You are on page 1of 59

La transición normativa

y su impacto en la vida familiar

Una aproximación a la vida cotidiana


de los sectores populares

María Felicitas Elias


(Compiladora)
La transición normativa y su impacto en la vida familiar / compilado por María Felicitas
Elias. -
la ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Espacio Editorial, 2015.
144 p .; 16x23 cm. - Ciencias Sociales

ISBN 978-950-802-384-1

1. Políticas Sociales. 2. Estudios Culturales. I. Elias, María Felicitas, comp.


CDD 306

Espacio Editorial
Simón Bolívar 547, 3o p., Of. 1
(C 1066 AAK) Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Tel: (011)4331-1945
E-mail: espacioedit@fibertel.com.ar
www.espacioeditorial.com.ar

Corrección: Ernesto Gutiérrez


Diseño de Tapa: D o n a g h I M a t u l i c h
Diseño Interior: D o n a g h I M a t u l i c h
Coordinación y Producción Editorial: Osvaldo Dubini

Esta publicación es posible gracias al financiamiento de la Secretaría de Ciencia y Técnica de la


Universidad de Buenos Aires.

La reproducción total o parcial de este libro, en cualquier forma que sea,


idéntica o modificada, escrita a máquina, por el sistema “multigraph”, mimeógrafo,
impreso por fotocopia, fotoduplicación, etc., no autorizada por los editores, viola
derechos reservados. Cualquier utilización debe ser previamente solicitada.

la edición, 2015.
Impreso en la Argentina - P rin ted in A rgentina.
Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723

© 2015 Espacio Editorial

ISBN-14: 978-950-802-384-1
D e n iñ a s , niñ o s , a d o l e s c e n t e s
y sus f a m i l i a s en las P ro v in c ia s
d e T u c u m á n , C o r r ie n t e s y S a n Luis.
Las m ú l t i p l e s p e r s p e c t iv a s a ce rca
d e las t r a n s i c io n e s n o r m a t i v a s

Magister María Felicitas Elias

Entre los años 2008 y 2011, con financiamiento de la Universidad de


Buenos Aires, emprendimos la investigación sobre el proceso de transiciones
normativas en tres provincias argentinas. Con las colegas Lie. Ivonne Alien,
magister Viviana Barrón, magister Luz Bruno, magister Denisse Fridman, Esp.
Verónica Interlandi, el colega magister Martín lerullo, Dra. Sandra Krmpotic,
Dra. Natalia Luxardo, y quien suscribe, con diversas especializaciones de pos­
grado al momento de la ejecución del proyecto y trayectorias socioprofesiona-
les que expresaban mayor o menor acercamiento a la evolución de las políticas
públicas, nos preguntábamos acerca de los impactos de la modificación en
el campo de la niñez, adolescencia y familia (NNyA) argentinas. Quisimos
también conocer el cómo y cuándo de estas mutaciones en provincias con
diferentes tramas culturales, historias políticas e interculturalidades forjadas
a la luz de los procesos históricos sociales de cada una de ellas.
Con estos interrogantes acerca de la consistencia de las modificaciones,
asociadas a la sanción de la Ley de Protección Integral de la Niñez, la Ado­
lescencia y la Familia y la derogación la Ley N° 10903/19, “Patronato de
Menores", y su expresión en las intervenciones de profesionales y de otros
operadores, ejecutamos el Proyecto UBACyT S-91: “Niñez y Familia: políticas,
contextos y significados de familia en una sociedad multiétnica y pluricultu-
ral” , que insumió tres años de trabajo. La intención central: conocer y analizar
en las provincias de Tucumán, San Luis y Corrientes la situación de tal transi­
ción y el estado de los dispositivos institucionales. Esos resultados son los que

17
La transición normativa y su impacto en la vida familiar

comunico en este artículo que ha sufrido demoras, modificaciones y amplia­


ciones. La trayectoria de investigación del trienio, con sus avances, retrocesos,
dificultades y diferencias, al igual que las reflexiones de medio camino (pre­
sentadas en reuniones científicas nacionales e internacionales y disponibles en
internet), iluminan esta producción. Las investigadoras e investigadores que
cité más arriba contribuyeron y colaboraron con el Informe Final del Proyecto
UBACyT S-91 y seguramente reconozcan aquí resultados y comentarios porque
este artículo se originó en ese Informe del proyecto de investigación.

Presento en primer lugar los cambios normativos y de gestión política de


las provincias de Tucumán, Corrientes y San Luis al año 2011. En cada una
de estas provincias, la transición normativa es analizada como en el caso de
Tucumán, a la luz de la institucionalidad estatal, las políticas públicas de
infancia como síntesis de la voluntad política y las prácticas estatales como
resultado de la institucionalidad y la política pública. También desagrego va­
riables y dimensiones de análisis asociando los cambios en la gestión y la
consideración acerca de factores culturales en la provincia de Corrientes. La
provincia de San Luis obligó a centrar en la institucionalidad legislativa pro­
vincial, la institucionalidad ejecutiva y la institucionalidad judicial y comen­
tarios acerca de las prácticas de intervención institucional. En el caso de esta
provincia, fue posible además indagar sobre los intereses y particularidades de
organizaciones religiosas, organizaciones sociales y de derechos humanos en
relación a las políticas locales de niñez, adolescencia y familia.
A fin de dar coherencia a la exposición, exhibo conclusiones parciales por
provincia y para finalizar el artículo propongo reflexiones generales sobre la
situación de las emisiones públicas infantiles y adolescentes al año 2011, con
el objetivo de aportar a la viabilidad de las políticas estatales.
Comparto resultados que puedan cooperar a la resolución de las observa­
ciones realizadas a la República Argentina en el “ Examen Periódico Universal,
Observaciones finales y Recomendaciones de los Procedimientos Especiales”
(EPU 2009-12). En todos los casos la intencionalidad se dirige a mejorar la
condición y bienestar de las y los niños y adolescentes de la patria.
Al inicio expongo datos censales sobre superficie del territorio provincial,
población total en cada provincia, densidad de población y grupos de edad
(0-19; 20-49; 50-69; 70 y más) al año 2001, para facilitar asociarla a la
información producida por Sennaf en relación a “población de 0 a 17 años
carente de cuidados parentales”. (Ver Anexo, Tabla II, pág. 133).

18
Parte i. Resultados y estrategias de la Investigación

Características generales de la población, superficie,


población por grupos de edad, en las tres provincias en estudio

Cuadro 1. Superficie y cantidad de población total según provincia. Año 2001

Provincias Superficie km2 % Población total Densidad de hab. por km2

Tota! país 2.780.403* 100 36.260.130 13

Corrientes 88.199 2,30 930.991 10.6

San Luis 76.748 2,04 367.933 4.8

Tucumán 136.351 0,59 1.338.523 59.4

Fuente: Censo de Población y Vivienda. Indec, 2001. Elaboración propia.


*No incluye islas Malvinas, Antártida e Islas del Atlántico Sur.

Cuadro 2. Población total por grupos de edad según provincia. Total del país. Año 2001

Provincia Total 0-19 % 20-49 % 5 0 -6 9 % 70 y más %

Total país 36.260.130 13.435.999 100 14.597.647 100 5.748.652 100 2.477,832 100

Corrientes 930.991 413.806 44 356.231 38 11.240 12 42.714 4.5

San Luis 367.933 147.424 40 148.041 40 53.585 14.5 18.883 5.13

Tucumán 1.338.523 551.227 41 540.369 40.3 180.404 13.5 66.523 4.9

Fuente: Censo de Población y Vivienda. Indec - 2006. Elaboración propia.

Cambio normativo y gestión política en el nivel subnacional

El caso de la provincia de Tucumán

Los distintos niveles del Estado intervienen en las problemáticas sociales que
obtienen consenso acerca de qué es un problema social, qué debe y qué merece
atención por parte de éste (Oszlak y O'Donnell, 1981). La inclusión de las necesi­
dades sociales en la agenda pública se traduce y concreta primero en “cuestiones”
y una vez atendidas, en estructuras institucionales organizadas de una determina­
da manera, con presupuesto suficiente (Holmes y Sunstein; 2011) para alcanzar
los objetivos estipulados. Además se requiere de normas y procedimientos que

19
La transición normativa y su impacto en la vida familiar

regulen las prácticas, los modos de intervención en las diferentes situaciones y de


distintas personas involucradas en ellas.
La caracterización de la política pública -en la provincia de Tucumán-
parte de la matriz configurada por tres de las dimensiones que ofrece la Ley
Nacional 26.061/05 y que se construyó para examinar el estado de situación
de NNyA. Las dimensiones que articularon la definición de política pública y
su expresión legislativa fueron:

a. La institucionalidad estatal: toma como referencia para el análisis toda


la arquitectura burocrática administrativa que el Estado tucumano tie­
ne organizada y en funcionamiento, para garantizar el cumplimiento de
los derechos de los NNyA.
b. Las prácticas institucionales: refieren a las formas, modos y lineamien-
tos en que se planifican y desarrollan las acciones y los programas a la
vez que se ejecutan las políticas.
Y, por último:

c. Las políticas públicas: a las que se reconoce portadoras del diálogo


Estado-sociedad y, por ende, donde se hacen presentes los múltiples
actores e intereses que pujan por obtener la porción mayor de poder y
recursos en la escena social.
Para ello se analizó: la definición de las “ metas provinciales para
erradicar de la pobreza extrema", y condicionantes a la universali­
dad de la “educación básica” . La información fue obtenida en en­
trevistas con docentes, representantes institucionales, funcionarios
y militantes de organismos de derechos humanos de la provincia de
Tucumán.

La provincia de Tucumán en superficie es la más pequeña del país y la de


mayor densidad poblacional (59.4 hab/km2). El total de habitantes de la pro­
vincia, según el Censo Indec 2001 era de 1.338.523 personas, de las cuales
551.227 se ubican en el rango 0-19 años (41%). Las y los NNyA privados
de cuidados parentales al año 2012, eran 362 niñ@s de edades entre 0 a 17
años (Sennaf, Unicef; 2012: 23).

La Institucionalidad estatal y las prácticas institucionales


en perspectiva de derechos de la infancia en la provincia de Tucumán

Para esta provincia del Noroeste se analizaron ai año 2011, las prác­
ticas de los poderes Ejecutivo y Judicial, con la intención de develar qué

20
Parte I. Resultados y estrategias de la investigación

naturalezas y dinámicas promovía el tratamiento de la infancia y adoles­


cencia por parte del Estado local.
La provincia adhirió tempranamente a la adecuación legislativa pero re­
cién a fines de mayo de 2010 se sancionó -en consonancia con la legislación
nacional- la Ley N° 8.293 de Protección de la infancia provincial, con lo que
hasta ese momento, las normas y disposiciones vigentes estuvieron en sinto­
nía con el paradigma tutelar.
Con un servicio descentralizado provincial, organización que se mantenía
al año 2012 (Sennaf-Unicef; 2012: 21), el Ejecutivo pretendía abastecer
la modificación legislativa. Esta Dirección de Familia, Niñez, Adolescencia
y Adultos Mayores creada por la ley N° 7.329/03, focalizaba su intervención
en.chicos y chicas pobres víctimas o en conflicto con la ley penal. En con­
sonancia con la situación irregular utilizaba iineamientos de peligro moral y
social, coligando enfoque de necesidades y criminalidad, en vez de apelar al
paradigma de protección de derechos, contrariando el rango constitucional de
los derechos de NNyA fundados en la Convención de los Derechos de Niñ@s y
Adolescentes y la Constitución Nacional.
En la entrevista mantenida en noviembre 2009 con la responsable de
la Dirección Provincial de Familia, Niñez y Adolescencia, dependiente del
Poder Ejecutivo, la directora expresaba su interés por trabajar en acuerdo a
la Constitución y a la ley nacional, pese a no haberse adecuado la legislación
provincial. En esa y otras reuniones y entrevistas quedó claro que el poder
jurisdiccional operaba por sobre el administrador, poniendo en evidencia no
sólo la vigencia tutelante sino también la no adecuación de! poder judicial pro­
vincial. Se destacaba en la política pública provincial la institucionalización
y la judicialización con disponibilidad de institutos que alojaban “menores” y
se hallaban en pleno funcionamiento. La implementación de programas insu­
ficientes en cantidad, calidad, diversidad y tipos de respuestas no guardaban
consonancia alguna con las distintas modalidades y formas familiares (Elias,
2011) y se sumaban a la perspectiva de intervención que Saúl Karsz denomi­
na toma a cargo, donde:

(...) el componente de la intervención social, indispensable para


comprender contra qué se debate ésta, adúnde apunta, de qué cosa
no puede liberarse completamente (...) representa el común deno­
minador de instituciones heterogéneas, de prácticas diferentes, de
profesionales específicos que tienen (o se supone que tienen) un ca­
rácter social. Digo entonces que, cuando dispositivos de toma a careo
ocupan un lugar decisivo, estamos en presencia de prácticas sociales,
cualquiera sea la institución donde se ejerzan. (Karsz, 2007:93)

21
La transición normativa y su impacto en la vida familiar

La Dirección de Familia a la que hacemos referencia, según lo prescripto


por el organigrama ejecutivo, tenía alario 2011 escasa jerarquía institucional,
cuestión que limitaba su capacidad decisoria para la intervención desde el en­
foque de derechos, como expresara la voluntad de quien la conducía. La limi­
tación de recursos humanos responsables de áreas específicas y novedosas fue
otra de las restricciones observadas en las prácticas sociales y profesionales
y que para algunos equipos profesionales asumía características de tutelari-
dad no cuestionable. La determinación presupuestaria signaba lo reducido del
rubro en el Presupuesto Provincial General y del análisis realizado por Martín
lerullo (2009, ver Anexo, pág. 127) surge que una porción importante de la
asignación se destinaba ai funcionamiento de los institutos provinciales de
menores, ratificando ¡a perspectiva tutelar/internativa. Tal como señalan Hol-
mes y Sustein, argumentando acerca de la “utilidad” de la escasez:

El problema está claro por demás en el contexto de los servicios


sociales. Las secretarías de servicios sociales reciben recursos vergon­
zosamente limitados para afrontar problemas potencialmente ilimita­
dos, y deben asignar los escasos medios de que disponen del modo
que consideren más efectivo, usando su conocimiento específico de
la situación. Las duras limitaciones presupuestarias implican que
algunas víctimas potenciales de maltrato infantil se convertirán en
víctimas reales y que el Estado habrá hecho poco o nada al respecto.
(...) Tomar en serio los derechos equivale a tomar en serio la escasez,
(Holmes y Sustein, 2011: 117)

El Poder Judicial completa y complementa la institucionalidad tutelar de


la provincia de Tucumán. Las prácticas se caracterizaban por la disposición de
NNyA por parte de juez competente, quien como medida cautelar y primera
apelaba a la institucionalización de niños y niñas. La carencia de equipos
de trabajo interdisciplinarios para asumir las prácticas institucionales, la au­
sencia de formación especializada, hizo que al momento de las visitas y en­
trevistas realizadas por el equipo de investigación, se identificaran al menos
cuatro desafíos vinculados al déficit que ostenta la-transición normativa de los
organismos jurisdiccionales.
Ellos son:

a. Asumir la nueva función de garante de los derechos a fin de facilitar la


justiciabilidad y exlgibllidad de los mismos,
b. Abandonar definitivamente la actuación en la lógica de la “situación
irregular”

22
Parte I. Resultados y estrategias de la investigación

c. Cesar en la institucionalización y judicialización y dirigir ia capacidad


estatal para transformar los requerimientos internativos en prácticas
protectivas,
d. Renunciar a la cuota de poder que el tratamiento de la niñez y adoles­
cencia tucumana pobre facilitaron a los organismos jurisdiccionales.

En este sentido y tal como señalan Acuña y Chudnovsky pareciera que las
debilidades la institucionalidad estatal y las prácticas institucionales respecto
de la transición normativa exponen que:

(...) la debilidad institucional no constituye un problema sino una


solución. Pueden también responder [las prácticas institucionales] a una
lógica en la que esa debilidad o incumplimiento enmascara la trerrienda
fortaleza de las reglas informales, ancestrales, no escritas, que son cono­
cidas y cumplidas por todos. (Apud Bernazza y Longo, 2014: 121)

Las políticas públicas de infancia como síntesis


de la voluntad política en Tucumán

Para la reflexión de este eje se analizaron las metas provinciales respecto


de la erradicación de la pobreza extrema y las prácticas en el sector de edu­
cación básica universal.
En el primer caso, quedaron evidenciadas varias cuestiones respecto del
diseño de las políticas públicas de infancia en Tucumán. Por un lado, que las
políticas sociales implementadas son respuestas asistenciales, focalizadas y
fragmentadas que estigmatizan y estatizan a los que padecen la pobreza. Por
otro, que la pobreza sigue siendo una de las razones que provoca la institucio-
nalización de los chicos y las chicas de la provincia, con la consiguiente sepa­
ración de su núcleo familiar. Estas medidas se originan en diagnósticos sociales
que asocian carencia económica-peligro moral/material-responsabilidad indivi-
dual/familiar de y para los NNyA afectados y por sobre todo son acciones que no
mitigan la pobreza. El razonamiento explicativo de los problemas sociales, como
se puede advertir se propone en términos individuales y de carencia personal.
En el segundo caso: “ la educación básica universal” , exponía la in­
equidad e ilegalidad del sistema a partir de la percepción dineraria que
en concepto de “seguro escolar” se demandaba al año 2011. Ofrecido a
los padres como contraprestación de cobertura de riesgos para los niños y
niñas escolarizados, exibe a la par que el beneficio, la restricción, ya que
en caso de no ser abonado impide la inscripción escolar de los niños para
el subsiguiente año escolar. Otra práctica que restringe la “educación bá­

23
La transición normativa y su impacto en la vida familiar

sica universal" es el dictado -en horario escolar- de la doctrina católica,


decisión que pone de manifiesto la política educativa sesgada y contraria
al enfoque de derechos. La naturalización de esta imposición -entre las
madres y los padres de los escolares- fue otro de los obstáculos observados
para la concreción del derecho a la educación básica universal.

