que esto, en general, sea necesario. de naturaleza el acto de la existencia en la causa segunda para que obre eficiente-
Y, ciertamente, los que dicen que la existencia no es producida por las causas mente. En cambio, suponiendo -cosa que nosotros demostramos- que ninguna
segundas, sino por Dios solo, se expresan consecuentemente al negar que la exis- realidad está en el acto de esencia con prioridad de naturaleza a estar en el acto
tencia de la causa segunda influya de suyo en el efecto de la misma causa segunda; de existencia, se concluye con toda razón que necesita del acto de existir para obrar
porque, si la causa segunda sólo produce la existencia en su efecto, será principio eficientemente, no sólo en la duración del tiempo, sino también en la antecesión
suficiente de ella por su esencia. Estos, empero, no pueden aducir razón suficiente de naturaleza.
alguna por la que afirmen que la existencia es una condición necesaria para obrar. 18. Mas los que conceden que la causa segunda influye y produce eficiente-
Y mucho menos pueden demostrar que es necesaria antecedentemente según el mente en su efecto el ser de la existencia, no veo con qué fundamento pueden
orden de naturaleza, por más que incluso Báñez afirme esto, en el pasaje antes negar que la existencia de la causa influye de por si y produce eficientemente la
citado de la I p., concl. 5. existencia en el efecto, puesto que ni repugna que sea eficiente por razón de la
17. Al probar esto afirma sin duda debidamente que la causa eficiente opera existencia en cuanto tal, ni tampoco le repugna a la existencia cot;tcreta por el hecho
en cuanto está en acto por la existencia; sin embargo, no puede demostrar esto de ser tal. Por eso, de esta causalidad tenemos que decir lo mismo que hemos
mismo con un argumento consecuente. Por eso, las razones que añade son cierta- dicho de la material o de la formal. Porque, en realidad, la existencia misma de
mente válidas, pero destruyen por completo su posición. La primera es porque la la forma activa es la razón misma o el principio esencial de obrar. Primero,
causa que no ha sido actualizada por la existencia está sólo en potencia; luego porque realmente es la misma esencia actual de la forma, la cual es el principio
no puede conferir el acto al efecto, a no ser que se la considere en cuanto está de operar. Segundo, porque lo semejante es producido de la mejor manera y
bajo un acto semejante. La inferencia es, sin duda, legítima; pero pregunto, proporcionadamente por su semejante ~egún. aquello en lo que e~ s~me¡ante; por
consiguiente, igual que el ser de la existencia del efecto es el termmo formal. al
tantum consequentes, conservantes seu or- gant existentiam causae secundae per se
nantes compositum, sicut non prius natura ínfluere in effectum ipsiusmet causae se- cum sumit causam non actuatam per exi- do vera (quod nos ostendimus) nullam rern
existunt, ita nec prius natura disponunt, cundae; narn, si causa secunda solum efficit stentiarn esse solum in potentia, an sit sermo esse prius natura in actu essentiae quam in
neque sunt proprie causa formae aut com- in suo effectu essentíam, sufficiens illius de causa non actuata in duratione temporis, actu existentiae, optime infertur indigere
positi, sed proprietates eius. principium erit per suam essentiam. Hi vero vel in ordine naturae. Priori modo loqui non actu existendi ad efficiendum, non solum in
nullam sufficientem rationem afferre pos- potest, alias non recte probaret quod inten- duratione temporis, sed etiam in antecessione
De causalitate effectiva existentiae dit, scilicet, existentiam non posse dimanare naturae.
sunt ob quam asserant existentiam esse
16. Ex his facile constat quid dicendum conditionem necessariam ad agendum. Et effective ab essentia; nam de hoc satis es- 18. At vero qui concedunt causam se-
sit de causalitate effectiva. Nam quae dixi- set antecessio secundum ordinem naturae in cundam inftuere et efficere esse existentiae
mus de materiali et formali causa possunt multo minus probare possunt quod sit an-
tecedenter secundum ordinem naturae ne- actualitate essentiae. Oportet ergo ut proposi- in suo effectu, non vídeo qua fundamento
et debent ad efficientem applicari, nam tio assumpta sit in posteriori sensu iam alla- negare possint existentiam causae per se in-
maiori ratione in ea locum habent; p:mca cessaria, cum tamen id etiam Bannes affir- fluere et efficere existentiam in effectu, quia
met super I, ubi su_pra, concl. S. to, in quo etiam est verissima, et evidenter
tamen sunt addenda. Nam auctores qui (ut existimo) in superioribus a nobis probaLa. nec ratione existentiae ut sic repugnat cssc
essentiam putant esse rem distinctam ab 17. In cuius probatione recte quidem ait effectivam, neque etiam tali existentíae eo
causam efficientem operari secundum quod Tune autem ulterius interrogo, si causa non
existentia creaturae dicunt existentiam per actuata per existentiam solum est in poten- quod talis sit. Quocirca idem nobis dicen-
se nullum habere influxum in causahtate est in actu per existentiam; non potest tia, quo modo actu materializet aut infor- duro est de hac causalitate quod de mate-
effectiva, requiri tamen ut conditionem ne- tamen hoc ipsum consequenti ratione os- met. Rursus, si causa creata non tribuit riali vel formali diximus. Nam in re, ipsamet
cessariam. Et quidam ex eis docent esse ex tendere. Unde rationes quas subiungit sunt effectui nisi actum essentiae, cur non satis existentia formae activae est ipsamet ratio
his conditionibus quae, ordine naturae, ne- quidem validae, eius tamen sententiam pla- est ut ipsa consideretur sub consimili actu, seu principium per se agendi. Primo, quia
cessario antecedere debent ad ipsam efficien- ne destruunt. Prior est, nam causa non ut suum effectum efficiat? Si ergo prius in re est ipsamet actualis essentia formae,
tiam. Alii vera negant hoc esse in univer- actuata per existentiam est solum in poten- natura est sub actu essentiae quam sub actu quae est principium agendi. Secundo, quia
sum necessarium. Et quidem illi qui negant tia; ergo non potest tribuere actum effectui, existentiae, ut ipsi dicunt, sine fundamento simile optime et accommodate fit a suo si-
existentiam fieri a causis secundis, sed a nisi illa consideretur ut est sub consimili praerequirunt ordine naturae actum existen- mili, secundum id in qua simile est; sicut
solo Deo, consequenter loquuntur dum ne- actu. Recte quidem infert; sed interrogo, tiae in causa secunda ut efficiat. Supponen- ergo esse existentiae effectus est formalis
122 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección XI 123
que se ordena terminativamente la producción eficiente, del mismo modo el ser no está en contradicción con ningunO de ellos; y puede part1c1par este o. aquel
semejante de la causa será el principio formal de tal eficiencia. Tercero, porque género de causalidad según .el grado de existencia, o según la perfección de la
Dios es sumamente eficiente, porqu.! es el ser mísmo sumo y pertectísimo por esencia de la que es existencia. Por eso, por ser la esencia de la materia imper-
esencia; luego la criatura será eficiente por alguna participación perfecta de tal fectísima, aunque esté constituida en acto por la existencia, no es eficiente, sino
ser; luego puede muy bien la existencia creada ser principio de obrar eficiente- únit.:amente receptiva, y, por lo mismo, su existencia no participa el género de
mente; pues ¿qué razón hay para que esto esté en contradicción con ella? Cierta- la causa eficiente, sino sólo de la material. Lo contrario sucede con la existencia
mente, no porque sea el ser de existencia, ya que el ser de la existencia de Dios es de la forma, debiendo filosofarse de este modo en las demás.
activo. Ni tampoco porque sea un ser finito de existencia, ya porque el ser de
esencia de la criatura es asimismo finito, ya también porque para obrar desde un
sujeto presupuesto no se requiere una perfección infinita. Ni porque se trate de un SECCION XI
ser recibido en la esencia) ya porque la forma material está recibida en la materla
y el accidente en el sujeto, y, sin embargo, son activos, ya también porque, en la A QUÉ COSAS COMPETE LA EXISTENCIA Y SI ES SIMPLE O COMPUESTA
realidad, la existencia no está propiamente recibida en la esencia, a no ser única- 1. Una vez explicada la razón común de existencia y sus causas y efectos,
mente según la razón, punto de que nos ocuparemos luego. O, finalmente, porque queda por hablar de las muchas clases de existencia de las cosas creadas; y al
la existencia es un acto hasta tal punto imperfecto que no puede ser principio de mismo tiempo resolveremos de paso la cuarta objeción propuesta en la sec. 1 a
obrar; pero esto no lo pueden decir los que piensan que la existencia es una rea-
favor de la primera sentencia.
lidad distinta y un acto perfectisimo de la esencia; porque, si una cosa obra en
cuanto está en acto y se constituye por la existencia en un acto perfect1simo, en-
tonces se constituye en la razón de principio activo por la existencia. Pero, según Si la existencia corresponde sólo a las cosas singulares
nuestra sentencia, la existencia, tal como se da en la realidad misma, no es tanto
un acto de la esencia cuanto la esencia misma en acto, y, por eso, a causa de 2. Los grados superiores de una cosa existen con la rnisma existencia er: abs~­
la imperfección del acto, no puede repugnarle el ser en la realidad misma principio luto que los inferiores.- En primer lugar podría alguno dudar si la ex1st~nc1a
de obrar eficientemente. corresponde sólo a las cosas singulares, o también a las naturalezas comunes. D1cen,
19. Mas la existencia según la razón, abstracta y principalmente concebida en en" efecto, algunos que, aunque las naturalezas comunes no existan fuer~ de los
cuanto tat) no es significada como principio formal de obrar eficientemente} sino singulares, sin embargo tienen en ellos sus existencia~ peculiares y parcta~es p~r
como constitutiva de la forma en el estado apto para producir eficientemente y las que existen formalmente y en virtud de las cuales, ¡untamente ~on 1~ ex.1stenc1a
para operar; y el principio propio de obrar es la forma existente, o sea, la de la realidad singular o, mejor, de la singularidad, resulta una existencia smgular,
forma que es entidad actual, según se explicó en las otras causas y antes con más por la que el individuo mismo existe adecuadamente. ,Este modo de expr~s~rse
amplitud en la disp. XVIII. sería bastante probable, si en realidad la naturaleza comun fuese realmente dxstmta
20. Con esto se comprende que la existencia creada, por su razón común y del individuo. Mas, por ser esto imposible, como demostrarnos antes, por eso
abstracta, no reclama para sí ningún género determinado de causalidad, pero que mismo también es imposible distinguir la existencia de la naturaleza común de
la existencia de la cosa singular con ninguna distinción que se encuentre en la
realidad. Esto es hasta tal punto evidente que no necesita demostración.
terminus ad quem effectio terminatur, ita stimant existentiam esse rem dístinctam et
simile esse causae erit formale principium actum perfectissimum essentiae; nam si res Sitne existentia rerum tantum singularium
talis efficientiae. Tertio, quia Deus est sum- agit in quantum est in actu et per e:xisten- re; ÍlL'lta determinatum autem gradum exi-
me effectivus, eo quod est 1psum esse per tiam constituitur in perfectissimo actu, ergo stentine, seu iuxta perfectionem essentiae 2. Eadem prorsus existentia existunt gra-
essentiam summum ac perfectissimum; er- per existentiam constituitur in ratione prin- cuius est existentia, participare posse hoc dus rei superiores qua inferiores.- Primum
go creatura erit effectiva ex aliqua perfecta cipii activi. At vero, .itlXta nostram senten- vel illud causalitatis genus. Unde, quía es-ergo dubitare quis potest an existentia sit
participatione talis esse; ergo optime potest tiam, existentia, ut in re ipsa invenitur, sentia materiae imperfectissima est, etiamsirerum tantum singularium, an etiam natu-
existentia creata esse principium efficiendi; non est tam actus essentiae quam ipsa es- sit in actu constituta per existentiam, non rarum cornmunium. Quidam enim dicunt,
cur enim hoc illi repugnabit? Non enim sentía in actu, et ídeo oh imperfectionem est effectiva, sed receptiva tantum, et ideoquamvis naturae communes non ex1stant ex-
quía est esse existentiae, cum esse existen- actus non potest ei repugnare ut in re ipsa existentia eius non participat genus causae tra singularia, in eis tamen habere suas
tiae Dei sit activum. Neque quía est esse sit principium efficiendi. efficientis, sed materialis tantum. Secus vero
peculiares et partiales existentias quibus
existentiae finitum, tum quía etiam esse es- 19. Secundum rationem autem existentia, est de existentia formae, et sic de caeterisformaliter existunt, ex quibus una curn exi-
sentiae creaturae est finitum, tum etiam quia ut sic abstracte et praecipue concepta, non philosophandum est, stentia reí singularis vel potius singularita-
ad agendum ex praesupposito subiecto non significatur ut formale efficiendí príncipium, tis eius fit una existentia singularís, qua
requiritur perfectío infinita. Neque quía est sed ut constituens formam in statu apto SECTIO XI ipsum individuum adaequate existit. Qui di-
esse receptum in essentia, tum quia etiam ad efficiendum et operandum; proprium QUARUM RERUM SIT EXISTENTIA, ET AN
cendi modus esset satis probabilis, si natura
forma rnaterialis est recepta in materia et vero agendi principium est forma existens SIMPLEX VEL COMPOSITA SIT
communis esset ex natura rei distincta in
accidens in subiecto, et nihilominus sunt seu forma quae sit actualis entitas, ut in re ipsa ab individuo. Quia vero hoc impos-
activa~ tum etiam quía, secundum re m, esse alüs causis explicatum est, et latius supra, 1. Explicata communi ratione existentiae sibile est, ut supra demonstravimus, ideo
non est proprie receptum in essentia, sed disp. XVIII. et causis et effectibus eius, dicendum se- etiam est impossibile distinguere existentiam
solum secundum rationem, de qua ínfra di- 20. Ex quo intelligitur existentiam crea- quitur ·de multiplici rerum creatarum exi- naturae communis ab existentia rei singula-
cetur. Vel denique quia esse est actus ita tam, ex communi et abstracta ratione sua, stentia; simulque obiter solvemus quartam · ris distinctione aliqua in re ipsa inventa.
imperfectus ut non possit esse principium non vendicare sibi determinatum aliquod rationem propositam sect. 1 in favorem Quod taffi est per se notum ut non egeat
agendi; et hoc dice re non possunt qui exi- genus causalitatis, sed nulli eorum repugna- pl'imac sententiae. probatione.
124
.___________________D':'isputaciones met~fís0_~~

. 3. Y añado, además, que tampoco por razón se debe o puede distinguir la Disputación XXXI.-Sección XI 125
ex1stenc1~ actu.al Y eJ~rctda de lo.s gra~os. c?munes existentes en la realidad singular
de la eXIstenci~ particular de dicho mdlV!duo. Se puede, sin duda, concebir a la modo general, se lo concibe como algo separado del ejerc1c1o actual del existir.
natural~za comun como abstraída de los individuos; sin embargo, no se la puede Por consiguiente, la existencia .actual, que es la que ejerce en la realidad misma
conceb1r en cuanto tal como actualmente existente, a no ser que se la conciba esta función, debe ser intrínsecamente concebida como individual y singular, y, en
erróne~ente, o como algo imaginable, pero no como algo posible, y, aunque pueda consecuencia, como poseedora de relación inmediata a la esencia individual y sin-
concebirsela como apta para existir, sin embargo no se la puede concebir como gular, y de este modo no hay existencia alguna, incluso racionalmente distinta,
pose~dora d~ e.s~ orden a la existencia inmediatamente y por sí misma, slno que se refiera inmediatamente a la naturaleza común, sino que se refiere única·"
med1an:e el ~dividuo en el que existe. Resulta de aquí que no se puede concebir mente a la que existe en el individuo y en él se ha convertido en singular. Por
a. la existencia actual y ejercida en la realidad misma como inmediatamente actua- eso hay que decir simplemente que la existencia propia e inmediatamente sólo
lizadora de la naturaleza común en cuanto tal, sino sólo de la naturaleza contraída corresponde a las cosas singulares, razón por la que Aristóteles dice, en el lib. I
Y c.on~e;tida .~n individual. Se prueba, porque la naturaleza común, prescindida de de la Metafísica, en el proemio, que sólo se da producción de las cosas singulares,
la mdiv1duac10n, no. es l?róxima-:nente. capaz de la existencia; e incluso según ese puesto que la producción tiende a la existencia, la cual sólo compete a la realidad
estado le es contradtctona la exmtenc1~ actual; luego si se concibe a la existencia singular; y por eso dijo también, en el capítulo sobre la sustancia, que las
como acto de. ~a esencia, no se puede concebir según la razón que posea inmedia- sustancias segundas sólo existen en las primeras. Y la razón es manifiesta por lo
t~ente rel~c1on a la naturaleza común en cuanto común, sino sólo a la realidad dicho, puesto que no puede haber ningún ente en acto, si no es individual y sin-
smg~lar, m1entras que a la común sólo la tiene en cuanto ha sido convertida gular; y la existencia no es, en realidad, más que la entidad actual misma de la
en smgular. e? u~a cosa individi7al. Por consiguiente, en Pedro, por ejemplo, no realidad individual. Mas, si en una sola e idéntica realidad individual distingui-
se puede dtstrngmr ~.ma doble existencia, ni siquiera según la razón, una de Pedro mos racionalmente el individuo de la especie del individuo del género, en este
Y otra de ho:nbre, SI.?O que hay una sólo, por la que existe inmediatamente Pedro caso también podremos distinguir racionalmente la existencia del uno de la exis-
y hombre existe medmtamente según la razón. tencia del otro; sin embargo, ambas han de ser concebidas como la existencia
4. Objeción.- Solución.- Se objetará que la existencia del hombre en cuanto de una cosa singular e individual,· a la que expresan relación inmedj.ata según la
tal puede ser concebida abstractamente, igual que el hombre mismo y que puede razón; por consiguiente, toda existencia, tanto realmente como según la verdadera
ser racionalmente distinguida de las existencias individuales de cada uno de los razón de concebirla, corresponde inmediatamente a alguna realidad singular.
hombres; luego es posible distinguir racionalmente de este modo la existencia de
la naturaleza com~n de la existencia del individuo. La respuesta es negar en abso- Si la exístencia corresponde al supuesto solo, o también a· la naturaleza
luto la consecuencia, porque, cuando se concibe a la existencia abstracta y univer-
individual
salmente, n~ s~ la toma como actual y ejercida, sino sólo en acto signado. Explico
esto de la s1gmente manera: el hombre no puede ser concebido como actualmente 5. Mas cabe todavía preguntar entonces si en las sustancias creadas la existen-
e~stent: mediante la existencia humana en común, sino mediante esta o aquella da corresponde al supuesto solo, o también a la naturaleza. Porque todos los filó-
eXIstencia, y por eso, cuando se lo concibe con relación a la existencia sólo de sofos y teólogos que piensan que la existencia no se distingue de la entidad de la
esencia'/ estiman, en consecuencia, que no sólo el supuesto, sino también la natu-
raleza sustancial individual tiene su propia existencia, y que de este modo en
3, Addo vero subinde, neque etiam ra- ram communem ut coromunero, sed soluro
tione debere aut posse distinguí existentiam Cristo Nuestro Señor la humanidad conservó la existencia propia de la naturaleza,
ad rero individuaro, ad comrounem vera so-
actualem et exercitam graduum communium lum ut facta est singularis in re individua.
existentium in re singulari a particulari exi- Ergo in Petra, verbi gratia, non potest tuali exercitio existendi. Actualis ergo exi- guamus individuum speciei ab individuo ge-
stentia talis individui. Potest quidem concipi distingui duplex existentia, etiaro secundum stentia, quae in re ipsa hoc munus exercet, neris, sic etiam ratione poterimus distinguere
natura communis abstracta ab individuis; rationem, una Petri et alia horoinis, sed est intrinsece concipi debet ut individua et existentiam unius ab existen tia alterius;
tamen ut sic non potest concipi actu exi- una tantum, qua immediate existit Petrus singularis, et consequenter ut habens imme- utraque tamen concipietur ut existentia tei
stens, nisi ex errare cancipiatur, vel tam- et mediate secundum rationero horno. diatam habitudinem ad essentiam individuam singularis et individuae, ad quaro dicit im-
quam aliquid imaginabile, non vera ut ali- 4, Obiectio.- Dissolvitur.- Dices: exi- et singularem, et hoc modo nulla est exi- rocdiatam habitudinero secundum rationem;
quid passibile, et, quamvis possit concipi stentia hominis ut sic potest abstracte con- stentia, etiam ratione distincta, quae imrne- omnis ergo existentia, taro secundum rem
ut apta ad existenduro, non taroen ut im- cipi, sicut ipse horno, et ratione distinguí diate respiciat naturam communem, sed quam secundum veram rationem concipien-
medlate et secundum se habens talero ordi- ab individuis existentiis singulorum homi- solum ut existentem in individuo et in eo dt_, est imroediate alicuius rei singularis.
nem ad esse, sed medbnte individuo in quo nuro;. ergo. hoc modo potest distinguí ratio- singularem effectam. Quapropter símpliciter
existit. Quo fit ut non possit condpi exi- ne extstentm naturae comrounis ab existen- dicendum est existentiam proprie et imme-
stentia actualis et in re ipsa exercita ut tia individui. Respondetur negando absolute Sitne existentia solius supposili) vel etiam
diate solum esse rerum singularium, propter individuae naturae
actuans immediate naturam communem ut consequentiam, quia, cum existentia abstra- quod dicit Aristoteles, I Metaph., in prooe-
sic, sed solum ut contractam et factam indi- cte et universe concipitur, non sumitur ut mio, effectionero solum esse rerum singula- 5. Sed tune ulterius quaeri potest an in
viduam. Probatur, quía natura communis actualis et exercita, sed solum in actu signa- rium, quia effectio tendit ad esse, quod substantiis creatis existentia sit solius sup-
praecisa individuatione, non est proxime ca~ te. qu~d ita decia:o : nam horno non potest solum est rei síngularis; et ideo etiam in positi, vel etiam naturae. Nam omnes phi-
pax existentiae; immo, secundum illum sta- conc1p1 ut actu ex1stens per existentiam hu- cap. de Substant. dixit secundas substan- losophl et theologi qui putant existentiam
tum repugnat ei actualis existentia; ergo ~anam ,in c~mmuni,. sed per hanc vel per tias solum esse in primis. Et ratio constat non distingu1 ab entitate essentiae conse-
concip1endo existentiam ut actum essentiae: illaro extstenttam, et 1deo, quando concipitur ex dictis, quía nullum ens actu esse patest, quenter existimant non solum suppositum,
non potest secundum rationero concipi ut curo habitudine ad existentiam in communi nisi individuum et singulare; e::dstentia au- sed etiam substantialem naturam individuam
habens habitudinem immediatam ad natu- tanturo, concipitur ut quid abstractum ab ac- tem in re nihil aliud est quam ipsamet ac- habere suam propriam existentiam, atque ita
tualis entitas rei individuae. At vera, si in in Christo Domino humanitatem eius reti-
una et eadero re individua ratione distin- nuisse propriam existentiam naturae, etiamsi
126 Di_spu!_C:c~ones rnatafisicas Disputación XXXI.-Sección x.:cl__________________ 127

P?r ,más que en ella no haya habido un supuesto propio y creado. Empero, los por todos los conceptos. Asi, pues, de. ésta puede admitirse que corresponde a\
d1sc1pulos, de Santo Tomás opinan lo contrario, por más que están divididos, ya solo supuesto íntegro, como luego exphcaremos; mas esto no puede ser verdad,
qu_e C~preolo y ~tros enseñan ciertamente que la existencia sustancial corresponde respecto de cualquier existencia. Po~que ~e ha demo~trado que e~ s~r actual de ~a
prrmana Y esencialmente al supuesto solo, pero de tal suerte que la existencia no naturaleza o esencia es verdadera existenCia; ahora b1en, la supos1tahdad no puede
supon~a. en _orden de naturaleza al supuesto constituido y lo actúe en la razón ser término o modo de la naturaleza si no supone en ella algún ser actual y fuera
de existir, smo que ella misma constituya formalmente al supuesto. Resulta, con de las causas; luego supone en ella necesariame~te algún ser de exlste?-cia; . luego
ello, de acuerdo con esta sentencia, si prescindimos aquello que es como el sujeto no toda existencia puede ser acto del supuesto, smo que hay alguna ex1stenc1a que
o receptáculo de la existencia, que no se trata, en realidad, del supuesto, sino de es acto de la naturaleza. Además, la subsistencia se distingue ex natura reí de la
la naturaleza misma; porque el supuesto es más bien lo compuesto o constituido esencia actual, como luego demostraremos, mientras que la existencia propia de
por la naturaleza y la existencia, y de esta suerte la existencia pertenecerá al la naturaleza no se distingue de ella ex natura t·ei, en cuanto es una ~senda actual;
supuesto en cuanto constituido, y a la naturaleza como potencia actuable. Esta luego es preciso que alguna existencl.a ~ea propia de la. naturaleza m1sma, concreta-
sentencia es falsa en el punto en que confunde la existencia con la subsistencia mente la que en la realidad no se d1stmgue de esa mlSma ·naturaleza.
Y no atri_buye a la existencia el efecto formal que le es propio, que es constitui; 7. Por eso ha estado bien dividida la existencia; pues hay una que es total-
a 1? realtdad en acto en la razón de ente actual, punto que hemos tocado más mente completa en el género de la sustancia, a la qu~ suele llamarse e~istencla ~~r
arnba y del que vamos a hablar con más amplitud luego, al ocuparnos de la se y que implica no sólo la actualidad de la esenc1a o naturaleza, smo tamb.1en
naturaleza y del supuesto. et' modo de esa naturaleza que se llama subsistencia, y su actuali~ad. Esta ~xis·­
6.. ~n cambio, Cayetano y otros enseñan que la existencia supone al supuesto tencia, pues, corresponde al supuesto solo, no como un acto s~ple ~e este,
const~tmdo en la razón de. supuesto, actuándolo y constituyéndolo primaria y sino como compuesta de la existencia de la naturaleza y ,de la ex1ste~c1a ~e la
esencmlmente como ente existente en acto. El fundamento de éstos consiste en misma supositalidad, de la que luego tratare~os. Y por razon de esta exrstencm se
que sólo el supuesto es lo que existe, hablando con propiedad; del mismo modo que dice que la realidad es en absoluto. lo que exiSte, o u~ ente completo, y, por ello,
sólo el supuesto es el que opera, ya que el ser corresponde a quien corresponde es la propia del supuesto, y, propiamente hablando? esta es l~ que se presupone
el_ operar; luego la existencia es primaria y esencialmente un acto del supuesto, para la operación, razón por la cual el oper~ se ~tnbuye p:opmmente al supue~to
mientras que a la naturaleza y a sus partes se comunica consiguientemente. Y esta 0 a la realidad subsistente. Mas hay otra ex1Stenc1a sustancial no totalmente com-
sentencia ciertamente seria probable, si la existencia fuera una realidad distinta de pleta y terminada en su ~énero? porque todavía puede ser terminada por la sub-
1? naturaleza_ sust~ncial, por más que difícilmente podria explicarse qué función sistencia. y ésta es la ex1stenc1a de la naturaleza en cuan~o es. naturaleza, .Y es
tLene la subsLstenc1a sobre una naturaleza sustancial considerada precisivamente en la que le conviene a ésta más inmediatamente que a la subs1stencm; porque, Igual
cuanto es esencia y con prioridad de naturaleza a que sea existente, cuestión de que la naturaleza sustancial, por más que sea completa en el ~énero de nat?raleza,
que nos ocuparemos en la referida disputación sobre el supuesto. Mas, hablando sin embargo en absoluto no es totalmente completa en 1~ r~zon de sust?ncm _hasta
en absoluto, esta sentencia no se refiere a la existencia accidental, como es de que sea subsistente. Y una naturaleza. tal. puede preexista·. a la subs1stenc1a en
por s¡ evidente; y respecto de la sustancial cabe entenderla) o de toda exis- orden de naturaleza, igual que en el rmsteno ~e la Encarnación la naturaleza ~?:e­
tencia de cualquier entidad actual sustancial, o sólo de la existencia completa existió a la asunción, pues todo lo que es asum1do es presupuesto para la asuncmn,

proprium et creatum suppositum in ea non 6. At vera Caietanus et alii docent exi- potest quod sit solius integri suppositi, ut naturae qui subsístenth dícítur, et actu~li­
fuerlt. At vero discipuli D. Thomae con- stentiam supponere suppositum constitutum mox explicabimus; tamen de omni existen- tatem eíus. Talis ergo existentia est solms
trarium sentiunt; divisi tamen sunt, nam in ratione suppositi, illudque actuare et pri- tia id verum esse non potest. Quía ostensum suppositi, non ut actus simplex eius, se.d
Capreolus et alií docent quidem existcntíam mo ac per se constituere ens actu existens. est esse actuale naturae seu essentiae esse ut composita ex existentia naturae et exi-
substantialem csse primo ac per se solius Quorum fundarnentum est quia solum sup- veram existentiarn; sed suppositalítas non stentia ipsius suppositalitatis~ de .qua _i~fra
suppositi, ita tamen ut existentia non sup- positurn est id quod est, propríe loquendo; potest terminare et modificare naturam nisi dicetur. Et ratione huius ex1stentme d1c1tur
ponat ordine mturae suppositurn constitu- sicut solum suppositum est quod operatur, supponendo in illa aliquod ~ss.e actua~e ~t res simpliciter esse id quod es_t, seu co::n.-
tum et illud actuet in ratione existendi, sed quia eius est es se cuius est operari; ergo extra causas; ergo necessano suppomt m pletum ens, et ideo est propna suppos1t1,
formaliter ipsa constituat suppositum. Quo existentia primo et per se est actus suppo- illa aliquod esse existentiae; ergo non pot- et haec supponitur, per se loquendo, ad
fit ut, iuxta h1nc sententiam, si praescinda- siti; consequenter vera communicatur na- est omnis existentia esse actus suppositi, sed operationem, et ideo operari proprie tribui-
mus id quod est qu3:si :mbiectum vcl re- turae et partibus eius. Et esset quidem haec datur aliqua existentia quae sit actus natu- tur supposito seu rei subsistenti. Alia verc
ceptivum existentiae, revera non sit suppo- sententia probabilis, si existentia esset res rae. Praeterea, suppositalítas distinguitur ex est existentia substantialis non omnino com-
situm, sed natura ipsa; nam suppositum distincta a substantiali natura, quamquam natura rei ab essentia actuali, ut infra osten- pleta et terrninata in suo genere, quía adhuc
potius est compositum seu constitutum ex aegre possit explicari quid faciat subsistentia demus, propria autem existentia naturae non potest per subsistentiam terminad. E~ haec
natura et ex:btentía, atque ita existentia erit circa substantialern naturam praecise consi- distinguitur ex natura rei ab ea ut est est existentia naturae ut natura est, tmme-
suppos1tt ut constituti, naturae vera ut deratarn ut essentia est et prius natura quam quaedam essentia actualis; ergo necesse est diatius illi conveniens quam subsistentiae;
potentiae actuabilis. Quae sententia in eo existens, de quo agemus in disputatione ut aliqua existentia sit propria ipsius natu- nam sicut natura substantialis, etiarnsi com-
falsa est _ quod confundit existentiarn curn citata de supposito. Simpliciter autem lo- rae, illa, scilicet, quae in re non distinguitur plet~ sit in genere naturae, tamen simJ?li-
subsistentia et non tribuit existentiae pro- quendo, haec sententia non loquitur de exi- ab eadem natura. citer in ratione substantiae non est omnmo
prium effectum formalem eius, qui est con- stentia accidentali, ut per se clarum est; de 7. Quapropter recte divisa est existentia; completa, donec sit subsistens. Potestque
stituere rem in actu in ratione entis actualis, substantiali autern potest intelligi, vel de quaedam enim est omnino completa in g~­ talis natura praeexistere subsistentiae ordine
quam rern supra attigimus et de ea latius omni existentia cuiuscumque entitatis acUla- nere substantiae, quae solet dici per se exi- naturae, sicut mysterio Incarnationis prae-
dicturi sumus infra, agentes de natura et lis substantialis, vel solurn de existentia om- stentia et includit non solum actualitatem extitit natura assumptioni; omne enim quod
supposito. ni ex parte completa. De hac igitur admitti essentiae seu naturae, sed etiarn modum talis assumitur praesupponitur assumptioni, ut
128 Disputaciones metafísicas Disputación XXX"'l~.-S---':_:ecccc_cz_c·ó'-n~X=J_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _l_29

como dijo Santo Tomás, !II, q. 4, a. 2 y 3; y por eso, en q. 6, a. 4, ad 3, dice unida a la existencia de la materia, completará la existencia íntegra de la natu-
que la humanidad de Cristo fue ente con prioridad de naturaleza a haber sido raleza total. Pues la existencia c;le la forma no puede ser por sí sola íntegra y
unida al Verbo; y se refiere al ente en acto, ya que ente en potencia lo fue desde total, ya porque la forma sola no es la esencia total de la cosa, según la senten-
la eternidad; y el ente en acto se constituye por la existencia. Por consiguiente, cia más verdadera, ya también porque~ como la existencia de la forma presupone
esta existencia que se concibe como previa a la subsistencia es preciso que afecte la existencia de la materia y tiene que unírsele, es necesario que no sea total,
de manera próxima e inmediata a la naturaleza y no al supuesto. sino parcial, a fin de que pueda componer con ella un uno per se.
9. De aquí se infiere que la existencia no es siempre una entidad simple, ni
es siempre compuesta; sino que es tal cual lo exige la esencia. Por consiguiente,
Si la existencia actualiza inmediatamente a las partes si se trata de una esencia simple y que sea al mismo tiempo completa e íntegra,
o sólo a la naturaleza íntegra la existencia será de modo semejante simple y total en su orden, o sea, de acuerdo
con la razón de naturaleza, siendo éste el tipo a que pertenece la existencia
8. En tercer lugar puede preguntarse cómo es esta existencia de la natura- sustancial de la naturaleza angélica. Pero, si se trata de una esencia simple y parcial,
leza, y si es inmediatamente acto de la sola naturaleza sustancial completa, o tam- la existencia será también simple e incompleta y parcial en ese orden, siendo de
bién de sus partes. En este problema, dejando a un lado la opinión de aquellos esta clase la existencia de la materia y de la forma sustancial. Mas, si se trata
que ponen distinción real entre la existencia y la esencia) los cuales deben expre- de una esencia compuesta de materia y forma y que sea completa e íntegra,
sarse en consecuencia con lo dicho en la sección anterior, nosotros tenemos que de modo similar la existencia será compuesta de las existencias de la materia
afirmar que la existencia, hablando en general, no es un acto de la sola esencia y de la forma, y será íntegra y total en su orden. Finalmente, si es una esencia
completa; sino que, igual que se divide a la esencia en total y parcial, o en compuesta cier~amente de materia y forma, pero que no es una esencia total,
completa e incompleta, del mismo modo hay que dividir la existencia dentro del sino que es parte integral de otra, tendrá una existencia semejante o proporcional:
mismo orden. Por consiguiente, la existencia parcial conviene inmediatamente de este modo, en efecto, la cabeza, por ejemplo, o la mano tiene una esencia
a una parte de la esencia, aunque la existencia íntegra de la naturaleza se refiera parcial compuesta de su materia y de su forma, esencia que, por lo mismo,
inmediatamente a la esencia completa. Esto se infiere manifiestamente del fun- es parcial, porque consta de una materia parcial y de una forma que o es parcial
damento propuesto: que la existencia no se distingue realmente de la esencia o al menos informa esa parte de la materia parcial e inadecuadamente, por así
actual; porque, del mismo modo que la esencia completa es un ente actual, asi decido. Por tanto, de acuerdo con el modo de esencia, asi es la existencia de
también sus partes son entes actuales, aunque parciales; luego incluyen sus cada realidad, consecuencia que se sigue manifiestamente del principio sentado
propias existencias pardales, que no se distinguen realmente de esas mismas partes de que la esencia actual y la existencia se identifican en la realidad.
de la esencia. Además, porque la materia prima, en cuanto se la presupone para 10. En contra de esta solución suelen hacerse muchas objeciones, mas pue-
la forma como conservada o creada por Dios, es una entidad actual que incluye den reducirse a tres capitulas principales. El primero contiene las autoridades y
algún ser de existencia, según quedó demostrado antes; luego tiene su propia razones con que suele probarse que la materia no tiene existencia alguna, sino
existencia parcial, puesto que, bajo dicha razón, y en cuanto se la supone con que la toma toda de la forma, puesto que de por sí es pura potencia y casi
prioridad de naturaleza a la forma, no puede existir por la existencia del todo, nada; y si tuviera de suyo existencia, tendría de suyo actualidad y una actualidad
como es de por sí evidente. Por otra parte, la forma, al ser más actual que la
materia, con mucho mayor razón lleva consigo su propia existencia, la cual,
riae, complebit integram existentiam totius composita ex existentiis materiae et for-
dlxit D. Thomas, III, q, 4, a. 2 et 3; et in:ompl.etam~ ita etiam distinguendam esse naturae. Neque enim potest existentia for- mae et integra ac totalis in suo ordine.
ideo q. 6, a. 4, ad 3, dicit humanitatem ex1stent1am mtra illum ordinem. Existentia rnae per se sola esse integra ac totalis, Denique, si essentia sit composita quidem
Christi prius natura fuisse ens quam fuerit ergo partialis immediate convenit parti es- tum quia non est forma sola tata reí essen- ex materia et forma, non tamen sit tata
Verbo unita; loquitur autem de ente actu, sentiae, quamvis integra existentia naturae tia, iuxta veriorem sententiam, tum etiam essentia, sed pars integralis alterius, similem
nam ens in potentia ex aeternitate fuit; con- immediate respiciat completam essentiam. quia; cum existentia formae supponat exi- seu proportionalem habebit existentiam: sic
stituitur autem ens actu per existentiam. Hoc plane sequitur ex fundamento pasito, stentiam materiae et illi unienda sit, oportet enim caput, verbi gratia, vel manos partia-
Hanc igitur existentiam, quae subsistentiae quod existentia non distinguitur in re ab ut non sit totalis, sed partialis, ut possit lem habet essentiam ex sua materia et forma
praeintelligitur, necesse est proxime et im- essentia actuali; nam, sicut tata essentia cum illa unum per se componere. compositam, quae ideo partialis est quía ex
mediate afficere naturam et non suppositum. actualfi ens est, ita et partes eius sunt ac- 9. Atque bine colligitur existentiam non materia partiali constat, et ex forma vel par-
tualia en tia, licet partialia; ergq includunt semper esse entitatem simplicem, nec sem- tiali, vel cette pattialitel' (ut sic dicarn) et
Actuetne existentia immediate partes vel proprias partiales existentias, quae ab ipsis per cornpositam; sed talem esse, qualem inadaequate informante illam partero mate-
tantum integram naturam partibus essentiae in re non distinguuntur. exigit essentia. Itaque, si essentia sit sim- riae. Iuxta modum ergo essentiae talis est
8. Tertio, inquirí potest qualis sit haec Item, quia materia prima, ut supponitur for- plex, simulque sit completa ac integra, exi- existentia uniuscuiusque, id quod plane se-
existentia naturae, et an sit immediate actus mae conservata vel creata a Deo, est actua- stentia similiter erit simplex et totalis in suo quitur ex pasito fundamento, quod essentia
solios naturae substantialis completae, vel lis entitas includens aliquod esse existentiae, ordine, seu iuxta rationem naturae, et huius~ actualis et exh¡tentia in re ídem sunt.
etiam partium eius. In qua re, omissa opi- ut in superioribus ostensum est; ergo habet madi est substantialis existentia naturae an- 10. Contra hanc vero resolutbnem multa
nione eorum qui realiter distinguunt exi- propriam existentiam partialem, quia sub gelicae. Si vera essentia sit simplex et par- solent obüci, sed ad tria praecipua capita
stentiam ab essentia, qui consequenter lo- ea ratione et ut prius natura supponitur tialis, existentia similiter erit simplex et revocari possunt. Primum continet auctori-
qui debent iuxta dicta in superiori sectione, formae non potest existere per existentiam incompleta seu partialis in illo ordine, et tates et rationes quibus probari solet mate-
dicendum nobis est existentiam, generaliter totius, ut per se manifestum est. Rursus, huiusmodi sunt existentiae materiae et for- riam nullam habere existentiam, sed totam
loquendo, non esse actum solius essentiae forma, curo sit actualior quam materia, mul- mae substantialis. Si vera essentia sit com- capere a forma, quía ex se est pura potentia
completae; sed, sicut distinguitur essentia to magís secum affert suam propriam exi- posita ex forma et materia, sitque comple- et prope nihil; si autem ex se haberet exi-
in totalem et partialem, seu completam et stentiam, quae, adiuncta existentiae mate- ta et integra, simili modo existentia erit stentiam, ex se· haberet actualitatem eamque
DISPUTACIONES V - 9
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130 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección XI 131

muy perfecta, ya que la existencia es el acto perfecto y la participación perfecta antes. De qué grado y de qué clase sea esta dependencia respecto de la forma se
del ser divino, según el testimonio de Dionisia en c. S del De divin. nomin. explicó profusamente en dicho pasaje, y por eso aquí no es preciso decir más
Después, porque se deduce que la forma no tiene ningún efecto causal en la sobre dichas objeciones. ~
materia, porque ni le confiere la esencia ni la existencia. Finalmente, porque, en 11. La segunda y principal objeción se toma de parte de la fonna, y prin-
otro caso, la materia podría existir sin la forma, al menos por potencia absoluta, cipalmente del alma racional, cuyo ser se identifica con el ser de todo el hombre
siendo lo contrario lo que Santo Tomás enseña tantas veces. Mas de todo esto 0 de la humanidad; y se trata de un ser simple y no compuesto, ya que
hemos hablado ampliamente antes, disp. XIII y XV, y por eso decimos en pocas permanece en el alma sola y es, en consecuencia, totalmente espiritual; luego,
palabras que el que la materia no tenga de suyo existencia, sino que la tome toda aunque la humanidad sea una esencia compuesta, sin embargo el ser de ella no
de la forma, se puede entender de dos maneras. Primero, que no la tiene, a no es compuesto; luego con idéntico motivo se ha de afirmar proporcionalmente otro
ser dependiente de la forma por su naturaleza, y en este sentido concedemos que tanto de cualquier naturaleza sustancial compuesta. El antecedente tiene muchos
la materia recibe la existencia de la forma, según se explicó suficientemente en partidarios en la escuela de Santo Tomás, tomándolo de su doctrina, I, q. 76,
la sec. 9. Mas el otro sentido es que la materia en su entidad actual no incluye a. 1, ad 4, y De ente et essentia, c. 5. Cayetano lo defiende y explica amplia-
ninguna existencia propia, sino que la recibe totalmente prestada de la forma, de mente en estos pasajes, y el Ferrariense en el lib. II cont. Gent., c. 63, cerca del
tal suerte que existe formal e intrínsecamente y queda constituida en el ser principio. Y cabe probarlo racionalmente de este modo, porque el ser de todo
de entidad actual por la forma misma o por algo que se concede a la materia en el hombre no puede ser material, de lo contrario el alma no podría eXIstir en
concepto de forma, y este sentido es falso. Por eso, en sentido opuesto, conce- virtud de ese ser; luego es preciso que sea espiritual, puesto que entre estas
demos qv:e la materia tiene su existencia propia, que no debe formalmente a cosas no se da medio; luego es en sí mismo incorruptible y perpetuo y le con-
la forma, punto que quedó suficientemente probado antes. Y allí se ha explicado viene esencial y primariamente al alma, permaneciendo en ella después de la
también en qué sentido la materia es pura potencia receptiva en orden al acto separación. En segundo lugar, porque el alma, mientras está en el cuerpo, existe
formal, pero no al acto entitativo o de existencia. Y se dice que es casi nada, en virtud del ser del todo; luego no tiene un ser distinto del ser del todo, ya
porque entre los entes sustanciales tiene el lugar inferior en la perfección; sin que, de lo contrario, existiría simultáneamente en virtud de .dos . existencias,
embargo, por el hecho mismo de decirse que es casi nada, se dice consecuente- cosa que es superflua e imposible; luego el ser del alma se Identifica con el
mente que tiene algo de entidad, debido a lo cual se separa de la nada, teniendo de todo el compuesto. ·
en conformidad con esto algo de existencia. Porque, aunque del ser en cuanto 12. A la objeción se responde que los que piensan que la existencia es una
tal se diga que es lo más noble, sin embargo no todo ser es perfectísimo, sino realidad distinta de la esencia, son bastante consecuentes al afipnar que este ser
que en él se dan grados de acuerdo con la diversidad de las realidades y esencias. en el hombre es inmaterial y que, en consecuencia, conviene primariamente al
Y de esta suerte, aunque la materia tenga algún ser propio, empero, por ser alma y se comunica a la materia y al compuesto total . medi:mte ella. ~e:o, si
i.mperfectísimo en el género de la sustancia, por lo mismo, no obstante dicho ser> se supone el fundamento contrario, es decir, que la ex~stencta no se d1stmgue
la materia puede ser imperfecta y casi nada. Por otra parte, aun cuando la ma- realmente de la esencial actual, hay que afirmar necesanamente que de tal ma-
teria tenga su propia existencia, sin embargo la tiene dependiente de la forma, nera se compara el ser del alma con el ser del ~ombre o de la humanidad :omo
afirmándose en este sentido que la forma le confiere el ser, según quedó explicado se compara el alma según su esencia a la esencia de hombre o a la bumamdad.
y el alma no es la esencia total del hombre, ni tampoco se distingue de ella
perfectissimam; nam existen tia est perfectus propriam existentiam, quam formaliter non
actus et perfecta divini esse participado, habet a forma, quod satis in superioribus lis sit haec dependentia a formR, dicto loco duo non datur medium; ergo secundum se
teste Dionys., c. 5 de Divín. nomin. Item, probatum est. Et ibidem etiam declaratum fuse est explicatum, et ideo plura hoc loco est incorruptibile et perpetuum et per se
quia sequitur formam nihil causare in mate- est quomodo materia sit pura potentia re- de illis obiectionibus dicere necesse non est. primo conveniens animae, et in e:: post. se-
ria, quia neque essentiam neque existentiam ceptiva in ordine ad actum formalem, non 11. Secunda obiectio principalis sumi- parationem manens. Secundo, qUla amma,
illi confert. Tandem, quia alias posset ma- vero ad actum entitativum seu existentiae. tur ex parte formae, et praecipue ab ani- dum est in corpore, existit per esse totius;
teria esse sine forma, saltem de potentia ab- Prope nihil autem esse dicitur, quia inter ma rationali, cuius esse est ídem cum ergo non habet esse distinctum ab esse to-
soluta, cuius oppositum docet saepe D. Tho- entia substantialia infirnum locum tenet in esse totius hominis seu humanitatis; illud tius, alioqui simul existeret per duo esse,
mas. Sed de .his omnibus late dictum est perfectione; tamen, hoc ipso quod dicitm autem est esse simplex et non composi- quod est superfluum et impossibile; ergo
supra, disp. XIII et XV, et ideo breviter esse prope nihil, consequenter dicitur habere tum, quia manet in sola anima, et conse- est ídem esse animae et totius compositi.
dicitur dupliciter posse intelligi materiam aliquid entitatis, quo recedit a níhilo, et se- quenter est omnino spirituale; ergo, quam- 12. Ad hanc obiectionem respondetur eos
nullam ex se -habere existentiam, sed totam cundum id habet aliquid existentiae. Quam- vis humanitas sit essentia compositaj ni- qui existimant existentiam esse rem distin-
capere a forma. Primo, quod non habet il- quam autem ipsum esse ut sic dicatur nobi- hilominus esse eius non est compositum; ctam ab essentia, satis quidem consequenter
lam nisi natura sua dependentem a forma, lissimum, tarnen non omne esse est per- ergo ob eamdem causam ídem erit propor- opinari hoc esse in homine irnmateriale esse,
et hoc sensu concedimos materiam capere fectissimum, sed in eo reperiuntur grados tionaliter dicendum de qualibet substantiali et consequenter primo convenire animae et
existentiarn a forma, ut sect. 9 satis decla- iuxta rerum et essentiarum diversitatem. At- natura composita. Antecedens est valde re- per illam communicari materiae et toti com-
ratum est. Alius vera sensus est quod ma- que ita, quamvis materia habeat aliquod esse ceptum in schola D. Thomae, ex doctrina posito. At vera, supposito contrario funda-
teria in entitate sua actuali nullam includat proprium, tamen, quia in genere substantiae eius, I, q. 76, a. 1, ad 4, et de Ente et es- mento, nimirum, existentiam non esse in re
existentiam propriam, sed illam a forma om- illud est imperfectissimum, ideo, non ob- sent., c. 5. Quibus locis id Caietan. late distinctam ab essentia actuali, necessario di-
nino mutuetur, ita ut per ipsammet formam, stante tali esse, potest materia esse imper- defendit et dedarat, et Ferrar., lib. II cont. cendum est ita comparari esse animae ratio-
vel per aliquid quod ratione formae datur fecta et prope nihil. Rursus, licet materia Gent., c. 63, prope initium. Et potest in nalis ad esse hominis, seu humanitatis, sicut
materiae, ipsa formaliter et intrinsece exi- habeat propriam existentiam, illam tamen hunc modurn ratione suaderi, quia esse to- comparatur anima secundum suam essentiam
stat et constituatur in esse entitatis actuf!lis, habet dependentem a forma, et hoc modo tius hominis non potest esse materiale, alio- ad essentiam hominis, seu ad humanitatem.
et hic sensus est falsus. Ideoque in sensu dicitur forma conferre illi esse, ut in supe- qui non posset per illud esse anim,g_ existere; Non est autem anima tata essentia hominis,
opposito concedimos materiam habere suam rioribus declaraturn est. Quanta vera et qua- ergo oportet ut sit spiritmle, quía inter baec neque etiam ita condistinguitur ab illa ut
132 Disputaciones metafísicas Disputación XXXl.-Sección XI 133

de tal manera que no esté incluida en ella, sino que se distingue como la parte se desprende de los lugares citados, II cont. Gent., c. 81, ad 3; Quodl. X, a. 3 y 6,
del todo; así, pues, el ser del alma no es el ser total del hombre o de la lugares en los que jamás dice que el ser del alma sea el ser total del comp~esto,
humanidad, ni se distingue del mismo hasta tal punto que no esté incluido en sino sólo que deviene o es el ser del compuesto mientras está comumcada
él sino que entra en su composición intrínseca y constituye lo principal en el
o
al cuerpo; y se le puede llamar ser del compuesto como su acto y perfección
se; mismo del hombre, aunque no pueda constituir el ser íntegro, dado que el principal, por más que no sea su ser total e integro. Y si alguno, finalmente,
cuerpo. mismo tiene también algún ser propio, que también comunica a la hun:a- pretende que Santo Tomás opinó que aquel mismo ser inmaterial que permanece
nidad en su género de causa, en el de la matenal concretamente. Y ésta ha s1do en el alma separada es el ser íntegro y total por el que existe el hombre completo,
la opinión de Escoto, In IV, dist. 43, q. 1, y en el Quodl., q. 9. cosa que insinúa en los pasajes citados y en otros, como puede verse en In l,
13. Ni Santo Tomás ha enseñado nunca expresamente que el ser del alma dist. 8, q. 6, a. 2, ad 1 y 2, y dist. 15, a. 3, y con frecuencia en otros pasajes,
sola constituya el ser total e íntegro de la humanidad completa; sino que en consecuentemente debe afirmar que Santo Tomás se expresa en la opinión de
el lugar citado De ente et essentia, c. 5, dice más bien que del alma y del que el ser es una cosa distinta de la esencia, sentencia que nosotros no defendemos
cuerpo resulta 'un solo ser en un solo. compuesto, refiriéndose manifi~stamente ahora.
al ser de la existencia. Y, en cambio, s1 el ser del hombre no fuese mas que el 14. La respuesta a la primera razón es negar que el ser del hombre sea
mismo ser espiritual del alma, comunicado y como extendido al cuerpo, no se absolutamente inmaterial, siendo asi que más bien ha de Ilamársele absoluta-
afirmaría con propiedad que tal ser es resultado del alma y del cuerpo. Y lo que mente material, al igual que es material la esencia del hombre. Y es una natu-
inmediatamente añade Santo Tomás, que dicho ser, en cuanto pertenece al alma, raleza material, no porque sean materiales todas las partes de que consta, sino
no es dependiente del cuerpo, no tiene el sentido de que el ser total del hombn; porque una de ellas es material. Se llama, en efecto, inmaterial a la realidad que
permanezca en el alma separada y que sea independiente del cuerp?, porq~e m no consta de materia, ya que fa negación incluida en la palabra excluye la com-
las palabras mismas arrojan este sentido, ni. hay nada que nos obligue a mter- posición de materia. Por eso toda realidad que consta de materia, aunque por otro
pretarlo asi. El sentido mejor es, pues, que d1cho ser, en cuanto pertenece al alma, concepto esté constituida por una forma espiritual y material, es y ha de ser
es decir en cuanto a aquella parte suya que se refiere al alma, no depende del llamada en absoluto material. De modo semejante, por tanto, el ser total del
cuerpo. 'y éste es el punto en, el que Santo Tomás estableció la diferencia entre hombre es material, no porque todo ser parcial del que se compone sea material,
el ser del alma racional y el de las otras formas, en que las otras for~as no sino porque resulta del cuerpo, que es material, y del ser del alma. Y cuando
tienen ser si no es en cuanto informan la materia y dependen de ella, mientras se objeta que el a1rna no puede existir en virtud de un ser material, hay que
que el alma tiene un ser in~epe~diente 9ue comunica a la ~~teria cuando 1~ responder que mediante tal ser no puede existir adecuadamente. y como por acto
jnforma. No porque la matena m1sma ex1sta formalmente en vntud ?e
ese set, propio, pero que puede existir inadec~1ada .o parcialmente .mediante dicho ser, n.o
sino porque es actualizada, perfeccionada, protegida o conse:vada por el. cuan- Y. en cuanto consta de una parte matenal, smo en cuanto mcluye otra parte espi-
ritual que le es propia y proporcionada al alma. Por consiguiente, este ser íntegro
do el alma se separa, puede conservar ese mismo ser en s1, por, ser esp1ntual Y
subsistente, por más que no sea absolutamente completo en el genero de la su~­ del hombre es adecuado al hombre total, pero respecto de cada una de sus
t·ancia. Este es el motivo por el que pudo afirmar algunas veces Santo Tomas partes es inadecuado, es decir, las rebasa, y, por lo mismo, no actúa según su
que el ser que pertenecía al compuesto permanecía en el alma separada, como totalidad a cada una de ellas, sino que las actúa según algo que le pertenece, en

in illa non includatur, sed distinguitur ut est animae, non esse dependens a corpore, separata, ut patet ex citatis locis II cont. sint, sed quia altera est materialis. Res enim
pars a tato; ita ergo esse animae non est non habet illum sensum_ quod tatum esse Gent., c. 81, ad 3; Quodl. X, a. 3 et 6, immaterialis dicitur quae ex materia non
totum esse hominis seu humanitatis, neque haminis maneat in anima separata sitque a quibus locis nunquam ait esse animae esse constat; negatio enim ibi inclusa composi-
est ita condistinctum ab illo ut in eo non corpore independens, quia neque verba ip:.;a totum esse compositi, sed solum quod fit tionem ex materia excludit. Unde omnis re.s
includatur; sed est intrinsece componens hunc sensum prae se ferunt, neque est ali · vel est esse compositi dum communicatur quae materia constat, quamvis aliunde spi-
illud, et id quod est praecipuur;n in ipso esse quid quod nos cogat ad ita interpretandum. corpori; potest autem dici esse compositi, rituali et immateriali forma constituatur;
hominis, quamquam non poss1t es~e totum, Optimus enim sensus est illud esse, t;r~ut tamquam actus et praecipua perfectio eius, matcrialis simpliciter existit et appellanda
quía ipsum corpus aliquo~ I?ropnum ~S5!:. est animae, id est, quantum ad partem llhus quamvis non sit integrum et totale csse eius. est. Simili ergo modo esse totale hominis
habet, quod etiam human~t~tl commm;uc.at quae ad animam spec~at,, non pendere a ~ar­ Quod si quis tandem contendat D. Thom. materiale est, non quía arnne esse partiale,
in suo genere causae, sc1hcet, mat;:nahs. pare. Et in hoc const1tmt D. Thomas dtffe- sensisse illud ipsum esse immateriale quorJ. ex qua componitur, materiale sit, sed quía
Atque ita opinatus est Scot,, In IV, d1st. 43, rentiam ínter esse anhnae rationalis et alia- manet in anima separata esse integrum et ex esse corporis, quod materiale est, et esse
q. l, et in Quodl., q. 9. rum formarum, quod aliae formae non ha- totale esse qua tatos horno existit, '=JUOd animae consurgit. Curn vera obiicitur quod
13. Neque D. Thomas expresse aliquan- bent csse nisi ut infonnant materiam et citatis locis et alüs insinuat, ut videre- licet anima non potcst existere per esse materiale,
do docuit esse solius animae esse totale et pcndent ab illa; anima vera habet esse In I, dlst. 8, q. 6, a. 2, ad 1 et 2, et dist. 15, respondcndum est, adaequate et tarnquam
integrum tatius humanitatis; sed in citato independens, quad communicat materiae, a. 3, et saepe alibi, dicere consequenter de- per proprium acturn non posse existen: per
loco de Ente et essentia, c. 5, ait potius quando illam informat. Non quía per illll:d bet D. Thom. procedere in ea sententia, tale esse, tamen inadaequate seu partialiter
ex ~nima et corpore resultare unum esse in esse ipsa materia formaliter existat, sed qma quod esse sit res distincta ab essentia, quam posse existere per tale esse, non quatenus
uno composito, et loquitur manifeste de esse per illud actuatur, perficitur et fovetur. seu nos nunc non defendimus. constat ex p9rte materiali, sed quatenus
existentiae. At vera, si esse hominis non conservatur. Quando vera separatur amma, 14. Ad primam rationem respondetur ne- aliam partem spiritualem includit ipsi ani~
esset aliud quam ipsummet spirituale esse potest illud idem esse in se retinere, quía gando esse hominis esse omnino immate~ mae propriam et proportianatam. Est itaque
animae, communicatum et quasi extensum est spirituale et subsistens, licet non omnino riale, sed potius appellandum esse absolute hoc integrum esse hominis adaequatum toti
ad corpus, non proprie diceretur illud esse completum in genere substantiae. Atque hac materiale, sicut essentia hominis materialis homini, singulis autem partibus eius inadae-
resultare ex anima et corpore. Quod vera ratione dicere potuit interdum D. Thomas est. Est autem materialis natura, non quia quatum, id est, excedens, et ideo non actuat
statim addit D. Thomas, illud esse, prout esse quod erat compositi manere in anima omnes partes ex quibus constat materiales singulas secundum se totum, sed secundum
Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección XI 135
134

proporc10n con cada una de las partes. Por eso cabria retorcer el argumento: tenga alguna entidad real, porque, de lo contrario, ni siquiera podria tener po-
porque el cuerpo material tampoco puede existir formal e intrínsecamente me- tencia receptiva real.
diante un ser inmaterial, ya que el mismo cuerpo es una entidad actual material 17. El segundo era porqu¡;.., en otro caso, de la materia y de la forma no
y extensa, que está intrínsecamente constituida por algún ser actual, el cual
resultaría un uno per se, puesto que de dos entes en acto no resulta un uno
es preciso que sea también material y extenso, y este ser es una verdadera exis- per se. A esto se responde que, si se trata de entes en acto en cuanto se dis-
tencia, según se demostró anteriormente; luego el cuerpo mismo no puede existir
tinguen de los entes en potencia -ya que éste es el sentido en el que ahora
intrínsecamente mediante un ser inmaterial; luego es necesario que el ser del hablamos de entes en acto, pues así es como por la existencia queda formal e
hombre completo sea material, como compuesto del ser material del hombre y intrínsecamente constituido el ente en tal actualidad-, refiriéndonos, pues, en
este sentido al ente en acto, no sólo no hay contradicción en que de dos entes
del inmaterial del alma.
15. Y con esto resulta fácil la respuesta a la segunda razón que se puede en acto se constituya un ente per se, sino que incluso es imposible que se cons-
presentar sobre la materia misma y sobre cualquier parte existente en el todo. tituya si no es de dos entes en acto, ya que el ente en potencia, por no ser
Hay que decir, en consecuencia, que la parte existente en el todo existe por el nada, no puede constituir nada en acto, sino sólo en potencia, según se dijo
ser del todo y por el ser propio, pero de diversa manera, no existiendo, por lo anteriormente con harta frecuencia. Además, ese axioma entendido en tal sentido
no puede tener fundamen~o en ninguna razón probable. ¿Por qué, en efecto,
mismo, en virtud de dos seres distintos, sino en virtud de un único e idéntico
ser considerado bajo diversos aspectos. Porque el ser del todo y el de la parte de dos entes que son parciales en su género no va a poder constituirse un uno
no son propiamente dos, sino que se comportan como incluyente e incluido; por per se en tal género, aunque ellos mismos tengan en acto, es decir, fuera de
consiguiente, del mismo modo que la parte está incluida en el todo, así también las causas, entidades parciales y se unan por ellas para formar composición?
existe en virtud del ser del todo de un modo mediato e inadecuado o con exceso Por otra parte, incluso en la opinión de los adversarios no es posible negar que
~por así decirlo-; pero de modo inmediato y adecuado existe en virtud del ser la ~ateria y la forma tienen en el ser de la esen~ia alguna actualidad propia,
propio, que es un ser parcial y está incluido en el ser del todo. Por consiguiente, mediante la que se unen para componer una ~sencm, la cual es una per se en
el ser de esencia, por más que conste de dos entes en acto en el mismo ser
no existe en virtud del ser del todo más que por razón del ser parcial que
incluye, y de este modo no existe en virtud de dos seres, sino de uno solo e de la esencia; luego otro tanto habrá que afirmar con la misma proporción res-
pecto del ser de la existencia; más aún, en la realidad se trata absolutamente de
idéntico. lo mismo, puesto que el ser actual de la esencia es el verdadero ser de la exis-
16. La tercera y principal objeción ha sido propuesta antes en la sec. 1, en
la- razón cuarta de la primera sentencia, la cual tiene como objetivo demostrar tencia. Asimismo, en los entes materiales, en cuanto a la composición de partes
que el ser de una naturaleza compuesta no puede ser compuesto, tocándose en integrantes, no se puede negar que, del mismo modo que la forma es extensa
su demostración algunos puntos que ya han sido resueltos. El primero es porque, y divisible, igualmente lo es también la existencia. Pues ¿quién hay que crea
en otro caso, la materia tendría su propio ser parcial, y entonces no seria pura que la existencia de la piedra o del árbol es hasta tal punto indivisible que
potencia. A esto se respondió ya que ciertamente es pura potencia en orden al está toda en el todo y toda en cualquiera de las partes? Por consiguiente, esa
acto formal sustancial, puesto que no tiene ninguno de por si, y que en este existencia de toda la piedra o del árbol está compuesta de partes integrantes; esas
sentido es pura potencia receptiva, aunque no objetiva, ya que es necesario que partes, por tanto, se unen como entes actuales parciales, y, sin embargo, de ellas
se compone un uno per se. Luego en este sentido ha de negarse aquella inferencia,
quam entitatem realem habeat, nam alias nec entitates et per illas uniantur ad componen-
aliquid sui, servans proportionem cum sin- totius et partis non sunt proprie duo, sed _potentiam receptivam realem habere posset. duro. Praeterea, etiam in adversariorum opi-
gulis partibus. Unde retorqueri posset ar- comparantur ut includens et inclusum; sicut 17. Secundum erat quia alias ex materia nione negari non potest quin materia et
gumentum: nam etiam non potest materiale ergo pars includitur in tato, ita existit per et forma non fieret unum per se, quía ex forma in esse essentiae habeant aliquam ac-
corpus per esse immateriale formaliter et in- esse totius mediate et inadaequate, seu ex- duobus entibus in actu non fit per se unum. tualitatem propriam, per quam uniuntur ad
trinsece existere, quia corpus ipsum est ac- cedenter (ut sic dicam); immediate autem Ad quod respondetur, si sit sermo de enti- componendam essentiam, quae in esse es-
tualis entitas materiaJis et extensa, quae per et adaequate existit per esse proprium, quod bus in actu, prout condistinguuntur ab en- sentiae est per se una, quamvis constet ex
aliquod esse actuale intrínsece constituitur, est partiale et in esse totius induditur. tibus in potentia (nam hoc sensu nunc lo- duobus entibus in actu in eodem esse es-
quod necesse est etiam esse materiale et ex- Unde non existit per esse totius nisi ratione quimur de ente in actu, sic enim per exi- sentiae; idem ergo erit cum eadem pro-
tensum~ quod esse est vera existentia, ut in illius esse partialis quod includit, et ita non stentiam formaliter et intrinsece constituítur portione in esse existentiae; immo in re
superioribus probatum est; non ergo potest existit per duo esse, sed per unum et ídem. ens in tali actualitate), hoc igitur modo lo- idem omnino est, quia illud esse actuale
ipsum corpus intrinsece existere per esse 16, Ttrtia obiectio principalis est supra, quendo de ente in actu, non solum non essentiae est verum esse existentiae. Item,
immateriale; oportet ergo ut esse totius ho- in sect. 1, proposita, in ratione quarta pri- repugnat ex duobus entibus in actu consti- in entibus materialibus, quoad compositio-
minis sit materiale, tamquam compositum mae sententiae, quae ad hoc tendit ut pro- tui unum per se, verum etiam impossibile nem ex partibus integrantibus, negari non
ex materiali esse corporis et immateriali ani- bet esse naturae compositae non posse esse est constitui nísi ex entibus in actu, quia potest quin, sicut fonna est extensa et di-
compositum, in cuius probatione nonnulla ens in potentia, cum _sit nihil, non potest visibilis, ita etiam sit existentia. Quis enim
mae. credat existentiam lapidis aut arboris esse
15. Atque hinc facilis est responsio ad attinguntur_ quae iam expedita sunt. Primum actu constituere aliquid, sed potentia tan-
secundam rationem quae de materia ipsa et est quia alias materia haberet proprium par- tum, ut saepiús in superioribus dicturn est. ita indivisibilem ut sit tota in tato et tata
de omni parte existente in tato fieri potest. tiale esse, et ita non esset pura potentia. Ad Deinde illud axioma in eo sensu intellectum in qualibet parte? constat ergo ex partibus
Unde dicendum est par1em existentem in quod iam responsum est esse quidem puram nulla probabili ratione fundari potest. Cur integrantibus talis existentia totius lapidis
mto existere per esse totius et per esse pro- potentiam in ordine ad formalem actum sub- enim ex duobus entibus quae in suo genere vel arboris; ergo partes illae uniuntur tam-
prium, diverso autem modo, et ideo non stantialem, quia ex se nullum habet, atque partialía sint non poterit unurn per se in quam entia actualia partialia, et tamen ex
existere per duo esse, sed per unurn et idem ita esse puram potentiam receptivam, non tali genere constituí, etiamsi ipsa habeant eís componitur unum per se. In hoc ergo
diversis rationibus consideratum. Nam esse tamen obiectivam, quia necesse est ut ali- in actu, id est, extra causas suas, partiales sensu illatio illa neganda est; na m princi-
- --··----

136 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección Xl 137


ya que el principio por el que se prueba, en consonancia con el mismo sentido, superfluo concederle una existencia parcial, esto, digo, ya quedó resuelto con lo
no tiene ninguna apariencia o probabilidad. que se ha dicho. Porque, aunque estas partes no puedan existir más que en el
18. Asi, pues, cuando se dice que de dos entes en acto no resulta un uno todo, sin embargo no hay exi$tencia alguna del todo si no se compone de las
per se, ha de entenderse de entes completos, de los que el uno no se compara existencias de las partes, ni las partes pueden existir en virtud de la existencia
al otro como la potencia al acto del mismo género, ni como la parte al todo o del todo a no ser -en cuanto ésta incluye las existencias parciales proporcionadas
a su coparte, de acuerdo con lo que antes hemos dicho sobre el ente per se y el a cada una de las partes. Y por esto las existencias parciales no son superfluas,
per accidens. Y lo mismo viene a ser si decimos que se entiende de entes abso- sino totalmente necesarias, a fin de que las partes tengan la actualidad suficiente
lutos que son entes por sí mismos y no están destinados a componer otros entes. para componer el todo y también para que de ellas se componga la existencia
En este sentido no es legitima la adaptación de aquella proposición al caso pre- íntegra de todo el compuesto.
sente, ni es tampoco legítima la ilación, porque la materia y la forma no son 20. Por fin, a la dificultad de que si la materia o la forma tuvieran sus
entes absolutos ni completos, dno que por su naturaleza están destinados para propias existencias parciales, la una existiría con prioridad de naturaleza respecto
completar un ente absoluto y, por tanto, aunque en ellas se conciba su propia de la otra y, en consecuencia, seria posible que existiese naturalmente sin la
actualidad entitativa, de ellas se compone con todo derecho un uno per se, que es otra, hay que responder que la materia prima, por el hecho de ser producida
ente absoluto y completo. y conservada por creación, existe con prioridad de naturaleza sobre la forma;
19. Por qué algunas formas no pueden estar naturalmente separadas de la pero que;; de esto no puede inferirse que exista naturalmente sin la forma, ya que
materia.- En tercer lugar, de nuestra sentencia se deducía que toda forma puede puede exigirla como una condición o disposición necesaria, o como un acto
existir naturalmente sin la materia y la materia sin la forma, porque~ si estas formal sin el cual no se le debe el existir. Del mismo modo que acontece fre-
partes tienen sus propias existencias parciales, cada una podrá existir por su cuentemente que lo que es naturalmente anterior en algún género no puede
existencia sin alguna parte o sin el todo. Se responde negando la consecuencia, existir sin lo que es posterior, cuestión de la que se habló ampliamente antes al
y a la demostración se le niega la afirmación que acepta. Porque, por el hecho tratar de las causas, sobre todo en la disp. XXVIII, y en el tomo I de la III parte
mismo de que no se trata de una existencia completa, sino parcial, puede depender toqué también muchos puntos sobre esto a propósito de las q. 2 y 17. En .cambio,
de una causa extrínseca formal o material, si tal existencia es también material. la forma material, que es educida de la potencm de la matena, no ex1ste con
Y cuando se insta que la razón de existencia consiste en que sea suficiente para prioridad <;le naturaleza a que se una a la mate~·ia, porque la acción por }a que. es
constituir a una cosa fuera de sus causas, se responde fácilmente que su razón producida depende esencialmente de 1~ materia. Y en este punto . esta la d~e­
consiste en ser suficiente en su género, es decir, en el género de acto formal rencia entre el alma racional y las demas formas, porque aquella existe con prm-
o de modo intrínseco; pero que no corresponde a su razón el ser independiente ridad de naturaleza a que se una, ya que es producida por creación, que es una
de cualquier otra causa eficiente o formal o material. Y la réplica es manifiesta acción independiente del sujeto y, consecuentemente, recibe el ser mediante ella,
en la existencia del accidente, la cual hace a éste existir formalmente, pero no por lo cual subsiste con prioridad de naturaleza a que se una al cuerpo y, por
lo hace con independencia del sujeto, según quedó insinuado también antes. lo mismo, puede retener naturalmente el ser, aunque sea separada del cuerpo.
Y lo que en el mismo pasaje se añade, que si la materia o la forma no puede Por el contrario, las otras formas, aunque reciban una existencia propia y par-
existir a no ser en el compuesto cuya existencia es capaz de ser terminada, seria cial, sin embargo no la reciben apta por naturaleza para subsistir en sí, sino
dependiente de la materia, de manera que es sustentada por ella, y, por tanto,
pium qua probatur, iuxta eumdem sensum, se naturaliter esse sine materia et materiam
nullam apparentiam vel probabilitatem habet. cuius existentia terminad potest, superflue cessariam, seu tamquam actum formalem
sine forma, quia, si hae partes habent pro- daretur illi partialis existentia, hoc (inquam) sine quo non debetur ei ut sit. Quomodo
18. Cum ergo dicitur ex duobus entibus prias partiales existentias, unaquaeque per
in actu non fieri per se unum, intelligendum iam est ex dictis solutum. Nam, licet hae saepe contingit id quod est in aliquo ge-
suam existentiam existerc poterit sine ali- partes non possint existere nisi in tato, ta- nere natura prius non posse esse sine
est de entibus completis, ex quibus unum qua parte vel sine tato. Respondetur ne-
non comparatur ad aliud ut potentia ad men existentia totius nulla est nisi confletur posteriori, de qua re late in superioribus
gando sequelam, et ad probationem negatur ex existentiis partium, nec partes possunt dictum est, tractando de causis, praesertim
actum eiusdem generis, ncque ut pars ad etiam assumptum. Quia, hoc ipso quod
totum vel ad compartem, iuxta superius per existentiam totius existere nisi in quan- disp. XXVIII, et in tomo I, III partis, circa
existentia non est completa, sed partialis, tum illa includit partiales exístentias singu- q. 2 et 17, multa de hac re attigi. At vera
dicta de ente per se et per accidens. Et in potest pendere ab extrínseca causa formali
idem redit si dicamus illud intelligi de en- lis partibus accommodatas. Et ideo non sunt materialis forma, quae de potentia materiae
aut materiali, si talis existentia materialis superfluae existentiae partiales, sed omnino educitur, non prius natura existit quam ma-
tibus simpliciter quae per se sint entia et etiam sit. Cum vero instatur quia ratio
non instituta ad componenda alia entia. In necessariae, ut partes habeant actualitatem teriae uniatur, quia actio per quam fit es-
existentiae est ut sit sufficiens ad constituen~ sufficientem ad componendum totum, tum sentialiter a materia pendet. Et in hoc est
hoc autem sensu non recte accommodatur dam rem extra suas causas, respondetur fa-
in praesenti illa propositio, nec recte fit il- etiam ut ex bis componatur integra existen- discrimen ínter animam rationalem et alias
cile rationem eius esse ut sit sufficiens in tia totius composití. formas, quod illa prius natura existit quam
latio, quia materia et forma non sunt entia suo genere, scilicet, in genere formalis actus
simpliciter, neque completa, sed natura sua 20. Denique ad illam instantiam, quod si uniatur, quia fit per creationem, quae est
seu madi intrinseci; non vera est de ra- materia vel forma haberent proprias partiales actio independens a subiecto, ideoque per
instituta ad complendurn ens simpliciter, et tione eius ut sit independens ab omni alia
ideo, licet in eis intelligatur propria actua- existentias, prius natura existeret una quam illam recipit esse, in quo ipsa prius natura
causa efficienti vel formali aut materiali. Et alia, et consequenter posset naturaliter exi- subsistit quam uniatur corpori, ac propterea
litas entitativa, optime ex eis componitur est evidens instantia in existentia accidentis,
unurn per se, quod est simpliciter et com- stere sine alia, dicendum est materiam pri- illud retinere naturaliter potest, quamvis a
quae formaliter facit illud existere, non ta- mam, eo quod per creationem fiat et con- corpore separetur. Aliae vero formae, quam-
pletum ens. men independenter a subiecto, ut in supe-
19. Cur aliquae formae nequeant natura- servetur, prius natura existere quam for- vis propriam et partialem existentiam reci~
rioribus etíam tactum est. Quod vero ibi- mam; non tamen inde inferri pos se natu- piant, non tamen aptam ad subsístendum
liter a materia separari.- Tertio, inferebatur dem additur, quia, si materia vel forma non
ex hac nostra sententia omnem formam pos- raliter existere sine forma, quia potest illam in se ex natura sua, sed pendentem a mate-
potest naturaliter existere nisi in composito e;rigere ut conditionem et dispositionem ne- ria, ut ab ea sustentetur, et ideo nec prius
138 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección XI 139
tampoco existen en sí mismas con prioridad de naturaleza a existir en la materia, de último. Porque, se~ún la doctrina de Aristóteles, 1 De anima, textos 2 y 5,
no pudiendo conservarse separadas de la materia. la ~~rma es el acto pr~mero, porque confie;e el ser, al que es consiguiente la ope-
21. Cómo se compara la existencia de la materia a la existencia de la jorma.- racmn, que es el a~to segundo r por la misma razón, pues, todo ser que se com-
E.n cuarto luga: se concluía que una existencia parcial St:: .:amparaba a la otra para con la operación o con la propiedad que de él dimana tiene razón de acto
como la potencia al acto, cosa que parecería estar en contradicción con la actua- primero más bien que de último. Por eso, según sea el ser, así será su actualidad
lidad d~ la ~xistencia. Pero a esto ya queda respondido y explicado antes cómo y así será la razón de acto primero que pueda tener; porque, si se trata de un
una ex1stenc1a, aunque constituya a una realidad en acto, es decir, fuera de la ser pe;fecto, será ,acto p~r modo de principio _eficiente respecto de aquellas cosas
nada y d~ la potex:cia objetiva, con todo puede compararse a otra existencia como que dunanan de el; . y si se ~rata de un s.er _rmperfecto, podrá ser acto primero
la potencia receptiva se compara al acto, si nos referimos a la existencia en el por modo de potencia receptiva. Por cons1gmente, a la razón de ser en cuanto
plano físico y real, según antes se explicó. tal no le corresp?nde que de tal manera. sea .actualidad pura o última, que no
pueda ser perfeccmnado por un acto ultenor, smo que esto pertenece al ser sumo
y perfectísimo. Más abajo diremos si la existencia se puede comparar con la
Se explica en qué sentido se llama a la existencia actualidad última esencia en perfección.
22. De aquí se deduce de paso en qué sentido hay que entender lo que
muchos dicen, que la existencia es el acto último y la última actualidad de una
cosa; éste es, en efecto, el modo como se expresa Santo Tomás, Q. unica de La existencia de los accidentes
anima, a. 6, ad 2; y Cayetano, I, q. 3, a. 4, acerca de la segunda: razón de
Santo Tomás. En cambio, otros, también tomistas, dicen que la existencia es 23. Puede, consecuentemente, preguntarse en cuarto lugar si las formas ac-
más bien la actualidad primera de una cosa, ya que la existencia es el acto cidentales tienen y confieren al sujeto una existencia propia. Pues algunos tomistas
primero de cualquier realidad más bien que el último. Esta diversidad, una más recientes consideran verosímil que los accidentes no tienen otra existencia
vez supuesta la doctrina que nosotros hemos explicado, no puede consistir más distinta de la existencia del sujeto en el que existen. Parece que su único fun-
que en la significación de las palabras. En efecto, se dice que la existencia actual es damento es que el ser del sujeto basta para que mediante él existan todos
el acto o la actualidad de la esencia, no físicamente y según la realidad, sino los accidentes que le están unidos realmente; por consiguiente, no hay razón
metafísicamente y según la razón, pudiendo, de este modo, ser llamada acto de que se multipliquen muchos seres en el mismo sujeto. Añádase que el ac-
primero o último por diversos motivos. Pues respecto de los predicados esenciales, cidente no es tanto un ente cuanto un ente del ente, según' el testimonio de
en cuanto el uno se compara al otro como el acto a la potencia metafísica, se Aristóteles, lib. VII de la Metafísica, al principio; y por eso se dice común-
llama a la existencia acto último, por constituir en acto a toda la esencia que mente que el ser del accidente consiste en ser-en, puesto que ni es ente, ni
incluye los predicados esenciales todos, siendo aquello que, según nuestro modo tiene ser más que en cuanto participa del ser de su sujeto. Finalmente, la
de entender, adviene en último lugar a la esencia en la constitución de la entidad existencia del accidente no es la inherencia misma, puesto que, cambiada la inhe-
intrínseca y actual de la cosa. En cambio, respecto de aquellos predicados que rencia, el accidente puede conservar la misma existencia; ni la existencia del
son consiguientes a la esencia., ya sean propiedades, ya operaciones, ya otros accidente es la sola esencia, ya que la esencia del accidente consiste en la inhesión
accidentes, la existencia de la criatura tiene razón de acto primero más bien que

natura in se sunt quam in materia, nec Caietan., I, q. 3, a. 4, circa secundam ra-


separatae a materia conservari possunt tionem D. Thomae. Alii vera etiam tho- tia creaturae habet potius rationem primi De existencia accidentium
21. Bxistentia materiae, ut comparetur ad mistae dicunt existentiam potius esse pri- actus quam ultimi. Quia, iuxta doctrinam
existentiam formae.- Quarto inferebatur mam rei actualitatem, quoniam esse potius Aristotelis, I de Anima. text. 2 et 5, forma 23, Quarto inquiri consequenter potest
unam existentiam partialem comparad ad est primus actus cuiuslibet rei quam ulti- est actus primus, quia confert esse, ad quod utrum formae accidentales habeant et con-
aliam ut potentiam ad actum, quod vide- mus. Quae varietas, supposita doctrina a no- sequitur operatio, quae est actus secundus; ferant subiecto propriam existentiam. Qui-
batw: repugnare actualitati existentiae. Sed bis tradita, in sola vocum signi:ficatione con- eadem ergo ratione, omne esse comparatum dam enim recentiores thomistae verisimile
ad hoc iam in superioribus responsum est sistere potest. Nam existentia actualis dicitur ad operationem vel proprietatem quae ex credunt accidentia non habere aliain existen.:.
et declaratum quomodo aliqua existentia, esse actus vel actualitas essentiae, non phy- illo manat habet potius rationem actus pri- tiam ab existentia subiecti in qua sunt. Et
quamvis constituat rem in actu, id est, ex- sice et secundum rem, sed metaphysice et mi quam ultimi. Quapropter quale fuerit fundari videntur solum in hoc quod esse
ua nihil .et extra poteütlam oblectivam, ni- secundum rationem, et hoc modo diversis esse, talis erit actualitas eius et talem ratio- subiecti sufficit ut per illud existant omnia
hilominus possit comparari ad aliam exi- rationibus potest dici actus primus vel ul- nem primi actus habere poterit; nam si sit accidentia quae illi realiter coniuncta sunt;
stentiam ut potentia receptiva ad actum, timus. Respectu enim praedicatorum essen- perfectum esse, erit actus per modum prin- non est ergo cur plura esse multiplicentur
loquendo physice et secundum rem de exiq tíalium, quatenus unum comparatur ad aliud ?ipii efficientis respectu eorum quae ab in eodem subiecto. Accedit quod accidens
stentia, ut supra declaratum est. ut actus ad potentiam metaphysicam, dicitur 1pso manant; si vera sit esse imperfectum non tam est ens quam entis ens, teste Ari-
existentia ultimus actus, quia constituit in esse poterit actus primus per modum poten~ stotele, VII Metaph., in principio; et ideo
Exponitur quomodo existentia dicatur actu totam essentiam includentem omnia tiae receptivae. Non est ergo de ratione esse communiter dicitur quod accidentis esse est
ultima actualitas praedicata essentialia et est id quod, nostro inesse, quia, nimirum, nec est ens nec habet
ut sic quod ita sit pura vel ultima actualitas,
22. Atque bine obiter infertur quomodo modo intelligendi, ultimo advenit essentiae ut non possit per ulteriorem actum perfici, esse_ nisi quatenus participa! esse sui sub-
íntelligendum sit quod a multis dicitur, exi- in constituenda intrinseca et actuali entitate sed illud pertinet ad esse summum atque iecti. Tandem existentia accidentis non est
stentiam esse ultimum actum seu ultimam rei. At vera respectu eorum quae conse- perfectissimum. An vera existentia possit ipsa inhaerentia, cum, mutata inhaerentia,
reí actualitatem; sic enim loquitur D. Tho- quuntur essentiam, sive sint proprietates, cum essentia in perfectione comparad, infra possit accidens eamdem existentiam retine-
mas, q. u nica de Anim., a. 6, ad 2; et sive operationes, sive alia accidentia, existen- dicetur. re; neque existentia accidentis est sola es
140 Disputaciones metafísicas Disputación XXXl.-Sección XI 141

aptitudinal, no en la existencia actual; será, por tanto, la misma existencia del teología, ya que, de acuerdo con la sana doctrina y las definiciones de los
sujeto, ya que fuera de estas cosas no se encuentra ninguna otra en el accidente. concilios, en 1~ Eucaristía, una vez hecha la consagración, permanecen solos los
24. Refutación.- Esta sentencia no se apoya en ningún firme argumento accidentes, según se trató más éxtensamente en el 111 tomo de la III parte de
o autoridad. Pues todos los autores que mantienen que la existencia no es una Santo Tomás. Permaneciendo, pues, la existencia del accidente sin que perma-
realidad distinta de la esencia actual es preciso que confiesen que la forma acci- nezca la existencia de la sustancia, es necesario afirmar que el accidente tiene
dental, del mismo modo que tiene su propia esencia, igualmente tiene su propia su existencia propia distinta de la existencia de la sustancia.
existencia. Así lo enseñó Escoto, In IV, dist. 12, q. 1, y otros autores común- 26. Cabria, empero, responder, en el caso de que la existencia y la esencia
mente. Por otra parte, los que piensan que la existencia es una realidad distinta fuesen realidades distintas, que sin duda no permanece la existencia del pan, pero
de la esencia, a pesar de ello enseñan que la esencia del accidente tiene una que es creada otra por la que son conservados los accidentes; pero esta res-
existencia propia que le es proporcionada, distinta tanto de su esencia como de puesta comienza por establecer un nuevo e inaudito milagro. Afirma, además,
la esencia y existencia de la sustancia. Así lo mantienen comúnmente los tomistas: que se conserva la misma entidad actual numérica, habiendo variado la existencia,
Soncinas, VII Metaph., q. 5; Flandria, q. 1, a. 5; Cayetano, c. 7 del In De ente cosa que, como demostramos antes, es imposible, porque, si permanece la misma
et essentia, después de la q. 16, y en I, q. 28, a. 2; y está tomado de Santo entidad actual numérica, entonces permanece el ser por el que intrínsecamente
Tomás, III, q. 17, a. 2, y en IV cont. Gent., c. 14, y en In l, dist. 3, q. 2, a. 3, tiene la cosa tal actualidad, y éste es el ser de la existencia. Y, por fin, sobre esa
y dist. 20, q. 1, a. 5. existencia de la que se dice que es creada de nuevo, pregunto si es sustancial
25. Por consiguiente, hay que decir que la forma accidental tiene su propio o accidental. Lo primero no puede decirse, porque, según la fe, tan cierto es
ser de existencia que comunica al sujeto cuando lo informa. Esta afirmación, que en dicho Sacramento no permanece realidad alguna de cualquier sustancia
según dije, es certísima, si la existencia no es realmente distinta de la esencia, por fuera del cuerpo de Cristo, como es cierto que no permanece nada de la sustancia
lo cual puede probarse con los mismos argumentos con los que nosotros hemos de pan. Y si se dice lo segundo, ya se admite una existencia accidental de orden
apoyado dicha sentencia, a saber, porque la forma accidental, en cuanto distinta inferior a cualquier existencia sustancial; luego una existencia tal puede ser
del sujeto, es una entidad actual; luego incluye intrlnsecamente en sí una exis- también naturalmente posible y connatural a la esencia del accidente. Podemos,
tencia distinta del sujeto. Además, porque la forma accidental puede ser produ- por ello, seguir argumentando por el hecho de que la existencia de las cosas es
cida en la sustancia con una acción nueva propia; ahora bien, esa nueva acción tal cual es la esencia, pues, ya se distingan realmente, ya por razón, deben
necesariamente debe tener por término algún nuevo ser de existencia. Asimismo guardar proporción entre sí; ahora bien, la existencia del accidente es tal que
confirma esto en grado máximo el misterio de la Eucaristía, en que se conservan por su naturaleza depende del sujeto; luego también su existencia es tal que de-
sin la sustancia accidentes numéricamente idénticos, aunque no se conservan sin pende naturalmente de la existencia del sujeto; por consiguiente, es preciso
la existencia. Esta razón es válida igualmente en la opinión que distingue la que sea distinta de la existencia de la sustancia, puesto que una existencia
existencia de la esencia. Pues lo que se han atrevido a deCir algunos, que, aunque idéntica no puede ser dependiente e independiente de un sujeto.
después de la consagración no permanezca la esencia de pan, sin embargo per- 27. Y estos argumentos son, sin duda, eficaces, una vez supuesto el verdadero
manece la existencia sustancial del pan, de suerte que existan mediante ella la concepto de existencia, es decir, que sea aquello por lo que formal e intrín-
cantidad y otros accidentes, esto, digo, es más que falso y es indemostrable en secamente se constituye el ente en acto en cuanto tal. Y si se piensa que la

sentía; nam essentia accidentis consistit in 25. Dicendum ergo est formam acciden- quam) plus est quam falsum et improbabile dem aeque certum est non manere in illo
aptii.:udinali inhtierentia, non in actuali exi- talem habere suum proprium esse existen- in theologia, quia, iuxta sanam doctrinam sacramento aliquam rem substantiae cuius-
stentia; erit ergo ipsa existentia subiecti, tiae, quod subiecto communicatJ cum illud et dcfinitiones conciliorum, sola accidentia cumque praeter corpus Christi) ac est cer-
nam prneter haec nihil aliud in accidente in- informat. Haec assertio, ut dixi, est certis- manent in Eucharistia, consecratione facta,
sima, si existentia non est ab essentia distin- tum non manere aliquid substantiae panis.
venitur. ut latius in III tomo, in III p. D. Thom.,
24. Reiicitur.- Haec sententia nec firma cta ex natura rei, unde eisdem rationibus Si vera dicatur secundum, iam admittitur
tractatum est. Cum ergo existentia acciden- existentia accidentalis inferioris ordinis ab
ratione neque ulla auctoritate fulcitur. Om- probari potest quibus eam sententiam nos tis maneat non manente existentia substan-
nes enim auctores qui tenent existentiam confirmavimus, scilicet, quía forma acciden- omni existentia substantiali; ergo talis exi-
tiae, necesse est dicere accidens habere pro- stentia potest etiam esse naturaliter possi-
non esse rem aliam ab essentia actu3li, ne- talis, ut condistincta a subiecto, est actualis priam existentiam distinctam ab existentia
cesse est fateantur accidentalem formam, en titas; ergo in se intrinsece includit exia bilis et essentiae accidentis connaturalis.
substantiae.
sicut propriam habet essentiam, ita propriam stentiam a subiecto distinctam. Item, quia 26. Posset tamen responderi (si existen- Unde ulterius argumentad possumus, quia
habere existentiam. Et ita docuit Scotus, forma accidentalis fieri potcst in substantia tia et essentia distinctae res sunt), non ma- talis est existentia rerum qualis est essen-
In IV, díst. 12, q. 1, et alií communiter. nova propria actione; illa autern nova actío nere quidem existentiam panis, creari tamen tia, nam, sive re sive ratione distinguantur,
Rursus, qui existimant existentiam esse necessario terrninari debet ad aliquod no~ aliam ·qua accidentia conserventur; sed haec debent ínter se servare proportionem; sed
rem distinctam ab essentia, nihilominus do- vum esse existentiae. Item hoc maxime con- responsio ponit imprimís novum et inaudi- essentia accidentis talis est ut natura sua
cent essentiam accidentis habere propriarn firmar mysterium Eucharistiae, in quo ea- tum miraculum. Deinde ponit conservad pendeat a subiecto; ergo et existen tia eius
existentiam sibi proportionatam, distinctam dem numero accidentia conservantur sine eamdem numero entitatem actualem variata talis est ut ab existentia subiecti naturaliter
tum ab eius essentia, tum ab essentia et substantia; non conservantur autem sine existentia, quod, ut supra ostendimus, est pendeat; ergo oportet ut sit distincta ab
existentia substantiae. Ita tenent communi- existentia. Quae ratio etiam procedit in impossibile, quía, si manet eadem numero existentia substantiae, quia non potest ea-
ter thomistae, Soncin., VII Metaph., q. S; opinione quae distinguit existentiam ab es- actualis entitas, ergo manet illud esse a quo dem existentia esse pendens et independens
Fland., q, 1, a. 5; Caiet., c. 7 de Ente et sentia. Nam quod quidam ausi sunt dicere, intrinsece res habet talem actualitatem; hoc a subiecto.
essent., post q. 16, et I, q. 28, a. 2, et su- post consecrationem Eucharistiae, quamvis autem est esse existentiae. Ac denique de 27. Et hae quidem rationes efficace'! sunt,
rnitur ex D. Thoma, III, q. 17, a. 2, et non maneat essentia panis, manere tamen illamet existentia quae denuo creari dicitur, supposito vera conceptu existentiae, scilicet,
IV cont. Gent., c. 14, et In I, dist. 3, q. 2, existentiam substantialem panis, ut per illam inquiram an sit substantialis vel accidentalis? quod sit quo formaliter et intrinsece consti-·
a. 3, et dist. 20, q. 1, a. S. quantitas et alia accidentia existant, hoc (jn- Primum dici non potest, quía secundum fi- tuitur ens actu ut sic. Si autem fingatur
t,-
f

