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ISSN: 0123-1294
educacion.educadores@unisabana.edu.co
Universidad de La Sabana
Colombia
Camargo Abello, Marina; Calvo M., Gloria; Franco Arbeláez, María Cristina; Vergara Arboleda,
Maribel; Londoño, Sebastián; Zapata Jaramillo, Felipe; Garavito Prieto, Claudia
Las necesidades de formación permanente del docente
Educación y Educadores, núm. 7, 2004, pp. 79-112
Universidad de La Sabana
Cundinamarca, Colombia
R ESUMEN A BSTRACT
Este artículo hace parte del proyecto de investigación reali- This paper is part of a research project carried out by a group
zado por un grupo de profesionales de la Facultad de Edu- of professionals at the Faculty of Education. It contains some
cación. Contiene algunos de sus hallazgos, a partir de una of their findings, based on qualitative analysis using triangu-
lectura cualitativa que se valió de la triangulación para el lation for the follow-up of the events reported by teachers in
seguimiento de eventos reportados por los docentes, a la luz the light of information gathering strategies, namely focal group
de las estrategias de recolección de información: encuestas, polls and in-depth interviews. Among the said events, the
grupo focal y entrevistas con profundidad. following are worth mentioning: classroom practices that do not
respond pedagogical approaches which were known and stu-
Entre los eventos mencionados que pueden destacarse están:
died by teachers during their university training; the need of
prácticas de aula que no responden a los enfoques pedagógi-
teachers for multi-disciplinary formation beyond the formative
cos conocidos y estudiados por los docentes durante su for-
emphasis on a single area of knowledge; state educational poli-
mación universitaria; necesidad de los educadores de recibir
cies which do not start from teachers’ reflections on the educa-
formación pluridisciplinar, más allá del énfasis formativo en
tional act but are formulated by those who know the needs of
un área del conocimiento; políticas educativas estatales, que
students and of educational institutions; finally, the needs of
no parten de reflexiones de los docentes sobre el acto educa-
formation originated in the demands which are distinctive of
tivo, sino que son formuladas por quienes conocen las nece-
the context in every one of the educational institutions and of
sidades de los estudiantes y las instituciones educativas;
the Institutional Educational Project (PEI) that guides them.
finalmente, necesidades de formación originadas en las
demandas propias del contexto de cada institución educativa Key words: human needs, pedagogical needs, research needs
y del PEI que las orienta. of teachers, vocation, classroom practices.
Palabras clave: necesidades humanas, necesidades pedagó-
gicas, necesidades investigativas de los docentes, vocación,
prácticas de aula.
1. Consideraciones iniciales
de la cultura escolar y del proceso mismo de
enseñanza-aprendizaje, los cuales, se piensa, El docente es concebido como un actor
inducen necesidades de formación que fundamental del proceso educativo, sobre
orientan la demanda por actualización o for- quien descansa la transmisión y reconstruc-
mación permanente. ción del conocimiento, que permite al indi-
viduo que se forma relacionarse con el
Es así como el artículo responde a la pre- legado de la humanidad y desarrollar las
gunta por las necesidades de formación comprensiones que la transformación de las
docente y aporta al debate sobre el tema en sociedades demanda.
el ámbito nacional e internacional.
Afirmar ejerce ese rol protagónico en la edu-
Se plantea, en primer lugar, un conjunto de cación significa reconocer la institución edu-
consideraciones relacionadas con el “ser del cativa y, particularmente, el aula de clase
docente”, las cuales tienen implicaciones como espacios materiales y simbólicos de
para su formación. En segundo término, se distribución y recreación de saber, como
aborda el tema de necesidades de formación espacios vivos de interacción, donde se
desde el punto de vista de la literatura inter- ponen en juego los múltiples factores y con-
nacional, de la calidad de la educación, de la diciones que facilitan la enseñanza y el
profesionalización docente, del desarrollo aprendizaje o generan problemas relaciona-
institucional y de la demanda. Enseguida, dos con ellos.
estos hallazgos se discuten en relación con
algunos problemas que quedan planteados: la ¿Quién es ese maestro sobre quien descansa
profesionalización del docente, la relación la responsabilidad señalada?, ¿cuáles son las
teórico-práctica, el rol del docente-investi- características de su ejercicio profesional?,
gador y la pedagogía o la didáctica como ¿cómo está preparado para asumir su tarea? y
saberes centrales del ejercicio docente. Final- ¿cuáles son las condiciones en las que la lleva
mente se analiza el papel del docente como a cabo?, se convierten en preguntas centrales
productor o reproductor de cultura. para comprender la forma en que, finalmen-
te, el rol se ejerce. La profesionalización resu-
En cuarto lugar se presenta el resultado de la me este conjunto de elementos que, encarna-
revisión nacional, para proponer, por último, dos en el rol que la sociedad le asigna, per-
una apropiación conceptual orientada a defi- mite comprender y asumir el oficio de maes-
nir ámbitos de necesidades y a encontrar los tro como una actividad comprometida, desde
sentidos que esos ámbitos adquieren para los el punto de vista social y ético, con la función
docentes. En este último apartado se intro- social que la educación y la escuela tienen.
