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CONTENIDO
RESUMEN
1. INTRODUCCION
3. DEFINICIONES GENERALES
9. EDUCACION
10. RIESGO VOLCANICO
11. CONCLUSIONES
12. DISCUSION
13. BIBLIOGRAFIA
FIGURAS Y TABLAS
Colombia cuenta con varios volcanes considerados potencialmente activos que pueden, en
un futuro, afectar áreas pobladas y con desarrollo económico. Algunos de estos volcanes
cuentan con estudios preliminares de amenaza que deben ser revisados y actualizados y
exciten otros volcanes de los que no se tiene ningún tipo de información, y los cuales deben
ser objeto de estudios geológicos básicos con el fin de definir su grado de actividad y si es
necesario, el de la evaluación de sus amenazas.
Con el fin de prevenir desastres y como una estrategia de mitigación de riesgos volcánicos,
el primer paso a darse es la identificación de las amenazas asociadas a un volcán
determinado y la elaboración del mapa de amenaza volcánica.
La evaluación de la amenaza volcánica que representan estos volcanes para una región y la
elaboración y actualización de los respectivos mapas de amenaza, debe basarse en
investigaciones sobre:
Debido a ciertas ambigüedades que han sido detectadas en los actuales mapas de amenaza,
que llevan a un malentendimiento y la no adecuada utilización de los mismos, se revisan los
conceptos tenidos en cuenta para su elaboración, proponiendo una modificación en la
presentación de los mismos y una discusión de los pasos tenidos en cuenta para llegar a
ellos, así como su importancia.
Los mapas de amenazas deben ser entonces representaciones simples que muestran las
áreas que podrían ser afectadas por diferentes fenómenos que pueden ocurrir en el
transcurso de una erupción, mostrando las características de los mismos. Un mapa de
amenaza no muestra, necesariamente, el área exacta que puede ser afectada por la erupción
más próxima de un volcán, estas pueden estar incluidas dentro de las áreas delimitadas en el
mapa; por esta razón, el mapa de amenaza volcánica es, ante todo, una herramienta básica
para el ordenamiento territorial, y deben elaborarse con suficiente anterioridad al
advenimiento de una crisis volcánica.
1. INTRODUCCION
Como es anotado en varios trabajos, los desastres provocados por las erupciones volcánicas
ocurren con menos frecuencia en una región, comparados con eventos desastrosos1 de otro
tipo; por esta razón los desastres ocurridos por causa de las erupciones volcánicas son
olvidados fácilmente. Sinembargo, una erupción volcánica desastrosa puede causar, en
poco tiempo, grandes perdidas humanas, económicas e impacto ambiental que inciden
negativamente en el desarrollo de una nación, aún mas si se trata de un país
subdesarrollado.
La mejor manera de mitigar los efectos de una erupción volcánica es teniendo con
anterioridad un plan integrado de riesgo volcánico, el cual tiene como base fundamental la
evaluación de la amenaza volcánica que constituye un volcán determinado.
La posición tectónica de Colombia, hace de este un país con gran actividad volcánica
producto de la interacción de las placas de Nazca y Sur América; los volcanes reconocidos
como activos se concentran a lo largo de la cordillera Central y, hacia el sur, en la
depresión Cauca Patía y Cordillera occidental (Figura 1). Debido a la fertilidad de los
suelos derivados de la actividad volcánica, se asienta una gran población en los alrededores
de los centros volcánicos, a pesar de la amenaza que ellos representan para sus áreas de
influencia. La probabilidad de ocurrencia de erupciones en un futuro es alta y el impacto
puede ser grande y por lo tanto el riesgo no debe ser ignorado. Cuando ocurrirá la próxima
erupción en un volcán no puede ser aún determinado, pero si se puede establecer con
anterioridad sus efectos probables, de tal manera que se puedan tener en cuenta para los
planes de manejo territorial, desarrollo sostenible y "planificar" las crisis volcánicas para
obtener una mejor respuesta a las emergencias, mediante preparación, educación y planes
de recuperación.
Con la catástrofe provocada por la erupción del volcán Nevado del Ruiz en 1985, el
gobierno nacional vio la necesidad de contar con los mapas de amenaza volcánica de los
volcanes activos de Colombia, que sirvieran como base para la elaboración de planes para
la reducción de los efectos de las erupciones volcánicas sobre la población, economía y
bienes en las áreas aledañas a estos. Es así como mediante decreto 3815 del 28 de
diciembre de 1985, el gobierno nacional asignó al INGEOMINAS las funciones de estudio
de toda clase de riesgos geológicos en el territorio nacional. El objetivo de las
investigaciones y monitoreo de los volcanes y la preparación de los mapas de amenaza
volcánica de los volcanes considerados activos, es proveer las bases necesarias para el
planteamiento de programas que lleven a la reducción de pérdidas de vida, propiedad y
recursos naturales que pueden ser ocasionadas por una erupción volcánica. Para cumplir
con este objetivo INGEOMINAS, cuenta con tres observatorios vulcanológicos donde se
llevan a cabo las investigaciones de la mayoría de los volcanes considerados activos en
1Entendiendose como evento desastroso: "La manifestación de una interacción entre fenómenos físicos o
naturales extremos con un grupo humano vulnerable, cuyo resultado es conmosión general, destrucción,
perdidas de vida, de medios de sustento y personas heridas (O`Keefe and Westgate, 1976. En: Tilling and
Punongbayan,1993).
Colombia, el monitoreo de algunos de estos volcanes y el establecimiento de las amenazas
volcánicas.
Un primer borrador de la guía estuvo a cargo de la geóloga Maria Luisa Monsalve, el cual
fue ampliamente discutido por el grupo de geovulcanología del INGEOMINAS, integrado
por los geólogos Hector Cepeda (Jefe de proyecto de amenaza y riesgo volcánico), Marta
Lucia Calvache, Maria Patricia Torres, Bernardo Pulgarín, Alberto Nuñez, Ricardo
Méndez, Gloria Patricia Cortes, Fernando Muñoz, Alvaro Pablo Acevedo y el ingeniero
Edgar Rodríguez (subdirector del área de Ingeniería Geoambiental). Especial énfasis se
hizo en la elaboración del mapa de amenaza volcánica, ya que él constituye el documento
final a ser entregado y utilizado por las autoridades competentes como base para la
elaboración de planes de desarrollo, contingencia, vigilancia y educación para reducir los
efectos de las amenazas volcánicas.
2. ESTUDIOS ANTERIORES Y TRABAJOS RELACIONADOS
"Los peligros volcánicos" son las notas de un curso breve coorganizado por Tilling and
Punongbayan (1993), donde se presentan artículos relacionados con los peligros volcánicos,
zonificación de los peligros, la vigilancia volcánica y la respuesta de la comunidad
científica y el público.
"Volcanic Hazard, a sourcebook on the effects of eruptions" por Blong, (1984), es una
referencia importante donde, tomados de casos históricos se analizan los efectos de los
diferentes fenómenos volcánicos.
1985 - Primera actualización: Mapa preliminar de amenaza volcánica del Nevado del Ruiz.
Cepeda y otros (1985).
1986 - Mapa Preliminar de riesgos(*) volcánicos potenciales del Nevado del Huila.
Cepeda y otros (1986).
(*) Igual que para el Ruiz.
1988 - Mapa preliminar de amenaza volcánica potencial del Complejo volcánico del
Cumbal
Monsalve, M. L. y Méndez, R. A. (1988).
1997 - Mapa preliminar de amenaza volcánica del volcán Galeras (3a versión).
INGEOMINAS.
Dada la importancia que tienen las definiciones sobre amenaza, riesgo y temas relacionados
dentro del contexto de la evaluación de la amenaza volcánica, se enumera a continuación
algunas definiciones incluyendo las que se han tenido en cuenta en Colombia aplicado a las
amenazas y riesgos volcánicos.
Cardona, O. D., (1992 y 1996) presenta las siguientes definiciones, algunas de las cuales
son adoptadas de UNDRO, 1979.
AMENAZA O PELIGRO
Probabilidad de ocurrencia de un evento potencialmente desastroso durante cierto periodo de
tiempo en un sitio dado.
VULNERABILIDAD
Grado de perdida de un elemento o grupo de elementos bajo riesgo, resultado de la probable
ocurrencia de un evento desastroso, expresada en una escala desde 0 o sin daño a 10 o perdida
total.
RIESGO ACEPTABLE
Valor admisible de probabilidad de consecuencias sociales y económicas que a juicio de las
autoridades que regulan este tipo de decisiones se considera lo suficientemente bajo para
permitir su uso en la planificación física, la formulación de requerimientos de calidad de los
elementos expuestos o para fijar políticas socioeconómicas afines.
Cardona 1992 indica que la diferencia fundamental entre la amenaza y el riesgo está, en que la
amenaza está relacionada con la probabilidad de que se manifieste un evento natural o
provocado, mientras que el riesgo está relacionado no sólo con el grado de exposición de los
elementos sometidos sino con la vulnerabilidad que tienen dichos elementos a ser afectados
por el evento.
Igualmente indica que se debe diferenciar la amenaza del evento que la caracteriza, puesto
que la amenaza significa la potencial ocurrencia de un evento con cierto grado de
severidad, mientras que el evento en sí mismo representa al fenómeno en términos de sus
características, su dimensión y ubicación geográfica.
Para este autor es importante diferenciar entre un “evento posible” y un “evento probable”
puesto que el primero se refiere a un fenómeno que pueda suceder o que es factible,
mientras que el segundo se refiere a un fenómeno esperado, debido a que existen razones o
argumentos técnicos – científicos para creer que ocurrirá o se verificará en un tiempo
determinado.
Parra y Cepeda, 1996, citan algunas definiciones dentro del contexto de la amenaza
volcánica, también algunas de ellas refiriéndose a la UNDRO:
El riesgo volcánico es algunas veces clasificado tanto como a corto o largo término,
dependiendo del intervalo promedio entre la ocurrencia de varios tipos de eventos
volcánicos. Ej. caídas frecuentes de ceniza y raro colapso de edificios volcánicos.
