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Asesor
Eduardo Mejía Luna
Universidad de Antioquia
Facultad de Ciencias Sociales y Humanas
Departamento de Psicología
El Carmen de Viboral
2015
1
Contenido
Pág.
Resumen 3
Introducción 4
¿Por qué olvidarlos si ellos nos recuerdan cada día? 4
Planteamiento del problema 7
Marco conceptual 12
Envejecimiento y Vejez 12
Calidad de vida 17
Aproximación histórica al término calidad de vida 18
Objetivos 22
General 22
Específicos 22
Metodología. 24
Diseño Metodológico 24
Conceptualización de las Categorías 24
La Entrevista 37
Construcción y selección del material para la entrevista: 39
Presentación de Resultados. 42
Introducción 42
Categorías Emergentes 43
La espiritualidad y el envejecimiento 43
Resiliencia en la Vejez 43
La muerte y la vejez 44
Análisis de la Información 46
Aspectos Negativos 48
Aspectos Positivos 51
Aspectos Susceptibles en Mejorar la Calidad de Vida del adulto Mayor 56
Estrategias Destinadas a Mejorar la Calidad de Vida de los Adultos Mayores 61
Conclusiones 68
Bibliografía 74
2
Resumen
3
Introducción
Las preguntas iniciales se hacen con cierto temor, pero hay una encantadora
forma de responder que trae silencios, sonrisas y gestos que van convirtiendo la
entrevista en un diálogo ameno, cargado de saber.
No se puede escapar al hecho de estar en el barco mientras son ellos los que
están en el mar, tal vez hundiéndose ante la indiferencia de quienes podrían salvarlos,
cada palabra de reproche, de sentimientos de soledad, de abandono, de sin sentido,
toca el corazón del entrevistador, es muy fácil hablar del abandono, de algún tipo de
violencia contra ellos, del aislamiento, de sus enfermedades, pero tal vez eso se hace
4
de una manera fría, cuanto no se ha tenido un acercamiento a su realidad, la forma
pasiva de sus vivencias a través de lo que está en los libros; por eso cuando se vive
esta experiencia se siente, se vive con ellos sus expresiones de alegría, de enojo y de
tristeza.
Mientras que se espera un futuro maravilloso para los niños, una época de metas
y de proyectos para los jóvenes y una etapa adulta con sueños y deberes cumplidos, la
adultez mayor aparece como una etapa que no debe durar mucho, que si bien da la
satisfacción del deber cumplido, trae sin sabores, duelos, soledad, sentimientos de
tristeza y olvido.
No hay duda alguna a partir de esta experiencia, que la familia juega un papel
fundamental para una vejez exitosa, que los adultos mayores esperan en sus hijos y en
sus nietos el mismo cuidado que ellos profesaron alguna vez, es como una especie de
recompensa por todos los sacrificios realizados, en donde varios de ellos valoran a la
familia por encima del resto de la sociedad y eso les hace incluso olvidar la exclusión ya
que si sus familias están a cargo lo demás no importa mucho.
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Hablar con un adulto mayor es hablar de grandes familias, de casas ancestrales
y de sacrificios constantes, de trabajo, de sudor, de lágrimas y de esfuerzo.
Estar ante un adulto mayor, es estar ante una máquina del tiempo, que nos
muestra a la misma vez el pasado y el futuro, y con maquina nos referimos a su solidez
y fortaleza ya que en el ir y venir tantas veces hay deterioros, más no ha sido destruida,
hay personas que dicen que la verdadera destrucción del ser humano es el olvido,
cómo olvidar los adultos mayores si son ellos los que han construido el camino que
pisamos, los que nos enseñan a enfrentar los problemas que ellos ya enfrentaron, los
que nos dejan vivir la vida que ellos ya vivieron ¿por qué olvidarlos, si ellos nos
recuerdan cada día?
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Planteamiento del problema
7
La primera característica, considera que el envejecimiento no inicia a una edad
cronológicamente igual, sino que varía de un individuo a otro. Por tanto, el clasificar
como vieja a toda persona con más de 65 años es arbitrario, ya que se deben tener en
cuenta otros aspectos como el estado físico, la experiencia e historia personal, el
ambiente familiar y social. (Villanueva Claro, 2009).
Por su parte, Fierro (2002) se refiere al envejecimiento como una etapa en la que
no son tan claros los inicios, es un proceso más imperceptible y dilatado en el que no se
dan tan solo déficits y en el que se conjugan ciertos aspectos psicológicos que hacen
que las personas al igual que en las demás etapas sean cambiantes y flexibles, por lo
cual pueden adaptarse a condiciones nuevas de vida y así dar respuestas positivas a
ella. Por todo lo anterior este autor concluye: “Las personas mayores que siguen siendo
emprendedoras, activas, interesadas por el mundo, por las relaciones y las tareas, por
el sexo, viven más tiempo y más felices, afrontan mejor el paso de los años” (Fierro,
2002, citado en Villanueva Claro, 2009, p. 9).
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Este mismo autor considera que existen diversas maneras de envejecer, entre
estas destaca el “buen envejecer”, cuyas características son: “la capacidad de
comunicación, de amor, de goce, de trabajo, de disposición activa y creativa”
(Villanueva Claro, 2009).
Con los aspectos positivos subrayados por los autores no se desconoce que en
este proceso de envejecimiento se den pérdidas, en especial orgánicas, pues se trata
además de una etapa compleja del desarrollo (Valdés, 2009). Es decir que a medida
que la edad aumenta, las personas comienzan un deterioro generalizado, lo que implica
un comportamiento menos activo, es por esto que con frecuencia se asocia la vejez con
la enfermedad, con el deterioro mental, con la dependencia y la ausencia de
capacidades.
