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Folleto N° 01

ASIGNATURA: ARTE, MUSICA Y TEATRAL


DOCENTE: MILTON ELAR MENDIETA CALLIRGOS

ARTE SOCIEDAD
El Arte se relaciona con la sociedad en cuanto la observa, analiza y construye para ella unos lenguajes que
la muestran en sus aspectos constitutivos relevantes incorporando en este quehacer necesidades funcionales:
arquitectura, objetualizada de uso, relaciones con el espacio habitado amalgamables y relacionadas con quienes
lo habitan. El trabajo de los artistas en suma ha construido cosmogonías colectivas e individuales que con el
correr del tiempo, la información y opciones culturales han trasuntado en obras artísticas
ECONOMÍA: RELACIÓN CON LA MÚSICA

La economía desde un enfoque conceptual de la teoría macroeconómica tiene como responsabilidad social
estudiar el funcionamiento de la producción, distribución y consumo de bienes y servicios en la sociedad. La
música vista como mercancía, dadas las condiciones teóricas clásicas y marxistas adquiere relevancia después
del auge de sus industrias. Compañías disqueras, derechos de autoría y conciertos masivos muy compactos y
algunos muy abiertos son componentes de este gran negocio.
La intención de obtener ganancias mediante la música requiere de un marco legal que regule su mercado; la
empresa de la música se apoya legalmente en los derechos de autor, ya que sólo así sus productores y
distribuidores están en condiciones de reclamar ganancias dada la dinámica económica en la que vive el planeta
que es el modo de producción capitalista.
Por lo tanto, la industria de la música funciona como cualquier otra industria ya que sus ejecutantes y
trabajadores no son vistos como creadores ni artistas sino como emprendedores e incluso como empleados en
un contexto de subordinación dentro del esquema vertical y corporativo de las grandes compañías disqueras.
Debemos poner sobre la mesa de la discusión la naturaleza impredecible del comportamiento del consumidor
en el gran mercado de los commodities culturales, especialmente en productos como canciones, libros, películas
e imágenes, mercancías a final de cuentas.
Esta actitud imprescindible es una muestra cabal de que el comportamiento del consumidor y en ocasiones del
productor son desviados del supuesto neoclásico de la teoría económica que dice que el “Homo Economicus”
sólo prioriza a razón personal elementos por su propio bienestar económico dejando a un lado los espacios que
el hombre necesita para la recreación mental y emocional.
El reto para la mayoría de los economistas de la música es consolidar un mercado musical que cause volver de
manera más pronunciada predecible el comportamiento y hasta el gusto del consumidor de música.
Existen tres estrategias popularizadas entre las grandes corporaciones disqueras para hacer ese mercado, donde
la primera es hacer una promoción de un elevado número de grabaciones esperando que una mínima
proporción de estas se vuelvan exitosas y compensen las pérdidas ocasionadas por los rotundos fracasos
musicales.

La segunda es la de implementar técnicas de acopio de datos que arrojen postas sobre el comportamiento del
consumidor, estas formas de investigación de mercado siempre las aplican empresas dedicadas a eso. Los
resultados arrojados en esas pruebas tienen como objetivo llenar las listas de popularidad mostradas en la radio,
televisión e internet.

Finalmente la tercera corresponde a influir en las decisiones de los consumidores, esto ocurre cuando las
compañías disqueras identifican mercados “meta” o también llamados “De tamaños elevados” y figuras
emblemáticas dentro de esos mercados; estas estrategias se fijan para tener como meta desde conseguir a un
músico famoso como portavoz de la compañía hasta practicar marketing en las calles, más allá de los esfuerzos
por vender discos o shows, es por eso que el principal problema de la industria musical aparece cuando la
tecnología es usada en su contra, caso concreto, el comercio ilegal de discos “La piratería” que ha representado
grandes pérdidas en ese rubro.

