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Cuadernos de pensamiento político

Religiones políticas
UIS VALVERDE

MICHAEL BURLEIGH
Poder terrenal. Religión y política en Europa
(De la Revolución Francesa a la Primera Guerra
Mundial)
Taurus, Madrid 2005, 600 págs.

El siglo XX se cobró en dos guerras uni- va en busca de sus fuentes en Poder


versales más de cien millones de vidas. terrenal, volumen que recorre el primer
Detrás de la primera alentaba el nacio- trecho, desde la Revolución Francesa
nalismo; también el nacionalismo alentó hasta la Primera Guerra Mundial, y que
tras el fascismo y el nazismo, y tuvo una el autor concluirá en un próximo libro con RESEÑAS
reacción complementaria en el interna- la Segunda Guerra Mundial.
cionalismo del comunismo, tiranía cuya La historia occidental de la edad contem-
construcción y expansión contaron no poránea ha tenido entre sus temas fun-
menos víctimas en el ábaco de la Histo- damentales el de la separación de la
ria. Todas ellas, ideologías vinculadas al Iglesia y el Estado, un largo y sinuoso
fanatismo de la identidad –como pueblo proceso cuya primera expresión se
o nación elegidos, como raza o como produjo en la Revolución Americana,
victoriosa clase universal– y que se han aunque allí no fue un asalto de la alianza
revestido de simbología y liturgia religio- entre el Trono y el Altar, sino una defen-
sas. La deuda contraída ha aguijoneado sa de las confesiones cristianas minori-
a los historiadores de las ideas a ir en tarias, e incluso del judaísmo, frente a la
busca de los argumentos que fueron iglesia dominante. En la Europa conti-
consolidando las mentalidades totalita- nental, sin embargo, tal proceso tiene el
rias europeas, las razones del inmenso impulso de una vocación estatal laicista
apoyo social que cobijó el horror mayús- que se incuba en el pensamiento de los
culo del Holocausto y los horrores del filósofos de la Ilustración y eclosiona con
Terror jacobino y bolchevique, del Gulag los jacobinos que profesaron la primera
soviético, de la Revolución Cultural china «religión política».
o de los jemeres rojos de Pol Pot. Ahora, Ya en su introducción Michael Burleigh
el historiador británico Michael Burleigh confiesa que el libro nació como un pro-

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yecto más humilde, el de comparar las Más cerca de nosotros, ya en el siglo XX,
celebraciones y los rituales cívicos du- el término fue auspiciado más o menos
rante la Revolución Francesa con los del explícitamente por el escritor expresio-
comunismo y los del nazifascismo. La nista checo Franz Werfel; por la historia-
ambición de la obra creció a medida que dora austriaca Lucie Varga, el periodista
se afirmaba como instrumento de análi- católico Fritz Gerlich, el teólogo protes-
sis el término «religión política», que tante Reinhold Niebuhr, el sacerdote
desagrada a muchos historiadores de la italiano Luigi Sturzo, el politólogo austria-
izquierda tanto como el de «totalitaris- co Eric Voegelin, quien inspiró a Raymond
mo», aunque estas ideologías y los regí- Aron el concepto de «religiones laicas»
menes que secretaron «aspiraron a nive- («doctrinas que ocupan en las almas de
les de control sin precedentes…, pero los contemporáneos el lugar de una fe
que son algo familiar en el mundo de las desaparecida –afirma en su artículo
religiones». «L'avenir des religions séculièrs»–, y que
Para Burleigh, los críticos de izquierda sitúan la salvación de la humanidad en
tampoco toman en consideración «de este mundo, en el futuro lejano, en la
qué forma los movimientos totalitarios forma de un orden social que hay que
parecían iglesias o, trascendiendo la se- crear»); e influyó en el intelectual cató-
paración de la Iglesia y el Estado, cómo lico Christopher Dawson, el periodista
representaban un regreso a épocas anti- Feredrick Voigt, o más recientemente, en
guas y primitivas en las que deidad y go- el sociólogo norteamericano Robert
RESEÑAS bernante eran uno». Y es que a esos his- Bellah quien habla de una «religión cívi-
toriadores no les gusta que sus ideales ca» paralela a las iglesias oficiales y que
progresistas sean vinculados a esas sustenta «la idea de Estados Unidos co-
otras ideologías del progreso, como efec- mo una nación elegida, con la misión de
tivamente lo fueron el nacionalsocialismo sostener ciertos valores y principios da-
y el fascismo, ni que se les recuerde los dos por Dios». El recurso que George
«rasgos mesiánicos» del socialismo y del Bush y Tony Blair hacen al «mal» en su
marxismo. Aun así, pese a esas reticen- lucha contra el terrorismo islamista remi-
cias, «religión política» no es sólo un con- te inquietantemente a ella.
cepto que, en su opinión, se ha ido acre- La originalidad de Burleigh no reside en
ditando entre los investigadores, sino que haber recurrido a ese instrumento con-
tiene una noble genealogía que se re- ceptual, sino en haberlo aplicado a toda
monta a Alexis de Tocqueville, cuando la historia contemporánea europea. Y en
anticipa en El Antiguo Régimen y la Revo- haber advertido que el espíritu evangeli-
lución que ésta «se convirtió, más bien, zador y las grandes ceremonias litúrgicas
en un nuevo género de religión, una reli- se continuaban en el proselitismo, la pro-
gión incompleta, bien es verdad, sin Dios, paganda y el martirologio revolucionarios,
sin ritual y sin vida después de la muerte, en nuevos calendarios y santorales, en
pero una religión que, como el Islam, funerales y tedeum republicanos, colorea-
inundó la tierra con sus soldados, após- dos y animados por artistas como Jac-
toles y mártires». ques-Louis David, pero también con per-

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secuciones y matanzas equivalentes a las que en el siglo XX practicarán criminal-


de los cátaros o los hugonotes, aunque mente los nazis; y de forma benigna los
nadie quiera acordarse de la represión de norteamericanos y los escandinavos con
la rebelión federalista en Burdeos, Lyon, la esterilización de enfermos mentales
Marsella, Tolouse y Toulon, o en la Ven- hasta más allá de los años 60.
dée, cuando se «inventaron» modernos Ese continuo cultural también alentó la
métodos de exterminio masivo por ahoga- Restauración contrarrevolucionaria en
miento y a cañonazos. Francia (con la aparición del pensamien-
Para Burleigh, igual que para historiado- to ultramontano) y en las naciones que
res como Niall Ferguson (cuyo esplén- sufrieron el embate napoleónico, como
dido El Imperio Británico publicaba este la reacción antiliberal española o la
año Debate) la historia es inexplicable sin cuasi teocracia rusa, que a Burleigh le
la cultura en todos sus órdenes: las artes, merece una reflexión mayor, por cuanto
las letras, el pensamiento y las creencias. el fracaso de la tibia revuelta burguesa
No basta con describir batallas y enume- contra Alejandro II, ocurrida como refle-
rar héroes, con dilucidar movimientos jo de la Comuna, desembocaría en el
sociales y fenómenos económicos. Ese radicalismo revolucionario, de natura-
continuo cultural donde las creencias
leza no menos sacra, fenómeno que
son medulares –en Occidente la religión
Dostoievski retratará en el pasaje del
estructura los valores y cualifica las
Gran Inquisidor de Los hermanos Kara-
sociedades– subyace en el proceso de
mazov y en los personajes y la secuen-
secularización, que así se muestra en RESEÑAS
cia del incendio en Los demonios, y cuya
una «transferencia de la sacralidad»,
naturaleza religiosa no quiso ver Isaiah
como lo ha caracterizado Mona Ozouf,
Berlin en sus Pensadores rusos.
premio Montaigne y autora, entre otras
Por último, tan largo aliento le permite a
obras, de Calendaire, La fête revolutio-
naire (Gallimard) y del Diccionario de la Burleigh explorar otros grandes aconte-
Revolución Francesa (con Françoise cimientos históricos que no siempre fue-
Furet, traducido por Alianza). ron de inspiración jacobina, sino de es-
Una «transferencia de sacralidad» que tirpe romántica, como los nacionalismos,
en el campo de la literatura ha historiado que indujeron la reunificación italiana y
Paul Benichou en La coronación del es- la creación del Reich alemán, y que cons-
critor (1750-1830) y El tiempo de los profe- tituyeron «la Iglesia más potente y omni-
tas. Doctrinas de la época romántica presente del siglo XIX», aunque tuvieron
(ambos traducidos por FCE), pues los es- desarrollos y alianzas muy distintas, ya se
critores sustituyeron a los sacerdotes tratara de Polonia o Irlanda, donde nunca
como mediadores entre los hombres y la entraron en colisión con el Papado; o de
nueva divinidad. Y que en el campo de la Italia y Alemania, donde se ventilaron
ciencia engendraría los excesos positi- cuestiones territoriales que afectaban su
vistas que llevaron a Augusto Comte a poder temporal, y que conducirían tarde
oficiar misas a la diosa Razón o a que se o temprano a la separación de la Iglesia
postularan los principios de la eugenesia y el Estado.

