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 E – 4-018-N-10

Estenosis hipertrófica del píloro


J.-F. Lecompte, P. Gastaldi, J. Bréaud

La estenosis hipertrófica del píloro es una patología muy frecuente del lactante. Su etiología está poco
precisada, pero su tratamiento está bien codificado. Corresponde a una hipertrofia progresiva del tramo
pilórico del estómago que provoca una obstrucción del vaciamiento gástrico. Es la causa de vómitos
alimentarios característicos que rápidamente sugieren el diagnóstico. La ecografía permite confirmar el
diagnóstico sospechado por la clínica; el estudio de laboratorio detecta las consecuencias de los vómitos
y controla la rehidratación. Esta rehidratación preoperatoria es necesaria para que en el momento de la
cirugía el niño se encuentre en óptimas condiciones. El tratamiento curativo consiste en una pilorotomía
longitudinal extramucosa que permite el rápido reinicio de la alimentación y requiere una vigilancia
hospitalaria bastante breve tras su realización. La curación es la norma.
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Palabras clave: Estenosis hipertrófica del píloro; Lactantes; Vómitos

Plan  Frecuencia y contexto


■ Introducción 1 Frecuencia
■ Frecuencia y contexto 1
La EHP predomina en el varón (proporción por sexos: 4/1) y
Frecuencia 1
afecta a 1-4 niños por cada 1.000 nacidos vivos [1, 2] .
Contexto 1
Existe una variabilidad geográfica y estacional. La incidencia
■ Etiología 1 es mayor en verano y en otoño, y en los países occidentales en
Factores predisponentes 1 relación con los continentes africano y asiático [3, 4] .
■ Fisiopatología 2
Anatomía normal 2
Fisiopatología de la estenosis del píloro 2 Contexto
Diagnóstico 2
La EHP aparece habitualmente en niños de 2-9 semanas de vida,
Cuadro clínico 2
con un pico de frecuencia entre las 3-5 semanas [5] . La norma es
Estudio complementario 2
la existencia de un intervalo libre entre el nacimiento y el inicio
Diagnóstico diferencial 3
de los síntomas. Se han descrito casos infrecuentes de diagnóstico
■ Tratamiento del niño con estenosis hipertrófica del píloro 3 neonatal o prenatal [6] .
Tratamiento médico preoperatorio 3 En la población de prematuros, la EHP aparece clásicamente a
Tratamiento quirúrgico 3 una edad cronológica más tardía (40 días frente a 33 en los niños
■ Conclusión 5 nacidos a término) pero a una edad posconcepcional más precoz
(42 semanas frente a 45) [7] .

 Introducción  Etiología
La estenosis hipertrófica del píloro (EHP) es una patología fre- Factores predisponentes
cuente del lactante. Se manifiesta por un engrosamiento y una
elongación del músculo pilórico debidos a una hipertrofia con- Genética
céntrica de la musculatura pilórica. Esta situación provoca una Es evidente un componente genético en la EHP ante su asocia-
obstrucción creciente de la luz pilórica responsable de los vómitos. ción a algunos síndromes (Cornelia de Lange, Smith-Lemi-Opitz),
Aunque su etiología siga siendo poco clara, el tratamiento de la prevalencia masculina y una distribución familiar. Un paciente
esta patología está muy bien codificado. Se trata de una urgen- presenta un riesgo 15 veces mayor de desarrollar una EHP si un
cia médico-quirúrgica con rehidratación inicial, seguida, una vez miembro de su familia ha presentado una EHP. Así mismo, la pro-
que el niño se encuentra en equilibro hidrolítico, por la realiza- porción por sexos de 4/1 constituye un argumento suplementario,
ción de una pilorotomía extramucosa longitudinal. La curación En la actualidad, no se ha aislado ningún gen específico, pero se
sin secuelas es la norma, una vez realizada la intervención. han identificado varios locus [8] .

