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B U EN G OBIERNO U RU,I\N O: ¿EV lllEN C L\ 1)[. UNA CIL' DAD M O DEI.O?

local, en especial si está asociada con niveles más altos de participación po­
pular, mejorará la deficiente calidad de la gohernabilidad local. Tal y como lo
Buen gobierno urbano:
expresaron Van Lindert y Nihenhuis (2003: 175): "la participación popular
¿evidencia de una ciudad modelo?]
es un ingrediente importante para la gobernabilidad. En teoría, la tramJc~
rencia de funciones y recursos a los departamentos y municipios facilita la
participación de la gente en la toma de decisiones locales acerca de aSlIIlIm

Alan Gilbert que afectan sus vidas."


El pensamiento neoliberal, junto con la búsqueda de mejor gobcrna hi
lidad, también ha estimulado una mayor delegación de responsabiliJ.,dl's ..1
gobierno local. Muchos gobiernos centrales han delegado a las aUloridadl"
Resumen locales el control de servicios hasta ahora centralizados como la provisit'1I1 dI"
Pocas ciudades de América Latina dan especiales muestras de buen gobierno. educación, salud e infraestructura. En ocasiones, las nuevas responsabilid.ldl·'
No obstante, Bogotá ha sido transformada en los líltimos quince años y ahora han sido acompañadas de transferencias financieras desde el gobierno n:lllI .t1 .
califica en ciertos aspectos como un ejemplo de "mejores prácticas". El artículo pero generalmente se ha alentado a los gobiernos locales a generar Ill¡h dl'
considera cómo cambió Bogotá y si puede continuar su proceso de mejora, sus propios recursos. Se esperaba que la descentralización produjera 111.lyol
pregunta particularmente interesante si se considera que una administración eficiencia, más rendición de cuentas en los municipios y menos cnrnlpt ¡Iin
de izquierda está gobernando desde 2004. Desde luego, la ciudad no es de (Keiner et al., 2004).
manera alguna perfecta y los asuntos nacionales continúan creando dificul­ Algunos piensan que este doble cambio, hacia la democracia y la J l'~l (."
tades, tanto para los pobres como para la administración distrital. tralización, anuncia un cambio fundamental hacia una mejor gohcrll,l bil id .. d
urbana (World Bank, 2003). Por ejemplo, Campbdl (2003: I¡) argll l1lC.llt:1
Contexto que en Latinoamérica: "de manera rápida y radical, pero sorpn:nJl'IlIU lll ll ll
A lo largo de los últimos veinte años la democracia se ha convertido en la p;,cífica, estas dos tendencias de la descentralización y la dcm o<' l'at i /m illl.
forma de gobierno más común en Latinoamérica. A diferencia de las dicta­ han transformado completamente la cara de la gohcrnahilidad l'Jl la I q~I(IIl "
duras militares y los gobiernos autoritarios que dominaban la región en los Ji 11 l'ste argumento subyace la iJea implícita dt' la 11ll:jor ~ohlT l1 , tI , il id... 1
l¡lIl:

años 70, la mayoría de los gobiernos nacionales en la actualidad son elegidos ayudará a reducir la crecil'nte pohreza urhaJla ell huena parll' dc 1., h.'!~¡1l11
libremente. La región ha participado fuertemente en lo que Huntington (Ita ud Y Post (nls.). 200]; Poll's\,: y Srn': ll (nls.). 2000; S'¡l'kdy)' 1 I ilgl'''!' J OO .' .
(1991) definió como la "tercera ola de la democratización". lJNECI.AC, 2002; World Ib Jlk, 11)') l ; I')!)t); 200(J; 200} y 2nOJ ).
A su vez, los gobiernos nacion ales elegidos democráticamente han esti­ 1'111' slIpues to, ('~l ll'o i lltC Il W~ pOI' 11lc"jma l' la t .I lid.ul JI.: 1.\ gll h u II.IJ,dld ... 1
mulado el surgimil'llIu lk la dl'lllocracia municipal. Actualllll,ntt: la mayoría 1•. 111 IIcurrid" dCll tl'n del lllllltXln dI: I'lIlll'" ti, tll,ltll:jll n .11I11'lIll l lIIIlHIl. Iln

de alcaldes y COIICl'jo~ lIIullivip.lk·s SOIl l'kgidos por voto popular (MylTS y '11.1\ li!ln.tlc, (Wnrld U.lIlk . .'uno: ) (/0 \ ) I " "j(k ItI\ .11111\ HU. 1.1 \ t:I..IJIIIlIlIÍ!h

1)il'lI , .'00.\ R o dl ít!"~/. 11)1)7 ; I{uhk l'I It!., ( . .!()OJ; ' 1 ~' lIdkr, 11)1)7 ; Ward, II ,HIIlII .lI n ',t 11111 •. I¡'I~IIII. I 11 11 .1 II\.I~'II . 11l1ll1ll"1UIII.1. t.11\111 in!!' III!' CIII II"

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1)011.1. 11)1)')). AI "IIIIII.II IIIIII·I1II' . 11 t~"I" III.d,iIi,!:,,1 ,llIlIhlll" d/ .IIII.i lll.IIIWIII(! rI'~ "l tl h "
t\ pt'\ilr dc' II'IV IlllIdlO se ha escrito recientemente acerca de los beneficios ,k 1')(J i t lll.1 ' l lll di .1I""II II \l l.Il 1011\ \ II lllll lII lI \.\\ 1 " I(1 ) fI'l l lIl!~~ ,';IIII,; ,I/ /l 1l
Ik-Ia dt'mocr Il'ia, la descentralizJciéln y la privatización, muchos de esos textos I;¡ ;¡ 1111.1111." pt'lhlll..I'. I IIVillll'lOI1 fl l l 'll lllll' l lIl'l'lJ 11111.1\ \1I 'lh l ll.I\, 1I 11'jlll :1I 1111
,~Oll de naturaleza ideológica. También se ha utilizado una campaña activa (' III,1I1'IH'III,'11I'11, liclI )' d ot"'O II di' 'l'l villq, a IIIIU'II II\ .l \t' 11 1.111 II l' \lI n<; (k " .Ifl "
de relaciones públicas para ayudar a "vender" este mensaje, Las historias de Il I Il NI\ . L.., 11lt'j mól\ " 1.1 pulid.l. Sil'. ('!>I),Ill(l~ a J, it:1 to, . v ¡" d",I\ 1.1 1:;Jlld .1I 1
l'x iro locales recibt:1I mucha publicidad en los círculos de la planeación. La dd 11.11I~1l1l. i" lIl(1 l ( 111 la aPC'IIIJ r. I lk 1\ 1It'VO'i ed d i~ ius 11I í ¡'''L!)'' y "'1 ('111:1/1 di
Pllhlicidad proviene en buena medida de los propios alcaldes y de los centros 1J.II I\plllle. lograroll ~crll' rar .l lgo .I~ í l omo 1111 or....ull o l)líhl i ~() fl'IJ /,\ dllt!;¡ ,1.
dc' "mejores prácticas", en su ansia de mejorar su competitividad nacional e in­ 1'.11.1 1111:1 ci"dad l'l1 la (1'Il' la mayoría dc' b {!.c·lI\c· .~ic·lI1pn: 11,11 ,í,l tk .. u lI1 ' I.ld"
ternacionaL Sin embargo, con frecuencia hace falta un apoyo empírico sólido ,Il ' 1I ' lídlTCS PI'lhlicos, y .~il'll1pre había Il.' nido 111);1 illl agL'1J II q~.II I V. 1 III 1. 1
para muchos de los supuestos que fundamentan estos paradigmas, y han sido 11l1l1.ld , l'~ tl' IilC un logro ill1pOnal1tl' (lkccassino, 20()(); Blomh<,·rg. JIU
dc'masiado escasas las investigaciones enfocadas hacia cómo estos cambios en ( ,illll' rt Y 1);ívila, 2003; l);ivila, 2(01).
políticas públicas han afectado a los pobres (las excepciones incluyen a Baud l 'IIrno reconocimiento a esta tranSI(lJ"Il1:1t:Ít'1Il dc ~1I .~lI cnl·, Bogo!.1 11:1
y Post kds,), 2003; Beal et al., 2003; Rakodi, 2001, Paley, 2001 y Devas et Hlo ;I\l..l: ndida al mismo rango dI.' las ciudaJl.'s hrasileñas <.k ( ~ lII"it ib.1 y P(lIln
Id., 2003.) El proyecto más general, del cual este artículo representa una parte \ 11gil'. l.n mo un ejemplo de las pduicas dt: las c ll alc.~ punkn apIC:ndc:r 01 n ,
inicial, busca proporcionar dicho apoyo empírico. , IIIII.H b (I\bers, 1998; Souza , 200 1; El Tiempo, 20()2). I\kaldc, J'l't 1('1111",
1,,11\ 1110 p"bl icando sus memorias y algunos han IIl·ellO gira, por I I 1I1I 11Id"
El ejemplo de Bogotá par.1d ,lI .1 co nocer el éxito de la ciudad (Castro y (;.uavito, I')')'í; V('l.'( I. " I,1
Bo~od, la clpital de Colombia, es una ciudad de más de siete millones de 1,)¡' lJil.d, 2003; Beccassino, 2(00). En ol'lllhrl' dc' 2002, Nal. io nc' l l" id."
11.Ibilanres, Es una de las relativamente pocas ciudades de medianos ingresos d,·. 1.11 /, a Bogotá como una ciurldrl ('j(,111plo para LII iIlO;lIlH.:...ic L D .II 1.1 1.11(' "
qllc' han eXJll:rimcnrado una mejoría significativa en la calidad de su gober­ 1.11 UU I de cI"e se exagcrcn sus éxitos. es vitalc'slahlt:l'l'I" d ¡.;r.,do Ila\!.1 d I 11 . .1
nahilidad. '1:11 mejoría fue bienvenida, pues para comienzos de los años 90 I\lIgo LÍ rctlmeme repreSCllla las lIIejorl's pr;ÍUiC <l~ y, l'n e\I.1 lIll:did.l, lllJllU
1.1 Lilldad c'lI~renraha LJI1.l crisis severa (Castro y Garavito, 1994; Gilbert y IlIglI'l Ir,lIIsfi'll'llIar Sil si.~tellla de gohil'fllo. F'i iglJalllll'l1 ll' impOl I,lI l1 l ( \1.,"1
I ).ivila, 2002; Vargas, 2(03). Una serie de grandes cortes de energía afectaron ,,'1 '· 11m pohres se lll'ndiciarolJ dc' los 1 ;1 l1lhim, (Pll' Ol. IIlT i~("(H L
\nialllCn le la vida l'n la Liulbd durante 1992, y el cubrimiento de acueducto
)' d l.'l.. tricidad llahía disminuido después de años de mejoría, Cada vez más l'vidl'nci:1"le la mejoría en la go bcrna bili,l.ul de Bogetl;í
('vldL'IIL'i,1 de corrupción en la administración pública salía a la luz pública, yen 1,"111 d '1' 1e (, IIII \lU ", BlIgu r.í L JI l u~ ;11 11 1\ HO \C' I"Í.I (.'~ltl p l j tll .Ill lt.\ tll' "11 IL
1
1 '\) 1 I'I .I k aldc' dc' la cillJad lile de hecho encarcelado. En una ciudad que ya 2
le lile 1IIl'j lltl.1. Sic "do II ll c' dt ("\111\ ~·'i.(plkll\. l!tl IlIl , I" dll.. d lll l. l dI ' 111l , 11

/':1 u 'II()~ id., por Sil ilJ.~I,:gll ridad, las tasas de criminalidad estaban en aumento. 1" '1 11 11111111'. d lu .ll l' "I1 ~L· .1111'\ I\ugu\.i " ,Il'~"td'l lI l" III v; 11 111', ,I"pn 111'0 1IIIIy
1'.11. ' 1') " i. 1.1 I .I ~.I dc'IHll1Jic:idios era una de las más altas entre las ciudades de 11' 111111 .111\'11 '. HHhIlHII'~~ 1"1"l·II!.II " llJllO illdit" IIIJ''''il rl l' rl idlll ¡,lIlIhlll .
(~·I, I III"III., I\d(.'lll.is , la l'illdad estaba esencialmt:nLe en bancarrora. En 1l)~2, "'I'II!I\.II,i lld. hl ¡i,c ,.!. ," h lll llh ll lll (' 11 ;,11 VII i(,s p"I,IIl Il$ e ¡'''l.1t \11 1", 111 I'jl ,
",1.11111" 1.1 cilld.. d illlvlltli pnlir Jinero prestado en d eXfcri'lI . (·1 p,nl,il'lJI(1 i llll, III' I,I ' l lh l.ltI ,I/ I.I . I Il Jl Il'lId .II I,!t. 1,1 .1I1 11 11I1i~ !I \lll(ll1 PI·lb l l, .l. \' " lJ u" l"
II. H 11 ' " ,.1 ,(;e "'ni.,,', .1 g.I I .1I 1I i'.Ir l·1 pré\l.lmu. ( :1I11l0 n:" I'"I·'I.I, In, ,11 , 11,.' ,1111<.,
1 ','111I d 1'111 1.1 t IlId .ld

1~
BOGc.rL\: l'K()(;n r . ~u , (. OIH~NA lI lI.ln:\J) y POHREZA BUEN C;OBIERNO tHtllANO: ¿EVlUU'.'CL\ DE lJ~¡\ CIUDAD MODEl.O?

1) Los ingresos del gobierno de la ciudad aumentaron de menos del 2% al agua y al servicio de alcantarillado ha mejorado dramáticamente en años
del producro interno bruto (PIB) en 1992 a más del 4% en 2004 (Hernández, recientes (tabla 1).
2005: gráfico 4). El gasro aumentó en términos reales de 3.800 millones de
í
Tabla l. Mejoras en el sistema de acueducto v alcantarillado
pesos en 1990 a 15.900 millones de pesos en 1999 y actualmente es de apro­
ximadamente 14.000 millones (Hernández, 2005: gráfico 25). También ha Servicio Porcentaje con el servicio
I
..
mejorado el control sobre el gasto, en parte gracias a la muy tardía finalización 1993 2000 2()O4
-
(yen exceso de su presupucsro) del proyecro eléctrico del Guavio (Otero y Agua 78.7 95.1 100.0
Avella, 1995: 83). Una clara señal de la mejoría en el perfil de gasros es que A!t .lIltarillado 70,8 86.0 %,0
una mayor proporción del prcsupuesro de la ciudad se utilizó en inversión en 0,0 76.4 88.0
D rl:najc Iluvial
vez de en gasros corrientes. La inversión aumentó de menos del 1% del PIB IlI rlll <': Flllprcs" de Acueducto de Bogotá p"ra 1993)' 2000, Cifra< para 2004, tomadas dc hltp://\\w\\'.hol;(I).I,
en 1991 más del 6% en 2000 (Hern~índez, 2005: gráfico 35). 1'''' ,u/ ¡,,'Ilnia/ci frasacucducto2()04 .pdf
La ciudad está orgullosa del hecho de que su calificación de riesgo con
Duff y Phelps para los préstamos públicos internos llegó a ser de AA+ en El sistema de buses Transmilenio comenzó sus operaciones en enero ,Il­
1999 y de AAA en 2004 (Semana, 2001 b). Su calificación de riesgo crediticio )00 I Y se le describe con frecuencia como la joya de Bogotá (Cómo., c.20()lí).
internacional también es baja, aunque las reglas de la agencia crediticia dictan 1'.11.1 jlln io de 2005, 627 buses articulados de un piso operaban a lo lar~1l lk
que no puede tener una calificación mayor a la que se le otorga al gobierno 1 k 111 de rlltas reservadas, deteniéndose s610 en estaciones especiaks. AUllal

nacionaP 11ll'11I C' hay 4 rutas troncales y una red de alimentadores que consislc en .)(,2
La responsahilidad fiscal en la ciudad mejoró gracias a un esfuerzo genuino hl\\n ,' 1\ 42 1 km que cubren principalmente 78 barrios pobres (El Til·lllpn.
por aumentar los ingresos del gobierno. La aprobación del Estatuto Orgánico ' 110 " .1). FI sistema transporta aproximadamente a un millón de p:ls:l j L'l"Il~
en 1993 le permitió a Jaime Castro aumentar los ingresos obtenidos de la 1.11 1.1 dLI. un 17% de los viajes hechos en transporte público en B()got;Í. 1;1