Muñoz (1999), presenta varias definiciones y discusión referentes a las definiciones sobre
amenaza y riesgo:
...One connotational definition of hazard that takes into account this consideration is that
HAZARD is the agent (ej.: chemical, physical, biological, human, etc.) set of conditions, or
events that have the potential to cause harm (Kolluru, 1996; Pitbado, 1996, en Muñoz, en
elaboración), in a given context.
VOLCANIC HAZARD can be difined as the set of volcanic conditions or events that
have the potential to cause a negative (or positive) impact on certain area or context”.
Evento, condicion o agente que tiene el potencial de causar daño en un contexto dado.
RIESGO VOLCANICO: Condición que se deriva de la consideración de un impacto de
un evento dado en un contexto dado.
Blong, 1996, hace observaciones acerca de las ambigüedades entre las definiciones de
amenazas, donde a veces se refiere a las características físicas de una erupción y otras veces
a los efectos de las erupciones sobre los humanos, sus posesiones y actividades, y sugiere
seguir a la UNESCO, donde "HAZARDS rereferring to the physical event produced by an
eruption. (AMENAZA se refiere al evento físico producido por una erupción).
VOLCANIC RISK is a wider concept that should also include a measure of the possible
adverse effects of the phenomenon on specific areas around the threatening volcano.
(RIESGO VOLCANICO es un concepto más amplio que también incluye una medida de
los posibles efectos adversos de los fenómenos sobre áreas específicas alrededor de un
volcán amenazante).
DESASTRES NATURALES
Son fenómenos catastróficos asociados a eventos naturales, de consecuencias sociales,
ecológicas económicas y físicas, que superan la posibilidad de respuesta de una comunidad
en un determinado momento y lugar.
AMENAZA.
Dentro de un territorio y de un periodo dados, la amenaza es la magnitud probable esperada
de un fenómeno de origen natural, tecnológico o humano que, por su potencial destructivo,
es peligroso para la población, para la economía o para el ambiente.
A = PM x SM x D
La energía potencial está controlada de una parte, por propiedades internas tales como el
volumen de la masa comprometida, la fragilidad de sus elementos componentes y la
resistencia interna remanente después del evento; de otra parte, por factores externos tales
como la posición relativa de dicha masa con respectos a los elementos amenazados y que,
en el desencadenamiento del fenómeno contribuye a potenciar o disminuir la energía
vinculada a esa masa.
LA SUSCEPTIBILIDAD está controlada por valores intrínsecos como los elementos que
componen esa masa, los esfuerzos a los que están sometidos dichos elementos y el estado
de equilibrio de su estructura interna.
CRISIS VOLCANICA, Según Johnston and Houghton, 1995, es el periodo total durante
el cual un riesgo significante ocurre en un volcán. Ella puede ser un intervalo de tiempo el
cual comienza cuando la actividad precursora es primero observada, y se extiende a través
de la erupción y frecuentemente por un periodo de meses a años después.
Por otra parte, Scott et al, 1995, anota: "...Volcanologist refer to a "VOLCANIC
CRISIS" as the whole realm of events concerned with the awakening of a volcano, the
build up to an eruption (or closely - spaced sequence of eruptions) and the aftermath as the
environmental recovers.
A unique feature of volcanic crises is each eruption has a far wider range of possible
outcomes. each in turn with a characteristic range of threats to life and property. Volcanic
crises have several major differences when compared to other regional or national natural
disasters.
Una característica única de las crisis volcánicas es que cada una de las erupciones tiene un
amplio rango de posibilidades de consecuencias. Cada una en su turno con un rango
característico de efectos a la vida y propiedad. Las crisis volcánicas tienen varias
diferencias mayores cuando se comparan con otros desastres naturales regionales o
nacionales". Aquí el hace referencia a que a diferencia de otros fenómenos naturales como
los sismos y las avalanchas, las erupciones volcánicas pueden ser "predichas" con algún
tiempo de anticipación, siempre y cuando se tengan sistemas de monitoreo adecuados que
permitan el reconocimiento del advenimiento de una crisis volcánica.
Los volcanes considerados activos son aquellos que presentan alguno (s) de los siguientes
signos:
- Edificio morfológicamente bien conservado, por lo tanto depósitos asociados con edades
menores a los 10.000 años.
Como un paso anterior a la evaluación de las amenazas volcánicas se deben identificar los
volcanes activos en el territorio, ya que estos son los que tienen la probabilidad de hacer
erupción en un futuro. Con el fin de mitigar las amenazas que representan las erupciones en
el momento de la reactivación de un volcán, se debe contar con anterioridad con la
evaluación de las amenazas y en lo posible del riesgo. Esto no siempre es posible en países
donde hay muchos volcanes, sobre todo si se trata de países en vía de desarrollo, donde no
siempre se tienen los recursos necesarios para llevar a cabo el tipo de estudios requeridos.
Por esta razón se deben establecer prioridades tratando de estudiar primero los volcanes
considerados más peligrosos, teniendo en cuenta para su priorización (Tilling and
Punongbayan, 1993):
Los volcanes Nevado del Ruiz y Galeras son prioritarios en su estudio y monitoreo debido
a su reactivación en 1984 y 1989 respectivamente. Desafortunadamente, por no contar con
anterioridad con una red básica de vigilancia, no se tiene conocimiento de su patrón base de
comportamiento, y como no se tiene conocimiento de cuanto puede durar sus periodos
eruptivos, es necesario mantener la vigilancia sobre ellos. Se sabe muy poco sobre los
periodos eruptivos que puedan tener los volcanes, datos en volcanes con actividad reciente
como son Monte Santa Helena (USA), Santa Maria (Guatemala) y Bezymiann
(Kamchatka), han mostrado periodos eruptivos de 60, 25 y 26 años, donde presentan
actividad explosiva intermitente antes de quedar de nuevo en reposo ( Scott, 1984).
La tabla 1 resume el conocimiento que se tiene sobre la estratigrafía en los últimos 10.000
años de los volcanes considerados activos. (Modificado de Scott 1984, para volcanes en U.
S. A.).
Algunos volcanes son considerados como inactivos, y hay muchos que no cuentan aún con
estudios básicos, que permitan considerarlos en alguna de estas categorías y posiblemente
existan muchos mas de los cuales no se tiene ningún conocimiento. Pocos datos que se
tienen de otros volcanes podrían indicar algún tipo de actividad y por lo tanto ameritarían
un estudio básico para determinar si son activos o no. Estos son:
- Maar de San Diego: presencia de fuentes termales y posible actividad < 10.000 años
(Toro, 1991).
- Nevado del Cisne, Nevado del Quíndio y Paramillo de Santa Rosa, de los cuales podrían
provenir algunas de las señales sísmicas registradas en la red de sismógrafos instalada en el
complejo volcánico Cerro Bravo - Machín, sinembargo, estos volcanes cuentan con muy
pocos estudios geológicos y el diseño de la red no permite una localización muy precisa
para los sismos localizados entre los volcanes Ruiz y Tolima, de tal manera que se le pueda
atribuir específicamente a algunos de ellos la actividad sísmica (Acevedo, comunicación
oral). Por otra parte, entre los volcanes Santa Isabel y Quindío, se encuentran una serie de
pequeños volcanes que por su morfología bien conservada podrían ser activos. Al parecer
estos volcanes corresponderían a los denominados por CHEC (1983), al Cerro Arenero y
Domos de Alsacia, los cuales formarían parte de la estructura caldérica Cerro España, y que
INGEOMINAS - CARDER (1993) consideran como parte del complejo de domos de
Santa Isabel.
- Cerca al volcán Sotará, se han identificado varios edificios volcánicos, los cuales se han
incluido bajo el nombre de complejo volcánico de Sotará (Torres el al 1999): San Alfredo,
Sucubún, Cerro Gordo, Cerro Negro, Azafatudo, algunos de los cuales por su morfología
bien conservada podrían presentar depósitos con edades < a 10.000 años (actividad
postglaciar), estas estructuras volcánicas son mencionadas de una manera muy general en
estudios geológicos regionales (Orrego,1993) y al parecer existe confusión en la
localización y su denominación.
- Volcanes Petacas y De las Animas los cuales son considerados como activos dentro del
catalogo de la Smithsonian (Simkin and Siebert, 1994), e identificados con códigos
internacionales. En esta zona también se han reportado fuentes termales Royo y Gomez
(1941).
- Volcanes reportados por Ceballos y otros (1993) como activos latentes, localizados en
los departamentos de Nariño y Putumayo: Sibundoy, Mujundinoy, Cerro Estero,
Patascoy de Putumayo, Patascoy de Santa Lucia y Guamés. Se debe anotar que la
nomenclatura de estos volcanes no es clara, pero se debe tener en cuenta que en el valle
del Sibundoy existen fuentes termales importantes (Termales de Santiago y Colón), que
seguramente son muestra de la actividad de alguno de estos volcanes (Andrés Arcila,
comunicación oral).
- Por último, estos mismos autores reportan como activos latentes dos de una serie de
volcanes (conos basálticos) de tipo alcalino que se encuentran en el valle medio del
Magdalena: San José de Isnos y San Agustín. De estos volcanes alcalinos se tiene muy
poca información.
Yokoyama et al, 1984 (En: Tilling and Punongbayan, 1993), han intentado la
identificación de los volcanes más peligrosos, estableciendo una tabla donde se combinan
factores de amenaza y riesgo. Con esta tabla ellos consideraron, de los 500 volcanes con
actividad histórica, 80 como los más peligrosos, cuyo puntaje total fue de 10 o mas. Esta
tabla tiene sus limitaciones debidas principalmente a la carencia de datos sobre todo de tipo
geológico. Un ejemplo de estas limitaciones es la no-inclusión dentro de los 80 volcanes,
al Nevado del Ruiz, el cual causó uno de los peores desastres volcánicos de este siglo
(Tilling and Punongbayan, 1993).
GRADO DE RIESGO
1 - Población bajo riesgo > 100 1
2 - Población bajo riesgo > 1.000 1
3 - Población bajo riesgo > 10.000 1
4 - Población bajo riesgo > 100.000 1
5 - Población bajo riesgo > 1'000.000 0
6 - Hubo víctimas en tiempos históricos ?