EMC - Pediatría 1
Volume 52 > n◦ 3 > septiembre 2017
http://dx.doi.org/10.1016/S1245-1789(17)85525-6
E – 4-018-N-10  Estenosis hipertrófica del píloro

Factores extrínsecos cada toma alimentaria. En unos días, se incrementa el volumen


de los vómitos, que son sistemáticos después de cada comida.
Se han propuesto varios factores ambientales como causa poten-
Entre dos vómitos, el niño, apirético y sin dolor, presenta un
cial de EHP:
apetito normal, y puede incluso estar hambriento. Su estado gene-
• la leche artificial, que induce un riesgo relativo de 4,6 en rela-
ral es bueno siempre que no exista deshidratación. Es frecuente
ción con una alimentación con leche materna [9] ;
observar una disminución de la frecuencia de las deposiciones.
• el tabaquismo materno, que asimismo parece doblar el
En la exploración física, el médico busca signos positivos del
riesgo [10] ;
diagnóstico y signos de complicaciones. Se realiza en un ambiente
• los pesticidas;
tranquilo, con el niño en decúbito dorsal, totalmente desvestido.
• otros factores de riesgo implicados como la eritromicina, la
A la inspección, las ondas peristálticas del estómago que chocan
colonización por Helicobacter pylori o la posición boca abajo en
en la oliva pilórica ofrecen un aspecto de olas repetidas que se
la cuna del recién nacido.
propagan desde el hipocondrio izquierdo hacia el epigastrio.
Este signo, muy específico, requiere un tiempo de observación
bastante largo en un niño tranquilo.
 Fisiopatología A la auscultación, aparecen ruidos gástricos en ayunas, que
traducen el estancamiento de líquido en el estómago, y una dis-
Anatomía normal minución de los ruidos hidroaéreos.
La palpación de la oliva pilórica es inconstante, y depende del
El conducto pilórico sigue al antro pilórico, parte terminal del
tiempo pasado desde el diagnóstico y del grado de deshidrata-
estómago. Se sitúa ligeramente a la derecha de la línea media, a
ción. Sólo se palpa en los estadios avanzados con deshidratación
la altura de la vértebra L1. Su cara anterior se relaciona con el
y desnutrición. La palpación se realiza en el hipocondrio derecho
lóbulo cuadrado del hígado, y su cara posterior se relaciona con
empleando una mano como freno. Se percibe una masa firme que
el páncreas a través de la trascavidad de los epiplones.
rueda bajo los dedos.
Se deben buscar de forma sistemática signos de deshidrata-
Fisiopatología de la estenosis del píloro ción, como pérdida de peso, depresión de la fontanela y presencia
de pliegue cutáneo. La presencia y la intensidad de estos signos
Desde el punto de vista histopatológico, la EHP se caracteriza dependen del grado de evolución.
por una hipertrofia asociada a una hiperplasia de las fibras mus- En el 2-5% de los niños puede asociarse una ictericia por
culares del tramo antropilórico del estómago [11] , con una mucosa bilirrubina libre, ligada al ayuno prolongado, responsable de una
edematosa y abundante dentro de la luz digestiva. El engrosa- disminución de la actividad glucuroniltransferasa. No obstante,
miento de la parte antropilórica separa dos zonas normalmente no debe descartar el diagnóstico de EHP.
distensibles (antro/duodeno). Este hecho provoca un cese brusco
del paso del contenido gástrico en la salida del antro gástrico. Los
síntomas clínicos se relacionan con esta obstrucción en la salida Estudio complementario
del estómago.
El estudio complementario se basa en la ecografía abdominal
transparietal para el diagnóstico positivo y un estudio de labo-
Diagnóstico ratorio para valorar los trastornos hidroelectrolíticos provocados
por la deshidratación y la hemostasia del niño.
El diagnóstico positivo se basa en la historia clínica del niño, la