La digitalización de la música es otro causante de pérdidas, ya que se vuelve posible conseguir copias de
producciones musicales desde la forma de archivos digitales, volviéndose posible su intercambio. La aparición
de la descarga automática ha obligado a las disqueras a usar internet haciendo esfuerzos por legitimar la
descarga de archivos musicales e incluso trabajando en el desarrollo de ataques informáticos a todas las
plataformas en la web que ofrecen el servicio de descarga automática.

Se puede concluir que la economía de la música no reivindica una parte disciplinaria que exista dentro de la
economía como un todo, tampoco obliga a tener a un grupo cohesionado de investigadores que se desarrollen
como escuela, se trata más bien de un tema importante que interesa a los agentes de mercado y a los
administradores empresariales.

En resumen, hay interpretaciones económicas de la música con adaptaciones a los esquemas de la teoría clásica
y neoclásica del mercado capitalista. El objeto de estudio más conocido a nivel mundial dentro del campo
musical y la economía es como tal la relación entre la industria disquera y el mercado informal ilegal “Piratería”.

LA NECESIDAD DE ARTE
Mucho ha cambiado nuestro marco cultural, social y político desde que esta magnífica obra viera la luz. El
capitalismo, convertido (casi) en sistema único de producción y reproducción de mercancías y emociones,
domina el mundo tras la quiebra de los países del llamado «socialismo real»; la aceleración del modelo
financiero, con su lógica interna, ha provocado una alteración fundamental en el estado de las cosas, con la
consiguiente ruptura de las relaciones humanas; y el individualismo cabalga dejando a su paso aires de
desolación. En este paisaje, ¿sigue siendo el arte necesario? Este trabajo de E. Fischer permite mirar desde otro
sitio, desde otra atalaya. Por eso es, más que nunca, un Imprescindible. A ¿Es posible entender el arte fuera de
su contexto social? Mucho ha cambiado nuestro marco cultural, social y político desde que esta magnífica obra
viera la luz. El capitalismo, convertido (casi) en sistema único de producción y reproducción de mercancías y
emociones, domina el mundo tras la quiebra de los países del llamado «socialismo real»; la aceleración del
modelo financiero, con su lógica interna, ha provocado una alteración fundamental en el estado de las cosas,
con la consiguiente ruptura de las relaciones humanas; y el individualismo cabalga dejando a su paso aires de
desolación. En este paisaje, ¿sigue siendo el arte necesario? Este trabajo de E. Fischer permite mirar desde otro
sitio, desde otra atalaya. Por eso es, más que nunca, un Imprescindible.

LA INTELIGENCIA MUSICAL
Corresponde a una de las inteligencias del modelo propuesto por Howard Gardner en la teoría de las
inteligencias múltiples. Esta teoría propugna que no existe una única inteligencia, sino una multiplicidad.
Este tipo de inteligencia se relaciona con la capacidad de percibir, discriminar, transformar y expresarse
mediante las formas musicales. Asimismo, esta inteligencia incluye las habilidades en el canto dentro de
cualquier tecnicismo y género musical, tocar un instrumento a la perfección y lograr con él una adecuada
presentación, dirigir un conjunto, ensamble, orquesta; componer (en cualquier modo y género) y tener
apreciación musical.
Una persona que posee inteligencia musical es aquella que disfruta siguiendo el compás con su pie o con algún
objeto rítmico, también se sienten atraídos incluso por los sonidos de la naturaleza y diversos tipos de melodías.
La inteligencia musical también se hace evidente en el desarrollo lingüístico, por cuanto demanda del individuo
procesos mentales que involucran la categorización de referencias auditivas y su posterior asociación con
preconceptos; esto es, el desarrollo de una habilidad para retener estructuras lingüísticas y asimilarlas en sus
realizaciones fonéticas.
Merece la pena resaltar que las personas con discapacidad mental tienen una sensibilidad especial hacia la
música, y que incluso, algunas personas con lesiones en el habla, pueden tener una gran capacidad para cantar
o seguir un ritmo.
CARACTERÍSTICA DE LA INTELIGENCIA MUSICAL
 Capacidad de percibir y expresar formas musicales.
 Facilidad para aprender canciones y ritmos.
 Sensibilidad para detectar rápidamente cuando un tono no es correcto o un instrumento musical no está bien
afinado.
 Capacidad para componer y tocar distintos instrumentos. Gusto por realizar tareas con música de fondo.
Sensibilidad especial para escuchar cualquier sonido de su entorno.