contribución general de valorización, mejorar el procedimiento para evaluar 1 111 1\' nl~ó ón avanza para aumentar el uso al 27% dc todos los viajl:s en I r:ll\~

el valor de las propiedades y aplicar una sobretasa a la gasolina (Castro y Gara­ 1'1lI\(: Pl'lhlico para el final de 2007, cuando el sistema debed tranSp"rl.lr.1
vito, 1994: 28). Más adelante se aprobaron nuevos impuesros y se instauró un 1. 1) ') m illones de pasajeros por día (Transmilcnio, 2005). El sisll:.Il1:1 ha d.ldp
régimen de recaudo más efectivo. Además, la ciudad se benefició de la reforma '.111 hlll.: ll;1 impn:si()n que a Bogotá han llegado dclegaciOll<:s pmvenil·lIl t".
conslitllcional de 1991, la cual decretó que los gobiernos locales recibirían lit- Illd" d Illundo para inspeccionar el sistl'ma}' quil'nes lo illlpkllll'lIt .1IC1Il
"lIlla porción específica de los ingresos actuales del gobierno nacional dirigidos 1..111"do íllviLldos a I1IUdlOS paísl's para l'x plil'a r l ·Ó IIlIl li l{' di ~~t, .ldo y ~,S lllll
a los municipios -14% en 1993, incrementándose anualmente hasta llegar 111111 11111.1 (Ardila, 20()lí; (;¡',IllCZ, 1,..2001 ; MeCormí. k, 200') ). ~ i ( 'l lIlIlh.1

al 2.2 I Yt, el1 2002- " (IIoskin, 1998: 105). hn 1.1 1·vlllt-lIle fllL'l1lL' illlcln lll .• 1.Id pl'llyn lll.I\II~l 't.í !'1It·llt· hllhl~ 1 ~" lp\.I~ ld()
') 1,0 :' mayores ingresos le permilieron a la ciudad invertir ampliamente. .111I11 1~I I1 ,tI ,
1.:\\ M:ll" k s nl:Ís o\'vias de mejoramiemo son el sistema de hllsl.:sTransmilcnio, I .I ~ IIll rV:I'i h d,lillll 'I::: I~ t:'-'lI~lIl1jd:¡o; .111 1.11111 ·1 11 .1I 1 1l1I 1 1'~II ,ll UH' dl l .ll•. .Id
l· l ll~X lloll l.,í() II . I .. s 1ll :\~ ll íl il;l.s nlH~vas hihliOll'Cl), y 1.1 pHlliflt.l\ i,'lIllk p;) r<J lIc.~ 1'c{1.11",.1 III~ 1111\ ,h'l".\l I II~ 1'111' 1(1); "'lJllln .11 \\1 11 I I.'l \I'~ dd " .Irlo \, 11 1111 ,1 1

hi\ 11 1lI. ' IIIl~ llI tl m. \' II III.III1\C II IC 1mb B Ogot;llh 111 ,1111 11 . 1 ,I Ul ·. tI ,1 1.. \lIl~'"I!,LI ihl"ll 1III 11 ', 11 11111111111'" d,' \' hi l ~ h pn' .11 111 ({;I'lIl1t"'1., ,11111-1 ) ~tllllh 1,1 . 11111 ..

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BOGor,\: PROGlll-.SO , C')l\l·.I{NAIIII.IIJAL) y l'OBREZ,\ BUEN GOBIEHNO VR B:\NO: ¿EVIDENCI.\ DE l ; NA ClUDJ\D MODELO ?

Muchas de las mejorías han beneficiado en general a los pobres. Trans­ 1.1 lI \Cln ría en la conducta de la administración local. En segundo lugar, ahora
milenio ha ayudado a reducir sus tiempos de viaje, las bibliotecas en las áreas a 1I1.Í~ prohable que el comportamiento corrupto resulte en cárcel para los
de bajos ingresos son utilizadas extensamente, los programas de mejoras IIIlr.\lIo n:s. Por ejemplo, tres concejales fueron encarcelados en 2003 por
urbanas y la más efectiva distribllción de servicios públicos han traído agua y xigirlc dinero a un representante de los comerciantes informales a camhio
alcantarillado a las zonas más pobres, y la mejor acción policial y las campañas , k mo dificar el Código de Policía (El Tiempo, 2004c). Finalmente, el grado
para modificar las actitudes de la gente hacia la violencia y el uso del espacio ,It- IIlH1c.~r idad ha aumentado a través de licitaciones abiertas para contral m
público ciertamente han generado beneficios importantes. Las encuestas de pll bli l.oS y por el requerimienro de que los alcaldes hagan rendiciones d.·
opinión de hecho muestran que las personas en todos los grupos sociales están '1II·lll.IS pt'tblicas anuales acerca de sus logros en el cargo. Tamhién StO 11 :1/1
7
en términos generales satisfechos con los servicios que recihen y la ünica queja IlItl .lkciJo considerablemente las agencias de control de la ciudad.
real concierne al costo de algunos de éstos (El Tiempo, 2004d) . Cuando se ) Como resultado de este tipo de mejorías, y de la publicidad que rl
preguntó si "las cosas en Bogotá van por buen camino o por mal camino", ;lIl:tn nc me le han dado los medios a los logros recientes (Bromlx:rg, 2()( U l.
el 65% de los encuestados declaró que estaban mejorando, lo cual contrasta 1,,0, hogotanos parecen haber descubierto un orgullo hacia su ciudad. 1.1 \
con el 32%) de 1999 (Bogotá Cómo vamos, 2005). III IH ·... ! ¡\S anuales hechas por Bogotá Cómo vamos muestran que el ol"/.!,lIlIo
Al desglosar la información por estrato social, se encontró que el 74% de plll 1.\ ~ i mlad ha aumentado consistente mente; en 2005, el 67 ),,\) dcda f
c.:q;tl'

los bogotanos de estrato alto pensó que la ciudad estaba mejorando, compa­ 111 gil lioso o muy orgulloso de la ciudad, comparado con el 58% de cillco ,.hllo,
rado con el 61% del estrato más bajo. IIIl n 11.\)" t res razones para tomar estos resultados seriamente. Prilllno. h .hl,1
3) Las mejorías también han sido norarias en la forma como los hogotanos 1" Il II IOJos describían a Bogotá con desprecio. Incluso el aILaldc dI I.l
se comportan. Quizás la señal más dara del progreso ha sido la disminución en Ilitl... 1 .1 Im ·cI',ldos de los 80 describía la vida en la ciudad para 11111d ll l' de
el número de homicidios en la ciudad. En 1993, Bogotá era indudablemente \I~ It.lhll ,1lI 1n co mo un "infierno invisible" (Sánchez, 1998). Sq!,lllld l1 , 11,1',\ ;1
una ciudad muy peligrosa con 80 homicidios por cada 100.000 habitantes, 1','mI.. 1I1.\\'llrÍ;t de los habitantes eran inmigrantes a la ciudad y " 'llIlr.11I ~I
marginalmcnte por encima del promedio nacional. Doce años después, la tasa 111 .11111"1 11' 1 k .I I1..d por su "tierra", incluso después dc haher vivido C/1 1\(l I~tll.\
ha caído a 18; como consecuencia de una mejor acción policial, una política 1" '1 gl"ln !.Ili ones (Mosca (ed.), 1988).8 Las personas de (:.. Ii 'iCg,U i.111 \ill1dn

de desarme, una campaña de cultura ciudadana, un periodo de reducción en 1/1 , \' I t)~ de Medellín siempre serían paÚtlS. Ahora l11;ís del X()U11 ',1 el e',

las horas de operación de expendios de alcohol, y medidas generales contra la 1t1u; 1I .1 .. f mis mos como bogoranos, y no como provCl1il'1I1 l'S de 0' lo' Il'Illllll
embriaguez. A pesar de que el crimen en general no parece haber disminuido drl p.l ío;,(l ' kl<:cro , d orgullo por la cillllad)' por los akallks 110 St ' r<" lk 1,lI l,I[.1I
en la misma proporción, aún constituye un progreso significativo (El Tiempo, tl~ l lH 111'\1.1.\ so hre lo qlle los (OIOlllhiallos gt"ll,,:ralll1l'll1e \('Il 1Í.1Il .l~t J~" dd
2005i, Bogotá Cómo vamos, 2005; Bogotá, SeCo de Gobierno, 2005).6 l',tI\ \ '1\ \ 11 ulI. ditbd. F. II alnil dI' 200 \, la 1,1M de ; lproh. l ~ i,ín de 1\°1'001.1 ~ l'iI

4) Los niveles crecientes de honestidad entre los funcionarios son más .\.-1 'l·IIlU . ll'llI pa rac!o UlIl 1.111 !.Íllo cl lC)'Yt, 1'.11.11·11'.1Íon'lI \11 \IIl.d u\. HI ( ,..11111'
difíciles de demostrar, pero existen varios indicadores significativos de mejo­ ( ,,1"llIb ,.1. ,l OO 111 ji

ría. Primero, se cerró el notoriamente corrupto Dq)art;ulll'l1Io de Policía de


'1 ¡';ínsirlH'1l 199ú, con d (kspido no lallwnlad(llk \1I H1~ '.1 J)nO nli, ¡.tI!",. Ahora Nn Iml" In ( I'!l' hrilla l'" ur
los !.txi~t. \ , \l.: qll~'iilJl .Il:lT(¡1 dd lIiwl dl 1.1' 111111 1.1\ Y 1111 .1, \.1 11!I"n lld.ld i.k 1.1 1'1 1111 11" .1 d ll .tI ,d.ld ,Id dc "0'111 1" 11" ,le n UJ'.UI.I dlll.ll\lt 1.1 1I11i 1ll.• .1, .111..
I

111\ 1IIIllIIIIUI il!' .1l 11l .dn UvlU l lll.llI l lI.1. lOO'.) 1 1I'J: i {: l l ~ \ 11 "" h ti. 1.1 IIIIIY " .'~II I I1" I I'( "'IIIIIII .1 11'- 1I·I IlIl IlI Il"d ~ II·Il\ d l· l.l l lIlIl.llldlll.ll l i1 '('·'" 1" 1101

1',,11111.1, 1.1 11111.\( u l lj ·.IIII ..1 d~~.s IIV h 11 .·. 1'111.1" ¡ Ih ¡~lIl1l I I.:I, 1I1111111111 d, 1" "" II.l lo h l., 1.11 1 .11111111.1[,1 , , \" oI.\lJ" '1 "' /t\" ', 1\ t '!l it 1" 1'" 1.I.H.iloll .1I111 11 1i1 ' 1
Boco rk PI{()G HESlJ, C;OHU( N,\l.Ul.ID\1) Y POBREZA BUEN G Onl F.RNO URIM NO: ¿EVlO ENC IA DE U!'A C ll : IM U MO l>FI.O?

anualmente en 3,5%, los ingresos per cápita cayeron todos los años excepto " ·llIdo m ucho más éxito en circunstancias económicas diferentes. Desde \I)e ·

uno entre 1996 y 2001. 11


El desempleo aumentó hasta un pico de 21,1 % h,l ~ 1.1 l OO\ , la economía nacional estuvo en recesión y sólo se ha recuperado
en el primer trimestre de 2001, aunque había caído a 12,9% para el último p,m I," men te desde entonces. El desempleo en las trece ciudades más gr:1l1d, ...
trimestre de 2004. 12 Este mal desempeño económico ha tenido un fuerte ,IIII1WI1I() hasta un pico de 21 % en enero de 2001 (DANE (Departallll"1I11I
impacto sobre la pobreza en la ciudad (Semana, 2005b). En su pico de 2001, '\ dllll lli ,trativo Nacional de Estadística) , 2004), cuando se estimaha qll l

casi el 55% de la población vivía por debajo de la línea de pobreza. A pes,l(" 111.1 ' ,k la mitad de la población urbana nacional vivía en la pobreza (l JN 1
de que este porcentaje ha caído considerablemente desde entonces, la pro­ ( 11\< ' (l Jn ited Nations Economic Commission for Latin America <llld di
porción de la población que vive en la pobreza aún es más alto que en 1997. ( .11 il,Ill".IIl ). 2002).
D e hecho, la tabla 2 muestra que sólo el índice de calidad de vida muestra 1'111 1" t.1n tn. la ironía de Bogotá es que no obstante las grandes Ill l',OI I.I\
una mejoría desde 1997. 11 1,1 1',1l1"·IIl.¡ bilidad distrital , por lo menos dos quintos de la poblaci6n .11111
\\"ll l ,." 1.1 pnhreza. Y, aunque la apari encia de la ciudad ha mejorado SII,, '.III
Tabla 2. Crecimiento económico, calidad de vida y pobreza en Bogotá, 1,.III Il·III I·, pa rece haber muchos más mendigos e indigentes en la... L.dk . . ,\11 '
1996-2004 I I!I"'~ 11111 .lI ltl~ . ' 1;Imbién hay serias dudas acerca de la calidad de la dl.·Jll IllI.H 1.1

Índice de
Porcenlaje de la ,1 Tasa de n b I IIl1l.nl y aLcrGI del papel del Concejo (más adelante profundi7.a r~ .\Ult.1
índice de Tasa de
Coeficiente poblacic)n debajo . . I crecimielllo
Mi o calidad desarrollo creCIn1\cnro dt \" fu \ 1('\11.\.. ).
Gini de la linea de económico
de vida hllmallo ddI'1B
pobreza eh: Bogorá
xplilóll"iones de la transformación en la gobernahil itl.itf
1996 n.J . 83,6 n.a. n.a. 1,9 1,4
I
n 1\ U J!¡O 1á
1997 86,50 82,8 50,0 40,5 3,3 3.3 Inu "" 11.1 I el 1\ IIll· :lee rca de cómo mejorar la gobern:lhilidad 11 11»,11111
199H 87,7 1 82,6 55 ,0 47,3 0,8 1,7 11 1.\.. " en la contribución de los siguicntes COl1lpOIlt'llh,S: 111;'
1999 H6,57 8U 55,3 4H,7 -3,8 -10,8 IlIih I.h l.' , P,lIl1lipaci('lI1 ciudadana; reducción de la I.Tlltr:l lr',Ili0JI \. 1.1

2000 86, 8Y ,
s 1,3 56,7 53.7 2,4 3,7 Itpf lll l , In 1.I.ld F,"'l.ldn nacional; y la privatizaci()n. Bognt:í}¡;\ galladn , 'I ; ' ~ W
2001 n,a ,
I
8 \,7 55,5 54,6 1,4 1,3 I 1'111110, .lIgo l.k cada lIllO de estos c!t:mclllOs, pero por ramll'" 'iW ' L

2002 88,69 81.4 59 ,3 50,9 2,7 3,8 11 1.h .\l I! 1.IIlI l· l·~ d ifícillTl·er que algllno dl: ("stm haya sido el CIt.. II ll"1I1 , ,

82,5 4,1
IYII 1"11 1.1 lI'lIfl'1fuflll,H.itÍ lI tI!.- la cilldad.
2003 88,43 56,0 48, I 4, 0
2004 88 ,57 83,3 55,3 43,4 3,3 4,0
-

fuen te: Bogotá Como V{/II/O.(. l'NDH (2005), Hcrnándc"L (2005: gdfico 3 ) )' CE I'AL (Co rni;ió n Eco nó mica
para América l.atina r el Caribe) (2004) .
1." 1'." ./1 1m 1111111111" \'l-i "l t .lIlm, la d t' IIIOl l" ll i.1 ~c 1..1 t lIidl) ('1\ h
llll VI

¡ .1 1 ".111 '1, 11111 1lI.h .:ulI1\1II 111 1.llillll. l lIl lI Jl(.I . 1.111( 11.1 nl.11.1 lI ~í~ " lIl. d
Se puede argllmentar que el mal desempeño económico ticlle poco que j hll..... I. e 111111111111 e:•• ;JCI.;':I" ttlll. tI l"Ill l "'l'I\IUlc , de qlll~ (' 1 1;11111(\1111 IlI illtdl