En esta medida, en el marco de esa profe- En la formación del docente así planteada
sionalización se demanda un tipo determi- confluyen varios aspectos:
nado de docente: autónomo, capaz de res-
ponder a las demandas y exigencias plante- En primer lugar, las disciplinas, cuyos conte-
adas por una sociedad en constante movi- nidos debe transmitir y recrear. Esta perspec-
miento, por los avances de las disciplinas tiva académica permite afirmar que el docen-
que constituyen su saber y por los procesos te puede formular necesidades de formación
interactivos y de desarrollo de los actores directamente relacionadas con el saber cientí-
comprometidos en la tarea educativa. fico del que proceden las asignaturas y áreas
privilegiadas en el currículo escolar.
La formación permanente (o capacitación)
del docente debe entenderse como un pro- En segundo, el saber pedagógico, como ins-
ceso de actualización que le posibilita reali- trumental teórico y práctico que le permite
zar su práctica pedagógica y profesional de entender su práctica y orientarla. Esta pers-
una manera significativa, pertinente y ade- pectiva profesional se basa en el dominio de
cuada a los contextos sociales en que se ins- reglas, operaciones, modelos y estrategias que
cribe y a las poblaciones que atiende. Es así orientan la toma de decisiones profesionales.
como dicha formación se presenta articula- Las necesidades que podría plantear el docen-
da al ejercicio mismo de la práctica peda- te en esta dirección tienen que ver con los
gógica y a formas de entenderla e inscribir- enfoques y modelos pedagógicos y curricula-
la en los contextos sociales donde se reali- res, con la didáctica y con los componentes
za. Y en esta misma forma se concibe al fundamentales del proceso de enseñanza y
docente como un profesional capacitado aprendizaje (contenidos, clima, recursos, eva-
(idóneo) para reconstruir el conocimiento luación, materiales e interacciones).
pedagógico, a partir de la experiencia a que
se enfrenta cotidianamente. En tercer término, la práctica pedagógica,
que requiere ser comprendida en su sentido
Estos presupuestos teóricos conducen a heurístico, de tal forma que, como actividad
valorar la importancia de conocer, describir compleja, cambiante, incierta y a veces con-
y comprender la visión que los docentes flictiva, esté siempre presente como objeto
tienen acerca de su formación, sus vacíos y de investigación. A propósito, pueden surgir
necesidades frente a retos siempre cambian- necesidades prácticas que conducen a expre-
tes, las fortalezas y debilidades de una prác- sar el conocimiento con que se cuenta y se
tica bastante compleja y, en consecuencia, a requiere para indagar y comprender esa
formular sus principales necesidades forma- práctica. El material que aporta la investiga-
tivas, describirlas y jerarquizarlas. Además, a ción y la comprensión del docente como
reconocer las consecuencias o implicacio- práctico reflexivo es un aspecto fundamental
nes de una determinada formación en el de la indagación de estas necesidades.
ejercicio profesional, en un esfuerzo por
encontrar los vínculos y disrupciones en la El docente como ser humano, con una res-
relación formación-práctica. ponsabilidad social y ética, es una fuente adi-
Entre las variables referidas al maestro y aso- tica educativa minimizadoras del papel de la
ciadas al mejoramiento cualitativo de la edu- escuela y del maestro.
cación se encuentra la capacitación1. A pesar
del reconocimiento de esa importancia, los Pero también es fuerte el rechazo de los
resultados de las investigaciones y los insatis- autores al “punto de vista que todavía predo-
factorios logros de los estudiantes en las mina en los ambientes educativos de que las
mediciones de calidad de los sistemas educa- causas del fracaso escolar se encuentran en
tivos atribuyen al bajo desempeño del maes- deficiencias inherentes a los propios alumnos
tro la baja calidad de la educación, lo que o a sus padres” (Liston y Zeichner, 1993: 21).
cuestiona la formación y actualización No puede aseverarse que la formación del
docente que, al parecer, no ejercen “ninguna docente en servicio carece de importancia y
influencia significativa en la práctica docen- significado para elevar la calidad educativa.Y
te ni en la asimilación de conocimientos por aunque, en realidad, “no existe una relación
los alumnos” (Villegas-Reimers y Reimers, mecánica entre conocimiento del profesor y
1996: 520), ni en el mejoramiento y fortale- aprendizaje de los alumnos, o entre la capa-
cimiento de las instituciones educativas, ni citación docente y resultados del aprendiza-
en el desarrollo educativo local o regional. je” (Torres, 1996: 488), sí se encuentran aso-
ciaciones entre unos y otros.
