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UNIVERSIDAD DE CARABOBO

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS


ESCUELA DE DERECHO
CÁTEDRA: DERECHO CONSTITUCIONAL

PRINCIPIOS QUE REGULAN EL EJERCICIO DEL PODER PÚBLICO

Integrantes:

Profesor: Dra. Ygdalia Moreno Aponte Daniela C.I: V-19.642.954


Año: 3ero Secc. 81 Contreras Génessis C.I: V-20.572.191
Contreras Luis C.I: V-24.423.249
Escobar Alberto C.I: V-15.000.210
Farfán Eisamar C.I: V-22.013.085

Bárbula, Mayo 2018


ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ..................................................................................................... 3

Principios que regulan el ejercicio del Poder Público ............................................... 4


El Principio de Competencia .............................................................................. 4
Crédito y Empréstito Público .................................................................................... 7
Principio de Transparencia ................................................................................ 9
Principio de Economía ....................................................................................... 9
Principio de Autoridad Usurpada……………………...............................................10
Principio de Responsabilidad Individual…………………………………………........10
Principio de Responsabilidad Patrimonial…………………………………………... 11

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ..................................................................... 12


INTRODUCCIÓN

El Poder Público consiste en la potestad que tiene el Estado, como un ente


jurídico organizado, para decidir las diferentes tareas que debe llevar a cabo,
como la administración de las gestiones, legislación, administración de justicia,
entre otras actividades que realiza a través de sus órganos estructurados en la
Constitución, con el objeto de dar cumplimiento a los fines esenciales del Estado1,
así como asegurar el pleno ejercicio de los derechos individuales.

En este sentido, el Poder Público en Venezuela se encuentra distribuido


verticalmente, de conformidad a lo preceptuado en el artículo 136 de la
Constitución patria en: Poder Nacional, Poder Estadal y Poder Municipal. De igual
forma, existe una distribución horizontal de cada uno de los poderes, en el cual el
Poder Público Nacional se divide en: Poder Legislativo, Poder Ejecutivo, Poder
Judicial, Poder Ciudadano y Poder Electoral.

Sobre las dilucidaciones anteriores, se realza que la actuación y ejercicio del


Poder Público están sometidos a unos principios fundamentales previstos en la
Constituciones de la Nación. Por consiguiente, el artículo 137 establece, que “La
Constitución y la ley definirán las atribuciones de los órganos que ejercen el Poder
Público, a las cuales deben sujetarse las actividades que realicen”.

En consecuencia, con base a los argumentos planteados el presente trabajo


tendrá como finalidad realizar un estudio significativo de carácter documental
sobre los principios que regulan el ejercicio del Poder Público, a partir de la
búsqueda exhaustiva de documentos jurídicos y doctrinarios que guarden estrecha
relación con el fenómeno a investigar, permitiendo el esclarecimiento del mismo a
la luz de las teorías.

1
La República Bolivariana de Venezuela es una persona jurídica que tiene por fines esenciales la defensa y el
desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad.(Artículo 3 C.R.B.V)
Principios que regulan el ejercicio del Poder Público:

Desde una perspectiva doctrinaria, un principio constituye el basamento en


que se asienta y fundamenta el ordenamiento positivo general, por consiguiente el
ámbito constitucional y administrativo, las cuales estudian el Poder Público no son
excluyente a dicha premisa, ya que éste se cimienta a partir de una serie de
preceptos que dan sentido a su coexistir.

En tal sentido, el ejercicio del Poder Público está regido por una serie de
principios fundamentales para su correcto proceder, instituyendo los pilares
imperativos sobre los cuales descansa el equilibrio e idoneidad de quien ostenta
dicha potestad.

En el caso venezolano, dichos principios han quedado expresamente


plasmados en nuestra Carta Magna como inspiración del desarrollo y ejercicio de
todo el complejo aparataje que denominamos Estado, y es a esos principios, a lo
cual se dedican las próximas líneas.

1. Principio de Competencia:

Este principio se encuentra consagrado expresamente en el artículo 137 de la


Constitución en los siguientes términos “La Constitución y la ley definen las
atribuciones de los órganos que ejercen el Poder Público, a las cuales deben
sujetarse las actividades que realicen”.