V('f COII cualC¡lIin f:dla por parte de la admillistra...·i,'1I1 IOl.t1 , 1,1 polil i\. .• l ·¡:O­
!,Ido ,111 :.0.• 111 ' ,"'·.111' í1lw ,' IIl/'.III1I:lIlk l t;l'III' I ~ , I I<lIj ,l~ Pi"ill .1 '" dI '\, .III C' ,I"
1I1"llliCI l'" 1111.1 n:spomahilidad lI;\l·ioll,. 1y l l ,l l, . ll d ~ I \l"11l 1'411 ,1·, 111 1I .1111ir.:1I1.1\ 1•lGI \' " UII ·.I~ 11 ,111.1di 11ll 1l 1.\Ih ll, pn, " " 11 i 1I~1.ld", eh.. 11,1 ~11I1 1 .h 1" '1"
1' 11.\ nlllllld.1I , 1 ~ 11', IIl1lt' IIII'lU 1.llllld.lcI I'nl 1.. 1.11I1v. ,11, \,, 1111.11 11I, 11I1!1I1\ 11,. 1'1(\':lh, 111" 111 ( ..111 1111,1.1 .1 In 1111 1', 11 .1, 1.\ '·1 It .. l" , 1"'1'.1.. ,..;:, Iln

1 ti'" l.. I 111 II' " J 1.11 111 , " J . 111111 1.111 111 11 .•" (J 11I\kill . I'I' IH ' / 1) I II .• l. lIlu llI l'l.Il111
BOGOTÁ : PROC,RLSO. C;OUI'.1{N,\UJUDAIl y POtU\EZA n C EN (;OHIEIt~O U R8ANO: ¿ r~\' ID F.r..;CL' D E UNA Cle():,D MODELO ?

han luchado fuertemente para mejorar la calidad de su democracia, sobre todo n.lIlk, 11)()2). Como lo ha dicho Schalkwijk (2003: 157): "el gobierno local
a partir de la nueva Constitución de 1991; pero esto no ha sido fácil, en un In ;li\'t1 puede, en teoría, contribuir al alivio de la pobreza a través de una
ambiente viciado por la violencia civil estimulada por la competencia sobre "" Ir lla dI;.' relaciones causales, comenzando con la mayor participación de los
el tráfico de drogas y disputas territoriales entre d Estado, las guerrillas y los !,oh, n tll \limos, lo cual debería conllevar mejor representación y por et1lk
paramilitares. A escala municipal, la democracia se ha establecido plenamente " l"1Il1'0dc rarniento, lo cual a su vez llevará a que los pobres tengan mayor
en el sentido de que todos los alcaldes han sido elegidos popularmente desde Iu l'\n ,1 los recursos."
1988, pero no en los cerca de 300 municipios donde los ;Ilcaldes amenazados JIIII 'l/ puesto, la evidencia de Bogotá no da gran apoyo a esta tesis. 1k
han huido para proteger sus vidas. Iln llll , 1.1 l'x pcriencia de este estudio de caso apoya las dudas de Dcvas e/ al
En Bogotá, no se puede negar que el electorado local ha logrado elegir (.'00 \ \ 1) .ILC~ rca del impacto de la democracia:
a una serie de alcaldes excelentes (Bromberg, 2003; Dávila, 2005; Gilben y
Dávila, 2003; Vargas, 2003). Sin embargo, es demasiado simple concluir que 1\1111'1"(' 11<1 democracia sí abre el cspacio polírico cn que los pobres licll ... II 1.1
la elección popular de alcaldes ha sido el único demento que ha dado lugar "1'''111111 idad de hacerse escllchar ( ... ) Está claro que la democrariz,lCión 110 1i\'1W
a la mejoría de la calidad dd gobierno local. Primero, los buenos alcaldes en 1111 dedo ó1uromárico en la reducción dc la pobreza o en la inclusión s(Ki:d. /\
Bogotá no son un fenómeno reciente; la ciudad tuvo muchos alcaldes exce­ 1,,·\.l r de: clsi 20 años de democracia cn la mayor pane de Larinoalllc:ril':I, 1.1
lentes incluso cuando estos eran nombrados por el presidente de la República. .l1\llIhudlSlI de los ingresos y la riqueza permanece mu cho más illequil:lliv.l. \'
Nadie en Bogotá cuestionaría la integridad y la competencia de, entre otros, 1.' 1\1 Imil"1l social más profullda que e n países que no se desracan por su dC11I1l
Jorge GaiÚn Canés, Virgilio Barco y Hernando Durán Dussán (Alonso, l... 1.1 , \ 111110 L itina e Indonesia,
1999; Dávila, 2000). Segundo, si la democracia local es la razón principal
para el cambio, debería haber funcionado igual de bien en el resto del país. 1'111 p.'lle. la experiencia en Bogotá no apoya la opinión
1111.' UIl 1;111111
Por desgracia, con la excepción de breves periodos de progresismo, la única íiltl'''' ,1, I )Il" I YMyers (2002: 352), según la cual:
otra ciudad principal dd país que se ha beneficiado tanto como Bogotá es
Mcddlín. La condena pública de la administración municipal en muchas 1.1 1II.1~·Uri.1 de Jos alcaldes elegidos de ciudadcs capilales 110 rienl:lIl·1 dnl'll 111
otras ciudades está generalizada y la calidad del gobierno municipal en Cali y II!\ I n I'J'\CI~ para emprcnder mejoras inregralcs y subsidiad,ls :lll'II/01'II1I ~1I 11
Cartagena parece ser especialmente negativa (Semana, 2000; Semana, 200 la; 111111 111 de 1m ,ugllrios que satur:lIl sus ciudades. EII ca mhio, ell lilelll \11 .11 \'\11 11 111

Quevedo, 2005; El Tiempo, 2003b; 2005c; 2005d; Brand y Prada, 2003: 11 I'rlll;r.IIlt.lS pm:o COSIOSIIS de :IUIO;JyUd:l, y clllprelld(,1l inv('rsillllt'\ 1'11111 11,.11.

128; Gutiérrez, 2005).13 . 11 ¡ I11 J. H"\IIUl' Ura, cllnn 1:111 1íIIC:lS dl-l'\ ricas óI l': lda \ ,1\1 11.:1. a dc 1111 IlIgl lI in . I lit¡

Tampoco hay evidencia real de que la elección democrática de alcaldes l.. '""1"" .1111 ,1 de 'Iuc los VOI:lII'I:\ de 1,:ljos ill l-\leSnl> re:s p"11 d,lII .lllrP pi.ld.lIl1l1l1!

haya mejorado el nivel general de honestidad en el ámbito municipal. En 11 I.I ~ ~i" .l1i(· I Il "~ e ICl'l 11 111 Cs.
agosto de 2005, los alcaldes en unos 200 municipios, de un total de 1.098
en el país, estaban bajo investigación judicial (El Tiempo, 2005h; Semana, 111 BllglIl, i. h lO, ,Ik: "d,~,.. H" in 1\ l" 11 .." i 11 W/I ido 11 \1 , \ 1111 ti IIKllI VII 111': :\11::'
2no 'll.:). h.llm 'l,I II "m, 1,1111 i'klll!,l", ~ 11 1\lI lr,I ~ lllh" d~· l'I llI~ ,ll.II'1I1 Y :,.IIlId. l'IIII"
Adl"IIlJ" c:I 1. I'l'L llllinllO de la J lIlIOL Llli.1 11.1 Inw:,d" 11111'1' ~ I I la r('.~ollH i{m 111 111 1"" di' "",l lnl t'I-~ I'; V 1'.11 1\\11'\ 1.\\ ,Ik\ ; dl'''III !I'IW,:.II7.III: i,'1I1 tll! 111\ ¡' .II,iíl ~.
li l l"tll,lt 111,1' dl plJl llt,! ;, r d l'll~II .t1d ,H I. ,\lIII 'l" l 1.1 I 1111 11 IIl í.\.ld illl t IIt.ll 11111 ,al 1" " lu 1t, 1)~ \' 1:11 , 11', 111'. ""1 \.1 ' 1\°1 ;111.1 Mil 1,.11111 .. , '
tlt, " PU II ,\ '11 di ,.1111,1111 .1I 1~1I 1l"·III , 1 11''' del" 11.1 II 1...1111'1', 11'1'1 , \Xi"""
r 130(;OT,\: 1'1(O(;H.L·. ~(}, (;OIH:. N.N .\HILlI>:\U Y POBReZA BlJ EN GOBIERNO CRHANO: ¿EV II)F.N C IA UF. U~.\ C Il JO.\ll MO O ELO?

b) Descentralización pi 11 11 Il'ak'i en septiembre de 1994 a 20,5% en septiembre de 2000. La tasa


Si la democracia ha sido por mucho tan sólo parte de la respuesta al mejora­ ll' ~ I nll"ic llto económico nacional cayó de 3,40,.1, en 1997 a -4,2% dos años
miento de Bogotá, el impacto de la descentralización también es cuestiollable. I c'i l'"(~ '
Bogotá se ha beneficiado de las trdnsferencias del erario público decretadas ¡:" Il'S lllllen, las transferencias financieras para cubrir los presu puestos
por la Constitución de 1991. Las transferencias nacionales, principalmente li\II II.llcs para salud y educación sin duda ayudaron a Bogotá a financiar su
para salud y educación, constituyeron el 31 % de los ingresos de la ciudad l o \' l'lJ uilihrar su presupuesto. Sin embargo, si la descentralización le ayudó
en 2003 (Hernández, 2005). Por otro lado, como una de las ciudades más \.1 • IIl1lad e n ese aspecto, también generó un hueco fiscal para el gobierno
ricas dd país, Bogotá contribuye al presupuesto nacional, con buena razón, ICIII I •.I. 111 11.'(;0 que a su va produjo una severa recesión econtSmica y mayores
mucho más que su participación en el mismo; en 2004, el 38% de todos los 1"\'1·1", dl' dese mpleo y pobreza en la ciudad. La descentralización fue, en el
impuestos de la nación se recaudaron en Bogotá. Entonces, a medida en que !l!l IUI ,k 1m l'asos, una bendición a medias para Bogotá.
el costo de la descentralización ha aumentado, la carga fiscal de los bogotanos
también lo ha hecho. I'rivut i/.n.ión y neoliberalismo
M~is importante aún, el costo de la descentralización ha sido un factor I'ji I¡i ",'.(·II(!:. ncoliberal, un objetivo principal de la descentralización es ayu ­
importante en la recesión económica que golpeó a Colombia en 1997. Mu­ \¡ill! Il'I llI\.I r d I.l maño del Estado. La manipulación política)' la corrupci(ín
chos culpan de la recesión al déficit financiero del gobierno nacional, el cual It~mlllllll .1 11 ~i los políticos tienen menos influencia sobre la infraestrtlctllra
aumentó dd 1,29'0 del PIB en 1990 a 6,7% en 1999. Para financiar el déficit, 1m ,C¡Vll lo, 11I'lhlkos. Más importante aún es el deseo de reducir el déficit
la deuda púhlica como proporción de los ingresos del gobierno aumentó de 11'"1.11. o 11""0 con su impacto en la estabilidad macroeconómica. EI1
9,3(~'Ü en 1993 a 51,6% en 1999 (El Tiempo, 2000d). Hay muchas explica­ 1.1 1'II\,II ¡z:lción ha ocupado un papel prominente en la agenda
ciones para este déficit, incluyendo las nuevas instituciones estatales creadas 11 I'JI)(). El régimen neoliberal, del cual César Gaviria marl'lí
por la Constitución de 1991, la falta de una verdadera reforma tributaria, el 11\11111111, 1'II\dl estimular el comercio exterior y la inversión y reducir la
gobierno "populista" de Ernesto Samper y la crisis financiera en Latinoamé­ j'''. 1.1 \' 1.1.. \fi liadas nóminas públicas. En el país, en general, el SCl'lur
rica, Asia y Rusia durante los años 90 (El Tiempo, 2000d; Guevara, 20(5), !,"lv,"11I h.1 .1I 11lll'1IJ.ldo gradualmente su control sobre la banca, la salud, la
pero la expansión del gasto público del 24% en 1990 al 38% del producto IIl ! .1. 1011 .Ir t ll l'l'g ía y las telecomunicaciones.
interno bruto diez años más tarde, fue un factor clave. Y, aunque no fue la l ." 1\1If', \I l.i, ~il1 1.·lllbargo, la privarizé,ción ha sido bastante lilllitada.
única razón, una explicación importante en la expansión del gasto público pllI \ ,h 1111.1 gra l1 b;nalla política elllc cumellzó en la adl1linist\';Ki"lII dd
fue que la Constitución de 1991 planeaba dirigir la mitad de los ingresos de Ide ,\",h .... I',I~I nt na, la ~ol1lpaÍlía dI.' aSI.:(J y rl.·colcn:i,'J11 de ha!'>IIra!. 1'11l'
la nación a los departamentos y municipios a lo largo de un periodo de diez I.id.l' " 1' )1' t 1.1 rc" ponsa hilidad dI.' asignar 11I'lIl11.Tl)~ til: pbLa~ whirul.lrc\
años (Gómez, 1997). ,,1"""1," .11 1.,\ lev i ,\itllH'\ lI1l'd niL. IS de 11I1"l't; y l¡lIllion!.'s S(' I'riv.u i/anm
En 1997, ante las crecientes señales de dificultades económicas, y para 11111\111" .111" ( I,II ,lViI P, I IN-1' 'JI ) ; Pi,.I. " L) 1 ,11.111111 1.... 1 (k· l'lll'IMi,I 'lit·
evirar qlle el capilal se fugara del país, el Banco de la Rl-púhlica rrató de 1'1,,1,,1111"''''1'' IV\\ti/,H ,"I Ul 11)')1 \' 1,1" Ill ll·V,l' l"n llllt'I,.1\ de gl· III.'l.ltiu lI. 11.111 ..
11l;IIh"jar 1.1 silll,I~'i('lI1 aUlllenralldn las rasas dc illl('lé... 1 .11.1:'.1 p.II.1 I'réslall1os 11'''1 \ .1 1\1111'"111111 lit I lit 11',í,l .111'" " "1'1'1.111 lit: .1~\KHIc • • 1\11 pllIIl IPIl'\

aUIIKIIlcí ~'II llll lllillos rt.:;¡ k·.. e!l· alrelk·dlll dd 1¡,1I .. ( 11 1')'1"' :11 ,'KII .. d .1 110 li'I, [,11. ·, (( .11.1, 1,"11- /11 1.11 , I 'JI! ') IW"dll"' lIlt' . ~l" ¡"'Illdlllllllll.I 111.')'01

I 111 1\\ , IIn Il i.I .. l'I I b 11111\. "\ ',," 11,1 .)1.1 ,1,,1 pi I".H I" .11.'I'II I\'hil~ 1I dI I ,h it .h 11111 \1 '1" 11.. ,. (Bl lnvl!:;

l llllfl . I II/. I' 1 11111'111" .1 111d, '", nI""' " p.ml l! d lllll"'I!.II 1 " kl! lI ,Ii II\Il;\I '-'~ ' \' 1,; 11 d \" .1111 d.: 1.1 1;..1'11\
H OGOTJ\ : PROG ltl~ O . (;OBI ' HN .\IIII.lD.\1J y PO BR EZA B ll EN GOUI ERNO l: RB ANO: ¿EVl lJENC IA D E tll",A C I UDAD MOPF.lO?