exploración física y las pruebas de imagen. Se realiza un estudio Estudio radiológico
de laboratorio con el fin de identificar las consecuencias de la EHP.
Ecografía abdominal transparietal
Al ser la patología progresiva y evolutiva, los signos clínicos
son más patentes al cabo de unos días. Mientras que la explora- Desde 1977, se emplea la ecografía para confirmar el diagnóstico
ción física puede ser poco informativa al inicio, es mucho más positivo de la EHP [13] . Permite medir la longitud del píloro hiper-
significativa tras este período de la evolución. trófico (oliva pilórica) y el grosor transversal de la musculatura
La historia clínica de los niños con EHP ha evolucionado en los pilórica. Los valores establecidos para establecer el diagnóstico son
últimos 30 años debido a la aparición de pruebas de imagen más de 15-16 mm como mínimo para la longitud de la oliva pilórica
sensibles y específicas y a la consulta médica más precoz y, por lo y de 3-4 mm como mínimo para el grosor de la capa muscular
tanto, a un tratamiento más rápido [12] . De esta forma, el diagnós- (Fig. 1).
tico tiende a ser más precoz (5,4 frente a 5,9 semanas de vida hace El grosor de la capa muscular pilórica, al contrario que la longi-
30 años), los signos clínicos, menos característicos, la palpación tud de la oliva, puede presentar variaciones en función de la edad
de la oliva pilórica, inconstante, y existe una disminución de la y del peso del niño [14] .
deshidratación y de los trastornos metabólicos en el momento del Además, la ecografía aporta una visión dinámica del peristal-
diagnóstico. tismo gastroduodenal y del paso del bolo alimentario a través
del conducto pilórico. Esta visión dinámica puede potenciarse
ofreciendo un biberón al niño durante la prueba.
Cuadro clínico En caso de EHP, se observan ausencia de relajación del con-
ducto pilórico, ausencia de vaciamiento gástrico y escasos pasos
Los vómitos y sus consecuencias dominan la sintomatología, duodenales del bolo alimentario, así como intensas contracciones
que se completa con la evolución de la hipertrofia y de la hiper- gástricas que chocan contra el píloro.
plasia muscular. En caso de duda diagnóstica (medidas infrapatológicas de la
Los vómitos son siempre alimentarios, nunca biliosos. Clá- oliva pilórica) tras una ecografía realizada muy precozmente, se
sicamente se presentan en proyectil, son blanco-amarillentos, debe repetir la prueba a las 48 horas si persisten los síntomas,
formados por leche cuajada. Aparecen a distancia de las comidas debido al carácter evolutivo de la patología [15] .
(posprandiales precoces), se generan fácilmente, incluso se emiten
en escopetazo y son de gran volumen (descritos como de mayor Otros estudios radiológicos
volumen que el biberón). En la práctica cotidiana ya no se realizan otras pruebas de ima-
La anamnesis, primordial, permite conocer las características de gen. Sólo sigue estando indicado el tránsito digestivo baritado
estos vómitos muy frecuentemente bien descritos por la familia. alto en caso de sospecha de pilorotomía incompleta ante una
Resulta importante conocer el intervalo libre de clínica entre el persistencia postoperatoria de vómitos alimentarios importantes,
nacimiento y la aparición de los síntomas, así como sus caracte- incluso de recidiva de la EHP pasado un tiempo.
rísticas. La radiografía simple de abdomen en posición vertical o con
El cuadro clínico es casi siempre de aparición progresiva con, en rayos horizontales permite observar un amplio nivel hidroaéreo
la fase inicial, vómitos de escaso volumen y no sistemáticos tras gástrico en relación con el estómago lleno, incluso pasado un

