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GIOVANNI SARTORI
ELEMENTOSDE TEORIA
POLÍTICA
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P[.a Luz Morán
Alianza Editorial
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CAPfTULO2
DEMOCRACIA
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ffi .r,:Jffii ili,ürrd; ffiesrablece¡
1:;il:.*JH*1'":f :ffi,1t f: merrte, de la igualdad. 'l por lo iarrio la accpcióri gcirérica aiia,Japoco t.¡ ira.la
ai discurso.
enriende
.r, ."¿"1.j*1j,,.r11""","",e .ápi.r;;; <1ué
csto que se La ndemocracia económicao s5, a primera vista, un término que se explica
por sí soio. Pero únicamente a primera vista. Desde ei momento en que ia de-
,,,';;:;:;,;,:;l:^^:['il5:::fl
,,LiI1:1,?i].ul.ui,eensuDeruocra. mocracia política gira sobre la iguaidad jurídica-política, que la democracia so-
diósobrctodo unuesrado
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l4 Pr rrrL rP d rrl c rrrc s rl rd r5 u d ru a u uc la
queenetnivel delsistema
p,rr;;i;;;,,111: ü;tí;.;; dernocracia ...,.tó-i.i significa igualdad econémica, por la aproximación de
il.l,,,o* enronces
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;'?';'5::'::;1,i"-1*': I p;;i;;;;,;ii.q,,.uu.
los extremos dc ia pobreza y de ia riqueza, ¡ por io ranto, por meciio cie reciis-
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ff l*f ,:.::iii*üii4 fi üffif ' "' "un*.** weabh of Great Britain (1920). Aquí el argumenro es nítido. I.a democracia
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económica es ia democracia en el puesto <ieuabajo y en ia organización-gestión
del trabajo. En ia socieciaciinciustrial ei tra'bajo se concentra en ias iábricas ¡
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este modo al miembro de la ciudad política, aJpolites,le sucede el miembro de
personas
en,rJsí
.i ii:.:ñ*}tffi 'i;Hml ,:ru:;X una concreta comunidad económica, el trabajador; ¡ de este modo, se vuelve a
c¡acia
sociar,
denora 5:lf
un",,á;;;;;;,ffi; rr"¿,,*."üfi;
constituir la microdemocr¿cia,o, mejor dicho, se insraurauna mulritud de mi-
crodemocraciasen ia-sque se da conjuntamente ia tituiaridaci y ei ejercicio ciei
a lospropios*;"rrur.r io.i"d".r.uy, poder. -bn su forma acabada ia democracia industrial se configura, por lo tan-
,'Jí:ri"::u't*e f.,""r" u.* y serrarencomosociaimente . -^ L ^ : ^ l ^ -
l^l q^ -rt 1 . . -^ - l^l . -^ L ^ : ^ r^ l
rv, Lur l l u Lr
^l dutuÉv
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p ru-:p^l u ru x d r ugl t t d , u d ru r uct
De Ia acepción o .
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f*ü*$ :r
:f*llffi ::ff r:ffi#;ffiÍ:jffi'k*'.:: obrero en la ptopia fábrica; un autogobierno nloiaiu que deberíaestar integra-
do a nivel nacionai por una ndemocracia funcionalr, es ciecir, por un sistema
basado sobre criterios de representación funcional, de rep¡esenración por ofi-
ji.r1t.T.:r.ía en niveiclet"r., ."'"r'i#:':t;q*t rstructuran ¡, cios y competencias.
^el
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es.r ¿"
deia sociedad civii'É""ii*.nrr,-,
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voju,rrariosque.se*u,os,o -r.,.;"iffiJi: En la práctica, la democracia industrial ha encontrado su encarnación más
bi.r.,,;.ü; . n g.,,po, avanzedaen Ia uautogestiónuyugoslava, s.*-perienciaque hay que consids-
ili[?::[, i".:,;;,.j:;:{" 'J¡¿
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fi;.;ffi:til:ñ"ü::::'lll"r];:
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rar ya Failida en ciave económica y iaLazen clave poiítica; y qu€ encuenrra hoy
su proyección rnásaudazen Succie,cn el plan Meidner (qu" por orra parte si-
gue .siendotodavía un pro)/eero).It¡r l<¡general iv con ma,yor éxiro, la democra--
J;5,'1.ff.,l::.n noc
il ion; l;;'il'# ;Í: ;:tX cia industrial se refiere a fórmulas de p:rrticipación obrera en la gestión econó-
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mica -la Mitbestimmung aleman a prácticas insri¡ucionalizadas de
32
-P!!A,¡l\Tgl Pj rEoRÍA PolirrcA DEIVIOCRACTA
34 i5
ILFMENlOS DE IEORL{ POIII'ICA
DEMOCRACIA
nos soprende como una exrraordinaria anticipación de la modernida<l,
como los que se dedicaban a tra-
una visión socio-económica de la democracia" pero no cs así. Al recuerda que en la ciudad antigua eran lo_sesclavos
riempo, po- un torbellino de exceso de política.