ACTIVIDADES PARA POTENCIAR LA INTELIGENCIA MUSICAL


 Rodearse de un ambiente donde la música sea importante en la vida cotidiana.
 Acudir a conciertos y recitales musicales.
 Aprender a tocar algún instrumento.
 Asistir a clases de canto, individuales o en grupo (coros)
 Bailar siguiendo el ritmo de una música.
 Conocer distintos sonidos e instrumentos utilizados en otras partes del mundo, (música andina, africana, celta,
orientar.
COMPETENCIA MUSICAL
Denominamos competencias musicales a las capacidades interpretativas, auditivas, creativas y musicológicas
que garantizan que un joven o grupo sea competente.
No debemos confundir las competencias musicales específicas con la competencia cultural y artística, una de
las competencias básicas y en la que, lógicamente tenemos una incidencia particular pero no exclusiva.
Las competencias musicales serían:
Competente en la expresión musical: será aquella persona que sepa cantar, formando parte de una agrupación
o en solitario, que baile o al menos sincronice el movimiento con otros intérpretes, y sepa utilizar un instrumento
musical para interpretar melodías o acompañamientos con un dominio técnico aceptable, ya sea leyendo
partituras (convencionales o no convencionales) o interpretando “de oído”.

La competencia creativa: a través del uso de materiales diversos para crear música, desde instrumentos
tradicionales a tecnológicos. Especifica que esta competencia alude tanto a la música como fin en sin misma
como a la que forma parte de un proyecto interdisciplinar.

La competencia perceptiva: se alcanza la capacidad de experimentar conscientemente diferentes niveles de


percepción musical, “desde el puramente sensorial (música de fondo), pasando por la escucha emocional
(evocación de imágenes, pensamientos, sentimientos o audición sinestésica que puede suscitar la música) o la
escucha analítica (comprensión del discurso musical)”.

Competencia musicológica: es la capacidad de conceptualizar la terminología musical, identificando,


comprendiendo, relacionando y transfiriendo todos aquellos conocimientos declarativos que constituyen los
materiales que utiliza el discurso musical. “¿Qué podemos hacer con la música además de escucharla,
interpretarla o crearla? Hablar de ella, de lo que nos sugiere y nos emociona, de su significado, de su estilo de
su estructura, de su función “de todo aquello de la música que las palabras pueden expresar.” Zaragoza
(2009:76) Las palabras denotan los conocimientos que poseemos.

