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INSTRUMENTACIÓN SISMOLÓGICA

Los instrumentos usados para observar sismos deben ser capaces de


detectar la vibración pasajera, de operar continuamente con capacidad de
detección muy sensitiva, poseer tiempo absoluto de tal manera que el
movimiento pueda ser registrado como una función del tiempo y deben
tener una respuesta lineal conocida al movimiento del suelo (instrumento
calibrado) que permita que los registros sísmicos estén relacionados al
contenido frecuencial y a las amplitudes del movimiento del suelo. Sin
embargo, dado que no todos los instrumentos pueden registrar todos los
posibles movimientos con una respuesta lineal, ha sido necesario
desarrollar instrumentos para observar en el amplio rango dinámico de
amplitudes y en el amplio ancho de banda en frecuencias, de todas las
posibles señales de interés, evitando la interferencia de ruido ambiental.

La mayoría de los instrumentos que se usan para medir y registrar el paso


de las ondas sísmicas (sismómetros) son construidos de acuerdo al
principio de inercia: todos los cuerpos tienen una resistencia a cambiar su
estado de movimiento uniforme o reposo. El movimiento del suelo puede
ser medido con respecto a la posición de una masa suspendida por un
elemento que le permita permanecer en reposo por algunos instantes ante el
movimiento del suelo. Posteriormente, cuando la masa sale del reposo
tiende a oscilar; dado que esta oscilación no refleja el verdadero
movimiento del suelo, es necesario proveer al instrumento con un sistema
de amortiguamiento. Las masas que se emplean pueden ser de unos pocos
gramos hasta cientos de kg. Como el movimiento del suelo tiene lugar en
las tres dimensiones del espacio, se requiere la instalación de instrumentos
verticales y horizontales para observarlo completamente (Fig. 2.6); además
se requiere de un sistema de amplificación, que puede ser electrónico, para
producir registros que puedan ser analizados a simple vista; y de un sistema
de digitalización, para que las medidas puedan ser almacenadas y
analizadas posteriormente. Cada instrumento, dada su frecuencia natural de
oscilación y su sistema de magnificación, detecta cada una de las muchas
frecuencias que componen una onda sísmica de diferente manera, por esto
es necesario conocer con detalle las curvas de magnificación de los
instrumentos para poder estimar el movimiento real del suelo (Havskov and
Alguacil, 2001).
OBJETIVO DE LA INSTRUMENTACION

La norma E-030 de 2014 establece claramente los objetivos de la


instrumentación sísmica:

 Obtener los periodos de vibración de la edificación al someterse a


sismos.
 Determinar el nivel de daño que puede ocurrir en la estructura si un
sismo la afecta.
 Identificar los efectos de sitos causados por la amplificación de
ondas que viajan a través del suelo.
 Identificar el grado de atenuación de las ondas sísmicas desde su
epicentro hasta el lugar de la instrumentación realizada
 Mejorar el conocimiento a nivel nacional que los efectos sísmicos
tienen en los materiales y las estructuras.

RESEÑA HISTÓRICA

SISMOSCOPIO
Desde la antigüedad el hombre trató de detectar los terremotos y medir de
alguna forma sus efectos. A mitad del siglo XIX, se inició la construcción
de los primeros sismógrafos llamados sismoscopio, el primer instrumento
específicamente construido para medir los sismos, que se tiene
conocimiento, es el sismoscopio inventado, en el año 132 d.C., por el
filósofo chino Chang Heng el cual no contaba con control de tiempo
(Figura1).

El mismo consistía en una jarra con ocho cabezas de dragón dispuestas a


45° unas de otras, cada una de las cuales tenían una bola metálica, que ante
la ocurrencia de un terremoto, un mecanismo interno liberaba la bola y caía
sobre un sapo ubicado debajo de la cabeza, indicando de manera
aproximada la dirección donde ocurría el sismo

Actualmente se utiliza este tipo de sismoscopio como alarma de terremotos,


y el principio es aplicado comercialmente en válvulas automáticas para
cortar el gas, agua o electricidad en caso de terremotos fuertes.
Figura 1: Primer sismógrafo inventado por el científico chino Hang Chen (Año 132 d.C.)

