Professional Documents
Culture Documents
Su vida y obra son el objeto de un nuevo libro en inglés, Sacred Trickery and the Way
of Kindness: The Radical Wisdom of Jodo, en el que se presenta como una especie de
bodhisattva-payaso-chamán y donde expone su última gran idea: la compasión y la
generosidad como caminos de conocimiento. Entre trickster y meloso abuelo, Jodo
cuenta sobre sus amigos, hijos y conocidos (entre ellos algunos chamanes y el trickster
por antonomasia: Carlos Castaneda, a quien conoció también en un ligero "lío de
faldas").
En esos momentos me hice las preguntas que todos se hacen: ¿Por qué debo morir?
¿Existe Dios? Cuando tenía 18 la conciencia de mi muerte me azotó como un martillo
en la cabeza. No lo había asimilado hasta entonces. Salí corriendo por las calles,
llorando que no quería morir. Desde ese momento necesite aplacar mi pavor.
Este fue el germen de una larga búsqueda --de un seducir y dejarse seducir-- en la que
Jodorowsky experimentó con todo tipo de técnicas para liberar su propia mente y
acercarse a lo sagrado. La influencia atea y represiva de su padre se tornó en una
orgía místicoartística.
.
¡Quería existir! Por otro lado no creía en ello, debido a como fui criado. Nunca pensé
que arribaría a la fe. Por otro lado, estaba desesperado por encontrarme con lo
divino. Vivía en constante miedo a la muerte. Todo mi ser se revolcaba ante el
prospecto de mi fallecimiento. Buscaba una respuesta pero no la encontraba. Debo
mencionar que durante esa época, a principios de los 50, no sabía nada del misticismo
oriental o del zen.
¿Sabes que el místico hindú Ramana Maharshi logró la iluminación después de sentir
un miedo terrible mientras pensaba en la muerte?
¡Ah, claro! Recuerdo mi primer ataque por el miedo a la muerte, después de una
noche de fiesta en Chile. Creo que tenía 19 años. Nuestra casa ardió; sólo mi
habitación se salvó. Así que mis amigos y yo hicimos una fiesta, celebrando el
incendio. Yo usé un abrigo de flamas, disfrazado de fuego. Como a las 3 o 4 de la
mañana, todos borrachos, acabamos en el mercado, comiendo queso.
Estaba nadando de felicidad. Y de súbito me di cuenta que todos mis amigos morirían,
que toda la ciudad moriría, la Tierra entera y las estrellas morirían... nada se podría
salvar, y menos yo. Fue una suerte de iluminación negativa. Súbitamente sobrio, vi
cómo la ciudad estaba bañada en angustia, cómo las persona a mi alrededor eran
víctimas de este miedo, sin poder enfrentarlo. Desde ese día tuve que entrar con acto
con la divinidad para pacificar mi terror.
El ojo está ardiendo, las formas están ardiendo, la conciencia del ojo está ardiendo, el
contacto del ojo está ardiendo; también toda sensación placentera o penosa, y la que
no es ni placentera ni penosa que depende del ojo como su condición indispensable,
está ardiendo. ¿Ardiendo con qué? Ardiendo con el fuego de la codicia, con el fuego de
la animadversión, con el fuego de la falsa ilusión; ardiendo con el nacimiento, la vejez
y la muerte; con las penas, lamentaciones, dolores, con la angustia y desesperación.
.
..
http://pijamasurf.com/2016/05/la-muerte-como-motivacion-hacia-la-il...