Algunas corrientes teóricas se apoyan en los
anteriores resultados para sugerir alternati- Frente a la polémica expuesta, es importan-
vas pedagógicas a prueba de maestros o sos- te reconocer aquí el papel fundamental del
tienen que la cualificación de los sistemas quehacer del maestro. Su actuación es deci-
educativos se realiza interviniendo las varia- siva, más allá de un discurso de reconoci-
bles externas al docente: el texto escolar, el miento meramente retórico (Tedesco,
tiempo de aprendizaje, las características de 1996: 469). La calidad del desempeño
los niños y sus familias, entre otras. Las docente está directamente vinculada con la
investigaciones2 que sustentan esta línea de formación, tanto inicial como en servicio3.
pensamiento argumentan que las variables Esta última es llamada también educación
ambientales de la familia son “lo más de adultos, educación o formación perma-
importante para explicar las variaciones en nente, educación o formación continua,
niveles de resultados académicos para todos formación en ejercicio, formación técnico-
los grupos raciales y regionales, mientras los profesional, perfeccionamiento, reciclaje,
medios y currículos de la escuela son las reconversión (Imbernón, 1994: 12), actuali-
variables menos importantes” (Gairín, zación o cualificación o desarrollo del per-
1996: 292). En consecuencia, se promueven
corrientes de opinión, de trabajo y de polí- 3 También asociados al desempeño docente aparecen: incentivos, polí-
ticas de selección, contratación y ascenso, sistemas de remunera-
1 Además de vocación, formación, tiempo disponible para enseñar, capa- ción, gratificaciones sobre los resultados de la enseñanza, prestigio
cidad para innovar en el aula, formas de enseñanza, condiciones de tra- social de la profesión, condiciones de trabajo institucionales y de aula,
bajo (motivación, satisfacción, remuneración), imagen social y autocon- concepciones y creencias, autoimagen, autovaloración y estatus
cepto, condiciones técnico-pedagógicas escolares y relaciones. social y competencias pedagógicas. Además figuran las creencias,
expectativas y actitudes como mediadoras entre lo que el maestro
2 Como el informe Coleman o el trabajo de Christopher Jenks en Estados aprende y su actuación en el aula. De ahí que algunos procesos de
Unidos, que incidieron en el trabajo y reflexión sobre el tema durante formación y capacitación en servicio le otorguen un papel de suma
los 60 y los 70. importancia.
objetivo y motor del mejoramiento educati- ciera). En el seno de las instituciones se edi-
vo y el espacio de desarrollo personal y social fica el mejoramiento individual y colectivo
de diferentes tipos de actores. Como ya se y, por tanto, se contribuye a la profesionali-
dijo, la investigación ha encontrado que la zación. La escogencia de las estrategias ade-
variable institución ejerce una importante cuadas y pertinentes para cada escuela y cada
influencia en la calidad educativa, vista a la contexto hace parte del trabajo conjunto,
luz de los resultados académicos de los estu- autónomo y responsable en la institución.
diantes (Duarte, 1995). La gestión, el lideraz-
go del director, el conocimiento y asunción Los siguientes elementos resumen los linea-
de objetivos, proyectos y programas claros, la mientos básicos de la capacitación docente
participación, el trabajo en equipo, la cons- centrada en la institución educativa: 1) traba-
trucción colectiva, etc., son todos compo- jo alrededor de la construcción de identidad
nentes de la institución que contribuyen al escolar; 2) promoción del liderazgo adminis-
éxito de su misión y a la eficiencia y calidad trativo del director7 y el liderazgo pedagógi-
del sistema educativo. co del docente; 3) búsqueda y estímulo al
trabajo colaborativo del grupo institucional;
En otras palabras, actualmente, la institución 4) generación de procesos de reflexión que
ocupa un puesto central y privilegiado para permitan reconocer las actuaciones, asumir-
la acción educativa: como centro de aprendi- las, aprender de los errores y de los éxitos y
zaje y para el aprendizaje y como generado- comprometerse con el desarrollo institucio-
ras de motivación y gratificación a partir de nal; 5) establecimiento de objetivos y con-
sus resultados. frontación con resultados, y 6) fomento de la
motivación por la institución y su actividad.
Una de las funciones de la capacitación
docente es contribuir al análisis serio y rigu- c. Los maestros tienen una doble misión: por
roso de la institución educativa6 y permitir, una parte, adquirir habilidades y capacidades
por una parte, el mejoramiento y aprendiza- para el trabajo en equipo y, por otra, fomen-
je de los agentes educativos y, por otra, el tar en la enseñanza este tipo de trabajo, que
desarrollo de la organización. La institución ha demostrado tener mayores ventajas en el
educativa actúa como unidad de análisis: en logro de mejores aprendizajes.
ella y sobre ella se construye la capacitación
docente. El trabajo de formación permanen- En el primer caso, los maestros requieren
te centrado en la institución obliga a un pasar de un trabajo aislado y solitario a uno
esfuerzo colaborativo a partir de la experien- caracterizado por el diálogo y la discusión
cia y en la mira del proyecto institucional, profesional8. El equipo, y no cada maestro
donde se articulan teoría y práctica y se inte- 7 El principal determinante de la satisfacción del maestro acerca de su
gran los diferentes estamentos y dimensiones rol profesional es la percepción que él tiene del rector como líder edu-
cacional (Arancibia, 1994: 65).