A fines del siglo XIX se introdujo en estos aparatos el control del tiempo;
entonces, sus registros en un papel ahumado adosado sobre un tambor,
resultaron continuos

En 1703 el abate Jean de Hautefeuille (1647-1724) ideó un sismoscopio


construido en madera con una base circular en el centro, de un pedestal,
con un diámetro interno de aproximadamente 12 centímetros. En su parte
superior contenía mercurio, con ocho pequeñas canaletas en su flanco,
cuatro en correspondencia con los cuatro puntos cardinales y cuatro en
puntos intermedios. Debajo de cada una de estas canaletas hay ocho
envases pequeños, que fijados a la base son utilizados para recoger el
mercurio que se vierte ante un movimiento sísmico (Figura 2).
Figura 2: Sismoscopio construido por el abate Jean de Hautefeuille.

Cada uno de estos ocho recipientes, se encuentran identificados con las


letras: N, S, E, O, NE NO, SE y SO. El instrumento, se debe orientar
adecuadamente, en un plano perfectamente horizontal: Analizando la taza
en la que se derramó el mercurio indicará la dirección proveniente del
sismo.

Un avance importante recién se da a finales del siglo XIX, con la invención


de instrumentos que registraban los movimientos sísmicos en función
continua con el tiempo, dándoseles el nombre de sismógrafos

SISMOGRAFOS

Científicos como James D. Forbes (1841), Luigi Palmieri (1856), Verbeck


(1873), el italiano Filippo Cecchi (1875) y Alfred Wegner (1880), hicieron
su contribución con instrumentos para la medición de los sismos, a pesar de
que ninguno de ellos funcionó adecuadamente.

China tuvo su primer detector mecánico de ondas sísmicas alrededor del


año 132 A.D. Los primeros sismómetros consistían en péndulos no
amortiguados, los cuales solo tenían capacidad de registrar el movimiento
del suelo por corto tiempo en el inicio de la sacudida

El Primer Sismómetro electromecánico fue inventado en 1875 por F.


Cechi en Italia. Este sismógrafo construido por Cecchi se podría considerar
como el primer dispositivo en registrar el movimiento de un sismo en
función del tiempo, pero fue rápidamente sustituido por el desarrollado por
los científicos británicos:

John Milne (1849-1913). La recolección de datos globales inició en 1892


con la instalación de un sismómetro suficientemente compacto construido
por Milne en 40 observatorios alrededor del mundo, En 1890, John Milne
introdujo el concepto de péndulo inclinado en el cual los períodos de
oscilación se incrementaban considerablemente para longitudes de péndulo
reducidas. En 1915 con J. Shaw, Milne construyó un sismógrafo cuya masa
de 0.5 kg permitía obtener períodos de 18 segundos y amplificaciones del
orden de 200. Un modelo similar fue desarrollado por Omori y tuvo gran
aceptación en Europa.

Hacia el año 1900, Emil Wiechert desarrolló un sismógrafo con


amortiguamiento viscoso de respuesta horizontal con un péndulo invertido
que registraba las dos componentes con una sola masa de 1 kg y 1.5 kg,
permitiendo alcanzar amplificaciones de 200 veces para un período de 12
segundos. En 1922, J. Anderson construyó un sismógrafo de menores
dimensiones que consideraba una masa que oscila por torsión de una fibra
metálica; estaba dotado de un registro fotográfico que alcanzaba
amplificaciones de 2.800 veces para un período de 0.8 segundos (Figura 3).
Figura 3: Sismógrafo Wiechert horizontal (Alemania 1904) Masa: 1.000 kg. Período: 8 s