142 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección XI 143

existencia es algo distinto, por ejemplo, que es una condición necesaria para la dariamente a la de todos los accidentes, a fin de no verse obligados a multiplicar
actualidad de la esencia, aunque distinta de ella, no es posible probar con ningún sin motivo tanto número de entidades. Y porque si alguien negase que, a causa
argumento eficaz que para el ser de los accidentes se requiera ninguna condición de su imperfección, la materia tiene su propia existencia, no veo por qué razón
tal fuera del ser mismo de la sustancia) a no ser que se diga que es una condición no va a poder negar que la forma accidental, la cual es un ente menos perfecto
de este tipo la misma inherencia actual, a la que algunos confunden con la exis- que la materia, trae consigo una existe~cia propia y distinta. Por otra parte,
tencia del accidente, sin tener en cuenta que es necesario que se distingan en la consta suficientemente que este mismo modo de hablar no está en el debido
realidad, dado que la existencia del accidente puede conservarse sin la inherencia, acuerdo con dicha sentencia, ya que no es capaz de dar razón de por qué la
según insinué antes y voy a decir nuevamente en lo que sigue. Luego, además de la forma sustancial trae una existencia distinta, y no la trae la accidental, guardada
inherencia actual, es necesario concebir en el accidente una existencia distinta la debida proporción. Ni es más capaz de explicar qué es lo que confiere una exis-
de la existencia de la sustancia y que dependa naturalmente de la sustancia tencia tal distinta a la forma sustancial que ya informaba a la materia con priori-
mediante la inherencia actual, por más que pueda ser conservada por Dios sin la dad de naturaleza, que de explicar lo que conferiría una existencia accidental
existencia de la sustancia y sin la inherencia actual. Y es de suyo increíble que distinta a la forma accidental ya inherente en el sujeto. Ni puede, además, aclarar
la forma accidental, además de la propia entidad actual o esencial y de su in- en qué consiste servir de término a la dependencia de la esencia accidental, dado
herencia, ponga en el sujeto otra entidad distinta, la cual sea la existencia del que a dicha esencia con prioridad de naturaleza se la supone actual, esto es, ya
accidente, porque ni puede concebirse para qué es una entidad así, ni qué es oroducida en la naturaleza e inherente en un sujeto. Finalmente, el misterio de
lo que confiere al sujeto o al accidente mismo. ia Eucaristía dejó suficientemente claro que esa sentencia es absolutamente im-
28. Asi~ pues, refiriéndonos a una existencia que no sea una realidad dis- probable. Así, pues, hemos dicho todas estas cosas sólo para demostrar cuán
tinta de la esencia actual del accidente, para mí es cosa cierta y evidente que de acuerdo está con la verdad la sentencia que niega la distinción real de la
el accidente tiene su propia existencia distinta de la existencia sustancial, viniendo existencia respecto de la esencia actual.
esto mismo a confirmar en alto grado la sentencia defendida sobre la identidad 29. De qué modo el inherir es el ser del accidente.- Por consiguiente, al
de la esencia y de la existencia. Y no entiendo el que la forma accidental confiera fundamento de la sentencia contraria se le niega que el ser sustancial sea sufi-
al sujeto una existencia realmente distinta de sí misma, ni veo el fundamento ciente para que los accidentes existan en virtud de él, ya porque no les es
de por qué haya de admitirse. Porque la blancura, precisamente por el hecho proporcionado, ya también porque, como dije muchas veces, ninguna realidad
de inherir en un sujeto, le constituye en blanco mediante su entidad, siendo esto puede estar constituida formal e intrínsecamente como ente en acto -que es
en lo que consiste d conferirle que sea blanco; luego es superfluo y se finge sin el existente- en virtud de un ser o entidad distinta de sí misma. A lo segundo
fundamento cualquier otro ser de la blancura. Por eso los que distinguen real- se responde que el accidente se llama ente del ente, no porque esté intrínseca-
mente la existencia de la esencia, en el punto presente no pueden afirmar nada mente constituido en la razón de ente en virtud del ser de su sujeto, sino porque
consecuentemente. De esto, en efecto, resulta que no proceden sL11 razón al posee todo su ser con .cierta relación trascendental a su sujeto, puesto que se
atribuir al supuesto sustancial solamente una existencia única y simple, la cual ordena únicamente a perfeccionarlo, y porque su ser es de tal naturaleza y tan
sirve de término primariamente a la dependencia de la esencia sustancial, y secun- débil e imperfecto, que no puede sustentarse más que en otro. Y en este mismo
sentido hay que interpretar el axioma de que el ser del accidente consiste en el
"ser-en"; porque, si se lo entlende de la inherencia actual, ésta no es formalmente
existentia esse aliquid aliud, verbi gratia, quid sit talis entitas, neque quid conferat dentium dependentiam terminaret, ne coge- illam sententiam esse simpliciter improbabi-
conditionem quamdam necessariam ad ac- subiecto aut ipsi accidenti. rentur tot entitates sine causa multiplicare. lem. Solum ergo haec diximus ut ostende-
tualitatem essentiae, distinctam tamen ab 28. Sic ergo, de existentia, quae non sit Et quia, si quis negat materiam habere rem:us quam sit veritati consentanea senten-
illa, nulla efficaci ratione probari potest ta- res distincta ab actuali essentia accidentis, propriam existentiam propter imperfec~ionem tia negans realero distinctionem existentiae
lero conditionem requiri ad esse accidentium apud me est res certa et perspicua accidem suam, non video cur negare non possit for- ab essentia actuali.
praeter ipsum esse substantiae, nisi talis con- suam propriam habere existentiam a sub- mam accidentalem, quae minus perfectum 29. Accidentis esse qualiter inesse.- Ad
ditio dicatur esse ipsa actualis inhaerentia, stantiali distinctam, et hoc ipsum valde con- ens est quam materia, propriam et distin- fundamentum ergo contrariae sententiae ne-
quam aliqui confundunt cum existentia acci- firrnat sententiam positam de identitate es- ctam existentiam afferre, Aliunde vero satis gatur sufficere esse substantiale ut per illud
dentis, non considerantes necessarium t..sse sentiae et existentiae. Quod vero forma acci- constat hunc ipsum dicendi modum et non existant accidentia, quía non est illis pro-
ut in re ipsa distinguantur, quandoquidém dentalis conferat subiecto existentiam reipsa esse satis constantem iuxta illam sententiam, portionatum, tum etiam quia, ut saepe dixi,
potest existentia accidentis sine inhaerentia a se distinctam, neque intelligo, nec funda- quia ·non potest rationem reddere cur for- nulla res potest formaliter et intrinsece con-
conservad, ut supra tetigi et iterum in se- mentum video cur credendum sit. Nam al- ma substantialis afferat existentiam distin- stituí ens actu (quod est existens) per esse
quentibus dicam. Praeter inhaerentiam ergo bedo, hoc ipso praecise quod inhaeret sub- ctam, et non accidentalis, servata proportio- seu entitatem a se distinctam. Ad secundum
actualem intelligere oportet in accidente exi- iecto, per suammet entitatem constituir illud ne. Nec magis potest explicare quid confe- respondetur accidens dici entis ens, non
stentiam distinctam ab existentia substantiae album, et hoc est dare illi ut sit album; rat talis existentia distincta formae substan- quia in ratione entis intrinsece constituatur
et natura sua dependentem a substantia me- ergo omne aliud esse albedinis est superva- tiali iam prius natura informanti materiam, per esse sui subiecti, sed quía totum suum
dia actuali inhaerentia, qb.amvis a Deo pos- caneum et sine fundamento confictum. Qua- quam quid conferret existentia accidentalis esse habet cum quadam habitudine tran-
sit conservad sine existentia substantiae et propter, qui realiter distinguunt existentiam distincta formae accidentali iam inhaerenti scendentali ad subiectum; nam solum est
sine actuali inhaerentia. Est aut.em per se ab essentia nihil possunt in praesenti pun- subiecto. Et praeterea declarare non potest ad perficiendum illud, et quia tale est illius
incredibile formarn accidentalem ponere in cto constanter dicere. Hinc enim videbun- quid sit terminare dependentiam essentiae esse trunque debile et imperfectum ut non
subiecto, praeter suammet entitatem actua- tur non inepte procedere unicam tantum accidentalis, si iam prius natura illa essentia possit nisi in alio sustentari. Et in eodem
lem sive essentialern et inhaerentiam eius, et simplicem existentiam substantiali sup- supponitur actualis, id est, in rerum natura sensu interpretandum est illud axioma acci-
aliam entitatern distinctam, quae sit existen- posito tribuendo, quae primario substantia- iam effecta et inhaerens subiecto. Ac deni- dentis esse est inesse; nam, si intelligatur
tia accidentis, quia nec concipi potest ad lis essentiae, secundario vera omnium acci- que mysterium Euchadstiae satis declaravit de inhaerentia actuali, illa formaliter non
r
144 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección XI 145