escolares (académica, administrativa y finan-
8 Algunas propuestas encontradas en la literatura ratifican la importan-
cia, la necesidad y los buenos resultados del trabajo en equipo, los
6 La formación centrada en la escuela “surge como modelo institucio- centros de animación cooperativos como lugares de encuentro, for-
nalizado en el Reino Unido a mediados de los años 70, a través del mación e investigación y las organizaciones nacionales de pilotaje
Advisory Council for the Supply and Training of Teachers (ACSIT). (Gai- que sirvan como clearing houses para difundir innovaciones y aportar
rín, 1996: 292; Imbernón, 1996: 99). metodología, información y nuevas ideas (Tedesco, 1995: 169).
ción de la cultura, aspectos que se desarrollan la gracia de ser polisémico y, por otra, a los
en este apartado. elementos constitutivos de una profesión
reportados por Moore. En la sociología
3.1. La formación del docente internacional se entiende así:
en el marco de su profesionalización
El debate sobre si el maestro es o no un pro- “Se halla profesionalizado quien ha sido
fesional de la educación o de la pedagogía se preparado teóricamente, el que ofrece su
remonta, según Bohm (1982: 14) a los años servicio práctico basado y orientado de
50 en Europa, cuando fue documentado el acuerdo con esta teoría científica, tiene
bajo estatus universitario de las escuelas nor- una clientela a la que se dedica y por la
males y se planteó la solución reconocida que es remunerado” (Bohm, 1982: 15).
como “academización de la preparación de
los maestros”. La polémica que se abre podía Ahora bien, según Moore (citado por Bohm,
formularse en los siguientes términos: ¿cómo 1982: 15-17), los seis elementos constitutivos
es posible transformar la imagen tradicional de una profesión que la diferencian de las no
del maestro basada primordialmente en la profesiones son:
individualidad y en la vocación específica, y
pasar a conferirle un perfil profesional exac- 3.1.1. Ocupación. Afirmar que las profesio-
tamente descriptible y un catálogo perfecta- nes son ocupaciones de plena dedicación,
mente definible de funciones profesionales? retribuidas económicamente y accesibles de
acuerdo con ciertas normas y requisitos que
La profesionalización se entendió así como les confieren identidad personal y social a
elevación del nivel de estudios del maestro quienes las ejercen es una definición que cabe
(titulación universitaria en las facultades de al ejercicio de maestro. No obstante esta pre-
educación), a través de la cual era posible cisión, se admite que en la práctica existen
incidir en su cualificación y, por consiguien- problemas, reportados por la investigación,
te, en la mejora de su imagen profesional y con respecto a cada uno de esos puntos, que
en el reconocimiento social. Esta idea persis- permiten cuestionar la dedicación del maestro
te en la documentación revisada, asociada no a partir del deseo, interés y compromiso con
solo al maestro, como se acaba de exponer, que ejerce su labor, la justicia con que es
sino a la elevación de la calidad educativa. remunerado y la paradoja inherente a otorgar
un papel muy importante a la educación
En qué sentido entender la profesionaliza- como institución básica de la sociedad y tener
ción del maestro y cuáles son las tensiones un maestro con problemas de autoestima e
fundamentales a que se ve abocado son los identidad personal, grupal y social.
puntos centrales de discusión de este aparta-
do. Con el fin de aportar elementos al deba- 3.1.2. Convocatoria y agremiación. El tema
te, es necesario comprender cuál es el signi- relacionado con las normas profesionales o
ficado atribuido a ‘profesionalización’. Se de ética profesional que orientan primaria-
puede acudir, por un lado, a la sociología y mente la profesión docente conduce a la
así evitar banalizar el término o concederle reflexión sobre la agremiación de maestros y
a la contradicción global que ella plantea en de ese saber? Esta discusión se coloca en un
cuanto a movimiento de asociación profe- punto central en la definición del ser maestro.
sional que contribuye a regularla, o a movi-
miento de reivindicación salarial para buscar 3.1.5. Orientación del quehacer. Los
mejores condiciones de vida y mayores asuntos para destacar en este punto tienen
beneficios en la sociedad, desde el punto de que ver con el tipo de quehacer para el
vista gremial. A manera de ejemplo podría que el maestro se prepara, de acuerdo con
interrogarse por los principios éticos que las exigencias formativas de una sociedad,
acompañan la definición del rol docente y con los intereses y gustos de unos indivi-
que son seguidos y vigilados por la misma duos a los que se dedica a formar, y con la
asociación que los aglutina. constitución histórica como maestro.
sibilidad al contexto, se relacionan con los información que tienen sobre los estudian-
modelos pedagógicos sociales (autogestiona- tes, el tema, el entorno de clase y el institu-
rios, freinetianos). Lo que privilegian estos cional, con el fin de hacer un juicio y tomar
modelos es la capacidad de resolver los pro- decisiones sobre las cuales derivarán líneas de
blemas sociales para mejorar la calidad de la acción. También analizan qué cosas influyen
vida de una comunidad. en los juicios, decisiones y conductas de los
profesores. Más recientemente, Porlán, Rive-
Los modelos pedagógicos se constituyen así ro y Martín del Pozo, citados por Callejas
en una primera forma de entender la rela- (2002: 7), tratan de establecer las relaciones
ción teoría-práctica. Como modelos, son entre las concepciones científicas de los pro-
propuestas formalizadas que ordenan ele- fesores y sus prácticas pedagógicas. Estos
mentos de la teoría educativa y pedagógica, estudios ponen de presente que el conoci-
pero, al concretarse en estrategias didácticas, miento científico en los medios escolares son
prácticas pedagógicas y planes curriculares, construcciones intelectuales en un contexto
se relacionan con el quehacer mismo, ya que social, histórico y político. Dichas variables
recogen propuestas concretas, bien sea desde influyen en la selección de los contenidos y
las políticas, los proyectos educativos o la de las actividades y en los espacios en que se
práctica cotidiana de los docentes. presentan los contenidos científicos.