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En cualquier caso, el originario naciona- Nuestro país había vivido guerras civiles
lismo alemán también nació como una en el siglo XIX, pero ninguna, a pesar de
reacción contra el racionalismo y, en me- la dureza y duración de las carlistas, de
nor medida, el cosmopolitismo de la Ilus- consecuencias tan devastadoras. La
tración. Su gran formulador, Johann guerra de 1936 fue terrible por muchas
Gotfried Herder, consideraba que la na- razones, pero fue la terrorífica cifra de
ción era la intermediaria entre el indivi- personas asesinadas más allá de las víc-
duo y la humanidad y que la auténtica timas estrictas del combate lo que hizo
cultura no se producía en las élites de ella un ejemplo escalofriante de la
desarraigadas sino en las canciones y el maldad humana. La mortandad por com-
folclore popular. Esa diversidad de pue- bate fue alta, muy alta si nos fijamos en
blos que exigen ser naciones y de idio- algunas batallas específicas, pero lo más
mas que encapsulan la esencia nacional desolador fue ese reguero de muertes
era, para él, «un jardín». Pero también ocurridas en uno y otro bando y que
esos nacionalismos apelarían al imagi- nada tuvieron que ver, salvo casos con-
nario religioso con conceptos como pue- cretos, con el desarrollo del conflicto
blo elegido, redención y sacrificio; tam- militar. Y es que la guerra española fue
poco hay que olvidar que su Espíritu del muchas más cosas que un enfrenta-
Pueblo tendría un aciago apogeo en el miento militar entre dos combatientes.
nazismo. Lo que hizo de ella un acontecimiento
En fin, ni que decir tiene el interés que moderno, lo que la convirtió en una gue-
RESEÑAS esta ambiciosa exploración de las pato- rra del siglo XX, fue su condición de
logías políticas de naturaleza religiosa guerra total, de guerra de destrucción y
alcanza entre nosotros donde a diario eliminación del enemigo, entendido éste
resucita el anticlericalismo jacobino y no como un soldado combatiente al otro
donde los nacionalismos, aquí siempre lado del frente, sino como la otra parte
amparados por el bajo clero, giran en el de la sociedad. O estás conmigo o estás
bucle melancólico del victimismo sacri- contra mí, y si estás conmigo tendrás que
ficial. demostrarlo reiteradas veces, de forma
palmaria y sin que quepa la más mínima
TULIO DEMICHELI posibilidad de que pueda considerarte,
por acción u omisión, un enemigo de mi
causa. Con esa lógica, no es de extrañar
La Guerra Civil que a uno y otro lado del conflicto, las
detenciones ilegales, los encarcela-
española mientos arbitrarios, los asesinatos, las
farsas judiciales, las torturas, las humi-
ANTHONY BEEVOR
La Guerra Civil española llaciones… y un sinfín de acciones inhu-
Ed. Crítica, Barcelona, 2005 manas y vergonzosas se convirtieran
desde muy pronto en una actividad nor-
La guerra fue el episodio más triste de la mal y necesaria para ganar la guerra. No
historia de la España contemporánea. es extraño, por tanto, que la historia de

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la guerra, aun sin necesidad de mirar lo


que pasó en los frentes, siga siendo, a
comienzos del siglo XXI, un relato que
estremece y entristece, que provoca un
inmenso dolor y que nos recuerda, a
cada instante, lo afortunados que somos
por vivir en el tiempo presente.
Es fácil, por tanto, que una historia de la
guerra civil española como la de Beevor,
siempre que esté bien escrita y sea
accesible al público no académico, re-
sulte un éxito de ventas. No creo, contra periodo que siempre, al principio o al final
lo que piensan algunos, que eso sea un del relato, requieren no ya de una apro-
síntoma de enfermedad de la sociedad ximación a falta de fuentes, sino también
española ni que el interés por leer lo que de un juicio de valor. No cansarán, en
sucedió en la guerra tenga necesaria- definitiva, porque es improbable y hasta
mente que significar un afán por utilizar cierto punto contraproducente que desa-
la historia en la política de nuestro pre- parezca la pluralidad de interpretaciones
sente. Otra cosa bien distinta es que em- sobre la guerra. Una conciencia histórica
pecemos a tener una lógica sensación razonadamente plural es, contra lo que
de hartazgo con este asunto de la guerra algunos señalan, la mejor señal de la
RESEÑAS
civil, y que no nos creamos, dada la madurez de nuestra democracia, por
evidencia de los últimos treinta años, que mucho que algunas interpretaciones al
el olvido y la desmemoria hayan sido uso de la vida política española del siglo
rasgos básicos de nuestra corta historia XX se den de bofetadas con la terca reali-
democrática, como se insiste recurren- dad (lo contrario, la unanimidad, es lo que
temente desde algunas voces autoriza- ocurría bajo la dictadura franquista o lo
das de la izquierda. que tanto gustaba a los amigos del socia-
Pero las historias de la guerra civil es- lismo revolucionario). Lo verdaderamen-
pañola no cansarán nunca del todo, ni a te importante es que nadie sea capaz de
izquierda ni a derecha, y no lo harán por- imponer una historia oficial que tenga
que a pesar de lo mucho que hemos consecuencias políticas sobre nuestro
avanzado en su conocimiento –gracias, presente, especialmente cuando trate,
sobre todo, a la apertura de los archivos como algunos quieren, de afectar a los
rusos y de algunos trabajos como los de fundamentos del pacto constitucional de
Payne (Unión Soviética, comunismo y nuestra actual convivencia democrática.
revolución en España (1931-1939), Barce- El libro de Beevor no es ninguna versión
lona, 2003) y Elorza y Bizcarrondo (Queri- definitiva de la guerra civil española que,
dos camaradas: la Internacional comu- sustentada en una visión desapasionada
nista y España, 1919-1939, Barcelona, de la historia del conflicto, vaya a cerrar
1999)–, hay aspectos decisivos de aquel las puertas al debate. Que haya sido aco-

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Cuadernos de pensamiento político

gido con parecido entusiasmo en medios ejemplo de una forma de hacer historia
tan poco afines como El País y ABC, no alejada del histerismo y del radicalismo
se debe tanto, en mi opinión, a que el –en fin, una historia de la guerra civil
análisis del libro resulte especialmente equilibrada–, lo veo normal. Siempre es
consistente sino a que, como suele pasar muy cómodo utilizar a los autores anglo-
con otros tantos autores anglosajones, sajones, al parecer exentos por natura-
practica una forma de relato histórico leza de toda parcialidad, para demostrar
aparentemente equilibrada, basada en un cómo se debe contar la convulsa histo-
obsesivo reparto equitativo de las culpas, ria de España del siglo XX. Es un recurso
errores y responsabilidades. A poco que legítimo, muy al uso entre una parte im-
nos fijemos, sin embargo, el relato resulta portante de la historiografía española,
muchas veces confuso y la equidistancia quizá demasiado convencida todavía de
se convierte, gracias a la comparación que los historiadores españoles necesi-
inadecuada o la disculpa moral, en un tan de buenos ejemplos de cordura pro-
sesgo marcadamente prorrepublicano. cedentes del exterior.
Así pues, la lectura de Beevor exige, para Sin embargo, el libro de Beevor no es, a
empezar, que tengamos presente que mi juicio, un ejemplo de historia desapa-
bajo el mito de una historia desapasio- sionada al que debamos rendir pleitesía.
nada y equilibraba, alejada de todo secta- Es verdad que muy al estilo británico,
rismo ideológico, no es raro encontrar un Beevor trata siempre de dar una de cal y
falso apoliticismo y, aunque matizadas, otra de arena y que eso gustará mucho
RESEÑAS gran parte de las interpretaciones más
a los lectores que piensan que los pro-
comunes de la historiografía prorrepubli-
blemas políticos siempre hay que expli-
cana en sus distintas versiones.
carlos repartiendo las responsabilidades
No discuto que merezca la pena leer el
de forma equilibrada. En mi opinión, no
libro de Beevor, documentado, bien cons-
hay forma de hacer historia que no esté
truido y ameno. No creo, sin embargo,
exenta de juicios personales, ni hay for-
que sea un trabajo imprescindible, entre
ma de contar la vida política que no impli-
otras razones porque no aporta nada
sustancialmente nuevo en el debate so- que, finalmente, un análisis de valor y, por
bre los temas más polémicos del con- tanto, una preferencia más o menos disi-
flicto, incluidos sus orígenes –más atrac- mulada. El propio Beevor ha reconocido
tivo y menos prorrepublicano parece El en una entrevista a ABC que la historia
Infierno fuimos nosotros. La guerra civil no es una ciencia y que la mirada de un
española (1936-1942), último libro de inglés sobre la historia de España siem-
Bartolomé Bennassar. Que ciertos inte- pre conlleva un cierto sesgo romántico.
lectuales indiscutidos de los que escri- No se equivoca, las páginas de su libro
ben en los medios de centro-izquierda demuestran una y otra vez que es impo-
consideren que la edición en español del sible hacer la historia de la guerra civil
libro de Beevor (original inglés de hace española sin emitir juicios de valor, y que,
ya varios años) es una magnífica noticia, en su caso, estos son, por lo general, de
y que cataloguen a Beevor como un claro sesgo prorrepublicano.