dría parecerque Aristóreles llega a los pobres porque ros más, la mayoría, baiar y q,*. la pollssehundió en
son
pobres' Pero Arisrótelesadvierte que una democraciaes así incluso si ios pobres
fueran ios menos. El hecho es que el argumento es lógic<1.Aristéreles
consrru- En*e los dntiguos ! hs modcrnos
ye su tipología global sobre dos criterios: ei número de eobcrnantes
¡nás el in-
sirve'(general o.pr'pio). r)e este modo, á gobierno de u'o se
':ré:11.que a) La soberaníapoPular
desdobia.enmonarquÍa (buená) y tiranía (mala); el gobierrio de pocos en
aris_
tocracia (buena) y oligarquía (mala porque es el gobi.rno .le lás ricos
en su y la democracia repre-
groqio beneficio), y e1 gobierno de muchos en piriteia (buena) y democracia La difbrencia €ntre la dernocracia directa de los griegos
medida, una <iiie-
(mala). La de Aristóreles,pues, no es una definición económica serrrarivade ios mo,.iernos es ambién, e incluso en mayor
d" l* d..rrn.rr- histórica. Para captar esta diferencia debe atenderse a lo que
cia' sino uno de los tres ca,s'sposibles de mal gobierno, clegobierno en el rencia de distancia
inte- toclavía l¿ democracia con respecto a lo que añade
rés propio. en el sigio iV a.C. no era
después]a las adquisiciones sucesivasque van integrándose en el significado de
f'ero, lógica aparte, f istételesaprendió la degeneracióncle la democraciaen
. l" á.-o.ra.ia. Comen"ando por la teoría de la soberanía popular, que es de
la experienciagriega.A[ cornienzo ]a dem'cracia eraisonomi¿6.Herocioto
diio.
a mediados del siglo v a.c. que ésra(era la palabra m¿isbella de todasr, elaboración medieval y que se remonta al derecho público romano.
ig,,"i", de soberanía popula{ fuera desconocida para los
leyes,reglasigualespara rod<-.'s: lo que llevÁa impríciro un gobierno de las le- ¿Es posible que la noción
gri.gori D.rp.ro de todo -podría observarse-, su democracia direcra era el
yes (así, A¡istóteles7 decía: oEs preferible que mand e l^ ley-fnoruis]
antes que
cualquiera de los ciudacianosr).Pero *n sigio despuésd. FÍe¡¡cl<rw el !q,ri"l.rr,. &".,o de un sistema totalmente inmenso en la soberanía popular.
de*rc,sya" prcci-
había disrorsionado eI nonto-t,haciendo y de.shacienclole,ves s,r En s,rn puestc q're su soberaníapopular lo era to,jo y atusorbíatoiiu,
ci* "'
rnoclo qrre al final enconrramos únicamente una ciudad pLlaúzaday " ^ntojo; samente por.r,o ia noción no r. it.orpora. Por otro lado, el populus de los
rora por
conflictos entre pobr:esr¡ ricos. La democracia atenienseacaba, diríamos roma_nosno .r" el d.¿mosde los griegos. Entre otras cosas, en la medida en que
noso-
tros, en la iucha de clascs.Y es un resultadt¡que no sorprencle.[l ciudada.o el ¿iemoscie A¡istóteies y tam-bién ei de Platón se identificaba con los pobres,
lo no era el todo (el ccn.iunto de todcs los
era;r tiempo completo. L)e ello resulta una hipertrofiaie ra po!ítica que en la misma medida e¡rque el ct-ernos
se co*
rresp<rndecoil urla{atrofia ilc la cconornía.
^El ciudadanos), sino una parte del todo; mientras fuera de los muros de !a ciu-
nciu,ladauo t,itrl,,.r"r,lr* ur,
hombre desequilibrado. dacl, a rnedida que el populus se converría en un concepto iurídico , extra ntoe'
De ¡odo lo anrerior se desprcnde que la democracia indirecta, es decir, re- nia. De.r." *odo que el demosse acababa donde terminaba Ia pe-
presentativa. no es únicamcnrc una a¡enuación de la democracia clirecta; es queña ciudad, eI populus r. podí" ampliar tanto como se extendiera el espacio
-i.ttrtut
tarnbién un correcrivo. una primera ventaja del gobierno representativo de las res pública.
es quc
un. proceso político tc¡do cnrretejido por rnediaiiones permite S.. .oto fuere, el hecho €s qu€ la doctrina de la scberanía pop'.rlar plantca
de ias
radicalizacionesele'enrales cle los "scrpar
y la s.gunda la distinción -desconocida para los griegos- entre titularidad y ejercicio del
¡:rocesosdirecros. venraja es
quc Ia parricipación ya rlo e.sun sint qud tt,n; inciuso sin npaiticipación podet y €llcueÍrtra su ca¡acrerización y su razón de ser en ei contexto cie esta
roral,
la democracia represcnrativasigue subsistie.dcl como ,rl' ,Lt.-"'d. distinción. Para lcs griegos la dtularidad y el ejercicio eian la misma cosa: paÍa
conrrol y nbárba-
limitaci(rn dei poder. I-o que permite a la socicdaclcivil ententlida ellos la distinción .ra irin.c.raria. Era iguaimente innecesaria para ios
como socie- po-.
dad prepolítica, como esfcraautónofila y autosuficiente, desplegarse rosr. Ei muncio que circundaba a los griegos, y que acabó por destruirlos,
col¡. tal.
