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COHERENCIA

La coherencia interna de un texto está relacionada con la información que este provee. Es la red de significados que le
da sentido.
En primer lugar, todo texto tiene un tema principal que se desarrolla a partir de informaciones parciales o subtemas. La
coherencia implica elegir la información relevante: no decir de más, pero tampoco decir de menos presuponiendo que lo no dicho
se entiende igual. En segundo lugar, la coherencia exige ordenar de modo adecuado esa información, la que de ser presentada
atendiendo a criterios específicos y claros: cronológicos, espaciales, de lo particular a los general (o viceversa), etc. distintos tipos
de textos tienen estructuras propias, que deben ser respetadas a la hora de escribir. En tercer lugar, un texto es coherente si no
presenta contradicciones que lo vuelvan inverosímil (no creíble) y, por ende, no comprensible.
La coherencia de un texto se logra a través de un equilibrio entre la información conocida y la nueva, que se va
agregando paulatinamente, cuidando de no repetir ni omitir información indispensable. Así como el título presenta el tema general
del texto, cada párrafo señala los diversos subtemas.
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COHERENCIA
La coherencia interna de un texto está relacionada con la información que este provee. Es la red de significados que le
da sentido.
En primer lugar, todo texto tiene un tema principal que se desarrolla a partir de informaciones parciales o subtemas. La
coherencia implica elegir la información relevante: no decir de más, pero tampoco decir de menos presuponiendo que lo no dicho
se entiende igual. En segundo lugar, la coherencia exige ordenar de modo adecuado esa información, la que de ser presentada
atendiendo a criterios específicos y claros: cronológicos, espaciales, de lo particular a los general (o viceversa), etc. distintos tipos
de textos tienen estructuras propias, que deben ser respetadas a la hora de escribir. En tercer lugar, un texto es coherente si no
presenta contradicciones que lo vuelvan inverosímil (no creíble) y, por ende, no comprensible.
La coherencia de un texto se logra a través de un equilibrio entre la información conocida y la nueva, que se va
agregando paulatinamente, cuidando de no repetir ni omitir información indispensable. Así como el título presenta el tema general
del texto, cada párrafo señala los diversos subtemas.
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COHERENCIA
La coherencia interna de un texto está relacionada con la información que este provee. Es la red de significados que le
da sentido.
En primer lugar, todo texto tiene un tema principal que se desarrolla a partir de informaciones parciales o subtemas. La
coherencia implica elegir la información relevante: no decir de más, pero tampoco decir de menos presuponiendo que lo no dicho
se entiende igual. En segundo lugar, la coherencia exige ordenar de modo adecuado esa información, la que de ser presentada
atendiendo a criterios específicos y claros: cronológicos, espaciales, de lo particular a los general (o viceversa), etc. distintos tipos
de textos tienen estructuras propias, que deben ser respetadas a la hora de escribir. En tercer lugar, un texto es coherente si no
presenta contradicciones que lo vuelvan inverosímil (no creíble) y, por ende, no comprensible.
La coherencia de un texto se logra a través de un equilibrio entre la información conocida y la nueva, que se va
agregando paulatinamente, cuidando de no repetir ni omitir información indispensable. Así como el título presenta el tema general
del texto, cada párrafo señala los diversos subtemas.
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COHERENCIA
La coherencia interna de un texto está relacionada con la información que este provee. Es la red de significados que le
da sentido.
En primer lugar, todo texto tiene un tema principal que se desarrolla a partir de informaciones parciales o subtemas. La
coherencia implica elegir la información relevante: no decir de más, pero tampoco decir de menos presuponiendo que lo no dicho
se entiende igual. En segundo lugar, la coherencia exige ordenar de modo adecuado esa información, la que de ser presentada
atendiendo a criterios específicos y claros: cronológicos, espaciales, de lo particular a los general (o viceversa), etc. distintos tipos
de textos tienen estructuras propias, que deben ser respetadas a la hora de escribir. En tercer lugar, un texto es coherente si no
presenta contradicciones que lo vuelvan inverosímil (no creíble) y, por ende, no comprensible.
La coherencia de un texto se logra a través de un equilibrio entre la información conocida y la nueva, que se va
agregando paulatinamente, cuidando de no repetir ni omitir información indispensable. Así como el título presenta el tema general
del texto, cada párrafo señala los diversos subtemas.
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