Sin embargo, después de extensos debates, no se privatizaron el servicio de " 1m "liS entrevistados estuvieron de acuerdo en que el Estatuto fue ahso­
acueducto ni el de teléfonos. 1111.1111\"111 l ' l d tico en la transformación de la administración de Bogotá y (11Il'

Bromberg (2003) argumenta que las autoridades locales en Colombia I1111 tln .1 loWado mucho menos sin él. Reestructuró l:ls responsabilida,ks
no han sido firmes creyentes en el neoliberalismo. Ellas generalmente han !1I \l d ,I I~ o. lde y el Concejo, permitiéndole a este último regular y supervisar

buscado redistribuir el ingreso a través de impuestos y, en Bogotá, la creación li" ', H I 111111.'" <Id ejecutivo, y dándole al alcalde mucha más autonomía par,l
de 'Iransmilenio fue, al menos en parte, un intento por controlar los peores 111 1111111 \ 11.11 1.1 ciudad. Jaime Castro afirmó: "Hasta hace poco los concejal n
excesos de las empresas de buses privadas, fUcrtemente denunciados. La forma ' 0111 111\ d11 1.·11 0S de la ciudad. Tal situación varió por completo" (Castro y
más importante como el neoliberalismo ha afectado la administración distri­ ( .oI',IV II Q , 1 1)~¡f :
56). En efecto, durante las entrevistas, rodas los akald ..
tal es la manera como se proveen los servicios. La mayoría de las principales "1,, !lW ClI\ '1I1l' el Estatmo les había dado mayor control sobre la ciudad. l ¡1I0
entidades de servicios han adoptado gradualmente principios comerciales, y IIn~l) 01 11Il'IU i!lnM que en muchos aspectos el alcalde es ahora "un dictador"
su desempeño ciertamente ha mejorado. Sin emhargo, los precios aún están 1""l"I lIu·vl"I'H.lo bien situado afirmó que: "El Alcalde es un cmper;ldor, l',
controlados por entes reguladores y los ricos at'm subsidian el agua y la elec­ IlIIp'n 11111,1111 lOd poder que tiene."
tricidad de los pobres. Incluso la descapitalización de la empresa de energía IJ II\II"\'II di se ño de poderes ciertamente le dio al alcalde mucha m,Í\ 11 1
está justificada en términos de justicia social, y es defendida por la izquierda fI "'·lId .I, V In on c') dr,ísticamente la del Concejo, que, según algullos, al iO l.I
con el argumento de que la autoridad local utilizará el capital generado para h"IlIOII,1 1"II l1.I P;l1 mcnte como una sala de debates. Esto se demosrní h ol" 01
financiar otras inversiones necesarias en la ciudad. En resumen, es un medio 1'111110 d lll,lI1lC las administraciones de Antanas Mockus , qllil'lI Sl' h

para financiar la inversión pública , más que una privatización. ,wgol1.1I d in:cm mente con los concejales temas de políticas pl'lhl il.l ~ .
La privatización ha desempeñado algún papel en la forma como se ad­ fe 11 \tll 111 , I'lId o evitar hacerles favores personales. El akakk 1'1.°II.¡/m:1
ministra a Bogotá, pero en comparación con lo que ha ocurrido en muchas 1.1111111 1111 poco más armónica con el Concejo, y como res ult .ld ".
otras partes de Latinoamérica, es difícil argumentar que haya estado en el 1\;1111' hit, m:is exitoso en la aprobación de proyccros de.' ;\l lll.'II I"
corazón de la transformación. 11 hu { ;,II'('II, Il tl il."n ostensiblemente tuvo más apoyo en d ( :OI1 Llo ¡O qll l
1I,llql1li;l.1 dI \ 11\ predecesores, intentó aC(l1ar en armonía CIIII lo!. Pl'lII 1111
Las verdaderas causas del cambio '''' lln 1\ 11 11 i,." 1I ohtel1l:r el respaldo de los concejales de su propio 1'.\11 11 /"
1111'"' .' ()())I..'; 200C;f; 20()5g) .
a) El fin de la co-administración y el clientelismo
Durante años, los alcaldes de Bogotá se quejaron de que su poder era socavado 11.. '1 .. 1, ,&I,ll's
por el Concejo Distrital. No podían elevar los impuestos y constantemente 1, II \. I-o "".\ 1 f 0,1 .tl lo tlele !'oI To\ J l''''Irrollar SIIS polítil il'i l ', pl"i'fn:lallll' IIh
debían hacer tratos con concejales pues su propia posición dependía de su 11 011.11 11I.1II'\" l·\110 .11.'111111.'\ 11 .1'I.°r lOIll!'I..'ll·l1 ll' y JII IIW\ IO. i\ t''' (l 11'';1''"''''',
relación con estos últimos. El equilibrio de poderes camhió dramáticamente h., 0, .. 1" Illll )' ..r¡,,11111.1dol t ·oH!.. 1111 .1 d, 1,1\ \llll' l·!t-U ¡lIlll" 1'1111111 )0
con la aprobación del Estatura Orgánico en 1993. Muchos al rihuycron la II.tl Il H IIII dl'l ¡llf1ll¡ o p Ul! III11 y r("~, pllll';lhll\ , " tlH 11m 1;11 l., 1>lIld,d
au 10 ría d~ I.:~ t e \..·.. \;lIlIto al alcalde Jaillll': Castro. 1111 i111\\1 WIII , . poi Íl il..o liberal 11 .11 \.\1 1 l." .111 " " In \11111 .\1 1", P"' odl'.tldl'\ d pnJI" 11\ . )lt"/I 111111;111111

Il'l iu l ól(l l'l l1 .1 Il.I lwr "I...~.,( ril o ('1 1"'1.11 111 11 Y g,II.III II /.1I 111 ·.\l ll.lIl llh I'\l el (~II Il-' 1... 1,1 q l.ll" cI..¡ .1\1I11 1.1 111\1 1.H I I 111 1\1 111 11 "' 1 1I 1I.l llIIIII'~' 'lile 101l .IIH/lllll ki :III-11I 11 11
1', 11 '0 0 I ° lli ~ 1I 11 11111 (1\11l11lj,"l loo' .'Uo \ , 1'1 /. IIIU .. 'ml \ lA n I ~ Illd",,, 1"" .11, .".1 .
BOC OT/\: !' W,()(;!,u·so , (;OI :UUSABILlDAD y POBREZ.-\ RUEN GOBIERNO U RBA NO: ¿ F.\'IOf.NC I.\ DE UNA Cll.:D.\D MODEI.O ?

Pero ¿cómo logró Bogotá evitar el tipo de alcaldes menos admirables liíndose con demandas particulares que atentan contra el interés general"
'IUC accedieron al poder por voto popular en otras ciudades del país?' ? Paul (\':1Tiempo, 2004a).
Brumberg argumenta que los bogotanos han votado consistentemente por Aceptando esta interpretación, el alcalde entrante Lucho Garzón declaró
candidatos que se oponían al sistema político tradicional. Andrés Pastrana 'lile evitaría "hacer populismo con la Alcaldía", que gobernaría en el mismo
g<l I1Ó como conservador en una ciudad tradicionalmente liberal. Enrique ..píritu de sus predecesores, poniendo el interés de la ciudad por encima del
Pcñalosa ganó al postularse como candidato independiente, después de perder lIl' grupos sectoriales (El Tiempo, 2003d).
dos vcces como candidato liberal. Lucho Garzón llegó al poder en alianza
( 011 el Polo Democrático a pesar de enfrentar a una ex canciller del Partido d ¿Tecnocracia, no democracia?

LihlT.ll y al candidato de un ex alcalde exitoso. Logró su victoria aun opo­ Bl'Omberg (2003) ha argumentado que "Bogotá cambió porque la gobernaron

Ili~( lld()!>c .11 inl1lensamente popular presidente de la República en su propio ¡ill'S tecnocráticas". Apoyados por el mandato popular, los tÍltimos cinco al­
p.11I1I 1I.1~c.: rn . Sin embargo, el ganador más sorprendente fue una persona " liJes han identificado ciertas prioridades, han nombrado sus propios equipos
t"IlIplll.l rnl· l!tc ajena a la política, Antanas Mockus, quien ganó dos veces y hall impulsado sus programas lo mejor posible. Han logrado muchas de sus
III opmi, i,ílll'xplkita al sistema político y sin siquiera gastar dinero en hacer l1lelaSen buena parte porque han nombrado directores técnicamente compe­
1.I lllp;lIía (El Ticll1po, 2000c). I l' IlI CS para las principales entidades de la ciudad. A diferencia de la situación
I.a illlkpcnJmcia de los votantes de Bogotá, yen particular la descon­ l'" los años 80, cuando se dice que los nombramientos políticos se insertaban
I¡;l/II.\ gWl'f.\lizada en los parridos y las prácticas tradicionales han debilitado '-11 las principales entidades y que la nómina de la ciudad se utilizaba para
sl'ri.lIl1l'1ltl· el vínculo entre los representantes de los partidos políticos, los Inompensar a los aliados políticos, la mayoría de los nombramienros de alto
l Il lll l'j,tl CS y lus rl'pn:scntames nacionales. En el pasado, el poder se obtenía ,"vd desde 1993 se ha hecho con criterios predominantemente técnicos.
,\ I r,l Vt(~ dl' i nllTl1lcdiarios políticos con la consecuente pérdida de influencia U llids el caso más extremo de este enfoque tecnocrático provino de la pri­
\lIbl~' ;í l l'.h pan iclllarcs dc la administración. El precio de la victoria era el I1 ll'fa administración de Antanas Mockus, cuando la mayoría de los directores
dl In, ~ .Irgu., '1 Ul.' .~l.' dchíall distribuir entre los concejales, los contratos ad­ IlIcron nombrados entre sus antiguos colegas en la Universidad Nacional.
ILh liudos .1 ... iCl'IllS copan idarios, las políticas adoptadas o abandonadas de Vln 1I:t lmente ninguno había ejercido actividad política anteriormente.
1111111 10 UIII lo., d l:.~cllS dd grupo dI,.' apoyo del alcalde. 1,os directores "tecnocráticos" de las entidades principales han recibido
1 ll~ hO !-\tll. IIlO\ Llaraml'lIlC han deseado alcaldes independientes y, sor­ Illllllcraciones cada vez mejores, lo cual algunos afirman que ha garantizado
pH Ihkllll. 111\.IIIC, los hall olltl:nido. Ocasionalmente estos alcaldes han hecho l"t· 1.1 ciudad atraiga a las personas mejor calificadas. 20 Los directores de las
"1 ' llI'-I~II ~ ll il IlIl·.\ de ri IlTI-.. ;llcnfrl'llIarse a illlcrescs importantes, con frecuencia II l1daJcs descentralizadas también han recibido más independencia de sus
pll l lÍllldll CII 1 i l.·~g(l W pop"laridad. El mandato de Enriquc Peñalosa casi JIIIILI~ dirl:Clivas, en especial en términos de la negociación de contratos, y los
Illl IH'lil .ldll cn Il)l) l) clIalldo prohihió qlle los whículos se e.stacionaran en 1111 {'j.\ l c.~ ya no pucden ejercer como miembros de ellas. Dos tercios de los

Ill\ .1I11k·llt'\ y pl'llV Ulll la ira 1:11110 dI: los jlropil'larios dc autolllcívilcs como 1I1H-l\1 hros dl' las jllllla.~ son ahora nombrados por el alcalde y el tercio restante
dl. 1. 1 11t.1~' IJII . 1 d \.·lu\ l.Ollll:rl1.11 IIC1) U\t1 oll1 P lIl11 ;i, 200'i). Silll.·llIh.l rgo, sohre­ 1111 dl'l l'gn dos de los llsuarios. organizaciones cívicas, o la comunidad. Y,
vi, 111 p .11. 1 11,!1~i '\1'\1 r \11.' m.lyll' v, í "d i... ~ .. dt: pllr ll1.1nd.ltI 11 11':1111\ de do.. a ¡-lOS l'fIIllgidll\ pOI el hl.lI 1110 Org.í ni~o, l'Stos dirccton.'s han podido administrar
do ·'I'IIt;.:..UI IglI.dllH'lIl l,!; Alllal1." MIll.!.II!> ,111 le_,!;" 11ll1l.11II 11I .1l 1t11l l'1I 11'l.'1I10 11\ 1 11 1 ,d.Hln \ Olt ~ IU In ~1.1I 1 (l de: .11 11 ClIlO lIlía . .'
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,1 I, ,~ l:o' II.llIl..IIIIV•• 1t. 1: I ); i ~! " ) Sq',1I11 IlIll' .li IOlli .d d l! 1;I' li"llIpO "1 ,11\ 1.l1I1l11l\ I k¡".\I." 11 111 II.I~ 11111.1 1 1111 111 lirll f1ll1lq;llicll.l~ pallc." tll' J.¡ adl1lillisrr;¡c:i(lI1
pllnl 1
1¡lt llld ... dl 1.11',,1111111 11 ' 11.1 1 ), \lit 11)'1 J .I.I~t' ll1pl t \. 1) d\! gll'i •• 11'.11.1 V l'l\l'l~(.¡
Bo(;or,,-: l'H,Ot.aH '\0, f;OHl .H,NAIHUI.>AlJ y I' OSREZA BUEN C;O I3 IE RNO I IIUI .\'JU : ;1.\ I l) l ~C l.\ UE U~ A C It ;OA D MOD E l.O?

se vieron forzadas a cumplir con una serie detallada de normas financieras, poder implementar proyectos de largo plaw, es inevitable cierto grado de
tarifarias, y de desempeño en general. El objetivo de esta legislación era continuidad en las políticas, en especial cuando grandes obras públicas son
garantizar la viabilidad financiera de estas compañías y prevenir las crisis de financiadas con préstamos externos. Por esta razón, determinados tipos de
infraestructura que socavaron el crecimiento económico de la nación a finales proyectos continuaron de una administración a la siguiente. Desde los años
dc los 80 y comienzos de los 90 (Gilbert, 1990; Caballero, 1999; Contraloría, 60, las entidades a eargo de estos grandes proyectos también estaban "pro­
1992; Quevedo, 2002; EAAB, 2003; Yepes, 1993; World Bank, 1995). [egidas" contra la influencia política indebida (Gilben y Ward, 1985). Las
F.1l general, la calidad de la administración pública ha mejorado y la opi­ grandes entidades descentralizadas, energía, agua y teléfonos, podían operar
I\jl)n plÍhlica está generalmente a favor de pasar a un gobierno tecnocrático. de manera autónoma debido a la importancia crítica de los proyectos para el
Iklltliollc,:s dc grupos focales encontraron que "Todos sienten cansancio frente I..Tecimiento de la ciudad. Sin esta autonomía no obtendrían los préstamos
.1 l.. políliL.1 tradicional, la cual identifican con el dientelismo" (Pizano, 2003: q ue requerían para expandir su capacidad. Una señal de esta protección era
I HII) 1k hcdlO, lIna de las grandes paradojas de Bogotá es que atribuyen las q ue los gerentes de estas empresas cambiaban con mucha menor frecuencia
IlIq ClI." III 1.I IId ministración de la ciudad a la elección popular de alcaldes, y <'l ue los de las entidades más "politizadas". Entre 1964 y 1975, por ejemplo,
,11111 .1\1 III.t!di n.: n ;( los políticos por las debilidades de la ciudad. la empresa de acueducto tuvo sólo tres gerentes, mientras que entre 1962 y
1979 el director de Acción Comunal cambió diecisiete veces (Gilbert y Ward,
1) Cuut illllid.tJ Jl! la a(tministración 1985: 161). Esta estabilidad es la base de la afirmación del ex alcalde Aníbal
La~ Iq~I.I~ d¡,;lI l1 u.. dl iLas l.'1l oGlsiones producen inestabilidad, pero no lo han I=crnández de Soto de que "Bogotá ha tenido un solo gobierno desde hace
Iw, 1111 l"II BCI!-\Ol,1. I kSlk d inicio de las elecciones en 1988, el periodo pro­ muchos años" (Mosca, 1988: 66). La administración de la mayoría de los
nll'd lCl dd .Ik.dJt· h.1 , ido tll.' 25 meses en el cargo, comparado con 20 meses proyectos grandes continuó sin cambios entre administraciones.
ti l." U ,1111).' .1Illcriorcs cuando el alcalde era nombrado por el presidente. Desde mediados de los años 70, sin embargo, algo cambió evidentemente,
I\¡.I ,li krcnLi;1 l!\ JI'm ll1;ís prollunciada cuando consideramos que el término y 1.1 independencia política de las entidades descentralizadas se vio amenazada.
prl:."ld~ III i.11 1:.\ dl.' ~uatTo ailos, así que cada alcalde nombrado podría haber per­ I.os gerentes comenzaron a cambiar, según un ex alcalde "como se cambia
11I.lI1l', ido I.: JI d ca rgo d ura 11 ti: todo ese lapso, mientras que en los dos primeros lI I1 0 de camisa" y, de acuerdo con otro, obedeciendo "el vaivén de la política"
11l'ric111m dt' cb :t:.ión popuLtr el alcalde sólo podía estar en el cargo durante dos (Mosca, 1988: 82 y 124).22 La empresa de acueducto había tenido sólo 8 ge­
.lIlns. \i LO Il,idl'ramos d periodo desde 1992, cuando el mandato se extendió rt'l1 tes entre 1955 y 1975 pero 14 en los siguientes veinte años (EAAB, 1997:
.1 IIl:S .1I11lS (y .14 .I ños lksde 200-1), el promedio aumentó a 30 meses. Il)O). La Empresa de Energía tuvo cinco gerentes de 1951 a 1982, con un
1.1 dlll.ll ¡,iJl dd mandato t'S importante en cuanto una de las debilidades plOllledio de más de seis años cada uno, comparado con ocho gerentes entre
d, 1.1 ,ldmill i"' l ral·ic'1Il ell Cololllbia es qll(! la mayoría de las políticas, junto II)R2 y 1993. con un promedio de 17 meses en el cargo.
1 111 1 ll ui lllt·\ Olllp .1I\ los (,Irgos dil (!C1ivos, Glmhia ~lIando una administración Sin embargo, desde 1993 ha habido mayor estabilidad en la mayoría de
1 1"1 k ~.' I I'lIdll ,1 1.1 ~ i ,~II I C l\IC
Por lo lamo. 1111.1 ,k las fi,rtakzas dd gobi(!fI1o 1.1' l'lIlidades de la ciudad. El tiempo promedio de ejercicio en once cargos
'1 1 HOl\llt.I (k~lk 1'1 1) " I.:~ ljll~d .• L lldl' 1IU IIII.dI1lCIIIl' ha plTlllal1t't:ido en litl' de II¡ Il1 <:St·S <:11Irt· 1975 y 1992, comparado con 17 meses a partir de esta
1 ~':IIW' 1I111'lIIllé la 11l1,.lid.1I1 d" ~II IH.:lIodu, \' d 1Il.l\ltl :ll!l 'l' h ~1 ,'x ll.'ndido 111 1111\.1fi:t:h" 11. 1)(-.".1(' 19()2, la mayoría de los jefes de entidades públicas han
n.1I 1lI .tlll1l 111< pe l 111.111<:\ ido (:n d l.lfgll dlll,lIl1l' 1111:1 hUt'na parte dc la administración. El
I k 111'1111 1. ,1 1.. 1.11 "''' l k~ 1.. \ ,111 ..... 1.1 ,U IIIlIIl '\'I.III"" , l~· 1\ ug\l 1. 1 11\1 'iÍth ' 11'1111'1" 1I1.1!> dmlll .I I I ~'-' \..!> 1,1dL 1111 .tll.tllk, 1\111,111.1\ M()~kll s . lJllil'lll:Xplki­
BOGo'!'.\. : 1) f{O(atl .~o , (;OUUt N AIlIUDAD y POHKEZA BU EN COBJ E"RNO t:IWANO; ¿EVILH,!'\CL-\ DE LJ':'J A C ICDA D M ODE l.O?