En.surna, el golrierno representativo libera con fines .*rr"ptlíi.rs, día ser solamente, a su entender, un mundo férreamente sometido al despotis-
d.eacrivi, en
dad econórnica o de otr' ripo, ei enorme conjunro .1. e.r".gí", que la mo. Y la distinción entre titularidad y eiercicio del poder es tan i¡relevante
palis ab- coltio k, es
sorbía en la política. Quien vr-relvea exakar hoy ra demo.r"li" el contexto de ios regímenes despéticos -como ei Imperio f)g¡5¿-
p".ti.:ipativa nq
en el contexto de una democracia directa.
Pero ia perspectiva de los juristas rnedievales era distinta. Es cierto que tam-
'' H c r o d o r o , t l i , n r i ¿ , lll. b 0 .
Arisrirclrs, /'al¡r;,.n,| 2g:x. bién ia r.pr:tblii" <ieios romanos había acabadoen despotismo, en la sumisión
del populus al princeps, a los emperadores. Pero durante largo tiempo los roma-
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, ---- DLt:!e-cB4c!4-
ELEMENTOS DE TEoRfA POLITICA W
sino ttna ciudld-comunidad.' utt.¿koinonia'
,, accpción rnodernarlel término),
nos habían sido libres, a su modo. Por lo tanro, los escolásricos medievales ' en la que los ciudadanosvivían en simbiosis con su
una aitténtic a Gerneinscbaf
no podían aceprarla inevitabilidaddel despotismocomo lo habíanentendido sólo pof destino común de vida y muer-
ciudad, a la que estabanligados no tn
los griegos.Y la doctrina de la soberaníapopular emergeen el contcxtode un el filo de la espadao vendidos como escla-
re (los ,r..,.iáo, .."" p"rJdo, por
dominio ciespóticoque ya no podía servisio como (naiural,,.ps¡ un !ado, de- qu€ era indi{erenciadamente éti-
vos), si'' también poi un sistema de valores
bía ser legitimado; por otro lado podía serlimirado. En el Digesto,Ulpiano ha- -lo repiten Platón, Aristóteles y
co-político. La ciuiacl griega se firndaba
bía establecicioque quad principi placuit, legishaú,etuigr,rrms,io que en üii común, una concordia cívica
Demóstenes- s6[¡6 l^ lrrrro;o, sobre un espíritu
principio seacepraseconvierteen ley; pero decíarambiénque el prínciperie- philia, en la:rmistad. Reconocerel principio de
q,r.,. basabaa su vez enIa
ne dicha potestadpoÍque el pueblo se la ha ccnÍbrido. ;ConÍLiido e-ncr,ué un principio dc dcstrnión, la di-
mayrtríasería.en esreconrexto, como validar
modo, a tltulo de qué?Paraunos -nosotros diremos que iás creadoresd.l ab,- (siempre según Aristóteles)
visión que lleva a la ciud;rd al clesastre.Si es cierto
56i¡¡¡i5¡¡s-, cntíe ei puebic y e[ príncipe había tenido !,rg". *n" transi¿tíoirn- seguir consistien-
que la palis nQ se rr¿rduceen howtopbonia,debe.sinembargo
perii, es decir, una rransfbrenciano rcvocabiedei poder dei puebio ai prín,:ipe. siendo, para existir, un toclo armonioso. Y la ar-
do en s.ymphonia, drbe seguir
Paraotros (por el contraiio, una minoría), no había transiatio,sino sólo ,orrrn r,o pr:e.l.n dar cabida a un uclerecho de ma-
monía, io ¡r", que la blrnonia,
sia iinperii:la transrnisiónera sólo cl-eeiercicio,no cleritularidad;v el tida¡. el "
pueblo,oconcedíau tal ejerciciomanreniendoel derechoa revocarlo. Y oría' '
Lo esen- I-as técnicas electoralesque despuésfueron Puestasen prrácti.c:a en las comu-
cial siguesiendoque ranro para unos como para otros la titularidaddel poder (los cuales,por [o
nas medievalesno nos llegan, por consiguiente,de los griegos
no nacíaen el príncipey con él: le veníapor una rransferencia o concesióndel encerradosen
general, sorteaban), s.inc,áe l*s ó.d.tte. religiosas,de los rnonjes
pueblo. Edad Media se enconttaban con que tenían
sus conventos-Ítrrtalezasque en la Alta
Poc. imporra que durantesiglosy sigloshayan operado,en la realidad,re- recurrir ni al princ\rio heredita-
que elegir a sus propios superiores.Al no poder
gimenesde tfúnllaiio. Inclusc así,en la teoría ya sehabían planteacioias prerni- del voto. Pero los
rio ni al .le l" io.á*, ro i., q.r".lrba sino elegir por rnedio
sasque permirían ia legitir.r.aciói-,