SISMÓGRAFO ELECTROMAGNÉTICO

Por su parte el científico ruso Boris Galitzen (1862–1916) desarrolla, en


1906, el primer sismógrafo electromagnético de péndulo móvil, El
movimiento de la masa del péndulo hacía oscilar una bobina en el campo
magnético de un imán fijo, generando una corriente (el cual permite
grandes amplificaciones, aunque son de banda más estrecha que los
anteriores instrumentos mecánicos) proporcional a la velocidad del
movimiento del suelo. El registro se efectuaba sobre papel fotográfico
mediante un haz de luz que provenía de un galvanómetro, llegando a
obtener amplificaciones del orden de 1.000 veces para períodos de 12
segundos.
Este nuevo diseño muestra ser mucho más preciso y fiable que los
anteriores instrumentos mecánicos, convirtiéndose en la base para la
instrumentación sísmica utilizada durante gran parte de los siguientes 100
años.

En los años '30, Hugo Benioff desarrolló un sismógrafo basado en la


variación de la reluctancia del sistema; consistía en variar el espacio
existente entre un imán permanente y una armadura metálica provista de
una bobina que rodeaba al imán. Este tipo de sismógrafo alcanzaba un
período de 1 segundo y una amplificación de 100.000. Sismógrafo Bosh-
Omori

Finalmente, para períodos largos, M. Ewing desarrolló un sismógrafo de


15-30 segundos de período para el sismómetro y de 100 segundos para el
galvanómetro. El sistema de amplificación resultante fue de 750 y 6.000
para períodos entre 10-20 segundos. Estos dos últimos tipos de sismógrafos
constituyeron la World Wide Seismological Station Networks -WWSSN.
En sismometría es importante considerar el control del tiempo lo más
exacto posible. Hasta el año 1950, en promedio, los observatorios
sismológicos utilizaban relojes de péndulo con contactos eléctricos para
registrar señales de minuto sobre los sismogramas. A fin de evitar derivas
horarias, estos relojes se ajustaban periódicamente al tiempo universal del
servicio horario de los observatorios astronómicos. Desde el año 1953,
aproximadamente, se generaliza el uso de relojes controlados por cristal de
cuarzo, alcanzándose en sus inicios derivas en el tiempo del orden de 10-4
segundos por día.

SISMÓGRAFO DIGITAL

La incorporación de la computadora en el campo de la sismología, durante


la década del 1950-60, posibilitó ampliar notablemente el campo de la
investigación sísmica El primer sismógrafo con grabación digital funcionó
en el California Institute of Technology (CALTECH), alrededor de 1961.

A partir de 1970 se generaliza la instalación de los sismógrafos digitales a


nivel mundial, comienzan a utilizarse los primeros sismógrafos digitales
portátiles para estudios específicos (características del sitio, ruido sísmico,
etc.), y se establecen los primeros archivos de datos sísmicos digitales.

REDES SISMOLÓGICAS

La observación sismológica ha aumentado paulatinamente en todo el


mundo con la adecuación e instalación de nuevas redes de observación. En
1961 se estableció la red sismológica mundial (WWSSN) con instrumentos
de corto y largo periodo; la recolección de datos a partir de esta red
condujo rápidamente a mejorar el conocimiento en diferentes áreas de la
sismología.

En 1986 surgió otra importante red mundial de sismómetros (Iris-GSN)


como respuesta a la obsoleta instrumentación de WWSSN y la falta de
soporte para su operación y mantenimiento.