Las prácticas estatales como resultado de la institucionalidad y la política


en la provincia de Tucumán dan cuenta de que ambos poderes (Ejecutivo y
Judicial) colisionan en el ejercicio de la tarea cotidiana; colisión a la que se
sumaba la ideología tutelante que exuda el sistema y que entiendo originada en
la inestabilidad de la regulación proteccional por parte del Estado provincial.
Al momento de finalizar el trabajo de campo se sancionó la adecuación
normativa. En ese momento se evaluó que la estructura institucional disponi­
ble en los institutos provinciales, la perspectiva tutelar en sectores de la so­
ciedad tucumana traducida en la demanda hacia el organismo jurisdiccional;
las contradicciones y demora en la transición normativa, los intereses expre­
sados por algún sector del Superior Tribunal de Justicia y el posicionamiento
del Poder Ejecutivo constituían una sumatoria de fuerzas combinadas cuyo
resultado expresaba la inconsistencia del garantismo de derechos infantiles y
adolescentes y la persistencia de prácticas de toma a cargo.

Las organizaciones sociales, de derechos humanos


y grupos religiosos en Tucumán

Las organizaciones sociales, de derechos humanos y ONGs contactadas


y entrevistadas expresaron interés en participar del diseño, implementación y
evaluación de políticas sociales y públicas en articulación con el Estado nacio­
nal y provincial. Estos actores institucionales participan de redes nacionales
de niñez y adolescencia y abogan por la consolidación decisoria que propone
la ley nacional. Mantienen cierta orgánica de reuniones periódicas y se mani­
fiestan críticos de las institucionalidades y tratamiento que recibe la niñez y
adolescencia tucumana y en especial de la discrecionalidad con la que opera
el Superior Tribunal de Justicia Provincial que ha vetado en sucesivas ocasio­
nes la modificación legislativa de niñez, adolescencia y familia. Las ONG's de
la región se organizan en redes y a la par desarrollan actividades en barriadas
pobres de la provincia, en especial en San Miguel de Tucumán.
En la provincia al año 2009 existían sesenta y dos grupos religiosos
no católicos, distribuidos entre iglesias pentecostales, cristianas evangéli­
cas, israelitas, musulmanas y otros cultos. Distribuidas mayoritariamente
entre la Capital, Lules, Famaillá, Leales, Simoca, Banda del Río Salí y

24
Parte I. Resultados y estrategias de la investigación

otras localidades menores, dan cuenta de la diversidad cultural y prácti­


cas religiosas de los habitantes de la provincia.

El caso de la provincia de Corrientes

Analizar la gestión de la política de niñez en la provincia de Corrien­


tes, a partir del cambio normativo que a nivel nacional se estableció con
la sanción de la Ley Nacional 26.061, requirió reconocer el cuadro de
situación tanto en el plano de la administración de justicia como en el de
la administración de políticas.
Se obtuvo información de primera mano originada en diversidad de fuen­
tes informativas, referentes institucionales y sociales, a través de las interac­
ciones e intercambios realizados entredós meses de julio de 2010 y abril de
2011, con visitas a la capital de la provincia.
La concreción de reuniones técnicas entre algunos miembros del proyecto
y agentes estatales de Corrientes, facilitó ampliar el conocimiento sobre efec-
tores de los programas sociales y sus necesidades.

La institucionalidad legislativa en la provincia de Corrientes

Respecto de la normativa jurídica, la provincia de Corrientes sancionó a


principios de mayo de 2007, la Ley N° 5773 de adhesión a la Ley Nacional
26.061 de Protección Integral, para configurar el Sistema Provincial de Pro­
tección Integral de los niños, niñas, adolescentes y familia. Con la finalidad
de integrar y optimizar las acciones en materia proteccional, el Ejecutivo local
creó por Decreto N° 257/08 el Consejo Provincial de Niñez, Adolescencia y
Familia (Copnaf), institución que se relaciona funcionalmente con el Poder
Ejecutivo a través de la Dirección Provincial de Minoridad y Familia, o el
que en el futuro la reemplace y dependiendo de la Secretaría de Desarrollo
Humano. Esta modificación requiere ser acompañada por la reglamentación
de las competencias, roles y funciones entre del Consejo Provincial de Niñez,
Adolescencia y Familia, los operadores jurisdiccionales y los técnico-adminis­
trativos. Al igual que la Ley nacional y en virtud de la perspectiva garantista,
la legislación provincial, como la CIDN y la Ley 26.061/05 incorporó la figura
del Defensor de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (arts. 46 y
47), prevista en la Legislación nacional.
En el lapso del trabajo de campo y las entrevistas a actores relevantes, las
incertidumbres políticas, centradas en la disputa electora! (iniciada a fines del
año 2009), encarnada por el candidato del partido radical correntino, doctor
Ricardo Colombi, los cambios en equipos y funcionarios y -para algunos con­

25
La transición normativa y su impacto en la vida familiar

sultados- la crisis política que acontecía en ese momento, consideraron que


el período era oportuno para avanzar en el nuevo sistema proteccional de la
niñez y la familia. La conformación de la Comisión Interministerial así como
la descentralización de servicios eran buenos indicios de la transición según
la apreciación de algunos entrevistados.
El sistema “proteccional” al año 2011 contaba la Comisaría del Menor y la
Familia, la Alcaldía del Menor donde eran alojados jóvenes en conflicto con la
ley penal, el Hogar Escuela Artigas que funciona como Centro de Día y el Hospi­
tal Pediátrico Romero Feris. Dos hogares de pre-egreso: Hogar de Niñas “ Laura
Vicuña" y Hogar de Niños “Miguel Magone” , completaban el dispositivo tutelar.
Desde el Ejecutivo se pusieron en marcha programas de acogimiento
como el de “ Familias del Corazón” , con un “ Registro Único para Familias del
Corazón” , “Familias Sustitutas” y “Pequeños Hogares” que al momento de las
entrevistas protegía a 180 niños.
El relevamiento realizado por Sennaf- Unicef (2012: 23), al año 2012, re­
fería un total de 565 niños y niñas sin cuidados parentales y los datos censales
para la provincia en tratamiento, indicaban que al 2001 la población provincia!
total era de 930.991 habitantes, la densidad de población de 10.6 habitante
por km2. El rango etario de 0 a 19 años, representaba el 44% del total de la
población provincial (413.806 NNyA de ambos sexos), en tanto que la franja de
20 a 49 años constituía el 38% del total poblacional (356.231 personas), des­
cendiendo a menos de la mitad de esa cifra en el grupo etáreo de 50-69 años.

Los cambios en la gestión en la provincia de Corrientes

Para valorar la gestión de la política de niñez en el caso en estudio se


definió como perspectiva analítica el concepto de “gestión” . Como señalaban
en el Informe de Investigación las colegas Alien y Krmpotic:

Concebida ésta como un espacio de reproducción y transforma­


ción de la política social, procesando en sus mediaciones, los conflic­
tos y demandas que presenta por un lado la realidad heterogénea y
desigual, y por otro el juego de intereses entre los actores por dentro
y por fuera del Estado (Chiara y Di Virgilio, 2009).

Por su parte:

La noción “régimen de implementación" permite conjugar dos


aproximaciones vigentes en el análisis de políticas: el modelo “top
down” (de arriba hacia abajo), y el modelo “bottom up" (de la base ha­

26
Parte I. Resultados y estrategias de la investigación

cía arriba) (Aguilar Villanueva, 1991) alcanzando de este modo una ar­
ticulación entre los procesos macro y la vida cotidiana de la población.
Para la provincia de Corrientes se consideró apropiado incluir
un enfoque desde los “paradigmas de la gestión pública", recono­
ciendo para el último cuarto de siglo XX e inicios del XXI, al menos
tres paradigmas desde los cuales interpretar tanto las continuida­
des como las rupturas. Se trata del paradigma de la administra­
ción, el paradigma de la eficiencia y el paradigma del consumidor
(Haywoody Rodrigues, 1994). (Elias: informe Final S-91, 2010)

Los cambios en la gestión de la política de niñez y familia en el caso corren-


tino, mostraban ciertos indicios significativos del modelo de la base hacia arriba
entre el año 2010 y mitades de 2011, aún cuando sus alcances no podían ser
valorados in fofo desde una mirada externa como la del equipo de investigación.
La consideración que sí puede realizarse la transición normativa partir de
la información obtenida, parte de la existencia de una clara decisión política
del gobernador Ricardo Colombi, para ejecutar los cambios institucionales.
El encadet amiento del proceso decisorio correntino, reflejaba las claves his­
tóricas y estilos de liderazgo, que siempre resultaron enigmáticos o difíciles
de aprehender por los observadores -en especial- de Buenos Aires. Según las
consideraciones de las colegas investigadoras:

En el caso en estudio, predomina la perspectiva “de arriba hacia aba­


jo " en la secuencia políticos-profesionales-administradores. El rol de los
"productores de servicios" (activos en el paradigma de la eficiencia) se
manifiestan con particularidades a través de la participación (presión/de-
mandas de cambio) de las ONG altamente involucradas y con perfil religio­
so. Mientras que el papel de ‘usuarios/consumidores’ determinantes de la
gestión en el más actual paradigma del consumidor no aparece salvo en la
representación y discurso de las ONGs. (Elias, Informe Final, S-91, 2010)

La gestión de la política dirigida a la niñez, la adolescencia y la familia


(NNyA) en la provincia de Corrientes pone de manifiesto un escenario con
diversidad de actores, en el que el actor gubernamental se propone avanzar
en la normatización y aplicación de la política garantista, presentándose no
sólo como “reservorio de lo instituido, (...) sino también como campo de lo
instituyente” , según señala Daniel García Delgado en la entrevista realizada
durante el año 2013 (Flacso, 2013).
Del estudio presupuestario realizado por lerullo (2009), surge que el
monto del gasto crece a partir del año 2005 y Corrientes es, entre las tres

27
La transición normativa y su impacto en la vida familiar

provincias estudiadas, la de mayor ampliación en el período 2002-2008,


que coincidente con el proceso de descentralización y desconcentración lle­
vado adelante por el organismo nacional.

La transición normativa en Corrientes

Se asiste a una transición normativa y programática incipiente que no


sólo encuentra resistencias, inconsistencias y dificultades en la incorporación
plena de los principios y estándares derivados de los DESC, sino que se ha ob­
servado que intervenir conforme la perspectiva tradicional limita la posibilidad
del ejercicio de los derechos económicos y sociales (DESC) por parte de la ciu­
dadanía correntina. También resultó al año 2011, limitada y casi inexistente
participación de la población usuaria y afectada, tanto en el diseño como a la
implementación de las políticas y programas de NNyA.
La situación del recurso humano en el caso de las instituciones privadas
que reciben niños, es precaria dada su inestable condición laboral y lo restrin­
gido de su formación.
El sistema proteccional correntino presentaba al año 2011 características
de fuerte dispersión, baja institucionalidad normativa, y marcadas restriccio­
nes en las prácticas de institucionalidad ejecutiva.

El caso de la provincia de San Luis

El trabajo de campo fue realizado entre junio de 2010 y enero de 2011 en


la ciudad capital, Villa Mercedes y la localidad de Santa Rosa de Conlara (NE
de la provincia), donde contactamos con representantes de movimientos so­
ciales, funcionarios y especialistas de áreas de niñez, a la par que realizamos
entrevistas institucionales en los tres poderes provinciales. Para el conocer de
la transición normativa se estudiaron las modificaciones y adecuaciones a la
CIDN y la Ley N° 26.061. Fueron objeto de indagación en pos de analizar la
institucionalidad estatal, la arquitectura burocrática, administrativa e institu­
cional organizada para garantizar el funcionamiento del sistema protectivo.
La población total de esa provincia era de 367.933 (Indec, 2001), con
una densidad de 4.8 habitantes por km2. La provincia integra 76.748 km2,
representando el 2,04% del total de la superficie nacional. El rango etáreo
entre 0 y 19 años se compone con 147.424 NNyA (40% del total de la pobla­
ción provincial). Según el Informe de Sennaf-Unicef, eran 308 los NNyA sin
cuidados parentales, representando en proporción el 0.21% de la población
total de niños, niñas y adolescentes entre 0 y 17 años.

28
Parte i. Resultados y estrategias de la investigación.

La franja etaria comprendida entre los 20 y los 49 años era al año 2001 de
148.041 varones y mujeres (40%) y el grupo entre 50 y 69 años representaba
el 14,5% siendo éste el porcentaje mayor de las tres provincias en análisis.

La institucionalidad estatal

En la provincia de San Luis la institucionalidad estatal da cuenta de


tres leyes vinculadas a la temática de niñez y familia. Ellas son: La Ley N°
5430/04, de adhesión a la Convención Internacional de los Derechos del
Niño (CIDN); la Ley N° 0093/04, “Familias Solidarias. Registro" y la Ley N°
0536/06, de “ Desinstitucionalización” . La Ley N° 5430 establece en su artí­
culo 1° la fidelidad a las declaraciones de la CIDN. Asimismo en su artículo 2o
establece que el Poder Ejecutivo dictará las normas necesarias para garantizar
el adecuado cumplimiento de la ley.
En consonancia con estas iniciativas, el Poder Legislativo sancionó en el año
2004 la ley que creó el Programa “Familias Solidarias", dependiente del Ejecu­
tivo provincial y que establece como principio la inclusión social de las personas
a partir de la convivencia en el seno de la familia. Esta ley caracterizó el sistema
de protección integral para aquellas personas que se encuentren en situación de
victimización/violación de sus derechos humanos y para ello señala que una vez
constatada esa violación, la persona deberá ser reinsertada con su familia biológi­
ca o con la familia adoptiva, o en el seno de una familia (Familias Solidarias Puras
o Familias Solidarias Extensas) inscripta en el Registro creado por esa misma ley.
La Ley N° 0536 prohíbe la internación de NNyA, ancianos y/o personas
con capacidades diferentes en instituciones de carácter público en todo el
territorio provincial.

Los aportes de las y los entrevistados -magistrados, funcionarias/os y pro­


fesionales de los poderes ejecutivo y legislativo- a la hora de explicar las
limitaciones normativa referían: No tenemos los organismos provinciales que
la ley exige, no están creados. Este es el principal problema (...), sintetizaba
una funcionaría del Poder Judicial, argumentando sobre la falta de recursos,
normas y dispositivos institucionales a los que insta la ley nacional. Lo cierto
es que independientemente de esta falta de adecuación procesal, los entre­
vistados narraban que los principios establecidos en la Ley N° 26.061 se
encuentran garantizados en la provincia de San Luis, al haberse fijado como
principio ordenador la permanencia del niño junto a su familia de origen y la
prohibición de la institucionalización de niños y niñas (Ley 536/06).
Entre las iniciativas vinculadas a la adecuación, en diferentes entrevistas,
se señalaba que en el año 2008 el camarista doctor Gustavo Miranda Folch,

29
La transición normativa y su impacto en !a vida familiar

presentó un proyecto al Superior Tribunal de la Provincia de San Luis propo­


niendo la adhesión a la ley nacional 26.061. El Tribunal Superior requirió la
opinión de todos los agentes judiciales. En año 2010, la senadora provincial
Salino convocó a representantes del fuero de la familia y del menor de San
Luis (jueces, secretarios y defensores) a las comisiones del Senado, para que
explicitaran qué dispositivos institucionales eran necesarios para materializar
la implementación de la ley provincial y adecuarse a los principios de la Ley
26.061. De esta manera se conformó en la Cámara, la Comisión que median­
do talleres, grupos de discusión y otras estrategias grupales -sumó diferentes
actores expertos- concretó propuestas para trabajar en esa línea. De ambas
iniciativas se desconocía al momento de finalizar el proyecto resultados defini­
tivos, lo que sí se recabó es que el Poder Ejecutivo Provincial consideraba que
la situación de NNyA estaba resuelta con la sanción de las tres leyes citadas.
O sea: la institucionalidad legislativa per se resolvería las diferentes situacio­
nes socio familiares y/o “carencia de cuidados parentales” .