democráricaen la que el titular del poder el k¡ tan-
monjes clegíaa un jefe absoluto.Era una eleccióngr¿vee importante. I)or
pueb!':,se limita a ((conceier>el ejercicio.Fn el DertnsorP¿zri¡ de l",tarsiliode las reglas
to, d.b.,¡J, al i¡genio de los monfes el voto secretoy la elaboraciónde
la primera mitad del sigloxrv el diseñoya ha sido precisado:el po- para to,la la Edad Media y cl re-
fadua,.en de voto m"yoritaiio. Pero, para ellos y después
der de hacerias ieyes,que es ei pocierprincipai, concie¡irc úi,ica.nente pir.- la melior pars, con la pane rne-
"l nacirniento, Ia maior pars detría scguir unida con
blo o a su ualentiorpa.rs, queconcedea los demás,alapars prirccipians, tnic.- (los rechazos eran abu-
jor. y al flnai, la ciebíatermin¿rrpor ser unánime
mente el poder (revocable)que nosotrosdiríamos poder de "I...ión sí, pero derecho de
cheados, e incluso apaieados). Reglas ma1'oritarias
gobernaren el ámbito de la ley. ";..'rti.t'o, "l 1a¡oría
no. El principio ,an.ior,.dor, hasta I-ocke, era y segr.ría siendo la unanimidad.
se
El camb,io tiene iugar con l-ocke porquc con é1el derecho de la mayoría
y controla. Pcro el catali-
inserra en un sisremaconstirrlcional que lo disciplina
b) El principio rie ía mayoría Ai
zacjor fue la emergenciade rura concepción npluralistau,-lelorden político.
final dei siglo xrni a partir de los desa¡;tresy horrores de las guerras^dereiigión,
Que el principio de mayoríafuesedesconocidopor ios griegospuecieasombrar
se originó"el i{eal .1. l" t,',l.r"ncia, mientras qtLela fe católica se fragnentaba
no menosque la tesisde que ignorasenei principio de la soberaní"popular.se
en las sectasprotestantes.Sobre éstay otras premisasse va afirrnando ientamen-
comprende que en la ekhlesiavencía,de hecho, el voto o la aclamación<ieia el
re la creenci" .1. q.r. la diversidad y también ei disensoson comparible-scon
inayoría;pero esrehecho eÍa un expedienteprácrico que sf elejabapasarsin re- scr
mantenimierr,n i.l coniunto, la idea de que la concordia puede también
conoeimientooficial,sin una doctrinaque lo mantuviese.HasraLockeel prin-
discordia, la idea de la concorrl.irtdiscors.Si es así,y cualdo es así' la cosa públi-
cipio mantenidopor ia doctrina fue la unanimidad,no el derecho de la .n"yo- ca puecle arricula¡se e inciuso desarticularseen mayoríasy minorías. Y la reglll
ría de prevalecersobrela minoría o ias minorías.
,Jcia mayoría perrnite al puebio salir del limbo de la ficción jurídica para con-
Permanecíendo en la polis,esnecesariocomprenderbien que la únidad po- y la
lítica de los griegosno era una ciudad-Estado(y tociavía vertirse en un-sujero concretamente operante. Si se decide por mayoría,
un Estadoen mayoría cleci<1e, entonces también un sujeto colcctivo como el pueblo poseteel
-.ro,
o Ulpiano, modo de actlrar Y de dccidir.
Digesto,l, 4, l.
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ELEMENTOS DE TEORIA POLITICA
DEMOCR.{CIA
c) El indiuiduo-persona
decadentes. Pero al hacer balance no debe escapársenosque el mundo que no
I.os regímenes democráticos son, al tiempo, regímeneslibres, regímenes reconoce valor al individuo es un mundo despiadado, inhumano, en el que
de li-
bertad. ¿Perolibertad para quién? eue los ate^iensesy romanos .rL lib.., _.._ rnatar es normal, tan normal como morir. Era así incluso para los antiguos,
ñaló Hobberr- quería decir, que nsusciudades eran libres,,.Fustel de Coulan- pero ya no lo es Dara nosotros. Para nosotros matar está mal, mal porque la
ges es el autor que mantiene al respecto la re.sisextrema: uTener d.erechos uid" d. todo individuo cu€nta, vde, es sagrada. Y es esta creencia de valor la
pollticos, votar, nombrar magistrad<ls,poder ser arconte, he aquí lo qu" en que nos hace humanos, la que nos hace rechaearla crueldad de los antiguos i',
la,
ciudades antiguas se llamaba libertad; pero no por ello hoÁbre .rt"lro m._ iodavía ho¡ de las sociedadesnc, individualista.