el ser del accidente; por más que causalmente puede llamársele así, puesto que, y puesto fuera de sus causas se distingue de otro ente también actual; luego es
hablando naturalmente, el ser no se comunica al accidente más que mediante la necesario que incluya un ser propio que se distinga de igual manera de otro ente.
inherencia. Y si, por el contrario., ese axioma se entiende de la inherencia apti- Además, porque, conservada la -naturaleza con su existencia, ese modo puede ser
tudinal, entonces se dice que el "ser-en)) es el ser mismo del accidente, puesto destruido, perdiendo en ese caso algún ser; y de igual suerte puede ser producido
que dicho ser es tal que la entidad actual constituida por él está en aptitud en una naturaleza ya existente; ahora bien, toda producción tiene por término
próxima para inherir, y exige naturalmente la inhesión actual para poder ser. algún ser de existencia, según quedó probado antes; luego es necesario que un
Con esto resulta fácil responder a la razón tercera que la existencia del accidente modo tal, de igual suerte que existe actualmente en la realidad, así también tenga
no es la inherencia actual, ni es tampoco la esencia potencial o concebida de su propio ser.
modo meramente objetivo, sino que es la esencia misma actual del accidente 31. Y de idéntica manera hay que razonar sobre el modo accidental respecto
y producida en la realidad. de la realidad de la que es modo, como es, por ejemplo, el caso de la figura
respecto de la cantidad, y el de la acción o del movimiento respecto de su
La existencia de los modos término, etc.; pues en todos ellos se da la misma razón. Y dije respecto de la
realidad de la que es modo~ porque respecto de ella una existencia tal sólo es
30. Verdadera sentencia.- En quinto y último lugar puede preguntarse si modalmente distinta, mientras que respecto de las otras cosas también podrá
el modo de una cosa, el cual no se distingue realmente, sino ex natura rei o mo- distinguirse realmente, igual que se distingue el modo mismo. Por ejemplo, la
dalmente de ella misma, tiene su existencia propia y peculiar distinta de la cosa figura, que se distingue sólo modalmente de la cantidad, respecto de las cosas
de que es modo. Hay, en efecto, muchos que defienden la posición negativa, e realmente distintas de la cantidad tiene la misma distinción real. De esto nos
incluso piensan que esta distinción modal distinta de la real consiste precisa- ocupamos ampliamente antes, en la disp. VII, donde demostramos también que
mente en esto, en que, aunque el modo tenga una razón formal y esencial dis- la distinción modal no se distingue de la real en que no incluye una existencia
tinta') sin embargo no tiene en manera alguna una existencia distinta. Mas, supues- distinta, sino en que la existencia de uno de los extremos no tiene una esencia
tos los principios sentados, hay que afirmar necesariamente que en el mismo tal que pueda ser fundamento por si sola de una entidad, sino que es la existencia
grado que cada cosa es algo hecho o producido en la realidad, en el mismo de un modo que esencialmente y por sí mismo se apoya inmediatamente en alguna
incluye un ser propio por el que se constituye en tal actualidad, el cual es preciso otra entidad, según quedó allí explicado con más detención.
que en la realidad se identifique totalmente con su constituido y se distinga de
cualquier otro del que sea distinto su constituido, y que se distinga de la misma Corolarios de la doctrina anterior
manera, ya que todas estas cosas están en necesaria consecuencia entre si. Por
consiguiente, si se trata de un modo sustancial, como es, por ejemplo, la sub- 32. De aquí resulta también inteligible, en primer lugar, en qué sentido hay
sistencia, la cual, como por ahora damos por supuesto, no se distingue realmente, que tornar lo que hemos dicho antes: que la existencia no es una cosa distinta
sino sólo modalmente, dicha subsistencia tendrá su propio ser de existencia, de la esencia. La esencia, en efecto, puede ser considerada de dos maneras: la
también distinto modalmente de la existencia de la naturaleza sustancial. Puede una, en su significación propia y más común, y de este modo significa la natu-
demostrarse esto con los argumentos expuestos antes, a saber, porque aquel modo, raleza de la cosa, siendo éste el sentido en el que decirnos que la humanidad
que es la subsistencia, se distingue realmente de la naturaleza como algo actual es la esencia del hombre, y en el que dicen los teólogos que en las tres divinas
personas hay una sola esencia. De otro modo se entiende la esencia más amplia-
est esse accidentis; causaliter vero potest fendunt, immo existimant in hoc consistere
ita appellari, quía, naturaliter loquendo, non hanc distinctionem modalem diversam a rea- sas positum, ab alio ente etiam actuali; ab aliis rebus realiter a quantitate distinctis
communicntur esse accidenti nisi media in- li, quod, licet modus habeat distinctam ra- ergo necesse est ut includat proprium esse eamdem habet distinctionem realero; de qua
haerentia. Si vera axioma illud intelligatur tionem formalem et essentialem, non tamen eodem modo distinctum ab alio ente. Itero re late dixirnus supra, disp. VII, ubi etiam
de inhaerentia aptitudinali, sic inesse dici- habet ullo modo distinctam existentiam. Ve- quía ille modus potest destrui, conservata ostendimus distinctionem modalem non in
tur esse ipsum esse accidentis, quia illud rumtamen, suppositis principiis traditis, ne- natura cum sua existentia, et tune amittit eo distinguí a reali, quod non includit distin-
esse tale est ut entitas actualis per illud cessario dicendum est, eo modo qua unum- aliquod esse; et similiter potest fieri in ctam existentiam, sed in eo quod exis~cntia
constituta sit in proxima aptitudine ad in- quodque est aliquid factum vel productum natura iam existente; omne autem fieri ter- alterius extremi non est talis essentiae quae
haerendum, et naturaliter postulet actualem in rerum natura, includere proprium e<;se minatur ad aliquod esse existentiae, ut su- se sola possit entitatem fundare, sed madi
inhaesionem ut esse possit. Ex qua facile quo in illa actualitate constituitur, quod pra probatum est; ergo necesse est ut talis qui essentialiter et seipso immediate nititur
respondl".tur B-d terti<"m rntionem existentbm m'.cf",..sse. est -in re esse omnino ídem cum modus, sicut actu est in rerum natura, ita in aliqua alia entitate, ut ibi latius declara-
accidentis non esse inhaerentiam actualem, suo constituto et distinctmn ab omni alio a habeat proprium esse. tum est.
neque esse essentiam potentialem seu ob- qua suum constitutum distinguitur, et eo- 31. Atque eodem modo philosophandum
iective tantum conceptam, sed esse ipsam- est de modo accidentali respectu illius reí Corollaria ex superiori doctrina
dem modo; haec enim omnia necessario
met essentiam accidentis actualem et in re- sese consequuntur. Itaque, si sit modus sub- cuius est modus, ut, verbi gratia, de figura 32. Atque ex his intelligitur primo quo
rum natura productam. stantialis, ut verbi gratia, subsistentia, quae respectu quantitatis, et de actione vel motu sensu accipicndum est quod supm diximus,
(ut nunc supponimus) non realiter, sed mo- respectu sui termini, et sic de aliis; est existentiam non esse rem ab essentia distin-
De existentia modorum daliter tantum distinguitur, illa suum pro- enim in his omnibus eadem ra'tio. Dixi au- ctam. Duobus enim modis accipi potest es-
30. Vera sententia.- Quinto et ultimo prium esse existentiae habet distinctum tem respectu illius rei cuius est modus, quía sentía : uno modo, in propria et maxime
inquirí potest an modus reí, qui non rea- etiam modaliter ab existentia naturae sub- respectu illius talis existentia est solum mo- usitata significatione, et hoc modo significat
liter, sed ex natura rei seu modaliter ab stantialis. Quod rationibus supra factis asten- daliter distincta; respectu vera aliarum re- rei naturam, et sic dicimus humanitatem
ea distinguitur, habeat propriam et pecu- di potest, vidf.!licet, quia ille modus, qui est rum poterit etiam realiter distinguí, sicut esse essentiam hominis, et theologi dicunt in
liarem existentiam, distinctam a re cuius est subsistentia, distinguitur in re ipsa a natura, ipsemet modus distinguitur. Ut figura, quae tribus divinis personis esse unam essentiam.
modus. Multi enim negantem partem de- tamquam aliquid actuale et extra suas cau- a quantitate solum distinguitur modaliter, Alio vera modo sumitur latius essentia pro
DISPUTACIONES V - 10
146 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección XI 147
mente por cualquier razón esencial, tal como decimos que todo lo que es, en el identifican, la misma relación se dirla dos veces, una vez al sujeto por razón de
mismo grado en que es, tiene su esencia, ya que no puede s~r si~ s~ razón la existencia, y otra al término _,......por razón de la esencia. Esta opinión suele atri-
esencial propia e intrínseca, y en este sentido también la subsrste~cm tiene su buírsele a Cayetano, I, q. 28, a. 2; pero allí más bien enseña que la relación
esencia, y la figura, y los otros modos, ya sean sustanciales, ya accuJ.entales. Por trae consigo su propia existencia distinta realmente de su esencia, por más que
tanto, cuando comparamos la esencia con la existencia, hablamos en otra segunda afirme que dicha ex¡stencia no tiene referencia al término, sino sólo al sujeto,
significación y sentido general; así es, pues, como tratamos. ~hora del e? te Y de tomándolo de Santo Tomás, In l, dist. 33, q. 1, a. 1, ad 1. La excepción, pues,
la esencia creadas en general, y así debe compararse tamb1en la esencia. a u~a de que tratamos no es verdadera, sino que en el grado en que la relación tiene
existencia proporcionada. Porque cada esencia se identifica con aquella ex1ste?c1a una esencia real, actual y propia y distinta de las otras esencias de las cosas,
por la que es constituida en su actualidad pro:pi.a y precisa. Y as! 1~ human1dad en el mismo es preciso que tenga una existencia propia, distinta de la existencia
se identifica con su existencia, por la que prec1s1vamente es const1tmd~ en el ser del fundamento del mismo modo que sea distinta la relación misma. Por eso,
de tal esencia o naturaleza actual; mas si se la compara con la eseJ?-Cia de todo si la relación es una entidad accidental realmente distinta del fundamento, es
el hombre no se identifica totalmente con ella, porque hombre no mcluye sola- necesario que tenga una existencia también realmente distinta, sobre todo en
mente la ~aturaleza o esencia del hombre, sino también la subsistencia, incluyendo nuestra opinión ele que la existencia es la misma esencia actual. Y de manera
de esta suerte la existencia adecuada del hombre también a la existencia de toda semejante, quienes piensan que la relación sólo se distingue como un modo del
la subsistencia, según la cual se distingue de la humanidad, . ~omo lo incluy~nte fundamento deben atribuir a su existencia la misma distinción por el mismo
se distingue de lo incluido. Por tanto, para que la comparac10n se haga debida- motivo, y porque las razones generales expuestas antes conservan, en virtud de
mente, debe hacerse precisivamente entre cada una de las esenc1as actuales con la hipótesis dicha, idéntica fuerza. Si, por el contrario, la relación se distingue
aquel ser por el que se constituye en esa razón actual. De esta ~.ane~·a resulta del fundamento sólo por razón razonada, se distinguirá y tendrá existencia propia
universalmente verdadera la regla de que cada ente en acto se tdentlfica real- en el mismo grado, debido a la misma razón proporcional.
mente con su ser adecuado, y que cada esencia actual se ident~fica con su e~is­ 34. En consecuencla, por lo mismo, en nuestra opinión hay que afirmar que
tencia, la sustancial con la sustancial, la total con la total, la parcwl con la parc1al, la existencia de la relación es relativa del mismo modo que lo es la propia
la accidental con la accidental y la modal con la modal. relación, si nos expresamos en el plano real, ya que en realidad se identifican
33. Ni hay razón de que excluyamos de esta regla general a. las relaciones, total y adecuadamente. Además, porque la relación, en cuanto actual y puesta en
como piensan algunos, quienes, ~unque e~señen ~ue la .forma ace1dental tr~e su la realidad, incluye esencialmente ambas referencias, es decir, la referencia al
propio ser de existencia, y ensenen tamb1en al m1smo tlempo que las relac!on~s sujeto del que es forma considerada según su ser íntegro} y la referencia al término
creadas son realidades o modos distintos de sus fundamentos ex natura rez: sm con el que pone en relación al sujeto al que informa: más aún, éstas no son
embargo las excluyen y piensan que no tienen existencia propia, sino que .exJst~n dos relaciones según la realidad, sino sólo según la razón, puesto que realmente la
en virtud de la existencia del fundamento, porque, en otro caso, la ex1sten~1a relación completa o la diferencia de relación es una sola, y por ella de tal manera
misma de la relación estaría referida al término, siendo, en consecuencia, relativa se refiere al sujeto, que lo relaciona con el término, y de tal manera se refiere
la existencia misma motivo por el cual la relación se diría dos veces en orden al término, que lo pone en relación con el sujeto. Como pasa, por ejemplo, con
al término, si es q~e la existencia es una cosa distinta de la esencia, o, si se
el hábito, que simultáneamente y con la misma relación intrínseca y completa
quacumque ratione essentiali, quomodo di- ab hurnanitate, tamquam includens ab in-
cimus quidquid est, eo modo qua est, ha- cluso. Ut ergo recte fi.at comparado, debet est nli9. res ab essentia, vel, si sunt ídem, sam, et quia generales rationes, supra factae,
bere suam essenthm, quia esse non porest praecise fieri inter unamquamque essentiam eadem relatio bis diceretur, semel ud sub- in praesenti eamdem vim habent ex dicta
absque sua propria et intrinseca ratione es- actualem cum illo esse quo in tali ratione iectum ratione existentiae, iterum ad termi- suppositione. Si vera relatio ratione tantum
senthli, quomodo etiam subsistentia haber actuali constituitur. Et hoc modo est in uni- num ratione essentiae. Soletque haec opínio ratiocinata distinguitur a fundamento, eodem
suam esscntiam, et figura, et alii madi, sive versum vera regula unumquodque ens actu tribui Caiet., I, q. 28, a. 2; sed ibi potius modo habebit distinctam ac propriam exi-
substantiales, sive accidentales. Curo ergo esse idem in re cum suo esse adaequato, et docet relationem afferre secum proprium es- stentiam, propter eamdern proportionalem
essentiam cum existentia comparamos, in unamquamque essenthrn actualem curo sua se distinctum realiter a sua essentia, quam- rationem.
hac posteriori signi:ficatione et generalitate existentia, substantialem cum substantiali, vis asserat illud esse non respicere terminum, 34. Quaproprer consequenter fatendum
loquimur; sic enim nunc agimus de e~ te totalem cum totali, partialem cum partiali, sed solum subiectum, ex D. Thom., In I, est in nostra sententia existentiam relationis
et essenria creatis in communi, arque lta accidentalem cum accidentali, et modalem dist. 33, q. 1, a. 1, ad l. Haec igitur exceptio codem modo esse respectivam qua est ipsa
etiam comparari debet essentia ad propor- c.um modali. vera non est, sed ea modo qua rcb.tio habet rebtio, si secundum rem loquamur, quia i.J
tionatam existentiam. Nam unaquaeque es- 33. Neque est quod ab hac generali re- essentiam refllem, actualem et propriam ac re sunt idem omnino et adaequate. Itero quia
sentia curo illa existentia haber identitatem, gula excipiamus relationes, ut quidam cxi- distinctam ab aliis essentiis rerum, ita ne- relatio, ut actualis et in re posita, utramque
per quam in sua propria ac praecisa actuali- stirnant, qui, licet doceant formam acciden- cesse est ut propriam habeat existentiam, habitudinem essentialirer includit, scilicet,
tate constituitur. Arque ita humanitas est talem afferre proprium esse existentiae, et ita distinctam ab existentia fundamenti si- ad subiectum cuius est forma secundum se
ídem cum sua existentia, qua praecise con- simul etiam doceant relationes creatas esse cut ipsa relatio distincta fuerit. Unde, si totam, et ad terminum ad quem refert sub-
stituitur in esse talis essentiae seu narurae res vel modos ex natura rci distinctos a relatio est entitas accidentalis realiter a fun- iecrum quod informar: irnmo hae non sunt
actualis; si autem comparetur ad existentiam fundamentis, nihilominus illas excipiunt, ne- damento distincta, necesse est habere exi- duae h1bitudines secundum rern, sed secun-
totius hominis, non est omnino idem cum que censent eas afferre propriam existen- stentiam etiam realiter distinctam, praesertím durn rationem tantum: narn in re una est
illa, quia horno non solum includit natu- tiam, sed existere per existentiam fundamen- in nostra sententia, quod existentia est ipsa- completa habitudo seu differentia relationis,
ram seu essenriam hominis, sed etiarn sub- ti, quia alias ipsa existentia relationis diceret met actualis essentia. Et similiter, qui pu- qua ita respicit subiectum, ut illud referat
sistenthm, atque ita existentia adaequata habitudinem ad terrninum, et consequenter tant relationem solum distinguí ut modum ad terrninum, et ita respicit terminurn, ut
horninis includir etiam existentiarn totius ipsa existentia esset relativa, unde relatio fundamenti, eamdem distinctionem tribuere ad illud referat subiectum. Sicut habitus,
subsistentiae, secundum quarn distinguitur vel bis diceretur ad terminum, si existentia debent existentiae eius propter earndem cau- vel'bi gratia, simul et eadem intrínseca et
Disputación XXXl.-Sección XII 149
148 Disputaciones metafísicas
donado, sin que, no obstante, se identifiquen totalmente, ya que el ser de la
se refiere a la potencia de la que es hábito y al objeto hacia el cual inclina a la humanidad incluye más que el ser del alma, a saber, el ser del cuerpo y la
pótencia. Y esta referencia en su totalidad conviene a la relación, no sólo según unión de ambos, y de modo semejante el ser del hombre incluye más que el ser
Sn esencia) sino también según su existencia, ya que la actualidad de la relación es de la humanidad] concretHmente el ser de la subsistencia. En consecuencia, el ser
t31, que incluye ambas cosas en su entidad actual. Por consiguiente, la relación del alma es uno en cuanto simple; mientras que el ser de la humanidad es
tiene una existencia propia que le es proporcionada, sin que se siga de aquí uno en cuanto compuesto del ser de la forma y del de la materia; en cambio, el
que la relación se predica o refiere dos veces al término, puesto que no se refiere ser del hombre es uno en cuanto compuesto del ser de la naturaleza y del de
actualmente más que en cuanto es una forma de esa naturaleza determinada que la subsistencia. De este modo, pues, en toda realidad una hay un solo ser com-
existe actualmente, y de esta manera con una sola relación se refiere, o más bien pleto y adecuado, el cual en las cosas compuestas incluye muchos seres parciales,
pone en referencia al sujeto por razón de su esencia o existencia actual. Y el que como bien hizo notar Escoto, In IV, dist. 11, q. 3, § Ad rationes, donde afirma
se refiera o diga relación doblemente según la razón al sujeto y al término, no también que él no entiende esta ficción de que el ser sea algo que sobreviene a
constituye inconveniente alguno, sino que es hasta necesario; por más que la la esencia, y de que no sea compuesto, si la esencia es compuesta, cosa que
relación que se refiere al sujeto, considerada precisivamente, no es propia de tampoco comprendo yo, a decir verdad, e incluso creo que quedó suficientemente
la reladón en cuanto es relación, sino que es común a los demás accidentes. Aquí probado que no puede ser verdadera.
había ocasión para una dificultad teológica, puesto que se deduce que también
las relaciones divinas tienen sus existencias propias, mas de esto ya me ocupé
ampliamente en el tomo I de la I!I parte, disp. XI, sec. 2.
35. En qué sentido se dice que una realidad sólo tiene una existencia.-
Por último, a base de todo lo dicho se comprende en qué sentido es verdad que SECCION XII
de una sola realidad no hay más que una sola existencia o un solo ser. Esto,
en efecto, es verdad respecto del ser adecuado y proporcionado a la realidad SI LA ESENCIA CREADA ES SEPARABLE DE SU EXISTENCIA
cuyo ser es, y de esta suerte tanto del alma, como de la humanidad, como del
hombte no hay más que un solo ser relativamente -por así decirlo- por más 1. Diversos modos como se concibe que la esencia se separa de la existencia.-
que absolutamente y en si mismo no sea uno solo e idéntico el ser de todas Este problema se puede dar por prácticamente resuelto por los principios sen-
esas cosas. Porque el alma es tm ente, y de modo semejante la humanidad y tados hasta ahora; lo propongo, sin embargo, para resolver con más claridad y
también el hombre, pero no lo son del mismo modo, ni son el mismo ente en distinción algunas dificultades y razones expUestas en la sec. J. Así, pues, hay
absoluto; porque el alma es un ente pardal como forma física, mientras que la varios modos de entender que la esencia creada se separa de la existencia. Pri-
huffianidad es un ente como un cierto todo respecto del alma, y como una mero, destruyendo la esencia y. conservando la existencia, que es lo que pensaron
naturaleza completa, pero no como ente absolutamente completo o como sustancia algunos que sucedía en el Sacramento del altar, dando por destruida o transus-
completa, por no ser supuesto, sino naturaleza o forma metafísica; en cambio, tanciada la sustancia de pan en cuanto a la entidad de la esencia, y por conser-
el hombre, esto es, Pedro o Pablo, es un ente como un cierto todo completo vada en cuanto a la entidad de la existencia. De un segundo modo puede enten-
respecto de la humanidad. Así, cada uno de éstos tiene un ser que le es propor- derse, si, una vez· destruida la existencia, se conserva la esencia, lo cual es pensable
todavía de tres modos. El uno es si, suprimida una existencia connatural, se
completa habitudine respicit potentiam cuius 35. Una res qualiter unwn tantum esse adquiere otra, tal como piensan muchos que sucede naturalmente en la materia
est habitus et obiectum ad quod inclinat habere dicatur.- Ultimo ex dictis omnibus
potentiam. Tata autem hace hab.itudo con- intelligitur quomodo verum sit unius rei
venit relationi, non solum secundurn essen- unam tantum esse existentiam seu unum niDO"- ideffi,quia plus includit esse humani- SECTJO XII
tiam, sed etiam secundum existentiam, quia esse. Est cnim hoc verum de esse adaequato tatis quam esse animae, scilicet, esse cor- UTRUM ESSENTIA CREATA SIT SEPARABILIS
talis est actualitas relationis ut in sua et proportiomto illi rei cuius est esse, atque poris et utriusque unionem, et similiter esse A SUA EXISTENTIA
entitate actuali utrwnque includat. Habet ita et animae, et humanitatis, et hominis hominis plus includit quam esse humanita-
ergo relatio propriam existentiam sibi pro- unum est esse respective (ut sic dicam), tis, scilicet, esse subsistentiae. Unde esse l. Varii madi quibus excogitatur essentia
portionatam, neque inde sequitur relationem quamvis absolute et in se non sit unum et anima e est unum ut simplex; es se vera separari ab existentia.- Haec quaestio expe-
bis dici seu referrí ad terminum, quía non idem essc illorum omnium. Est enim anima humanitatis est unum ut compositum ex dita fere est ex principiis hactenus positis;
refertur actu nisi prout est talis forma actu unum ens, ct similiter humanitas, atque esse formae et materia e; esse vera hominis eam tamen propano ut clarius ac distinctius
existens, et it'l una h9.bitudine refertur vel etiam hamo, sed non eodem modo, neque est unum ut compositum ex esse naturae solvam nonnullas dif-ficultates et rationcs
potius refert subiectum ratione suae essen- idem omnino ens; nam anima est unum ens factas in sect. 1. Variis ergo modis íntelligi
et subsistentiae. Ad hunc ergo modum in
tiae seu · existentiae actualis. Quod autem ad potest essentiam creatam separad ab existen-
subiectum et terminum bis secundum ratio- partiale tamquam physica forma, humanitas omni re una est esse unum completum et
vero est unum ens tamquam quoddam totum adaequatum, quod in rebus compositis in- tia. Primo, destruendo essentiam et conser-
nem referatur seu dicat habitudinem, nul- vando existentiam, quod aliqui existimarunt
lum est inconveniens, immo est necessa- respecto animae, et tamquam una natura cludit plura esse partialia, ut recte notavit
completa, non vera tarnquam omnino com- fieri in sacramento altaris, destructa seu
dum i quamvis illa habitudo qua e est ad Scot., In IV, dist. 11, q. 3, § Ad rationes, transubstantiata substantia panis quoad enti-
subiectum, praecise considerata, non sit pro- pletum ens seu completa substantia, quia ubi etiam ait se non intelligere istam fictio-
non est suppositum, sed natura seu forma tatem essentiae et conservata quoad entita-
pria relationis ut relatio est, sed communis nem, quod esse sit quid superveniens essen- tem existentiae. Secundo modo intelligi
óeteris accidentibus. Occurrebat autem hic metaphysica; horno vera, seu Petrus vel tiae, non compositum, si essentia est com- potest, si destructa existentia conservetur
difficultas theologica, quia sequitur etiam Paulus, est unum ens tamquam totum quod- posita, quod ego etiam (ut verum fatear) essentia, quod adhuc tribus modis excogita-
felationes divinas habere proprias existen- dam completum respectu humanitatis. Atque non intelligo, immo sufficienter probatum ri potest. Unus est si, ablata una existen-
tías; sed de hac ·re disputavi late in tomo I ita unumquodque ex bis habet unum esse esse existimo verum esse non posse. tia connaturali, acquiratur alia, prout multi
III part., disp. XI, sect. 2. sibi proportionatum, non tamen in se om-
150 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección Xll 151
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prima, la cual, según la entidad de la esencia, permanece bajo la forma de lo y primeramente, supuesta como verdadera la sentencia de la identidad de la
engendrado y de lo corrompido, pero cambia de existencia. En cambio, en la es'encia actual y de la existencia, la afirmación es evidente, ya que una cosa no
fol"'ma o en el compuesto de materia y forma casi todos niegan que esto pueda puede separarse de sí misma, ---Y siempre que en la realidad se separa una cos~
suceder naturalmente, ya que el ser sigue próxima y esencialmente a la forma, conservándose otra, hay indicio evidente de alguna distinción ex natura r~,
no siendo, por lo mismo, separable de ella, a no ser en cuanto ella misma se separa según se demostró antes en la disp. VII. Además, también los doctores qne adrrn-
del sujeto del que depende, según se toma de Santo Tomás, I, q. 50, a. 5, y en ten entre la esencia y la existencia alguna distinción ex natura rei, aunque no
otros pasajes. Pero no han faltado quienes afirmasen que en la intensificación sea real sino sólo modal, son consecuentes al enseñar esta afirmación. Porque,
de la forma tiene lugar un cambio de existencia; mas esto es improbable, como vere- si la existencia y la esencia se distinguen modalmente, no es la esencia el modo
mos luego, en la disp. XL VI. Otro modo posible de pensar esta separación es de la existencia, sino al contrario, como es de .por sí evidente, puesto que la
que la esencia creada permanezca sin la existencia propia bajo otra existencia existencia es o se concibe como acto de la esencia, y, P.or tanto, como su forma
superior y sobrenatural, cosa que es evidente que no puede acaecer de modo 0 modo; ahora bien, el modo no es separable de la realidad de que es modo, ya
natural; mas sobrenaturalmente hay muchos que piensan que puede acaecer, y que está por sí mismo esenci~lment.e u~ido a, ella, según quedó trata~o en la
que incluso acaeció en la humanidad de Crlsto N. Señor, de la que se dice que referida disp. VII; luego la exiStencia, s1 es solo un modo de la esencia, no es
tiene la entidad creada de la esencia sin la existencia propia, sino que existe en separable de ella de la manera antes dicha. . . .
virtud de la existencia increada del Verbo. El tercer modo posible de entender 3. En cambio, los que piensan que la ex1stencm es una cosa realmente d1s:..
que se separan la esencia y la existencia es por disolución de su unión, conser- tinta en absoluto de la esencia creada, aunque defiendan comúnmente que no
vándose ambas en la naturaleza. Por último puede alguno imaginar que la esencia es separable del modo dicho, es decir, que .no se puede conserv.~r sin ella, sin
creada de tal manera se separa de la existencia propia, que se conserva en la embargo difícilmente pueden dar razón sufic1ente de esta afirmac10n en orde~ .a
realidad sin ella y sin otra que supla su función, y también de este modo --cosa la potencia absoluta de Dios. En efecto, naturalmente puede ~firmarse .con faclh-
sorprendente- algunos autores modernos, en I, q. 3, a. 4, afirman, aunque bajo dad que la entidad de la existencia no se puede con~ervar s:n. la ent1dad de la
la partícula acaso, que Dios puede conservar la esencia creada fuera de sus esencia, puesto que depende de ella, ya como de SUJeto recq~xente, ya d~ otro
causas y fuera de la nada sin ninguna existencia. Puede, por fin, afirmarse que la modo. Sin embargo, no es demostrable con un argu?J-~~to suficiente qu~ D10.s no
esencia de la criatura se separa de la existencia actual de tal manera que no pueda suplir dicha dependencia. Pues ni hay contrad1cc10n a causa de la 1dent1d~d,
permanezca en la realidad, slno que de existente se convierta en no existente y en ya que se da por supuesta la distinción real; ni la hay a causa de la depe?dencm,
no ente en acto. porque, aunque se diga de ella que pertenece al pénero de la ~ausa matenal. o de
la formal, sin embargo en ese género es de algu~ modo ext:mseca, es dec1r, no
La existencia no puede conservarse sm la esencla propia se realiza por la composición intrínseca de una entidad a parttr de otra, de la ma-
nera que el todo depende de las partes, sin? por el influJo de :-'na entidad sobre
2. Así, pues, afirmo en primer lugar que es imposible que la existencia se otra· ahora bien, este género de dependencia puede suplirlo Dms, puesto que es
separe de la esencia de tal manera que se conserve la existencia, una vez destruida lo q~e hace cuando conserva el accidente sin el sujeto; luego ~or este capítulo
la esencia. No encuentro nadie de los teólogos antiguos que haya enseñado lo no sería contradictoria la separación dicha en el caso presente. N1 puede pensarse
contrario de esta afirmación, sino sólo alguno que otro de entre los modernos.

~~~~~a~~~~t s~;~~f¡~~~r se~o~~~t p~~~ ;~~~


eXlStlmant accidere naturaliter in materia existentiam separari, dissoluta unione et supposita vera sententia de identitate essen-
prima, quae secundum entitatem essentiae utraque in rerum natura conservara. Ultimo tiae actualis et existentiae, est evidens as-
manet sub forma geniti et corrupti, mutat potest quis excogitare esscntiam creatam ita sertio, quia non potest ídem a seipso sepa- servari sine illa, vix tamen possunt suffi-
tamen existentiam. In forma vera vel in separad a propria existmtia, ut sine illa et rad et quoties unum in re ipsa separatur, dentem huius dicti reddere rationem, in
cornposito ex materia et forma fere omnes sine alia quae munus eius suppleat in re- con~ervato alío, est evidens signum alicuius ordine ad potentiaro Dei absolutam. Natu-
negant id posse naturaliter contingere, quia rum natura conservetur, et hoc etiam modo distinctionis ex natura reí, ut supra osten- raliter enim facile posset dici non posse
esse proxime ac per se consequitur formam~ (quod mirabile cst) dicunt quidam moderni sum est disp. VII. Rursus etiam illi docto- entitatem existentiae conservari sine entitate
unde non est separabile ab ipsa, nisi quate- expositiores, I, q. 3, a. 4, licet sub par- res qui admittunt distinctionem aliquam ex essentiae, quia ab illa pendet, vel ut a sub~
nus ipsa separatur a subiecto a qua ipsa ticula forte, posse Deum conservare es- natura rei ínter essentiam et existentiam, iecto recipiente, vel alio modo. Tamen, quod
pendet, ut sumitur ex D. Thoma, I, q. 50, sentiam creatam extra suas causas et extra non tamen rcalem sed modalem tanturri, Deus non possit supplere illam dependen-
a. S, et al.iis locis. Non defuerunt vera qui nihil absque ulla existentia. Ultimo dici pot- consequenter docent hanc assertionem. Quía, tiam, certe non potest sufficienti ratione
dicerent in intensione ferm.3e fieri corr::mu--- est essentia crcaturae separari ab existeutia si existentia et essentia distL.Jguuntur moda- probari. Neque enim repugnat propter iden-
tationem existentiae; sed id improbabile est~ actuali ita ut non manear in rerum natura, liter non est essentia modus existentiae, titatem, quia supponitur distinctio realis;
ut infra, disp. XLVI, videbimus. Alio modo sed ex existente fiat non existens et non sed 'e contrario, ut est per se notum, quía nec propter dependentiam, quia, quamvis
potest haec separatio excogitari, ut essentia ens actu. existentia est vel concipitur ut actus essen- illa dicatur pertinere ad genus causae mate-
creata sine propria existentia maneat sub alia tiae, et consequenter ut forma vel modus rialis vel formalis, tamen in illo genere est
superiori et supematurali existentia, quod Non posse conservari exístentiam absque eius; modus autem non est separa bilis a alíquo modo extrinseca, id est, non per
constat naturaliter fieri non posse; super- propria essentia re cuius est modus, quía per seipsum essen- intrinsecam compositionem unius entitatis
naturaliter vero multi opinantur fieri posse, 2. Dico ergo primo, impossibile esse ita tialiter illi coniun~itur, ut dicta disp. VII ex alia, quo modo pendet totum a partibus.
immo et factum esse in Christi Domini hu- separari existentiam ab essentia, ut conser- tractatum est; ergo existentia, si tantum est sed per influxum unius entitatis in aliam;
manitate, quae habere dicitur creatam enti- vetur existentia, destructa essentia. Non in- modus essentiae, non est praedicto modo se- hoc autem genus dependentiae Deus sup-
tatem essentiae sine propria existentia, sed venia aliquem ex antiquis theologis qui op- parabilis ab illa. plere potest; id enim facit ctun conservat
existere per existentiarn Verbi increatam. positum huius assertionis docuerit, sed unum 3. At vera qui putant existentiam esse accidens sine subiecto; ergo ex hac parte
Tertio modo potest íntelligi essentiam et tantum vel alium ex modernis. Et imprimis,_ rem omnino realiter distinctam ab essentia non repugnaret in praesenti dicta separatio.
152 Disputaciones metafísicas ¡ Disputación XXXI.-Sección XII 153

ninguna otra implicación de contradicción, supuesto el principio propio de tal deje de existir intrínsecamente, esto es, según su propia entidad actual; por
sentencia. Y esto lo digo para dar a entender qué difícil es expresarse conse- tanto, no es suficiente con que se rompa la unión de dos entidades, ya que de
cuentemente en todas las consecuencias derivadas de dicho principio. En efecto, esto sólo se sigue inmediatamente la destrucción del compuesto. Mas en el caso
que la conclusión sentada es verdadera se demuestra de la siguiente manera: si presente no sólo se dice que se disuelve el compuesto de esencia y existencia,
en una realidad existente se destruye y suprime la esencia y se la separa de la sino que se dice también que se destruye totalmente la esencia misma actual,
existencia, entonces se destruye en ella algún ser actual y fuera de las causas sin que permanezca fuer~ de las causas~ ni como ente actual, tal como lo era
que tenía antes: luego se destruye algún ser de existencia; luego no permanece antes; luego no sólo pierde la unión con otra entidad, sino que pierde también
el ser de existencia de tal realidad; luego es imposible que la existencia se la entidad y actualidad propia, y esto es perder su ser actual intrínseco: éste es
separe de la esencia del modo antes dicho. La primera consecuencia es evidente, el modo como procede el argumento propuesto. Y no es verdad que esta sepa-
ya porque se demostró antes que toda producción tiene por término algún ser ración de la existencia respecto de la esencia se haya realizado en el misterio
fuera de las causas; por tanto, con igual motivo la destrucción debe necesaria- de la Eucaristía, porque, como dije antes, igual que en dicho misterio después de
mente tener por término algún no-ser actual y fuera de las causas, o -lo que es la consagración no permanece la esencia de pan, así tampoco permanece la exis-
igual- por ella debe quedar destruido algún ser actual fuera de las causas; ya tencia; y del mismo modo que se conserva la esencia de los accidentes, así tam-
también porque, cuando se destruye la esencia, es decir, cuando no es conservada, bién se conserva su existencia. '
no pierde el ser en la potencia objetiva, ya que permanece siempre en ella, al
menos respecto de la potencia divina; luego pierde el ser actual que tenía fuera
de las causas. Por su parte, la segunda consecuencia se apoya en el principio de-
mostrado antes de que todo ser actual y fuera de las causas es ser de existencia.
La tercera consecuencia es evidente en virtud de otro principio probado más Es absolutamente contradictorio que la esencta se conserve
arriba: que en una realidad sólo hay un ser de existencia, y que, por lo mismo, sin ninguna existencia
fuera de ese ser actual por el que la esencia se convierte primaria e intr1nseca-
mente en ente actual fuera de las causas, no se encuentra en ella ninguna otra S. En segundo lugar afirmo que no es posible, incluso por potencia absoluta,
existencia. Y así, por fin, se llega a la conclusión de que hay una contradicción que una esencia creada se conserve en la realidad y fuera de las causas sin ninguna
palmaria en que se destruya la esencia actual conservándose la existencia, porque, existencia. Esta afirmación es también común en cualquier sentencia, aunque,
si no, se destruiría y permanecería una misma cosa. como diré en seguida, no se puede dar igualmente por todos un argumento eficaz
4. Cabe objetar que, cuando se destruye la esencia, no se destruye necesaria- de ella. Asi, pues, la razón evidente es porque, si la esencia es conservada fuera
mente la existencia misma, sino que es separada de la esencia, la cual es destruida de las causas en sí y en su entidad, entonces existe. Pues, ¿qué otra cosa es
precisamente por esto, si no se le confiere un ser distinto, igual que podría ser existir más que estar fuera de las causas? Ahora bien, si existe, sin duda tiene
aniquilada la materia sin que fuese aniquilada ni destruida la forma, por la sola la existencia, igual que si es blanco, tiene la blancura, pues estas cosas se com-
separación de una forma a la que no sucediese otra forma. Se responde que es paran como forma y efecto formal intrínseco. Resulta, por tanto, ridículo y de
imposible que la esencia sea destruida sin que en la realidad algún ser en acto todo punto incomprensible lo que dicen algunos: que una esencia conservada en
la realidad sin la existencia es, sin duda, un ente y está fuera de la nada, pero
Neque potest cogitari aliqua alia implicatio saltero respectu divinae potentiae; amltttt
contradictionis, posito principio illius sen- ergo actuale esse quod extra causas habebat.
tentiae. Quod ideo significo ut ostendam Secunda vero consequentia nititur in illo
quam sit difficile consequenter loqui in om- principio supra demonstrato, quod ornne
nibus quae ad illud principium consequun- esse actuale et extra causas est esse existen- propriam entitatem actualem desinat esse in Essentiam conservari sine ulla existentia
tur. Nam, quod simpliciter conclusio posita tiae. Tertia vera consequentia est etiam evi- rerum natura, ideoque non satis est quod pro1'Sus repugnat
vera sit, ostenditur in hunc modum. Quia, dens ex alío principio supra probato, quod dissolvatur unio duarum entitatum, quia ex
si in re existente destruitur et tollitur es- in una re tantum est unum esse existentiae, hoc immediate solum sequitur destructio S. Dico secundo: fieri non potest, ethm
sentia et separatur ab existentia, ergo de- atque adeo, praeter illud esse actuale qua compositi. In praesenti vero casu non solum de potentia absoluta~ ut essentia creata con-
struitur in illa aliquod esse actuale et extra primo ac intime essentia fit ens actu extra dicitur dissolvi compositum ex essentia et servetur in rerum natura et extra causas
causas, quod antea habebat; ergo destruitur causas, nullam aliam existentiam in ea in- existentia, sed etiam ipsamet essentia ac- sine ulla existentia. Haec assertio etiam est
aliquod esse existentiHe; ~rgo non manet venid. Atque ita tandem concluditur esse tualis dicitur omnino destrui, et non manere communis in omni sententia, quamvis ef-
esse existentiae talis rei; ergo est impos- apertam contradictionem quod essentia ac- extra causas neque ens actu sicut antea erat; ficax eius ratio non possit aeque ab omnibus
sibile existentíam separad ab essentia prae- tualis destruatur, conservata existentia, alio- ergo non solurn amittit unionem ad aliam dari, ut statim declarabo. Ratio itaque evi-
dicto modo. Prima consequentia est evidens, qui idem esse destrueretur et maneret. entitatem, sed etiam amittit propriam enti- dens est, quia si essentia in se et in sua
tum quía supra ostensum est omne fieri 4. Dices, cum destruitur essentia, non tatem et actualitatem, et hoc est amittere entitate conservatur extra causas, ergo exi-
terminad ad aliquod esse extra causas; ergo, necessario destrui ipsum esse, sed separari suum intrinsecum esse actuale, atque ita stit. Quid enim aliud est existere quam
eadem ratione destructio terminad necessario ab essentia, quae hoc ipso destruitur, si ei procedit ratio facta. Neque est verum huius- extra causas esse? Si autem existit, certe
debet ad aliquod non esse actuale et extra aliud esse non conferatur, sicut posset ma- rnodi separationem esse ab essentia factam existentiam habet, sicut si est album, habet
causas, vel (quod idem est) per illam destruí teria annihilari, non annihilata nec destructa esse in mysterio Eucharistiae~ quia, ut su- albedinem; comparantur enim haec ut for-
debet aliquod esse actuale extra causas; forma, per solam formae separationem, cui pra dixi, sicut in eo mysterio non manet ma et intrinsecus effectus formalis. Ridicu-
tum etiam quía, cum essentia destruitur, alia forma non succederet. Respondetur im- post consecrationem essentia panis, ita ne- lum ergo est et plane inintelligibile quod
seu non conservatur, non amíttit esse in possibile esse essentiam destrui quin ali- que existentia; et sicut conservatur essentia quidam dicunt, essentiam conservatam in
poten tia obiectiva; semper enirn illa manet, quod ens actu intrinsece, id est, secundum accidentium, ita etiam existentia. rerum natura sine existentia esse quidem
154 Disputaciones metafísicas
í Disputación XXXl.-Sección Xll 155
que formalmente no está en el género de los existentes. Por más que éstos, en respecto de la otra no puede ser hasta tal punto intrínseca, que la una sea
parte, se expresan consecuentemente, porque, al dar por supuesto que tal esencia constitutivo de la otra; luego no hay razón de que Dios no pueda conservar
está privada de la existencia, de acuerdo con ello afirman que está fuera del la entidad de la esencia sin la entidad de la existencia. Porque afirmar confusa-
número de las cosas formalmente existentes, y deben, por tanto, afirmar también mente que tienen entre sí una relación y dependencia esencial que Dios no
que no existe, ya que es lo mismo existir que estar en el número de las cosas puede suplir, es incurrir en petición de principio o afirmar lo mismo con otras
existentes. Y lo maravilloso es esto: que no vean que hay una contradicción palabras, pero no es explicar en qué consiste esta dependencia, ya que no es
palmaria en afirmar que una cosa está en la realidad, fuera de las causas y de a modo de una referencia relativa, como es de por sJ evidente; debe, pues,
la nada, y afirmar que no existe, puesto que estas expresiones son totalmente reducirse a alguna causalidad; y puesto que no es totalmente intrinseca, según
equivalentes. ¿Qué es, en efecto, lo que puede concebirse que se añade a una expliqué; entonces no hay razón ninguna de que Dios no pueda suplirla. El
cosa cuando se dice que existe, si ya antes había sido producida en la realidad argumento, pues, ha de tomarse del hecho de que por tratarse precisamente
por sus causas? O tamb;én, si pensamos que la esencia real es conservada de este de una entidad actual y fuera de las causas, es intrínseca y formalisimamente
modo por la omnipotencia de Dios sin sobreañadirle una existencia, ¿qué es lo existente, sin que la existencia en cuanto tal le pueda añadir ningún nuevo
que le falta para que se diga que existe? Porque se puede decir de ella que es efecto formal, dándose, por ello, manifiesta implicación de contradicción en que
producida, que ha sido producida, que es un ente real en acto fuera de sus causas, se conserve una esencia con actualidad y sin existencia. Pero esta razón, igual
y, por lo mismo, también se podrá decir que es causa en cualquier género que le que demuestra que la esencia actual no puede permanecer sin la existencia, así
sea proporcionado; por consiguiente, ninguna otra cosa se puede echar de menos también prueba que no se distingue de ella en la realidad.
para existir.
6. Acaso dirán que le falta el acto o término al que llaman existencia. Pero, La esencia y la existencia no pueden conservarse separadas
a no ser que expliquen más la necesidad o el efecto formal de dicho término,
la respuesta no tiene valor ninguno, sino que de aquí se concluye más bien que 7. Afirmo en tercer lugar que la existencia y la esencia creada no pueden
tal término no es nada, dado que no tiene ningún efecto o utilidad. Por eso me separarse de tal manera que se conserven ambas en la realidad, habiéndose
parece que también en este punto andan bastante perplejos los autores que roto sólo la unión de ellas entre sí. Hablamos en el plano de la potencia ab-
piensan que la existencia es una realidad totalmente distinta de la esencia actual. soluta, puesto que, según las naturalezas de las cosas, la cuestión es absolu-
Pues esto les hace avergonzarse con razón de admitir que se puede conservar tamente clara. Y el fundamento consiste en que entre la esencia actual y la
en la realidad una esencia actual sin existencia alguna, porque es imposible existencia no hay unión, sino identidad, la cual es imposible que se divida o se
que se conserve una esencia sin existencia y que exista, igual que no es menos rompa. Además, porque los argumentos que prueban que la existencia no se
imposible concebir una esencia en acto fuera de las causas sin que sea existente. puede co::Jservar una vez destruida la esencia, ni viceversa, consecuentemente
Por otra parte, al afirmar que la esencia y la existencia son realidades distintas, prueban que no se pueden conservar separadas y sin unión entre sí. También
no les es posible añadir razón alguna de por qué Dios no va a poder conservar porque, sl una vez se las concibe como separadas, y que, sin embargo, se conservan
esa entidad de esencia en su puridad y sin el efecto formal que recibe de la ·en la realidad, dado que no están en la referencia mutua de relación y término,
existencia. Porque, si se trata de entidades distintas, la dependencia de una no puede darse razón de por qué, destruida la una, no puede permanecer la
otra. Asimismo, porque, rota ,la unión, cesa toda causalidad formal o material
ens et extra nihil) non tamen esse formaliter 6. Dicent fortasse deesse illi rei actum
in genere existentium. Quamquam hi ex seu terminum quem vocant existentiam. Sed ut una sit constitutiva alterius; ergo nihil Essentia et existentia non possunt disiunctae
parte consequenter loquuntur; nam cum nisi explicent amplius necessitatem vel ef- est ob quod non possit Deus entitatem e<;- conservari
supponant talero essentiam privad existen- fectum formalem talis termini, nullíus mo- sentiae sine entitate existentiae conservare.
tia, dicunt consequenter illam esse extra Nam dicere confuse habere inter se habitu- 7. Dico tertio, existentiam et essentiarn
menti est responsio, sed hinc potius conclu-
numerum rerum formaliter existentium, ac ditur huiusmodi terminum nihil esse, cum dinem et dependentiam essentialem, quam creatam non posse ita separad ut utraque
_proinde dicere etiam debent non existere, nullum habeat effectum neque utilitatem. Deus supplere non potest, est principium a parte rei conservetur, dissoluta tantum
quia existere et esse in numero rerum exi- Quocirca etiam in hac parte videntur mihi peterc seu idem aliis verbis asserere, non unione earum intcr se. Loquimur de poten-
s-tentium idem sunt. Hoc autem mirum est, vero explicare in quo consistat hace depen- tia absoluta; nam secundurn rerum naturas
satis esse perplexi auctores qui existentiam dentia, quia non est per modum habiturlinis
quod non videant in eo esse apertam con- credunt esse rem ornnino distinctam ab es- res est clarissima. Fundamentum autem est,
tradictionem, ut dicatur res esse in rerum relatlvae, ut per se notum est; debet igitur quia ínter actualem essentiam et existentiarn
sentia actuali. Bine enim merito erubescunt ad aliquam causalitatem revocari, quia non
natura, extra causas et extra nihil, et non admittere posse in rerum natura conservad non est unio, sed identitas, quae dividí aut
existere, cum haec verba phme sL11t aequi- est omnino intrínseca, ut declaravi; ergo dlssolvi non potest. Item, quia rationcs quac
essentiam actua1em sine" ulla existentia, quia nulla est ratio cur non possit Deus illam
pollentia. Quid enim concipi potest nddi rei probant existentiam non posse conservari
cum dicitur existere, si illa iam erat in re- impossibile est conservad essentiam sine supplere. Ratio ergo reddenda est ex eo
existemia et existentem, et non minus im- quod, hoc ipso quod entitas est actualis et destructa essentia, neque e contrario, conse-
rum natura effecta a suis causis? Aut, si quenter prob::mt non posse conservad sepa-
fingamus essentiam realem ita conservari per possibile est intelligere essentiam actu extra extra causas, intrinsece et formalissime est
causas et non existentem. Aliunde vero, cum existens, neque existentia ut sic potest illi ratas et absque unione inter se. Tum quía,
Dei omnipotentiam absque existentia su-
peraddita, quid illi deest quominus dicatur dicant essentiam et existentiam esse res con- novum aliquem effectum form~lem addere, si semel intelligantur disiunctae, et nihitomi-
existere? Illi enim convenit et fieri, et factam distinctas, nullam rationem addere possunt et ideo esse aperta implicatio contradictionis nus conservad in rerum natura, cum non
esse, et esse ens reale actu extra causas cur non possit Deus conservar!! illam enti- quod conservetur essentia cum actualitate et se respiciant tamquam relatio et terminus,
suas, et consequenter etiam conveniet illi tatem essentiae nudam et sine illo effectu absque existentia. Hace vero ratio, sicut aP- non potest ratio reddi cur altera destructa
causare in omni genere sibi accommodato; formali quem ab existentia recipit. Quia, :!li probat non posse manere essentiam actua- non possit altera manere. Tum etiam quía
nihil ergo aliud desiderari potest ad existen- illae sint entitates distinctae, non potest de- lem sine existentia, ita probat in re non dissoluta unione cessat omnis causalitas for-
dum. pendentia unius ab alia esse ita intrínseca, distinguí ab illa. malis vel materialis unius in alteram; ergo
156 Disputaciones metafísicas
Disputación XXXI.-Sección XII !57
de la una sobre la otra; luego, si pueden conservarse sin unión, también puede
conservarse la una sin conservarse la otra, ya que nada hay que lo impida. Una cosa no puede existir en virtud de la existencia ajena
Queda con esto explicado un argumento a priori en el que ya se insistió muchas .- sin la propia
veces: que la esencia actual no puede conservarse sin el efecto intrínseco de la
exlsrencia formal; ahora bien, este efecto se destruiría necesariamente si, por 9. Afirmo en cuarto lugar: no puede por potencia absoluta de Dios conser-
un imposible, se rompiese la unión de la esencia y la existencia entre si; luego varse una esencia creada como existente en virtud de una existencia ajena sin la
no puede romperse tal unión conservándose ambos extremos. propia. Así opinan todos los teólogos que afirman que en la humanidad de
8. Y este argumento parece, ciertamente, que tiene valor también en la Cristo hay una existencia creada y propia y que dicha humanidad no existe
opinión que afirma que la existencia y la esencia son realidades distintas, y es prue- formalmente en virtud de la existencia del Verbo. En efecto, estos autoreR no
ba absoluta y eficaz; sin embargo, si se pondera atentamente su fuerza, no puede han podido tener otro fundamento más que pensar que era imposible que suce~
ser eficaz sin destruir dicha opinión y sin demostrar que entre la esencia y la diese de otra manera. En otro caso, ¿por qué iban a negar esto, siendo así que
a la humanidad de Cristo hay que que atribuirle la máxima unión sustancial que sea
existencia no hay unión, sino identidad. Y al exlstir se le llama de tal manera
posible, dejando a salvo la verdad de cada una de las naturalezas, la divina y la
efecto formal de la existencia, que no puede ser como un efecto físico que humana? El fundamento propio de esta conclusión debe ser el sentado por nos-
provlene de o es comunicado por una realidad distinta, sino que es un cuasi otros de la identidad de la existencia y de la esencia actual. Porque, si la exis-
efecto metafísico que proviene de un modo intrínseco distinto no realmente o tencia actual fuese una cosa o modo distinto ex natura rei de la esencia actual,
ex natura rei, sino racionalmente. Además de los argumentos expuestos, cabe no podría darse, como dije muchas veces, razón suficiente ninguna de por qué
explicar y confirmar esto de la siguiente manera: si la esencia y la existencia Dios no va a poder conservar la esencia actual sin la existencia propia, supliendo
son realidades distintas, entonces se unen entre si, mediando entre ellas algún su dependencia por otro conducto; del mismo modo que conserva la naturaleza
modo de unión, ya que todas las realidades distintas se unen de esta manera; sustancial sin la subsistencia propia, y la forma accidental sin la inherenéia propia,
¿por qué, pues, no podria Dios disolver ese modo de unión, conservando los aunque tanto la subsistencia como la inherencia sean sólo un modo distinto ex
extremos? Ciertamente que no puede darse una razón suficiente, como prueban natura rei de la naturaleza. Por consiguiente, si Dios puede impedir este modo y
fácilmente los razonamientos expuestos en las afirmaciones anteriores, los cuales suplirlo por otro procedimiento, ¿por qué no podría hacer lo mismo en la
tienen aquí igual aplicación. Se podría, además, preguntar sobre dicha unión existencia, si ésta fuese una realidad o un modo distinto ex natura rei de la
a ver qué clase de existencia tiene, puesto que también en ella hay algo esencial esencia actual?
que puede existir y no existir; luego, ya que no es formalmente la existencia 10. Comprendo que puede decirse que la existencia es un fnodo más intrín-
misma, será preciso que tenga una existencia distinta de sí, lo cual es bastante seco, porque constituye primaria y formalmente a la cosa fuera de las causas.
absurdo, porque de esta suerte podría prácticamente procederse hasta el infinito. Mas esta respuesta, o prueba lo que pretendemos, es decir, que la existencia no es
separable a causa de la identidad, o no puede explicar en qué consiste ese ser
más intrínseco, o de qué modo la existencia constituye formalmente a la cosa
fuera de las causas, si en orden de naturaleza ya supone la entidad actual de la
si absque unione possent conservad~ etiam quasi effectus metaphysicus proveniens a esencia producida por sus causas sin que haya sido constituida formalmente en
posset una conservari non conservata altera, modo intrinseco non re neque ex natura
nihil enim est quod obstet. Atque hinc de- rei, sed ratione distincto. Quod potest (prae- propria existentia conservare et alía via de-
claratur ratio a priori iam saepe inculcata, ter rationes factas) ita declarad et confir- Non potest res existere per alienam
quía essentia actualis conservad non potest existentiam absque propria pendentiam eius supplere; sicut conservat
mari, quía si essentia et existentia sunt res substantialem naturam sine propria subsi-
sine intrínseco effectu formalis existentiae; distinctae, ergo uniuntur ínter se, interce-
hic autem effectus necessario destrueretur, 9. Dico quarto: non potest de poten tia stentia, et formam accidentalem sine propria
dente in ter ipsas aliquo modo unionis; om- Dei absoluta conservad creata essentia exi-
si per irnpossibile dissolveretur unio essen- inhaerentia, quamvis tam subsistentia quam
nes enim res distinctae ita 1 uniuntur; cur stens per alienam existentiam absque pro-
tiae et existentiae ínter se; ergo non potest inhaerentia solum sit modus quidam ex na-
ergo non posset Deus dissolvere talem mo- pria. Ita sentiunt omnes theologi qui affir-
talis unio dissolvi conservato utroque ex- tura reí distinctus a natura. Si ergo Deus
dum unionis conservando extrema? Cert~ mant in humanitate Christi esse existentiam
tremo. impedit hunc modum et alia ratione sup-
8. Et haec ratio videtur quidem proce- non potest sufficiens ratio reddi, ut facile creatam et propriam, et non existere forma- plet illum, cur non posset idem facere in
dere etiam in opinione affirmante existen- probant discursus facti in superioribus asser- liter humanitatem illam per existentiam Ver- existentia, si illa esset res vel modus ex
tionibus~ __ qui aeque possunt hic applicari. bi. Non enim potuerunt hi nuctoreR in alio
tiam et essentiam esse res distinctas, et es-t natur·a reí distlnctus ab actuali esscntia?
quidem absoluta et efficax; tamen, si eius Et praeterea interrogad posset de illa unio- fundamento niti, nisi quia existimaverunt 10, Video dici posse existentiam esse mo-
vis attente perpendatur, non potest esse ef- ne, quam existentiam habeat; nam in illa esse impossibile aliter fieri. Alioqui cur id dum magis intrinsecum, quia primo et for-
ficax quin destruat illam sententiam et pro- est etiam aliquid essentiale quod potest esse negarent, cum maxima unio substantialis maliter constituit rem extra causas suas.
bet ínter essentiam et existentiam non esse et non esse : unde cum non sit formaliter tribuenda sit humanitati Christi quae sit Verumtamen haec responsio aut probat quod
unionem, sed identitatem. Et existere ita ipsa existentia, oportebit ut habeat existen- possibilis, salva veritate utriusque naturae
divinae et humanae? Proprium autem huius intendimus, nimirum, existentiam separabi-
appellari effectum formalem existentiae, ut tiam a se distinctam, quod est satis absur- lem non esse propter identitatem, vel decla-
non possit esse quasi effectus physicus pro- dum; sic enim posset fe re in infinitum pro- conclusionis fundamentum esse debet quod
a nobis positum est de identitate existentiae rare non potest in quo consistat illud esse
veniens seu communicatus a re distincta, sed cedere. magis intrinsecum, aut quomodo existentia
et essentiae actualis. Nam, si actualis exi-
stentia esset vel res vel modus ex natura formaliter constituat rem extra causas, si
1 Creemos que es necesario añadir la palabra ita, aunque falta, por ejemploj en la rei distinctus ab essentia actuali, nulla pos- iam supponit ordine natume entitatem ac-
set (ut saepe dixi) sufficiens ratio reddi cur tualem essentíae factam a causis et in ea
Vives. (N. de los EE.)
non possit Deus actualem essentiam sine actualitate non constitutam formaliter per
158 Disputaciones metafísicas Disputación XXXJ.-Sección Xll 159
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esa actualidad mediante la existencia. Porque, respecto de una entidad tal, la de una existencia ajena, a no ser que esté privada de la propia; mas no puede
existencia será tan extrínseca como la subsistencia o la inherencia, o al menos ser privada de la propia, según quedó demostrado; luego. Segundo, porque las
no será más intrínseca. Más aún, de acuerdo con la opinión de muchos tomistas, razone_s propuestas J?rueb~n que ---el efecto . formal que concebimos que puede ser
la subsistencia afecta a la esencia actual con prioridad de naturaleza sobre la confendo por la exu;tenc1a no puede denvarse de una realidad o de un modo
existencia. En consecuencia, parece que en esto es de algún modo más intrínseca. r~almente distinto de la mi~ma esenci~ existente; ahora bien, no puede conce-
Otros, en cambio, piensan que la existencia de la sustancia es lo mismo que la bxrse que una cosa se convierta en existente por una realidad extraña sin que
subsistencia. Luego, si por una vez se establece la distinción real o ex natura rei és~a sea realmente distinta de ~a esencia a la que se dice que se une para hacerla
entre la existencia y la esencia actual, de la afirmación propuesta no puede darse existente. Tercero, porque Dws no puede hacer que una esencia creada sea
ningún argumento eficaz. Y por eso dije antes que los autores que niegan que la esencia actual y ente en acto fuera de la nada en virtud de una actualidad extraña
humanidad de Cristo haya podido ser asumida sin la existencia creada, deben y distinta de ella misma; sino que por el hecho mismo de que una esencia
afirmar consecuentemente que la existencia no es una realidad o modo distinto creada es ente en acto fuera de la nada, es existente; luego no puede convertirse
ex natura rei de la esencia actual. en existente en virtud de una realidad extraña y peregrina. La consecuencia es
11. Este es, pues, todo el fundamento .de la presente afirmación, puesto el evidente. La mayor y la menor han sido probadas muchas veces anteriormente.
cual, la ilación es evidente. Y queda más aclarada y explicada por afirmaciones 13. Objeción.- Solución.- Contra esta afirmación no cabe oponer ninguna
anteriores, porque la esencia actual no puede conservarse en la realidad sin la razón natural que sea de algún peso. Porque el argumento de que se valen
existencia propia e intrinseca; esto, en efecto, es lo que prueban las raZones ex- algunos, que la existencia no es una perfección esencial de la naturaleza creada y
puestas. Porque, en realidad, no se distingue de su existencia propia; por eso, que, por lo mismo, puede ser separada de ella y suplida por una existencia
igual que no puede conservarse sin ella misma, del mismo modo tampoco puede ajena, no es de ningún peso. Primero, porque no es formal la consecuencia, ya
hacerlo sin la existencia propia. Además, porque la conservación misma de la que los atributos del ente no son predicados esenciales, y, sin embargo, ni pueden
esencia creada es una especie de producción de ésta; ahora bien, toda produc- ser separados ni suplidos extrínsecamente; luego basta la identidad sin distinción
ción es comunicación de algún ser que el efecto recibe en sí, poseyéndolo fuera alguna ex natura rei para que no tenga cabida la separación, por más que se
de su causa; por consiguiente es comunicación de algún ser de existencia intrín- juzgue que la perfección no es esencial. Más todavía, hay quienes piensan que
seco y propio de la esencia producida. Asimismo, porque la esencia actual debe existen propiedades que ni son esenciales ni tienen identidad con la esencia, sino
necesariamente estar constituida en esa actualidad por algún ser real que no se distinción ex natura rei, las cuales ni pueden ser separadas ni ser suplidas extrín-
distinga de ella misma, según se demostró antes; luego es imposible que se secamente. Mas hasta qué punto es esto probable, se examinará en otra parte.
conserve en su actualidad, sin que ese ser se conserve en ella; mas se demostró Pero el argumento mejor consiste en que, según la doctrina común, la cual no
también antes que ese ser es la verdadera existencia, puesto que se trata de un niegan los que arguyen de esta manera, el principio de individuación en cuanto
ser temporal; luego la esencia actual no puede conservarse sin una existencia tal tal o la hecceidad no es en absoluto una perfección esencial del individuo -de
absolutamente intrínseca y propia. Pedro, por ejemplo- y, sin embargo, ni puede ser separada de Pedro ni suplida
12. De aquí se concluye también que a ninguna esencia existente puede con- extrlnsecamente de tal manera que Pedro permanezca. Y si acaso dicen que esa
servarla Dios mediante una existencia -por así decirlo- que le sea extraña diferencia .individual, aunque no pertenezca a la esencia en absoluto, no obstante
y peregrina. Y en primer lugar, porque una esencia no puede existir en virtud
quia non potest essentia existere per aie- perfectionem essentíalem naturae creatae,
existentiam. Nam respectu talis entitatis, tam tia; hoc enim probant rationes factae. Quía nam existentiam, nisi propria pdvetur; non ideoque posse ab illa separari et per alienam
extrinseca erit existentía sicut subsistentia in re non distinguitur a sua existentia pro- potest autem privari propria, ut ostensum existentiam suppleri, nullíus momenti est.
vel inhaerentia, aut certe non magis intrín- pria; un de sicut conservad non potest sine est; ergo. Secundo, quia rationes factac pro- Primo, quía consequentia non est formalis,
seca. Imrno iuxta multorum thomistarum seipsa, ita etiam nec sine propria existentía. bant íllum effectum forrnalem quem conci- nam attributa entis non sunt praedicata es-
opiníonem, subsistentia prius natura aíficit Item, quia ipsamet conservado essentiae pere possumus dari ab existentia, non posse sentialia, et tamen nec separad possunt, nec
actualem essentiam quam existentia. Unde creatae est quaedam effectio eius; omnís esse a re vel modo distincto a parte rei ab extdnsecus suppleri; sufficit ergo identitas
in hoc videtur esse quodammodo magis illi autem effectio est communicatio alícuius es- ipsa essentía existente; non potest autem sine ulla distinctione ex natura reí ut sepa-
intrínseca. Alii vero existentiam substantiae se quod effectus in se recipit et habet extra intellígi quod res fiat existens per rem ex- ratio locum non habeat, etiamsi perfectio
idem esse putant quod subsistentiam. Si er- suam causam, et consequenter est commu- traneam, quin illa sit a parte rei distbcta non censeatur essentialis. Immo, sunt qui
go semel supponatur distinctio realis vel ex nicatio alicuíus esse existentiae, íntrinsecí et ab essentia cui dicitur uniri ut eam faciat exístiment aliquas esse proprietates neque
natura rei inter existentiam et actualem es- proprii essentiae factac. Itcm quía actll3lis existentem. Tertio, quía non potest Deus essentiales, neque habentes identitatem, sed
sentiam, nulla potest efficax ratio reddi as- essentia necessario debet constituí in ea ac- facere ut alíqua essentia creata sit actualis potius distinctionem ex natura rei ab essen-
sertionis positae. Et ideo dixi in superiori- tualitate per aliquod esse reale indistinctum esscntia seu actu ens extra nihil per actuali- tia, quae nec separari possunt, nec extrín-
bus auctores qui negant potuisse humani- ab ipsa, ut supra probatum est; impossibile tatcm extraneam et distinctam ab ipsa; sed secus suppleri. Sed quam hoc sit probabíle,
tatem Chrísti assumi sine existentia creata, ergo est conservad in sua actualitate qúin ex hoc praecise quod essentia creata ~st alibí examínabitur. Oprima vero ínstantia
debere consequenter asserere exístentiam non in ea conservetur tale esse; sed ostensum actu ens extra nihil, est existens; ergo n0ri est quía, iuxta communem doctrinarn, quam
esse rem vel modum ex natura rei distin- etiam est supra tale esse veram esse existen- potest fieri existens per actualitatem extra- sic arguentes non negant, princípium indivi-
ctum ab actuali essentia. tiam, quía est esse temporale; ergo sine neam ac peregrinam. Consequentia est ~ví­ duans ut sic seu haccceitas simpliciter non
11. Hoc ergo est totum fundamentum tali exístentia omnino intrínseca et propria dens. Maíor autem et rninor probatae saepe est perfectio essentialis individui (Petrí, ver-
praesentís assertíonis, quo pasito est evidens conservad non potest essentia actualh. sunt in superioribus. bí gratia), et nihilominus nec potest separari
consecutio. Quae ex superioríbus assertioní- 12. Hínc vero ulterius concluditur non 13. Obiectio.-Dissolvitur.-Contra hanc a Petro, nec extrinsecus suppleri ita ut Pe-
bus illustratur et declaratur amplius; nam posse Deum conservare ullam essentiam assertionem nulla naturalis ratio obüci potm trus maneat. Quod si fortasse dícant diffe-
essentia actualis non potest in rerum natura exístentern per existentiam (ut ita dicam) est, quae alícuius sit momenti Nam, quod rentiam illam individualem, licet non sit
conservad sine propda et intrínseca existen- extraneam et peregrinam illí. Primo quidem, qutdam argumentantur, existentiam non esse absolute de essentia, esse tamen de essentia
160 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección XII 161

corresponde a la esencia de Pedro en cuanto es Pedro, diremos también nosotros 16. Esta dificultad podría ser soslayada en este lugar, ya por ser teológica,
que la existencia actual y ejercida no pertenece a la esencia de· modo absoluto, ya también porque nosotros la hemos discutido según la medida de nuestras fuer-
pero que corresponde a la esencia de la esencia actual, en cuanto es ente en zas en el I tomo de la HI parte;disp. XXXVI, donde demostramos la verdad de
acto fuera de la nada; por tanto, aunque de modo absoluto puede concebirse a lo que se aduce en la objeción propuesta; mas, dado que a algunos escritores
la esencia en el ser potencial u objetivo sin la existencia actual, sin embargo no modernos les sienta mal la doctrina que allí hemos expuesto y se han esforzado
se puede concebir que la esencia se haya convertido en ente en acto y fuera de en refutarla, no tomaré como una carga el volverles a responder, por más que
la nada sin la existencia intrínseca y propia. sus objeciones no presentan testimonios nuevos ni argumentos nuevos, sino exa-
14. Algunas objeciones teológicas.- De los principios sobrenaturales suele geraciones nuevas y desacostumbradas. Pues, ¿qué razón hay para que se admiren
tomarse otro argumento, concretamente que la subsistencia propia puede ser de una doctrina que no es nueva, sino aceptada por muchos teólogos y de auto-
separada y ser suplida por otra; y que de igual modo puede ser separada la ridad, tanto antiguos como modernos: Altisidoro, Alberto, Escoto, Durando, Ga-
inherencia, ya en absoluto, ya en virtud del modo opuesto de existir, que es briel, Buenaventura, Almain, Herveo, el Paludano, y el mismo Santo Tomás,
la perseidad; luego otro tanto sucede con la existencia. Mas también esto está en la Q. unica de Verbo incarnato, a. 4? Y sobre esto no nos consta con sufi-
resuelto con lo que se ha dicho, ya que la subsistencia y la inherencia son modos ciencia que haya cambiado de parecer, como expliqué detenidamente en el lugar
ex natura rei distintos de la esencia actual, porque no la constituyen en la razón citado. Alli demostré también que Sofronio, León y Fulgencio no han enseñado
de ente en acto, ni la distinguen primaria y formalmente del ente en potencia, y, nada en contradicción con esta doctrina, punto que había tocado también amplia-
por eso, aunque sean separados de ella, puede concebirse que la esencia actual mente en el mismo tomo, disp. VIII, sec. 1. Y por lo que respecta al Damasceno,
permanece la misma, aunque bajo otro modo de ser; sin embargo, con la exis- demostré que no sólo no es contrario, sino que incluso apoya en grado sumo
tencia sucede lo contrario, por ser el constitutivo formal primero de la entidad esta doctrina nuestra. Por eso me admiro sobremanera cómo un grave autor, que
actual y por no distinguirse realmente de ella. sin duda había leido aquellos escritos nuestros, se ha atrevido después a escribir y
15. Si la humanidad de Cristo existe por la existencia del Verbo.- Urgen poner en letras de imprenta que el Damasceno, lib. III De fide, c. 22, enseña
algunos con un argumento teológico, porque de este principio metafísico estable- expresamente la sentencia que niega que haya una existencia creada en la huma-
cido por nosotros se sigue que el Verbo divino asumió la humanidad con la nidad de Cristo, cuando la realidad es que en ese capítulo el Damasceno no
existencia creada de ésta, cosa que no sólo parece estar en contra de la doctrina escribe ni una sola palabra sobre esto, sino que únicamente refuta el error de
de Santo Tomás, sino también de todos· los otros Padres antiguos, sobre todo de los que afirman que Cristo ha progresado en gradas y ciencia, error que rechaza
León, Sofronio, Fulgencio y Damasceno. Parece, asimismo, que no está muy de con estas palabras: Y los que dicen que hizo progresos en sabiduría y gracia
acuerdo con otras verdades que la fe católica nos enseña sobre dicho misterio, como si recibiese incremento de ellas, no afirman que se haya realizado la unión
como el que la Virgen bienaventurada no sólo concibió a la humanidad, sino a desde el nacimiento primero de la carne, ni defienden la unión personal.
un verdadero hombre, y el que Cristo no sólo tiene unidad, sino que es un ente Y más abajo: Porque si la carne desde el origen último ha estado unida
con unidad absoluta, y que la humanidad de Cristo no existe en sí, sino en el al Verbo, e incluso más bien ha existido en el Verbo, y ha tem'do con él
Verbo, y, finalmente, que la humanidad 'de Cristo propiamente no opera, sino que unión personal, ¿qué es lo que se puede añadir para que no haya en absoluto
es el Verbo el que opera por ella. rebosado con todos los dones de sabiduría y gracia? ¿Qué hay, pregunto yo, en
16. Haec difficultas posset hoc loco prae- in eodem tomo, disp. VIII, sect. 1. De Da-
Petri ut Petrus est, dicemus et nos existen- eadem, licet sub alio modo essendi; secus termitti, tum quod theologica sit, tum etiam masceno vera ostendi non solum non re-
tiam actualem et exercitam non esse de vera est de existentia, quía est primum for- quod a nobis sit pro viribus disputata, in pugnare, verum etiam huic nostrae doctrinae
essentia absolute, esse tamen de essentia es- male constitutivum actualis entitatis et in I tomo III partís, disp. XXXVI, ubi verum plurimum favere. Unde valde mirar quemo-
sentiae actualis, prout est actu ens extra re non distinguitur ab illa. esse ostendimus quod in proposita obiectio- do gravis quidam auctor 1, qui sine dubio
nihil; ideoque, quamvis possit intelligi es- 15. Christi humanitas an existat Verbi ne infertur; quia tamen nonnulli moderni illa nostra scripta perlegerat, ausus postea
sentía absolute in esse potentiali seu ob- existentia.- Instant vera aliqui argumento scriptores acerbe ferunt doctrinam ea loco fuerit scdbere, et typis mandare, Damasce-
icctivo sine actuali existentia, non tamen theologico, quia ex hoc principio metaphy- a nobis traditam eamque impugnare conati num, lib. III de Fide, c. 22, expresse docere
posse intelligi essentiam factam ens actu et sunt, non gravabor eis iterum respondere, illam sententiam quae negat esse in Christi
sico a nobis pasito sequitur Verbum divi-
extra nihil sine intrínseca et propria existen- quamquam nec nova testimonia nec rationes humanitate existentiam creatam; cum tamen
num assumpsisse humanitatem cum existen ..
tia. novas obiiciant, sed novas tantum et inusi- in eo capite Damascenus nec verbum scribat
14. Aliquae obicctiones theologicae.- Ex tia creata eius, quod non solum videtur esse tatas exaggerationes. Quid enim est cur de hac re, sed solum impugnet en·orem as-
principiis autem supernaturalibus solet aliud contra doctrinam D. Thomae, sed etiam doctrinam admirentur Don novam, sed a serentium Christum in gratia et scientia pro-
argumentum sumi, scilicet, quía subsistentia aliorum Patrum antiquorum, praesertim Leo~ multis et gravibus theologis, tam antiquís fecisse, quem )J.is verbis confutat: Qui au-
propria separad potest et per aliam suppleri; nis, Sophronii, Fulgentii, Damasceni. Vided quam modernis receptam, Altisidoro, Al- tem eum progressus in sapientia et gratia
et similiter inhaerentia potest separari, vel tur etiam esse parum consentaneum aliis berto, Scoto, Durando, Gabriele, Bonav., perinde fecisse aiunt ac si earum incremen-
absolute, vel per modum oppositum per se veritatibus quas de il.lo mysterio fides cn- Almain., Hervaeo, Paludano, et ab ipso tum acciperet, non a primo illo carnis ortu
essendi; ergo et existentia. Sed hoc etiam tholica docet, ut quod beata Virgo non so- D. Thoma, in Q. uníca de Verbo incarnato, factam esse unionem asserunt, nec persona-
expeditum est ex dictis, quía subsistentia et lum humanitatem, sed verum hominem con- a. 4? De qua non satis constat unquam lem unionem tuentur. Et infra: Nam si caro
inhaerentia sunt madi ex natura rei distincti ceperit, et quod Christus non tantum est mutasse sententiam, ut citato loco fuse de- ab ultimo ortu Verbo unita est, immo Potius
ab actuali essentia, qula non constituunt unus, sed etiam unum ens simpliciter, et daravi. Ubi etiam ostendi Sophronium, Leo- in ipso extitit, ac personalem cum ea iden~
illam in ratione entis in actu, nec primo ac quod humanitas Christi non in se, sed in nem et Fulgentium nihil docuisse huic doc- titatem habuit, quid tandem afferri potest,
formaliter eam distinguunt ab ente in po- Verbo existit, ac denique quod humanitas trinae repugnans, quod late etiam attigeram quin omnibus prorsus sapientiae gratiaeque
tentia, et ideo quamvis ab illa separentur, Christi operari proprie non possit, sed Ver-
potest intelligi quod maneat essentia actualis hum per ipsam. 1 loan. Vine., lib. De Gratia Christi, q. 7, club. de hac re, concl. 2.
DISPUTACIONES V - II
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162 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección XII 163

estas palabras que venga en favor de tal sentencia? ¿O qué interesaba a los dicha opinión, no puede afirmarse, ya que a la humanidad se la pone como
propósitos del Damasceno que en la humanidad de Cristo no haya una existencia existente en acto por la existencia increada, resultando de aquí necesario que
creada, con tal que desde el principio hubiera estado unida al Verbo, cosa este existente, en cuanto tal,_,...- o sea increado, si se habla formalmente y con
que no niega ningún católico? Y esto no está en contradicción con la existencia propiedad, o al menos 110 sea meramente creado, sino compuesto de creado
creada de la misma naturaleza, puesto que pudo existir siempre en el Verbo, e increado. Y si se dice lo segundo, pregunto a ver si el ser de esencia está
como dice allí mismo el Damasceno. Y en esto nos apoya más bien a nosotros, sólo en potencia, y entonces no es creado, sino creable, y en sí no es real-
porque no dice que haya existido para el Verbo o por el Verbo, sino en el mente nada, sino que es en su causa la esencia creadora misma; o es un
Verbo. ser actual en sí mismo y fuera de Jas causas, y en este caso tiene que tratarse
17. Mas dicen que esta doctrina es poco congruente c?n los principios d.e necesariamente del ser de existencia, puesto que el existir no es más que ser
la fe; mientras que, por el contrario, otros graves autores p1ensan que esta opi- actualmente fuera de las causas, y porque la creación tiene por término formal
nión se deduce casi con evidencia de los principios de la fe. En efecto, la fe al existir, según se dejó probado antes; luego no es concebible un ente pura-
enseña que Cristo asumió una naturaleza verdadera y real, que no sólo tenía ser mente creado en acto sin algún ser creado de existencia.
objetivo o en potencia en sus causas, sino que tenía algún ser real y actual, 19. En segundo lugar se puede dedncir que la Encarnación no ha sido una
creado fuera de las causas; mas éste es el ser de existencia; luego asumió la unión y asunción verdadera y real, puesto que no puede mediar una verdadera unión
humanidad con algún ser creado. La consecuencia es evidente y formal; y la más que entre entes reales y actuales, de los cuales el uno no reciba su entidad
mayor es cierta según la fe, la cual enseña que la humanidad de Cristo es una intrinsecamente del otro, aunque el uno pudiera depender del otro, puntos todos
realidad creada, y distinta del Verbo divino, y asumida en unidad de persona, y que han sido explicados anteriormente con detención. En cambio, si la humanidad
que a esa naturaleza debe Cristo el ser humano, el cual es un ser creado y, en de Cristo sólo existiese en virtud de la existencia del Verbo, estaría intrínseca-
consecuencia, actual y no sólo potencial. Por su parte, la menor quedó demostrada mente constituida por la existencia del Verbo en el ser de entidad actual.
antes, y a nosotros nos parece casi evidente por los mismos términos, si se en- 20. En tercer lugar puede dedncirse que el Verbo ha sido unido a la huma-
tienden debidamente, puesto que el ser actual y fuera de las causas no es otra cosa nidad en cuanto concebida según el ser de la esencia que poseía desde la eter-
que el existir, según se explicó extensamente antes. nidad, puesto que;! fuera de ese ser la humanidad no tiene ningún otro más que
18. Por todo esto, de la sentencia contraria parece que se siguen estos ab- el ser de la existencia; por consiguiente, si este ser de existencia en la humanidad
surdos. Primero, que la humanidad no es un ente creado, cosa que es manifiesta- de Cristo no fue otro más que el ser del Verbo, este ser entonces se unió inme-
mente falsa. Se prueba la consecuencia, porque ente se dice de ser ( esse) y por diatamente a la humanidad, la cual~ considerada en sí misma, era eterna; en
el ser se constituye el ente en acto; luego si la humanidad se constituye ente en consecuencia, la encarnación no fue más que aportar una esencia eterna al ser
acto por el ser increado, no es un ente creado, sino increado, del mismo modo increado del Verbo. Pero esto no es una encarnación, sino una ficción, puesto que
que, por no estar Cristo constituido en el ser de persona por una personalidad esa esencia eterna no fue nada, ni es asumible precisamente según lo que tiene
creada, sino por la increada, no es persona creada, sino increada. Además, o de por sí y desde la eternidad; luego es necesario que se le atribuya algún otro ser
a la humanidad se la llama ente creado en cuanto existe en acto, o sólo en con prioridad de naturaleza, o al menos de razón, cosa que basta para que ese
cuanto está en acto según el ser de la esencia; lo primero, de acuerdo con ser sea distinto de la subsistencia divina que es comunicada por la unión.

opibus affluxerit? Quid, quaeso, in his ver- humanitatem Christi esse rem creatam, et lam sententiam, quia ponitur humanitas actu clarata sunt. At vera, si humanitas Christi
bis invenitur, quod illi sententiae patrocine- a divino Verbo distinctam, et assumptam in existens per existentiam increatam, unde solum existeret per existentiam Verbi, intrin-
tur? aut quid ad instituttun Damasceni spec- unitatem personae, et ab illa natura habere necesse est ut hoc existens ut sic, vel sit sece constitueretur in esse actualis entitatis
tabat quod in humanitate Christi non sit Christum esse humanum, quod est esse crea- increatum, si formaliter et proprie loquamur, per Verbi existentiam.
existentia creata? dummodo a principio fue- tum et consequenter est actuale et non po- vel certe non pure creatum, sed constans ex 20. Tertio inferri potest Verbum fuisse
rit Verbo unita, quod nemo catholicus ne- tentiale tantum. Minar vera in superioribus creato et increato. Si vero dicatur secundum, unitum humanitati ut intellectae in esse es-
gat; neque habet repugmmtiam cum exi- est demonstrata, et nobis videtur fere evi- interrogo an illud esse essentiae sit tantum sentiae tantum quod ab aeterno habebat,
stentia creata ipsius naturae, quia potuit dens ex ipsis terminis, si probe intelligan- in potentia, et ita non est creatum, sed crea- quia praeter illud esse non habet humanitas
semper existere ,in Verbo, ut Damascenus tur, quía esse actuale et extra causas nihil hile, et in se revera est nihil, in sua vero aliud nisi esse existentiae; si ergo hoc esse
ibídem loquitur. In quo nobis potius favet, aliud est quam existere, ut in superioribus causa est ipsa creatrix essentia; vel est esse
existentiae in humanitate Christi non fuit
quía non ait extitisse Verbo aut per Ver- late declaratum est. actuale in se et extra causas, et hoc neces-
18. Quapropter ex opposita sententia se- sario esse debet esse existentiae, quia existe- aliud_ nisi esse Verbi, ergo illud esse fuit
bw-u, sed in Vcrbo. immediate unitum humanitati, quae secun-
17. Sed aiunt illam doctrinam esse pa- qui videntur hace absurda. Primum, humani- re non est aliud quam actu esse extra causas
rum consentaneam principiis fidei; at vera tatem non essr: ens creatum, quod est aper- et quia ,creatio formaliter ad exiStere termi- dum se aeterna erat; igitur incarnari nihil
alii graves auctores existimant hanc senteh- te falsum. Probatur sequela, quía ens dicitur natur, ut supra probatum est; non potest aliud fuit quarn aeternam essentiam trahere
tiam fere evidenter sequi ex principiis fidei. ab esse et const~tuitur ens actu per esse; ergo intelligi ens actu pure creatum sine ad increatum esse Verbi. Haec autem non
Docet enim fides assumpsisse Christum ve- ergo si humanitas constituitur ens actu per aliquo esse existentiae creato. est incarnatio, sed fictio, quia illa essentia
raro et realem humanitatem, non habentem esse increatum, non est ens creatum, sed 19. Secundo inferri potest incarnationem aeterna nihil fuit, nec est assumptibilis se-
solum esse obiectivum seu in potentia in increatum, sicut, quia Christus non consti- non fuisse veram et realem unionem et as- cundum id praecise quod ex se et ex aeter-
causis suis, sed habentem aliquod esse reale tuitur in esse personae per creatam perso- sumptionem, quía vera unio intercedere non nitate habet; ergo necesse est ut aliquod
et actuale, creatum extra causas suas; sed nalitatem, sed per increatam, non est per- potest nisi inter realia et actualia entia, quo- aliud esse ei prius tribuatur prioritate natu-
hoc est esse existentiae; ergo assumpsit hu- sona creata, sed increata. Item vel humanitas rum unum non habet ·intrinsece entitatem rae, vel saltem rationis, quod satis est ut
manitatem cum aliquo esse creato. Conse- dicitur ens creatum prout est actu existens, suam ab alio, quamvis posset unum ab alío illud esse sit distinctum a subsistentia divi-
quentia evidens est et formalis; maior au- vel tantum prout est actu secundum esse pendere, quae omnia in superioribus late de- na quae per unionem communicatur.
tem est certa secundum fidem, quae docet essentiae; primum dici non potest iuxta il-
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Disputaciones metafísicas Disputación XXX!.-Sección XII 165
21. En cuarto lugar, de tal sentencia puede inferirse que la humanidad no a Dios. El antecedente es claro, porque --como damos por supuesto- la Virgen
recibe de Dios en. virtud de su eficiencia la capacidad próxima de unirse al Verbo, bienaventurada no concurre inmediat_amente a la unión de dicha humanidad con
cosa que es tamb1én totalmente absurda en la doctrina de la fe. La consecuencia el Verbo; luego no concurre ála acción por la que esa humanidad ha sido hecha
es evidente, ya porq1.1e esa capacidad no está en la humanidad según ser alguno existente, ya que, de acuerdo con esta sentencia, tal acción fue la del acto de
de existencia, sino sólo según el ser eterno de la esencia, según el cual la esencia unir; luego toda la causalidad de la Virgen se ha desarrollado sobre el ser de la
de la humanidad no procede eficientemente de Dios. Ya también porquej si esa esencia de la humanidad y en él se ha detenido. Con esto resulta clara la segunda
capacidad se da en la humanidad debido a la eficiencia actual de Dios, en ese caso ¡Consecuencia, ya sea ad hominem, por tener la misma forma que la que ellos
existe en virtud de esa eficiencia; por consiguiente, tiene alguna existencia pro- lanzan contra nosotros; ya, a fortiorz~ porque de Cristo dista más la humanidad
ducida y creada; luego ésta es la existencia de la humanidad misma. Y este argu- según el ser solo de la esencia que la humanidad existente ya; y nadie puede negar
mento prueba también que esa humanidad poseyó la existencia con prioridad de que en orden de naturaleza, al menos en algún género de causa, concretamente
naturaleza a que hubiese sido unida al Verbo, existencia que no ha podido ser de la material, dicha humanidad, con prioridad de naturaleza a ser asumida por el
más que creada, como es de por si evidente. Y la consecuencia es clara, puesto Verbo, haya tenido al menos el ser de esencia.
que dicha humanidad fue capaz de unión con prioridad de naturaleza a estar
actualmente unida, y la capacidad próxima no se da más que en una entidad 23. De este argumento, pues, deducimos que hay un principio que ha de
ya producida y existente fuera de las causas. ser admitido necesariamente por los católicos, a saber, que la Virgen no se dice
22. De qué modo ha influido en la existencia de Cristo la Virgen Santísima.- madre de Dios o que ha concebido a Dios por el hecho de que ella misma haya
Pero veamos cuáles son las otras verdades de la fe con las que dicha doctrina realizado inmediatamente la unión de la humanidad con Dios, puesto que es evi-
se piensa que no está muy de acuerdo. Era la primera que la Virgen bienaventura- dente que no la realizó ella, ni como causa principal, ni como instrumento. Por
da no concibió sólo la humanidad, s(no también al Dios-Hombre, y parece que se consiguiente se dice que concibió a Dios_ porque a la causalidad con la que con-
sjgue lo contrario de esto, si la humanidad tuvo existencia creada. La consecuen- currió a unir el cuerpo y el alma de Cristo y a formar la humanidad se unió
cia es evidente, porque en ese caso la humanidad hubiese recibido esa existencia simultáneamente la acción del Espíritu Santo, en virtud de la cual dicha huma-
de la madre, y, consecuentemente, toda la eficiencia o causalidad de la madre, sea nidad, en el mismo instante en que fue formada, se unió a Dios, de lo que
la que sea, hubiese tenido por término esa existencia creada y se hubiese detenido resultó que la acción completa, que incluye esas dos acciones, ha tenido por tér-
ahi; ahora bien, como esa existencia pertenece a la humanidad sola y no a mino no a la sola humanidad, sino a Dios hombre. Y éste es el modo como tienen
Cristo, la Virgen hubiese concebido sólo la humanidad y no a Cristo ni a Dios. que discurrir todos, ya digan que la acción de la Virgen ha tenido por objeto
Mas esta dificultad, sea cual sea su valor, apremia mucho más si en la humanidad la humanidad sólo en cuanto al ser de la esencia, ya ta.mbién én cuanto al ser de
de Cristo no hay un ser creado de existencia, sino sólo un ser de esencia. Porque la existencia. Más aún, los que afirman sólo lo primero atribuyen a la Virgen un
de esto se sigue que toda la acción o causalidad de la madre ha tenido por término concurso mucho menor en dicha concepción, según queda demostrado; y les
el ser de la esencia de la humanidad, sin haber pasado más allá; por consiguiente resulta muy difícil explicar de qué modo será una verdadera concepción y gene-
se deduce en mucho mayor grado que concibió la humanidad sola en el ser ración aquella por la que no se confiere ningún ser de existencia, resultando por
de la esencia, y no la humanidad existente, y mucho menos a Cristo mismo o este capítulo dicha doctrina menos acorde también con esta verdad de la fe.

21. Quarto inferri potest ex illa sententia 22, Virgo beatissima qualiter Christi exi- non humanitatem existentem, nedum ipsum
humanitatem non habere a Deo per efficíen- stentiam attigerit.- Sed videamus quae sint humanitatis cum Deo, quia constat non fe-
Christum aut Deum. Antecedens patet, quía cisse illam neque ut principalem causam, ne-
tiam eius proximarn capacitatem ut uniatur aliae veritates fidei quibus illa doctrina p:l- (ut supponimus) beata Virgo non concurrit
Verbo, quod est etiam absurdissimum in rum consona existimatur. Prima erat quia que ut instrumentum. Dicitur ergo conce-
immediate ad unionem illius humanitatis pisse Deum quia causalitati eius qua con-
doctrina fidei. Sequela patet, tum quia illa beata Virgo non solum humanitatem, sed cum Verbo; ergo non concurrit ad actio-
capacitas non est in humanitate secundum D~um hominem concepit, cuius oppositum currit ad uniendum corpus et animam Christi
nem qua illa humanitas facta est existens,
aliquod esse existentiae, sed tantum secun- videtur sequi, si Christi humanitas habuit quía illa fuit unitio iuxta hanc sententiam; et humanitatem formandam, simul coniuncta
dum esse essentiae aeternum, secundum existentiam creat::~m. Sequela patet, quia tune ergo tota causalitas Virginis versata est circa fuit Spiritus Sancti actio, qua illa humanitas,
quod essentia humanitatis non est effective habuisset humanitas illam existentiam a ma- esse essentiae humnnitatis et in eo stetit. in eodem instanti quo formata est, unita est
a Deo. Tum etiam quía, si illa capacitas est tre, et consequenter tota efficientia vel cau- Et bine patet secunda consequentia, tum ad Deo, quo factum est ut tota conceptio, qune
in humanitate per actualem efficientiam Dei, salitas _m_atris, quaecumque illa sit, termi- homínem, quía eiusdem formae est cum illa utrarnque illam actionem includit, terminara
ergo existit ex vi illius efficientiae; ergo habet nata fuisset ad illam existentiam creatam et quam ipsi contra nos ínferunt; tumJ a for- sit non ad solam humanitatem, sed ad Deum
aliquam existentiam factam et creatam; ergo ibi stetisset; cum ergo illa existentia sit so- tiori, quia magis distat a Christo humanitas hominem. Atque hoc modo philosophari de-
haec est existentia ipsiusmet humanitatis. Et lius humanitatis et non Christi, Virgo solam secundum solum esse essentiae quam hu- bent orones, sive dicant actionem Virginis
paec ratio etiam probat humanitatem illam humanitatem concepisset, et non Christum, manitas iam existens; et nemo negare pot- versatam esse circa humnnitatem quoad esse
prius natura habuisse existentiam quam fue- neque Deum. Sed haec difficultas (qua- est quin ordine naturae saltem in aliquo ge- essentiae tanturn, sive etiam quoad esse
rit unita Verbo, quae non potuit esse nisi liscumque illa sit) multo magis urget, si nere causae, scilicet, materialis, prius natura existentiae. Immo, qui solum illud prius af-
ex:istentia creata, ut per se constat. Et se- in Christi humanítate non est esse existen- habuerit illa humanitas saltero esse essentiae, finnant, multo minorem concursum tribuunt
tiae creatum, sed tantum esse es~entiae, Nam quam fuerit assumpta seu unita Verbo. Virgini in illa conceptione, ut ostensum est;
quela patet, quia illa humanitas prius na-
inde sequitur totam actionem seu causalita- 23, Ex hoc ergo argumento colligimus et vix explicare possunt quomodo sit vera
tura fuit capax unionis quam actu unita; tem matris termínatam fuisse ad esse essen-
proxima autem capacitas non est nisi in en- tiae humanitatis, et ultra non fuisse progres- unum principium necessario adrnittendum conceptio et generatio per quam nullum esse
titate iam effecta et existente extra causas s::.m; ergo mu1to magis sequitur concepisse ab omnibus catholicis, nimirum, Virginem existentiae communicatur, et ex hac parte
suas. non dici matrero Dei aut concepisse Deum illa doctrina minus est consentanea etiam
solam humanitatem in esse essentiaeJ et eo quod ipsa immediate effecerit unionem huic veritati fidei.
Disputación XXXI.-Sección XII 167
166 Disputaciones metafíszcas
física no contraviene en nada e incluso está acorde en sumo grado con .dicha
24. No es, pues, valiéndonos de un recurso fácil por lo que respondemos verdad de la fe y confirma otra que enseña que la unidad de Cristo no es Simple,
negando la consecuencia, pues aquel acto de concebir en absoluto ha tenido sino por composición, verdad <;:Jm la que parece estar menos de acuerdo la otra
por término a Dios en el mismo instante y con simultaneidad de duración real. doctrina que atribuye a Cristo un solo ser ab~olutament~ simp~e.
Ni tiene importancia el que la acción de la Virgen y su término haya antecedido 26. En qué sentido se dice que la humamdad de Crzsto exzste en el Verbo.-