La institucionalidad ejecutiva en San Luis

En cuanto a las prácticas institucionales en el año 2006 a fin de concre­


tar la política de desinstitucionalización, el Ejecutivo provincial consultó y
convocó a expertos locales y se inició el proceso de cierre de las instituciones,
hogares, asilos y todos los lugares de internación de personas. Muchas de es­
tas estructuras estaban en manos de grupos religiosos de distintos credos y de
organizaciones de la sociedad civil. Las conducciones y direcciones ofrecieron
resistencia a la decisión del Ejecutivo, lo que dio lugar al inicio de un proceso
conflictivo, al que por intereses convergentes se sumaron actores y trabajado­
res del sector educación ya que éstos evaluaron que la ausencia de recursos
sumada al cierre de dispositivos asilares, confluiría en detrimento de los obje­
tivos y el trabajo en el ámbito escolar público. Esta disputa fue señalada -por
varios de los entrevistados actores políticos, sindicales, universitarios y de
movimientos sociales- como una de las crisis institucionales más serias desde
el año 1983 y post año 2001. La respuesta gubernamental a las demandas
fue ignorar y reducir la importancia del conflicto. Como en toda disputa con
correlaciones de fuerza dispares, los grupos resistentes y contestatarios se
desgastaron, la movilización decayó y ia problemática fue naturalizada por la
cotidianeidad de las familias, las comunidades y las organizaciones sociales,
muchas de ellas activas opositoras a la política gubernamental. El resultado
fue el cierre de las instituciones asilares y de internación, y la adversidad para
los gremios docentes.

30
Parte I. Resultados y estrategias de la investigación

La Secretaría dependiente del Ministerio de Inclusión y Desarrollo Hu­


mano es la unidad de aplicación de la política para NNyA y acciona por
programas. Estas unidades programáticas se definieron e implementaron sin
participación de la sociedad civil; entre ellos el Programa “ Familias Solida­
rias” creado por ley. De las entrevistas mantenidas con las responsables del
área de Niñez y Familias Solidarias surge que el presupuesto es el necesario
(...) si se necesita se tiene más. Estas afirmaciones, contrastadas -durante
la entrevista- con documentos públicos provinciales y nacionales y resul­
tados de elaboración del equipo de investigación desmentían estos dichos,
más las funcionarías negaron de plano la verosimilitud de la información
aportada por la entrevistadora.

La versatilidad en la institucionalidad provincial da cuenta que también se


interviene en situaciones problemáticas que no son derivadas al Programa “Fa­
milias Solidarias” . Son abordadas directamente desde los Juzgados, mediando
estrategias de trabajo en red y de articulación con escuelas, hospitales y otras
instituciones. Como señalaba un entrevistado integrante del organismo jurisdic­
cional caracterizando sus intervenciones fuera de protocolos compartidos (...)
te terminás convirtiendo en un actor social y no jurisdiccional, haces política
social. Parafraseando a Elena de la Aldea e Ignacio Lewkowicz la “subjetividad
heroica” está allí donde las instituciones-muestran sus debilidades:

La subjetividad es una máquina para pensar y no un sistema de


ideas. Es una disposición y no una convicción. Su condición de enun­
ciación nunca es absoluta. No se puede enunciar pero se ve en los
enunciados y en las prácticas y uno la puede deducir mirando. Y no
sólo se ve en las prácticas sino que está instituida por vía práctica.
(De la Aldea y Lewkowicz, 1999: 1)

Los autores refieren para el trabajo comunitario en salud mental, la pers­


pectiva que me interesa destacar para muchos y muchas de las y los profesio­
nales púntanos, quienes abordan las problemáticas en que intervienen desde
la "subjetividad heroica” porque:

Esa concepción es sostén de prácticas e identidades. (...) [Por­


que] al trabajo comunitario siempre se va desde una institución. La
institución asegura y legitima esa particular práctica. Hay una subjeti­
vidad y unas prácticas institucionales dadas. Cuando están en peligro,
segregan subjetividad heroica como reaseguro. La “subjetividad heroi­
ca ' sería un contraseguro, una afirmación. A su vez, la “subjetividad

31
La transición normativa y su impacto en ia vida familiar

heroica " reasegura esa institución que es la que otorga identidad, en


ese sentido, permite consolidar aleuna identidad. Alguna identidad,
cualquiera, "la que sea..." Aunque no sea una identidad profesional,
es al menos una identidad moral, política, etc. La identidad del que
debe salvar a las víctimas. (De la Aldea y Lewkowicz, 1999: 4)

Esta reflexión se pretende analizadora de prácticas que genera el sis­


tema estatal y que se complementan con la perspectiva que aporta Saúl
Karsz respecto de las prácticas sociales y la toma a cargo citada en páginas
anteriores. No se propone como crítica a las y los operadores sino al em­
blemático sistema puntano. Las opiniones respecto del funcionamiento del
“ Programa Familias Solidarias o “Demanda Espontánea” (según su nueva
denominación) son muy variadas. Algunos operadores entrevistados deposi­
taban gran confianza: El Programa trabaja en la reconstrucción del vínculo
con la familia de origen. Cuando informa que chico está en condiciones de
volver a la familia, se lo regresa. (...) O si aparece tía o abuela, se la busca
[se los vincula]. Otros, destacan la falta de preparación técnica de sus ope­
radores, además de denunciar la carencia de recursos humanos y materiales
que garanticen la plena vigencia y cumplimiento de objetivos. Por otro lado
al año 2010, -desde actores sociales entrevistados- se indicó que no siem­
pre el dispositivo de Familias se activa cuando se las requiere con urgencia,
razón por la que en “el mientras tanto" las y los niñ@s/adolescentes/adultos
mayores son alojados en sede policial.
En otros casos, el Programa Familias Solidarias es señalado como el cata­
lizador y depositario de los conflictos y problemas y al que se le exige respues­
tas “mágicas" frente a cualquier tipo de problemática.
De estas descripciones y análisis se puede concluir que la institucionali-
dad ejecutiva en la provincia de San Luis presenta rasgos del tipo que Míguez
y González describen para el sistema penal juvenil que se asemejan a los
observables arquetípicos de la provincia en estudio:

Las instituciones del sistema de minoridad han funcionado y


funcionan con un alto grado de anomia que hace que la lógica que
predomine en su funcionamiento cotidiano sea la que imponen los
intereses personales y corporativos de los distintos agentes involucra­
dos. La preponderancia de intereses particulares hace que los fines
formalmente establecidos sean secundarizados, con respecto a los
que cada agente posee. (Míguez y González, 2003)

32
Parte I. Resultados y estrategias de la investigación

En síntesis, se solicita contención a un dispositivo que no parece contar


desde su origen con las condiciones institucionales y políticas ni las capacida­
des técnico-profesionales que articulen salidas sanantes y garantistas.

La institucionalidad judicial y las prácticas institucionales en San Luis

El Poder Judicial de la provincia de San Luis se rige por la Ley Orgánica


N° 5.651. La misma establece para la provincia un total de tres jurisdicciones
judiciales, distribuidas en las áreas de Capital, Villa Mercedes y Concarán.
En los casos en que el Poder Judicial estime conveniente la separación del
niño del hogar, se recurre al Poder Ejecutivo. Ante la falta de otros dispositivos
estatales de asistencia, los operadores judiciales suelen contar con el Progra­
ma “Familias Solidarias” ya descripto. De esta forma, frente a la detección de
cualquier problemática el Poder Judicial solicita al Ejecutivo que presente una
familia inscripta para “alojar en forma transitoria" al niño/a menor de 16 años.
La evolución del “caso/situación” es supervisado por el órgano jurisdiccional,
mediando la recepción de informe mensual emitido por el poder administra­
dor en el que la familia acogedora da cuenta de la evolución del/la niñ@ y del
trabajo realizado con su familia de origen. Según las fuentes consultadas, los
niños no permanecen más de seis meses junto a ese grupo familiar solidario y
destacan que mayoría de ellos busca regresar con la familia de sangre.

A título de ejemplo, al momento de la investigación, en la ciudad capital


de San Luis se hallaban en tratamiento, entre siete u ocho expedientes por
juzgado referidos a NNyA acogidos por Familias Solidarias. En la localidad
de Villa Mercedes-segunda ciudad en orden de densidad poblacionai al año
2011- eran ochenta y siete las y los NNyA que permanecían junto a Familias
Solidarias. Esta discrepancia es significativa, si se tienen en cuenta los datos
aportados por el documento Sennaf-Unicef (ver Anexo) que daba cuenta al
año 2012 de 308 NNyA sin cuidados parentales.

Las políticas públicas resultado de la voluntad estatal en San Luis

La provincia distingue dos programas con los que sugiere que logró conte­
ner la pobreza, y las consecuencias de la postcrisis 2001, incluir a la pobla­
ción desocupada, brindar acogimiento habitacional a las familias evitando la
migración hacia otras regiones y crear un polo de atracción con la consecuente
radicación de pobladores mendocinos, cordobeses y de Buenos Aires.
El primero de ellos es el “ Plan de Inclusión Social” , llamado despec­
tivamente por usuarios, beneficiarios y opositores como “ Pico y Pala” . Un

33
La transición normativa y su impacto en la vida familiar

entrevistado, integrante de movimientos sociales y del Observatorio de De­


rechos Humanos, relataba respecto de este programa:

Actualmente 30.000 familias perciben un ingreso no remune­


rativo con contraprestación laboral, manteniendo espacios verdes y
forestación. Con un monto de $ 600 mensuales, el subsidio Implica
empleo no registrado, inexistencia de aportes previsionales y cober­
tura de salud únicamente destinada al titular del plan. (Entrevista
M. Ponce, 2010)

La fragilidad laboral en la condición de empleo de la comunidad san-


luiseña es un indicador de relevancia reconocido por opositores y aliados al
gobernador Rodríguez Saá. Los datos oficiales registran bajo porcentaje de
desempleo. El Programa de Inclusión - con escasa actualización del mon­
to de subsidio, sin modificación de las características generales por más de
diez años, habilita a la solicitud de créditos para compras de artículos del
hogar (radios, lavarropas, motocicletas); es un aporte a la previsibilidad del
presupuesto familiar. El medio de pago no es aceptado para la cancelación
de servicios e impuestos. El Programa ofrece baja calidad de la inserción la­
boral, no se acompaña con capacitación y actualización laboral y sobre todo
desestimula la promoción personal y social. La contraprestación en la que se
insertan son: extras de cine, confección de disfraces, vigilancia comunitaria,
mantenimiento de rutas, parques y caminos.
Se ha podido apreciar de parte de la juventud puntana, que junto a la
aspiración de la mayoría de edad, la obtención de “un Plan” se convierte en el
proyecto personal que deja de lado inquietudes por formarse, cursar estudios
terciarios o universitarios.

Otra emisión estatal, que ha distinguido al Estado provincial desde 1983


es el "Programa Habitacional” . Esta iniciativa, mediando el pago de cuotas
(al año 2011: $ 60 / $ 70 mensuales durante más de cinco años) ofrecía a
familias residentes la adquisición de una vivienda. Se construyen mediante
programas sociales provinciales en complejos habitacionales. Las casas son
tipo chalet en una planta con una superficie de entre 60 a 80m2 cubiertos,
patio y un pequeño jardín. Estos barrios cuentan con servicios y urbaniza­
ción básicos; y se ubican a distancia de los principales centros urbanos (San
Luis, Villa Mercedes, Merlo).
Al igual que con el “ Programa de Inclusión Social” , la política habita­
cional recibe críticas y apoyos. Las primeras centradas en la deficiencias de
calidad del hábitat (tipo y consistencia de los materiales de construcción,

34
Parte i. Resultados y estrategias de la investigación

distribución, localización), en tanto que quienes apoyan el programa consi­


deran que es la única posibilidad de acceder a una vivienda mínimamente
digna y que con el paso del tiempo será propia.

La cuestión educacional en la provincia de San Luis

El derecho a la educación es activado por el sistema público con una ca­


pacidad instalada provincial de 437 escuelas. La cobertura edilicia se consi­
dera suficiente teniendo en cuenta la cantidad de población escolar. En lo que
hace a dispositivos de consulta, derivación y tratamiento, el sistema educativo
público cuenta un solo Gabinete Pedagógico para toda la provincia. Conocido
como el Setap, lo integran cinco profesionales para todas las escuelas pro­
vinciales -cantidad por demás insuficiente-, razón por la cual el organismo
realizaba únicamente tareas de diagnóstico.
Los resultados de la calidad educativa han sido siempre inferiores a la
media nacional, al igual que las condiciones laborales de los docentes cu­
yos salarios son menores a lo dispuesto por las paritarias nacionales. Una de
las peculiaridades del liberalismo educativo provincial son las denominadas
“ Escuelas de Círculo Cerrado” , iniciativas educativas que habilitan configurar
escuelas estatales en mundillos privatizados por padres y docentes, con la
consecuente fragmentación en la enseñanza, la calidad, la formación docente
y la inclusión de la población de niñas y niños.
Como complemento el Ejecutivo Provincial -a través del Ministerio de
Educación- y las áreas científicas y universitarias provinciales (Universidad
de La Punta) promueven la educación digital y a distancia. Sabido es que el
Ejecutivo entregó notebooks a las y los niños y adolescentes escolarizados y
dice brindar wifi de acceso gratuito. Este servicio, publicitado por todos los
medios, no parecía al año 2011 ser todo lo eficiente que requiere el modelo
educativo a distancia y que ha movilizado la capacitación del cuerpo docente
de las escuelas primarias de la provincia.
En contradicción con la perspectiva de modernidad, autonomía y preser­
vación de derechos, durante el año 2010 las gremiales docentes reclamaron
mejoras salariales. La adhesión fue mayoritaria y por cuarenta y cuatro días
el paro se irradió a todo el territorio provincial. La actuación gubernamental
-exitosa frente a la disputa- fue similar a la asumida al momento de cierre
de instituciones de internación de niños y niñas: silenciamiento del conflic­
to, negación a abrir instancias de negociación y desarrollo de estrategias de
delación, atracción y cooptación para enfrentar a los diferentes actores y par­
ticipantes aliados hasta lograr grupos opositores a la reivindicación gremial.
Incluso el gobierno logró atraer a familiares y padres de niños y niñas que

35
La transición normativa y su impacto en la vida familiar

repudiaron a las y los docentes en actos públicos y manifestaciones calleje-


. ras, enfrentamientos que fueron rememorados con mucho dolor y tristeza por
distintos actores de la comunidad. El Ejecutivo local tampoco descartó la re­
presión directa. El resultado fue nuevamente la desactivación del conflicto por
desgaste, achicamiento de la base y la fuerza social y el triunfo bastardo del
oficialismo provincial. La percepción de las y los actores fue que, nuevamente,
el oficialismo de espaldas a la demanda obtuvo el triunfo político.

En conclusión, en relación a los objetivos de la investigación, se interpreta


que la vigencia del paradigma de la protección integral en la provincia de San
Luis, es reducido y retórico -a l igual que en las políticas públicas analizadas-.
Se ha fundado en la sanción de tres leyes, que están en consonancia con la
CIDN y que operan a modo de caja vacía. Las institucionalidades y las prác­
ticas que se desarrollaban, al momento del trabajo de campo y su sistemati­
zación, no excluían el modelo tutelar, sino que lo confirmaban una y otra vez.
La imagen de legislación “escudo” es en mi opinión la que mejor describe
la realidad institucional en NNyA y familia puntana. Se habla y escribe acerca
de la sanción legislativa y se invisibiliza la ejecución: se expone la instituciona-
lidad legislativa y se ignora la institucionalidad ejecutiva, las prácticas y la vida
cotidiana de la población a proteger. Las tendencias expresadas en distintos
documentos acerca de las capacidades estatales y capacidades de gobierno
expuestas por Claudia Bernazza y Gustavo Longo; aproximan reflexiones para
fortalecer las interpretaciones acerca del caso de la provincia de San Luis, que
pareciera presentarse como un Estado “aparte” de la República y donde

La instalación de un orden colectivo estable y (supuestamente)


universalmente satisfactorio, donde los antagonismos se diluyen en la
pluralidad de las diferencias y la heterogeneidad, tanto como resul­
tado de un consenso libremente alcanzado o por la admisión racional
de la inexistencia de opciones mejores, pone fin a la necesidad de la
actividad política. La tesis del "fin de la historia" conduce a la pro­
clamación del advenimiento de una era pos política, donde la política
cede su terreno a la administración -d e las personas, de las cosas,
de las desigualdades-y a la legislación positiva. (Vilas, 2013: 208,
Apud Bernazza, Longo, 2014: 123)

Quizás la recuperación de la política y de la iniciativa política fortalezca la


aplicación certera del garantismo estatal nacional.