nos somerido al Estadout0..4 que se opone que, al menos "t
lo en la época de pe- Por lo tanto, ;eran libres los atenienseso no? Sí, pero no en el mismo senti-
ricles, la libertad individual del arenienseera absoluta. do que nuestro conc€pto de libertad individual. Cicrtamente, la eda,i dorada
¿Quién tiene razón? La conrroversia,que se renlonr¿la las célebresmárimas de ia democracia aierrie¡rsepuede ser entendida como una expiosién poiiédrica
de 1Bl9 de Benjamin Constanr sobre I.a libertad de los antiguos comparddd con del espíritu individual. f)esde luego, los eriegos sozaron ,Jeuu espacio privado
la de los modernos,es estéril si no nos enfrenramos con la coicepción del hom_ que existía de irecho. Pcro no poseían ipara eilos era imposible conocerio)
bre de los antiguos. Al definir al hombre como animal político, Arisrórelesde- aquel concepto de libertad del individuo que se resume en la formula del nres-
clarabasu propia antropología: él entendía que el hombre era roralmente peto al individuo-persona)).Cuando se niega, entonces, que los griegos fueran
hom,
bre en cuanro vive en la polisyla polis vive en é1.En Ia vida política los individualmente libres se quiere decir que en su ciudad el individuo estaba in-
griegos
veían una parte o un aspectode la vida: veían su plenitud y su esencia. defenso y en poder de la colectividad. El individuo no tenía uderechosn,y no
'o El
hombre no-político erapara^lasgriegos un idion, rrn ,., incompl".,, gozaba en ningún sentido de ndefensa jurídicao. Su libertad se resolvla total-
y carenre
(nuestro nidiota>) cuya insuficiencia residía, podemos mente en su participación en el poder y en el e.iercicio colectivo del poder. En
deci¡ en su carencia de
7oll.F,n -suma,
para los griegos ei hombre era, por c.mpleto, el ciudadano,
v aquel mcmento esio era mi¡cho, PLio tar*irPücúen ese rrlomeiito 5e ngaranriza-
la ciudad precedía al ciudada.o: era el polites el que debía scrvir bau al individuo. Ni tampoco se mantenía, entonces, o.ueel individuo tuviera
a la polis, no La
polis al polites. que prote¡ierse o que tuviese derechos indi.¡i..luales que hacer.,'aler.
Para nosotros es así. Nosotros no nantenemos que los ciudadan's están Hay que añaciir que en ias condiciones modernas tampoco los antiguos se-
'o
al servicio del Flstado, sino que el lrstado (democrático) está al servicio de los rlan libres en modo alguno. Vol-,'amas a subray'ar que la ciudad griega no se
ciudadanos-.Tampoco manrenemos que el hombre se resuelve constituía en Estado. Ahora bien, sin Estado un ejercicio colectivo del poder
en la politici-
dad,.que el ciudadano sea nrodo el irombreu. Mantenemos, puede todavía hacer las vecesde la libertad, puede ser todavía un sustituto de
por el contrario,
que la persona huma^a, el individuo, es un valor en sí mirmo, independiente- la libertad (política). Pero cuando apar€ceel Estado, cuando la pegueña ciudad
mente de la sociedady del Estado. por consiguienre, enrre se extiende en exc€so,sin límites de rnedida, y cuando, por consiguiente, titu-
nosorrrrs^ylos anti-
guos, todo sc vuelve del revés. se vuelve del revés porque
mienrras tanto ha la¡idad y ejercicio del poder se .Cifrrenciaii, enioiices l? ilü cs así. No es sóli;
existido el cristianisrno, el renacimiento, ei iurn"t.rriismo q,-rela democraci' de los modernos tutela y promr¡eye una libertaC q'úe no
¡ finalmente, roda
la larga meditación filosófica y morai que termina en acepta resolverseen la sumisión del individuo al poder del conjunto. Thrnbién
Kant. Dicho de modo
breve, el mu'do antiguo no conocía Á ird;r¡rrro-persond, cor¡ ia llega,Ja.lel Estado los términos dei probiema se invierten. En ia ciuciaci-
no .<rnside.aba1o
uprivadou (priuatus en latín es privación, corrar) conunidad de los antigucs la libertad política no se af;rmaba en oposició¡-, al
co-mo esfer" moral y jurídica
nliberadorauy promorora de autonomía, de autorrealización. Estado, porque no existía Estado. Pero cuando existe, entonces ei pro'oiema <ie
Existe hoy quien despreciael descubrimiento clel indivicluo ia iibertad dei Estaciose piantea.
1, de su valor
usando nindividualismo)) en sentido clerogatorio. La fórmula (todo en la polisu promueve, o puede promover, una demo-
euizá ur, .*."ro de indivi,
dualismo es negativo, y ciertamente el inJividualismo cracia con una aita tasa de fusión comunitaria. I-a fórmula ntodo en el Esta-
se manifiesta en fbrma
do',, que iespués se expiica en tocio para ei Estado €s, por el contrario, ia
t Flobbes,-1., formula del F.stadotctalitario. A la manera de los griegos, nosotros seríamos
Leui¡ttán,cap.21.