tamente reconoció la necesidad de continuidad y renombró a muchos de los los alcaldes ha mantenido una política de "ortodoxia fiscal" que ha garantizado
directores de Entique Peñalosa (El Tiempo, 2000b).2'¡ un superávit regular (Hernández, 2005).
En el año 2000, la Cámara de Comercio afirmó que la continuidad era El principal problema desde 1995 ha sido cómo financiar los cada vez
el "factor clave" para explicar las mejoras que ocurrieron en Bogotá durante Illás ambiciosos planes de inversión de la ciudad. Un problema ha sido que si
los ail0s 90 (El Tiempo, 2000a) . Ciertamente, los grandes proyectos han hien los impuestos en Bogotá han aumentado, la mayoría ha ido a la nación.
continuado sin ser afectados por el cambio de alcalde. Quizás el ejemplo más Rodríguez-Tobo (2005) argumenta que los bogotanos pagan el doble de im­
reciente es el proyecto de buses Transmilenio, el cual tanto Mockus como puestos que el colombiano promedio, 28% de sus ingresos contra el 16%; y
Garzón continuaron sin modificaciones. Esto no implica negar que haya ha­ dc cada siete pesos recaudados en Bogotá, seis van a la nación. El peso restante
bido cambios importantes en ocasiones: Entique Peñalosa canceló el contrato es simplemente insuficiente para satisfacer las necesidades de la ciudad. Lo
de la planta de tratamiento de agua, que era un proyecto clave para Jaime tIlle este argumento omite es que Bogotá recibe considerables sumas de dinero
Castro. Igualmente, este último imentó cancelar varios de los proyectos de de la nación , principalmente para apoyar el gasto en salud y educación, pero
Andrés Pastrana (Bromberg, 2003). Pero, generalmente, aun cuando Antanas lambién para grandes proyectos de capital como Transmilenio. De hecho, la
Mockus es el más firme creyente en la continuidad, todos los alcaldes han l iuJad ha llegado a depender cada vez más de la nación; entre 1980 y 1991, la
asumido los principales proyecto'> de sus predecesores Y Ilación contribuyó con el 7% del total de los ingresos de Bogad, desde 1992
hasta 2000, 17%, y entre 2001 y 2004,26% (Hernández, 2(05).
e) Más recursos Dado el aumento en el gasto, la ciudad se ha visto corta de fondos. 2 Ha (¡

Otra señal de que los alcaldes de Bogotá han sido responsables y valientes fina nciado parte de su creciente gasto a través de nuevas fuentes , como la
ha sido su habilidad para aumentar los ingresos de la ciudad y, en ocasiones, tontribución de valorización o la sobretasa a la gasolina. Pero ha dependido
para incrementar los impuestos, El gasto del gobierno distrital en la ciudad lada vez más de otras dos fuentes: la deuda y la descapitalización de empresas
aumentó de un poco más del 1% del PIB de la ciudad en 1980 a más del de: servicios públicos semi-privadas.
4% en 2004, doblado en términos reales entre 1980 y 1990 y aumentando La deuda total de la ciudad fue recortada a la mitad entre 1995 y 1999
casi cuatro veces entre 1990 y 2004 (Hernández, 2005: gráfico 4). Una par­ ut lll O resultado de la culminación del proyecto de electricidad de El Guavio,
te cada vez mayor de estos ingresos ha ido a proyectos de inversión. Según d '- ual había contribuido fuertemente a los problemas financieros a comienzos
Bromberg (2003) la diferencia clave entre Bogotá hoy y en el pasado es que ,It- los 90, y a la venta del 49% de la Empresa de Energía en 1997. Sin embar­
ahora tiene dinero. HU, desde 19991a deuda de la ciudad aumentó en 60%, para llegar a US$ 244
A finales de los 80, el aumento en el gasro había llevado a un problema de millones en 2004 . Por fortuna,la caída en las tasas de interés ha recortado los
dcuda. Sin embargo, tal y como rodas lo reconocen, el alcalde Castro puso las " "bus ;1I1l101les de intereses, por lo cual esta deuda es ahora manejable.
¡inamas de la ciudad de nuevo en tierra firme. Mejoró el recaudo de impuestos 1.... otra fuente de ingresos "extraordinarios" de la ciudad han sido las
. illl rodujo nuevas fuenres de ingresos. Dado el crecimiento económico de 111 i lrd,ldcs de la parcialmente privatizada Empresa de Energía, y los fondos
IlId iado:, (k I().~ 90, sus reformas fueron muy benéficas para la ciudad. Sus ,It- \11 d('...ca pilalización y la venta de acciones de la empresa privatizada. Se
\11l CSllrl.:\ lI.m ~idl' limilados por el Conn'jl) y por "rt'.t1id,lIln p ll tíl it.:as", pero I'"l'lle arr,uml..·IlI:lr<lIlC cstos son beneficios de una sola vez, que no se pueden
l., Ill.Iyorh 11,1 illi ci,ldo al gl'm ,lIlIllClIlo nI l o~ Ing'I_S" \ ,l. l.. , illd,ul AclclIl,ís, 1('l'uir tll d l¡lIuro y por lo laIHo no deberían ser usados como sustitutos de
ililj hj l~ I It :lll lllllit: l ll llli\l ,IIII,1 .11 11 IIUI!.Hlo IJ.1i 1'C I.l!i Vli 1.,,"1 11 lit 1. l.! m ayuría dc 111:1\'0/ ('.1> IlIlp'lnln~.
BO(; Ul \ ; l'lU)(.,IU·. SO, (;01'1 N.N ,HULlD.\D \' POBREZ A B U EN GOAIl:.R, N() l : I(H.\~O: ¿E\'lOEN C IA DF. UN A CI U OAO MODELO?

En resumen, las finanzas se han puesto sobre bases mucho más sostenibles, El primero concierne el estado de la economía, Bogotá es el centro econó­
pero a menos que los impuestos aumenten, Bogotá tendrá que contar cada mico más grande del país, y como tal está destinado a sufrir cuando la econo­
vez más con la nación, con la deuda y con ingresos extraordinarios como la mía nacional entre en declive. Colombia se está recuperando de la recesión de
descapitalización, para financiar sus programas. La gestión de las finanzas 1998-2001 y su tasa de crecimiento económico es digna de admiración (CCB
de la nación, que no carece de problemas, podría representar una amenaza. (Cá mara de Comercio de Bogotá), 2004), Bogotá enfrenta un gran problema
Igualmente, a pesar de que e! nivel de deuda actual es manejable, podría re­ en cuanto a que produce relativamente pocos productos para exportación, A
presentar un problema si los intereses suben. Las iniciativas de! alcalde Garzón pesar de que e! turismo, en particular el turismo médico, es una fuente po­
de aumentar los ingresos con la contribución de valorización eran claramente lencial de expansión futura, la mayoría del potencial de exportación no yace
necesarias y es lamentable que no hubieran comenzado a recaudar. en la ciudad sino en la región aledaña, Pero incluso allí existe e! riesgo de que
la competencia proveniente de otras regiones socave su futuro económico Y
******** Además, la mayoría de las exportaciones son intensivas en mano de obra,
S6lo el 7% de las exportaciones de Bogot,í en 2004 se consideraban de "alta
En resumen, las causas del cambio en Bogotá fueron numerosas. I ,a demo­ lccnología" (CCB, 2004); yen 2004 la ciudad obtuvo tan sólo el puesto 14 en
cracia, la descenrralización y la privatización constituyeron ingredientes ne­ lérminos de competitividad entre las cuarenta ciudades más competitivas de
cesarios para el camhio, pero de ningún modo fueron suficientes. De hecho, América Latina (Mercer, 2003), Sin un giro ellla economía local sed difícil
posiblemente fueron menos importantes que varios Otros procesos, algunos reducir el airo nivel de desempleo y mantener la reciente disminuciólI en el
de los cuales no fueron repentinos, sino basados en una cultllra lécnica con IIlÍmero de familias pobres, Bogotá también debe mejorar su relativamenre
amplio arraigo. "aja productividad y reducir aún más su desempleo (Garda, 2005) , Nada
Los hogoranos siempre han admirado el comportamiento profesional; de es to será fácil, pero con dos quintas partes de la población viviendo en la
el prohlema es que les era difícil ser plenamente profesionales en e! sector jlolm,-za, alguna mejoría en la tasa de crecimiento económico es indispensable
público. Después de que el Estatuto Orgánico cambiara las reglas del juego, ,i se: ha de mantener el progreso social.
e! profesionalismo comenzó a ejercer mucha más influencia sobre la con­ Segundo, incluso si la situación económica de la ciudad mejora, será di­
ducta "política". Por suerte o por criterio, los bogotanos eligieron a buenos tkil reducir los niveles actuales de pobreza pues probablemente llegarán más
alcaldes. Ésros pudieron aumentar los recursos disponibles para la ciudad y pohres de otras partes del país, Muchos argumentan que la situación agrícola
gastar el dinero en proyectos por lo general admirables. Aumentó e! nivel de dc Colombia es extremadamente precaria y que e! libre comercio ha socava­
honestidad y transparencia, Pero nada de esto fue simple o automático, y las do hUl'Ila parre de la producción agrícola del país (Semana, 2005; Buitrago,
lecciones de las agencias internacionales de desarrollo están peligrosamente '00')) , Con la probable firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) con
simplificadas. Tal y como argumenta Bromberg (2003), "este tipo de procesos hl. lI l ll~ Unidos, esra situación probablemente empeorará)' más agricultores
políticos no admite una causalidad simple". dn pl .•zados se verán forzados a emigrar a la ciudad. Además, Bogotá ha reci­
111.10 .111 nlllllero considerable de desplazados y reinsertados como resultado
¿Puede sobrevivir el milagro?
dI' viukmÍa llllt' ha afectado a hucn;1 part e dd país.~R Muchos de ellos son
1.1

( :.11 )1.' 11 P()I..I ~ dlltl., ~ (k <Illl' la admillisIraci"IJl III BlIgOI ,í I,a Illquloldll ~lIS- \t ll'lIIad,lIllelll(' pI,hrt'\ y " ,11 1 dc:hid" .• h,III1 II1I1,lr 'm Iil'l'r.I ... lkvando consigo
I. IJlu, dlm'llIl, l., plq~IIJll. ll'~, i ('\1.1 II It' jllll,1 1"lnk ,_" '" 1111 11 .11 11.11 ", \lI n lo!'>
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Ikg.1I1I11 (11 d ".",Ido \ '1"("'1 ,11 1.'1 '1.111111 1\-1.. 11 \" ,11 111.. 111 1;, ¡" l"I l ,1 l., ,1I1I1..d
Hu (.olk 1 ' I~tlt j 'H J"'-.; l ,t"'IIt N t' IH I IIJ.\1» Y POHN.l:. l.A B U EN GOB IER1':() tJ Rll Ar..;O : ¿EV IDENCIJ\ DE UN,\ eI U DAI) MOIlELO ?

Tercero, si la calidaJ dd gobierno C11 Bogotá mejoró gracias a las prácticas H.Klcrísticas individuales de los candidatos como su imagen, carisma y
tecnocráticas de los alcaldes recil~ntes, ¿puede este enfoque continuar en el prN malidad. Al10ra la gente busca un alcalde que conozca la ciudad y, sobre
futuro? Muchos temían que la elección de LudIO Garzón, un sindicalista de IlIdo, las necesidades de los bogotanos, que tenga visión de fllturo y sepa a
izquierda y antiguo comunista, quien se enfrentó a una ex canciller del Partido ¡" IIlJc debe ir la ciudad ... ". Sin embargo, a juzgar por los patrones de votación
Liberal y a un partidario del ex alcalde más alabado de la ciudad, debilitaría Il'~ It'mes en Bogotá y en el país en general, el electorado aún está fuertemente
los logros recientes y ciertamente amenazaría la continuidad. En la práctica, IIlllw:nciado por la personalidad del candidato y por su deseo consciente o
él continuó con los planes de Transmilenio y mantuvo la nada desdeñable 111 u msciente de un caudillo ..' 0
calificación de riesgo de Bo~orá. Parafraseando a un miembro importante Q uimo, si una democracia se ha de considerar saludable, la mayoría
de su gabinete, " Lucho es muy serio fiscalmente". Aunque introdujo nuevas k las personas deberían votar. Además, aunque se podría decir que la baja
políticas para enfrentar los problemas de pobreza y de salud en la ciudad, la p.lrI ió pación es una senal de que todo está bien, también puede demostrar
continuidad no se vio amenazada. Quizás la continuidad en la administración '11t(' la gente ha perdido interés en la política y que no le gusta ninguno de los
de Bogotá está garantizada en cuanto a que para el alcalde sería una tontería \ .lI1 didatos. En la primera elección popular de alcaldes en Bogotá en J 988, el
deshacer acuerdos logrados con el gobierno nacional y con las agencias inter­ ,o"'., de las personas votaron. Desde entonces, la tasa de abstención registrada
nacionales de;: dcsarrollo (EI -I'iunpo, 2004a). Sin embargo, no es inconcebible "lil ialmente aumentó (tabla 3), y aunque la participación se ha recuperado
pensar en situaciones futuras en las que un alcalde populista enfrentado a una I'a r, ia lmente, en las últimas tres elecciones tan sólo votaron un poco más de
recesión económica pueda recurrir a un enfoque administrativo toralmente 1.., quintas partes de las personas habilitadas. Afortunadamente la inscripción
diferente. La tecnocracia le ha ganado al populismo en años recientes pero k , illdad anos para votar ha mejorado a través del tiempo, y si estimamos la
los políticos constantemente lm:han por incrementar su influencia sobre los a rl'al de abstención (los votantes sobre la población adulra total), la par­
tecnócratas. De hecho, una preocupación acerca de la administración de 1\ 1I',Ili ón de hecho ha aumentado. Sin embargo, según esta medición, sólo
Garzón fue el número de directores que cambióY 111)\ lit' cada cinco personas habilitadas para votar lo hicieron en 2003.
Cuarro, ¿continuarán los bogotanos eligiendo buenos alcalde;:s? Hasta el
momento rodas los alcaldes exitosos han demostrado su efectividad dadas rabIa 3. La abstención en elecciones de alcalde en Bogotá, 1988-2004
las condiciones políticas y económicas que heredaron , y varios han sido muy 1988 1990 1992 1994 1997 2000 2003
sobresalientes. Pero no es seguro que esto continuará dada la tendencia recien­ \ 111 11 IH'~ (miles) 94 4.0 915.4 582.7 789.9 1,.JI8 .7 1,5 57.4 1.706.8
te del electorado de votar por candidatos ajenos a los partidos tradicionales. " ... icín 40 ,2% 52,1% 73,8% 70,2 % 58 ,0% 5G.4'YiI 56,5%
Algunos, como el concejal David Luna, piensan que el electorado se ha vuelto Illt'ln llIayor de
m;ls maduro, y que ya no es susceptible a técnicas electorales clientclistas. 3.519 3.592 3.666 3.74 2 3.851 4.102 4.361
11 1\ ( l\Iilc~) ' 1

