You are on page 1of 1

Pedro Manuel de Jesús Candelier, el temido Jefe de la Policía Nacional, temido porque hacía

cumplir la ley, fue un gran funcionario, y dentro de su trayectoria social debemos recordado
como el verdadero organizador de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET). En su
dirección no había tapones porque estaba prohibido que un Amet parara el vehículo y su
conductor en verde y mandara a pasar en rojo. Los amets tenían oficio, atentos a su trabajo y
no debajo de un palo cherchando y fue en su mandato que se organizó y creció este
organismo.

Fue también un severo Director Nacional de Foresta. Bajo su dirección se paró la tala
indiscriminada de caoba y maderas preciosas. Incautaba todo camión que transportara esta
madera y lo más importante se negaba a dársela a los funcionarios que la pedían, como era
costumbre. Hizo desaparecer los hornos soterrados de hacer carbón; a todo el que encontraba
traficando con sacos de carbón, iba preso. En una ocasión quemó un burro con todo y carbón,
diciendo Balaguer de esto que era un acto primitivo, pero en su defecto nadie traficaba con
carbón.

En otra ocasión también, siendo Director General de Foresta, Candelier le avisó al próspero
empresario vegano, Don Pedro A. Rivera, que debía en términos de tres meses hacer un pozo
o resolver la contaminación que su empresa tenía en el Río Camú. Don Pedro A. Rivera llamó al
doctor Joaquín Balaguer Presidente de la República y le dijo que el león de Candelier le exigía
un pozo en tres meses.

El doctor Balaguer llamó a Candelier y le dijo de la queja de Pedro A. Rivera y que no lo


desconsiderara. Candelier le respondió al doctor Balaguer: “Con todo respeto Señor
Presidente, usted es el Presidente de la República y yo de Foresta. Si usted quiere eximir a
Pedro Rivera de la ley yo le entrego su cargo inmediatamente, porque nadie debe estar por
encima de la ley, sea rico o pobre”.

Al final Pedro Rivera consiguió que en vez de tres meses le dieran seis para hacer el pozo. Otra
importante labor que realizó lo fue ser Jefe de la Policía Nacional, bajo cuyo mandato todos los
ladrones fueron puestos a raya. Acabó con la delincuencia y contrario a lo que se cree, él
arengaba a sus subalternos diciendo que trataran de no matar, pero el que se quería
envalentonar por encima de la Policía y de la ley, tenían el deber de enfrentarlo. Su único
delito fue hacer cumplir la ley y las normas establecidas por el Estado. Es un exigente y
disciplinado ciudadano militar. Creo que hay que felicitar y reconocer la gran labor nacional
realizada por el General Candelier por las Instituciones que pasó.

Compatriotas y compañeros, en un mundo como el de hoy, que han confundido la democracia


con el caos, el robo, el vandalismo, la inseguridad ciudadana, nuestro país necesita hombres
valientes y decisivos como Candelier; que hagan saber que nadie está por encima de la ley y
que quien la infrinja no quedará sin castigo.

You might also like