ASPECTO SOCIAL DE LA MUSICA


La música ha estado presente desde la existencia del hombre. Desde sus inicios, el hombre ha hecho uso de la
música en una forma social; y aunque en la era prehistórica no existía una concepción concreta sobre la música
como tal, el hombre hacía uso de sonidos que conformaban una manera de comunicación. Sin embargo, con la
evolución humana se ha ido definiendo de manera específica el significado de la “música” y todo lo que ello
abarca, llegando a formar una pieza primordial en la forma de vida social de la humanidad. De ahí que, sea
relevante analizar la conformación de la música en sus funciones sociales en la vida humana, y entender de qué
manera es utilizada para lograr ciertos objetivos dentro de ciertos procesos sociales.
Tal como lo enunciaba Aristóteles: “la música representa las pasiones o el estado del alma”, y es que esta
afirmación sigue estando en vigencia como en la Antigua Grecia; viéndose esto reflejado, por ejemplo, en el
mundo del cine donde las escenas de mayor carga simbólica estarán acompañadas por un determinado tipo de
música escogido minuciosamente, de manera que la música represente la naturaleza de la escena (terror,
peligro, romance), o la emoción plasmada (tristeza, alegría, dolor). Estos efectos conforman la fuerza
comunicativa contenida en la música al ser usada con estos fines. Si bien existe esta función comunicativa, sobre
todo en las piezas musicales que contienen una lírica referida a algún tema o ideología en particular, cabría
preguntarse si aquella música netamente instrumental también tendría dicha función.
Sería pertinente realizar un análisis exhaustivo de la historia del arte musical y estudiar detalladamente los
aspectos personales y sociales de los compositores clásicos que los llevaron a componer determinadas piezas
musicales. Sin embargo, no existe duda de la intención latente de los compositores de obras clásicas (haciendo
referencia a aquellas estrictamente no vocales) de fijar una posición de ideas a través de sus composiciones. De
igual forma, resulta evidente el reflejo de emociones en las obras de varios compositores, que varían de acuerdo
a las circunstancias vividas y al contexto social donde compusieron sus obras. Esto se muestra en la
diferenciación notable entre las piezas de Beethoven, compositor con una vida familiar y niñez inestable, quien
sufría de sordera crónica; y las de Mozart, quien tuvo una infancia dichosa rodeado de grandes personalidades.
De ahí que, existe entonces un significado latente en las piezas instrumentales de carácter más subjetivo, que
le otorga a la pieza musical un papel de transmisor o mediador de ideas o sentimientos, determinados por un
contexto social expresados a través de la creatividad de compositores musicales.
La música también se constituye en una función formativa al ser acatada como una disciplina. En la Antigua
Grecia, la música era considerada pieza fundamental en el desarrollo integral de cada persona. Y si se estudia
este hecho con determinación, aquellos individuos estudiosos de la música adoptan una posición seria con
respecto al aprendizaje musical disciplinario que también abarca la ejecución de cualquier instrumento;
convirtiéndose en un elemento constitutivo del proceso de socialización secundaria. En este sentido, esto podría
influir directamente en la construcción de las relaciones sociales, ya que las acciones de aquellos individuos
socializados en un mundo de significados musicales, estarán dirigidas a tomar en cuenta las acciones de los
demás con respecto a la acción propia; tal como lo expone Schutz (1974) en su capítulo “La ejecución musical
conjunta. Estudio sobre las relaciones sociales”. Schutz propone que, en una ejecución grupal, cada ejecutante
debe tomar en cuenta lo que el otro tiene que ejecutar de manera simultánea, a la vez que interpreta su parte.
Con esto se quiere explicar la gran influencia de la música con una función formativa en aquellos individuos
adeptos al mundo musical, al punto que determina su acción y las relaciones sociales entre ellos.
En cuanto al aspecto religioso, desde la época de la edad media la música ha tenido una función diferencial en
el sentido que fue usada por élites religiosas para diferenciarse socialmente del pueblo. Además, fue utilizada
desde tiempos antiguos como un instrumento evangelizador, compuesto por líricas sugerentes a la adoración
de santos y salvadores, con la finalidad (de origen social) de ganar adeptos a las religiones.
Es evidente el significado social que tiene la música para el hombre, más allá de fines lucrativos. La música es
una creación humana. El hombre determinó el significado de la música para sí, pero parece ser que ahora es la
música misma la que determina un significado para el hombre; y esto sucede a través de las situaciones antes
citadas dentro de la concepción social de funcionalidad.