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El tratamiento comienza con una rehidratación y un reequi-


librio hidroelectrolítico del niño, y continúa con el tratamiento
quirúrgico y una realimentación.
Se da el alta hospitalaria cuando el niño es autónomo en el
plano alimentario, no presenta complicaciones quirúrgicas y su
curva de peso vuelve a ascender.
Una vez el niño ingresado y establecido el diagnóstico, se deben
explicar bien a los padres las etapas de este tratamiento.

Tratamiento médico preoperatorio


Los vómitos provocan una pérdida de sodio, potasio y ácido
clorhídrico, responsable de una alcalosis metabólica hipocloré-
mica y de una deshidratación.
La gravedad de la alcalosis metabólica hipopotasémica hipo-
clorémica durante el tratamiento es predictiva de vómitos
postoperatorios y del tiempo que tardará el niño en retomar una
alimentación completa [17] .
El objetivo del tratamiento médico es corregir estos trastornos
mediante reposo digestivo. En cuanto sea posible, debe iniciarse
una rehidratación parenteral por vía periférica a base de suero
fisiológico y glucosado de 1,5 veces el gasto basal. En caso de des-
hidratación grave, pueden ser necesarios bolos de suero fisiológico
isotónico [18] .
Al colocar la perfusión (que puede resultar difícil en un niño
potencialmente deshidratado), se debe extraer al mismo tiempo
Figura 1. Ecografía. la muestra de sangre para el estudio de laboratorio con el fin de
preservar el estado de las venas.
Esta rehidratación parenteral debe ser progresiva y puede durar
tiempo de la última toma de alimento. Este nivel se asocia a una varias horas, incluso días, en función del estado inicial; la anes-
débil aireación del intestino delgado subyacente, característico de tesia debe diferirse hasta que se corrija la alcalosis, ya que esta
un obstáculo pilórico. alcalosis conlleva un riesgo de apnea posoperatoria evitable si se
El tránsito digestivo baritado alto muestra una ausencia de rela- efectúa la corrección metabólica antes de la intervención.
jación prepilórica y un conducto pilórico muy fino y alargado. El control de la rehidratación y del reequilibrio hidroelectrolí-
tico es clínico (pliegue cutáneo, humedad de las mucosas, diuresis)
Estudio de laboratorio y biológico (cloruria mejor que ionogramas repetidos). Una con-
centración de cloro urinario superior a 20 mEq/l en la orina
El objetivo de este estudio es valorar las consecuencias metabó-
confirma el restablecimiento del volumen de líquido extracelu-
licas de la EHP y preparar el tratamiento quirúrgico.
lar [19] .
Casi siempre basta con realizar un ionograma plasmático y
El niño debe, por lo tanto, ser intervenido una vez corregidos
urinario para detectar una alcalosis metabólica secundaria a los
estos trastornos.
vómitos, con hipopotasemia, hipocloremia y disminución de la
cloruria.
Teniendo en cuenta la mejora del manejo diagnóstico de la EHP Tratamiento quirúrgico
a lo largo del tiempo, existe una disminución del grado de hipo-
cloremia que sólo se detecta en el 9% de los casos frente al 26% El objetivo de la cirugía es eliminar el obstáculo pilórico
de hace 30 años [12] . mediante la realización de una piloromiotomía longitudinal
En caso de deshidratación clínica grave, puede resultar útil la extramucosa. Se trata de una técnica quirúrgica estandarizada que
gasometría arterial. puede efectuarse a través de varias vías de acceso.
La cinética de la cloruria, que debe realizarse en el momento Consiste en una sección longitudinal de las fibras musculares
del diagnóstico y repetirse a lo largo del tratamiento, es un buen del píloro respetando la mucosa. Esta intervención fue descrita
reflejo del estado de rehidratación del paciente [16] . por Fredet y Dufour en 1907 en París y difundida por Rams-
tedt en 1911. En esa época los pacientes estaban desnutridos,
y el carácter extramucoso de la pilorotomía permitía una mejo-
Diagnóstico diferencial ría de la supervivencia por la disminución de las complicaciones
postoperatorias debido a la no-abertura del tubo digestivo.
En caso de consulta rápida tras el inicio de los vómitos, no se sos-
pecha el diagnóstico de forma sistemática. La anamnesis permite
en primer lugar descartar el carácter bilioso de los vómitos y un Técnica quirúrgica
posible vólvulo del intestino delgado. La exploración neurológica Independientemente de la vía de acceso empleada, las etapas
y la palpación de la fontanela permiten detectar signos sugeren- de la pilorotomía extramucosa son idénticas.
tes de hipertensión intracraneal, fuente de los vómitos agudos
o subagudos del recién nacido. Se deben buscar signos infeccio- Vía de acceso umbilical
sos sugerentes de vómitos secundarios a un cuadro bacteriano o El campo quirúrgico incluye todo el abdomen. La incisión es
vírico. circular supraumbilical dos tercios por encima de la circunferen-
La anamnesis y las características de los vómitos descartarán un cia del ombligo con, en caso necesario, un corte cutáneo en la
reflujo gastroesofágico simple o regurgitaciones del recién nacido. línea media de 10 mm (Fig. 2). Esta incisión permite un acceso
al plano aponeurótico que se abre en la línea media y de forma
circular a nivel del cono umbilical. La introducción de un dedo
 Tratamiento del niño con permite palpar la oliva por debajo del hígado. Se coge la oliva piló-
rica en su totalidad, por su extremo gástrico, con la ayuda de una
estenosis hipertrófica del píloro pinza atraumática (tipo pinza de Duval) que bordeará la curva-
tura mayor gástrica para coger el píloro en sentido longitudinal.
La EHP es una urgencia médico-quirúrgica, y el cuadro de des- Esta pinza debe mantenerse suavemente cerrada para no lesionar
hidratación debe tratarse de urgencia. la oliva pilórica. Se exterioriza entonces la oliva por su vertiente

