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Resumen
En el marco del “Fondo del Programa de Cooperación Técnica” de la representación FAO
Bolivia y en coordinación con el Vice ministerio de Desarrollo Rural, se realizo un diagnostico de la
producción de miel en particular y la apicultura en general a nivel nacional. Se recopilo documentos
e información, entrevistando y encuestando a productores, representantes y técnicos del sector. Se
realizaron inspecciones a apiarios y colmenas a nivel nacional, entre los meses de junio y agosto del
2011.
En Bolivia 8 de los nueve departamentos (La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Chuquisaca y
Tarija, Beni, Pando y Potosí) producen miel y tienen asociaciones de apicultores bien establecidas.
Alrededor de 220 municipios demuestran potencial para la producción apicola. Solo en Oruro parece
no haber producción, sin embargo existe actividad de acopio de productos apícolas y fabricación de
equipos e insumos. Se estima una producción nacional de 898848 kilos de miel, con un valor
primario de más de 32 millones de bolivianos en el mercado nacional. La miel en Bolivia tiene un
mercado insatisfecho y los consumidores están sin información para evaluar la pureza y calidad del
producto. Existen más de 160 organizaciones de productores de miel y una Asociación Nacional de
Apicultores de reciente creación (ANPROABOL). El número de colmenas por apicultor a nivel
nacional (5 colmenas) está por debajo de los límites de rentabilidad (10 colmenas) en condiciones
promedio, causa principal de la baja producción y la inestabilidad en la oferta de miel. Los problemas
fundamentales en el manejo productivo son: 1) La falta de reinas de buena calidad para la reposición
y multiplicación de colmenas, 2) La falta de controles sanitarios que reduzcan las pérdidas por efecto
de plagas y enfermedades.
El programa nacional de fomento apícola (PROMIEL) podría orientar el desarrollo del sector a
través de la generación de propuestas de ley, normativas que lo protejan, además de recursos de
capacitación técnica para productores y contenidos técnicos mínimos para la formación de
profesionales especialistas. Por las grandes necesidades y la consecuente fuerte inversión
económica, de alrededor de 283 millones de Bolivianos en los próximos 5 años necesaria para
intensificar la producción de miel, se recomienda la elaboración de un estudio integral Técnico,
Económico, Social y Ambiental (TESA), para la creación y ejecución de un programa que fomente,
apoye y proteja la apicultura nacional mientras se establece. Se anexa una propuesta de
intensificación de la producción de la miel que se centra en el incremento del promedio de colmenas
por apicultor.
Introducción
Objetivos
Objetivo General
Obtener y evaluar la información sobre el estado de la producción de miel y en
consecuencia la crianza de abejas a nivel nacional, identificando necesidades insatisfechas,
problemas a solucionar y el potencial productivo del sector.
Objetivos Específicos
Identificar el estado actual de la producción y comercialización de miel a nivel
nacional, al igual que su correspondiente problemática.
Identificar zonas en las que se podría intensificar la producción de miel.
Identificar las necesidades de financiamiento del sector.
Metodología
En el marco del “Fondo del Programa de Cooperación Técnica” de la representación
FAO Bolivia, proyecto TCP/BOL/3210 y en coordinación con el Vice ministerio de Desarrollo
Rural, se realizo un diagnostico de la producción de miel a nivel nacional. La producción de
miel en el mundo proviene principalmente de la crianza de abejas melíferas (Apis melífera)
o apicultura, y donde es posible, se complementa con la miel producida a través de la
crianza de abejas sin aguijón de varias especies conocida como meliponicultura. En Bolivia
la situación es la misma, razón por la cual el estudio se concentro en la producción apícola,
sin embargo contempla como complemento datos y análisis de la meliponicultura a nivel
nacional. Se recopilo documentos e información, entrevistando y encuestando a
productores, representantes y técnicos, recopilando la información general productiva, asi
como la correspondiente a los problemas y necesidades del sector. Se realizaron
inspecciones a apiarios y colmenas, entre los meses de junio y agosto del 2011,
especialmente para obtener datos referentes al estado sanitario de las abejas melíferas
(Apis mellifera) en Bolivia, para las cuales se elaboraron planillas de registro específicos.
La información obtenida se analizo en función a parámetros y recomendaciones
técnicas especificas de la biología y crianza de abejas con un enfoque de sostenibilidad,
rentabilidad y conservación de los recursos naturales. Cabe mencionar que no existen datos
previos sobre el estado sanitario de las colmenas de abejas melíferas
(Apis mellifera) en el territorio nacional, lo que se considera un problema serio y una
necesidad a subsanar.