en orden de naturaleza, puesto que ello tuvo lugar sólo en el género de la causa El tercer principio de la fe es que la humanidad no existe en sí, sino en el Verbo.
material y con alguna conexión y dependencia de la otra acción por la que la Así, efectivamente, se expresa Sofronio en el Síno~o VI, acto 11, y el Damas-
humanidad fue unida al Verbo en ese instante. Añádase que es más probable que
ceno antes citado, y es una cosa absolutame~te c1er~a; pero ~preg~nto y~­
el alma y el cuerpo se hayan unido al Verbo con prioridad de naturaleza a unirse . qué clase de consecuencia es ésta: la humamdad existe con ex1stenc1a propia;
entre sí, y que, por lo mismo, según la comunicación de idiomas, se dice con <
luego existe en sí misma y no en el Ve~bo? .E.s seme¡ante
' a. 1a f o:ma stgm~nte:
. .
toda propiedad que la Virgen bienaventurada concibió a Dios, porque concurrió e1 accidente existe con existencia prop1a d1stmta de la existencia del su¡eto;
a unir entre si el alma y el cuerpo de Dios, los cuales subsist1an ya con la luego existe en si y no en el sujeto; . y,. sin embargo, ésta no es válida, ya que
subsistencia de Dios, engendrando de esta suerte necesariamente a Dios, porque el antecedente es verdadero y el constgmente es falso. Y prueban aquella conse-
la generación tiene por término al supuesto, no habiendo podido tal generación cuencia, porque existir en alguien no es otra cosa que existir por la e.xistencia
tener entonces por término otro supuesto, puntos todos que han sido explicados de él y con dependencia de él mismo. Mas, de estas dos .cosas, la prune.ra es
con más extensión en los lugares citados del tomo I de la III parte, y en el H falsa, y la segunda está insuficientemente expresada y ~o suficientemente exphc.ada.
tomo, disp. I, sec. 1.
La primera parte se prueba con el .ejemplo del ~cc1dente que . hemos aducido;
25. El otro principio de la fe del que se dice que sufre menoscabo en en efecto, existe en el sujeto y no existe por la ex1stenc1~ del SUJeto; Y la _forma,
virtud de este principio metafísico que nosotros hemos establecido es que Cristo sobre todo la material, existe en la materia -y así lo dtcen todos-, y, sm em-
es absolutamente uno y un solo ente, ya que parece deducirse lo contrario si en bargo, nadie dijo nunca que la forma existe por la existencia de la m~teria, Y la
él se da el ser creado de existencia de la humanidad. Mas la respuesta a esto es
razón se patentizará por lo que vamos a decir. La ~egunda parte se exphca por~ue,
negar la consecuencia; en efecto, se dice que Cristo es absolutamente uno debido en primer lugar, para que de algo se ~iga que ex1ste e? otro no basta que exista
a la unidad de persona; y es una sola persona aunque tenga dos naturalezas en dependencia de él. Porque la matena existe deJ?end1entemente de la forma, y,
reales y actuales, que es tenerlas con sus existencias propias. Y se dice que Cristo
sin embargo, no existe en la forma, y, en ~1 ~ent1do que ahora nos expresamos,
es un solo ente a causa de que es un solo ser completo y con unidad per se; cualquier criatura existe en Dlos. Por cons1gmente, en el caso presente, el que
mas Cristo, en cuanto Cristo, no es un ente slmple, sino compuesto -pues es
alguna cosa exista en otro significa relación a un término. o supuest? por el que
una persona compuesta-, no siendo preciso, por lo mismo, que tenga un solo
es sustentada en su existencia esa realidad de la que se d1c~ que. ex~ste en ot~~;
ser simple, sino compuesto, de acuerdo con la doctrina demostrada antes. Por del mismo modo que la existencia del accidente en el SUJeto s1gmfica relacmn
consiguiente, Cristo tiene un solo ser compuesto del ser de la humanidad y del y dependencia respecto de éste en su e~istencia en el. género d~ sust~ntante,
ser del Verbo o de la personalidad de éste. Por tanto, no es obstáculo para
aunque de un modo más i~p~rfecto y un:do c~n caus,ahdad. matertal. As1, pues,
la unidad del ente el doble ser de la naturaleza o de los extremos, si entre ellos
existir en alguien no es ex1st1r por la ex1stenc1a de este, smo que es tener la
se da una verdadera y real unión, sobre todo si es sustancial y que sea suficiente
para componer un ente uno per se. De este modo, la presente doctrina meta-
maxime consonat dictae veritati fidei et con- sufficienter dictum, et non satis declaratum.
24. Nec igitur facili negotio respondemus a nobis pasito est quia Christus est unus firmat aliam quae docet unitatem Christi non Prior pars probatur exemplo adducto de
negando sequelam, quia illa conceptio abso- simpliciter et unum ens, cuius oppositum esse simplicem, sed per cornposit~onern, ~ui accidente; existit enim in subiecto, et non
lute fuit terminata ad Deum in eodem in- sequi videtur si in eo est esse existentiae veritati minus consentanea est aha doctrma per existentiam subiecti; et forma, praeser-
stanti ac simul secundum durationem rea- creatum humanitatis. Ad hoc vero re'spon- quae tribuit Christo unum esse omnino sim- tim materialis, existit in materia, et ita oro-
lem. Nec refert quod actío Virginis et ter- detur negando sequelam; dicitur enim nes loquuntur, et tamen nemo unquam dixit
minus eius ordine naturae antecesserit, quia Christus unus simpliciter propter unitatem plex. . . .
26. Christi humamtas ut dtcatur m Verbo existere formam per existentiam materiae,
id solum fuit in genere causae rnaterialis et personae; est autem una persona quamvis existere.- Tertium fidei principium est qu~d et ratio constabit ex dicendis. Posterior pars
cum aliqua connexione et dependentia ab habeat duas naturas reales et actuales, quod humanitas non in se, sed in Verbo ex1st1t. declaratur, quía, imprimis, ut aliquid dicatur
altera actione qua illa humanitas fuit in ea est habere illas cum propriis existentüs. Ita enim loquitur Sophronius, in sexta Sy- existere in alio, non satis est existere de-
in.stanti unita Verbo. Adde probabilius esse Unum autem ens dicitur Christus propter nodo actione undecíma, et Damascenus su- pendenter ab illo. Nam materia ex~st~t
animam et corpus prius natura unita fuisse unum esse completum et per se unum; pra ~itatus, et est res certissi~a; sed qu_ae- dependenter a forma, et tamen non ex1sttt
Verbo quam inter se, et ideo, secundum Chrístus autern ut Christus non est unum nam (rogo) est illa con~equentm: ~~m~mtas in forma, et quaelibet creatura existit in Deo
communicationem idiomatum, propriissime ens simplex, sed compositum (est enirn per- existit propria existentm; ergo ex1stlt m se ea modo quo nunc loquimur. Igitur rem
dicitur B. Virgo concepisse Deum, quia con- sona composita), et ideo non oportet ut ha- et non in Verbo? Haec enim est similis for- aliquam existere in alio, in praesenti dicit
currit ad uniendum inter se animam et cor- beat unum esse simplex, sed compositum, mae: Accidens existit propria existentia di- habitudinem ad terminum vel suppositum a
pus Dei, et quae iam subsistebant subsisten- iuxta doctrinam superius demonstratam. Ha- stincta ab existentia subiecti; ergo existit qua sustentatur in sua existentia illa res
tia Dei, et ita necessario genuit Deum, quia bet ergo Christus unum esse compositum ex in se, et non in subiecto; et tamen haec qua e in alio existere dicitur; sicut accidens
generatio terminatur ad suppositum, et talis esse humanitatis et esse Verbi seu personali- invalida est, nam antecedens est verum et existere in subíecto signíficat habitudinem
generatio non potuit tune ad aliud suppo- tatis eius. Unde non impedit unitatern entis consequens falsum. Probant autem illam con- et dependentiam ab illo in sua existentia in
situm terminad, quae omnia in citatis locis, duplex esse naturae vel extremorurn, si in- sequentiam, quia existere in. aliq';lo ni.hil genere sustentantis, quamvis imperfectiori
ex I tomo III partis, latius declarata sunt, ter ea sit vera et realis unio, praeser~im aliud est quam existere per extstentmm etus modo et cum materiali causalitate. Sic igitur
et in II tomo, disput. I, sect. 1. substantialis, et quae sufficiat ad componen- et dependenter ab ipso. Sed ex his duob!ls, existere in aliquo non est existere per exi-
25. Aliud principium fidei quod labe- dum ens per se unum. Atque ita praesens primum est falsum, secundum vero est m~ stentiam eius, sed est habere existentiam
factari dicitur ex hoc principio metaphysico doctrina metap):lysica nihil derogat, immo
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Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección XII 169
existencia propia sustentada por otro y en dependencia de él en ese género. Por raleza, antes de que el Verbo operase mediante ella, ya que parece que ~e nuest_ra
eso da más bien por supuesta o incluye la existencia propia de la realidad en opinión se sigue lo contrario de esto; porque, si tu;ro una existencm propia,
cuestión, y le añade la unión o conjunción a otra realidad por la que es susten~ existió con prioridad de naturaleza a haber estado umda al Verbo; luego tam-
tada, ya como por un supuesto que sirve de término a la dependencia sin causa- bién pudo operar con prioridad de naturaleza, ya que la operación es conse
lidad alguna propia, ya como por un sujeto, como sucede en el caso de las cuencia del ser. Mas se responde negando la consecuencia, aunque no hayan
formas inherentes. El primer modo es el que conviene a la humanidad de Cristo faltado teólogos y sabios que hayan mantenido ese consecuente, como expuse
por razón de la unión hipostática. Y por eso no se dice que su existencia propia extensamente en el referido tomo I de la parte III, disp. X, sec. 1 y 2; pero,
sea de suyo una existencia actual, por no estar terminada por una subsistencia según demostré allí, en esto se equivocaron. Por t~to se niega la consecuencia
propia, sino que se la llama existencia-en, por estar apoyada en el Verbo de Dios; propuesta. Y, en primer lugar, ~ay algunos que p!e~san que, aunque .1~ huma-
y esta denominación no la posee por si misma, sino por el modo de unión, en nidad tenga una existencia prop1a, de ello no se s1gue que haya ex1st1do con
virtud del cual posee el estar unida al Verbo.
prioridad de naturaleza a haber sido unida al Verbo, puesto que pudo recibir
27. Por consiguiente, si la existencia de la humanidad se considera precisi- dicha existencia en virtud de una acción dependiente del Verbo como de tér-
vamente según lo que posee de suyo, no constituye a la realidad actualmente como mino suposital; igual que el accidente tiene su existencia p;opia, y, sin em?argo,
existente en sí o en otro, sino sólo corno existente sustancialmente en esa deter- no existe con prioridad de naturaleza a que se una al SUJeto, porque rectbe la
minada naturaleza; pues los modos de existir que se indican por aquellas palabras existencia por una acción que depende del sujeto como de causa material. Y este
en sí o en otro no son esenciales a tal existencia, sino que se le añaden para modo de expresarse no carece en absoluto de probabilidad, aunque no nos parece
constituir o completar el supuesto, si bien no de la misma manera. Porque el verdadero, según discutirnos extensamente en el citado tomo I, disp. VIII, sec. 1.
primer modo de existir en si es connatural y completa al supuesto sin necesidad Concedo, pues, que la humanidad existió con priori~ad de naturaleza ~ ~er asu-
de unión con otro, como el término propio o la subsistencia de una naturaleza mida, pero niego que haya operado o que haya pod1do oper~r con pnondad de
determinada, según veremos luego. En cambio, el segundo modo de existir en naturaleza a haber sido asumida, puesto que la naturaleza ex1stente no es capaz
otro es sobrenatural respecto de la naturaleza sustancial completa, y no constituye de operación hasta que haya sido completada por alguna subsistencia, afirmación
formalmente a la persona, sino que une la naturaleza a la persona, para que de que demostré ampliamente en dicho tomo, disp. X, sec. 2 y 3, sin que sea nece-
ello resulte una persona compuesta. Por consiguiente, dado que la humanidad de sario repetirla aquí.
Cristo, por más que haya tenido una existencia propia, no obstante no la tuvo 29. Unicamente añado que el mismo argumento puede ser vuelto contra la
con el modo propio de existir en si y por sí, sino con el modo sobrenatural de
otra sentencia, siendo preciso que los adversarios lo . resuelvan .de un m~do
unión al supuesto del Verbo de Dios, por eso no se puede decir que exista
proporcionalmente idéntico. Porque no pueden negar que la humamdad de Cn~to
o que haya existido nunca en sí, sino siempre en el Verbo.
ha recibido el ser esencial actual con prioridad de naturaleza a haber stdo asurn1da
28. Cóm.o la humanidad de Cristo no pudo operar en ningún "signo") sino
por el Verbo, según quedó d~mostrado a~t<;s y enseñan ell.os mismos a cada ~o­
que el Verbo operó mediante ella.- Nos queda por hablar sobre la cuarta pro-
mento; luego, de f40do semeJante, conclmre que la hurnamd~d pudo en esa pn?-
posición, muy acorde con la doctrina de la fe, a saber, que la humanidad de
ridad operar mediante ese ser esencial actual, I?ue~t~ que este ~s el ser p~o_p:o
Cristo nunca pudo operar ni en un instante de tiempo, ni en el signo de natu-
del que se sigue la operación como de su prmc1p10 formal, s1endo condtcton
suficiente que esté en acto fuera de sus causas. Sobre todo porque -de acuerdo
suam sustentatam ab alio et in eo genere vel complendum suppositum, quamvis non
dependentem ab illo. Unde potius supponit eodem modo. Nam prior modus existendi in operaretur per ipsam, cuius. oppositu~ vid~­ verus, ut late disputavimus in dicto I tom?,
vel includit existentiam propriam illius reí, se est connaturalis et complet suppositum tur sequi ex nostra sententm; nam s1 habmt disp. VIII, sect. L Concedo ergo humam-
addit vero unionem vel coniunctionem ad sine unione ad alterum, tamquam proprius existentiam propriam, prius natura extitit tatem illam prius natura extitisse quam fue-
aliam rem a qua sustentetur, vel ut a sup- terminus vel subsistentia talis naturae, ut quam fuerit unitá Verbo; ergo etiam prius rit assumpta, nego tamen prius natura ope-
posito terminante dependentiam sine ulla infra videbimus. Posterior autem modus exi- natura operari potuit, nam operatio conse- ratam esse aut operari potuisse, quam fue-
propria causalitate, vel ut a subiecto, ut est stendi in alío est supernaturalis respectu quitur esse. Respondetur tamen negando se- rit assumpta, quia natura existens non est
in fonnis inhaerentibus. Prior autem modus naturae substantialis completae et non con- quelam, quamquam non defuerint theologi capax operationis donec per subsistentiam
convenit humanitati Christi ratione hyposta- stituit formaliter personam, sed unit natu- et docti qui consequens illud affirmaverint, aliquam terminata sit, quod late ostendi i;t
ticae unionis. Et ideo eius existentia propria ram personae, ut inde resultet una persona ut tractavi late, dicto 1 tomo 1!1 partís, dicto tomo, dísp. X, sect. 2 et 3, quod hlc
non dicitur esse per se existentia actualis, composita. Quia ergo humanitas Christi, li- disp. X, sect. 1 et 2; sed in eo dec~pti repetere non est necesse.
quía non est terminata per propriam sub- cet habuerit existent-iam propriam, non ta- sunt, ut ibi ostendi. Negatur ergo d1cta 29. Solum addo idem argumentum retor-
sistentiam, sed vocatur inexistentia, quia in- men )J_abuit illam cum proprio modo existen- consequentia. Et imprimís aliqui existimant, queri posse in aliam sententiam, et eodem
nititur Verbo Dei; ·qua m denominationem di in se et per se, sed cum supernaturali quamvís humanitas habeat existentiam pro- proportionali modo necessario esse ab adver-
non habet ex seipsa, sed ex modo unionis, modo unionis ad suppositum Verbi Dei, ideo priam, non inde sequi prius natura extitis- sariis solvendum. Nam negare non possunt
quo mediante habet ut sit in Verbo. dici non potest existere aut extitisse unquam se_ quam fuerit unita Verbo, quía potuit quin j:lumanitas Christi prius natura receperit
27. Si ergo existentia illa humanitatis in se, sed semper in Verbo. existentiam illam accipere per actionem de- esse essentiale actuale quam fuerit assum-
praecise consideretur secundum id quod ha- 28, Christi humanitas qualiter in nullo pendentem a Verbo ut a termino suppositali; pta a Verbo, ut supra probatum est et pas-
bet ex se, non constituit rem actu existen- signo potuit operari, sed Verbum per ip- sicut accidens j:labet propriam existentiam, sim ipsi docent; inferam ergo similiter po-
tero in se vel in alio, sed tantum existentem sam.- Superest dicendum de quarta propo- et tamen non príus natura existit quam tuisse in illo priori humanitatem operari per
substantialiter in tali nat).lra; illi enim madi sitione valde consentanea doctrinae fidei, sci- uniatur subiecto, quia recipit existentiam per illud esse essentiae actuale, nam illud est
existendi qui indicantur per illa verba in se licet, quod humanitas Christi nunquam po- actionem dependentem a subiecto, ut a causa proprium esse ex quo sequitur operatio
vel in alío non sunt essentiales- tali existen- tuit operad, neque in instanti temporis, ne- materinli. Qui modus dicendi non est om- tamquam ex principio formali, et sufficiens
tiae, sed adiunguntur illi ad constituendum que in signo naturae, priusquam Verbum nino improbabilis, nobis tamen non videtur conditio erit quod sit actu extra suas causas.
170 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI:=S~ecC<c:':io"''n"__"X"'_'ll'__ _:__ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __:_l:c7c=l
con la opmmn de ellos- la naturaleza es también capaz de subsistencia propia mismo tiempo a la existencia? Sobre todo, porque, de acuerdo con su doctrina,
según ese ser con prioridad natural a la existencia. Luego han de responder ne- la subsistencia tiene prioridad de naturaleza sobre la existencia, y, por tanto,
gando la consecuencia, porque para operar no basta el ser actual de la esencia hablando consecuentemente, la únión de la naturaleza para subsisitir tiene pr~o­
hasta que- esté completado por !;:~_ existencia; ¿por qué, pues" no van a admitir rldad de naturaleza sobre la unión p&ra existir; y, por lo mismo, como lo anteriOr
nuestra respuesta, cuando negamos una consecuencia similar, porque la existencia puede ser separado de lo posterior. -segú~ se acepta comúnmente por .l?s filóso~
no se expande en la operación hasta estar completada por la subsistencia? Sobre fos-, sl no surge una repugnancia especial por otro concepto, la umon podra
todo porque ellos no pueden dar ninguna razón suficiente de por qué la esencia quedarse en la sola subsistencia sin llegar más allá, permitiendo a la naturaleza
exige tal existencia para operar, dado que,_ prescindiendo de ella, ya tiene en acto tener una existencia propia.
en si y fuera de sus causas toda su perfección esencial, y, principalmente, si la tiene 31. Admitimos, pues, gustosos esta afirmación, pero nos sorprendernos de
también completada con la subsistencia propia, porque -en ese caso no se com- que no hayan ca[do en la cuenta de que con esto se ech; por tierra -qui:ran
prende qué puede añadir la existencia de lo que se requiere para operar. Nos- 0 no- toda su sentencia y todos los fundamentos por razon de los que se mega
otros, empero, damos como razón que la subsistencia es el término sustancial e que la humanidad de Cristo tenga de hecho existencia propia. Y en primer lugar
intrínseco de la naturaleza, el cual a su manera pertenece al complemento sus- porque, si la existencia propia no está en contradicción con la verdadera ur:ión
tancial de la realidad, y, por lo mismo, le es intrlnseca en sumo grado, siendo hipostática y con la unidad de persona en una d~ble natura~eza, ¿por que o
el resultado primario de la naturaleza, o, al menos, lo que primeramente se con qué fundamento puede decirse que en la humamdad de Cnsto no se da una
produce con ella; por el contrario, la operación es más extrínseca o accidental, existencia tal, es decir, propia y creada? Porque la fe no enseña más que una
presuponiendo, por ello, a la subsistencia en el orden de naturaleza, y presu- unión hipostática tal que por ella subsista una sola persona en una doble natu-
poniendo en Cristo la asunción, puesto que ha sldo impedida la subsistencia pro- raleza. E incluso enseña también que por tal unión el Verbo asumió todo lo que
pia y creada. . hab.ta puesto en la naturaleza humana, es decir, lo que no está en contradicción
30. En último lugar no quiero dejar de advertir que el autor antes citado con esa unión d.eterminada; por consiguiente, si la existencia de la naturaleza~
favorece no poco a nuestra opinión, cuando, después de todos aquellos ataques y como el autor antes citado no recela conceder, no está en contradicción con la
exageraciones de palabras, añadió que, aunque de hecho la humanidad de Cristo unión, sino que pudo ser conservada en la natur~leza perso,...nalmente unida, ¿con
no hubiese tenido una existencia propia, sin embargo, por potencia absoluta, hu- qué fundamento se puede decir que fue suprim1da? Se anade que, de acuerdo
biese podido ser asumida en la unión hipostática con una existencia propia. No con esa sentencia,. hay que admitir dos uniones de la humamdad con el Verbo,
hay duda que en esto se expresó ingeniosamente, ya que de acuerdo con la una a la subsistencia y otra a la existencia del Verbo. Porque, .aunque de parte
doctrina que siguen él y otros difícilmente podría dar razón de por qué seria del Verbo no se dé distinción real entre la subsistencia y la existencia, sin em-
esto imposible, puesto que no implica en absoluto repugnancia o contradicción bargo es necesario establecer distinción por parte de la humanidad, puesto que se
alguna, según queda demostrado antes por nosotros hasta la saciedad. Enseñan
ellos, en efecto, que en la naturaleza creada la existencia y la subsistencia son
dice que la una es separable de la otra en la realidad m~sma, lo cu.al indicio :s
evidente de alguna distinción, por lo menos ex natura ret; por cons1gmente, hay
realidades distintas y que el Verbo en la humanidad de Cristo impidió y suplió dos uniones distintas, cosa que hasta ahora no se había oído, censurando grave-
a ambas. ¿Por qué, pues, no pudo impedir a la subsistencia sola, sin impedir al mente los mismos tomistas en Durando una doctrina semejante, y con razón.

Maxime cum (iuxta eorum opinionem) etiam effecta; opera tia vera est magis extrinseca subsistentiam, et non simul etiam existen- nem hypostaticaro qua una persona in du-
secundum illud esse sit natura capax pro- vel accidentaria, et ideo secundum natu- tiam? praesertim cum, iuxta eorumdem do- plici natura reali subsistat. Immo praeterea
priae subsistentiae prius natura quam existat. rae ordinem supponit subsistentiam, et in ctrinaro, subsistentia sit prior natura quam docet per talem unionem assumpsisse Ver-
Respondebunt ergo negando sequelam, quia Christo Supponit assumptionem, quia propria existentia, et ideo, consequenter loquendo, bum quidquid in humana natura plantavit,
ad operandum non satis est esse essentiae et creata subsistentia impedita est. unio naturae ad subsistendum sit prior na-
actuale donec terminetur per existentiam; quod, nimirum, tali unioni non repugne!;
30. Non omittam ultimo loco advertere tura quam ad existendum; ac proinde, cum
cur ergo non admittent responsionem no- si ergo cxistentia naturae, ut supra dictus
praedictum tandem auctorem non parum prius possit separad a posteriori (ut a phi- auctor concedere non veretur, non repugnat
stram, cum similem negamus consequentiam, nostrae favere sententiae, duro, post omnes losophis communiter receptum est), si aliun-
qui::~ existentia non prodit in operationem illas impugnationes et verborum exaggera- unioni, sed conservari potuit in natura per-
de non oriatur specialis repugnantia, poterit sonaliter unita, qua fundamento dici potest
donec terminetur per subsistentiam? Prae- tiones, adiunxit, quamquam de facto Christi unio sistere in sola subsistentia, et non ulte-
sertim quía ipsi nullam rationem suffi.cientem humanitas non habuerit existentiam pro- sublatam fuisse? Accedit quod, iuxta illam
l'ius progredi, permittendo naturae proprinm sententiam) duae sunt ponendae unioneR hu-
reddere possunt cur cssentia talcm exi>ten- priam, potuisse tamen de potentia absoluta existentiam.
tiam requirat ad operandum, si, praecisa illa, assumi curo propria existentia ad hypostati- manitatis ad Verbum, una ad subsistentiam,
31. !taque libenter hoc dictum admitti- altera ad existentiam Verbi. Nam, licet ex
iam habet in actu totam suam perfectionem cam unionem. In qua certe ingeniase locu- mus, miramur tamen non advertisse hinc
essentialem in se et extra suas causas, et tus est, quia in Ooctrina quam ipse curo parte Verbi non sit distinctio in re inter
everti (velint, nolint) totam sententiam om-
maxime si illam habet etiam propria sub- alüs sequitur, vix poterit rationem reddere niaque fundamenta ob quae negatur huma- subsistentiam et existentiam, tarnen ex parte
sistentia terminatam, quía iam non intelli- cur id sit impossibile, cum nullam prorsus nitatem Christi de facto habere propriam humanitatis necessario est ponenda distin-
gitur quid addere possit existentia quod ad repugnantiam aut contradictionem involvat, existentiam. Primo quidem, quia, si existen- ctio, cum dicatur una esse separabilis ab alia
operandum requiratur. Nos vera rationem ut in superioribus a nobis satis superque tía propria non repugnat cum vera unione in re ipsa, quod est evidens signum alicuius
reddimus, quia subsistentia est substantialis probatum est. Docent enim ipsi existentiam hypostatica et curo unitate personae in du- distinctionis, saltem ex natura rei; sunt er-
et intrinsecus terminus naturae, pertinens et subsistentiam in natura creata esse res plici natura, unde aut qua fundamento dici go duae uniones distinctae, quod est hacte-
suo modo ad substantiale reí complementum, distinctas, et Verbum in humanitate Christi potest non esse in humanitate Christi talero nus inauditum, et ipsi thomistae similem
et ideo est maxime intima, et primo resul- Domini utramque impedivisse et supplevis- existentiam, propriam, scilicet, et creatam? doctrinam in Durando graviter reprehen-
tans ex natura, vel saltem cum illa primum se. Cur ergo non potuit impedire solam Quia fi.des nihil aliud docet nisi talero unio- dunt, et merito.
172 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección XII 173
32: . Y todavía urjo más esto de la siguiente manera, ya que esas uniones
son diStmtas en la realidad; luego, del mismo modo que se dice que Dios puede Es posible que la esencia actual se destruya totalmente
conservar la unión a la Jubsistencia sin la unión a la existencia así también cjn su existencia
hay que decir que puede conservar la unión a la existencia sin la u~ión a la sub- 34. Por último afirmo que la existencia actual es separable de la esencia de
sistencia; la razón, efectivamente, es igual, puesto que la distinción es idéntica la criatura, de tal manera que la esencia misma perezca o se destruya al mismo
s~n 9-ue dependa más esencialmente la una de la otra que lo contrario. Por con~ tiempo que la existencia. Esta afirmación es cierta y evidente. Primero, porque
Sl~mente, en ese caso se daría una persona creada que poseería una naturaleza la criatura no tiene la existencia de suyo, sino reclbida de otro, al menos de Dios,
existente con la sola existencia creada; se daría también entonces unión sustan- del que siempre depende en su ser; ahora bien, Dios, del mismo modo que con-
ci.al entre la naturaleza creada y Dios sin unión hipostática, cosas que son inau- cede libremente el ser a la criatura, así también la conserva libremente en el ser;
ditas Y poco acordes con la doctrina de los SS. Padres y de los Concilios. Más aún luego puede no conservarla; luego la criatura puede ser privada del ser; mas,
d~ aquí. llegamos también a la conclusión de que la unión a la existencia ni e~ si es privada del ser de existencia, es necesario que al mismo tiempo se destruya
h:postáttca ni está intrínsecamente incluida en la hipostática, y que, en consecuen..:. y perezca su esencia, ya que, suprunido el ser de existencia, la esencia no es
cta, se la ha fingido arbitrariamente en la unión que se ha realizado ya que nada, tal como quedó explicado en la sección segunda. Se confirma con ello la
según la fe, sólo se ha realizado la unión hipostática sustancial entre la humanidad afirmación propuesta, puesto que todo lo generable, según el testimonio de Aris-
y el Verbo. tóteles, es corruptible, y por el mismo motivo todo lo que comie~za a ser pue~e
dejar de ser, siendo la cesación en el ser proporcionada al com1enzo, es decrr,
. 33. Establezcamos, finalmente, que, si eso es posible, se hizo; ¿por ventura
pudiendo perderse por cesación lo que se adquirió por el comienzo; ahora bien,
Cnsto entonces no sería verdaderamente uno y un ente per se y absolutamente?
cuando la criatura comienza a ser, su esencia, la cual antes no era nada o todavía
Realmente lo sería, porque sería una sola persona sustancialmente compuesta, por
no era, comienza a ser algo; luego, de modo semejante, puede dejar de ser de
razón de la cual el. hombre .sería verdadera y propiamente Dios, y Dios seria la misma manera o ser separada del ser, de suerte que pierda totalmente su
hombre. Y por el m1smo motivo, al ser tal hombre concebido de madre también entidad de esencia.
seria .co?~ebido Di?s; y su humanidad, aunque existiese con existencia propia, 35. Mas preguntará alguno cómo puede de este modo la existencia sepa-
no ex1st1na en si, smo en el Verbo, ni podría propiamente operar ella misma sino rarse de la esencia, si en la realidad son totalmente lo mismo, puesto que repugna
que el Verbo operaría por ella; este caso, pues, deja patente que las razones 'antes en absoluto que una cosa se separe de sí misma. En esto, efectivamente, hacen
propuestas co~t;a nosotros no so~ eficaces. Y baste con ello para esta digresión gran hincapié los que pretendeñ. que la existencia debe distinguirse, al rn~n.os
que me parec10 ~ue. ~ra neces~r!a aquí para q~e se viese con evidencia que ex natura rei, de la esencia de la criatura, corno sucede sobre todo con Eg1d1?,
exponemos los prmctpws metafls1cos que son útiles a la verdadera teología ya en los lugares antes citados, y principalmente en su opúsculo De ente et essentuz,
que esto es lo que principalmente pretendemos y deseamos. Volvamos ya ~ la esforzándose en demostrar que no se puede producir ni destruir la criatura, si su
disputación comenzada. esencia no es algo distinto de su existencia, pudiendo serle infund.id~ la existe~c~a
o ser separada de ella. Este mismo modo de expresarse con antenondad a Eg1d1o
lo hizo constar el Halense en el VII Metaph., texto 22, habiéndolo refutado con
32. Quod ulterius sic urgeo, nam illae elegancia. Porque el ser de la criatura, antes de que .se~ producida, sl nos _refe-
33. Tandem, si illud est possibile, con-
u~~ones in re sunt distinctae; ergo~ sicut rimos en absoluto a la criatura toda, es meramente obJetrvo; Y por eso -d1ce-
d1c1tur posse Deum conservare unionem ad stituamus factum esse; numquid tune Chris-
subsistentiam sine unione ad existentiam ita tus non vere esset unus et unum ens per Essentiam actualem posse omnino everti ci_uod per inceptionem acquisitum est; sed,
dicendum erit posse conservare unionerr: ad se et sirnpliciter? Revera esset1 quia esset cum sua existentia quando creatura incipit esse, essentia eius
existentiam sine unione ad subsistentiam; una persona substantialiter composita, ratio- incipit esse aliquid, quae antea erat nihil seu
est enim aequalis ratio, cum sit eadem di- ne cuius vere et proprie et horno esset Deus 34. Dico ultimo existentiam actualem nondum erat; ergo, simili modo, potest ita
stinctio et non magis essentialiter pendeat et Deus horno. Et eadem ratione, dum ille esse separabilem ab essentia creaturae, ita clesinere esse seu separari ab esse, ut om-
una ab altera quam e contrario. Esset ergo horno conciperetur ex matre, conciperetur ut cum existentia simul ipsa essentia pereat nino suammet entitatem essentiae amittat.
tune persona creata habens naturam existen- etiam Deus; et humanitas eius, licet existe- seu destruatur. Haec assertio est certa et 35. Sed quaeret aliquis qui possit sepa~
tero sola existen tia increata · esset etiam evidens. Primo, quía creatura non habet rari hoc modo esse ab essentia, si in re sunt
tune unio substantialis inter 'naturam crea- ret existentia propria, non existeret in se
tam et Deum absque unione hypostatica sed in Verbo, neque ipsa posset proprie ope~ existentiam ex se, sed ab alio, saltem a Deo, omnino idcm, cum plane repugnet ídem a
a quo semper in suo esse pendet; sed Deus, seipso separad. In hoc enim magnam vim
quae sunt inaudita et parum consentane~ rari, sed Verbum per ipsam; hic ergo casus sicut libere dat esse creaturae, ita etiam li- faciunt qui contendunt existentíam debere
doctrina~ Sanctorum Patrum et Concilioium. aperte declarat rationes superius contra nos bere conservat eam in esse; potest ergo non distinguí saltem ex natura reí ab essentia
Immo hmc ulterius concludimus illam unio- factas non esse efficaces. Atque haec satis conservare; ergo creatura potest privad es- creaturae, et praesertim Aegidius, locis supra
nem ad ex~stentiam. neque hypostaticam es- sint de hac digressione, quae hic necessaria se; si autem privetur esse existentiae ne- citatis, et maxirne in suo opusculo de Ente
se neque m unione hypostatica intrinsece visa est ut constet ea principia metaphysica cesse est ut eius essentia sirnul destruatur et essentia, contendens nec posse fieri crea-
inclusam, ideoque gratis esse confictam in a nobis tradi quae verae theologiae deser- ac pereat, quia, ablato esse existentiae, es- turam, neque destruí, nisi essentia eius sit
unione 9uae facta est~ nam secundum fidem viant; hoc enim praecipue intendimus et sentía nihil est, ut in secunda sectione de- aliquid distinctum ab eius esse, cui possit
sola umo hypostatica substantialis facta est optamus. Iam ad inchoatam disputationem claratum est. Ex qua confirmatur posita et esse imprimí et ab ea separari. Hunc au-
inter humanitatem et Verbum. revertamur. assertio, quia omne generabile (teste Arista- tem dicendi modum ante Aegidium retulit
tete) est corruptibile, et eadem ratione om- Alensis, VII Metaph., text. 22, et eleganter
ne quod incipit esse potest desinere esse, refutavit. Quia esse creaturae, priusquam
et desitio est proportionata inceptioni, id fiat, est pure obiectivum, si absolute de tota
est, illud ipsum per desitionem potest amitti creatura loquamur: Et ideo (inquit) non
174 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección XII 175
no es necesario imaginar que aquél se produce de éste, o que sea él mismo in- mientras existe, puede perder toda esa actualidad y retornar al solo ser objetivo ~
fundido a algo, por ejemplo, a la misma esencia; pues si sucediese así, como
o potencial. / .
aquello a lo que se infunde realidad precede y no es producido mediante aquella
producción, la realidad total no sería producida. Cabria que nosotros planteásemos 37. Mas hay que advertir en este lugar que, aunque respecto de toda esencm
el mismo argumento respecto de la cesación) si se trata de una cesación absoluta creada sea verdad -que puede de este modo separarse de la existencia o_, mejor,
por la que una cosa pasa a . la nada, y, guardando la proporció.q,-- es aplicable que puede ser privada del ser actual, sin embargo no a todas les c~nvtene por
a la corrupción, como explicaremos en seguida. igual o de la misma manera. Porque hay algunas que, una vez q~e r~ctban el ser,
no tienen potencia intrínseca para carecer o ser separadas de el, smo que esto
36. Así, pues, a la dificultad propuesta responde el propio· Halensel que sólo puede suceder por la potencia extrínseca del .agente, tal como acontece c?n
1
' no hay que entender la producción de una cosa como si la existencia misma fuese los entes incorruptibles, según se apun:ó .ant~s, dtsp. XX:VIII. Por el c~ntrar~o,
1 infundida o unida a la esencia como el acto a la potencia, sino sólo en el sentido hay otros entes que pueden por potenc1a mtrmseca ser pnvados de la existencia,
de que toda la realidad de la esencia, la cual antes estaba bajo la naturaleza posi- como es el caso de los entes corruptibles que constan de una materia capaz de
ble, después existe toda en acto: Y algunos -dice- a esta razón, en cuantO otro ser, del que se sigue la corrupción o cesación de la realidad existente. Ade-
precede, la llaman esencia; mas en cuanto es término de la acción divina, la más, hay que tener en cuenta la diferencia entre la cesación de una cosa p~r
llaman existencia. De modo semejante, pues, no hay que imaginar que una cosa corrupción y la cesación por aniquilación; porque, aunque en ambas la e~enc1a
deja de ser porque el ser sea separado de la esencia, como un acto lo es de la pierda la existencia o sea separada de ella, sm embargo acontece . de d:verso
potencia receptiva; o como una cosa es separada de otra, o como el modo de una modo. Porque en la aniquilación se destruye completamente l.a esencia segun su
realidad es separado de la realidad misma, sino que deja de ser sólo porque la totalidad y según todas sus partes, porque es absolut_amente pnvada d~l ;er; pue~
realidad total, que era ente en acto, pierde su entidad por la acción de Dios y al concepto de aniquilación corresponde. que no ~eJe ser mn?uno; m mtegro. ~:11
deja de ser ente en acto. Asi, pues, cuando se dice que una cosa no puede ser parcial, y, por eso, incluso de la esencia, no ~eJa nada. ~as aun, es t~,b1en
separada de sí misma si no hay ninguna distinción ex natura rei, esto es verdad necesario que a tal cesación no le suceda ser nmguno en virtud de . tal acc10n. o
de la separacióri propia, en la que no permanece lo que se separa, y aquello de mutación según la doctrina más probable de los teólogos, que expusunos amplta~
que se separa permanece, ya sea con la misma duración, ya en el mismo lugar, mente e~ el tomo III de la III parte. En cambio, en la corrupción, aunque la
de acuerdo con el modo de separación; mas la existencia no se separa de la esen- esencia que se corrompe del mismo modo que pierde la existencia, así también se
cia de esta manera, según dijimos. Y si se dice que lo mismo se separa de sí destruye de tal manera ~ue ya no permanece en su totalidad, sin embargo. no se
mismo porque deja de ser el todo y pasa de un estado a otro, es decir, del estado destruye hasta tal punto que no pueda permanec~r alguna parte de 1.~ esencia; en
de ser al estado de no ser, o del estado actual al potencial, entonces no hay efecto, siempre permanece el sujeto o la matena y a veces tamb1en la forma,
mayor contradicción en que lo m;,smo se separe de sí mismo de la que hay en que como en la muerte del hombre. Y en ese caso, cuanto permanezca del ser de
una misma cosa ahora sea y después no sea, o en que una misma cosa sirva la esencia, otro tanto permanece del ser ~e la existencia, ya que no son separables
ahora de término actual a la acción de su causa, mientras que luego sólo perma- de esta manera, según quedó antes sufictentement~ demostrado. por n~sotros. Re-
nece en potencia, o sea, objetivamente en su causa. De acuerdo, pues, con este sulta con esto que, en virtud de la sola corrupción, la esencia, ~egun su tota-
modo y según esta última separación, se dice que la esencia de la criatura se lidad y según cada una de sus partes, no es separable del ser, s1 a la corr~p­
puede separar de la existencia, porque una misma esencia, la cual es actual ción no se añade la aniquilación. Mas esto hay que entenderlo de la corrupcwn
oportet imaginari illud fie1'i ex hoc, aut quod res, quae erat ens actu, per actionem Dei
ipsum imprimatur alicui, puta, ipsi essen- suam entitatem amittit et desínit esse ens totam illam actualitatem et redire ad solum nes partes suas, quía omnino privatur esse;
tiae; si enim ita esset, cum illud cui im~ actu. Cum ergo dicitur non posse rem se- esse obiectivurn seu potentiale hoc enim est de ratione annihilationis, ut
pñmitur res praecedat et non fíat per illud parad a seipsa si nulla est distinctio ex na- 37. Est autem hoc loco advertendum nullum esse relinquat, neque integrum ne-
fieri, tata res non fiet. Atque eadem ratio tura reí, illud verum est de propria separa- quod ·licet de onmi creata essentia verum que partiale, et ideo nilúl etiam essentiae
fieri a nobis poterit de desitiDne, si sit desi- tione, qua id quod separatur non manet, et sit p¿sse hoc modo separari ab esse, vel . po- relinquit. Immo etiam necesse est ut nullum
tio sirnpliciter, per quam res in nihilum id a quo separatur manet, aut in eadem du- tius privari actuali esse, non tamen ornmbus esse tali desitioni succedat ex vi talis actio-
transit, et, salva proportione, applicari pot- i'atione, aut in eodem loco, iuxta modum aeque vel eodem modo convenit. Nam quae- nis seu mutationis, iuxta probabiliorem theo-
est ad corruptionem, ut statim dedarabimus. separationis; at vero hoc modo non sepa- dam sunt quae, postquam semel esse reci- logorum doctrinam, quam in III tomo III
36. Ad difficultatem ergo positam respon- ratur esse ab essentia, ut dixirnus. Si autem piunt, non habent potentiam intrinsecam ut partis late declaravirnus. At vero in cor-
der idem Alensis fieri rei non esse imaginan- idem dicatur separari a seipso quía totum illo careant seu ab eo separentur, sed solum ruptione, quamvis essentia q:uae corrumpi-
dum ac si ipsum esse imprirnatur seu con- desinit esse et ab uno statu transit in alium, per extrinsccam potentiam agentis, ut sunt tur, sicut amittit esse, ita etmm destruat~r
iungatur essentiae tamquam actus potentiae, id est, ab statu essendi ad statum non es- entia incorruptíbilia, ut supra tactum est, ut tata iam non maneat, non tamen 1ta
sed solum quod tota realitas essentiae, quae sendi, vel ab statu actuali ad potentialem, disp. XXVIII. Alia vero sunt enti::t quae per destruitur quin aliqua pars talis essentiae
prius erat sub natura possibili, tota postea sic non magis repugnat ídem separad a seip- intrinsecam potentiam possunt privad esse, rnanere possit; semper enim manet sub-
sit in actu: Et quidam (ait) istam rationem, so quam repugnet idem nunc esse et postea ut sunt entia corruptibilia quac constant ex iectum seu materia, et interdum etiam for-
ut praecedit, vocant essentiam; ut autem est non esse, vel idem nunc actu terminare materia capad alterius esse, ex qua sequitur ma, ut in hominis morte. "_I'unc autern quan-
terminus actionis divinae, vocant esse. Simili actionem suae causae, postea vero soium corruptio vel desitio rei existentis. Rursus tum manet de esse essentme, tantum manet
ergo modo, non est imaginandum rem de- rnanere in potentia seu obiective in causa. est notanda differentia inter desitionem rei de esse existentiae, quía non sunt taliter se-
sinere esse eo quod esse separetur ab es- Ad hunc ergo modum et iuxta hanc postre- per corruptionem et per annihilationem; parabilia, ut a nobis supra abunde ostensum
sentia, sicut actus a potentia receptiva, aut maro separationem, essentia creaturae dicitur nam licet, in utraque, essentia amittat esse est. Quo fit ut per solam corruptionem non
sicut una res separatur ab alía, aut modus posse separari ab esse, quia eadem essentia, seu 'separetur ab illo, tamen diverso modo, sit separabilis essentia ab esse secundu.m se
rei ab ipsa re, sed per hoc solum quod tota quae est actualis dum est, potest amittere Quía in annihilatione omnino destruitur es- totam et secundum omnem suam partem,
sentia secundurn se totam et secundum om- nisi corruptioni adiungatur annihilatio. Hoc
176 Disputaciones metafísicas
Disputación XXXI.-Sección XII 177
propia de todo el compuesto, porque, si nos referimos a la del accidente o a
la de la forma sustancial material, su esencia se separa totalmente de la exis~ sean siete es eternamente verdadero, aunque no haya nada que sea numerado.
tencia, o se destruye, cuando se corrompe el todo, pero no es ella propiamente Y en el mismo sentido afirma; en el lib. IV Gen. ad lit t., c. 7: El número
la que es separada del ser o se corrompe, sino que se con-corrompe con la senario es perfecto, no porque Dios haya completado todas las cosas en seis días,
cesación del todo. Con esto se evidencia fácilmente en qué sentido el existir sino que, al contmrio, Dios completó todas las cosas en seis días precisamente
actualmente es separable de cualquier esencia, ya sea íntegra, ya parcial, y en porque es perfecto dicho número, el cual sería perfecto aunque no existiesen esas
qué sentido, separada la existencia, también simultánea y relativamente perece la cosas. Del mismo modo, San Anselmo, en el diálogo De veritate, c. 14, se esfuerza
esencia, lo cual es un gran indicio de que esas dos cosas no son distintas en la ex professo en demostrar que la verdad de estos enunciados es eterna, y que
realidad. no se destruye aunque se destruyan las cosas mismas.
40. Ni basta con que alguno responda con Santo Tomás, I, q. 10, a. 3, ad 3;
q. !6, a. 7, ad. 1; y q. 1 De veritate, a. 5, ad 11, y a. 6, ad 2 y 3, que, destruida
Se trata la objeción sobre las proposiciones de verdad eterna la existencia, estas enunciaciones son verdaderas, no en sí mismas, sino en e1
entendimiento divino. Porque en tal sentido, no sólo estos enunciados en los
38. Mas se presenta de inmediato una dificultad manida que se tocó ante- que se predican atributos esenciales, sino también todos los enunciados acciden-
riormente, sec. 1, en la primera razón de la opinión primera. Porque si, supri~ tales o contingentes que son verdaderos, tienen eterna verdad en el entendimiento
mida la existencia, perece la esencia, entonces las proposiciones en que de una divino. Y si se dice que hay una diferencia, porque, aunque todos estén eterna-
cosa se predican los predicados esenciales no son necesarias ni de eterna verdad; mente en el entendimiento divino, sin embargo no están con la misma necesidad;
pero el consecuente es falso y está en contra de la opinión de todos los filósofos. ya que las verdades en las que se atribuye al sujeto un predicado esencial de
Porque, en otro caso, las verdades todas referentes a las criaturas serian contin- tal manera están en el entendimiento divino, que no han podido dejar de estar
gentes, resultando de ello que no podría haber ciencia sobre las criaturas, ya en él, por lo cual son absolutamente necesarias al margen de cualquier hipótesis;
que ésta sólo se ocupa de verdades necesarias. Se prueba la consecuencia, porque mientras que las otras verdades contingentes, aunque hayan estado siempre en
si, suprimida la existencia, la esencia no es nada, entonces ni es sustancia ni el entendimiento divino, si.n embargo no han estado con necesidad absoluta, sino
accidente, y, por lo mismo, ni cuerpo, ni alma, ni ninguna otra cosa semejante; sólo bajo la condición de que habrían de ser creadas en algún tiempo; si se
luego no se puede predicar de ella legítimamente ningún atributo esencial. dice esto -repito-, con ello se confirma más y se acrecienta la dificultad contra
39. Opinión de algunos.- Debido a esta dificultad, algunos teólogos mo- la opinión precedente, puesto que las proposiciones en las que .de los sujetos se
dernos conceden que estas proposiciones sobre las criaturas no tienen verdad afirman predicados esenciales no son verdaderas precisamente porque haya de
eterna) sino que comienzan a ser verdaderas en el momento en que las cosas son suceder as_[ en alguna diferencia del tiempo, ya porque, aunque Dios hubiese
producidas) perdiendo su verdad cuando las cosas perecen, ya que, como dijo determinado que no se hiciese nada en el tiempo, no obstante conocerla que son
Aristóteles, por el hecho de que una cosa es o no es, la proposición es verdadera verdaderas, ya también porque no son verdaderas desde la eternidad sólo en
o falsa. Sin embargo, esta sentencia no sólo es contraria a los filósofos modernos, cuanto pueden enunciarse de lo futuro en orden al tiempo, sino que lo son
sino también a los antiguos, e incluso a los Padres de la Iglesia; efectivamente, en absoluto y prescindiendo de cualquier diferencia del tiempo, y en ambas cosas
San Agustín, en el lib. II De libero arbitrio, c. 8, dice que el que tres y cuatro se distinguen mucho de las verdades contingentes, las cuales sólo poseen verdad

11utem intelligendum est de propria cor- contra ornnium philosophorum sententiam.


ruptione totius compositi, nam, si loqm.mur Quia alias omnes veritates circa creaturas etiam si nihil sit quod numeretur. Et in eo- nam illae veritates i_n quibus praedicatum
de accidente aut de sola forma substantiali essent contingentes, unde non posset de crea- dem sensu dicit lib. IV Geneseos ad litter., essentiale tribuitur subiecto ita sunt in in-
materiali, illius essentia omnino separatur ab turis esse scientia, quía haec solum est c. 7: Senarius est numerus perfectus, non tellectu divino ut non potuerint non esse
esse seu destruitur quando totum corrum- de veritatibus necessariis. Sequela probatur, quia Deus sex diebus omnia perfecit, sed in illo, unde sunt simpliciter necessariae et
pitur, sed illa non proprie privatur esse aut quía si, ablata existentia, essentia nihil est, potius, e converso, ideo Deus sex diebus absque ulla suppositione; at vera aliae ve-
corrurnpitur, sed concorrumpitur ad desitio- ergo nec est substantia neque accidens, et omnia perfecit, quia ille numerus perfectus rita tes contingentes, licet semper fuerint in
nem totius. Atque ita facile constat quomo- consequenter neque corpus, neque anima, est, qui perfectus esset etiamsi illa non es- divino intellectu, non tamen cum absoluta
do actualiter existere sit separabile a qua- neque alia huiusmodi; ergo nullum essen- sent. Similiter Anselmus, in dialogo de Ve- necessitate, sed solum ex suppositione quod
curnque essentia, sive integra, sive partiali, tiale attributum potest de illa illl'e praedi- ritate, c. 14, ex professo contendit veritatern in aliquo tempore futurae essent; si hoc
et quomodo, ablato esse, simul etiam ac cari. harum enuntiationum esse perpetuam, neque (inquam) dicatur¡ inde magis confirmatur et
respective essentia p:::reat, quod est etiam 39, Aliquorum opinio.- Propter hanc destruí, etiamsi res ipsae destruantur augetur difficultas contra praecedentem sen-
rnagnum indicium illa duo in re non esse difficultatem, quidam moderni theologi con- 40. Nec satis est si quis respondeat cum tentiam, quia propositiones illae in quíbus
distincta. cedunt has propositiones creaturarum non D. Thom., I, q. 10, a. 3, ad 3, q. 16, a. 7, ad 1, essentialia praedicata dicuntur de subieCtis,
esse perpetuae veritatis, sed tune incipere et q. 1 de Veritate, a. S, ad 11, et a. 6, ad 2 non ideo verae sunt quia ita futurum est in
Tractatur obiectio de enuntiationibus veras esse cum res :fi.unt, et veritatem amit- et 3, destructa creaturarum existentia, has aliqua differentia temporis, tum quia etiam
perpetuae verilatis tere cum res pereunt, quía (ut Aristoteles enuntiationes esse veras, non in se, sed in si Deus statuisset ut nihil in tempore fieret,
38. Occurrit tamen statim trita difficul- dixit), ab eo quod res est veZ non est, intellectu divino. Quia hoc modo non solum nihilominus cognosceret illas esse veras, tum
tas superius tacta, sect. 1, prima ratione pri- propositio vera veZ falsa est. Verumtarnen huiusmodi enuntiationes in quibus attributa etiam quia non solum sunt verae ab aeterno,
mae opinionis. Quía si, ablata existentia, haec sententia non solum modernis philo- essentialia praedicantur, sed ornnes etíam quatenus de futuro enuntiari possunt in or-
perit essentia, ergo propositiones illae in sophis, sed etiam antiquis contrarb est, im- accidentales seu contingentes quae verae dine ad tempus, sed simpliciter et abstra-
quibus praedicata essentialia de re praedi- mo et patribus Ecclesiae; dicit enim Au- sunt, habent veritatem perpetuam in intel- hendo ab omni differentia temporis, et in
cantur non sunt necessariae neque perpetuae gustinus, II de Libero arbitrio, c. 8, tria et lectu divino. Quod si dicas esse differentiam, utroque valde differunt a veritatibus con-
veritatis; consequens autem est falsum et quatuor esse septem perpetue verum esse, quh, licet omnes sint perpetuo in intellectu t1ngentibus, quae solum in ordine ad existen-
divino, non tarnen cum eadem necessitate; tiarn pro aliqua differentia temporis verita-
DISPUTACIONES V - 12
178 Disputación XXXI.-Se._,ccO'i"cón.._.Xc=I._.I__________________l_79
Disputaciones metafísicas
creada, hablando en absoluto, .tiene causa eficiente, puesto que no sól~ se pro-
en orden a la existencia en alguna diferencia del tiempo. Además, tampoco esos ducen las existencias, sino también las esencias. Mas el que la esencm corres-
enunciados son verdaderos porque sean conocidos por Dios, sino que más bien ponda a una co~a determinadá no tiene c~usa eficiente ~i se produce,. porq,':le. ~s
son conocidos precisamente porque son verdaderos, de lo contrario sería impo- de suyo necesano y eterno; que es lo m1smo que dec1r que el hombre~ <.:lel la-
sible dar razón alguna de por qué Dios conocía necesariamente que eran ver- mente o el animal tiene causa eficiente; pero que Pedro sea hombre, o que el
daderos; en efecto, si su verdad proviniese de Dios mismo, esto acontecer.ía homb;e sea animal no, tiene causa eficiente, puesto que esa conexión es de suyo
mediante la voluntad de Dios; luego no se originaría por necesidad, sino volun- absolutamente necesaria. Por eso afirman también consecuentemente que, a~nque
tariamente. Además, porque, respecto de estos enunciados, el entendimiento divino la esencia de la criatura tenga causa, sin embargo la verdad de la esencia no
está en la relación de meramente especulativo, no de operativo; ahora bien, el tiene causa, porque la verdad de una cosa consiste en esa necesaria ~on~xlón, que
entendimiento especulativo supone la verdad de su objeto, no la produce; luego es de suyo eterna y no tiene causa, ocupándose de este modo la c1enc1a de ver-
estos enunciados de los que se dice que están en el primer modo de predicación dades necesarias y eternas.
per se, e incluso los que están en el segundo, tienen verdad eterna, no sólo en 42. Se da juicio de la sentencia propuesta.- Pero tampoco parece que pueda
cuanto están en el entendimiento divino, sino también considerados en sí mismos defenderse esta sentencia, si no se la explica más. Primero, por9ue si esa conex.lón
y prescindiendo de él. de un predicado concreto con el sujeto es eterna, pregunto que. es fuera de. Dms,
41. Opinión común.- Es, pues, opinión muy común y aceptada que estas ya que, o es algo, o no es nada; si es algo, ¿cómo es eterna sm c~usa efic1ente?
proposiciones son de verdad eterna; la enseña, juntamente con los antiguos Si no es nada, ciertamente no es extraño que no tenga causa eficiente, pero es
árabes, Alberto Magno, en el comentario al libro De causis, prop. 8, y en Post- extraño que pueda ser eterna o que sea una c?,nexión real, _si no es n~?a· Además,
praed., c. 9; y parece seguirla Santo Tomás en los lugares citados, por más la conexión no es otra cosa más que la umon; ahora b1en, la umon debe ser
que atribuya toda esta eternidad al entendimiento divino. Defendí~ la misma una realidad o un modo de la realidad; por consiguiente, si no es realidad alguna
sentencia tomándola de Santo Tomás y de Alberto, Capréolo, In l, diSt. 8, q. 1, eterna, tampoco la unión de las realidades podrá ser eterna, porque el modo ~e
concl. 1{ y Soncinas en el IX Metaph., q. 5, donde cita también a Enrique, la realidad no puede existir sin la realidad. Además, ~cómo puede . la esencm
en el Quodl. X, q. 2 y 3, y a Herveo, Quodl. Ill, q. 1, y a Escoto y a otros tener causa eficiente sin que reciba de ella el ser la esenc1a de una reahdad. deter-
autores, In Ill, dist. 21. La defiende también Cayetano, I Poster., c. 9; el minada? Porque, si se produce la esencia, se produce c?n alguna reahd~d o
Ferrariense II cont. Gent., c. 52, y parece ser la opinión de Aristóteles, lib. IX entidad; luego por esa misma eficiencia tiene el ser la esencm de ~na determmada
de la Met~física, c. 6, 7 y 9. Y muchos de los autores citados explican esta realidad. Y se confirma, porque, del mismo modo que la esenc1a de Pedro x:o
sentencia de tal manera que dicen que ciertamente las esencias de las cosas crea- existía antes de que fuese producida, de igual suerte ta_m~oco Pedro pose1a
bles no son eternas, hablando en absoluto, según nosotros hemos demostrado esencia antes de que fuese creado o engendrado; por cons1gmente, tampoco era
antes, en la sec. 2, pero que las conexiones de los predicados esenciales con las hombre, ni animal, etc.; luego todo esto lo reci?ió d~ su ca u~~ eficiente P?I' la
esencias mismas son eternas. Dicen, además, que, cuando se crean las cosas, se generación; luego no sólo se producen las esencias, smo tamb1en las con~xmnes
crean y producen las esencias de las cosas~ pero que n~ se produce la conexión esenciales. En segundo lugar se confirma, porque, cuando la forma, por eJemplo,
antes dicha, ya que una cosa es producirse la esencia y otra hacer que tal el alma, se infunde a la materia, comienza formalmente a dar a todo el compuesto
esencia pertenezca a una cosa determinada, por ejemplo, que sea la esencia del
hombre, del caballo, etc. En efecto, lo primero es verdad, ya que la esencia
ta simpliciter loquendo habet caus~m e~fi­ efficienti? Si nihil, mirum quidem non est
tem habent. Rursus neque illae enuntiationes detur D. Thomas, citatis locis, quamvis to- cientem, quia non solum fiunt ex1stentme quod cfficientem causam non habeat, mirum
sunt verae quia cognoscuntur a Deo, sed tam hanc perpetuitatem referat ad intel- rerum, sed ctiam essentiae. Quod vera ,.e~­ tamen est quod possit esse aeterna, aut quod
potius ideo cognoscuntur quia verae sunt, lectum divinum. Eamdem sententiam ex senth sit talis rei non habet causam e.ffl- sit realis connexio, si nihil est. Item conne-
alioqui nulla reddi posset ratio cur Dcus D. Thoma et Alberto defendit Capreolus, cientern, nec fit, quía de se 7st necessa:ium xio nihil aliud est quam unio; unio autem
necessario cocrnosceret illas esse veras; nam, In I, dist. 8, q. 1, concl. 1; et Soncinas, ae perpetuum; quod est d1cere homn~em res aut modus reí csse debet; si ergo nulla
si ab ipso Deo proveniret earum veritas, IX Metaph., q. S, ubi refert Henricum, quidem, aut animal, habe:e causam efficten- res est aeterna, neque etiam unio rerum esse
id fieret media voluntate Dei; unde non Quodl. X, q. 2 et 3, et Hervaeum, Quod1. tem; quod vera Petrus slt hamo, aut horno potest aeterna quia modus rei non potest
ex necessitate proveniret, sed voluntarie. III, q. 1; Scotum et alias auctores, In III, esse sine re. Praeterea, quomodo potest es-
Itero, quia respectu harum enuntiationum dist. 21. Tenet etiam Caiet., I Poster., c. 9;
animal' non habere causam efficientem,
.
illa connexio de se est omnmo necessana.
.
quia
sentía habere efflcientem causam, et non h::~­
comparatur intellectus divinus ut mere spe- et Ferrariensis, II cont. Gent., c. 52, et vi- Unde consequenter etiam aiunt, quamvis es- bere ab illa ut sit talis rei essentia? Nam si
culativus, non ut operativus; intellectus au- dctur esse sententia Aristotelis, lib. IX Me- sentía creaturae habeat causam} veritatem essentia fit, in aliqua re seu entitate fit;
tem speculativus supponit veritatero sui ob- taph., c. 6, 7 et 9. Hanc autem sententiam tamen essentiae non habere causam, quia ergo per eamdem efficientiam habet quod
iecti, non facit; igitur huiusroodi enuntia- ita declarant multi ex dictis autoribus, ut consistir rei veritas in illa necessaria con- sit talis rei essentia. Et confirmatur, nam,
tiones quae dicuntur esse in primo, immo dicant essentias quidem rerum creabilium nexione, quae de se perpetua est et causam sicut essentia Petri non erat antequam fi.e-
etiam quae sunt in secundo modo dicendi non esse aeternas, simpliciter loquendo, ut non habet, et hoc modo est scientia de ve- ret, ita nec Petrus habebat essentiam ante-
per se, habent perpetuam veritatem, non so- supra, sect. 2, a nobis probatum est, con- ritatibus necessariis ac perpetuis. quam crearetur vel generaretur; unde neque
lum ut sunt in divino intellectu, sed etiam nexiones autem praedicatorum essentialiurn 42. Fertur de proposita sententia iudi- erat horno, neque animal, etc.; ergo totum
secundum se ac praescindendo ab illo. curn ipsis essentiis ésse aeternas Item aiunt, cium.- Sed haec etiam sententia, nisi am- hoc accepit per generationem a sua causa
41. Comrnunis sententia.- Est igitur val- quando res creantur, essentias rerurn creari plius declaretur, non videtur posse defendi. efficienti; ergo non solum fiunt essentiae,
de communis ac recepta sententia has pro- et fieri, non tamen fieri praedictam conne- Primo, quía si connexio illa talis praedicati sed etiam connexiones essentiales. Confirma-
positiones esse perpetuae veritatis, quam do- xionem, nam aliud est essentiam fi.eri, aliud cum subiecto aeterna est, inquiro quid sit tur secundo, narn cum forma (verbi gratia,
cet cum antiquis arabibuS Albertus Magnus, vero est fieri ut talis essentia sit talis rei, extra Deum, nam vel est aliquid, vel nihil; anima) imprimitur materiae, formaliter inci-
comment. lib. de Causis, propos. 8, et in verbi gratia hominis, equi, etc., essentia. si aliquid, quomodo est aeterna sine causa pit dare toti composito non solum ut sit,
Postpraedicamentis, c. 9; et eam sequi vi- Pximum enim est verum, nam essentia crea-
180 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección XII 181

no.~ólo el ex!stlr, sino también el VlVlr, sentir, etc.; luego la causa eficiente que cosas que sea la que se afirme, la razón de la esencia y de la verdad es la misma
umo tal for~~ a la n:ateria no sólo produjo el todo, sino que también hizo en potencia o en acto, como se echará de ver fácilmente aplicando el argumento
que fuese VJ.VIente, ammal, etc.; luego hizo que tal esencia conviniese a tal propuesto. Finalmente, o se trata de la verdad compleja, que propiamente está
r~?lidad. Fin~li?ente, .o ser se toma e.n estas expresiones en la rn_isma signilica- en el entendimiento que compone y divide, y ésta tiene en ese sentido causa
cwn, o e? d_l~tmta; SI se toma en distinta, hay manifiesta equivocidad y no hay eficiente, igual que la tiene la misma composición y división de nuestro entendi-
uD:a exphcacwn :oherente; si se toma en la misma, es necesario que tenga la miento, ya que, en el mismo grado en que es, en ella existe y con ella comienza,
m1sma c~usa eficr.ente. Explico esto de la siguiente manera: cuando se dke que como dijo Santo Tomás, I, q. 16, a. 7, ad 4. Y otro tanto sucede, guardada la
la esencm en absoluto tiene causa eficiente, es necesario afirmar que la tiene proporción, con la verdad que se da en la composición de la palabra como en un
en .orden ol ser, ya que nada se produce si no es para ser; luego, o esto se signo. O se trata de la verdad de la cosa que sirve de fundamento a la verdad
entiende del ser en acto, y entonces es verdad, o se entiende del ser en potencia, del entendimiento, y ésa no se diferencia del ser mismo. De aquí proviene lo_
Y ,en ese caso es falso, si nos referimos en rigor a la causa eficiente en acto, por de Aristóteles: del hecho de que la cosa es o no es, es verdadera o falsa la pro-
mas que sea verdad respecto de la causa que puede obrar eficientemente. Mas lo posición; por consiguiente, tiene la misma causa que el ser mismo y está sujeta
mismo absolutamente tiene lugar cuando se dice que la esencia es de una realidad a la misma mutación. Por eso el propio Santo Tomás, q. 1 De ver-it., a. 6, ad 4,
determinada; porque, si se trata del ser actual, no puede ser la ese_ncia creada de afirma que la verdad de los enunciados, incluso en cuanto a los elementos esen-
cosa alguna en acto más que por la causa eficiente, porque lo que no es actual- ciales de las cosas mismas, no es absolutamente inmutable, si no permanecen
mente, no puede ser de. algo actualmente. Prueban esto también las razones pro- las mismas cosas.
puestas, porque, del mismo modo que Pedro no es si no es producido así 44. Toda esta polémica -al menos como a mi me parece- consiste en
tampoco es hombre en acto si no es hecho hombre, sino que es únfc~ente el diverso significado de la cópula es, mediante la que se unen los extremos
hom?re en potenc~a. Por tanto, si se trata única~ente de esto, es verdad que en estos enunciados. Cabe, en efecto, entenderla de dos maneras. Primera, de
no tiene causa eficiente en acto, pero al menos ex1ge una causa que tenga poder suerte que signifique la unión actual y real de los extremos que existe en la
de producir. ¿Qué razón hay, pues, para afirmarla en un caso y negarla en otro? realidad misma, de tal manera que, cuando se dice el hombre es animal, se
. 43. Resulta. también de aqui que parece falso lo que se dice: que la esencia signifique que así es realmente. Segunda, que signifique únicamente que el pre-
Vene causa efic1ente, pero que la verdad de la esencia no la tiene. Porque la dicado pertenece a la razón del sujeto, bien existan los extremos, bien no. En
verdad de la esencia en realidad no es más que la esencia misma, o a lo más el primer sentido no hay duda de que la verdad de las proposiciones depende
~e la 7onsidera como una proRiedad intrínsecamente unida a Ia esencia; luego es de la existencia de los extremos, porque, de acuerdo con esa significación, el
Imposible que no tenga la mtsma causa, o de modo igualmente primario, o de verbo es no está desvinculado del tiempo, o -lo que es igual- significa una
modo concomitante. ¿Cómo, en efecto, puede concebirse que una causa pro- duración real y actual, la cual no existe si se suprime la existencia de los extremos,
duzca oro y no produzca oro verdadero? Porque si, produciendo oro, pro- siendo, por lo mismo, falsa tal proposición, ya que se trata de una proposición
duce la e3e-?cia de oro, ¿cómo produciendo verdadero oro no produce la verdad afirmativa sobre tm sujeto que no tiene función de suposición. Y en este mismo
de la esencta del oro? Podemos_, por tanto, valernos del mismo dilema. Porque, sentido prueban magnificamente las razones que hace poco se expusieron que
o se trata de la verdad en potencia, o en acto; ahora bien, cualquiera de estas la verdad de estos enunciados depende de la causa eficiente de la que depende
la existencia de los extremos. Se prueba, además, que no sólo tiene causa efi-
sed etiam ut vivat, sentiat, etc.; ergo causa probant rationes factae, quia, sicut Petrus
efficiens quae talem formam univit mate- non est nisi fb:t, ita neque in actu est horno, horum dicntut, eadern est ratio essentiae et 44. Haec vero controversia (ut mihi quí-
riae, non solum fecit illud totum, sed etíam nisi fiat horno, sed est tantum horno in po- veritatis in potentia vel in actu, ut patebit dem videtur) tata consistit in varía significa-
fecit illud esse vívens, animal, etc.; ergo tentia. Unde si de hoc tantum esse sit ser- tione illius copulae est, per quam coniun-
fecit ut talis essentia tali reí conveniret. roo, verum est non habere causam efficien- facile, applicando argumcnturn factum. De-
nique, aut est sermo de veritate complexa, guntur extrema in his enuntiationibus. Duo-
Tandem, aut esse in his locutionibus sumi- tem in actu, requirit tamen illam salteÍn bus enim modis accipi potest. Primo, ut
tur in eadem significatione, vel in diversa; quae proprie est in intellectu componente
potentem efficere. Quid est ergo quod affir- significet actualem et realero coniunctionem
si in diversa, est aperta aequivocatio et non matur de uno et negatur de altero? et dividente, et haec ita habet causam effi-
cientem sicut ipsa compositio et divisio extremorum in re ipsa existentem, ita ut,
constans doctrina; si ip eadem, necesse est 43. Atque hinc falsum etiam esse videtur cum dicitur hamo est animal, signilicetur
ut eamdem habeat causam effidentem. Quod quod dicitur, essentiam habere causam effi- nostri intellectus, nam illi inest et cum ea
incipit, eo modo qua est, ut dixit D. Tho- reipsa ita esse. Secundo, ut solum significet
ita declaro, nam curo dicitur essentia sim- cientem, veritatem autem essenti1e non ha- prnedicntum esse de ratione subiecti, sive
pliciter habere causam efficientem, necesse bere. Nam veritas essentiae reipsa nihil aliud mas, I, q. 16, a. 7, ad 4. Et idem est, ser-
vata proportione, de veritate quae est in extrema existant, síve non. In priori sensu
est ut dicatur illam habere in ordine ad est qm.m ipsa essenth, vel ad summum veritas propositionum pendet sine dubio ab
esse, quía nihil fit nisi ut sit. Vel ergo hoc consideratur ut propríetas intrinsece con- compositione vocis tamquam in signo. Aut existentia extremorum, quia iuxta illam signi-
intelligitur de esse in actu, et sic est verum; iuncta cum essentia; ergo impossibile eSt est sermo de veritate rei, quae fundat intel- fi.cationem verbum est non absolvitur a tem-
vel de esse in potentis, et sic est falsum, quin habeat eamdem causam, vel aeque pri- lectus veritatem, et haec non differt ab ipso pore, seu (quod ídem est) significat realem
si in rigore sit sermo de causa efficienti mo, vel concomitanter. Qui enim intelligi esse. Unde est illud Aristotelis: Ab eo quod et actunlem durationem, quae nulla est,
actu, quamvis sit verum de causa potente potest ut aliqua causa efficiat aurum et non res est vel non est, propositio vera vel falsa ablata existentia extremorum, e.t ideo talis
efficere. At vera ídem prorsus est cum di- efficiat verum aurum? Quod si efficiendo est; ergo eamdem .habet causam quam ipsum propositio falsa est, nam est affirmativa de
citur essentia esse talís rei; nam, si sit aurum efficit essentiam auri, quomodo effi- esse et eidem subest mutationí. Unde ipse- subiecto non supponente. Et in hoc eoderrl
sermo de esse actuali, non potest esse es- ciendo verum aurum non efficit veritatem met D. Thomas, q. 1 de Verit., a. 6, ad 4, sensu optime probant rationes prox.ime
sentía creata alicuius rei in actu nisi per essentiae auri? Unde eodem possumus uti veritatem pronuntiatorum ait, etiam quantum factae veritatem harum enuntiatíonum pen-
causam efficientem; quia quod actu non est, dilemmate. Nam vel est sermo de veritate ad essentialia rerum ipsarum, non esse om- dere ex causa efficienti a qua pendet exi-
non potest esse actu alicuius. Et hoc etiam in poten tia!- vel in actu: quodcumque autem nino ímmutabilem, nisi rebus manentibus. stentia extremorum. ltem probatur non so-
183
182 Disputación XXXI.-Sección Xll
Disputaciones metafísicas
del hombre es ésta, de tal manera que no puede producirse un hombre sin que
~ient~. la . ~senda creada, considerada en absoluto, sino que también la tiene sea animal. En corisecuencia, igual que tiene valor eterno esta condicional, si es
s~l~p 1¡""~ 10 \ -por ~am~rla as!- de la esencia a esta realidad, esto es que no hombre, es animal, o si corre, se mueve, así también ésta tiene valor eterno,
h be orn re ° e ammal tiene causa eficiente, sino que también el
que el el hombre es animal, o el cÓrrer es movimiento. Resulta también de aquí que
obml re 5 ~~ rea1mfie~te animal tiene causa eficiente. Porque, aunque no haya una estas conexiones no tienen en tal sentido causa eficiente, puesto que toda eficien-
d o e acc10n o e c1encia una
el hombre es hecho anrr:.al . por 1a que es hec ho el hombre, otra por la que cia tiene por término. la existencia actual, de la que prescinden las proposiciones
. l'd d b ' sm embargo, cuando el hombre se genera se hacen dichas en este sentido. Y esto solo es lo que prueban las razones que acumula
1 h1ea 1b a am as. cosas·' y so'1 o existe
en · 1a d'f . de que con estas' palabras
I erenc1a Soncinas en los lugares citados. Más aún, en este mismo sentido, esas conexiones
e or ~:o;:oses aimmal se la significa. de m~do complejo, tal como es concebida no sólo no exigen una causa eficiente en acto, sino que tampoco parecen postu-
~edi t 1 ' rntntras que en la reahdad mlsma se realiza con una acción simple larla en potencia, si nos detenemos formal y precisivamente en su verdad. Esto se
an ed ad cua se produce en la realidad el hombre y el animal en cuanto e~ puede explicar con el argumento expuesto a propósito de la proposición condi-
esa rea1I1 a concreta
Quodl 10 1 son una misma cosa. A Sl' 1o enseno ~ , ampliamente
' Herveo cional, cuya verdad no depende de la causa eficiente o que tiene poder de obrar,
el mi~m~ fib ' a que defie~de Iave!lo, V Metaph., q. 12, contra Soncinas, e~ dándose, por lo mismo, de igual modo en las cosas imposibles que en las posi-
, · y, q..10, qmen manifiestamente se encuentra en un e uívoco bles; en efecto, esta condicional, si la piedra es animal, es sensible, es igualmente
:~~:c~~ed~ dicho. Fmal,mente, en esta misma significación tiene valor qnuestr~ verdadera que ésta, si el hombre es animal, es sensible; luego también esta
. , e que .1; ex1stencm. no se separa de la esencia si no es or la proposición todo animal es sensible de suyo no depende de la causa que pueda
de~tr~~c10n o cesac10n de la mrsma esencia. Y contra ella carece de v~or la producir eficientemente al animal. Por tanto, si por un imposible no se diese
ob!ec10n propuesta; en ~fecto, se niega que las proposiciones en las ue de los ninguna causa de este tipo, con todo, aquel enunciado sería verdadero, igual
su¡~tos se ~firrn~n predicados esenciales sean verdaderas en ese sentfcto supri
1
mt a . a ex1sten~1a actual. Así es, pu_es, como es verdad lo de Aristót~les e~
~raedz~am., capitulo sobre la sustancia: suprimidas las sustancias primera: 8 s
que es verdadero éste, la quimera es la quimera, u otro semejante. Por más que
entre las conexiones necesarias, concebidas y enunciadas entre realidades posibles
o esencias reales, y las que se dan entre entes ficticios o entes de razón, podemos
com 63. que dpermanezca nada·
tmposzble d . ' del mismo modo que d"!JO Averroes, I Phys ' señalar en esto la diferencia de que en aquéllas de tal manera es necesaria la
ds .p cuan o una cosa. e¡a de ser, pierde el nombre y la definición ., conexión según la relación intrínseca de los extremos que abstraen de la exis-
l • • ero. en otro sen~tdo son proposiciones verdaderas atmque no · existan tencia actual, que, sin embargo, es posible en orden a la existencia actual, pu-
l~s extremos, y en e~~ m1sm~ son necesarias y de eterna verdad uesto ue
n~ ~tribuyeq ~~:
diendo todo esto significarse mediante la cópula es, incluso en cuanto abstrae del
copula es en .la acepc10n refenda, al no significar la existencia a tiempo, de tal manera que, cuando se dice el hombre es animal racional, se signi-
extremos realidad actual en sí mismos no exigiendo ll. fica que el hombre tiene una esencia real definible así, o -lo que es lo mismo-
~a el<~te~cia ~x¡;'l~~a~ó:; !:r:st~~ ~%~~~
e

o realidad actual. Se da, 'además, una que es un ente de tal naturaleza, que no es fingido, sino real, al menos posible;
o1a e os au.tores . cJ.tad?s antes, porque las proposiciones en este sentido ·se y, en cuanto a esto, la verdad de tales enunciados depende de una causa que
reduc~n al sentido htpotétlco o condicional; pues, cuando decimos que el h b pueda producir la existencia de los extremos. En cambio, en los entes ficticios
es ammal, prescindiendo del tiempo, no decimos otra cosa sLno que la natu~~e~: sólo se hacen conexiones necesarias sin relación, incluso en el plano de la posi-

lwn essentíam crea.tam, absolute sumptam, tra ean: proced!t obiectio facta; negatur enim haec propositio, omne animal est sensibile,
esse hominis naturam, ut non P?ssit fieri
ha~ere causam ~ffictente~, sed etiam appli- propos_ltlones m quibus essentialia praedi- per se non pendet ex causa quae possit ef- ,
catmnem essentme (ut s1c dicam) ad hanc horno quin sit animal. Unde, s1cut haec
cata d1cuntur de subiectis in eo sensu veras conditionalis est perpetua, si est hamo, est ficere animal. Unde, si per impossibile nul-
rem habere. causam efficientem, id est, non esse ablata. actuali existentia. Sic enim ve- la esset talis causa, nihilominus illa enun-
animal, vel, si currit, movetur, ita haec est
solu~ hommem vel anim8l habere causam rum est illud. Aristotelis, in Praedicam., tiatio vera esset, sicut haec est vera, chy-
cf~c1entem, sed etiam hominem reipsa esse
perpetua, hamo est animal, vel, cursus est
e:. d~ Substant1a: Ablmis primis substan- motus. Atque bine etiam fit ut hae conne- maem est chymaera, vel similis. Quamquam
a~umal. habere c~usam efficientem. Quam- ttls, zmpossibile est aliquid ¡·ema.nere; et eo- in hoc possimus discrimen assignare ínter
v~s ~mm non s1t duplex actio vel effi-
xiones in' hoc sensu non habeant causam
dem modo dixit Averroes I Phys com 63 efficientem, quía omnis efficientia termina- connexiones necessarias, conceptas et enun-
ctentm, ul?a, qua fit _horno, alia, qua ho- qua.n4~ res desinit es se, 'nomen Perder~ e; tur ad actualem existentiam, a qua dictae tiatas inter res possibiles seu essentias rea-
rno fit ammal, tamen revera utrumque fit defmttwnem. les, et ínter res fictiiias vel entia rationis,
propositiones in hoc sensu abstrahunt. Et
qu~ndo. horno .generatur; solumque differt; 45. At vera in alío sensu propositiones hoc solum probant rationes illae quas con- quod in illis ita est connexio necessaria se-
qrna lus verbts hamo est animal signifi- sun~ verae etiamsi extrema non existant; gerit Soncinas locis citatis. Imrno, in hoc cundum intrinsecam habitudinem extremo-
catul' comi;Jlexe prout a nobis concipitur et ~ ,eode~ sunt necessariae ac pcrpetuae rum abstrahentium ab actuali e.xistentia, ut
eodem sensu non solum non requirunt hae
t:e autem 1psa fit . simplici actione qua í~ ventat.ts, .qum cu~ col?ula est in dicto sensu connexiones causam efficientem in actu, ve- tamen sit possibilis in ordine ad actualem
~e fit horno et ammal, quatenus in tali re non ygmficet extstentmm, non attribuit ex- existentiam, et hoc totum potest significad
rum etiam neque in potentia videntur illam
1dem sunt. Ita docuit late Hervaeus Quodl trem¡s actual~m realitatem in seipsis, et ideo postulare, si formaliter ac praecise sistamus per copulam est, etiam ut a tempore abstra-
I, q. 10, quem def.endit Iavell., V Metaph.: ad suan~ ventatem non requirit existentiam in earum veritate. Quod potest declarari hit, ita ut~ cum dicitur hamo est animal
q. _12, cont~a Sonc~n., eodem lib. V, q. 10, seu realltatem actualem. Item, hoc declara- ratione facta de propositione conditionali, rationale, significetur hominem habere es-
qm plan~ m ~eqmvoco laborat, ut dictum t~r ex .praedictis auctoribus t, quia proposi- cuius veritas non pendet ex causa efficienti sentiam realero sic definibilem, seu (quod
est. ~emque .m hac eadem significatione tlones 1~ hoc sensu reducuntur ad sensum vel potente efficere, et ideo aeque reperitur ídem est) esse tale ens, quod non est fictum,
procedlt assertm nostra quod existentia non hy~othettcum. seu conditionatum; cum enim in re bus impossibilibus ac in possibilibus; sed reale, saltero possibile; et quoad hoc
separa~~r ab es~entia nisi per destructionem d1crmus hom~e!D e~se animal, abstrahendo pendet veritas talium enuntiationum a causa
aeque enim vera est baec conditionalis, si
et deslttonem e1usdem essentiae. Neque con- a tempore, mtul allud dicimus nisi hanc lapis est animal, est sensibilis, ac ista, si potente efficere existentiam extremorum. At
horno est animal, est sensibilis; ergo etiam vero in entibus fictitiis, solum fiunt conne-
1 Fonseca, lib, V, c. S, q. 1 et 2.
184
Disputaciones metafísicas Disputación XXXI. Sección XII 185
bilidad, al ex1st1r, a no ser únicamente por orden a la imaginación o ficción de sea concebid.a por nosotros de modo complejo o por modo de umon del p~edi- \1
la mente. Por fin, de acuerdo con este sentido desaparece también la objeción cado con el sujeto, sin embargo en la realidad no es nada fuera de la tmsma \
propuesta contra nuestra afirmación, porque, aunque estas conexiones sean nece- entidad de la cosa. Ahora bien, la identidad, por ser una propiedad del ente j
sarias ind~pendienternente de la existencia, sin embargo las esencias que se signi- -ya que lo idéntico y lo diverso /se reducen a la unidad, como dijimos antes-:-,
fic~n m~d1ante ellas no son entes verdaderos y actuales, si están privados de la con la debida proporción se e~cuentra en. todo ente o e71 todo estado ~el eme.
existencia.
Por eso, igual que hombre ex1stente y ammal son lo ~Ismo en. la reahda~, a~f
46. Mas quedan aún dos dificultades. La primera es que todavía no se ha también el hombre posible, es decir, el que puede ~erv1r de ob¡eto a la c:encta
exphcado en qué consiste esta conexión neCesaria de extremos no existentes;
0 al ejemplar del hombre, tiene identidad con el am.mal entendido proporcmnal-
porque, al no poner nada en la realidad, resulta difícil de comprender cómo puede mente; luego esta identidad es suficiente para. servir de fundamento a aquella
servir de fundame~to. a una v~rdad _necesaria. Y no sería satisfactorio si dijésemos necesidad, y puede darse en el ente e:_¡ potencia, a.unque no sea n~?a en act,o,
que, un.a vez su~n~mda 1~ .e~Istencw de las cosas, e.sta conexión sólo permanece puesto que al ente en potencia no le anade nada mas que una relac10n de razon
en. el eJei?plar diVmo, ongmandose de El tal necesidad; esto -repito- no es en orden a nuestros conceptos. ..
sattsfactono, porque, aunque la verdad de estas conexiones, en cuanto verdad 47. Solución de una pequeña duda.- Pero entonces surge. una segunda difl-
real y actual, no permanezca más que en el entendimiento divino -siendo éste el cultad, porque se deduce que también es necesaria esta conexión, el hom_bre es
sentido en que se expresó Santo Tomás en los lugares citados, sobre todo I o existe, o es existente, y que, en consecuencia, es verdadera., aunqu.e no ex1sta en
q. 16, a. 7, siendo p~sible también tomarlo de San Anselmo, en el diálogo D; acto, lo cual es totalmente falso y está en contra de cual<:t;uer sentldo y va~or de
ve;ztate, c. 7 y 8----:,, sm embargo la necesidad de esta verdad y la primera raiz y las palabras. La consecuencia es evi~ente, porque tam~Ien hombre Y ex1ste~te
l"-.ongen de tal conex10n no parece que pueda ser referida al ejemplar divino. Porque tienen identidad, bien objetiva y posible, b1en actual, SI se los tom~ !?,roporct~­
/ el ejemplar divino mismo tuvo esta necesidad de representar al hombre como nalmente. Además, porque, si se reduce esa proposición a una propos1c1on condt-
, animal racional, sin haberlo podido representar de otra esencia lo cual no se cional, se encontrará que es verdadera y necesaria, porque no se P"?ede hacer
deriva de ninguna razón más que de que el hombre no puede ser' de otra esencia un hombre sin que sea existente, igual que no se lo. p_uede hacer sm que. sea
ya que, por el hecho mismo de que sea una cosa de otra esencia, ya no es hombre·' animal; ahora bien, toda la necesidad de esta propos1ctoD; el ~omb1'e es ~mmal
lm:g':' e.sta necesidad proviene del. objeto . mismo y no del ejemplar divino; po~ se decía que estaba en qU<; no podía hab~r .un. horr;bre s_m anllllal, nec?sidad a
cons1gmente, queda s1empre en p1e la dificultad aludida, a saber, cómo, si ese la que algunos llaman compuesta o por h1po:es1s; esa mtsma, por conslgmente,
objeto no es nada en sí, puede tener de por sí tal conexión de los predicados, se da en aquella proposición, el hombre es existente, ~;~mesto que no p~e~e hab:r
q.ue de algún modo sea el fundamento de tal ciencia, y de tal verdad, y de tal un hombre sin existencia. La respuesta es que, en realidad, no hay cast d1ferencm
eJemplar. A esto parece que hay que decir que esta conexión no es otra cosa ninguna si a existente se lo toma con la misma proporción, o en acto o en poten;
más q~e la identidad de los extremos que hay en las proposiciones esenciales y da segÍm prueba el argumento y está suficientemente claro por lo que se trato
afirmal:lvas -debiendo dectrse lo m1smo proporcionalmente de la diversidad de an:es. Sin embargo, en el modo de expr~sarse hay diferencia, d~bi_éndose, por
los extremos en las negativas-. Pues asi toda verdad de una proposición afir- lo mismo, negar en absoluto la consec_uencta, ya 9~e la pal~b:a ex1st1r expresada
mativa se funda en alguna identidad o unidad de los extremos, la cual, aunque en absoluto no significa la potencia, smo el eJerc1c10 de existir. Por eso, aquella
xiones necessariae sine habitudine, etiam de tat., c. 7 et 8), nihilominus necessitas huius
possibili, ad existendum, sed solum per or- veritatis et prima radix ac origo talis con-
dinem ad imaginationem seu fictionem men- a nobis concipiatur complexo modo et per sum et verborum vin1. ~equela autem. pate~,
nexionis non videtur posse referd in divinum modum coniunctionis praedicati cum sub~ quia etíam h~mo. et ex1stens .h~bent ldentl-
tís. Denique iuxta hunc sensum cessat etiam exemplar. Nam ipsummet divinum exemplar
obiectio facta contra assertionem nostram, íecto, tamen in re nihil_ est praeter ipsarrl:- tatem vel obiectivam et poss1bilem, vel ac-
quia, licet hae connexiones sint necessariae
habuit hanc necessitatem repraesentandi ho- met rei entitatem. Identltas autem, cum s1t tuale~, si cum proportione sumantur. Itet?
minem animal rationale, nec potuit illum proprietas entis (narn idem et di::rsum ~d quía, si illa prop?sitlo reduca~ur ad condl-
independenter ab existentia, nihilominus es- alterius essentiae repraesentare, quod non
sentiae quae per eas significantur non sunt unitatem reducuntur, ut supra dtxrmus)~ m tionalem propos1t1onem, repen;tur vera ~t
aliunde provenit nisi quia non potest horno omni ente seu in omni statu entis cum necessaria, quia non potest fien I:omo. qul?
vera et actualia entia, si existentia privan- esse alterius essentiae, nam, hoc ipso quód
tur. proportione reperitur. Unde, sicut ho~o sit exístens sicut non potest fien qum slt
sit res alterius essentiae, iam non est horno; exístens et animal in re idem sunt, 1ta animal· to{a autem necessitas huius propo-
46. Sed adhuc supersunt duae instantiae. ergo ex obiecto ipso et non ex exemplari
Prior est quia nondum est explicatum quid hamo possibilis, seu qui obiici potest scien- sitionis' hamo est animal, dicebatur esse,
sit ista necessaria connexio extremorum non
divino provenit haec necessitas; semper tiae aut exemplari hominis, identítatem ha- quia don potest . :sse hom~ s!ne animali,
ergo restat difficultas tacta, quomodo, scili- . bet cum animali proportionaliter sumpto; quae necessitas d1c1tUr ab ahqmbus comp?-
existentium; narn, cum nihil in re ponat, cet, si obiectum illud in se ni11il est, pOssit
difficile est intellectu quomodo possit fun- _.. _haec ergo identitas sufficiens est ad fundan- sita seu ex suppositione; eadem ergo est m
ex se habere talero connexionem praedica- dam illam necessitatem, et reperiri potest illa, horno est exístens, quía non P.otest es~e
dare necessariam veritatem. Neque enim sa- torum ut fundet aliquo modo necessitatem
tisfacit si dicamus, ablata rerum existentia, in ente in potentia, quamvis nihil sit actu, horno sine existentia. Respondetur m re qut-
talis scientiae, et talis veritatis, ac talis exem- quia nihil addit enti in potentía nisi habi- dem nullam fere esse diversitatem, si exi~
solum manere hanc connexionem in divino plaris. Ad hoc dicendum videtur hanc con~
exemplari et ab illo oriri talem necessita- tudinem rationis in ordine ad conceptos stens cum eadern proportione sumatur, vel
nexionem nihil aliud esse quam identitatem nostros. in actu vel in potentia, ut argumentum
tem; hoc (inquam) non satisfacit, nam, licet
veritas harum connexionum, ut realis et ac-
extremorum quae sunt in propositionibus 47. Dubiolum resolvitur.- Sed tune ori- probat ~t ex superius tractatis satis COJ?Stat.
essentialibus et affirmativís (et idem dicen~ tur secunda difficultas, nam sequítur hanc Nihilominus tamen in modo loquend1 est
tualis veritas, non maneat nisi in divino in- dum est proportionaliter de diversitate ex-
tellectu (quo sensu locutus est D. Thomas etíam connexionem esse necessariam, homo diversítas et ideo absolute neganda est con-
citatis Iocis, praesertim I, q. 16, a. 7, et
tremorum in negativis). Omnis enim veritas est seu existit~ aut est existens, et conse- sequentia; quía verbum exis~endi simplicit~r
propositionis affirmativae fundatur in aliqua quenter esse veram, etiamsi actu non existat, dictum non significar potentmm, sed exerc1~
sumitur etiam ex Anselmo, dialog. de Veri- extremorum ídentitate vel unitate, quae licet quod est plane falsum et contra omnem sen- tium existendi. Unde illa locutio, lwmo
186 Disputaciones metajfsicas 187
Disputación XXXl.-Sección X!ll
locución el hombre existe, expresada absolutamente, no convierte el sentido en entre la composición real y la de razón, o entre 1a compos1c1on fisica y la meta-
compuesto, es decir, si es hombre, es existente, sino que tiene sentido simple física, como se deja ver en la composición de género y diferencia. Por más que
y absoluto, y, por eso, si fuese necesaria, significaría una necesidad absoluta de en esto pueda observarse cierta diversidad, ya que en la composición física ambas
existir, que no puede convenir al hombre. partes, es decir, la materia y la forma, sólo reduCtivamente se ponen en predica-
mento; mientras que en la composición metafísica, sólo la diferencia se pone
SECCION XIII reductivamente en predicamento; y el género, aunque en cuanto parte pueda
también ser reducido o puesto al lado, no obstante, en cuanto es un cierto todo,
DE QUÉ CLASE ES LA COMPOSICIÓN DE ESENCIA Y EXISTENCIA, O QUÉ CLASE
se coloca directamente. Y otro tanto se cumple a su modo en la composición de
DE COMPOSICIÓN PERTENECE AL CONCEPTO DE ENTE CREADO existencia y de esencia, la cual también es metaf.fsica, como luego diré; porque
1. Esta cuestión es necesaria, tanto para explicar las dificultades que se toca.. la esencia íntegra se coloca directamente en el predicamento, mientras que la
ron en la segunda y tercera razón en favor de la primera sentencia, expuestas en existencia concebida como un cierto modo se coloca_ sólo por reducción, punto del
la sec. 1, como para analizar y explicar muchas cosas que sobre esta composición que nos hemos ocupado suficientemente antes.
han escrito los autores, sobre todo Cayetano, In De ente et essentia::t c. 5, poco 3. Las diferencias pueden leerse en el citado autor; pues la seis primeras
después de la q. 9, donde explica la composición de existencia y esencia por suponen todas la distinción real entre la esencia y la existencia y que la existencia
comparación con la composición de materia y forma, diciendo que convienen en no es acto más que de la esencia completa y compuesta de materia y forma, y,
dos cosas y que se diferencian en diez. por tanto, ni nos son necesarias, ni es preciso refutar de nuevo muchas cosas
que en ellas se dicen. Como, por ejemplo, que en la composición de existencia
Comparación de las composiciones de existencia y esencia, y de esencia ninguno de los extremos es parte de la sustancia; pues esto es verdad
y de materia y forma en la composición del ente completo, pero no lo es en cualquier composición de
existencia y de esencia, pues ésta tiene lugar también en la materia misma, y en
2. La primera conveniencia es que ambas composiciones son de acto y po- la forma, y en el alma separada. Además, lo que se dice en la segunda diferencia,
tencia. Respecto de la primera composición, esto es de por sí evidente; de que en la composición de materia y forma uno de los extremos es pura potencia,
la segunda lo prueba, porque cualquier quididad se pone en la realidad por mientras que no lo es en la composición de existencia y esencia, esto -digo-,
el hecho de que adquiere la existencia. Esta demostración es muy débil, si se en primer lugar, no es general, puesto que la materia misma consta de existencia
trata, como en realidad así es, de la potencia receptiva, porque de la esencia no y de esencia, y además, si la esencia se prescinde de la existencia, es un ente
se dice que adquiere la existencia porque primero haya estado en potencia para más potencial que la materia prescindida de la forma, o en cuanto se la presu-
recibir y después haya recibido el acto, sino porque primero estaba toda en la pone con su ser para la forma, aunque se trate de potencialidades de naturaleza
potencia objetiva o activa de su causa, y después se convierte en ente en acto. diversa, porque en la esencia en cuanto tal es objetiva, mientras que en la materia
La segunda conveniencia consiste en que en ambas composiciones el acto y la es receptiva. Y otras cosas prácticamente semejantes podrían .hacerse notar en
potencia se reducen al mismo género. Y ésta es verdad; se da, en efecto, también las cuatro diferencias siguientes, que ornito.
existit, simpliciter dicta, non reddit sensum ex materia et forma, declarat compositionem
compositum, id est, [si est] nomo, est exi- ex esse ct essentia, quas in duobus conve-
stensl, sed simplicem et absolutum, et ideo, nire dicit, differre autem in decem. materia et forma, et ideo neque nobis ne-
si esset necessaria, signi:ficaret absolutam realem et rationis, seu inter compositionem
Collatio compositionum ex esse et essentia, physicam et metaphysicam, ut patet in com- cessariae sunt, neque oportet denuo impu-
necessitatem existendi, quae homini couve- gnare multa quae in eís dícuntur. Ut quod
nire non potest. et ex materia et forma positione ex genere et differentia. Quam-
2. Prima convenientia est quia utraque quam in hoc observari possit nonnulla diver- in compositione ex esse et essentia neutrum
compositio est ex actu et potentia. De pri- sitas> nam in physica compositione utraq_ue extremorum est pars substantiae; est enim
SECT!O XIII ma compositione hoc per se notum est, de pars, scilicet, materia et forma, ponitur tan- hoc verum in compositione completi entis,
secunda probat, quía quidditas quaelibet ex turn reductive in praedicamento; in meta- non vera in omni compositione ex esse et
QUALIS SIT COMPOSITIO EX ESSE ET ESSENTIA, eo ponitur in rerum natura quod existen- physica autern compositione, differentia tan- essentía; haec enim etiam in materia ipsa,
QUALISVE COMPOSITIO SIT DE RATIONE ENTIS tiam acquirit. Quae probatio valde debilis tum ponitur reductive in praedicamento; et forma, et in anima separata reperitur.
CREA TI est, si sit sermo, ut revera est, de potentia genus vera, quamvis ut pars possit etiam Itero quod in secunda differentia dicitur, in
receptiva, quia essentia non dícitur acqui- reduci, seu ad latus constituí, tamen ut est compositione ex materia et forma alterum
1, Haec quaestio necessaria est, tum ad rere esse quía prius fuerit in potentia ad guoddam totum directe collocatur. Idemque extremum esse purarn potentiam, non vero
explicandas difficultates tactas in secunda et recipiendum et postea suscipiat actum, sed suo modo reperitur in compositione ex esse in compositione ex esse et essentia, hoc
tertia ratione pro prima sententia, propositis quia príus tota erat ,in potentia obiectiva et essentia:, quae etiam metaphysica est, ut
(inquam) imprimis non est generale, cum
in sect. 1, tum ad examinanda vel declaran- seu activa suae causae, et postea fit ens infra dicam; nam essentia integra directe ipsa materia constet ex esse et essentía, et
da multa quae de hac compositione scripta actu. Secunda convenientia est quod in collocatur in praedicamento, existentia vero
concepta ut quidam modus, solum per re- praeterea, si essentia praescindatur ab esse,
sunt ab auctoribus, praesertim a Caietano, utraque compositione actus et potentia re- magis potentiale ens est quam materia prae-
de Ent. et essent., c. 5, paulo post q. 9, ducuntur ad ídem genus. Quae vera est; ductionem, de quo in superioribus satis di-
xirnus. cisa a forma, seu ut supponitur formae cum
ubi, per comparationem ad compositionem intercedit enim etiam ínter compositionem suo esse, quamquam illae potentialitates sint
3, Differentiae legi possunt in praedicto
auctore; sex enim priores omnes supponunt diversae rationis, nam in essentia ut sic est
1 En este párrafo nos vemos obligados, en contra de la ed. Vives a seguir la lectura obiectiva, in materia vera est receptiva. Et
de o~ras ediciones, entre ellas la Balleoniana (Venecia, 1751) y la de M.
S. (Parí11, 1605), distinctionem realero ínter essentiam et exi-
stentiam et quod existentia non est actus similia fere notari possunt in quatuor se-
que mcluyen las palabras encerradas entre corchetes. (N. de los EE.) quentibus differentiis, quas omitto.
nisi essentiae completae et compositae ex
188 Disputaciones metaflsicas Disp~tación XXXl.-Sección XIII 189

Si de la existencia y de la esencia resulta un uno per se es una composición ex his, y que, por tanto, allí se constituye una tercera cosa;
mientras que Ja composición de e;dstencia y de esencia es una composición cum