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Figura 5. Disección.

Figura 2. Líneas de incisión cutánea.

Figura 6. Abertura del músculo pilórico.

Figura 3. Externalización de la oliva.

Figura 7. Abombamiento de la mucosa.

(ya que las pilorotomías incompletas se suelen encontrar a este


nivel). Se disecan las fibras pilóricas mediante un disector o espá-
tula atraumática a lo largo del eje del píloro (Fig. 5), desde la
parte duodenal hasta la parte gástrica. Se realiza una disección
Figura 4. Incisión de la oliva. en profundidad mediante un disector con la punta hacia arriba
(Fig. 6). De esta forma, la mucosa queda bien visible (Fig. 7). Al
final de la disección, la mucosa sobresale y no debe quedar tapada
gástrica y a continuación duodenal (Fig. 3). Puede servir de ayuda por fibras residuales. Se puede comprobar el buen estado de la
un único separador de tipo Farabeuf. En caso de fracaso, se debe mucosa mediante irrigación de la mucosa pilórica e inyección de
ampliar la incisión. aire en el estómago (50-100 ml inyectados rápidamente por la
Se mantiene entonces la oliva entre dos dedos con el fin de sonda gástrica).
fijarla. Se realiza con bisturí una incisión longitudinal (Fig. 4) de Una vez comprobada la ausencia de corte en la mucosa, se rein-
forma superficial sobre toda la longitud del píloro por la parte troduce el píloro en la cavidad abdominal sin necesidad de realizar
antimesentérica hasta llegar al menos a 5 mm del borde gástrico hemostasia en la oliva pilórica cortada (riesgo de lesión mucosa en