Aspectos Sociales, Demográficos y Productivos
Bolivia está clasificada como un país de desarrollo humano medio, con un índice de
desarrollo humano (IDH) de 0,641 en 2001, por detrás de todos sus vecinos sudamericanos,
con una evolución marginalmente positiva. La esperanza de vida al nacer es de 63,3 años;
la tasa de alfabetismo de adultos llega a 86,72%; la tasa de matriculación neta combinada
inicial, primaria y secundaria, es de 76%; y son 7,43 los años promedio de escolaridad. Los
índices de desarrollo humano de los 314 municipios del país muestran un panorama
territorial muy heterogéneo: 170 municipios presentan un IDH entre 0,5 y 0,6; sólo 6
municipios presentan niveles superiores a 0,7 y apenas 34 superan el promedio nacional;
66 municipios no alcanzan el valor de 0,5, considerados de desarrollo humano bajo. La
pobreza es un fenómeno que afecta a la mayor parte de la sociedad boliviana. Con una
línea de pobreza de USD 319 anuales per. cápita, la pobreza rural llega al 83,4% (uno de
los índices más elevados del continente). Aun cuando estos índices son tan solo una
expresión del promedio nacional, en la zona de Tierras Altas es mucho más dramática (24).
Rendimientos y Producción
En Bolivia existen alrededor de 24968 productores de miel, y producen 899 toneladas de
miel, con 64967 colmenas en producción y se calcula que existen 60124 núcleos o
colmenas en crecimiento o capturas recientes, dando un total de aproximadamente 125091
colmenas, según datos y estimaciones propias ante la ausencia de datos mas precisos. El
rendimiento anual de miel por colmena esta alrededor de los 13,8 kilos, un rendimiento bajo,
considerando que existen zonas en Bolivia que reportan rendimientos de hasta 80 kilos por
colmena al año, como ser Tiguipa Estación en el Municipio de Machareti del departamento
de Chuquisaca. Un proyecto del Programa PROBOLIVIA del Ministerio de Desarrollo
Productivo y Economía Plural anexado al presente documento muestra resultados similares
y una tendencia creciente entre los años 1990 y 2007. La siguiente tabla muestra las
estimaciones del número de apicultores, colmenas y producción de miel en kilogramos a
nivel nacional. Las estimaciones están basadas en los promedios obtenidos de entrevistas
con productores, representantes y técnicos durante la realización del presente trabajo.
Sanidad
En Bolivia se pudieron detectar solo dos problemas sanitarios serios en los apiarios
inspeccionados: Varroa (Varroa destructor), la garrapata de las abejas melíferas (Apis
mellifera) que se detecto en todas las colmenas inspeccionadas a nivel nacional, con un
porcentaje infestacion del 5,4%, lo que esta ligeramente por encima del umbral de daño
económico y requiere tratamiento. Loque Europea en un 22,7 % de las mismas. La Varroa
(Varroa destructor) es la principal plaga de las colmenas de Apis mellifera a nivel mundial,
no solo por daños directos sino también por la transmisión de virus y bacterias, si los niveles
de infestación suben a mas del 5 por ciento se requiere tratamientos de control. La loque
europea es una enfermedad causada por un complejo bacteriano y esta relacionada con
mala calidad de reinas, desnutrición y estrés. En Bolivia se han reportado casos de Nosema
o diarrea de las abejas, de Cría Momificada que es una enfermedad causada por un hongo
que ataca las larvas de las abejas. No se detectaron enfermedades o plagas más serias
como la loque americana o el pequeño escarabajo de la colmena (Aethina tumida), que se
encuentran en países vecinos y definitivamente reducirían significativamente la capacidad
productiva de la apicultura en Bolivia y casi imposibilitarían la producción orgánica o
ecológica de miel. Es importante considerar medidas para controlar las poblaciones de
Varroa en Bolivia así como también la incidencia de Loque europea, además de prevenir el
ingreso de enfermedades y plagas nuevas a nuestro territorio. Ante la ausencia de datos
sobre los efectos de los problemas sanitarios y las perdidas que causan en el país es
importante implementar un sistema nacional de monitoreo y campañas de control de plagas
y enfermedades. La tabla a continuación resume los datos obtenidos en este pequeño
trabajo de monitoreo sanitario.
Calidad de Reinas
Tamaño de muestra 66
Número de reinas productivas 35
Porcentaje de reinas productivas 53,0
Rentabilidad Alta inversión inicial. Alta demanda Baja inversión inicial .Mercado en
de miel con un mercado bien formación y Crecimiento. Precio de
establecido. Precio de venta a venta relativamente alto
consumidor final relativamente
bajo.
Zonas Productoras
Identificación de zonas donde se puede intensificar la producción de miel.