'0 Fustcl de ooula'ges, N D, z¿ citi ¿ntica, (trad. itariana,2 vols.), Bari, esclavos.
r925,vol. I, p. 325 [ed.
cast.: [,a dudad anigua, Madrid, Edaf, I 9f]21.
40
4I
ll,EuqIrqlP4_lqol¡4 ¡,q!rf 1c4_ DE}IOCRACL{
La dernocracialiberal iné-
vla a concebir la democracia,lt comprendía como una criatura totalmente
dita que surgía ex nouo del seno del liberalismo. La clemocraciaexhumada por
Enre la democraciade ios andguosy la
de ros modernosse inrerp.ne, se ha criatura de bibli<¡teca.La udemocraciarealu,la que esta-
visto, la disyunción Rousi.au era sólo una
i1tre,1i1ut{i$d,'y ejercicio_dct
nnyorla y la concepción derindividuo-pe¡sona.
ñ;;;ip.incipio de la ba realnrente nacienclo, era una cosa totalmente disdnta: era, Concretanlent€'
Por oiro uáo, p"ra pasarde ra
primeraa la segundafartatodavíael esiabón la democracialiberal'
esencial:.l .o.rrtilu.io'arismo
denrrode éste,ia represenración ¡ Durante rodo el siglo XIX prevalece,en este conjunto, el componente libe-
política.,Elrérmino y
nliberal>son de cuño relativ"*.rr,..recienre "f;U.r_L""u su derivado ral: el liberalismo como teoría 1' pra-xisde la protección jurídica, mediante el
(en torno a tAtá); pero Locke,
Montesquieu,Madisony Hamilron (en Estado constitucional, de la iibertad individuC. Pero ¿rmedida que el sufragio
los Bg"l"_," Consranr,
puedendeclararse, con todo derecho,nriberaresu, $a*a;rj,, se extendía, se planteaba al mismo tiempo u¡ra liberal-detnocraciaen la que la
.s d..ir, ro, que han uformau del Esrado recibía cada vez más ucontenidosnde voiuntac{popular. Fi-
concebidopolíticamente(el recorrido "uror.'
más propialnenrejurídico incluye
nombres,como Coke y Blackstone) otros nalmente, como se ha dicho, el Estado liberal-clcniocrático se transfbrma en el
et Estaio f;-ioa", .í*rlJl .on,rol"do
así,el Estadoliber¿r-constitucional. ¡ Esraclodemocrático-libcrai en ei cual - -en la óptica tocquevilliana- la balan-
'lbcqueville .tlespuésd" a;.;r;
y.despuésa.JohnSruartMillipero
r.lr.a" añadira za enúe libertad e igualdad se desequilibra a favor de esta última.
especiaimenre con esreúitimo Por el rnomento basracon dejar sen¡ado -ya profundizaremos más adelan-
llegamosya al Estadoiiberal-denrocrático,
*i .,r"i:üü;;;"ri'Esru,io
cráticoliberal.por r' ta'to, hay.r., demo_ re.- que el Estado ujrrstoo,el Estado social, el Estado del bienestar,sigLren
.r"poí, Ert"do"lib.;J;; es únicamenre
el Estadoconsrirucionar "r siendo,en sus premisas,el Estadoconstitucionalconstruido por el liberalismo.
que
.aprisio,'".ipoa", "urrl"* ,.s"t"i", ,r Estadoli- Donde y cuando esre úlrimo ha caído, como ell los paísescomunistas, ha caí-
q,u"es priÁero liberai (constitucional)
!;:11-.^1,:.rá,r:o
tlco; rerce'o,er Estadodemocrático-riberai, y despuésdemocr.á- do todo: en nombre de la igualdad se ha instartrado el ,,socialismoen la servi-
en er que .l p;'.r;*ífico clelos dos
componenresseinvie=rre.: dumbrer. l.a lección que hoy ncs llega dci Estado y de la parábola de la expe-
el poderpopurarpreurl.." ,obre .l poi.,
La genealogía irr*r"do. riencia comunista confirma lo que la c{octrina liberal ha mantenido desde
. hisrórica.compreta esésü: ra democract;
los andgu's) precedeaf.riberarismo, ñ;; sirnpre(ia de siempre, es decir, que la relación entre libertad e igualdad no es reversible,clue
y ei iiu.rrrr',r.'n.;j¿":i, clernocracia
moderna"paralos constituyenr.,¿"-niJ"lri*;;*;, el iter proccdimental que vincula los clos términos va cdesdeIa libertad a la
cracia'rindicabarodavíaun mal F,il¡";_l*,r, i^ oclemo- igualdad y no también, en scnrido inverso, desde Ia igualdad a la libertad. La
gobierr.ro, ra experienciafiacasadaile l's a¡ld_ nsuperación,,de la democracia liberal no ha existido. Fuera del Estado demo-
g:ltrr si ei rocqueviliede lsi5:1840 adrnirabarn ,.ri"rro.r*l*sociar,,
ame'canos, sin embargoseguía de ros cráticoliberal ni¡ existe ya libertad, ni democracia.
