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Alejandro Toribio Rodríguez de Mendoza (Chachapoyas, 15 de abril de1750 - Lima, 12 de

junio de 1825) fue un sacerdote y educador peruano. Fue rector del Real Convictorio de San
Carlos, donde realizó grandes reformas, favoreciendo el estudio de las matemáticas, física y
astronomía y propugnando la creación de nuevas asignaturas referentes a la historia y
geografía del Perú. Difundió a la vez los principios filosóficos liberales de laIlustración e influyó
mucho en la mentalidad de sus alumnos, varios de los cuales se convirtieron luego en líderes
de la emancipación. Es considerado como un precursor ideológico de la independencia del
Perú, y lo es efectivamente en el sentido profundo de sembrador de ideas que, en su
desarrollo, conducirían a la independencia.

Índice
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 1Biografía
 2Precursor ideológico de la Independencia
 3Obras escritas
 4Referencias
 5Véase también
 6Bibliografía
 7Enlaces externos

Biografía[editar]
Fue hijo del maestre de campo Santiago Rodríguez de Mendoza Hernani de Arbildo y de la
señora Juana Josefa Collantes García de Perea. Fue bautizado el 18 de julio de 1750 en la
Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Belén de Chachapoyas.

Estudió gramática y latinidad en el Seminario de San Carlos y San Marcelode Trujillo.


En 1766, merced a una beca de paga, pasó al Seminario de Santo Toribio de Lima, donde se
graduó en Artes. Durante el tiempo que duró sus estudios, dicho seminario estuvo regido
sucesivamente porAgustín de Gorrichátegui y Baltasar Jaime Martínez Compañón.

En la Universidad Mayor de San Marcos se graduó de licenciado y doctoren Teología (1770).


Al fundarse al año siguiente el Real Convictorio de San Carlos, el virrey Manuel Amat y
Juniet lo convocó para que formara parte del cuerpo docente del flamante centro de estudios,
siendo nombrado profesor de Filosofía y Teología. En reconocimiento a sus méritos, fue
designado para la cátedra de Maestro de las Sentencias en San Marcos (1773). Luego recibió
las órdenes menores y el presbiterato (1778).

En San Marcos se graduó de bachiller en Sagrados Cánones el 16 de abrilde 1779 y se


recibió de abogado ante la Real Audiencia de Lima, el 5 de junio del mismo año.
Por oposición obtuvo un curato en Marcabal, un remoto pueblo en la serranía de Trujillo
(1780), pero algunos años después fue llamado para que asumiera como vicerrector del
Convictorio de San Carlos (1785), debido a que este centro de estudios había tenido un
estancamiento. Por su labor eficaz, en 1786 pasó a ejercer el rectorado interino y en 1788 el
titular, que conservó varias décadas hasta renunciar en 1817, en plena efervescencia
revolucionaria. Para desarrollar su labor educativa contó con el apoyo del vicerrector Mariano
de Rivero y Araníbar y del presbítero José Ignacio Moreno. Recibió también el apoyo externo
de José Baquíjano y Carrillo, que donó su biblioteca.

En 1790 se incorporó como miembro de la Sociedad de Amantes del País, la misma que fundó
el célebre Mercurio Peruano.

En 1793 asumió sucesivamente como catedrático de Artes y de Prima de Escritura, en la


Universidad de San Marcos. Introdujo allí mejoras en el plan de estudios, cambiando la vieja
rigidez del escolasticismo por las nuevas corrientes de laIlustración.

Grabado que representa a Toribio Rodríguez de Mendoza firmando el Acta de la Independencia del
Perú.

El 30 de junio de 1801 fue elegido vicerrector de la Universidad de San Marcos. Cuando


estalló en América la revolución juntista y se desató desde el Perú la represión absolutista
encarnada por el virrey José Fernando de Abascal, el Convictorio de San Carlos estuvo en la
mira de las autoridades virreinales, al estar sindicado como proclive a las ideas libertarias. El
virrey ordenó la visita de dicho centro de estudios, la misma que estuvo a cargo del
oidor Manuel Pardo Ribadeneira. Temiendo su inevitable destitución, Rodríguez de Mendoza
presentó su renuncia al rectorado el 13 de mayo de1817.