La adquisición, instalación y operación de redes en forma apropiada


permite comparar los resultados teóricos con los obtenidos en observación
y/o experimentación. Actualmente, con la gran cantidad de información
digital recopilada, se ha podido avanzar en el conocimiento de la
distribución de la sismicidad en la Tierra y en la demarcación de zonas de
riesgo, entre otros.
Una red de sismómetros está conformada por un determinado número de
estaciones, cada una de las cuales consta de un sensor vertical o de tres
sensores orientados ortogonalmente (1 vertical, 2 horizontales) que miden
el desplazamiento vertical y horizontal del terreno. Cada estación es
ubicada en un punto geográfico de la Tierra, tratando de cubrir el área de
interés (Fig. 2.10). De cada estación se obtiene una señal (sismograma) a
partir de la cual, y con el uso de modelos predefinidos, se determinan tipo
de falla, mecanismo focal, foco sísmico, entre otros. La menor variabilidad
(precisión) y la ausencia de errores sistemáticos (exactitud) en la
determinación hipocentral dependen principalmente de la configuración de
la red. Dados los altos costos de instalación y mantenimiento, es esencial
que una red sea diseñada de forma óptima.

Como ejemplo, se puede mostrar un sismómetro de diseño simple que


detecta movimientos verticales del suelo (Fig. 2.1). Una masa está
suspendida de un resorte y conectada a una barra de manera que sólo se
puede mover en la dirección vertical.

El movimiento relativo entre la masa y el soporte del sismómetro se puede


medir a través del voltaje inducido en una bobina por el movimiento de un
imán. El voltaje inducido es proporcional a la velocidad de la masa para el
instrumento mostrado en la figura. En otros diseños de sensores, pueden ser
medidos el desplazamiento o la aceleración de la masa. La respuesta en
frecuencia del sismómetro es función de la variable que se mida. Se puede
realizar un diseño similar para detectar el movimiento horizontal del suelo;
en este caso la masa está suspendida como un péndulo

Figura 2.1. Componente vertical de sismómetro inercial elemental, modificado de Shearer 1999.
MEDICIÓN DE LOS SISMOS

Un sismo se puede medir según la energía liberada o el grado de daño


producido. Así, se utilizan dos medidas conocidas como magnitud e
intensidad de un sismo.

 INTENSIDAD

La intensidad de un sismo, Se refiere a los efectos o daños causados en las


construcciones.
Se mide con una escala llamada Escala Mercalli, basada no sólo en la
observación de los daños causados sino, también, en la sensación de las
personas durante el sismo.

 MAGNITUD

La magnitud es la cantidad de energía liberada en el hipocentro o foco


sísmico. Se trata de una medida absoluta de la energía del temblor o
terremoto, expresada en movimiento o aceleración de las partículas del
suelo. Es una cuantificación obtenida a través de la amplitud de las ondas
sísmicas, utilizando instrumentos llamados sismógrafos.

A diferencia de la intensidad (que es una medida subjetiva del sismo), la


magnitud no se basa en las sensaciones percibidas por las personas o en los
efectos observables sobre las construcciones, ya que los daños de éstas
también dependerán de su calidad.
Ambas escalas son necesarias, puesto que miden aspectos diferentes de la
ocurrencia de un temblor. Así, la escala de magnitud está relacionada con
el proceso físico mismo, mientras que la intensidad lo está con el impacto
del evento en la población, las construcciones y la naturaleza.

Escala Mercalli.

Esta escala, introducida al comienzo del siglo XX por el sismólogo italiano


Giuseppe Mercalli, mide la intensidad de un temblor; consta de 12 grados,
basados en la sensación de las personas y en la observación de los daños
causados por el sismo.

Puesto que los efectos sísmicos de superficie disminuyen al aumentar la


distancia al foco, un sismo (de una determinada magnitud) producirá
efectos diferentes y, por ende, una graduación distinta en la escala Mercalli,
en localidades ubicadas más cerca o más lejos del foco.