temiencro,en La democraciaen Atr¿érica,
raníade Ia mayoría.yrepudiaba ra ú-
.l desporirmodemocrático,escrccir,
craciacn sentid. político. giro la clcrno-
.El d".iri,ro rienen lugar, con Tocqueville,
l84B' Flastaia revoluciónd" en El Estado de partidos
a[,r"r ;;; habíaseparadonítidamentera ae-
mo*acia del liberarismo.pero en
la Asambr., c"di;;nr"'iLo,r*ilre
clall una.nueva y disti.nra,.p".".iarr, de_ La democracia cle los rrroder¡roses represenrxtivay presupone,colrto condición
.t." democraciay el s.cialismo
sólo por una palabra,i" ig.r"ld"d; p.ro esrán necesaria,el Estado litreral-constitucional, el control dei poder. llasta ahora ncr
:-.*O:: h"y que norar la .iferencia: la se ha dicho nada sobre otro instrumcnto de actltación: los partidos. Ya e,n
democracia quiere la igu.rJdad i" Ilb".ád,
<'ad[...] en la ser:vir1urlbr.r.Con "ti ,, :r sociarism'quierela igual_ 1929 Kelsen afirmaba sin ambages:usólo la ilusión o la hipoc'resíapuede creer
*.-orable pasonace,en ias concien_ 11.De cuatrdo en cuandr.r
cias'la libc¡al-democracia. "r," que la dernocracia sea posible sin partidos políticos>
La nueva la nuevaporarización,ya no se
planteaenrre d.ernocracia,y ^n,ír"rir, (cc,menzandopor Ostrogorski, 1902) se vuelve a mantener que ia democracia
liber"lirrno, ,1". _n*. socialismo,por un lado (el
puede no sólc, operar sin partidos, sino que sin partidos funcionaría mejorl e
;;:l:rffi:?il::::T;*' enras,*b"r;;;;;;
¡rrecisanrente, ¿iI *¿sl, y r,ii incluso si csta tesissc,ha mantenido poco o mal en el terreno de la doctrina, en
No es que Tclcquevite hubiera la práctica ei problerna ptrecleser replanteado, hoy en día, a la luz de la deno-
cambiado creiclea en este momenro.
captaba,de rnodo'pr..,ferico, -bsgue minada disolución de los rrarticiosameric¿rnos.(liertamente, en los Estados
.l ,.Jl;;;l;
yl.i;ü'jl;
'igr. con
rainn¡.i¿n
,i.'AH#.tii:i:ffillru;.fl rr Kelse¡r.H., Escndav taloresde la [)emocracia,Barcelrna' Gtradarrama,1977.
42 43
ELEMENTOS DE TEORfA POLÍTICA
DEMOCRACIA
unidos los panidos no han tenido nunca un peso como en Effop4
y nunca ,d_,ar- . d" ,.d" .r" ,,_ separa a los parddos y e sus electo_
derosparrid",d.,,, il""
y]y-f: lr::::::1o¡ga.n;zarira
Jtc|armente de tos parüdos c-omunntás,o €n-g€neml de aparato. " La
"i;ó*", ",, ,res,,.
burocrati-
zación de h sociat_democraciaatemanaque Mich.t, Si el problcma fuese sob¡e todo de fragmentación, se remedia¡ia con Ia
i." y a.""".i;" po"o o ned" p.oporciorates, es decir, sisr€mas
como caua inevi¡ablede la oligaquíaen rorno d.;;".;;;";;;aao,ules
¡9I0, "g'i",.'u"
no a rvru' esiabutocratrzación
esta buroátizacjón no
se ha dedo nuncá en los Frrados Unidos_ q;reducen el número de,los panidos. Pero si éstosse reducen y permaneceIa
p",.t,.r"d",p,*l;;i,""a.üi*g"".a""irospartidossonindispensa-
.,
bl€s'no esnecesaJio
que cJpartidosea*fuerte, y que, por consiguiente,'elsis- iiTJ.T:i?ffiffi:Hil:::"m:r"t;ff::ffi*ri*il::j;"::
tambiénen los siste-
que consrituyenIa normaen tossstemasbipartidistasiy
t€mapa¡tidistaesréfu€rrementeestructu¡ado.Lá,ip.t.gr. hir,a.t + f*
p", m:s dc panidosprertomiflantes que operaJon,duranrelargosperfodos,en Sue_
tidos disringueentre partidosde norables.partia.r a"".pi.ia, y p""iáJL
masas;o incluso,de forma paralela,entrc or¡tia* a".-i.no.iái..r*a cia, Noruega,la India e incluso hoy en Japón) seanpreferibles,a todos los
patidos de meraorganizaciónelectoralo bieo
I efectos,a los gobiernosde coaiición.
