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Louis Aragon y el quotidien merveilleux surrealista*

Camilo Hoyos Gómez**

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3FDJCJEPEFNBS[PEF El artículo propone un análisis de la mirada y de la imaginación


&WBMVBEPEFBCSJMEF en el paseo urbano por el parisino Pasaje de la Ópera narrado en
"DFQUBEPEFBCSJMEF El campesino de París, de Louis Aragon. En este texto se propone
un conocimiento sensible del mundo que parte de la experiencia
de lo concreto. De esta manera, el conocimiento de lo concreto y
un nuevo acercamiento sobre el mundo circundante le permiten
a Aragon desarrollar la teoría del quotidien merveilleux, que con-
siste en la posibilidad de contemplar imágenes provenientes de
la imaginación e impulsadas por el contacto con lo real. A partir
de la importancia de la mirada en la ciudad, Aragon establece
una nueva epistemología de la mirada, puesto que determina la
“lluvia de imágenes” que provienen de un espacio interior de
quien camina la ciudad. Este texto, uno de los primeros y funda-
mentales libros del surrealismo, es una apología de la ciudad y
del conocimiento sensorial del mundo y parte de la experiencia
en la ciudad como lugar mágico y cotidiano.

Palabras clave: Louis Aragon, paseo urbano, mirada, París, El


campesino de París, surrealismo.

 &MQSFTFOUFBSUÓDVMPEFJOWFTUJHBDJØODJFOUÓmDPMJUFSBSJBTVSHFEFVODBQÓUVMPEFMBUFTJTEPDUPSBMUJUVMBEBLa imagen literaria de París. Desde Mercier,


Baudelaire y el surrealismo, hasta 3BZVFMB de Julio Cortázar,EJSJHJEBQPS7JDUPSJB$JSMPU7BMFO[VFMB DPOMBDVBMFMBVUPSPCUVWPFMUÓUVMPEFEPDUPSFO
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HALLAZGOS / ISSN: 1794-3841 / Año 10, N.° 20 / Bogotá, D. C. / Universidad Santo Tomás / pp. 75-89 75
Louis Aragon y el quotidien merveilleux surrealista

Louis Aragon and the surreal merveilleux quotidien

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The article is an analysis of the importance of seeing and ima- 3FDJCJEPEFNBS[PEF


gination in the night al” of ParisȂ “Passage de ȂÓpera” inclu- &WBMVBEPEFBCSJMEF
ded in Louis Aragon’s The Paris Peasant. Aragon proposes a "DFQUBEPEFBCSJMEF
process of ”no ing our reality through the senses,  hich are
activated through activated through our experiences  ith the
real  orld. rom the ”no ledge of our daily surroundings,
he  ho  al”s the city  ith a determined  ay of seeing  ill
participate in a series of psychic and poetic images  hich are
elaborated by the  al”er’s unconsciousness. y ma”ing the
importance of seeing one of the most, Aragon is also sustai-
ning a ne  epistemological vie  of experience through the
act of seeing. One of the earliest and fundamental surrealist
literary  or”s, it is one of the most interesting odes the city
 riĴen by the urrealist  or”, ac”no ledging the city as a
daily and magic space.

Keywords: Louis Aragon, urban  al”, vie , Paris, Paris Pea-


sant, surrealism.

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Camilo Hoyos Gómez

Louis Aragon e o quotidien merveilleux surrealista

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3FDJCJEPEFNBS[PEF O artigo propõe um analise da olhada e da imaginação no


&WBMVBEPEFBCSJMEF passeio urbano pelo parisiense Passagem da Opera narrado
"DFQUBEPEFBCSJMEF em O Camponês de Paris, por Louis Aragon. Este texto se pro-
põe conhecimento sensível do mundo, que parte da experiên-
cia do concreto. Desta forma, o conhecimento do concreto e
uma nova abordagem para o mundo circundante permitem-
lhe a Aragão desenvolver a teoria do quotidien merveilleux,
que consiste na possibilidade de contemplar imagines que vem
da imaginação e impulsadas pelo contato com a realidade.
A partir da importância da olhada para a cidade, Aragão
estabelece uma nova epistemologia do olhar, uma vez que
determina a “chuva de imagens” que provêm de um espaço
interior de quem caminha pela cidade. Este texto, um dos pri-
meiros e fundamentais livros do surrealismo, é uma apología
da cidade e do conhecimento sensorial do mundo e parte da
experiência na cidade como lugar mágico e habitual.

Palavras-chave: Louis Aragon, passeio urbano, olhar, Paris, O


Camponês de Paris, surrealismo.

HALLAZGOS / ISSN: 1794-3841 / Año 10, N.° 20 / Bogotá, D. C. / Universidad Santo Tomás / pp. 75-89 77
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Je revois l’extraordinaire compagnon de promenade naciente surrealismo propone, mientras que