Ciertamente, Antanas Mockus demostró que es posible ganar sin utilizar una 60,90¡(¡
I II i.íll lcllal 73,2% 74 ,5% 84,1% 88,9% 70,8% 62 ,0% 1

maquinaria política o incluso sin gastar grandes sumas de dinero en publi­


1" , 11 10 {''I·"IIIII.I<;''" I-Ict.l Cl ral , Rq~i s tradllría Nacional dd Estado C ivi l.

cidad. El creciente uso de encuestas de opinión le recuerda periódicamente .\11 UlI' \ , ,~" 11 1 H11.hlurC\ S. /\.

al ~·lcc tnrad() qlle reflexione acerca de si realmcllte qllid(' q lt l' q lli~'n va a la


l "bll.ll' l1 I.l l,lIll p.tÍlJ ~l'a el ga naJor. ¿QIIl- tipol k ..I( ..ldl 11'"1'11 li t S{~}(I ", ,11 1111 JI 1(' la p"hn,'za (,'nJa ciudad parece estar reduciéndose, no ocurre
11 1i"1t1rf1 ( .'001,1) .l rr,l t l1l l ' l1t.lll lIl 11 ~ Il 111 I lI i'; lI lcl 11111 l., ck"¡gll,l ld,Id. EII 1997, l·l codicien te Gini de desigualdad era
1I1I1 I H"' lt IlI C: ' 1' 11 l ln 1 111 m , p .I ·.. Il I. I\ p ,11.1 1 1 I
BUGur :\: PI{()( , I~I'''' (). (;01\ 1 R.N ,\lHI.II)t\l.l" PO BREZA B U EN C ORI ERN O U IU1"~O: ¿EVID ENC IA DE lJ:"-lA C I U D A !) M O DE LO ?

una disminución del pico de 59 en 2002, pero esro poco sirve de consuelo (Bo­ 1"'("\llknte. Pero, con bastante frecuencia, los ex alcaldes se postulan para la
gotd Como vamos y PDH, 2005). La pobreza y la inequidad son ciertamente Prn l,kncia, y tanto Mockus como Peña losa fueron candidatos en las eleccio­
razones importantes para que los pobres votaran en gran número por Lucho /lt"' pres idenciales de 2006.33 Además, Garzón es uno de los líderes del Polo
Garzón en las elecciones de 2003. 32 Y, aunque algunos de los estratos sociales llIot.: rático, que podría representar la principal oposición al presidente
más altos también votaron por él, la confianza en su desempeño variaba con­ 111.11, ahora que parece posible que busque la reelección, La competencia
siderablemente por clase social. De hecho, la tabla 4 sugiere que la política de por votos en Bogotá entre los partidos de Uribe y de Garz6n podría haber
Bogotá está fuertemente inAuenciada por la clase social. La administración 1Ill"lIazado muchas formas de cooperación entre la capital y la nación, lo cual
de Antanas Mockus fue mucho mejor calificada entre las clases sociales más vilt', gracias a cierto grado de cortesía de ambas partes, pero no se puede
altas, mientras que lo contrario se aplica a Lucho Garzón. Il'" .Irr;u la posibilidad de que en el futuro el Polo Democrático sea una gran
1II1t'11.I7.3 en el patio trasero de la Presidencia,
Tabla 4. Opinión del alcalde Garzón por clase social O Lravo, los bogotanos continuamente expresan que la administración

(1 = dcsbvorablc 5 = f.1\'orabk) Ir 1.1 ciudad se debe descentralizar: la ciudad no se puede gobernar "desde la

RCSpllCSld promcdio
Pcrsonas COIl opinión favorabk/ 1'1..,.1de Bolívar", como lo expresó el ex alcalde Jaime Castro. 11 Sin cmhargo,

personas con opinión dcsfavorablc 1,I, k,c('ntralización ha probado ser todo, menos exitosa. Según Vargas (2003):

Estra(Qs
Estratos
Estratos Estraws
Estratos
Estratos 11 1.\ práctica, los alcaldes locales, los ediles y los fondos de desarrollo local

sociales sociales sociaks sociales ' 11 IlIs hijos menores, por no decir los hijos bobos, en el contexto de la Ad­

Mío Alctldc Total sClcialcs Total socialcs


más más más más
lIleJios medios III1I1' tr.lción Distrital", Hasta ahora, el poder en Bogotá se ha vuelto cada

hajos altos bajos altos


II d s concentrado, y no menos. Esto se reAeja en el reciente despido por
1998 Pcñalosa 2,8 tiC' del alcalde Garzón de 19 de los 20 alcaldes locales y su reemplazo con
1')')') Peñalosa 2.4 11 11 n !lIipo de 19 mujeres. Él esperaba que las mujeres fueran más honestas y

lOOO Pcñalosa J.O sd Sd sd 2.4 Sd sd Sd IIll1p" lcn tes que los hombres, refiriéndose al gran problema de la corrupción
2001 MockllS 3.0 2,6 2,') 3.5 0,8 Sd sd SJ 11 1.1\ ,t1 caldías locales, el cual se denuncia permanentemente. Este problema
lugil\ porque los concejales, excluidos de sus áreas tradicionales de inAuen­
2001 Mocklls 3.1 2,8 3,0 3.7 1.0 Sd sd Sd
¡,Il'11la administración central, han recurrido a tácticas populistas y cliente­
1003 Mocklls 3.1 2,9 3,2 3.7 1.4 1.1 1,5 4,5
-- 1,,1.1, l'Il las localidades. Ya que el 10% del presupuesto de la ciudad se gasta
2004 Garzón 3.4 3,6 3.4 2,9 2.5 3,6 2,1 0,9 I 1"11 l." luwliJades, esto genera nuevas oportunidades de politiquería.
2005 Carzón 3,3 3.4 3,2 2,9 2,3 3,5 2,0 1,1
- I \ r1,'m;ís, a pesar de los múltiples intentos por mejorar la participación
Fuente: Bogotd G hno "'UlIOJ (2005) . lo, ,11 .. illvolllcrar a la gente en el diseño de planes de desarrollo local, parece
e l '111(' CIII rl' 1997 y 2003 la proporción de personas involucradas en grupos
Séptimo, la independencia de los alcaldes de Bogotá gcnera un problema ¡\' Il Il\ Y políticos disminuyó (Sudarsky, 2003, 2004; Durán Silva, 2003a).
pulíl ico, Anteriormente, el presidente de la RC!llíl.li~:a nombraha al alcalde 1 11 .'00'), ~1 ',I(1 1111 1')UÁI de qllienes respondieron a Bogotd Cómo vamos declaró
lk 1.1 ~ illdatl . dc l,tI 1ll.IIH:ra <¡ue los dos nall \.,1\1 ~1i'l\ll' h ' •• li,lI l"" políticos. \111 II,d,f,1 p.\rl il.ip.ldo \.' 1\ alW'1Il tipo de ¡()ro ciudadano, aunque ésta fue una
I k .. ,j¡ I ')HH, n ln ,kV, dt' \~' I ,I\í. 1".11 1.1 1I1ultd,l l' lI I I' I! 1.... lit .1!.In dl' !\ogUI' rll!'J"tI,1 IllIpOIl.\llll: f'n:nll' ,1 1.\ ,i fra ,1<.-1')(*, dI.'! año anrcrior.'í
1..111 ', Id ll 1II.I ' l'l. lId ll.III('. . 1111 !t.1I1 "" h. "llj '! Wl!il " .1 11 ' tI \ . ~ dI.! p, l l lId.. ,Id
130G01'''-: PROGRESO. G08ERNAHILIDAD y POHREZA BUEN GOBIERNO URBANO: ¿EVIDENCIA DE UN.\ CIUDAD MODELO?

Finalmente, el futuro de la gobernabilidad se ve amenazado por el he­ \ ,;\ primera lección es que a pesar de ser difícil, la calidad de la adminis­
cho de que el área urbana de Bogotá se esd esparciendo más allá de su área "J. ilSII pública se puede mejorar relativamen te rápido. Bogotá a com ienzas
administrativa. A diferencia de ciudades como Caracas, Ciudad de México Ilo los 90 estaba en crisis, pero esta misma crisis ayudó a generar la respuesta
o Río de Janeiro, donde el control administrativo se dividió hace mucho '1"\.' 1.1salvaría. Sin embargo, la larga lista de causas de la mejoría de Bogotá
entre diversas unidades administrativas (Myers y Dietz, 2002; Ward, 1996), dl'l1 lucstra que no existe una simple "mejor práctica' qlle se pueda utilizar para
casi toda la población de Bogotá siempre ha vivido dentro de una sola área lollllhiar el curso de otras ciudades. Las recomendaciones de políticas públicas
administrativa. Sin embargo, en años recientes, la mayoría de la expansión Il lllales que emergen de los bancos internacionales de desarrollo, en especial
de Bogotá ha ocurrido más allá dcllímite del Distrito Capital, en munici­ 1.1democracia, la descentralización y la privatización son prometedoras, pero
pios como Soacha, Mosquera, Madrid, La Calera y Chía. Ya que muchos de \1110 cuando se emplean en conjunción con un número de políticas adiciona­
estos municipios son mucho menos organizados y eficientes que Bogotá, se In. Lo que parece ser esencial es que la élite local, como sea que ésta se defina,
puede argumentar que la expansión urbana más allá del área adminisrrativa lIdle ser capaz de abordar los peligros que enfrenta su ciudad y ordenar el
existente amenaza la calidad de la gobernabilidad futura (Alfonso, 2001). poder político para crear las condiciones de mejoramiento.
Aunque se están haciendo esfuerzos para coordinar la acción gubernamental Bogotá también demuestra que las mejorías a la ciudad no son baratas.
en la región amplia de Bogotá, hasta el momento estos no han sido panicu­ 1.1 ci udad ha incrementado ostensiblemente su oferta de servicios domésticos
Iarmente eximsos. y Ita mejorado su calidad, ha introducido un admirable nuevo sistema de
Es verdad que las principales entidades de servicios públicos atienden hoy 1 rallsporte integrado y ha creado nuevos parques y escenarios culturales. Pero
en día a muchos municipios de la Sabana, pero el control sobre formas ilega­ \ In ha significado que los bogotanos hayan tenido que pagar 111;lS impuestos,
les de expansión desmedida es mucho más débil fuera del Distrito Capital, u 1111 ribuir al costo de la expansión de servicios con tarifas más altas y encontrar
tanto en áreas de altos como de bajos ingresos. El peligro es que las lecciones f"r mas innovadoras para aumentar los ingresos de la ciudad.
aprendidas del Distrito Capital se pierdan debido a la expansión hacia mu­ Bogotá también muestra que cierto grado de gestión tecnocrática es esen­
nicipios vecinos que son gobernados por grupos que emplean los métodos L ¡¡I I. \':1 nuevo sistema de transporte y los principales servicios domésticos se
políticos de la "vieja" Colombia. Algunos argumentan que el Distrito Capital ,lIll11illistran, para los estándares latinoamericanos, de manera admirable. Por
debería absorber a algunos o a todos estos municipios. Sin embargo, esto es ~ lIp'l t:.S lO, las formas de gobierno tecnocrático no carecen de sus riesgos, tal
poco probable ya que el Congreso es normalmente hostil ante tal sugerencia \' t 111110 lo demuestra la muy reciente historia de autoritarismo burocrático
y, si la amalgama fuera a continuar, las relaciones tradicionalmente frías entre ,'1\ Amér ica Latina. Por lo pronto, Bogotá ha logrado combinar elecciones
Bogotá y Cundinamarca, el departamento al que pertenecen los municipios IlIlI pi.ls e imparciales con la administración tecnocrática. La ciudad ha logrado
vecinos, tendrían que mejorar..36 Actualmente, el escenario más probable es 1111 ,1 ,-ombinación virtuosa de política sin politiquería, de gestión con control
que Bogotá deje de ser la capital de Cundinamarca..37 dl'lllou:írico,
Varios alcaldes también han sido tecnocráticos en la medida en que han
Las lecciones positivas de Bogotá n l.lIl o preparados para tomar decisiones muy impopulares. Todos los alcaldes
Habiendo reflexionado acerca de los potenciales 11l'¡i~ro.~ <1 \\l' enfrenta la 1I,:,-,i..'lllt·, Itan dcsaf i.ldo t'n Ot••lsiones intereses poderosos por el bien común
gobernabilidad en Bogotá en el futuro, se conduy' llJl \ 1111 1~'\lIl11t' lt de las ,¡.. la lIlId.1J . \ :1 k /Jlm y p/IIM.las campañas para preservar el espacio
11\\,11 111.\ •

1~."l_l: iOlll's que Bogotá pu<.:de ofn:'Cer a Olras cill(LHh \ ¡~ Il :\I1I ~:' ll . \ 1..11 ilta, e l'"hl¡'Il, l.• •• \¡uli~ 11111 .1. l.. 1'1 111' '' ',., d,- .......·0 Yd Ikpartamenro de Policía de
illl.lllsn IJ d~ alLí , 1"'"\1111 \11 111 11.1 ,, ·, 1 1' 1111'1." .1, !.d.. 1.1' 1'," V•.Jit'lIl L Y. illlll'll\t' h l lJ l1 l~ .... n ¡H. il'l\1
B U EN GOBIER N O U Rlli\ ~ O: ¿ EVll)E1\CIA UF. UN A C IU DAD M() ()U .O?
BOGO'/"'\: PIH)GIU·.SO, CnBLRNABILlDAD y POUREZ.\

de Transrnilenio se logró ofreciendo a los principales oponentes del esquema IkJII. l.; Crankshaw, O & Parnell, S. (2003). Uniting a Divided Cit)': Govemance
lucrativas formas de participación en el proyecto, también implicó una se­ and Social E-x:clusion in Johannesburg. London: Earthscan.
rie de riesgos políticos (Ardila, 2004) . Los alcaldes no pueden mejorar una I~'I' .lssino, A. (2000). Peñalosa"y una ciudad 2600 metros más cerca de las estrellas.

ciudad y a la vez conservar el apoyo de todas las personas todo el tiempo, y Bogotá: Grijalbo.
1\1I1~' H.i Cómo vamos y PDH (Programa Nacional de Desarrollo Humano).
en ese sentido, Bogotá demuestra que el populismo no es la respuesta a las
necesidades de los problemas urbanos de América Latina. Si la lección de la (2005). ¿Quiénes son y dónde están los pobres de Bogotá? Conferencia
Poro Bogotá Cómo vamos, 17 de agosto.
última década y media es que el cambio rara vez resulta fácil, y no hace a los
HII~tJtá Cómo vamos (2005). Informe final. Bogotá.
líderes instantáneamente populares, también demuestra que la gente recuerda
nll~lI t:t , Secretaria de Gobierno, subsecretaria de Asumos para la Convivencia
y recompensa a los buenos gobernantes. Quizás la lección más fascinante de
y Seguridad Ciudadana. (2005). Sistema Unificado de Infc)rmacióll
Bogotá es que después de haber sorteado cada crisis política, la reputación
de Violencia y Delincuencia, con base en lnstitU[o de Medicina Legal.
y la imagen de todos los alcaldes mejoraron. La gente recuerda a quien hace
Disponible en: http://www.shd.gov.co/econom ica/ estadisticas/ siecl
algo bien. Quizás por esta razón dos de los cuatro alcaldes anteriores a Lu­
violencia%20y%20delincuencia/homicidios.xls
cho Garzón han sido candidatos presidenciales, y él mismo bien puede ser
BtI~()t:í, Veeduría Dimital (2003). Diálogos de Bogotá: tertulias del alcalde Antanas
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;.1111') 1111'\1 (.' 1111 '1 11 ,,¡\ 1.1.. IH'WJI.IIHI\ ."lt.III\\,h lid ddill .... FI !irTlljio, '1 dI'
LI 111' 1111'0, (,'I!llod) , 'Till,III/",' dlrl .11111\ pu\ tld ll:!', 11 1,,'1111''', 1(1 Ik' agc'lSl o. /111\'11 111 h..