Esto influye en la imagen que se tiene sobre los adultos mayores, la cual está
enmarcada en aspectos negativos relacionados con la pérdida de habilidades,
momentos de soledad y padecimientos orgánicos (Moreno, 2010), de esta manera los
estereotipos que tiene la sociedad hacia la vejez generalmente son negativos e
influyentes en la concepción que tienen los adultos mayores sobre esta etapa del
desarrollo; pues estos clichés negativos son asimilados a través del proceso de
socialización del individuo el cual transcurre en un ambiente sociocultural especifico.
(Fernández Ballesteros, 1992).
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como negativos, esto gracias a los aportes de los autores mencionados, sin embargo,
se toma la importancia de estos factores intervinientes, para explorar estas influencias
desde la concepción del adulto mayor, sus relaciones personales, contextos,
experiencias, emociones y sentimientos.
Dada las diversas circunstancias por las que atraviesa el ser humano, gracias al
contexto especifico en el cual este inmerso, esto que se deja un poco de lado en las
investigaciones o conceptualizaciones de la vejez, comienza a tomar mayor fuerza, ya
que son estas variables las que posibilitan la aparición de procesos distintos del
envejecimiento y de esta manera el aporte desde la psicología se incrementa, ya que el
comportamiento en esta edad varía sustancialmente de un individuo a otro por razones
que deben involucrar tanto lo biológico como lo contextual, las experiencias, los afectos
y las emociones.
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El adulto mayor guarda un mundo de subjetividades que bien podrían aportar
información valiosa a estos estudios, quien mejor para hablar de lo grato y no grato que
trae esta etapa, sino quien la vive, la experimenta, la siente, es así como el presente
estudio valora este cuadro de subjetividad y pretende una elaboración de conocimiento
a partir del discurso personal, de orden particular que trae cada adulto mayor desde su
interior.
Cómo identificar de la mejor manera los cambios del envejecimiento sino a partir
de sus protagonistas, identificar aquello que trae satisfacción y sufrimiento gracias a lo
que ellos podrían expresar a partir de sus relaciones afectivas, de sus gustos
personales, de sus capacidades, habilidades e ilusiones. Estudiar el envejecimiento
desde una herramienta cualitativa de investigación, que involucra la subjetividad ante
temas tan complejos como este, es una oportunidad para hallar puntos de encuentro en
sus discursos, un aporte en términos afectivos, una reflexión en relación al qué hacer
por esta población que se enfrenta con la etapa final del ciclo vital.
Se podría pensar que la calidad de vida abarca una satisfacción general con
respecto a la manera en que sea vivido, a los logros, a un bienestar subjetivo en
relación a cierta tranquilidad, pero también un bienestar de tipo objetivo en relación a
todo lo necesario para vivir en términos tangibles, para esto será necesario realizar una
conceptualización del término “calidad de vida” que permita comprender de qué manera
éste se relaciona con el envejecimiento, qué quiere decir realmente y cómo sería
posible identificarlo.
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El presente estudio aportará elementos que posibiliten propuestas de
intervención, promoción y prevención, relativas a sus condiciones de vida, además de
optimizar las capacidades del ser humano con el fin de contribuir a mejorar los diversos
aspectos de su vida (Rodríguez Uribe, 2010).
Marco conceptual
Envejecimiento y Vejez
12
Así pues, a partir de estos planteamientos el envejecimiento se concibe como un
proceso diferencial y progresivo, puesto que todas las personas envejecen diferente y
subjetivamente.
Precisamente son varias las teorías que han tratado de dar cuenta sobre la vejez
y el envejecimiento, desde la biología, la psicología, la gerontología, la medicina entre
otras. Sin embargo, cada día se genera más y más información, lo que lo convierte en
un fenómeno multifactorial el cual no puede ser explicado en exclusividad por un solo
modelo. Así lo señala Fernández Ballesteros (2004) “ninguna de estas teorías, por
separado, será capaz de explicar adecuadamente el envejecimiento, ya que, los
cambios que el tiempo conlleva en el organismo humano son de todo tipo (bioquímicos,
celulares, sistémicos, intelectuales, afectivos, familiares, laborales, etc.), y las razones
para dichos cambios son múltiples; Por tanto, ninguna teoría biológica, psicológica o
social, en exclusiva, permitirá dar cuenta del producto interactivo y tal vez sinérgico de
tales cambios complejos”(p. 43).
13
Para comenzar, en el diccionario de la Real Academia Española (2001, p. 2299)
se define la palabra viejo como " la persona que cumplió 70 años" pero las cosas no
están tan claras si se concibe la edad como un referente único para determinar si una
persona es vieja o no. Debido a todo esto, Fernández Ballesteros (2000) enfatiza sobre
esto y señala al respecto “la variedad y hasta la indefinición de la mayoría de las
distintas conceptualizaciones de la vejez” (p. 40). Los múltiples cambios que se asocian
a esta edad son de naturaleza biológica, social y psicológica y de esta manera ninguna
disciplina puede dar cuenta en su totalidad de forma aislada.
Lemos (1994) señala que todo hombre por naturaleza es un ser social y ningún
aspecto de éste debe ser considerado por fuera de esta premisa. La sociedad genera
modelos y estándares de vida los cuales obedecen, a su vez, a la organización familiar,
la estructura económica, demográfica y política y a los sistemas de creencias
compartidas (Kalish, 1991).