qu’il était [Aragon]. Les lieux de Paris, même les “El Pasaje de la Ópera” y “El sentimiento
plus neutres, par où l’on passait avec lui étaient de la naturaleza en el BuĴes-haumont” son
rehaussés de plusieurs crans par une fabulation la puesta en escena, a manera de paseo
magico-romanesque qui ne restait jamais à court urbano, de aquellas facultades cognosci-
et posait à proposd’un tournant de la rue ou d’un tivas que permiten una nueva elaboración
vitrine. Nul n’aura été plus habile détecteur de y comprensión de la realidad circundante.
l’insolite sous toutes ses formes, nul n’aura été porté Así como Breton dos años atrás había sus-
à des rêveries si grisantes sur une sorte de vie dérobée tentado en su Š—’ęŽœ˜ȱŽ•ȱœž››ŽŠ•’œ–˜ que
de la ville. la lógica no podía ser el único e irreparable
André Breton, Entretiens avec Parinaud et Alban camino hacia la comprensión de la inte-
rioridad y de la realidad, Aragon conęaba
El campesino de París de Louis Aragon, pu- en su Campesino la gran invitación hacia la
blicado en 1926, es quizás la más compleja vivencia de un mundo evocador y lleno de
y sistemática apología de la ciudad de Pa- elementos maravillosos que son sugerentes
rís que encontramos a lo largo de las letras de imágenes poéticas que surgen de una in-
francesas del siglo XX. Lo que Aragon no terioridad libre de los yugos y cadenas de
solamente se propuso sino que también la lógica y la razón. Esto se lleva a cabo en
cumplió fue encumbrar el París cotidiano el mundo sensorial, en el mundo concre-
hacia una categoría mitológica. No lo ha- to, es decir, en la ciudad. La gran defensa
cía equiparándola con la clásica, divina en epistemológica que lidera Aragon es la de
sus atributos y portadora de los secretos la comprensión del mundo a partir de los
de los dioses, sino al alcance de quien, sentidos (herramientas únicas para percibir
con ojos atentos, camina el gran templo ese “concreto”), y no había mejor lugar para
profano de la modernidad del siglo XX: la esto que la ciudad de París.
ciudad. La capacidad reveladora de la ciu-
dad, ente forjador de nuevos mitos huma- El campesino de París trata, pues, de una se-
nos, se proclama como un espacio a partir rie de paseos urbanos en esta ciudad, que se
del cual el hombre no solamente conoce su convierte, como lo hizo para todo el grupo
mundo circundante, sino también su propia surrealista, en el laboratorio donde llevar
interioridad. a cabo los experimentos hacia la expresión
real del pensamiento, tal como declaró Bre-
Si bien el texto es una especie de oda de la ton en el Š—ęŽœ˜. En oposición a la com-
ciudad de París, por su capacidad revela- prensión de la vida a partir de la razón,
dora (una idea que también forjaron, por Aragon proclama a los sentidos como los
esos mismos años, André Breton, Philli- verdaderos partícipes en la experiencia vital
pe Soupault y Robert Desnos), además es que deęne al sujeto:
una teoría epistemológica acerca del cono-
cimiento personal y físico del mundo. El Le sens ont enęn établi leur hégémonie
“Prefacio” de El campesino de París se en- sur la terre. Que viendrait désormais
carga de la sustentación teórica de la nueva faire ici la raison ? Raison, raison, ô fan-
mirada y capacidad de comprensión que el tôme abstrait de la veille […] En vain

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la raison me dénonce la dictature de la En la medida en que es una experiencia efí-


sensualité (Aragon, 2007, p. 147). mera de la modernidad, siempre se corre el
riesgo de que se escape por entre los dedos.
En la medida en que los sentidos, y no la ra-
zón, son la puerta de entrada hacia la reali- ***
dad, permitiendo la irrupción de imágenes
y latidos internos que surgen de la concien- La entrada al Pasaje de la Ópera implica la
cia súbitamente despertada, Aragon reco- inserción absoluta al mundo de la imagina-
noce en la inmediatez de la calle el entorno ción y de la imagen. Abogando irremedia-
idóneo para la creación de nuevos mitos blemente por el mundo de lo concreto, el
urbanos que se generan constantemente, en campesino de París intentará, a toda costa,
cuanto la calle misma es un lugar pasajero encontrar los elementos en un mundo cam-
y de tráęco desconocido. Así, dirá que“des biante que determinen y prueben la nueva
mythes nouveaux naissent sous chacun mitología que se ha venido creando a partir
de nos pas. Là où l’homme a vécu com- del cambio de pensamiento engendrado en
mence la légende, là où il vit”. Ante la ir- el seno mismo del surrealismo. Tal como
rupción de nuevas formas de experimentar indica ean DecoĴignies (1994):
la ciudad, Aragon se propone ser testigo de
estas nuevas pulsaciones internas: “ e ne C’est donc dans les rues d’un certain
veux plus occuper ma pensée que de ces Paris que le Paysan s’aventure à la dé-
transformations méprisées. Chaque jour couverte du concret. Dans ce regard
se modięe le sentiment moderne de l’exis- porté sur le paysage urbain s’active
tence. Une mythologie se noue et se dé- ce que nous pourrions appeler une
noue” (Aragon, 2007, p. 149). Esta mitología poétique des rues et des jardins. Poé-
surge del reconocimiento de determinados tique à travers laquelle s’élabore, au
espacios urbanos activadores de la imagi- dire de l’écrivain, une métaphysique
nación, que encuentra una de sus máximas des lieux […] La disparition de Dieu
representaciones en “El Pasaje de la Ópera”. n’entraîne nullement l’impossibilité
de la métaphysique. C’est au contrai-
El formar parte de, el descubrir esos mitos, re ce silence des religions qui ouvre la
es formulado por Aragon bajo la categoría voie à une connaissance diěérente […]
del quotidien merveilleux: la posibilidad de A ceĴe métaphysique nouvelle préside
asistir o participar de la eclosión de las imá- une faculté qu’on ne s’aĴendait gu¸re à
ganes poéticas, maravillosas en sí mismas, rencontrer dans les parages de la philo-
en un entorno cotidiano, esto es, inmediato sophie: l’imagination (p. 99)
y circundante, accesible a un conocimiento
libre de la razón. Estar atento a la percepción La imaginación es la gran facultad que ha
de lo insólito que resulta ser el desencade- hecho posible que la mitología moderna
nante: de eso se trata el paseo por la ciudad. encuentre su lugar en las calles de París,
“Aurai-je longtemps le sentiment du mer- ya no en los dioses de las alturas o en los
veillex quotidien?” (Aragon, 2007, p. 149), lugares sagrados. El templo de Salomón,
se pregunta el autor terminando el prefacio. emblema del templo religioso, ya no acoge