Necesidades de financiamiento
En vista a los datos previos y la opinión de los productores, representantes de
asociaciones y técnicos se puede considerar que las siguientes áreas deberían ser
consideradas las prioridades o necesidades de financiamiento:
Valores de la Producción
En Bolivia se calcula que se producen de 898 toneladas de miel, con un valor
primario de más de 32,3 millones de bolivianos en el mercado nacional y 11,3 millones de
dólares americanos en el mercado internacional, razón por la cual no convendría exportar
aunque existiera la posibilidad. El precio a nivel nacional es mejor que el internacional. El
precio de la miel por kilogramo a productor en Bolivia esta entre los 10 y los 25 bolivianos,
con un promedio de 17,5 bolivianos. El precio del kilogramo de miel a consumidor se
encuentra entre los 30 y 75 bolivianos, que nos da un promedio de 52,5 bolivianos.
Procesamiento
En Bolivia solo se pudo constatar la existencia de 2 centros de acopio y
procesamiento exclusivamente para la miel y otros productos de la colmena, con la
infraestructura mínima requerida. El resto de las infraestructuras de procesamiento que
básicamente consiste en filtrado, decantado y envasado de la miel, no cuentas con las
condiciones mínimas de higiene y sanidad necesarios para manipular un producto como la
miel. Uno de los grandes problemas que se ha notado es el sobrecalentamiento de la miel,
lo que la desnaturaliza, destruyendo la encimas propias de la miel y elevando otros
parámetros que disminuyen su calidad o la destruyen definitivamente.
Aspectos Económicos
Aspectos Legales
Existe la normativa de la miel aprobada por IBNORCA el 2006. Existe un proyecto de
ley para el apoyo, fomento y protección del 2002 que fue presentado al congreso en dos
oportunidades (2002-2006), que requiere readecuarse a la Nueva Constitución Política del
Estado y actualizarse.
Aspectos Institucionales
A nivel organizativo Bolivia tiene una Asociación Nacional de Apicultores de reciente
creación la ANPROABOL. Existen alrededor de 160 organizaciones de productores de miel
a nivel nacional que y han generado una demanda constante de apoyo al sector en los
últimos 10 años, ejemplo de ello son los documentos que se anexan al presente trabajo. No
existen instancias institucionales gubernamentales que realicen extensión apícola, el apoyo
se concentro en apoyo de equipamiento y financiamiento sin criterios técnicos adecuados al
sector o la realidad nacional.
Aspectos Ambientales
Las abejas, tanto con aguijón y sin aguijón, son agentes polinizadores que generan
inestimables servicios ambientales e invaluables beneficios a los ecosistemas en los que se
hallan presentes, incluidas las actividades y necesidades humanas. Considerando que las
poblaciones de abejas en el mundo está declinando, por una serie de factores entre los que
podemos mencionar, disminución de bosques y diversidad botánica, así como una serie de
plagas y enfermedades que afectan a las abejas, la apicultura y la meliponicultura son
actividades que ayudan a la conservación de las distintas especies de abejas y la
biodiversidad en general. El papel de las distintas especies de abejas en los diferentes
ecosistemas es esencial, sobre todo si se toma en cuenta que 75% de nuestro alimento
depende del trabajo polinizador de las abejas (2) y que el 90% de los árboles de los trópicos
dependen de la polinización que realizan las abejas sin aguijón para producir semillas (3).
También lo afirma un informe de la FAO que estableció que de las 100 especies de
vegetales que proveen el 90% de los abastecimientos alimenticios en 146 países, 71 son
polinizadas por abejas. Apis mellifera llega a cubrir alrededor de 3504 hectáreas de
superficie en la que recolecta alimento y poliniza normalmente un sin numero de plantas, en
casos cuando el alimento es escaso se sabe que ellas pueden cubrir alrededor de 20234
hectáreas (5). No se han podido evidenciar efectos negativos en el medio ambiente debidos
a la introducción de algún tipo de abejas, aun en el caso de las abejas africanizadas, ya que
estas abejas aprovechan recursos florales más amplios y muchas veces distintos a los que
aprovechan las abejas sin aguijón, nativas de las regiones bajas de Bolivia. Las abejas en
general sirven como agentes polinizadores en donde se encuentren, ayudando a que las
plantas produzcan mayor número de semillas, de tal forma que las mismas aumenten sus
probabilidades de reproducirse. Mas aun las abejas ya sean con o sin aguijón aprovechan
recursos que de otra forma serian lavados por la lluvia o se desperdiciarían como es el caso
del néctar con el que producen la miel, el polen o las resinas de las plantas con las que
elaboran el propóleos. La FAO en 1995 definió a los Productos no Maderables como:
Todos los bienes de origen biológico, así como los servicios derivados del bosque y tierra,
bajo similar uso y excluye la madera en todas sus formas. Aseverando que los agentes
biológicos culturalmente manejados, como las abejas nativas o las abejas con aguijón, son
importantes agentes ecológicos que actúan como polinizadores y su desaparición
ocasionaría graves consecuencias en el medio ambiente. Sin embargo hay que mencionar
que los efectos en los ecosistemas de una actividad cultural productiva, como lo son la
apicultura y la meliponicultura racional, no son los mismos que los de una activad de
extracción o recolección de colmenas o su miel.