De lo anterior podemos concluir entonces que sólo cuando la Constitución o la


Ley atribuyan una determinada competencia, es que los órganos y entes estatales
pueden ejercer el Poder Público. Así la competencia vendría a ser la aptitud legal
de los órganos del Estado o en otras palabras, el conjunto de facultades, de

4
poderes y de atribuciones que le han sido legalmente asignadas para actuar en
sus relaciones con los otros órganos del Estado y con los particulares.

Sin embargo, refiere Aguerrevere (2010)2, que la competencia no solamente


concede la facultad de actuar, sino que también constituye una obligación y un
límite dentro del cual puede actuar el órgano. Por tanto, no es únicamente
atributiva de facultades, sino también limitativa.

En palabras de Dromi (1981)3, citado por Aguerrevere (2010:17), “Las


funciones atribuidas a los órganos deben ser definidas perfectamente en cuanto a
su naturaleza y ejercicio, este contenido funcional recibe el nombre de
competencia”. Siendo en consecuencia, la medida de la potestad de acción que
corresponde a un determinado oficio administrativo y, por ello, al titular del mismo,
“es la aptitud legal de obrar”.

En este sentido, la competencia requiere texto expreso, es decir, debe estar


expresamente prevista en la Constitución, en la Ley, en los reglamentos y demás
fuentes de la legalidad o derivarse de alguno de los principios generales del
derecho público. Por tanto, la competencia no se presume; al contrario, la
capacidad en derecho privado es la regla, siendo las incapacidades la excepción,
por lo que deben estar previstas expresamente en la Ley.

Con base a lo anterior planteado, existen diversas formas de determinar y


clasificar las competencias del Poder Público4, a saber:

a) Competencia por razón de la materia. Se refiere a que la organización ha


de estar en relación con los fines de la persona jurídica concreta; a cada fin

2
Aguerrevere, L. Apuntes Filosóficos, Universidad Católica Andrés Bello. 2010, p.17.
3
Dromi, J. Derecho Administrativo. Editorial Temis, Bógota. 1981, p. 83.
4
Aguerrevere, óp. cit., p. 19.

5
debe corresponder un órgano. Cada uno tiene una competencia por razón
de la materia que desarrolla.

b) Competencia por razón del lugar. Se refiere a la discriminación en


circunscripciones territoriales dentro del ordenamiento jurídico.

c) Competencia por razón del grado. La organización se integra


verticalmente, ello da lugar a una competencia estructurada piramidalmente
y diferenciada por el grado que se ocupe en la misma.

d) Competencia por razón del tiempo. Es la competencia sujeta a término.

e) Competencia casuística y genérica. Puede otorgarse competencia por el


ordenamiento en dos formas: según un principio de enumeración o según
una cláusula general.

f) Competencia concurrente. Supone que varias competencias coinciden y


convergen sobre el mismo objeto.

g) Competencias superpuestas. Son aquellas que distintas normas


atribuyen a diferentes órganos

h) Competencia exclusiva o privativa. Está atribuida y puede ser ejercida


solamente por un único órgano.

i) Competencia compartida. Es aquella que para ejercerse requiere de la


actuación de dos o más órganos.

j) Competencia alternativa. Es aquella en que varios órganos son


competentes para manifestar su voluntad sobre una misma materia. Sin

6
embargo, la intervención o la actuación de uno de los órganos
competentes, impide la intervención de los restantes.

k) Competencia originaria. Aquella que importa e implica la posibilidad legal


de revisión o reexamen por otro órgano.

l) Competencia necesaria. Sería aquella que necesariamente debe ser


ejercida por el órgano como tal, su único titular.

m) Competencia natural. Aquella que se inscribe en la propia naturaleza del


órgano, haya sido o no expresamente considerada por la norma jurídica
atributiva.

n) Competencia residual. Puede suceder que en la distribución mediante


texto expreso quede un residuo no atribuido a ningún órgano.
Generalmente, la máxima autoridad la ejercería por competencia residual.

o) Competencia particular. Es aquella que por objeto tiene el orden y


reglamentación interna del órgano del cual es titular.

p) Competencia implícita. Cuando se asigna una potestad, dicha asignación


implica una ilimitación de medios para obtener los resultados esperados.