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el culto religioso: estos se llevan a cabo en incompréhensibles hier et que demain


otros lugares: “Où les hommes vaquent ne connaîtra jamais (Aragon, 2007, p.
sans souci à leur vie mystérieuse, et qui 152).
peu à peu naissent à une religion profonde”
(Aragon, 2007, p. 151). El lugar donde se Situados en la ciudad, como apunta Piegay-
engendra esta mitología, no obstante, ha Gros (1994, p. 149), las imágenes míticas,
pasado desapercibida para gran cantidad diseminadas por doquier, crean una nueva
de paseantes callejeros. Es trabajo del poeta poética que toma como centro generador a
buscarlos y prestarse a las revelaciones que la imaginación como principio creativo y
de estos surgen: “Ces plages de l’inconnu et como principio de conocimiento.
du frisson, toute notre mati¸re mentale les
borde […], pour la premi¸re fois me venait Si bien la entrada al pasaje es la inserción
la conscience d’une cohérence inexpliquée en el reino de la imaginación, esto nos lle-
et de ses prolongements dans mon cœur” va directamente al imperio de los sentidos,
(Aragon, 2007, p. 151). Este tipo de escena- tal como pudimos observar en el “Préface”.
rios se caracterizan por la conjunción de un Ahora bien, resulta fundamental hacer una
espacio exterior (exterior al sujeto, en este aclaración desde el momento mismo en que
caso el pasaje) y del espacio interior (allí comenzamos la búsqueda de lo quotidien
donde transcurren las revelaciones y trans- merveilleux caminando las galerías del Pasa-
formaciones). Allí mismo será donde el je de la Ópera. Desde un principio resulta
campesino de París tendrá las revelaciones necesario entender la manera como se ad-
de un conocimiento sensible a través del es- hiere la realidad a la noción imaginativa, y
calofrío, ese momento de súbita revelación para esto no hay mejor manera que traer a
que sacude el pensamiento y que “signięe colación una idea de Gindine (1966):
l’intermiĴence de ces révélations, leur force
sensuelle ainsi que l’eěroi qu’elles peuvent C’est dans le cadre urbain contempo-
susciter, chez qui ne peut douter de pouvoir rain, accessible à tous, reconnaissable
qu’il découvre, tout en sachant qu’il est plus dans sa topographie, qu’elle déc¸le tou-
fort que celui de la raison” (Piegay-Gros, te une mythologie moderne. Et le quar-
1997, p. 117). La razón, pues, se ve expul- tier banal, la boutique modeste, le parc
sada del proceso de pensamiento. Tal como municipal se chargeront de merveilleux
establece el yo poético, estos espacios llama- car ce sont des lieux où se cél¸bre le
dos pasajes rite occulte en transęguration du Désir
(pp. 58-59)
méritent pourtant d’être regardés com-
me les recéleurs de plusieurs mythes mo- El deseo, por lo tanto, formará parte intrín-
dernes, car c’est aujourd’hui seulement seca de cualquier imagen proveniente del
que la pioche les menace, qu’ils sont atravesamiento del pasaje, a la vez que de
eěectivement devenus les sanctuaires los impulsos imaginativos allí explotados.
d’un culte de l’éphém¸re, qu’ils sont Este énfasis en el deseo y en los sentidos
devenus le paysage fantomatique des cobra su relevancia desde las primeras
plaisirs et des professions maudites, páginas, cuando encontramos un énfasis

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narrativo y descriptivo en cualquier activi- mouvement de ses l¸vres car le ressac