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Por otra parte, toda buena historia de la ciamiento militar, sin querer atender –sal-
guerra civil debería contar, a mi juicio, vo contadas excepciones y ya muy avan-
con un requisito: que el autor demostrara zado el libro– al hecho cierto de que la
un buen conocimiento de la historia de situación prerrevolucionaria de la prima-
los dos o tres años anteriores al estallido vera de 1936 no era ninguna entelequia.
de la guerra, pues sólo partiendo de esas Hay que esperar, de hecho, a la página
condiciones podrá realizar un juicio com- 352 para que Beevor, a propósito de la
pleto de lo que aquella guerra represen- guerra de propaganda, haga un juicio tan
taba en términos políticos y huirá de sencillo pero importante para entender
presentar al bando republicano como el el comienzo de la guerra como es éste:
defensor de la causa de la democracia «Los argumentos de la República eran
liberal. Beevor tiene, a la luz de los prime- simples, quizá demasiado simples: su go-
ros capítulos, una visión demasiado tópi- bierno, que había sido elegido demo-
ca de la República, por mucho que afirme cráticamente en febrero de 1936, había
luego en la prensa que «El mito de una sufrido un golpe de Estado a cargo de
República inmaculada, como edad dora- generales reaccionarios apoyados por
da que fue destruida, no existe» (véase, las dictaduras del Eje. La República lu-
sin embargo, su análisis de las relacio- chaba por la causa de la democracia, la
nes Iglesia-Estado nada más producirse libertad y la ilustración contra el fran-
la caída de la Monarquía en 1931 (p. 32), quismo. Aunque entonces y más tarde
aspecto en el que se ha ignorado la parte todos estos argumentos se defendieran
RESEÑAS
más sustantiva del comportamiento tem- con vehemencia, las propias credencia-
plado de la Iglesia para sustituirlo por una les democráticas de la izquierda dejaban
versión ciertamente sectaria. Y no menos mucho que desear, como había demos-
insultante es el juicio general sobre Gil trado palmariamente su rebelión contra
Robles que podemos leer en la página 52, un gobierno legal en octubre de 1934. Los
valoración negativa que produce abso- partidarios de la República no constata-
luta perplejidad si se compara con las ron tampoco lo que era obvio, es decir,
declaraciones de Beevor en ABC en las que la derecha, amenazada de extinción
que asegura que «es exactamente ver- por la izquierda y por una situación pre-
dad» que hubo una «derecha posibilista, rrevolucionaria en la primera mitad de
menos monolítica y más plural que la que 1936, tenía que reaccionar».
nos ha legado la leyenda…»). Una visión Primero, la violencia en la zona republi-
así de la República y de lo ocurrido inme- cana estuvo caracterizada por «el des-
diatamente antes del golpe de Estado, no control, la corta duración del proceso y
es que le reste fuerza al libro, es que lo la casi inmediata intervención de las
mutila, pues todo el análisis de la histo- autoridades republicanas y de los diri-
ria de la guerra en el bando republicano gentes de los partidos para intentar dete-
parte de la premisa, más o menos mati- ner la locura homicida», amén de que
zada, de que una democracia liberal y «esa violencia de los primeros días fue
reformista fue abortada por un pronun- como un brutal estallido (…) de los de-

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Cuadernos de pensamiento político

seos de venganza por las miserias sufri- tares. Creo no descubrir nada a un lector
das, pero no fue tan ciego ni tan indis- bien informado si le digo, para terminar,
criminado como a veces se ha dicho» que ninguna de ellas está exenta de polé-
(126 y 121). Segundo, para comprender la mica ni es excesivamente original. No es
represión en el bando nacional «hay que Beevor, desde luego, ese autor desapa-
tener presente que la idea de hacer sionado que, por fin, va a aclararnos los
‘limpieza’ formaba parte de los planes episodios más oscuros y polémicos de la
golpistas» y que «no fue tanto conse- guerra. En realidad, su libro, como todo
cuencia de los enfrentamientos como nuevo libro sobre la guerra civil española,
uno de los requisitos del golpe de Es- debiera ser leído con cierta cautela y con
tado». «Los sublevados justificaban la la mirada puesta en los datos y el análi-
brutalidad de sus actos como represalia sis con los que contamos hasta ahora,
contra el ‘terror rojo’, pero, como había recordando la fuerte polémica que han
pasado en Sevilla, en Córdoba o en despertado algunos trabajos recientes
Badajoz y como sucedería con la caída y las diferencias tan substanciales que
de Málaga seis meses después, la repre- siguen dándose en el balance de los
sión nacional sobrepasaba en mucho a muertos y la represión.
las ejecuciones republicanas» (129 y
136). Tercero, respecto de la intervención MANUEL ÁLVAREZ TARDÍO
extranjera, asegura Beevor que si bien la
ayuda alemana fue decisiva para contra-
RESEÑAS
rrestar las ofensivas republicanas de
1937 y 1938, no lo fue al comienzo de la España no es
rebelión, pues «la incompetencia y el
caos revolucionario» de la flota republi- un mito
cana habrían hecho posible tarde o tem-
GUSTAVO BUENO
prano que las tropas de África se despla-
España no es un mito. Claves para
zaran a la península. Admite, además,
una defensa razonada
que «es posible» que la ayuda soviética Temas de hoy, Madrid 2005
fuera decisiva para salvar Madrid en
noviembre de 1936. Y cuarto, respecto a El mismo día que el octogenario filósofo
la pésima estrategia militar de los res- Gustavo Bueno gritaba ¡Viva España!
ponsables republicanos y a los méritos ante la emocionada multitud congregada
de Franco: «El general Franco no ganó en la Puerta del Sol, aparecía en las libre-
por sí solo la guerra. Fueron los jefes mili- rías su última obra; España no es un mito.
tares republicanos quienes la perdieron, El título, combativo por sí solo, convierte
desperdiciando miserablemente el valor al último libro de Bueno en un alegato en
y el sacrificio de sus tropas» (679). defensa de España que nos provoca
Éstas son algunas de las conclusiones desde los estantes de las librerías. Un
más importantes del libro, más allá del libro que el propio Bueno define como
relato exhaustivo de las acciones mili- «uno más de los libros españoles de con-