4. Y lo que dice en la séptima, que de la materia y la forma resulta un uno his, po.rque en ella, hablando con propiedad, no se da una realidad que conste
per se, pero no de la existencia y de la esencia, pienso que es falso, incluso en de esencia y existencia, igual que se da una realidad que consta de materia y
la opinión de que la esencia y la existencia se distinguen realmente. Primero, forma, sino que la esencia forma composición con la existencia, y viceversa, y por
porque se comparan como acto y potencia del mismo género, que esencialmente ello -dice- se afirmó que se unen per se, pero sin componer una tercera cosa.
y en virtud de su naturaleza están destinados a componer un uno, y porque la Mas esta distinción de una doble composición, la ex his y la cum his, como
esencia sin la existencia no tiene actualidad completa, e incluso ni siquiera es demostré contra Durando en un problema semejante, es ficticia; en eiecto, toda
ente en acto; ¿qué razón hay, pues, de que no resulte de ellas un ente uno per se? verdadera composición, según relaciones diversas, es composklón ex his y cum his,
Segundo, porque de ellas no resulta un ente per accidens; luego resulta un ente o de esto con esto, como dijo Durando con más propiedad. Porque, en orden al
per se. El antecedente es admitido y demostrado por el mismo Cayetano, por el término que resulta de la composición, se la llama composición ex his, porque el
hecho de que el uno per accidens agrupa cosas de diversos géneros; y la conse- compuesto no forma composición con los componentes, sino que está compuesto
cuencia se prueba, porque de la esencia y de la existencia se hace verdaderamente de ellos; mas, atendiendo a la relación de los componentes entre si, se la llama
un uno; en efecto, se unen realmente entre sí, y hasta -cosa sorprendente- el composición cum his, o de esto con esto, porque el uno con el otro componen
mismo Cayetano dice alli que la esencia se une per se con la existencia; y entre un tercero. Ahora bien, es imposible que se dé una verdadera composición sin
el uno per se y el per accidens no puede concebirse medio. Tercero, porque, de que se dé algo compuesto por ella que tenga alguna unidad proporcionada a la
lo contrario, ningún ente creado, en cuanto es ente en acto, sería uno per se. composición; luego es imposible que se dé una verdadera composición sin que
Cuarto, porque la razón de Cayetano es muy débil, a saber, porque el ente uno sea composición ex his. La consecuencia es evidente por lo dicho y por la misma
per se se hace de partes de la sustancia, y la existencia no es una parte de la significación de los términos; ¿pues qué otra cosa es que se dé una composición
sustancia. Pues la afirmación es falsa, porque también se hace un uno per se de ex hís sino que se dé la composición de una sola cosa que consta de muchas?
la sustancia y del acto o término sustancial, ya que, en otro caso, de la naturcJeza Y el antecedente es claro, porque toda verdadera acción, sobre todo la transitiva,
y de la subsistencia no resultaría un uno per se~ ni el supuesto sustancial en cuanto tiene algún término adecuado; luego también la composición tiene un término
tal seria un uno per se~ cosa que es completamente falsa. Por eso podemos refutar adecuado en orden al cual se termina, el cual no puede ser más que el compuesto.
teológicamen:e tal doctrina, por deducirse de ella que Cristo no es uno per se, Además, porque toda composición se realiza por la unión de los componentes;
ya que consta de la humanidad y del Verbo, no como de partes sustanciales, sino y de la unión resulta un uno, no simple, sino compuesto. Asi, pues, si la compo-
como de naturaleza y subsistencia, o como de esencia y existencia. ~ición de existencia y de esencia es una composición real y verdadera, como dicen
ellos mismos, no puede negarse que es una composición ex hís; como tampoco
La composición de esencia y de existencia es composición ex his puede negarse que de ella resulta una realidad compuesta, porque, si ésta no se
da, ¿qué es, pregunto, lo que se compone de esencia y existencia? Asimismo,
5. De aquí resulta evidente de igual manera que la octava diferencia que Cayetano no da razón ninguna, ni puede darla, de por qué de la existencia y
señala el mismo autor es falsa, es decir, que la composición de materia y forma
sitio ex materia et forma est campasitio ex compositionem quin detur aliquid per illam
Consurgatne unum per se ex esse his, et, ideo fit ibi unum tertium; campo- compositum quod unitatem aliquam habeat
potest medium excogitari. Tertio, quia alías sitio autem ex esse et essentia est campo-
et essemia nullum ens creatum esset per se unum, qua- cornpositioni proportionatam; ergo impossi-
sitio cum his, quia in ea non datur res bile est dari veram compositionem quin sit
tenas ens actu est. Quarto, quia ratio Caie- quae constet ex essentia et existentia, pro-
4. Quod vera in septima dicit, ex mate- tani est valde debilis, scilicet, quia ens per compositio ex bis. Consequentia est evidens
ria et forma fieri unum per se, non vera ex prie loquendo, sicut datur res constans ex ex dictis et ex ipsa terminorum significa-
se unum fit ex partibus substantiae, esse materia et forma, sed essentia componit cum
esse et essentia, f~üsum esse censeo, etiam autem non est pars substantiae. Est enim tiene; quid enim aliud est esse compasitio-
in opinione quod essentia et existentia rea~ existentia, et e converso, et ideo (inquit) nem ex his nisi esse compositianem unius
assumptia falsa, nam etiam fit per se unum dictum est quod adunantur per se, non ta-
liter distinguantur. Primo, quía comparan- ex substantia et actu seu termino substan- rei constantis ex multis? Antecedens vero
tur ut actus et potentia eiusdem generisj men componenda tertium. Sed haec distin- patet, quia omnis vera actio, praesertim trans-
tiali, alioqui ex natura et subsistentia non ctio duplicis campositionis, ex his et cum
quae per se et ex natura sua instituta sunt fieret per se unum, neque suppositum sub- iens, habet aliquem Rdaequatum terminum;
ad componendum unum, et essentia sine his (ut alibí in simili causa contra Duran- ergo et compositio habet adaequatum termi-
stantiale, ut sic, esset per se unum, quod durn ostendi), conficta est; amnis enim com-
existenlia non habet completam actualitatem, plane falsum est. Unde possumus theologice num ad quem terminetur, qui esse non
immo neque est ens in actu; cur ergo non positio vera secundum diversas habitudines potest nisi compositum, I te m, quía amnis
improbare illam doctrinam, quia ex ea se- est campositia ex his et cum his, vel huius
consurget ex eis ens per se unum? Secun- , quitur Christum non esse unum per se, quia compositio fit per unionem componentium;
do, quia non fit ex eis unum pei' accidens; ad hoc, ut proprius Durandus dixit Nam ex unione autem result'lt unum, non sim~
canstat ex humanitate et Verbo, non ut ex in ordine ad terminum qui ex compositione
ergo fit unum per se. Antecedens admitti- partibus substantialibus, sed ut ex natura plex, sed compositum. Sic igitur, si campo-
tur et probatur ab eodem Caietano, quía resultat, dicitur compositia ex his, quía com- sitio ex esse et essentia est vera compositio
et subsistentia, vel tamquam ex essentia et positum non componit cum componentibus,
unum per accidens aggregat res diversarum esse. et realis, ut ipsi dicunt, negari non potest
generum; consequentia vera probatur, quia sed componitur ex illis; secundum habi~ quin sit camposítio ex bis; negad etiam non
ex essentia et esse fit revera unum, nam Compositionem ex esse et essentia esse tudinem autem camponentium inter se, .di~ potest quin ex ea resultet una res campo-
realiter uniuntur inter se, immo (quod mi- compositionem ex his citur compositio curo bis, vel huius ad hoc, sita, nam si haec non 1 datur, quid, quaeso,
rabile est) ipse Caietanus ibídem ait quod quía unum cum alio companit tertium. Im- est quad ex esse et essentia componitur?
5. Atque hinc simili modo constat octa- possibile autern est dari aliquam veram
essemia per se adunatur cum esse; inter vam differentiam quam idem auctor as- Item Caietanus nullam rationem affert, ne-
unum autem per se et per accidens non signat falsam esse, nimirum, quod campo- 1
Este adverbio falta inexplicablemente en la ed, Vives. (N. de los EE.)
190 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección Xlll 191

de la esencia no se compone una realidad una. Además_, en otr9 caso, afirmaría más que analógicamente y casi sól~ ~e nombre, as~ esta composició_n no tiene
con igual razón que de la subsistericia y de la naturaleza no se hace algo uno, conveniencia univoca con la cornpostc10n real, por eJemplo, de materia Y forma,
lO cual es totalmente falso, porque el supuesto sustancial es uno. La consecuencia sino que guarda sólo proporción análoga. Y ésta es la -diferencia primera Y
se manifiesta en el argumento antes indicado, porque tampoco esta composición cuasi genérica entre esta composición y la que es de materia y forma. Mas con
es de partes sustanciales, sino de la esencia y del término o modo de la esencia. ésta está unida otra diferencia, la cual tiene que ver con el caso presente: que la
Por eso también aquí apremia una razón teológica, porque se sigue que la Encar- composición de materia y forma sólo se da en los cuerpos y en las cosas sensibles;
nación no es una composición ex his, ya que es tma composición de naturaleza en cambio, ésta de existencia y de esencia es común a todos los entes creados que
y supuesto, o de existencia y esencia. Y de este modo acontece también que Cristo son entes en acto; por eso aquella composición es física, porque no abstrae de la
no consta de la naturaleza divina y de la humana, cosa que está en contra del modo materia según el ser; ésta, por el contrario, es metafisfc;:a, porque abstrae. y es
de hablar de los Concilios, que afirman que Crlsto subsiste de dos naturalezas común a los entes inmateriales. De aquí resulta tamb1en que aquella prtmera
y en dos naturalezas. composición física es el fUndamento de la .t,ransmutación fí~~ca; , ~sta, en cambio,
6. Dejando, pues, a un lado las diferencias, según la opinión que afirma no, sino que de suyo abstrae de la corrupcmn o tra~smutac10n f1st.c~,, a no &er en
que la existencia y la esencia son realidades distintas, habría que afirmar que la cuanto es añadida a cosas en las que se da la prnnera compostc1on. Y de las
composición de existencia y de esencia conviene con las otras unívocamente en la otras composiciones metafísicas, hablando en general, se diferencia . porq~e se
razón común de composición verdadera y real de potencia real y de acto que ordena a un término diverso que es como un efecto formal. Y se d1ferenc1a en
pertenecen de algún modo al mismo género o predicamento, conviniendo, por concreto de la composición de naturaleza y subsistencia, porque ésta es real, aqué~
lo mismo, en la razón de composición en la que de muchas cosas se hace un lla, de razón; y de las otras composiciones de razón,. ~omo de la. de ~énero y
uno per se. Pero se diferencia en que el acto de esta composición no es propia- diferencia, etc., porque aquéllas de suyo hacen abstraccwn de. la ex1stenc1~ ac~ual
mente forma, ni sustancial ni accidental, sino que es un simple termino de la y son objeto de consideración también en el ente en potencm; en cambto, esta
esencia o un modo que le es intrinseco y proporcionado, y, consecuentemente, sólo se considera en la realidad actualmente existente.
se dife~encia también por parte del otro extremo, es decir, de la esencia, porque
no es una materia propia, sino una potencia receptiva de otra naturaleza y pro- Cómo la composición de existencia y de esencia es sólo de ta.zón
porcionada a tal acto.
8. Mas, contra esta explicación, suelen presentarse. algunas objeciones? :on
A la composición de existencia y de esencia se la llama composición cuya solución quedará más claro este problema. L? pnmera es porque, s1 esta
analógicamente es sólo una composición de razón, no se puede dec1r 9-ue pertenezca al con~epto
de la criatura; porque, o no es común a todas las cn~turas, o no es propta de
7. Mas, de acuerdo con nuestra sentencia, hay que decir qu~ _la composición ellas; efectivamente, la composición de razón es fingida por la razon; 1'-:ego
de existencia y de esencia sólo analógicamente se llama compos1c1ón, porque no adviene extrínsecamente a las criaturas; luego no pertenece a su concepto m se
es una composición real, sino de razón; en efecto, la composición real no se da puede llamar común a todas. Y si se la llama común, no en cuant~ es _pensada en
más que entre extremos distintos en la realidad misma; ahora bien, los extremos acto, sino en cuanto puede ser pensada respecto de todas las cnaturas, en este
aquí no son distintos en la realidad, según demostramos; luego la composición
de ellos no puede ser real. Y del mismo modo que el ente de razón no es ente esse realis. Sicut autem ens rationis non differt, generatim loquendo, quia ad diver-
est ens nisi analogice ac solo fere nomine, sum terminum quasi forrnalem effectum or-
que afferre potest, cur ex esse e.t es~enti~ genus seu praedicarnentum aliquo modo per- ita campositia haec non habet univocam dinatur. In particulari vera differt a com-
non compónatur una res. Item alloqm pan tinentibus, ideoque convenire etiam in ra- convenientiam cum compositione reali ma- positione ex natura et subsistentia, quia- haec
ratione diceret ex subsistentia et natura non tione compositionis qua fit per se unum ex teriae et formae, verbi gratia, sed analogam realis est, illa rationis _; ab aliis vera com-
fieri unum quid, quod plane est falsum, quia multis. Differre autem quia actus huius tantum proportianem. Atque haec est prima positionibus rationis, ut ex genere et dif-
suppositum substantiale est unum. Sequela compositionis non est proprie forma, nec et quasi generica differentia ínter hanc ~om­ ferentia, etc., quia illae ex se abstrahunt
patet argumento supra indicato, quia etiam substantialis neque accidentalis, sed simplex positionem et illam quae est ex matena et ab existentia actuali et considerantur etiam
haec compositio non est ex partibus substan- quidam terminus essentiae, vel modus in-. forma. Cum hac vera coniuncta est alia in ente in poten tia; haec vera consideratur
tialibus, sed ex essentia et termino seu mo- trinsecus et proportionatus illi, et conse- differentia, quae ad rem praesentem spectat, tantum in re actu existente.
do essenthe. Unde hic etiam urget ratio quenter etiam differre ex p:ute alterius ex- quod compositio ex materia et forma repe-
tremi, scilicet,. essentiae, quia non est pro- Quomodo ex esse et essentia compositio
thcologica, quia sequitur incs.rnationem non ritur tantum in corporibus et sensibilibus sit rationis tanmm
esse coinpositionem ex bis, quia est campo- pria materia, sed potentia receptiva alterius re bus; haec vera ex esse et essentia carn-
sitio ex natura et supposito, vel ex esse et rationis, et proportionata tali actui, munis est omnibus entibus creatis quae sunt 8. Sed contra hanc explicationem occur-
essentia. Atque ita etiam fit Christum non entia in actu; et ideo illa campositio phy- runt nonnullae abiectiones, quarum solutia-
Compositio ex esse et essentia analogice sica est, quia non abstrahit a materia se- nibus res haec magis declarabitur. Prima est
constare ex natura divina et humana, quod
est contra modum loquendi Conciliorum di~ dicitur compositio cundum esse; haec vera est metaphysica, quía, si haec est tantum rationis compositio,
centium Christum ex duabus et in duabus 7. At vera iuxta nostram sententiam di- quia abstrahit et communis est entibus im- non potest dici esse de ratione creaturae,
naturis subsistere. cendum est campositionem ex esse et essen- materialibus. Ex quo etiam fit ut illa prior quia vel non est ~ommunis omníbus crea~~­
6. Omissis ergo differentiis, iuxta apinio- tia analogice tantum compositionem appel- compositia physica fundamentum sit phy- ris, vel non propna earum; nam ca~pos1t1o
nem asserentem esse et essentiarn esse res lari, quia non est compositio realis, sed ra- sicae transmutationis; haec vera minime, sed rationis fingitur a ratione; ergo extnnsecus
distinctas, dicendurn esset compositionem ex tionis; compositio enim realis non est nisi ex se abstrahat a corruptione vel transmu- advenit creaturis; ergo non est de ratione
esse et essentia convenire cum aliis univoce ex extremis in re ipsa distinctis; hic autem tatione physica, nisi quatenus adiungitur re- earum nec potest dici omnibus camrnunis.
in comrnuni ratione verae et realis cornpo- extrema non sunt in re distincta, ut osten- bus in quibus prior compositio reperitur. Quod si dicatur communis> non quatenus
sitionis ex reali potentia et actu ad ídem dimus; ergo campositia ex illis non potest Ab aliis vera metaphysicis campositianihus actu cogitatur, sed quatenus circa omnes
Disputación XXXI.-Sección Xlll 193
192 Disputaciones metafísicas
composición es propia del ente creado, sin que pueda ser atribuida a Dios; en
sentido no será propiamente del ente creado sino que podrá también ser pensada efecto, su fundamento incluye una imperfección que repugna a Dios, el cual
o fingida en Dios; porque la composición ele
razón no está en contradicción con es ente actual por esencia, y ni~ es ni puede concebírsele como ente potencial,
la ,sLmplicidad_ real perfecta, y, por tanto, no está en contradicción con Dios. Pues porque la potencialidad misma de la esencia está en contradicción con Dios en
a~1 es como d_1cen ~os teólogos que las personas divinas están constituidas por rela- cuanto es Dios. Por ello, prescindiendo de la composición de razón en general,
clOnes o subs1stenczas personales, constitución que es en absoluto una composición concretamente de si, en cuanto es tal, está en contradicción con la perfección divina
de razón, ya, que las .rel~ciones se distinguen conceptualmente de la esencia, y las -porque acaso haya alguna que no lo esté, a no ser que sea cuestión de palabras
pers~nas estan const1tmdas y se concibe que están como compuestas por las y para evitar la inquina contra una palabra se llame constitución y no compom
relaCI.ones Y por la misma esencia; y en este sentido, algunos teólogos atribuyen sición, incluso de razón-, sin embargo la composición de razón que tiene en la
t~b1én a Dms la composición de género y diferencia. Y no han faltado tampoco realidad un fundamento que incluye imperfección repugna a Dios totalmente, y
qmenes pensasen que la existencia se distinguía racionalmente de la esencia, in- por este motivo los que opinan mejor de entre los teólogos niegan en Dios la
cluso en Dios. composición de género y diferencia, por más que sea de razón, por exigir en la
9. Se responde que esta composición de existencia y de esencia de tal modo realidad algún fundamento que implica imperfección, concretamente la limitación
es de ,_razón, que no es fingida por el entendimiento con absoluta gratuidad, sino de una perfección que pueda estar circunscrita por el género y la diferencia, según
que tle~:, algun fundamento en la realldad. Por consiguiente, se dice que esta se tocó en la disputación anterior. Por consiguiente, con mucho mayor razón le
compos1c1on pertenece al concepto de ente creado no en cuanto recibe su com- repugna a Dios la composición de existencia y de esencia. Y los que le atribuyen
pleción del entendim~ento o es pensada por él, sino' según el fundamento que tiene tal composición o distinguen conceptualmente en El la existencia y la esencia, o
e.n el ente creado mt~m.o; y este fundamento no es otro sino que la criatura no no conciben qué es Dios, o no comprenden suficientemente en qué consiste la
t1ene de por si .e~ ex1st1r actualmente, slno que únicamente es un ente potencial razón de esta composición, o no hablan de la distinción de razón de que ahora
que pu~de part1c1par d~ otro el ser; en efecto, de aqul resulta que la esencia hablamos nosotros, sino de la que puede concebirse entre la existencia y la
de la crmtura es concebida por nosotros como algo potencial, y la existencia como esencia en general en cuanto abstrae de Dios y de las criaturas.
un modo o acto por el que tal esencia se constituye como ente en acto. Y en 11. Objeción.- La segunda objeción puede ser que, de acuerdo con nuestra
este sentido se comprende perfectamente cómo esta composición pertenece a la sentencia, ni siquiera se puede pensar una composición de razón entre la exis-
esencia del ente creado, puesto que a su esencia corresponde el no tener el ser tencia y la esencia. Porque de suyo la composición de alguna cosa debe ser de
de p~r s!, sino sólo el poder participarlo de otro. Y digo que corresponde a su extremos reales, aunque ella misma sea de razón; pues no se la llama de razón
porque los extremos mismos sean inventados por la razón, sino- porque, aunque
esencm s1 .al ente cre~do se lo toma como ente .en acto, porque, si se lo considera
en potencia, no podra corresponder a su esencm el ser compuesto de este modo sean algo real, sin embargo en la realidad no son dos cosas, sino una sola; mas
porque en ello se encierra contradicción; sino que corresponderá a su esencia eÍ la esencia y la existencia ni son en la realidad ni pueden concebirse tampoco como
ser apto para existir con tal composición y no de otra manera, quedando con dos extremos reales, puesto que, cuando son dos extremos, en el grado en que
es~o ~ompleta la razón, propia d~ ente creado en acto y en potencia, la cual, son dos, el uno no está incluido en el otro; y a la esencia no se la concibe como
prmc1palmente, pretendmmos exphcar en toda esta disputación. extremo real más que en cuanto incluye la existencia, según dejamos antes expli-
10. !!n qué sentido es prop~a de las criaturas la composición de existencia y
de esencza.- A su vez, por lo d1cho se comprende fácilmente en qné sentido esta sentía. Qui vera ei talem compositionem
sit propria entis creati et Deo attríbui non
possit; nam fundamentum eius includit im- attribuunt aut in eo esse et essentiam ra-
creaturas excogitari potest, hoc modo non damentum non est aliud nisi quía creatura tione distinguunt, vel non concipiunt quid
erit propríe entís cre~ti, sed in Deo etíam perfectionem repugnantem Deo, qui cst ens
non habet ex se actu existere, sed tantum sit Deus, vel non satis intelligunt in quo
cogítari aut fingí poterit; nam compositio actu per essentiam, et neque est neque con-
est ens potentíale quod ab alio potest esse dpi potest ut ens potentiale, quia ipsa ratio huius compositionís consistat, vel non
rationis non repugnat perfects.e simplicitati participare; nam hinc fit ut essentia crea- loquuntur de distinctione rationis, de qua
reali, et ideo non repugnat Deo. Sic enim potentialitas essentiae Deo ut Deus est
turae concipiatur a nobis ut potentiale quid, repugnat. Quocírca, quidquid sit de compo- nunc agimus, sed quae excogitari potest in-
dicunt theologi personas divinas constituí esse vera ut modus seu actus quo talis es- ter esse et essentiam in communi prout
relationibus seu subsistentiis personalibus, sitione rationis in communi, an, quatenus
sentia ens in actu constituitur. Atque in hoc talis est, repugnet perfectioni divinae (nam abstrahit a Deo et creaturis.
quae constitutio plane est quaedam rationis sensu optime intelligitur quomodo haec com- 11. Obiectio.- Secunda obiectio esse pot-
composítio, nam relationes ratione distin- positio sit de essentia entis creati nam de fortasse aliqua non repugnat, nisi sit quaes-
tio de nomine et ad vitandam vocis invidiam est quia iuxta nostram sententiam nec com-
guuntur- ab essentia, et personae rebtionibus essentia eius est non habere es~e ex se, positio rationis excogitari potest ex esse et
et ipsa essentia constituuntur et quasi com- vocetur constitutio et non compositio, etiam
se~ solum posse participare illud ab alio. essentia. Nam compositio per se alicuius reí
poni intelliguntur; sic etiam theologi non- Dtco autem esse de esSentia eius, si ens rationis), tamen compositio illa rationís quae' 1
in re habet fundamentum includens ímper- esse debet ex extremis realibus, quamvis
nulli attribuunt Deo compositionem ex ge- creatum ut ens actu sumatur, nam si suma- ipsa ratíonis sit; non enim dicitur ratíonis
nere et differentia. Nec defuerunt etiam qui tur in potentia, non poterit esse de essentia fectionem, Deo plane repugnat, et hac ra- J
tiene, qui melius ex theologis sentiunt, ne- quia ipsa extrema per rationem ficta sínt,
putarent esse distinguí ratione ab essentia, eius esse hoc modo actu compositum nam sed quia, licet quid reale sint, tamen in re
etiam in Deo. in hoc involvitur repugnantia; sed e~it de gant in Deo compositionem ex genere et
differentia, tametsi rationis sít, quia requi- non sunt duo, sed unum; at vera essentia
9. Respondetur J hanc compositionem ex essentia eius esse aptum ad essendum cum et esse neque in re sunt, nec etiam concipi
esse et essentia ita esse rationis ut non ab tali compositione et non alíter, et in hoc rit in re aliquod fundamentum imperfectio-
nem includens, scilícet, limítationem per- possunt ut duo extrema realia, quia, quando
íntellectu mere gratis conficta sÚ, sed in re completur propria ratio entis creati in actu sunt duo extrema, eo modo quo sunt duo,
babeat aliquod fundamentum. Dicitur ergo vel in potentia, quam in tata hac disputa- fectíonis quae possit genere et differentia
circumscribi, ut praecedenti disputatione ta- unum non includitur in alío; essentia vero
haec compositio ess~ de ratione entis creati, tione praecipue declarare intendimus. non concipitur ut extremum reale nisi ut
non quatenus ab mtellectu completur vel 10. Compositio ex esse et essentia quali- ctum est. Sic ergo longe maiori ratione
repugnat Deo composítio ex esse et es- indudens esse, ut a nobis supra dictum
cogitatur, sed secundurn fundamentum quod ter creaturarum propria.- Rursus ex dictis
in ipso ente creato habet; hoc autem fun- intelligitur facile quomodo haec compositio DISPUTACIONES V - 13
-----.-
..... -~--

194 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Seccu5n XIII 195


cado; luego no puede concebirse a modo de. composició~ esta actualidad, que se sentido la sustancia es de algún modo compuesta según la razón, por ser reso-
entiende que la esencia recibe de la existencia. Y tal dlficu~tad urge mas :n la luble en los dos conceptos de <:_nte y de modo de perseidad, aunque en el con-
propia existencia creada; ésta es, en efecto, un ente ere~~ o, siendo, por lo m1s~o, cepto del modo esté necesariamente incluido el ente. Otro tanto, pues, se habrá
preciso que también en ella tenga lugar esta c?mposlclón, porque es potencial de decir en el caso presente. Y la confirmación por lo que respecta a la existencia
y puede a veces existir y a veces no existir, y, sm embargo, en ella no se pue~e puede resolverse de esa doble manera; pues, en primer lugar, puede decirse con
pensar la composición de esencia y existencia, porque, en otro caso, se entrana bastante probabilidad que la existencia actual, por el hecho mismo de estar
en un proceso al infinito. , ., abstraída del ejercicio de existir actualmente, se confunde con la esencia misma,
12. Solución.- En primer lugar se responde que pa;a la compos1c!On de y, por ello, a la existencia, en cuanto ejercida, no se la concibe como compuesta,
razón no es necesario que los extremos sean o se los conciba como entes reale~ sino como un modo simple que entra en la composición de un ente actual
actuales, sobre todo si se los concibe precisivamente y en cuanto el uno no esta creado. En consecuencia, cuando se dice que esta composición pertenece al con-
incluido en el concepto del otro, sino que basta con que los extremos sea~ unas cepto de ente creado, o se piensa que pertenece a aquello que se concibe como lo
razones reales aptas para existir de algún modo. Esto, se desct;bre ~an~fie~t~­ que existe, y no a lo que se concibe como la razón precisiva de ser, o se la
mente en la composición de razón de naturaleza espe~Ifi~a y d1fe!"enc1a md~vi­ concibe proporcionalmente, es decir, que esta composición pertenece al concepto
duante; pues la naturaleza específica, en cuanto prescmdtda ~e todas la~ dife- de ente creado, en cuanto mediante ella resulta compuesto o forma composición.
rencias mediante el concepto, no es ente en acto, smo que es solo ~na razon re~l O, en segundo lugar, se puede decir que en la existencia misma es posible con-
apta para estar actualmente en los individuos -y nos refe~imos a d,tch~ composi- cebir esta composición sin proceso al infinito, puesto que la existencia misma,
ción en cuanto es atribuida a las cosas reales, o en cuanto tte~e un termmo real~. mientras es razón de ser para la esencia, también lo es para sí misma, según se
Así, pues, el que los extremos sean entes real~s e;t acto, sm duda es nece~a.r;o dejó tratado con más amplitud anteriormente.
para la composición real· pero no lo es de mngun modo para la compostcwn
de razón .. Cabe, por lo ~ismo, distinguir una triple composición de. razón .. Una Cómo el ser de la criatura es un ser 1'ecibido
que resulta de los extremos en cuanto son entes en acto en la realidad misma,
por más que no sean distintos en ~cta. Otra q~e. se da entre extremos reales 14. La tercera objeción era la que se tocó en la referida razón segunda de
ciertamente por la aptitud o formalidad real ob¡euva, pero q.ue abstr~en de la la primera sentencia: que de lo dicho se sigue que el ser de la criatura no está
actualidad de la existencia. Finalmente, otra que es c?mo mter~edta, de .t~l recibido en potencia receptiva alguna, sino que es subsistente; de aquí se con-
manera que uno de sus extremos sea ~icam~nte una razon o esencia real pre~Isl­ cluía, además, que es perfectisimo e infinito, porque no tiene por qué limitarse.
vamente concebida y el otro sea una ex1stenc1a actual. Esta respuesta es magmfica La primera consecuencia se prueba porque, si en la realidad no se da la compo-
y bastante coherente con el modo de concebir. sición de esencia y existencia corno de potencia y acto, entonces en la realidad
13. En segundo lugar podría decirse que no toda com~osición de razón e~ el ser mismo no es un acto recibido en potencia; luego es irrecepto y subsistente
de extremos que se excluyan mutuamente, o de los que nmguno de ellos esta en sí mismo. Esta dificultad, en primer lugar, carece de valor para el ser de los
incluido en el concepto del otro, sino que basta con que el uno pueda ser pres- accidentes, ya que éste está recibido en un sujeto. Además, tampoco vale para
cindido del otro, por más que, al contrario, el otro no lo pueda. Pues en este el ser de la forma sustancial material, ya que también éste está recibido en la
materia, por la que puede ser limitado. Y casi por el mismo motivo no vale para
el ser del alma racional, porque, aunque no esté reci~ido en la materia como
est; ergo non potest co.ncipi per modUJ? apta ut sit actu in individuis (loquimur. au-
compositionis haec actuahtas quam essentm tem de illa compositione ut rebus reahbus
attribuitur seu ut habet terminum realero). Sic enim substantia est aliquo modo campo- essendi essentiae, etiam est ratio essendi sibi
intelligitur habere ab ~sse: Et urget~ a~­
plius haec difficultas m 1psamet extstentta Igitur qu;d extrema sint en~ia realia in actt;~, sita secundum rationem, quia resolví potest ipsi, ut in superioribus fusius tractatum est.
est quidem per se necessarm~. ad compost- in duos conceptus entis et modi per se,
creata; illa enim est ens creatum, unde ne- quamvis in conceptu modi necessario inclu- Quomodo esse creaturae sit esse receptum
cesse est ut etiam in illa locum habeat haec tionem realero; ad composltiOn~rn autem
rationis minime. Unde potest tnplex com- datur ens. Sic ergo dicetur in praesenti. Et 14. Tertia obiectio erat quae tacta est in
compositio · nam illa est potentialis, et pot- utroque modo potest confirmado de ipsa dicta secunda ratione primae sententiae, quía
est interd~m esse, interdum non esse, et positio rationis distinguí. Una q~ae. sit ex
extremis ut in re ipsa sunt entla m actu, existentia expediri; primo enim dici pot- ex dictis sequitur esse creaturae non esse
tamen in illa non potest intelligi compositio
ex essentia et esse, alias procederetur in in- licet no~ sint actu distincta. Alia, quae sit est satis probabiliter existentiam actualern, receptum in aliqua potentia receptiva, sed
inter extrema realia quidem aptitudine seu hoc ipso quod ab exercitio actualiter exi- esse subsistens; ex qua ulterius inferebatur
finitum. stendi abstrahitur, confundí cum ipsa esscn- esse perfectissimum ct infinitum, quía non
12. Dissolvitur.- Respondetur primo, formalitate reali obiectiva, abstrahentia ta-
men ab actualitate existentiae. Alia denique tia, et ideo existentiam ut exercitam non habet unde limitetur. Prima sequela proba-
non esse necessarium ad compositionem ra- concipi ut compositam, sed ut simplicem
quae sit quasi media, ita ut un~m ex~remum tur, quía si in re ex esse et essentia non
tionis ut extrema sint vel concipiantur tam- modum componentem ens in actu creatum. fit compositio tamquam ex actu et potentia,
quam entia realia actualia, praesert~ pra~­ cius sit solum ratio aut essentm reahs prae-
cise concepta, aliud v.ero sit exi~tentia actu~­ Quapropter, cum dicitur haec compositio ergo in re ipsum esse non est actus rece-
cise sumpta et quatenus unum non mcludt- esse de ratione entis creati, intelligitur vel ptus in potentia; ergo est irreceptus et in
tur in conceptu alterius, sed satis esse quod lis. Et ~1aec respons10 est opttma, et satis
1
conformis modo concipiendi. de eo quod concipitur ut id quod est, et se subsistens. Haec difficultas imprimís non
extrema sint ra¡iones aliquae reales aptae non ut praecisa ratio essendi, vel intelligitur
13. Secundo vera dici posset non omnem procedit de esse accidentium, nam hoc ~st
ad existendum aliquo modo. Quod patet curn proportione, scilicet, compositionem
aperte in compositione rationis ex natura compositionem rationis esse ex extremis recepturn in subiecto. Deinde non procedit
quae mutuo se excludunt, seu quort;~m neu- hanc esse de ratione entis creati, ut compo- de esse formae substantialis materialis, narn
specífica et differentia individuante; natura siti per illam, vel ut componentis. Vel se-
enim specífica, ut praecisa per conceptum ab trum includitur in conceptu altenus, sed hoc etiam receptum est in materia, a gua
satis esse ut unum possit ab alio praescin- cundo dici potest in ipsamet existentia pos- limitari potest. Atque eadem fere ratione
omnibus differentiis individuantibus, non est se concipi hanc compositíonem sine proces-
di, quamvis alterum e converso non possit. non procedit de esse animae rationalis, quia,
ens actu, sed solum ratio quaedam realis su in infinitum, quia ipsa, dum est ratio 1icet non recipiatur in materia ut pendens
196 Disputaciones metafísicas
Disputación XXXI.-Sección Xlll 197
dependiente de ella, sin embargo se le adapta y puede ser limitado por relación a
ella. De aquí se deduce también que la razón tiene mucho menos valor en el caso puede negarse en ninguna sentencia que el ser creado, si es sustancial y completo,
del ser de la materia misma, el cual es mucho más imperfecto que el ser de la es por su naturaleza subsistent~,- porque ni es inherente ni está sustentado por otro
forma y puede ser limitado por relación a la forma mejor que el ser de la forma alguno, sino que tiene como término su propia subsistencia. Y por distinguirse
misma por relación a la materia. Por eso casi esto mismo es lo que dicen sobre tal ser ex natura rei de esta subsistencia, y por deberle a ella el subsistir, por
la esencia y la existencia los que las distinguen realmente; dicen, en efecto, que eso lo llamo subsistente denominativa y no esencialmente. Este modo de ser sub-
la existencia es limitada por la esencia de la que es acto, y que la esencia lo sistente no descubre infinitud o ilimitación alguna en tal ser, puesto que se
es por la existencia, porque es su potencia receptiva. Con esto, además, cesará trata de un modo imperfecto de subsistir y que se une con cierta composición.
fácilmente la dificultad en lo que respecta al ser de la sustancia total compuesta, En cambio, del primer modo confesamos que sólo el ser de Dios es así subsis-
pues estará limitado por las partes que la componen, ya que no puede ser ilimi- tente en acto de un modo esencial y primario por si mismo, cosa que tiene en
tado lo que está compuesto de partes limitadas. virtud de su infinitud. Ni del hecho de que la composición de existencia y esencia
15. Por consiguiente, sólo queda el ser de los ángeles, respecto del cual hay no sea r~al en la criatura se sigue que su ser sea subsistente de este modo;
que confesar que en rigor no está recibido en un sujeto propiamente tal, ni según porque, s1 se trata del ser de la naturaleza sustancial, éste no subsiste más que
una parte, por ser indivisible, ni según su ser total, porque es sustancial y com- en virtud de un modo sobreañadido; y si se trata del ser de la subsistencia misma
pleto; sin embargo, puede decirse que está recibido en un supuesto ex natura reí éste propiamente no es subsistente, slno que es la razón de subsistir; por fin:
distinto del ser mismo de la esencia, siendo esto suficiente para que sea limitado si se trata del supuesto total, éste, sin duda, es subsistente, pero no lo es
y finito. Cabe explicar esto de la siguiente manera, porque, o hablamos del ser esencialmente de modo primario y adecuado, sino que lo es mediante algún otro
de la naturaleza angélica sola, o del ser de su subsistencia, o del ser adecuado término o modo suyo. Y así se da respuesta totalmente satisfactoria a la dificultad
del supuesto total. El ser de naturaleza está recibido en el supuesto que se dis- propuesta, aunque demos por admitidos algunos principios que todavía no han
tingue de ella misma ex natura rei, y por este concepto está limitado, ya que sido suficientemente demostrados, como que el ser subsistente es propio del ser
es incorporado a una composición, quedando limitado y determinado por ese divino, o que exija una perfección infinita.
modo concreto de subsistir. Por el contrario, el ser de la subsistencia misma 17. Mas, en otro sentido, cabría responder que el ser irrecepto puede ser
está limitado claramente por el hecho de ser sólo un modo de tal naturaleza" entendido de dos maneras: una, que sea irrecepto tanto en un sujeto como de
Finalmente., el ser completo de todo el supuesto, por estar compuesto de extre- un sujeto, y en este sentido no se sigue de nuestra sentencia que el ser de la
mos limitados, es preciso que sea también limitado. Por consiguiente, no es nece- criatura sea irrecepto, como es de por sí evidente; y de un ser con esas caracte-
sario que el ser de la criatura sea ilimitado, por más que no esté recibido en un rísticas se afirma con todo derecho que es infinito, porque es independiente y no
sujeto. participado, sino que más bien es la fuente de todo ser participado, y a un ser
16. Y la consecuencia que se infiere: que seria subsistente, es posible en- tal puede, con razón, Ilamársele de modo singular el ser mismo subs.istente,
tenderla de diversas maneras. Primero, que sea esencial y adecuadamente sub- puesto que, al no ser participado, existe y subsiste por sí mismo con toda la per-
sistente por si mismo. Segundo, que sea subsistente cuasi denominativamente en fección propia del acto de ser, siendo en este sentido legítima la afirmación de
virtud de un modo o término que le es intrínseco. De este segundo modo no que es propio de Dios el ser el mismo ser subsistente. De otra manera se puede
hablar de ser irrecepto en algo, aunque haya sido recibido de alguien, concediéndose
que de esta suerte el ser creado puede ser irrecepto; pero niego que se siga de
ab illa, tamen coaptatur illi et per habitu- esse essentiae, idque satis esse ut sit limi-
dinem ad illam limitari potest. Ex qua ulte- tatum et finitum. Quod in hunc modum pot- esse creatum, si sit substantiale et comple- primo et adaequate, sed per quemdam alium
rius fit multo minus procedcre rationem in est declarari, nam aut loquirnur de esse so,.. tum, natura sua sit subsistens, quia non est terrninum seu modum suum. Atque ita om-
esse ipsius materiae, quod multo est imper- lius naturae angelicae, aut de esse subsisten- inhaerens nec ab aliquo alio sustentatum, nino satisfit difficultati propositae, etiam si
fectius quam esse formae rnagisque potest the eius, aut de adaequato esse totius sup- sed propria subsistentia terminatum. Et quia admittamus nonnulla principia quae nondum
per habitudínem ad formam limitari quam positi. Esse naturae recipitur in supposito haec subsistentía ex natura rei distinguitur satis demonstrata sunt, ut quod esse sub-
esse ipsius formae per habitudinem ad ma- ex natura rei distincto ab ipsa, et ex hac a tali esse, et ab illa habet quod subsistat, sistens sit proprium divini esse, vel quod '
teriam. Unde hoc ipsum fere dicunt de es- parte limitatur, quía in compositionem tra- ideo voco íllud denominative subsistens et requirat infinitam perfectionern.
sentia et esse quí realiter illa distinguunt; hitur et per talem subsistendí modum limi- non essentialiter. Et hic modus esse subsi- 17. Aliter vera posset responded, dupli-
aiunt enim esse lirnitari per essentbm cuius tatur ac determinatur. Esse vera ipsius sub- stentis nullam indicat infinitatem vel illimi- citer intelligi esse irreceptum: uno modo,
est actus, ct essentiam per esse, quía est sistentiae ex eo clare limitatur quia solum tationem in tali esse, cum sit imperfectus quod sit irreceptum tam in aliquo quam ab
potentia :receptiva illius. Praeterea hinc faci- est modus quidam talis naturae. Deniquc modus subsistendi, et curo cornpositione aH- aliquo, et hoc modo non sequitur, ex nostra
le cessat illa difficultas in esse totius sub- completurn esse totius suppositi, cum com- qua. Priori autem modo fatemur solurn esse sententia, quod esse creaturae sit irreceptum,
stantiae compositae; limitabitur enim ex positum sit ex limitatis extremis, limitatum Dei esse sic subsistens actu, seipso essen- ut per se constat; et de tali esse recte dici-
partibus componentibus; non enim potest etiam esse necesse est. Sic igitur non opor- tialiter ac per se primo, quod habet ex tur esse infinitum, quía est esse independens
esse íllimitaturn quod ex limitatis partibus tet ut esse creaturae illimitatum sit, quamvis vi suae infinitatis. Neque ex eo quod in et non participatum, sed potius fans totius
consta t. sit irreceptum in subiecto. creatura compositio ex esse et essentia non esse participati, et tale esse merito singulari
15. Solum ergo restat esse angelorum, de 16. Quod vera infertur, fore subsistens, sit realis sequitur quod illius esse sit sub- modo potest appellari ipsum esse subsistens,
quo fatendum est non esse proprie receptum variis modis potest intelligi. Primo, quod es- sistens íllo modo; nam si sit sermo de esse quía, cum non sit participatum, ex se est ac
in subiecto proprie sumpto, nec secundum sentialiter et adaequate ac per seipsum sit naturae substantialis, hoc non subsistít nisi subsistit cum omni perfectione essendi, et
partero, quia est indivisibile, nec secundum esse subsistens. Secundo, quod sit subsistens per modum superadditum; si vero sermo sit hoc sensu recte dicitur esse proprium Dei
se totum, quia est substantiale et comple- quasi denominative per aliquem modum seu de esse ipsius subsistentiae, illud non est quod sit ipsum esse subsistens. Alio vero
tum; dici tamen potest illud esse receptum terminum sibi intrinsecum. Hoc posteriori proprie subsistens, sed ratio suhsistendi; si modo dici potest esse irreceptum in aliquo,
in supposito ex natura rei distincto ab ipso modo in nulla sententia negari potest quin denique sit sermo de toto supposito, illud quamvis sit receptum ab aliquo, et hoc
quidem est subsistens, non tamen per se modo conceditur esse creatum posse esse
198 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección XIII 199

aquí que sea ilimitado e infinito. Bien porque~ aun siendo irrecepto en un sujeto, sino que para ella basta la distinción de conceptos con fundamento en la realidad,
sólo es subsistente mediante alguna composición con la subsistencia misma, de y de este modo -si queremos coincidir con muchos en la manera de expresar-
lo cual no se puede inferir la infinitud" según se explicó en la respuesta primera; nos- podemos admitir que la esencia es hecha finita y limitada en orden al ser,
bien Hsiroismo porque no sería acto puro, sino por participación. Pero ----dicen-· y, viceversa, que el ser mismo se hace finito y limitado por ser un acto de tal
si el ser es participado, entonces es participado por algo; luego es participado esencia. Porque, bajo razones distintas o en un género diverso de causas') este
por la esencia de la que es el ser; luego es necesario que sea distinto de ella y que círculo no es contradictorio; del mismo modo que en la propia esencia distin-
forme con ella una composición real. Se responde, tornándolo de Alejandro de guimos el género y la diferencia por la que la especie se constituye y limita a
Hales en el lugar antes citado, que, cuando se dice que el ser creado es por una perfección concreta y de magnitud determinada; y de la diferencia misma,
participación, no hay que imaginar que una cosa sea la que participa, como la en cuanto es diferencia, se puede decir que está limitada en orden a ese género
esencia~ Y ot1'a la que es participada, como la existencia~ sino que la realidad es concreto, del que es acto, y viceversa. En cambio, hablando en el plano fisico,
una sola cosa e idéntica de modo participado y por virtud de otro como por la si la esencia es simple, sustancial y completa, corno es el caso de la sustancia
vi1'tud de un agente, puesto que esta realidad de suyo no está más que bajo angélica, no necesita en realidad de algo fuera de sí misma que la limite formal e
un modo de posibilidad; mas el existir y poder ser llamado acto, esto se lo debe intrínsecamente, sino que, igual que la sustancia compuesta está limitada por
a la virtud del agente. Y se explica esto mismo en la propia esencia o sustancia sus componentes o principios intrínsecos -de los que no se distingue realmente,
creada, pues es esencia y sustancia por participación, no porque esté participada si se los considera conjuntamente y unidos-, lo cual no es más que estar intrín-
por otra realidad o sustancia subjetivamente -por así decirlo-') sino sólo porque secamente limitada por su entidad, así también la sustancia simple creada está
procede eficientemente de la sustancia divina, de la que es una cierta participación. física y realmente Iirñitada por sí misma. Y esta limitación la tiene, o en potencia,
18. Mas se instaba por el hecho de que un ser no recibido en algo no tiene antes de ser producida, o en acto') cuando es producida. Por tanto, al no ser la
por qué ser limitado; porque ni lo es por una potencia receptiva ni por diferencia existencia otra cosa que la esencia en cuanto constituida en acto, del mismo
alguna que lo contraiga. A esto podría responderse suficientemente con una sola modo que la esencia actual está formalmente limitada por sí misma o por sus
afirmación: que es limitado y finito por sí mismo y en virtud de su propia principios intrínsecos, así también la existencia creada tiene la limitación por la
entidad, y que no necesita de algo realmente distinto de sí mismo que lo limite esencia misma, no en cuanto es la potencia en la que es recibida, sino porque
o lo contraiga') sino que en virtud de su entidad formal es intrínsecamente por en realidad no es otra cosa más que la misma esencia actual.
su naturaleza de esa magnitud determinada de perfección; y que extrínsecamente
es limitado por Dios, ya sea eficientemente, por recibir de él esa determinada
perfección de ser y no una mayor') ya sea como por causa ejemplar) por estar Entre las existencias hay dive1'sidad esencial
conmensurado a una determinada idea divina que representa esa perfección en
magnitud y no una mayor. Pero, para explicar más esto, podemos distinguir una 19. Con esto se comprende que, igual que las esencias de las cosas creadas se
doble contracción o limitación, una metafísica y otra física. La contracción meta- diferencian en especie') así también se diferencian las existencias, cosa que no
física no exige distinción actual ex natura rei entre lo contraído y lo que contrae, niegan incluso los que opinan que la esencia y la existencia son realidades dis-
tintas. Porque más bien lo que afirman es que las diferencias de las esencias,
sobre todo en las sustancias inmateriales, están tomadas del orden a las diversas
irreceptum; nego tamen inde sequi quod re vel substantia participetur subiective (ut existencias, según se ve en Cayetano, In De ente et essentia, c. 6, lo cual no
sit illimitatum ac infinitum. Tum quía, licet sic dicam), sed solum quia effective est a
sit ineceptum in subiecto, solum est subsi- divina substantia, cuius est quaedam parti- ad illam sufficit distinctio ·conceptuum cum mitari, ita substantia simplex creata_ physice
stens per compositioncm aliquam cum ipsa cipatio. aliquo fundamento in re, et hoc modo (si ac realiter seipsa limitata est. Quam limita-
subsistentia; ex qua non potest colligi infi- 18. Sed instabatur quia esse non re- velimus cum multis loqui) admittere pos- tionem habet, vel in potentia antequam fiat,
nitas, ut in priori responsione declaratum ceptum in aliquo non habet unde limitetur; sumus essentiam finiri et limitari in ordine vel in actu cum fit. Unde cum existentia
est; tum etiam quia non esset purus actus, quia neque a receptiva potentia, neque ab ad esse et, e converso, ipsum esse finiri nihil aliud sit quam essentia in actu consti-
sed per participationem. Sed, inquiunt, si aliqua differentia contrahente. Ad hoc uno ac limí~ari quía est actus talis essentiae. tuta, sicut essentia actualis per seipsam vel
esse est participatum, ergo ab aliquo parti- verbo sufficíenter responderi posset, seipso Nam sub distinctis rationibus seu in diverso per sua intrínseca principia est forrpaliter
cipatur; ergo participatur ab essentia cuius et ex vi entitatis suae esse limitatum et genere causarum, non repugnat hic circulus; limitata, ita etiam existentia creata limita-
est esse; ergo oportet esse distinctum ab finitum, neque tndigere aliquo limitante vel sicut in ipsamet essentia distinguimus genus tionem ñ.abet ex ipsa essentia, non ut est
illa et realem compositionem cum illa facere. contrahente in re distincto a seipso, :;¡ed et differentiam, per quam species constitui- potentia in qua recipitur, sed quía in re
Respondetur ex Alexand. Alensi supra, quan- intrinsece natura sua esse tantae perfectio- tur ac limitatur ad talem ac tantam perfe- nihil aliud est quam ipsamet actualis es-
do esse creatum dicitur esse per participa- nis per suam formalem entitatem, extrinse- ctionem, et ipsa differentia, ut differenth sentia.
tionem, non esse imaginandum quod una ce vcro limitari a Deo, vel effective, quia est, dici potest limitari in ordine ad tale
res sit quae participat, sicut essentia, et alia ab eo recipit tantam perfectionem essendi genus, cuius est actus, et e converso. At lnter existentias dari essentialem
quae participatur, sicut esse, sed quia una et non maiorem, vel ut a causa exemplari, vera, physice loquendo, si essentia sit sim- diversitatem
et eadem res est realitas modo participato quía commensuratur tali ideae divinae re- plex, substantialis et completa, ut est sub- 19. Ex bis intelligitur, sicut essentiae re-
et per vim alteríus, sicut per vim agentis; praesentanti tantam perfectionem et non stantia angelica, revera non indiget aliquo rum creatarum differunt specie, ita etiam
haec enim realitas de se non est nisi sub maiorem. Ut vera hoc magis declaretur, di- formaliter ac intrinsece limitante, praeter existentiae, quod non negant etiam illi qui
modo possibili; quod autem sit et possit stinguere possumus duplicem contractionem seipsam; sed sicut substantia composita li- opinantur essentiam et existentiam esse res
vacarí actus, hoc habet per vim agentis. Et seu limitationem, unam metaphysicam, et mitatur a suis intrinsecis componentibus seu distinctas. Nam potius asserunt düferentias
declaratur hoc ipsum in ipsamet essentia vel alteram physicam. Metaphysica contractio principüs (a quibus simul sumptis et unitis essentiarum, praesertim in substantiis im-
substantia creata; est enim essentia et sub- non requirit distinctionem actualem ex na- in re non distinguitur), quod nihil aliud est materialibus, sumí per ordinem ad diversa
stantia per participationem, non quia ab alia tura rei inter contractum et contrahens, sed quam per suammet entitatem intrinsece li- esse, ut sumitur ex Caietano, de Ente et
200 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección Xlll 201
podría ser verdad .si no hubiese diversidad en las existencias mismas. Además, una existencia guarda con las demás la misma proporción que tiene una esencia
porque ellos dicen que la existencia se compara a la esencia, o como al priri- con las otras.
cipio intrínseco de que dimana, o como a su receptáculo propio y connatural; 20. Sin embargo, como allí mismo dice Escoto, no es necesario distinguir
luego es necesario que bajo las dos razones la existencia sea proporcionada a la las diferencias de las existencias de las diferencias de las esencias, ni distinguir
esencia, y que, consecuentemente, haya tanta distinción entre las existencias cuanta coordinaciones predicamentales, puesto que éstas sólo se distinguen propiamente
es la que hay entre las esencias. Y esto es mucho más necesario de acuerdo con en aquello que es o que tiene razón de ente completo en cada predicamento,
nuestra sentencia, porque, si la existencia no es en la realidad otra cosa que la o en lo que se concibe como un ente completo; y a la existencia no la
esencia actual, igual que las esencias actuales se distinguen en especie, así también concebimos como lo que es, sino como un modo simple por el que la esencia se
es necesario que se distingan las existencias. Se objetará: luego, igual que en constituye en la razón de ente actual. Del mismo modo que también entre
las esencias se distinguen géneros y especies, del mismo modo se podrán dis- las propias diferencias se puede concebir alguna mayor conveniencia de algunas
tinguir en las existencias; porque, así como todas las esencias creadas con- entre sí que con otras, y, sin embargo, no distinguimos en ellas el concepto
vienen en la razón común y trascendental de esencia, así también todas las de género y el de diferencia, sino sólo los modos simples por los que cada
existencias convienen en la razón común de existencia, y del mismo modo que diferencia se determina a su razón propia y cuasi específica. Otro tanto, por
algunas esencias tienen mayor conveniencia entre sí que con otras, y luego se consiguiente, se ha de pensar de las existencias, en cuanto metafísicamente son
diferencian entre sí, tomándose de esto los diversos géneros y diferencias de las concebidas por nosotros como modos de las esencias; en efecto, se las puede
esencias, así también convienen entre sí más las existencias, por ejemplo, de los concebir bajo una razón o concepto que sea más o menos común o propio;
ángeles, de lo que convienen con las existencias de los hombres, mientras que, sin embargo, esos conceptos en particular no tienen razón de género y de especie
a su vez, se diferencian esencialmente entre sí; luego será posible abstraer de en una consideración propia, sino que, o se reducen a éstos, o se comportan
ellas los conceptos de género y diferencia. La respuesta es que sin duda es más bien como un concepto trascendental y su modo. Y de esta suerte puede
verdad que hay mayor conveniencia o semejanza entre algunas existencias que también concebirse metafísicamente que cada esencia creada está limitada por
entre otras, e incluso que en esto se guarda prácticamente la misma proporción el modo propio y particular por el que se determina a esa existencia concreta.
entre las existencias que entre las esencias, debido a las razones antes dichas. Esta abstracción y determinación de conceptos no está en contradicción con la
Por eso también Cayetano, In De ente et essentia, c. 4, poco antes de la q. 6, actualidad de la existencia, porque, aunque la existencia se compara en orden
afirma que la existencia actual está constituida por los principios propios del a la esencia como el acto a la potencia objetiva, sin embargo en la existencia
mismo ente, y que, por eso, no tiene una naturaleza extraña a la del ente mismo. actual misma se puede concebir la semejanza y diversidad con otra existencia, la
De aquí se deduce necesariamente que guarda con las existencias de las otras cual juntamente con la distinción de razón sea suficiente para servir de fundamento
cosas la misma proporción de semejanza y diferencia que se da entre las natu- a los conceptos antes dichos.
ralezas o esencias. Y Escoto, In 11, dist. 3, q. 3, afirma que el ser de la existencia,
en el mismo grado en que se distingue del ser de la esencia, no es, de suyo, dis- ¿Cuál es más perfecta, la esencia o la existencia?
tinto ni determinado, sino que se determina en virtud de la determinación de la
esencia. De aquí resulta también que la existencia es tal cual es la esencia, y que 21. Con esto, por fin, se comprende lo que hay que opinar respecto de la
comparación discutida por muchos entre la esencia y la existencia, a ver cuál
essentia, c. 6, quod non posset esse verum, niunt inter se existentiae, verbi gratia, ange-
nisi in ipsis existentiis esset diversitas. Itero, lorum, quam cum existentiis hominum, et
quia ipsi aiunt existentiam comparari ad es- rursus inter se essentialiter differunt; pote- esse ad alia, qualem habet una essentia ad prio; in particulari tamen illi conceptus non
sentiam, vel tamquam ad principium intrin- runt ergo ab eis abstrahi conceptus generis alias. habent rationem generis et speciei proprie
secum a quo manat, vel tamquam ad pro- et differentiae. Respondetur in re quidem 20. Nihilominus tamen (ut ibídem ait sumpti, sed vel ad haec reducuntur, vel se
prium et connaturale susceptivum; ergo sub verum esse maiorem convenientiam seu si- Scotus) non oportet distinguere differentias habent potius ut conceptus transcendentalis
utraque ratione necesse est ut existentia sit militudinem reperiri inter quasdam existen- existentiarum a differentiis essentiarum, ne- et modus eius. Atque ita potest etiam me-
proportionata essentiae, et consequenter quod tías quam ínter alias, immo in hoc eamdem que praedicamentales coordinationes, quia taphysice intelligi unamquamque existen~
tanta sit distinctio ínter existentias, quanta fere servari proportionem inter existentias et haec solum distinguuntur proprie in eo quod tiam creatam limitari per proprium et par-
est ínter essentias. Hoc autem multo magis inter essentias, propter rationes factas. Unde est seu quod habet rationem completi en!is ticularem modum per quem ad talem exi-
necessarium est iuxta nostrarn sententiam, etiam Caietanus, de Ente et essentia, c. 4, in unoquoque praedicamento, seu quod con- stentiam determinatur. Neque haec abstra-
quía si existentia in re nihil aliud est quam paulo ante q. 6, ait actualem existentiam per cipitur ut ens completum; existentia autem ctio et determinatio conceptuum repugnat ac-
essentia actualis, sicut essentiae actuales spe- propria principia ipsíus entis constituí, et non concipitur a nobis ut id quod est, sed tualitati existendae, quía quamvis exlstentia
cíe distinguuntur, ita necesse est existencias ideo non esse extraneae naturae ab ipso ut quidam simplex modus qua essentia con- in ordine ad essentiam comparetur ut actus
distinguí. Dices : ergo sicut in essentiis di- ente. Ex quo necessario fit habere eamdem stituitur in ratione actualis entis. Sicut etiam ad potentiam obiectivam, nihilominus in ip-
stinguuntur genera et species, ita possunt in proportionem similitudinis et differentiae ad inter ipsas differentias potest intelligi maior sa existentia actuali potest concipi similitudo
existentiis distinguí; nam, sicut omnes es- existentias aliarum rerum quae est inter aliqua convenientia aliquarum inter se quam et diversitas cum alia existentia, quae sufficit
sentiae creatae conveniunt in communi et ipsas naturas seu essentias. Et Scotus, In II cum aliis, et nihilominus non distinguimos ad fundandum praedictos conceptus cum sola
transcendentali ratione essentiae, ita existen- dist. 3, q. 3, ait esse existentiae, eo modo in eis conceptum generis et differentiae, sed distinctione rationis.
tiae omnes in communi ratione existentiae, quo distinguitur ab esse essentiae, non esse solum simplices modos quibus unaquaeque
et sicut quaedam essentiae magis inter se ex se distinctum nec determinatum, sed de- differentia determinatur ad propriam et qua- Utra sit perfectior, essentia vel
conveniunt quam cum aliis, et deinde ínter terminad ex determinatione essentiae. Ex si specificam rationem. Sic igitur intelligen- existentia
se differunt, et inde sumuntur varia genera qua etiam fit ut tale sit [esse]l qualis est es- dum est de existentiis, quatenus metaphy- 21. Atque hinc tandem intelligitur quid
et differentiae essentiarum, ita plus conve- sentía, talemque proportionem servare unum sice a nobis concipiuntur ut madi essentia- sentiendum sit in illa comparatione quae a
rum; possunt enim concipi sub ratione se u multis controvertitur ínter essentiam et exi-
1 Esta palabra falta en algunas ediciones. (N. de los EE.) conceptu magis vel minus communi et pro- stentiam, utra illarum perfectior sit. Quae
202 Disputaciones metafísicqs Disputación XXXI.-Sección XIII 203

de las dos es más perfecta. Esta comparac10n propiamente sólo tiene cabida en actualida~ en la ese~cia c?nsid7rada e.n sí misma; luego seria posible que supe-
la opinión que admite la distinción real entre la esencia actual y la existencia, rase en esta a la extstencta. N1 const1tuye un inconveniente el que la existencia
dándose variedad de posiciones incluso entre los que siguen dicha sentencia. Pues ~ea :puesta como tér~ino o .mod~ de la esencia, ya que de aquí sólo puede
algunos piensan que en toda realidad la existencia es más perfecta que la esencial mfenrse una superacmn relativa; 1gual que la subsjstencia es también un modo
por ser tal la actualidad de aquélla, que sin ella la esencia no tendría perfección o término de la esencia, y, sin embargo, es en :absoluto menos perfecta aunque
alguna. Por eso dijo Santo Tomás, I, q. 4, a. 1, ad 3, que el ser mismo es lo relativamente la supere, en cuanto la actualiza, como veremos luego. '
más perfecto de todas las cosas, puesto que a todas se compara como acto, ya 23. Pero, aunque: esta razóri resulte apremiante ad hominem o en virtud de
que nada tiene actualidad a no ser en cuanto es. Y en favor de la misma sen- unos principios concedidos, sin embargo, hablando en absoluto, la sentencia contra-
tencia se aduce a Dionisia, c. 5 De divin. nomin., quien dice que el ser mismo es ria implic.a o;ra contradicción, a ~aber, que 1~ esencia actual en cuanto tal incluye
la más grande de todas las perfecciones que recibimos de Dios. Y Aristóteles, formal e mtrmsecamente la actualidad en el genero del ente y está fuera de la nada
VIII Ethic., c. 11, llama al mismo ser el beneficio más grande de Dios. si~ incl"':lir en el mismo grado la e~iste~cia, ~iendo asi que el concepto propio de
22. Por el contrario, otros pretenden que la entidad de la esencia es más existencia actual no se puede concebu m exphcar a no ser por la actualidad primera
perfecta, puesto que en cada cosa es como su sustancia, dado que la existencia por la que el ente en acto se distingue del ente en potencia, según dejamos probado
es sólo un término o modo de ella. Y realmente de suyo es increíble que se dé antes extensamente. Por consiguiente, hay repugnancia manifiesta cuando se dice
en el hombre alguna entidad connatural más perfecta que el alma racional según que la esencia, prescir:dida .la existencia, inclt_Jye una perfección actual, en la que
la esencia de ésta, en virtud de la cual es a imagen de Dios, poseyendo mediante puede superar a la existencia. En consecuencia, por más que esta comparación se
ella la virtud formal y principal de producir sus operaciones más perfectas. plantee propiamente en el nivel de la realidad misma, una vez supuesta la distinción
Además) si queremos argumentar teológicamente, el Verbo -según la opinión de real, no obstante no se puede decir nada consistente o congruente en ella, en conso-
éstos- asumió la esencia de hombre y no la existencia; luego si la existencia nancia con la sentencia expuesta. En cambio, suponiendo que la existencia no se
es aquello que hay más perfecto en el hombre, se deduce que el Verbo asumió distingue realmente de la esencia, es evidente que no hay lugar para la referida
lo que en el hombre es menos perfecto, habiendo dejado sin asumir lo que es ~omp_aración, atendiendo a la realidad misma y a la esencia actual, porque, al
más perfecto, cosa que es sobremanera absurda. Finalmente, en consonancia con 1dentlficarse, la una no puede ser más perfecta que la otra o menos perfecta. Y si
la opinión dicha, hay que afirmar necesariamente que la esencia actual tiene una se compara a las dos según la razón o la precisión de la mente, la existencia es
entidad propia que está formal e intrínsecamente fuera de la nada, y no lo está preferida a la esencia, porque, hecha precisión de la existencia, no se concibe
en virtud de la existencia misma, según quedó demostrado antes, porque, de lo que permanezca la esencia en acto, sino sólo en potencia, y porque nada hay
contrario, en la esencia no es concebible una entidad propia en la que se distinga perfecto en acto a no ser lo que existe en acto, afirmándose, ·por ello, que el
de la existencia. Mas, una vez admitido esto, se trastrueca totalmente el funda- ser mismo es la perfección de todas las perfecciones y la mayor de todas. Este
mento por razón del cual se podría pensar que la esencia es de menor perfección es el modo como interpreta a Dionisia Santo Tomás, q. 20 De verit., a. 2, ad 3,
que la existencia, concretamente el que de ella recibe toda la actualidad en la donde dice que el ser es calificado como más excelente que el vivir o el entender
razón de ente; esto, en efecto, es falso y es una afirmación inconsecuente con si la comparación se hace una vez que por el entendimiento hemos separado del
dicha sentencia, por el hecho de que hay que admitir necesariamente alguna vivir el ser. Por tanto) si la comparación se hace entre la existencia concebida

collatio propríe solum habet locum in opi- sentiam eius, secundum quam est ad ima-
ginero Dei, per quam habet formalem ac nenda est aliqua actualitas in essentia se- actualem perfectionem in qua potest existen-
nione quae admittit distinctionem in re inter cundum se; posset ergo in illa superare tiam superare. Quapropter, licet haec com-
essentiam actualem et existentiam; estque principalem virtutem efficiendi operationes
suas perfectissimas. Item si theologice argu- existentiam. Neque obstat quod existentia paratio in re ipsa proprie fiat, supposita in
diversitas opinionum etiam inter auctores ponatur ut terminus vel modus essentiae, re distinctione, nihil tamen firmum aut con-
qui illam sententiam sequuntur. Quidam mentari velimus, Verbum (iuxta eorum opi-
nionem) assumpsit essentiam hominis et non quia inde solum potest colligi excessus se- stans in ea dici potest, iuxta praedictam
enim sentiunt in omni re existentiam esse cundum quid; sicut etiam subsistentia est sententiam. At vera, supponendo existentiam
perfectiorem essentia, quía est talis actuali- existentiam; ergo, si existentia est id quod
est perfectissimum in homine, sequitur as- modus et terminus essentiae, et nihilominus in re non distinguí ab essentia, constat non
tas eius sine qua essentia nullam haberet est simpliciter minus perfecta, licet secun- habere locum praedictam comparationem, se-
perfectionem. Propter quod dixit D. Tho- sumpsisse Verbum id quod in homine est
minus perfectum; quod autem perfectissi- dum quid eam superet, quatenus illam ac- cundum rem ipsam et de essentia actuali
mas, I, q. 4, a. 1, ad 3, quod ipsum esse est tuat, ut inferius videbimus. loquendo, quia cum sint idem, non potest
perfectissimum omnium; comparatur enim mum est inassumptum reliquisse, quod est
valde absurdum. Tandem (iuxta illam sen- 23. Sed quamquam haec ratio ad homi- una esse perfectior altera vel minus perfecta.
ad omnia ut actus. nihil enim habet actua- nem seu ex concessis principiis urgcns sit, Quod sí secundum rationem aut praecisio-
litatem, nisi in quántum est. Et in 'eamdem tentiam) necessario dicendum est essentiam
actualem habere propriam entitatem quae tamen, absolute loquendo, involvit contraria nem mentís illa duo comparentur, praefertur
sententiam trahitur Dionys., c. 5 de Divin. sententia aliam pugnantiam, nimirum, quod existentia essentiae, quía praecisa existentia
nom., dicens quod ipsum esse est maxima formaliter et intrinsece est extra nihil, et
non per existentiam ipsam, ut in superiori- essentia actualis ut sic formaliter et intrin- non intelligitur manere essentia in actu, sed
omnium perfectionum quas a Deo recipimus. sece includat actualitatem in genere entis potentia tantum, et quia nihil est actu per~'l
Et Aristoteles, VIII Ethic. c. 11, vocat ip- bus ostensum est, quia alias non potest' in
~itque extra nihil, et quod non eodem modo fectum nisi _quod act~ est, ideo dicitur ipsunWJ
sum esse maximum Dei benefidum. essentia concipi propria entitas in qua ab
existentia distinguatur. Hoc autem pasito, mcludat existentiam, cum proprius conceptus esse perfectw perfecttonum omnium et ma-
22. Alii vera contendunt entitatem essen- act~alis existentiae nec intelligi nec decla- xima omnium perfectionum. Et hoc modo
tiae esse perfectiorem, quia est in unaquaque evertitur omnino fundamentum ob quod
censeri posset essentia minoris perfectionis ran possit nisi per primam actualitatem qua interpretatur Dionysium D. Thomas, q. 20
re veluti substantia eius, nam existentia so- ens m actu distinguitur ab ente in potentía de Veritate, a. 2, ad 3, ubi ait esse dicí no-
quam exis_tentia, nimirum, quía ab illa ha-
lum est quidam modus seu terminus eius. t.l.t in superioribus late proba:tum est. Invol~ bilius quam vivere vel intelligere, si fiat com-
Et revera per se est incredibile esse in ha- bet omnem actualitatem in ratione entis;
est enim hoc falsum et non consequenter vitur ergo manifesta repugnantia, cum dici- parado. separata per intellectum esse a vive-
mine entitatem aliquam ei connaturalem tur essentia, praecísa existentia, includere
dictum in illa sententia, quía necessario po- re. Quapropter, si comparatio fiat inter exi-
perfectiorem anima rationali secundum es-
Disputación XXXI.-Sección XIII 205
204 Disputaciones metafísitas
nos referimos al accidente propio realmente distinto de la sustancia-. Por eso,
precisivamente como un modo, y la esencia como existente en acto, entonces la aunque consideremos la naturaleza sustancial como existente de un modo sobre-
esencia se concibe como algo más perfecto, puesto que se la concibe como natural, como es el caso de la h1.!J11anidad en el Verbo, también en ella encontra-
aquello que es o como lo que incluye la perfección total de la esencia y de la remos la composición real, no sólo entre sus partes, sino también con el Verbo
existencia. y con el modo de unión que tiene con el Verbo. Y de manera similar en la forma
accidental que existe de modo sobrenatural, como pasa con la cantidad de la
Qué composición pertenece al concepto del ente creado Eucaristia, encontraremos -según la sentencia más probable- la composición por
identidad del accidente con el modo de existir per se, identidad incompatible
24. La cuarta objeción era la que se propuso en la tercera razón, en la con el modo de inherencia actual.
sec. 1, a favor de la segunda sentencia. Se pregunta en ella a ver si ~g~,na 26. Además, en todo ente creado es necesaria la dependencia actual respecto
composición pertenece al concepto de ente creado, y cuál sea esa compos1c10n. de la causa primera, dependencia que se distingue ex natura rei del ente que
En este problema hay que advertir brevemente que se puede hablar, o de la es producido o conservado por ella, y, por tanto, constituye con él una compo-
composición según razón, o de la composición real, la cual resulta de cosas sición real, la cual es inseparable de todo ente creado actualmente existente,
distintas realmente o ex natura reí. Además, nos podemos referir al ente creado, porque ni un ente tal puede existir sin alguna dependencia, ni la dependencia
o en cuanto existe en la realidad misma, o en cuanto mentalmente es orescindido misma puede existir sin algún término. Por fin, es probable que no sea posible
medjante alguna razón, precisión que a veces se puede fundar en algun~ distinción ente alguno creado que no tenga en la realidad misma alguna composición de
que se dé en la realidad misma, como cuando del supuesto prescindimos la natu- sujeto y de accidente, porque, si el ente en cuestión es un verdadero accidente
raleza, o del accidente prescindimos la sustancia; mientras que, a veces, puede o un modo real accidental, exige necesariamente un sujeto con el que constituya
fundarse en alguna conveniencia o propiedad o eminencia de la cosa sin distinción composición, como es de por sí evidente; si, por el contrario, se trata de la sustan-
actual, como cuando de la diferencia prescindimos el género, y otros casos se- cia, por ser necesariamente finita, debe necesariamente tener un lugar determinado
mejantes. o un donde o presencia local según la cual sea capaz de recibir mutación, siendo,
25. Hay que afirmar, por tanto, que al concepto de ente creado existente por lo mismo, preciso que se distinga de ella y que forme composición con ella.
en la realidad misma pertenece la composición de razón, o más bien el funda- Y por el mismo motivo puede constituir composlción con los accidentes real-
mento de ésta; efectivamente, en este sentido la composición de existencia y de mente distintos. Mas que esto sea necesario en cualquier sustancia creada o crea-
esencia pertenece al concepto de ente creado, según se explicó antes. Hay que ble, no está suficientemente claro ni parece que pueda demostrarse por el solo
decir, asimismo, que no hay ningún ente creado que, tal como existe en la concepto de ente creado en cuanto tal, aunque sea más probable· la sentencia que
realidad, no incluya alguna composición real, hablando en un plano natural; afirma esto, sobre la cual hemos dicho algunas cosas antes, disp. XVIII, al tratar
pero esta composición no es de existencia y de esencia, sino de otras realidades de las potencias, que son los principios próximos mediante los que obran las
o modos reales. Se explica por inducción; en efecto, la sustancia creada, en cuanto criaturas, y luego añadiremos algunas al ocuparnos de la cantidad y de la cua-
existe naturalmente en la realidad, incluye la composición de naturaleza y su- lidad. Con esto, pues, queda suficientemente claro que en todo ente creado, tal.1
puesto, de la· que se hablará luego; a su vez, el accidente, al existir naturalmente como existe en la realidad misma, se da una composición real, la cual no s~'
en un sujeto, incluye la composición con él, y en sí mismo incluye la composición
con la misma inherencia actual como con un modo propio de su entidad -pues prio accidente realiter a substantia distincto). s1t10nem aliquam ex subiecto et accidente,
Quocirca, etiamsi consideremus substantialem nam si tale ens sit accidens verum aut mo-
stentiam, praecise conceptam ut modum, et in aliqua convenientia vel proprietate aut naturam supernaturali modo existentem, ut dus realis accidentalis, necessario requirit
essentiam ut actu existentem, sic essentia eminentia rei absque actuali distinctione, ut est hurnanitas in Verbo, etiam in illa inve- subiectum curn quo faciat compositionem, ut
concipitur ut quid perfectius, quía concipi- quando praescindimus genus a differentia, et niemus realem compositionem, non tantum per se notum est; si vera sit substantia,
tur ut id quod est seu ut includens totam similia. ex suis partibus, sed etiam cum Verbo et cum necessario sit finita, necessario habere
perfectionem essentiae et existentiae. 25. Dicendurn ergo est de ratione entis cum modo unionis quem habet ad Verbum. debet definitum locum seu ubi vel praesen-
creati in re ipsa existentis esse compositio- Et similiter in accidentali forma supernatu- tiam localem secundum quam potest recipere
Quae compositio sit de ratione entis creati nem rationis, seu potius fundamentum eius; rali modo existente, ut est quantitas Eu- mutationem, et ideo necesse est esse dhtin-
24. Quarta obiectio erat quae in tertia hoc enim modo compositio ex esse et essen- charistiae, inveniemus (iuxta probabilem sen- ctam ab iUa et facere compositionem cum
ratione proposita est, in sect. 1, in favorem tia est de ratione entis creati, ut supra de~ tentiam) compositionem ex identitate acci- illa. Et eadem ratione potest habere compo-
secundae sententiae. In qua petitur an aH- daratum est. Ru:rsus dicendum est nullum dentis cum modo per se existendi, incom- sitionem cum :1ccidentibm realiter distindis.
qua compositio sit de ratione entis creati. et esse ens creatum quod, prout reipsa existit, possibili cum actuali inhaerentia An vero hoc sit necessarium in omni sub-
quaenam illa sit. In qua re breviter notan- non includat compositionem aliquam realem, 26. Rursus omni enti creato necessaria stantia creata vel creabili, non satis constat
duro est sermonem esse posse aut de com- ex natura rei loquendo; eam vero composi- est actualis dependentia a prima causa, quae nec videtur posse demonstrari ex sola ra-
positione secundum rationem, aut de compo- tionem non esse ex esse et essentia, sed ex dependentia est ex natura rei distincta ah tione entis creati ut sic, quamvis probabi-
sitione reali, quae ex rebus realiter aut ex aliis rebus aut modis realibus. Declaratur in- ente quod per eam fit vel conservatur, ideo- lior sit sententia quae hoc affirmat, de qua
natura rei distinctis consUl'git. Rursus loqui ductione; nam substantia creata prout natu- que cum illo facit compositionem realero, nonnulla diximus supra, disp. XVIII, agen-
possumus de ente creato, aut prout in re raliter existit a parte rei, includit composi- quae inseparabilis est ab omni ente creato tes de potentiis, quae sunt principia proxima
ipsa existit, aut prout mente praescinditur tionem ex natura et supposito, de qua infra actu existente, quia neque tale ens esse pot- per quae creaturae agunt, et aliqua addemus
secundum aliquam rationem, quae praecisio dicendum; accidens vero, cum naturaliter est sine aliqua dependentia, nec ipsa depen- infra de quantítate et qualitate disputantes.
interdum fundari potest in distinctione ali- existat in subiecto, includit compositionem dentia esse potest sine aliquo termino. Tan- Ex his ergo satis constat in omni ente creato,
qua quae in re ipsa sit, ut cum praescindi- cum illo, et in sese includit compositionem dern probabile est nullum esse possibile ens prout in re ipsa existit, inveniri compositio-
mus naturam a supposito, vel substantiam cum ipsa actuali inhaerentia tamquam cum creatum quod in re ipsa non habeat campo- nem realero, quae non fundatur in distin-
ah accidente; interdum vero fundari potest modo entitatis suae (loquimur enim de pro-
206 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Seccíón XIII 207

funda en la distinción de existencia y de esencia, sino que se funda en otras si se trata de la existencia espiritual o angélica, puesto que en ella no se pueden
distinciones de la cosa existente, derivadas de algún modo suyo o de algún acci- pensar partes o extremos distintos ex natura reí~ de los que esté compuesta. Y de
dente, di~tinción que radica, sin duda, en la limitación del ente creado, pero que modo similar una esencia creada- concebida precisivamente será simple sin com~
es conocida por nosotros por la separación o por la mutación que puede darse pos1c1on real, puesto que en cuanto tal no incluye la composición de existencia
entre la realidad y un modo tal. Ahora bien, esta distinción no tiene cabida entre y. de ese~c~~' ya que se .la supone, prescindida de su .existencia, cosa que -según
la existencia y la esencia actual, según se demostró, no valiendo, por tanto, para dtcha opmton- es postble no solo mentalmente, smo también realmente. Así,
esta composición la misma razón que vale para las otras composiciones de natu- por ejemplo, si suponemos que una naturaleza angélica es asumida por el Verbo,
raleza y supuesto, y similares. esa naturaleza,. en cuanto distinta del Verbo, no incluiría ninguna composición
27. De aquí, además, inferimos que, refiriéndonos al ente creado que existe real y sustancial, porque en cuanto tal no constaria de existencia y esencia, ni
en la realidad misma, pero no según todas las cosas que tiene en la realidad de naturaleza y subsistencia. Luego al concepto de ente creado no pertenece el no
misma, sino según alguna precisión de la mente, entonces no es necesario que todo pbder ser prescindido de la composición real, cuando no se lo concibe íntegra
ente creado incluya alguna composición real. Esto se demuestra también por in- y adecuadamente tal como es en la realidad, sino según alguna razón precis.iva o
ducción. Porque, si consideramos una naturaleza sustancial inmaterial en cuanto esencial. Ni en aquella razón tercera se objeta contra esto algo que acarree una '
prescindida de los accidentes y de la subsistencia actual propia y de la unión nueva dificultad, o que no necesite ser resuelto en cualquier sentencia, incluso
con una ajena, en este caso no se encuentra en ella ninguna composición real. por los que piensan que la composición de existencia y de esencia es real y de
Y en las naturalezas compuestas de materia y de forma, aunque a la naturaleza realidades distintas; en efecto, esa composición puede resolverse en los compo-
íntegra no se la pueda prescindir de tal composición, sin embargo en las partes nentes, y sobre esos mismos componentes pregunto a ver si son simples o com-
mismas concebidas precisivamente no se da esa composición; y en este sentido puestos; esto segundo no puede afirmarse debido a los argumentos propuestos,
la materia concebida precisivamente es una entidad sustancial simple, e igual- y porque, de lo contrario, se entraría en un proceso al infinito. Y si se afirma
mente la forma; digo simple respecto de la composición esencial, puesto que la lo primero, tenemos lo que pretendemos, porque la esencia misma de la que se
composición de partes integrantes no puede ser excluida, debido a la imperfec- dice que forma composición con la existencia es creada y es una entidad actual.
ción de la materia. Y por este motivo la forma accidental concebida precisiva- 29. Por consiguiente, hay que afirmar en último lugar que todo ente creado,
mente es simple, a no ser que sea material y, por ende, posea la composición de por más que se lo conciba precisivamente y de modo incompleto, incluye al menos
partes integrantes, o a no ser que sea capaz de intensificación y de remisión, y aptitud para la composición, es decir, la posibilidad de componer un ente con
tenga de esta suerte serie de grados y composición; pero éstas son imperfecciones otro ente o con otro modo del ente; y que incluso incluye. la necesidad o
o composiciones que dimanan de las razones peculiares de algunos entes, pern indigencia de una composición de este tipo con otro ente o modo de ente, para
no de la razón misma de ente creado en cuanto tal. Por consiguiente, no está poder existir en la realidad, en lo que necesariamente se aparta de la perfección
en contradicción con el ente creado en cuanto tal el que, concebido bajó alguna propia del acto puro o de la simplicidad divina. Todo esto es evidente por lo
razón precisiva, sea siempre sin composición real. dicho, porque ni la sustancia puede existir si no es con algún modo de subsistir,
28. Ni pueden negar esto los autores que distinguen realmente la esencia o con otra cosa que haga sus veces, con lo que necesariamente constituye alguna
creada y la existencia, puesto que se ven necesariamente obligados a confesar que composición. E idéntica o mayor razón se da para el accidente respecto del sujeto
la misma existencia concebida precisivamente es una entidad simple, sobre todo
esse simplicem entitatem, praesertim si spí- compositionem ex esse et essentia esse rea-
ctione esse ab essentia, sed fundatur in aliis natura non possít a tali compositíone prae- ritualis seu angelica existentia sit, quia in lero et ex rebus distinctis: nam illa campo-
distinctionibus rei existentis ab aliquo modo scindi, tamen in partibus ípsis praecise con- ea non possunt excogítarí partes aut extrema sitio potest resolví in componentia, et de
suo vel ab aliquo accidente, quae distinctio ceptis non est talis compositio; atque hoc ex natura reí dístincta, ex quibus compona- ipsis componentibus inquiram an sint sim-
oritur quidem ex limitatione entis creati, a modo materia praecise concepta est sírnplex tur. Et simili modo aliqua essentia creata plicia vel composita; hoc posterius dici non
nobis autem cognoscitur ex separatione vel entitas substantialis, et similiter forma; sim- praecise concepta erit simplex absque reali potest propter rationes factas, et quia alias
mutatione quae esse potest ínter rem vel plex (inquam) respectu essentialis compositio- compositione, nam ut sic non includit com- procederetur in infinitum. Si vera dicatur
talem modum. Haec autem distinctio locum nis, nam composítio ex partibus integralibus positionem ex esse et essentia, cum suppo- primum, habemus quod intendimus, quia
non habet inter esse et essentiam actualem, excludi non potest, propter imperfectionem natur praescindi a suo esse, quod (íuxta il- ipsa essentia quae cum existentia compo-
ut ostensum est, et ideo non est eadem materiae. Atque hac ratione forma acciden- lam opinionem) fieri potest non solum men- nere dicitur, creata est et actualis entitas.
ratio de hac et de aliis compositionibus ex talis praecise concepta simplex est, nísi mate- te, sed etiam in re ipsa. Ut, verbi gratia, si 29. Quaprapter addendum ultimo est om-
na_tura et supposito et similibus. rialís sit et ind_e habeat compositionem ex ponamus angelicam naturam assumi a Ver- ne ens creatum, quamtumvis praecise et in-
27. Atque bine ulterius colligimus, si fo- partibus integralibus, vel nisi intendi possit bo, talis natura, ut condistincta a Verbo, complete conceptum, includere saltem apti-
quamur de ente creato quod in re ipsa exi- et remitti, atque ita habeat graduum lati- nullam realem et substantialem compositio- tudinem ad compositionem, id est, quod pos-
stit, non tamen secundum omnia quae in re tudinem et compositionem; quae sunt im- nem includeret, quia, ut sic, nec ex esse sit cum alio ente aut modo entis unum ens
ipsa habet, sed secundum aliquam mentís perfectiones seu compositíones provenientes et essentia, nec ex natura et subsistentia componere; immo includere etiam necessi-
praecisionem, sic non esse necessarium omne ex peculiaribus rationibus aliquorum entium, constaret. Non est ergo de ratione entis crea- tatem seu indigentiam alicuius similis com-
ens creatum indudere aliquam realem com- non vera ex ipsa ratione entis creati ut sic. ti ut praescindi non possit a reali composi- positionis cum alio ente vel modo entis, ut
positionem. Quod, etiam inductione demon- Non ergo repugnat enti creato ut sic quod, tione, quando non integre et adaequate in rerum natura possit existere, in qua ne-
stratur. Nam si consideremos substantialem sub aliqua ratione praecise conceptum, sit concipitur prout in re est, sed secundum cessario deficit a perfectione puri actus et
naturam immaterialem ut praecisam ab ac- simplex absque reali compositione. aliquam praecisam vel essentialem rationem. divinae simplicitatis. Hoc totum patet ex
cidentibus et ab actuali subsistentia propria 28, Neque hoc infitiari possunt illi aucto- Neque contra hoc aliquid obiicitur in illa dictis, quía nec substantia potest existere
vel ab unione cum aliena, sic_ nulla realis res qui essentiam creatam et existentiam rea- tertia ratione quod difficultatem novam in- nisi cum modo aliquo subsistendi vel alio
compositio in ea reperitur. In naturis vera liter distinguunt, quia necessario fateri co- gerat, aut quod non sit necessario solvendurn qui vicem eius suppleat, cum quo necessario
compositis ex materia et forma, licet integra guntur ipsam existentiam praecise conceptam in omni sententia, etiam ab his qui putant facit compositionem aliquam. Et eadem vel
208 Disputaciones metafísicas
Disputación XXXI.-Sección XIV 209
y respecto de la inherencia actual. Y -cosa aún más cierta- todo ente creado
exige la dependencia actual y, en consecuencia, la composición con ella. Por con- actual, quedará claro por lo que se dirá. después, disp. XLVII, sobre la relación
siguiente, esta imperfección es suficiente para explicar el concepto y la imperfec- trascendental y la predicamental, y en la disp. XLVIII, sobre las relaciones de
ción del ente creado en cuanto tal, sin que por ese motivo sea necesaria en las toda dependencia o acción.
criaturas la composición real de existencia y de esencia. 3. De este principio) pues, se deduce, en primer lugar, que todo ente creado
está bajo el dominio de Dios en cuanto a su ser, es decir, que de tal manera está
sujeto a Dios que pnede por El ser reducido a la nada o ser privado de su
SECCION :XIV ~er por la sola suspensión del influjo c?n que lo conserva. Se prueba por lo dicho,
porque el ente creado depende esencialmente del increado en el sentido que se
SI PERTENECE AL CONCEPTO DE ENTE CREADO LA ACTUAL DEPENDENCIA
expuso; por consiguiente, de esta dependencia se infiere por necesidad la sujeción
Y SUBORDINACIÓN O SUJECIÓN RESPECTO DEL SER PRIMERO E INCREADO
antes dicha; porque, por el hecho mismo de necesitar la criatura del influjo
l. Hasta aqui hemos explicado la razón de ente creado, considerando de divino para existir, está de suyo sujeta a la aniquilación, si se ve privada de tal
modo absoluto la composición intrínseca del mismo y su entidad en. orden al influjo. Mas se preguntará si esta sujeción en orden a la aniquilación es tan
acto propio de ser, al que debe formalmente el ser ente. Ahora hay que explicar esencial a la criatura como lo es la dependencia positiva o radical. Se responde
y clarificar más esta razón de ente creado por la relación y comparación con el que, en cuanto a aquello que pone en la criatura, es esencial en el mismo grado;
ente primero e increado, pues, al ser ente analógicamente en comparación de él, pero, en cuanto a lo que connota o exige de parte de Dios, no parece tan esencial,
su concepto recibirá la mejor clarificación mediante un examen comparado con él. si hablamos precisiva y formalmente. Se explica, porque la dependencia esencial
2. Hay que comenzar dando por supuesto que el ente creado -cosa que del ente creado respecto del increado formalmente sólo mira al ente increado
todos tienen por cierta-, en cuanto es tal, incluye esencialmente la dependencia como a principio infinito, y piélago del ser, y como dotado de toda eficacia a fin
respecto del ente primero e increado. En efecto, esta es la razón primera que .de que pueda comunicar la participación de si, siendo suficiente esta perfección
distingue al ente creado del increado, según se demostró antes al exponer esta considerada precisivamente para comprender en la criatura la razón de ente
división. Además, porque, al menos en este sentido, pertenece al concepto de ente creado. En cambio, la antedicha sujeción de ese mismo ente en orden a la ani-
creado el tener el ser recibido de otro, lo cual es tener un ser dependiente; luego quilación connota en Dios la libertad en la conservación de la criatura a la que
dependerá sobre todo del ente primero, el cual tiene el ser por sí mismo sin produjo una vez, libertad que, aunque en Dios sea esencial, y de esta suerte sea
haberlo recibido de otro. Por fin, todo ente así es un ente por participación; luego necesario por parte de Dios el uso de tal libertad a fin de que la criatura reciba
depende esencialmente de aquel del que participa la razón de ente. Sobre este el ser y sea conservada en él, no obstante, ello resulta accidental por parte de la
punto hemos hablado profusamente en las disp. XX y XXI, donde explicamos criatura misma y para la razón de ente creado en cuanto tal; porque, si por un
en qué consiste esta dependencia y en qué sentido se dice que es esencial a la imposible pensásemos que Dios no se comunica ad extra libremente, sino por
criatura, por el hecho de estar necesitada de ella en virtud de su esencia, no necesidad, sin embargo en la criatura concebiríamos la verdadera razón de ente
porque la dependencia misma entre intrínsecamente en la composición de la creado sin la sujeción a Dios en orden a la aniquilación. La razón es porque
esencia de la criatura. Cuál sea la relación o referencia al Creador que incluye concebiríamos en Dios el poder de producir y de conservar al ente creado, lo cual
el ente creado, _si es por razón de su esencia, o es por razón de su dependencia bastaría para comprender la esencial dependencia de D1os por parte del mismo

maior ratio est de accidente respectu sub- collationem ad illud ipsius ratio declarabitur. dicendis infra, disp. XL VII, de habitudine lis dependentia entis creati ab ente increato
iecti et respectu actualis inhaerentiae. Et 2. Principio igitur supponendum est (id transcendentali et praedicamentali, et in formaliter solum respicit increatum ens tam- -\ _
(quod certius est) omne ens creatum requi- quod est certum apud orones) ens creatum, disp. XLVIII, de habitudinibus omnis de- quam infinitum principium et pelagus es-
rit actualem dependentiam, atque adeo com- quatenus tale est, essentialiter includere de- pendentiae vel actionis. sendi, et efficacissimum ut possit sui par-
positionem cum illa. Haec igitur imperfectio pendentiam a primo et increato ente. Quía 3. Ex hoc ergo principio sequitur primo ticipationem communicare, et haec- perfectio
satis est ad declarandam rationem et imper- haec est prima ratio distinguens ens creatwn omne ens creatum esse sub dominio Dei praecise sumpta sufficiens esset ad intelli-
fectionem entis creati ut sic, neque ob eam ab increato, ut supra tractando hanc divi~ quantum ad suum esse, id est, ita esse sub- gendam in creatura rationem entis creati.
causam necessaria est in creaturis realis com- sionem ostensum est. Item, quia sa.ltem hoc lectum Deo ut ab illo possit in nihilum At vero praedicta subiectio eiusdem entis in
positio ex esse et essentia. modo est de ratione entis creati ut habeat redigi et privari suo esse per solam suspen- ordine ad annihilationem connotat in Deo
esse recepturn ab alio, quod est habere esse sionem illius influxus quo ipsum conservat. libertatem in conservanda creatura quam
SECT!O XIV dependens; ergo maxime a primo ente, quod Probatur ex dictis, quia ens creatum essen- semel produxit, quae libertas, quamvis ipsi
Al>l' DE RATIONE ENTIS CREl\TI SIT ACTUAL!S habet _esse ex se, non receptum ab alio. ne:..:¡ tialiter pendet ab increato in sensu exposi- Deo essentialis sit, atque ita ex parte Dei
DEPENDENTIA ET SUBORDINATIO AC SUBIECTIO nique omne ens huiusmodi est ens per par-, to; ergo ex hac dependentia necessario se- sit necessarius usus talis libertatís. ut crea-
AD PRIMUM ET INCREATUM ENS ticipationem; ergo essentialiter pendet ab quitur praedicta subiectio; nam, hoc ipso tura recipiat esse et in eo conservetur, ta-
eo a quo rationem entis participat. De qua' quod creatura indiget divino influxu ut sit, men ex parte ipsius creaturae et ad rationem
l. Hactenus explicuimus rationem entis re fuse diximus in disp. XX et XXI, ubi de se est subiecta annihilationi, si tali in- cntis creati ut sic, videtur hoc accidenta-
creati, absolute considerando intrinsecam explicuimus quid sit haec dependentia et fluxu privetur. Sed quaeres an haec ipsa rium; nam si per impossibile intelligeremus
compositionem eius et entitatem eius per quomodo dicatur essentialis creaturac, quia subiectio in ordine ad annihilationem sit Deum non libere, sed necessario se commu-
ordinem ad proprium actum essendi, a quo ex vi suae essentiae illa indiget, non qui~ tam essentialis creaturae sicut est ipsa po- nicare ad extra, nihilominus intelligeremus
habet formaliter ut ens sit. Nunc explicanda !psamet dependentia componat intrinscce es- sitiva seu radicalis dependentia. Responde- in creatura veram rationem entis creati, abs-