dad que tenga que ver directamente con la de l’étalage couvrait sa voix et montait
sensualidad del cuerpo; esto es, con los pla- plus haut qu’elle vers le plafond de mi-
ceres de la carne, íntimamente vinculados roir au-delà duquel on n’apercevait ni
en el espacio del pasaje con la prostitución la lune ni l’ombre menaçante des falai-
y, por lo tanto, con la ęgura de la mujer. ses: “L’idéal!” m’écriai-je, ne trouvant
No en vano el pasaje es calięcado de “la- rien de mieux à dire dans mon trouble
boratorio de placeres” y como “laboratorio (Aragon, 2007, p. 159).
voluptuoso”. Así, pues, Aragon entiende
que la mujer, y, más aún, la prostituta, es la Se trata del mismo rostro de una prostituta
reina de los sentidos, en la medida en que que había conocido en las provincias rena-
constituye la inmediatez del pasaje como nas, que cantaba canciones en la Soęens-
máxima representación de la modernidad. trasse aprendidas de su padre. ¿Cuáles eran
Esto se comprende mediante las visiones las posibilidades de que precisamente ese
que el personaje tiene con la mujer-sirena rostro surgiera en mitad de un paseo urba-
y con Nana, la mujer esponja, partícipes de no? La presencia de la prostituta, emblema
determinadas imágenes que el campesino absoluto de la mitología moderna, encarna
de París observará. la sensualidad como herramienta para co-
nocer el mundo (y ella va a más, en la me-
Uno de los casos más emblemáticos, pre- dida en que lo lleva a cabo a través de uno
cisamente por ser la primera experiencia de los máximos emblemas, para Aragon,
visionaria a la vez que sensual (que, como de la modernidad: lo efímero). DecoĴignies
hemos visto, en Aragon no implica diferen- (1994), haciendo alusión al “encantamien-
cia alguna), resulta del momento en que el to” que la prostituta ejerce en el caminante,
narrador está caminando frente a la tienda explica de una manera certera la relación
de bastones. Luego de describir la organiza- e importancia entre el amor y la prosti-
ción de la vitrina, estará sujeto, súbitamen- tuta, mujer efímera por excelencia. Nos
te, a una visión producto de la imaginación. dirá, pues:
Los bastones ceden a una luz verdecina, de
tonalidades marítimas, y de un momento al La poétique de l’éphém¸re participe
otro el personaje cree estar al frente de peces de ce qui Nietzsche appelait la sages-
fosforescentes entre algas marinas. Y repen- se dionysiaque. Elle s’inscrit contre le
tinamente logrará reconocer un viejo rostro sens apollinien de la beauté, fondé sur
femenino que creía olvidado: la croyance en “l’éternité du phénom¸-
ne” […] L’amour même, trop aisément
’aurais cru avoir aěaire à une sir¸ne contenté par la prostituée, la femme
[…] je reconnus soudain ceĴe person- d’un moment, témoigne de ceĴe “basse
ne malgré l’émaciement de ses traits recherche de l’éphém¸re sans illusion
et l’air égaré dont ils étaient empre- de durée”, aĴeste le goút du “saccage
ints […] Que pouvait-elle bien ve- de ce qu’on respecte”. L’éphém¸re, le
nir faire ici, parmi les cannes, et elle polymorphe este le premier caract¸re
chantait encore si j’en jugeais par le de la beauté moderne (pp. 108-109).

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Louis Aragon y el quotidien merveilleux surrealista

Este tipo de encuentros (el de la prostituta), Il y a quelque chose de merveilleux qui


tal como indica Bougnoux, resultan funda- me dispose au plaisir […] tout en elles
mentales en la estética surrealista, puesto permet de redouter les périls igno-
que determinan los “rencontres improba- minieux de l’amour, tout en elles, en
bles et pourtant nécessaires” (Bougnoux, même temps, me montre l’abîme et me
1974, p. 130). El encuentro con la prosti- donne le vertige, je leur pardonnerai,
tuta renana surge, a todas luces, del azar. c’est súr, tout à l’heure, de me consu-
André Breton, en su L’amour fou, rememo- mer (p. 169).
ra la manera como para la década de 1920
los surrealistas contemplaban el azar, y lo Estas percepciones sobre el sujeto femenino
deęne como “la forme de manifestation de la encaminan, asimismo, una posibilidad poé-
nécessité extérieure qui se fraie un chemin dans tica del personaje urbano que terminará
l’insconsient humain” (Breton, 1992, 690; las desarrollando una explosión de imágenes
cursivas son del texto original). En la medi- en el momento en que el narrador pasa al
da en que el azar conęgura una necesidad frente de una peluquería para mujeres.
interior, que reside en el inconsciente, este La pulsión que surge a partir de la presen-
se activa a partir del deseo, como vimos en cia de la prostituta abarca en su totalidad la
la cita anterior de Gindine. En la medida interioridad del caminante, porque aviva su
en que Aragon está caminando por un pa- imaginación, enardece el corazón amoroso,
saje que dispara la actividad de la imagina- conlleva el placer a raíz de lo maravilloso
ción, esta a su vez produce imágenes forja- y postula la posibilidad de una vida con-
das por el deseo. Se trata de la fusión plena sagrada al azar. La prostituta, además, re-
entre un exterior y un interior, en la medida cuerda los peligros del amor y, por último
en que Aragon propone una mirada que no —pero no único—, es portadora del abismo
solamente transforme el exterior circundan- y produce en sí misma el vértigo. Sin más,
te, sino que el propio ser, su interioridad, la prostituta, en este episodio, se ha conver-
forme parte activa en él. tido en una imagen poética, predominan-
temente controlada por la imaginación, el
Nana, la mujer-esponja-prostituta, hará su deseo y el delirio. Tal como establece Pié-
aparición en el momento en que el campesi- gay-Gros (1994):
no de París nos otorga uno de sus episodios
más líricos y apasionantes de todo el relato: L’image poétique, si elle n’apparaît
la oda a la peluquería femenina, precedida pas dans ce réel abstrait qui juge de
a su vez de la oda a las prostitutas que no l’existence d’une chose à l’aune de la
solamente frecuentan, sino que práctica- perception normative, contrôlée par
mente habitan el pasaje. El objeto de visión la raison, est ce qu’il y a de plus con-
del caminante recae sobre las prostitutas, en cret: elle est le réel en tant qu’il est en-
la medida en que ellas generan en él la no- richi et travaillé par l’Imagination, le
ción de la aventura y del acto imaginativo. désir et le délire (p. 167).
En todos los placeres denominados bajos,
dice Aragon (2007): Desde el comienzo mismo del recuen-
to, se encuentra un ejemplo sobre el