3.2.2.El pensamiento del profesor. Las inves- En este orden de ideas, la relación teoría-
tigaciones sobre el pensamiento del profesor práctica reviste connotaciones propias en los
han hecho evidente que es fundamental contextos escolares y determina la necesidad
tener una mirada integral de la práctica para de explicitar los contextos epistemológicos a
reconocer todos los aspectos que se reflejan partir de los cuales se forma en las ciencias y
en ella, y que es necesario revisar el alcance en las disciplinas en general.
de las decisiones que se toman desde los
modelos pedagógicos (Callejas, 2002: 3-12). 3.2.3.Teoría y práctica en la formación
Si se reconoce que la práctica pedagógica es docente. El debate entre teoría y práctica
una práctica social, también es conveniente también ha estado presente en los estudios
la formación de grupos de trabajo que estén sobre formación docente (Martinic, 2002).
dispuestos a dialogar, explicitar y confrontar No hay acuerdo sobre si se debe privilegiar
concepciones diferentes en torno a un inte- la una a la otra, si se deben alternar o si se
rés común. Esta discusión está entendida debe hablar de formación inicial, continua o
como un libre compromiso para la acción profesionalización.Tampoco si, para los pro-
social y el consenso sobre lo que debe ser y cesos de innovación, los maestros deben
hacerse. Al decir de Carr y Kemmis (1988, conocer “prácticamente” las propuestas. Los
citado por Callejas, 2002: 3-12), se trata de estudios de Schiefelbein y Schiefelbein
vincular el conocimiento con la práctica. (1998) mantienen la tendencia a privilegiar
la práctica dentro de los procesos de forma-
Las mencionadas investigaciones intentan ción y de actualización de los docentes, en
indagar cómo los profesores integran la cuanto este conocimiento por la acción afec-
taría las pedagogías frontales y las prácticas tra- la educación que se ofrece a los estudiantes.
dicionales de aula. Por su parte, Martinic Esta necesidad se puede apreciar en los requi-
(2002) señala la precariedad de los procesos de sitos que deben cumplir las instituciones edu-
formación para las políticas. Los maestros son cativas para elevar la calidad de la educación.
“bombardeados” con propuestas, programas,
teorías, pero no existen procesos demostrati- “De manera más específica, el cumpli-
vos que los lleven a “ver en la práctica” las miento de tareas de investigación por parte
propuestas de innovación y cambio. de los docentes ha estado vinculado a la
efectividad del profesor, con el supuesto o
Las discusiones anteriores llevan a afirmar la con la declaración explícita de que un pro-
necesidad de resolver la tensión entre teoría y fesor es efectivo cuando no solo es un
práctica y a proponer entre las dos una espe- docente, sino que también realiza activida-
cie de círculo hermenéutico, mediante el cual des de investigación” (Briones, 1999).
pueda tomarse la práctica como objeto de
reflexión, pero igualmente partir de la teoría Desarrollar la actitud investigativa implica que
para proponer líneas de acción que a su vez el maestro indague situaciones acerca de lo
sean modificadas por la reflexión teórica. cotidiano de su práctica y consolide un pensa-
miento crítico, de modo que se convierta en
3.3. La polémica entre maestro transformador de su ser, hacer y conocer para
que enseña-maestro que investiga así crear las condiciones adecuadas que le per-
mitan incorporar los resultados y recomenda-
La relación entre investigación y docencia se ciones que arrojen los procesos investigativos
aborda desde diversas perspectivas: desde los realizados a sus propias prácticas pedagógicas.
argumentos que fundan la necesidad de cua- Es decir, un maestro que puede fijar la mirada
lificar la labor docente como respuesta a una en el aula y las distintas relaciones emergentes
necesidad nacional, lo que implica pensar en en ella, preocupado por los aspectos propios de
desarrollar la actitud investigativa del maestro su trabajo para convertirlos en interrogantes,
como medio para tal fin; hasta la importancia reflexionarlos y comprenderlos, logrará más
de la reflexión como medio de adentrarse en acercamientos de la docencia con la investiga-
procesos investigativos considerando qué ción y encontrará sentido a su quehacer.