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Si bien no existe un medio con el cual se pueda medir la felicidad en el adulto
mayor, si es posible a través de su expresión verbal identificarla, a partir de su
experiencia subjetiva, el contexto y las relaciones interpersonales, aspectos que
influyen de manera determinante en la afectividad positiva o negativa de la vejez,
factores incluso más importantes que la edad (Fernández Ballesteros, 1996).
Calidad de vida
17
Desde otros postulados la calidad de vida se asocia generalmente con la
felicidad como fin último de todos los seres humanos (Ximénez Gomez & Moreno
Jiménez, 1996).
18
Lo anterior implicaba el reconocimiento de los derechos humanos, y de esta
manera en los inicios del siglo XIX se le acuñaron nuevas cosas al término calidad de
vida en relación a la participación individual en ámbitos políticos y la libertad de
expresión en línea con las creencias individuales, de esta manera la calidad de vida se
introducía en los ámbitos sociales y políticos. Sin embargo, si bien adquirió el concepto
calidad de vida un reconocimiento político y social, se dejaron de lado aspectos
importantes de orden cualitativo: la satisfacción con la vida y el sentimiento de felicidad
del individuo (Ximénez Gomez & Moreno Jiménez, 1996).
Por su parte Shin y Johnson (1978) plantean una definición que en sus propias
palabras puede ser operativizada, lo que lleva a un estudio de la calidad de vida desde
ambas perspectivas: tanto objetivas como subjetivas, definen entonces las calidad de
vida como: “La posesión de los recursos necesarios para la satisfacción de las
necesidades y deseos individuales, la participación en las actividades que permitan el
desarrollo personal y la comparación satisfactoria con los demás” (Ximénez Gomez &
Moreno Jiménez, 1996).
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y así toma en cuenta aspectos subjetivos, los cuales se centran fundamentalmente en
las emociones, los pensamientos, la concepción y percepción de la manera en que se
vive de acuerdo a los sentimientos de bienestar y satisfacción con la vida (Ximénez
Gomez & Moreno Jiménez, 1996).
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esto es un proceso normal y no un signo de enfermedad; las fisiológicas están
relacionadas con los cambios en las funciones corporales y bioquímicas, las cuales
están directamente vinculadas a las transformaciones que ocurren en el cuerpo. Los
cambios psicológicos se producen cuando el envejecimiento obliga a adaptarse a
nuevas situaciones de la vida diaria, precisamente la presente investigación está
enmarcada en la función de la psicología, para este caso centrada en identificar los
determinantes que llevan a las personas a su concepción de la calidad de vida.
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también se podría dar el caso de anhelar bienes o recursos de orden material y no
sentirse satisfechos con sus vidas.
Objetivos
General
Específicos
Identificar los aspectos que puedan ser susceptibles a mejorar la calidad de vida
del adulto mayor.
22
23
Metodología.
Diseño metodológico
Nivel: Exploratorio-descriptivo
Familiar
Social
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Teniendo en cuenta la psicología social, en diversas teorías e investigaciones, se
avanza en conocimientos sobre las creencias socialmente compartidas en torno a la
vejez a partir de un mundo simbólico que se imprime en el psiquismo a muy temprana
edad, lo que ha generado grandes debates (Monchietti & Sánchez, 2008).
En esta línea se encuentran las representaciones sociales, sobre las cuales dice
Moscovici (1979) son un conjunto de creencias, valoraciones y actitudes que se van
articulando en la interacción discursiva del día a día lo que las hace un saber común.
Esta articulación cotidiana le da a las representaciones sociales solidez pero en algunos
aspectos esta solidez se exagera, lo que puede traer inconvenientes en cuanto a la
rigidez de ciertas creencias (Monchietti & Sánchez, 2008).
Arrugas, canas, caminan lento, encorvadas, con lunares, con verrugas, con
ojeras, son frágiles, utilizan bastón, tiene problemas visuales y son desdentados. Solo
una persona hizo referencia a la sabiduría y la experiencia de los adultos mayores y su
capacidad para dar consejos (Monchietti & Sánchez, 2008).
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de la imagen del adulto mayor, sin conocimientos profundos de esta etapa del
desarrollo (Monchietti & Sánchez, 2008).
Retomado asi como estas creencias se vuelven tan rigidas, es posible
comprender cómo a partir de la imagen del deterioro fisico del adulto mayor, se le
atrubuyen también deterioros de tipo subjetivo o aspectos negativos sin tener mayor
conocimiento sobre estos aspectos.
En el mundo actual se sigue valorando la vejez como un éxito por sobrevivir por
tanto tiempo, pero existe una imposibilidad de valorar al adulto mayor por su condición
de longevo, de debil y de persona insuficiente ante las exigencias sociales (Robles
Silva, 2006).
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Esta paradoja se puede comprender en la actualidad con los conceptos de
dependencia e independencia asociados a la funcionalidad y aportes a la sociedad
(Robles Silva, 2006).
La dependencia habla de un adulto mayor insuficiente, incapaz de valerse por si
mismo en cuanto a su propio cuidado, satisfacción de sus necesidades y por esto debe
depender de otros, no llevan por tanto una vida autónoma a causa de una enfermedad
o declinación propia de la edad que abarca un declive funcional, cognitivo, social y
económico (Robles Silva, 2006).