EL ARTISTA Y LA SOCIEDAD

Continuando con nuestras entrevistas sobre las distintas manifestaciones e interpretaciones del Arte en la
actualidad, entrevistamos para esta edición al conocido crítico de arte y profesor Danilo Lasosé. HSR: ¿Cuál es
tu opinión acerca de la relación que existe entre el Arte y la Sociedad? DL: La relación entre el arte y la sociedad
se explica porque el arte es una producción realizada por un grupo social específico constituido por los artistas
como categoría de profesionales que crean el objeto artístico, el cual para justificar su existencia tiene que ser
consumido por la sociedad. Este objeto creado por el artista como individuo concreto que plasma en la obra de
arte su sensibilidad, su pensamiento y los conocimientos técnicos, posee un lenguaje que es donde nace su
capacidad comunicativa, este lenguaje es asimilado y percibido por la sociedad. Hasta el punto que se puede
afirmar que el arte se relaciona con la sociedad por la naturaleza comunicativa del producto artístico que es
aceptado o rechazado por el público según el nivel de desarrollo cultural que éste posea. Y esto es fundamental
ya que el gusto y el nivel intelectual del público son decisivos a la hora de juzgar la obra de arte, por eso gran
parte de este no acepta las vanguardias más radicales, por la sencilla razón de que la sociedad tiene una
educación artística conservadora y esa forma de arte constituye una rebelión contra el esteticismo tradicional.
Por ello cuando se habla de relación entre arte y sociedad es de gran importancia señalar que las distintas
corrientes del arte tradicional son las que la sociedad integra en su escala de preferencias. En cambio, el arte
rebelde de las vanguardias es rechazado por los grupos sociales con poder económico para adquirir obras de
arte y también por otros sectores del público que ha sido educado en la noción del arte como objeto bello que
proporciona placer estético. Por tal razón, existe un conflicto entre el arte subversivo de las vanguardias, y los
gustos de una sociedad que solamente sabe apreciar las diversas expresiones del esteticismo tradicional, porque
este arte le permiten una percepción más placentera de la existencia humana, mientras que el arte subversivo
contemporáneo nos comunica el carácter problemático de esa existencia humana. HSR ¿Cuál es la función social
del arte? DL.: En nuestro medio existen dos posiciones distintas acerca de la función social del arte. Para los
artistas y los intelectuales de izquierda que se formaron en los años 60 y en los inicios del 70, es función debía
consistir en transmitir un mensaje ideológico revolucionario que servir para la transformación política de la
sociedad. La otra posición es la de los intelectuales y artistas conservadores que estiman que la función social
del arte debe ser la de educar al público en los valores supremos del arte realizado sin ninguna finalidad política.
Yo por el contrario creo que no tienen razón, ni los jóvenes de izquierda, ni los viejos conservadores. Considero
que la función social del arte no se puede agotar en la comunicación de un mensaje político, ni tampoco en la
transición de los valores intrínsecos de la obra de arte como belleza pura. A nuestro juicio esta función es la de
hacer que el hombre tome conciencia del carácter problemático de la existencia humana en la totalidad, sin
importar el sistema social. Si en las diferentes corrientes artísticas están expresados los problemas de la realidad
humana como un todo, entonces no hay porqué defender una posición unilateral, que podría conducir a
estrecheces dogmáticas que limitarían la libertad creadora del artista. Mientras más amplia sea esta libertad, la
función social del arte se realiza con más plenitud. Porque en las obras creadas por los artistas estarán
reproducidos los conflictos que desgarran su personalidad individual y también las contradicciones de la realidad
humana-social en toda su dimensión con los recursos específicos del lenguaje artístico. En conclusión: la función
social del arte es tanto liberadora, como alienante, para que esta no sea la manifestación mesiánica de un
político frustrado, la creación artística debe responder a un proyecto unitario que sea capaz de fusionar la
liberación y la alienación del hombre. En vista de que ningún orden social puede existir si no sabe mezclar estas
dos importantes fuerzas de la existencia humana. El arte que se realiza en libertad tiene el mérito de expresar
y resolver el conflicto que plantea la existencia social del hombre que viene dado en la unidad de alienación y
liberación. HSR ¿Cómo consideras que debe ser la función de las instituciones que promueven el desarrollo del
arte? DL.: La función de estas instituciones debe ser la de organismos promotores del crecimiento artístico en
general, sin discriminar a ninguno de los artistas, por motivos políticos o sociales, sino que en la gestión
promotora solamente debe primar la calidad de las obras y no consideraciones extra-artísticas que son las que
en ciertas ocasiones predominan en algunas instituciones que tienen una política cultural diseñada partiendo
de actitudes prejuiciadas en la selección y valorización de los artistas y sus obras. Es importante que en el país
se creen instituciones que respalden a los artistas en el plano financiero para que estos les dediquen más tiempo
al trabajo creativo, sin estar acosados por los temores que crea un porvenir económico incierto, en un país