36
Parte I. Resultados y estrategias de la investigación

Las organizaciones religiosas y sociales en San Luis

En la provincia de San Luis, al año 2010 se registraban trece cultos


no católicos inscriptos en el Registro de Cultos. Se realizaron entrevistas
a diversos grupos y también a la Coordinadora de la Iglesia Bautista de la
ciudad de San Luis y Villa Mercedes. Estas agrupaciones religiosas con­
taban con locales abiertos a la comunidad en las ciudades de San Luis
capital, Justo Daract y Villa Mercedes. La característica que las unifica es
la realización de labores de acción social barrial a la par que difunden las
creencias de su religiosidad.
En el caso de la Iglesia Bautista, la pastora caracterizaba su integración
social a la comunidad puntana bajo la filosofía de culto que indica la pres-
cindencia respecto de la realidad política provincial y nacional, condición que
en San Luis caracteriza la acción pastoral al margen del Estado al que “no
participan ni adhieren” . El énfasis en el accionar de esta iglesia se orienta
a las familias y especialmente a las y los jóvenes. Refiere que en la práctica
religiosa se valora el esfuerzo individual de las y los creyentes, la reflexión for­
talecedora de la unidad familiar y la preservación de esta “célula básica” . La
intervención estatal en la vida familiar es valorada como “perniciosa” , puesto
que la inscripción en programas sociales conduce a la pasividad personal.
Como colofón de esta filosofía respecto de la transición normativa y la calidad
de estado garante de los NNyA, la referencia es limitada, no apreciada puesto
que sólo se visibiliza la intervención centrada en la esfera individual-familiar.
La percepción de las relaciones sociales y de las articulaciones estado-socie­
dad mediando emisiones estatales queda por fuera de las consideraciones de
las y los entrevistados de iglesias tales como: El Centro Espirita Nueva Idea,
la Iglesia Cristiana Evangélica, la Congregación Cristo Responde, la Iglesia El
Llamado Final, la Misión Iglesia Evangélica La Fe Pentecostal, la Asociación
Espiritual Villa Mercedes, el Centro Espiritista Pancho Sierra, entre otras.

A diferencia de lo expresado por los entrevistados de diferentes cultos,


las organizaciones comunitarias, movimientos sociales, gremiales y de dere­
chos humanos entrevistados (CGT, Movimiento Evita, periodistas y docentes
universitarios, entre otros) dan cuenta de permanente movilización y consulta.
Expresan su oposición al gobierno provincial y a las políticas que éste desa­
rrolla. Las categorizan de clientelares y adormecedoras de la población. Los
entrevistados del Movimiento Evita y CGT local, coinciden en señalar que se
viven realidades diferentes según se sea partidario y copartícipe del poder
provincial y/o adversarios de Alberto y Adolfo Rodríguez Saá. Las y los actores
y dirigentes, señalan que coexisten en la misma provincia: falta de trabajo y

37
La transición normativa y su impacto en la vida familiar

empleo registrado, falseamiento de las tasas de desempleo, persistencia de


bolsones de pobreza y exclusión, programas sociales provinciales que disci­
plinan a los grupos sociales desventajados; desconfianza, miedo de opinar y
actuar en oposición al grupo gobernante.
En otro nivel de apreciaciones señalan las dos caras de la política provin­
cial: construcción de autopistas similares a las del “primer mundo", rodeando
la ciudad de San Luis capital y algún que otro distrito turístico (Merlo y Villa
Mercedes principalmente) y ausencia estatal fuera de estos éjldos. Los grupos
opositores coinciden en señalar los altos costos originados en festejos públi­
cos internacionales, la promoción del juego con gran cantidad de casinos y ca­
sas de juego que suman a las atracciones turísticas ofrecidas en la provincia.

Acerca de las institucionalidades, la transición normativa


y las políticas públicas en tres provincias argentinas

En ocasiones las políticas sociales, independientemente de los enuncia­


dos que las definen, se orientan hacia el combate a la pobreza. En consecuen­
cia no esbozan lineamientos objetivos en pos de la ciudadanía y la inclusión
social de las familias. En los contextos analizados, las políticas se evaluaban
debilitadas en la ejecución por la prevalencia de indicadores centrados en las
características personales de las y los reclamantes de asistencia (desocupa­
dos, desnutridos, embarazadas, discapacitados, ancianos, etc.). Estas cues­
tiones pueden interpretarse las más de las veces, asociadas a las prácticas de
las y los operadores, distantes de la propuesta que reconoce la toma en cuen­
ta (Karsz) en la que (...) aparecen profesionales considerados como sujetos
socio-deseantes que se dirigen a otros sujetos socio-deseantes (los usuarios),
unos y otros tratados en su doble e inextricable dimensión ideológica e incons­
ciente (Karsz, 2007: 92).

Por otro lado, en la definición de algunos planes y programas provinciales


persisten diseños e implementaciones que perpetúan el modelo de familia
nuclear. La política pública aún parece no comprender la diversidad de formas
de ser familia, y tal como expresa Pierre Bourdieu:

(...) en las sociedades modernas, el principal agente de cons­


trucción de categorías oficiales a través de las cuales se estructuran
las poblaciones y las mentes es el Estado, que a través de una ta­
rea de codificación acompañada de efectos económicos y sociales
(por ejemplo, las asignaciones familiares) favorece un cierto tipo

38
Parte I. Resultados y estrategias de la investigación

de organización familiar, fortalece a aquellos que están en posición


de conformar este tipo de organización y alienta mediante todo tipo
de medios materiales y simbólicos el "conformismo lógico y moral"
como un acuerdo en un sistema de formas de aprehensión y cons­
trucción del mundo, entre las cuales es central la categoría familia
y su forma de organización (Bourdieu, 1994: 134).

Además de la proposición de Pierre Bourdieu, encontramos que otra ca­


racterística complementaria en la formulación de políticas es que, explícita o
implícitamente, se dirigen a las familias de manera elíptica, transversal y es­
casamente manifiesta y cuando lo hacen se tiende a ignorar los distintos tipos
de arreglos familiares existentes (Elias et al., 2009, Elias, 2011). Con estas
prácticas se naturaliza el ideal de familia “nuclear” y/o “conyugal” . La familia
nuclear suele ser, desde quienes planifican políticas, el único e ideal tipo fa­
miliar, con consecuencias tales como proponer que sólo será necesario cubrir
ciertas y exclusivas necesidades comunes a todas ellas, unlversalizando así,
no sólo la demanda sino también las respuestas estatales hacia las familias.
En contradicción con estas prácticas, la autoridad nacional de niñez, adoles­
cencia y familia, en una entrevista que concediera a la Revista Población en
el año 2013, dice que:

La concepción de familia que toma el Estado Nacional es aquella


definida en la Convención, la Ley N° 26.061 y su reglamentación, es
decir una concepción amplia que incluye además de los padres, a las
personas vinculadas a los NNyA, por consanguinidad o por afinidad, o
con otros miembros de la familia ampliada. Puede asimilarse al con­
cepto de familia a otros miembros de la comunidad que representen
para la niña, el niño o adolescente, vínculos significativos y efectivos
en su historia personal como así también en su desarrollo, asistencia
y protección (Revista Población, 2013: 7).

Pero la fortaleza del familiarismo neoliberal (Adelantado, 2008) habilita a


transferir a las familias la mayor responsabilidad en el sostenimiento económico,
emocional y social de sus miembros, lo que afecta principalmente a las mujeres
que las integran. Alertamos entonces que es importante evitar un enfoque instru­
mental de la familia, ya que con este movimiento se confiere un rol subsidiario al
estado y al mercado, por cuanto conduce a la transferencia de responsabilidades
públicas hacia la esfera privada. En el caso de grupos y familias populares im­
plica más responsabilidades para las mujeres de todas las edades: las abuelas
cuidando a los nietos, las preadolescentes sustituyen a las madres para que éstas

39
La transición normativa y su impacto en la vida familiar

amplíen sus horas de trabajo remunerado y no remunerado (Harari, 1974). De


esta forma la reproducción social transita por negociaciones individuales de las
mujeres con sus parejas de las que el estado es autoexcluido.

En cuanto a particularidades provinciales que merecen mención especial


destacamos las siguientes:

En San Luis ai año 2011 la provincia no conciliaba su legislación con la


Ley N° 26.061 y no dictó leyes locales de ajuste procesal a los postulados es­
tablecidos por la primera. Pese al tiempo transcurrido desde la sanción de las
leyes provinciales (años 2004 y 2006) no se crearon dispositivos intermedios
entre el Programa “ Familias Solidarias” (o “ Demanda Espontánea” según la
nueva denominación), con lo que tanto la evaluación de programas, la inter­
vención y la legalidad instaurada entre los años 2004 y 2006 se asemejan a
acciones retóricas que no se traducen en bienestar de NNyA, sus familias y
los adultos mayores. Si bien la sanción del marco normativo en esta provincia
representó el avance de la institucionalidad legislativa y la explicitación de
rumbos futuros para las políticas de NNyA y familia, esta evolución resultó
insuficiente en las institucionalidades ejecutiva y normativa.
En el caso de la provincia de Corrientes, con la temprana adhesión a la ley
nacional (año 2008) y el diseño reglamentario de una arquitectura institucio­
nal en coherencia con la adecuación, la situación al año 2012 daba cuenta
de la inexistencia de organismos administrativos descentralizados. La cober­
tura institucional asociada a la protección de NNyA además del Programa
“Familias del Corazón” , mantenía la organización asociada al tutelarismo y la
continuidad de hogares, asilos e internados creados por ONGs y grupos reli­
giosos, cada uno de los cuales desarrollaba actividades según su buen saber y
entender con protocolos no supervisados por el Estado provincial.
La provincia de Tucumán fue, comparativamente la que más tardíamente
adhirió a la Ley N° 26.061. Con marchas y contramarchas originadas en las
tensiones entre el Ejecutivo provincial y el Superior Tribunal de Justicia tucu-
mano, se sancionó la legislación protectiva en el año 2010. El órgano juris­
diccional superior utilizó la reserva de la constitución provincial para demorar
el paso del tutelarismo al garantismo. Al año 2012, la provincia contaba con
un organismo descentralizado que expresaba su intención garantista que no
superaba la voluntad de algunos y algunas funcionarías locales.

En los tres casos estudiados, y pese a lo señalado en el párrafo anterior,


se observó que la institucionalidad ejecutiva bajo la prescripción del respeto
a los DESC y el intento de no reproducir prácticas tutelantes que significaran

40
Parte I. Resultados y estrategias de la investigación

injerencias en la vida de una familia, produjo por parte de las/los operadoras/


es cierto distanciamiento con relación a la realidad cotidiana de los sujetos
intervenidos. Esta característica de no tomar en cuenta (Karsz, 2007) el pade­
cimiento que transita la familia peticionante de asistencia o bien el concepto
de “ individualismo negativo” (Rosanvallon, 2008) explicativo de la retracción
estatal en pos de la libertad de los sujetos, expone que en contextos de Es­
tados con resabios neoliberales, se ha dejado al sujeto tan libre, que se lo ha
dejado “ librado-a su propia suerte” . Si esta perspectiva se asocia a la cons­
trucción de un proyecto ético-político en la profesión tal como señalara Norma
Fóscolo (2007), requiere de las fortalezas suficientes para objetivar y exponer
los dilemas y contradicciones éticas más habituales en el ejercicio profesional
y por brindar herramientas analíticas para enfrentarlos (Fóscolo, 2007, apud
Rodríguez, 2013: 76).

En las provincias en estudio la participación de la población es escasa y


casi nula a la hora de la “rendición de cuentas” (Abramovich, 2006), la eva­
luación de la política pública y el diseño participativo de las mismas.
En las tres provincias estudiadas, el funcionamiento real del sistema de
atención de NNyA mantiene un orden de causalidad vinculable al accionar real
y cotidiano de sus organizaciones más o menos burocratizadas, junto a operado­
res en ocasiones desinteresados y en ocasiones portando subjetividades heroi­
cas que contribuyen a la cuasi invisibilización de las modificaciones legales, tor­
nándolas superfluas. Al decir de Míguez y González: Ni siquiera son efectivas las
reformas institucionales, que exceden las de la ley, si los agentes e integrantes
de las instituciones no logran desarrollar nuevas habilidades y conocimientos
(Míguez y González, 2003). Los principios de este paradigma en algunos casos
parecen cristalizarse como dogmas que limitan la elaboración de estrategias
diversas y específicas de abordaje de cada situación particular.

Proposiciones para las políticas públicas de niñas, niños,


adolescentes y familias

El Examen Periódico Universal (EPU) es un mecanismo de evaluación pro­


movido por las Naciones Unidas y diseñado por el Consejo de Derechos Huma-
nos de la ONU (A/AG/RES/60/251), cuya finalidad es examinar, cada cuatro
años y medio, la situación de los derechos humanos de los países miembros.
La iniciativa se propone generar procesos de evaluación de pares, razón por la
cual los cuarenta y siete estados miembros, son los encargados del desarrollar
esta revisión interestatal. Son objetivos del EPU:

41
La transición normativa y su impacto en la vida familiar

1. Mejorar la situación de los derechos humanos a nivel nacional, cumplir


las obligaciones y compromisos internacionales, fortalecer la capaci­
dad del Estado y de la asistencia técnica y promover el intercambio de
mejores prácticas.
2. Promover la cooperación en promoción y protección de los DDHH y
contribuir con el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas
(HRC) y Acnur.

Este mecanismo, del que la República Argentina participa, desde hace


cuatro años produce informes periódicos. En los resultados del último examen
en la temática objeto de esta investigación, en el ítem titulado 10.1. Admi­
nistración de Justicia, incluida la lucha contra la impunidad, y estado de de­
recho, el Grupo de Trabajo sobre el Examen Periódico Universal recomendaba
para el año 2012, además de propuestas vinculadas al sistema penal juvenil,
que la República Argentina:

(...) ratificara el nuevo Protocolo facultativo de la Convención so­


bre los Derechos del Niño (99.1) [A la vez que] Proseguir e intensifi­
car sus esfuerzos para que el principio general del interés superior del
niño se incorpore debidamente en todas las disposiciones legales, así
como en las decisiones judiciales y administrativas y en todos los pro­
gramas, servicios y políticas que afecten a los niños (Rec. CRC.2010.
CRC/C/A RG/CO/3-4, & 35).
(Naciones Unidas. DDHH; 2014:9)

Y más adelante propone que es necesario:

Velar porque se adopten y apliquen en todo su territorio normas uni­


formes sobre la colocación de niños en hogares de guarda y la familia
ampliada y que siga armonizando la metodología de recolección de datos
en todas las provincias (Rec.CRC.2010. CRC/C/ARG/C03-4, & 53a)

Completa estas recomendaciones el reiterar que resulta necesario esta­


blecer normas claras en materia de cuidados alternativos (Apartado 1&,16).

La aplicación contundente de la institucionalidad legislativa, en las pro­


vincias en análisis, problematizará las prácticas cotidianas de las y los ope­
radores del sistema para que activen y dirijan sus acciones a materializar los
principios garantistas consagrados en la Ley N° 26.061 y sus similares en el
nivel subnacional.

42
Parte I. Resultados y estrategias de la Investigación

Este proceso deberá realizarse en concordancia con acciones dirigidas


a asegurar la plena vigencia de los DESC en la definición de políticas pú­
blicas integrales, de las que dan cuenta las iniciativas nacionales de los
últimos diez años.
Es cierto que el Estado, al emitir políticas, lo hace con tonos de gene­
ralidad, articula demandas y aliados y responde a intereses, por lo que sería
por demás interesante que estas generalizaciones -que son interlocuciones-
asocien la interculturalidad, la patria mestiza (Poratti; 2008), las caracterís­
ticas regionales incluyentes de las diversidades socio-económicas, étnicas y
culturales, incluso de los pueblos originarios consagrando así la integralidad
problemática, la necesidad y la dignidad. Las formas y sentidos de familia
proyectados tanto por las políticas y programas como desde las perspectivas
de religiosidad de la población, requieren de diversos aportes y miradas que
incluyan la comprensión de la perspectiva evangélica sobre niñez y familia.

La autoridad nacional en Niñez, Adolescencia y Familia (Sennaf) refiere


que el “ Plan de Acción por los derechos de los NNyA” contiene 21 metas
prioritarias para el período 2012-2015. En él el objetivo general es (...)
generar condiciones para el cumplimiento efectivo de los derechos de NNyA
en su calidad de ciudadanos, a través del desarrollo de políticas públicas
integrales, implementadas interinstitucional e intersectorialmente y con en­
foque territorial (Revista Población, 2013: 7), razón por la cual tanto en
el diseño como en la implementación será valorable elaborar criterios que
permitan la flexibilidad en los abordajes de intervención a fin que el nuevo
paradigma no conduzca a una ceguera que opaque la singularidad específica
de cada realidad familiar y territorial.

