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Luego de producido el arranque de la roca de la corteza terrestre en el interior de la mina,

sea esta destinada a la planta de tratamiento o al depósito de desmonte se procede a la


etapa de acarreo. Si bien hay minas subterráneas que siguen utilizando equipos sobre
rieles, el estándar actual en las operaciones mineras que emplean tecnología de punta es
el cargador frontal de bajo perfil popularmente conocido como Scoop, Loader o LHD (Load,
Haul, Dump) ya sea solo o en combinación con camiones volquetes. A esta tecnología se
le conoce como “Minería sin rieles” o “Trackless Mining”.
Los primeros LHD que se utilizaron en el Perú fueron las llamadas palas Cavo
(autocargadoras) desarrolladas por Atlas Copco en la década de 1960. Eran estas máquinas
sobre llantas accionadas por aire comprimido que trabajaban cautivas en los tajeos y
poseían una cuchara y una tolva. Ya en la década de 1970 empezaron a popularizarse los
scooptrams desarrollados por la firma Wagner (posteriormente adquirida por Atlas Copco)
introducidos en el país por Sermac, empresa liderada por el Ing. Robert Dickson de los
cuales se derivan los actuales cargadores subterráneos. Además de Wagner, se tuvo la
presencia de otras importantes marcas como Jarvis Clark, Eimco, France Loader, Toro, hoy
todas ellas integradas y de propiedad del gigante sueco Sandvik. En los últimos años ha
aparecido con mucho éxito en el mercado peruano la marca Elphinstone de procedencia
australiana propiedad de Caterpillar.

Hasta hace poco, el cargador subterráneo mas popular en el Perú era el de 3.5yd3, en la
actualidad lo es el de 6yd3. Si bien se sigue utilizando en el medio minero la capacidad
estándar de cuchara para denominar a los diferentes modelos de cargadores subterráneos,
lo importante a la hora de seleccionar el cargador subterráneo es la capacidad de acarreo
(tramming capacity) expresada en toneladas de roca que es capaz de transportar en un viaje
y la cuchara es diseñada para un volumen compatible con esta capacidad en función al peso
específico de la roca, el esponjamiento de esta al ser fragmentada y el factor de llenado de
la cuchara que se espera obtener. La experiencia demuestra que muchas veces estos tres
factores no son bien estimados y resultamos con máquinas que trabajan sobrecargadas con
detrimento en su vida operativa debido a desgaste prematuro y mayores costos de
mantenimiento, o bien operan por debajo de su capacidad de diseño requiriendo de mas
viajes para mover una determinada cantidad de roca y por ende haciéndolo a un mayor
costo.

Evolución Tecnológica
El rango actual de modelos varía entre 1yd3 y 15yd3 de capacidad y la selección depende
de la compatibilización entre la cantidad de frentes de trabajos simultáneos que tengo y las
dimensiones de las galerías y cruceros que puedo excavar económicamente. Así, en minería
de veta angosta no es posible por razones económicas contar con excavaciones de mas de
10m2 de sección y se utilizan equipos de pequeña dimensión, en tanto en la gran minería
subterránea (caso de Cobriza por ejemplo) es posible superar los 20 m2 y utilizar máquinas
de gran capacidad. En la mediana minería es común encontrar galerías y cruceros de 4×4
m que permiten el uso de cargadores subterráneos de tamaño intermedio. Otra diferencia
estriba en el uso de máquinas accionadas por motores diesel o por motores eléctricos. En
la actualidad predominan los equipos accionados por motores diesel debido a la mayor
flexibilidad que tienen para desplazarse, pero por razones tanto ambientales como de costo
operativo la tendencia a futuro parece ser hacia equipos eléctricos o híbridos o bien
operados con hidrógeno.

Las últimas innovaciones tecnológicas que encontramos en el mercado son las de los
equipos teleoperados, caso de la mina “El Teniente” en Chile por ejemplo, en la cual las
máquinas son operadas desde la superficie. Se ha mejorado mucho la ergonomía en los
modelos recientes que no son teleoperados, las máquinas que pudimos observar en la
reciente exposición minera de las Vegas mostraban espaciosas cabinas, ya no solo techos
protectores, y con excelente visibilidad hacia delante y hacia atrás, protección contra el polvo
y el ruido excesivo y muy buena iluminación, sistema automático de cambios para facilitar al
operador el concentrase en la carga o descarga y en la conducción del vehículo. Los nuevos
sistemas hidráulicos son del tipo sensible a la carga que mediante dos bombas del tipo
variable trabajando al unísono, proveen el flujo y la presión exactas requeridas con el
consiguiente ahorro en energía y menor desgaste de los componentes hidráulicos. Las
distancias típicas de acarreo varían entre los 50 y los 400m cuando la descarga es en
echaderos en tanto para descargar en camiones volquetes, es usual una distancia de
alrededor de 100m. Otro factor importante en el diseño de los cargadores subterráneos es
la fuerza de rompimiento o “breakout force”, esta es la que le permite ingresar en la ruma de
roca y llenar la cuchara de una sola vez sin esfuerzo excesivo. También es importante
compatibilizar la capacidad del cargador subterráneo con la de los camiones volquetes con
los que ha de trabajar, lo usual es que pueda llenar la tolva de estos en tres o cuatro pases.
Finalmente debemos considerar el factor altura, cuanto mayor sea esta, mayor será la
perdida de potencia del motor diesel, por lo que en la mayoría de minas peruanas se
emplean motores de mayor capacidad al del modelo estándar diseñado por el fabricante.

No podemos dejar de mencionar la importancia de capacitar adecuadamente a los


operadores. El concepto moderno es el de contar con un operador mantenedor capaz de
maximizar la productividad de la máquina y a la vez realizar operaciones rutinarias de
mantenimiento e inclusive reparaciones menores como cambio de mangueras hidráulicas
por citar un ejemplo, reduciendo los tiempos muertos y alcanzando las mas de 500 horas de
operación por mes del equipo con disponibilidades mecánicas por encima del 90%. Este es
el tipo de operador que se prepara en “Cetemin”, institución que cuenta con el único módulo
de enseñanza en el Perú consistente en un cargador subterráneo desmontado en
componentes pero totalmente operativo que permite impartir instrucción pr

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