donde la inmensa mayoría de los artistas no pueden vivir del arte. O sea que no basta simplemente conque
existan instituciones como las que hay aquí en el país, que solamente sirven para la promoción del arte, sino
que también éstas deben apoyar a grupos de artistas con talento, en el aspecto económico para que se dediquen
al trabajo creativo a tiempo completo y no tengan que hacer como muchos que se marchan al extranjero o
permanecen aquí frustrados porque tienen que dedicarle la mayor parte de su tiempo a ganarse la vida en un
tipo de trabajo muchas veces alejado de toda relación con su creación artística. No existe garantía de que en el
país se produzca un desarrollo gigantesco del arte en todas sus manifestaciones, si no crean los organismos
oficiales y privados que se encarguen de convertir a los artistas en un grupo social con una sólida base económica
que le sirva de soporte material. Aunque en un país como el nuestro, este es un planteamiento utópico, difícil
que se realice, porque nuestra sociedad está sustentada en un aparato productivo que se ha demostrado
incapaz de generar bienes y servicios que sirvan para la solución de la crisis que sacude a la nación. Los artistas
como grupo social sufren las consecuencias de las penurias económicas que viven las clases medias y
marginadas. Esto determina que para dedicarse al arte en nuestro país hay que tener espíritu de sacrificio y
estar identificados con su profesión. HSR: Explica concretamente las posibilidades que ofrece la sociedad
dominicana para el desarrollo del arte. DL: El desarrollo del arte en nuestra sociedad cuenta con grandes
obstáculos para su crecimiento, no por razones políticas, sino por las trabas que le imponen las condiciones
económicas en que trabajan los artistas. Y también porque no existe un mercado lo suficientemente poderoso
para consumir toda la producción artística local. Además, este mercado actúa como condicionante en el
desarrollo de las corrientes artísticas que responden al gusto de una clase rica que estima la obra de arte como
un objeto decorativo. Otro factor que limita el crecimiento de las artes visuales es que el público que participa
en las exposiciones es muy reducido, se puede decir que es una élite en el plano cultural y social la que participa
de las muestras de artes plásticos que permanentemente se realizan en la ciudad capital. La no existencia de un
consumo masivo de la obra de arte, también actúa como fuerza que impide su crecimiento, aunque este
problema no es exclusivo de la República Dominicana, sino de la mayoría de los países subdesarrollados de
América Latina. En nuestro país la única rama de la expresión artística que disfruta de apoyo popular es el cine,
después, el teatro y las artes plásticas están bajo la recepción de un público minoritario. Pero a pesar de los
factores que anotamos más arriba como elementos que obstaculizan el desarrollo del arte en el país, el arte
dominicano en sus diversas manifestaciones está en crecimiento permanente, superando los mecanismos
represivos que frenan su desarrollo. A una sociedad como la nuestra, con bajo nivel de desarrollo social y
económico, no se le puede exigir más desarrollo artístico del que tiene en la actualidad. Se puede decir que el
desarrollo artístico con que cuenta el país, y las posibilidades que la sociedad le ofrece, es demasiado amplio, si
se toma en cuenta el nivel de pobreza económica en que está sumergida la sociedad dominicana. HSR ¿Qué
piensas del conflicto existente entre la individualidad del artista y la sociedad en que vive? DL: Este conflicto es
el producto del carácter individual que tiene el trabajo artístico. El artista no solamente plasma en la obra una
cierta forma de cultura visual, sino que al través de su práctica se autorrealiza como sujeto individual que
descubre su verdadera identidad en la creación artística. La sociedad lo acepta o lo rechaza partiendo de la
naturaleza de su producción artística, si ésta es creada conforme a las normas convencionales de la creación
artística, la obra será aceptada por la sociedad, aunque el artista como individuo siente desprecio por la sociedad
que le obliga a hacer una obra que no responde a las motivaciones profundas de su espíritu, sino que realiza
una obra agradable para los reales potenciales compradores. Aquí viene el problema de la autenticidad y la
inautenticidad del artista. Lo cual está determinado por el conflicto en que vive el artista rebelde con los valores
de la socieda en todos los planos. Pero si éste quiere vivir y satisfacer sus necesidades biológicas, tiene que
reconciliarse con la sociedad en el campo de la creación artística realizando una obra que responda a los gustos
esteticistas de las clases con poder económico para la compra de obras de arte. Pero el conflicto del artista con
la sociedad, no es un problema que lo vivencian todos los artistas, es una parte de ellos, sobre todo los que
quieren ser artistas en la vida y en la obra. El arte en nuestro país es un medio para el artista adquirir un status
social y un prestigio colectivo. En esto todos nuestros artistas son iguales. Por esto es que afirmo que en nuestro
país prácticamente ningún artista vive en conflicto con la sociedad, por más radical, por más radical que pueda
ser su discurso artístico en su actividad cuestionadora de la realidad social. En el desenvolvimiento de su
existencia individual en los hechos está integrado a los valores y los patrones de conducta que le exigen el orden
