ESCUELA DE CIENCIAS BÁSICAS TECNOLOGÍAS E INGENIERÍA

Ética

ACTIVIDAD:
Unidad 1 Actividad Colaborativa 2

PRESENTADO POR
MICHAEL STEVEN HIDALGO MEDINA

PRESENTADO A:
MICHEL FRANCESCO SIERRA

GRUPO: 100001A_472

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA (UNAD)

2018
 PLANTILLA DE INFORMACIÓN TAREA 2

Muestre de manera crítica las

Señale los principales argumentos conclusiones a las que llega el
Señale la problemática principal
que sostienen la problemática autor en el artículo
del artículo
principal del artículo
.

Cortina, A. (2013). ¿Para qué
sirve realmente… la ética?
(Spanish).
(2014). Recerca, 14. 143-148.
. Problemática principal del
artículo.
Nuestra esencia ética no se
reforma. Ésta nos viste con un
paño de irrefutables cambios que
son vanos, que bajo ninguna
brecha podremos encontrar una
metamorfosis que nos agriete
campo a una moral que no
trasciende porque ya existe una
resguardada.
La ética es la transparencia que
enaltece al ser desde su estructura
inicial, bajo sus actos, el problema
A partir del análisis, podremos
definir lo que sería un Desarrollo
social ético, tan exigente como la
ética misma, y a veces poco
practicado por agentes de Desarrollo
llenos de buenas intenciones, pero
con prácticas paternalistas y
asistencialistas, de las cuales la
Universidad no debe ser cómplice.
Las piedras de las buenas intenciones
Uno de los mayores problemas de los
proyectos de Desarrollo social, que
afecta tanto su carácter ético como su
eficacia y sostenibilidad, es la
definición vertical predeterminada,
por parte de los agentes del
concierne a una función de
trabajo en el que la reflexión se
da desde una perspectiva integra,
sobre las acciones y las
dinámicas que nos han llevado a
la situación de crisis y
desafección ciudadana actual. Al
mismo tiempo que ejecuta una
cruzada por la resarcimiento de
valores morales como la justicia
y la igualdad, tan básicos para
construir ciudadanos/as decentes,
como instituciones justas y
fiables. Al fin y al cabo, ambos
son factores centrales de las
sociedades democráticas, en la

Sánchez Vásquez, Adolfo, Ética
y Política, El humanismo hoy,
pág. 1 – 26
de esta solvencia característica es
lo irrefutable que puede llegar a
ser, ya que es la virtud o patología
que se desenlaza en el transcurrir
de esa vida social y personal que
cada uno de nosotros abarca.
El humano en su epicentro
ególatra, en su entorno rodeado
bajo su voluntad, autonomía y su
poder que resulta proporcionado a
su conocimiento se ven afectados
por comportamientos negativos,
egoístas y agresivos del hombre
mismo. Claros ejemplos de esto
encontramos el anti humanismo
practico, donde se consuman
crímenes en contra del hombre
por parte del nazismo y el
estalinismo, y estos encierran no
solo el parricidio, si no aflicción y
hostigamientos.
Desarrollo, de las “carencias” de las
poblaciones y las respectivas
“soluciones racionales” a sus
dificultades.
Predomina ante todo por hacer
preponderar los derechos acreditados
al hombre, ya que el anti humanismo
se ha tomado la estructura
económica, donde reina el amor por
el dinero y donde el trabajo es una
simple mercancía, y donde la
tecnología a pesar que ha dejado o
cosas buenas, factibles y que van
acorde a las necesidades, facilidades
y comodidades en la actualidad,
también se manifiestan
negativamente para el hombre en el
ámbito que genera desempleo aridez
y destrucción natural, de este mismo
modo los medios de comunicación
intentan de estandarizar el
pensamiento y lo factible de las
que distintos proyectos de vida
puedan convivir, a la vez que se
tiene en cuenta a los más
endebles.
El autor es perseverante y
optimista. Es verdad lo que en
sus relatos afirma haciéndonos
entender que el mundo a medida
que crece y se globaliza de forma
abominable en términos
tecnológicos, también en si, va
decayendo por una dependencia
que genera hábitos de facilidad y
dependencia, que nos aleja de
una realidad que nos rodea, de
una naturaleza que nos cobija de
la manera mas sutil, valiosa y
compasiva, de la forma que mas
nos beneficia, como un entorno
con la naturaleza, como un
momento en el que podemos
dejar de lado y más bien darle