Rodríguez de Mendoza se dedicó entonces a los deberes propios de su canonjía teologal, que
había obtenido en 1814. Pero pronto vio cristalizarse sus ideales patrióticos, cuando el ejército
libertador ocupó Lima en julio de 1821. Fue uno de los primeros en firmar el Acta de la
proclamación de la Independencia, el 15 de julio de 1821, en Lima.

Instalado el gobierno del Protectorado del general José de San Martín, asumió la presidencia
de la Junta Eclesiástica de Purificación. Fue asociado a la Orden del Sol y a la Sociedad
Patriótica en 1822.

Fue elegido diputado por Trujillo, y le correspondió presidir las sesiones preparatorias
del Primer Congreso Constituyente del Perú de 1822. Tuvo la alegría de ver como diputados a
35 de sus antiguos alumnos.

Todavía tuvo que sufrir las vejaciones de los realistas, cuando en marzo de 1824 estos
reocuparon temporalmente Lima y le impusieron un cupo de 1,000 pesos, que por su pobreza
no pudo pagar. Y consolidada la independencia fue nombrado decano del Colegio de
Abogados de Lima y rector de la Universidad Mayor de San Marcos, en cuyo ejercicio falleció
en 1825.

Precursor ideológico de la Independencia[editar]


Su labor como precursor de la independencia está íntimamente ligada a la tarea docente que
realizó durante varias décadas al frente del Real Convictorio de San Carlos, como educador
de la juventud criolla, a la que forjó intelectualmente bajo los principios liberales. Muchos de
sus alumnos se convirtieron luego en próceres de la emancipación. Entre ellos destacamos
a Manuel Lorenzo de Vidaurre, Francisco Javier Mariátegui, José Faustino Sánchez
Carrión, Manuel Pérez de Tudela, entre otros.

En el Convictorio empezó a hacer una notable reforma educativa. Modernizó el sistema de


enseñanza atacando el viejo método memorístico y dándole paso a la comprensión; el alumno
debía leer para comprender, no para repetir mecánicamente. Reforzó los estudios de ciencias
naturales y de física, para lo cual pidió a la corte materiales y laboratorios que nunca llegaron,
impulsó la enseñanza de las matemáticas, y propugnó la creación de nuevas asignaturas que
estudiasen al Perú: "¿qué razón hay para ignorar la Geografía y la Historia del suelo que
pisamos?", escribió. Al respecto, sostuvo enfáticamente que:
"Es muy feraz el suelo americano y encierra un inmenso tesoro no conocido: y cuántos hallazgos no se
harán así en los objetos propios de la Historia Natural, o como en la Geografía del Reino con las
facilidades que ministren la Física y las Matemáticas, la falta de estos conocimientos ha formado hasta
el día un obstáculo invencible al progreso de esos dos ramos y otros de igual importancia".
El maestro Rodríguez de Mendoza educó también a sus alumnos en los nuevos principios
políticos y filosóficos surgidos en la Europa liberal. Comprendiendo avizoradamente que la
independencia era inevitable, se preocupó por formar una clase dirigente peruana, que debía
trabajar por el bien del país y de servirlo patrióticamente. Uno de los puntos capitales que
enseñó a sus alumnos criollos fue que los indios eran sus hermanos, que los hombres eran
todos iguales y que por encima de la diversidad racial estaba el nombre del Perú:
"[...] los indios por fin son elevados a la dignidad de hombres...Los primeros resultados serán la unidad
del idioma y al fin la recíproca amistad nacida de la igualdad que pone a cubierto de la oprecsión".
Toribio Rodríguez de Mendoza, 1813

Ya anciano, tuvo la alegría de ver a 35 de sus antiguos alumnos carolinos como diputados
del Primer Congreso del Perú, cuyas sesiones preparatorias él mismo presidió. Como síntoma
elocuente de las ideas inculcadas por el viejo maestro, estos diputados firmaron un Manifiesto
que decía a la letra:
"A los Indios de las provincias interiores. Nobles hijos del sol, amados hermanos, a vosotros virtuosos
indios [...] y no os asombre que os llamemos hermanos: lo somos en verdad, descendemos de los
mismos padres, formamos una sola familia [...]"