La escala de intensidad permite describir, de manera sucinta, los efectos de


un temblor. Dado que los daños causados por un temblor se concentran en
las cercanías de la fuente, la distribución de intensidades permite estimar el
epicentro de un temblor; sin embargo, la escala es, en gran medida,
subjetiva y no posibilita la comparación de los sismos entre sí puesto que,
por ejemplo, un sismo pequeño puede causar más daños a una población, si
ésta está cercana al epicentro, que uno grande pero a mayor distancia. Por
otro lado, no proporciona información sobre la energía u otra variable física
liberada en el temblor. Así, pues, es necesario catalogar temblores de
acuerdo con los procesos físicos de la fuente; pero, también, de manera tal
que puedan ser medidos a través del registro gráfico o numérico que de
ellos tenemos es decir, de los sismogramas.

Escala Richter.

La escala Richter, propuesta por el sismólogo estadounidense Charles


Francis Richter, mide la energía liberada en el foco de un sismo.

Se trata de una escala logarítmica con valores entre 1 y 9. Un temblor de


magnitud 7 es diez veces más fuerte que uno de magnitud 6, cien veces más
que otro de magnitud 5, mil veces más que uno de magnitud 4 y, de este
modo, en casos análogos.

En teoría, la escala Richter no tiene cota máxima, aunque hasta 1979 se


creía que el sismo más poderoso posible tendría magnitud 8,5. Sin
embargo, los progresos en las técnicas de medidas sísmicas han permitido a
los sismólogos redefinir la escala, por lo que hoy se considera 9,5 el límite
práctico.

La escala Richter permite catalogar un sismo según su energía intrínseca.


Esta clasificación debe ser un número único para cada evento; este número
no debe verse afectado por las consecuencias de los terremotos, que varían
mucho de un lugar a otro.
COMPARACIÓN ENTRE AMBAS ESCALAS.

A pesar de que la escala de Mercalli mide la intensidad de un sismo y la de


Richter, la magnitud de éste, se puede realizar una correspondencia entre
ambas

Una intensidad I se define como la de un suceso percibido por pocos,


mientras que se asigna una intensidad XII a los eventos catastróficos que
provocan destrucción total.

Así, los temblores con intensidades entre II y III son casi equivalentes a
los de magnitud entre 3 y 4 en la escala de Richter, mientras que los niveles
XI y XII en la escala de Mercalli se pueden asociar a las magnitudes 8 y 9
de la escala de Richter.

SISMÓGRAFO Y SISMOGRAMA

El instrumento esencial para estudiar los temblores es el sismógrafo. Es un


aparato que registra el movimiento del suelo causado por el paso de una
onda sísmica.

El sensor o detector del movimiento del suelo presenta algunas


complicaciones mecánicas. Para medir ese movimiento se necesita un
punto fijo de referencia, lo que no es posible ya que el terremoto afecta a
todo en una gran área. Lo ideal sería tener ese punto quieto y sin contacto
con el suelo, lo que obviamente es imposible, aunque en la práctica se logra
una cierta aproximación a este ideal. Por el Principio de Inercia una masa
suspendida de un resorte muy sensible queda quieta unos instantes cuando
llega una perturbación, y después comienza a oscilar complicándose la
medición. Este es el caso del sismómetro de componente vertical. Los
sismómetros de componente horizontal tienen otro principio de
funcionamiento, el que consiste en una masa colgada de un brazo que
puede oscilar horizontalmente, pero al estar solidario a un eje desviado
ligeramente de la vertical, en las direcciones Norte-Sud y Este- Oeste,
estará quieto en esas direcciones y oscilará perpendicular a ellas cuando
llegue el movimiento.

Que es un Sismógrafo?

Un sismógrafo es un instrumento usado para medir movimientos de la


Tierra y cosiste de un sensor que detecta el movimiento de la tierra,
llamado sismómetro que está conectado a un sistema de registro. Un
sismómetro sencillo, que es sensible a movimientos verticales del terreno
puede ser visualizado como una pesa suspendida de un resorte que a su vez
están suspendidos sobre una base que se mueve con los movimiento de la
superficie de la Tierra. El movimiento relativo entre la masa y la base,
proporciona una medida del movimiento vertical de la tierra. Para añadir un
sistema de registro se coloca un tambor que gira en la base y un marcador
sujetado a la masa. El movimiento relativo entre la pesa y la base, puede
ser registrado generando una serie de registros sísmicos, al cual conocemos
como sismo-grama

Como Trabaja un Sismógrafo?