Por último, para reflexionar a la hora del diseño e intervención cito la


experiencia de Carlos Matus, quien como ministro hubo de acompañar la
presidencia de Salvador Allende; En razón de la experiencia traumática que
ambos vivieron, transcurridos algunos años le escribió a Allende una carta
póstuma que figura en la obra Adiós, Señor Presidente, en la que entre otras
reflexiones contundentes se interpela sobre su gestión de gobierno y las
obstrucciones que vivió el proceso de desarrollo latinoamericano popular
que ellos protagonizaron. Se pregunta: ¿Nos arrastran o conducimos? Porque
hoy vivimos lo que antes fue futuro y todos los problemas que están ahora
ante nuestra vida pudieron ser evitados o resueltos (Matus, 1987: 15, apud
Bernazza, Longo: 125).
Sirva esta reflexión de Carlos Matus para pensar y actuar de cara al futuro
sin dejar atrás el pasado. Implico en esta contribución reflexiones comparti­

43
La transición normativa y su impacto en la vida familiar

das acerca de la necesidad de nuevas construcciones y relecturas regionales


de la CIDN y su aplicación a la luz de las políticas públicas nacionales, los
acuerdos, las institucionaIidades de Unasur y otras configuraciones logradas
en la última década con las autoridades de países sud y centroamericanos
de la patria grande que soñaron San Martín y Bolívar.
También para el Trabajo Social tener presente el compromiso político
que implica toda intervención social y su no prescripción en la memoria de
quienes presentan sus demandas y requerimientos.

44
Parte I. Resultados y estrategias de la investigación

Referencias bibliográficas

Abramovich, Víctor (2006). “ Una aproximación ai enfoque de derechos en las


estrategias y políticas de desarrollo". Revista de la Cepal, N° 88 Santiago
de Chile-. Cepal.
Adelantado, J. (coord.) (2008). “Cambios en el Estado de Bienestar. Políticas
sociales y desigualdades en España” . Disponible en www.clacso.org.ar
Aguilar Villanueva, Luis F. (1991). La implementación de las políticas. Edito­
rial Miguel Porrúa. México.
Barrón, Viviana (2010). “Aportes para la comprensión de la perspectiva evan­
gélica sobre niñez y familia” . Documento Inédito.
Bernazza, Claudia; Longo, Gustavo (2014). “ Debates sobre capacidades esta­
tales en la Argentina: Un estado del arte” . En: Revista Estado y Políticas
Públicas, N° 3, Año 2014, pp. 107-130
Bourdieu, Pierre (1994). El espíritu de familia. Razones prácticas sobre la
teoría de la acción. Editions du Seuil.
CELS (2010). Derechos Humanos en Argentina. Informe 2010. Siglo XXI,
Buenos Aires.
De la Aldea, Elena; Lewkowicz, Ignacio (1999). Artículo: La subjetividad he­
roica. Un obstáculo en las prácticas comunitarias de salud. Inédito. Bue­
nos Aires.
Chiara, M. y M. Di Virgilio (2009). Gestión de la política social. Conceptos y
herramientas. Buenos Aires: Prometeo/UNGS.
Elias, M.F. (2011), Nuevas formas de familia. Modelos, prácticas, registros.
Espacio Editorial, Buenos Aires.
------------------------(2011). “ Niñez y familia. Políticas, contextos y significados de
familia en una sociedad multiétnicay pluricultural” . Informe final Proyec­
to UBACyT S-91. Programación científica 2008-2010. www.sociales.uba.
ar/proyectos
Elias, M. F; Bruno, M.L. (2010). “ Estado de Situación de la Implementación
Ley Nacional 26.061 en la provincia de San Luis". Proyecto de investiga­
ción UBACyT S 91. Documento Interno. Agosto, Buenos Aires.
Elias et al. (2009). Artículo: Acerca de qué políticas para qué familias. En.
Memorias Congreso Alas, Buenos Aires.
Felner, Eitan (2008). “¿Una nueva frontera para la defensa de los derechos
económicos y sociales? Convirtiendo los datos cuantitativos en una herra­
mienta para la rendición de cuentas en derechos humanos. Año 5 N° 9, S.
Paulo, Brasil, www.revista.sur.org
Fundación Sur y CELS (2009), Evaluación sobre el cumplimiento de la Con­
vención sobre los Derechos del Niño en Argentina. En: “Tercer Informe

45
La transición normativa y su impacto en la vida familiar

periódico ante el Comité de Derechos del Niño. 54 Periodo de sesiones” .


www.cels.org.arwww.surargentina.org.ar
Haywood, S. y Rodrigues, J. (1994). “Un nuevo paradigma para la gestión pú­
blica” , en Kliksberg, B. (Comp.) El rediseño del Estado. Una perspectiva
internacional. INAP/FCE.México.
Míguez, D. y González, A, (2003). “ El Estado como palimpsesto. Control So­
cial, anomia y particularismo en el sistema penal de menores de la provin­
cia de Buenos Aires. Una aproximación etnográfica” . Emlsla, A. y Míguez,
D. “ Heridas Urbanas. Violencia delictiva y transformaciones sociales en
los noventa. Editorial de las Ciencias, Buenos Aires.
Harari, Roberto (1974). Teoría y técnica psicológica de comunidades margina­
les. Editorial Nueva Visión, Buenos Aires.
leruilo, Martín (2010). Gasto Público y social dirigido a la niñez según cate­
goría del gasto (2001-2007) provincia de San Luis. En base a Dirección
de Análisis y Gasto Público y Programas Sociales. Documento inédito,
UBACyT S-91.
Holmes, Stephen; Sunstein, Cass R. (2011). El costo de los derechos: Por
qué la libertad depende de los impuestos. Siglo XXI Editores argentina.
Buenos Aires.
Haywood, Stuart; Rodrigues, Jeff (1994). “Un nuevo paradigma para la ges­
tión pública” . En: Kliksberg, Bernardo (Comp.) El rediseño del Estado.
Una perspectiva internacional. INAP/FCE. México.
Karsz, Saúl (2007). Problematizar el Trabajo Social. Definición, figuras, clíni­
ca. 1 Edición, Editorial Gedisa, Barcelona.
Poratti, Armando (2008). La comunidad organizada. Texto y gesto En: “ La
comunidad organizada. Vigencias y Herencias” . Comentado por A. Porat­
ti; J.L. di Lorenzo; V. Santa María; y H. Ghilini. Instituto para el modelo
argentino, Colección Liberación Nacional. Buenos Aires.
República Argentina, Informe Naciones Unidas Derechos Humanos (2014).
Oficina del Alto Comisionado. América del Sur-Oficinal Regional. Buenos
Aires, 2014. Honorable Congreso de la Nación. Observatorio de DDHH.
Disponible en: http://www.senado.gov.ar/micrositios/observatorioDD-
HH/(Recursos/lnformes). Y: \\pierre\publico$\OBSERVATORIODDHH. Fe­
cha de consulta: 5.11.2014.
------------------------(2006). Ley N 26.061 de Protección Integral de Niños, niñas y
Adolescentes. Buenos Aires.
------------------------Ministerio del Interior y Transporte (2013) Registro Nacional
de las Personas. Dirección Nacional de Población. Revista Población, Año
6 N 10, marzo 2013, Buenos Aires, www.mminterior.gov.ar/poblacion/re-
vista.php

46
Parte I. Resultados y estrategias de la investigación

------------------------Ministerio de Desarrollo Social de la Nación (2012). Fondo de


las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Situación de Niños, Ni­
ñas y Adolescentes sin Cuidados Parentales en la República Argentina,
Buenos Aires.
------------------------Ministerio de Desarrollo Social (2011). Secretaría Nacional de
Niñez, Adolescencia y Familia; Universidad de Entre Ríos, Facultad de
Trabajo Social. Cuadernillo N° 2 Desarrollo de Sistemas de Protección
Integral de Derechos en el ámbito local. I o Edición, Buenos Aires.
------------------------Ministerio de Justicia y Derechos Flumanos de la Nación-Unicef
(2006). Privados de libertad. Situación de niños, niñas y adolescentes en
Argentina, Buenos Aires.
------------------------Ministerio de Economía (2010). Subsecretaría de Política Eco­
nómica, Buenos Aires.
------------------------ Indec (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos). Censo
2001 y 2010. Población. Composición y Distribución, www.indec.gov.ar.
Fechas de consulta: 2 de mayo de 2009 y junio de 2013. Ultima vista:
12 de noviembre de 2014.
Rodríguez, María del Pilar (2013). Reflexiones iniciales acerca del desafío
que las prácticas de intervención social suponen para el humanismo crí­
tico latinoamericano. En: Revista Rumbos TS., Año Vil, N° 8, pp. 72-85.
Escuela de Trabajo Social, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad
Central de Chile.

Diarios
Diario La Provincia. El Diario de la República. San Luis, 19/1/2011

47
S ín te s is d e la e s t r a t e g i a g l o b a l d e a b o r d a j e
p la n i f ic a d a y d e s a r r o l l a d a

Doctora Natalia Luxardo

En este proyecto de carácter exploratorio optamos por un estudio cuali­


tativo, basado en un estudio de caso múltiple o colectivo (Stake, 2005), ya
que la prioridad fue el estudio del fenómeno en sus propios contextos (en
este caso, las provincias) y tomando en cuenta la multiplicidad y variedad
de dimensiones que lo componen, tal como recomienda Yin (1994). Como
sugieren Neiman y Quaranta (2007: 220): "El caso es definido como sis­
tema delimitado en tiempo y espacio de actores, relaciones e instituciones
sociales donde se busca dar cuenta de la particularidad del mismo en el
marco de su complejidad” .
El diseño fue flexible (Mendizábal, 2007) y utilizamos las más variadas
fuentes de datos durante los diferentes momentos de la investigación, mu­
chos de ellos realizados simultáneamente y de acuerdo a una distribución
de responsabilidades entre los integrantes del equipo de investigación,
instancias que después se articularon y discutieron en foros intra-grupales
como una suerte de validez interna específica en estudios cualitativos (Po-
Ikinghorne, 2007).
El núcleo central de la investigación estuvo conformado por la realiza­
ción de trabajo de campo en tres provincias del país, elegidas en base a un
muestreo estratégico (Flyubjerg, 2006) cuidadosamente discutido y seleccio­
nado. Si bien los objetivos que guiaron la indagación se respetaron para cada
caso (provincias) y hubo una planificación global a príori que fue común para
todas -que es la que presentaremos en este apartado-, cuando hubo que
implementar tales estrategias en cada escenario específico fueron redefinidas
de acuerdo a factores tales como la viabilidad de las mismas en los distintos
escenarios, las contingencias de las voluntades políticas de participación o
facilitación de contactos con los informantes, el acceso a las fuentes de infor­

49
La transición normativa y su impacto en la vida familiar

mación que habían sido identificadas, entre otros. Por tratarse de un diseño
flexible, justamente, estas adaptaciones y modificaciones que era necesario
realizar para alcanzar los objetivos habían sido contempladas en el diseño
inicial y fueron explicitadas y fundamentadas en cada instancia.

Los momentos del proceso de investigación

En primer lugar realizamos una exhaustiva clasificación y análisis de las


distintas fuentes de datos disponibles en cada uno de los casos selecciona­
dos, que incluyeron clasificación de los documentos según el tipo en cuestión
(normativas, decretos y legislación específica), el chequeo de la calidad de los
sistemas de registros de datos estadísticos disponibles con los que contaba
cada región y otros aspectos que permitieron reconstruir un mapa de la situa­
ción general del país con relación a los ejes centrales de indagación.
El grupo trabajó en una primera caracterización de la situación de las
familias en Argentina sobre la base de los indicadores considerados relevantes
en relación con los objetivos, basándonos para eso en el Censo Nacional de
Población, Hogares y Viviendas (2001) realizado por el Indec (el único que es­
taba disponible en el momento en que realizamos esta caracterización, entre
enero y mayo de 2011). Haber utilizado este tipo de datos tuvo como ventaja
el ahorro de tiempo y de recursos gracias a que ya habían sido producidos. Sin
embargo, esta fortaleza contiene su propia limitación, y es que no se adecua­
ban exactamente a los objetivos de la propia investigación, además de que no
se tiene ningún tipo de control sobre la forma en que fueron producidos. Por
lo tanto, sólo se utilizaron para tener una “radiografía" del fenómeno, como
un pequeño complemento de la estrategia principal que nos permitió delinear
posteriormente puntos de indagación más específicos.
Para la segunda etapa fueron seleccionadas tres jurisdicciones dentro de
todas las que conforman el territorio argentino teniendo en cuenta abordar
-relativamente- algunos aspectos de la diversidad regional del país. Desde
esta perspectiva no sólo contextualizamos las descripciones de las políticas
específicas sino que intentamos que pudieran comprenderse mejor cómo eran
percibidas por la población usuaria y afectada -perteneciente a distintos es­
tratos sociales, origen étnico y estilo cultural- estas políticas y programas.
Básicamente la selección se fundó en la comparación de una medida
que combinó determinados datos socio-demográficos con un indicador ela­
borado sobre la condición de la provincia ante la reforma normativa -uno de
los ejes de la indagación, considerando que se trató de escenarios en ios que
se identifican situaciones diversas desde el punto de vista de adecuación a

50
Parte I. Resultados y estrategias de la investigación

la nueva legislación nacional. Más precisamente, los criterios de selección


fueron establecidos de acuerdo al análisis y al cruce de información relativa a
los siguientes indicadores: a) demográficos y socio-laborales, b) familiares, c)
educativos, d) sanitarios y e) jurídico-proteccionales.
En una tercera etapa el equipo se dedicó al trabajo de campo en cada
una de las provincias, dividiendo al grupo de investigadores en subgrupos
de acuerdo al interés particular en alguna provincia, contactos personales
para acceder a las entrevistas e información en general, así como también
disponibilidad de tiempo para viajar. Si bien las estrategias de indagación
mantuvieron divergencias por las propias condiciones políticas de cada una
de las provincias, en todas mantuvimos entrevistas semi-estructuradas y en
profundidad con coordinadores, funcionarios, dirigentes gremiales, de movi­
mientos sociales regionales, periodistas, ediles locales, responsables de cultos
e iglesias y población receptora, además de profesionales de organismos ofi­
ciales y distintas instituciones públicas y privadas.
Como ejemplo de estas particularidades profundizaremos solamente en la
estrategia desarrollada en la provincia de San Luis. Básicamente utilizamos
tres instrumentos de relevamiento: los datos recabados a partir de las entre­
vistas realizadas a los informantes calificados; las guías de observación y de
preguntas, distinguiendo dos tipos de requerimiento según fuesen los destina­
tarios organizaciones de la sociedad civil o bien destinatarios de las políticas
sociales y el cuestionario estructurado dirigido a referentes provinciales y otros
funcionarios del gobierno provincial.
Realizamos cinco entrevistas en el organismo judicial jurisdiccional -tres en
la ciudad capital y dos en la jurisdicción de Villa Mercedes-: juezas y jueces de
familia y menores, defensores del mismo fuero y una entrevista grupal a cin­
co integrantes del Cuerpo Auxiliar Profesional. También una entrevista en la
Comisaría del Menor de San Luis y a dos funcionarías responsables de progra­
mas sociales. En un segundo momento nos vinculamos con actores sociales,
profesores y profesoras universitarias, con asiento en Villa Mercedes (Facul­
tad de Ciencias Económicas donde funciona la Carrera de Trabajo Social) y
movimientos locales con el objetivo de relevar información sobre políticas de
niñez, acciones y programas de ONGs gubernamentales locales y nacionales,
mediando la búsqueda de fuentes, contactos formales e informales comple­
tando también cinco entrevistas. En algunos casos estas conversaciones se
completaron con un cuestionario administrado vía email. Por último, ahon­
damos en cuestiones vinculadas a la religiosidad, también tomamos contacto
con caciques de comunidades huarpes y/o pueblos originarios de la provincia
de San Luis, con los que no mediaron entrevistas pero sí conversaciones tele­
fónicas y vía email.