Citemos finalmente la "Gaceta del Gobierno" del 23 de agosto de 1823, para comprobar la alta
consideración en que se le tenía, pues al referirse a él se le trata de:
"[...] anciano venerable a quien la juventud limeña es deudora de su educación y luces y lo respeta como
a su mentor y maestro"
La "Gaceta del Gobierno", 23 de agosto de 1823#GGC11C

Obras escritas[editar]
 De theologiae preambulis atque locis selectis (1811), en colaboración con Mariano de
Rivero y Araníbar. Fue reeditada en castellano por Luis Antonio Eguiguren, en 1951.
 Defensa de la carta publicada… sobre la devoción al corazón de María Santísima (1813).

José Hipólito Unanue y Pavón, (Arica, Virreinato del Perú, 13 de agostode 1755 - Cañete, 15
de julio de 1833), fue médico, naturalista,meteorólogo, catedrático universitario, político,
precursor peruano de la independencia, reformador de la medicina y fundador de la escuela
de medicina de San Fernando, actualmente facultad de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos. Destacó también como miembro de laSociedad de Amantes del País y colaborador
del Mercurio Peruano, publicación ésta que tanta importancia tuvo para el fortalecimiento de la
idea de la patria peruana en las postrimerías de la colonia. Como político colaboró con los
últimos virreyes del Perú, y luego con los libertadores José de San Martín y Simón Bolívar,
actitud que no debe ser interpretada como acomodaticia, sino como un loable deseo de servir
al país en el que nació, aportando su talento. Fue ministro de Hacienda (1821-1822 y 1824-
1825),ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores (1824 y 1825) y presidente del Consejo de
Gobierno (1825-1826), cargo éste último que correspondía a la más alta función ejecutiva de
la nación. También fue diputado ypresidente del primer Congreso Constituyente del
Perú (1822-1823).

Índice
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 1Biografía
o 1.1Estudios en Arequipa y Lima
o 1.2Labor académica y profesional
o 1.3Durante la Independencia
o 1.4Últimos años
 2Obras escritas
 3Descendencia
 4Honores
o 4.1Epónimos
 5Abreviatura (botánica)
 6Véase también
 7Enlaces externos
 8Referencias y notas de pie

Biografía[editar]
Nació en la ribereña ciudad de Arica que pertenecía al Virreinato del Perú. Sus padres fueron
el vasco Miguel Antonio Unanue y Montalivet y laariqueña Manuela Pavón y Salgado de
Araujo, descendientes directos de españoles peninsulares. Su familia no contaba con grandes
recursos económicos; por el contrario, su padre —unos días antes del nacimiento— había
quedado al borde de la miseria por la pérdida de una embarcación que constituía su única
fuente de ingresos.
Doña Mariana de Belzunce y Salazar, protectora de Hipólito Unanue durante sus primeros años en
Lima.

Estudios en Arequipa y Lima[editar]


En su ciudad natal estudió las primeras letras bajo dirección de maestros privados. Por
vinculaciones familiares con el clero, se inclinó por el sacerdocio; en consecuencia, viajó
a Arequipa e ingresó al Seminario de San Jerónimo en donde cursó Humanidades, Filosofía y
Principios de Jurisprudencia.