Trabajo
28
Ser eficaz es la forma como el sujeto actúa mediante un sentimiento de utilidad y
productividad, los cuales refuerzan la confianza en sí mismo, es así como la creatividad,
la curiosidad y la capacidad no declinan necesariamente con la edad. Lo más
importante es saber que la mayoría de las personas en ausencia de enfermedades o de
problemas sociales graves pueden permanecer productivas o activas casi toda la vida.
Bandura (1982, 1986) define la Autoeficacia como: “los juicios de cada individuo
sobre sus capacidades, en base a los cuales organizará y ejecutará sus actos de modo
que le permitan alcanzar el rendimiento deseado” de esta manera lo que es importante
resaltar es que lo significativo no son los recursos con los que se cuenta, sino la forma
en que cada sujeto puede disponer de ellos. De esta manera y según la teoría expuesta
por este autor, se podría pensar que por más que una persona conozca la técnica no
siempre podrá obtener un desempeño óptimo, puesto que cualquier tarea requiere de
ciertas habilidades y elementos necesarios; aunque también puede suceder lo inverso.
De esta manera el sujeto se enfrenta a una doble condición, puesto que por un lado se
requiere de la existencia de habilidades, pero también de la creencia que lo lleva a
pensar que dispone de la eficacia necesaria para utilizarlas.
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En el proceso de envejecimiento es común que las personas tiendan a una alta o
baja autoeficacia, dependiendo de la confianza, la fe o la seguridad que tenga de sí
mismo y frente a los demás; ya que en ciertas etapas de la vida como lo es en la
madurez y la vejez son más notorias las perdidas físicas o fisiológicas que las
enmarcan como personas incapaces e inútiles, sin tener en cuenta otros aspectos como
lo son la experiencia, la responsabilidad, las habilidades, las destreza, las actitudes
entre otras. Estos aspectos conllevan a que la persona que envejece se auto-perciba de
manera positiva o negativa, dependiendo de la imagen que construya de sí mismo.
Autosatisfacción
Desde hace mucho tiempo surgió un gran interés por estudiar los factores que
intervienen en el bienestar y en la visión de una vida saludable. No obstante la aparición
del concepto como tal y la evaluación sistemática de la misma es más reciente. A
finales de los años 50 y a principio de los 60, aumenta la búsqueda por indagar sobre el
bienestar humano y por conocer las consecuencias de la industrialización, de allí
entonces surge la necesidad de medir el bienestar por medio de indicadores sociales y
estadísticos los cuales pudiesen permitir medir los acontecimientos que se vinculan a
este (Gómez - Vela, 2001).
30
El concepto de autosatisfacción hace parte de un tema más amplio, el de la
calidad de vida, en este se incluyen también otros aspectos como lo son las
competencias comportamentales, las condiciones objetivas del ambiente externo. Para
Lawton (1991) la autosatisfacción personal refleja una evaluación compleja de diversos
factores, en los cuales se confrontan las expectativas personales y psicológicas frente
al ambiente físico y social que proporciona el entorno.
31
Veehofen (1984) define la satisfacción personal como el grado en que un sujeto
juzga de forma favorable la calidad de su vida como un todo, esto a partir de aspectos
cognoscitivos y afectivos. Para esta autora al igual que para Andrews y Whitney (1976)
la satisfacción es el componente cognoscitivo, el cual funciona como un indicador del
desacuerdo que percibe el sujeto entre su nivel de aspiración y sus posibilidades de
realización. Por otro lado el componente afectivo hace referencia al placer que se
experimenta por medio de sentimientos, emociones y estados de humor. De esta forma
se relaciona con la satisfacción, pero es importante destacar que no es idéntica a ésta.
Para Diener (1984), el concepto de satisfacción personal está ligado a tres significados
fundamentales: Virtud, satisfacción con la vida y afectos positivos.
Recreación
32
La recreación hace parte fundamental de todo ser humano, especialmente en los
adultos mayores que atraviesan etapas de cambios significativos y esta puede aportar
no solo para el beneficio físico sino también para el mejoramiento en su calidad de vida.
Inserción social.
Adaptación al cambio.
Salud
Para ello desde los sistemas de salud se han planteado diversos programas de
Promoción y Prevención que deberían iniciarse desde mucho antes de comenzar esta
etapa, puesto que ayudan a minimizar el riesgo de enfermedades y potencializan la
salud por medio de un estilo de vida saludable.
Estos autores citan a Rowe y Kahn, 1987 y a Luszcz, 1999 para proponer 4 tipos
de envejecimiento desde el aspecto biológico siendo estos:
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Envejecimiento secundario o patológico: caracterizado por la presencia de
enfermedades y un deterioro en los procesos cognitivos. (alzheimer, demencias,
deterioro neurovascular.)
Sexualidad
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antes las caricias y el contacto físico, también esta situación puede deberse a
enfermedades propias de la edad o efectos secundarios de algunos medicamentos.
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mucho más fuerte que implica compromiso y donación, que va mucho más allá de una
complacencia momentánea, para abarcar una especie de renuncia a sí mismo y
ofrendarse al otro, es un encuentro sexual trascendente, es decir, no es sólo el coito,
sino una relación interpersonal realmente significativa que privilegia el amor.
La Entrevista
37
De esta manera, la “entrevista” posibilita el acercamiento a las experiencias
individuales de las personas, a partir de las cuales se construye conocimiento acorde
con los parámetros de la investigación, es decir, con lo que se desea saber. Es así
como esta investigación no tiene pretensiones probabilísticas de los resultados, ni la
inclusión de grandes poblaciones, ya que busca encontrar el sentido de determinada
circunstancia en términos del significado que cada ser humano le otorgue a la realidad
(Hernández Sampieri, Fernández Collado, & Baptista Lucio, 2006).