7 - Se ha evacuado la zona debido a erupción (es) en tiempos históricos 0
PUNTAJE TOTAL 11
GRADO DE RIESGO
1 - Población bajo riesgo > 100 1
2 - Población bajo riesgo > 1.000 1
3 - Población bajo riesgo > 10.000 1
4 - Población bajo riesgo > 100.000 1
5 - Población bajo riesgo > 1'000.000 0
6 - Hubo víctimas en tiempos históricos 1
7 - Se ha evacuado la zona debido a erupción (es) en tiempos históricos 1
PUNTAJE TOTAL 14
GRADO DE RIESGO
1 - Población bajo riesgo > 100 1
2 - Población bajo riesgo > 1.000 1
3 - Población bajo riesgo > 10.000 ?
4 - Población bajo riesgo > 100.000 ?
5 - Población bajo riesgo > 1'000.000 0
6 - Hubo víctimas en tiempos históricos 0
7 - Se ha evacuado la zona debido a erupción (es) en tiempos históricos 0
GRADO DE RIESGO
1 - Población bajo riesgo > 100 1
2 - Población bajo riesgo > 1.000 1
3 - Población bajo riesgo > 10.000 1
4 - Población bajo riesgo > 100.000 1
5 - Población bajo riesgo > 1'000.000 ?
6 - Hubo víctimas en tiempos históricos ?
7 - Se ha evacuado la zona debido a erupción (es) en tiempos históricos ?
PUNTAJE TOTAL 11
GRADO DE RIESGO
1 - Población bajo riesgo > 100 1
2 - Población bajo riesgo > 1.000 1
3 - Población bajo riesgo > 10.000 1
4 - Población bajo riesgo > 100.000 1
5 - Población bajo riesgo > 1'000.000 ?
6 - Hubo víctimas en tiempos históricos ?
7 - Se ha evacuado la zona debido a erupción (es) en tiempos históricos 0
PUNTAJE TOTAL 10
GRADO DE RIESGO
1 - Población bajo riesgo > 100 1
2 - Población bajo riesgo > 1.000 1
3 - Población bajo riesgo > 10.000 1
4 - Población bajo riesgo > 100.000 ?
5 - Población bajo riesgo > 1'000.000 0
6 - Hubo víctimas en tiempos históricos 0
7 - Se ha evacuado la zona debido a erupción (es) en tiempos históricos 0
GRADO DE RIESGO
1 - Población bajo riesgo > 100 1
2 - Población bajo riesgo > 1.000 1
3 - Población bajo riesgo > 10.000 1
4 - Población bajo riesgo > 100.000 0
5 - Población bajo riesgo > 1'000.000 0
6 - Hubo víctimas en tiempos históricos 1
7 - Se ha evacuado la zona debido a erupción (es) en tiempos históricos 1* Posiblemente
PUNTAJE TOTAL 12
GRADO DE RIESGO
1 - Población bajo riesgo > 100 1
2 - Población bajo riesgo > 1.000 1
3 - Población bajo riesgo > 10.000 1
4 - Población bajo riesgo > 100.000 0
5 - Población bajo riesgo > 1'000.000 0
6 - Hubo víctimas en tiempos históricos 0
7 - Se ha evacuado la zona debido a erupción (es) en tiempos históricos 0
PUNTAJE TOTAL 6
Evaluación de la amenaza:
Vigilancia: Red de sismógrafos telemétricos de la Cadena volcánica de los Coconucos. Muestreo de fuentes
termales.
Referencias bibliográficas: Monsalve y Pulgarín, 1999.
Observaciones: Buen conocimiento básico vulcanológico. Faltan estudios geológicos detallados.
TABLA 8c: CADENA VOLCANICA DE LOS COCONUCOS: SEGMENTO
CON CARACTERISTICAS EFUSIVAS
GRADO DE RIESGO
1 - Población bajo riesgo > 100 1
2 - Población bajo riesgo > 1.000 1
3 - Población bajo riesgo > 10.000 1
4 - Población bajo riesgo > 100.000 0
5 - Población bajo riesgo > 1'000.000 0
6 - Hubo víctimas en tiempos históricos 0
7 - Se ha evacuado la zona debido a erupción (es) en tiempos históricos 0
PUNTAJE TOTAL 5
GRADO DE RIESGO
1 - Población bajo riesgo > 100 1
2 - Población bajo riesgo > 1.000 1
3 - Población bajo riesgo > 10.000 1
4 - Población bajo riesgo > 100.000 ?
5 - Población bajo riesgo > 1'000.000 0
6 - Hubo víctimas en tiempos históricos 0
7 - Se ha evacuado la zona debido a erupción (es) en tiempos históricos 0
PUNTAJE TOTAL 7
GRADO DE RIESGO
1 - Población bajo riesgo > 100 1
2 - Población bajo riesgo > 1.000 1
3 - Población bajo riesgo > 10.000 1
4 - Población bajo riesgo > 100.000 ?
5 - Población bajo riesgo > 1'000.000 0
6 - Hubo víctimas en tiempos históricos 1
7 - Se ha evacuado la zona debido a erupción (es) en tiempos históricos 1* Posiblemente
PUNTAJE TOTAL 10
GRADO DE RIESGO
1 - Población bajo riesgo > 100 1
2 - Población bajo riesgo > 1.000 1
3 - Población bajo riesgo > 10.000 1
4 - Población bajo riesgo > 100.000 1
5 - Población bajo riesgo > 1'000.000 0
6 - Hubo víctimas en tiempos históricos 1
7 - Se ha evacuado la zona debido a erupción (es) en tiempos históricos 1
PUNTAJE TOTAL 12
GRADO DE RIESGO
1 - Población bajo riesgo > 100 1
2 - Población bajo riesgo > 1.000 1
3 - Población bajo riesgo > 10.000 1
4 - Población bajo riesgo > 100.000 1
5 - Población bajo riesgo > 1'000.000 0
6 - Hubo víctimas en tiempos históricos 0
7 - Se ha evacuado la zona debido a erupción (es) en tiempos históricos 0
PUNTAJE TOTAL 8
GRADO DE RIESGO
1 - Población bajo riesgo > 100 1
2 - Población bajo riesgo > 1.000 1
3 - Población bajo riesgo > 10.000 1
4 - Población bajo riesgo > 100.000 0
5 - Población bajo riesgo > 1'000.000 0
6 - Hubo víctimas en tiempos históricos ?
7 - Se ha evacuado la zona debido a erupción (es) en tiempos históricos 0
PUNTAJE TOTAL 8
GRADO DE RIESGO
1 - Población bajo riesgo > 100 1
2 - Población bajo riesgo > 1.000 1
3 - Población bajo riesgo > 10.000 1
4 - Población bajo riesgo > 100.000 0
5 - Población bajo riesgo > 1'000.000 0
6 - Hubo víctimas en tiempos históricos ?
7 - Se ha evacuado la zona debido a erupción (es) en tiempos históricos 0
PUNTAJE TOTAL 7
Como se observa de las anteriores tablas, para priorizar los volcanes que representan un
mayor peligro, es necesario contar con algunos datos básicos vulcanológicos, los cuales no
siempre se tienen. Sinembargo, teniendo en cuenta que los estudios vulcanológicos en el
país comenzaron hace relativamente poco tiempo (después de la reactivación del volcán
Nevado del Ruiz), el INGEOMINAS a través de sus observatorios vulcanológicos ha
realizado una importante labor donde los proyectos de elaboración de mapas de amenaza
volcánica se han llevado a cabo de una manera continua. Es así como actualmente se cuenta
con los conocimientos básicos de muchas áreas volcánicas, y con los mapas preliminares de
amenaza volcánica potencial de varios de los volcanes, entre ellos de la mayoría que según
las tablas anteriores serían considerados muy peligrosos en Colombia.
Una vez identificados los volcanes y áreas volcánicas que pueden hacer erupciones en el
futuro, las amenazas volcánicas se establecen para determinar la clase, magnitud y
frecuencia de tales posibles erupciones y para delinear las áreas que pueden llegar a estar
afectadas por los diferentes fenómenos que pueden ocurrir durante o después de una
erupción.
Para seguir los lineamientos necesarios para el establecimiento de las amenazas volcánicas
y la preparación de los mapas resultantes, se toma como base la definición de amenaza
volcánica adoptada por et al (1984), en el libro, "source book for volcanic hazard
zonation": "AMENAZA VOLCANICA" se refiere a un evento volcánico potencialmente
peligroso o destructivo (...".the term "volcanic hazards" refers to a potentially damaging or
destructive volcanic event").
El estudio de las amenazas geológicas es necesario para entender mejor los procesos físicos
que los causan; este entendimiento permitirá trazar metodologías para reducir las perdidas
cuando estas amenazas ocurren en el futuro (W.W. Hays, 1981). El establecimiento de
amenazas volcánicas es un esfuerzo relativamente nuevo. Hay muy pocas reglas o métodos
unificados de análisis y por lo tanto poco acuerdo de cómo las amenazas deben ser
representadas sobre los mapas.
Las investigaciones que se deben realizar con el fin de llegar al establecimiento de las
amenazas volcánicas en el territorio incluyen:
Estudios vulcanológicos, con el fin de reconstruir la historia eruptiva del volcán para
determinar el tipo de fenómenos que pueden afectar un área en erupciones futuras y tener una
aproximación de la frecuencia eruptiva del volcán. Para la evaluación de la amenaza volcánica
en Colombia, los estudios vulcanológicos se llevarán a cabo en dos pasos: estudios
vulcanológicos generales (a semidetallos), y estudios vulcanológicos detallados.
Los volcanes potencialmente activos deben contar con una red de vigilancia volcánica, la cual
arrojará datos complementarios y fundamentales para llevar a cabo investigaciones, con el fin
de tratar de entender y llegar a conocer patrones de comportamiento de los volcanes cuya
alteración indicarán la reactivación y el comienzo de una crisis volcánica. Además, las
investigaciones de los diferentes parámetros con los que se vigilan los volcanes arrojan
datos importantes para el entendimiento del vulcanismo y de los procesos de generación de
los fenómenos volcánicos.