investiga el maestro, y la discusión sobre si la
pedagogía es una ciencia; pasando por la Desde esta perspectiva, la investigación se
investigación-acción educativa como medio convierte en un proceso inherente al trabajo
propicio para generar la reflexión y produc- pedagógico, fundamentada en una acción que
ción de conocimiento pedagógico. forma y transforma a quienes en ella partici-
pan y, por ende, trasciende el contexto que
La asignación del papel de investigador al hace parte de dicha acción. Al respecto, Sten-
maestro no solo ha estado relacionada con la house (1985) plantea:
función general que debe cumplir el sistema
educativo en ese ámbito, sino con las políticas “El maestro investigador reivindica el
educativas que buscan velar por la calidad de derecho y la obligación profesional a ser él
tan a crear una estructura sólida que per- 3.4. El quehacer del maestro centrado
mita dicha articulación, haciendo que las en la pedagogía o en la didáctica
diferentes situaciones pedagógicas deriva-
das de la complejidad del acto educativo se En la actualidad la pedagogía es un campo de
conviertan en estrategias y métodos apro- saber polémico, del que se esperan “soluciones
piados para la resolución de problemas del concretas a problemas particulares, modos de
aula, y los maestros puedan contar, cada hacer eficaces, efectivos y eficientes. Métodos,
vez más, con mayores iniciativas para par- modelos, técnicas y hasta trucos y recetas
ticipar en el desarrollo de conocimiento supuestamente válidos” (Parra, 1998: 25). La
pedagógico, a través de la investigación mayoría de las personas esperan de esta área
realizada sobre su propia práctica, así como del saber respuestas a la pregunta ¿cómo hacer
de las distintas formas de relación que para que otros aprendan principios, normas,
emergen del binomio investigación y conceptos y procedimientos, entre otros, que
docencia. la sociedad considera útiles para todos?
Varios autores, entre ellos Lucio (1990), están Francine Best (1988), luego de hacer un
de acuerdo en afirmar que la pedagogía surge recorrido por el uso del término ‘pedagogía’
como saber teórico en la medida en que las en Francia, con referencia al resto de Euro-
sociedades tematizan y hacen explícita la pa, explica que se ha desdibujado y conver-
forma como se desarrolla el proceso educati- tido en filosofía de la educación, sociología
vo en sí mismo, entendido este como una de la educación, psicología social o en didác-
práctica social que los pueblos han desarrolla- ticas. No obstante, afirma la necesidad de
do a través de la historia de manera artesanal contar con esa palabra para designar “un
y casi intuitiva. La emergencia de la pedago- saber globalizador capaz de esclarecer y
gía como ciencia conlleva la sistematización mejorar las decisiones y las acciones que
de reflexiones sobre la práctica educativa, su exige la educación, pues no es posible estu-
propósito, métodos y procedimientos. Afirma diar los fenómenos de la educación al mar-
Lucio (1998) que el avance del saber pedagó- gen de las situaciones educativas, en especial
gico “está condicionado por la visión amplia las escolares, muy concretas”. Su reflexión
o estrecha que se tenga de educación y, a su conduce a precisar que la auténtica especifi-
vez, por la noción que se tenga de hombre cidad de la pedagogía es su condición de
como ser que crece en sociedad”. El autor “ciencia social y humana, pero orientada
declara su adhesión a lo expresado por Rafael hacia la acción”. En tal acción, los docentes
Ávila en la obra ¿Qué es pedagogía? para deben interactuar con sus estudiantes para
caracterizarla como una teoría práctica cuya que cumplan su papel de gestores y artífices
función es orientar las prácticas educativas. de su propio futuro.
Las teorías prácticas son ciencias aplicadas
que, por cumplir esta función, pertenecen al Una vez reconocida la necesidad de que la
grupo de las ciencias prospectivas. pedagogía como ciencia teórico-práctica
construya y divulgue su discurso o, quizás,
Otros autores, como Bedoya y Gómez trate de integrarlo en torno a la acción edu-
(1987), coinciden en afirmar que la pedagogía cativa, se requiere identificar las característi-
es el saber que supera el nivel empírico de los cas de tal acción y los factores que pueden
simples hechos y se consolida en conjunto de contribuir a su mejoramiento. Por lo gene-
conocimientos teóricos y metodológicos ral, los educadores colombianos han orienta-
organizados hasta llegar a componer un siste- do su acción por enfoques que en el siglo
ma. Sin embargo, se debe reconocer que no se pasado, según Ponce (citado por Bedoya
ha llegado a difundir un gran sistema pedagó- 2000), se expresaron en dos corrientes: una
gico. Los aportes en este campo son parciales metodológica y otra doctrinaria. Con res-
y corresponden a enfoques de enseñanza que pecto a la primera se habla de métodos nue-
se imponen acríticamente sin que los educa- vos en educación, unos análogos y otros muy
dores hayan fomentado entre ellos procesos disímiles, de pedagogos como Cousinet,
reflexivos. Refiriéndose al caso alemán, Bre- Freinet, Ferriere, Decroly, Montessori, etc.
zinka (2002) afirma:“De una síntesis de resul- Ellos han contribuido a crear “nuevas con-
tados en un sistema de pedagogía científica cepciones de educación”. No obstante, tales
estamos muy alejados cada vez más”. concepciones han sido vistas desde teorías
críticas como prolongadoras de un saber un contexto social dinámico, donde los pro-
social hegemónico, liberales tradicionales, cesos de socialización son definitivos para el
no-críticas y en parte conservadoras (Tedes- crecimiento personal.