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Camilo Hoyos Gómez

reconocimiento mágico de cualquier evento qui n’est pas la couleur même, mais
o labor cotidiana, tal como lo dice el narra- une sorte d’esprit de couleur, tout ma-
dor reęriéndose al peluquero para muje- rié aux accents de l’amour (Aragon,
res. Aquello que el narrador sustraerá de 2007, p. 171).
una simple actividad de un corte del pelo
rubio (blond) encarna las posibilidades del Ningún otro personaje, además de la mujer
quotidien merveilleux, porque sugieren un en la obra de Aragon, tiene el potencial poé-
encuentro con una imagen poética, en este tico que es trasladado a la boca del narrador
caso llevada a cabo a partir de la famosa fra- para producir, tal como veremos páginas
se de Isidore Ducasse (1997), conde de Lau- después en el café Certa, “una lluvia de
tréamont, presente en su Chants de Maldoror: imágenes” que tienen como única instancia
“Bello […] como el encuentro fortuito, sobre común el blond, pero que a partir de esto
una mesa de disección, de una máquina de transęguran el mundo y lo contiene dentro
coser y de un paraguas!” (p. 227). Lo blond de nuevas categorías. La experiencia sen-
de la cabellera de las damas funciona, pues, sible del objeto conduce necesariamente a
a manera de motor poético que se disper- otro modo de percepción que resulta ęltra-
sa no únicamente a través del pasaje, sino a do a partir del “prisma de la imaginación”
través del recuerdo poético del caminante, (Gindine, 1966, p. 62). Este otro modo de
pues se trata de un “espíritu de un color” percepción solo puede ser concebido en un
que encamina hacia la ensoñación amorosa: espacio en particular: el Pasaje de la Ópe-
ra, que es a su vez un espacio imaginario
Blond comme l’hystérie, blond com- (en cuanto producto de la imaginación, en
me le ciel, blond comme la fatigue, la medida en que se convierte en un santua-
blond comme le baiser. Sur la paleĴe rio poético que encuentra su imagen en el
des blondeurs, je meĴrai l’élégance des texto literario). Tal como establece Marion
automobiles, l’odeur des sainfoins, le Von Rentergheim (1989):
silence des matinées, les perplexités de
l’aĴente, les ravages des frôlements. La traversée de l’imaginaire engendre
Qu’il st blond le bruit de la pluie, qu’il la mise en liberté des sens et du désir le
est blond le chant des miroirs ! Du par- plus primitif: le déroulement des che-
fum des gants au cri de la choueĴe, des velures blondes sous les peignes enviés
baĴements du cœur de l’assassin à la du coiěeur se prolonge en un théâtre
Ěamme-Ěeur des cytises, de la morsure sauvage, la vision cupide et désordon-
à la chanson, que de blondeurs, que de née d’une jungle d’instincts bruts dé-
paupi¸res : blondeur des toits, blon- ployés sans foi ni loi (p. 38).
deur des vents, blondeur des tables,
ou des palmes, il y a des jours entiers Cuando el caminante llega a los “Baños”
de blondeur, des grands magasins de del pasaje, un local que es en realidad un
Blond, des galeries pour le désir, des ar- prostíbulo, contamos ęnalmente con una
senaux de poudre d’orangeade. Blond reĚexión acerca de las distintas maneras
partout: je m’abandonne à ce pitchepin en que la prostituta, en cuanto emblema
des sens, à ce concept de la blondeur de modernidad y de imaginación poética,

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Louis Aragon y el quotidien merveilleux surrealista

incide directamente en la naturaleza huma- a las “fuites posibles, pour masquer à un