Sinembargo los volcanes no hacen erupción con igual frecuencia ni estas son de igual
duración e intensidad, ni generan siempre el mismo tipo de productos. Es así como las
investigaciones geovulcanológicas, a la par, con la vigilancia de los volcanes e
investigación de los procesos volcánicos permitirá aproximarse a una certera apreciación de
la amenaza volcánica, la cual es la base fundamental para la implementación de un
programa integrado de riesgo volcánico, el cual, al tenerlo con anterioridad, constituye la
mejor manera de afrontar y mitigar los efectos de los fenómenos desencadenados por una
erupción volcánica.
Como es anotado por Muñoz (En preparación) "...Frecuentemente no se reconoce que las
amenazas y el riesgo no solamente se obtienen de las estadísticas, sino también del
entendimiento de los procesos que toman lugar en su construcción. Así, por ejemplo, en
adición a la identificación, descripción y entendimiento de características tales como
tamaño, frecuencia, geometría etc. El estudio de las amenazas están también relacionados al
entendimiento de la génesis del fenómeno amenazante (Ej. erupciones volcánicas)."
..."Often do no recognize that hazard and risk are not only about statistics but also about
the understanding of the processes that take place in their construction. Thus, for example
in addition to the identification, description and understanding of characteristics such a size
frequency, geometría etc. The study of hazard is also related to the understanding of the
genesis of the “hazardous agent” (ej.: volcanic eruptions)".
Los registros históricos de la actividad volcánica y de su estado actual, son datos muy
importantes para la evaluación de la amenaza volcánica potencial ya que brindan
conocimiento sobre las erupciones (duración, fenómenos que tuvieron lugar) y sobre los
efectos de los fenómenos sobre las áreas afectadas por ellos. Sin embargo, en algunos
casos el registro histórico es muy corto (como el caso de Colombia que abarca solo unos
500 años), o las descripciones fueron transmitidas en forma verbal durante generaciones y
en la mayoría de los casos fueron realizados por personas con poco conocimiento de los
fenómenos volcánicos, lo que lleva a veces a una confusión del fenómeno mismo y de los
depósitos generados, por lo cual esta información es difícil de interpretar. En épocas mas
recientes, descripciones de erupciones llevadas a cabo por vulcanólogos han incrementado
el conocimiento de los procesos volcánicos.
Con los estudios geológicos generales y el análisis del registro de las erupciones históricas
se tendrá una primera idea de la historia eruptiva del volcán, con base a la cual se
establecerá el lapso de tiempo que se tendrá en cuenta para llevar a cabo estudios
vulcanológicos mas detallados y el cual se tomará como marco de referencia para la
evaluación de la amenaza y la elaboración del mapa. En Colombia normalmente se toma un
lapso de historia del volcán de 10.000 años aproximadamente, ya que el registro geológico
anterior dejados por los depósitos piroclásticos, generalmente se encuentra erosionado por
fenómenos glaciares, y al no incluirlos dentro de la interpretación de la historia eruptiva de
un volcán puede llevar a que estas interpretaciones sean erróneas.
Dentro de los estudios detallados se tratará de identificar los depósitos descritos o inferidos
de los descritos en los registros sobre erupciones históricas.
- Volúmenes de los depósitos que conforman las diferentes erupciones, teniendo como base
la cartografía geológica o mapas de distribución de productos y los datos sobre espesores.
Para calcular el volumen de los piroclastos de caída se elaborarán mapas de isópacas, los
cuales también mostraran el foco de emisión para una erupción determinada.
Para los productos piroclásticos se determinaran los tipos de erupciones con análisis con los
cuales se identificará el tipo de depósito y mecanismos de transporte; y mediante análisis
petrográficos y geoquímicos se determinará la composición y variaciones de los diferentes
productos.
Para los piroclastos de caída, con los mapas de isópacas se determinará la dispersión de los
depósitos lo que a su vez dará información sobre el tipo de erupción. Con la medida, en
campo, del promedio máximo de fragmentos vesiculados y líticos se elaborarán mapas de
isópletas y a partir de estos datos se podrá calcular parámetros tales como de altura de
columna y tasa de descarga del magma.
Freundndt and Rosi (1998), presentan avances en el modelamiento de los procesos y dinámica
de las erupciones explosivas, por medio de experimentos de laboratorio, basados en datos
obtenidos en campo y de erupciones. La aplicación de estos modelos en las erupciones de
un volcán dado son información importante para la reconstrucción de las erupciones
pasadas y por lo tanto para una mejor comprensión de las potenciales erupciones futuras.
"Una vez toda o parte de la historia eruptiva de un volcán es conocida, se puede discernir los
patrones, si los hay, en su ciclo eruptivo; tales patrones pueden ayudar a determinar de una
manera aproximada cuando un volcán podría volver a hacer erupción y el tipo de amenaza que
se espera de una nueva erupción" (Tilling and Punongbayan, 1993). Sinembargo, se debe tener
en cuenta que los volcanes nunca hacen erupción con igual frecuencia ni producen siempre
erupciones de igual duración o tipo, por lo cual investigaciones adicionales a las geológicas
permitirán tener cada vez un mejor conocimiento del comportamiento del volcán y de
aproximarse mas al comportamiento futuro del mismo.
Por último, los estudios detallados permitirán identificar problemas geológicos que
merezcan un enfoque especial, complementado los estudios geológicos con otro tipo de
investigaciones.
Así mismo el estudio geomorfológico permitirá ubicar: zonas amenazadas por fenómenos
de remoción en masa, los cuales pueden ser inducidos en el momento de una erupción por
sismos volcánicos, áreas sujetas a erosión y sitios probables de represamientos de ríos, que
puedan a su vez originar a su vez flujos de lodo secundarios.
En general las erupciones volcánicas son "predecibles", ya que el conjunto de señales como
los sismos, deformación del suelo y descargas anormales de gases volcánicos pueden
indicar el inicio de una crisis volcánica o periodo eruptivo donde se pueden producir una o
varias erupciones, sometiendo muchas veces, una misma área a amenazas por periodos de
tiempo más largos (dependiendo del periodo eruptivo de cada volcán) que cualquier otro
tipo de fenómeno natural. (Scott et al, 1993).
La vigilancia volcánica asume que el movimiento de magma bajo el volcán puede ocurrir
antes de que una erupción comience. En general se utilizan tres clases de técnicas para
detectar el magma y monitorear su movimiento (Scott et al, 1993):
Desde el comienzo del monitoreo sistemático de los volcanes enfatizó sobre la necesidad de
entender como y por que los volcanes hacen erupciones, con el fin de predecir, establecer y
mitigar sus efectos sobre las comunidades cercanas (Mc Guire, 1955, en Muñoz, en
preparación). La información obtenida a partir de ha contribuido sustancialmente a la
vulcanología en la ciencia multidiplicinaria que es hoy (Tilling 1993).
Cada volcán tiene su comportamiento propio, por consiguiente cada cámara magmática va
a sufrir modificaciones diferentes inducidas por sus propias características como son:
profundidad, volumen, geometría, ambiente hidrotermal, contactos eventuales de mantos de
agua subterránea/magma; además de éstas, la estructura y morfología del edificio también
son factores específicos del volcán y determinan su estilo eruptivo. Modelos eruptivos
tomados de otros volcanes, son una guía, y base de conocimiento para las investigaciones
en otros volcanes, pero no son siempre válidos para aplicarlos en la evaluación de la
amenaza de otro volcán (Crandell et al, 1984); por tal razón tanto la evaluación de la
amenaza como la vigilancia de un volcán debe estar dada por los resultados de las
investigaciones particulares a éste.
Para Scarpa and Tilling (1996), entre las razones por las cuales aún el conocimiento físico y
químico que da lugar a erupciones es limitado, es debido a que un monitoreo adecuado solo
se lleva a cabo en muy pocos volcanes en el mundo.
Para llevar a cabo un trabajo efectivo de vigilancia en los volcanes con el fin de reconocer
su reactivación, es necesario conocer su patrón de comportamiento (o comportamiento
normal) en periodos de reposo, es decir, su nivel de sismicidad, deformación y flujo y
composición de gases (Bradley et al, 1993). Por lo tanto, en período de reposo de los
volcanes activos se debe tener al menos un sismógrafo, muestreo geoquímico, toma de
temperatura en fumarolas, fuentes termales, observaciones visuales, medidas de
deformación, análisis de retroceso glaciar, como vigilancia básica en un volcán
determinado. En periodo de crisis, tanto las redes de vigilancia, como periodos de
muestreos y toma de medidas deben aumentarse. Sin embargo, teoría determinística de
predecir variaciones de las señales precursoras en espacio y tiempo, para predecir las
erupciones volcánicas es un objetivo, en vulcanología, que aún no se ha alcanzado.
Los datos de las redes de vigilancia para detectar actividad precursora provee la
información necesaria para alertar sobre una inminente erupción. Estos datos también son
usados para actualizar el establecimiento de las amenazas y son fundamentales en las
investigaciones de los fenómenos volcánicos. En Colombia, la red de vigilancia debe ser
mantenida en los volcanes con mayor actividad tales como Nevado del Ruiz y Galeras y
redes mínimas deben ser mantenidas en áreas de otros volcanes corrientemente activos y
potencialmente amenazantes, tales como Cerro Bravo, Santa Isabel, Tolima, Machín, Huila,
Puracé - Cadena volcánica de los Coconucos, Sotará, Azufral, Cumbal - Mundo Nuevo y
Chiles - Cerro Negro. Las redes mínimas se deben tener solamente para detectar algún
incremento en la actividad precursora y deben expandirse considerablemente para proveer
información mas detallada necesaria para una localidad específica y si se observa un
incremento de la actividad con el fin de alertar a las autoridades y comunidad.
Con los datos obtenidos en los estudios se tomarán los parámetros y se planearan los
trabajos futuros con los cuales se llevara a cabo la evaluación de la amenaza volcánica y la
elaboración del respectivo mapa. Los parámetros escogidos para la elaboración del mapa de
amenaza se explicarán en el informe y en el texto del mapa.
- Con los estudios vulcanológicos generales y el análisis del registro de las erupciones
históricas se tendrá una primera idea de la historia geológica del volcán, permitiendo para
cada volcán en particular, definir el rango de tiempo que se tomará como marco de
referencia para llevar estudios geológicos detallados mediante levantamiento de columnas
semidetalladas y detalladas, puesto que este periodo de tiempo será el que se tendrá en
cuenta para la elaboración del mapa de amenaza volcánica potencial. En general, en
Colombia se toma un lapso de historia del volcán de 10.000 años aproximadamente.