246 RESEÑAS
Cuadernos de pensamiento político

traataque, escritos frente a los enemigos de la lógica, hace tambalear sus argu-
de España, los que desprecian su esen- mentos buscando su contradicción: «Si
cia y los que llegan a poner en duda, y España no existe ¿qué puede querer
aun a negar, su propia existencia». Es decir el proyecto de separarse de ella?,
decir, un libro escrito contra aquellos que ¿cómo puede uno separarse de lo que no
vocean que España es una entelequia o existe?».
un mito. Desde la constatación de que España
A lo largo del libro, Gustavo Bueno se está amenazada de diversas formas, el
interroga y nos responde a las sucesivas autor no olvida referirse a una de las más
preguntas que son cabecera de cada perniciosas: el «tabú que conduce a la
uno de los capítulos: ¿España existe?, evitación de la pronunciación y de la
¿España amenazada?, ¿desde cuándo escritura» del nombre de España y su
existe España?, ¿España es una Nación?, sustitución por eufemismos tales como
¿España es Idea de la Derecha o de la Estado, que pretende remarcar el carác-
Izquierda?, ¿existe, en el presente, una ter artificial y super-estructural de Es-
Cultura española? y ¿España es Europa? paña, como si de una realidad exclusi-
De un modo absolutamente lógico –a vamente jurídica se tratara, negando su
veces la lógica y el sentido común son carácter de nación histórica, o eufemis-
revolucionarios– Gustavo Bueno respon- mos tales como «este País», que busca
de a esas preguntas de una forma metó- relativizar la trascendencia de la Nación
dica y expresa sus conclusiones sin pe- otorgándole la misma relevancia que a
los en la lengua. RESEÑAS
una dirección postal o a un paisaje.
Ya en los primeros compases del libro se
Ante la serie de amenazas que se cier-
percibe la combatividad del filósofo en
nen sobre España, Bueno brama contra
la respuesta de Bueno –narrada por el
la disposición a ignorarlas o a minimi-
autor– a un muchacho que trató de boi-
zarlas, que se convierte, por sí sola, en
cotear una de sus conferencias al grito
una grave amenaza para España y que el
de yo soy celta y España no existe: «Tú
autor conceptúa como panfilismo, acti-
no eres celta; tú eres un imbécil». Tal fue
la contundente reacción de Gustavo tud en la que encuadra al presidente del
Bueno. Gobierno de España. Pero si tal peligro
En esta obra, el autor demuestra no estar es grave, no lo es menos para el filósofo
en la inopia –como tantos compatriotas– el de la existencia y acción de los paci-
y desde muy pronto constata una evi- fistas fundamentalistas españoles, más
dencia –muy discutida en España por la perniciosos aún que quienes formalmen-
izquierda–, la de que la meta de todos los te amenazan la existencia de España.
nacionalistas es «separarse de España Gustavo Bueno también se remanga para
y, si encuentran resistencia, tratar de entrar de lleno en el debate historiográ-
destruirla», mancillándola o negándola. fico sobre el origen de España como
Pero Bueno contraataca a las insidias de Nación y comienza afirmando lo evi-
los «separatistas asturchales», «aber- dente: que España es previa a la Consti-
chales» y catalanes y, desde el terreno tución, norma que es segregada por la

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Cuadernos de pensamiento político

Para Bueno es inapelable que España es


una nación política y por lo tanto no me-
rece la pena dar batalla al adulto que lo
niegue. Además, según el autor, España
–en el terreno del ser– ya es nación y por
lo tanto también en el terreno del deber
ser. Según el filósofo el hecho otorga el
derecho.
Bueno no deja títere con cabeza y se
refiere a la nación de naciones como un
concepto imposible, al sostener que, pa-
Nación y no al revés. Ciertamente, no es ra que los «pueblos» peninsulares sean
poco en los tiempos que corren. naciones políticas, es preciso que la Na-
Bueno critica a Renan y su idea del ple- ción española deje de serlo. Tampoco an-
biscito cotidiano para afirmar la existen- da el autor con medias tintas en lo rela-
cia ininterrumpida de España, aunque tivo a la soberanía, o se tiene o no se
con cambios en su identidad. Sin caer en tiene pero no es divisible, del mismo mo-
las redes de la España eterna, Bueno do que un organismo está vivo o muerto,
rebusca el «nacimiento» de España en la pero no hay posibilidades intermedias.
Historia y sostiene que la «futura España» Pero, quizá, una de las más interesantes
empezó como unidad conformada por reflexiones de Bueno tiene que ver con
RESEÑAS
Roma. Para el autor, España comienza a la diferenciación entre los conceptos de
cobrar su nueva identidad –cristiana e pueblo y nación. Mientras que el pueblo
imperial– en el proceso de reconquista integraría exclusivamente a los ciudada-
que, al culminar, desborda lo peninsular. nos vivientes, la nación englobaría no
En cualquier caso, la Reconquista apa- sólo a los individuos vivientes sino a los
rece íntimamente ligada al comienzo de muertos que los engendraron y a los des-
la existencia de España como entidad cendientes aún no nacidos. Al estilo de
política con identidad plena, aunque, en Edmund Burke, para Bueno la Nación es
tal momento, su ser es el de una nación una cosa seria.
étnica. Según Bueno, es a partir del siglo Las afirmaciones más controvertidas de
XVI –al iniciarse el camino imperial– Bueno estarán sin duda en su deslegiti-
cuando España se convierte en una na- mación y deslegalización del separa-
ción histórica. Y no es hasta 1812, como tismo políticamente organizado. Según el
reacción a la invasión francesa, cuando filósofo, «La libertad inherente a una
–en las Cortes de Cádiz– España ad- democracia implica poder escribir libros
quiere la actual condición de nación polí- contra la democracia, pero no defender
tica. Tras este breve repaso histórico, la secesión en forma pública organizada.
Bueno concluye que sólo «un canalla dis- La democracia podrá a lo sumo tolerar
frazado de historiador puede decir que que las ideas separatistas se publiquen,
España no existe». a título particular, en libros o en artícu-

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Cuadernos de pensamiento político

los ‘científicos’ o de opinión, o en discur- pejo de la nación española», en el que


sos de quien, al hablar, sólo se repre- ataca la interpretación de Don Quijote
senta a sí mismo; pero es ridículo permi- como un símbolo de paz universal y de
tir que a estas especulaciones se les dé tolerancia. Remata así una aportación
beligerancia en el mismo Parlamento corajuda e incorrecta que no estará
contra cuya existencia están atentando». exenta de polémica pero que manifiesta
Y es que para el autor, el descuartiza- la preocupación del autor ante la actitud
miento de España llevado a cabo por los de los españoles frente al expolio y sa-
descendientes «renegados» de aquellos queo de una parte de su patrimonio irre-
que «un día se sintieron orgullosos de ser nunciable que representa la secesión.
españoles» tiene mucho de latrocinio, al
menos para todos aquellos españoles
que consideran suyos el País Vasco, SANTIAGO ABASCAL
Cataluña y Galicia y que tienen en esas
tierras españolas sus orígenes y sus an-
tepasados.
Entra de lleno el autor en la considera- Corrigiendo a
ción de si España es una idea de Dere-
cha o de Izquierda y lo hace desde la Copérnico
constatación de que gran parte del me-
nosprecio a España viene de la izquier- THOMAS L. FRIEDMAN
da, aunque se refiere a algunos conspi- The World Is Flat RESEÑAS
Ed. Farrar, Strauss and Giroux, Nueva York,
cuos izquierdistas que la exaltan, entre 2005, 488 págs.
ellos Manuel Azaña (izquierda republi-
cana), Vicente Uribe (comunista) e Inda-
En los últimos años se han publicado
lecio Prieto (socialista), que según el
numerosos libros que analizan la globa-
autor pronunciaron palabras de tan
lización como un fenómeno aún inci-
intenso españolismo que podrían ser atri-
piente. En su gran mayoría, comparten un
buidas a Ramiro de Maeztu o a José An-
enfoque donde se valora este proceso de
tonio Primo de Rivera.
integración mundial como algo, si no
Sin embargo, a pesar de esa pluralidad
de la izquierda, Bueno no evita arreme- esencialmente negativo para la huma-
ter sin piedad contra esa izquierda inde- nidad, por lo menos como una amenaza
finida, «cuyo reino no es de este mundo» o incluso como un fracaso ya que, en
y que encuentra en la «España negra» principio, sólo favorece a unos pocos y
una fuente inagotable de inspiración para perjudica a muchos. Economistas como
sus novelas y sus películas subvencio- Stiglitz o Krugman, de mucha talla inte-
nadas. Por lo que el autor determina que lectual y de no menor motivación ideo-
España está muy lejos de las miradas de lógica, veían en el liberalismo económico
esa izquierda. y en la eliminación de barreras al culpa-
Concluye Gustavo Bueno con un incen- ble de las injusticias existentes y de las
diario capítulo titulado «Don Quijote, es- futuras que traería esta globalización.