co, 1986: 10-11; Saviani, 1984: 12-14; Mejía,
1988: 24-25), que han llevado a instituciona- La pedagogía como saber que reflexiona
lizar prácticas pedagógicas sin que se gene- sobre la práctica educativa debe progresar
ren comunidades de educadores que refle- desde la sistematización de eventos que se
xionen sobre sus efectos. dan en esa actividad; esto es, no es posible
modificar la actividad educativa desde la teo-
Se afirma que la irrupción de la postmoder- ría; ello solamente puede hacerse desde la
nidad ha traído nuevas oportunidades para práctica. Aunque en esta actividad se difun-
asumir el reto de educar e investigar en edu- den conocimientos, no son ellos el fin de la
cación, el cual implica la construcción de un actividad educativa; su fin propio es el per-
saber pedagógico sobre la actividad educati- feccionamiento de las capacidades de cada
va desde la reflexión. Se requiere, pues, dilu- ser que busca aprender, no exclusivamente
cidar la naturaleza de tal actividad y sus fines. por aprender, sino también por mejorarse y
ser feliz (Altarejos, 1983).
Peters (1969) afirma que para que una activi-
dad pueda ser considerada como educativa Una vez expuesta esta alternativa para carac-
debe ser perfectiva, es decir, debe contribuir al terizar el objeto de la pedagogía que se enun-
perfeccionamiento de quien la realiza. Tal cia como “la actividad educativa”, donde la
educabilidad le proviene de su propia natura- condición de educabilidad del ser humano
leza como persona, de su propia capacidad de desempeña un papel definitivo, se requiere
perfeccionamiento por contraposición a la precisar el papel del conocimiento que se
idea de ser incompleto o inacabado. El hom- enseña. El conocimiento elegido para ser
bre está llamado a una cierta plenitud o plena enseñado se asocia directamente con diversas
realización de sus posibilidades (Parra, 1998). formas de enseñanza denominadas didácticas.
Esta condición de educabilidad del ser huma-
no es reconocida por el Decreto 272 de 1998, Respecto de la didáctica, definida desde la
que la señala como núcleo esencial del currí- postura más tradicional, existen coinciden-
culo para la formación de educadores. cias entre autores que la conciben como una
disciplina normativa que sirve para planifi-
El educador, por tanto, debe preocuparse por car, regular y guiar. Ella ha estado siempre
profundizar en el conocimiento del ser inscrita dentro del discurso pedagógico y así
humano, con el aporte de diversas ciencias: la lo reconoce Lucio (1990: 3) cuando afirma
filosofía, la antropología, la biología y la psi- que “la didáctica está orientada por un pen-
cología, entre otras, apoyado este conoci- samiento pedagógico, ya que la práctica de la
miento por la sociología, porque, aun cuan- enseñanza es un momento específico de la
do en la actividad educativa las interrelacio- práctica educativa”.Así, la didáctica ha llega-
nes se dan entre seres humanos que buscan do a ser reconocida entre muchos pedagogos
su perfeccionamiento, ellos están insertos en clásicos como la expresión de normatividad
Tabla 1
Definición de los distintos tipos de necesidades
Educativas Se refieren al sector educativo Se refieren a las políticas educativas, su conocimiento, adop-
más amplio en que se inscribe la ción y mirada crítica, así como a las que se derivan de la
práctica docente: el proyecto edu- construcción de un determinado tipo de sociedad que exige
cativo actual del país agenciado un tipo particular de individuo. También tienen que ver con el
por el Ministerio de Educación, las proyecto educativo nacional, sus principios y valores y la
exigencias a cada uno de los nive- función que cumple en la sociedad, con las relaciones edu-
les de educación (preescolar, bási- cación-sociedad y el rol de la educación en ella. Y, finalmen-
ca, media y universitaria) y las te, con los retos y soluciones planteados desde la educación
demandas planteadas por los pro- y la escuela a la cambiante dinámica social.
yectos de las instituciones involu-
cradas.
Pedagógicas Provienen del trabajo de aula del Son las necesidades sobre el saber fundante de la profe-
docente, de la manera como la insti- sión y quehacer docente, y que se mueven entre las
tución educativa realiza su misión y siguientes tensiones o relaciones: saber pedagógico y
visión educativas, de los modelos saber disciplinar; transmisión y generación de conocimien-
teóricos y operativos que circulan, del to; formación y transformación; enseñanza y aprendizaje;
valor asignado a la profesionalización teoría y práctica; enfoques tradicionales y críticos; didácti-
de la enseñanza. cas y epistemologías.