na a partir de la voluptuosidad: observateur superęciel les rencontres qui,
derri¸re le bleu du cielpassé des tentures,
On m’accuse assez volontiers d’exalter la étouěeront un grand secret dans un décor
prostitution, et même, caron m’accorde de lieu commun”, de la misma manera que,
certains jours un curieux pouvoir sur una vez termina el encuentro con la mujer
le monde, d’en favoriser les voies. Et dadora de placer inęnito, “un bonheur se
cela ne va pas sans que l’on soupçonne défait, des doigts se délacent, et un pardes-
l’idée qu’au fond je pourrais me faire de sus descend vers le jour anonyme, vers le
l’amour (Aragon, 2007, p. 220). pays de la respectabilité” (Aragon, 2007,
p. 154). De allí, precisamente, que la oda
La aventura que implica visitar a una pros- a la prostituta sea también la acusación de
tituta, “qui est pourtant encore une aven- un mundo burgués que no ha conseguido
ture de moi-même” (Aragon, 2007, p. 220), comprender buenamente las poéticas implí-
es sometida a una defensa clara y contun- citas en la prostitución y las posibilidades
dente. Aquello que encuentra en el burdel de conocimiento que esta implica (Aragon,
o casa de citas implica tanto la libertad per- 2007, p. 221).
sonal como el conocimiento de un mundo:
Tal como venimos estableciendo, es la fa-
Rien ne me sert plus alors de ce langa- cultad de la imaginación la que permite la
ge, de ces connaissances, de ceĴe édu- sucesión e irrupción o eclosión de imáge-
cation même par lesquels on m’apprit nes en el pasaje. No en vano el campesino
à m’exercer au cœur du monde. Mirage de París, durante su travesía por el pasaje,
ou miroir, un grand enchantement luit participa de un diálogo entre el hombre y
dans ceĴe ombre et s’appuie au cham- sus facultades, en el cual la Imaginación to-
branle des ravages dans la pose clas- mará la palabra y, a través suyo, establecerá
sique de la mort qui vient de laisser una de las más grandes defensas de la ges-
tomber son suaire. O mon image d’os, tión de imágenes a partir del pensamien-
me voici: que tout se décompose enęn to surrealista. Una vez entra en escena, la
de dans le palais des illusions et du si- Imaginación se dirige a la Inteligencia, a
lence (Aragon, 2007, pp. 221-222). la Voluntad y al Hombre enunciando que
trae “un stupéęant venu des limites de la
Si la prostituta es el emblema de la interac- conscience, des fronti¸res de l’abîme”. Se
ción sensual entre dos cuerpos, ella misma trata de un producto que “dépasse vos
resulta un método de conocimiento sen- désirs, les suscite, vous fait accéder à des
sible, concreto e imaginativo del mundo. désirs nouveaux, insensés”. Este nuevo pro-
Tal como apunta la anterior cita, es la ne- ducto no es nada más ni nada menos que el
cesidad de un lenguaje sensual únicamente “vicio Surrealismo”:
disfrutado, en su caso, por la visita a aquella
que implica la otredad moral, como lo es la L’emploi déréglé et passionnel du stu-
prostituta. Ya páginas atrás Aragon nos ha- péęant image, ou plutôt de la provo-
bía dicho que la naturaleza del pasaje ayuda cation sans contrôle de l’image pour

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Camilo Hoyos Gómez

elle-même et pour ce qu’elle entraîne e reviens sur mes pas: la lumi¸re à


dans le domaine de la représentation nouveau se décompose à travers le
de perturbations imprévisibles et de prisme de l’imagination, je me resig-
métamorphoses: car chaque image ne à cet univers irisé. Qu’allais-tu fai-
á chaque coup vous force à réviser re, mon ami, aux conęns de la réalité?
l’Univers (Aragon, 2007, p. 190). Voici ton royaume de sal gemme, tes
astéries et tes fameux gisements. Tu
Mediante la aplicación del nuevo vicio, tal sais bien, plaisanterie anodine, que tu
como apunta DecoĴignies (1994), se “pone es l’Aladin du Monde occidental. a-
en práctica la metafísica”: se lleva a cabo mais tu ne sortiras de ceĴe grande ta-
una búsqueda insólita en las zonas mágicas che de couleur que tu traînes au fond
de la ciudad, que, a partir de las ęguras de de tes rétines. Débat ridicule qu’une
lo concreto (es decir, del mundo real), reve- Ěamme dans le feu. Tu ne quiĴeras pas
la el otro lado de la realidad a partir de un ton navire d’illusions, ta villa de pa-
elemento efímero y que se establece bajo las vots au joli toit de plumes. Tes geôliers
coordenadas de lo mágico (p. 100). d’yeux passent et repassent en aiguant
leurs trousseaux de reĚets. C’est en
La utilización “déréglé et passionnel” cami- vain que, creusant depuis vingt-six an-
na de la mano de la noción maldoroniana nées avec un morceau de raison brisée
del encuentro furtivo sobre una mesa de un souterrain qui part de ta paillasse,
disección. No existe tipo alguno de control tu crois aboutir au bord de la mer. Ta
sobre el producto que se genera (es decir, la mémoire ouvre sur une oublieĴe. Là tu
“lluvia de imágenes”), puesto que este, de retrouveras toujours les mêmes désas-
la mano de la imaginación y de la búsqueda, tres de caresses (Aragon, 2007, p. 178).
encuentra su plano poético. Dicha búsque-
da de encuentros (en el sentido maldoro- Esta reĚexión la vemos en el momento en
niano) implica necesariamente la conciencia que el campesino tiene la posibilidad de
de estar habitando un espacio mágico que salir del pasaje descendiendo las escaleras.
se presta a la irrupción de imágenes, de la Situado al frente de estas, que no son más
misma manera que este espacio (el pasaje) que la posibilidad de descender a un mun-
se contrasta con el mundo exterior. Aragon do racional, se reconoce en un espacio fron-
establece en la interioridad del pasaje una terizo, ajeno a cualquier producto subjetivo
metáfora hacia la comprensión del mun- de su propia imaginación. Desde dentro
do: si se camina dentro del pasaje, se está del pasaje, con la mirada hacia el exterior,
viviendo y comprendiendo el mundo a par- prevalece un sentimiento de extrañeza, en
tir de la imaginación y de la poesía, mien- la medida en que allí afuera no coexiste, de
tras que si se camina de nuevo las calles manera alguna, la noción imaginativa del
uera del pasaje, se estaría regresando al nuevo sistema de pensamiento. Ante el im-
mundo de la lógica y de la razón, al mundo perio de la razón no hay posibilidad alguna
cuadriculado que no permitiría de manera de una interioridad imperante, como sí su-
alguna el aĚoramiento de las imágenes pro- cede dentro del pasaje, olvidándose de sa-
venientes del inconsciente: lir a ese otro mundo donde absolutamente

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Louis Aragon y el quotidien merveilleux surrealista

nada contempla en sí mismo el poderío de nom et que M. Oudin vienne en poser


la voz poética. la plaque:

Laberinto de voluptuosidad, el pasaje se


convierte en el habitáculo del caminan-
te surrealista, que ya tan solo puede ver y
comprender gracias a la luz descompuesta
por el prisma de la imaginación (“ amais tu
ne sortiras de ceĴe grande tache de couleur
que tu traînes au fond de tes rétines”: esa
mancha de color es precisamente la imagi-
nación). No hay motivo alguno para salir (Aragon, 2007, pp. 207-208)
del pasaje, para escapar del laberinto como
lo harían muchos otros luego del encuentro En la medida en que el pasaje se convier-
con la prostituta. No hay necesidad alguna te en terreno onírico, la interioridad brota
de salir al otro mundo, al orden plano, lógi- sin remedio alguno: es mediante una inte-
co y racional. Imbuido en un mundo cuyo rioridad, mediante la tache de couleur que tu
conocimiento traspasa invariablemente las traînes au fond de tes retines, que se conoce
profundidades de su propio ser a través el mundo: en vez de funcionar desde fue-
de sus rasgos imaginativos, toda percep- ra, en un intento de reconocimiento lógico y
ción del mundo exterior, entendido ya sea racional, funciona desde la percepción crea-
a través de sus objetos o de sus sujetos, se tiva misma de aquel que adquiere la mirada
permea y legitima a través de su propia in- surrealista.
terioridad, tal como el paysan nos indica en
un momento dado: André Breton, ya en su Š—’ęŽœ˜ȱŽ•ȱœž››ŽŠ-
lismo, había establecido que aún vivíamos
’aime à me laisser traverser par les sobre el reino de la lógica, pero que los pro-
vents et la pluie: le hasard, voilà toute cedimientos lógicos de sus días no se aplica-
mon expérience. Que le monde m’est ban más que a la resolución de problemas de
donné, ce n’est pas mon sentiment. Cet- interés secundario. “Le rationalisme absolu
te marchande de mouchoirs, ce petit qui reste”, apuntó, “ne permet de considé-
sucrier que je vais vous décrire si vous rer que des faits relevant étroitmente de no-
n’êtes pas sages, ce sont des limites inté- tre expérience”. En cambio, la imaginación
rieures de moi-même, des vues idéales se concentra en los elementos inherentes al
que j’ai de mes lois, de mes façons de alma humana, a su percepción del mundo
penser, et je veux bien être pendu si ce y, sobre todo, a su conęguración hacia una
passage est autre chose qu’une métho- experiencia interior:
de pour m’aěranchir de certaines con-
traintes, un moyen d’accéder au-delà Si les profondeurs de notre esprit
de mes forces à une domaine encore in- rec¸lent d’étranges forces capables
terdit. Qu’il prenne enęn son véritable d’augmentercelles de la surface, ou de
luĴer victorieusement contre elles, il y

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Camilo Hoyos Gómez

a tout intérêt à les capter, à les capter “le labyrinthe sans Minotaure” (p. 224).
d’abord, pour les soumeĴre ensuite, Tal como apunta Didier OĴinger en su Sur-
s’il y a lieu, au contrôle de notre raison reálisme et mythologie moderne. Les voies du
(Breton, 1988, p. 316). labyrinthe: D’Ariane à Fantômas, la ęgura del
Minotauro es para el surrealismo el guar-
En esta medida, la percepción de los impul- dián y portador de los secretos del laberinto,
sos poéticos deberán contar con la razón la encarnación de las fortalezas de lo irra-
únicamente para poder ser comprendidas cional; por esto, “est devenu l’embl¸me du
en un orden general en el cual carece un cri- surréalisme, son allié le plus súr dans son
terio lógico, a su vez siendo utilizada para combat contre les exc¸s du rationalisme”
hacer de las imágenes y de la imaginación (OĴinger, 2002, p. 47). Pero comprender el
aquello que la razón poseía exclusivamente: laberinto del Pasaje de la Ópera, en la medi-
la percepción y experiencia del mundo. Tal da en que carece de esta ęgura mitológica,
como explica Piégay-Gros (1997): no signięca de manera alguna que se ex-
cluya, sino que se utiliza por contraste con
La toute puissance de l’imagination, su signięcado clásico. Ya no existe la ęgura
décrétée dans Le Paysan de Paris, ne se fatídica que arremete contra quien está ca-
limite donc pas à une critique forme- minando el laberinto, o que por lo que se
lle de la raison et de la logique: plus creía desde Ovidio aniquilaba, a manera de
radicalement, l’image peut prendre la homenaje, a las vírgenes dadas en sacrięcio.
place du concept et devenir un instru- En cuanto Aragon contempla el laberinto
ment de connaissance. L’image n’est de París sin Minotauro, establece la pér-
donc pas seulement une ęgure poéti- dida de un sentido clásico-mítico, ya que
que, au demeurant au centre de la dé- no se contempla la ęgura del Minotauro
ęnition du surréalisme: outil cognitif, como el guardián temible de un centro. El
elle doit être placée au centre de la dé- centro es accesible a todos, porque no hay
marche épistémologique comme des guardián que lo vigile y cele. Bancquart
enjeux esthétiques du surréalisme. (2004) reconoce el espacio como vacío de
L’image est au cœur d’une esthétique divinidades y, por lo tanto, de juicios mo-
du concret et d’une quête d’un nou- rales: “Un monde sans unité possible ne
veau mode de connaissance (p. 19). connaît pas de désunisseur: sans Dieu, il est
sans diable: sans Minos, il ne combat pas de
*** Minotaure” (pp. 182-183)