et declaranda est amplius P.aec ratio entis scntiam creaturae. Quam vera relationem tur, quantum ad id quod ponit in creatura 1 que subiectione ad Deum in ordine ad an-
creati per habitudinem et comparationem ad seu habitudinem ad creatorem includat ens esse aeque essentialem; quantum vero ad nihilationem. Quia intelligeremus in Deo
primum et increatum ens, nam cum compa- creatum, vel ratione suae essentiae, vel ra- id quod connotat scu requirit ex parte Dei, potestatem efficiendi et conservandi ens
ratione illius analogice sit ens, optime per tione suae actualis dependentiae, constabit ex non videri ita essentialem, si praecise et for- creatum, quod satis esset ad intelligendum
maliter loquamur. Declaratur, nam essentia- ex parte ipsius entis creati essentialem de-
D!SPUTACIONES V - I4
210 Disputaciones metafísicas Disputación XXXI.-Sección XIV
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ente creado; sin embargo, de parte de Dios no :oncebiríamos el ~om!nio pleno o sujeción cabe explicarla de dos maneras. La primera, de modo absoluto,
sobre el ser de la criatura, puesto que un domimo tal no se da sm h?er_tad~, y, pudiendo parecer que en este sentido no es universal, ya que no pertenece a la
por ello, en la criatura no se concebiría la su!eción en or_de? a la amqmlac10n, esencia o razón del ente creado . . . d poder obrar algo. La otra manera de entender
ya que esta sujeción y el dominio son correlativos y) supr1m1do uno de los dos) esta sujeción es sólo condicionalmente o en virtud de una hipótesis, es decir,
es necesario quitar el otro. que la condición del ente creado es ésta: que, si puede obrar algo, en la efección
4. Y por este motivo dije que tal sujec10n, en cuanto a lo ~ue connota. ~or misma depende necesariamente del concurso actual y de la ayuda de la causa
parte de Dios no está incluida en la razón del ente creado considerado precis1va primera y ente increado. Y ciertamente que, si nos referimos a la eficiencia
y formalment~; pero, en cuanto a lo que esta suj~ción i~porta en_ e~, ente propia, hay que hacer uso de esta segunda explicación; pero, si nos referimos
creado mismo y en cuanto a lo que de !?arte dt; este ex~ge, tal suJeClOn le a la causalidad en general, esta condición debe exponerse del primer modo, puesto
es esencial, e indica de modo absoluto la m1sma rmz o el ~~~mo grado ~e .~nte que no se da ningún ente creado que no tenga algún género de causalidad;
que indica la dependencia esencial. En efecto, por esta su¡.eción no se stgmfica porque, si es accidente, o es el principio próximo de producir algo, o al menos
otra cosa sino que el ente creado es de tal naturaleza y esenc1a que n? le repugna modifica formalmente al sujeto; si, por el contrario, se trata de la sustancia, 0
ser reducido a la nada, si por parte de la causa no se carece de. libertad pa~a es materia, y ésta tiene causalidad material, o es forma, y ésta tiene causalidad
suspender el influjo con el que se le comunica el ser. En este sentido cabe decrr formal, y acaso no se da forma alguna que no sea principio de la producción de
que tal sujeción es esencial al ente cread? e?- cuanto tal, so~~e todo ~orqu.e, algo, del mismo modo que toda sustancia espiritual y completa tiene también alguna
aunque mediante nuestros conceptos prescrnd1mos una perfecc10n de otia, . s~ operación de la que es principio eficiente. Así, pues, en todo ente creado se
embargo a la esencia de Dios le pertenece en absoluto el poseer el pleno domnu~ encontrará algún género de causalidad y algún modo de comunicar su perfección,
de todos los entes creados, sea actual, sea potencialmente,, ~e tal suerte que, st en el cual depende esencialmente del influjo actual de Dios, por más que este
quiere producirlos, no pueda establecerlos íuera de su domm10;. luego, correspon- inflnjo sea de diverso modo; porque la causalidad eficiente del ente creado de-
dientemente 0 con la misma proporción, corresponde a la esencia del ente creado pende de Dios también como de causa eficiente primera y principal; mientras
el estar siempre sujeta a Dios y bajo su dominio, ~e tal manera q.u~ pueda ser que las otras causalidades, por ejemplo, la material y la formal, no dependen en
reducida por él a la nada. En consecuencia, a partrr de este dommm, q';le nos el mismo género, sino en el género de la causa eficiente, porque es necesario
resulta a nosotros más claro, corroboramos magníficamente la. ~epex;dencta q~e que Dios cause eficientemente aquello mismo que la materia causa materialmente.
el ente creado tiene respecto de Dios, no s?lo en su producc10n, . smo tamb1~n Todas estas cosas se trataron y explicaron más ampliamente antes, en la disp. XXII.
en su conservación, puesto que, si no dependiese de esta manera, D10s no po~na, 6. Mas cabe preguntar aquí también si esta subordinación -en el obrar o en
al arbitrio de su voluntad, reducir a la nada al ente un.a y;z creado, y as1 .~o el causar pertenece formalmente a. la razón esencial del ente creado en cuanto tal,
tendría pleno dominio sobre él, cosa que está ,en con~radtccwn c?n la ~erfecc10n o si es más bien como una propiedad de él. Parece, en efecto, que debe decirse
divina. Este argumento ha sido expuesto con mas amp}1tud en la .~Jtada d!Sp. X~I. esto segundo, puesto que el causar o producir, o incluso la virtud de producir, no
S. De aquí podemos inferir ulteriormente o anadtr tambten otra suJecwn pertenecen a la esencia del ente creado, sino a sus propiedades; luego la depen-
0 dependencia respecto de Dios que es intrínseca al ente ~reado en cuanto ta.I, dencia en el causar no pertenece a la razón de ente creado, sino que, a lo más,
es decir, la dependencia en el obrar o en el causar. Ahora bten, esta dependencia será como una propiedad que deriva de él. Mas en contra está el que esta
pendenthm a Deo; non tame~ ~telligere­ lícet per nostros conceptus unam perfectio- duobus modis declarari. Primo, absolute, et
nem ab alia praescindamus, tamen absolu~e ticiens, Itaque in omni ente creato repedetur
mus ex parte Dei plenum d~~mmm supra hoc modo videri potest non esse universalis, aliquod causalitatis genus et aliquis modus
esse creatume, quia tale d?mmmm no? est est de essentia Dei ut habeat plenum domt- quia non est de ratione vel essentia entis
nium omnium creatorum entium, vel actu communicandi suam pcrfectionem in qua
sine libertate, et ideo nec m creatur~ .mt~l­ creati ut aliquid agere possit. Alio modo ab actuali Dei influxu essentialiter pendet,
ligeretur subíectio in ordine ad anmhtlatto- vel potestate, ita ut, si velit . i~la pr?ducere, potest haec subiectio conditionate tantum
nem, quia haec subiectio et dominium sunt non possit extra suum dommmm illa con- quamvis diverso modo; nam causalitas ef-
seu ex hypothesi intelligi, scilicet hanc e)•;e fectiva entís creati pendet a Deo, etiam ut
correlativa, et uno ablato, alterum auferre stituere; ergo, e converso. seu ea?em propor- conditionem entis creati ut, si quidquam
tione est de essentia ent1s creat1 ut semper ab efficienti causa prima ac praecipua; aliae
necesse est. efficere possit, in ipsa effectione necessal"io vera causalitates, verbi gratia materialis et
4. Et hac ratíone dixi hanc subiectione~ sit subiectum Deo et sub eíus dominio, ita pendeat ab actuali concursu et adiutorio pri-
quantum ad id quod connotat ex !?arte D.er, ut ab ipso possit in nihilum redigi. Unde formalis, non pendent in eodem genere, sed
mae causae et entis increati. Et quidem si in genere efficientis causae; nam quod ma-
non includi in ratione entís creat1 praectse ex hoc dominio, quod nobis notius esse vi- loquamur de propria efficientia, erit haec
ac formaliter sumptí; quantum ad id vera detur, optime confirmamus dependentiam teria materialiter causat, necesse est ut iUud
posterior expositio adhibenda; si vero sermo ipsum Deus causet efficienter. Quae omnia
quod per hanc subiectionem importatm in quam ens cTeatum habet a Dt:;o, n~m s.olum sit de causalitate in genere, debet hace con-
ipso ente creato et quantum ad td quod ex in fieri, sed etiam in conservan, qum, s1 non supra, disp. XXII, latius tractata ct decla-
ditio priori modo exponi, quia nullum est rata sunt.
parte eius requirit, essenti~lis illi . est hace ita penderét, non posset Deus ad. nut_ut;J ens creatum quod non habeat aliquod cau-
subiectío, et eamdem omnmo radtcem se~ suae voluntatis ens semel creatum m mhi- 6. Potest autem hic etiam quaeri an haec
salitatis genus; nam, si est accidens, vel subordinatio in agenda vel causando, forma-
eumdem gradum entis indicat quem essen- lum redigere, et ita non haberet plenum est prlncipium proximum efficiendi aliquid,
tialis dependentia. Per hanc enim subiectio- dominium eius quod divinae perfectioni re- liter pertineat ad essentialem rationem entis
vel saltem formaliter afficit subiectum; si creati ut sic, vel potius sit tamquam pro-
nem nihil aliud significatur nisi ens creatum pugnat. Quae :atio in dicta dísp. XXI latius vero est substantia, aut est materia, et illa
talis esse naturae et essentiae cui non re- tractata est. prietas eius. Videtur enim hoc posterius esse
habet causalitatem materialem, aut forma, dicendum, quia causare vel efficere, vel vir-
pugnat in nihilum redigi, si ex parte c?usae 5. Ex qua ulterius colligel"e seu addere et hace habet causalitatem formalem, et for-
non desít libertas ad suspendendum mflu- possumus aliam etiam ~ub~ectionem s:u de- tus etiam efficiendi, non pertinent ad essen-
tasse nulla forma est quae non sit princi- tiam entis cTeati, sed ad proprietates eius;
xum qua illi communicat esse. Atque hoc pendentiam a Deo esse mtrmseca~ entl crea- pium efficiendi aliquíd, sicut etiam omnis
sensu dici potest hanc subiectionem esse es- te ut sic, scilicet, in agenda seu m causando. ergo dependentía in causando non pertinet
substantia spiritualis et completa habet ali- ad rationem creati entis, sed ad summum
sentialem enti creato ut sic, praesertim ql!ia, Potest autem hace· dependentia vel subiectio quam operationem cuius est principium ef- erit tamquam proprietas consequens illud.
Disputación XXXI.-Sección XIV 213
212 Disputaciones metafísicaS
que no implique contradicción. Esta característica del ente creado corresponde más
dependencia no se funda en alguna cualidad o propiedad del ente creado que esté a los teólogos que a los filósofos naturales; en efecto, esta propiedad se diferencia
fuera de la esencia de éste, sino en la intrínseca limitación del mismo; por con-
de la anterior en que aquélla-- consiste únicamente en la dependencia del ente
siguiente, en este sentido pertenece a la esencia en no menor grado que la depen-
dencia en el ser. Y así hay que decir, sin duda, que una cosa es hablar de la creado en cuanto a la fuerza natural de producir o causar efectos propmcionados
causalidad formal misma o de la dependencia, y otra de la condición del ente a su naturaleza, siendo, por eso mismo, tal dependencia fácilmente cognoscible
creado por razón de la cual no puede hacer o causar nada por sí solo, si no es por la luz natural; mas esta segunda característica añade que el ente creado en
con la cooperación de Dios. En cuanto a lo primero está claro que no pertenece virtud de su. entidad es apto para obedecer a Dios en el recibir u obrar cualquier
formalmente a la esencia del ente creado, como prueba el argumento expuesto, efecto posible o no contradictorio, por más que exceda la virtud o capacidad
y porque se puede conservar la esencia íntegra del ente creado. sin la causalidad natural de tal ente. Y esto no puede conocerse tan fácilmente por la luz natural,
actual o sin el actual auxilio de Dios para causar. En camb10, respecto de la puesto que toca o se refiere de algún modo a los efectos sobrenaturales1 a los que la
segunda condición o de la raíz de esta dependencia, hay que declr que en la criatura no puede alcanzar a no ser en cuanto elevada por la virtud divina, eleva-
realidad no es otra cosa más que la esencia misma del ente creado en cuanto ción que se nos manifiesta más por lo que ha sido revelado que por la luz natu-
tal, puesto que, incluso suprimida por el entendimient~ cualquier otra ~o~a q~e raL Por consiguiente, o bien por las cosas que han sido reveladas por la fe, o
se sobreañada a tal esencia, se encontrará que por si n:nsma posee esta lunnacwn bien por aquellas que están más acordes con las reveladas, se infiere con bastante
e imperfección, de tal manera que no es suficiente por si sola para hacer o causar probahilidad esta propriedad del ente creado. Creemos, en efecto, que el hombre
algo. Por tanto, no es posible por potencia absoluta de Dios que se pr?du.z:a recibe de Dios perfecciones sobrenaturales que su naturaleza no pedia ni se debian
un ente creado que no tenga esta subordinación al ente increado; luego es mdJ.clo a la misma. Además, la humanidad de Cristo fue elevada a la unión hipostática,
de que está fundada en la misma razón esencial del ente creado: Por lo cual, de la que no era naturalmente capaz. Igualmente esa misma humanidad y los
aunque mediante la precisión d7 la razón y de nuestros. conceptos .madecuados se sacramentos y otras cosas similares son elevados por Dios para producir algo que
pueda concebir a 1-ª _d~pendencm en el ser. como anter~or por ra~on a la depe~­ está más allá de su virtud natural; ahora bien, todas estas cosas suponen que
dencia en el causar, y se pueda por lo m¡_srno concebir a la pnmera como pn- semejantes criaturas de suyo y antes de ser elevadas eran naturalmente aptas
:/ mariamente constitutiva y modificativa de la razón común de ente a la razón de
para obedecer a Dios, que quería obrar de tal modo en ellas o mediante ellas,
; ; ente creado, mientras que la segunda e~ susceptible ,ele ser concebida co?-10 una
valiendo respecto de este punto la misma razón ·para estas criaturas que para
propiedad o atributo del ente creado; sm embargo, este no es en .la reahda~ un
atributo accidental sino cuasi trascendental, puesto que en la reahdad no anade todas; luego hay que afirmar que el ente creado en cuantQ tal tiene esta su-
nada a la esencia del ente creado, por más que se lo conciba a modo de relación bordinación a Dios, de manera que es naturalmente apto para obedecerle en el
obrar y recibir todo lo que no le sea contradictorio.
a algo extrlnseco y bajo tal razón se lo considere ~omo una propiedad metafisica
más bien que física, del mismo modo que los atnbutos trascendentales del ente 8. De aquí nació la doctrina de los teólogos sobre la potencia obediencia!
son propiedades de éste. de las criaturas respecto de Dios, habiendo sido el primero que la indicó San
7. Por último hay que afirmar que a la razón de ente crea~~ pertenece el estar Agustin, lib. IX Gen. ad lit., c. 17, y tomándola de ahí Santo Tomás, I,
sujeto o subordinado al ente increado para obedecerle en rec1brr y obrar todo lo q. 115, a. 2 y 4, e In l, dist. 42, q. 2, a. 2, ad 4, al cual han seguido todos los

In contrarium vera est quia haec depen- Iut:1 fieri non potest ens creatum quod hui~s­ do et agenda quidquid contradictionem non consentanea, colligitur satis probaliter haec
dentia non fundatur in aliqua qualitate vel modi subordinationem non habeat ad m- implicaverit. Haec conditío entis creati ma- proprietas entis creati. Nam credimus homi-
propríetate ent~s ~rea~i quae. si~ e~tra ~ss.en~ creatum ens; ergo signum est esse ~undata~ gis ad theologos spectat quam ad philoso- nern recipere a Deo supernaturales perfectio-
tiam eius, sed m mtrmseca lumtatiO?-e ilhus, in ipsamet essentü:tli ratio~e. entls c~eat.l. phos naturales; díffert enim haec proprietas nes quas natura eius non postulabat nec ei
ergo hoc modo pertin~t ~d essentmm ~?n Quocirca, quamvis per praec1s1o?-em rat10ms a praecedenti, quod illa solum consistit in debebantur. Item, hurnanitas Christi elevflt3!
minus quam dependentta m esse. ~tque. lta et conceptus inadaequatos ment1s appreh~n­ dependentia entis creati quoad vim natura- est ad unionem hypostaticam, cuius natura"
sane dicendum est aliud esse loqm de 1psa di possit dependentia in essendo ut puar lem efficiendi vel causandi effectus suae na- liter capax non erat. Itero, eadem humanitos
formali causalitate seu dependentía, aliud de ratione quam dependentia in causandoj et turae proportionatos, et ideo talis dependen- et sacramenta et alia huiusmodi elevantur a
conditione entis creati, ratione cuius nihil ideo possit etiam prior concipi ut prh?o tia lumine naturali facile cognosci pot,est; Deo ad agendum aliquid ultra suam natu-
potest se solo efficere vel causare, nísi co- constituens et modificans communem rauo- haec vero posterior conditío addit ens crea- ralern virtutem; haec autem omnia suppo-
operante Deo. De priori clarum est non p-cr- nem entis- B.d rationem entis creati, posterior turn ex vi suae entitatis apturn esse obedire nunt huiusrnodi creaturas ex se et antequ;:~_m
tillere formaliter ad essentiam entis creati, vero concipi valeat ut proprietas vel attri- Deo in recFpíendo vel agenda quemcumque eleventur natas esse obedire Deo volenti tali
ut ratio facta probat, et quia conservad pot- butum crea ti entis; tamen in re ipsa ho<: effectum possibilem et non repugnantem, modo in illis aut per illas operad, et quoad
est integra essentia entis creati absque ac- non est attríbutum accidentale, sed quas1 etiamsi naturalem virtutern vel capacitatem hoc est eadem ratio de his creaturis et de
tuali causalitate seu actuali adiutorio Dei ad transcendentale, cum in re nihil addat es- talis entis excedat. Quod non potest tam ornnibus; ergo dicendum est ens creatum ut
c:msandum. At vero de posteriori conditione sentiae entis creati, licet concipiatur per ha- facile cognosci lumíne naturae, quia attingit sic habere hanc subordinationern ad Deunl,
seu radice huius dependentiae, dícendum est bitudinem ad aliquid' extrínsecum et sub ea alíquo modo seu dicít habitudinem ad super- ut naturn sit obedire illi in agendo et reci-
in re 'nihil aliud esse praeter essentiam ip- ratione censeatur tamquarn proprietas meta- naturales effectus, quos creatura attingere piendo quidquid non repugnaverit.
sam entis creati ut sic, quia remoto etiam physica potius quam physica, ad eurn rno- non potest nisi ut elevata per divinam vir- 8. Atque hínc nata est doctrina theolo-
per intellectum omni alio superaddito tali dum quo transcendentalia attributa entis tutem, quae elevatio magis est nobís mani- gorum de potentia obedientiali creatur.2rum
essentiae, invenietur ex vi sua hanc habere sunt proprietates eius. . festata per ea quae revelata sunt quam na- respectu Dei, quam prius indicavit Augusti-
Iimitationem et imperfectionem, ut se sola 7. Ultimo dicendum est de ratione entls turali lumine. Ex his ergo quae vel per nus, lib. IX Gen. ad lit., c. 17, et inde
non sit sufficiens ad aliquíd agendum vel creati esse ut sit subiecturn vel. subordinatum fidem revelata sunt, vel revelatis sunt magis D. Thornas, 1, q. 115, a. 2, et 4, et In I,
causandum. Et ideo de potentia Dei abso- enti increato ad obediendum illi in recipien-
214 Disputaciones metafísicas . 215
Disputación XXXI.-Sección XIV
teólog~s, so~re todo sus discípulos, quienes la explican más claramente en la relación distinta a Dios y a la omnipotencia de El y a sus acciones sobrenaturales.
P?ten.cla p~slVa; pero hay la misma razón proporcional para la potencia obe- Por consiguiente, por esta condición no se explica en la realidad misma nada
dtenctal a.cuva, como traté ampliamente en el tomo I de la II! parte dis . XXXI
sec. 6. Fm_al~ente, 1~ razón a priori de esta subordinación hay qu'e to~arla del
más que la ysencia del ente creado; mas se la explica a modo de un atributo
o propiedad metafísica, semejante a los atributos del ente, según decíamos en el
pleno dommm ~ue tlene Dios sobre su criatura, de suerte que puede valerse de punto inmediatamente anterior.
ella p~ra cualqmer uso que no implique repugnancia o contradicción. Semejante 10. Así, pues, al argumento se responde que, si nos referimos a la realidad
dommw pleno pertene~e,_ en efecto, a la infinita omnipotencia de Dios; en efecto,
misma, la razón esencial de ente creado no queda plena y suficientemente expli-
no se trata de un dommto perfecto por todos los capítulos si no incluye el poder
cada por el solo hecho de ser un ente dependiente, porque, aunque en esta rela-
para cualqmer uso posible: Ahora bien, a este dominio pleno de Dios corres~
ción esté implícitamente contenida cualquier otra sujeción a Dios, sin embargo
ponde por parte de la cnatura una plena sujeción, ya que las dos cosas son
no queda suficientemente explicada, cosa que nosotros hacemos al desentrañar
c~r~~latlvas; Y para esta sujeción es necesaria por parte de la criatura una con..
las subordinaciones a Dios antes dichas. Y entre ellas, tal como las distinguimos
d1c1on tal, .q~1e por razón de ella sea apta para ejecutar todo lo que Dios quiera, conceptualmente mediánte conceptos inadecuados, concebimos también cierta razón
ya ~ea rec1b1endo, ya obrando. En consecuencia, igual que Dios no puede pro-
de orden, aprehendiendo a una como razón primaria y esencial, y a las demás
d~clr un ente creado sobre el que no tenga un pleno y perfecto dominio, de la
a modo de propiedades. Por consiguiente, desde esta consideración, concedemos
rn1sma ~anera no puede ser producido un ente creado que no posea la condición que ésta es una propiedad del ente creado, pero negarnos que pertenezca esencial
antes dtcha, y la subordinación o sujeción a Dios.
e intrínsecamente al orden sobrenatural, porque no constituye un modo u orden
9.. Se dirá: esta condición o sujeción ni pertenece formalmente a la razón determinado de entes, sino que es tal cual es la entidad en la que se encuentra,
esenci?l de ente creado concebida p~ecisivamente, ni es tampoco una propiedad según hemos explicado con más extensión en el lugar antes citado. Más aún -y
que drmane de ella na~ural y neces.anamente; luego no le conviene al ente creado esto debe tenerse en cuenta-, a los entes naturales y a los sobrenaturales no
!' de. modo alguno esencial o necesar10. El antecedente es manifiesto en cuanto a la sólo les es común esta subordinación a la omnipotencia divina en cuanto opera
i/ pnmera parte, ya que la razón esenci~l de ente creado consiste precisamente sobre la ley de la naturaleza, sino que también lo es la anterior, la cual tiene
! Y qu~da salvada con ser un ente esencialmente dependiente de Dios. y por lo lugar en orden a las acciones o causalidades connaturales a cada realidad. En
que r.especta a la segunda parte se prueba, porque esa sujeción se da en orden efecto, de la teología damos por supuesto que algunos entes son naturales, otros
a acc~ones o efectos sobrenaturales, y, por lo mismo, no pertenece al orden natu- sobrenaturales, sobre todo los que se dicen sobrenaturales en cuanto a la sus-
ral, smo al sobrenatural; luego no puede derivarse de la razón de ente creado en tancia, los cuales son sólo ciertos accidentes que no pueden ser connaturales a
cuanto tal, puesto que ente creado abstrae de lo natural y de lo sobrenatural La sustancia alguna creada. Por tanto, estos entes sobrenaturales tienen acciones o
r~spuesta es, ~ue est~ c.ondición del ente creado, la cual hemos explicado ·me- causalidades proporcionadas a sus entidades, en las cuales están también subor-
dta~te esa ultima SUJeCIÓn a Dios, n~ ~ñade al ente mismo al que conviene dinados a Dios y dependen de El, dependencia en la que convienen con los
reahdad alguna o modo real que sea d1stmto ex natura rei del ente mismo sino demás entes naturales, guardada la debida proporción. Y por este motivo la de-
que solamente explica la misma condición intrínseca del ente creado baj~ una pendencia respecto de Dios del ente creado en cualquier causalidad suya que le

dist. 42, q. 2, a. 2, ad 4, quem caeteri theo- praedictam conditionem et subordinationem trinsece pertinere ad supernaturalem or:di-
logi, praesertim eius discipu_li, secuti sunt, et intrinsecam conditionem entis creati sub di-
seu subiectionem ad Deum. versa habitudine ad Deum et ad omnipo- nem, quia non constituit modum aut deter-
apertms eam declarant in potentia passiva; 9. Dices: hace conditio vel subiectio nec minatum ordinem entium, sed talis est qua-
tentiam illius et supernaturales actiones eíus.
est ~utem ~ade~. proi;lortionalis ratio de po- fo.rmaliter pertinet ad essentialem rationem Quapropter per hanc conditionem in re ipsa lis est entitas in qua reperitur, ut latius in
tentm obedtenttall actlva, ut late tractavi in entis creati praecise conceptam nec etiam praedicto loco a nobis dictum est. Quin po-
nihil aliud explicatur quam essentia entis
I. tomo III partis, disp. XXXI, sect. 6. De- est pro prietas naturaliter ac ne¿essario ·con- tius (quod advertendum est) non tantum
mque ratio huius subordinationis a priori creati; declaratur autem per modum cuius-
sequens illam; ergo nullo modo per se aut dam attributi seu proprietatis metaphysicae, haec ultima subordinado in ordine ad divi-
sumen~a est ex pleno dominio quod Deus necessario convenit enti creato. Antecedem nam omnipotentiam, ut operantem super le-
~abet m suam creaturam, ut ea uti possit
similis attributis entis, ut in proximo supe-
~atet quoad priorem partem; quia essentia- riori puncto dicebamus. gem naturae, communis est naturalibus et
m or~mem usurn qui non involverit repu- hs ratio entis creati in hoc praecise consistit supernaturalibus entibus, sed etiam prior,
gmmtmm aut contradictionem. Huiusmodi 10. Ad argumentum ergo respondetur, si
ac sufficienter salvatur, quod sit ens essen- de re ipsa loquamur, essentialem rationem quae est in ordine ad actiones vd causali-
enirn plenum dominiurn ad infinitam Dei tialiter pendens a Deo. Quoad posteriorem tates unicuique reí connaturales. Supponimus
omnipotentiam pertinet; non enim est do- entis creati non declarad plene et adaequate
yero p~rtem probatur, quía illa subiectio est per hoc solum quod est ens dependens; enim ex theologia quaedam esse naturnlia
minium omni ex parte perfectum nisi in- entia, alia supernaturalia, praesertim illa quae
m ordme ad supernaturales actíones vel ef- nam, licet in hac hfibitudine implicite con-
cludat p~testatem ad omnem usum possibi- dicuntur supernaturalia quoad substantiam,
lem. Hmc autem pleno dominio Dei cor- fectus, et ideo non pertinet ad naturalem tineatur omnis alia subíectio ad Deum, non
ordinem, sed ad supernaturalem; ergo non tamen explicite declaratur, quod a nobis fit, quae solum sunt accidentia quaedam quae
respondet in creatura ¡Jlena subiectio nam nulli substantiae creatae possunt esse con-
duo. h~ec correlativa sunt; ad hanc 'autem potest consequi ex ratione entis creati ut cum explicamus omnes praedictas subiectio-
naturalia. Haec ergo supernaturalia entia ac-
subtect10nem necessaria est talis conditio ex sic, quía ens creatum abstrahit a naturali et nes· ad Deum. Inter quas, prout a nobís ra-
tione distinguuntur per inadaequatos concep- tiones habent vel causalitates suis entitatibus
parte creaturae, ratione cuius apta sit ad supernaturalí. Respondetur huiusmodi con- proportionatas, in quibus etiam subordinan-
exs~quendum quidquid Deus voluerit, vel ditionem entís cread, quam per hanc ulti- tus, quamdam etiam rationem ordinis intel-
ligimus, et unam apprehendimus ut prima- tui Deo et ab ipso pendent, in qua depen-
l.'eciplendo, vel agenda. Unde, sicut non pot- mam subiectionem ad Deum declaravimus dentia conveniunt cum caeteris entibus na-
est Deus ens crea~~rn efficcÍ'e cuius plenum non addere ipsí enti cui convenit aliqua~ dam et essentialem rationem, alías vera ad
turalibus, servata proportione. Atque hac ra-
ac perfectum dommmm non habeat ita non rem vel realem modum ex natura rei distin- modum proprietatum. Unde sub hac consi-
tione, dependentia entis creatí a Deo in
potest ens creatum fieri_ quod no~ habeat ctum ab ipso ente, sed explicare solum ipsª-m deratione concedimus hanc esse proprietatem
omni sua ac propria causalitate communis
entis crea ti; negnmus tamen per se et in-
216 Disputaciones metafísicas Disputación XXXl.-Sección XIV 217

sea propia es común no sólo a los entes naturales, sino también a los sobrenatu~ sario que diste infinitamente de ella, puesto que una realidad absolutamente
rales; y estos entes sobrenaturales pueden ser elevados a obrar o causar algo más infinita --como es el caso de Dios- no puede superar a otra con exceso finito,
allá de la causalidad que les es connatural, puesto que en esto no tienen respecto porque, de lo contrario, podrian llegar a igualarse mediante un aumento finito.
de Dios una sujeción menor que los demás entes ctel orden natural, siendo éste el Ahora bien; si el ente creado dista por necesidad infinitamente de la perfección
motivo de que toda esta sujeción y dependencia respecto de Dios abstraiga del ente divina, es preciso que él mismo tenga una perfección esencial finita. Y lo que
natural y del sobrenatural, siendo común a todo ente creado en cuanto tal. se refiere a la infinitud del ente, ya en la cantidad de masa, ya en la intensidad
de alguna cualidad, no tiene que ver con la presente disputación, puesto que
11. Con esto, pues) parece que queda suficientemente explicada la razón
no corresponde al ente creado en cuanto tal, sino a una determinada razón de
común de ente creado, y de paso dejamos también explicadas sus causas, efectos
ente, puntos de los que propiamente se ocupan los filósofos, III Phys., y a Jos
Y propiedades. En efecto, el ente creado en cuanto tal, considerado con precisión
que se refieren los teólogos en I, q. 7, e In l, dist. 43.
y abstracción, no exige otra causa más que al ente increado mismo, en el que
tiene suficiente causa eficiente, ejemplar y final; en cuanto a la formal y material,
quod si inferior sit, necesse est ut infinite ad infinitatem entis, vel in quantitate molis,
no las exige esencial y positivamente por la sola razón común de ente creado, sino ab illa distet, quia res sín1pliciter infinita vel íntensione alicuius qualitatis, non est
que las admite en algunos entes, de los que luego nos ocuparemos. Y de modo (ut est Deus) non potest aliam superare praesentis disputationis, cum non pertíneat
semejante, aunque algunos entes creados exijan otras causas eficientes fuera de excessu finito, alias per finitum augmentum ad ens creatum. ut sic, sed ad determinatas
Dios, al menos para que sean producidos o existan de un modo connatural, no possent ad aequalitatem pervenire. Si autem
ens creatum necessario distat infinite a per- rationes entis, de quibus proprie disputant
obstante la razón de ente creado en cuanto tal no las exige. El mismo modo de fectione divina, necesse est ut ipsum sit fini- philosophi, in III Phys., et attinguntur a
discurrir hay que observar respecto de los efectos; porque el ente creado en rae perfectionis essentialis. Quod vera spectat theolog.is, I, q. 7, et In I, dist. 43.
virtud d-e esta razón común, aunque sea capaz de causalidad, sin embargo no
tiene determinado ningún género definido de causalidad, sino únicamente el
que en cualquier causalidad suya, sea la que sea, esté subordinado a Dios y
dependa de El, tal corno se explicó ya. Con esto también quedan, por fin, sufi-
cientemente explicadas las propiedades del ente creado en cuanto tal, pues no
tiene ninguna otra más que los atributos comunes del ente, de los que participa
de un modo que le es acomodado, y otros que son consectarios de su limi-
tación e imperfección, como son la composición, la dependencia y la sujecwn,
de las que se habló. En este lugar cabría explicar con más extensión aquella
primera caracterlstica del ente creado, concretamente que tenga por necesidad
que ser finito y limitado; sin embargo, creí que debía de pasarla por alto, ya
que la limitación en cuanto a la perfección esencial del ente creado no tiene difi-
cultad alguna, una vez que se explicó antes que la criatura no puede recibir
de modo adecuado la perfección divina; y si es una perfección inferior, es nece-

est non solum naturalibus entibus, sed etiam modo fiant vel existant, tamen ratio entis
supernaturalibus; possunt autem haec su- creati ut sic illas non requirit. Simili modo
pernaturalia entia elevad ad agendum vel philosophandum est de effectibus; nam ens
causandum aliquid ultra causalitatem sibi creatum ex vi Jmius communis rationis, licet
connaturalem, nam in hoc non mínus sub- sit capax causalitatis, nullum tamen defini-
iiciuntur Deo quam reliqua entia ordinis tum causalitatis genus sibi determinar, sed
naturalis, atque hac ratione omnis haec sub- hoc solum quod in omni causalitate sua,
iectio et dependentia respectu Dei abstrahit quaecumque illa sit, Deo subordinatur et ab
ab ente naturali et supernaturali, et commu- illo pendet, prout iam declaratum est. Ex
nis est omni enti creato ut sic, quo randem proprietates entis creati ut sic
11. Per haec igitur sufficienter videtur sufficienter sunt etiam traditae; nullas enim
declarara communis ratio entis crcati, et obi- alias habet, praeter communia attdbuta entis,
ter iam explicuimus causas, effectus et pro- quae modo sibi accommodato participar, et
prietates eius. Nam ens creatum ut sic pra~­ alia quae limitationem et imperfectionem eius
cise et abstracte sumptum non requirit aliam concomitantur, ut sunt compositio, depen-
causam nisi ipsum increatum ens, in quo dentia et subiectio, de quibus dictum est.
habet sufficientem causam efficientem, exern- Illa vero prima conditio entis creati, nimi-
plarern et finalem; forrnalem autem et ma- rum, quod finitum aut limitatwn necessario
terialem per se ac posirive non postulat ex esse debear, explicari hoc loco fusius pos-
sola cornmuni ratione entis creati, sed ad- set; tamen praetermittendam eam duxi, quia
mittit illas in aliquibus entib1,1s, de quibus limitatio quoad perfectionem essentialem en-
postea videbimus. Et simili modo, licet quae- tis creati nullam habet difficultatem, cum
dam entia creata requirant alias causas effi- supra demonstratum sit non posse creaturam
cientes praeter Deum, saltem ut connaturali divinam perfectionem adaequare recipere;
i

t DISPUTACION XXXIX

DlVlS!ON DEL ACCiDENTE EN NUEVE GENEROS SUPREMOS

RESUMEN

Se refiere la presente disputación a la parte 11 de las que anunció Suárez en


el prólogo de la disputación XXXVII, y versa sobre la división del accidente m1
nueve géneros. Después de deshacer la duda que podría plantear el hecho de que
se trate esta ntisma materia en Dialéctica, y de hacer ver el punto de vista propio
del metafísico sobre ella, anuncia la división de la disputación en tres partes, que
se corresponden con sus tres secciones (1-2).
l: La inmediatez de esta división (Sec. 1).
ll: Su suficiencia (Sec. 2).
Ill: Su cualidad o analogía (Sec. 3).

SECCIÓN
Comienza la seccton exponiendo cuatro dificultades que parece que persuaden
de que esta división no es inmediata, puesto que son posibles otras en menor nú-
mero de miembros (1-4); sin embargo, el hecho de que no fuese inmediata haría
que tampoco fuese científica ni suficiente (5). Como preámbulos para la resolución
afirma que la mayor inmediatez puede consistir en dos cosas: tener menor número
de miembros, o que las diferencias contractivas sean algo intermedio entre lo divi-
dido y los otros miembros de la división (6-7). Resuelve finalmente la cuestión
concediendo que son posibles otras divisiones en menor número de miembros,
pero que, a pesar de todo, esta división es inmediata y la más apta de todas (8).
A propósito de la primera dificultad, expone la división del accidente en completo
e incompleto, haciendo observar (9-12) que muchos ponen la razón de éste en un
elemento insuficiente; y define el accidente completo físicamente como aquel que
ni consiste en componer a otro, ni se ordena a ello (13), y metafísicameníe, el que
posee la esencia íntegra de un accidente (14-15). Al resolver la dificultad segunda
hace notar que la división del accidente en universal y singular no es propia del
accidente, sino común a todos los entes (16). Finalmente, a propósito de la terce-ra
dificultad, expone otras divisiones comunes del accidente, tales como entidad y
modo (17), absoluto y relativo (18), espiritual y material (19).

SECCIÓN II
Se ptegunta Suárez en esta sección si la división en nueve géneros es suficiente;
)' empieza por responder que para la suficiencia se requieren dos elementos:
694
T
,
695
Disputaciones metafísicas
Disputación XXXIX. Resumen
0
1. 3 que todos los miembros sean distintos; 2. 0 3 que fuera de éstos no haya otros 3) L dificultad de ambas opiniones se discute ampliamente (4-11) y ~e
que se distingan de ellos genéricamente. Pues bien, en ambos miembros se en... vaca ( . a . . . 1 a El acctdente en cuanto compren e
cu.entran graves dificultades para la suficiencia de la división del accidente ( 1). resuelve _la cuestión e~? tre(11;riª-acz~esProbable que el ~ccidente en cuanto se
Acerca c!el primer í1Úembro se hace notar, entre airas cosas, que la relación se nueve genems, e.s ana ogo d . ea unívoco pero parece más probable que
halla en todos los accidentes, y que la dificultad es más grave, puesto que se afirma de la entidad y del mo al no s l . (13-14) 3' Aunque el accidente no
pretende hc;'cer pasar a esos nueve géneros como primariamente diversos (2-3). esa diversidad no baste para es~ab ece~ ana ott~ o resp~cio de algunos, no puede
Sobre el segundo elemento de suficiencia propone siete objeciones principales (4-10)3 sea univoco end~oda s,u ampltt~d(l~)n ;:~!a 'za sección saliendo al paso de una
además de otra tmn.ada de los Postpredicamentos de Aristóteles (11), y la confir- negarse que se l.ga umvocamen e . e to de accidente que es propiamente
mación por el hecha de que los antiguos no observaron una norma constante en objeción que inslste en que ~~ da un cuoncnop es unívoco sino que incluye alguna
• · (16). 0 puede adm1tzrse ya q ,e ' · b '
esío (12 ). Examina a continuación las razones de suft:ciencia que se han propuesto, genertco , n -' , (17) Una respuesta parectda ca rta,
y comienza jJor la de Santo Tomás (13); la censura por no considel'ar acertado su analogía; por tanto, no puede ser un ge~ero t'dades simples (18).
si el accidente se toma como compuesto e en l
juicio sobre los aCcidentes intrínsecos y extrínsecos (14); pasa revista a las razones
que han propuesto San Agustín (15), los escotistas (16) y Ockam (17), y termina
por manifestar que él se adhiere a la opinión que se refiere como de Avicena:
que no se puede demostrar con una razón propia y a priori que existe ese núwwro
de accidentes y no menos o más (.18). A continuación recoge las dificultades del
primer grupo de los enwnerados antes (2-3) e indaga qué grado de distinción
es suficiente para la multiplicación de los géneros de los accidentes; rechaza la
opinión de los que exigen distinción real (19), así como la distinción modal, ante-
cedente en la realidad a la operación de la mente (20-21) y termina defendiendo
que basta una distinción de razón con fundamento en la realidad (23). Pasa a
1'esolver los fundamentos de las otras objeciones de este mismo apartado (24-27),
y como incidentalmente había surgido la cuestión de si puede darse un género
común a muchos p¡•edicamentos accidentales (28), la 1·esuelve afirmando que todos
los miembros que se incluyen se dísl"inguen dentro del ente como primariamente
diversos (29-30), y que los géneros de predicamentos diversos no convienen en
ninguna diferencia esencial (31); se detiene en la consideración de un pasaje de
Aristóteles que podría ofrecer dudas (32) y termina con la afirmación de que sólo
hay nueve géneros de accidentes (33). Responde a continuación detenidamente a
las ocho dificultades que surgieron acerca del segundo elemento de suficiencia,
y a la primera dice que los actos inmanentes no constituyen un género peculiar
de predicamento por carecer de las condiciones que se requieren en una forma
para ello (34-35); razona asimismo su negativa a la dificultad segunda (36), que
trataba de la acción y la pasión y, en el caso de las dificultades tercera y cuarta,
sobre las denominaciones artificiales y morales (37). Se detiene algo más en resol-
ver las dificultades sobre el movimiento y la causalidad (38-39) tratando con por-
menor de la causalidad final, formal y material y resolviendo sus objeciones (40),
La sexta versaba sobre algunos accidentes de los ángeles; el hecho de que estén
de modo distinto no los sitúa fuera de su predicamento (41 ). La séptima pregun-
taba sl las p; úpiedades de los accidentes no pertenecían a géneros distintos, y se
responde en sentido afirmativo si la propiedad es algo positivo; no, si es meramente
relativo o negati·vo (42), Cierra la sección con las dificultades, tornadas de los
Postpredicamentos, sobre las cuales niega Suárez que se dé razón alguna de acci-
dente, salvo si hay relación (43 ).

SECCIÓN III

Con ella se desarrolla la tercera parte de la disputación, que trata sobre si la


división es univoca o análoga. La mzón de la duda es que si el accidente fuese
unívoco sería un solo género y no nueve, pero si es análogo se ha de decir de
todos los accidentes por atribución respecto de uno (1). Expone dos opiniones; de
ellas, la primera afirma que la división es análoga (2); y la segunda que es uní-
T

DISPUTACION XXXIX
DIVJSION DEL ACCIDENTE EN NUEVE GENEROS SUPREMOS

1. Cómo pertenece al dialéctico la consideración de los diez géneros supre-


mos.- Esta división no solamente la propone el metafísico, sino también el dia-
léctico en el tratado en que estudia los predicamentos; sin embargo, pertenece a
la filosoffa primera por una razón más elevada y exacta, como puede deducirse
de lo que dijimos acerca del objeto de esta doctrina. Pues el dialéctico no consi-
dera los diez géneros supremos de entes para explicar exactamente sus naturalezas
y esencias; ello, efectivamente, quedaría fuera de su propósito, ya que la dialéc-
tica es sólo un arte directiva de las operaciones del entendimiento, a fin de que
se ejerzan de modo estudiado y racionaL Por lo cual, directamente y por si trata
de los conceptos de la mente, en cuanto pueden ser dirigidos pOr el arte, o sea,
de la forma y ordenación de los conceptos, en cuanto pueden lograrse por el arte.
Pero, como los conceptos de la mente versan sobre la realidad, y se fundan en
las cosas, por esto trata él de las cosas, no para explicar sus esencias y naturalezas,
sino sólo para coordinar los conceptos de la mente; y en este sentido trata de los
diez géneros con vistas a establecer los diez predicamentos. Pues el predicamento,
en sentido lógico, no es otra cosa que la disposición conveniente bajo un género
supremo de los géneros y especies hasta llegar al individuo, y esa disposición nos
la da el dialéctico con vistas a establecer definiciones, predicaciones y demostra-
ciones. Y solamente bajo esa razón aborda las cosas que ha de establecer en los
predicamentos y la división del ente en los géneros supremos. Por este motivo

DISPUTATIO XXXIX mentís ut diri¡zibiles sunt per artero, seu


de forma et ordinatione conceptuum, quate-
DE DIVISIONE ACCIDENTIS IN NOVEM SUMMA
nus per artem tribuí potest. Quía vero con-
GENERA
ceptus mentís circa res versantur et in re-
1. Consideratio decem summorum gene- bus fundantur, ideo de rebus tractat non ut
rum ad dialect.icum ut pertineat.- Divisio earum essentias et naturas declaret, sed so-
haec non solum a metaphysico tr;;~ditur, sed lum in ordine ad conceptus mentis coordi~
etiam a dialectico in ea parte in qua de nandos; et hoc modo agit de decem gene-
praedicamentis disputar; altiori tamen ma- ribus in ordine ad decem praedicamenta
gisque exacta ratione ad primum philoso- constituenda. Nam praedicamentum logice
phum pcrtinet, ut ex his quae de obiecto sumptum nihil aliud est quam generum et
huius doctrínae diximus constare potest. specierum usque ad individua conveniens
Dialecticus enim non considerar decem su- dispositio sub aliquo supremo genere, quam
prema entium genera ut eorum naturas et dispositionem, in ordine ad definitiones,
essentias exacte declaret; id enim extra in- praedicationes et demonstrationes conficien-
stitutum eius esset, cum dialectica solum sit das dialecticus tradit. Et sub ea tantum ra-
quaedam ars dírigens operationes intellectus, tione attingit res in praedicamentis consti-
ut artificiose et cum ratione exerceantur. tuendas, et divisionem entis in genera sum··
Unde directe ac per se agit de conceptibus ma. Propter quod dbrerunt multi praedica-
698 Disputaciones metafísicaE D~~~p~u~t~ac=i~ó~n~X~X=X~I=X='=·~S=e~c=ct~o~n~l----~------------------------------699
dijeron muchos• intérpretes de los predicamentos que el d 1'alée t1'co en ¡os pred'Ica- que contiene implícitamente y supera (por decirlo así) otras más inmediatas. El
b" antecedente es claro, primero porque el accidente parece que debe dividirse antes
mentos trata mas len de nombres que de cosas. Esto pienso que se ha de entender
no ~~rque se pongan los nombres en los predicamentos') sino porque el dialéctico en completo e incompleto. En efecto, que estos dos miembros se hallen entre los
consl. era las cosas que ha de colocar en los predicamentos más en cuanto a la accidentes, no puede negarse, no sólo porque unos accidentes se ponen en el
predicamento directamente y otros de modo reductivo; sino también porque
1esencm delfi .nombre que en cuanto a la esenc1'a de 1a cosa, en ¡a med'd 1 a en que
existen accidentes parciales e íntegros; por consiguiente, lo mismo que por esas
e sea s~ cwnte para establecer los primeros capítulos 0 géneros bajo los cuales
se coordman los demás géneros y especies. ' causas se divide la sustancia en completa e incompleta, así se di.vide también
el accidente. Por tanto, igual que esa división es adecuada a la sustancia, lo será
2. IJ_e qué modo trata el metafísico de los géneros supremos de los entes_
también para el accidente. Y del mismo modo que fue necesaria en la sustancia
~~ camb1~, el ~etafísico, directamente y por su propia función, expone esta d.ivi-
para constituir el género supremo, asi parece más necesaria en el caso presente
~wn para ~nvesttgar, las razones y esencias propias de las cosas. y por este motivo
mcluso baJo estos generes continúa dividiendo a través de todos los' géneros de en~es' para constituir y distinguir los géneros supremos. Porque, en caso contrario, o no
seria adecuada la división del accidente, en cuanto distinto ele la sustancia dentro
al . me~o~ hasta aquellas razones especificas que prescinden de la rnater.ia sensibl~
del ente, o no comprenderla todas las cosas que se contienen en lo dividido.
e mteligible; pues .otras que son más materiales, únicamente las toca en el grado
Porque los nueve géneros supremos únicamente contienen en si los accidentes
en .~ue .son necesa~ws para completar sus divisiones, como expusimos en la dispu-
tacwn mtroductona. Por tanto, como hemos tratado ya acerca de la sustancia completos.
nos, queda por tratar. sobre la ~i_v~~ión del accidente en nueve géneros; y así que: 2. Segunda dificultad.- Y ele aquí surge la segunda dificultad, es decir, por
dara c~mpleta Y ex?hcada la d1V1s_1~n del ente en los diez géneros 0 predicamentos. qué no se da aquí previamente la división del accidente en primero y segundo,
Despues, en camb1o, tal como htclmos con la sustancia recorreremos igualmente o seaJ en singular y universal, lo mismo que se ha dividido la sustancia en primera
en cada uno de los géneros de accidentes todos sus grad~s subalternos y específicos y segunda; porque no hay duda de que esos dos miembros se encuentran igual-
mente en los accidentes y agotan lo dividido y, por consiguiente, son más inme-
~t;I cuanto parece :~i!?~r o permitir la amplitud del objeto de la rnetafisica. Ahora
Ie~, sob~e ~~ta d1v1swn. se presentan, en general, tres cosas que estudiar, a saber, diatos, ya que se hallan en cada uno de los predicamentos del accidente.
su mmedmcwn, su sufic1encm y, finalmente, su cualidad o analogia. 3. Tercera dificultad.- La tercera dificultad, y la principal, es que el acci-
dente puede dividirse muy bien en el que es una forma propia real inherente a la
sustancia, y el que solamente es un modo real que modifica a la sustancia fuera
SECClON PRIMERA de su razón y complemento. Pues que se den estos dos modos. de accidentes es
cierto para nosotros, y se ha probado antes. Y que sean muy diversos entre si es
SI EL ACCIDENTE EN GENERAL SE DIVIDE INMEDIATAMENTE EN CANTIDAD manifiesto por la misma manera de modificar a la sustancia -que la tienen muy
CUALIDAD Y LOS DEMÁS GÉNEROS SUPRE.l\WS DE ACCIDENTES ' diversa- y por el diverso modo como se distinguen de la sustancia; y, finalmente,
por la razón misma de entidad, y de modo real, que pertenecen a las diferencias
1. Difict:tl.ta~ primera.- La razón de dudar está en que el accidente parece primarias del ente, como hemos explicado antes en la disputación VII. Finalmente,
que puede d1v1d1rse de muchas maneras en menor número de miembros, que com- que esos dos miembros dividan adecuadamente al accidente es claro, porque inclu~
prendan en sí aquellos nueve; por consiguiente, no es una división inmediata, sino
et transiliens (ut ita dicam) plu.res imme- praemittatu.r divisio accidentis in primum et
mentorum interpretes dialecticum in praedi- de divisione accidentis in novem genera; secundum, seu in singulare et universale,
camentis potius agere de nominibus quam atque ita manebit completa et explicata divi- diatiores. Antecedens patet primo, nam ac-
cidens dividendum prius videtur in comple- sicut divisa est subst:mtia in primam et
de n;bus,. Quod ~ntellige~dum puto, non quia sio entis in decem genera seu praedicamenta. secundam; quia non est dubium quin illa
n?mm~ m prae~1camen~1s ponantur, sed quia Postea vera, sicut in substantia fecimus ita tum et incompletum. Quod enim ínter acci-
dentia illa duo membra inveníantur, negari duo membra etiam in accidentibus invenian-
dmlectl~us mag1s cons1deret res in praedi- in singulis accidentium generibus per o~nes tur et exhauriant divisurn, et consequenter
camentls collocandas quoad quid nominis, eorurn gradus subalternos vel specificos dis- non potest, tum quía quaedam accidentia
ponuntur directe in praedicar:nento, alia re- sint immediatiora, cum in unoquoque prae-
quam quoad quid rei, quantum illi satis sit C?fremus, quantum latitudo obiecti metaphy- dicamento acddentis inveniantur.
ad rerum prima capita seu genera tradenda slcae postulare aut permittere videbitur. De ductive; tum etiam quia dantur accidentia
3. Tertia difficultas.- Tcrtia ac pmeci-
sub quibus alia genera et species coordi~ hac autem divisione tria in communi consi- partialia et integra; ergo, sicut ob has cau-
pua difficultas est quia accidens optime di-
nantur. deranda occur.runt, nirnirum de immediatio~ sas dividitur substantia in completam et in-
completam, ita etiam accidens. Unde, sicut vidi potest in illud quod est propria forma
2. Metdphysicus qualiter agat de summis n_e eiu;;, de. sufficientia, ac demum de aua- noalis inhaerens substantiae et il!ud quod
entium generibus.- At vera metaphysicus litate seu analogia eius. - ilia divisio adaequata. est sub~tantiae, ita haec
erit accidenti. Et, sicut in substantia neces- tantum est modus realis afficiens substantiam
directe et ex proprio instituto hanc tradit extra rationem et complementum eius. Nam
divisionem, ut proprias rationes et essentias saria fuit ad constituendum supremum ge-
SECTIO PRIMA nus, ita in praesenti magis necessaria videtur quod dentur Pi duo madi accidentium, cer-
rerum inquirat. Atque hac ratione sub his tum nobis est et superius probatum. Quod
etiam generibus dividendo procedit per om- UTRUM ACCIDENS IN COMMUNI IMMEDIATE ad constituenda et distinguenda suprema ge-
nera. Quía alias vel non erit adaequata di- vera inter se valde diversi sint, patet ex ipsa
nia entiwn genera, saltem usque ad illas DIVIDATUR IN QUANTITATEM, QUALITATEM ET ratione afficiendi substantiam, quam habent
specificas rationes: quae a materia sensibili ALIA SUMMA GENERA ACCIDENTIUM
visio accidentis, prout condistinguitur a sub-
stantia sub ente, vel non complectetur om- valde diversam, et ex diverso modo qua a
et int.ell.igibili abstrahunt; alias enirn, quae substantia distinguuntur; ac denique ex ipsa
matenahores sunt, eatenus tantum attingit nia qua e in diviso continentur. Quía novem
1. Prima difficultas.- Ratio dubitandi genera summa tantum sub se continent ac- .ratione entitatis, et madi realis, quae perti-
quatenus ad suas divisiones perficiendas ne- est quia multis modis videtur posse acci- nent ad primarias entis differentias, ut supra,
cesariae sunt, ut in disputatione prooemiali dens dividí in pauciora membra, quae illa cidentia completa.
2. Secunda difficultas.- Atque hinc ori- disp. VII declaravimus. Quod denique illa
declaravimus. Quoniam igitur de substantia novem sub se complectantu.r · ergo non est duo membra adaequate dividant accidens~
iam disseruimus, superest nobis dicendum immediata divisio, sed impÚcite continens tur secunda difficultas, cur, videlicet, hic non
Disputación XXXIX.-Sección l 701
700 Disputaciones metafísicas
yen .una in~ediata oposición y contradicción; por tanto, no puede concebirse un Observaciones para la resolución de la cuestión
medio o acc1dente que no sea una entidad o un modo que afecte a la sustancia.
De lo cual re~ulta, fina_Imente, que el bloque de los nueve géneros de accidentes 6. Sobre este punto apenas--encuentro que hayan dicho algo los autores, pues
q?-~d~ conter:1do en d.tcho~ miembros, los cuales, por lo mismo, podrán sub- casi no explican esta división en particular, sino que la confunden con la división
d~vidrrs~ en est?s. Luego, Igualmente, por esta razón dicha división no es inme- del ente en diez predicamentos; no obstante, puesto que a aquélla ]a presentan
diata, smo mediata. como de algún modo inmediata, dirán con mayor motivo lo mismo acerca de la
4. . Cu~rta dif_icultad,.- La cuarta dificultad general trata de otras muchas presente división. Sin embargo, todos parecen hacer consistir la inmediatez única-
converuencras Y dtferenc1as que se dan entre dichos miembros, por razón de las mente en esto: que los géneros supremos, al ser primariamente diversos, no con-
c~a~e~ pueden ~acerse otras divisiones más inmediatas. Corno, por ejemplo, podría vienen en ningún punto, según la doctrina de Aristóteles, V de la Metafísica, c. 9,
d1v1~rrse el acc1den~e en absoluto y relativo, y el absoluto, a su vez, en cantidad v y lib. X, c. 5, donde establece esta diferencia entre las cosas que difieren propia-
cuahdad, .Y el relativo, en relativo según el ser [secundum esse] o predicamentai mente y las que son diversas, y es que aquéllas difieren en algo, porque también
que propiamente se llama relación, y relativo según la expresión [secundum dici] en algo son una misma cosa; en cambio, las últimas no difieren por algo, sino por si
o trascen_d~n~al, que p~ede nuevamente dividirse en otros seis géneros. Además·, mismas, ya que no convienen en nada; y de esta clase son los géneros supremos ·d_e
p~dria d1v1dirs~ el acCI~e.n~e en espiritual y material. Y, por su parte, esos dos los predicamentos. Sin embargo, esa sola respuesta no parece suficiente para exph-
mt~m.bros podrmn .s'!b.dlviduse en otros, hasta las últimas especies de accidentes. car este punto; pues, cuando se dice que los géneros supremos ele los accidentes
Asmusmo puede d1v1d1;s~ el accider;te en general en permanente y sucesivo, y así no convienen en nada, o el sentido es que no convienen en nigún predicado tras-
nuevamente ha~ta las ultffila.s especies. Y, finalmente, puede dividirse, y esto con cendental, sea unívoco o análogo, o que no tienen en común ningún género propio.
la ~ayor propiedad, en _acc1d~nte que modifica intrínsecamente a la susta11cia, y El primer sentido es manifiestamente falso; y, por ello, no puede negarse en sen-
ac~1dente que la denon;nna solo d:
modo extrínseco, para subdividir el primer tido opuesto que, del mismo modo que los predicamentos de los accidentes tienen
alguna conveniencia en la razón de ente, no sólo entre sí, sino también con la
miembro en los tres pnmeros predicamentos, y que el segundo en cambio con-
tenga en sí los seis últimos, como muchos pretenden. ' ' sustancia) así también en la razón de accidente tienen alguna conveniencia entre
. 5. Pero en contra de esto hay una razón: si esa división no fuese inme- sí que no tienen con la sustancia, la cual conveniencia es preciso que consista en
dmta, tamp~c?. ~ería científica, ni sería en rigor suficiente. Lo primero es claro, alguna razón más propia de ellos y, por consiguiente, también más inmediata a
P?rque la diVIsio~, para ser correcta, debe avanzar a lo largo de todas las diferen- ellos de lo que es la razón de ente; por consiguiente, de igual modo tampoco puede
Cias . o -:nodos r:rox1mos hasta los miembros más remotos, pues, de lo contrario, negarse que entre algunos predicamentos de los accidentes se den algunas conv~­
exphcar1a muy 1~perfect~ente la naturaleza de lo dividido. Lo segundo es claro, niencias propias y particulares que no son comunes a los otros géneros de acci-
ya que, por la rrusma razon que se enumeran tantos miembros mediatos o remotos dentes, como prueban manifiestamente las razones de duda propuestas; por con-
podrían. enumerarse mu~ho~ más que declarasen de modo más distinto la amplitucJ siguiente, los géneros de los accidentes no pueden decirse primariamente diversos,
d.el acc1d7nte; por cons1gmente, no puede darse una razón cierta de esa división, porque no tengan ninguna conveniencia de esta clase. En cambio, el segundo sen-
Sl no es mmedmta. tido es verdadero, como veremos en la sección 3 con más extensión; sin embargo,
no es suficiente para satisfacer a las dificultades propuestas, o sea, para dar razón

Notationes ad quaestionis resolutionem vaco, sive analogo, conveniant, vel quod


patet, quia includunt immediatam oppositio- possent in alía subdividí usque ad ultim8s nullum proprium genus habeant commune.
nem et contradictionem; unde non potest accidentium species. Itero potest dividi acci- Prior sensus est manifeste falsus; et ideo in
excogitare medium seu accidens quod non 6. De hac quaestione nihil fere invenio
dens in communi in permancns et succesi- opposito sensu negad non potest quin, sicut
sit entitas aut modus afficiens substantiam. vum, et sic ultcrius usque ad ultimas spe- ab auctoribus dictum, quia vix: hanc divisio-
nem in particulari explicant, sed eam cum praedicamenta accidentium et inter se et
Qua tandem fit ut omnia novem genera cies. Ac tnndem dividi potest ct maxime cum substantia habent aliquam convenien-
accidentium sub illis membris contineantur, proprie in accidens intrinsece afficiens sub- divisione entis in decem praedicarnenta con-
fundunt; tamen, cum illam tradant taro· tiam in ratione entis, ita in ratione acciden-
quae proinde in ea subdividi poterunt. Igi- stantiam, et extrinsece tantum denominans tis habeant inter se aliquam convenientiam,
tur hac etiam ratione illa divisio non est ut prius membrum subdividatur in tria pri~ quam aliquo modo immediatam, a fortiori
idem dicent de praesenti divisione. Omnes quam non habent cum substantia, quam ne-
immediata, sed mediata. ma praedicarnenta, posterius autem sex ulti- cesse est esse in aliqua ratione sibi magis
4. Quarta difficultas.- Quarta difficultas ma sub se contineat, ut multi volunt. tarnen in hoc tantum videntur immediatio·
nem ponere, quod genera summa, cum sint propria, et consequenter sibi etiam magis
generalis est de rnultis aliis convenientiis ~t S. In contrHium autem est quia si illa immediata quam sit ratio entis; ergo, pari
differentiis quae intcr illa membra reperiun· divisio non e::;::;t:t irnrnediata, neque es~et doc·· prLrno diversa, ín nullo conveniunt, iuxta
doctrinam Aristot., V Metaph., c. 9, et lib. X, modo, negari non potest quin inter quaedam
tur, ratione quarurn confici possunt plures trinalis neque in rigore sufficiens. Primum praedicamenta accidentitun sint aliquae con-
divisiones immediatiores. Ut, verbi gratia patet, quía divisio, ut recte tradita sit debet c. S, ubi hoc discrimen ponit inter ea quae
venientiae propriae et peculiares, quae non
dividi posset accidens in absolutum et re~ per omnes differentias vcl modos pr~ximos proprie differunt et quae diversa sunt, quia
sunt comrnunes aliis generibus accidentium,
spectivum, et absolutum rursus in quantita- usque ad remadora membra procedere, alias illa aliquo differunt, nam etiam in aliquo
sunt unum; haec vera non aliquo differunt, ut manifeste probant rationes dubitandi pro-
tem et qualitatem, et respectivum in respe- valde imperfecte explicabit naturam divisi. positae; non possunt ergo genera acciden-
ctivurn secundum esse seu praedicamentale, Secundurn patet, quia qua ratione numeran- sed seipsis, quia in nullo conveniunt; cu-
iusmodi sunt summa praedicarnentorum ge- tium dici primo diversa quia nullam huius-
quod proprie dicitur ad aliud, et respectivum tur tot membra mediata seu remota possent modi convenientiam habeant. Posterior au-
secundum dici seu transcendentale, quod multo plura munerari quae distinctius de- nera. Verumtamen haec sola responsio non
videtur sufficiens ad hanc rem explicandam; tem sensus verus est, ut sect. 3 latius vide-
potest ulterius dividi in alia sex genera. clararent amplitudinem accidentis; non pot- bimus; ille tamen non sufficit ad satisfa-
Rursus posset dividi accidens in spirituale est ergo certa aliqua ratio illius divisionis nam, cum dicuntur summa genera acciden·
tium in nullo convenire, vel est sensus quod ciendum difficultatibus positis, seu rationem
et materiale. Et rursus haec duo membra tradi, nisi imrnediata sit. reddendam cur, sicut ens secundum gene-
in nullo praedicato transcendentali, sive uni-
Disputación XXXIX.-Sección l 703
702 Disputaciones metafísicas
común a diversos predicamentos de accidentes, como hemos de exponer más am-
de por qué, del mismo modo que el ente -según cierto modo general de ser- pliamente. en la sección 3; por consiguiente, de cualquier modo que se divida el
queda determinado primero al accidente como tal y después a los accidentes más accidente en menos miembros y más comunes, divisibles a su vez en cosas perte-
determinados o particulares, por qué -repito- no se entiende así que el acci- necientes a predicamentos diverSos, no queda dividido en cosas que sean verda-
dente en común. q-ueda determinado por ciertos modos comunes a muchos predi-~ deros géneros; por consiguiente, si debió dividirse de modo adecuado en miembros
camentos de accidentes antes de quedar contraído a los propios predicamentos o que sean géneros primariamente diversos, es decir, que no convengan en otro
géneros de accidentes. género, no pudo dividirse de otro modo. Y era necesario que se diese una división
7. Por consiguiente, hay que advertir que en dos sentidos puede decirse una del accidente' en todos los géneros primariamente diversos, al modo dicho, a fin
división más inmediata que otra. Primero, porque se da por medio de menor de que las quididades y géneros y especies de todas las cosas pudiesen ser investi-
número de miembros, los cuales pueden subdividirse a lo largo de todos los gados y conocidos de acuerdo con un método científico.
miembros de la otra división. El segundo, porque las diferencias o modos que 9. Se satisface a una objeción.- Se dirá que, por el mismo motivo, no de-
contraen lo dividido en una división, por si y según un modo propio de concebir bimos dar previamente la división del ente en sustancia y accidente, sino que el
fundado en las cosas, son un medio entre lo dividido y los otros miembros de la ente debía dividirse inmediatamente en los diez géneros. Se responde que ello
división segunda, como es sensible entre viviente y racional; y aduciremos más hubiera podido hacerse, pero que no hubiera sido tan oportuno y que no se da
ejemplos de ambos miembros en lo que sigue. la misma razón, no sólo porque era preciso explicar la razón común de accidente,
que es esencial a todos los accidentes, y compararla con la sustancia; sino también
Resolución de la cuestión porque la razón de accidente como tal es esencial y positiva, y todos los modos
8. Por consiguiente, hay que afirmar que la referida división no es tan inme- con que los géneros de los accidentes se constituyen y distinguen, determinan
diata que no puedan pensarse otras más inmediatas, si se habla de modo absoluto próximamente de modo esencial la misma razón de accidente como tal, y no la
acerca de cualquier división de menos miembros y más generales; pero, a pesar razón de ente; y por esto se distinguen por debajo del accidente, de modo perfecto
de todo, en cuanto el accidente puede dividirse de modo próximo y adecuado en e inmediato, los nueve géneros. En cambio, en las demás divisiones del accidente
miembros que son géneros primariamente diversos, esa división es inmediata y la que parecen darse con menos miembros, o no se encuentra una coordinación
más apta de todas para exponer la doctrina. La primera parte la prueban suficien- esencial según la razón, entre los modos que constituyen tales miembros y los
temente todos los ejemplos y argumentos expuestos al principio; pues inuestran, que determinan los géneros de accidentes, o esos modos no son positivos, sino
como dije, que algunos predicamentos de los accidentes tienen entre sí convenien- negativos; o no son esenciales, sino extrínsecos y accidentales; o, finalmente, no
cias o semejanzas que no son comunes a todos los accidentes, de acuerdo con las pueden subdividirse convenientemente por debajo de ellos los géneros primaria-
cuales pueden establecerse otras divisiones de menor número de miembros, ulte- mente diversos. Porque, a veces, realidades pertenecientes a un mismo predica-
riormente divisibles en cosas pertenecientes a diversos predicamentos; por consi- mento, distintas entre sí únicamente por la especie, se hallan contenidas bajo
guiente, según ese modo de pensar pueden fácilmente idearse otras divisiones de aquellos miembros diversos; y, por el contrario, realidades de diversos predica-
miembros más inmediatos al accidente en común; pues todo lo que siendo inferior mentos pertenecen a un mismo miembro. Todo esto se expondrá más cómodamentr.:
al accidente es común a muchos géneros, se concibe como más inmediato a ellos. al razonar sobre cada uno de los ejemplos propuestos anteriormente.
La segunda parte, en cambio, se explica porque no puede darse ningún género
camentis accidentium, ut in sect. 3 latius accidentis ut sic essentialis est et posltlVa,
ralem quemdam modum cssendi determina- aliae Lmmediatiores excogitari, si absolute de dicturi sumus; ergo quacumque ratione di- et omnes madi quibus genera accidentium
tur pl'ius ad accidens ut sic, deinde ad acci- quacumque divisione per pauciora et gene- vidatur accidens in pauciora et communiora constituuntur et distinguuntur, proxime de-
dentia magis determinata seu particulal'ia, raliora membra loquamur; nihilominus ta- membra ulterius divisibilia in res diversorum terminant essentialiter ipsam rationem acci-
non ita accidens in communi intelligatur de- men, quatenus accidens proxime et adae- praedicamentortun, non dividitur per mem-
terminad per modos quosdam communes dentis ut sic, et non rationem entis; et ideo
quate dividí potest in mcmbra quae sint bra quae sint vera genera; ergo, si adae- sub accidente optime et immedíate dividun-
multis praedicamentis accidentium, prius genera primo diversa, illam divisionem esse quate dividí debuit per membra quae sint
quam ad propria praedicamenta seu genera tur novem genera. In aliis autem divisionibus
immediatam et omnium aptissimam ad doc- genera primo diversa, id est, quae in alio accídentis, quae per pauciora membra tradi
accidentirun contrahatur. trinam tradendam. Priorem partero probant genere non conveniant, non potuit aliter di-
7. Advertendum est igitur duobus modis videntur, aut non reperitur coordinatio es-
sufficienter exempla omnia et argumenta in vidí. Fuit autem necessarium tradere divi- sentialis secundurn rationem inter modos
dici posse unam divisionem imrnediatiorem sionem accídentis in omnia genera primo
alia. Primo, quia per pauciora membra da- principio posita; ostendunt enim, ut dixi, constituentes talia membra et eos qui deter-
aliqua praedicamenta accidentium habere in- diversa dicto modo, ut omnium rerum quid- minant genera accidentium_, aut illi madi
tur, quae subdividi possunt p~r onmia mem- ditates et genera ac species pol:lsent iuxta
bra alterius divisionis. Secundo, quia diffe- ter se aliquas convenientias vel similitudines non sunt positivi, sed negativi; aut non sunt
non communes omnibus accidentibus, secun- doctrinae methodum investigari ac cognosci.
rentiae vel modi contrahentes divisum in 9. Obiectioni satisfit.- Dices eadem ra- essentiales, sed extrinseci et accidentales;
una divisione, per se et secundum proprium dum quas confici possunt aliae divisiones per aut denique non possunt sub illis Convenien-
pauciora membra ulterius divisibilia in res tione non fuisse nobis praemittendam divi-
concipiendi modum fundatum in rebus, sunt sionem entis in substantiam et accidens, sed ter subdividí genera primo diversa. Quia
medium inter divisum et alia membra alte- diversorum praedicamentorum; ergo secun- interdum res eiusdem praedicamenti, tantum
dum illum concipiendi modum excogitari fa- immediate dividendum ens in decem genera.
rius divisionis~ ut est sensibile inter vivens Respondetur potuisse quidem id fi.eri, non specie distinctae ínter se, continentur sub
et rationale; et plura exempla utriusque elle possunt divisiones aliae per membra im- tamen fuisse ita conveniens, neque esse pa- illis membris diversis; et e contrario, res
membri in sequentibus afferemus. mediatiora accidenti in communi; quidquid rem rationem, tum quia oportuit commu- diversorum praedicamentorum ad idem mem-
enim sub accidente commune est multis ge- nem rationem accidentis, quae essentialis est brum pertinent; quae omnia declarabuntur
Quaestionis resolutio neribus, concipitur ut immediatius illis. omnibus accidentibus, explicare eamque cum commodíus discurrendo per singula exempla
8. Dicendum itaque est divisionem die- Posterior vero pars declaratur quía nullum substantia conferre~ tum etiam quia ratio superius proposita.
taro non esse ita immediatam, quin possint potest dari genus commune díversis praedi-
704 Disputaciones metafísicas
Disputación XXXIX.-Sección 1 705

A propósito de la primera objeción, se expone la división del accidente sólo la unión accidental de muchas cosas; a pesar de todo, aquel compuesto no
en completo e incompleto puede llamarse propiamente accidente, en cuanto se distingue de la sustancia,
ya que en él está incluida la sustancia. Por esto, piensan acertadamente los que
1O. En qué hacen consistir algunos la razón del accidente completo e in- nier;an que esos concretos, considerados de ese modo, queden colocados en un
completo.- La primera objeción se refería a la división del accidente en in- predicamento, ya que no pueden colocarse ni en el predicamento de la sustancia
completo y completo; en ella se ha de explicar primeramente qué se entiende ni en los del accidente. Y, además, porque en los predicamentos no pueden colocar-
con el nombre de accidente completo e incompleto. Algunos, pues, piensan que se los entes per accidens, sino los entes per se. Por consiguiente, ese concreto,
son accidentes completos únlcamente los sujetos concretos de accidentes; e incom~ considerado de este modo, a fortiori no puede llamarse accidente completo; porque
pletos, los accidentes en abstracto. Porque el accidente concreto significa todo el lo que no es accidente no puede ser accidente completo. Más todav.ía, ni siquiera
compuesto, que es lo propiamente completo; en cambio, el accidente abstract? e;s puede llamarse propiamente ente completo, porque en realidad sólo el ente uno
sola la forma, que es algo incompleto, ordenado por su naturaleza a constltmr per se es propiamente ente completo. Por lo cual, si el sujeto de dicho compuesto
ese compuesto. Por lo cual, mediante una acción accidental no se produce por sí es una sustancia completa, el compuesto mismo de sustancia y accidente será más
el accidente abstracto, sino el concreto, porque evidentemente la acción tiende que completo, y, por lo mismo, será propiamente un ente per a.ccidens.
esencial y primariamente al ente completo, y, por ello, dijo Aristóteles que me- 12. Pero, en cambio, si tratamos de ese concreto por razon de solo el ele-
diante el calentamiento no se produce el calor, sino lo cálido. Finalmente, la forma mento formal, en este sentido puede llamarse ciertamente accidente completo;
sustancial es una realidad incompleta; por consiguiente, mucho más lo será la sin embargo, no hay razón para que el accidente abstracto se llame incompleto,
forma accidental tomada en abstracto. porque el concreto en sentido formal dice únicamente la misma forma accidental,
11. Se refuta la. opinión de éstos.- Pero esta opinión no puede admitirse: según la opinión más verdadera, que es comúnmente aceptada, de Santo Tomás,
porque, o bien el concreto de accidente se toma en razón del ele~ento formal y del Comentador, V Metaph., text. 14. Estos dicen, en consecuencia, contra
únicamente o en razón de todo el compuesto de elemento matenal y formal; Avicena, en su Logica, que el accidente concreto y el abstracto formal y princi~
en el prlln~r sentido puede decirse .verdaderamente accide~:lte; en cambio, en el palmente significan una misma cosa, y difieren únicamente en que el concreto
último no puede llamarse tanto accidente cuanto ente accidental, como lo llama dice la forma misma en cuanto informando actualmente al sujeto y constituyendo
Aristóteles en el lib. VII de la Metafísica, c. 6, y así fue llamado por nosotros el concreto mismo; en cambio, el abstracto dice precisivamente la forma misma,
en la disp. IV, s. 3. Por lo cual hay que precaverse contra la equivocidad del como si existiese por sí. Pero esta diferencia no es suficiente para que la blancura
nombre de accidente, que podemos explicar del mismo ,~odo que distingui? Aris- se llame accidente incompleto más bien que lo blanco; ya que la inhesión actual,
tóteles el nombre de accidente, en el lib. V de la Metaftstca, c. 30, donde d1ce que que expresa preferentemente lo blanco, es ciertamente sólo un modo de la forma
a veces se le llama accidente a algo porque ocurre de modo fortuito) y se llama accidental, que no la completa en la razón de accidente. Por lo cual no puede
accidente únicamente porque sucede accidentalmente; pero accidente se llama pro- dudarse de que la cantidad separada es un accidente tan completo como la canti-
piamente lo que está en una cosa ~in pertenecer a su esenci.a; por consig~iente, dad unida. Ni importa que la forma misma accidental haya sido establecida para
en este sentido el concreto de acc1dente puede llamarse accidente por razon de modificar al sujeto, ya que no decimos que ese accidente en abstracto sea un ente
todo el compuesto, ya que accidentalmente se reúnen en él realidades de diversos
géneros; aunque aquel accidentalmente no significa una reunión fortuita, sino
quam illud per accidens non significet for- est accídens completum; tamen non est cur
Circa primam obiectionem tractatur di'Visio mu1to magis forma accidentalis in abstracto tuitam congregationern, sed solum acciden- idem accidens abstractum incompletum cen-
accidentis in completum et incompletum sumpta. tariam coniunctionem pluríum rerum; non seatur, quia concretum pro formali tantum
11. Horum sententia refutatur.- Sed haec tamen potest illud compositum proprie acci- dicit ipsam formam accidentalem, iuxta ve-
10. Rationem completi et incompleti ac- sententh probad non potest; aut enim con- dens appellari, ut a substantia distinguitur, riorem et communiter receptam sententiam
cidentis in qua collocent aliqui.- Prima er- cretum accidentis sumitur ratione solius for- cum in illo substantia includatur. Propter D. Thomae, et Commentatoris, V Metaph.,
go obiectio erat de divisione accidentis in malis, vel ratíone totius compositi ex mate- quod recte sentiunt qui negant haec con- text. 14. Qui consequenter aiunt contra Avi-
incompletum et completum; in qua primum riali et formali; sub priori ratione vere dici creta sic considerata in praedicamento col- cennam, in sua Logica, concretum et abstra-
explicandum est quid nomine accídentis potest accidens, sub posteriori autem non locari, quia neque in praedicamento substan- ctum accidentis formaliter ac praecipue idem
completi et incompleti intelligatur. Quldam tam dici potest accidens quam ens per ac- tiae neque in praedicamento accidentis col- significare solumque differre quía concretum
enim sola concreta accidentium intelligunt cidens, ut illud appellat Aristoteles, VII Me- locari possunt. Et quia in praedicamentis dicit ipsam formam ut actu informantem
esse_ completa aCcidentia; incompleta autem taph., c. 6, et dictum a nobis est disp. IV, non entia per accídens, sed per se collocací subiectum et constituentem concretum ip-
esse accidentia in abstracto. Quía accidens sect. 3. Quapropter cavenda est aequivocatio possunt A fortiori ~rgo tale concretum sic sum, abstractum vera praecise dicit ipsam
concretum significat totum compositum, quod de nomine accidentis, quam declarare pos- spectatum non potest nppellari accidens com- formam ac si per se esset. Haec autem dif-
proprie completum est; abstractum vera ac-
cidens est sola forma, quae incompletum
quid est, natura sua ordinntum ad tale. com-
positum constituendum. Unde per actmnem
accidentalem non fit pcr se accidens abs-
tractum, sed concretum, quia, nimirum, ac-
sumus ad eum modum quo Aristoteles di-
stinxit nomen accidentis, lib. V Metaph.,
c. 30, ubi ait accidens interdum vocari aH-
quid quia fortuito evenit, quod solum dici-
tur accidens quía per accidens contíngít;
proprie vera accidens dicitur quod inest ali-
1 pletum; quia quod accidens non est, nec
completum accidens esse potest. Immo, nec
ens completum potest proprie vocarí, quia
revera solum ens per se unum est proprie
completum ens. Unde, si subiectum illius
compositi sit substantia completa, composi-
ferentia non est satis ut albedo dicatur ac-
cidens incompletum, potius quam album;
quia actualís inhaesio, quam magis exprirnit
album, solum est quidam modus formae
accidentalis, qui non complet illam in ra-
tione accidentis. Unde non potest dubitarí
tum ipsum ex substantia et accidente erit quin quantitas separata tam completum ac-
tio per se primo tendit ad completum ens, cui extra reí essentiam; sic ergo concretum 1 plus quam completum, et ideo erit proprie cidens sit sicut coniuncta. Nec refert quod
et ideo dixit Aristoteles per calef2-ctionem accidentis ratione totíus compositi vocari
non fieri calorem, sed calidum. Tandem for- potest accidens, quia per accidens in eo con- ens per accidens. forma ipsa accídentalis sit instítuta ad affi-
ma substantialis est res incompleta; ergo gregantur res diversorum generum; quam- 12. At vera, si loquamur de illo concreto ciendum subiecttun, quía non dicimus hu-
ratione solius formalis, sic dici quidem pot- iusmodi accidcns in abstracto esse ens com~
DISPUTACIONES V - 45
706 Disputaciones metafísicas Disputación XXXIX.-Sección I 707

completo, sino que es un accidente completo, lo cual es muy distinto; pues un aun cuando se ordene a componer un compuesto con la sustancia, esto no elimina
accidente, aun cuando sea en si perfecto, es incompleto en el ámbito del ente. la razón de accidente completo, ya que dicho compuesto no es un verdadero acci-
Y, por eso, dicha razón sólo prueba que los accidentes abstractos son entes incom- dente. Añado, además, que, aua cuando a veces un accidente se ordene a la
pletos, pero no que sean accidentes incompletos. Más todavía, hay que decir lo actuación o recepción de otro, como) por eje:mplo, la potencia al acto, o el 2cto
mismo de los concretos, en razón de sus significados formales. Por lo cual, en a la potencia, sin embargo ello no impide que uno y otro pueda ser accidente
esto no se da semejanza con las formas sustanciales; pues aquéllas no sólo son completo; porque uno y otro posee en su razón la especie integra y no compone
entes incompletos, sino también sustancias incompletas, lo cual es para ellas algo con e1 otro una unidad pet se, sino solamente per accidens. Por cons:guiente, será
más perfecto que ser accidentes completos. Finalmente, lo que se decía del tér- un accidente fislcamente incompleto el que compone o integra fisicamente un acci-
mino de la acción, no importa para nada en el caso presente, porque la acción dente uno per se; como, por ejemplo, las partes de la cantidad continua, mientras
natural t' ende al compuesto, ya sea éste una unidad propiamente, ya lo sea acci- están en el continuo, son sólo accidentes incompletos; también los grados de inten-
dentalmente; tiende también a la forma, no en si, sino en el sujeto, y, por ello, sidad de un mismo calor pueden llamarse accidentes f~sicamente incompletos.
se dice que tiende más a lo concreto que a lo abstracto, aun cuando ambas cosas Y el punto puede llamarse por su naturaleza accidente incompleto. De elio resulta
sean completas en el orden accidental. que un mismo accidente pueda llamarse completo o incompleto según razones di-
13. En qué consiste verdaderarnente la razón de accidente completo e incom- versas, como se piensa, en general, acerca de la línea o de la superficie; pues, en
pleto.- Por tanto, el accidente incompleto se ha de distinguir del completo tanto cuanto tlene una extensión propia, es cantidad completa; en cambio, en cmmto es
en concreto como en abstracto, pues ambas razones pueden hallarse en uno y otro término o v~nculo de otra cantidad, se tiene por incompleta. Y la misma cualidad
miembro; sin embargo, como en los abstractos se concibe (por decirlo así) la incoada, o en grado remiso, es esencialmente completa; en cambio, entitativamente
razón de accidente más pura y precisiva, hay que explicar ambos miembros en o intensivamente, es incompleta. También el movimiento, en cuanto es la produc-
éstos, porque después podrá fácilmente aplicarse ello a los concretos. Por consi- ción del término mismo, se juzga algo incompleto; en camblo, en cuanto es una
guiente, se llama accidente completo aquello que en la razón de forma accidental pas:ón del sujeto o del móvil~ tiene una cierta razón completa ·de accidente, y
es una forma íntegra y total; en cambio, se llama accidente iücompleto el que constituye su predicamento, como veremos.
tiene razón de parte respecto del completo. Esta explicación resulta clara tanto 14. En camblo, metaf1sicamente se llama accidente completo aquel que posee
por la propiedad de los términos como por la proporción que se establece con la la esencia íntegra de un accidente. Aqui se ofrecla inmediatamente ]a cuestión de
sustancia completa e incompleta, que hemos explicado antes de este modo; porque, si los géneros de los accidentes pueden llamarse accidentes completos, o sólo las
lo mismo que la sustancia se compara en su orden con el todo y la parte, así se especies últimas, o los individuos. O bien, si éstos son accidentes completos, se
compara el accidente en el suyo. De ello resulta que, del mismo modo que la ofrece la cuest:ón de las diferencias, es decir, por qué no son t'ambién accidentes
sustancia puede ser completa e incompleta, física o metafísicamente, de igual modo completos; pues, lo mismo que la diferencia es parte, también lo es el género;
puede serlo también el accidente. Y se llama accidente completo, en sentido físico, y lo mismo que el género, para poder predicarse de la especie se concibe en algún
el que ni consiste ,en componer esencialmente a otro accidente ni se ordena de sentido a manera de todo, así también la diferencia. Pero todo esto se ha de
suyo a ello, ya que entonces tiene verdaderamente razón de todo o de accidente resolver del mismo modo que tratamos el caso semejante de la sustancia. Hay que
íntegro. Y digo que no debe ordenarse a la composición de otro accidente, porque,
ordinari ad componendum aliud acddens, propriam extensionem, est quantitas com,
pletum, sed esse accidens completum, quod in concreto quam in abstracto; u traque enim quia, licet ordinetur ad componendum cum pleta; quatenus vera est terminus aut vincu-
est valde diversum; nam accidens, quan- ratio potest in utroque membro reperiri; substantia unum cornpositum, hoc non tollit lum altcrius qmntitatis, censetur incompleta.
tumvis in se perfectum, est incompletum in tamen, quia in abstractis concipitur (ut ita rationem accidentis cornpleti, eo quod illud Et eadem qualitas inchoata seu in gradu
latitudine entis. Et ideo ratio illa solum dicam) magis pura ac praedsa ratio acci- compositum non sit verum accidens. Addo remisso est esscntbliter completa, entitative
probat abstracta accidentium esse incomple- dentis, in eis explicandum est utrumque quod, licet interdum unum accidens ordine- autem seu intensive est incompleta. Motus
ta enria, non tamen esse incompleta acciden- membrum; facile enim deinde poterit ad tur ad actu::mdum vel recipiendum aliud, ut, etiam, quatenus est ipsemct terminus in fieri,
tia. Irnmo vera, idem dicendum est de con- concreta applicari. Completum ergo accidens verbi gratia, potentia ad acrum, vel actus censetur quid incompletum; tamen prout
cretis ntione formalium significatorum. Qua- dicitur quod in ratione formae accidentalis ad potentbm, nihilominus hoc non impedit est passio subiecti seu mobilis habet comple-
propter in hoc non est sirnile de formis sub- est integra ac totalis forma; incompletum quin utrumque esse possit accidens cornplc- tam quamdam rationem accidentis et surnn
stantialibus; illae enirn et sunt en tia incom- vera accidens dicitur quod habet rationem tum; quia utrumque in ratione sua habet constituit praedicamentum, ut videbimus.
pleta et substantiae etiam incompletae, quod p3rtis respectu completi. Quae explicatio integram speciem et non componit cum alio 14. Mecphysice autem dicitur accidens
illis perfecrius est quam t:~~e at:ddeütia com- patet, tu.-n ex proprietate terminorum, tum unum per se, sed t:mtum per accidens. Erit completum illud quod habet intecr21.m essen~
pleta. Denique, quod afferebatur de termino ex proportione sumpta ad substantiam com- 'lifr ergo accidens physice íncompletum illud tiam alicuius accidentis. Ubi statim occurre-
actionis nihil ad rem praesentem facit, quia pletam et incompletam, quas supra hoc mo- i quod physice componit seu integrat aliquod bat quaestio an genera accidentium possint
naturalis actio tendit ad compositum, sive do declaravimus; nam, sicut substantia in accidens per se unum; ut partes, verbi gru- dici accidentia completa, ve! solum species
illud sit proprie unum, sive per accidens; suo ordine comparatur ad totum et partero, tia, quantitatis continu9.e, quamdiu sunt in ultimae aut individua. Aut si illa sunt acci-
tendit etiam ad formam non in se, sed in ita et accidens in ordine suo. Ex qua fit, continuo, tantum sunt incompleta accidentia; dentia completa, oritur quaestio de differen-
subiecto, et ideo magis dicitur tendere ad sicut substantia potest esse completa vel in- gradus etiam intensionis eiusdem caloris pot- tiis, cur, scilicct, non sint etiam accidentia
conctetum quam ad abstractum, etiamsi completa physice aut metaphysice, ita etiam est dici accidens incompletum physice. Et completa; nam, sicut differentia est pars,
utrumque completum sit in ordine acciden~ accidens. Dicitur autem accidens physice punctum potest dici natura sua incomple- ita et genus, et sicut genus, ut possit dici
tis. completum quod neque est neque ex se tum accidens. Qua fit ut idem accidens se- de specie concipitur aliquo modo per modum
13. In qua vete consistat ratio accidentis ordinatur ut componat per se aliud accidens, cundum diversas rationes possit dici comple- totius, ita etiam differentia. Sed haec eodem
completi et incompleti.- Incompletum ergo quia tune vere habet rationem totius seu tum et incompletum, ut communiter censetur modo expedienda sunt qua similia de sub-
accidens distinguendum est a completo, tam integri accidentis. Dico autem non debere de linea vel superficie; nam, quatenus habet stantia tractavimus. Dicendum est enim ge-
708 Disputaciones metafísicas Disputación XXXIX.-Sección 1 709

afirmar, por tanto, que todos los géneros que se sitúan en la línea recta de algún de modo propio y riguroso, sino en cuanto incluye todas las cosas que se establecen
predicamento accidental son accidentes completos; esto es claro por el modo en cada predicamento, ya sea de modo directo o reductivo. Por tanto, cuando un
mismo como se concibe y se expresa; en efecto, la cantidad, el calor, el hábito accidente se llama cantidad, y ótro cualidad, etc., no se toma la cantidad o la
y demás se conciben y se expresan como accidentales en su integrldzd, yr:, se con·" cualidad en cuanto rigurosamente es un género, al modo como es sólo la cantidad
ciban en su razón genérica, ya en la especificaj porque expresa o implícitamente o la cualidad completa; pues, en ese caso, la división no sería adecuada a lo divj-
dicen toda la forma, o toda la esencia de ésta, y a manera de un todo. En esto dido; por consiguiente, se toma la cantidad (y lo mismo sucede con los demás)
hay gran disparidad entre la diferencia y el género; porque la diferencia se expresa en toda su amplltud, aun cuando posteriormente, para constituir el género propio
siempre a manera de parte, al menos en cuanto a su significado formal. Por tanto, de ese predkamento, se haya de tomar la razón propia completa de cantidad; esto
propiamente los accidentes metafísicamente incompletos son diferencias de acci- quede aqul advertido para todos los predicamentos, a fin de que no sea menester
dentes, y los géneros lo son, tomados precisivamente como partes, no tomados en repetirlo.
absoluto.
15. Con todo lo cual, al primer argumento que insiste sobre la dificultad
se responde que esa división del accidente 'en completo e incompleto, o bien se
Se resuelve la segunda objeción
supone como contenida virtual o proporcionalmente en la división semejante de
la sustancia, o ciertamente puede aplicarse con más comodidad a cada uno de
los predicamentos del accidente, a saber, que la cantidad sea completa e incompleta, 16. Cómo se divide el accidente en universal y singular.- En el segundo
y lo mismo la cualidad, y todos los otros. En efecto, dentro de la razón general ejemplo de la división del accidente en singular y universal, o en primero y se-
del accidente, apenas puede pensarse algo que sea absolutamente incompleto, o gundo, no hay necesidad de que nos detengamos, pues dicha división, en cuanto
que tenga razón de parte, si no se desciende hasta los géneros particulares; porque es metaflska, es más bien división de la unidad que del ente o del accidente, y
la razón de accidente es imperfecta y·comunisima, y, por ello, en cuanto de si de~ asl la hemos tratado anteriormente en la d.isp. IV, V y VI. En cambio, en cuanto
pende, queda incluida totalmente en cualquier modo, aunque sea imperfecto; pertenece a los conceptos de lo que puede ser sujeto y lo que puede ser predicado,
pero esta razón la examinaremos en la sec. 3. Añádase que dicha diversidad, tomada es más dialéctica que metafísica; y de ambos modos es general para todos los
con esa generalidad, no es absoluta, sino relativa, pues, como elije, el ac~idente entes, y no tiene nada particular en el caso de los accidentes. Y en este punto se
que es completo bajo una razón, es incompleto bajo otra. Igualmente, no srempre da una diversidad entre la sustancia y el accidente, pues en la sustancia, a causa
se da una diferencia esencial, pues a veces el accidente remiso se dice incompleto, de su razón peculiar de subyacer, fue necesario que la razón de .sustancia primera
aun Cuando esencialmente sea completo. Finalmente, no siempre hay una diversi- se distinguiese de la razón de sustancia segunda, pero en los accidentes no hubo
dad real, sino intencional, o sea, según nuestro modo de concebir, como se ve ninguna necesidad. Por lo cual, tampoco el accidente individual suele llamarse
claro en las diferencias y en las especies de accidentes. Por consiguiente, por estas accidente primero respecto de los predicados universales; porque, aun cuando en el
razones se ha dividido el accidente no en completo o incompleto, sino absoluta- orden de la existencia lo singular sea a su manera antes que lo universal, sin
mente en los nueve géneros. De manera que, con esto, ha de constar de paso que, embargo, en esto, como dije, no tiene nada particular el accidente, sino que se
cuando se dice que el accidente se divide en nueve géneros, no se toma el género origina de la razón común de singular y de universal.

nera omnia quae ponuntur in linea recta sit quantitas completa et incompleta, et qua-
alicuius praedicamenti accidentis esse acci- litas similiter, et sic de aliis. Nam sub ge-
dentia completa; quod ex ipso modo cond- ncrali ratione nccidentis vix aliquid potcst
piendi et signi:ficandi patct; quantitas enim, censeri incompletum simpliciter, aut habere sumí genus proprie et rigorose, sed ut inclu- quod immoremur, nam divisio illa, quatenus
calor, habitus ct similill concipiuntur et si- rationem pé!rtis, nisi ad particularia genera dit omnia quae in unoquoque praedicamento metaphysica est, magis est divisio unius
gnific:mtur ut integrae accidentaks, sive sub descendatur; quia ratio accidentis imperfecta constituuntur, sive directe sive reductive. Ita- quam entis ve! accidentis, et ita supra tracta-
generali ratione, sive sub specifica conci- est et communissima, et ideo quantum est que cum accidens dicitur aliud quantitas, ta est, disp. IV, V et VI. Quatenus vero
piantur; quia vel exprcsse, vel implicite ex se, in quocumque modo, quantmnvis im ~ aliud qualitas, etc., non sumitur quantitas vel pertinet ad intentiones subiicibilis et praedi-·
dicunt totmn formam seu totam essentiam perfecto} omnino includitur; quae ratio in qualítas prout est rigorose genus, quo modo cabilis, magis est dialectica quam metaphy-
eius, et per modum totius. In quo cst ma- sect. 3 examinabitur. Adde quod illa diver- est sola quantitas vel qualitas completa; sica; et utroque modo est generalis ad om-
gnum discrimen ínter differentiam et genus; sitas, in ea generalitate swnpta, non est ab- alias divisio non esset adaeguata diviso; nia entia, nec in accidentibus habet aliquid
nam differentia sempet· signiút.:aim pti' n10- soluta sed respectiva, u;.nn, ut dixi, accidem sumilut er~o quautitas (et idem est de alils) p:::culiare. Et quoad hoc est diversitus inler
dum partis, saltem quoad formale significa- quod est completum sub una ratione, est in tota sua amplitudine, licct postea ad con- substantiam et accidens, nam in substantia,
tum eius. Propl'ie igitur accidentia incom- incompleturn sub alia. Itero non cst semper stituendnm proprium genus talis praedica- propter peculiarem substancli rationem, ne-
pleta- metaphysice sunt differentiae acciden- difíerentia essentialis, mm interdum accidcns rnenti propria ratio quantitatis completa acci- cessarium fuit rationem primae substantiae
tium, et genera, si praeclse sumantur ut remissum dicitur incomplctum, licet essen- pienda sit; quod hic pro praedicamcntis om- distinguere a ratione secundae, in accidenti-
partes, non vero absolute sumpta. tialiter completum sit. Denique non scmper nibus sit animadversum, ne id repetere ne- bus vero nulla fuit necessitas. Unde nec
15. Ex quibus tandern ad primarn instan- est diversitas rerum, sed intentionum seu ex cesse sit. individuum accidens consuevit appellari pri-
tiam respondetur divisionem illam acciden- modo coincipiendi nostro, ut patet in dif- mum accidens respectu praedicatorum uni-
tis in completmn et incompletum, vcl prae- ferentiis et speciebus accidentium. Propter Expeditur secunda obiectio versalium; na m, licet in existendo singulare
supponi tamquam virtute seu proportione haec ergo non accidens in completum vel 16. Accidens in universale et singulare sit suo modo prius quam universale, tamen
contentam in simili di visione subst8ntiae, incompletum, sed absolute in novem genera qualiter dividatur.- In secundo exemplo de in hoc, ut dixi, nihil peculiare habet acci-
vel certe commodius possc applicari ad sin- divisum est. Ut hinc obiter constct quando divisione accidentis in singulare et univer- dens, sed provenit ex communi ratione sin-,
gula praedícament3. accidentium, scilicet, ut dicítur accidens dividi in novem genera non sale, seu in primum et secundum, nihil est gularis et universalis.
Disputación XXXlX.-Sección li 711
710 Disputaciones metafísicas
19. El accidente espiritual y el material.-El permanente v el sucesivo.- Del
Se explican otras divisiones, a propósito de la tercera objeción mismo modo hay que razonar sobre la división del accidente ~n espiritual y mate-
rial, pues también estos dos mierrfbros trascienden casi todos los entes, y se hallan