Hacia 1777 se trasladó a Lima e ingresó a la Real y Pontificia Universidad de San


Marcos (actual UNMSM) , poniendo de relieve su verdadera inclinación: las Ciencias
Naturales. Encontró el estímulo oportuno de parte de su tío, profesor de Anatomía,
dedicándose entonces, con tesón y entusiasmo, a la carrera de médico, no muy promisoria en
aquellos tiempos y en el medio en que le tocaría vivir. Pero, la necesidad de subsistir a sus
propias expensas lo llevó a colocarse como preceptor en casa de Agustín de Landáburu, uno
de los más ricos hacendados de la capital. Aquí, el joven Unanue se fue relacionando con
miembros de la alta sociedad limeña, que habrían de brindarle su amistad al descubrir en él
las dotes brillantes que poseía y que cultivaba con tanta dedicación y esmero, y que iban a
constituir más tarde su mejor clientela en el ejercicio de la medicina.

Labor académica y profesional[editar]


En 1783 se graduó de bachiller en medicina, prestando juramento en diciembre de 1786 en la
capilla de la Universidad de San Marcos, en cuyo profesorado ingresó dos años más tarde con
la cátedra de "Método de Medicina". Contribuyó a la formación de la Sociedad de Amantes del
País(1790), en cuya publicación, el Mercurio Peruano, empezó a escribir bajo el seudónimo de
"Aristo". Los temas del Mercurio Peruano eran diversos y de un interés notable. Unanue
contribuyó con artículos cuya importancia ideológica se anunciaba en la "Idea General del
Perú" aparecida en su primer número, un ensayo analítico encaminado a que el Perú fuera
conocido no solo por los peruanos sino también en el extranjero. A través de esa
importantísima publicación perfiló la idea de la patria peruana, al presentar al Perú como una
unidad geográfica, así como insistir en la búsqueda de una identidad, sea humana o natural.

Logró el apoyo del virrey Francisco Gil de Taboada y Lemos para la creación del Anfiteatro
Anatómico de la Universidad de San Marcos, que inauguró el 21 de noviembre de 1792,
ocasión en la cual Unanue leyó un discurso titulado “Decadencia y restauración del Perú”.
Esta tarea cumplida terminó por encumbrarlo definitivamente dentro del ambiente intelectual
limeño. Era por entonces una de las figuras más respetadas entre los estudiosos de la época.
Al año siguiente fue nombrado Cosmógrafo Mayor del Reino y editó la Guía Política,
Eclesiástica y Militar del Virreinato del Perú (1793-1797). Con el fin de discutir las teorías de
los naturalistas europeos sobre la influencia de la naturaleza de América en sus habitantes,
publicó Observaciones sobre el clima de Lima y su influencia en los seres organizados, en
especial el Hombre(1806), obra que demostraba una madurez intelectual y una lucidez
conceptual admirable, mereciendo elogios de los académicos europeos.

El virrey José Fernando de Abascal solicitó su consejo, lo nombró Protomédico General el 29


de noviembre de 1807, y facilitó que se realizara el anhelo mayor de Unanue, el de crear y
poner a funcionar un Colegio de Medicina. En un primer momento Unanue obtuvo la cesión
del viejo hospital de Santa Ana, mientras se llevaba a cabo la construcción de un edificio
propio. A sus propias expensas costeó por su parte, la dotación de enseres e instrumentos
para el nuevo local que también contó con el apoyo altruista del gobierno, del alto clero y de
familias y personas pudientes de la capital e interior del país. El virrey asistió a los primeros
exámenes del curso de Anatomía, Fisiología y Elementos de Zoología, dando solemnidad al
acto. Como agradecimiento al virrey por su cooperación decisiva, se bautizó a este centro de
estudios con el nombre de Real Colegio de Medicina de San Fernando (1808). También a
instancias de Unanue el virrey instaló el cementerio en las afueras de Lima (hoy Cementerio
Presbítero Maestro), pues hasta entonces los entierros se hacían en los recintos religiosos.

