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Algunos de los acontecimientos más importantes de la Edad Media fueron la caída del
Imperio Romano, la batalla de Hastings o la Carta Magna, entre otros.
La mayoría de los eruditos consideran a la Edad Media, o al período medieval, como el tiempo
que va desde la caída de Roma en el 476 a.D. al nacimiento de la Edad Moderna, que comienza
alrededor siglo XV o XVI.
Otto I fue el sucesor de Henry el Fowler, el duque de Sajonia que se convirtió en el primer
emperador sajón. Al igual que su padre, Otto I logró proteger a los alemanes contra los
invasores magiares.
Eligió crear un monasterio alemán. Esta lealtad natural con la Iglesia y el reino alemanes le
ayudó a ganar control sobre los duques de la rebelión y a establecer su imperio.
En 962 d.C, el papado de Italia lo invitó y lo declaró como el Emperador de Italia y
estableció su Santo Imperio Romano.
Aportes culturales de la edad media
Aportes destacados de la Edad Media
Arquitectura
En el área de construcción de viviendas tanto los carpinteros como los albañiles seguían de
manera empírica sus conocimientos. Los materiales más fuertes se utilizan para la construcción de las mansiones de la población
burguesa.
Estos materiales eran piedra y ladrillo, que podrían garantizar en mayor medida, la supervivencia de sus hogares en caso de incendios o
por el efecto de la humedad. Incluso en los lugares donde la piedra era escasa o muy costosa, los burgueses utilizaban este material para
su construcción.
En tanto, para la construcción de las casas del pueblo llano se utilizaban adobe y madera. En este último caso, la madera se cortaba
cuando aún estaba verde para mayor facilidad de los constructores.
Primeramente se hacía el armazón o esqueleto de la vivienda para luego rellenar los vacíos. Para el relleno se utilizaban ramas, barro
húmedo, paja, pelo y estiércol de vaca, el cual lo extendían los albañiles con sus herramientas de trabajo.
Arte
En esta etapa disminuyó el grosor de los muros de las construcciones con fines religiosos. Por esta razón comenzaron a dejarse espacios
para la incorporación de ventanales que permitieron la entrada de la luz al interior de las edificaciones.
En estos espacios se comenzaron a colocar vidrieras que también las llenaban de color, dando nacimiento al arte de las vidrieras góticas.
Para realizar estas vidrieras primero se dibujaba sobre un pergamino, cartón o madera la figura. Luego se cortaba el vidrio de color
siguiendo las piezas y el diseño. Por último, se montaba en listeles de plomo con ranuras.
La diversión
Al igual que la mayoría de las actividades, la diversión y los pasatiempos de la Edad Media dependían del rango y la posición social de
la gente.
La clase alta tenía como una actividad de ocio habitual la cacería, la cual –además de servir de espectáculo- le servía además como
entrenamiento para la guerra.
Los juglares también eran los protagonistas de los momentos de diversión para el pueblo llano y el señorío, no solo con sus cantos y el
sonido de los instrumentos musicales, sino que también realizaban actividades circenses y manipulación de títeres.
Como juegos de mesa surgieron el ajedrez, los dados, el backgammon y el juego de cartas, los cuales, junto a las ferias donde se
realizaban competencia de carga de sacos, eran algunas actividades de las disfrutadas por el pueblo llano.
Ciencia y Tecnología
Fue durante este período que hubo una gran invención de instrumentos que facilitaban la vida de las personas, tanto de aquellos que iban
a las guerras como los que no lo hacían.
Entre estos instrumentos están: la brújula, las armas de fuego, la ballesta, el reloj, el papel, los acueductos y las armaduras.
Alimentación
Por el intercambio comercial entre los diferentes continentes que tuvo lugar en ese período, hubo ingredientes que pasaron a formar
parte de los imprescindibles de la cocina.
La pimienta, la nuez moscada, el azafrán, la mostaza, la canela y el clavo pasaron a ser los infaltables de la cocina europea. Igualmente,
los mismos eran utilizados por los farmacéuticos de la época para elaborar recetas curativas.
Oficios artesanales
Producto del crecimiento de las ciudades en la época medieval, surgió también el nacimiento de nuevos oficios. Entre estos oficios
nacientes estaba el de zapatero y el de juglar.
Los primeros se encargaron de la realización de calzados cuyos materiales dependerían también de la posición social del individuo que
lo solicitara.
El de los burgueses era en cuero con cordones de oro o de tela. Mientras que el pueblo llano utilizaba botas o zapatos herrados. Las
sandalias eran utilizadas de manera exclusiva por los religiosos.
