La excreción consiste en eliminar del organismo los desechos producidos por el
metabolismo celular y regular los equilibrios osmóticos e hidrosalino interno, y entre el animal y el medio en el que vive. Como consecuencia de que la vida apareció en el mar, la composición de los líquidos orgánicos y los contenidos celulares es muy semejante al agua de mar en lo que respecta a la composición salina. Cuando un animal acuático toma alimento introduce en su cuerpo una cierta cantidad de agua. Además, ese alimento es descompuesto (metabolizado) por las células para obtener energía, los principales subproductos son agua, dióxido de carbono y compuestos nitrogenados Para que se mantenga el equilibrio osmótico este exceso debe ser eliminado. Al cabo del tiempo los animales marinos primitivos dieron origen a descendientes de agua dulce. En ellos se plantea otro problema: la concentración de sales en el interior de estos animales sigue siendo esencialmente la misma que la de sus antepasados marinos (semejante a la del agua de mar), pero ahora se encuentran en un medio con menor concentración es decir un medio hipotónico. El agua exterior tiene tendencia a entrar en sus células. Por ello los animales de agua dulce expulsan mayor cantidad de agua que sus antepasados marinos El agua y las sales minerales deben ser eliminadas cuando están en exceso mientras que el dióxido de carbono y los compuestos nitrogenados por su toxicidad deberán ser eliminados siempre.
EXCRECIÓN EN LOS INVERTEBRADOS
La excreción en Protozoos es simplemente una difusión a través de la membrana celular hacia el medio ambiente; en algunos casos las vacuolas contráctiles pueden ayudar a excretar aunque su principal función es regular la cantidad de agua. En lo esencial, este mismo plan de excreción es el que utilizan los poríferos, Cnidarios y Ctenarios en los que los desechos se difunden a través de las células epidérmicas o hacia los canales y cavidad gastrovascular por las células endodérmicas. En los platelmintos existen órganos excretores definidos, las células flamígeras (protonefridios) conectadas en un sistema ramificado de tubos que descargan los desechos al exterior. El protonefridio es un túbulo que tiene un extremo abierto al exterior y otro ciego unido a una célula (ampolla vibrátil) o a un grupo de células (solenocito). Se encuentran en animales Acelomados. En Anélidos hay un par de nefridios (metanefridios) por segmento, el metanefridio tiene un extremo en la cavidad interna del cuerpo (celoma) y el otro con una dilatación desemboca al exterior. Algunos artrópodos como los crustáceos poseen glándulas antenales o verdes similares a los metanefridios de los anélidos. Los insectos y arácnidos tienen muchos túbulos de Malpighi ciegos que captan por difusión sustancias de desecho de la cavidad del cuerpo y las hacen pasar al tubo digestivo. Algunos invertebrados (equinodermos y otros) recurren a células fagocitarias, amebocitos, que incorporan los desechos y los transportan a la superficie del cuerpo para eliminarlos o para almacenados.