2. Crédito y Empréstito Público:

El crédito público es una cualidad que tiene un Estado de obtener recursos en


préstamo y devolverlos al vencimiento de un plazo determinado, basado como lo
señala Arenas (2000:11)5, “…en la confianza de un sujeto que está dispuesto a
cumplir sus deberes y sus obligaciones, por disponer de los medios económicos

5
Arenas, L. El Contrato de Empréstito Interno. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá. 2010, pp 11.

7
necesarios”. De esta manera, los Estados para obtener recursos deben gozar de
credibilidad frente a sus acreedores.

En su momento, los tratadistas clásicos de la hacienda pública asumieron que


el crédito público era un ingreso extraordinario al cual los países deberían acudir
solo en situaciones imprevistas, pues era una carga que perjudicaría a las futuras
generaciones, quienes tendrían que pagar mayores impuestos. Pero entender de
esta manera el crédito público es desconocer por completo la realidad económica
de los países, pues hoy representa una de las principales fuentes de ingreso de
los Estados, permitiéndoles satisfacer un sin número de necesidades.6

En este sentido, la Constitución de 1999 consagra expresamente la posibilidad


que tienen los órganos del Estado de realizar operaciones de crédito público, para
lo cual el artículo 312 señala lo siguiente:

La Ley fijará límites al endeudamiento público de acuerdo


con un nivel prudente en relación con el tamaño de la
economía, la inversión reproductiva y la capacidad de
generar ingresos para cubrir el servicio de la deuda pública.
Las operaciones de crédito público requerirán, para su
validez, una ley especial que las autorice, salvo las
excepciones que establezca la ley orgánica. La ley especial
indicará las modalidades de las operaciones y autorizará los
créditos presupuestarios correspondientes en la respectiva
ley de presupuesto.

La precedente disposición, así como los demás principios y normas


establecidos para la Administración Económica y Financiera Nacional,
“…regularán la de los Estados y Municipios en cuanto sean aplicables” (Vid. último
aparte del artículo 311).

6
Fischer y Dornbusch. Macroeconomía. Editorial Mc Graw Hill. 1997, pp. 185.
Citado por Arenas, óp. cit., p. 12.

8
Resulta claro, entonces, que de acuerdo al nuevo régimen constitucional los
órganos del Poder Público Nacional, Estadal o Municipal, pueden realizar
operaciones de crédito público, previa promulgación de una ley especial que las
autorice y establezca las modalidades de operaciones a ser utilizadas. Asimismo,
se encomienda al legislador nacional la limitación al ejercicio de las facultades de
endeudamiento público.

Por su parte, en cuanto a los empréstitos, los mismos pueden ser definidos
como aquellos contratos mediante los cuales la entidad estatal contratante recibe
en calidad de préstamo unos recursos en moneda legal o extranjera, obligándose
la entidad a su pago y cancelación al momento del vencimiento del plazo.7

La palabra empréstito significa, etimológicamente “Acción de Prestar" y ha sido


utilizada para hacer referencia de manera indiferente en algunas legislaciones a
operaciones de crédito de particulares o de entidades públicas.8 Por consiguiente,
el mismo nace del acuerdo de voluntades entre un Estado y sus acreedores,
generando entre las partes obligaciones recíprocas y además otorgando al
acreedor la posibilidad de exigir al deudor el cumplimiento de sus obligaciones,
rigiéndose éste por dos principios esenciales:

a) Principio de Transparencia: el contrato de empréstito debe desarrollarse


bajo el principio de transparencia, es decir, en igualdad de oportunidades
entre los futuros contratistas. Así mismo, la entidad estatal debe escoger a
sus acreedores de manera imparcial y pública.

b) Principio de Economía: su celebración debe tener en cuenta el principio


de economía, entendiendo por éste, la necesidad de reducir costos al
momento de su celebración y suprimir trámites innecesarios.