Los sismógrafos operan con un principio de inercia – objetos estacionarios,


como, la pesa en la figura, que se mantienen sin movimiento a menos que
se les aplique una fuerza. - Sin embargo, la masa tiende a mantenerse
estacionaria, mientras la base y el tambor se mueven. Sismómetros que son
usados en estudios de terremotos son diseñados para ser sumamente
sensibles a los movimientos de tierra; por ejemplo movimientos tan
pequeños como 1/10,000,000 de centésima (distancias casi tan pequeñas
como espacios atómicos) pueden ser detectados en lugares sumamente
quietos. Los terremotos más grandes, tales como el de las islas Sumatra-
Andaman con una magnitud de 9.1 en el 2004, generando movimientos
terrestres alrededor del planeta Tierra que pueden tener varios centímetros
de crecimiento.
Los sismógrafos modernos de investigación son electrónicos, y en vez de
utilizar marcador y tambor, el movimiento relativo entre la pesa y la base
generan un voltaje eléctrico que es registrado por una computadora.
Modificando la posición del resorte, la pesa y la base; los sismógrafos
pueden registrar movimientos en todas direcciones. Los sismómetros
comúnmente registran movimientos de muchas y diferentes fuentes
naturales; como también aquellas causadas por el hombre; por ejemplo
movimientos de los árboles a causa del viento, olas golpeando las playas, y
ruidos de autos y grandes camiones.

SISMOGRAMAS

Los sismogramas son registros en papel o digitales producidos por los


sismógrafos. Son utilizados para calcular la localización y magnitud de un
sismo y representan un registro, a través del tiempo, de cómo se mueve el
suelo.

En un sismograma, el eje de las abscisas representa el tiempo (medido en


segundos) y el eje de las ordenadas, el desplazamiento del suelo
(usualmente, medido en milímetros).
 SISMÓGRAFO VERTICAL

Actualmente, se logra por medio de bobinas o imanes que ejercen las


fuerzas amortiguadoras de la oscilación libre de la masa.

Si se sujeta un lápiz a la masa suspendida, para que pueda inscribir en un


papel pegado sobre un cilindro que gira a velocidad constante, se podrá
registrar una componente del movimiento del suelo. El instrumento hasta
aquí descrito detecta la componente vertical del movimiento del suelo y se
conoce como sismógrafo vertical; el trazo del movimiento es el
sismograma.

 SISMÓGRAFO HORIZONTAL

Como el movimiento del suelo tiene lugar en las tres dimensiones del
espacio, éste también tiene dos componentes horizontales. Para medir este
movimiento se requiere de péndulos horizontales que oscilan como una
puerta, aunque con el eje ligeramente inclinado para lograr un punto de
estabilidad.
En general, los sismógrafos que se emplean actualmente tienen masas que
pueden ser desde unos gramos hasta 100 kg; en cambio, los sismógrafos
antiguos de amplificación mecánica solían tener grandes masas, con el fin
de obtener mayor inercia y de poder vencer las fuerzas de rozamiento que
se originan entre las partes móviles del sistema.

Antiguamente, esta amplificación se realizaba por medio de un sistema


mecánico; en la actualidad, es electrónica. Actualmente, existen
sismógrafos que detectan el movimiento de la masa electrónicamente y lo
digitalizan, para almacenarlo en cinta magnética u otros medios digitales.
TIPOS DE SISMÓGRAFOS

El principio en que se basan todos los tipos de sismógrafos es la propiedad


física de un péndulo (masa suspendida de un hilo) que, al producirse el
movimiento del suelo, se desplaza con respecto a la masa suspendida, en
virtud de su inercia.