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Es una herramienta investigativa apropiada para ahondar en temas referidos a la
subjetividad en las experiencias de los sujetos. Permite además, una aproximación a
los afectos y sensibilidad de los participantes, lo que posibilita una emergencia de datos
confiables y reales, también se involucra la agudeza y sagacidad del entrevistador para
ahondar en puntos de interés en cuanto a la información requerida (Callejo Gallego,
2002).
Es importante preparar una entrevista detallada que sirva como guía con
preguntas clave para cubrir los aspectos más importantes de cada categoría, sin
embargo, esto debe manejarse con cierta flexibilidad ya que al ser una entrevista semi-
estructurada, en el transcurso de la misma se podrán obviar o incluir interrogantes en
favor de la información, además, una entrevista sumamente rígida podría intimidar a los
participantes y traer inconvenientes en la emergencia de experiencias importantes para
la recolección de los datos (Banister, 2004).
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Es recomendable en la práctica de investigación asegurar que la información se
conserve de manera anónima; para el presente estudio, dicha información será
recolectada por medio de una grabadora de voz y luego transcrita a partir de los
apartados más significativos para cada categoría de análisis, con el fin de tenerla como
registro al momento de analizar la información para la construcción de los textos
conclusivos (Banister, 2004).
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Sintetizar los datos (reducción de la información): Ésta reducción se hará con un juicio
de valor de cada categoría, necesario para la elaboración de los resultados, en donde
se precisarán puntos de encuentro a partir de los relatos, aquello que hace posible la
identificación de la calidad de vida en el adulto mayor.
41
Presentación de Resultados.
Introducción
Como segunda medida se elabora un texto con las conclusiones del estudio en
relación al planteamiento sobre la calidad de vida en el adulto mayor según lo
encontrado.
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Categorías Emergentes
La espiritualidad y el envejecimiento
Resiliencia en la Vejez
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vida, las actitudes resilientes son de gran ayuda frente a sucesos adversos y
problemáticas propias del envejecimiento, estos factores pueden ser de orden personal
o social y abarcan en el ser humano múltiples dimensiones, por lo cual su manifestación
se da de varias formas según los pensamientos y sentimientos de cada persona
(Cárdenas Jiménez & López Díaz, 2011).
La muerte y la vejez
44
Lo anterior podría deberse a una de las condiciones para aceptar la muerte, la
cual consiste en amistarse con lo vivido, aceptarlo, perdonar y amar la historia
personal, de esta manera es posible una separación sana de la vida, lo que posibilita no
pensar en lo que ya no puede ser cambiado, o en lo que ya no puede ser vivido, el
adulto mayor enfrentara así su mayor pérdida: “la muerte” (Herrera P., 2010).
45
Análisis de la Información
Se plantearon así, aspectos importantes como por ejemplo que la vejez no inicia
a una edad cronológicamente específica sino que parte del estado de salud y actitud de
cada persona; también se mencionó como se le da gran valor a la belleza, juventud y
dinero dejando de lado al adulto mayor; de igual manera se destacó cómo el buen
envejecer se logra a partir de un acompañamiento que tenga como base la buena
comunicación, el amor, el trabajo y otras actividades según gustos personales.
Por último se destacó como a partir del término envejecimiento es posible unificar
a todos los seres humanos, ya que se envejece desde el mismo momento del
nacimiento, es un proceso continuo del que nadie puede escapar.
46
Así las cosas, en cuanto a la percepción de la calidad de vida de cada sujeto se
encontró en la búsqueda documental con tres aspectos relevantes al momento de
identificarla, como son: la subjetividad que tiene que ver específicamente con la
percepción individual; la diversidad y complejidad en cuanto a las actividades y
dinamismos de las persona en diferentes contextos; y por último los aspectos negativos
relacionados con la enfermedad y las dificultades a nivel particular.
Fue posible identificar en los relatos y expresiones de los adultos mayores cierta
satisfacción con sus vidas, como también ciertas expresiones que planteaban todo lo
contrario, es decir, poca satisfacción y algunos sentimientos de tristeza; esto podría
deberse a particularidades importantes de resaltar en su vidas y sus relaciones con el
otro, para esto se plantearan aquellos aspectos que influyen negativamente en su
calidad de vida y posteriormente se hablará de los aspectos positivos.
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Aspectos Negativos
En cuanto a las relaciones familiares se destaca cierto abandono por parte de los
nietos para con sus abuelos lo que encontramos en las siguientes frases: “Mis nietos no
me hacen caso y están muy groseros”; “Con unos es muy buena la relación, ellos
vienen y nos visitan y nos quieren mucho, con otros no tanto porque son sardinos y se
mantienen callejeando”; “Los nietos casi no vienen, porque estudian y esas cosas”.
Frente al ámbito social, se evidenció una creencia negativa que tiene el adulto
mayor acerca de lo que piensan los niños, jóvenes y adultos de ellos, en donde se
conciben como personas poco productivas, que no están en las condiciones para
realizar ciertas actividades y que no están acordes con las necesidades del mundo
actual cambiante y dinámico, encontrando expresiones como: “Uno ya dizque es un
viejo, que entonces que tenga cuidado, que no haga esto, que no haga lo otro”; “Los
demás piensan que ya no servimos para nada”; “La gente piensa que es más difícil
hacer las cosas, que nos mantenemos enfermos o cosas así”; “Que somos cansones y
cantaletosos, piensan que, que pereza tantos viejitos, porque ya no corremos, ya no
pasamos bueno y nos mantenemos durmiendo”; “Nos miran como una persona que ya
no puede, que no es útil y lo tratan de alejar a uno”; “Que somos cansones, que
estamos viejos, que ya no servimos para nada”.