- Por otra parte, conociendo la historia geológica del volcán se determinarán el o los tipos
de erupciones y productos predominantes en el volcán y su frecuencia relativa de
ocurrencia; con estos datos se escogerán la (s) erupción (es) tipo y los fenómenos que se
tendrán en cuenta para la zonificación de las amenazas, basados en la determinación del
evento máximo probable en un periodo de tiempo que pueda relacionarse con la
planificación del área potencial afectable.
- El análisis de las erupciones históricas permitirán tener una idea de los efectos de las
erupciones más recientes sobre las áreas circundantes al volcán, la percepción de los
pobladores en el pasado, a los fenómenos volcánicos y conocimiento de otros fenómenos
indirectos a las erupciones volcánicas y sus efectos, permitiendo así definir las amenazas
debidas a estos fenómenos (Ej. Ondas de choque, sismos volcánicos, emanación de gases
tóxicos, flujos de lodo secundarios etc.) y llevar a cabo campañas educativas, que den lugar
a una mejor respuesta en una crisis volcánica y una normal convivencia con el volcán.
- Con los estudios detallados también se tendrá información sobre productos como los
piroclastos de caída, los cuales permitirán definir parámetros de la dinámica eruptiva y, si
es posible con datos meteorológicos actualizados, la zonificación de las amenazas por ese
tipo de producto.
6. EFECTOS GENERALES DE LOS FENOMENOS VOLCANICOS
Para elaborar los mapas de zonificación de los fenómenos volcánicos se tendrán en cuenta,
de una manera general, los efectos de dichos fenómenos sobre las áreas. Los efectos de los
fenómenos volcánicos se han estudiado principalmente a través de las erupciones históricas
y recientes. Estos pueden causar daños directamente a la gente, a las propiedades, tierra,
cultivos obras de infraestructura etc., los efectos particulares sobre ellos deben ser
analizados en proyectos posteriores de riesgo volcánico, según la vulnerabilidad de los
elementos y se tendrán en cuenta para la elaboración de los mapas de riesgo.
- flujos de lava y domos: El mayor peligro relacionado a los flujos de lava representa el
daño parcial o la destrucción total por enterramiento, trituración o incendio, de todo lo que
se encuentra a su paso. Adicionalmente, los incendios causados por flujos de lava pueden
afectar áreas alejadas de los límites del flujo mismo. Los flujos de lava también pueden
fundir hielo o nieve lo que puede formar crecientes; generalmente no forman lahares puesto
que estos no erosionan y no se mezclan de una manera turbulenta para dar lugar a este tipo
de depósitos. Se ha intentado la aplicación de varios métodos para controlar el avance de
flujos de lava, tales como barreras y canales de desvío y enfriamiento de los flujos por
medio de agua con el objeto de producir la detención del flujo.
- flujos piroclásticos: Debido a su masa, alta temperatura, alta velocidad y gran movilidad
potencial, los flujos piroclásticos y oleadas piroclásticas asociadas representan una amenaza
de muerte por asfixia, enterramiento, incineración e impacto y arrasamiento total o parcial a
su paso. Además de estos efectos directos, los flujos piroclásticos pueden mezclarse con
agua superficial y /o agua de fusión de nieve y hielo para formar lahares y crecientes los
cuales pueden causar graves destrozos en los valles aguas abajo. Los flujos piroclásticos
también pueden generar incendios los cuales pueden extenderse mucho mas allá de los
límites del flujo.
- Oleadas piroclásticas: Las oleadas piroclásticas pueden afectar áreas localizadas a varias
decenas de Km. de los centros de emisión; las amenazas o peligros asociados incluyen
destrucción por nubes de cenizas que se mueven a gran velocidad, el impacto de
fragmentos de roca y el enterramiento por depósitos dejados por la oleada. Igualmente las
oleadas calientes pueden causar incineración, liberación de gases tóxicos y asfixia.
Debido a sus altas velocidades (algunas decenas de metros por segundo) y a su gran
movilidad, cualquier escape es imposible una vez iniciado el proceso de generación de
flujos u oleadas piroclásticas. El único método efectivo de mitigación es la evacuación de
las áreas amenazadas antes del inicio de la erupción. Algunas personas han sobrevivido al
impacto de oleadas, en áreas dístales, al encontrar resguardo en refugios subterráneos y a
veces en la superficie (erupción de la montaña Pelée). La construcción de refugios para
proteger a la población del impacto podría ser factible en ciertas circunstancias, sin
embargo faltan datos en los cuales sustentar su diseño.
Las caídas de tefra constituyen el peligro directo de mayor alcance derivado de una
erupción volcánica. Por ejemplo, durante grandes erupciones, superficies de 1000 a 10000
Km² pueden quedar cubiertas por una capa de tefra mayor a 10 cm, y la ceniza más fina
puede ser acarreada sobre áreas extensas de orden continental o mayor.
Las caídas de tefra y los proyectiles balísticos son una amenaza para la vida y las
propiedades por la fuerza del impacto de los fragmentos que caen, enterramiento,
formación de una suspensión de partículas de grano fino en el agua y en el aire y el
transporte de gases nocivos, ácidos, y calor en la cercanía al foco calor.
El enterramiento por tefra puede provocar el colapso de los techos de edificios, destruir
líneas de transmisión de energía y comunicaciones y dañar o liquidar la vegetación. La tefra
seca y no compactadas tiene densidades que varían entre 0.4-0.7 g/cm3, mientras que la
tefra húmeda y compactada puede alcanzar valores de 1g/cm3. De esta manera, la carga
impartida por una capa de caída de tefra de 10 cm de espesor puede variar de entre 40-70
Kg./m² para tefras secas hasta 100-125 Kg./m² para tefras húmedas. Los efectos de la carga
de tefras sobre edificios varía considerablemente en función del diseño y la construcción de
los mismos; los techos planos son mas propensos a fallar que los mas inclinados.
Los efectos del enterramiento sobre la vegetación también son muy variables; caídas de
tefra mayor a 1m liquidarán la mayoría de los tipos de vegetación; incluso capas delgadas
de tefra pueden causar daños severos a la agricultura.
Las caídas de tefras han causado incendios, tanto por rayos producidos en las nubes
eruptivas, como por fragmentos incandescentes.
Como es anotado por Casadevall and Thompson, (1995) Una sola erupción puede tener
repercusiones mundiales en las operaciones de tránsito aéreo ya que las nubes de ceniza
bajas y móviles compuestas por pequeños fragmentos de roca y gas son transportados por
vientos en altitud por cientos y-o miles de millas desde el volcán. A menudo grandes nubes
de erupciones ingresan en la estratosfera y son capaces de recorrer enteramente el globo
terráqueo en periodos que duran de días a semanas, representando el peligro mas grave para
las aeronaves, sobretodo teniendo en cuenta que los aviones modernos, están diseñados
para operar en entornos libres de polvo y de gases corrosivos.
Estos autores presentan un mapa mundial de volcanes con la ubicación de 1330 volcanes
que han hecho erupción en los últimos 10.000 años y las rutas de tránsito aéreo.
Adicionalmente un informe donde se describen las nubes de ceniza y los efectos de estas
sobre los aviones y aeropuertos. Recomiendan para mitigar sus efectos, debido a que las
nubes de cenizas resultan difíciles de identificar desde una aeronave en vuelo, proveer
información exacta y oportuna de observadores de volcanes en tierra, de pilotos y de
observaciones provenientes de satélites con el fin de que vulcanólogos y meteorólogos
comuniquen inmediatamente esta información y mantengan una estrecha coordinación con
los despachadores y los controladores de tránsito aéreo y, en última instancia, con los
pilotos.
- Lahares: Los lahares amenazan las vidas humanas y las propiedades, ya que debido a su
alta densidad y a su velocidad, pueden destruir la vegetación y estructuras importantes tales
como puentes. Pueden enterrar profundamente obras de infraestructura y campos
cultivados.
Estructuras para el control de crecientes proveen protección contra crecientes y también
pueden mitigar los efectos de los lahares. Los lahares voluminosos son difíciles de
controlar; sin embargo, disminuir previamente el nivel de grandes embalses puede proveer
un importante espacio de almacenamiento tanto para agua como para sedimentos.
- Gases volcánicos: Los gases volcánicos, durante una erupción o periodo eruptivo, son
transportados desde sus centros de emisión como aerosoles ácidos, como compuestos
químicos absorbidos por la tefra y como sales en partículas microscópicas.
Tanto los compuestos de azufre como los cloruros y fluoruros, reaccionan con el agua para
formar ácidos venenosos, los cuales, aún en concentraciones bajas, son nocivos para los
ojos, la piel y el sistema respiratorio de seres humanos y animales. Dependiendo de su
concentración y del tipo de vegetación, estos ácidos pueden causar daños y hasta liquidar la
vegetación; también pueden destruir textiles y corroer metales.
Los efectos de los gases volcánicos están relacionados directamente con su concentración,
la cual decrece con la distancia desde su punto de emisión ya que los gases son diluidos por
el aire.
A pesar de que la energía de las ondas de choque disminuye con la distancia de su centro de
emisión, estas pueden tener energía suficiente para causar daños a estructuras distantes,
tales como ruptura de vidrios de las viviendas, lanzamiento brusco de las personas,
volcamiento de árboles etc. (INGEOMINAS, 1997). Blong (1984) presenta varios ejemplos
sobre los efectos de ondas de choque registrados a cientos de Km. de distancia de la fuente.
La erupción de 1815 del Tambora en Indonesia, generó una onda de choque que produjo la
ruptura de vidrios de ventanas ubicadas a 400 Km. de distancia.
Los sismos de las dos primeras categorías generalmente son someros, de magnitud pequeña
a moderada (M< ó = 5), y raras veces causan daños en sitios alejados al volcán.
Aparentemente algunos volcanes pueden presentar sismos tectónicos de magnitud > 5 que
preceden algunas de sus erupciones.
Los efectos dañinos de sismos volcánicos normalmente están restringidos a las áreas
proximales. Los sismos también pueden ser indicadores de movimientos de masa, los
cuales pueden resultar en la formación de otros eventos peligrosos tales como avalanchas
de escombros.