social en que vivimos. Todos nuestros artistas, en su comportamiento, son los exponentes de la dinámica del
grupo social a que pertenecen. Ellos son de una clase media que aspira a ser rica, así son todos, sean de izquierda
o de derecha. De modo que en nuestro país no se puede hablar de que existe conflicto, entre el artista como
individuo y la sociedad. Aquí lo que existe es una contradicción permanente entre los artistas, enfrentados unos
contra otros por motivo de competencia profesional. Solamente puede existir conflicto entre la individualidad
del artista y la sociedad, cuando la creación artística se convierte en una práctica ideológica que éste asuma
como filosofía que le sirve de orientación a su existencia concreta como realidad humana. HSR ¿Crees que para
la existencia de la sociedad es positiva la libre expresión de todas las tendencias artísticas? DL.: Claro que sí.
Ninguna de las tendencias artísticas que existen por más radical que sea su mensaje es capaz de influir la
transformación de la sociedad. Tanto en el capitalismo como en el socialismo, son positivas la libre
manifestación de todas las tendencias artísticas, dada la capacidad de la obra de arte para cambiar la realidad
social y política. La estabilidad de un orden social determinado únicamente puede ser puesto en peligro por el
poder económico y el poder militar. Después es imposible que la producción artística, por más profundo que
sea su contenido de protesta, pueda alterar el equilibrio de un sistema social. El arte es una esfera específica de
la actividad humana, que nos revela el ser del hombre y que tiene una función de tipo cultural, por lo tanto ni
en el pasado ni en el presente ha constituido una fuerza de importancia en los cambios de la sociedad. Una
corriente artística de vanguardia actúa para modificar y superar la obra representativa de la tradición. Es así
como las distintas tendencias del arte contemporáneo, son una modificación y superación del arte moderno.
Las corrientes artísticas más radicales en su instrumental idiomático, sirven más para la transformación del arte
que se ha anquilosado y que ya agotó sus posibilidades expresivas que para el cambio de una determinada
realidad social y política. De modo que ninguna tendencia en el campo del arte, por más conservadora o radical
que pueda ser su contenido ideológico o en su expresión formal, pueda actuar sobre la sociedad como una
fuerza que contribuya a su retroceso o a su progreso. La máxima libertad para que se manifiesten y se
desarrollen todas las escuelas y tendencias artísticas de vital importancia para la grandeza cultural de cualquier
tipo de sociedad, sin importar su régimen social. HST ¿Cuál es tu opinión sobre la actitud del Estado ante la
creación artística? DL: La actitud correcta es la que han mantenido la mayoría de los gobiernos dominicanos que
no han censurado la libre expresión de las diversas corrientes del arte, con excepción de casos aislados, en áreas
de la actividad artística que gozan de la predilección de las grandes masas populares, en esos casos, cuando esos
artistas por medio del arte cuestionaban al gobierno en los tiempos de Balaguer, pues los cuerpos represivos
han intervenido para impedir que esos actos se realicen. También la Comisión de Espectáculos Públicos y
Radiofonía que es un organismo del Estado que censura los eventos artísticos que el Estado considera que
atentan contra la moral convencional de la sociedad y contra la ideología del poder político, ha intervenido para
que ciertas actividades artísticas no se realicen, específicamente en el campo del cine y de la creación popular.
Esto se daba con mucha frecuencia en el gobierno balaguerista. Sin embargo, el campo de las artes visuales
siempre ha sido un sector privilegiado, donde los diferentes tipos de gobiernos que hemos conocido han
respetado la libre expresión de las más variadas tendencias. Tal vez esto se debe a que esta es una rama del arte
que es consumido por una minoría selecta de personas de cierto status social y cultural, al contrario de las
manifestaciones artísticas que son de consumo popular que por su influencia en gran escala en la población
actúan con más poder en la conciencia de las personas. Otra actitud del Estado que me parece correcta, es la
de crear organismos especiales para proteger a los artistas en el plano económico, sin que esta protección exija
compromisos políticos con el gobierno, ni limitaciones para la libertad creadora. Pero pienso que un organismo
de ese tipo, es difícil de que sea creado, porque el Estado es una institución política que invierte recursos
financieros en los campos de la actividad social y cultural que pueden ser de utilidad política para los intereses
de la forma de gobierno que administra el poder. El Estado tiene a la Galería de Arte Moderno que es una
institución de proyección de los artistas que poseen un currículum de importancia. De modo que el Estado si
tiene interés puede hacer mucho por el desarrollo del arte dominicano. . Danilo Lasosé Importante crítico de
arte y filósofo dominicano. Es autor del libro Consideraciones sobre la crítica de arte, publicado por la Biblioteca
Nacional en 1986. La entrevista que reproducimos en este espacio fue concedida al también crítico y periodista
Humberto Soto-Ricart y publicada en la revista ¡Ahora! en 1982. Es un texto que muestra la entereza ideológica
del señor Lasosé en aquél momento. El señor Soto-Ricart murió posteriormente.
http://vetasdigital.blogspot.com/2006/07/el-arte-y-la-sociedad-entrevista.html