Sánchez Vásquez, Adolfo, Ética
y Política, El humanismo hoy,
pág. 1 – 26; 65 - 71
Si se generaliza el problema al
abordar la relación entre moral y
política -teniendo en la mira la
presencia de una y otra en la
aspiración a una verdadera
emancipación, propia de una
izquierda social, radical-, hay que
tratar de precisar cómo entran
cada uno de los términos en esa
relación. La moral entra con los
valores de igualdad y justicia
social, así como con los de
libertad real, democracia efectiva
personas. y esto los hace
dependientes de ello quitándoles la
autonomía de pensar libremente.
El problema de las relaciones entre
política y moral, no obstante sus
lejanos antecedentes, reaparece en
nuestros días con una renovada
actualidad, no sólo por la necesidad
de hacer frente a la corrupción
generalizada de la política
dominante, sino también por las
exigencias que, fuera o en contra del
poder realmente existente, impone
una política de verdadera
emancipación social. En la relación
entre moral y política se plantean hoy
buen uso a los métodos
tecnológicos que al momento de
llegar al ápice de ellos estos
temas lleguen a un común
acuerdo que los haga aliados para
actuar a favor de lo que bueno,
de lo sensitivo, de lo que nos
ayuda a ver esas cosas increíbles
que se presentan en lo cotidiano
de la vida, llegando con un
empujón de la tecnología a lo
sublime y valioso que es eso
llamado realidad.
El artículo presenta una lectura
crítica de la teoría estética de
Adolfo Sánchez Vázquez desde
la perspectiva de una renovación
necesaria de la estética y la teoría
del arte marxistas. La pregunta
clave que el artículo busca
plantear es la siguiente: ¿es
posible (re)construir una teoría
del arte a partir de los escritos de
Marx?; y si es así, ¿qué aspecto
tendría esa teoría? Esta cuestión
tiene en el punto de mira ciertas
y dignidad humana; dando pues
su propio contenido a los fines de
una política emancipatoria. Y en
esta política, la moral encuentra -
como encontraban los griegos- el
espacio, la vía o el medio
adecuado para realizarse. Se trata,
por tanto, de la moral que no se
encierra en sí misma; que no se
amuralla en el santuario de la
conciencia individual; que, de la
mano de la política, va a la plaza
pública y que, socializando así sus
valores, impregna la acción
colectiva, propiamente política;
una acción que por ser tal no
puede reducirse a una dimensión
moral individua
cuestiones que si bien se daban por interpretaciones referidas al
resueltas en la Antigüedad griega, se joven Marx y al Marx de El
vuelven inquietantes al quebrantarse Capital, que Sánchez Vázquez
los cimientos de la modernidad (por aborda y cuya lectura es aquí
supuesto, se trata de la modernidad rebatida.
capitalista). Y esas cuestiones son las
siguientes: ¿puede realizarse la moral
sin proyectarse públicamente en algo
que está más allá de ella, es decir, en
la política? Y a su vez, ¿puede
prescindir la política de la moral? Se
trata en verdad de viejas cuestiones
que hoy se plantean especialmente
quienes combaten la generalizada
corrupción moral de la política, y
sobre todo quienes -como alternativa
a ella- siguen considerando necesaria
la realización de un proyecto de
emancipación social después de
haberse derrumbado el que pasaba
falsamente como tal.