ENERO / MARZO 2006 249


Cuadernos de pensamiento político

Sin duda es un error considerar que el nes complicadas a un lenguaje sencillo y


proceso de globalización es perjudicial claro, demuestra brillantemente su capa-
en sí mismo. Desde Adam Smith se ha cidad para relacionar y encontrar causa-
comprobado que el mercado bien regu- lidades en procesos tan dispares como
lado y la libertad que éste implica son el la subcontratación de servicios informá-
mejor mecanismo para crear riqueza y ticos en la India, la deslocalización de
permitir la asignación de recursos entre empresas a China y las innovaciones en
productores y consumidores de una ámbitos como la logística o la informática.
forma eficiente. En definitiva, como otros El motor universal de este nuevo orden
muchos economistas piensan, no es la es la búsqueda de la eficiencia econó-
globalización sino la falta de ella la causa mica y la especialización en los múltiples
de la pobreza. procesos de crear valor añadido.
The World is Flat viene a rebatir esas Friedman no aborda en este libro el pro-
absurdas tesis que se oponen a la glo- ceso de integración de la economía mun-
balización como si fuera algo optativo, y dial a partir de especulaciones sobre lo
se centra en analizar un cambio que ya que sucederá o sobre cómo nos afectará,
se ha producido y en una nueva realidad sino que ofrece un análisis de lo que ya
que, en lugar de injusticias, lo que signi- está sucediendo y lo que es ya una reali-
fica es nuevas oportunidades y retos. La dad. Mediante una excelente documen-
eliminación de barreras mediante la tación y numerosas entrevistas, Fried-
tecnología, los acuerdos políticos o co- man nos lleva a aquellos lugares donde
RESEÑAS
merciales y los medios de comunicación el proceso de globalización puede ser
han posibilitado un cambio de paradigma percibido en su justa magnitud. No se
a nivel mundial y han hecho posible una trata de las bulliciosas calles de Nueva
nueva concepción del mundo «plana», es York o de las elegantes avenidas de una
decir, sin obstáculos y sin limitaciones. ciudad europea. Friedman ve en las re-
Se trata de un mundo cada vez más cientemente industrializadas ciudades
conectado y donde se trabaja con reglas costeras de China, en la nueva clase
y conceptos globales, por encima de media india o en los laboratorios de bio-
distancias geográficas, países, fronteras, tecnología de Singapur los logros de esta
lenguas o culturas, de las que Internet es globalización.
sólo un ejemplo. En efecto, durante los últimos años, cuan-
Es poco frecuente que llegue a las libre- do la burbuja tecnológica estalló, mien-
rías un título que tenga la virtud de abor- tras que la economía mundial entró en
dar cuestiones de una gran complejidad crisis y el mundo asistía a la inesperada
y de hacerlas comprensibles a un lector amenaza terrorista, sin grandes titulares,
no especializado. Sin duda The World is lentamente pero sin pausa, se han estado
Flat posee esta característica. Thomas materializando unos cambios de enor-
Friedman, columnista habitual del New mes consecuencias para la forma de vida
York Times especializado en política in- de millones de personas. De hecho es
ternacional, además de traducir cuestio- probable que, en el futuro, los inicios del

250 RESEÑAS
Cuadernos de pensamiento político

siglo XXI no sean recordados por la gue-


rra de Irak o de Afganistán, sino por la
integración de India y China en la cadena
de producción mundial y por el surgi-
miento de una clase media en países en
vías de desarrollo que actuarán como
motor del cambio en esas sociedades.
Es esta espontaneidad y el carácter veloz
e incontrolado lo que hace que este pro-
ceso de globalización no sea dirigido
según pautas burocráticas. La globaliza-
ción no nació en despachos de Naciones –anteriormente inexistente– de crear
contenidos en formato digital y conser-
Unidas o de gobiernos, sino que es un
varlos. En segundo lugar, la disponibilidad
proceso de auto-organización en el que
de un exceso de capacidad en las comu-
las iniciativas de individuos y empresas
nicaciones digitales, que permite unos
han sobrepasado las estructuras políti-
precios de comunicación muy bajos y la
cas, y para el que estas últimas se que-
posibilidad de interconexión mundial. Y,
dan peligrosamente atrás, como lo de-
finalmente, la creación de estándares
muestra, por ejemplo, la práctica parálisis
informáticos y plataformas de trabajo
de las negociaciones de la Organización
comunes, que han permitido el inter-
Mundial del Comercio para eliminar ba- RESEÑAS
cambio de información y el trabajo con-
rreras y los cada vez más difíciles acuer-
junto de grupos de personas de una
dos multilaterales. Sin embargo, todas forma rápida, inmediata. Como lo fue en
estas barreras están obligadas a ser su día la Revolución Industrial, un cambio
derribadas porque cuanto más tarde se histórico conlleva la necesidad de adap-
eliminen, más se perjudicará a los países tarse a nuevos tiempos para individuos
y sociedades que están tras ellas sin y sociedades. Friedman comparte plena-
querer abrirse a los nuevos tiempos. El mente las tesis de autores como Fuku-
terreno de juego no sólo se ha ensan- yama, que ven en la sociedad del cono-
chado, sino que también se ha igualado cimiento la única alternativa para los
permitiendo a individuos en países en países desarrollados. Son estos países
vías de desarrollo tener el acceso a la los que en poco tiempo no podrán com-
información y a recursos que hace poco petir en mano de obra y costes con los
eran impensables. países que se convertirán en proveedo-
Friedman sitúa el origen de estas trans- res de mercancías (China) y servicios
formaciones en cambios tecnológicos, (India) y que tienen en la mejora de la
en concreto en tres: en primer lugar, la educación uno de sus mayores retos
comercialización masiva de computa- para que el nuevo mundo «plano» no su-
doras y ordenadores personales, que ponga una merma en las economías de
ofrecen a un individuo la posibilidad países avanzados.

ENERO / MARZO 2006 251


Cuadernos de pensamiento político

Cuando Copérnico anunció con total cer- rrollar sin trabas, el futuro deseado por
teza que la tierra era redonda, probable- los que aún viven bajo la tiranía.
mente no podría imaginar que en el siglo En el panorama mediático actual es
XXI alguien pudiera reclamar de nuevo inusual encontrarse con alguien que
que el mundo es plano. Friedman lo hace defienda al capitalismo, y, más aún, si lo
ahora como metáfora de una globaliza- hace sin complejos. Parece mentira que
ción que ya es una realidad y que cono- en la época de mayor desarrollo econó-
ceremos mejor tras esta apasionante mico de la Historia, sea una osadía rei-
lectura. vindicar los beneficios del capitalismo sin
tener que pedir perdón a los santones y
GERARDO DEL CAZ corifeos del pensamiento único progre-
sista; por que tras la caída del Muro de
Berlín y el colapso del sistema econó-
mico centralizado, los nostálgicos del

En defensa del estatismo opresor siguen dominando la


escena mediática. Y lo hacen a través de
capitalismo nuevas formas de estatismo arropado en
las más variadas excusas. Excusas que
global no son más que falacias para justificar
nuevos recortes de nuestras libertades,
RESEÑAS JOHAN NORBERG siempre por nuestro bien, por supuesto.
En defensa del capitalismo global
Johan Norberg desmonta cada una de
Unión Editorial, 2005. 336 págs.
las «acusaciones» que la progresía bien-
Este libro que ahora edita Unión Editorial pensante lanza contra el libre mercado.
en español, es una de las más claras Y lo hace acudiendo a los datos de la
respuestas a las mentiras de los antiglo- ONU (al igual que lo hizo Lomborg en su
balizadores. Su autor, el economista sue- Manual para el ecologista escéptico),
co Johan Norberg, es una deslumbrante una de las instituciones más queridas por
revelación en la tarea de divulgar los los enemigos de la libertad.
logros del libre mercado. Este joven eco- Por ejemplo, se suele decir que la pobre-
nomista vinculado al Thinr Tank sueco za sigue en aumento. Pues no. Norberg
«Timbro», nos presenta con audacia y demuestra, con datos del Programa de
claridad un mundo en el que los niños no Naciones Unidas para el Desarrollo, que
trabajan como Oliver Twist, donde los la pobreza ha disminuido en 200 millones
países pobres agradecen la presencia de de personas en los últimos 20 años a pe-
multinacionales y donde la prosperidad sar de que la población total ha aumen-
avanza a la paz de la libertad. tado en 1.500 millones. Es decir, en 1950
Porque el capitalismo es la patria de la el 50% de la población mundial vivía con
libertad individual, el hogar en el que la menos de un dólar diario, en 1980 era el
iniciativa de cada persona se puede desa- 31% y en la actualidad es un 20%.