No obstante su proximidad al gobierno virreinal, Unanue colaboró en periódicos calificados


como sediciosos por su propaganda liberal, como El Verdadero Peruano y El Satélite del
Peruano. Elegido diputado a Cortes por Arequipa, viajó a España pero llegó cuando ya
aquellas habían sido disueltas por la reacción absolutista. Visitó entonces al rey Fernando
VIIpara gestionar privilegios para el colegio de San Fernando, así como solicitar una
restitución de bienes para su amigoAgustín de Landaburu y Belzunce. Se cuenta que el rey, al
comprobar el vasto conocimiento del sabio peruano, le ofreció el título de Marqués; pero
Unanue rechazó con cortesía esta merced y aceptó únicamente un óleo de la Virgen de la
Asunción que el monarca tenía en una salita, así como el nombramiento como Médico de la
Real Cámara (1815). Asimismo, logró que por real cédula del 9 de mayo de 1815 fuera
aprobada la existencia del Colegio de Medicina y Cirugía de San Fernando.
Durante la Independencia[editar]

Escultura de Hipólito Unanue en la entrada de la Facultad de Medicina Humana "San Fernando" de


laUniversidad Nacional Mayor de San Marcos.

Regresó a Lima en 1816 para dedicarse a sus tareas profesionales, docentes y asistenciales,
pero, en busca de reposo, se trasladó a Cañete. Retornó a la capital en1820, llamado por los
sucesos que anunciaban ya una próxima emancipación política del Perú. A solicitud del virrey,
integró como secretario la delegación realista que se entrevistó en Miraflores con los emisarios
del general José de San Martín. Cuando la ciudad de Lima fue ocupada por los patriotas, fue
uno de los firmantes del Acta de Declaración de la Independencia, aprobada en sesión de
Cabildo Abierto el 15 de julio de 1821. Proclamada la Independencia del Perú por San Martín
e instalado el gobierno protectoral, a Unanue se le encomendó el Ministerio de Hacienda,
cargo que ejerció del 3 de agostode 1821 a 21 de septiembre de 1822. Tuvo que afrontar la
trabajosa tarea de mantener la administración del Estado, a pesar de la labor destructora de
los realistas y los efectos inmediatos de la libertad económica. Fue, además, uno de los
fundadores de la Orden El Sol del Perú y miembro de la Sociedad Patriótica, ante la cual
disertó sobre el régimen político más conveniente para el Perú.

Como diputado por Puno integró el primer Congreso Constituyente del Perú, cuya presidencia
ejerció de 20 de diciembre de 1822 a 20 de febrero de 1823. Su labor en el Congreso
Constituyente fue infatigable y fecunda y con esa mística de servicio se dio por entero a
participar en los trabajos de la comisión encargada de redactar el proyecto deConstitución de
la República con otros miembros de la Cámara. En el marco de la disputa entre el Congreso y
el presidente José de la Riva Agüero, siguió a éste hasta Trujillo, y aunque lo nombraron
senador por Tacna del Congreso instalado en dicha ciudad, no aceptó y retornó a Lima.
Se entrevistó con Simón Bolívar no bien éste llegó al Perú y pronto se ganó su confianza.
Ofició como su médico cuando el Libertador estuvo seriamente afectado de salud en el
histórico sitio de Pativilca.

Bajo la dictadura de Bolívar fue ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores (de 20 de


enero a 3 de abril de 1824), ministro de Hacienda (de 28 de octubre de 1824 a 25 de
febrero de 1825), y nuevamente ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores (de 26 de
febrero a 3 de abril de 1825). Luego ejerció la vicepresidencia del Consejo de Gobierno,
cuerpo encargado del gobierno en Lima cuando Bolívar emprendió su gira al sur en abril
de 1825. La presidencia de este Consejo de Gobierno debía ejercerla el mariscal José de La
Mar, pero por ausencia de éste, Unanue se encargó de presidirla, de 10 de abril de 1825 a 5
de enero de 1826; fue así como este sabio ariqueño estuvo a la cabeza del poder ejecutivo en
el Perú, hasta que La Mar asumió dicha función.
En el aspecto económico, dictó el primer reglamento de comercio, estableció el personal de aduanas y
dio impulso a la agricultura, minería e industria manufacturera. En el aspecto educacional, restauró los
colegios que ya no funcionaban, fundó otros colegios en Lima y en provincias, organizó la Dirección
General de Estudios y creó sociedades con fines culturales como la Sociedad Filarmónica y el Museo de
Ciencias Naturales. Además, creó la primera junta de beneficencia pública, fundó establecimientos
hospitalarios y propagó la vacunación para erradicar la viruela.1

El 10 de octubre de 1825 fue condecorado con la medalla cívica con el busto de Bolívar. A los
plenipotenciarios peruanos enviados al Congreso de Panamá les dio instrucciones para que
fueran muy cautelosos en la cuestión de límites, preocupándose así por la integridad territorial
del Perú en una época en que todavía flotaba en el ambiente la idea continental de la patria.