Una vez se evalúe la amenaza volcánica de un volcán, según los parámetros establecidos
para dicho volcán, se procederá a elaborar los mapas de zonificación por cada fenómeno
volcánico potencial que pueda ser generado en erupciones futuras de éste.
- EVENTOS HISTORICOS-PREHISTORICOS
- COMPOSICION
Las variables más importantes que controlan amenazas potenciales por piroclastos de caída,
incluyen la acumulación de material a varias distancias del volcán y la dirección o
direcciones del viento, que determinan la distribución de los productos. Los datos sobre
distancia y espesor se obtienen de control y medidas en depósitos formados por erupciones
pasadas (mapas de isópacas); los datos de vientos pueden ser analizados si hay los registros
de promedios mensuales o anuales en las áreas del volcán, en caso de no contar con estos
datos se tendrán en cuenta las direcciones obtenidas del registro histórico y-o geológico.
Otro factor, que se ha tenido en cuenta, en algunos casos, es la tasa de acumulación de
cenizas, la cual es sugerida por analogía con erupciones históricas o a partir del estudio
detallado de los depósitos en mención (Blong, 1984).
Valentine (1998), hace una revisión de los parámetros principales para entender la dinámica
de las columnas eruptivas y hace una revisión de los trabajos mas recientes sobre el tema.
Entre otros autores, Carey (1996), presenta modelos de caída de ceniza que pueden ser
usados para predecir las áreas que potencialmente afectadas en erupciones. Estos modelos
sirven, igualmente, para reconstruir la dinámica y condiciones ambientales de antiguas
erupciones, basados en las características de dispersión de los depósitos de caída.
Rosi (1996), muestra como la implementación de modelos para columnas plinianas abre la
posibilidad para usar sistemáticamente datos de campo para reconstruir parámetros
eruptivos tales como volumen, altura de columna, flujo de masa y velocidad de salida, de
eventos pasados.
Para la definición de zonas de amenaza por flujos piroclásticos alrededor de los volcanes,
se basa teniendo como modelo los depósitos de flujos piroclásticos de varios tipos, de
acuerdo a los parámetros preestablecidos para la evaluación de la amenaza. Tal modelo se
aplica a cada valle que nace en el volcán, teniendo así en cuenta la morfología del área. Un
sistema de predecir longitudes de flujos piroclásticos futuros, para el propósito de
zonificación de la amenaza, es determinando la razón de la altura vertical a la distancia
horizontal de los flujos pasados del mismo tipo (Miller, 1980, en Tilling and Punonbayan,
1993), y teniendo en cuenta que el área no solamente va a ser afectada por el depósito, sino
también, por la nube acompañante en el momento de su generación.
Para delimitar las zonas que podrían ser afectadas por depósitos de flujos piroclásticos y
oleadas se han utilizado simulaciones en computador. La simulación computarizada da
resultados espaciales detallados y permite que un gran número de modelos de erupciones
sean creados y estudiados. Hay dos desventajas generales para esta aproximación, primero
que todo, las erupciones volcánicas son un fenómeno muy complejo y no son fácilmente
reconstruidos matemáticamente; segundo a no ser que se pueda comparar los “modelos”
con los depósitos de una erupción real, no tenemos una vía obvia de escoger cual de los
muchos posibles modelos son los más convenientes para representar el comportamiento
futuro (Wadge and Michael, 1988). Un análisis especializado de procesamientos de datos
por computador facilita hacer un análisis mas detallado de las amenazas volcánicas.
Básicamente esto involucra la simulación de erupciones y depositación de los depósitos
volcánicos y su representación como imágenes y mapas generados por computador.
Sheridan, 1979;Malin and Sheridan, 1982;: Como los flujos piroclásticos están controlados
básicamente por gravedad, estos autores adoptaron el concepto de la línea de energía usada
por Heim (1932) y Hsu (1975) (En: Sheridan, 1979), para explicar deslizamientos y usarlo
en tres dimensiones para modelar perdidas de energía debido a los flujos piroclásticos.
Esta metodología ha sido aplicada, además de volcanes como la Soufriere (Wadge and
Isaacs, 1988), Vulcano, Lipari y Vesubio (Sheridan and Malin, 1983), Colima (Sheridan
and Macias, 1995), en volcanes de Colombia como son el Machín, Huila, Galeras y Puracé.
Neri and Macedonio (1996), hacen una revisión sobre la modelización física de columnas
de colapso y flujos piroclásticos y proponen nuevas formas de modelización. Aunque estos
autores llaman la atención sobre la gran importancia que tiene la modelización, son de la
opinión de que aún no es posible obtener una completa simulación de una columna de
colapso real. Sin embargo, estos modelos pueden ser utilizados para la simulación de flujos
piroclásticos por computador.
7.3. ZONIFICACIÓN POR FLUJOS DE LODO
Los mapas de zonificación por flujos de lodo se han basado en eventos prehistóricos e
históricos del volcán, teniendo en cuenta las diferentes maneras como ellos se pueden
originar: presencia de nieve y/o hielo, lagos cratéricos y formación de flujos de lodo
secundarios a partir de flujos piroclásticos o material suelto en las laderas del volcán y
posible desencadenamiento de lluvias torrenciales (Crandell et al, 1984).
Estudios del valle de un río en la parte baja de un volcán, pueden indicar las alturas
alcanzadas por flujos de lodo anteriores y sugerir límites verticales de lahares futuros
siempre y cuando se tenga en cuenta los límites, tamaño y forma de la sección transversal
de los valles actuales. Delimitando las zonas de amenaza inferidos de flujos de lodo, debe
recordarse que éstos viajan a altas velocidades y pueden superar las riberas y obstáculos en
su camino (Crandell et al, 1984).
Al igual que para los flujos y oleadas piroclásticas, se han utilizado simulaciones en
computador para delimitar las áreas que podrían ser afectadas en un futuro por este tipo de
fenómeno. Entre estas metodologías se pueden citar:
Flujos de lodo por fusión de nieve o hielo. “Modelo de simulación matemática sobre
comportamiento hidráulico de los flujos de lodo” creado por HIMAT – FAO (1987, En:
INGEOMINAS - CARDER, 1993), el cual fue utilizado para la simulación de flujos de
lodo para el volcán Nevado de Santa Isabel.
Pulgarín (1996a), presenta una metodología para el cálculo del volumen de un flujo de lodo
volcánico y (1996b), la simulación de un flujo de lodo volcánico y elaboración de su mapa
de amenaza, este último tomando un ejemplo del volcán Yakeyama del Japón.
En los algunos volcanes nevados de Colombia, actualmente se utiliza, para calcular con
mayor precisión el volumen de hielo, en la cima y glaciares, medidas con sonda (Ramírez
et al, 1999). La precisión de estos datos, permite igualmente tener una mejor aproximación
para llevar a cabo simulaciones por flujos de lodos o lahares y adicionalmente arroja datos
importantes sobre la forma del substrato en el cual descansa el hielo, dando así a conocer la
morfología de estos volcanes cubiertos de hielo.
Pareshi (1996), hace una revisión de las contribuciones del modelamiento de lahares y
simulación numérica, anotando que la simulación puede ser una herramienta importante,
adicional a la aproximación tradicional basada en la reconstrucción de los eventos
históricos, aunque son necesarios datos precisos para llevar a cabo ésta modelización.
7.4. ZONIFICACIÓN POR FLUJOS DE LAVA
Para la zonificación por este tipo de fenómeno, se tiene en cuenta el registro histórico sobre
este fenómeno. Para la zonificación en el volcán Galeras (INGEOMINAS, 1997), se
incluye el análisis llevado a cabo por Córdoba y del Risco, 1997 (En: INGEOMINAS,
1997), con relación al modelamiento de la onda de choque generada por una erupción,
donde se tuvieron en cuenta los eventos históricos y la información obtenida en de las
últimas erupciones ocurridas en este volcán y utilizaron la teoría de las ondas de expansión
de Prandl - Meyer (White, 1985; En INGEOMINAS, 1997), que permite tener en cuenta el
efecto de las barreras topográficas en la propagación de las ondas en un medio compresible
a velocidades supersónicas.
Las mejores oportunidades para la mitigación de desastres están en áreas donde las
amenazas se manifiestan a intervalos relativamente cortos de tiempo. Estos intervalos de
ocurrencia son de difícil precisión, por lo cual, se debe entender que la zonificación de
amenaza es dada para eventos con un rango normal de magnitud (Crandell et al, 1984);
eventos catastróficos de baja frecuencia tales como los que se describirán a continuación,
no son tenidos en cuenta, o deben basarse en estudios específicos y detallados.
La escasa literatura que existe sobre éste tópico, sugiere que fenómenos de blast que
afectan áreas en el rango de 5 a 50 Km² están comúnmente asociadas con la extrusión de
lava viscosa en forma de flujo o domo en un cráter o en el flanco del volcán (Crandell et al,
1984). Los "blast" pueden ser altamente dirigidos y afectar sectores a pocos grados de
amplitud de su origen, hasta distancias sobre el orden de 5 a 10 Km. La orientación de estos
sectores puede ser difícil o imposible de predecir hasta que la lava empieza a ser extruida.
Consecuentemente, una zona de amenaza por "blast" dirigido lateralmente puede incluir un
sector o rodear el volcán totalmente. Gorshkov (1963, en Crandell, 1984) sugiere que la
dirección de un "blast" lateral puede ser anticipado a partir de fotografías aéreas del cráter,
por la localización de las fumarolas, trazos de falla y por la dirección de la deformación
del volcán que puede preceder el "blast". El valor de las medidas de deformación puede
anticipar la dirección general del "blast", tal como es ilustrado en el Mt Santa Helena.
(Crandell et al, 1984).
- Formación de calderas: Las erupciones que dan lugar a formación de calderas son las
mas poderosas y menos frecuentes, dando lugar a grandes volúmenes de flujos
ignimbríticos. Aún no se tiene experiencia sobre la formación de calderas gigantes, pero la
existencia de ellas en todo el mundo indican que hay razones geológicas para suponer que
estas erupciones pueden ocurrir en un futuro (Tilling,1989).