:::j:Í":-,:":l':::'l,crrre H elementodiscriminanteessi las coalicionesde gobiernoestánseparad:s,
:.,ti"11";*l-iíi:i;,'ffiTil:';,".,o..seae,panido.deopinión;
y rampoco la disolución de los parridos americano, lo di"u.l,e,
a de"i, ierd"d,
ilff,H[*:";f:;,i?f::T]l*:l;:,,:tr::]::,:H:*H:
por debajo del umbral en.el quc ;-bl";¿;;¡6;;a".i, q"" a r,o* aecisivo es la poladzación: el
"canalizan la oPinión¡. Y cra.d" t" ,fi;; ".;;,. "
que la democracia no puede ¡ealiz¡ne espacio €ompetnivo en €l que se (muev€, el sistema partidiste. Si el espacio
sin la intermediación de los partidos se
hace refe¡enciaal sjsremapanidista como siscema<leagrepción y com¡retitivo es extenso,enr¡e unos potos extremos muy lejanos entrc sí enton_
canalización cesla competencia entre panidos €stá expuesr¿¡ tentacionescentrifugas, el de_
del voto. Nada m:is, pero ürnpoconada menos. L* .É.tí,*
li prevatecesobre al acuerdo, el sistema se "bloquea", y por lo tanto
€l clo y c¡€ertan €n el vado ___elcaos de u¡re multitud de".;p;;;.f""
fiagmentos_ "*o.r¿o con dificultad. Si, por el contrario, el espacio
f,_"iorr. compctitivo es exi o,
faltase el ma¡co de referenciay de altetnatir,aspropuesto por los-partidos. "i
De entonces la competencia tiende a ser centrlpeta, la belicosidad trloqueante .no
dicadura caey se.wclve a vota¡, welven a crece¡ ios
**:-:Í::::::._:l,
gupr¡scuios que se proponen para ser votados. Los supervivientes, y
compensa,, el sistema permite la gotrernaüilidad.
los votados, rini"r.ú airla. u á"*ocracü .., do" tipos __ayoritaria y consociacio-
se convierten en parddos. Es un proceso tot lm".rti
qu. po. nal_ y mantiene que en las sociedadesconl-lictirus es necesariauna ndemo-
mismo atestiguala inevitabilidad de los oanidos. ""pont,ineo "i
_ sir."p";"ür.;;;";;;,-"""*ii,,i,¿,",,,*dimedesuspecados.
;fr::ffitrifjl,ü*J,:"#tiii*ji?j:::|::"*fr,T#;
Es verdadque ¡a intermedi¡ción de los panido, se
rransfo,rnr,.on f,e.u"r,-
.i",* ,,nái,r,"g-", ; ;.";;"-;;; ;;*iciónpanirocrática.pcro com,
batir las degeneracioncs y c¡irica¡ a los pa$idos es una cosa, y refutarlos es fl,::,il.; :: :::::*i'f,15 ruX ;:.lt,J":lfffi ::;"";"Jfi
otra. Una vez planteado lo anterior, un oroblema posteriot y disdnro como Holand¿ (diüdida du¡anre mucho riempo, aunque )á ¡o, entr€ católF
am¡e a cos y protestantes), Aust¡ia (dividida entre católicos y socialistx), Bélgica
la dive¡¡idad de los sistemasde partidos' v por l.',,t,.
sistema de partidos funciona meio¡ y es. en este s"orido, "
ú
"";;";;;;é (donde el confticto es ctnicoJingiirstico) y Suiza (el ejemplo más ilustre). pero
p;al;" hs sociedadese¡ cuestión €$án segm€ntadas,no están polarizadas sus uislaso
"furl"iorr¿b
**ocrático. Después de las malas experienciascn perío-
T":-O:1.*:T::I:
do d€ ent¡egu€rras -en concreto de l¿ de la República de lceimar (i solamencepiden ser respetadasen sü ideítidad (eI cbauge es arllante,no ag¡e_
1933)- en los atos cincuenta se aormó h tesi" d. q* lrs d"m*ra"i""
919- sivo y ptc*aleciena). por to unto, no seha afi¡mado que el corxociacionismosea
qrr" también adecuadopara las sociedadesaltamenre polarüada_s,y ciertamente no
funcionabaneran bipartidisras, o por lo genetal democraciar
con ¡elativa,
m",,,.po.o"p",,idoi-i.,,t.",q,,.ro""rÉ_""demasiadorragmen,arrosse_
nerabangobiernosinerrabhs.effmeros.y en generalincapacei.le goberrür. 'JT.fl:*l::n:iffi::"r:llnn"$:::,,.:HH.:f#r:,iyJ;
¿s¡a te\rsha.sido .efinaday modifcada po\r€r¡ormenre.l"s cierro q;e
dcmr_
sradosp¡rhclos son exc€s¡vor:pero el número de partidos no es 1 s^tun,c. pdni¿t
za¿?,,1ttpra N,e Yo*, \976[ed.6t.: P¿rído' r $im tu pzrtidts
li vadable
decrsl'airo es, por eJconrrario.]a pohcizacióndel sistema,y por lo yü;"Hf
tanto ta sci.tidd dñpr,¿,íw*ph,úion,Ns Hryen,¡e77.
H$:ffu
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