51
La transición normativa y su impacto en la vida familiar

Ya volviendo a la estrategia global contemplada para todos los casos selec­


cionados describiremos el análisis de los datos, que forma parte de la cuarta
etapa de esta investigación. El mismo se caracterizó porque la información
cualitativa fue analizada con distintas técnicas que permitieron rescatar cate­
gorías emergentes que no habían sido consideradas en la planificación original
ni en la revisión de la literatura pero que surgieron como significativas gracias
a la flexibilidad del diseño también en esta etapa. Con respecto a la clasifi­
cación del material, realizamos una codificación según tópicos pre-definidos
en los casos de instrumentos de recolección de datos estructurados mientras
que siguió lineamientos fundados en los datos recabados, que aunque no
llegó a establecerse como método de este estudio exploratorio la teoría funda­
mentada en los datos, sí utilizamos algunos de sus lineamientos en la versión
constructivista (Charmaz, 2005) para procesarlos, agruparlos y analizarlos por
temas en una matriz de datos elaborada para tal propósito. Además revisamos
y eliminamos categorías que a pesar de haber sido consideradas en la etapa
de la planificación durante la realización del trabajo de campo no resultaron
de mayor relevancia.
Por el tipo de diseño programado, la posibilidad de introducir este tipo
de modificaciones había sido previamente estipulada. En algunos casos fue
necesario reemplazar las dimensiones elegidas por limitaciones en el acceso
a fuentes de datos, situación que fue completamente heterogénea de acuerdo
a cada provincia, como ya mencionáramos. En los casos de inviabilidad en el
acceso a las fuentes, se construyeron indicadores proxy.
La calidad y la confiabilidad de las fuentes fueron obtenidas principal­
mente por dos instancias: la continua triangulación de datos y por una inhe­
rente triangulación de investigadores, es decir, los datos crudos fueron cruza­
dos para el análisis con los distintos investigadores involucrados.
Por último, la redacción y el análisis final no fueron comparativos sino
intensivos e internos a cada una de las jurisdicciones, justamente por esta
heterogeneidad en el tipo de datos que se obtuvieron para cada provincia que
impidieron brindar el mismo tipo de información para todas, condición visible
en el cuerpo principal del trabajo. A partir de los insumos obtenidos durante
la realización de esta investigación pudieron consolidarse las bases de un se­
gundo proyecto que continuó con el camino iniciado en éste en la perspectiva
de niñez, adolescencia y familia y se orientó entre otros objetivos a conocer
el impacto de programas y políticas (AUH y AUE) y Jóvenes por Más y Mejor
Trabajo (JMMT) en las dinámicas familiares en las provincias de Tucumán,
Corrientes y San Luis, y que fue presentado a la programación de Ciencia y
Técnica de la Universidad de Buenos Aires (Grupos Consolidados 2011-14).

52
Parte i. Resultados y estrategias de la investigación

Bibliografía

Charmaz, Kathy (2005). “Grounded Theory ¡n the 21st Century. Applications


for Advancing Social Justice Studies". En: N. Denzin and i. Lincoln (Eds.).
The Sage Handbook of Qualitative Research. Thousands Oaks-London-
New Delhi: SAGE Publications.
Flyvbjerg, Bent (2006). Five Misunderstandings About Case-Study Research.
Qualitative irtquiry 12 (2): 219-244.
Polkinghorne, D.E. (2007). Validity Issues in Narrative Research. Qualitative
Inquiry 13 (4): 471-486.
Mendizábal, Nora (2007). “Los componentes del diseño flexible en la investi­
gación cualitativa” . En Vasilachis de Gialdino, Irene (Coord.), Estrategias
de investigación cualitativa (pp. 65-103). Gedisa: Barcelona/ Buenos Ai­
res.
Neiman, Guillermo y Germán Quaranta (2007). "Los estudios de caso en la
investigación sociológica” . En Vasilachis de Gialdino, Irene (Coord.) Es­
trategias de investigación cualitativa (pp. 213-234). Gedisa: Barcelona/
Buenos Aires.
Stake, Robert E. (2005). “Qualitative case studies” . Eds. N. Denzin & I. Lin­
coln. The Sage Handbook of Qualitative Research. Thousands Oaks-Lon-
don-New Delhi: SAGE Punblications.
Yin, Robert (1994). Case Study Research. Desígn and Methods. Second Edi-
tions. Thousand Oaks: SAGE.

53
S i g n if i c a d o s d e f a m ilia :
p e r s p e c t iv a s re lig io s a s y c u ltu r a le s

Magister Viviana Barrón

Los miradas hacia la familia asumen rasgos particulares en términos de


cómo deben ser. Diferentes personas tienen modos de definir los ideales de
familia, lo que se considera saludable, normal o pertinente. Resulta necesario
describir los sentidos de familia y las formas en que las personas y ios pro­
gramas sociales codifican los "problemas sociales” (de salud, educativos, de
inserción social y laboral), considerando como criterios predominantes el de la
anormalidad, el de la necesidad y el más contemporáneo del riesgo (Krmpotic,
2006), así como los rasgos que presentan los espacios de intervención social
en sus tres dimensiones: la esfera retórica, la esfera burocrática o de gestión,
y la de control social (Cardarelli y Rosenfeld, 2000).
Hay diferentes fuentes de las que se nutre la construcción de significa­
dos de familia. El presente artículo trabaja en relación con dos sistemas de
creencias que han delineado significados de familia: las enseñanzas sobre la
familia en la etapa fundacional del sistema educativo argentino y las creencias
cristianas sobre niñez y familias.
Se parte de la sistematización del concepto de "familia normal” analizan­
do cómo aparece en los textos escolares de principios del siglo XX.
Se analizan documentos de programas y proyectos de intervención de di­
ferentes comunidades religiosas y sus publicaciones que apuntan a las formas
familiares de resolución de conflictos y a episodios ligados a crisis vitales (na­
cimientos, enfermedad, muertes, iniciación sexual, conyugalidad). Se realiza
un análisis de los avances de la teología sobre la niñez como tema asociado.

55
La transición normativa y su impacto en la vida familiar

La familia normal va a la escuela

En el prólogo de un libro de lectura de 1915, encontramos las principales


características de lo que se enseñaba como familia normal con claros estereo­
tipos de género y roles presentados como ideales:

Presentar el hogar vivido, con todas sus alegrías y tristezas, sus


sacrificios y heroísmos paternales y filiales, con todos los vínculos
exteriores de afecto y solidaridad: cinematografiar y hacer hablar la
casa, al niño en la cuna, al padre en el trabajo, a la madre en los que­
haceres domésticos, a los abuelos en sus bodas de oro, a la familia en
la velada nocturna, en la mesa, en el paseo, en la visita, a los niños
en su cruel separación para ir a la escuela, al antepasado bueno,
virtuoso, sabio, justo, grande, cuyo retrato está en la sala, al mendigo
socorrido en la puerta, una desgracia de familia, la riña, el perdón y
el olvido entre hermanitos,... La reprimenda del padre, los cuidados
de la madre, los cuentos del abuelito: presentar, repito, el hogar en
esa forma, es crear sensaciones, es decir, hacer sentimientos e ideas.
Y por sobre este desiderátum pedagógico, es propender a la uni­
dad moral del hogar, a Ia creación y arraigo de un principio común de
familia, o sea, establecer desde la cuna las relaciones de la hegemo­
nía y la solidaridad nacional, pues ella será tanto más grande e indi­
soluble, cuanto más se acerquen en su constitución los sentimientos
patriarcales de cada hogar argentino.
Por otra parte, la moral no tendría arraigo en las costumbres de la
vida, si no penetrase como una suave sugestión del medio ambiente
social, desde la cuna, y si no contara con el hálito de la vida domés­
tica que le comunica caracteres casi religiosos y la cimienta por el
hábito, en las conciencias, como idea innata.
Así el libro, siendo un reflejo de nuestras buenas costumbres, de
nuestras virtudes, de nuestra cultura, influirá, no puede dudarse, en
la educación moral, sobre todo, del niño argentino y robustecerá esa
unidad tan querida del espíritu nacional, contra la que acechan m il
tendencias heterogéneas de nuestra composición social y de nuestro
mismo sistema político. (Ferreyra, 1915: 2-3)

En el texto se vincula al orden familiar con el orden nacional en un


proceso natural y progresivo que va desde la cuna hasta el espíritu nacional.
Normalizar la familia tenía la intención de ordenar la acechante heterogenei­
dad de la nación argentina. Dentro de la heterogeneidad, aparecen ciertas

56
Parte I. Resultados y estrategias de la investigación

menciones escritas y claramente en la gráfica de los textos se valoriza lo


europeo por sobre otras razas.
Este fragmento es un ejemplo de cómo a través el sistema educativo ar­
gentino entre 1890 y 1940 se desenvuelve un proceso de moralización so­
bre los temas referidos a familia. Viendo a la familia normal como objetivo
educativo, llevado adelante por los docentes como agentes normalizadores y
analizando el contenido de la enseñanza a partir del discurso de los libros de
lectura empleados en la época.
El concepto de normalización en el sistema educativo de fines del siglo
XIX adquiere un doble sentido. Se refiere tanto a la promoción de las normas
sociales y el énfasis en que los estudiantes aceptaran y cumplieran esas nor­
mas (incluidas tanto en legislaciones vigentes como en el encuadre moral del
cristianismo); como al hecho de que el positivismo marcaba claros cánones
de “normalidad” a los que los sujetos deberían adecuarse. Es por eso que la
noción de familia normal toma una importancia central en la enseñanza tanto
de las ciencias sociales como de la moral, e incluye diversos aspectos. La
familia aparece como un contenido central en la enseñanza. Una enseñanza
“normaiizadora” tendiente a contribuir al orden social.
La laicidad impuesta para la educación estuvo atravesada por el perfil
de ciertos enunciadores que incluyeron en los textos discursos religiosos
sin identificarlos como tales pero cuyo contenido marcó énfasis claros en
la enseñanza de la moral.

Orden en la vida familiar: la noción de familia normal

El sistema educativo empieza a contribuir a la construcción de la no­


ción de la familia normal. Esta es una noción construida en una trama de
significaciones que reúne mitos, ideologías e imágenes identitarias que
permiten la constitución de la familia como cuerpo social, esto es como
grupo que instituye un nosotros, conocido y reconocido por los miembros
de la sociedad y sujeto de las prácticas sociales. Entonces la noción de
familia aparece en los libros de texto dado que: La producción de textos
escolares, se sitúa en una compleja red de determinaciones económicas y
sociales, no siempre evidentes, que trascienden a los actores particulares
y a sus intenciones (Davini, 2001: 85).
Estos discursos están producidos con una clara finalidad pedagógica (Ve­
rán, 1987). Procuran enseñar un deber ser, mediante enunciaciones de verdad.
El aumento de la población es visto con cierta nostalgia por la pérdida de los
vínculos familiares entre las personas de la misma ciudad, en textos como este:

57
La transición normativa y su impacto en la vida familiar

En aquellos tiempos... (1838) existía la costumbre del saludo.


Todas las personas que se encontraban en la calle se hacían un saludo
de paso: unos una simple inclinación de cabeza, otros quitándose o
tan sólo tocándose el sombrero, pero la generalidad, en la clase culta,
con un ‘‘beso a usted en la mano" y a las señoras con un ‘‘a los pies
de usted", etc.

El enunciador (Greimas, 1990) asume a lo largo del discurso el uso del


nosotros Inclusivo que busca apelar al saber compartido. De este modo cons­
truye un rol donde él como enunciador comparte cierto nivel de conocimiento
y de responsabilidad con los lectores.

En aquellos tiempos sobraba el tiempo para poder ser cumplido


con todo el mundo; hoy sólo saludamos a las personas de nuestra
relación. A través de los años se operan estas mudanzas en las cos­
tumbres de los pueblos. Entre nosotros, el aumento de la población,
el trato con extranjeros y el materialismo mercantil han influido, sin
duda, en el cambio, (lacobucci, 1937)

La imagen de “ lo familiar" se va construyendo socialmente y es com­


partida por los miembros de la sociedad. Es la que permite dar coherencia a
los rituales y técnicas que inculcan los sentimientos y valores que sostienen
la unidad del grupo familiar. La ideología proporciona una imagen de lo que
se entiende por una familia bien constituida: la imagen de la armonía, del
afecto, del entendimiento convergente. En esta imagen, los hijos ayudan
como corresponde, el marido es tolerante, la mujer abnegada, el conflicto se
resuelve en el ámbito de lo privado. Cuando el conflicto se desata, la imagen
identitaria nos proporciona un mecanismo de resolución: señala quién es el
que debe tener la última palabra y de quién se espera el sacrificio. Un claro
ejemplo de esto lo encontramos en Elevación (Franco, 1929), un libro para
5o grado que contiene esta lectura llamada “Cómo construimos el hogar” ,
en la que se presentan dos posibles hombres obreros diferenciados por los
rasgos de su familia, especialmente de su mujer:

La vida diaria de un hombre es la mejor demostración de su es­


tado moral y social. Tomad, por ejemplo, a dos hombres que trabajen
en la misma ocupación y ganen el mismo salario, y no obstante, ¡qué
diferente es la vida del uno y la del otro! Empieza el uno por ser un
hombre libre e independiente, mientras que el otro es un esclavo y
un embrutecido. El uno habita en una casita pequeña, pero limpia; el

58
Parte I. Resultados y estrategias de la investigación

otro vive en una pocilga. Al uno se le ve con un traje barato, pero de­
cente; el otro anda siempre en andrajos. Los hijos del uno son limpios
y van a la escuela, los niños del otro son desaseados y andan todo el
día por la calle. El uno disfruta de algunas de las comodidades de la
vida y se proporciona algunos placeres honestos, como por ejemplo
estar suscripto a un buen periódico, la adquisición de algún libro
instructivo; el otro en cambio, no posee comodidad alguna ni sabe lo
que son placeres honestos, ni ha leído jamás un libro. Y, sin embar­
go, estos dos hombres ganan el mismo salario. ¿Cuál es la causa de
esta diferencia? La causa de ello consiste en que el uno se rehúsa a
sí mismo en bien de su mujer, de sus hijos y de su hogar, y el otro
de nada se priva sino que vive bajo la tiranía de los malos hábitos...
Puede ser causa también de esta diferencia las condiciones de las
respectivas mujeres de estos dos hombres, ya que no puede haber
ahorro, economía ni comodidad en ningún hogar doméstico, si a ello
no ayuda la mujer, y la mujer de un obrero no puede ser como una
esposa cualquiera; la mujer del obrero ha de ser a la vez ama de casa,
ama de leche, sirvienta, enfermera y obrera también, si le es posible,
como su marido; la mujer del obrero ha de serlo todo a la vez; si ella
es hacendosa y económica, hará de su casa un sitio de bienestar, que
será la felicidad de su esposo; en cambio, si es una mujer malgasta­
dora, si es pródiga, todo el dinero que se ponga en sus manos será
lo mismo que echar agua en un cedazo; por esto han de poner tanto
cuidado los obreros al elegir esposa. (Franco, 1929: 192-193)

Esta imagen de lo normal funciona como un mandato social, como aquello


que debe realizarse por estar en el orden natural de las cosas, que se funda
en la división sexual y genealógica de la estructura de poder en la familia. El
éxito público del obrero depende del marco privado, del hogar, como sostén y
soporte para la vida productiva del hombre proveedor.
Tal como describe Corbiére (1999: 15):

La organización y el desarrollo de la enseñanza primaria consti­


tuyeron uno de los motores fundamentales para la integración de las
grandes masas inmigrantes que comenzaron a arribar a la Argentina
en las últimas décadas del siglo. La educación popular se desarrolló
dentro del marco de la racionalización de la vida civil argentina.

En el contexto social, ideológico y político del capitalismo (Bergogiio,


1986), los hijos están subordinados a los padres, a los que deben respeto,

59
La transición normativa y su impacto en la vida familiar

obediencia y colaboración en las tareas del bienestar común. Las madres son
las encargadas de la gestión de la cotidianeidad, el hombre el proveedor de
recursos y los niños están al cuidado de la madre. Este orden era definido y
mantenido por una serie de ritos y técnicas en las que las mujeres tenían un
papel protagónico, pero fundamentalmente por la autoridad paterna que se
erigía en última instancia de apelación.
Por una diversidad de factores, entre los cuales definitivamente estaba
la escuela, la familia formada por un matrimonio y sus hijos, fue un ideal.
A pesar de que siempre existió una gran heterogeneidad de realidades fa­
miliares, el modelo homogéneo alcanzó su máxima difusión en la primera
mitad del siglo XX.

El rol de padres e hijos en la familia

La responsabilidad asignada a las mujeres era ocuparse de gestionar tanto


la armonía como el conflicto y las negociaciones por la paz en el hogar. Esta es
la gestión afectiva de la familia. Esta gestión consiste tanto en un conjunto de
acciones rituales como técnicas que instituyen el nosotros entre los integran­
tes del grupo, los dota de un espíritu de familia que es la condición necesaria
para la gestión común de la cotidianeidad, ía gestión económica y social.
Estos rituales y técnicas comprenden numerosos actos cotidianos como
servir la mesa, preocuparse por si el hijo está abrigado cuando sale, dar las
recomendaciones necesarias, despedir al marido que sale a trabajar, pero
también mediar en la relación entre el padre y los hijos, y en el enfrenta­
miento entre hermanos, organizar la ayuda económica a los familiares, acor­
darse de las fechas importantes, preparar el festejo de los acontecimientos
familiares: cumpleaños, casamientos, bautismos, navidades y fines de años,
etc. La autoridad paterna como contención afectiva también es importante y
también el apoyo fundamental en la defensa de los límites que protegen al
grupo ante el extraño. La gestión afectiva también se relaciona con brindar
contención al grupo familiar, dar consuelo ante las dificultades que la situa­
ción le presenta a cada uno de los integrantes, y también dar sostén para
enfrentar los problemas de la vida y consejo al que lo necesita. Esto se ense­
ñaba a través de los libros de texto escolares, en las imágenes de madre que
se mostraban. La mujer aparece elegantemente vestida y mostrando amor
y cuidado por los hijos. También se destacan las múltiples tareas por ella
desempeñadas (servir el desayuno, ir al mercado, arreglar la casa, atender la
cocina, poner y servir la mesa, lavar los platos, lavar ropa, planchar, coser,
acostar a los hijos, ser enfermera).