Existen amenazas ambientales serias para el desarrollo de la producción de miel y la
crianza de abejas en Bolivia que se pueden resumir en tres categorías: 1) Plagas y
enfermedades graves que podrían ingresar al territorio nacional 2) Uso indiscriminado de
insecticidas y químicos contaminantes, 3) Desertificación (reducción de la diversidad floral,
fuentes de néctar, polen y resinas).
Conclusiones y Recomendaciones
El volumen anual de producción nacional de miel al parecer no pasa las 900 toneladas
al año, con estimaciones optimistas. Esta producción no llega a satisfacer la demanda
nacional de miel lo que explica el hecho de que el precio nacional de la miel supera en casi
el doble al internacional y que las importaciones estén en subida. En la cadena de la miel el
eslabón más débil e inestable parece ser el productivo, los apicultores tienen muy pocas
colmenas y peor aún se hallan por debajo de la línea de rentabilidad bajo recomendaciones
técnicas. Existe la producción confirmada de miel de abeja, aun en pequeña escala en 8 de
los nueve departamentos de Bolivia, lo que confirma el gran potencial productivo existente.
Solamente en el departamento de Oruro no se ha podido constatar la existencia de
apicultores. Si bien la miel de abeja es un edulcorante alternativo más saludable,
lamentablemente bajo estas condiciones la miel de abeja no puede competir con los bajos
costos del azúcar común de caña, sin embargo existe la necesidad de satisfacer la
demanda nacional y reducir los costos de producción con un mejor manejo técnico de las
colmenas. Según menciona uno de los apicultores más antiguos el Señor Isaac Ñuñez de
Santa Cruz de la Sierra, la miel de abeja entre los años 1940 y 1960 era mas barata que el
azúcar común y el edulcorante preferido del pueblo.
Comparando con los países vecinos de Chile, Argentina y Brasil, donde existen
productores con más de 5000 colmenas, en Bolivia no existen grandes productores de miel
(apicultores o meliponicultores) ya que ninguno supera las 350 colmenas manejadas de
manera estable, sin embargo existen productores que reportan la apicultura como su
actividad económica principal.
Desde el punto de vista ambiental las abejas, tanto con aguijón y sin aguijón, son
agentes que generan inestimables servicios ambientales e invaluables beneficios a los
ecosistemas en los que se hallan presentes, incluidas las actividades y necesidades
humanas. Considerando que las poblaciones de abejas en el mundo están declinando, por
una serie de factores entre los que podemos mencionar, disminución de bosques y
diversidad botánica, así como una serie de plagas y enfermedades que afectan a las
abejas, la apicultura y la meliponicultura son actividades que ayudan a la conservación y la
biodiversidad en general. Por lo anteriormente mencionado las actividades culturales
productivas (agrobionegocios) que están relacionadas con este rubro (producción de miel
de abejas con aguijón y sin aguijón), son opciones que generan beneficios que se ven
multiplicados cuando se fomenta su crianza y se promueve iniciativas productivas con las
especies existentes, sean estas introducidas o nativas.
En general podemos concluir que ambas actividades son actividades que requieren
fomentarse, apoyarse y protegerse, especialmente desde una perspectiva productiva
rentable y de conservación de las abejas como insectos benéficos, ya sean introducidas o
nativas, con o sin aguijón, en todas las regiones en las que se encuentren presentes.
Lamentablemente desde un punto de vista fríamente económico la meliponicultura aun tiene
un gran camino por recorren especialmente en aspectos de manejo técnico y mercado, para
establecerse como una actividad alternativa a otras fuentes de ingreso económico en áreas
rurales de Bolivia. Sin embargo existe la posibilidad de fomentarla como una actividad
complementaria a la apicultura que demuestra mayor estabilidad, de tal manera que el
productor y el comercializador de miel tengan mayor variedad de mieles para ofrecer. Si
bien ambas actividades tienen el potencial de convertirse en actividades altamente
rentables, se requieren inversiones orientadas a aspectos específicos para su desarrollo en
el ámbito nacional. En el caso de apicultura en aspectos tanto de asistencia técnica
especifica a la realidad apícola nacional, formando apicultores con visión de eficiencia,
rentabilidad y sostenibilidad. En el caso de la meliponicultura las inversiones deben estar
orientadas a aspectos más amplios que incluyen investigaciones de las distintas especies,
con el fin de desarrollar sistemas de manejo racional que permitan una producción
sostenible, tanto de productos como de nuevas colmenas (Control reproductivo).