Una vez evaluada la amenaza volcánica según los parámetros descritos anteriormente, esta
información se recopila y se plasma en un mapa con el fin de facilitar su manejo como
herramienta para planificación, ordenamiento territorial, desarrollo sostenido, educación a
la comunidad, elaboración de mapas de riesgo, preparación de planes de contingencia,
recuperación etc.
Tanto a nivel mundial como nacional se tienen parámetros establecidos para la evaluación
de la amenaza volcánica y zonificación de los fenómenos volcánicos, mas no para la
representación gráfica de las mismas (mapas de amenaza), la cual difiere de un país a otro y
aún en un mismo país para diferentes volcanes.
Una de las causas que llevan a la diferencia en la presentación de los mapas puede ser la
limitación del conocimiento del fenómeno volcánico debido a la complejidad del mismo.
Un volcán puede presentar diferentes tipos de erupciones, por lo tanto de productos, con
una intensidad variable y sin tener una frecuencia eruptiva determinada (solo algún tipo de
volcanes presenta un patrón mas o menos constante de estilo eruptivo (Ej. Lavas), con una
frecuencia mas o menos igual (ej. Algunos años). Sinembargo, y aún conscientes de las
limitaciones que puede haber, en la mayoría de los casos se incluye, dentro de la
elaboración del mapa, variables tales como frecuencia eruptiva del volcán, probabilidad de
ocurrencia de diferentes fenómenos, severidad de las amenazas, efectos de los fenómenos
y, al integrar la información en el mapa de “amenaza”, resultan ambigüedades que hacen
que hayan confusiones en su interpretación y por lo tanto el mapa no sea entendido,
aceptado o utilizado en la forma conveniente o con el propósito para el cual fue elaborado.
Por las razones anteriores, se propone por parte de INGEOMINAS, y después de una
amplia discusión sobre la presentación de los mapas de amenaza volcánica, una nueva
forma, mas simplificada, de ésta representación gráfica, teniendo en cuenta que los objetivo
principales para el cual debe ser utilizado el mapa son el ordenamiento territorial y
preparación de mapas de riesgo. Por lo tanto el mapa de amenaza volcánica mostrará las
zonas que podrían ser afectadas por erupciones futuras, teniendo en cuenta un lapso de
tiempo que este de acuerdo con los planes de desarrollo de una región.
Al presentarse una crisis volcánica, un volcán puede permanecer activo por varios años y
presentar varias erupciones cada una de ellas de diferente magnitud y con generación de
uno o varios fenómenos. Con el conocimiento actual de la vulcanología no es posible
conocer exactamente el comportamiento de un volcán en su próxima reactivación y por lo
tanto de las de un futuro más lejano. Por esta razón los mapas de amenazas muestran zonas
que pueden ser amenazadas en erupciones futuras de acuerdo a las interpretaciones que se
hayan sacado de los estudios de para la evaluación de la amenaza volcánica y no trazan
limites exactos que delimiten las zonas que pueden ser afectadas en la más próxima
erupción, sino las zonas que pueden ser afectadas en general por erupciones futuras. Por lo
tanto el mapa de amenaza es en primera instancia un documento base y herramienta
fundamental para la elaboración de los mapas de riesgo volcánico, con base a los cuales se
preparan planes de desarrollo que involucren uso de suelo y ordenamiento territorial.
"Si bien los esfuerzos de desarrollo han contribuido al crecimiento económico de muchas
partes del mundo, también es cierto que han originado el uso imprudente o inapropiado de
los recursos naturales".
"Mientras que la relación entre los desastres naturales y el desarrollo ha sido demostrada en
repetidas ocasiones, los gobiernos y organismos crediticios siguen sin incorporar
sistemáticamente la consideración de peligros naturales dentro de la preparación de
proyectos. Las perdidas ocurridas y la vulnerabilidad de las infraestructuras han alcanzado
tales niveles que en algunas áreas la asistencia para el desarrollo consiste casi totalmente en
ayuda y rehabilitación después de un desastre. Si los prestamos se destinaran rutinariamente
para actividades de reconstrucción es poco lo que queda para invertir en nuevas
infraestructuras y en producción económica".
“Los desastres causados por eventos tales como huracanes, inundaciones, terremotos,
derrumbes, sequías, desertificacion, erupciones volcánicas, tsunamis etc. afectan una gran
porción de los recursos naturales. Cada vez con mayor frecuencia la “agenda para el
desarrollo" esta enmarcada por estos desastres, pero aun así, al menos en América Latina
sus causas y la susceptibilidad para su mitigación a través de los esfuerzos para el
desarrollo son raramente discutidos".
Con el fin de reducir las pérdidas que puedan ser ocasionadas por una erupción volcánica y
fenómenos relacionados, el mapa de amenaza volcánica es una herramienta fundamental
que debe ser utilizada antes de la reactivación de un volcán; por lo tanto, además de contar
con una red de vigilancia básica antes de que una crisis volcánica se presente, la evaluación
de la amenaza y los respectivos mapas deben ser preparados en los periodos de reposo del
volcán en cuestión.
El primer objetivo de la evaluación de la amenaza volcánica y de su representación gráfica
o mapa de amenaza volcánica es servir como base para el ordenamiento territorial de una
región. Si bien los volcanes no hacen erupción de una manera muy frecuente, ni todas sus
erupciones afectan exactamente las áreas que se delimitan en el mapa, una adecuada
planificación del territorio con respecto a estas amenazas, reducirá la vulnerabilidad a los
fenómenos volcánicos en el futuro y por lo tanto reducirá considerablemente el riesgo a
largo plazo, contribuyendo de esta manera al desarrollo de una región.
Por otra parte, los mapas de amenaza volcánica son la base para la evaluación del riesgo
volcánico y elaboración de los respectivos mapas, donde se tendrá en cuenta los efectos de
los diferentes fenómenos volcánicos a los elementos expuestos a ellos ya se trate de vida,
propiedad, actividades económicas, obras de infraestructura, medio ambiente.
Una evaluación de riesgos no solo debe conducir a generar criterios de diseño de las obras,
sino que debe además permitir analizar la bondad de realizar o no la obra, estudiar sitios
alternativos de localización de la misma, recomendar medidas para su operación y
mantenimiento, plantear recomendaciones paras la planificación del territorio o en el que
localiza el proyecto y elaborar planes de emergencia para las zonas de riesgo. En general se
pueden tomar medidas preventivas, correctivas y de control, con el propósito de eliminar o
reducir los riesgos. Ello puede alcanzarse reduciendo o controlando la amenaza del
fenómeno, cuando esto es posible, reduciendo o evitando la exposición de los elementos al
fenómeno amenazante o finalmente incrementando la resistencia de los elementos frente a
dichos fenómenos. (Cárdenas y González, 1997).
Sinembargo, los volcanes presentan periodos de reposo grandes comparado con la vida
humana, lo cual hace inaceptable no contemplar ningún tipo de desarrollo en las áreas que
se delimitan en un mapa de amenaza volcánica como áreas potencialmente afectadas.
Teniendo en cuenta la frecuencia eruptiva estimada para cada volcán en particular, cuando
fue su última erupción, y el tiempo estimado en una región para la planificación de planes
de desarrollo, se pueden elaborar proyectos sobre uso de suelo y de desarrollo en los
periodos de reposo del volcán a la par que planes de contingencia para cuando se presente
una crisis volcánica, reconociendo, de esta manera, la relación entre desastre y desarrollo,
actualmente denominado desarrollo sostenible (o "sustenable" según el Departamento de
Desarrollo Regional y Medio Ambiente de la organización de los estados americanos,
(1994).
Con base a los mapas de amenaza volcánica, escenarios eruptivos y mapas de riesgo se
preparan los planes de contingencia para afrontar una crisis volcánica, que los organismos
operativos deban realizar durante la etapa de preparativos para emergencias. Es importante
anotar que un plan operativo elaborado con base en un mapa de riesgo es mucho más
eficiente que si se realiza sin el conocimiento de los efectos potenciales, ya que este
permite definir procedimientos de respuesta más precisos para atender a la población en
caso de desastre.
Además el conocimiento de las amenazas que representan los volcanes sobre sus áreas de
influencia, los mapas de amenaza y los escenarios eruptivos, permite preparar planes de
educación a la comunidad sobre los volcanes con los cuales convive, los fenómenos
volcánicos y las amenazas a que pueden estar expuestos en un futuro. Si los planes
educativos y de contingencia se tienen con anterioridad, seguramente se tendrá una mejor
respuesta por parte de la comunidad en el momento de presentarse una crisis volcánica.
En vista de las ambigüedades surgidas por las anteriores presentaciones de los mapas de
amenaza volcánica en Colombia, determinadas por la mezcla, dentro de la zonificación de
la amenaza, de probabilidad de ocurrencia de una erupción, efectos de un fenómeno
determinado y llevado a cabo el análisis pertinente de los mapas de amenaza elaborados en
Colombia por parte de INGEOMINAS, se propone un cambio en la presentación de estos
mapas.
El mapa tendrá un texto donde, además de las convenciones, habrá información sobre:
Los parámetros tenidos en cuenta para su elaboración y sus limitaciones.
La frecuencia eruptiva del volcán y, si es posible, datos sobre la última actividad eruptiva
conocida.
El foco de emisión tenido en cuenta para la elaboración del mapa.
Una breve descripción sobre los fenómenos volcánicos que pueden afectar las áreas y sus
características, tales como velocidad de emplazamiento, temperaturas, espesores etc.
Una descripción general sobre los efectos de estos fenómenos.
La descripción de escenarios eruptivos basados en la historia eruptiva del volcán y en su
estado actual de evolución. Este último puede llevar a una aproximación sobre el
comportamiento más inmediato del volcán en la futura reactivación y por lo tanto sería
información importante para la elaboración de los planes de contingencia.
En caso de contar con vigilancia, información acerca de su actividad en el periodo de
tiempo en el que ha llevado a cabo esta vigilancia y recomendaciones sobre la misma.