60
Parte I. Resultados y estrategias de la investigación

El modelo de familia ideal de principios del siglo XX confinaba a la mujer


a cuidar del hogar y los hijos, aunque muchas mujeres trabajan fuera de él.
Los roles del hombre, en cambio, se derivaban de su autoridad como jefe de
familia. La paternidad se asociaba, fundamentalmente, al rol de sostén econó­
mico familiar y se enseñaba a los niños a colaborar con la administración de
los bienes familiares a partir de ejemplos e historias como esta:

— Papá me ama — dice Susana— Me ha dado una muñeca. Dice


papá, mamá y pupa.
— Papá me adora — dice Tito— . A mí me ha dado una casita de ma­
dera y si le pido me dará una pelota colorada.
— Poco a poco— dice la cariñosa mamá— . Papá ama a su nene y a su
nena, pero a papá no se le pide nada. (Guillen, 1942: 19)

Diferentes lecturas que se daban a los niños reforzaban ideas acerca del
rol de ser hijos.
En el libro Mamita escrito en 1924 y publicado en 1944, las lecturas
muestran escenas de los niños con su madre y destacan el amor maternal, los
mimos, las tareas domésticas, la contemplación de la naturaleza, la atención
de la salud de los hijos. La madre siempre aparece dibujada con un aspecto
juvenil e impecable: siempre con vestido, con tacos altos, peinada prolijamen­
te. La familia está compuesta por papá, mamá, una nena: Susana y un nene:
Tito. Susana aparece en diferentes lecturas ayudando en las tareas domésticas
a su mamá. Siendo obediente en hacer esos trabajos que ayudan a su mamita.
En el contexto de la mujer como responsable de las tareas domésticas
también se enfatiza el hecho de que la mujer no debería cuidar sólo su
apariencia:

Mujeres bonitas, niñas bien parecidas, piensen ustedes seriamen­


te en esto: Están ustedes obligadas, porque la compostura es gracia y
el aseo virtud, a ser exteriormente lo más lindas posibles; pero pien­
sen ustedes al componerse, como es su deber, en que esa compostura
exterior no es más que señuelo y promesa de más sólidas e íntimas
excelencias, y que, prometiendo lo que no existe, engañan ustedes al
mundo y se engañan a ustedes a sí mismas.
La belleza exterior es buen arma para empezar batalla, es fuego
de pólvora que deslumbra y ciega; pero el imperio que se gana en
un deslumbramiento se pierde en un abrir y cerrar de ojos si no está
sustentado en roca firme. (Arena, 1944: 85)

61
La transición normativa y su impacto en !a vida familiar

Los hijos deben ser educados, atentos, comportarse correctamente. La


metáfora al final del párrafo es claramente una alusión al texto bíblico. La
idea de “sustentado en roca firme” pareciera referir a la parábola de los dos
cimientos, que aparece en los evangelios en palabras de Jesús, en el cual un
hombre construye su casa sobre la arena y otro sobre la roca.
El lugar de la niñez en la familia se resume en dos mandatos fundamen­
tales: estudiar y obedecer a los adultos. No aparece ninguna problematización
en cuanto a los roles de los adultos. Solamente una clara demanda a los niños.

Aportes para la comprensión de la perspectiva cristiana


sobre niñez y familia

El modo en que la teología vea a los niños es también una fuente de insu­
mos para los significados que se atribuyen a lo familiar.
Si bien podría pensarse a la teología como un discurso más académico
elaborado en seminarios, consultas e intercambios de reflexión teológica y
las organizaciones que de alguna manera sistematizan su producción (Clade,
FTL -Fraternidad Teológica Latinoamericana-, Asit -Asociación de Semina­
rios e Instituciones Teológicas, etc.) y distante de quienes están trabajando
concretamente en programas de intervención directa con niñez y familia, las
iglesias evangélicas tienen algunas características que permiten un diálogo
fluido entre la teología y la práctica eclesial:

• Los pastores y líderes suelen tener estudios teológicos formales (bachi­


lleratos, licenciaturas o posgrados).
• Quienes escriben documentos de contenidos teológicos tienen - y se les
pide que sea así- un “respaldo” de intervención. No es valorado positi­
vamente si alguien escribe sobre aquello en lo que no está o ha estado
trabajando.
• Los creyentes que no tienen estudios teológicos, participan de dife­
rentes programas donde se les enseña teología: discipulado, escuela
dominical, células, grupos de estudio bíblico.

Es por estas razones que tiene sentido revisar el encuadre de reflexión


teológica y comprenderlo para captar mejor los sentidos que asume la acción
de quienes intervienen en los programas sociales.

62
Parte I. Resultados y estrategias de la investigación

Tres etapas de la teología sobre la niñez

El “ Movimiento Juntos por la Niñez” define que el tema de la niñez en la


teología evangélica ha pasado por tres etapas históricas, y cada una de ellas
tiene ciertas particularidades.

Primera etapa: El Niño y la Niña como Receptor de la Fe

Esta etapa se desarrolla a partir del Siglo XVI durante la Reforma Pro­
testante y la Reforma Radical y aparece en los catecismos para niños. Las
reflexiones de Martín Lutero y Andrés Carlstadt apuntan a ver a la niñez en
riesgo y pensar en cómo brindarle formación religiosa.
En el siglo XIX y hasta mediados del XX las misiones protestantes abor­
dan la temática de la niñez desde el Movimiento de Escuelas Bíblicas In­
fantiles, que crea un Sistema (vinculado con el sistema lancasteriano) para
la enseñanza de la Biblia en la que los niños y niñas siguen siendo vistos
como receptores de enseñanzas teológicas básicas que se organizan en una
secuenciación por edades.
Las tareas orientadas a atención de niños y niñas se centran en los huér­
fanos. Se inician también escuelas de oficios y otras instituciones educativas.

Segunda etapa; la niñez en la agenda de la iglesia evangélica

Desde mediados del siglo XX comienzan a aparecer otro tipo de reflexiones


sobre la temática de la niñez en declaraciones de congresos y conferencias
evangélicas mundiales como el CELA (1949), Lausana, los Clade (II, III y IV),
Consulta Sobre Transformación Integral (1987) y la Consulta Latinoamericana
y del Caribe sobre Niñez, Adolescencia e Iglesia. Se comienza a debatir más
profundamente sobre las problemáticas que afectan a los niños y adolescentes
y en la reflexión teológica la niñez está en la agenda del trabajo urgente de la
iglesia evangélica.

Tercera etapa: abordaje específíco sobre la teología y la pastoral de la niñez

En los inicios del Siglo XXI, se da en las iglesias y espacios de re­


flexión teológica un impacto e influencia de los movimientos sociales so­
bre la niñez y la toma de conciencia de la situación de la niñez como
sujeto social de derecho.
También comienzan a crearse instituciones evangélicas específica­
mente dedicadas a investigar y escribir teología de la niñez y se publican

63
La transición normativa y su impacto en la vida familiar

boletines, revistas, libros y artículos en páginas web que abordan especí­


ficamente la temática.

Estas tres etapas de alguna manera coexisten en el heterogéneo mundo evan­


gélico, por lo cual en relación con los diferentes grupos que pueden encontrarse
trabajando con la niñez posiblemente se identificará alguna de estas etapas. Para
algunos, todavía los niños y niñas tienen un rol pasivo, de receptores de conoci­
mientos que los preparen para la vida adulta y se desdibujan las especificidades
de su etapa vital. Otros se encuentran reflexionando en torno a las necesidades
específicas de la niñez mientras que algunos comienzan a ver a los niños como
sujetos de derechos. Sin embargo, esto último no es lo más frecuente.

La familia en el discurso religioso

La Iglesia es una fuente de poder simbólico importante en la construcción


de los significados de familia.

El poder propiamente simbólico de la Iglesia sólo puede ser eficaz


en relación con ciertas disposiciones preexistentes, que son produci­
das, propiamente hablando, por la Iglesia misma. El habitus católico
es una de las condiciones de eficacia del poder simbólico que se
ejerce sobre él. A sí se explica sin duda la atención extrema que la je­
rarquía católica atribuye a todo lo que toca a la familia y a su función
de reproducción biológica y social (por tanto, moral); en materia de
educación religiosa como en materia de educación artística, la ac­
ción de inculcación propiamente escolar juega un rol completamente
secundario (en el doble sentido) y consiste sobre todo en controlar,
confirmar y consagrar habitus preexistentes que son producidos por la
acción pedagógica de la familia. (Bourdieu, 2009: 46)

Lina particularidad de las religiones cristianas es marcar un claro cons­


taste entre lo correcto y lo indebido. Como explica Giddens:
“ Las ‘religiones de salvación’ relacionaron ese lugar privilegiado con fron­
teras culturales bastante impermeables entre los que están dentro y los que
están fuera. Uno es creyente o pagano." (Giddens, 1997: 105)

La familia sacralizada.- modelos a alcanzar

Analizando publicaciones que dan cuenta de las posturas de diversas co­


rrientes teológicas cristianas católicas, protestantes y evangélicas es posible

64
Parte I. Resultados y estrategias de la investigación

ver una coincidencia: se ubica el origen de la familia como un propósito divino


vinculado a los orígenes del hombre: “ la naturaleza de la familia viene desde
la creación” (Goff, 2003: 13) Hay una sacralización de la institución familiar
ligada al mito de la creación de la primera pareja. Así como Adán y Eva dieron
origen a la primera familia, la familia se debe originar en un matrimonio hete­
rosexual que recibe alguna forma de bendición de Dios.
Al ser creación divina la familia tal como la entiende el discurso religioso
es irremplazable: “no creo que existan reemplazantes válidos concretamente
probados de la familia tradicional compuesta por marido, mujer e hijos. Cual­
quier otro experimento sería aun más peligroso" (Revista La Nación, 13 de
junio de 1971, pp. 8-9, citado en Fabbri, 1998: 91)
En la compresión religiosa es difícil pensar a un ser humano fuera de una
familia porque el mismo origen del hombre es también el origen de la familia.
La vida de los hombres debe darse en familia pero no solamente como un
‘deber ser’ abstracto sino que el ser humano es tal en familia.
La familia es un espacio de amor: “la práctica familiar cristiana conforme
a la Biblia, en su conjunto, es la realización del amor... Lo que predomina en
todas las exhortaciones a la práctica de la vida familiar es precisamente este
hecho: amar a los otros” (Pastor Ramos, 1994: 137)
A partir de su punto de origen en un matrimonio heterosexual, la forma
que asume la compresión de lo que significa esta familia creada por Dios, tam­
bién coincide. Se trata de una “familia sana” (Somoza, 2002) o una “familia
solidaria: es la que tiende a ser por sí misma un centro de comunicación e
irradiación de los valores personalistas e íntimos de la humanidad mediante
una activa participación de todos sus miembros tanto dentro de la misma
familia como fuera de ella" (Fabbri, 1998: 91).
Dado que se entiende que “ la familia es la institución primordial en el
plan de Dios para su creación” (Goff, 2003: 14), otras formas de familia son
vistas como distorsiones, enfermedades, acciones del mal contra la creación
de Dios. Un ejemplo claro de esta mirada condenatoria es la tipología de fa­
milia, del texto católico “Familia: puente entre lo humano y lo divino” (Fabbri,
1998). El autor distingue estos tipos de familia:

• “Tradicional” : es aquella en la que predominan las normas rígidas, los


valores tradicionales, los roles estáticos (Fabbri, 1998: 87).
• “ Marginal” : es la constituida por diversas formas de agrupamiento
familiar que no reúnen los requisitos mínimos de relación interper­
sonal entre varones y mujeres. Las exigencias de estabilidad integral
a nivel conyugal y de proyección social de los hijos son mínimas
(Fabbri, 1998: 88).

65
La transición normativa y su impacto en la vida familiar

• “Tensionada”: en ella predomina el fuerte esfuerzo por realizarse y co­


rre el peligro de un individualismo egoísta que va socavando la unidad
amorosa de la pareja y la comunicación cordial con los hijos... Hay dos
subtipos: las conformistas y apáticas que viven del sólo aparentar, son
las ‘familias light’ y las ‘irritadas’ que se revelan contra todos y buscan
chivos emisarios en todos los demás porque las cosas no les van como
ellos quisieran (Fabbri: 1998: 89).
• “Aberrante” : Dentro de este apelativo entran todos aquellos conjuntos
de vida íntima relacional que se quieren presentar como familias pero
se desvían de su meta. Las formas que puede tomar son variadísi­
mas: cohabitación libre sin ningún tipo de vínculo jurídico, decisión de
ambas partes de nunca tener hijos, matrimonio de dos homosexuales,
familias monoparentales en que se decide tener un hijo pero negando
la presencia y compañía de un cónyuge, familias comunales donde un
grupo de varones y mujeres viven intercambiando todo hasta sus mis­
mas relaciones genitales, etc. (Fabbri, 1998: 91).

Mientras que estas definiciones marcan claras fronteras entre lo nor­


mal y lo aberrante, “ la tendencia actual es hablar del ‘compañero’ o ‘com­
pañera’ que comparte la vida de uno y hasta -con un quiebro irónico- de!
compañero de un determinado ‘tramo de la vida’” (Beck-Gernsheim, 2003:
13). Es por eso que la intencionalidad de las acciones dirigidas a las fa­
milias debería enfocarse en sanar, corregir, modificar estas distorsiones:
“ puede decirse que la familia es algo frágil, delicado, que es preciso cui­
dar y a la que hay que dedicarse plenamente en la realización del amor.”
(Pastor Ramos, 1994: 142).
Esta mirada del discurso define a la familia como un bien bajo amenaza.

La familia amenazada

La Guerra por la familia (Beck-Gernsheim, 2003: 12) tiene un espacio


privilegiado en la producción escrita del discurso religioso. Refiere:

¿Llegó el final de la familia tal como la conocemos? ¿Pueden la


familia cristiana y los hogares donde priman los valores sobrevivir en
los enclaves culturales del siglo XXI que están empotrados en la era
del exceso de información durante las 24 horas? ¿Puede la iglesia
de Jesucristo sobrevivir sin matrimonios y familias saludables? Estas
preguntas hablan de la necesidad de una revolución justa y de un
movimiento de justicia que dará contexto a una misionología trans­

es
Parte I. Resultados y estrategias de ia investigación

formacional que esté comprometida a fomentar familias saludables,


hogares santos y comunidades integrales... necesitamos fortalecer
las familias dentro de nuestras paredes (Samuel Rodríguez en Luce,
2009: 10).