48
Vemos entonces, como coincide lo encontrado teóricamente con este trabajo de
campo al asociar la vejez con declive, carencia de propósitos y proyectos de vida,
tienen por tanto una representación social negativa, no evidenciada desde los niños,
jóvenes y adultos, sino desde lo que ellos mismos piensan en relación, posiblemente a
la forma en que los ha tratado la sociedad.
49
Siguiendo con estas variables relevantes, es necesario hablar de la salud y con
ella de la presencia de enfermedades y deterioros físicos propios del envejecimiento, de
esta manera se encuentran automedicaciones constantes para dolores comunes
(cabeza y espalda) en la mayoría de los casos, además de culpar a lo vivido de este
desgaste físico, de las preocupaciones por los hijos, de la crianza, de la vida
matrimonial y el trabajo: “Uno ya no tiene las mismas fuerzas”; “A veces por mi
condición de enferma me siento triste”; “Soy diabética y también necesito oxigeno por
las noches”; “Los achaques no faltan y uno también se enferma”; “Yo sufro de
hipertensión y de los triglicéridos altos, me operaron de un tumor en la tiroides y me
sacaron un riñón”; “Hace poco me operaron de la próstata y si me vi como mal, pero ya
estoy bien”.
50
que han muerto, mi hijo y mi esposo”; “Me siento sola porque me hace falta mi esposo”;
“Lo que uno tuvo no fueron solo hijos, también hacen falta mi familia”; “la vida a uno le
va quitando más de lo que da, sobre todo las personas que uno quiere”.
Aspectos positivos
Por tanto, aquellos sujetos a quienes la familia provee tanto amorosa como
económicamente de todo lo necesario para vivir, manifiestan en sus relatos cierta
satisfacción con lo vivido, una especie de logros en los cuales ha valido la pena el
sacrificio y una recompensa por la crianza dada. Como si ellos realmente fuesen
merecedores de todo lo que su familia hace por ellos, se puede plantear una vejez
exitosa a partir de las relaciones familiares: “Somos muy unidos y tratamos de pasar
mucho tiempo juntos”; “La relación con mis nietos esa si es mejor, tengo una nieta que
quiero mucho, ella vive pendiente de mí”; “La relación con mis hijos es muy buena,
sobre todo con los que viven conmigo”; “Sí, yo vivo alegre, con mi esposa, mis hijos y
mis nietos”; “Cuando los nietos vienen les gusta conversar con el abuelo”;
51
“Compartimos mucho en familia”; “Yo me siento importante y si siento que ellos me
quieren”; “Tengo más de lo que necesito, gracias a mis hijos”; “Yo si me siento amada
por mi familia”.
52
antojo sin la necesidad de solicitarlo, como una especie de pensión también otorgada
por los hijos.
53
Con lo anterior se puede decir, que la posesión de recursos para la satisfacción
de las necesidades y deseos individuales está acorde con una buena calidad de vida.
54
puede quedar quieto porque se enferma más”; “Me gusta jugar billar, y estar pues con
algunos amigos del barrio”; Eso a uno le ayuda con el ánimo, eso a uno lo hace como
pensar en otras cosas, no estar como aburrido sin hacer nada en la casa”; “Pues a mí
me gusta mucho montar bicicleta, me gusta también caminar y soy muy activo” “Estar
activo le ayuda a uno a estar aliviado”.
55
Lo anteriormente expuesto reafirma que en la vejez se dan tanto perdidas como
ganancias, perdidas en relación a los seres queridos, a las facultades físicas para
realizar diversas actividades, perdida de energía e interés y ganancias a nivel de lo
vivido, el deber cumplido, experiencia y sabiduría.
Se podría concluir entonces con que las pérdidas se dan en un plano objetivo,
mientras las ganancias se dan en un plano subjetivo y teniendo en cuenta que la
calidad de vida abarca en el ser humano una pluralidad de significados particulares, en
relación a una percepción netamente personal, un adulto mayor podría sentir que su
calidad de vida es buena si prioriza la salud y no la posesión de bienes, la posesión de
bienes y no la familia, los logros obtenidos y no lo que falta por vivir, o al contrario, es
decir, si bien hay factores que influyen en un envejecimiento exitoso, este solo será
percibido así por el adulto mayor a partir de lo deseado para su vida.
Se han evidenciado a partir del relato de los adultos mayores aspectos negativos
en esta etapa, sin embargo, susceptibles de cambio para contribuir con la calidad de
vida de esta población, se presenta por tanto, la demanda de un acompañamiento tanto
físico en relación a la atención en temas de salud, necesidades básicas de vivienda,
alimentación y satisfacción de deseos particulares, como también a nivel afectivo en
relación a la manifestación de cariño, acompañamiento, diálogos y preocupación por el
adulto mayor en todos los ámbitos.
56
Es fundamental la inclusión de la familia en estos procesos de acompañamiento
al adulto mayor, en donde estos sientan que no son una carga para ellos, un cambio en
el trato por parte de los nietos por ejemplo, en donde se priorice el respeto y la
atención, en relación a valorar lo que estas personas tienen que decir, sus
correcciones, sus sentimientos; acciones tan simples como una visita frecuente por
parte de los hijos, los nietos u otros familiares, generar sentimientos de unidad para que
el adulto mayor sienta que pertenece y que es parte importante de sus familias.