Últimos años[editar]
En junio de 1826 fue nombrado ministro de Justicia y Negocios Eclesiásticos, pero tras la
partida de Bolívar se retiró a su hacienda San Juan de Arona, en San Luis de Cañete, donde
su hijo José luego edificó el Palacio Unanue en 1840. Enfermo, tuvo que soportar todavía el
dolor de perder a su segunda esposa, Josefa de la Cuba. Él mismo, ya en sus días últimos,
frecuentó a un vecino ilustre, el ex director supremo de Chile, Bernardo O’Higgins, dueño de la
hacienda Montalván.

Falleció el 15 de julio de 1833, a los 78 años de edad, en la hacienda San Juan de Arona, a la
que se había retirado.

Hipólito Unanue fue de personalidad polifacética, como médico, físico y estadista. Su vida y
obra, ampliamente conocidas a través de la historia, han concitado sumo interés entre
historiadores y biógrafos, quienes han dado a conocer las sobresalientes cualidades
personales y profesionales del recordado sabio y precursor de la independencia peruana.

Obras escritas[editar]
Publicó:

 Observaciones sobre el clima de Lima y su influencia en los seres organizados, en


especial el hombre2 (Lima, 1806)
 Obras científicas y literarias
 Proyecto de reglamento de comercio
 Mi retiro y vuelta a la vida del campo

Además escribió diversos artículos que aparecieron en el Mercurio Peruano, El Satélite del
Peruano y El Verdadero Peruano. En el primero aparecieron los titulados “Idea general del
Perú” y “Sobre geografía física del Perú”.

En toda su obra demuestra su preocupación por el Perú. Para él, la idea de patria o nación
peruana era algo real y tangible, y esta emoción peruanista lo llevó a dedicarse al estudio y
conocimiento pleno del Perú, desde mucho antes de la Independencia, en pleno período
colonial.
Simboliza Unanue, fundamentalmente, la realidad, por algunos desconocida, de que el Perú existe
desde antes de la independencia y marca un sentido de continuidad entre las dos épocas; sin que ello
implique afrenta ni desdoro, sino, antes bien, honra y prestigio.
En el Mercurio Peruano el Perú aparece ya en su esencia y su potencia: es visto, estudiado y voceado a
través del tiempo como totalidad. Nada más que el Perú, y nada menos que el Perú, parece haber sido
el lema de los redactores del Mercurio y, por eso, no prescindieron de la cultura aborigen, pero no
prescindieron, tampoco, de la época virreynal. En una superación de todo localismo de época, región,
raza o ciencia, acogieron estudios históricos, geográficos, de ciencias puras y aplicadas, económicos,
institucionales, costumbristas, lingüísticos y literarios sobre el Perú total. 3

El Perú es mencionado por primera vez en el Mercurio Peruano con el nombre de PATRIA, y a
través de esa simple identificación, Unanue insinuó la idea del separatismo con respecto a la
metrópoli, sin necesidad de ser más explícito. Es por ello que se incluye a este sabio en la
galería de los ilustres precursores de la Independencia del Perú, aunque hay que recalcar que
evolucionó lentamente del fidelismo al separatismo. Proclamada la independencia, puso su
talento al servicio de su patria, como ministro de estado bajo los gobiernos de San Martín y
Bolívar.

Su obra dispersa fue compilada en forma incompleta por su descendiente, Eugenio Larrabure
y Unanue, en 1914.

Descendencia[editar]

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