Frente a la amenaza del afuera, la familia es un refugio. El peligro, las


malas influencias, los riesgos están afuera de la familia. Es en el ámbito do­
méstico donde se forman los valores:

La influencia de la cultura es fuerte. Esta manipula a nuestros


hijos siendo muy jóvenes a hacer cosas que nunca soñarían estan­
do en sus cabales. Lo bueno es que hay mucho que podemos hacer
para proteger a nuestros hijos del poder de la cultura que los está
destruyendo. Nuestra función como padres no sólo es luchar contra
la cultura sino también enseñar a nuestros hijos a darse cuenta de su
superficialidad y de los motivos de aquellos que la moldean. Nuestra
verdadera defensa es edificar una cultura en nuestras familias que sea
tan fuerte y definitoria que atraiga los corazones de nuestros hijos a
nosotros y los mantenga con sus ojos puestos en nosotros para mode­
lar sus valores. (Luce, 2009: 16)

Cuando el autor analiza “cómo dejamos que entre la cultura a nuestros


hogares” (Luce, 2009: 35-41) menciona diferentes medios: juegos de video,
computadoras, teléfonos celulares, amigos, lectura simplista, música, televi­
sión y películas.
Para Taylor (2001), “ los hogares contemporáneos seculares, son naves
a la deriva en alta mar” . La destrucción metódica de la fibra moral de nues­
tra sociedad, encuentra en sus causas “el desmoronamiento del hogar y la
pérdida de los valores eternos. Las tradiciones del pasado se han debilitado,
han perdido su valor y autoridad y en algunos casos, han desaparecido” . En
medio de la “desintegración moral de la civilización occidental” , el hogar
auténticamente cristiano cobra mayor significado “como faro de luz” . El autor
plantea que la familia cristiana no significa un hogar perfecto, ni un hogar
sin desafíos. Pero lo que significa es “ una familia que lucha por integrar los
valores bíblicos dentro del meollo de la realidad familiar en nuestro contexto
contemporáneo” . En el primer capítulo de su libro Taylor presenta a Dios como
“el arquitecto de nuestras familias” .
Bentson (2004) plantea: “ Nuestro Dios es el autor de la familia, y su
verdad nos ilumina para que sepamos vivir en armonía.” La interpelación
a recursos sobrenaturales $e entrelaza con la demanda de acciones con-

67
La transición normativa y su impacto en la vida familiar

cretas que van delineando los límites entre el buen y el mal ejercicio de
la paternidad:

Tomemos en serio nuestra responsabilidad... Tenemos que de­


dicarnos a la crianza y a la sana formación de nuestros hijos. Otros
no pueden hacerlo por nosotros. Ni pastores, ni maestros, ni tías, ni
abuelas, son responsables delante de Dios. Solo los padres tendremos
que rendir cuentas a Dios por la manera en que hemos cumplido
con este santo deber. La Escritura es categórica: “Padres, críenlos..."
(Bentson, 2004: 30)

Ser buenos padres es también parte del mandato divino y debe cumplirse
de acuerdo con el modelo de Dios, que se encuentra en los textos bíblicos: “El
estado de la familia en el mundo es lamentable. La paternidad y la maternidad
están sumamente devaluadas. Pero Dios está llamando a hombres y mujeres
que tengan la pasión, que acepten la misión: ser padres y madres de acuerdo
ai modelo de Dios, criar hijos e hijas que Dios pueda usar para cambiar nues­
tras naciones, para encender fuegos que hagan arder los corazones. Hoy los
necesitamos más que nunca” (Carbajal Delgado, 2004).
MacArthur (2001) presenta principios para la crianza de los hijos. El autor
los define como “los principios divinos, establecidos por el Padre de todos
los padres y de todas las madres, y que han sido empleados con éxito por los
padres piadosos a los largo de todas las edades” Plantea que criar a los hijos
según el camino de Dios se lleva a cabo con “solicitud, compasión y sentido
común” tomando como modelo a Dios mismo porque “ Dios Padre nos cría a
nosotros como sus hijos” .
Maldonado es un teólogo que trata con su libro de ir en contra de esta
sacralización. Plantea: “hay mucha diferencia entra las idealizaciones de una
buena familia y lo que es ésta en la vida cotidiana. Las familias perfectas solo
existen en el país de los sueños” (Maldonado, 2007: 5).
“ La Iglesia, en medio de sus desaciertos y limitaciones, ha orientado la
vida familiar a lo largo de los siglos en los momentos más significativos. Ha
creado una serie de rituales y ceremonias de transición para pasar de una
etapa a otra y ha cuidado de sus miembros en situaciones de desamparo,
vulnerabilidad y necesidad” (Maldonado, 2007: 7).
El peso del mandato divino es sostenido a la vez que se enuncian los be­
neficios concretos de formar buenas familias. Los recursos divinos permiten
sostener la esperanza de un futuro promisorio para la familia:

68
Parte I. Resultados y estrategias de la investigación

Dios tiene cosas muy buenas para brindarle a usted y a su familia.


Todas ellas forman parte del pacto de El con usted. Por lo general,
pensamos que un pacto es algo negativo, algo que debemos hacer o
de lo contrario sufriremos un castigo. Pero el pacto de Dios es, en
esencia, positivo. Consiste en recibir aquellas cosas que Dios nos ha
prometido. Cuando usted ingresa en el nuevo pacto de Dios, muchas
de sus promesas pasan a ser suyas. Y esas promesas no son sólo para
usted, sino que son también para su esposo o esposa y para sus hijos.
(Hickey, 2000)

En los temas de la familia se da claramente lo que Bourdieu describe:

Los procesos de ‘interiorización’ y de ‘racionalización’ de los fe­


nómenos religiosos, y, en particular, la introducción de criterios y de
imperativos éticos, la transfiguración de los dioses en potencias éticas
que quieren y recompensan el ‘bien’y penan el ‘mal’, salvaguardando
también de este modo las aspiraciones éticas, y, en fin, el desarrollo
del sentimiento del ‘pecado1y el deseo de ‘redención’, son rasgos
que, en regla general, han progresado paralelamente al desarrollo del
trabajo industrial, la mayor parte del tiempo en relación directa con el
desarrollo de la ciudad. (Bourdieu, 2009: 44)

La metáfora sanitaria: familias enfermas, familias sanas

El matrimonio es visto como central a la voluntad de Dios, con la idea de


que los cónyuges se complementan. Cuando se analizan las dificultades fami­
liares hay ciertas ideas que se reiteran.

• Las diferencias son positivas:


“ Recuerde que Dios los ha hecho un equipo, y su equipo es más fuerte
debido a sus diferencias. Dios los puso a los dos juntos para que se
completen el uno al otro y para cumplir sus propósitos para sus vidas
juntos" (Boyd, 2003: 103).
• Los conflictos deben resolverse: se reconoce que las diferencias pueden
traer conflictos, entonces los consejos para las familias apuntan a for­
mas de resolución de conflictos a partir de la comunicación:
“ La realidad es que mientras más saludable es la familia, más eficiente
es la comunicación” (Burns, 2005: 39).
“ Permite que el conflicto sea el camino para una comunicación más
profunda” (Burns,-2005: 49).

69
La transición normativa y su impacto en la vida familiar

• La enfermedad en la familia se debe al pecado: cuando la comunica­


ción no es fluida es por la presencia del pecado del egoísmo:
“Cuando se hizo necesario tomar una decisión, no importa cuán ins-
trascendente, y las opiniones no coincidieron, cada uno de nuestros
temperamentos tomó por su lado, se apartó por su camino, en lugar
de buscar lo que mejor resultara para la pareja. El pecado de ellos fue
querer salirse con la suya, ir cada cual por su camino, y eso puede sin­
tetizarse en una sola palabra: egoísmo” (Brandt: 2005, 82),
Otras formas de problemas familiares se vinculan directamente con
prácticas de pecados. Ovando presenta tres razones que destruyen la
familia: “el despilfarrador de bienes” , “el orgullo” y “ los celos” . Inicia
el capítulo diciendo: “tratar de enumerar las causas que pueden des­
truir un hogar es difícil. Porque son muchos los enemigos, y también
las puertas que hay que mantener cerradas” (Ovando: 1999, 66) dando
cuenta de la idea fuerte de que la familia es un refugio que debe ser
protegido de la contaminación exterior.
• Hay posibilidades de sanar las familias:
Rebeca Knowles (2009) plantea: “en la actualidad el matrimonio y la
familia atraviesan tiempos de crisis. Sin embargo, en medio del caos
que nos rodea, tenemos la posibilidad de encontrar respuesta a las
preguntas que nos agobian” . Y presenta su libro como una herramienta
para encontrarlas,
Christenson (1995) plantea la oración a Dios como herramienta
“ para restaurar las relaciones familiares cuando surgen problemas y
malentendidos” .

Reflexiones finales

En la trama de construcción de los significados de familia es posible en­


trever un entramado de nociones que retoman los ideales provistos desde
diferentes discursos: la visión positivista de principios de siglo por un lado, y
por otro el discurso religioso cristiano. Este discurso, es uno de los insumos
para comprender las creencias en torno a la cuestión.
En las reglas que articulan los espacios sociales se conforma una base
de certezas que hacen posible tanto la cohesión como los conflictos en el
espacio social.

Son en buena medida las creencias socialmente construidas las


que hacen presente en los agentes toda la historia del campo en cues­

70
Parte I. Resultados y estrategias de la Investigación

tión y constituyen la mediación entre un estado dado de relaciones,


producto de unas posiciones en un momento particular, y las tomas
de posición, es decir, los discursos y las prácticas, de esos agentes en
el mismo momento {Martínez en Bourdieu, 2009: 11).

En relación con diversos temas ia Iglesia es reconocida como una fuente


de poder simbólico importante en la construcción de creencias sociales. Su
poder propiamente simbólico sólo puede ser eficaz en relación con ciertas
disposiciones preexistentes, que son producidas, propiamente hablando, por
la Iglesia misma (Bourdieu, 2009: 46). .
La consolidación de las creencias es un proceso de construcción que se
retroalimenta por el poder simbólico de quien las promueve.
Las creencias se expresan en discursos creíbles que están relacionados
con prácticas específicas, y que varían según actores, tópicos y contextos de
enunciación. Expresan declaraciones sobre “mundos posibles” , universos no
necesariamente verdaderos pero si verosímiles en una suerte de ‘como si'
analógico (Palleiro, 2008).
Cuando se piensa en la intervención con las familias, las creencias sobre
todo asumen la forma de cierto “deber ser” . Se trata de discursos basados en
enxemplo como narrativa “ejemplar” que está incluida frecuentemente en el
discurso científico, al determinar las conductas que tiene que llevar a cabo
una persona, es decir, que tiene consecuencias sobre nuestras prácticas coti­
dianas, distinguiendo lo que es legítimo de lo que no lo es, y estableciendo así
lo que debe y lo que no debe hacerse o creerse.
Cuando se planifica la intervención con las familias las creencias están
presentes como constituyentes de formas de solidaridad, en tanto significados
compartidos en una estructura de lazos sociales, relaciones sociales y expe­
riencias de poder y autoridad. Dado que su construcción es un proceso social,
los mandatos que impone la intervención, las pautas que se exigen a los
sujetos, las expectativas aún de los profesionales sobre lo que esperan lograr
en el trabajo con familias están contenidos por sus creencias. “ Las creencias
y prácticas religiosas, como otras actividades tradicionales, tienden a fundir
moralidad y emoción... tienen una base motivacional adecuada y visible.”
(Giddens, 1995: 90)
En relación a esta base motivacional es interesante preguntarse: ¿qué
motiva la intervención con las familias? ¿Será que tal vez la expectativa es
llegar a tener familias normales en el sentido positivista de esta noción? ¿Se
supone que la familia está amenazada y hay que salir a defenderla para evitar
la desintegración de la sociedad y la corrupción irreparable de las nuevas ge­
neraciones? ¿Se sigue esperando en las escuelas que los niños y niñas sean

71
La transición normativa y su impacto en la vida familiar

esos modelos de buena conducta que apoyen la tarea productiva de sus pa­
dres y reproductiva de sus madres? ¿Sigue viéndose como esperable que las
madres asuman las responsabilidades de cuidado y gestión doméstica y se las
culpa cuando no lo hacen?

Problematizar nuestras creencias, hacerlas explícitas, animarnos a cues­


tionarlas y ponerlas en discusión con los sujetos con los que se trabaja puede
ser un proceso desafiante y creador de nuevos modos de comunicación y com­
prensión de la familia para estos tiempos, en la medida en que nos permita­
mos revisar los significados de familia que culturalmente hemos asumido y
conforman nuestros parámetros de acción.

72
Parte I. Resultados y estrategias de la investigación

Bibliografía

Alliaud y Duschatzky (Comps.) (1993). Maestros, formación, práctica y trans­


formación escolar. Miño y Dávila Editores, Buenos Aires.
Apple M. (1989). Maestros y Textos. Paidós, Barcelona.
Bergoglio, Maria Ines (1986). La familia: Entre lo Público y lo Privado. Marcos
Lener Editora, Córdoba.
Bourdieu, Pierre (2009). La eficacia simbólica. Biblos, Buenos Aires.
----------------------- (1999). La miseria del mundo. España: Fondo de Cultura Eco­
nómica.
------------------------(1997a). Capital cultural, escuela y espacio social. Siglo XXI
Editores, Madrid.
------------------------(1997b). Razones prácticas. Sobre la teoría de la acción. Ana­
grama, Barcelona.
Corbiére, Emilio (2000). Los catecismos que leyeron nuestros padres. Suda­
mericana, Buenos Aires.
Davini, María Cristina (2001). La formación docente en cuestión: política y
pedagogía. Paidós,Buenos Aires.
Giddens, Anthony (1995) La constitución de la sociedad. Amorrortu, Buenos
Aires.
Greimas, A.J. y Courtés, J. (1990).Semiótica-Diccionario razonado de teoría
del lenguaje. Gredos, Madrid.
Fabbri, P. (2000). El giro semiótico. Gedisa,Barcelona.
Martiñá, Rolando (2003). Escuela y familia: una alianza necesaria.
Troquel,Buenos Aires.
Pallerio, María Ines (2008). Yo creo, vos ¿sabés? Retóricas del creer en los
discursos sociales. Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras de la Uni­
versidad de Buenos Aires, Buenos Aires.
Verón, Eliseo (1997), Semiosis de lo ideológico y del poder. Buenos Aires.
Eudeba.
---------------------------- (1987b). “ La palabra adversativa. Observaciones sobre la
enunciación política". En: El discurso político. Lenguajes y acontecimien­
tos. Hachette, Buenos Aires.

Libros religiosos sobre familia

Bentson, Keith (2004). La crianza y la formación de los hijos. Editorial Vida,


Miami.

73
La transición normativa y su impacto en la vida familiar

Brandt, Henry y Phil Landrum (2005). Cómo mejorar su matrimonio. Editorial


Vida, Miami.
Boyd, Charles (2003). Hijos diferentes necesidades diferentes. Editorial Uni-
lit, Miami.
Burns, Jim (2005). Los 10 principios esenciales para una familia feliz. Edi­
torial Unilit, Miami.
Carbajal Delgado, Jairo (2004). Una familia conforme al corazón de Dios.
Casa Creación, Lake Mary.
Carvalho, Esly (1999). Familia en crisis. Publicaciones lindef, San José de
Costa Rica.
Chapman, Gary (1996). Los cinco lenguajes del amor: como expresar devo­
ción sincera a su cónyuge. Editorial Unilit, Miami.
Christenson, Evelyn (1995). Qué sucede cuando oramos por nuestras fami­
lias. Editorial Unilit, Miami.
Eisenman, Tom (2000). 13 tentaciones que enfrenta tu familia. Editorial Cer­
teza, Buenos Aires.
Fabbri, Enrique (1999). Familia: escuela del amor. Ediciones Paulinas, Bue­
nos Aires.
-------------------- — (1998). Familia: puente entre lo humano y lo divino. Paulinas,
Buenos Aires.
Goff, Guillermo (2003). El matrimonoy la Familia en la vida cristiana. Edito­
rial Mundo Hispano.
Hickey, Marilyn (2002). El Pacto de Dios para su familia. Editorial Patmos,
Miami.
Knowles, Rebeca (2009). Un minuto con Dios para parejas. Editorial Unilit,
Miami.
Luce, Ron (2009). Re-crear: como formar una cultura en su hogar más fuerte
que la cultura que engaña a sus hijos. Editorial Patmos, Miami.
MacArthur, John F. (2001). Cómo ser padres cristianos exitosos. Editorial Por­
tavoz, Miami.
Maldonado, Jorge E. (2007). Aun en las mejores familias. Libros Desafío,
Michigan.
MarshalStrom, Kay (1991). Ayudando a mujeres en crisis. Asociación Bautista
Argentina de Publicaciones, Buenos Aires.
Ovando, Jorge (1999). Fundamentos para toda la familia. Editorial Clie, Bar­
celona.
Pastor Ramos, Federico (1994). La familia en la Biblia. Editorial Verbo Divino,
Navarra.
Somoza, Elba (2002). Sanidad en las relaciones familiares. Editorial Certeza,
Buenos Aires.

74
Parte I. Resultados y estrategias de la investigación

Taylor, Guillermo D. y otros (2005). Secretos para la familia. Expolit, Miami.


Taylor, Guillermo D. y Sergio E. Mijangos (2001). La familia auténticamente
cristiana. Editorial Portavoz, Grand Rapids.
White, John (2007). Padres que sufren por hijos adolescentes. Editorial Cer­
teza, Buenos Aires.

Libros de lectura citados

Arena, Luis (ca. 1944). Yunque sonoro: libro de lectura para sexto grado.
Estrada,Buenos Aires.
Berrutti, José J. (1918)Estudio, Libro de Lectura para tercer grado.
Estrada,Buenos Aires.
Blomberg, Héctor Pedro (1925). El Sembrador. Estrada, Buenos Aires.
Cotta, Juan Manuel (1937) Tierra hospitalaria: libro de lectura para cuarto
grado. Peuser, Buenos Aires.
Fernandez, Belisario y Eduardo H. Castagnino (1957). Corazón de colegial:
texto de lectura para quinto grado. Estrada, Buenos Aires.
Ferreyra, Andrés (1915). Mi Hogar. Estrada, Buenos Aires.
Franco, Pedro B. y Cesáreo Rodríguez (1929). Elevación: texto de lectura para
quinto grado. Independencia, Buenos Aires.
Guillen de Rezzano, Clotilde y Aglae y Matilde Chalde (1942). Mamita: méto­
do natural - global para aprender a leer. Estrada, Buenos Aires,
lacobucci, Blanca N. Braña de y Guillermo C. lacobucci (1937). Fuentes de
Vida: libro de lectura para sexto grado. Kapelusz, Buenos Aires.
Milton, Jorge (1936). Campanita: Primer libro de lectura. Moly&Lasserre,
Buenos Aires.
Montgomery, Rutherford (1946). Morenito el Oso. Peuser, Buenos Aires.
Otero, Noelia (1957). Entre tú y y o : libro de lectura para tercer grado. Codex,
Buenos Aires.
Sarobe, María Cristina de (1957) Argentina: libro de lectura para sexto grado.
Estrada, Buenos Aires (9o edición).

75

You might also like