CREATIVIDAD
Es la capacidad de generar nuevas ideas o conceptos, de nuevas asociaciones entre ideas y conceptos
conocidos, que habitualmente producen soluciones originales. La creatividad es sinónimo del "pensamiento
original", la "imaginación constructiva", el "pensamiento divergente" o el "pensamiento creativo". La creatividad
es una habilidad típica de la cognición humana, presente también hasta cierto punto en algunos primates
superiores, y ausente en la computación algorítmica, por ejemplo.
La creatividad, como ocurre con otras capacidades del cerebro como son la inteligencia, y la memoria, engloba
varios procesos mentales entrelazados que no han sido completamente descifrados por la fisiología. Se
mencionan en singular, por dar una mayor sencillez a la explicación. Así, por ejemplo, la memoria es un proceso
complejo que engloba a la memoria a corto plazo, la memoria a largo plazo y la memoria sensorial.
El pensamiento original es un proceso mental que nace de la imaginación. No se sabe de qué modo difieren las
estrategias mentales entre el pensamiento convencional y el creativo, pero la cualidad de la creatividad puede
ser valorada por el resultado final.
La creatividad también se desarrolla en muchas especies animales, pero parece que la diferencia de
competencias entre dos hemisferios cerebrales es exclusiva del ser humano. Una gran dificultad para apreciar
la creatividad animal es que la mayoría de especies de cerebros difieren totalmente del humano, estando
especializados en dar respuesta a estímulos y necesidades visuales, olfativas, de presión y humedad propias.
Solo podemos apreciar la creatividad con mayor facilidad, en las diferencias de comportamiento entre
individuos en animales sociales, cantos, cortejos, construcción de nidos, y uso de herramientas.

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