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caso de hemostasia). Se realiza el cierre parietal con puntos separa- Ante una perforación mucosa detectada durante la interven-
dos, sobre todo en caso de desnutrición del niño. Una resección de ción, se debe realizar la sutura inmediatamente con puntos
los ángulos a nivel de la T de la incisión cutánea permite conseguir separados de hilo monofilamento 6/0. Se puede colocar un par-
una cicatriz semicircular en los pliegues del ombligo. che de epiplón para cubrir la perforación. Una alternativa consiste
en el cierre de la piloromiotomía y la realización de una segunda
Otras vías de acceso incisión en una zona alejada de la primera. En este caso, la alimen-
La vía de acceso inicialmente descrita era una laparotomía sub- tación postoperatoria se retrasa 48 horas y se mantiene la sonda
costal derecha frente a la oliva pilórica palpable, con una incisión nasogástrica tras la intervención [31] . Las complicaciones de esta
cutánea horizontal y una abertura transrectal vertical. Se emplea perforación son raras (< 5%).
cada vez menos, pero puede resultar interesante en las reinter- Las complicaciones de la pared son de dos tipos [32] : los abs-
venciones precoces en caso de pilorotomía incompleta o cuando cesos y las eventraciones. Los abscesos o infecciones parecen ser
el ombligo no está completamente cicatrizado, ya que permite ligeramente más frecuentes cuando se emplea la vía de acceso
liberar la importante prensión y tracción de la oliva pilórica en umbilical (3%), debido al despegamiento subcutáneo necesario.
caso de intervención por vía umbilical. Es posible observar eventraciones que suelen corregirse con el cre-
La incisión en doble U, que consiste en una incisión en el plie- cimiento del niño, por lo que pueden respetarse como en el caso
gue umbilical superior con una segunda incisión que permite una de una hernia umbilical asintomática. Son posibles las eviscera-
resección cutánea semicircular y un cierre directo, también pue- ciones postoperatorias, aunque infrecuentes, y se pueden evitar
den emplearse con el fin de reducir la cicatriz [20] . con el cierre parietal con puntos separados.
La vía laparoscópica se utiliza desde 1991 [21] . Se efectúa con un La tasa de mortalidad es muy baja en la mayoría de los centros
trocar umbilical para la óptica y dos trocares quirúrgicos (en el (menos del 0,4%). Las complicaciones tardías también son infre-
lado derecho y epigástrico, ligeramente a la izquierda de la línea cuentes, pero una fístula pasada desapercibida puede provocar una
media). La pinza del lado derecho permite estabilizar la oliva. estenosis pilórica con el tiempo. Así mismo, es muy infrecuente
La incisión epigástrica permite la introducción de un pilorótomo una oclusión digestiva por adherencias postoperatorias.
(con hoja retráctil) o una hoja de bisturí oftálmica. Esta hoja faci-
lita la realización de la incisión longitudinal sobre la oliva pilórica, Postoperatorio
que debe efectuarse estrictamente en el borde antimesentérico. Se Los vómitos postoperatorios son frecuentes tras la cirugía de
coloca entonces un disector en esta incisión que permite cortar EHP. Se debe explicar este hecho a los padres antes de la cirugía.
las fibras pilóricas hasta la zona donde sobresale la mucosa. La frecuencia de las contracciones gástricas aumenta en una este-
Numerosos artículos intentan comparar los postoperatorios en nosis del píloro. Estas contracciones se normalizan 3-5 días tras la
función de la vía laparoscópica o de la cirugía abierta, con resul- cirugía [33] . Los vómitos durante esta fase no deben preocupar ni a
tados no concordantes entre cada estudio. Un sesgo importante los médicos ni a la familia. La morfología del píloro se restablece de
de estos estudios es la experiencia del cirujano que realiza esta forma progresiva durante los 5 o 6 meses tras la cirugía [34] , debido
intervención [22] . a lo cual la ecografía no está indicada para comprobar el aspecto
del píloro y pensar en un diagnóstico de pilorotomía incompleta.
Tratamiento no quirúrgico de la estenosis Además, la ecografía mostraría un píloro con las mismas dimen-
hipertrófica del píloro siones que antes de la cirugía. Podría mostrar pasos alimentarios
Ante la estandarización y los buenos resultados del trata- más frecuentes.
miento quirúrgico, el tratamiento no quirúrgico apenas se aplica. El reinicio de la alimentación tras la cirugía de estenosis del
Este tratamiento asocia una hidratación intravenosa a una píloro es variable entre los servicios de cirugía infantil y ha condu-
administración intravenosa y oral de atropina (inhibidor de la cido a la publicación de numerosos artículos que no demuestran