Al identificar en el mapa de amenaza las áreas expuestas a uno o varios fenómenos a los
que potencialmente estaría expuesta y sus características, de acuerdo a estas, en una etapa
posterior una vez entregado el informe y mapa de amenazas a las autoridades, se debe
llevar a cabo una investigación sobre los efectos o impacto de estos fenómenos en las áreas
amenazadas, de acuerdo a las actividades económicas sociales y asentamientos o impacto
ambiental. y hará parte de los datos que se deben tener en cuenta para los mapas de riesgo,
toma de decisiones sobre uso de suelo planes de desarrollo, medidas de mitigación y
recuperación, donde se debe contemplar posibilidades tanto para las épocas de reposo como
épocas de crisis.
El mapa de amenaza debe entregarse a las autoridades pertinentes con el fin de tenerlo en
cuenta para proyectos de planeación territorial; Además debe identificar los sectores
involucrados de una u otra forma en el desarrollo de esa región para que puedan planificar
sus funciones en esa región ej. Sector turístico, agropecuario, energético, transporte,
desarrollo económico etc., para que cada uno de ellos y todos tomen las medidas necesarias
tendientes al desarrollo de la región. Igualmente se debe tener en cuenta los organismos de
socorro, para planes de contingencia.
Para esta etapa sería ideal tener un conocimiento muy preciso del volcán, por esta razón, no
todos los proyectos de vulcanología deben estar limitados a la elaboración a mapas de
amenaza; se debe abrir un espacio para proyectos específicos y detallados sobre productos
determinados (lavas, flujos piroclásticos, caída, etc.), columnas detalladas, problemas
puntuales, etc., estos deben realizarse, con el fin de mejorar y enriquecer el conocimiento
vulcanológico general y de los volcanes o áreas volcánicas determinadas.
- De acuerdo a la estratigrafía, se debe realizar un estudio petrológico del volcán con el fin
de conocer su evolución magmática, utilizando como herramientas la petrografía, la
geoquímica, termodinámica y las dataciones radiométricas.
Estos datos serán la base para la actualización del mapa preliminar de amenaza volcánica
potencial, dando información sobre los posibles cambios de comportamiento eruptivo y una
idea mas precisa sobre éste a corto término.
9. EDUCACION
Durante los periodos de reposo de un volcán se debe educar a la comunidad sobre los
fenómenos volcánicos y los volcanes que se encuentren en su área de influencia, mostrando
además de los beneficios que ellos representan, también sus amenazas potenciales en el
caso de una reactivación.
Se debe informar sobre el estado y alcance de conocimientos que se tienen sobre ellos y la
manera como se llega a aproximar al comportamiento de un volcán, además de las
limitaciones que se tienen con el estado actual de conocimiento en vulcanología y de un
volcán en particular.
Se deben explicar los mapas de amenaza, mapas de riesgo derivados de ellos, como se
vigila el volcán y los planes de emergencia, si los hay.
Los planes educativos deben llevarse a cabo, en primera instancia por las instituciones
encargadas de los estudios vulcanológicos, de amenaza y monitoreo volcánico, por medio
de conferencias a la comunidad y cursos cortos a personas como profesores de colegio,
medios informativos, lideres comunitarios, organismos de salud etc., quienes a su vez
impartirán una educación básica en planteles educativos o comunidades. A su vez, las
autoridades y organismos encargados de los planes de contingencia deben informar sobre
estos y en momento de crisis llevar a cabo campañas educativas e informativas sobre la
preparación y respuesta a dichas crisis.
De una manera general se entiende por riesgo volcánico todo lo que podría ser afectado en
una población causando heridas, decesos, pérdida de bienes, etc. Desde un punto de vista
mas técnico, el riesgo aparece como la probabilidad de ocurrencia de un fenómeno
volcánico y sus consecuencias en el área potencialmente afectada por ellas.
Para llevar a cabo un estudio de riesgo volcánico se debe contar con una evaluación de
amenazas, lo más completa y confiable posible, es decir basada en estudios detallados e
investigaciones básicas, que permitan llevar a cabo tanto la evaluación del riesgo para las
áreas expuestas a los diferentes fenómenos volcánicos, como la preparación de los mapas
de riesgo de acuerdo a los efectos de estos fenómenos en las áreas y la vulnerabilidad de los
elementos expuestos a dichos fenómenos. El establecimiento del riesgo volcánico, en
conjunto con los planes de uso de suelo, y ordenamiento territorial, serán la mejor estrategia
para reducir las perdidas económicas y sociales derivadas de erupciones volcánicas (Hays,
1981).
Prohibición
- Dónde ha ocurrido la amenaza en el pasado?
- Dónde está ocurriendo ahora?
- Dónde se predice que ocurrirá en el futuro?
- Cuál es la frecuencia de ocurrencia?
Distribución de perdidas
...A partir del plan principal deben haber planes subordinados que describan los objetivos y
planeen factores asociados con amenazas volcánicas específicas. Esto debe permitir planes
detallados para afrontar contingencias particulares. Cada región afectadas tiene su propia
amenaza característica y los efectos de estos sobre la población, industria y comercio puede
diferir de una a otra".
Los medios deben hacer parte del proceso de planeación y respuesta. Los arreglos de enlace
necesitan ser establecidos incluyendo científicos, manejo de emergencia y la guía de los
medios para la diseminación de la información debe ser establecido incluyendo los
protocolos para mantener la información actualizada para el público, radio y televisión."
11. DISCUSION
Posiblemente, también por estas razones, los mapas de amenaza hasta el momento
presentados en Colombia, tratan de involucrar variables estadísticas que complican la
comprensión de estos y estos son tomados como mapas de riesgo, sobre los cuales se toman
decisiones directamente.
Por otra parte, para una buena utilización de los mapas de amenaza para la aplicación de
planes de emergencia en caso de una crisis volcánica y las erupciones que puedan suceder
durante esta crisis, es fundamental que se haya logrado una educación tal de la comunidad,
que permita tener el entendimiento suficiente de los fenómenos y credibilidad en los
técnicos encargados del seguimiento del comportamiento volcánico y se pueda tener una
respuesta adecuada durante dicha crisis.
Además, debido a que la “mitigación de los efectos” que resulten de una erupción
volcánica van más allá de recomendaciones en tipo de construcciones o tomar medidas
preventivas y generalmente implican evacuación de áreas aledañas a un volcán
determinado, algunas densamente pobladas, lo cual tiene implicaciones económicas y
políticas importantes, a las personas encargadas de la elaboración de estos mapas se les
pide ser precisos en cuanto a los fenómenos que se presentaran en una erupciones futuras,
además de la frecuencia con la cual se presentaran estos fenómenos, lo que en últimas
equivaldría a decir que un mapa de amenaza o sobre un mapa de amenaza se deben delinear
cada una de las áreas que puedan ser afectadas en cada una de las erupciones futuras, lo
cual no es posible en el estado de conocimiento actual de la vulcanología.
La comunidad y autoridades deben tener muy claro que un mapa de amenaza no muestra
solamente las áreas que serán afectadas en una próxima erupción de un volcán, sino las
áreas que pueden ser afectadas por erupciones en el futuro, mas o menos para un periodo de
tiempo, cuyos datos sean importantes para un adecuado ordenamiento territorial, ya que
este es el objetivo principal de un mapa de amenaza volcánica. Idealmente se debería poder
hacer esta delimitación, lo que normalmente se ha denominado establecimiento de las
amenazas a corto plazo, pero todos debemos ser conscientes de las limitaciones que hay en
el conocimiento, tanto en la vulcanología como en los alcances de los estudios específicos
en un volcán, lo cual no va a permitir que se sepa exactamente como va a ser el
comportamiento inmediato de un volcán, de todas maneras una aproximación puede
sugerirse por medio de escenarios específicos teniendo en cuenta el conocimiento sobre la
evolución del volcán, su estado actual y los datos obtenidos de la vigilancia volcánica,
especialmente durante sus crisis. Estos escenarios pueden ser utilizados para una mejor
organización de los planes de contingencia en el momento de una crisis volcánica.
Al igual que para el caso de los sismos donde las medidas de prevención o mitigación (en
general tipo de construcciones) se llevan a cabo teniendo en cuenta ciertos parámetros,
como la aceleración del suelo para un sismo de magnitud determinada de acuerdo a la
evaluación de la amenaza sísmica realizada para cada región, aunque muchos de los sismos
que se presentan sean de magnitud menor a la escogida para establecer, en este caso, los
códigos de construcción sismoresistente; los mapas de amenaza volcánica muestran un área
que puede ser afectada en un momento determinado por una erupción con ciertas
características, así otras erupciones que se presenten en este volcán afecten áreas menores.
El mapa de amenazas presentado es particularmente útil para tomar medidas con respecto a
planificación territorial especialmente en lo que se refiere a crecimiento de poblaciones o
asentamientos humanos en el área de influencia del volcán que finalmente se constituye en
el problema más difícil de manejar en el caso de una erupción volcánica.
12- CONCLUSIONES
- La evaluación de la amenaza volcánica así como la elaboración del mapa respectivo, debe
estar a cargo del personal que participa en los estudios vulcanológicos pues ellos serán los
únicos que conocerán al volcán y podrán deducir su comportamiento futuro.
- El mapa de amenaza no muestra cuando va a ocurrir una erupción. Los métodos de
vigilancia que se tengan en cada volcán, permitirán informar sobre una crisis en un tiempo
determinado en un volcán dado, lo cual permitirá alertar a la población y por lo tanto dar
paso a la aplicación a los planes de contingencia concebidos con anterioridad.
- El mapa de amenaza volcánica no mostrara exactamente las áreas que puedan ser
afectadas en una próxima actividad del volcán ya que para representar la zonificación de los
diferentes tipos de amenaza volcánica se deben tendrá en cuenta erupciones que sean
consideradas normales y frecuentes y que puedan ocurrir en un periodo de tiempo
relacionable con los planes de desarrollo para la región.
- Con el fin de que los mapas de amenaza volcánica sean utilizados adecuadamente en
Colombia, se propone una revisión y actualización de los mapas existentes mediante una
presentación mas simple que solamente muestre las áreas que pueden ser afectadas por los
diferentes fenómenos volcánicos que se pueden presentar en futuras erupciones de un
volcán, el análisis de los efectos de estos fenómenos en las áreas debe ser analizadas de
acuerdo a la vulnerabilidad de estos elementos y deben ser tenidos en cuenta para la
preparación de mapas de riesgo.
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