l7. Cómo se d1>oide el accidente en entidad y modo.- En la tercera dificultad de modo primario en las sustancias; por tanto, en muchos géneros de accidentes.
admitimos todo lo que alli se dice acerca de la división del accidente en realidad Por esta razón no son apropiados para que a través de ellos descendamos para
absoluta y modo; pero de ahí sólo resulta que dicha división es más inmediata, dividir los géneros de entes primariamente diversos. Ni tampoco son propiamente
en el primer. sentido explicado antes. A pesar de todo, no es necesaria en este algo intermedio entre el accidente como tal y los modos con que se determina
lugar: en pnmer lugar, ciertamente porque dicha división tomada en- sentido for- hasta los géneros supremos;, porque el accidente queda determinado en la cuali-
mal es más general, y conviene a la sustancia de modo proporcional, y puede dad, abstrayendo de lo material e inmaterial. Y lo mismo hay que decir del acci-
establecerse acerca del ente en común; y por este motivo la hemos abordado en dente natural o sobrenatural, y de los derpás parecidos, sobre todo del perma-
la disp. VII, sec. 1 y 2. En segundo lugar, porque esa división no es conducente nente y del sucesivo, que se aluden en el ejemplo último. Aunque esos miembros,
p~ra dividir .los géneros de accidentes primariamente diversos, pues bajo un mismo de acuerdo con la opinión de muchos, no son siempre esencialmente diferentes,
gene~'o pred1camental pueden incluirse a veces los accidentes que tienen entidades
sobre lo cual trataremos después.
pro~tas, y que son solamente modos de los entes, como son en el género de la 20. El accidente común y él propio.-- Y, por la misma razón, no se refiere
cuahdad el calor y la figura. Con esto se entiende que esos dos miembros, por para nada al caso presente la división del accidente en propio y común, que en
los que se da tal división, no son algo intermedio -de modo formal y esencial- la división de los predicables suele darse con más extensión; porque esta división,
entre el accidente en general y los modos con que se determina a los géneros su- esencial y formalmente, no modifica la razón de accidente, sino su dimanación
premos de accidentes; pues el accidente se entiende que queda determinado al de un sujeto. Y lo mismo ocurre con mayor motivo para el accidente separable e
género de la cualidad, prescindiendo del hecho de que sea una entidad propia o inseparable. Y si entre éstos se da una diversidad esencial, formalmente- se origina
únicamente un modo del ente. ' de los modos o las diferencias de los predicamentos de los accidentes. Por lo cual,
18. El accidente absoluto y el relativo.- Y casi lo misillo hay que decir de dicha variedad de accidentes se halla unas veces en diversos predlcamentos y otras
la divjsión en accidente absoluto y relativo. Pues, igualmente, esta dlvislón perte"' en el mismo. Y así, de paso, hemos explicado no sólo la división pretendida en
nece más bien a la razón común de ente que a la propia de accidente. Y además, este lugar, sino también otras que suelen darse sobre el accidente; pues por esta
si el accidente relativo, como se inslnúa allí, comprende los accidentes relativos causa principalmente propusimos aquellos motivos de duda.
trascendt;ntales, o, según la expresión [secundum dici]) no hay accidente que no
sea relativo; por lo cual no puede dividir al accidente. En cambio, si relativo se
toma en sentido propio por el predicamento de la relación, así no hay utilidad
ninguna en esa división, no ya únicamente porque, por el hecho mismo de ser SECCION II
un género sólo el que se dice relativo, todos los demás se llaman absolutos; ¿ES SUFICIENTE LA DIVISIÓN DEL ACCIDENTE EN NUEVE GÉNEROS?
sino tamb.:.én porque, con esta denominación de absoluto, apenas se explica algo
que sea común a los ocho géneros de accidentes, excepto la negación de la relación 1. De los dos capitulas que se requieren para la suficiencia, surge una gran
misma. dificultad en esta cuestión. Uno es que todos los miembros sean distintos, a fin

Circa tertiam obiectionem aliae divisiones dos quibus determinatur ad suprema gene- divisione praedicabilium latius tradi solet;
explicantur ra accidentium; nam accidens intelligitur 19. Spirítuale ct materiale.- Permanens
et successivum.- Ad eumdem modum philo- nam hace divisio per se ac formaliter non
deterrninari ad 11:enus qualitatis abstrahendo variat ro.tionem accidentis, sed dimanationem
sophandum est de divisione accidentis in
17. Accidens in entitatem et modum ut ab ñ.oc quod sit propria entitas, vel tantum eius ex subiecto. Et idem a fortiori est 8e
spirituale et m:J.teri::de, nam etiam haec duo
dividatur.- In tertia difficultate admittimus modus entis. membra transcendunt fere omnia entia; et accidente separabili vel inseparabili. Quod si
omnia quae de illa divisionc accidentis in 18. Accidens absolutum et respectivum.~ in substmtiis primario inveniuntur, et con- inter haec est diversitas essentialis, formaliter
rem et modum ibi dicuntur; inde vero so- Idcm fere dicendum est de divisione in ab- provenit ex modis vel differentiis praedica-
sequenter in multis s;eneribus accidentium;
lum fit divisionem illam esse immedi'iltiorem solutum et rcspectivum. Nam etiam haec mentorum accidentium. Unde interdum in
unde non sunt apta, ut per ea descendamus
priori modo supra declarato. Nihilominus divisio magis pertinet ad communem ntio- diversis praedicamentis, interdum in eodem
ad dividenda genera entium primo diversa.
tar.nen hoc loco necessaria non est: primo nem cntis quam ad propri'J.m accidentis. Et Neque etiam sunt proprie me-dium inter ac- illa varietas Rccidentium reperitur. Atque ita
wlid:P.m; quia divisio illa forrnaliter sumpta practcrca, si respectiY'oJ_m, ut ibi insinuatur, obiter explicuimus non solum divisionem hoc
cidens ut sic et modos quibus ad suprerna
generalior est, ct substantiae proportiona!iter complectitur respectiva transcendentalia seu loco intentam, sed etiam alias quae de acci-
genera determinatur; mm accidens deter-
convenit, et de ente in communi dari _o t- secundum dici, nullum est accidens quod minatur ad qmlitatem abstrahendo a mate- dente tradi solent; ob hanc enim praccipuam
est; eamque propterea attigimus disp. VII, causam illas dubitandi rationes proposuimus,
respectivum non sit; unde non potest acci- riali vel immateri~li. Et idem est dicendum
sect. 1 et 2. Secundo, quia illa divisio non dens dividere. Si vero respectivum sumatur de accidente naturali vel supernaturali et
confert ad dividenda genera accidentium proprie pro praedicamento ad aliquid, sic SECTJO JI
similibus, praesertim de permanenti et suc-
primo diversa, nam sub eodem genere prae- ces<;ivo, quod in ultimo exemplo tangitur.
nihil est utilitatis in ea divisione, tum quia, UTRUM DIVISIO ACCIDENTIS IN NOVEM
dicamentali possunt interdum includi acci- Quamquam illa membra, iuxta opinionem
dentia quac proprias habeant entitates et hoc ipso q_uod unum tantum genus dicitur GENERA SIT SUFFICIENS
esse ad aliquid, reliqua omnia dicuntur esse multorum, non semper sunt essentialiter dif-·
quae tantum sint modi entium, ut sunt in ferentia, de quo infra videbimus. l. Ex duobus capitibus quae ad sufficien-
genere qualitatis calor et figura. Ex quo absoluta; tum etiam quia per hanc absoluti
appellationem vix aliquid commune octo ge- 20. Commune et proprium.- Atque ea- tiam requiruntur, oritur magna difficultas in
intelligitur illa duo membra, per quae illa dem ratione nihil ad praesens refert divisio hac quaestione. Unum est, ut omnia mem-
divisio traditur, per se ac formaliter non neribus accidentium explicatur, praeter ne- bra sint distincta, ne aliqua in unum coinm
gationem ipsius ad aliquid. accidentis in proprium et commune, quae in
mediare inter accidens in communi et mo-
712 Disputaciones metafísicas Disputación XXXIX.-Sección ll 713
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de que no se reúnan varios en uno y así sean menos de los que se enumeran. El primariamente diversos; ahora bien, de este modo parece imposible que se den
otro es que, fuera de éstos, no haya otros que se distingan de ellos genéricamente. tantos géneros primarios. Y, en primer término, a causa de la dificultad común
del accidente, en la cual convieñen todos; sobre ella trataremos expresamente en
Dificultades acerca de la distinción de los miembros de dicha división la sección siguienle. En segundo ténnino, porque muchos de esos predicamentos
convienen en algunas diferencias esenciales; por consiguiente, es necesario que
2. Acerca de lo primero, suponiendo ahora que la cantidad y la cualidad convengan en algún género, pues, como se dice en Antepraed.: No puede haber
son distintas, casi en todas las demás se da una dificultad; pues la relación no difetencias comunes para los géneros que no están puestos subalternadamente; por
parece ser nada realmente distinto de todas las cosas absolutas. La acción, aun cons:gulente, los géneros que tienen diferencias comunes están puestos subalter~
cuando se distinga de los tres primeros predicamentos, sin embargo, no solamente nadamente. Y se llaman géneros puestos subalternadamente los que están de tal
incluye esencialmente la relación, sino que (lo que es más dificil) no se distingue modo que uno queda colocado bajo el otro, o dos bajo un tercero, corno se ve por
realmente de la pasión. Acerca del donde y el cuando, hay una gran dificultad Aristóteles, IV Tapie., c. 2, y V Topic., c. 3, pasaie 41. Se prueba el primer
primeramente en cómo se distinguen del tiempo y el lugar, que se colocan bajo antecedente, porque ser espiritual o material son diferencias del accidente, y, sin
la cantidad, y una dificultad más grave se da sobre la duración de cada cosa (pues embargo, son comunes a muchos de los géneros referidos; de modo semejante,
parece que se ha de colocar bajo el predicamento cuando), y es cómo se distingue ser una forma absoluta o relativa; igualmente, ser una forma propia o un modo;
de la existencia de cada cosa; pues parece que no se distingue en nada, y, por y, por fin, estar propiamente inherente, que es común, sobre todo, a la cantidad
ello, que no hay razón alguna para que quede colocado en un predicamento propio y cualidad, o estar solamente denominando extrínsecamente, cosa que conviene
del accidente. Además, tenemos la dificultad del hábito, porque el hábito no es sobre todo a la acción, al hábito y al lugar circunscriptivo.
otra cosa que el vestido, si se toma en abstracto, o que el estar vestido, si se
toma concretamente; ahora bien, el vestido no es otra cosa que una sustancia
afectada por tal figura o cualidad. Y si en ella se considera solamente la denomi- Dificultades sobre la suficiencia de la división
nación extrinseca que atribuye al hombre vestido, en primer lugar ésta no es nada
real para que merezca nombrarse entre los accidentes reales, y además, aun cuando 4. Primera dificultad.~ Sobre el otro capitulo no se ofrecen menores dificul-
se conciba como algo accidental, no es algo distinto del lugar, pues el vestido no tades. La primera y principal es que, o distinguimos por debajo del accidente
se compara con lo vestido sino como el lugar próximo que circunda a aquél. todas las denominaciones reales que se dan fuera de la sustancia de la cosa, o sola-
Finalmente, el sitio no parece ser nada distinto del donde o de la existencia en mente aquellas que se toman de la forma intrinsecamente inherente; de este
el lugar, o si le añade algo, puede ser a lo más una relación de las partes de lo último modo no existi.rlan, sin duda, tantos géneros de accidentes como prueban
colocado con las partes del lugar, o ciertamente como una cierta figura que resulta los argumentos anteriores; en cambio, según el primer modo, se dan muchos
en lo colocado como consecuencia de esa posición, como aparece en el que está que no están contenidos en aquéllos. Esto es patente, en primer lugar, acerca de
de pie, o sentado, etc. Por consiguiente, nada se da en este género que no esté las denominaciones ser visto) ser amado, etc. En efecto, tampoco puede afirmarse
contenido en los otros. que dichas denominaciones sean únicamente de razón, ya que están tomadas de la
3. Y se aumenta la dificultad en cuanto a este mismo punto, pues esos nueve forma real y de la relación real, en grado no menor que la denominación de
géneros, como dijimos, no sólo se enumeran como distintos, sino también como agente. Por lo cual, esa misma dificultad puede explicarse de otro modo, pues

cidant, et ita pauciora sint quam numeran- nihil aliud est quam vestis, si in abstracto bile videtur tot esse prima genera. Primo tantum extrínsecas dcnominantem, quod rna-
tur. Aliud est, ut praeter ha ee non sint alia, sumatur, aut esse vestitum, si sumatut in quidcm propter communem difficultatem de xime convenit actioni, habitui et loco conti-
quae ab his genere distinguantur. concreto; sed vestis nihil aliud est quam accidente, in qua omnia conveniunt, de qua nenti.
substantia quaedam tali figura vel qualitate ex professo dicturi sumus sectione sequenti.
Difficultates circa distinclionem membrorum affecta. Quod si in ea consideretur sola de- Secundo, quia multct ex his pracdicamentis Difficultates circa sufficientiam
dictae division~s nominado extrínseca, quam tribuit homini conveniunt in aliquibus essentialibus diffe- divisionis
2. Circa primum, ut supponamus nunc vestito, illa imprimís nihil reale est, ut inter rentiis; ergo necesse est ut in aliquo genere 4. Prima diffícultas.- Circa aliud caput
quantitatem et qualitatem esse distinctas, in accidentia realia mereatur nominad, et dein- conveniant, nam, ut dicitur in Antcpraed.: non minores difficultates occurrunt. Prima
caeteris fere omnibus est difficultas; nam re- de, etiamsi concipiatm ut aliquid acciden- Genermn non subalternatim positorum non ac praecipua est, quia vel sub accidente
latio in re nihil videtur esse distinctum ab tale, non est quid distinctum a loco, nam possunt esse cornmunes differentiae; ergo distine;uimus orones denominationes reales
omnibus absolutis. Actio, esto distinguatur a vestís non comparatur ad vestitum nisi ut genera quae habent communes diHerentias quae sunt extra substantiam rei, vcl tantum
primis tribus praedicamentis, tamen et reia- proximus locus illum circumdans. Denique, sunt subalternntim posila. DicunlUt autem illas quae sumuntur a fon:m:: lntrlnsece .iii.-
tionem essentialiter includit, et (quod diffi- situs nihil videtur esse distinctum ab ubi genera sub:ütcrnatim posita quae ita se ha- haerente; hoc posteriori modo sine dubio
cilius est) in re non distinguitur a passione. seu existentia in loco, vel si quidpiam addit, bent, ut vel unum sub altero, vel utrumque non essent tot accidentium genera, ut ar-
De ubi et quando, magna imprimís difficul~ ad summum esse potest aut relatio quaedam sub uno tertio genere collocetur, ut sumitur gumenta priora convincunt; priori autem
tas est quomodo distinguantur a tempere et partium locati ad partes loci, aut certe quasi ex Aristotele, IV Topic., c. 2. et V Tapie., modo multa sunt quae sub his non conti-
loco, quae sub quantitate collocantur, gra- figura quaedam resultans in !acato ex tali c. 3, loco 41. Antecedens primum probatur: nentur. Quod patet primo de his denomina-
viorque difficultas est de duratione uniuscu- positione, qualis apparet in sedente vel stan- nam esse spirituale vel materiale, differen- tionibus esse visum, amatum, etc. Neque
iusque rei (quae sub praedicamcnto quando te, etc. Nihil ergo est in hoc genere quod tiae sunt accidentis, et tamen communes sunt enim dici potest huiusmodi denominationes
collocanda videtur), qua modo ab existentia in aliis contentum non sit. multis ex dictis generibus; similiter, csse esse rationis tantum, nam ex forma reali et
uniuscuiusque rei distinguatur; videtur enim 3. Et augetur difficultas quoad hoc ipsum absolutam formam vel respectivam; item, habitudine reali sumuntur, non minus quam
nihil distinguí, et ideo nihil esse cur in prae- caput, nam illa novem genera, ut diximus, esse formam propriam vel modum; ac deni- denominado agentis. Unde aliter potest ea~
dicamento proprio accidentis collocetur. Prae- non solum numerantur ut distincta, sed que, esse proprie inhaerentem, quod maxime dem difficultas declarari; nam eadem de-
terea est difficultas de habitu, quía habitus etiarn ut primo diversa; sic autem impossi- commune est quantitati et qualitati, vel esse pendentia prout denominat agens vel patiens,
r
714 Disputaciones metafísicas Disputación XXX!X.-Sección ll '115

una misma dependencia, en cuanto denomina al agente o al paciente, se dice que siguiente, o todas las denominaciones extrínsecas han de ser separadas de los
constituye dos géneros de accidentes, a saber, el de acción y el de pas~ón; por géneros reales de los accidentes, o no hay razón para rechazar éstas. Pues también
tanto, el mismo acto inmanente en cuanto de modo activo denorrilna al agente, otras denominaciones, si se apréhenden como inherentes, serán entes de razón,
por ejemplo, vidente, y de modo pasivo al objeto visto, constituirá dos razones como es claro en la denominación de creador; la cual, si se aprehende como
o dos géneros de accidentes. tomada de alguna clrcunstancia temporal que adviene a Dios, es sólo relación de
5. Segunda dificultad.- Y esta dificultad puede extenderse, en segundo lugar, razón. Y esta d~ficultad se extiende a los actos humanos, en cuanto se denominan
a muchas otras formas que denominan, pues la superficie del cuerpo que contieneB libres o morales; pues esa misma denominación es extrlnseca; igualmente, en cuan-
en cuanto denomina extrínsecamente a otro como contenido o colocado, se dice to se denominan dlrgentes, o moralmente malos, o prohibidos, o preceptuados.
que constituye un género espec.ial de accidente; por consiguiente, en cuanto de Igualmente tiene aplicación esta dificultad a la sociedad humana, en cuanto se
modo activo denomina a la cosa localizante, constituirá otro género de accidente. denomina ciudad, o república, y esa denominación no se odgina del sitio o figura
Y el mismo argumento se da para el hábito, en cuanto denomina al vestido o al que surge de ese orden, sino que es moral y de diversa clase que las otras.
que viste; ¿por qué, pues, el agente y el paciente como tales están colocados en 8. Quinta.~ En quinto lugar, también en los seres fis:cos hallamos el movi-
diversos géneros de accidentes, y no lo están el que coloca y el colocado, como miento, que es un verdadero accidente, y no está contenido en dichos géneros.
tales, ni el que viste y el vest;do? Y si se dice que está excluido porque es algo incompleto y en proceso, habría
6. Tercera.- En tercer lugar, de los seres artificiales surgen muchas denomi- que excluir por el mismo motivo la acclón y la pasión; pues dicen también
naciones reales que no pueden reducirse a los referidos géneros de accidentes; realidades incompletas y en proceso. Y ciertamente, si se dice que el movimiento
por ejemplo, que el vaso sea dorado es una denominación real, que, sin embargo, no se reduce a la acción y la pasión, o bien se reducirá corno un género común a
pertenece a ninguno de los géneros dichos. Igualmente, el ejército dice una forma ellas, y en tal caso aquellos dos géneros no serán supremos; o como algo idéntico
peculiar en ese conjunto de hombres, la cual no puede quedar excluida de la razófl realmente con ellas; y en tal sentido, tampoco habrla que distinguir la acción y
de accidente, porque es un ser per accidens; de lo contrario, tampoco la casa la pas:ón, ya que realmente son tan idénticas entre si como con el movimiento,
en cuanto tal, y mucho menos el número, podrían quedar colocados entre los y del mismo modo que se distinguen por su relación con el agente y el paciente,
accidentes. Y si dice alguien que el ejército se reduce a la figura por razón así tmnb.én ti.ene el movimiento una relación propia con su término. Además, se
de una composición tal, o que se reduce a la relación por razón del orden, dan en l8.S realidades físicas causalldades de causa formal, material y final, de las
por el mismo motivo podríamos excluir el sitio o el hábito de su género peculiar cuales rec;ben esas causas la denominación de causas en acto; ¿por qué, pues, no
de accidente. han de constituir aquéllas géneros propios, lo mismo que la acción? Pues, como
7. Cuarta.- La cuarta dificultad es semejante a ésta, porque en las reali- hemos v;sto en lo que precede, la acción no es otra cosa que la causalidad del
dades humanas o morales hay varias denominaciones, ciertamente extrinsecas, pero agente; ahora b:en, las otras causalidades son también reales y no sobrevienen
reales, que no pueden reducirse a dichos géneros, tales como ser rey, ser doctor de modo accldenwl a sus causas en menor grado que la acción al agente; por
y otras parecidas. Y no quedan éstas excluidas suficientemente por el hecho de ser tanto, deben constituir igualmente géneros propios de accidentes.
entes de razón: pues, aunque aprehendidas como inherentes o intrinsecas dlchas 9. Sexta.- La sexta dificultad puede tomarse de las realidades metafísicas,
denominaciones sean entes de razón, sin embargo, en cuanto son en sí, son en ya que esta divis.:ón, por ser metafisica y adecuada al accidente en cuanto se dis-
realidad denominaciones tomadas de formas reales, aunque extrínsecas; por con-
licet extrinsecis; er2:o vcl omnes extrinsecae erunt actio et passio; nam etiam dicunt res
dicitur constituere duo genera accidentium, tum denominatio realis est, quae tamen ad denomin:1tiones reiíciendae sunt a generibus incompletas et in fierí. Vel certc, si dicas
scilicet, actionis vel passionis; ergo ídem nullum ex dictis generibus pertinet. Item realium accidentium, vel non est cur h::~e motum revocari ad actionem et passionem,
actus immanens, prout denominat active ip- exercitus aliquam peculiarem forrnam dicit reiiámtur. Nam etbm aliae denominatio- aut revoc~bitur tamqumu genus commune
sum agens, verbí gratia, videns, et passive in tali hominum collectione, quae excludi nes, si appreh::ndnntur ut ínhaerentes, erunt illis, et sic non erunt illa duo genera sum-
obiectum visum, constituet duas rationes vel nequit a ratione accidentis, ea quod sit ens entia r:::tionis, ut patet in denominatione rna; vel tamquam in re idem cum illis ; et
duo genera accidentium. per accidens, alías nec dornus ut sic, et mul- creatoris; quae, si apprehendatur ut sumpta sic etiam nctio et passio non essent distin-
5. Secunda difficultas.- Atque haec dif- to minus numerus essent collocanda ínter ab aliquo temporali Deo adveniente, solum guenda, quia in re tam sunt idem inter
ficultas potest secundo extendi ad plures accidentia. Quod si quis dicat exercitum re- est rehtio rationis. Atque haec difficultas se sicut cum motu~ et sicut distinguuntur
alias formas denominantes, m.m superficies vocari ad figuram ratione talis compositionis, extenditur ad actus humanos, quatenus libc- habitudine ad agens et patiens, ita motus
corooris continentis, ut extrinsece denomi- vel ad relationem ratione ordinis, eadem ri denominantur seu morales; nam hace ipsa habet propriam habitudinem ad terminum.
nari"s aliud contentum vel locatum, dicitur ratione possemus excludere situm vel habi- denomimttio extrínseca est; item, quatenus Praeterea sunt in rebus physicis causalitates
constituere speciale genus accidentis; ergo, tum a peculiari genere accidentis. denominantur studiosi, aut pravi moraliter, causae formalis, materialis et finalis, a qui-
ut active denominat rem locantem, constituet 7. Quarta.- Estque quarta difficultas vel prohibiti, aut praecepti. Itern habet lo- bus hae causae denominantur causae in actu;
aliud accidentis genus. Et ídem argumentum huic similis, quia in humanis rebus seu mo- cum haec difficultas in horninum congrega- cur ergo ilbe non constituunt propria gene-
est de h:1bitu, ut denominat vestitum, vel ralibus sunt plUl'es denominationes, extrin- tione, qmtenus denominatur civitas aut res- ra, sicut actio? Nam, ut in superioribus vi-
vestientern; cur enim agens et patiens, ut secae quidem, tamen reales, quae ad dicta publica, quae denominatio non oritur ex dimus, actio nihil aliud est quam causalitas
sic, in diversis generibus accidentis collo- genera revocari non possunt, ut esse regem, situ vel fic;ura consurgente ex tali ordine 1 agentís; sed aliae causalitates sunt etiam
cantur, et non locans et locatum, ut sic, et doctorem, et similes. Neque enim hae satis sed est moralis et divel'Sae rationis ab aliis. reales, et non minus accidunt suis causis
vestiens ac vestitum? excluduntur eo quod sint en tia rationis: 8. Quinta.- Quinto, in rebus etiam phy- quam actio agenti; ergo aeque constituere
6, Tertia.- Tertio, ex rebus artificialíbus narn, licet apprehensae hae denorninationes sicis reperimus motum, qui est verum acci- debent propria accidentium genera.
multae denominationes reales consurgunt, ut inhaerentes seu intrinsecae, sint entia dcns, ct sub illis generibus non continetur. 9. Sexta.- Sexta difficultas sumí potest
quae non possunt ad dicta genera acciden- rationis, tamen, ut in se sunt, revera sunt Quod si dicas excludi, quía est íncompletum ex rebus metaphysicis, m.m haec divisio 1
tiurn revocari; verbi gratiaJ vas esse deaura- denominationes sumptae a forrnís realibus, quid et in fieri, eadem ratione excludendae cum metaphysica sit et adaequata accidenti,
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Disputación XXXIX.--Sección Il 717


716 Disputaciones metafísicas .~~--------------------------------~

tingue de la sustancia en toda su amplitud, debe abarcar todos los accidentes de con otras propiedades se!llejantes. Ni basta con decir que esas propiedades se re-
las sustancias creadas, incluso de las inmateriales; ahora bien, en esas sustancias duce? a -los géneros a que se atribuyen, pues, de lo contrario, tampoco los restantes
se encuentran algunos accidentes que no están comprendidos en los géneros men- predtcamentos se habrían de distinguir de la sustancia, ya que pueden reducirse
c~onados; por consiguiente, 1? división es insuficiente. La menor se prueba prin-
a ella, al ser propiedades suyas.
Clpalme~te acerca de dos acc1dentes. Uno es el donde, ya que esas sustancias, al
1.1. Por último, podemos sacar un argumento de Aristóteles, que en los Post-
_pre~Lcamento.s enumeró varia~ deno,minaciones accidentales, además de las que
no ser mmensas, están definidas en algún sitio; y al no ser inmutables, cambian
el m_ismo donde, lo cual es señal de que éste es en ellos un accidente· ahora estan contemdas en los refendos generas de accidentes como la simultaneidad
bien, ese donde no se da por la circunscripción del lugar externo que c~ntiene~ la anterioridad y el tener, en una significación algo difer~nte, etc. ¿Por qué pues'
c?mo en la~ rcal~dades corporal~s; por consiguie~te, es un accidente de género aquéllos no constituyen varios géneros de accidentes, ya que se enumeran' todo~
diverso. Y s1 algmen afirma que mcluso en las reahdades corporales hay un donde los géneros extremos?
intrínseco, distinto del lugar que circunscribe, con esto se aumenta la dificultad Opiniones de los antiguos
de ~os maneras; tanto dista de quedar resuelta. En primer lugar, porque de esto
se sigue que en las realidades corporales hay que distinguir dos géneros de acci- 12. An~iguamente no faltaron quienes aumentaran o disminuyeran el número
dentes .locales (por decirlo así) : uno del lugar extrínseco continente, y otro del de los pred1carr:entos. Los pitagóricos ponían veinte predicamentos, como se de-
donde mtrinseco. En segundo lugar, porque también e1 donde corpóreo es distinto muestra cor1 Ar;stóteles, I lHetafísíca, c. S. Platón, en cambio, a veces los reduce
genéricamente del donde de las sustancias inmateriales; pues aquél es cuanto, y todos a un solo género de ente, como en el Sofista; otras veces a cuatro como en el
éste, en cambio, indivisible. El otro accidente de las sustancias inmateriales es la Filebo. Ot~os, P?r su ~arte, establ.eci~ron mayor o menor número, ~omo puede
duración propia de éstas, pues, si en las sustancias inferiores se enumera la dura- ;~r~~ en S1mphc10 y Veneto, al prmc1pio de Post_praedicarn ..; y Filopón, I Prior.,
ción entre los accidentes y se llama tiempo, o cuando, ¿por qué no se hace también
en las sustancias inmateriales? Y si se distingue, ciertamente es un accidente
de género diverso, pues es de razón muy diferente, ya que no tiene sucesión Se examzna la solución verdadera y la primera razón de suficiencia
ni extensión. 13. Sin embargo, es una verdad tan admitida para los filósofos el número
10. Séptima.- En séptimo lugar se enumeran entre los accidentes no sólo de diez predicamentos, y consiguientemente el número de nueve géneros de acci-
los que sobrevienen inmediatamente a la sustancia, sino también los que sobrevie- dentes, además de la sustancia, que se juzga casi temerario en filosofia poner en
nen a los accidentes, pues, de lo contrario, ni la figura, ni el hábito u otros pare- duda esto. Por consiguiente, supongámoslo como cierto por el común sentir y
cidos habrían de ser enumerados entre los accidentes. Ahora bien, los accidentes hablar de todos, e investiguemos la razón de la suficiencia de esa división. Pues lo
de a.cci?entes son muchos más que los que se contienen en otros géneros; por que algunos pretenden de que se ha de admitir como recibida por la autoridad
cons1gmente. Se prueba la menor, porque a cada género de accidentes le atri- de muchos qu~ lo afirman, no es filosófico. En cambio, lo que dicen otros, que es
buye Aristóteles ciertas propiedades accidentales que no pertenecen a otros pre- una verdad ev1dente por si, no es verdadero_; pues, ¿qué conexión evidente e in-
dicamentos, como a la cantidad le atribuye ser medida, y esa razón no pertenece mediata se da entre esos extremos? Por consiguiente, en general la razón de
a la esencia de la cantidad, ni es una cualidad o algo parecido, y lo mismo sucede

neque est qualitas vel aliquid simile, et idem vero ad quatuor, ut in Philebo. Alii vera
ut condistinguitur a substantia in tata sua reum genere diversurn est ab ubi immate- est de aliis similibus proprietatibus. Nec plura, alii autem pauciora posuerunt, ut vi-
latJtudine, comprehendere debet omnia acci- rialium substantiarum; nam illud est qum- satis est dicere has proprietates reduci ad dere lícet apud Simpl. et Venet., in prin-
dentia substantiarum creatarum, etiam im- tum, hoc vera indivisibile. Aliud accidens ea ¡;enern quibus tribuuntur, alias nec cae- cipio Praedicamentorum; et Phi! opon., I
rnaterialium; in illis autem substantiis ali- substantiarum immateriallum est propria du- tera praedic:?.menta distinguenda essent a Prior., c. 2.
qua accidentia inveniuntur quae in his ge- ratio earum, nam, si in substantiis inferiori- substantia, quia ad illam revocad possunt,
neribus non comprehenduntur; ergo est in- bus ínter accidentia numeratur duratio, ct cum sint proprietates eius. · Vera resolutio et príma 1·atio sufficientiae
sufficiens divisio. Minar de duobus acci- vocatur tempus vel quando, cur non etiam 11. Ultimo, sumerc possumus argumenta examinatur
dentibus potissimurn probatur. Unum est in immaterialibus substantiis? Quod si di- ex Aristotele, qui in Postpraedicam. numera- 13. Iam vero, tam est receptum philo-
ubi, nam illae substantiae, curn immensae stinguitur, certe est accidens genere divcr- vit piures denominationes accidentales, prae- sophicum dogmu de numero decem praedi-
non sint, alicubi sunt definitae; et cum im- sum, nam est longe alteríus ratíonis, cum ter e~s quae in dictis generibus accidentium camentorum, et consequenter de numero
mutabiles non sint1 mutant ipsum ubi, quod successionem non habeat nequc extensionem. contin~ntH!'; ut esse simul, prius, et habere; novem generum accidentium praeter sub-
est signum hoc esse quoddam accidens in 10. Septima.- Septimo, inter accidentia in qu::1dam alia significatione, etc. Cur ergo stantiam, ut quasi temerarium in philosophia
illis; illud autem ubi non est per circum- non solum numerantur ea quae immediate illae non constituunt plura genera acciden- existimetur hoc in dubium revocare. Illud
scl'iptionem extrinseci locí continentis, ut est accidunt substantiae, sed etbm ea quae acci- tium, cum extrema omnia genera numeren- ergo ut certum supponamus ex communi
in rebus corporallbus; ergo est accidens ge- dunt accidentibus, alias, nec figura, nec ha- tur? scnsu et ore omnium. Et rationem sufficien-
nere diversum. Quod si quis dicat etiam bitus, vel similia numeranda essent in accí- tiac illius divisionis investigemus. Quod enim
in rebus corporalibus esse ubi intrínsecum dentibus. At vera accidentia accidentium Antiquorum opiniones quidam volunt, sumendam esse ut creditam
distinctum a loco circumscribente, bine duo- multo plura sunt quam quae in aliis gene- ex auctoritate multorum dicentium, philo-
12. Olim non defuerunt qui praedicamen-
bus modis augetur difficultas, tanturn abest ribus continentur; ergo. Probatur minar, sophicum non est. Quod vera aiunt alii,
torum numerum vel augerent vel minuerent.
ut solvatur. Primo, quia bine sequitur in quia unicuique generi accidentium tribuir Pythag:odci ponebant viginti praedicamenta, esse veritatem hanc per se notam, verum
rebus corporalibus distinguenda esse duo Aristoteles proprietates quasdam accidenta- non est; quae est enim evidens ac immediata
ut sumitur ex Aristotele, I Metaph., c. 5.
genera Iocalium accídentium (ut sic dicam): les quae ad alia praedicamenta non perti- connexio ínter illa extrema? Communiter,
Plato vera interdum ad unum genus entis
unum, loci extrinseci continentis, aliud, ubi nent; ut quantitati tribuit esse mensuram; ergo, ratio huius sufficientiae sic sumi solet,
omnia revocar, ut in Sophista; interdum
intrinseci. Secundo, quia etiarn ubi carpo- quae ratio non est de essentia quantitatis,
718 Disputaciones metafísi~~ Disputación XXXIX.-Sección ll 719

dicha suficiencia suele tomarse así, pues, omitida la sustancia que existe por sí mente a causa de una d~nominación extrínseca, como enseña manifiestamente Aris-
y constituye el primer género, los géneros de los accidentes deben distinguirse por tóteles, IH de la Física, c. 3, y III De Anima, c. 2; y allí mismo el Comentador,
su relación a la sustancia. Por tanto, el accidente, o bien modifica intrínsecamente Santo Tomás y todos. Por lo de-91ás, como la acción se ha dividido en inmanente
la sustancia, o sólo extr.!nsecrunente. Si la modifica intrinsecamente, lo hace o bien y transeúnte, así tendria que dividirse la pasión. Y los ejemplos ésos no prueban
de modo absoluto o relativo. Y si absolutamente, o bien por razón de la materia, nada, pues la mutación que se da en el movimiento local inhiere intrínsecamente
como la cantidad, o por razón de la forma, como la cualidad. Y relativamente, o en el móvil, de acuerdo con la sana filosoLa; pues el término propio de dlcho
sea, como relación. En cambio, si lo hace de modo extrínseco, o bien es en orden movimiento no es el lugar extrlnseco, sino algo intrínseco al mismo móvil, como
a la potencia activa, o a la pasiva, o a ninguna de ellas. En el primer sentido se explicaremos después en el predicamento donde. En cambio, cuando alguien se
establece la acción; en el segundo, la pasión. Y si se da el tercer modo, hay que pone un vestido, si imaginamos que esto sucede sin mutación local suya, no se da
distinguir todavla, porque, o bien dicha modificación conviene a manera de ahí pas~ón alguna, lo m~smo que no padece nada una columna cuando es rodeada
medida, o no. Y nuevamente, si conviene como medida, o es medida de la canti- por una corriente de aire o de agua. Por consiguiente, en el caso de ponerse un
dad absolutamente, y se constituye el donde, o es con un cierto orden de partes, vestido se da pasión únicamente en cuanto se mezcla ahí una mutación local.
y se constituye el sitio, o es medida de la duración, y se constituye el tiempo. De modo parecido, las cadenas, si se consideran precisivamente en cuanto se
En cambio, si no tiene razón de medida, se constituye el hábito. Esta razón o ponen localmente junto a los miembros, no constituyen una pasión flsica; y,
suficiencia se ha tomado de Santo Tomás, V Metaph., lec. 9, y la admiten los es- en cuanto los afectan con un dolor o una alteración, no son la forma misma- de la
critores modernos. pasión, sino los instrumentos; en cambio, la pasión que producen inhiere intrin-
14. Dificultades que tiene la precedente razón de suficiencia.~ Sin embargo, secamente. Por consiguiente, ninguna pasión es una forma que denomine extr~nse­
es dificil por muchas razones. En primer lugar, porque se enumeran erróneamente camente. Además, el sitio no inhlere de modo extrínseco, sino intrlnseco; pues
los seis últimos predicamentos entre las formas que denominan extrinsecamente. estar sentado y estar de pie son modos intrinsecos.
Pues la pasión no denomina extrínsecamente, sino de modo intrínseco, como es 15. De qué modo prueba San Agustin esta suficiencia.~ Por ello, San Agus-
claro por sí. Y si se afirma que denomina extrínsecamente porque dice relación tín, de modo más aparentemente aceptable, en el l:b. Praedicament., c. 8 ~y le
a un agente extrínseco, por la misma razón cualquier relación, es más, incluso todo imita Isidoro-, lib. II Origin., c. sobre las Categorías, d:vlde en tres clases estos
hábito y los actos inmanentes se dirfa que denominan extrínsecamente, ya que nueve géneros de accidentes, porque tres se dan dentro de la sustancia: la cantidad,
dicen referencia a términos u objetos extrinsecos. Responden algunos que, aunque cualidad y sitio; y tres fuera de ella: donde, cuando y hábito; tres, en parte fuera y
la pasión inhiera a veces de modo intrínseco, sin embargo no lo hace siempre; en parte dentro: relación, acción y pasión. Pero, acerca de este mismo donde, el pro-
pues, cuando uno se mueve localmente, o se pone un vestido, o es atado con blema grave es si se da dentro o fuera; y también acerca del cuando, como veremos
cadenas, padece algo aun cuando la forma por la que lo padece no inhiera en él, ya después. En contra de Agust1n está tamb~én que de muchas cualidades puede de-
que ni inhiere en él el lugar en que entra, ni el vestido que se pone, ni las cadenas cirse que., en parte, están dentro y, en parte, fuera, si basta para esto tener rela-
con que es atado. Sin embargo, esto no se dice con razón: en efecto, toda pasión ción a cosas extrlnsecas. Y a veces la pasión no está fuera de ningún modo, si es
física y verdadera inhiere en el paciente; pues nadie se dice que padece verdadera- meramente imnanente. Además, en la suficiencia anterior no se da ninguna razón
de por qué la medida de la cualidad y de la duración constituyen predicamen-
nam, praetermissa substantia, quae per se Iect. 9, Eamque amplectuntur moderni Scri- vere pati dicitur propter extrinsecam deno- efficiunt inhaeret intrinsece. N ulla ergo pas-
est et primum genus constituit, accidentium ptores. minationem, ut Aristoteles aperte docet, III sio est forma extrinsece denominans. Prae-
genera per habitudinem ad substantiam di- 14. Quot difficultates patiatur praecedens Phys., c. 3, et III de Anima, c. 2; et ibi terea situs non extrinsece, sed intrinsece in-
stingui debent. Aut ergo accidens intrinsece sufficientiae ratio.- Est tamen difficilis ex Commentator, D. Thomas et omnes. Aliqqui, haeret; nam sedere et stare madi sunt in-
afficit substantiam, vel tantum extrinsece. Si multis capitibus. Primo, quia falso numeran- sicut actio divisa est in transeuntem et im- trinseci.
intrinsece, aut absolute aut relative. Et ab- tur omnia sex ultima praedicamenta inter m~mentem, ita fuisset passio dividenda. Ne- 15. Qualiter D. Aug, sufficientiam hanc
solute, aut ratione materiae, ut quantitas, formas extrinsecus denorninantes. Nam pas- que exempla illa quidquam probant, nam probet.- Quapropter apparentius D. Augu-
vel ratione formae, ut qualitas. Relative au- sio non denominat extrinsece, sed intrinsece, mutatio quae est in motu locali intrinsece stinus, in libro Pracdicamentorum, c. 8, quem
ut per se notum est. Quod si dicatur extrin- inhaeret mobili iuxta verarn philosophiam; imitatur Isidorus, lib. II Origin., c. de Ca-
tem, aut ad aliquid. Si vera extrinsece, aut tegoriis, in tres classes distinguit haec novem
in ordine ad potentiam activam, vel ad pas- sece denorninans, quia respicit extrinsecum nam terminus proprius illius motus non est
agens, eadem ratione omnis relatio, immo ~t genera accidentium, quia tria sunt intra sub-
sivam, vel ad neutram earum. Primo modo locus extrinsecus, sed aliquid intrinsecum
omnis habitus et actus immanentes dicentur stanthm, quantitas, qualitas et situs; tria
constituitur actio; secundo; p8_ssio. S.i vera ipsi mobili, ut infra, in praedicamento ubi,
extrln::Jece denominare, quia respicunt termi- extra, ubi, quando et habitus; tria partim
tertio modo, ulterius distinguendum est, nam declarabimus. Dum vero aliquis veste indui- intra, p:utLm extra, ad aliquid, agere, et p:1ti.
nas vel obiecta extrínseca. Respondcnt ali~
vel talis affectio convenit per modum men- tur, si fingamus id fieri sine mutatione eius Sed de ipso etütm ubi quaestio magna est an
qui 1, licet passio interdum intrinsece inhae-
surae, aut non. Et rursus, si per modum reat, tamen non semper; nam, cum aliquis locali, nulla est ibi passio, sicut quando co- sit extra vel intra; et de quando, ut pos tea
mensurae, aut est mensura quantítatis abso- movetur localiter, aut veste induitur, aut lumna affluente aqua vel aere circumdatur, videbimus. Contra Augustinum etiam est,
lute, et constituitur ubi, aut cum certo ordi- vinculis ligatur, aliquid patitur, quamvis ei nihil patitur. Solum ergo intercedit passio quia multae qualitates dici possunt esse par-
ne partium, et constituitur situs, aut est non inhaereat forma a qua patitur, quh nec inter induendam vestem, quatenus miscetur tiro intra, partim extra, si ad hoc sufficit
mensura durationis, et constituitur tempus. locus quern ingreditur ei inhaeret, nec vestís ibi mutatio localís. Similiter vincula, si prae- h::~bere habitudinem ad extrínseca. Et ínter-~
Si vera non habet rationem mensurae, con- qua induitur, nec vincula quibus ligatur. Sed cise considerentur quatenus localiter con~ dum p:~ssio nullo modo est extra, si sit mere
stituitur habitus. Haec ratio vel sufficientia hoc non recte dicitur; omnis enim physica iunguntur membris, non efficiunt passionem immanens. Praeterea, in priori sufficientia
desumpta est ex D. Thorna, V Metaph., et vera passio patienti inhaeret; nullus enim physicam; quatenus vero dolare vel altera- nulla ratio redditur cur mensurae qmntitati¡_
tiene afficiunt, non sunt ipsa forma passio- et durationis praedicamenta constituant, et
1 Vide Hervaeum, Quodl. I, q. 9; Fon secam, V Metaph., c. 7, q. 2, sec. 3. nis, sed instrumenta; passio autem quam non mensura intensionis vel perfectionis.
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20_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _-=D-'=isputaciones metafísicas Disputación XXXIX.-Sección li 721

tos, y no la medida de la iotensidad o de la perfección. Ni se ve la razón de go, no da ninguna razón de este número en las mismas interrogaciones y, por
por qué no pueda tener el vestido razón de medida, como la tiene el lugar; tanto, mantiene la misma dificultad.
pues también se requiere igualdad entre el vestido y lo vestido; más todavía, como De dónde se sctéa la suficiencia de la división
argumentábamos antes~ el vestido tiene razón de cierto lugar, Finalmente, no se
da ninguna razón de por qué un predicado extrínseco que no incluye razón de 18. Por lo cual, tengo por cierto lo que afirman que dijo Avicena, que no
medida es solamente uno, a pesar de que al argüir parece que han enumerado puede demostrarse a prio1'i y con una razón propia que exista ese número de gé-
como probables muchos otros. neros supremos y no otro mayor o menor. Por lo cual, tampoco Aristóteles pre-
tendió demostrarlo en parte alguna, sino que lo supone siempre como cierto.
Y puede explicarse de este modo, porque, igual que no puede demostrarse la exis-
tencia del objeto propio de una ciencia, sino que se ha de suponer, así tampoco
Se examina otra razón de suficiencia demuestra la metafísica el ente, sino que lo supone, y por la misma razón no de-
16. Algunos escotistas deducen de otro modo esta suficiencia, a saber: unos
muestra a priori que existan algunos géneros primeros contenidos bajo el ente;
accidentes son absolutos y otros rel8tivos; los absolutos son la cantidad o la cua- pues la razón es la misma en ambos casos. Más aún, los que piensan que el ente no
lidad; los relativos, uno se origina intrlnsecamente, y es algo, y otro sobrevi.ene
tiene un concepto objetivo, dirán que no se supone de otro modo que el ente
extrínsecamente. Y éste, por su parte, o bien pertenece a la causalidad, o a la existe, sino suponiendo que existen estos géneros supremos. Añado que, en ge-
medida, o al orden. Si pertenece a la causalidad, es de modo activo o de modo neral, es probable que siempre que se dividen los grados, géneros o especies
pasivo, y asi se establecen la acóón y la pasión. Si a la medida, o es una cantidad de las cosas, no puede demostrarse a p1'iori que se trata de ese número y no
de lo permanente, y tenemos asi el donde, o una cantidad de lo sucesivo, y tenemos
de otro mayor, excepto cuando la división se reduce a dos miembros que se
el cuando. Si al orden, o es de las partes, y es el sitio; o es de un todo, y es el oponen por contradicción; pues entonces es menester que todo lo que queda
hábito. Pero en esta suficiencia se encierran algunas de las dificultades aludidas comprendido dentro de la división esté contenido en uno de esos dos miem-
en lo que precede; y además ~m da mezclada en esto la distinción aquella de las bros. En cambio, cuando se hace la división por medio de varias diferencias
relaciones que sobrevienen intrinseca o extrínsecamente, la cual no sólo parece
o modos positivos, no veo de qué manera pueda demostrarse a priori que se
falsa a muchos, sino que cmmdo menos es incertisima, y, por lo mismo, inadecuada ha de dividir ese número de miembros y no más. Como decíamos en lo que
para explicar una cosa cierta. Y, fit1almente, en todas aquellas subdivisiones no se
precede, aunque sólo dividamos cuatro grados de sustancias, no se demuestra que
da ninguna razón de ellas, sino que se toman arbitrariamente, y en ellas no se
no existan más, al menos posibles, sino que se muestra únicamente que no hay
explican rectamente las razones de algunos predicamentos, como, por ejemplo, que
más grados que sean conocidos por nosotros, y de ahi puede conjeturarse a lo
el hábito sea un orden del todo; pues también el lugar puede decirse orden del
sumo que no son posibles más. Por consiguiente, acerca de los diez géneros supre-
todo, y otros problemas que tocJJtemos en sus lugares. mos pienso aSi, a saber, que su suficiencia no nos consta por otro camino, sino
17. Qué 1'azón de suficiencia asigna Oclwm.~ Procediendo de otro modo,
porque en todos los efectos que experimentamos no se nos aparecen más géneros
Ockam, en su Logica, I p., c. 41, y en Quodl. V, q. 22, infiere esta suficiencia de la
de entes; y todos éstos aparecen como primariamente diversos en sus razones,
suficiencia de las preguntas que pueden hacerse acerca de la sustancia primera, a
de tal manera que no convienen en ningún otro género; y que esto sea asi no
saber, su magnitud, cualidad, cte., y enumera as1 nueve interrogaciones. Sin embar- puede mostrarse mejor que respondiendo a las dificultades propuestas. Sin embargo,
huius numeri nullam rationem reddit in in- ri tot esse et non plura, nisi tune solum
Neque etiam a.pparet cur, sicut locus dicitur vel successlvae, et est quando. Si ad ordi- terrogationibus ipsis, atque ita eamdem re- quando ad duo membra contradictorie oppo-
h:~.bere rationem mensurae, non possit vestis nem, aut pBrtium, et est situs; aut totius, et linquit difficultatem. sita revocatur divisio; nam tune necesse est
illam haberc; mm etiam requiritur aequali- est habitus. Sed in hac sufficientia sunt ali- omnia sub diviso comprehensa in alterutro
quae difficultates tactae in praecedenti; et Unde divisionis sufficientia habeatur illorum membrorum contineri. At vera qut~n­
tas inter vestem et vestitum; immo, ut supra
argumentabar, vcstis habet rationem cuius- praeterca miscetur in ea distinctio illa rela- 18. Quorcirca verum esse existimo quod do divisio fit per piures differentias aut mo-
dam loci. Denique nulla redditur ratio cur tionum intrinsecus et extrínsecos advenien- Avicen. dixisse referunt, non posse ratione dos positivos, non video quomodo possit a
praedicatum extrinsecum non includens ra- tium, quae et a multis censetur falso con- propria et a priori demonstrari tot esse ge- priori demonstrari tot esse membra dividen-
tionem mensurae sit unicum t~mtu..."TI, cum fict<~, et ut minimum est incertissima, et ideo nera summa, et non plura nec pauciora. Un- da et non plura. Sicut in superioribus dice-
multa alia videantur inter argucndum proba- inepta ad rem certttm explicandam. Ac dcni- de neque Aristoteles alicubi hoc demonstrare bamus, quamvis solum dividantur a nobis
biliter num~rasse. quc in omnibus illis subdivisionibus, nulla conatus est, sed tamquam certum id semper quatuor substantiarurn gradus, non tamen
mtio e8rnm redditllr, sed volnnt:uie assu- supponit. Potestque in hunc modum decla- demonstrari non esse piures, saltcm possibi-
Alia ratio sulficientiae expenditur muntur, et in eis rationes aliquorum praedi- rari, quia, sicut de subiecto scientiae non les, sed solum ostendi non esse plurc-s nobis
16. Aliter deducunt hanc sufficienthm camentorum non recte explicantur, ut, verbi potest demonstrari an sit, sed id supponen- notos, et inde ad summum posse coniici non
quid:1m scotistae, nimirum, 2ccidens aliud gratia, quod habitus sit ardo totius; no.m dum est, ita etiam metaphysica non demon- esse plures possibiles. Ita ergo censeo de
esse absolutum, aliud respectivum; absolu- etiarn 1ocus potest dici ordo totius, et alia strat, sed supponit ens, et pari ratione non decem generibus sumínis, nimirum, eorum
tum esse quantitatem vel qualitatem; respec- quae in suis locis tractabimus. demonstrat a priori esse <:.liqua prima genera sufficientiam non aliter nobis const"re quam
tivum, aliud esse intrinsecus adveniens, et 17. Ocham qualem sufficientiae rationem sub ente contenta; nam eadem est utrius- quia ex omnibus effectibus quos experimur
esse aliquid, aliud extrinsecus adveniens. Et assignet.- Aliter Ocham, in sua Logica, que ratio. Immo, qui putant ens non hab'!n~ non innotescunt nobis plura genera entiurn;
hoc rursus aut pertinct ad causalitatem, aut I p., c. 41, et Quodl. V, q. 22, colligit hanc conceptum obiectivum, dicent non aliter sup- haec autem omnia inveniuntur primo diversa
ad mensuram, aut ad ordinem. Si ad causa- sufficientiam ex sufficientia interrogationum poni ens esse quam supponendo haec sum- in rationibus suis, ita ut in nullo alio genere
litatem, vel active vel passivc, et sic con- quae de prima subst:mtia fieri possunt, sci- ma genera esse. Addo in universum esse pro- conveniant; quod autem hoc ita sit, non
stituitur actio et passio. Si ad mensuram, licet, qut~nta sit, qualis, etc., atque ita nu- babile quoties dividuntur gradus, genera aut potest melius ostendi qmrn respondendo
vel quantitas permanentis, et sic est ubi, merat novem interrogationes. Verum tamen species rerum, non posse a priori demonstra- difficultatibus propositis. Hoc autem in prae-
DISPUTACIONES V ~ 46
722 Disputaciones metafísicas Disputación XXXIX.-Sección ll 723

esto no puede llevarse a cabo con exactitud en la cuestión presente, ya que aquéllas- -en toda su amplitud-. se distingue realmente de la cantidad, pues la figura no
se refieren a las materias de todos los predicamentos y dependen del perfecto cono- es u?a. realidad d!stinta de la cantidad, sino un modo suyo, por lo cual tampoCo
cimiento de éstos; y, por ello, indicaremos aquí brevemente algunas cosas, y en las se diStingue por Sl realmente de-la sustancia, sino por medio de la cantidad. Final-
demás habrá que aguardar a la exposición de cada nno de los predicamentos. mente) hemos mos~rado antes q~e para di~tinguir en general el género del acci-
de?te de la sustancm no se reqmere necesanamente una distinción real; por consi-
De dónde se saca la diversidad primaria entre los géneros de los accidentes gwente, mucho menos será necesaria entre los accidentes.
19. Impugnación.- Por tanto, para tratar acerca de la dificultad del primer
punto, hay que ver, en primer lugar, qué grado de distinción es necesario para Segunda opinión
multiplicar los géneros supremos de los accidentes, y de dónde se ha de tomar. En
efecto, cuánto deben distinguirse los géneros de los accidentes del género de la 20. L~ segund? opinión, m_uy extendidaJ par~ce que afirma que, al me11:os
entre los d1~e1~sos. ,generas de accidentes, e~ necesana una distinción modal que sea
sustancia, se ha tratado ya antes. Por consiguiente, afirman algunos que para
v~;dadera d1stmc10n actual y ex natura retJ antecedente en la realidad a la opera-
distinguir los géneros de los accidentes es necesaria una distinción real mutua
cwn de la mente; de tal manera que, o un género del accidente sea modo del otro
de las cosas contenidas bajo esos géneros, porque no sólo se distinguen como entes
o ambos sean modos distintos de un tercero. Y al menos el fundamento de 1~
reales, sino que tienen diversidad máxima, ya que no convienen en nada, ni se
~pin~ón precedente pare~e d~mostrar ~sto, que tales géneros se distinguen en el
mezclan entre sí, como afirma Aristóteles, VIII de la Metafísica, c. últ., y I Poster.,
amb1to del ente. y son pnmanm?e~te diversos. En segundo lugar se confirma mejOr,
c. 11. Y, por ello, parecen exigir una distinción real. Pero, sin embargo, de acuerdo
porque las reahdades que se d.tstmguen en género subalterno o en es:oecie .dentro
con este parecer, serían pocos los predicamentos accidentales. En efecto, como se
del mismo predicamen~o _del accidente, es menester que se dlstinga.l:n al menos
verá por lo que sigue, lo mismo que son solamente dos los predicamentos distintos
mod~lmente; por constgmente, .mucho más las que se d:stinguen con un género
realmente de la sustancia por sí mismos, a saber, la cantidad y la cualidad, así
pre~1~a~~ntal. Y la consecuencia es clara, porque es mucho mayor la diversidad
también son solamente ésos los que en los predicamentos de los accidentes son real-
y d1stmcwn que se da ~~tre l~s géneros predicamentales, ya que ni s:quiera pueden
mente y por sí mismos distintos entre sí. Y digo por sí mismos porque, por razón
tener algunas de las daerencms comunes que pueden tener las realidades de un
de estos predicamentos que se distinguen entre sí realmente, pueden distinguirse
los otros realmente, ya sea de alguno de éstos, ya entre sí, como, por ejemplo, la mismo p~e~ic~~ento. El antecedent~ es manifiesto pmque la distinción especifica
es una dtstmcwn verdadera y esencial; por consiguiente, sl se da entre extremos
acción de alteración, por tender a la cualidad e identificarse realmente con ella,
reales, es una distinción de esencias reales, pues la mera distinción de razón entre
se distingue realmente de la sustancia y de la cantidad, y de todas aquellas cosas
de las que se distingue realmente esa cualidad, y lo mismo sucede con todos los cosas que son reales no es suficiente para que se digan esencialmente diversas, a
~a I?~ner~ .como no pueden llamarse esencialmente distintas la sabiduría y la
otros accidentes. Pues que en todos los restantes no se da esa distinción real por
¡ustlcm d.tvma. En tercer lugar, urge en el caso presente la dificultad aludida al
sí misma es manifiesto, ya que ni las relaciones se distinguen de sus fundamentos,
principio, ya que, si por lo menos no interviene esta distinción entre los géneros
ni los seis últimos predicamentos son con propiedad entes, sino, a lo sumo, modos
de los entes, como se verá por su exposición. Más todavía, tampoco la cualidad supren;os, no puede ~aber explicación de por qué se distinguen diez predicamentos
mas bien _q~e u~ num~ro mayor o menor, pues, en el orden conceptual, o bien
senti quaestione non potest exacte :fieri, quía distinctionero realero. Sed tamen iuxta hanc pueden d1stmgmrse mas modos, o pueden éstos reducirse a un número menor
illae attingunt omnium praedicaroentorum sententiam pauca quidem essent praedica-
materias et ex eorum perfecta cognitione menta accidentium. Nam, ut ex sequenti
pendent; et ideo breviter hic aliqua indica- constabit, sicut duo tantum sunt praedica- dinem suam realitcr a quantitate distingui- nere subalterno vel specie in eodem praedi-
bimus et in caeteris expectanda est singu- menta a substantia realiter distincta per sese, tur, narn figura non est res distincta a quan- camento accidentis, necesse est distingoi sal-
lorum praedicamentorum tractatio. scilicet, quantitas et qualitas, ita etiam ea~ titate, sed modus eius, unde nec per sese tern modaliter; ergo mlÚto magis quae prae-.
dem tantum sunt in praedicamentis acciden- a substantia distinguitur realiter, sed per dicamentali genere distinguuntur. Patet con-
Unde sumatur prima diversitas ínter tium realiter ac per sese ínter se distincta. quantitatem. Denique supra ostendimus, ad sequentb, quia multo maior est diversitas et
genera accidentium Dico autem per sese, quia ratione horum distinguendum in universum genus acciden- distinctio inter genera praedicamentalia, cum
19. Impugnatur.- Ut ergo de primi ca- praedicamentorum, quae ínter se realiter tis a substantia, non essc necessariam rea- nec differenti:ls aliquas possint habere com-
pitis difficultate dicamus, videndum impri~ distinguuntur, possunt alía distinguí realiter lero distinctionem; multo ergo minus neces- munes, quas habere possunt res eiusdem prae-
mis est quanta distinctio necessaria sit ad vel ab aliquo istorum, vel ínter se, ut actio, saria erit inter accidentia. di~arnent~. Et antecedens patet, quia distin-
genera summa accidentium multiplicanda, et verbi gratia, alterationís, quia ad qualitatem ctm spectfica est vera et essentialis distinctio·
unde sumenda sit. Quantum euim distinguí tendit et cum ca realiter identificatur, distin- Secunda opinio ergo, si sit inter extrema rcalia, cst distincti~
debeant accidentium genera a genere sub- guitur realiter a substantia et quantitate et 20. Secunda sententia, et valde commu- essentiarum realium, narn sola distinctio ra-
stantiae, iam supra tractatum est. Dicunt ab omnibus a quibus qualitas illa realiter nis, esse videtur saltem esse necessariam tionis inter ea qme sunt realia non satis est
ergo aliqui 1, ad distinguenda genera acci- distinguitur, et ídem est in omnibus aliis distinctionem modalem ínter diversa genera ut ea dicantur essentialiter diversa ut sa-
dentium necessariam esse mutuam realero accidentibus. Nam quod in caeteris omnibus accidentium, quae sit vera distinctio actualis pientia et íustitia divina non poss~nt dic:i
distinctionern rerurn sub illis generibus con- non interveniat per se illa realis distinctio, et ex OJ.tura rei, antecedens in re operatio- e~sentialiter. disti.nct.a .. Tertio, ad hoc urget
tentarum, quía et distinguuntur ut entia rea- patet, quia nec relationes distínguuntur a nern mentis; ita ut vel unum genus acciden- d1fficultas m prmc1p10 tacta, quia si baec
lia, et sumrnam habent diversitatem, cum in suis fundamentis, neque sex ultima praedi- tis sit modus alterius, vel ambo sint distincti saltem distinctio non intercedit inter genera
nullo conveniant, nec ínter se misceantur_, camenta sunt propria entia, sed ad summum modi alicuius tertii. Et hoc saltero videtur summa, non potest reddi ratio cur decem
ut Aristoteles ait, VIII Metaph., c. ult., et madi entium, ut ex díscursu constabit. Quin convincere fundamenturn praecedentis sen- potius quam plura vel pauciora distinguan-
I Poster., c. 11. Et ideo videntur requirere potius nec qualitas secundum totam latitu- tentiac, quod haec genera distinguuntur sub tur, quia secundum rationem, vel possunt
ente et sunt primo diversa. Secundo confir- p~ures m~di disting'l!i, vel hi possunt ad ¡:jau-
1 Paul. Ven._, in sua Metaph., c. 21. matur amplius, quia quae dístinguuntur ge- ciara captta revocan. Quarto, quia, ut genus
724 Disputaciones metafisicas Disputación XXXlX.-Sección ll 725
de grupos. En cuarto lugar, porque, para que un género cualquiera de accidente la dependencia o la acción y el donde, o a lo más tres, si es que tal vez algunr~s
se distinga del género de la sustancia, es menester, por lo menos, una distinción relaciones expresan modos propios distintos ex natura rei, de lo cual trataremos
modal entre ellos; por consiguiente, también para distinguir entre si los géneros después.
supremos de los accidentes. La consecuencia es clara, porque son tan prünacirunente
díversos los géneros de los accidentes entre sí, como respecto de la sustancia. Opinión tercera y su acepto.dón
21. Refutación.- Sin embargo, esta opinión no puede defenderse en general; 22. La tercera opinión es la que juzga que, para la distinción de los pre-·
pues, en prlmer lugar, acerca de todas las relaciones predicamentales es para mí dicamentos, basta con la distinción según nuestro modo de concebir, fundada
muy probable que actua.lm.ente no se distingan en la realidad, respecto de sus en la realidad, la cual llaman algunos distinción de razón raciocinada, y otros
fundamentos, nl como una cosa, ni como un modo distinto ex natura rei, sino d\stinción formal. Asl piensan Sondnas y Iavello, y más ampliamente Capréolo,
sólO conceptualmente, o sea, por la connotación del otro extremo. En segundo In l, dist. 8, q. 2, ad 18 y 19; Ockam, In 1, dist. 24, q. 2, ad 1 en favor de
lugar, sobre la acclón y la pssión entre sl es casl general la opinión de que no la op. La, y dist. 3, q. 3, donde trata de las relaciones, e In Il, q. 2, y Quodl. V,
se distfnguen actualmente ex natura reí, y que, sin embargo) constituyen predica~ q. 22; Enrique, en la Summa, a. 32, q. 5. Y esto mismo piensan los que dicen que
mentas diversos. Por causa de este argumento sobre todo, se apartan de la opinión los predicamentos se distinguen según los diversos modos de predicar acerca de 1a
referida Soncinas, V Metaph., q. 13, y Iavello, q. 16, que afirma lo mismo sobre sustancia primera, que es el fundamento de todos los predica_mentos. De este
18. relación y el fundamento; y se verá más ampUamente por lo que digamos modo se expresa Santo Tomás, V 11;1etaph., lec. 9, y XI Metaph., lec. 9, al final;
d6Bpués sobre la acción y la pasión. Además, el sitio y el donde, si se toman pro- y Alejandro de Hales, V Metaph., text. 14, donde también indica esto el Comen-·
porcionalmente como sitio y donde intrlnsecos, o como extrínsecos, no pueden dis- tador. Pero como d modo de predicarse sjgue al modo de ser, como afirma Smto
tfuguirse entre sl ex natura rei. lv1ás todavía, tampoco el lugar tomado como lugar Tomás en el primer lugar citado antes, por elio viene a ser lo mismo decir que
extrínseco se distingue ex natura rei de la superficie, sino sólo por la connotación. los predicamentos se distinguen según sus diversos modos de ser, como se expre~'-'1
Y lo mismo ocurre con el vestido, en cuanto tiene razón de hábito y denomina Santo Tomás en la q. 1 De Veritate, a. 1, y otros varios de los mencionados
al que está vestido; pues por esto no se añade, mediante el vestido, ningún modo autores; con tal de que entend2mos que esos diversos modos de ser no es preciso
real sobre la cantidad, figura y sitio de aquél. Y lo mismo, finalmente, ocurre con el que sean actualmente d~stintos en la realidad, sino que tienen fundamento sufi··
cuando, ya sea su forma la duración en general, ya sea el tiempo, puesto que ni se dente, por razón del cual pueden distinguirse conceptualmente de tal manera que
dístingue ex natura rei la duración de la cosa que dura, ni el tiempo del movimiento. de ellos surjan unos modos de predicación primariamente diversos según la razón
Todo esto lo tomamos ahora como más probable para nosotros; con todo, se ha de de concebir y de abstraer los diversos géneros.
probar en lo que sigue. Por lo cual, opino que, si el número de los predicamentos, 23. Ahora blen, esta opinión expuesta asi se prueba suficieritemente con lo
además de aquellos tres que se distinguen entre si realmente, hubiese de ser que se dijo en contra de las otras, pues, si los predicamentos de los accidentes no se
completado solamente con los otros modos accidentales actualmente d.istintos en distinguen entre si ni realmente ni ex natura rei o modalmente, no pueden dis-
la realidad y primariamente diversos, tanto entre sí como respecto de los tres tinguirse de otra manera que conceptualme-nte, porque no queda otro modo de
citados predicamentos, solamente podrían añadirse a aquellos tres otros dos, a saber, distinción y, sin embargo, es preciso que medie alguna distinción entre los predi-·
camentos. Además, como en la distinción de razón se da cierta amplitud, e-s
aliquod accídentis a e;cnere substantiae di- ne. Praeteren situs et ubi, si proportionaliter
stínguatur, necessaria est saltem modalis di- sumcmtur pro situ et ubi intrinsecis, vel
stínctio in ter illa; ergo et ad distin,1uendum pro extrinsecis, non possunt inter se ex na- nem, et ubi, vel ad summu::n tria, si fortasse eth1ro Commentator id siE"nificat. Quia vero
sntnma genera accidcntium inter se. Patet tura reí distingui. lmmo et locus surnptus aliquae relationes dicunt proprios modos ex modus pntedicandi consequitur roodum es-·
consequentia, quia tam sunt primo diversa pro loco extrinseco non clistinguitur ex natu- natura rei distinctos, de quo poste::~. sendi, Út D. Thomas priori loco supm d··
g_enera accidentium inter se quam a sub- ra rei a superficie, sed tantum connotatione. tato dícit, ideo in idem redit dicere praed:i-·
Idem etiam est de veste, ut habet rationcm Tertia sententia eiusque approbatio camenta distingui penes diversos modos es-·
stlintia.
21. Improbatur.- Haec vero sententia habitus, et denominat vestitum; nullus enim 22. Est ergo tcrtia opinio, quae ad prae- sendi, ut loquitur D. Thomas, q. 1, de Veri-·
non potest in universum defendi; nam im- modus realis per hoc additur veste supra dicamentcrum distinctionem sufficere censet tate, a. 1, et nonnuUi alii ex praedictis aucto~
primis de relatíonibus omnibus pr!)edicamen- quantitatern, et figuram ac situm eius. Idem distinctionem ex modo concipiendi nostro ribus, dummodo intelligamus illos diversos
talibus est mihi probabilissimum non distin- denique est de quando, sive forma eius sit fundato in re, quae n quibusdam vocatur medos essfndi non oportere esse actu disdn-
gui ~ctu a parte rei a suis fnnd-'lmentis, nec duratio in communi, sive tempus, quía nec distinctio rationis ntiocimtae, ab aliis appel- ctos a p~rte rei, sed habere sufficiens fun ..
tamquam rem, nec t'lmquam modum ex na- duratio a re quae durat, nec tempus a motu btur distinctio formrrH~. Ita sentiunt Sonc. damentum, rationc cuius possint ita ratione
tura rei distinctum, sed solum r::Jtione seu ex natura r.ei disti_i!E':Uitur. Quae omnia nunc et Iavell., ct lntius Capreol., In I, dist. 8, distingui ut ex eis consurgant modi praedi-
connotatione alterius extremi. Deinde, de nc- sumimus ut probabiliora nobis, in sequenti- q. 2, 8d 18 et 19; Och'1m, In I, dist. 24, candi primo diversi secundum rationem con--
tiOne et passione inter se est fere l commu- bus autem probanda sunt. Quocirca oplnor, q. 2, 2d 1 pro prim::~ opinione, et dist. 3, dpiendi ,-;1: abstrahendi diversa genera.
nis sententia non distiasui actmliter ez n:J- si numerus praedic~.mentorum ultra illa tria q. 3, ubi agit de rebtionibus, et In Il, q. 2, 23. H~10c v:utcm scntenth sic exposita suf..
tura rei, et t1mcn constituunt diversa prae- quae realiter inter se distinguuntur, solum et Quodl. V, q. 22; Henric., in Summa, ficienter pmbatur ex dictis contra alias, nam,
dicamenta. Propter quod praecipue argumen- esset complendu::; ex aliis modis accidenta- a. 32, q. 5. Et hoc ipsum sentiunt qui. dicunt si praedicamcnta accidentium non distin··
tum recedunt a dicta sententia Sonc., V Me- libus in n: ipsa nctualiter distinctis ac primo praedicamenta distingui penes diversos mo- guuntur ínter se reuliter, ncc ex natura rei,
taph., q. 13, et Iavell., q. 16, q_ui idem ait diversis, tam inter se quam ab illis tribus dos pr8ediczndi de prime~ substantia, quue aut modaliter, non possunt nisi ratione di··
de relatione et fundamento; constabitquc praedicamentis, solum posse illis tribus addi est fundamentum pnedicamentorum om- stingui, quia non supere:>t alius distinctio'óis
latius ex dicendis infra de actione et pnssio- alia duo, scilicet, dependentiam seu actio- niurn. Quomodo loquitur D. Thomas, V Me.- modus, cum tamen necesse sit distinctionem
taph., lect. 9, et XI Metaph., lect. 9, in fine; aliquam inter praedicamenta intervenire. Rur-
1 En algunas ediciones, p. ej., en la Vives, está sustituida por vere. (N. de los EE.) et Alex. Alens., V Metpah., text. 14, ubi sus, curo in distinctione rationis sit latitudoj
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Disputación XXXIX.-Sección li 727


726 Disputaciones metafísicas
tiene, está en la especie de superficie; en cambio, en cuanto ella contiene otra
preciso que esta distinción de los predicamentos sea máxima; porque, en primer
cosa, está en la especie de lugar bajo el mismo género de la cantidad. Y (lo que es
lugar, no puede _ser sol_amente de razón raciocinante, ya que ésta no tiene funda-
más seguro) la relación de semejanza y desemejanza son diversas específicamente,
mento en la realtda~, ~mo que se finge o surge solamente por la comparación que aun cuando realmente no se distingan en el mismo fundamento. Ni importa que
esta~lec_e el ente~d~17nto; por esto puede multiplicarse hasta el infinito; por
la distinción específica se llame esencial, ya que esto mismo se ha de entender
cons.tgmente, la d1stmc1ón de razón debe ser tal que tenga un fundamento en la
proporcionalmente, a saber, ya se trate de la distinción real, ya de la predicamental,
realidad. Y como los géneros de los predicamentos, tal como nosotros los conce-
o sea, de la conceptual. Y no es el mismo caso el de los atributos divinos; pues
bimos y abstraernos, son primariamente diversos, es preciso que el fundamento
éstos, aun cuando se distingan conceptualmente, a causa de la infinitud que tienen
de esta distinción sea tal que surjan de él relaciones o modos de denominación
en el género de ente, se incluyen mutuamente de modo esencial; por esto, en el
de la primera sustancia, que no puedan reducirse a un concepto genérico. Por lo
ámbito de la distinción de razón se distinguen menos que los géneros o las especies
cual, aun cuando e~tre las mismas formas o cuasi formas de los diversos predica-
diversas.
~er:-to~, no haya' s1ernpre una distinció~ actual en la realidad, sin embargo la
26. Tercero.- A lo tercero se responde que, con esto, más bien se resuelve
diStmcwn conceptual de ellas se toma s1empre de la comparación o relación con
con mayor facilidad la primera dificultad expuesta al principio de la sección; pues
realidades realmente distintas, como la de la acción y la pasión se toma por la
a toda ella se responde con una palabra: que con la inducción hecha allí se prueba
comparación con el principio de acción o de pasión, y as1 en lo demás. Todo esto
lógicamente que no se necesita una distinción ex natura reí entre todos los pre-
se verá mejor con la explicación de todos los predicamentos.
dicamentos. Ahora bien, cómo hay que distinguir en particular cada uno de los
géneros de accidentes entre sí, no podemos decirlo en este lugar, si previamente
Se resuelven los fundamentos de las otras opiniones no declaramos exactamente la razón de cada uno de ellos; y, por lo mismo, acerca
24. Primero.- Ni se oponen a esto los motivos de las demás opiniones ex- de esa dificultad no podemos decir más cosas de momento.
puestas hace poco. Pues al primero hay que responder que para distinguir los 27. Cuarto.- Al cuarto se respondió ya antes, cuando tratamos de la distin-
diversos géneros dentro del ente es necesario que todos ellos sean reales, pero ción de la sustancia y el accidente, que, o bien se requiere una mayor distinción
no que sean distintos actualmente en la realidad; porque la distinción de algunos entre la sustancia y el accidente que entre los géneros de los accidentes entre sí, o
géneros puede darse en el orden conceptual. Y se ha de tomar en la mlsma ciertamente que, aunque el accidente fisico se distinga de la sustancia ex natura
proporción cuando se les llama primariamente diversos, es decir, en ese género rei, el accidente metafísico, en cambio, o sea, el predicamental, no se distingue
de diversidad o de distinción que participan; pues, según él, no se reducen siempre de este modo en la realidad, sino que a veces se distingue por nuestro
a un género común. concepto y por la connotación de alguna realidad extrínseca.
25. Segundo.- Respecto al segundo, en primer lugar se niega el antecedente·
pues, según la opinión de muchos, en el predicamento de la cualidad la mism~ ¿Puede darse algún género común a muchos predicamentos de accidentes?
forma del calor en cuanto término de movimiento está en la especie de cualidad
pqsible,. y en cuanto es principio activo pertenece a la especie de la potencia. 28. Opinión de algunos.- En la confirmación de la primera dificultad pro-
Y la m1sma superficie, en cuanto modifica intrínsecamente al cuerpo que la con- puesta al principio se acometía otra dificultad, a saber, si éstos géneros de los
accidentes se distinguen de tal manera que ni todos ni alguno de ellos puedan
videtur necessarium ut haec distinctio inter
praedicamenta sit maxima; nam imprimis Solvuntur fundamenta aliarum vero aliud continet, est in specie loci sub se distinguenda, non possumus hoc loco di-
non potest esse solius rationis ratiocinantis opinionmn eodem genere quantitatis. Et (quod certius cere, nisi prius uniuscuiusque rationem exac-
guia haec non habet fundamentum in re: est) relatio similitudinis et dissimilitudinis te declarernus; et ideo de illa difficultate
sed fingitm aut consurgit solum ex compa- sunt specie diversae, quamvis in re non di- plura nunc dicere non possumus.
ratione intellectus; unde potest in infinitum 24. Primum.- Neque obstant motiva stinguantur in codem fundamento. Nec refert 27. Quartum.- Ad quartum iam supra
multiplícari; clebet ergo esse talis distinctio alütrum opinionum proxime posita. Ad pri- quod distinctio specifica dicatur essentialis; responsum est, cum de distinctione substan-
rationis quae in re habeat fundamentum. mum enim respondetur, ad distinguenda va~ nam hoc ipsum est cum proportione intelli- tiae et accidentis ageremus, vel maiorem
Et quia praedicamentorum genera, ut a no- ria genera sub ente necessarium esse ut om- gendum, scilicet, de distinctione reali, aut distinctionem requiri inter substantiam et
bis .concipiuntur et abstrahuntur, sunt pri- nia illa realia sint, non tamen ut actualiter de praedicamentali, seu conceptibili. Neque accidens quam inter genera accidentium inter
mo diversa, ideo necesse est tale esse funda- sint in re distincta, quia distinctio aliquo- est simile de attributis divinis; nam illa, se, vel certe, quamvis accidens physicum
mentum huius distinctionis 1..1t ex eo consur- IUill generum esse potest secundum ratio- distinglmtur ex natura rei a substantia, acci-
ctiam si distinguantur ratione, propter infi-
gant habitudines vel modi denominandi pri- nem. Et cum eadem proportione sumendum nitatem quam habent in genere entis, se dens vero metaphysicum seu praedicamena
mam substantiarn, qui non possint ad unurn est, cum dicuntur primo diversa, nimirum mutuo essentialiter includunt; unde in lati- tale non semper ita distinguí in re, sed in-
genericum conceptum reduci. Qm.propter, in eo genere díversitatis aut distínctionis, tudine distinctionis rationis minus distin- terdum conceptione nostra et connotatione
licet inter ipsas formas seu quasi formas quod participant; nam secundum illud non guuntur quam genera vel species diversae. alicuius extrinseci.
diversorum praedicamentorum non semper reducuntur ad unum commune genus. 26. Tertium.- Ad tertium respondetur
sit distinctio actualis in re. semper tamen 25. Secundum.- Ad secundum negatur Possitne dari aliquod genus commune
hinc potius facilius cxpediri primam difficul-
earum distinctio secundum rationem sumitur imprimís antecedens; nam iuxta multorum multis praedicamentis accidentium
tatem in principio sectionis tactam; nam ad
ei comparatione vel habitudine ad res in re opinionem, in praedicamento qualitatis ea- totam illam uno verbo respondetur recte in- 28. Aliquomm sententia.- In confirma-
ipsa distinctas, ut inter actionem et passio- dem forma caloris, ut est terminus motus, ductione ibi facta probari non esse neces- tione primae difficultatis in principio positae
nem, ex comparatione ad principium agendi est in specie passibilis qualitatis, et, ut est sariam distinctionem ex natura rei inter orn- petebatur alía difficultas, nimirum, an haec
vel patiendi, et sic de aliis. Quae omnia ex principium agendi, est in specie potentiae. nia praedicamenta. Quomodo autem sint in genera accidentiurn ita distinguantur ut ne-
discursu praedicamentorum omniurn latius Et eadem superficies, ut afficit intrinsece cor- particulari singula genera accidentium inter que omnia neque aliqua eorum possint ha-
constabunt. pus continens, est in specie superficiei; ut
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728 Disputaciones metafísicas Disputación XXXIX.-Sección Il 729

tener algún género común. En efecto, algunos modernos no juzgan inconveniente mutua, como, por ejemplo, las que tienen una figura diferente de predicación; por
que se dé algún género común o a todos esos miembros o a algunos de ellos· consiguiente, las que difieren por el predicamento, difieren genéricamente, no como
esto parecen persuadir, en efecto, los argumentos propues~os antes. Y no es obs~ primariamente diversas.
táculo que convengan en algún género, para que esa división en nueve géneros y 29. Opinión verdadera y común.- A pesar de todo) hay que afirmar con la
otros tantos predicaraentos de accidentes haya sido propuesta acertadamente y sea opinión común que todos estos miembros se distinguen dentro del ente o del
~eces.aria; P?rque esa división se ha dado a fin de que todas las cosas quedasen accidente como géneros primariamente diversos, es decir, no contenidos -ni todos,
mclmdas artlficmlmente en clases determinadas, de las cuales pudiésemos valernos ni algunos de ellos- bajo ningún otro superior. Esta es la opinión de Aristóteles
c~n. más_ f:::_~il~dad para conocer las naturalezas de las cosas, y para que se pudiese en los referidos lugares, y sobre todo en I Poster., c. 11, y, por ello, cuasi por
d1stmgmr rac¡lmente de sus accidentes la esencia de una cosa. Ahora bien, para antonomasia suele llamar a los predicamentos géneros; por esto, en el c. 9 Prae-
este. fin no seria suficiente la djstinclón en dos o tres miembros, aun cuando fuese dicam. concluye asi: Por consiguiente, sobre los géneros propuestos, basten las
P?Slble,_ y, por ell~, fue menester e';l los accidentes distinguir esos géneros que cosas dichas. Y Porfirio, en el c. De Specie, afirma que en cada uno de los predi-
d1cen d1versas relacmnes a la sustancia, sin atender para nada a una conveniencia camentos hay no sólo especies que se colocan bajo el género y no contienen por
confusa en algún género superior. Se añade a esto que nunca hemos leído en Aris- debajo de sí más que individuos, sino también géneros que contienen por debajo
tóteles expresamente que diversos predicamentos no puedan convenir en un género. de si especies y están contenidos en un género, y algún género que es solamente
Pues, en el lugar citado antes, del VIII de la Metafíst'ca, text. últ., no dice eso género y no especie. Y Damasceno, en su Dialectíca, c. 36, cuando distingue diez
abiertamente, sino que afirma solamente que el ente no se pone en las definiciones predicamentos, dice: flay que saber, sin embargo, que cada uno de esos géneros
de los géneros primeros y que, consiguientemente, no es género, pero no dice es un género supremo. Y además: Luego de estos diez predicamentos, es decir,
que no pueda haber ningún otro género común. En cambio, en el lib. X, c. S, géneros supremos, solamente uno es sustancia, y los nueve restantes, i:tccidentes.
dice ciertamente que las cosas que difieren en la figura de predicación difieren Y ésta es la opinión común de todos los filósofos, los cuales enseñan consecuente-
en género; sln embargo, dice lo mismo de lo corruptible y lo incorruptible, y, mente que los géneros supremos de los predicamentos no constan de género y
a pesar de todo, no por eso se excluye un género lógico común. Más todavía, de diferencia, ni son propiamente definibles, sino que son conceptos simples.
ese pasaje puede deducirse que los géneros de los predicamentos no son primaria- 30. Por lo dicho también en la sección anterior se ve que no puede darse
mente diversos por necesidad, ya que allí establece una separación entre lo dife- ninguna razón suficiente de dicha división, a no ser que todos sus miembros
rente y lo diverso, pues las cosas diversas no difieren por algo distinto, sino por sean géneros supremos. Y la misma razón existe para el número de los diez pre-
sí mismas, ya que no convienen en nada; en cambio, lo diferente -afirma- es dicamentos; pues el predicamento no es otra cosa que la debida disposición y
diferente por algo; por lo cual es menester que haya algo igual en lo que difieran; coordinación de los predicados esenciales) de los cuales aquelloS que se predican
y esto igual o es género o es especie, pues todo lo que es diferente, difiere por el in quid del individuo, están colocados encima de aquél en linea recta, ascendiendo
género o por la especie. En este pasaje no coloca a las cosas que difieren en desde los inferiores a los superiores; y esta linea, lo mismo que no comienza sino
género entre las que son diversas, sino entre las que propiamente son diferentes. desde lo ínfimo, es decir, del individuo, así no termina sino en un género supremo;
Y añade ejemplos de las cosas que difieren de este modo al decir: Por el género de lo contrario, no puede darse ninguna razón suficiente de por qué termina
difieren ciertamente las cosas que no tienen una materia común, ni generación en un género más blen que en otro. Ni tampoco podría darse explicación de por
r7
tua generatio, ut puta quorum alia praedica- esse. Et rursus: Horum porro decem prae-
bere aliquod unum commune genus. Aliqui dicit aperte, sed solum ait ens non poni in tionis figura est; ergo quae praedicamento dicamentorum, hoc est surnmorum generum~
enim moderni non existimant inconvenien~ definitionibus primorum generum, et conse- differunt, genere differunt, non ut primo di- unum dumtaxat substantia est, reliqua novem
dari aliquod genus commune, vel omnibus quenter non esse genus, non tamen dicit versa. accidentia. Et huec est sententia communis
illis membris, vel aliquibus eorum; id enim nullum aliud posse esse commune genus. 29. Vera et communis sententia.- Nihi- omnium philosophorum, qui propterea do-
argumenta superius facta videntur convin- In lib. autem X, c. 5, dicit quidem ea quae lominus dicendum est cum communi senten- cent suprema genera singulorum praedica~
cere. Et non obstat convenientia in aliquo differunt praedicationis figura, genere differ- tia haec omnia membra sub ente vel acci- mentorum non constare genere et differen-
genere quominus divisio illa novem generum, re; tamen idem dicit de corruptibili et in- dente distinguí ut genera primo diversa, id tia, nec esse proprie definibilia, sed esse
et totidem praedicamentorum accidentium corruptibili, et tamen non propterea exclu- est, sub nullo superiori genere contenta, ne- conceptus simp1ices.
convenienter sit tradita et fuerit necessaria; ditur commune genus logicum. Quin potius, que omnia, neque illorum aliqua, Haec est 30, Ex dictis etiam superiori sectione
quia illa divisio data est ut res omnes ad ex eo loco sumi potest genera praedic;~men­ sententb Aristotelis citatis locis, et praeser- constat nullam posse reddi sufficientem ra-
certas classes r.rtificiose redigerentur, quibus torum non necessario esse primo diversa, tim I Poster., c. 11, et ideo quasi per an- tionem illius divisionis, nisi omnia membra
facilius uti possemus ad rerum naturas co- nam ibi discrimen constituit ínter differen- tonoma:úam vocare solet pracdicamenta gc~ eius sint summa genera~ Arque eadem ratio
gnoscendas et ut facile possct reí essentia ab tía et diversa, nam diversa non aliquo, sed nera,· unde in c. 9 Praedicam., ita concludit: est de numero decem praedicamentorum;
accidentibus distingui. Ad hoc autem non seipsis differunt, quia in nullo conveniunt; De generibus ergo propositis, ea quae sunt nam praedicarnentum nihil aliud est quam
satis fuisset distinctio per duo vel tria mem- differens vero (ait) aliquo differens est; qua- dicta suf/iciant. Et Porphyr., in c. de Spe- debita dispositio ct coordinatio essentialiurn
bra, etiamsi illa esset possibilis, ct ideo re necesse est aliquid ídem esse qua diffe- cie, ait in singulis praedicamentis esse et praedicatorum, ex quibus .ea quae in quid
oportuit in accidentibus ea genera distingue- nmt; hoc vera ídem aut genus, aut species species, quae collocantur sub genere et sub praedicantur de individuo, supra illud in
re quae dicunt diversas habitudines ad sub- est, omne namque differens aut genere aut se non continent nisi individua, et genera, recta linea collocantur, ab inferioribus ad
stantiam, nihil curando de convenientia con- specie differt. Ubi ea quae differunt genere quae sub se continent specie<:; et sub genere superiora ascendendo; haec autem linea, si-
fusa in superiori aliquo genere. Accedit, non collocat ínter ea quae sunt diversa, sed continentur, et genus aliquod, quod tantum cut ab intimo, id est, ab individuo incipit,
quod apud Aristotelem nunquam expresse inter ea quae sunt proprie differentia. Et est genus et non species. Et Damasc., in sua ita non terminatur nisi ad aliquod genus
legimus diversa praedicamenta non posse in subdit exempla eorum quae hoc modo ge~ Dialectica, c. 36, cum decem praedicamentu summum, alias nulla sufficiens ratio reddi
uno genere convenire. Nam in loco superius nere differunt, dicens: Genere quidem, qua-· distinxisset, ait: Sciendum est autem unum- potest cur in uno genere potius quam in
citato, ex VIII Metaph., text. ult., non id rum non est communis materia, neque mu- quodque horum generum summum genus alio terminetur. Nec etiam poterit reddi ratio
730 Disputaciones metafísicas
D~is~pu~t~a~ci~ón~X~X~X~IX~.~S~a~c~ió~n~l~l----~--------------------------731
qué la sustancia no constituya dos o tres predicamentos, a saber, del cuerpo y el muchos predicamentos. Y si se insiste en que esa negación ti.ene algún f~ndamen,to
espíritu, o del cuerpo corruptible e incorruptible y el espíritu, o al menos de la positivo que queda circunscrito por ella, se responde que ciertamente tiene_ algun
sustancia corruptible e incorruptible, a las cuales llama Aristóteles diversas gené. . fundamento, pero que no es uno é idéntico que sea común a todos los accidentes
ricamente. Y, al contrario, no habrá razón alguna por la que la acción y la pasión absolutos; pues con frecuencia es común la negación, aunque su fundamento sea
no pertenezcan al mismo predicamento, y así en lo demás. Finalmente, la razón diverso. Efectivamente, la prodigalidad y la avaricia carecen de la bondad de la
a priori debe ser que el modo de contracción o de determinación del ente o del liberalidad, pero por un fundamento diferente. Por tanto, de este modo to~os los
accidente a estos grupos supremos de los predicamentos no se da por una verda- accidentes absolutos convienen en carecer de referencia; pero esa negación le
dera composición mediante una diferencia que pueda hallarse fuera de la razón conviene a cada uno según su propia manera de modificar, diversa esencial y pri-
del género; esta prueba la apuntó antes Aristóteles en el II de la Metafísica, y la mariamente de cualquier otra. Por lo cual, dicha negación conviene a su modo
hemos explicado en lo que precede refiriéndonos a la división del ente en sustancia también a las sustancias. En cambio, el accidente relativo, si se toma según su
y accidente. En cambio, la división presente del accidente en nueve géneros se concepto propio, constituye un género; y si se toma en sentido lato, no p~ede
explicará en la sección siguiente, y, por lo mismo, ~obre esta primera parte de constüulr un género, ya que es algo traHcendental que se halla en todos los gene-
dicha confirmación no diremos aqui nada más. ros, como se trató en lo que antecede y se expondrá más ampliamente en lo que
31. Los géneros de diversos predicamentos no convienen en ninguna diferencia slgue. Y con esto se aclara también la respuesta a los otros ejemplos.
esencial.- En cambio, en lo referente a la otra parte de la misma confirmación
hay que negar que los géneros de diversos predicamentos convengan en alguna Se expone un pasaje de Aristóteles del lib\o X de la Metafísica
diferencia esencial y propiamente contractiva del género. Pues, aun cuando se den
algunos conceptos comunes a muchos predicamentos, que se predican de ellos a 32. Pero, antes de responder al segundo punto de la dificultad propues~o. al
manera de diferencias, como son los que se enumeran en ese argumento, sin princip:o, hay que explicar un pasaje de Aristóteles, del lib. x, de la Me,tajlSlca,
embargo, o son solamente conceptos negativos, o no son univocas, sino análogos, c. 5, con el cual parecía que podía probarse que se d~ un genero. ~o.mun para
o ciertamente no son diferencias que contraigan algún género común y que estén cosas pertenecientes a diversos predicamentos. Este es .c1e;tamente dl~Icil, aunque
fuera de la razón de éste, sino modos simples que determinan alguna razón ninguno de los intérpretes haya explicado la consecue~cm ~nterna d~ d1~ho contex-
trascendental a la que incluyen intrinsecamente; como, por ejemplo, aquellos dos to, excepto únicamente Alejandro de Hales, que adm1te c1erta eqmvoct~ad en las
miembros, corpóreo e incorpóreo, son muy equívocos y análogos, pues pueden palabras del texto. Pues, cuando afirma Aris_tóteles que las_cosas que difieren. son
dividir el ente en sustancia y accidente, y sólo del segundo modo pueden tener iguales en algo, toma diferir en sentido prop1o; y cuando anade: ~ero esto mzsmo
razón de diferencias respecto de la sustancia completa, a la cual no incluyen en su es un género o una especie, dice el Halense que, ~e ha de s?breentender q';e esto
concepto preclsivo; pero no respecto del ente o del accidente, a los cuales inclu- mismo en que convienen las cosas dife1'entes, y dzfteren las dtvetsas, es un t,enero o
yen necesariamente en sus conceptos, aunque sean precisivos. En cambio, sobre la especie. Por lo cual, cuando Añade Aristóteles: Pues todo lo que es dtferente,
diferencia de absoluto y relativo, hay que decir que la razón de absoluto consiste dtJiere en género o en especie, dice el Halense que. diferente ~e ha de toma: co~o
en una negación y que, por ello, no constituye la diferencia esencial común a diverso, en cuanto es común a lo que es propiamente diferente, y prunana-

nem multis praedicamentis. Quod si instes, Locus Aristotelis ex lib. X Metaph.


cur substantia non constituat duo vel tria camentorum convenire in aliqua differentia quia illa negatio habet aliquoQ fundamentum exponitur
praedicamenta, nempe corporis et spiritus, essentiali et proprie contractiva generis. positivum quod per illam circumscribitur,
vel corporis corruptibilis et incorruptibilis, Nam, licet dentur aliqui conceptus commu- respondetur habere quidem aliquod funda- 32. Antea vero quam xespondeamus ad
et spiritus, vel s~ltem substantiae corrupti- n~s multis praedicamentis, qui per modum mentum non ton-nen unum et idem quod secundum caput difficultatis in principio po-
bilis et incorruptibilis, quas Aristoteles voc~t differentiarum de eis praedicantur, ut sunt commun'e sit ornnibus accidentibus absolutis; situm, explicandus est locus Aristoteli.s ex X
genere diversas. Et e converso, nulla erit illi qui in eo argumento numerantur, tamen saepe enim negatio est communis, quamvis Metaph., c. 5, quo videbatur proban posse
ratio cur actio et passio ad idem praedica- vel sunt tantum conceptos negativi, vel non fundarnentum eius diversum sit. Carent ete- dari genus commune rebus diversorum prae-
mentum non pertineant, et sic de aliis. Ra- sunt univoci, sed analogi, vel certe non sunt nim prodigalitas et avaritb honestate libera- dicamentorum. Qui sane est diffici!is, quam-
tio denique a priori esse debet, quia modus differentiae contrahentes aliquod genus com- litatis, ex diverso tamen fundamento. Sic vis nullus interpretum consecutionem illius
contractionis vel determinationis entis aut mune extra cuius rationem sint, sed madi igitur omnia accidentia absoluta conveniunt contextus declaraverit, praeter unum Alex.
accidentis ad haec suprema capita praedica- simplices determinantes rationem aliquam in carentia respectus; illa vera negatio uni- Alens., qui quamdam 1 aequivocationem in
mentorum non est per veram compositionem transcendentalem quam intrinsece includunt; cuique convenit ex proprío modo afficiendi, verbis illius textus admittit. Nam cum Ari-
per differentiam quae possit esse extra ratio- ut, verbi gratia, ilia duo mtmbi'a corporewn per se primo diverso a quolibet aliu. Unde stoteles ait in aliquo esse idem ea qurte
nem generis, quam rationem tetigit Aristote- et incorporeum valde aequivoca et analoga illa negatio etiam substantiis suo modo con- differunt, sumit differre proprie; cum aut~m
les in JI Metaph., et eam in superioribus sunt; nam et possunt dividere ens ad sub- venit. Rcspectivum autem, si secundum pro- addit: Hoc vera idem aut genus, aut spectes
declaravimus, quoad divisionem entis in sub- stantiam et accidens, et solum secundo mo priam rationem sumatur, unum genus con- est, ait Alens. subintelligendum esse hoc
stantiam et accidens. Quoad praesentem ve- do possunt habere rationem differentiarum, stituit; si autem sumatur late, non potest ídem in qua conveniunt differentia, et dif-
ro divisionem accidentis in novem genera, respectu substantiae completae, quam non constituere genus, quia est transcendentale ferunt diversa, genus aut speciem esse. Un-
declarabitur sectione sequenti, et ideo de hac includunt in suo praeciso conceptu; non quid inventum in omnibus generibus, ut in de cum subdit Aristoteles: Omne namque
prima parte illius confirmationis nihil hic vera respecto entis vel accidentis, quae ne- superioribus tactum est et in sequentibus differens differt aut genere aut specie, ait
amplius dicemus. cessario includunt in suis conceptibus quan- latius declarabitur. Et per haec etiam patet Alens. differens accipiendum esse pro di-
31. Genera diversorum praedicamentotum tumvis praecisis. De differentia vera absolu- responsio ad alia exempla. verso, quatenus commune est ad differens
in nulla differentia essentiali conveniunt.- ti et respectivi dicendum rationem abso-
Ad aliam vera partem eiusdem confirmatio- luti in negatione consistere, et ideo non 1 En la Vives y otras ediciones, eamdem. Esta sustitución resulta difícilmente explica-
nis, negandum est genera diversorum praedi- constituere differentiam essentialem commu- ble. (N. de los EE.)
. . . . . . . . . .a.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .------------------------------------.~ - -

732 Disputaciones metafísicas Disputación XXXIX.--Sección ll 733

mente diverso. Esta exposicion, si consideramos únicamente la intención de Aris- nominaciones visto, amado, y parecidas, a qué predicamento pertenecen, y en ge-
tóteles en dicho texto, parece ciertamente increíble; pues, como allí trata casi neral se pregunta en esos argumentos que, si una denominación extrínseca, o la
únicamente de la diferencia de las palabras, y señala la significación propia por la forma de que se torna, constituye a veces directamente un predicamento, por qué
que se distinguen diferente y diverso, podría parecer muy inoportuno que em- no lo constituye sjempre que la denominación se toma de algún elemento real,
please tal equivocidad de términos. No obstante, la exposición parece necesaria y de qué modo quedan contenidas todas las denominaciones de esta clase bajo esos
considerada la ilación del texto; pues, si Aristóteles llamase diferentes en género nueve predicamentos; o bien, si esas denominaciones no pueden constituir propia-
a las cosas que tienen conveniencia genérica, no dir1a que difieren en género las mente un predicamento ni un género de accidente, qué razón de diferencia hay
