MARTIN E. P.
SELIGMAN
Autor de La auténtica felicidad
LA VIDA QUE
FLORECE
Un nuevo y revolucionario libro del autor que mas sabe
sobre la felicidad y como alcanzarla.
EDICIONES B“Todos los derechos soxerwadion. Bajo las sanciones establecidas
en el ordenamsento | ‘rigurosamente
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80 UNA NUEVA PSICOLOGIA POSITIVA
ingenieria —nada que estuviera demostrado que funcionaba en
el mundo real—, de cimientos que guiaran y restringieran lo que
debfa abordar su investigacion basica.
La buena ciencia exige la interaccién entre el anilisis y la sin-
tesis. Nunca se sabe si la investigacién bsica es realmente basica
hasta que se sabe para qué es basica. La fisica moderna demos-
tré su verdadera valfa no gracias a sus teorias —que pueden llegar
e COI tuitivas y altamente controvertidas
a ser sumamente contr:
(muones, ondiculas, supercadenas, el principio antrdpico, etc.)—,
sino porque los fisicos crearon la bomba atémica y las centrales
nucleares modernas. La inmunologia, una actividad estancada en
la investigacion médica en la década de 1940, demostré su valia
a raiz de las vacunas de Salk y Sabin contra la polio. El floreci-
miento de la investigacién basica no hizo mas que seguir esa es-
tela.
Enel siglo XIX, se libré una batalla encarnizada en el campo
de la fisica sobre el vuelo de los pajaros. La polémica se zanjé en
doce segundos el 17 de diciembre de 1903, cuando los hermanos
Wright lograron que su avidn volase. Asi pues, muchos llegaron
ala conclusion de que los pajaros debfan de volar de ese modo.
Sin duda, ésta es la lgica que hay detrds de la investigacién sobre
la inteligencia artificial: si la ciencia bdsica es capaz de construir
un ordenador que entiende el lenguaje o habla o percibe objetos
mediante la conexién en red de circuitos de conmutacién bina-
rios, los humanos debemos de hacer estas maravillas de un modo
similare)La aplicacion suele sefialar el camino hacia la investiga-
cidn basica, m ras que la investigacion basica sin aateasere
posibles aplicaciones suele ser un mero ejercicio masturba-
torio. ji
| principio de que la buena ciencia implica necesariamente
la interaceiOn activa entre la aplicacion y la ciencia pura resulta
inedmodo tanto para los cientificos puros como para quienes la
aplican en mayor medida. El hecho de ser un inconformista en
el departamento de Psicologia de la Universidad de Pensilvania
hasta el dia de hoy me permite recordar semanalmente que los
cientificos puros miran con recelo la aplicacién, pero no me di
cuenta de lo eseépticos que son con la ciencia quienes la aplican
hasta que ocupé el cargo de presidente de la Asociacién Ameri-
EL SECRETITO SUCIO DE LOS FARMACOS YLATERAPIA — 81
cana de Psicologia (APA) en 1998. Resulté elegido por la mayo-
rfa mas amplia de a historia y atribuyo tal victoria aplastante al
hecho de que mi trabajo se sittia a medio camino entre la ciencia
y la aplicacién y, por consiguiente, atrajo a partes iguales tanto a
cientificos como a facultativos. El trabajo emblematico que habia
realizado era colaborar en el estudio de Consumer Reports (1995)
sobre la eficacia de la psicoterapia. Empleando herramientas es-
tadisticas complejas en un estudio multitudinario, Consumer
orts llegé a la conclusién de que la psicoterapia daba buenos
sultados en general pero que, sorprendentemente, los benefi-
ios no eran especificos de un tipo de terapia concreto ni de un
tipo de trastorno especial. Esta informaci6n fue una buena no-
ticia para la horda de psicdlogos aplicados que implementan todo
ipo de terapias en todo tipo de trastornos.
Cuando llegué a Washington para presidir la Asociacion
ericana de Psicologia, me encontré exactamente en la misma
ituacién entre los lideres de los afanes aplicados que entre los
legas de las ciencias puras: un lobo con piel de cordero. Mi,
primera iniciativa como presidente, la psicoterapia basada enla
lencia, nunca prosper6. Steve Hyman, el entonces director
Tnstituto Nacional de Salud Mental, me dijo que podfa con-
ir unos cuarenta millones de d6lares para financiar la inves-
igacion al respecto. Sumamente animado, me reunf con el Co-
‘mité para el Progreso de la Practica Profesional, algo asi como el
ito comisionado de profesionales independientes que, aparte de
eleccion, tenian la sartén por el mango en la eleccién de los
iativa ante un grupo de
‘yeinte lideres de opinién que cada vez estaban ms serios, exage-
‘rando las virtudes de basar la terapia en la evidencia cientifica de
‘su eficacia. Stan Moldawsky, uno de los miembros mas antiguos”
pee L ———- + 4
yleales, echo por tierra mi iniciativa diciendo: «2Y sila evidencia
no nos deja en buen lugar?» ~
Posteriormente, Ron Levant, uno de los aliados de Stan, me
dijo mientras tomabamos una copa: «Vaya marrén, Marty.» De
"hecho, por culpa de ese duro traspiés nacié la sicologia positiv:
una actividad no tan hostil para con la practica scape
srapia basada en la evidencia.
Asi pues, sin olvidar esta tensidn entre la aplicacién y la82 UNA NUEVA PSICOLOGIA POSITIVA
cia, en 2005 acepté encantado dirigir el Centro de Psicologia Po-
sitiva de la Universidad de Pensilvania y crear una nueva titula-
cidn: el master en Psicologia Positiva Aplicada (MAPP en sus
siglas en inglés), cuya serfa combinar la investigacién mas
vanguardista con la aplicacién del conocimiento en el mundo