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Universiry Press. J..I prorundizado en lo que en algún momento él planteó" (El Espectador,
Wilson, E; Kanji, N. & Bratten, E. (eds.). (2001). Poverty Reduction: W'hat Role 1I()7) . Esto parece ser aceptado por la mayoría de los bogotanos, aunque la
flr the State ill Tod{tys Clobalized Economy?CROP International Studies proporción de personas que tenían confianza en el alcalde cayó del 70% en
on Pove ny, London: Zed Books. 0 0 ') al 63% en 2006. Esta cifra es aún más alta que la que lograron sus dos
World Bank. (2002b). Globalizaúon, Growth, and Poverty: Building an lnclusive II IC'cC'sares, Mockus y Peñalosa (BCY, 2007b).
World Economy. World 13ank & OUP. Por supuesto, se cometieron algunos errores. Ciertamente, la rotación
World Bank. (1992). Covernance and Dez1elopment. Washington O.e. 1I 11"l' ¡efes de las secretarías y entidades descentralizadas fue demasiado alta
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Proejct", StaffAppraisal Report No. 13738-CO. 11\ pri meros tres años de administración es muy halagadora (Bey, 2007b:
World Bank. (1999). Cities in lhmsition: W'orfd Bank Urban and Local Gover­ ) 'Ellnbién ha habido alabanzas por su programa "Bogor;í sin hambre" y por
nment Strategy. Washington, oc: The World Bank Infrastructure
1", ava nces sustanciales "en mortalidad en niños menores de cinco años por
Group.
d.ld". También se logró reducir el precio promedio del agua en 13%.
World 8ank. (2000). World Development Retort 2000/2001: Attacking Poverty.
I a administración de Garzón mantuvo estricto control sobre las finanzas
Oxford: U.l~
,Ic- la ciudad e incluso, si se criticó su iniciativa de obtener un préstamo para
World 8ank. (2002). Clobalization, Growth, and Poverty: Building an Inclusive
l lllnir el mantenimiento de las calles, no se sugirió que esto pudiera amenazar
Worfd Economy. Washington, oc: World Bank and Oxford U.P.
1.1\ finanzas de la ciudad.
World Bank. (2003). \llar/d Development Report 2003: Sustainable Developrnent
1 ,;lS principales falencias fueron recurrentes: no haber logrado mejorar
in a Dynamic World: hansforming Institutions, Crowth and Quality of
1.1 I .llíd3d de! aire, ni acelerar la producción de vivienda de inrerés social, ni
Lije. New York: Oxford Universiry Press.
1t'l llI l. ir la tasa de robos y crímenes callejeros, ni mejorar la conducta de la
Yepes, G. (1993). "La situación de la EAAB desde una perspectiva internacional",
pol,lación (responsabilidad ciudadana). Sin embargo, la verdadera fuente de
Revista Camacol 55: 76-82.
rn I.l mos fue el transporte. No resulta sorprendente que este tema se halle
C'II d (entro de las críticas sobre la administración Garzón. Después de todo,
Epílogo
C·III .lI1sporte en Bogotá es uno de los temas más sensibles con los que debe
Este artículo se escribió originalmente en agosto de 2005 y se actualizó ligera­
1I1f(·lIt.use todo alcalde. Tanto Antanas Mockus como Enrique Peñalosa
mente en abril de 2006. Los eventos recientes han hecho necesarios algunos
.Jt.h il'toll afrontar huelgas y manifestaciones cuando intentaron introducir
comentarios, bien sea para resaltar un punto mencionado en e! original, o
rd ollll;lS urgcIHC's. Ninglín alcalde ha logrado mantener la malla vial de
en ocasiones para reconocer que algo inesperado ocurrió, yen varios lugares
111.111 1' 1.1 s:lI i.,ElClOria)' lo, propicrarios de carros siempre objetarán cualquier
para reconocer que anticipé algo erradamente.
Ihl lllL' '111\: .. e impnllg.l.1 \ 11 liht· II.1J dc n'lIlducir o estacionar donde y cuando
111 dnn'lI; pm 1111 ,111\0, 111 ' L'\ 11 ,11 11.11 IVIl I 1lit' 1,IICho Garzón haya sufrido fuertes
La administración de Garzón
1 111 11 .I ~ pnl \II~ p!l l (ll~" d. 11.11 1" 1'''11' '
F,I dl' lt:rio ro de 1.1 (.U lll rl'lI.:n d ¡l :Idlllilli 'II'.1I iV;I, ICIIIII III plll Imllm ( ' 1\ el llOrre
11 1 1I1 .1 ~ ~1I'1 11 "ll dl'l ll( j 1"'0 '1' 1l 1,111 1.1\ ' I i l i' .1\ \'" 11.1)"l lI l'lI fc Ka do <-'nb joya de
d~ BI1I',1l1.1 Ul.lIlIh . l udllll;.II/(l ll \l pm" .. k.1i(', II JI JI, IlIr: .. ( ve l L,..lprtlllu (1).
1\ 1I.~U I.I , 11.1I1!.\ II ,h- II HI, g r.l\,.. 1\..1 ".1 'i.: ,111 •• 1. ,.1 1. 11 d (.1(1111 11. , ) lle ,'\ 11 ' vnlt ll1wn .
BO(;tJl t\: r ltl ll .Ut ';1 _., ,:' _HltIlSH'lIl1lAD y POBREZA BCEN GOHlERNO CRHANO: ¿FVIDEN"Cli\ IW. UNA Cll l f).\D MODLI,.O?

donde reitero mi opinión lk que el sistema básico es completamente cohe­ ,llmuerzos fríos y calientes para los necesitados sin duda ha ayudado a los cerca
rente. Las críücas recientes estuvieron motivadas en parte por los esfuerzos tlt: 650.000 beneficiarios, y muchas familias se han beneficiado de los recortes
para desacreditar la campaña de Enriquc Peñalosa para las elecciones de cn las tarifas del agua. Sin embargo, no estoy seguro de que esros programas
octubre, en parte como un esfuerzo ck: algunas de las empresas de buses de llll11plan el papel trascendental de que habla Sarmicnro.
mantener el statu qua, y, en parte, como un intento oportunista de los parti­ En mi artículo original culpé al estado de la economía nacional por el
darios del metro para recuperar la credibilidad de esta opción de transporte nivd de pobreza. Por lo tanto, la explicación lógica de la disminución en la
inmensamenre costosa. Por supuesto, existen verdaderos problemas con la pohreza local yace en la mejor situación económica nacional. Montcnegro
extensión dc Transmilenio a lo largo de la Carrera 7 a y quizás Mario Noriega (2()06: 10) observa que la proporción de personas que viven en la pohrcza
tiene razón al sugerir que sería mejor construir la siguiente troncal a lo largo t'l1 roda Colombia cayó del 57,0% en 2002 al 47,9%, yen áreas urhanas
de la Avenida Boyad, pero la intensidad de las críticas es injustificada (El dd 50,2% al 42,3% -más o menos la misma magnitud que el cambio en
Tiempo,2007e). Bogotá-. Él atribuye esta mejoría a la caída en h tasa de desempleo, un au­
IIlmto en los salarios y una disminución en la desigualdad (pp. 11-12). Las
Pobreza y desigualdad primeras dos, aunque no la disminución en la desigualdad, probablemente
En mi artículo original observé que la efectividad del milagro bogotano había xplican la disminución en Bogotá también. Después de todo, la ciudad ha
perdido valor por la preocupante incidencia de la pobreza. Aunque el nivel de l'xpcrimentado siete años de crecimiento económico continuo, aunque lento
pobreza conrinúa siendo una gran preocupación, las cifras oficiales recientes (El T iempo, 2007c). Entretanto, el desempleo en Bogotá cayó del 19,2%
sugieren que ha nabido una mejoría sustancial desde el año 2000. La propor­ l'11marLO de 2000 al 11,4% en septiemhre de 2006. Ello significa que el
ción de bogotanos que viven en la pobreza cayó del 46,3% al 28,5% entre Illímero de personas trabajando aumentó de 2.5 millones en marzo de 2000
2000 y 2005 y la de aquellos que viven en la indigencia del 14,0% aI4,5% ( \') 3 % de la población total estimada) a 3.2 millones en septiemhre de 2006
(El Tiempo, 2007c). Las cifras para Bogotá son más confiables en la medida (tl4'Y!. de 1.1 población rotal). Esta ha de ser una parte crítica, aunque insufi-
en que han sido calculadas por el Departamento de Nacional de Planeación y IUllC, de la explicación por la disminución de la pobreza en Bogotá.
no por la administración distrital. Sin embargo, es preocupante que sean tan I.a continuidad en la disminución de la pobreza dependerá del estado
distinras a las cifras anteriores, presenradas en la tabla 2, las cuales provienen clt- la economía distrital y nacional, y la rápida expansión actual parece estar
de la misma fuente gubernamental nacional. Hasta la fecha no he visto una \I\I('nazada por la caída en el precio del dólar, con su probable impacto en
explicación acerca de por qué un conjunto de cifras registra que el 48, 1% de 1.1\ (.;x portaciones de la ciudad, y por las restricciones crecientes impuestas
la población de Bogotá vivía por debajo de la línea de pobreza en 2003 y otro ,.1 ,r(-Jito. Mucho también dependerá de otros dos factores: la llegada de
registra el 38,5%. Aunque no me cabe duda de qlle los ingresos de muchas dnl'l.lI:H!OS y la distribución del ingreso.
familias han sobrepasado la línea de pobreza en los últimos cinco años, y no I\slllllil'IH:lO que sí na habido tan drástica disminución en la pobreza, ésta
cuestiono la dirección del cambio, conservaré mis sospechas sobre las nuevas \ll rprcl1d',:l1Ie dada la llegada continua de tantos desplazados a la ciudad.
cifras hasta ver una explicación. I '.Id", los U HlI jllllOS prohkmas económicos y sociales en el campo, yel hecho
¿Por qllé ha ocmrido esta mejoría? Alfredo Sarmicnto, dd 1) N l~ ha dicho Ih- '1 1Ir 11110\ 100.000 dt"spl:u.,dos han llegado a Bogotá entre 2000 y 2005
~11ll" "la admini!>lral:il'lIl dd alcalde Lllis Fdu;mlCl ( 1.llIl1li Y\lh 11I.,~r.l lllas so­ '\,"11\'," Sm:i.d , J()!llt, la tafd" l'l1 la polm:7<l e, mS pl'dlOSamel1tc alta. Ade­
Ih:1\, 1Il11"11 1r.l!1lj lll ' T\'IIIlIL· ItI"t;ro (.W0 71 t:xplic, p .trl l dr l.. ¡ .• fd.1 ,.., 1.1 poh rc/a
11 1\111'. ')1,." (1'1 11I 11I1'U, .' (H ) \ 111 11.11 1 11 h~ llllIlI (\' th- 1.1 In lllt '1"' 11 " 111.1 cl nlf',II .'(c1 ... I,k 11I 1'.1,·~t'" 1II 'I'l¡ j\ l l"I l
Boco'f.\.: l'ROGRESO, GOBEI(NABll.ID.\D y POilREZA 13t: EN GOB (ER NO U RBA NO: ¿E\'lDF!'CIA 01·. UN.' CrUPAIJ .\I()!)I lO?

señales de que la distribución del ingreso haya mejorado en Bogotá (ver tabla nl\lradón descentralizada en Bogotá: no existe la suficiente experticia para
2). De hecho, la inequidad en la ciudad es preocupante; según El Tiempo nl' lllar el proceso.
(200Gb), el 10% más rico de la población de la ciudad recibe 49 veces más
que el 10% más pobre. s elecciones de 2007
IllIbo IIna larga lista de candidatos para las elecciones para alcalde de octubre
Descentralización lh- .~(){)7. Esta incluía ex alcaldes que se desempeñaron bien, y personas que
Aún no estoy convencido del papel de la descentralización como explicación h,lhian ocupado alros cargos y que difícilmente tendrían un mal desempeño.
de la gobernabilidad. Si bien le ha permitido a Bogotá ya Medellín efectuar 1I,Ihía varios políticos con experiencia, algunos de los wales poseían una re-
transformaciones .ldministrativas, la descentralización continúa demostrando 1'III,Il.i6n de responsabilidad y honestidad, aunque unos pocos tenían posturas
ser ptoblemática en otras ciudades principales. Recientemente, varios alcaldes vilklllemente más populistas. Peñalosa y J\10reno encahezaron las enCllest<lS
han sido suspendidos en Barranquilla, Cali y Villavicencio. l.a situación en 11' po pularidad durante toda la campaña y prohablemente representaban las
Cali se ha deteriorado dehido a ataques de la guerrilla, a una ola de crímenes 1 ~" H k ncias políticas más ,i mportantes hoy en Bogotá, el uribismo y el Polo
continua y a graves problemas con el servicio de rewlección de basura y la 1k mocrático, respectivamente. El triunfo de Moreno fue una indicación
calidad de su administración en general (Posada, 2007a; 2007b). En Barran­ It- 'lile Peñalosa había hecho demasiados enemigos, nunca convenció a los
quilla, cunden las acusaciones de corrupción (Semana, 2006): "No exagera­ 1'"lm:s de que era su amigo yel pueblo temía su relación con el presidente.
mos al decir que empieza a levantarse el telón de uno de los más escandalosos LlIllhirn fue resultado de la buena campaña de Moreno, la potencia del Polo
saq ueos <lue haya conocido el país en su reciente historia" (El Tiempo, 2007a) . 11 d sur de la ciudad y, tal vez, de la popubridad de promesas populistas -la
A su vez, Cartagena sufre una oleada de crímenes y denuncias atrasadas so­ .,""trtlcción de un metro-o
hre la miseria en la cual vive la mayoría de la población (Hommes, 2007; El 1,IlS bogotanos han votado de manera responsable desde la elección un
Tiempo, 2007b). La descentralización ineficaz también afecta la economía de 1,1111' 1 pecllliar (aunque afortunada) de Amanas Mockus en 1995. Pero para­
Bogotá, por cuanto la ciudad subsidia muchas administraciones ineficientes 1"1.1\ se hay. ¿Por qué votaron en 2002 y 2006 por un presidente de derecha,
en el resto del país. 11 2003 Y 2007 por un alcalde de izquierda? Tamhién, en ocasiones no
Si la descentralización del poder y de los recursos del gobierno nacional 11.111 vlltado por personas que quizás merecen su varo, como lo demuestran
hacia el nivell11unicipal ha traído grandes beneficios a Bogotá, el proceso de 1m pl;,imos resultados obtenidos por Peñalosa y Mockus en las elecciones
descentralización dentro de la ciudad continúa siendo muy problemático. IM II.II IH.:nlarias y presidenciales, respectivamente, de 200G. Claramente, debo
Varias personas que entrevisté en 2005 sugirieron que, si bien la corrupción lII"d11 ic.:.lr el {I/rimo renglón de mi artículo original; los grandes logros como
en el Distriw era mucho menos común que en el pasado, con seguridad no l. ,.Idl' tk Bogod rara vez parecen traducirse en éxiro político nacional. Tal
había sido eliminada en las localidades. Un indicio reciente de los problemas ( ;.Ir/llll o Mornlo V;ln a cambiar el record, tal vez no.
locales es que seis de las diecinueve alcaldesas nombradas en 2005 fueron
suspendidas u obligadas a renunciar (El Tiempo, 2006a). Hay que reconocer mdus i(,n
que algunas pueden haher sido acusadas f:tlsal1l~:llll' y 111 rns 'illn cIIlpahles tan 1'11' 111 I. IIII(l. mi ú,I1t.' II\~iltlll l'S ;11'111 nds optimista que en el artículo original.
M'llo ~k 1l1ll·l1Il·lId~.'\" las c()lllplilad .l ~ IlUrlll ¡I.. '111 (' 1'.,,1 ,11111,111 l., ~dlhr:tl.i <Ín de II p"1 lIl'IH 1" ,\lIl "',11I1~ 1 MOll 1I1l dl'Il11'l:~lIl: SlT 1111 blll'n alcalde, suponiendo

l Olllr.IIII". lino, lo\l.1 de pm , í l'_


' 1111 .' ¡"dl\ .,. 11111.11 1.1 .1, 1.a1I1I"d Ile l., .Idmi­ 1"' 1.1 \ ,I ,fl' ,tll,ld,'\ d, I I ,111"1 11 IInIIIl 1111 " ·lIlIlV il'II.1n nI algn nds sl'rio de lo
1'1( h ,.1 11 h 'lI 11 '. 1111 . \. " '1"'" IUll h" I"I' l.' I.'"IJ llllllli,1 1111 .111111 dé 1111 1l'\>('IlI i,IC'
Bo<aYI'.\: PI{()(;IU:SO, C;OB~RN.\HlUDAU y POBREZA Blll~N (;onrr.R.NO l : RB,' ~O; ¿ EVIDEN CIA DE UN ..' CIUDAD MODEI.O ?