En las últimas páginas del texto surge la A través, pues, de los rasgos de la
idea directa del pasaje como laberinto, en imaginación, del deambular a partir del
la medida en que se convierte en un espacio azar y de la reconęguración de elementos
libre de un orden racional y participativo míticos como el laberinto, Aragon establece
del azar y la imaginación. Pero no resulta un “Pasaje de la Ópera onírico”, porque
ser un laberinto en imagen y semejanza al no solamente demuestra los objetos en su
clásico laberinto cretense, puesto que Ara- realidad incipiente y cotidiana, sino que se
gon comprende la ciudad de París como permite asimismo vislumbrar las mismas

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Louis Aragon y el quotidien merveilleux surrealista

interioridades del poeta. En otras palabras, como el gran laboratorio de investigaciones


a través de la ciudad accede a su propio surrealistas, sino que invitó a una nueva
pensamiento y a su nueva manera de comprensión del mundo desligada de las
contemplar el mundo a partir de la mirada: nociones morales y racionales de la época.
Invitó, como siempre lo supo hacer el su-
Le monde moderne est celui qui épou- rrealismo, a una nueva existencia: aquella
se mes mani¸res d’être […] Ce que me en la que la razón perdiera algo de su pro-
traverse est un éclair moi-même. Et tagonismo, cediéndole a la imaginación de
fuit. e ne pourrai négliger, car je suis le los sentidos el papel protagonista. Porque
passage de l’ombre à la lumi¸re, je suis únicamente a partir de la unión de un mi-
du même coup l’occident et l’aurore. crocosmos y de un macrocosmos es que el
e suis une limite, un trait. Que tout se humano, en su dimensión poética y huma-
mêle au vent, voici tous les mots dans na, puede acceder a un nuevo pensamiento
ma bouche. Et ce qui m’entoure est epistemológico.
une ride, l’onde apparente d’un frisson
(Aragon, 2007, p. 225).
ђѓђџђћѐіюѠ
En la irrupción de lo maravilloso en el mun-
do cotidiano, la imaginación cumple con Aragon, L. (1999). Critique du Paysan de Paris
toda la labor de orfebre: será a partir de la (Une acquerie de l’individualisme). Ȃ —ę—’,
imagen proveniente de la interioridad del 68, 74-78.
sujeto que se demostrará cómo lo mara- Aragon, L. (2007). Oeuvres poétiques complètes. I.
villoso reside en una nueva mirada y per- París: Gallimard - Bibliothéque de la Pléiade.
cepción del universo. Siendo El campesino Bancquart, M. C. (2004). Paris des surrealistes. Pa-
de París una obra escrita entre 1924 y 1926, rís: 1ditions de la Diěérence.
resulta una de las más claras apologías no Bougnoux, D. (1974). Aragon, ou le génie d’un
solamente a los sentidos (estandarte del su- lieu. Les Cahiers du Chemin, 22, 124-145.
rrealismo en el momento de comprender la Bougnoux, D. (2007). Notice à Le paysan de Paris.
realidad), sino a la posibilidad de arremeter En L. Aragon. Oeuvres poétiques complètes. I.
contra las categorías opuestas que de algu- París: Gallimard-Bibliothéque de la Pléiade.
na manera no permitieron el pleno conoci- Breton, A. (1988). Œuvres complètes I. París: Galli-
miento del mundo. No hubo mejor manera mard-Biblioth¸que de la Pléiade.
para Aragon de establecerlo que al crear Breton, A. (1992). Œuvres complètes II. París: Ga-
un espacio regentado por la imaginación, llimard-Bibliothéque de la Pléiade.
y que a través de sus creaciones iluminaba DecoĴignies, . (1994). L’invention de la poésie. Bre-
la oscuridad reinante en el interior del su- ton, Aragon, Duchamp. Lille: Presses Univer-
jeto aún perteneciente a un mundo lógico sitaires de Lille.
y racional. A partir de los impulsos del de- Ducasse, I. [Conde de Lautréamont] (1997). Los
seo y de la necesidad, bajo compañía de la cantos de Maldoror. Madrid: Visor.
mujer prostituta que invita al deleite de lo Gindine, Y. (1966). Aragon. Prosateur surréaliste.
efímero y a la sensualidad de la carne, Ara- Gen¸ve: Droz.
gon no solamente exaltó la ciudad de París

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Camilo Hoyos Gómez

Narjoux, C. (2001). Moniche et Éponge: étude Piégay-Gros, N. (1994). Philosophie de l’image.


de deux mots-clefs dans Le Paysan de Paris Recherches Croisées Aragon - Elsa Triolet, 5,
d’Aragon. L’information Grammaticale, 89, 149-168.
7-10. Piégay-Gros, N. (1997). L’esthétique d’Aragon.
OĴinger, D. (2002). Surréalisme et mythologie mo- Li¸ge: Sedes.
derne. Les voies du labyrinthe d’Ariane à Fantô- Rentergheim, M. (1989). Mots de passe et mots
mas. París: Gallimard. de passages. Europe, 717-718, 36-39.

HALLAZGOS / ISSN: 1794-3841 / Año 10, N.° 20 / Bogotá, D. C. / Universidad Santo Tomás / pp. 75-89 89

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