Expresiones como: “Mis nietos no me hacen caso y están muy groseros” implican
una intervención de los padres para con sus hijos en la manera en que tratan a sus
abuelos, ya que estas situaciones acrecientan la concepción negativa que estos adultos
mayores creen que tienen los más jóvenes sobre ellos. También manifestaciones
como: “casi no me visitan” apoya lo dicho anteriormente en relación a las señales de
cariño y de importancia para con ellos. Estos aspectos ayudan a mejorar la calidad de
vida del adulto mayor, y hay cierta viabilidad en su ejecución, ya que parten de
demostraciones de afecto y compañía que pueden darse a partir de espacios de
reflexión y sensibilización.
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familia”, ésta por tanto, debe ser proveedora de seguridad en todos los ámbitos de la
adultez mayor, algo que se debe tener en cuenta en aquellas condiciones susceptibles
de mejorar la calidad de vida de esta población.
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Lo anterior no involucra emociones positivas sólo a partir de compañía, sino
también de actividades, recreación, esparcimiento y satisfacción de deseos por parte de
los seres queridos, algo que ya se ha planteado, pero que bien vale la pena retomar a
partir de lo que ellos mismos manifiestan en sus discursos: “Cuando uno se distrae eso
a uno le hace bien”; “Con la familia nos distraemos en fechas especiales y pasamos
bueno”; “A mí me gusta mucho montar bicicleta”, no sólo hacer parte de sus vidas en
fechas importantes, sino todo el tiempo, además de incentivarlos en actividades que les
gusten y que tal vez tengan en común con algún miembro de la familia.
El aporte desde esta perspectiva para mejorar la calidad de vida del adulto
mayor, se encuentra en valorar esa experiencia de vida, esa sabiduría, algo que podría
realizarse por medio de la escucha, aspecto valorado por estas personas, reconocer las
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vivencias y en ellas la oportunidad de encontrar un consejo, aquel consejo que se
busca en los iguales en relación a la edad por ejemplo, quienes pasan por las mismas
dificultades y quizá cometiendo los mismos errores, sin la capacidad para orientar la
toma de decisiones. Ayuda que sin lugar a dudas se encuentra en los adultos mayores
ya que han experimentado en carne propia las causas y consecuencias de sus actos,
han pasado por un sinnúmero de situaciones, las cuales ahora en esta edad adulta
mayor pueden discernir, lo que les otorga la capacidad de aconsejar, de guiar y de
orientar las confusiones y percances de los más jóvenes; quien ha llegado a una edad
avanzada y se llama adulto mayor es una persona que ha sobrepasado miles de
obstáculos, algo que no debe considerarse como declive o inutilidad, qué prueba puede
existir más fuerte de valentía y de osadía que la de vivir por tanto tiempo y de
sobreponerse a las adversidades que trae esta etapa, si aquellas poblaciones que no
pertenecen a la vejez, reflexionaran sobre estos aspectos, el adulto mayor podría
cobrar su valor y las demás personas se inclinarían por el respeto que merece el
envejecimiento.
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Oportunidades de trabajo o actividades de acuerdo a sus posibilidades, de
sentirse productivos, incluidos, también sería una manera de aportar a mejorar la
calidad de vida del adulto mayor, brindarles además espacios de ocio y esparcimiento,
de la misma manera en que se diseñan espacios para los niños, jóvenes y adultos,
lugares acordes con sus capacidades, con sus gustos, con sus necesidades.
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Una estrategia pensada en mejorar las relaciones familiares, en relación a la
sensibilización sobre los cambios y necesidades del adulto mayor, lo que podría
realizarse desde organizaciones de salud, mediante la base de datos de sus usuarios.
Esta alternativa contribuiría a una mejor calidad de vida para el adulto mayor, ya que
retomando lo planteado en este estudio, con el acompañamiento de sus familiares el
adulto mayor siente que estos se preocupan por su bienestar y trabajan para ello, lo
que conlleva a un envejecimiento satisfactorio (Serrano, 2013) de esta manera no solo
se aporta a un buen envejecer, sino también, a que las entidades prestadoras de los
servicios en salud, podrían contar con la participación en los tratamientos y en muchas
ciscunstancias hospitalaras de los familiares de estas personas. Además de lo anterior,
es necesario plantear que si bien el adulto mayor necesita de sus familias, los
cuidadores son también importantes, ya que ellos también tienen necesidades
especificas de acompañamiento e información sobre muchas de las problemáticas y
cambios de los adultos mayores. Estos encuentros se podrían pensar grupales, para
un compartir de experiencias y aportes de acuerdo a las diferentes vivencias de las
familias.
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ya que la enfermeria busca en esencia la salud y el bienestar de las personas a cargo,
quienes además instauran con el paciente un proceso significativo, llamado incluso
terapéutico que tiene implicaciones también en quien brinda el servicio (Ortiz Arriagada
& Castro Salas, 2009).
Encuentros Intergeneracionales
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Retomando los planteamientos de Fernández Ballesteros, (1996) en relación a
que las vivencias de un joven y un adulto mayor, se pueden experimentar
emocionalmente con gran fuerza, es posible pensar en encuentros de intercambios
culturales y artisticos, que contagie a las poblaciones más jovenes de esa madurez
afectiva que posee la vejez y que contagie al adulto mayor de esa alegría y energía que
viene de la juventud.