Estos movimientos son registrados en función del tiempo y dependen del


tipo de movimiento al cual son sensibles: velocidad, desplazamiento o
aceleración. Consideramos tres tipos de sismógrafos:

 Mecánico,
 Electromagnético,
 De banda ancha.

A. SISMÓGRAFO MECÁNICO.

Es el más simple; está constituido por un elemento detector del movimiento


(sismómetro) y un sistema de palancas que amplifica dicho movimiento. El
sismómetro vertical más simple está formado por una masa (m) suspendida
por un muelle de constante elástica (k), con una amortiguación viscosa de
constante c.
Cuando el soporte anclado a la superficie de la tierra recibe una excitación
( ) la masa se mueve con un movimiento ( ), de tal manera que el
desplazamiento relativo de la masa con respecto al soporte es:

( ) ( ) ( )

B. SISMÓGRAFO ELECTROMAGNÉTICO.

La única variación de este sismógrafo en relación con el anterior, es que el


desplazamiento de la masa produce el movimiento relativo de una bobina
en el campo magnético de un imán. En este caso, la parte móvil es el imán;
y, en otros, la bobina.

Al producirse el movimiento del suelo, se genera una corriente eléctrica en


la bobina, proporcional a la velocidad (f) de movimiento del suelo, la cual
pasa por un galvanómetro utilizado, en este caso, para amplificar el
movimiento. Si se ha hecho incidir un haz de luz sobre el espejo unido al
hilo del galvanómetro, éste sufrirá una desviación q que, recogida en un
papel fotográfico, proporciona el movimiento del sismómetro.
A fin de conocer la respuesta de todo el sistema, debe considerarse por
separado el del sismómetro y del galvanómetro. Para el segundo debe
tenerse en cuenta, además, una nueva fuerza generada por la corriente I en
la bobina que crea una fuerza de reacción cuyo momento con respecto al
centro de suspensión es GI (G es el flujo de inducción). La corriente
generada por la bobina pasa por el galvanómetro mediante un circuito, de
forma tal que la corriente i que pasa por la bobina del galvanómetro es
menor que I. En resumen, se tiene que un movimiento angular del
sismómetro producido por un desplazamiento vertical x del suelo, genera
una corriente que, mediante un circuito, pasa a la bobina del galvanómetro,
produciendo una desviación q. El producto de ambas curvas de
amplificación es equivalente al total del sismógrafo electromagnético.
C. SISMÓGRAFO DE BANDA ANCHA.

Por lo general, los sismógrafos eran de dos tipos; registraban información


sísmica en dos diferentes rangos de frecuencia, períodos cortos (1 segundo)
y períodos largos (15-100 segundos). El primero es adecuado para sismos
que ocurren en el campo cercano y los segundos, en el campo lejano.

Sin embargo, después de los años '70 se construyeron instrumentos que


permitían registrar mayores rangos de frecuencia y que incluían los
registros de período corto y largo; es decir, entre 0.1-100 segundos. Estos
sismógrafos se llaman de banda ancha.

Este adelanto en la sismometría se logró gracias a los progresos


conseguidos en el modo de registro (registros magnéticos digitales) y en el
desarrollo del sismómetro de balance de fuerzas de Wieland y Strekeisen
(1983). A fin de registrar esta información digital, se hace uso de
convertidores analógico-digital de 12, 16 y 24 bits que permiten cubrir
rangos dinámicos del orden de 140 db (1/10000000).

Sismógrafo de deformación.