252 RESEÑAS
Cuadernos de pensamiento político

China (a pesar de que sigue siendo una


dictadura) y la India son los dos países
que más han contribuido en la reducción
de la pobreza, dado que han renuncia-
do a su economía centralizada y se han
abierto al libre mercado.
Además, hay que tener en cuenta que la
definición de pobreza que hacen orga-
nismos como la ONU es relativa. Es de-
cir, se define como pobre a quien gana
menos de la mitad del salario medio del
país donde reside. No es lo mismo ser cedor de los autores clásicos de la Es-
pobre en Estados Unidos que serlo en cuela Austríaca de Economía, afirma la
Bangla Desh. imposibilidad del cálculo económico
Lo mismo pasa con la esperanza de vida. socialista. Es imposible que un agente
En los países en vías de desarrollo pasó centralizador pueda conocer todas las
de 46 años en 1960 a 65 años en 1998, y interacciones económicas en todos los
hoy se encuentra más cercana a la es- ámbitos. Sólo a través del mecanismo de
peranza de vida de los países desarro- los precios, los empresarios y consumi-
llados que en 1960. Y en cuanto a la mor- dores pueden realizar millones de inter-
talidad infantil, ésta se ha reducido a la cambios voluntarios en un juego de suma
RESEÑAS
mitad en los países en vías de desarrollo. positiva.
¿Y que pasa con el hambre? pues que en El autor también afirma que la propiedad
treinta años se ha reducido del 37% al privada es el pilar sobre el que se sus-
18% y eso contando con lo que ha tenta la economía de mercado, pues no
aumentado la población mundial. La pro- sólo garantiza la obtención del fruto del
ducción de alimentos se ha duplicado trabajo sino que permite pensar en tér-
durante el último medio siglo. Y las ham- minos de futuro. Además de ser la forma
brunas han disminuido porque, como de protección más efectiva para los más
afirma Amartya Sen, éstas se producen desfavorecidos, tal y como demuestra el
sólo en regímenes centralizados y auto- también economista Hernando de Soto
ritarios que reprimen la libertad de pensa- en sus estudios acerca de la economía
miento y el libre mercado. Porque es el informal.
régimen dictatorial lo que causa el ham- Pero hay más beneficios del libre co-
bre y no la escasez de recursos. mercio, porque si consultamos las esta-
Pero Norberg no se limita a recopilar dísticas vemos que el capitalismo favo-
estadísticas. Su libro fundamenta los rece el desarrollo de los más pobres, no
logros del capitalismo en la libre inicia- fomenta la desigualdad y, al ser inheren-
tiva de los individuos, en la voluntariedad temente flexible, facilita la movilidad
de sus acuerdos económicos y en la social, es decir, los pobres dejan de ser-
ausencia de coacción. Como buen cono- lo con más rapidez. Así lo vemos en el

ENERO / MARZO 2006 253


Cuadernos de pensamiento político

informe de Jeffrey Sachs, acerca de la Norberg desmonta lugares comunes en


política comercial de 117 países de 1970 torno a las causas de la pobreza, como
a 1989, que demuestra una relación di- la colonización, y también demuestra que
recta entre crecimiento y libre comercio. los países en vías de desarrollo exportan
La apertura comercial es imprescindible más productos elaborados que materias
para el desarrollo. Por ejemplo, en 1960 primas. En cuanto al problema de la deu-
Corea del Sur tenía la misma renta per da externa, critica las políticas del FMI y
cápita que Zambia, y hoy…, hoy no tie- recuerda el llamado «riesgo moral» de la
nen la misma. Pero Norberg no sólo de- condonación de la deuda, y el hecho de
fiende el libre comercio por razones que ésta permite mantener en el poder
materiales, sino también porque, en pri- a regímenes dictatoriales y corruptos.
mer lugar, da libertad, libertad para com- Otra frase que ha hecho furor entre los
prar y vender a quien se quiera. «bienpensantes» es que «51 de las gran-
¿Pero la globalización no crea desem- des economías mundiales son empre-
pleo? Frente a este otro mantra de la sas». Esto es falso, porque PIB y ventas
pérdida de empleos en los países de- no son magnitudes comparables. Ade-
sarrollados por «culpa» de las desloca- más las empresas no tienen poder coer-
lizaciones, se demuestra que, tras años citivo como los Estados. Y tampoco es
de internacionalización de la economía evidente que las grandes empresas
mundial, los puestos de trabajo globales crean monopolios. En realidad, las gran-
han aumentado también en los países des empresas tienen menos capacidad
RESEÑAS desarrollados. No hay una cantidad fija de influencia en una economía mundial
de empleos, éstos aumentan, y lo hacen más globalizada que en economías ce-
principalmente en puestos de trabajo rradas. Además, las compañías multina-
cualificados. En el fondo son los mismos cionales, con sus sueldos más elevados
prejuicios de los «ludistas» del siglo XIX, y sus lugares de trabajo más salubres,
apenas revestidos de dialéctica marxista ayudan a mejorar el estándar laboral de
adaptada a la posmodernidad. los países en vías de desarrollo.
Otra de las supercherías más repetidas Todos hemos oídos lo malas que son las
por los antiglobalizadores es que «el 20% inversiones especulativas, pues bien,
de la población mundial consume el 80% Norberg explica que el gran incremento
de los recursos de la tierra». Se da a de las inversiones en los países en vías
entender que los pobres son pobres por- de desarrollo es una bendición para
que los ricos les han robado sus recur- ellos, porque reciben excedentes de
sos. Sin embargo, los países con mayor capital de los que están necesitados. En
abundancia de materias primas no son 10 años los países pobres del mundo han
los que más han crecido. La causa prin- recibido en inversiones una cifra supe-
cipal por la que el 20% consume el 80% rior a toda la ayuda al desarrollo conce-
de los recursos es porque produce el dida en el mundo en los últimos 50 años.
80% de estos recursos. El problema con- Los mercados financieros extensos y
siste en saber por qué algunos no produ- liberalizados fomentan el desarrollo en
cen tanto, y no por qué hay tantos ricos. los países pobres.

254 RESEÑAS
Cuadernos de pensamiento político

La propuesta de los antiglobalizadores de


regular estos flujos de capital olvida que
Retos jurídicos
las economías con mercados financieros
más flexibles superan antes las crisis
de la bioética
económicas. Así, tenemos el ejemplo del JOSÉ MIGUEL SERRANO RUIZ-
estancamiento de los países iberoame- CALDERÓN
ricanos en los años 80 y la rapidez con Retos jurídicos de la bioética
EIUNSA, Madrid, 2005, 276 págs.
que han superado la crisis de los 90 los
países asiáticos.
Acaba de publicar el profesor de Filo-
Por último, el autor critica a la llamada
sofía del Derecho de la Universidad
«Tasa Tobin» (que no es más que una
Complutense de Madrid, Dr. José Mi-
tergiversación de la propuesta del propio
guel Serrano Ruiz-Calderón, su último
Tobin). Norberg explica cómo es perjudi-
libro, Retos jurídicos de la bioética.
cial para los países en vías de desarro-
Acredita nuevamente el autor su condi-
llo porque, si se aplicase, haría disminuir
ción de profundo conocedor de esta
el volumen de operaciones y las opcio-
nueva disciplina que es la bioética, en
nes de financiación externa en los países
la que destaca merecidamente a nivel
que más lo necesitan. Esta tasa bloquea-
internacional.
ría el capital allí donde está (en los países
Reseñar esta densa obra, repleta de
ricos) con lo cual se convertiría en un ideas y sugerentes análisis, que mueve
arancel al capital y causaría un daño inexorablemente a la reflexión del lector, RESEÑAS
brutal a las economías emergentes. no resulta fácil. El libro, articulado en una
En defensa del capitalismo global no es buena sistemática, se divide en diez capí-
un tratado de economía ni pretende tulos que podrían constituir el armazón
serlo. Es un libro de divulgación en el de otros tantos ensayos. Ha escapado el
mejor sentido de la palabra. Estamos, en profesor Serrano a la habitual tentación
definitiva, ante un libro que desmonta los académica de hinchar el número de pági-
mitos antiglobalizadores que no paran de nas de la obra, con lo que el resultado es
aparecer en los medios de comunica- un texto, si bien claro, de gran riqueza de
ción. Es una refutación implacable y conceptos, ideas y argumentos. Tampo-
accesible de los tópicos de la «izquierda co ha sucumbido al «juego» con los dis-
caviar» más preocupada en acallar su tintos planteamientos en liza, bajo el
mala conciencia de vivir en un mundo camuflaje de un eclecticismo acorde con
capitalista que en ayudar a los pobres. los estándares de la «corrección polí-
Permítase el placer de regalar este libro tica». Con valentía y firmeza expone y
a algún amigo «progre» (todos conoce- fundamenta reflexiones fruto de años de
mos alguno); si es inteligente, incluso investigación en este complejo ámbito,
puede replantearse sus prejuicios. defiende valores y asume posturas que a
menudo son enarbolados nominalmente
MOISÉS RUBIAS BARRERA sin extraer de ellos las consecuencias