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Atención Psicológica
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Conclusiones
Para sobrellevar esta vida hostil se propone una especie de alivios o atenuantes
que permitan soportarla, se pensaría que la vejez es una época de tranquilidad, en
donde se mira atrás y se contemplan esa serie de bálsamos a los cuales el sujeto
recurrió para mitigar las dificultades, sin embargo, ni siquiera esta parte de la vida se
escapa del sufrimiento, ni mucho menos de la búsqueda de consuelos para soportar la
existencia.
Estos calmantes en esta etapa de la vida, tal como plantea Freud en su escrito,
se dan de varias clases, aquellos que hacen ver pequeña la miseria humana,
satisfacciones sustitutivas y calmantes narcóticos que producen insensibilidad ante el
malestar.
Llevando esto a la adultez mayor, vemos entonces como se dan calmantes para
aminorar la miseria, en tanto la vejez busca encontrar aquellos logros de toda una vida
en relación al deber cumplido, con los hijos, los nietos, los bienes materiales y el
trabajo, como garantes de una vida completa, en muchos casos para disminuir la
sensación de no haber hecho nada por los deseos personales, las metas y sueños que
se tejieron alguna vez, como una especie de suplencia de esas necesidades
particulares que se vieron opacadas por responsabilidades tempranas.
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Hay una necesidad del adulto mayor de recurrir a los calmantes apoyados por la
medicina, para evadir el síntoma que ha manifestado su cuerpo por ese largo camino
de batallas, donde su armadura ha sido deteriorada y ya solo quedan los rezagos de lo
que alguna vez fue un cuerpo vital y luchador, ahora lleno de cansancio y congoja.
Freud en sus aseveraciones plantea la religión como un soporte que puede dar
respuesta a la finalidad de la vida, lo que podría explicar porque en las Iglesias nunca
falta un adulto mayor, tal vez ellos también busquen esa respuesta y su creencia sea
una fuente de regocijo, ante la imposibilidad de un descanso total mientras se vive, ya
que ni siquiera es posible obtenerlo en la adultez mayor, la cual en contravía de las
posibles creencias sociales, no es un estado de reposo, pues hay exigencias reales y
sufrimientos que hacen de esta etapa del desarrollo una instancia que no escapa del
sufrimiento que implica la vida misma.
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Podría explicarse así, como una vida llena de esos logros y deberes cumplidos
no proporciona al adulto mayor sensaciones positivas, lo que se evidencia en sus
discursos con palabras de desconsuelo, de malestar, de tristeza, ya que si bien hay
todo un camino recorrido, el mundo actual debe proveerlos de ese “tibio bienestar” del
que Freud nos habla.
“En cambio, nos es menos difícil experimentar la desgracia” nos dice Freud,
desgracias manifestadas en el cuerpo con el declive y el deterioro, con el sufrimiento y
la angustia.
Acorde con lo anterior podría explicarse como el mismo adulto mayor se protege
alejándose de ese mundo, encerrándose en su existencia de cuatro paredes,
escapando del sufrimiento, pensándose feliz por haber sobrevivido y evitando el logro
del placer en su vida actual.
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exterior lo que priva al sujeto de esta, causa un intenso sufrimiento, por lo que este
aislamiento viene cargado de dolor, de enojo y de insatisfacción de una necesidad
fundamental del ser humano: la interacción social.
En esta interacción se resalta la familia como fuente de satisfacción personal, el
amor como dice Freud, “se hace centro de todas las cosas”, dando al sujeto la
sensación de bienestar al poder amar y ser amado. Esto explicaría como se
observaron más activos, participativos y alegres, aquellos adultos mayores cuyas
familias se mostraban interesadas y atentas para con ellos, también los que aún
convivían con sus parejas y por el contrario como aquellos en donde la familia se
notaba dispersa y despreocupada había cierto tono negativo, seriedad y enojo con la
vida.
Freud nos dice como el ser humano experimenta la infelicidad de forma tan
fuerte cuando se pierden los objetos amados, lo que se encontró en los relatos de los
adultos mayores, al no hablar solo de sus hijos y esposos, sino también de sus padres y
hermanos, lo que sin duda nuevamente, habla de una época de sus vidas que trae un
profundo dolor.
Lo anterior no quiere decir que sea inútil buscar la felicidad, ya que cada uno
debe buscar formas de satisfacción y bienestar, sobre lo que se fundamenta la vida
misma y su propósito, los caminos para lograrlo siempre se verán influenciados por
múltiples aspectos, en donde se resalta uno en particular y es la constitución psíquica
del sujeto, en donde solo él podrá identificar aquello que le proporcione felicidad, que le
haga sentirse bien con sí mismo, aquello que lo provea de bienestar. La adultez mayor,
seguirá siendo una etapa en donde se busque la felicidad o se hable de ella falsamente
en relación a lo vivido, y si tal vez se pierden las esperanzas de alcanzarla se pensara
en la muerte como única opción de descanso y felicidad o en la psicosis como el mejor
escape a la realidad.
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emprenderá esa desesperada tentativa de rebelión que es la psicosis. Sigmund
Freud (El Malestar en la Cultura)
Lo anterior es posible, pero Freud en “El Malestar en la Cultura” nos hace esta
pregunta ¿De qué nos sirve, por fin, una larga vida si es tan miserable, tan pobre en
alegrías y rica en sufrimientos, que sólo podemos saludar a la muerte como feliz
liberación?
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Es necesario que el adulto mayor sea consumido de amor, disfrutado,
aprovechado por sus cercanos y por la sociedad en general, para lograr en su ser una
sensación de felicidad interior, una “tibia sensación de felicidad”.
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