Fue construido en los años '30 por H. Benioff, a fin de medir las
deformaciones que tienen lugar en la superficie de la tierra; es decir,
aquellas variaciones lineales entre dos puntos fijos. Este instrumento consta
de un tubo de cuarzo de 10 a 100 metros de longitud, uno de cuyos
extremos se encuentra rígidamente unido a un pilar y el otro libre, a una
distancia (d) de otro pilar. La distancia d se mide con un transductor de tipo
capacitivo o transductor de velocidad que pueda detectar cambios del orden
de 1 mm para una barra de longitud igual a 100 metros, proporcionando
una sensibilidad en deformación del orden de 10-11.
ACELERÓGRAFO.

Instrumento diseñado para responder a la aceleración, durante un sismo,


más que a su velocidad o desplazamiento.

En las proximidades del hipocentro de un sismo, las ondas sísmicas


producen, a su paso, desplazamientos, velocidades y aceleraciones
elevadas, dependiendo de la magnitud del sismo y de su distancia
epicentral. Esta zona, llamada campo cercano, es de interés para ingeniería
sísmica, ya que en ella se producen los mayores daños en las estructuras.
Debido a las altas frecuencias que se generan, éstas sólo pueden ser
registradas correctamente con los acelerógrafos.
Este sistema no funciona en continuo y, generalmente, se activa al ser
excitado por una onda sísmica que se registra a alta velocidad en película,
cinta magnética o disco digital. Paralelamente con este proceso, se toma el
tiempo; entonces, a partir de esta información, pueden obtenerse registros
en velocidad y desplazamiento en el campo próximo.

DETERMINACIÓN DEL EPICENTRO

Como ya explicáramos, se denomina epicentro a la proyección del foco


sobre la superficie terrestre; éste es el centro de la perturbación mecánica y
desde donde se inicia la irradiación de la energía.
INSTRUMENTACION SISMICA DE EDIFICACIONES
La Norma de Diseño Sismo Resistente Peruana en su versión 2014 (E-030)
establece la obligatoriedad de instrumentación sísmica para ciertas
construcciones en todas las zonas sísmicas del país. Esta medida debe ser
vigilada por las autoridades competentes de cada municipio mediante el
otorgamiento de certificados de finalización de obra a propietarios que
hayan instalado adecuadamente equipos de instrumentación sísmica.

HVS de Perú ha realizado una alianza con la firma especializada


R&DC Risk and Design Consulting para ofrecer el servicio de
instrumentación sísmica de obras de infraestructura y edificaciones. Este
servicio consta de las siguientes actividades:

Elaboración de la propuesta de ubicación de los registradores


acelerograficos triaxiales (acelerómetros).

 Suministro de acelerómetros para medición de movimientos fuertes


(sismos).
 Instalación de los acelerómetros, incluyendo su conexión a estación
de control remota.
 Operación y mantenimiento de los instrumentos.
 Elaboración de informes sobre la recolección de datos provenientes
de la instrumentación y su entrega a la red sísmica nacional (Instituto
Geofísico del Perú).

OBLIGATORIEDAD DE LA INSTRUMENTACION SISMICA

En las zonas de amenaza sísmica 1,2 y 3:

Edificaciones con 10000 m2 de área construida o más, independiente del


número de pisos.

Las oficinas competentes municipales son las entidades encargadas de


otorgar el certificados de finalización de obra y están obligadas a
abstenerse de otorgarlo si no se ha instalado la instrumentación sísmica
de acuerdo a la norma y sin un contrato firmado de mantenimiento por
10 años.
Nuestra alianza HVS- R&DC Le ayuda a su empresa o conjunto residencial
a cumplir con las normas y la ley ofreciéndole todos los servicios
requeridos para instrumentar sísmicamente su proyecto a través de la
tercerización con nuestra alianza.

Para aquellos emprendedores de proyectos con construcciones de alto nivel


y que busquen un mayor nivel de retorno, podemos proporcionar un plan de
instrumentación sísmica superior al básico exigido por la norma, que
incluya instrumentos de medición en varios niveles de la estructura y
proporcione un mayor conocimiento de los movimientos de la estructura a
movimientos sísmicos fuertes.

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