acetilcolina) [23] . La atropina enlentece la contracción muscular diferencias entre el reinicio progresivo y protocolizado de la ali-
y el peristaltismo gastrointestinal, disminuyendo así los sínto- mentación, en comparación con una alimentación «a demanda»
mas. Kawahara et al describen una administración intravenosa de en términos de duración de la hospitalización [35] o de reingreso. El
0,01 mg/kg/día en seis inyecciones diarias, 5 minutos antes de la número de vómitos puede ser superior en los niños cuya alimen-
alimentación. En su serie de 19 pacientes, 17 presentaron curación tación se reinicia «a demanda». Pero no se ha observado ninguna
y 2 requirieron una intervención pasados 9-18 días. En el segui- complicación ligada a este tipo de realimentación. Un estudio que
miento se realizó la medida del grosor del píloro, que disminuyó ha comparado una realimentación a las 4 horas y a las 18 horas de
significativamente tras el tratamiento [24] . la intervención en 100 pacientes demuestra que no existen dife-
rencias en términos de duración de hospitalización, pero que una
alimentación precoz provoca más vómitos postoperatorios [36] .
Complicaciones quirúrgicas
La sonda nasogástrica preoperatoria no permite reducir los
La tasa de complicaciones postoperatorias de la pilorotomía vómitos postoperatorios ni la duración de la hospitalización [37] .
longitudinal extramucosa es baja. Se debe discutir, por lo tanto, su colocación en función del riesgo
Se han descrito tres complicaciones quirúrgicas: las piloroto- de aspiración preoperatoria.
mías incompletas, las perforaciones mucosas y las complicaciones Se debe mantener la hidratación parenteral en función de la
de la pared. tolerabilidad de la alimentación y de la ganancia de peso. Por
La persistencia transitoria de vómitos tras la intervención no tanto, se pesa al niño a diario y se controla estrechamente la
se considera una complicación, pero debe explicarse a la familia alimentación con el fin de suspender la hidratación lo antes posi-
antes de la intervención. ble. Es posible el alta hospitalaria al comprobar la tolerabilidad
Las series muestran tasas del 0,3-12% de infecciones de la cica- alimentaria.
triz, del 0-11,5% de perforaciones mucosas y del 3-60% de vómitos Se comprueba la cicatriz antes del alta con el fin de tratar una
postoperatorios [25–29] . posible infección a nivel de la vía de acceso.
Se describen pilorotomías incompletas en el 0-5,5% de las inter- Los controles postoperatorios tardíos son sencillos. El niño
venciones laparoscópicas y en el 0-1,9% de las intervenciones puede presentar regurgitaciones persistentes que disminuirán
abiertas. Requieren una nueva intervención que completa la pilo- espontáneamente con la posición de pie. No deben preocupar a
rotomía. El momento más delicado es la exteriorización de la la familia.
oliva pilórica, debilitada por la intervención previa. En este tipo
de situaciones, puede estar indicado un cambio de vía de acceso
(laparoscópica o transrectal que permita evitar una exteriorización  Conclusión
traumática de la oliva pilórica). En este caso se recomienda realizar
una segunda pilorotomía en otra zona del píloro. Se ha descrito La estenosis hipertrófica del píloro es una enfermedad
la recidiva de EHP tras varias semanas de alimentación correcta frecuente. Su diagnóstico se basa en la historia clínica, a
y recuperación del peso. Probablemente represente una etiología menudo característica, y debe sospecharse ante cualquier vómito
diferente a una pilorotomía incompleta [30] . alimentario del lactante de 2-9 semanas de vida. En la práctica

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diaria, la exploración física se completa con una ecografía abdo- [19] Bissonnette B, Sullivan PJ. Pyloric stenosis. Can J Anaesth
minal. El estudio de laboratorio permite valorar la repercusión de 1991;38:668–76.
la estenosis en el plano general. [20] Ghaffarpour N, Svensson PJ, Svenningsson A, Wester T, Mesas
Se trata de una urgencia médico-quirúrgica. El tratamiento Burgos C. Supraumbilical incision with U-u umbilicoplasty for con-
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J.-F. Lecompte (lecompte.j@pediatrie-chulenval-nice.fr).


P. Gastaldi.
J. Bréaud.
Service de chirurgie infantile et néonatale, Hôpitaux pédiatriques de Nice, CHU Lenval, 57, avenue de la Californie, 06200 Nice, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Lecompte JF, Gastaldi P, Bréaud J. Estenosis hipertrófica del píloro. EMC - Pediatría
2017;52(3):1-6 [Artículo E – 4-018-N-10].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
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