ENERO / MARZO 2006 255


Cuadernos de pensamiento político

debidas, por lo que esos valores e ideas


quedan, estérilmente, inoperantes.
No es un libro dirigido a un auditorio
conformista que hace dejación de sus
convicciones y se deja seducir por ma-
nidos y endebles argumentos que, ma-
chaconamente, aparecen en los medios
de comunicación. Bien al contrario, las
más de doscientas setenta páginas con-
tienen todo un arsenal de ideas que apor-
tan un sólido instrumental para hacer
frente a los falaces y estereotipados pectos ideológicos que subyacen –y tam-
argumentos que tan irreflexivamente son bién emergen– en los planteamientos
recibidos por buena parte de la opinión científicos, cuestión latente a lo largo de
toda la obra. También se plantea el im-
pública. Como advierte el autor en el
pacto que en las ciencias sociales –y en
prólogo, «quien busque un vademécum
la propia actividad política– ha tenido la
para moverse con comodidad en las
aparición de la genética, vinculada a las
reuniones bioéticas de la época, yerra al
teorías evolucionistas y su incidencia en
elegir este libro».
la eugenesia positiva y negativa, así
En el capítulo primero, «El paradigma
como en la eutanasia y el aborto (aspec-
RESEÑAS biológico y su impacto en las ciencias
tos abordados más extensamente en
sociales», se entra de lleno en una mate-
otros momentos: el capítulo octavo, «De-
ria sumamente polémica. Allí se aborda
recho y vida prenatal», o el noveno, «La
cómo los nuevos medios tecnológicos
cuestión de la eutanasia en España»). En
han supuesto una transformación radi- asuntos tan polémicos se ven afectados
cal del mundo que exige articular nuevas de pleno los valores defendidos a ul-
respuestas, en cuestiones que nos afec- tranza, desde la racionalidad más estric-
tan en las relaciones personales y en ta, por el autor de la dignidad humana
nuestra vida familiar, en las relaciones (desarrollado en el capítulo séptimo,
internacionales o en los campos de la «Dignidad humana») o la radical –y onto-
medicina o la investigación. Reflexiones lógica– igualdad de todo hombre, algo
de calado antropológico y metafísico se que se olvida a menudo, cuando se im-
intercalan desde el comienzo: el pro- ponen criterios que camuflan intereses
blema del mal, manifestado en los dramá- –a veces espurios– sobre dichos valores.
ticos acontecimientos terroristas, el de Otra constante que inspira la obra es la
la libertad humana y la condición depen- defensa de la libertad humana; una li-
diente del ser humano –que muestra las bertad responsable, que tantas veces se
carencias del argumento puramente indi- ve amenazada por un poder político de
vidualista de las relaciones humanas. tendencias totalitarias que se ha reves-
Advierte el autor de la incidencia de as- tido bajo muchas formas, algunas suma-

256 RESEÑAS
Cuadernos de pensamiento político

mente sibilinas, a lo largo de la historia. nítida considera el autor las grandes ten-
La combinación de planteamientos asu- dencias de la bioética, asumiendo un
midos del «cientismo» y la tentación tota- planteamiento que se inscribe dentro de
litaria del poder serán desarrolladas en la «bioética personalista», que pone es-
el capítulo tercero, «Aspectos fundamen- pecial acento en la dignidad del hombre
tales del cientismo». y en las raíces metafísicas del concepto
Aboga José Miguel Serrano por que el de persona.
principio de prudencia y la consideración Los principios sobre los que se asienta
que conlleva de las consecuencias de los esta «bioética personalista» son la de-
actos, que se esgrime en el campo de la fensa de la vida física, pues el cuerpo es
ecología, sea tomado en consideración coesencial a la persona; la libertad y
en los debates que se plantean en el responsabilidad, siempre presentes en la
seno de la bioética. Otro aspecto a desta- génesis del acto moral; el principio tera-
car es la necesidad de sopesar los ries- péutico de «totalidad», que considera al
gos que suponen, como la otra cara de la ser humano como un todo en referencia
moneda, ésta de carácter negativo, el a qué ha de entenderse por el bien de la
progreso científico y los avances tec- persona, y el principio de sociabilidad, del
nológicos, auténtico peligro para un ver- que derivan obligaciones hacia el con-
dadero progreso civilizador de la socie- junto social y el bienestar común.
dad occidental. Muchas de las paradojas Acerca de las cuestiones morales trata
de nuestro mundo actual son destacadas el capítulo cuarto, «Dificultades del de- RESEÑAS

y analizadas en la obra, como el avance bate moral» y toda una serie de reflexio-
de la medicina en la segunda mitad del nes acerca del derecho y su relación con
siglo XX y del bienestar creciente de una la bioética son abordadas extensamente
parte de la humanidad, por un lado, y, por en los capítulos quinto –«El papel del
otro, el desarrollo de un nuevo materia- derecho»– y sexto: «Principios informa-
lismo, con ribetes nihilistas y hedonistas, dores del derecho». Finalmente, cabe
que reduce el valor del ser humano. destacar el capítulo décimo –y último–,
En «El origen de la bioética», capítulo dedicado a «Matrimonio, derecho y bioé-
segundo, se analiza la irrupción y evolu- tica», donde se aborda la cuestión de la
ción de esta novedosa y pujante disci- reciente modificación del derecho de fa-
plina, así como los vínculos que presen- milia español que ha supuesto la des-
ta con la ecología, la política o el derecho, virtuación del núcleo social básico que
considerando sus tres grandes áreas: los representa la institución matrimonial.
aspectos éticos relevantes a las relacio- Retos jurídicos de la bioética constituye
nes entre los profesionales de la salud y un importante y formativo libro que sirve
los pacientes, las cuestiones de justicia de guía útil para comprender las nuevas
en el campo de la salud y los aspectos realidades, sin caer en los habituales
éticos surgidos a raíz del avance cientí- tópicos, escrita por un fino jurista e inte-
fico y tecnológico. De forma sintética y lectual sólido, desde una actitud incon-

ENERO / MARZO 2006 257


Cuadernos de pensamiento político

formista que se resiste a sacralizar lo biar nada». Para ello cita dos ejemplos
impuesto por el poder y a asumir los concretos: el estancamiento económico
planteamientos de moda por la mera y la pérdida de influencia diplomática.
seducción de los usos y tendencias En primer lugar, la crisis económica. Tras
triunfantes. la extraordinaria expansión de los «30
Años Gloriosos» (1945-1975 1), Francia
JOSÉ DE LA TORRE MARTÍNEZ está inmersa en un largo periodo de es-
tancamiento. Desde la primera crisis del
petróleo, apenas en dos breves periodos
(a finales de los 80 y de los 90 respecti-
Francia en vamente), sus tasas de crecimiento
superaron el 3 por ciento; en el resto, se
declive mantuvieron por debajo del 2. El desem-
pleo ha permanecido por encima del 10
NICOLAS BAVEREZ
por ciento durante 30 años. Y, para agra-
Francia en declive
var las cosas, mientras la tasa de ocupa-
Ediciones Gota a Gota, 2005. 118 págs.
ción se mantenía en los niveles más ba-
En Francia, la literatura sobre el «décli- jos de los grandes países industriales (58
nisme» tiene una larga tradición. Son por ciento), y mayores eran las exigen-
centenares los libros publicados sobre el cias internacionales de productividad, el
RESEÑAS tema. Por eso, que Nicolas Baverez, his- país se embarcó en uno de los experi-
toriador y economista, consiguiera levan- mentos sociales más disparatados que
tar una gran polvareda con esta breve se recuerdan: la «eutanasia del trabajo»
obra dice bastante sobre sus méritos mediante el recorte obligatorio de la jor-
como polemista. nada laboral. Los resultados están a la
Francia en declive no es, como tantos vista.
otros libros similares, un mero ejercicio En segundo lugar, la confusión diplomá-
de autoflagelación. No es, en rigor, una tica. Baverez subraya cómo Francia no
obra periodística ni tampoco un ensayo ha sabido digerir las consecuencias del
económico. Es un libro esencialmente derrumbe del Muro de Berlín y de la pos-
político, que quiere denunciar «la sinies- terior reunificación europea. Recuerda
tra continuidad entre los 14 años de con acierto los intentos de última hora de
Mitterrand y los 12 de Jacques Chirac, Mitterrand para intentar frenar la reuni-
unidos en su talento en ganar elecciones ficación alemana, o cómo trató de apun-
y arruinar a Francia». talar a la URSS de Gorbachov, cuando su
El autor parte de una constatación: Fran- proceso de descomposición era ya a
cia no ha sido capaz de adaptarse a un todas luces irreversible.
mundo que ha acelerado su ritmo de
transformación. La posición francesa pa- 1
Esta habitual expresión francesa «Treinte Glorieu-
rece haber sido que «cuanto más cam- ses» no debe confundirse con unos supuestos «glorio-
sos Años Treinta» (que más tuvieron de pena que de
bie el mundo, más necesario es no cam- gloria).