cosas que no tienen materia común, pues esa diferencia genérica consiste más bien que emplear, o qué regla hay que observar para constituir tales predicamentos
en la carencia de un género f1sico común; por lo cual, añade inmediatamente que extrínsecos de los accidentes. Y, ciertamente, muchos de los argumentos propuestos
más bien difieren en especie las cosas que convienen en género; luego piensa que alli parecen probar que no todas esas denominaciones se toman de algunos acci-
se diferencian en género las cosas que no convienen en género. E insinúa dos dentes o formas que estén directamente colocados en algún predicamento del acci-
modos de diferir, a saber, por el género físico, como se da en las cosas que no dente, en cuanto denominan de ese modo. En cambio, la razón o la regla general
convienen en la materia, y por el género lógico, como en las cosas que distan por tal vez no puede ser una sola para todos los casos, sino que puede nacer de diversos
el predicamento. Por consiguiente, cuando toma Aristóteles diferente para distin- capítulos.
guirlo en diferente en género y diferente en especie, toma el término diferente
en cuanto es común con diverso y propiamente diferente, pues diferir en género
no es diferir propiamente, sino ser diverso, ya que aquello en que son lo mismo Sobre la primera dificultad acerca de los actos que denominan
las cosas que difieren, es solamente el género, o la especie (como dice alli mismo extrínsecamente
Aristóteles); y aquellas cosas que difieren en género, no son lo mismo ni en 34. Qué condiciones requiere una forma que denomt·na extr[nsecamente, para
especie ni en género. Pues, como manifiestan por si las mismas palabras, diferir quedar colocada en un predicamento.- Pero, para explicar de algún modo este
en género no significa diferir dentro del género, sino diferir, es decir, no convenir, pasaje, hay que advertlr que ese predicamento que queda constituido por una
en el género, lo mismo que diferir en especie no es diferir dentto de la especie, denominación extrínseca requiere, sobre todo, tres condiciones de parte de la
pues en ese caso los individuos diferirían específicamente, ya que difieren indi- cosa que denomina. La primera, que, aunque no sea una forma inherente, tenga,
vidualmente dentro de la especie. Por tanto, según esta interpretación, ese pasaje sin embargo, algún modo de forma, es decir, que perfeccione o actúe aquello que
de Aristóteles confirma más bien el parecer común. denomina; pues la razón común del accidente incluye ser de a.lgún modo forma
de aquello a lo que sobrevlene. La segunda, que dicha denominación sea por sí
No hay más que nueve géneros de accidentes distinta de los restantes géneros de predicamentos, de tal manera que no quede
incluida intrínsecamente en ninguno de ellos, ya que los predicamentos no han de
33. Falta que respondamos a los argumentos propuestos en segundo lugar, estar entremezclados y han de ser primariamente diversos. La tercera, que esa
con los que parecía probarse que había que aumentar el número de los predica- denominación no esté cuasi compuesta o integrada por las formas de varios predi-
mentos de los accidentes. Y en el primer argumento se pregunta acerca de las de- camentos, porque sólo los entes quedan constituidos como predicamentos, en
cuanto son de algún modo unos per se e incomplejos. Por conslguiente, una forma
proprie et primo diversum. Quae expositio, cie, sumit diffeiens prout commune est ad
si solum consideremos intentionem Aristo- diversum et proprie differens, nam differre visum, amatum et similibus, ad quod prae- Ad primam difficultatem de actibus
telis in eo textu, videtur sane incredibilis; genere non est proprie differre, sed esse dicamentum pertineant, et in uníversum pe- extrincese denominantibus
nam, cum ibi de sola fere vocabulorum dif- diversum, quia illud in qua sunt idem quae titur in illis argumentis, si extrínseca deno~
ferentia tractet, et propriam significationern, proprie differunt, tantum est aut genus aut minatio, vel forma a qua sumitur, interdum 34. Quas conditiones requirat forma ex-
in qua differens e diverso dístinguitur, as- species (ut ibidem ait Aristoteles); illa nu- constituit directe aliquod praedicamentum, trinsecus denominans ut in praedicamento
signet, ineptissimum videri posset ut ea vocis tem quae genere differunt non sunt idem cur non semper constituat quoties denorni- collocetur.- Ut autem hoc aliquo modo de-
aequivocatíone uteretur. Nihilominus tamen nec specie neque genere. Ut enim ipsa verba natio ab aliquo reali surnitur, et quo modo claremos, advertendum est praedicamentlli'll
videtur expmdtio necessaria, considerata con- prae se ferunt differre genere non si:;nifi- omnes huiusmodi denominationes sub his illud quod per extrinsecam denominationem
secutione textus; nam, si genere differentia cat differre sub genere, sed differre, id est, novem praedicamentis contineantur; vel, si constituitur, tres potissimum requirere con-
vocasset Aristoteles ea quae sub genere con- non convenire in genere, sicut differre spe- non possunt hae denominatione:; praedica- ditiones ex parte reí denominantis. Prima,
venientiam babent, non dixisset ea differre cie non est ciifferre sub specie, alias indivi- mcntum ct genus r.ccidentis proprie consti- ut, Jicet non sit forma inhaercns, habeat ta-
genere quae non habent communem mate- dua differrent specie, quia sub specie indi- tuere, quaenam ratio differenthe adhibenda men aliqualem modum forrnae, id est, per-
riam, nam haec differentia generica potius vidualiter differunt. Iuxta hanc ergo inter- sit, vel quae regula observancia ad huiusmodi ficientis vel actuantis id quod denominat;
consistit in carentia communis generis phy~ pretationem, ille locus Aristotelis potius con- extrinseca praedicamenta accidentium consti- nam communis ratio accidentis includit quod
síci; unde statim potius subdit ea differre firmat communem sententiam. tuenda. Et quidem mu1ta ex argumentis ibi sit aliqualis forma eius cui accidit. Secunda,
specie quae genere conveniunt; ergo intelli- propositis convincere videntur non omnes ut illa denomin1tio per se sit distincta a cae-
git genere differre quae genere non conve- Non esse plura genera accidentium has denominationes sumi ab aliquibus acci- teris generibus praedicamentorum, ita ut in
niunt. Et duos modos insinuat, scilicet, dif- quam noven-t dentibus seu formis quae directe in aliquo nullo eorum intrinsece includatur, quia prae-
ferendi genere physico, ut in iis quae ín 33. Superest respondeamus ad argumenta praedicamento accidentis collocentur, quate- dicamenta debent esse impermixta et primo
materia non conveniunt, et genere logico, secundo loco posita, quibus probari videba- nus sic denominant. Ratio autem vel gene- diversa. Tertia, quod talis denominatio non
ut in iis quae praedicamento distant. Ergo, tur augendum esse numerum praedicamen- ralis regula fortasse non potest una in om- sit quasi composita vel aggregata ex formis
cum Aristoteles sumit differens, ut illud di- torum accidentium. Et in primo quidem ar- nibus tradi, sed ex diversis capitibus id pro- plurium praedicamentorum, quia in praedi-
stinguat in differens genere et differens spe- gumento petitur de his denominationibus venire potest. camentis solum constituuntur entia quatenus
734 Disputaciones metafísicas Disputación XXXIX.-Secci6n li 735
que denomine extrinsecamente, si _tiene todas estas condiciones, quedará consti- Sobre la segunda dificultad del lugar, el vestido y otras
tuida per se y de modo directo en uno de los nueve géneros dichos; y siempre
que una denominación extrínseca, aun cuando sea real de algún modo, no perte- 36. Con esto se responde Jácilmente a lo segundo, en que se compara con la
nece directamente a alguno de los nueve géneros, será siempre por defecto de acción y la pasión el lugar en cuanto denomina al que coloca y a lo colocado,
alguna de las referidas condiciones. y el vestido en cuanto denomina formalmente al que viste y a lo vestido. Se
35. Por tanto, refiriéndonos a los actos inmanentes en cuanto denominan a niega, en efecto, la semejanza de la razón, porque la forma como informante,
los objetos conocidos o amados, no constituyen un género peculiar predicamental; y como denominativa de lo informado, no dice dos razones diversas, sino una e
más aún, ni siquiera una peculiar razón o especie de algún predicamento, porque, idéntica, expresada diversamente; ahora bien, el lugar y el vestido se comportan
como explicaremos después en la misma entidad del acto inmanente, pueden con- como formas, y así el que una superficie constituya [algo] en un lugar no es pro-
siderarse tres razones, a saber, la de la acción, en cuanto fluyen activamente de las ducir, sino informar, y, por ello, ésta misma en cuanto coloca, y en cuanto deno-
potencias, y de ese modo se refieren al predicamento de la acción; y la de la minativa de lo colocado, no constituye dos razones predicamentales. Y de modo
pasión, en cuanto intrínsecamente modifican de algún modo a las mismas potencias; parecido el hábito, que formalmente viste y denomina al que está vestido, es una
y la de la cualidad, en cuanto son ciertas formas que informan a las mismas e idéntica forma extrínseca, cuya información incluye esas dos cosas intrínseca-
potencias. Y, bajo este aspecto, la denominación de esos actos pasa de algún modo mente; del mismo modo que la blancura puede decirse que blanquea, y el sujeto
a los objetos, y, por ello, no constituyen en ese aspecto un peculiar género o especie se llama blanqueado.
de accidente. En primer lugar, ciertamente porque esa razón de denominar nace
de esta determinada cualidad en virtud del efecto formal que confiere a su potencia, Sobre la tercera y cuarta dificultad de las denominaciones artificiales
pues mediante aquélla es referida la potencia al objeto, y de ahí se toma la deno- y morales
minación de objeto. Y así queda incluido intrinsecamente en la razón misma de 37. A lo tercero, se responde que las denominaciones artificiales, si son sim-
tal cualidad. De ello resulta que no denomina al objeto como una forma o perfec- ples y de alguna manera per se, pertenecen a dichos géneros, y de esa clase es
ción del mismo, sino sólo como el término a que tiende. Y, aun cuando en el la denominación de dorado, que pertenece al predicamento del hábito, y lo mismo
modo de denominar se signifique a la manera de pasión, sin embargo no participa ocurre con otras parecidas; pero, si son denominaciones tomadas de una agregación
de la verdadera razón de pasión. Y, por ello, no tiene semejanza en esto la acción de cosas pertenecientes a varios géneros, en ese caso no es preciso que estén con-
con la pasión real, pues la pasión es una verdadera modificación del sujeto. La tenidas bajo un único predicamento, sino que basta con que se refieran a ellos
acción, en cambio, aunque no sea una modificación de la potencia agente como tal, según sus partes. Y de esta clase creo que es la denominación de ejército, pueblo,
es, sin embargo, como su ejercicio, y, por lo mismo, se compara con ella a ma- república y semejantes. Con esto queda clara también la sdlución a lo cuarto:
nera de acto, y así dice también una relación enteramente distinta de la relación pues las demás denominaciones morales que se tocan allí están tomadas de
de pasión, concebida según la razón. algunos actos inmanentes, en cuanto terminados en los objetos, de los cuales se
habló ya. Y esas denominaciones se dicen algunas veces, de modo peculiar, deno-
minaciones "de razón", porque no requieren la existencia real de la cosa que
denomina, sino que se toman de la que precedió.
aliquo modo sunt per se una et incomplexa. denomínatio horum actuum aliquo modo ad
Forma ergo extrinsece denominans, si has obiecta; ideoque non constituunt sub ea ra-
Ad secundam difficultatem de loco~ Ad tertiam et quartam diff¡:cultatem
orones conditiones habuerit, constituetur per tione peculíare genus vel speciem accidentk
Primo quidem, quia illa ratio denominandi veste et similibus de denominationibus artificialibus et
se et directe in aliquo ex dictis novem gene- moralibus
ribus j quandocumque autern denominado provenit a tali qualitate ex vi effectus forma-
extrinseca, quamvis sit aliquo modo realis, lis quem tribuit suae potentiae,, nam per eam 37. Ad tertium respondetur denominatio-
non pertinet directe ad aliquod ex novem fertur potentia in obiectum, et inde sumitur 36. Hinc facile respondetur ad secundum, nes artificiales, si sint simplices et aliquo
generibus, sernper est ex defectu alicuius ex denominado obiecti. Et ita intrinsece inclu- in qua comparatur locus ut dcnominans lo- modo per se, ad dicta genera pertinere, et
dictis conditionibus. ditur in ipsamet ratione talis qualitatis. Unde cantero et locatum, et vestis ut denominans huiusmodi est illa denominatio deaurati, quae
fit etiam ut non denominet obiectum tam- vestientem formaliter et vestitum, cum ac- pertinet ad praedicamentum habitus, et idem
35. Ad actus ergo immanentes, quatenus quam forma vel perfectio eius, sed solum ut est de similibus; si vera sint denominationes
obiecta denominant cognita aut amata, non terminum ad quem tendit. Et, licet in modo tione et passione. Negatur enim similitudo sumptae ex aggregatione rerum plurium ge-
constituunt peculiare genus praedicarnentale, denominandi significetur per modum passio- rationis, quia forma ut informans et ut de- nerum, sic non oportere ut sub uno prae-
immo nec peculiarcm rationem aut spedem nis, tamen Venim .ratlonem passionis non nominans informatum, non dicit duas ra- dicamento contineantur, sed satis esse quod
alicuius praedicamenti, quia, ut postea de- participat. Et ideo in hoc non est simile de tiones diversas, sed unam et eamdem diver- secundum partes ad illa revocentur. Et hu-
clarabimus, in ipsa entítate actus immanen- actione et passione reali, nam passio est sirnode significatam; locus autem et vestis iusmodi esse existimo denominationem exer-
tis tres rationes possunt considerad, scílicet, vera affectio subiecti. Actio vera, quamvis se habent ut formae, et ita superficiem lo- citus, populi, reipublicae et similes. Per quod
actionis, quatenus active fiuunt a potentiís, non sit affectio potentiae agentis ut sic, est care non est efficere, sed informare, ideoque patet etiam solutio ad quartum: nam aliae
quomodo spectant ad praedicamentum actio- tamen veluti exercitium eius, et ideo com- ipsa ut locans et ut denominans aliud loca- denominatíones morales, quae in ea tangun-
nis; et passíonis, quatenus intrinsece aliquo paratur ad illam per modum actus, et ita tum non constituit duas rationes praedica- tur, sumptae sunt ex actibus immanentibus,
modo mutant ipsas potentias; et qualitatis 1, etiam dicit habitudinem omnino condistin- mentales. Et similiter habitus, qui est for- prout terminantur ad obiecta, de quibus iam
quatenus sunt formae quaedam informantes ctam, secundum rationem conceptam, ab ha- maliter vestiens et denominat vestitum, una dictum est. Et peculiari ratione dicuntur ali-
ipsas potentias. Et sub hac ratione transit bitudine passionis. et eadem forma exti:inseca est, cuius infor- quando illae denominationes rationis, quia
matio illa duo intrinsece includit; sicut non requirunt existentiam realero rei deno-
1 La palabra quantitates, que aparece, por ejemplo, en la Ed. Vives, es una errata etiam albedo potest dici dealbans, et subie- minantis, sed ab ea quae praecessit desu-
manifiesta. (N. de los EE.) ctum dicitur dealbatum. muntur.
736 Disputadones metafíst'cas Disptttai:ión xx:ía5c-'-'Seccitiií ü
Sobre la quinta dificultad, del movimiento y otras causalidades especial en mayor grade que la fórma. Por conSiguiente, cada información se reduce
al predicamento, género y especie de sn forma. En efecto, del mismo modo que la
38. Sobre lo quinto, que trata del movimiento en cuanto se compara con la·. información de la forma sustanci-alj por pertenecer intrínsecamente a la constitución
acc1on y la pasión, hay varias maneras de responder, de las cuales se tratará de la sustancia, no es un accidente, sino algo perteneciente al predicamento de la
después en el predicamento de la pasión. Ahora, brevemente, ·pienso que el movi- sustancia, así hay que deeir, guardando la proporción; sobre la información de hl
miento tomado en general, en cuanto se aplica a toda mutación; es lo mismo que cantidad; cualidad, etc. Y, por esto, sucede también que los concretos y loS
la pasión, pues el movimiento es un acto del móvil, y la pasión lo es del paciente, abstractos de acciden~es pertenecen proporcionalmente a los mismos pi'edicamen~
y del mismo modo que el movimiento modifica al móvil en orden al término, así tos, porque, como decíamos antes, un accidente concreto, en cuanto pertenece
también lo hace la pasión. Y si el movimiento se considera precisivamente en formalmente al généro o predicamento del accidente, sélo añade lá inheSión actual
cuanto es camino para un término y denomina como proceso, no constituye una o la información del sujeto. Y la causalidad de la materia, en cuanto consta de
razón predicamental especial, sea porque solamente dice el mismo término en el ella el compuesto, por la misnia razón que la causalidad de la ferma no consti_;
ser imperfecto, y as1 queda reducido a ~u predicamento, sea ciertamente a causa de tuye un género especial; ya que es también una causalidad intrinseea que perte~
las dos razones alUdidas antes en los actos inmanentes, ·a saber, porque dicha de- nece a la constitución de un ente, sobre todo la causalidad de la materia prima
nominación está íntimamente incluida en la formalidad de la pasión y la acción, respecto del compuesto, que es un uno per se; Por lo cual es probable qué esg
y porque rio se compara con el término a manera de forma que modifica al causalidad de la materia no sea en la realidad un modo distinto de la causalidad
sujeto, sino solamente a manera de via o relación que tiende a un término; de la forma, como se dijo antes. En cambio; en cuanto la materia es causa de hi
pues, en este sentido (como es probable), la generación, en cuanto se produce en generación de la cosa, hay que afirmar que la pasión, en cuanto es pasión, perte..;
la materia prlrna, tiene razón de pasión que sobreviene a ésta; sin embargo, en nece a la causalidad materiál, porque es la producción del sujeto, én Cuanto eS
cuanto denomina al término engendrado, no constituye una razón predicamental paciente, y esa relación pertenece a la causalidad material; al menos en orden al
especial, ni se comporta como accidente de él. · efecto en proceSo, como eXplicJ.ué en le que precede; Y éSte último efecto no tiene
39. En qué predicamento están colocadas las causalidades de las otras causas, lugar en la forma, pOrqué la forrha, como forma; no es causa de la generación;
distintas de la eficiente.- En camblo, lo que se dice en el mismo ·argumento sobre Sino más bien efecto.
las causalidades de las otras causas, se ha de solucionar así. La causalidad final 40. Se satisface a Una objeci6n,~ Se dirá que, si toda razÓn de causa o alguna
no dice en la realidad ningún modo distinto de la causalidad del agente; sólo dice de e!l~s constituye UD predicamento especial de accidente; ¿por qué nd lo COnS'
la relación intencional de la causalidad del mismo agente hacia el fin; por esta tituye la razón de efecto como ial? Pues ésta debe corresponder praporcioriálinenté
razón, dicha causalidad suele llamarse intencional y moción metafórica más bien a la razón de causa en cuanto eS causa. Respondo que Hl reSpuesta eStá :1 mano
que real, y por esta razón no ha sldo preciso establecer un predicamento particular Con l? c.jue dijimos. PueS, si en el efecto se conSiaera la ie8lidad pioduCida; enton..:
por razón de esta causalidad. Y la causalidad de la forma no es otra cosa que su ces se póne en un predicament0; o máS bien én todos loS. prédiCamentós, ya que
información, la cu2l pertenece intrinsecamente al' ser de esa realidad- que queda én ellOs no quedan colpcadas Sinó las ~osas creadas, tedas laS CualeS son Ciertos
constituida por la forma; por ello, la información no constituye ,un ·predicamento dectoS; au..tíque para lá conStitución de un predicamento . o párá ..su diviSión;
púnto de que iliofa iratamos; no iniporte que lás ctisas estén produéidas ó causadas
Ad quintam difficultatem de motu ba:bile) generatio, ut fit in materia prima, actualmente, o que puédan ser causadas; pues, en uno y otro caso; tiepen la
et aliú causalitatibus hnbet rationem passionis accidentis illi; ta-
men, ut denominat terminum genitum, non quia intrinse~ j;)ertiitet .ad ConstituÜi;merri tit .Passio eSt j)erditefe ad caUsaÜtatem ma:.
38. Ad quintum de motu, prout compa- constituit specis.lem rationem praedicamen- substantiae, non est accide.ós; sed aHqUid ieiialemJ Quía est effectio subiecti, ut pas..:.
ratur ad actionem et passionem, varü sunt talem, nec se habet ut accidens eius. ad praedicatnentum substantiaé j)eitlheris; surri, est¡ qui respedus a<t caus~litatem ma-
respondendi madi, de quibus infra latius in 39. Causalitates aliarum ~ausarum ab ef- ita proportiorialiter dicenlji_um e5t de infof- tefialeni Peitjnet; s,altein in ordine ad effe-
praedicamento passionk Nunc breviter cen- ficienti, in qua praedícamento. sitae.- Quod matione quantitatis, c¡ualitatis, etc; Atque ctum in fieri, ut . in superioribus dedaiavi~
seo motum generatim sumptum, ut dicltur vero in eodem argumento tangitur de cama- hinc etiam fit ut abstracta et concreta acci- Hic autem posterior effectus non habet lo-
de omni rnutatione, idem esse cum passione, litatibus aliarum causarum, .sic expediendum dentium ad eadem praedicamerita proj)ortio:.. cUro in fOfma, quía forma .ut for.ma non est
nam motus est actus mobilis et passio pa- est. Causalitas finalis in re nullum dicit naliter pertineant, quia, ut su¡}ra dicebamuS, causa genefationis, sed potiu~ effedus_.
tientis, et, sicut motus afficit mobile in or- modum distinctum a causalitate agentis; cohcretum accidentis; Prout formaliter Per- 40. fJbiectioni satisfi~.- DiCes: si fatid
dine ad terminum, ita etbm p1ssio. Quod solum dicit intentionalem -habitudinem cau- tinet ad genus vel praedicamentum acciden:.. C:¡tQ.sae; vel omnis vel aliqu,a, constituit spe..:.
si prae'cise consideretur molus ut e::;t via ·ad salitatis- ipsius agentis -ad fiilem; prDpter tis, so!um addit actualem _inhaeSioilem seu dale .Praedi~amentum acddentis. cur non
terminum et illum fieri dcnominat, non con- quod illa causalitas, intentionalis potius quam informatioriem subiecti. Causalitas auiern ma- etiam ratio effectus ui: sic? Haec. enim pro-
stituir specialem rationem praedicamentalem, realis dici solet et motio rnetaphorica, et ideo teriae, quatenus ex ea constat comPo5itum; Portionaliter re&pondere debet ratitmi causae
vel quía solum dicit ipsummet terminum in necesse non fuit peculiare praedicamentum eadem ratione non constituit spedale genu~ ut cauSa est. Res¡Jondeo .rationem esse irl
esse imperfecto, et ita reducitur ad praedi- propter hanc causalitatem constituere. Cau- entis qua causalitas fofmae, quía etiam est Piomptu ex dictis. Si enim in effectu conside;;.
camentum eius, vel certe propter duas ra- salitas autem formae non est aliud quam causalitas intrinseca pertinens ad consUtu- retur res facta, sic in prae<Jjcamento ponitur;
tiones supra tactas in actibus immanentibus, eius informatio, quae intrinsece pertinet nd tionem alicuius entis, ¡)raesertim causalita5 Vel ¡)otius iri m;nnibus piaedicamentiS, nam irl
scilicet, quía illa denominatio et est intime esse illius rei quae per formam constituitur; materiae primae respectu <;:orn[)ositi, qJ.iod illis non constituuntur nisi res creatae; quaf.!
inclusa in formalitate passionis et actioni1, ideoque non magis informatio quam forma est per se unum. Unde ¡Jrobabile est talem omnes sunt effectus quidam; quamquam ad
et quía non comp:1ratur ad terminum per constituir speciale praedicamentum. Una- causalitatem materiae in re non es5e modunl cpnstitutionem tlraedicam~nti, vel ad divi-
modum formae afficientis subiectum, sed so- quaeque ergo informatio ad praedicamentum, distinctum a causalitate formae, ut_ suPfa sioriem de. qua nunc agimus; nort referat
lum per modum viae aut habitudinis ten- genus et speciem suae formae reducitur. Si- dictum est. Quatenus vero materia est causa é¡uod fes siiü 3.dU effectae seu causatae~ ve~
dentis ad terminum; sic enim (ut est pro- cut enim informatio formae substantialis, generationis rei, sic dicendum est passione-n1 quod causari possint-; nam utroque modo res
·,:,\
DISPUTACiONES V - 47
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738 Disputaciones metafísicas Disputación XXXIX.-Sección Il 739

misma naturaleza y .esencia que estudiamos en el caso presente. En· este sentido embargo, pertenecen al mismo predicamento, de igual modo los accidentes de esas
es verdad que una cosa en acto y en potencia pertenecen al mismo género y pre~ sustancias, guardando la proporción, pueden tener conveniencia unívoca en sus
dicamento. En cambio, si en el efecto se considera la relación predicamental~ en- propios géneros, por razón de la-- cual pertenezcan a los mismos predicamentos,
tonces queda colocado en un predicamento juntamente con la relación de causa. como veremos en cada uno.
Finalmente, si hablamos del efecto en cuanto a la denominación pura y formal
de efecto, entonces no constituye un predicamento especial distinto de los otros, Sobre la séptima, acerca de las propiedades de los predicamentos
por la misma razón por la que antes declamas que el movimiento; en cuanto 42. En la séptima dificultad se pregunta, acerca de las propiedades que atri-
es camino hacia un término, no constituye un predicamento especial; porque ser buye Aristóteles a cada uno de los predicamentos de los accidentes, si ellas cons-
efecto es lo mismo que ser término de un movimiento o -producción. Por lo cual, tituyen también géneros propios de accidentes. Sobre lo cual hay que decir breve-
en todos los efectos está incluida intr.í_nsecamente esa relación o denominación, ya mente que de esas propiedades unas consisten en una relación actual o aptitudinal,
sea en la acción, si se toma activamente, puesto que toda acción hace algo; o en el las cuales, o bien pertenecen directamente al predicamento de ~a relación, o se
predicamento de la pasión, si se toma pasivamente, ya .que por medio de cualquier reducen a él por razón de la aptitud o connotación, como ser igual, o ser des-
pasión se hace algo. Exceptúo solamente la creación pasiva, que en cuanto es el igual, etc.; otras añaden solamente negación, como no tener contrario; otras con-
producirse de su término, no es una verdadera pasión. Pero ésta, en ese aspecto, notan solamente algo extrínseco, como tener contrario; otras explican un modo
no tiene razón de accidente, porque, como no supone un término, sino que tiende intrlnseco a la propia entidad, como tener intensidad. Y todas estas propiedades
más bien a constituirlo, no puede referirse a él como a sujeto, ni modificarlo acci- no añaden algún género nuevo, como se ve suficientemente por la misma expli-
dentalmente, y esta razón es común también a cualquier pasión o mutación en cación. En cambio, cuando la propiedad de un accidente es positiva y dice un
cuanto tiende a un término y lo denomi.na "proceso" o "ser constituido". Y por modo propio y especial de modificar al sujeto del cual es propiedad., entonces esa
eso, en este aspecto, o bien queda reducido al predicamento de su término, o propiedad pertenecerá a un género propio de accidente, pero siempre se referirá
ciertamente queda incluido en la razón de acclón o de pasión. a alguno de los nueve géneros enumerados antes; pues así puede decirse la figura
propiedad de la cantidad, y el hábito de la potencia, y, sin embargo, pertenecen al
Sobre la sexta dificultad, de algunos accidentes de los ángeles género de la cualidad. Y sobre la razón de la medida, que se toca allí de modo
41. En la dificultad sexta se desea que expliquemos si los accidentes pertene- especial, pienso que no pertenece a la esencia de ningún accidente, más aún, que
dentes a cosas inmateriales quedan colocados en esos géneros. Y por ser más claro ni es una propiedad real intrínseca de ningún predicamento, sino sólo que es una
en lo demás, se estudia especialmente esto respecto del donde y de las duraciones de cierta denominación en orden a los actos de la razón; sobre ella trataremos amplia-
los ángeles. Este punto se ha de explicar ex professo cuando se trate d~ los géneros mente al exponer la cantidad.
donde y cuando. Y por eso se responde brevemente que, en cminto éstos son
2ccidentes de los ángeles, quedan comprendidos en dichos génerós, aun cuando Sobre la última dificultad, acerca de los .postpredicamentos
estén en ellos de modo diverso que en las cosas corporales. Pues, lo mismo que 43. ' En la última dificultad se pregunta por qué Aristóteles ha colocado algu-
las sustancias angélicas, tienen un modo de ser diferente que las corpóreas, y, sin
nas cosas o denominaciones en los postpredicamentos, si es suficiente la división
'lunt eiusdem naturae et essentiae quae in constituendum tendat, nón potest illum re-
praesenti consideratur. Qua sensu verum spicere ut subiectum, neque accidentaliter ídem praedicamentum pertinent, ita et ac- nes proprietates non addunt novum aliquod
est rem in actu et in potentia eiusdern esse illum afficere, quae ratio communis est etiam ddentia harum substantiarum cum propor- genus, ut ex ipsa declaratione satis constat.
generis et praedicamenti. Si vero in effectu cuilibet passioni seu mutationi quatenus ad tione sumpta possunt habere univocam con- Quando vera proprietas alicuius accidentis
wnsideretur relatio praedicamentalis, sic in terminum tendit, et illum fieri seu facturo venientiam in propriis generibus, ratione cu- est positiva, et dicit proprium ac specialem
aliquo praedicamento collocatur simul cum esse denominat. Et ideo sub ea ratione vel ius ad eadem praedicamenta pertineant, ut modum afficiendi subiectum cuius est pro-
relatione causae. Si denique loquamur de reducitur ad praedicamentum sui termini, in singulis videbimus. prietas, tune illa proprietas pertinebit ad
effectu quoad puram et formalem denorni- vel certe in ratione actionis aut passionis proprium genus accidentis, semper tamen
includitur. Ad septimam difficultatem, de proprietatibus spectabit ad aliquod ex novem generibus
nationem effectus, sic eadem ratione non
praedicamentorum supra numeratis; sic enim figura potest dici
constituit speciale praedicamentum distin-
ctum a reliquis, qua supra dicebamus mo- Ad sextam difficultatem, de quibusdam 42. In septima difficultate quaeritur de proprietas quantitatis, et habitus, potentiae,
tum, quatenus est .via ad terrninum, non accidentibus angelorum proprietatibus quas Aristoteles tribuit singu- et tamen ad genus qualitatis pertinent. De
constituere speciale praedicamentuin; quia 4L In sexta- difficultate petitur ut expli- lis praedicamentis accidentium, an illse etiam ratione autem mensurae, quae ibi speciali-
esse effectum idem est quod esse terminum cemus an rerum immaterialium accidentia propria genera accidentium conStituant. Ad ter tangitur, existimo non pertinere ad es-
motus vel productionis. Unde · in omnibus sub bis generibus collocentur. Et, quia in quod dicendurn est breviter ex illis proprie- sentiam alicuius accidentis, immo neque es-
effectibus talis respectus vel denominatio in- caeteris res est clarior, specialiter id inqui- tatibus quasdam esse quae consistunt in re- se realero proprietatem intrinsecam alicuius
cluditur intrinsece, vel in actione, si active ritur de ubi et de durationibus angelorum. latione actuali vel aptitudinali, quae ad prae- praedicarnenti, sed solum esse denominatio-
sumatur, quía omnis actio aliquid agit; vel Quae res explicanda est ex ~rofesso inter dicamentum ad aliquid vel directe pertinent, nem quamdam in ordine ad actus rationis,
in praedicamento passionis, si passive suma- disputandum de generibus ubi et quando. vel reducuntur ratione aptitudinis seu con- de qua re dicemus late tractando de quan-
tur, nam per omnem passionem aliquid fit. Et ideo breviter dicitur, prout haec sunt ac- notationis, ut esse aequale, vel inaequale, titate.
Unam excipio creationem passivam, quae, cidentia angelorum, sub his generibus con1- etc.; aliae addunt solam negationem, ut non
prehendi, etiamsi diverso modo in eis sint habere contraríum, aliae connotan! solum Ad ultimam difficultatem, de
prout est fieri sui termini, non est vera
quam in rebus corporalibus. Nam, sicut sub- alíquid extrinsecum, ut habere contrarium, postpraedicamentis
passio. Illa vera sub ea consideratione non
:mbet rationem accidentis, quia, curo termi- stantiae angelicae diversum' habent essendi aliae explicant intrinsecum modum propriae 43. In ultima düficultate petitur cur
num non supponat, sed potius ad illum modum quam corporeae, et nihilominus ad entitatis, ut habere intensionem. Et hae oro- Aristoteles quasdam res vel denominationes
DISPUTACIONES V - 47*
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740 Disputaciones metafísicas Disputación XXXIX.-Sección Ill 741


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del accidente en nueve géneros. Y la respuesta es fácil con lo que se ha dicho;.
pues sobre el movimiento se ha tratado ya, y las otras denominaciones no se Primera opin!ón: el accidente es análogo
toman de las formas que modifican, sino de la coexistencia, o de la connotación
de algo extrinseco, como ser simultáneo, o anterior, o tener opuesto; y, en general, 2. E11 e~te punto, ~asi todo~ los que pien~~n que el ente es análogo respecto
tener, como tal, no dice razón de forma; pues también el sujeto tiene accidentes, de la sustancia ~ el acc1de?te opma~ que tamb1en es análogo el accidente respecto
y el todo partes, y una cosa enteramente extrínseca se dice también que se tiene. de los nueve generos. As1 lo mant1ene Cayetano, In de Ente et Essentia c. 7
Por tanto, en esas denominaciones no interviene ninguna razón propia de accidente, q. 15, ad 4? en dond~ se inferia que el accidente sería un género si el e;tar e~
si no es tal vez en cuanto puede intervenir en ellas alguna relación. Y, por eso, fuese esencial y comun a todos los accidentes. Lo mismo mantiene Soncinas,
Aristóteles, con el fin de explicar todas las fórmulas de expresión o de denomina- IV Metaph., q. 1, donde afirma, ad 1, que los géneros de los predicamentos son
ción que pueden contribuir a la exposición de la doctrina, trató de ellas en los ~nmanamente diVersos, ya que ~~ convienen en ninguna razón univoca, y en el
postpredicamentos. hb. ~II, q. 47, ad 1, afirma tamb1en que las cosas que son primariamente diversas
no tienen nada común unívoco. Y esto lo insinúa también Alejandro de Hales
SECCION Ili V Metaph., text. 33,. al fin, donde también lo propugna el Filósofo; pues nieg~
¿Es UNÍVOCA O ANÁLOGA DICHA DIVISIÓN? qu~ las c?sas que d1fieren por la figura predicamental puedan reducirse a una
umdad. Sm embargo, puede esto entenderse acerca de un único género. Pero se
1. Razón de dudar en ambos sentidos.- La razón de la dificultad está en que opone a esta respuesta, y, por consiguiente, apoya esta opinión Santo Tomás
parece que aquí no puede intervenir ningún modo de analogía; pues el accidente I ~ont. Gent., c. ~2, razón 3, donde prueba que no se predica nada de Dios y de la~
no se dice de los otros accidentes por atribución respecto de algo único que se cnatu:as en sent1do u~ívoco, ya qu~ no se predica de ellos nada como género,
contenga en el accidente, corno es evidente por sí. Y que todas las cosas sean entes espec1e, ~t.c.; esta razon puede aphcarse al accidente; por consiguiente, o hay
o accidentes en relación con la sustancia, no basta para la analogía entre ellas, que adm1t1r que es un género, o hay que negar que sea unívoco. Y del mismo
ya que eso a lo que todos se refieren no está contenido en el concepto de accidente. modo lo apoya Porfirio, no sólo enumerando cinco predicables, fuera de los cuales
Del mismo modo que las sustancias creadas son también sustancias por cierta atri- no rec?noce nin_gún otro predicado común y univoco, pues, de lo contrario seria
bución a la sustancia increada, y, sin embargo, son unívocamente sustancias. u? umversal, d1stinto de los demás; sino también porque, en el c. De Specie,
Y en esto no puede intervenir tampoco la analogía de proporcionalidad, porque p1ensa, que ~1 ~nte no es género, no por otra razón sino porque no es univoco.
los accidentes no son accidentes extrínsecamente o de modo metafórico, sino Ade~as, Ans~oteles, I Poster., c. 11, ~nseñ~ que aquella propo.sición en la que
propio e intrínseco, y la proporcionalidad no constituye analogía más que cuando se m~ga un 9enero supremo de otro es mmedmta, porque no hay ningún predicado
interviene una metáfora o impropiedad en alguno de los extremos, como se ha supe~10r a nmguno de ellos con el que se pueda demostrar. Pero no explican los
dicho antes. Pues también el género se dice de las especies según una proporcio- ref:ndos autor~s cuál es esta analogía, ni en qué se funda, o de qué género de
nalidad, que no excluye la verdad y propiedad de la cosa. Pero en contra de esto acc1dentes se dtce primariamente el accidente.
va el que, si el accidente fuese unívoco, sería un género y, por tanto, no habría
nueve géneros supremos de accidentes.
hic intervenire posse videtur; nam accidens
in postpraedicamentis posuerit, si divisio ac-
cidentis per novem genera est sufficiens. non dicitur de caeteris accidentibus per at-
Patet autem facile responsio ex dictis; nam tributionem ad aliquod unum sub accidente
de motu iam dictum est, aliae vera deno- contentum, ut per se notum est. Quod au.. Pl'ima sententia~ accidens esse analogum ratione 3, ubi probat nihil praedicari de Deo
minationes non sumuntur ex fonnis afficien- tem omnia sint entia vel accidentia per ha- et creaturis univoce, quia nihil praedicatur
bitudinem ad substantiam, non sufficit ad
tibus, sed ex coexistentia, vel ex connotatio- 2. In hac re fere omnes qui sentiunt em de eis ut genus vel species, etc.; quae ratio
analogiam inter ipsa, quia illud ad quod
ne alterius extrinseci, ut esse simul, aut prius, esse analogum ad substantiam et accidens, applicari potest ad accidens; vel ergo faten-
aut habere oppositum; et in universum, omnia respiciunt non continetur sub con- sentiunt etiam accidens esse analogum ad dum est esse genus, vel negandum esse uni-
habere ut sic non dicit rationem formae; ceptu accidentis. Sicut substantiae creatae novem genera. Ita tenet Caietanus, de Ente vocum. Atque eodem modo favet Porphyriut~,
nam etiam subiectum habet accidentia, et etiam sunt substantiae per attributionem et essent., c. 7, q. 15, ad 4, in qua infere- tum enumerando quinque praedicabilia, prae-
totum partes, et res etiam omnino extrinsecaaliquam ad increatam, et nihilominus sunt batur accidens fore genus, si esse in esset ter quae non agnoscit aliquod aliud praed.i-
haberi dicitur. In his ergo denominationibusunivoce substantiae. Neque etiam hic inter- essentiale et commune omnibus accidentibus. catum commune et univocum, alioqui illud
venire potest analogía_ proportionalitatis, quia
nulla intervenit propda ratio accidentis, nisi Idem tenet Soncin., IV Metnph., q. 1, ubi esset quoddam universale;¡ distinctum a reli-
accidentia non sunt extrinsece aut metapho-
fortasse quatenus aliqua relatio in eis inter- ad 1 ait genem praedicamentorum esse pri- quis; tum etiam quía in c. de Specie non
venire potest. Et ideo Aristoteles, ut oronesrice accidentia, sed proprie et intrinsece, mo diversa, quia in nulla ratione univoca ali~ ratione cens~t ens non esse genus, nisi
loquendi aut denominandi formulas quae proportionalitas autem non constituit analo- conveniunt, et lib. XII, q. 47, a. 1, etiam qllla non est un1vocum. Praetereo. Aristote-
ad doctrinam tradendam conferre possunt, giam, nisi ubi intervenit metaphora vel im- ait primo diversis nihil esse commune uni- les, I Poster., c. 11, docet propositionem il-
proprietas in aliquo extremorum, ut supra
explicaret, illas in postpraedicamentis decla~ vocurn. Quod item insinuat Alex. Alens., lam in qua unum surnmum genus de alio
dictum es t. N am genus etiam dicitur de V Metaph., text. 33, in fine, ubi etiam favet negatur esse immediatam, quia nullum est
ravit. speciebus secundum proportionalitatem, quae praedicatum superius alicui eorum per quod
SECTIO III Philosophus; negat enim ea quae dífferunt
veritatem ac proprietatem reí non excludit. praedicamenti figura posse resolví in unum. demonstretur. Non explicant autem dicti au-
UTRUM PRAEDICTA DIVISIO SIT UNIVOCA In contrarium vera est quia, si accidens es~ Sed potest intelligi de uno genere. At obstat ctores qualis sit haec analogia, neque in
VEL ANALOGA set univocum, esset genus, et consequenter huic responsioni, et consequenter favet huic quo fundetur, aut de qua genere accidentium
1. Utrinque ratio dubitandi.- Ratio dif~ non essent novem genera accidentium sum~ sententiae D. Thomas, I cont Gent., c. 32, primo dicatur accidens.
ficultatis est quia nullus modus analogiae ma.
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ninguno de los mencionados géneros de accidentes, m bajo la razón común de
accidente, ni en cuanto son tale:_ accidentes; por consiguiente.
Segunda opinión: el accidente es unívoco
3. Por esta razón, otros, disdpulos también de Santo Tomás, piensan que el
accidente es un predicado unívoco para los nueve géneros. Asi 1o mantiene Soto, Se expone la dificultad de ambas opiniones
c. 4 Antepraedicam., q. 2, ad 1; y lo mismo supone Iavello, VII Metaph., q. 1,
al 3 argumento de Antonio Andrés, que objeta que, si la inhesión es común y . 4. Pero, aunque es,os autores admitan que el accidente es unívoco, no admiten,
esencial a la cantidad y a la· cualidad, resultada que el accidente es un género; ~m e~bargo, que sea genero. Y da la razón Soto, porque el accidente no se predica
responde, en efecto~ que, para que una cosa sea género, no basta con que sea zr: qwd:J ya que form.almente -dice- n? significa las quididades de los accidentes,
común a aquellas cosas de las que se afirma, y que se predique in quid univo- smo el ser de los mismos en la sustancia. Sin embargo, admite en esa razón una
cameÍlte, si no dice también una naturaleza determinada, y que, por esta razón, cosa falsa, porque el ac~l~ente no d:c~ estar en actualmente, sino aptitudinalmente,
no es un género. Por consiguiente, supone que tiene las otras condiciones, a saber, Y eso pertene;e a la qmd~dad del acc1dente, como antes vlmos. Igualmente, porque
predicarse in quid y unívocamente. Y de aquí se infiere la razón propia de esta todos ~os acctd~~tes cony1enen en alguna razón, no solamente accidental y extrín-
opinión, a saber, que el accidente como tal es común, no sólo en cuanto al nombre1 seca, smo tamb1en esenc;al; la cual puede abstraerse con un concepto y significarse
sino también en cuanto al concepto, y ese concepto es participado inmediatamente con una palabra; ahora bien, esta razón se significa con el nombre de accidente,
por todos aquellos géneros a los que es común, sln ningún orden de éstos entre Y no a ~odo de forma, de manera que se predique in quale)· por consiguiente
sí; por consiguiente, posee todas las cosas requeridas para la univocldad. La en ~1 m1smo grado es predicación in quid la de esta proposición: la cualidad e;
consecuencia es clara por todo lo dicho antes sobre la analogia del ente; el ante- acctdente, que la de esta otra: el cuerpo es sustancia.
cedente, pues, es manifiesto en todas sus partes, porque el accidente en general S. Sin embargo, lnsinúa otra razón Iavello, y la explica más Soto a saber:
se define como el ente que es en otro, en el sentido explicado en la sec. 1, y esta que el acd~ente no es género porque no tie~e diferencias fuera de su ~oncepto {
razón es común a todos los mencionados géneros, y no conviene a ninguno por pues cualqu:er modo con el q::Xe puede el accidente ser determinado para la canti-
relación con otro. Pues, cuando Aristóteles dijo que el accidente es un ente del dad, la ~uahdad ,Y cosas parec;das, es tambjén un accidente; ahora bien, pertenece
ente, con el nombre de ente significó el ente simplemente, que es la sustancia, tal ? la ~azon del genero estar fuera de la razón de las diferencias, es decir, no estar
como lo entienden todos y consta también por el lib. VII de la Metafísica, en mdmdo en ellas s:gún sus ~m;ceptos precisivos, ni decirse de ellos pe1· se:J como
donde se dice por esta razón que la sustancia tiene prioridad por definición sobre consta por la doctr1na de Anstoteles, IH de la Metafísica, text. 10. Esta razón con-
el accidente, y nunca dijo que un accidente tenga prioridad sobre otro por defi- cuerda con la doctrina de. Escoto, In 1, dist. 3, q. 3, a. 2, y dist. 2, q. 2, en
nicíón; por consiguiente, todos los accidentes participan de esa razón sin ningún donde afirma, en conform1dad con la doctrina de Aristóteles, que el ente- no es
orden entre sí; luego no le falta nada para una verdadera univocidad. Y se con- géne.ro, no porque no sea unlvoco, sino porque se predica in quid de alguna dife-
rencia.
firma, porque los analogados secundarios suelen definirse en orden al primer
analogado; pero los géneros de los accidentes no se definen por su relación con
6. Pero est~ :azón la imp~gna el Ferrariense en un caso semejante, en I cont.
Gent.) c. 32, d1c1endo que, s1 el predicado es común hasta tal extremo que no

Secunda sententía, accídens esse bus est communis, sine ullo ordine eorum ni a~cidentis, nec ut talia accidentia sunt, go tam est praedicatio in quid haec; qualí-
unívocum inter se; ergo hubet omnia ad univocationem definmntur per respectum ad aliquod ex Ws est accidens, sicut haec: corpus est sub-
requisit1.. Consequenth patet ex omnibus dictis generibus accidentium; ergo. stantia.
3. Propter quod alii ethm e'X D. Thomae dictis supra de analogía entis; antecedens 5. Aliam ergo rationem insinuat Iavellus
Utriusque sententíae difficultas
discipulis sentiunt accidens esse praedicatum vera p::>.tet quoad singulas t p:utes, quia acci- et magis declarat Soto, scilicet, accidens no~
univocum ad novem genera. Ita tenet Soto, dens in communi definitur esse ens in alio, apeYitur esse genus guia non habet differentins extra
in c. 4 Antepraedicam., q. 2, ad 1; idernque in sensu decbrato sect. 1, quae ratio com- 4. Quamquam autem hi auctores admit.· sui rationem; nam omnis modus quo potest
supponit Iavellus, VII Metaph., q. 1, ad 3 munis est omnibus dictis generibus; neque t~mt accidens esse univocum, non turnen ad- nccidens d~te;:ninari ad quantitatem, qualí-
Antonii And. obiicientis, si inhaerentia est u11i convenit per respcctum ad aliud. Nam, mittunt esse genus. Reddit autem rationem t::ttem, et snndt!'l, est etiam accidens · est au-
communis et essentialis quantitati et quali- cum Aristoteles dixit accidens esse entis ens, Soto, quia accidens non praedicatur in quid; tem de ratione generis ut sit extra 'rationem
tati, fore ut accidens sit genus; respondet nomine entis intellexit ens simpliciter, quod quía non significat (inquit) formaliter quid- differentiarum, id est, ut secundum praeci-
enirn, ut allquid sit genus non sufficere essc esr· Si.Ibstantia, ut ·omnes intelligunt et con~ ditates accidentium, ::;eU e::;se eorurn in sub- sos con~eptus. in eis non includatur, nec per
cornmune iis de quibus dicitur et praedicari stat etiam ex VII Metaph., ubi hac ration.! stantia. Falsum tamen assumit in hac ratio- se de Ilhs d1catur, ut constat ex doctrina
in quid et univoce, nisi etiam dicat deter- dicitur substantia prior definitione acciden· ne, quia accidens non dicit actu inesse, sed Aristotelis, III Metaph., text. 10. Quae ratio
minatam naturam, et ideo non esse genu5. te; nunquam autem dixit unum accidcns aptitudine, quod est de quidditate acciden- est consentanea doctrinae Scoti, In I, dist. 3,
Supponit ergo habere alias conditiones, .sci- esse prius definitione quam aliud; p:utici- tis, ut supra vidimus. Item, quia omni'l ac- q. 3, a. 2, et dist. 2, q. 2) ubi iuxta doctri-
licet, praedicari in quid et univoce. Atque psmt ergo omnia accidentia illam rationem cidentia conveniunt in aliqua ratione non tan- naJ? Aristo.telis .ait ens non esse genus, non
bine colligitur propria ratio huius sententiae, sine ullo ordine in ter se; nihil ergo illi tum accidentali et extrinseca 1, sed etiam es- 9-um J?On s1t ?mvoc?m, sed quia praedicatur
scilicet, quia accidens ut sic est commune, deest ad veram univocationem. Et confirma- sentiali, quae uno conceptu abstrahi et una m qmd de ahqua d1fferentia.
non tantum secundum nomen, sed etiam se- tur, quía analogata secundaria definiri solent voce significad potest; haec autem ratio 6. ~an~ vera rationem in simili impugnat
cundum rationem, et illa ratio immediate per ordinem ad prímum analogatum; sed significatur nomine accidentis, et non per Ferranens1s, I cont. Gent., c. 32, dicens recte
participatur ab omnibus iis generibus quí- genera accidentium nec sub ratione commu- modum forma e, ut praedicetur in quale; er- quidem consequi, si praedicatum sit ita com-
1
t Singulares, en algunas ediciones. (N. de los EE.) Bastantes ediciones sustituyen esta pabbra por intrinseca. (N. de los BE.)
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tenga diferencias fuera de su concepto, .se sigue lógicamente que no es género, 64 y 71. Y no importa que esa propiedad se explique por una negación; pues,
como enseña claramente Aristóteles; sm embargo, la causa próxima de ello mediante esa negación, se circunscribe una propiedad positiva y una condición de
es que tal predicado no puede ser unívoco; pues, si fuese unívoco, tendría la naturaleza genérica, a saber, que tenga una naturaleza tan limitada y precisiva
diferencias a cuyo concepto no pertenecerla. Porque estar fuera del concepto de que sea apta para componer metafísicamente con la diferencia una naturaleza espe-
las diferencias no pertenece a la razón primera y esencial del género, puesto que cífica; y ello no sólo conviene al género como tal de modo concomitante o conse-
aquélla es solamente una negación y la razón de género es positiva; por consi- cutivo, sino esencial. Esto es manifiesto, porque es esencial para la especie com-
guiente, aquella negación es concomitante o necesariamente consiguiente a la razón ponerse de género y diferencia; pero el género dice esencialmente referencia a la
de género. Y, por ello, se infiere a posteriori lógicamente que aquello que no reúne especie; por consiguiente, pertenece a la esencia del género la aptitud para com-
esa condición no es género; y mucho mejor se sigue a priori que cuanto tiene la poner la especie; y en esta aptitud se incluye esencialmente que la naturaleza esté
razón positiva de género posee la referida condición. Y, por esto, es contradictorio conceptualmente separada de la diferencia. Lo mismo que, por el contrario, per-
afirmar que algo sea unívoco y que se predique in quid de muchas cosas esen- tenece a la razón de la diferencia estar separada conceptualmente del género ; pues
cialmente diversas, y que no tenga diferencias fuera de su razón; porque esto estos dos conceptos se comportan como acto y potencia metafísica. De ahí puede
equivale a decir que algo tiene la razón completa positiva de género y que no sacarse también un argumento proporcional; pues pertenece a la razón de la
tiene la propiedad negativa que sigue esencialmente a esa razón. Y lo confirma, materia prima ser una entidad distinta de la forma, y esa distinción, aun siendo
ya que todo lo que es unívoco dice una forma única, capaz de ser abstraída de una negación, indica, sin embargo, una limitación y potencialidad en la materia,
los inferiores, y que se divlde esencialmente en varios; por consiguiente, o se divide que le es necesaria para poder ser una parte física esencial, apta para componer
por medio de .diferencias tomadas con propiedad, a cuyo concepto no pertenece, un todo a manera de potencia; por consiguiente, por una razón proporcional per-
y se tiene lo que se pretendía; o por medio de di~ersos mod~s de ser, y. eso es tenece a la razón del género estar metafísicamente fuera de la razón de la dife-
contradictorio. En primer lugar, porque dos especies de cuahdad, por eJemplo, rencia.
son quiditativamente accidentes, y, sin embargo, convienen en un mismo modo de 8. Qué se requiere para la razón quiditativa del género.- Por lo cual, hay
ser. En segundo lugar, porque los modos de ser no pertenecen a la esencia de la que negar que la razón íntegra quiditativa del género esté contenida en que sea
eosa creada, ya que en las criaturas el ser se distingue de la esencia, y la div_ersidad un predicado unívoco e in quid y común a varias cosas esencialmente diversas, si
de los accidentes es esencial. En tercer lugar, porque en la blancura, por e¡emplo, no es una naturaleza determinada capaz de tener diferencias fuera de su razón.
habría dos quididades, una del accidente y otra de la diferencia, y, P.or ello, nin- Esa condición queda suficientemente insinuada en la razón de género cuando se
guna se predicaría de la blancura in Tecto, ya que la parte no se pred1ca del todo, afirma que es aquello que se predica in quid de varios seres específicamente dife-
ni la blancura seria una unidad simplemente. Todas estas razones las expone rentes; porque la especie, a la cual dice relación el género, queda constituida por
el Ferrariense acerca del ente, pero se aplican con la misma proporción al accidente. una diferencia propia añadida al género. Por lo cual, aun cuando se admita que
7. Sin embargo, esta objeción no tiene gran importancia. Pues que el género el accidente es unívoco y se predica in quid, hay que negar que se predique pro-
deba ser una naturaleza tan limitada que pueda ser abstraído de las dlfereJlcias piamente de varios seres que sean diferentes en especie, sino de varios primaria-
con las que se contrae, pertenece esencial y primariamente a la ra.zón de géner?, mente diversos, o sea, diferentes en género, ya que los géneros supremos no son
como se toma de Aristóteles, en el lugar citado, y en el IV Toptc., c. 6, pasa¡e especies, aun cuando tengan un predicado común unívoco que sea cuasi trascen-
tele, citato loco, sumitur, et IV Topic., c. 6, tentialitas materiae, quae necessaria illi est
mune ut non habeat differentias extra sui cum dicit formam unam ab inferioribus abs- loco 64 et 71. Nec refert quod illa proprietas ut possit esse essentialis pars physica apta
rationem, non esse genus, ut Aristoteles pla · trahibilem, qu:J.e in plura essentialiter divi- per negationem declaretur; nam per illam ad componendum totum per modum poten-
ne docet; tamen proximam huius rei causam ditur; ergo vel per diffcrentias proprie surn- negationem circumscribitur positiva propríe- tiae; ergo proportíonali ratione est de ra-
esse quia tale praedicatum non potest essc ptas, de quarurn intellectu non sit, ct habetur tas et conditio naturae genericae, quod, ni- tione generis ut metaphysice sit extra ratio-
univocum; nam, si esset univocum, haberet intentum; vel per diversos modos essendi, mirum, sit natura ita limitata et praecisa, nem differentiae.
differentias, de quarum intellectu non esset. et hoc repugnat. Primo, quia duae specie", ut sit apta ad componendum metaphysice 8, Ad rationem quidditalivam generis
Quia esse extra conceptum differentiarurn qualitatis, verbi gratia, sunt quidditative ac- cum differentia specificam naturam; hoc au- quid requiratur.- Quapropter negandum est
non est de prima et essentiali ratione gene- cidenth, et tamen conveniunt in eodem mo- tem non tantum concomitanter et consecu- integram rationem quidditativam generis in
l'is; nam illa solum est negatio quaedam; do essendi. Secundo, quia modi essendi non tive, sed essentialiter convenit generi ut ge · hoc contineri, quod sit praedicatum univo-
.ratio autem generis positiva est; est ergo illa sunt de essentia rei creatae, cum in creaturis nus est. Quod patet, quia speciei essentiale cum et in quid et commune ad plura essen-
:negatio concomitans, aut necessario co~se-:: esse distinguatur ab essentia; diversitas au- est componi ex genere et differentia; sed tialiter diversa, nisi sit determinatae naturae,
quens rationem generis. Et ideo a postenon teín acdde:O:tiLUU e~t essentialis. Tcrtio, quin genus essentialiter respicit spedem; ergo de quae possit haberc differentias extra sui ra-
recte infertur id quod non habet illam con- in albedine, verbi grg,tia, essent duae quid· essentia generis est aptitudo ad componen- tionem. Quae partícula satis insinuatur in
ditionem non es se genus; multo vero me- ditates, una accidentis et altera differentiae, claro speciem; in hac autem aptitudine es- ratione generis, cum dicitur esse id quod
lius sequitur a priori quidquid habet positi- et it:1 neutra dicerctur in recto de albedine, sentialiter includitur quod sit natura secun- praedicatur in quid de pluribus differentibus
vam rationem generis habere etiam condi · quia pars non praedicatur de toto, neque dum rationem praecisa a differentía. Sicut e specie; quia species ad quam genus dicit
tionem illam. Et ideo repugnat dicere ali- albedo esset unum simpliciter. Has enim ra- contrario de ratione differentiae est ut se· relationem, per propriam differentiam addi-
quid esse univocum et praedicari in quid tiones format Ferrar. de ente, quae eadem cundum rationem sit praecisa a genere, nam tam generi constituitur. Unde, licet admitta-
de multis essentialiter diversis, et non ha- proportione ad accidens applicantur. comparantur haec duo ut actus et potentia tur accidens esse univocum et praedicari in
bere differentias extra sui rationem; quia 7. Verl.lmtamen haec obiectio non est ma- metaphysica. Unde etiam potest sumi pro- quid, negandum est praedicari proprie de
hoc est dicere aliquid habere completam a- gni momenti. Nam quod genus debeat esse portionale argumentum, nam de ratione ma- pluribus differentibus specie, sed de p1uri-
tionem generis positivam, et non proprieta·· natura ita limitata ut possit praescindi a teriae primae est quod sit entitas condistin· bus primo diversis seu differentibus genere,
tem negativam per se consequentem talem differentiis quibus contrahitur, per se primo cta a forma, quae distinctio, licet sit nega- quia summa genera non súnt species, etiam-
rationem. Et confirmat, nam omne univo- pertínet ad rationem generis, ut ex Aristo- tio, per eam tamen indicatur limitatio et po- si habeant commune praedicatum univocum
j

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Disputación XXXIX.-Sección lll
dental respecto de ellos. Y no importa que el accidente se predique de la blancura cualidad hay dos conceptos quiditativos, uno confuso y común de accidente, otro
y de la negrura, por ejemplo, que difieren específicamente, porque no se predica de propio de la cualidad, lo cual no es obstáculo para que el concepto de cualidad sea
ellas según una inmediata referencia y relación (a la manera como se ha de enten- absolutamente y per se uno, ya- que la razón de accidente se determina per se
der la razón del género), sino por medio de géneros primariamente diversos. a la cuaLdad, y no impide tampoco que el accidente se predique de la cualidad
9. Y para la confirmación del Ferrariense hay que elegir la última parte del no a manera de parte, sino de todo potencial. Y lo mismo hay que decir del modo
dilema, a saber, que este predicado común puede ser determinado por medio de con que se determina el accidente al ser de la cualidad, si se concibe en abstracto,
modos intrínsecos que no sean diferencias propias. Hemos declarado ya antes, en sobre todo porque su concepto por parte de la cosa misma y de la razón formal
efecto, al tratar del concepto del ente, de qué clase es ese modo de determinación conceh:da no es distinto del concepto de la cualidad misma, sino que lo es sola-
por el que el predicado trascendental común puede quedar limitado a determinadas mente por el modo de conce~bir, como dijimos en lo que precede. Así, pues, esas
naturalezas, sin una composición· propia con las diferencias en que no está incluido, razones no son eficaces en contra de aquella opinión.
sino por la mera concepción del entendimiento, confusa o distinta. Y, ciertamente, 1O. Mayor dificultad encuentro para apllcar dicha razón o respuesta a la ma-
si las objeciones del Ferrariense fuesen eficaces, no probarían menos en el concepto teria de que tratamos. Pues, o se está hablando del accidente en cuanto prescinde
análogo que en el univoco; sin embargo, no prueban en ninguno de los dos. Por de si es completo o incompleto, o se habla del accidente completo. En el primer
consiguiente, a la primera se responde que dos especies de cualidad conv.ienen en sent'do, aun cuando sea verdad que no puede haber diferencias fuera de su razón,
el modo de ser genérico o predicamenta1, pero que, sin embargo., no convienen porque un accidente no puede contraerse sino por un accidente al menos incom-
en aquel modo de ser en que convienen las cosas pertenecientes a otro predica- pleto, como dijimos proporcionalmente acerca de la sustancia, no es verdad~ sin
mento; ahora blen, el accidente se divide en géneros supremos por los diversos embargo, que el accidente entendido de ese modo sea univoco; porque, del mismo
modos de éstos, no por los modos del mismo predicamento. Por lo cual, aunque modo que la sustancia no se dice unívocamente de la sustancia completa y de la
el accidente se divide en varios géneros por los modos de ser, sin embargo no incompleta, o sea, de las especies y diferencias de la sustancia, así tampoco el
se dice únicamente de las cosas que son primariamente diversas por esos modos, accldeñte se dice unívocamente del completo y del incompleto. Pues existe la
sino también de cosas distintas por debajo de esos modos. Añádase que, aunque las misma proporción; en efecto, la razón de accidente de modo absoluto, y esencial y
diferencias de la blancura y la negrura sean diferencias propias respecto del color o primariamente, queda salvada en la forma accidental que propiamente y per se
de la cualidad, no lo son respecto del accidente, sino que respecto de éste son dice referencia a la sustancia; en cambio, en las diferencias accidentales se da sólo
solamente modos de ser primariamente diversos, ya que no tienen ningún género de modo relativo; pues tampoco las diferencias pueden llamarse propiamente for-
común, sino el mismo accidente que incluyen quiditativamente. En el segundo mas accidentales, sino algo perteneciente a la forma accidental. .Pero, en cambio,
argumento se incurre en una equivocidad, porque, cuando tratamos de los modos si se habla del accidente completo, como se ve, la respuesta dada no puede tener
de ser, no entendemos el ser de la existencia actual, sino de la esencia, o de la valor; pues, si el accidente tomado de ese modo es unívoco, no puede negarse
aptitud para ser, o más bien para inherir de este modo o de otro. La tercera que' tiene diferencias fuera de su razón; por consiguiente, nada le faltará para la
razón, en cambio, tiene menos importancia, pues se sigue únicamente que en la razón verdadera de género. El antecedente es claro, en primer lugar, por un
quod sit quasi transcendens respectu illorum. generico aut praedicamentali, non tamen con-·
Nec refert quod accídens praedicetur de al- venire in illo modo essendi in quo res alte-
bedine et nigredine, verbi gratia, quae spe- rius praedicamenti conveniunt; accidens au~ confusum et communem accidentis, alium ferentias extra sui rationem, quía non pot-
cie differunt, quia non praedicatur de illis tem distinguitur in suprema genera per va- proprium qualitatis, quod non obstat quo- est accidens contra;hi nisi per accidens sal-
secundum immediatam habitudinem et rela- rios modos eorum, non per modos eiusdem minus conceptus qualitatis sit sirnpliciter et tero incompletum, sicut de substantia pro-
tionem (quomodo intelligenda est ratio gene- praedicamenti. Quocirca, quamvis accidens per se unus, quia ratio accidentis ad illam portionaliter di.-ximus, non tamen est verum
ris), sed mediis generibus primo diversis. dividatur per modos essendi in varia generar per se determinatur, neque etiam impedit accidens sic conceptum 1 esse univocum;
9. Ad confirmationem autem Ferrariensis non tamen dicitur de solis rebus primo di- quominus accidens praedicetur de qualitate quia, sicut substantia non dicitur univoce de
eligenda est posterior pars dilemmatis, nem- versis per illos modos, sed etiam de rebus non per modum partis, sed per modum to- substantia completa et incompleta, seu de
pe huiusmodi praedicatum commune posse distinctis sub illis modis. Adde quod, licet tius potentialis. Et idem dicendum est de speciebus et differentiis substmtiae, ita et
determinad per intrinsecos modos qui non differentiae albedinis et nigredinis sint pro- modo illo quo accidens determinatur ad esse accidens non dicitur univoce de completo et
sint propriae differenthe. Iam enim supra, priae differentiae respectu coloris vel quali~ qualitatis, si abstracte concipiatur, maximc incompleto. Est enim eadem pro portio; nam
tractando de conceptu entis, declaravimus tatis, non tamen respectu accidentis, sed re- cum eius conceptus ex parte rei et rationis ratio accidentis simpliciter ac per se primo
qualis sit ille modus determinationis, quo spectu illius sunt tantum modi essendi pri~ formalis conceptae non sit alius a conceptu salvatur in forma accidentali, quae proprie
conl.üiline praedicatum tra:nsccnde:ns potest mo- diversi, quia nullum habent commune ipsius qmilitatis, sed solum ex modo conci= ac per se respicit substantiam; in differen-
limitad ad determinatas naturas absque pro- genus, sed solum ipsum accidens quod quid- piendi, ut in superioribus diximus. Itaque tiis autem accidentalibus tantum est secun-
pria compositione cum differentiis in quibus ditative includunt. In secundo argumento rationes illae non sunt efficaces contra die~ dum quid; neque enim differentiae proprie
non includatur, sed per solam confusam aut committitur aequivocatio, quh, cum agimus tam sententiam. dici possunt formae accidentales, sed aliquid
distinctam conceptionem intellectus. Et qui- de modis essendi, non intelligimus de esse 10. M::üor mihi difficultas est in appli- formae accidentalis. At vera, si sermo sit de
dem, si obiectiones Ferrariensis essent effi- existentiae actualis, sed de essentia 1 vel de canda praedicta ratione vel responsione ad accidente completo, non potest, ut videtur,
caces, non minus probarent de conceptu ana- aptitudine essendi, vel potius inhaerendi hoc materiam in qua versamur. Aut enim est ser- procedere responsio data; nam, si accidens
lago quam de univoco; neutrum tamen pro- vel illo modo. Tertia vero ratio rrúnoris mo- mo de accidente ut abstrahit a completo et sic sumptum univocum est, non potest ne-
han t. Ad prinum enim respondetur duas menti est, nam solum sequitur in qualitate incompleto, aut de accidente completo. Priori gari quin habeat differentias extra sui ratio-
species qualitatis convenire in modo essendi esse duos conceptos quidditativos, unum modo, licet sit verum non posse habere dif- nem; nihil ergo illi deerit ad veram rationem

1 Esta frase se lee usí en otras ediciones: sed de esse essentiae, con lo que se matiza 1 Aceptamos conceptum en vez de compositum que parace en otras ediciones, por
un poco más el sentido. (N. de los EE.) parecernos más acorde con el texto. (N. de los BE.)
748 Disputaciones metafísicas Disputación XXXlX.-Sección lil 749

argumento que se hace de modo semejante de la sustancia, pues, para que ésta sea rico para los predicamentos de accidentes. Y, por este motivo, otros, a fin de
género, basta con que la sustancia completa quede contraída por la incompleta. escapar de esta dificultad, niegan la univocidad; sin embargo, se dejan llevar del
En segundo lugar, porque, en realidad, un accidente completo no queda incluido solo argumento de los inconvenientes, y no explican cómo puede haber analogía
intrínsecamente en el concepto del accidente incompleto; y toda diferencia de sln un orden de los 8-ccidentes entre sí. Esta es, por tanto, la dificultad de la
accidente es un accidente incompleto. En tercer lugar, porque, en otro caso, no presente controversia .
.podrían señalarse géneros supremos en cada uno de los predicamentos de los
accidentes, ya que la cantidad no podría quedar contraída sino por una diferencia Resolución de la cuestión
que sea cantidad incompleta, y así en los demás. 12. El accidente, en cuanto abarca nueve géneros, es análogo.- Por tanto,
11. Puede responderse que en la razón de accidente no hay nada incompleto, en este punto pienso, en primer lugar, que el accidente en toda su amplitud, en
ya que la razón de accidente es muy imperfecta y es de tal clase que se conserva cuanto abarca los nueve géneros, no es unívoco, sino análogo. Esta conclusión me
de modo íntegro y completo en cualquier accidente mínimo, aun cuando dentro resulta convincente, sobre todo, a causa de los accidentes que únicamente de modo
de las razones inferiores de los accidentes se le tenga por incompleto; como, por extrínseco son una circunstancia o denominación; en efecto, éstos no están inhe-
ejemplo:, el punto es algo incompleto en la razón de cantidad; pero, en cambio, en rentes con la misma propiedad con que lo están los demás accidentes que son
la razón de accidente es un accidente completo, porque inhiere de modo tan ver- verdaderas formas informativas. Se puede ver ello fácilmente por la misma realidad
dadero como cualquier accidente perfecto. Pero esta respuesta no carece de difi- y por los ejemplos. Pues, ¿quién puede pensar que el vestido modifica o informa
cultad, como se ve claro por lo que se dijo antes acerca de la división del acci- al hombre vestido con la misma propiedad y verdad con que lo hace la blancura
dente en completo e incompleto; pues apenas puede darse una razón suficiente con el hombre blanco, o la ciencia con el sabio? Igualmente, ¿cómo puede pen-
de por qué esos dos miembros tienen cabida en cualquier predicamento de acci- sarse que la acción como acción modifica o informa con la misma propiedad al
dente, y no en el accidente como tal. Ni tampoco parece que pueda negarse que, agente, en el cual no se reclbe la pasión, que al paciente en el cual está? Por
por ejemplo, las formas íntegras de la cantidad y la cualidad tengan entre sí una tanto, pienso que el accidente conviene primariamente a los accidentes que propia-
conveniencia real que no tienen con sus diferendias constitutivas o contrac- mente radican en sus sujetos y modifican a éstos; y que después, por traslación
tivas, ya que las diferencias tomadas de modo precisivo y formal no son formas o sernej anza muy imperfecta, se ha derivado ese nombre para designar otras cosas
propias; del mismo modo, en las formas sustanciales se da una conveniencia en que de algún modo imitan dicha razón. Por lo cual es probable para mí que
la razón común de forma sustancial, que no conviene a las diferencias con que intervenga aqu1 una analog1a de proporcionalidad; pues se dicen accidentes con
el concepto común de forma sustancial se contrae a una u otra especie de forma toda propiedad los que están en; y, a partir de ellos, se han designado los acci-
sustancial. Y con ese concepto, que es directamente común a las formas sustan- dentes que están en torno a la sustancia, como el hábito y el lugar continente. Igual-
ciales, puede decirse que se concibe la forma sustancial completa en común, el mente, se han derivado los que dimanan de la sustancia; pues, ciertamente, estar
cual concepto no hay duda de que tiene diferencias fuera de su razón; por con- en y dimanar de parecen relaciones hasta tal punto diversas, que el nombre de
siguiente, de modo semejante podemos razonar a propósito de las formas acci- accidente no se ha tomado de ellas sino según una cierta proporcionalidad, y, por
dentales. Luego, una vez admitida la univocidad del accidente, es difícil dru· ello, la acción, en cuanto acción, del mismo modo que no dice estar en tomado
razón de por qué no es posible abstraer algún concepto de accidente que sea gené- propiamente, sino dimanar del agente, se dice accidente del agente con mucha
generis. Antecedens patet primo, argumento vix ením potest reddi sufficiens ratio cur illa impropiedad y analogia, o más bien se dice que sobreviene al agente en cuanto lo
facto a simili de substantia, quía, ut illa sit duo membra locum habeant in quolibet prae-
genus, satis est quod substantia completa dicamento accidentis, et non in accidente ut cus ad praedicamenta accidentium. Ac prop- albedo hominem album, aut scientia scien-
contrahatur per inco;:npletam. Secundo, quh sic. Nec etiam videtur posse negari quin terea alii, ut hanc difficultatem fugiant, tem? Item qua modo actio, ut actio, existí~
revera accidens completurn non includitur formae integrae, verbi gratia, quantitatis et univocationem negant; ducuntur tamen solo mari potest cum eadem proprietate afficere
intrinsece in conceptu accidentis incompleti; qualitatis, habeant inter se allqnam conve- argumento ab inconvenienti, et non decla- vel informare agens, in qua non recipitur
ornnis autem differentia accidentis est acci- nientiam realem quam non habent cum rant quomodo sine ordine accidentium ínter p3.Ssio, ac passurn in qua inest? Existimo
dens incompletum. Tertio, qui3. alias non suis differentiis constituentibus vel contra- se sit analogía. Haec ergo est difficultas hu- ergo accidens primario convenire his acci-
possent assignari genera surnma in singulis hentibus, quia differentiae praecise ac for- ius controversiae. dentibus quae propric insunt et afficiunt
praedicamentis accidentium, quía non potest maliter sumptae non sunt propriae for- subiecta sua; deinde vera per translationem,
quantitas contrahi nisi per differentiam quae mae; sicut in formis substantialibus datur Quaestionis Tesolutio aut similitudinem valde imperfectam deriva~
sit quantitas incompleta, et sic de aliis. convenientia in ratione communi formae 22, Accidens, ut compTehendit no-vem tum esse illud nomen ad alía quae quodam~
1{ Responded potest in ratione acciden. súbiliantiriliS, -- quae·--- -ri6ri convenit differen- genem, analogwn est.- In hac ergo re cen~ modo imitantur illam rationem. Unde pro-
tis nihil esse incompletum, quia ratio acci- tiis quibus communis conceptus subst'm- seo imprimís accidens in tata sua latitudine, babile mihi est hic intervenire analogiam
dentis imperfecta valde est et talis ut integre tialis formae contrahitur ad hanc vel il- ut comprehendit novem genera, non esse proportionalitatis; nam illa maxíme propda
ac complete servetur in quolibet minimo ac- lam speciem substantialis formae. Et illo univocum, sed analogum. Hanc conclusionem dicuntur accidentia, quae insunt; bine vera
cidente, etiamsi sub ínferioribus rationibus conceptu, qui directe communis est ad for- maxime mihi persuadeo propter ea genera dicta sunt accidentia quae sunt circa sub~
accidentium incompletum censeatur, ut 1 ver- mas substantiales, dici potest concipi form::~ accidentium quae solum extrinsece circum· stantiam, ut P-abitus, locus continens. Item
bi gratia, punctus incompletum quid est in substantialis completa in cornmuni, qui con- stant aut denorninant; illa enim non sunt quae sunt a substantia; nam ce-rte esse in
ratione quantitatis; at vero in ratione acci· ceptus non est dubium quin habeat diffe- cum ea proprietate inhaerentia, cum qua et esse ab videntur habitudines adeo diver-
dentis est complctum accidens, quía tam rentias extra sui ratíonem; ergo parí ratione insunt caetera accidentia quae sunt verae sae ut non nisi secundum quamdam pro-
vere inest quam quodlibet accidens perfe- ratiocinari possumus in formis accidentali- formae informantes. Quod reípsa et exemplis portionalitatem ab eis sumptum sit nomen
ctum. Sed haec responsio difficultate non bus. Difficile ergo est, admissa univocatione facile constare potest. Quis enim existimet, accidentis, et ideo actio, ut actio, sicut non
caret, ut patet ex supra dictis de divisione acddentis, rationem reddere cur non possit cum ea proprietate et veritate vestem affi- dicit esse in proprie surnptum, sed esse ab
accidentis in completum et incompletum; abstrahi aliquis conceptus accidentis generi- cere aut informare hominem vestitum, qua agente, valde analogice et ímproprie dicitur
7__so___________________ ____D_isputaciones metafísicas Disputación XXXIX.-Sección IIl 751

denomina cor; una cierta de.nominación que se dice contingentemente de él y _modo accidental no puede existir de manera alguna sino unido actualmente y mo-
puede convemrle o no convemrle. Por tanto, como el accidente en cuanto es común dificando a la cosa de la cual es modo.
a los. nuev~ predicamentos comprende en si tanto aquellos que se hallan de modo 14. Pero, sin embargo, la última parte de la conclusión parece que se prueba
propxo e mterno) cuanto los que acompañan o rodean la cosa y hls acciones suficientemente con esta razón: que en el mismo predicamento del accidente
que et;Ianan de la cosa y no están en ella, bajo esta razón común no puede están contenidas no sólo las especies que tienen entidades propias accidentales,
ser un.voco respecto de todas aquellas cosas que comprende en sí. Y de esto se sino tamb:én las que son únicamente modos de otras cosas; corno en el género de
saca la regla general, a saber, que todas aquellas cosas que se dice que sobrevienen la cualidad está contenido el calor, que tiene una entidad propia, y la figura, que
a algo por sólo una denominación extrinseca se llaman accidentes sólo de modo es solamente un modo, y la densidad, que es también modo; más aún, hay
analógico, ya que imitan contingentemente en el modo de denominar, puesto quienes opinan lo mismo de la potencia, y otros piensan igualmente del acto inq
que verdader~me?-te no están en una cosa, sino que se comportan a la manera de rnanente, aunque sea una cualidad. Por consiguiente, la cualidad se dice unívoca-
las cosas que mh1eren. Ahora bien, qué predicamentos tienen únicamente este modo mente de las formas o en(dades propias y de los modos que las cualifican; luego
de sobrevenir de modo extrínseco, se verá al tratar de cada uno de ellos. también el accidente se dice unívocamente de ellos; pues, al pertenecer el acci-
13. Afirmación segunda.- En segundo lugar hay que decir que es probable dente a la esencia de la cualidad, no puede convenir unívocamente la cualidad a
que el acc1dente, en cuanto se afirma de la entidad y del modo accidental no aquellas cosas a las que no conviene absoluta y unívocamente la razón de acci-
sea univoc?; pero que, sin embargo, parece más probable que esa sola diversidad dente. De esto inferimos además que, aun cuando la entidad y el modo acciden-
no baste s1empre para establecer una analogia. En esta afirmación se ha de supo- tal pertenecen a diversos predicamentos_, esa diversidad en la razón de modo y
ner lo que entendemos por entidad o por modo accidental de acuerdo con lo de entidad no basta para establecer la analogía; pues en cuanto a esto se da la
que dijimos ~ntes, en la disp. VII, sobre las distinciones') y e~ la disp. XVI, sobre misma razón, ya pertenezcan esos accidentes a diversos predicamentos o al mismo.
la forma accidental. Y con ello puede probarse la primera parte de la aserción· Y la razón a priori es que esa diversidad de entidad y de modo no constituye de
pues la ent~dad accidental tiene un modo propio de informar y de inherir · e~ suyo ni una relación ni una subordinación entre todas aquellas cosas que son
c~mbio, el modo accidental no lo tiene; por tanto, parece que convienen a~aló­ de esa clase. Por lo cual, aun cuando uno sea más imperfecto que otro, a pesar de
gicamei?-te .en la raz?n de forma accidental y en la razón de accidente, pues acci- todo no se dice accidente por su r:elación con otro, y, por ello, no basta esto para
dente s;:gnlfica lo rnrsmo que forma accidental. Igualmente, la razón de ente parece la analogía. Y tanto más cuanto gue, aun dado que el modo sea por su género
que se halla de modo muy diverso y mucho más disminuida en los accidentes menos perfecto que la entidad, sin embargo en particular puede un modo ser
qu~ son solamente rn?dos que ~n los 51ue tienen una entidad propia; por consi- más perfecto que alguna entidad, a la manera como el modo sustancial es más
gUiente, como la razon de accidente mcluye la razón de ente, también ésta se perfecto que la entidad accidental; así, pues, esa diversidad de perfección no
hallará red1_1cida y s~lo relativamente en los modos accidentales, en comparación basta siempre para establecer la analogía.
1

con las enttdades accidentales; por consiguiente, el accidente se dirá de ellos con 15. Tercera afirmación.- Por todo esto afirmo, en tercer lugar, que, aunque
analog:a. Una señal de esto puede ser también que una entidad accidental puede el accidente no sea univoco en toda su amplitud, sin embargo, respecto de algunos,
conservarse por si y sin sujeto, al menos con la potencia de Dios; en cambio, un no puede negarse que se diga de ellos un1vocamente. Se prueba primeramente por
lo dicho, porque, al menos) se dice unívocamente de todas las especies del mismo
accidens agentis, vel potius accidere ipsi, lam illam diversitatem non semper sufficere
quatenus illud denominat quadam denomi- ad analogi3m constituendam. In hac asser~ ratione esse potest nisi actu coniunctus et stituendam; nam quoad hoc eadem est ra-
natione, q~ae contingenter de eo dicitur, tione, quid per entitatE:m vel modum acci- modificnns rem cuius est modus. tio, sive talia accidentia sint diversorum
potestque e1 convenire et non convenire. Igi- dentalem intelli,gamus, supponendum est ex 14. Nihilaminus tamen posterior pars praedicamentorum, sive eiusdem. Et a priori
tur, curo accidens, ut commune est novem dictis supra, disp. VII, de distinctionibus, conclusionis ex eo satis prob:~ri videtur quod ratio est quh llla diversitas entitatis et modi
praedicamentis, sub se comprehendat tum et in disp. XVI, de forma accidentali. Et in eodem praedicamento accidentis continen- ex se non constítuit aut habitudinem, aut
ea quae proprie et interne insunt, tum ethm inde potest suaderi prior pars assertionis; tur non tantum species quae habent proprias subordinationem ínter omnia illa quae talia
quae adi:1cent vel circumstant rem et actio- nam accidentalis entitas habet proprium mo- entitates accidentales, sed etiam quae tantum sunt. Unde, licet unum sit imperfectius alio,
nes quae a re manant eique non insunt, non dum informandi et inhaerendi; modus autem sunt madi aliarum rerum; ut in genere qua- non tamen dicitur accidens per habitudinem
potest sub hac communi ratione esse univo- accidentalis non ita; ergo videntur analogice litatis continetur calor, qui propriam entita- ad aliud, et ideo hoc non satis est ad ana-
cum ad ea omnia quae sub se complectitur. convenire in ratione formae accidentalis et tem h1bet, et figura, quae tantum est mo-:- logiam. Eo vel maxirne quod, licet modus
Atque hinc sumitur regula generalis, nimi- in ratione accidentls, nam accidens idem siq dus, et densitas, quae est etiam modus, im- sit ex suo genere minus perfectus quam
rum, amnh ill::t qune per solam cxtrin:occam gnificat quod accldentali::; forma. Item, ratio mo de pulentia ldem aliqui existimant, alii entitas, tamen in particulari aliquis modus
denomimtionem alicui accidere dicuntur, entis longe diversa ratione magisque dimi- idem opinantur de actu immanente, ethmsi potest esse perfectior aliqua entitate, ut mo-
analogice tantum vocsri accidentia, quía illa nuta inveniri videtur in his quae tantum sit qu8.lit1s. Ergo qualitas univoce dicitur dus substantialis est perfectior entitate acci-
in modo denomimmdi contingenter imitan- sunt madi quam in bis quae habent pro- de propriis formis seu entitatibus et de mo~ dcntali; igitur illa diversitas perfectionis non
tur, cum tamen vere non insint, sed ad mo- prhm entitatem; ergo, cum ratio accidenth dis qmllificantibus; ergo etiam accidens di- semper sufficit ad analogiam constituendam.
dum inhaerentium se h1beant. Qme autem rationem entis includat, etiam illa diminute citur univocc de illis; nam, cum accidens 15. Tertia assertio.- Ex his ergo dico
praedicamenta hunc modum extrinsece tan. et tantum sccundum quid invenietur in mo- sit de essentia qualitatis, non potest qualitas tertio: quamvis accidens in tata sua ampli-
tum accidendi habeant, ex singulorum trac- dis accidentalibus, comparatione accidenta~ univoce convenire his quibus non convenit tudine non sit univocum, nihilominus re-
tatione constabit. Hum entitatum; ergo dicetur accidens ana- simpliciter et univoce ratio accidentis. Ex spectu aliquorum negari non potest quin de
13. Secunda assertio.- Secundo dicen- logice de bis. Cuius etiam signum esse pot- qua ulterius colligimus, ctiamsi entitas et eis univoce dicatur. Probatur primo ex dictis,
duro est probabile esse accidens, ut dicitur est, quod entitas accidentalis saltero per Dei modus accidentalis ad diversa praedicamenta quia saltem dicitur univoce de omnibus spe-
de entitate et de modo accidentali, univo- potentiam potest per se et sine subiecto pertineant, eam diversitatem in ratione madi ciebus eiusdem praedicamenti, ut de calare
cmn non esse; probabilius tamen videri so- conservari, modus autem accidentalis nulla et entitatis non sufficere ad analogiam con~ et frigore. Secundo, guia etiam dicitur uni-
752 Disputaciones metafísicas Disputación XXXIX.-Sección lll 753

predicamento,.~omo,,por ejemplo, del cal~r y del frío. En segundo lugar, porque mente por la entidad y forma propia accidental, para que se distinga del modo y
se d1ce tamb1en umvocamente de la entidad y del modo accidental, al menos sea común a la sola cualidad y cantidad. Pues, en este sentido, es algo unívoco
cuando no tienen entre si relación o dependencia. En tercer lugar, porque incluso y quiditativo y puede tener diferencias fuera de su razón, como se declaró antes.
unívocamente dice relación a la cantidad y cualidad, en cuanto son formas propias 17. Solución.- Se responde negando la consecuencia, porque ningún con-
accidentales realmente distintas del sujeto e informativas del mismo. Pues, respecto cepto puede ser abstraído de cosas pertenecientes a predicamentos diversos que
de éstas, no puede encontrarse ninguna razón de analogía; porque, o bien se dará sea de tal modo unívoco para unos, que no incluya en algún sentido la analogía
analogía de ·proporcionalidad, y no hay tal, ya que alli interviene una verdadera respecto de otros, o una trascendencia contradictoria con la razón de género.
conveniencia y semejanza real; o será una analogía de atribución, y esto tampoco Como, por ejemplo, si el accidente que modifica intrínsecamente se toma como
puede afirmarse, ya que de ninguna de ellas se dice por relación con la otra como algo común a la entidad y al modo accidental, aun cuando en ese sentido pueda
parece evidente por sí. Y lo que afirman algunos, que se dice primero' de la tener univocidad, sin embargo comprende en sí muchas cosas que no quedan
ca~tidad, ya que la cualidad inhiere en la sustancia por medio de la cantidad, es colocadas directamente en ningún predicamento, verbigracia, el modo de inhesión,
abiertamente falso.; pues más bien, por su propio género, es la cualidad más per- que por sí modifica intrínsecamente no sólo a la forma inherente, sino también
fecta que la cantidad, ya que se encuentra en los seres espirituales. En cambio, al sujeto en que inhiere; y, aunque bajo tal aspecto sea un accidente incompleto,
el hecho de que en los seres corporales las cualidades supongan la cantidad no sin embargo, absolutamente y en el ámbito del ente, tal vez no es un ente más
sola~ente no es indicio de analogía, sino que tampoco es argumento de que la
reducido que el modo de ubicación, o de pasión, que constituyen predicamentos
cantidad sea más perfecta que toda cualidad corpórea, ya que se supone única.. propios. Por ello, sucede que de este concepto de accidente se dice con verdad
mente como una condición necesaria, o a manera de potencia pasiva· la cualidad que no puede abstraerse de tal modo que sea común a solos los accidentes com-
en cam b'10, s~ da. a manera _de acto; por tanto, ~o hay ninguna razón' de analog.ía' pletos, es decir, a los que se colocan directamente en los predicamentos de los
entre la cantidad y la cuahdad respecto del accidente. Por consiguiente, de esos accidentes, y que, por ello, no puede ser género, ni tener diferencias fuera de su
modos hay una cierta univocidad en el accidente, aun cuando él mismo no sea razón, ni carecer de toda analogía.
unívoco en toda su amplitud; pues no repugna que un mismo nombre sea unfvoco 18. Además, si se toma el accidente en cuanto entidad propia y forma acci-
respecto de algunos de sus significados, aun cuando no lo sea respecto de todos dental, en ese sentido sólo parece un concepto compuesto de dos conceptos aná-
como dijimos antes al tratar sobre el ente. ' logos más slmples; pues el concepto de forma como tal es análogo para la forma
16. Objeción.- Pero surge inme~iatamente la dificultad apuntada antes, a sustancial y para la accidental. Pero aquel modo que se añade cuando se dice
saber, qu~ se da un c~n~epto de accidente común a muchos predicamentos, el accidental no puede ser tan determinado y propio de algunos accidentes, que de
cual propiamente es gener1co. Pues, aun cuando con lo dicho se vea suficientemente suyo no sea común a todos, pues todos tienen un modo accidental de afectar;
que el accidente no puede ser género respecto de todos los nueve predicamentos, por consiguiente, esa conveniencia es cuasi trascendental, y, por lo mismo, no
ya qu~, como ta~, no es un~vo~o, sino análogo, sin embargo algún concepto más puede constituir un concepto genérico, aunque, por lo demás, sea unívoco respecto
contra¡do de accidente podra ciertamente ser género para algunos predicamentos, de algunos, o aunque, por la unión de varios conceptos análogos, se tome como
como, por ejem~lo, si se toma el accidente propiamente sólo como aquello que propio, o quede determinado a esos significados. En cambio, la razón a priori
verdaderamente mhiere, o que modifica intrínsecamente al sujeto, o más estricta-
ctius pro entitate et propria forma acciden- pria praedicamenta constituunt. Quo fit ut
tali, ut distinguatur a modo et sit communis de huiusmodi conceptu accidentis vere dica-
solí qualitati et quantitati. Si~ enim est quid tur non posse ita abstrahi ut sit comrnunis
voce de entitate et modo accidentali, saltero nitur ut conditio quaedam necessaria, vel univocum et quidditativum et potest habete ad sola accidentia completa, id est, quae
cum ínter se non habent habitudinem aut per modum potentiae passivae; qualitas vero directe in praedicamentis accidentium collo-
est per rnodum actus; nulla est ergo ratio differentias extra sui rationem, ut supra de-
dependentiam. Tertio, quia etiam univoce claratum est. cantur, ideoque non posse esse genus, neque
respicit quantitatem et qualitatem, quatenus analogiae inter quantitatem et qualitatem re- 17. Solutio.- Respondetur negando se- habere differentías extra sui rationem) neque
sunt propriae formae accidentales realiter spectu accidentis. His ergo modis est aliqua quelam, quia nullus conceptus potest abstra- omni carere analogirr,
distinctae a subiecto illudque informantes. univocatio in accidente, licet ipsum non sit hi a rebus diversorum praedicamentorum ita 18. Rursus, si accidens sumatur pro en-
Nam respectu illarum nulla ratio analogiae univocurn in tata sua latitudine; non enim titate propria et forma accidentali, sic solum
repugnat idem nomen esse univocum respe- univocus respectu aliquorum, quin aliqua
inveniri potest; aut enim erit analogía pro- ex parte includat analogiam respectu alio- videtur quidam conceptus compositus ex
portionalitatis, et Poc non, nam intercedit ctu aliquorum, licet non sit respectu suorum duobus simplicioribus conceptibus analogis;
omnium significatorurn, ut supra inter dispu- rum, vel transcendentiam repugnantem ra-
ibi vera convenientia et similitudo realis; tioni generis. Ut, si accidens intrinsece affi- nam conceptus formae ut sic analogus est
aut erit analogía propor-tionis, et hoc etiam tandu..m- de ---e-nte----diximus. .ciens sumatur ut quid commune ad entitatem ad Íormam substantialem et acddentalem.
dici non potest, quía de neutra dicitur per 16. Obíectio.- Sed insurgit statim diffi- Ille vero modus qui additur cum dicitur ac-
.et modum accidentalem, licet secundum eam
habitudinem ad aliam, ut per se notum vi- cultas superius tacta, nimirum, dari aliquem cidentalis, non potest esse ita determinatus
conceptum accidentis communem rnultis prae- ratíonem possit habere univocationem, tamen
detur. Quod enim quidam aiunt, dici prius ut sic multa sub se comprehendit quae in et proprius aliquorum accidentium, quin ex
de quantitate, quía qualitas inhaeret substan- dicarnentis, qui proprie sit genericus. Nam, se communís sit omnibus; nam omnia ha~
nullo praedicamento directe collocantur, ver-
tiae media quantitate, aperte falsum est; licet ex dictis sufficienter habeatur accidens bent accidentalem modum afficiendi; illa er-
non posse esse genus ad omnia novem prae- bi gratia, modum inhaerentiae, qui per se
nam potius qualitas ex suo genere est per- intrinsece afficit tum formam inhaerentem, go convenientia quasi transcendentalís est~
fectior quantitate, cum in rebus spiritualibus dicamenta, quia ut sic non est univocum, ideoque non potest constituere conceptum
tum etiam subiectwn cui inhaeret; et quam-
inveniatur. Quod ve ro in rebus corporalibus sed analogum, tamen aliquis conceptus acci- vis sub tali ratione sit incompletum acci- genericum, etiamsi alias sit univocus respectu
qualitates supponant quantitatem, non solum dentis magis contractus esse poterit genus aliquorum, vel etiamsi ex coniunctione plu-
dens, t3men absolute et in latitudine entis
non est indicium analogíae, verum etiam non ad aliqua praedicamenta, ut si surnatur acci- rium conceptuum analogorum sumatur ut
dens solum proprie pro eo quod vere inhae- fortasse non est magis diminutum ens quam
est argumentum quod quantítas sit perfectior modus ubicationis aut passionis, quae pro- proprius seu determinetur ad talia signifi-
omni corporea qualitate, quia solum suppo- ret aut intrinsece afficit subiectum, aut stri-
754 Disputaciones metafísicas
parece ser que esos géneros supremos tienen una cierta diversidad primaria en
el modo de afectar, Jo cual aparece claro, sobre todo, en la cantidad y la cualidad,
y, por ello, no hay ninguna conveniencia entre ellas según sus propias razones,
sino sólo en la razón de sobrevenir (por llamarla así), que es de suyo común a los
otros. Por consiguiente, se requiere más para la razón de género que para la
razón de predicado unívoco") incluso in quid; pues para la univocidad basta la
relación propia y uniforme, o inmediata a varias cosas según una misma razón;
y para el género se necesita, además de esto, que ni tenga trascendencia en su
razón formal") ni analogía respecto de algunos seres, cosa que se requiere también
para la razón de universal en sentido propio. Y hasta aquí hemos tratado de esa INDICE DE LAS DISPUTACIONES CONTENIDAS
división. EN ESTE TOMO V
cata. Ratio vera a priori esse videtur, quía tionem univoci praedicati, etíam in quid;
haec genera summa habent primariam quam- nam ad univocationem sufficit proprh et
dam diversitatem in modo afficiendi, qua J uniformis seu immediata habitudo ad plura
maxime notum app:uet in quantitate et qua- secundum eamdem rationem; ad genus au- Págs.
litate, et ideo nulla est convenientia inter tem ultra hoc necessarium est ut ncc tran-
eas secundum proprias rationes earum 1 sed scendentbm habeat in formali ratione sua,
solum in ratione accidendi (ut sic dicam), neque analogiam respectu aliquorum, quod DISPUTACIÓN XXXI.- La distinción entre la esencia y la existencia 7
quod ex se commune est aliis. Plus ergo etiu.m ad rationem proprii univer:dis neces-
requiritur ad rationem generis quam ad ra- sarium est. Et hactenus de hac divisione. )) XXXII.- División del ente creado en sustancia y acddente. 219
» XXXIII. - La sustancia creada en general . . . 263
)) XXXIV. -La sustancia primera o supuesto y su distinción
de la naturaleza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 309
» XXXV.- La sustancia inmaterial creada . . . . . . .. . 493
» XXXVI. -La sustancia material en general . . . . . . . . . 619
" XXXVII.- La razón esencial del accidente en común 655
" XXXVIII.- Comparaciones entre el accidente y la sustancia. 675
}) XXXIX. -División del accidente en nueve géneros supre-
mos ... ............................. .

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