Humanas Corresponden a aquel tipo de Se refieren a las necesidades de desarrollo individual, social
demandas de tipo afectivo, valorati- y profesional como ser humano. Respecto a lo individual, se
vo y social que contribuyen a la rea- relacionan con su imagen y dignificación, así como con el
lización del ser humano. carácter protagónico del maestro, con su saber, y su com-
promiso con lo que hace. Lo social tiene relación con todos
aquellos aspectos que plantan la sensibilidad del maestro
frente al otro, su relación política con el contexto, entendido
este como el ámbito territorial, histórico, cultural y de cono-
cimiento; con el reconocimiento de las posibilidades y limi-
taciones frente al cambio social. Finalmente, el desarrollo
profesional del maestro comprende los aspectos referidos a
su oficio, sus procesos formativos, las prácticas pedagógi-
cas, la participación en colectivos, la inserción en un gremio
y la mayor o menor criticidad frente a estos aspectos.
Investigativas Tienen que ver con lo que se Son las necesidades relativas a los procesos de formación
requiere en términos de generación en la investigación misma y a la documentación de las prác-
de conocimiento sobre el quehacer ticas pedagógicas. Aluden a la importancia de reconocer los
del docente. Las teorías educativas criterios de validación de los saberes y a la conformación y
y pedagógicas y los enfoques y consolidación de colectivos que permitan participar en la
metodologías de abordaje de los construcción colectiva de conocimientos y en redes.
problemas de la práctica pedagógi-
ca se constituyen en referente de
las necesidades investigativas.
Fuente: Construida por el equipo de investigación para el estudio, a partir de la bibliografía secundaria analizada.
4.2. Necesidades pedagógicas Las didácticas forman parte del saber peda-
Se refieren a las relaciones del maestro en los gógico con que el maestro debe contar
contextos de enseñanza y aprendizaje que “como instrumental teórico y práctico que
trascienden la dimensión de las necesidades le permite entender su práctica y orientarla.
personales. Tratan sobre las temáticas vincu- Esta perspectiva profesional se basa en el
ladas a los principales problemas de los estu- dominio de reglas, operaciones, modelos y
diantes, las instituciones y las zonas o con- estrategias que orientan la toma de decisio-
textos donde las instituciones escolares se nes profesionales del docente” (Camargo,
ubican. En este nivel, el docente requiere 2003: 8).
herramientas de comunicación y diálogo
que le permitan acceder a la comprensión de 4.3. Maestro investigador
la diversidad de sus estudiantes y de las pers- El trabajo en equipo se constituye en una
pectivas pedagógicas en juego para atender necesidad de formación para mejorar la
con pertinencia el acto educativo. práctica docente. Implica pasar de una prác-
tica aislada a un trabajo que se caracterice
En el proyecto se plantea que el quehacer por el diálogo y la discusión profesional, de
profesional del docente no es solo técnico, ya modo que se generen equipos responsables
que asume las siguientes características bási- de la marcha del proceso pedagógico e insti-
cas: sus ejecutores gozan de relativa autono- tucional. Discutir, compartir resultados y
mía, dominan un saber específico y comple- posibles soluciones a problemas educativos, y
jo (teórico, técnico y práctico) obtenido en crear equipos que potencien aprendizajes
procesos de formación de nivel superior y más significativos son necesidades del maes-
enriquecidos en procesos de formación per- tro que se comparten en la investigación.
manente, son responsables del desarrollo y Según el texto del proyecto, “el equipo -y
los resultados de los procesos y establecen esto rige para un equipo de investigación- es
relaciones que contribuyen a su desarrollo capaz de potenciar la heterogeneidad del tra-
personal y profesional (Camargo, 2003: 14). bajo individual en un excelente trabajo con-
junto. […] En suma, una capacitación cen- sidades que se planteen a este nivel.
trada en el trabajo en equipo favorece la reu-
nión de los maestros, el intercambio de ideas Además de las políticas, también se sitúan
sobre temas comunes de su profesión, la cir- aquí las exigencias que la sociedad hace a los
culación de problemas de la práctica y sus maestros, así: “La centralidad de la educación
alternativas de solución, el aprendizaje entre y el conocimiento para promover el desarro-
pares, la valoración del saber docente y el llo de las naciones en el marco de la moder-
trabajo cooperativo” (Camargo, 2003: 16). na ciudadanía y de la competitividad interna-
cional coloca a los maestros en un puesto pri-
4.4. Formación y actualización con relación vilegiado, como actores sociales eje de la pro-
a la política educativa, al PEI, ducción material y cultural de la sociedad. La
a las exigencias de la sociedad educación, por su parte, está llamada a res-
y a las prácticas de aula ponder con calidad al reto de modernizar la
Los maestros no pueden percibirse como sociedad y construir una nación justa y
receptores y ejecutores mecánicos de las polí- democrática. Una mayor y mejor concentra-
ticas y las reformas educativas (Camargo, 2003: ción del sistema educativo y de la actuación
20). Sus necesidades no pueden opacar las de de los educadores en la construcción de la
las instituciones; más bien se postula como modernidad y la democracia y en la apropia-
necesario intentar conciliarlas (Camargo, ción de saberes pertinentes a nuestro modelo
2003: 21). Del grado de criticidad del maestro de desarrollo significa un incremento en la
sobre la política educativa dependen las nece- calidad de la educación” (Camargo, 2003: 8).
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