258 RESEÑAS
Cuadernos de pensamiento político

Desde hace quince años, nos apunta Antiguo Régimen y la Revolución, una
Baverez, Francia parece jugar en un ta- nación «embriagada por el mito de la
blero europeo e internacional que le re- revolución y que cultiva el rechazo de la
sulta extraño. El 11 de septiembre ha reforma». Es precisamente esta dificul-
agravado, si cabe, un malestar que venía tad de reformar la que ha llevado al país,
de antes. El confort de la antigua división a diferencia de otras naciones industria-
en bloques, que le otorgaba un ilusorio les, de la crisis al declive.
papel de mediador entre las superpoten- De hecho, quizá las páginas más intere-
cias, se ha desvanecido. La diplomacia santes de la obra se encuentran en el
gala no sabe qué actitud tomar ante los capítulo titulado precisamente «Quieta
«pequeños países» de la Nueva Europa; non movere», en el que se denuncia el
está asustada ante las auténticas inten- culto a los intereses creados: de los
ciones de la Alemania reunificada; duda agricultores a los cineastas subsidiados;
incluso de su influencia real en el mundo de los empleados de EDF o la SNCF a
árabe o africano. El discreto y amable esa auténtica excepción francesa que
papel de potencia media, que tan grato constituyen los «intermitentes del espec-
sería para otros, para la élite diplomática táculo». Como apuntaba un importante
francesa resulta insufrible. empresario galo, en un país en el que la
Esta doble combinación de pérdida de mayoría absoluta de los votantes está
peso económico y de desorientación compuesta de funcionarios, empleados
estratégica ha conducido a Francia a la de empresas estatales y jubilados, cual-
RESEÑAS
situación de aturdimiento en la que hoy quier reforma se convierte en un riesgo
se encuentra. Baverez describe sus ras- electoral de consecuencias imprevisi-
gos de forma brillante. No duda en narrar bles.
con palabras duras el autismo de sus ¿Exagera Baverez? Una de las acusa-
élites, su miopía sobre la evolución del ciones más frecuentes ha sido la de pin-
mundo, su preferencia por la gesticula- tar un panorama demasiado negro, tanto
ción antes que por las realizaciones con- de la situación social y económica del
cretas. El autor cita numerosos ejemplos; país como de las carencias de su clase
otros tantos acuden inmediatamente a la política. Es sabido que el libro fue muy
memoria del lector. mal recibido por políticos de uno u otro
Sin embargo, Francia no es el único país signo. La izquierda acusó las críticas a
en haber atravesado épocas de dificul- sus fallidos experimentos de «moderni-
tades. Japón o el Reino Unido han vivido zación social»; la derecha, su denuncia
también fases de conflictos. La economía del pánico, tras la traumática experien-
alemana está estancada desde la reuni- cia de Juppé, a la contestación callejera
ficación. Incluso los Estados Unidos atra- y la consiguiente parálisis reformista.
vesaron a finales de los 70 una grave Tampoco los medios de comunicación
crisis de confianza. franceses –de uno u otro signo– fueron
Lo que resulta singular en el caso fran- más benévolos. Aparte de calificar al
cés es, retomando al Tocqueville de El autor con todo tipo de epítetos, hicieron

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Cuadernos de pensamiento político

poco más que criticar algunas estadísti-


cas mal utilizadas o ciertas frases poco
afortunadas.
Es cierto que algunas de las expresiones
de Baverez pueden parecer excesivas.
Probablemente el tejido industrial fran-
cés no está «en vías de extinción»
(pág.74). Tampoco parece que Francia se
vaya a convertir a corto plazo «en un
museo» (pág. 107). Sin embargo, pocos
se han atrevido a negar que el diagnós-
tico que realiza sea atinado. No es fácil que es legítimo, pero cabe preguntarse
señalar con el dedo los rasgos menos si realmente es una de las reformas prio-
gratos de cualquier sociedad. Baverez se ritarias que Francia necesita. De la mis-
ha atrevido a hacerlo. ma forma, aboga por una reducción del
30 por ciento del gasto público en seis
No obstante, también cabría hacer algu-
años y la supresión de 500.000 puestos
nos reparos. En primer lugar, quizá de
de funcionarios. Puede ser buena idea,
forma justificable, Baverez ha querido
pero el lector queda con la impresión de
ejercer de polemista antes que de aca-
una cierta arbitrariedad en el análisis
démico. Ha optado por un formato de
económico. Otros temas llaman la aten-
RESEÑAS obra corta, directa, a pesar de que mu-
ción por su ausencia. Así, por ejemplo,
chos temas tratados hubieran requerido
existen muy escasas referencias a las
un tratamiento más amplio.
privatizaciones, abandonadas en Francia
El polemista es en muchas ocasiones un
desde los lejanos años de Balladur, que
simplificador. En un centenar de apreta- transformarían definitivamente su pano-
das páginas vemos desfilar desde Napo- rama empresarial.
león a De Gaulle; desde Keynes a Rums- Por último, también cabe discrepar cuan-
feld y la Guerra de Irak. Ese trazo grueso do afirma, por ejemplo, que parte del es-
facilita el impacto de la obra, pero deja la tancamiento económico francés se debe
impresión de que los argumentos mere- a la rigidez del mandato del Banco Cen-
cerían un desarrollo más cuidadoso. tral Europeo, a las restricciones presu-
En segundo lugar, aunque el autor haya puestarias del Pacto de Estabilidad o,
sido llamado «neo-thatcheriano» (califi- incluso, a la política comunitaria de com-
cativo que en Francia tiene un sentido petencia, que dificulta la aparición de
menos amable que en otras partes), para «campeones» europeos de talla interna-
el lector liberal el libro, brillante en la cional. El lector familiarizado con la vida
denuncia, se queda sorprendentemente francesa reconocerá fácilmente estas
corto en las propuestas. ideas, pero resulta extraño encontrarlas
En el aspecto institucional, Baverez de- en un autor al que se acusa de pertene-
fiende un sistema presidencialista, lo cer al campo «neoliberal».

260 RESEÑAS
Cuadernos de pensamiento político

Francia en declive surge bajo el impacto Un último comentario. El lector español,


directo de las elecciones del 21 de abril ante una descripción tan cruda de los
de 2002. El establishment político (tanto males de su vecino, podría dejarse ten-
de izquierda como de derecha) se vio tar por la schadenfreude. Esto sería un
humillado al descubrir que nada menos error. España ha seguido en los últimos
que un 30 por ciento de los votantes, en treinta años, es cierto, una trayectoria
un país tan desarrollado y culto, optó por histórica muy distinta. La nación ha es-
grupos extremistas. Posteriormente, la tado dispuesta a asumir muchas y muy
situación no parece haber mejorado mu- importantes reformas. La transformación
cho: el insólito rechazo a una Constitu- de nuestro país desde la Transición es la
ción europea hecha a medida de la pro- consecuencia.
pia Francia, o los recientes episodios de Pero esto ha sido el resultado de una
violencia urbana, nos indican que la ex- meritoria generación de personas que
periencia del 21 de abril no fue un episo- supieron dejar de mirar hacia atrás y ex-
dio aislado. En este sentido, el libro es traer las lecciones de una historia terri-
hoy tan relevante como lo fue en el mo- ble de confrontación, aislamiento y atra-
mento de su publicación, en 2003. so, y pasar, como Ortega reclamaba, «a
Sin embargo, Baverez no es un pesi-
las cosas».
mista. Piensa que Francia puede des-
Está por ver que las generaciones que
pertar, eligiendo entre la alternativa de
siguen sean capaces de hacer otro tanto.
un «tratamiento de choque para moder-
Algunos nubarrones preocupantes se
nizar al país a marchas forzadas, o un RESEÑAS
atisban en el horizonte. Los lectores es-
declive no tan tranquilo». Es posible que
pañoles haríamos bien en leer a Baverez,
tenga razón. En cualquier caso, Baverez
y meditar sobre lo que enseña este breve
habrá contribuido, con este libro valien-
pero contundente libro.
te y necesario, a «rechazar el conserva-
durismo callado» que hoy todavía para-
liza a su país. ROMÁN ESCOLANO

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