giro hacia abajo, o que una repentina ola de violencia envíe más desplazados M"llll'zuma, R. (2005). Análisis de trtinsito)' transporte en Bogotá J990 - 2005. b

a la ciudad, la siruación se ve bien. Por supuesto, Colombia nunca deja de Background paper for project, Fundación Ciudad Humana,

sorprender a quienes somos de afuera o, incluso, a la mayoría de los colom­ 1~,~.lda, F. (2007a). "Cali vive una emergencia sanitaria por las toneladas de

bianos; y, en este caso, espero que Bogotá no vaya a emparejar la reputación basura que inundan sus calles", Semanll, 26 enero.
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"'lli.. ~ l'r:I una manera import'1T1IC por medio de la cual los cOllcejales rnalltcllían Sil apo)'lll'0lílico.
BCV y PDH (Bogotá Cómo vamos) y Programa Nacional de Desarrollo Hu­ II ~ I" 1.1 .1I11('naza de ser sentenciados a penas de prisi",n, la mayoría dc los concejales cvcmuallm:l1tc
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I "".~ calificaciones con Standard and Poors)' con Fitch son mcnos bucnas, pcro aI"ln son dignas
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.Io 1II.'lIl i,)1I (S!iD, 2005).
El Espectador, 12 de marzo. '1 1.1\ cifras son para harrios legalizados, almcllos 95% de los barrios de la ciudad .
., {,~ lllez (2004 : 77) obscrva qlle desdc Sil inauguración en el aiío 2000, 1.27H visiLallll'S
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1'1"1" 'lI ic lI!(~S dc 37 países han visitado ·Ij·ansmilenio. l.os bancos internacionales dl' (1tsarrollo están
dejar sus cargos", El Tiempo, 12 de mayo. .11\ ..11:,III.!olas virtudes dd sistcma}' el alcalde l'eflalosa ha visilado muchos país<:s para dar a co nocer
El Tiempo. (2006b). "Los más ricos tienen un ingreso 49 veces mayor", t1 11 d .. I¡" idad.

1, 'q~lín RogotJ Cómo IlamOJ, el 34'Y.¡ de las familias CIl el 200'; dedararon t¡1I(' algui('fl l'n m
Tiempo, 7 de junio. hll)\.1I h,lhfa sido victilllizado duralllc los últimos doce meses, 1"1 70% de: los crímcn('s tileron asaltos
El Tiempo. (2007a). "El otro carnaval", El Tiempo, 7 de febrero. .. ,"1 ,,1\ ,'n la callc. Igualmente preocupante l'S que el 51'!,o 110 dl'llIIlKió d crillll'n a las all1oridad('s.
1 ·1\ • 1" ,1\ IIds recientes reco piladas por la Cilllara de COlllercio re\'e1all '1uc el 35% de los J.¡ogoranos
El Tiempo. (2007b). "Mil policías metropolitanos, responsables de garantizar
1.. 1.1.11 1 , ido vícrimas }' que el 63% no lo repomí a la policía. L1S Illuertes vio!tntas en los primeros
la seguridad en Cartagena", El Tiempo, 21 de fehrero. 111(0 I II '~''''~ de 2005 1i.letLJn 5,5% más que en c1llli"Tlo periodo de 2004.
El Tiempo. (2007c). "Economía en Bogotá completó 7 anos de crecimiento con­ 1'1Isihlcmenrc esto se IIcve al cxceso: en elltrevisras, varios funciollarios pt'tblicm S(' <!lIej,uon
,1. 1"\,11 ('asi IIn terci o de su tiempo asistiendo a debates del Concejo. MlIchos también se '1uejaroll
tinuo al subir 5,6 por ciento en el 2006", El Tiempo, 15 de marzo. ,l.· '] lI r ,1 los funcionarios públicos se les inician dcmasiad:Ls investigacioncs )' qu e se ven obligados a
El Tiempo. (2007d). "Cali, con alcalde encargado por 6 meses", El Tiempo, 8 ",1\ 11 I1II1\. h" tiell1po defendiéndose contra acusaciones que son con frecucncia falsas y con motiva­

11111. , f1o lhl ~ s,


de mayo.
H 1-11 200e;, 5';'){, de los entrevistados en la cncuesta anual dc Bogotá Cómo vamos dcclararon
El Tiempo. (2007e). "Bogotá requiere de un sistema de transporte integrado y h~ J" I I hU ido ('11 Bogod .

m ul ti m odal" , El Tiempo, 15 de febrero . ., 11" 2.1101 a ¿OO'í . "11111' X}"·',,) XtI";, ,11- los entrcvistados cnla encuesta de Rogotd Cómo Mmos
,"1.
111m 11 01 11 11111' ,~' \" 11 tI,lI 1 1Il '1\'" IIIIJ', 1111"111 il\i n:uios de otra parte del país.
C;("n1(·I.,.J. (2001¡). 7"l1IslIlilmio: lajo.)ltl ti/' RO.(J,0ttÍ. BogoJ.! · 1I . 1I1~lIIik·l\io. 1111 Llv ' II" ' I ~'P IIII '" 1 ,,'11 , .1"101 '1"'111'; 1111(1 gl:ll1 ,wuJ!naci,íll desde el punto mínimo dc 7%
1111 11 11 IH.'S , H. (2007). U( ~anagl.:na: l"IlIT.dilll dI 111 1\1'11,1 Y .111.1111 1111111" ,1-'1 /'it'mpo. ,11 " ... 1¡J, 11,..11101111' 11 .. Intl liL 1 , " , ,1" ~ ítlll" 1 ~ 1.... ,'\O ílu l ll",.k lI a" " tr:ífico asociados. La prcgunta
,,,. 1" ~1·1I"I,I I . (In 1I' , rrl '1 11' 1, '''1 \"11 1 ,,1"1111'1.1('\1111 IIIC' jlll.m ol" " "'III'I.'"ranolo!"
1, 111111\ .' \,
Boc(rr,\: PROGRES1), GOBERNABILlIJ,\l) y I'e I HUJ./:t. BUE,N (;OBIIERNO 1:IH\,\~.Jt): ( (1\'1I1I',I':CL\ DE USA cn :IDAD MODEI.O?

1 1 El cellso en Bogotá se llevó a cabo sólo en noviembre de 200'; )' los resultados no se emrcgaron '" I,rr;í a la ciudad? Paul Bromherg eSl,í menos convencido del compromiso con la con tlinuidad de
sino en mayo de 2007. I,:\II IOS alcaldes recientes: "Quien sí parece tener una vocación continuista es 1\1ockus." Sin cmbargo,
12 bllp://www.bogotl.gov.co/galeria!cifrasdepoblacioncnedaddctrabajo. pdf IIlI lmo él cambió algunas cosas, por ejemplo abolió el sistema de adHlinistraciún y mamenirnicnto
13 Por ejemplo la Emhajada de Estados Unidos advirtió a sus ciudadanos en 2005 no visitar a .1., 1m parques a través de las Cajas de Compensación que l'eñalosa había instanrado y le devolvió la
(:ali debido a la siluación de inseguridad y cual ro de cada cinco alcaldes elegidos en Canagcna desde .lIhllill istracilÍn al1DRU.
1988 han sido suspendidos, un.o de los cuales fue reelegido CIl 2005. 26 El gasto ha permanecido estable desde 1996, cuando se hicieron grand'es recortes al nr'lmero
1,~ El ganlÍ pocos beneficios electorales COIllO resultado de sus logros, posiblemente porque II!- (·mpleados. Corno resultado, la inversión corno proporóón del !'IB d.c la ciudad aumentlí de un
nada apanxió en forma concreta, y file derrolado al imemar regresar a la alcaldía en la.s elecciones I'lIllllcdio de menos de 1% entre 1980 y 1992, a casi 2% entre 1990 y 1998, ha.su 5'% entre 1999 y
de 2003. Sin emhargo, la lIIayoría de quienes conocen el lema reconocen sus logros; "las pequcüas .'1101 (Hernández, 2005: grMico 36).
grandes cosas" de Jeúme Castro, tal y COIllO lo pone l'i'1.ano (2003: 28). Según Bromherg (2003) "l'J 27 Según dos amigos que trabajan en la industria dc las flores, Ecuador ,es ahora alt~ullente
fue, incluso, el inspirador del colltenido de la COllStitución ('11 lo refereute a Bogod y al régimen IIlll11'ctitivo en lérminos de exportaüiones a Estados Unidos.
lerri tori,tI en general." 28 No se sabrá exactamente cuántos hasta la publicación de los resultados del censo en mayo de
J 5 "Los alcaldes allteriorcs a los 'llle se perciben como promotores del cambio, fueron ineficielltes, ' IJO? Los cálculos llegan hasta 500.000.
p0l'ulisras, poliliqueros e, incluso, corruptos" (l'izano, 2003: 181). 29 La empresa .de acueducto tuvo tres dircctores 'e n 20 mescs )' Metrovivienda dos.
16 '''OjaLí yo tcnga eSle mismo aplauso eu cuarro aijos', le dijo emocionado el alcalde entramc 50 Elltrevista con rernando Cepeda UlIoa, agoslo 18 de 2(0).
Carlón al saliellte Mockus, al cerrar la sesión de cualro horas en la que se evalulÍ la gestión qne ter­ 51 Las cifras de población provienen de DA!'!), Subdirección de Desarrollo Soci:,l, cir,ulas en
Illiru" (El Tielllpo, 2003c). " uda r;ky (2003: 228) para 1997 y 200 l. 1.as cifras para otros años fill'ron estimadas por el autor.
17 y de hecho evite, el tipo de presidcTHc populisla que ha arrasado al poder C'n países como j 2 75% de los bogotanos de estratos hajos votaron por C;aI7.ón, comparado con sólo 2')'li, de los
Argemina, Bolivia, Ecuador, PLTÚ y Venezuela. "A pesar de los aciertos y errores, de las ditiudtades ",u .nos altos según la encuesta Rogotd Crímo llamo)' 2005.
para cOlllullicar su idcel de ciudad, Garzón está siendo recouocido COIllO el orro gran líder del país ,H y Mockus file candidato presidencial también en 1997.
después dd presidente Álvaro Uribe" (Semana, 2004). .'i4 Entrevista con Jaime Castro, citada en Pizano (2003: 29)
18 En abril de 199'), Gallul' r"portó que sól,) 15% de sus entrcvistados pcnsahan que las cosas 55 Las junta,s de acción comunal)' asociaciones de padres fueron las formas más altas de partici­
e.staban Illcjorando en Bogot;Í; en diciembrc de 2000, ')7%. Al Illcnus en retrospectiva, ,,1 esd feliz 1'.11 i,íll. 6% de quienes respondieron a ftrl 11 aro 11 que participaball en cada una de ella.s.
de reflexionar acerca dd cambio de su suene despues de haberse aferrado eOIl firmeza al principio de 16 El alcalde Pe'fíalosa (1998-2000) periódicamente consultaha con los municipios vecillos
lllantcneJ las aceras para 1m peatones. (Hnd rigucz, 1998: 11) pero haci;¡ el ¡¡II de su period',J, por ejemplo, prohibilÍ a los huses de Soacha
19 ¡Ninguno de los cU'llcs (en Illi ahora extensa experiencia) habla bien de él! 11I ¡:It· S.Jr a Rogotá y sugirió que los vchículos de lIIunicipios vecinos deberían pagar IIn peaje para
20 Aunqué podría aqjulllcntarsc que muchas pnsonas altamente calificadas trabajaban para estas II III .U a la ciudad.1ambién snS[llVO una discusión animada con el gobernador acerca de las virtudes
entidades anteriormente, aún cllando 110 recibían [an huen pago. ,Ir ull.luir a Soacha en un "área mctropolitana" m<Ís amplia.
21 Sin C1nbargo, varios miembros dd gabinete de Car/.tÍll se (plcjaroll en entrC\'ista\ acerca de la .17 LJu proyecto de ley se discutió sin éxito en el Congreso (El Tiempo, 2005h).
canridad de tiempo que se vcÍan obligados a gastar en el Concejo detendielldo sus políticas. Además,
existe un sentimielllo crecienre de que el contralor y c1persollero, ambos nombrados por el Concejo,
han tendido a aCluar de manera politiquera frente a quienes ocupan los cargos.
22 La culpa por el declive de las principales entide¡des descentralizadas se atribuye en ocasiones
a Aníbal Fcrnández de Soto. En 1974 él persuadió al Consejo de Estado de que permitiera que el
alcalde nombrara a los gerentes de las empresas en vez de los consejos directivos. Corno resultado,
más y más jefes de elltidades se consideraron nomhramicnlDs polfticos, )', en retrospectiva, algunos
de los nombramientos ciertdtllellte fueron errores de juicio.
2:3 Las elllidades que existían o que proporcionaron datos para todo el periodo incluyen las oficinas
de l'resupuesro, ACCión Comunal, Bienestar Social, Planeación, las empresas de Agua y Electricidad,
los institutos de Cultura y 'lirrismo, Recreación y Deportes, y Desarrollo Urhano, y las secretarías
de Educación, Hacienda, y Salud. 1rónicamellte, la bnpresa de Acueducto ha tenido periodos de
mandato mucho más cortos en el periodo más reciente. La diterencia cntre los dos periodos sería más
marcada a no ser por el sustancial incretllcl1lo en la rotación que ha caracterizado a la administración
de GarzÓIl, los jefes de varias inslÍlucioncs críticas de la ciudad (como acueductu y sal!ld) han camhiado
varias veces ell los 1·!lrinHl.s dm a1105.
l ·! Sin ,'111 11,111;11, !lila I'lT\lm <l lon aer elo IJI i\'il ~gi.ld o dijo ' lll'~ ,",h, 1'''\ 1111 1 :· rl "lIt.~ lk·uo dc :"­
luid". ,· . III lt· 1, 1<1'",1.11 •.11 1 , l 1'1'11 .\0\,1
'''ir, ,lu,1,1 II lt' lI111 flltl 11' 1111 ' 1111 " li llllll,utlu, l 'tll I.ld"I'''I II1,lI i\ 1,, 1,1. l." " " l... ,,'I III'" II"' !lit llll'
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