El oficio de los juglares, era el de llevar diversión o información a través del arte, a la población.
En ambos casos, aun cuando la iglesia consideraba ambos oficios como deshonrosos, el primero de ellos no fue tan censurado por ésta
por formar parte de quienes detentaban el poder económico.
Educación
En el ámbito educativo la Edad Media dio nacimiento durante el siglo XIII a las universidades. Estas fueron creadas por la iglesia con
la idea de conservar y transmitir los saberes, por lo que estaban sometidas al control de Roma.
Por esta razón, aún sin serlo, los estudiantes de las universidades eran considerados clérigos religiosos.
Nacieron también las escuelas catedralicias y monásticas en donde la iglesia mantuvo el control exclusivo del conocimiento y
transmisión de la ciencia y la cultura.
Este control que la jerarquía de la iglesia ejercía en la enseñanza, hizo que los laicos de alejaran de estos centros de enseñanza.
Tinta y Pergamino
Durante la Edad Media tanto la tinta como el pergamino se comenzaron a elaborar de diferentes maneras.
Estos materiales eran imprescindibles para los que se encargaban de escribir a mano los libros o manuscritos que eran utilizados sobre
todo en las recién nacidas universidades, tanto por parte de los profesores, como por parte de los estudiantes.
La tinta se realizaba cocinando durante varios días diferentes ingredientes, entre los que se sumaban el sulfato de hierro y la goma
arábiga, mientras que los pergaminos se hacían a partir de las pieles de las ovejas y las cabras.
Mientras que las plumas con las cuales se escribía sobre ellos, eran tomadas de los patos, cisnes o cuervos
Mahoma (570-632). Mercader del la Meca, reconocido como “Apóstol de Dios”, tras una revelación del
Arcángel Gabriel, cuyas palabras fueron los primeros fragmentos del Corán, fue el encargado de expandir los
mensajes de Alá, sobre el juicio final y la necesidad de sumisión o Islam. Expulsado de su ciudad, volvió para
tomarla a la fuerza. Para entonces su mensaje ya había traspasado fronteras, comenzaba la expansión del
Islam.
Mahoma
Carlomagno (742-814). Cuando Pipino el Breve murió, su reino se dividió entre sus hijos Carlo y Carlomán.
Ambos repartieron el imperio equitativamente, pero la muerte temprana de Carlomán consiguió reunir en Carlo
todo el poder, estableciendo su imperio en la mayor parte de la Europa Central y Occidental. Carlomagno, rey
de los francos fue el fundador del Imperio Carolingio que más tarde se convertiría en el Sacro Imperio
Romano Germánico.
Carlomagno
Don Pelayo
Alfonso I El Católico (693-757). Rey de los astures y yerno de Don Pelayo, con
Alfonso I se intensificó la empresa de la Reconquista. Con la sublevación de los
bereberes, provocó la retirada hacia el sur de los árabes que ya se habían apoderado en
Galicia, en Astorga y por todo el norte de la sierra de Guadarrama, hecho que le sirvió
al nuevo monarca para ampliar las fronteras de su reino, anexionando Galicia y el
norte de Portugal. Luchó insaciablemente por reconquistar las zonas ocupadas por los
musulmanes.
Alfonso I El Católico
En la Baja Edad Media (S X-XV) el cambió realmente tampoco significó nada, o al menos nada terrible, pero
si hubo un cambio, pero de mentalidad, se acabó la época oscura que había marcado la Alta Edad Media. Los
antiguos enemigos bárbaros se van incorporando e integrando en una sociedad cada vez más cristiana. Las
cruzadas, las conquistas de los reinos cristianos sobre los musulmanes, hacen retroceder el Islamismo hacia el
interior de Asia y cuenca sur Mediterránea.
Almanzor (938-1002). Abu Amir Muhammad ben Abi Amir al-Maafirí, llamado al-Manūr, más conocido por
el sobrenombre Almanzor, fue un militar y político andalusí, caudillo del Califato de Córdoba y hayib o
chambelán de Hisham II. Con un gran talento militar y mucho carisma, llevó a cabo un total de 56 campañas
en tierras cristianas sin conocer la derrota, razón por la cual recibió el sobrenombre de al-Mansur (el
Victorioso), con el que pasaría a la historia.
Almanzor
Como curiosidad, cuentan las crónicas que tras entrar en Santiago de Compostela,
Almanzor, destruyó toda la ciudad, respetando únicamente el sepulcro del santo. A los
cristianos apresados, les obligó a transportar las campanas de la catedral y las puertas de la ciudad a cuestas
hasta Córdoba.