7
Arenas, óp. cit., p. 16.
8
Diccionario Enciclopédico H.A. Tomo VIII. Pag.268

9
3. Principio de Autoridad Usurpadora:
Toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos (Art. 138).

En la misma exposición de motivos se enfatiza que la usurpación de autoridad


que consiste en la invasión del Poder Público por parte de personas que no gocen
de la investidura publica, se considera ineficaz y los actos dictados se consideran
nulos.

Rondón de Sansó al analizar este principio rector del Poder Publico señala
que: “La Usurpaciones es el ejercicio de una competencia que no corresponde al
órgano que la ejerce, y que está asignada a otro en forma expresa. La usurpación
presupone que la función tiene un titular específico, el cual ha sido desplazado por
un sujeto carente del Poder Legal para actuar.

La consecuencia de la usurpación es la nulidad de los actos dictados y la


ineficiencia del mismo. Es decir, que estos no pueden producir efecto alguno en
beneficio del usurpador, aun cuando tal situación pueda revertir en su contra en
aspectos relativos a la responsabilidad y, específicamente, a la responsabilidad
pena. Es decir, que la ineficiencia no implica la exoneración de las sanciones que
deriven de la usurpación en cualquiera de las esferas sobre las cuales incide (civil,
penal, disciplinaria).

4. Principio de Responsabilidad Individual:


La Responsabilidad individual por abuso o desviación de poder o por
violación de la constitución o la Ley.

El artículo 139 de la Constitución establece que el ejercicio del Poder Publico


acarrea responsabilidad de todo funcionario, empleado o persona investida de
autoridad en cualquiera de los niveles del poder, Municipal, Estadal o Nacional.

10
Usar abusivamente el poder, es traspasar los límites de las facultades a que
se está autorizado por el ordenamiento jurídico. En el campo de la Administración
Pública, los actos realizados con abuso de poder además de generar situaciones
que han de ser sancionadas de acuerdo con la gravedad del hecho en el que ha
incurrido el sujeto activo, la tendencia es lograr, más que una pena para el autor,
el restablecimiento a la situaciones normales sin la afectación de los derechos
transgredidos.

Esta disposición se relaciona con otra del mismo texto constitucional como es
la prevista en el artículo 25 que establece que: “Todo acto dictado en ejercicio del
Poder Público que viole o menoscabe los derechos garantizados por esta
constitución y la ley es nulo, y los funcionarios públicos que lo ordenen o ejecuten
incurren en responsabilidad penal, civil, y administrativa según los casos, sin que
les sirva de excusa órdenes superiores”.

5. Principio de Responsabilidad Patrimonial:


Responsabilidad Patrimonial del Estado por daños a los particulares.

El artículo 140 estatuye que: “El Estado responderá patrimonialmente por los
daños que sufran los particulares en cualquiera de sus bienes y derechos, siempre
que la lesión sea imputable al funcionamiento de la Administración Pública”.

Este principio esta concatenado a lo dispuesto en el artículo 259 de la


Constitución que faculta a los órganos de la Jurisdicción Contenciosa
Administrativa para anular los actos administrativos generales o individuales
contrarios a derecho, incluso por desviación de poder; y además están facultados
para condenar al pago de sumas de dinero y a la reparación de daños y perjuicios
originados en responsabilidad de la Administración.

11
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Aguerrevere, Laura (2010). Principios Constitucionales relativos al ejercicio del


Poder Público. Apuntes Filosóficos, Vol. 19, N° 37, pp. 15-26. Universidad
Católica Andrés Bello. Caracas.

Arenas, Lorenzo (2000). El Contrato de Empréstito Interno. Pontificia Universidad


Javeriana. Bogotá.

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999). Gaceta Oficial de la


República Bolivariana de Venezuela N° 5.453. Marzo 24, 2000. Caracas.

Ley del Estatuto de la Función Pública (2002). Gaceta Oficial de la República


Bolivariana de Venezuela N° 37.522. Septiembre 06, 2002. Caracas.

Rivas, Alfonso (2009). Derecho Constitucional. 6ta Edición, 2da Reimpresión.


Editorial Andrea. Venezuela.

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