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en Gilles Deleuze
Hipótesis liberales
Luis Diego Fernández
(Universidad Torcuato Di Tella)
1° Congreso de Ciencia Política
Universidad Nacional de Villa María (Córdoba)
31 de octubre, 1 y 2 de noviembre, 2017
Esquema de exposición
I. Introducción: hipótesis
II. Capitalismo y esquizofrenia
III. Aceleracionismo
IV. Devenir‐revolucionario
V. Aparato del Estado y axiomática capitalista
VI. Lucha en los axiomas
VII. “El pueblo falta”
VIII.Política deleuziana
IX. Conclusión: lecturas liberales
X. Fuentes
Introducción: hipótesis
• 1) Selección de la temática: es posible detectar en la obra de Gilles Deleuze dos
grandes tratamientos de la cuestión del capitalismo: el primero (1971‐1977) centrado
en una posición libertaria y anti‐estatista, y el segundo (1980‐1991) que implica un
giro post‐revolucionario y apela a “luchar en el nivel de los axiomas”. Veremos en
este trabajo el análisis que el filósofo realiza sobre el capitalismo en diversos pasajes de
su obra.
• 2) Estado de la cuestión: en los últimos quince años ha proliferado en la bibliografía en
torno al problema del capitalismo en la analítica deleuziana una variante de lecturas
liberales que remiten a dos momentos reflexivos del autor: el Deleuze de los setentas y
el de los ochentas/noventas. Así han prevalecido lecturas anarcocapitalistas del
primero, como socialdemócratas del segundo. Nuestro propósito es analizar el
acercamiento del filósofo al capitalismo e indagar en la hipótesis de un posible “uso”
liberal de ciertos textos (consignados en la bibliografía) del filósofo francés.
• 3) Efecto colateral de su teoría: esta hipótesis de la cual nos serviremos parte de que la
filosofía deleuziana admite lecturas liberales contra la propia voluntad expresada por
el filósofo. Por ello, no tomaremos como fuentes primarias sus declaraciones políticas
coyunturales de filósofo sino la lógica que subyace en sus libros y clases y las
consecuencias que implican.
1A) Capitalismo y esquizofrenia
Hipótesis: L’Anti‐Oedipe (1972) es una teoría general de la sociedad que parte de la idea que la esquizofrenia es indisociable
del sistema capitalista.
• 1) Máquina deseante: constituye la vida no edípica del inconsciente, una máquina es un sistema de “corte‐flujo”, es decir,
de codificación y descodificación de flujos del deseo. El deseo se constituye “haciendo máquina” en el sentido que es
producción, conexión de elementos heterogéneos. Este concepto impugna el de deseo psicoanalítico (como falta) y ofrece
una teoría alternativa al marxismo en la producción de la existencia. El inconsciente que representa es sustituido por el
inconsciente que produce. El deseo maquínico interviene en el campo social y no queda restringido a la esfera de la
intimidad.
• 2) Capitalismo: el capitalismo para D&G es una máquina social construida sobre flujos descodificados. Opera liberando los
flujos de deseo al mismo tiempo que les fija su límite. El capitalismo es una máquina deseante que axiomatiza los flujos
deseantes (los re‐territorializa) pero a la vez permite flujos libres (desterritorializaciones) desde el interior de su lógica. El
capitalismo es el límite relativo de la sociedad, opera axiomatizando los flujos de deseo descodificados y reterritorializando
los flujos desterritorializados (límite interior).
• 3) Esquizofrenia: la esquizofrenia es el límite absoluto de la sociedad, opera haciendo pasar los flujos de deseo
descodificados a la producción social y desterritorializando (límite exterior). Es el límite externo. Capitalismo y
esquizofrenia operan juntos y simultáneamente. El capitalismo es inseparable del Estado (un aparato de captura); si el
capitalismo axiomatiza los flujos de deseo, el Estado codifica las condiciones de flujo del capital. El capitalismo para D&G no
es liberal, es estatista. No hay capitalismo sin Estado.
• 4) Desedipización: lo que busca D&G es “esquizofrenizar” el inconsciente, acabar con la sujeción edípica y familiarista del
psicoanálisis. Desedipizar es quebrar el triángulo edípico del neurótico (mamá – papá‐ yo) como mito freudiano, vale decir,
liberar el deseo a todo el campo social y pensar en términos de producción capitalista. Esto es, una economía libidinal que
atraviesa todo el cuerpo social y es el encuentro accidental entre flujos descodificados de trabajo (trabajador libre que
vende su fuerza) y flujos descodificados de producción (capital, dinero) que los compra.
Hipótesis: la paradoja deleuziana (Mengue) marca que el capitalismo es afín a los flujos descodificados del deseo, de ahí su seducción y
efectividad. El discurso anti‐trágico y la ausencia de negatividad en el pensamiento de Deleuze construye una filosofía de la afirmación pura,
y de la diferencia libre de toda dialéctica.
• 1) Aceleracionismo: lo revolucionario no es entonces poner límites al mercado sino al revés, acelerar el proceso, que emerjan
singularidades no representadas. Potencial revolucionario de flujos descodificacdos vs. axiomatización re‐territorializante del Estado de
bienestar.
• 2) ¿Es posible un capitalismo sin Estado? Este anarcocapitalismo deleuziano requiere pensar en la posibilidad de hacer una distinción entre
mercados y capitalismo, en dar cuenta de “mercados libres” por fuera de toda injerencia estatal que re‐territorialice los flujos.
• 3) Revolución maquínica: la izquierda radical es conservadora en lo político y estético (Nick Land y Mark Fisher), es defensiva,
proteccionista y nostálgica. El deseo y el comunismo se repelen. Autonomismo invertido: lo creador y vital está en el capital, no en la
multitud. El capitalismo engendra e inhibe la estratificación de flujos deseantes porque está construido sobre la lógica de castas del
feudalismo. La revolución maquínica (B. Noys) se opone a la planificación socialista al mismo tiempo que al capitalismo estatista y
corporativo, ahí se abre la hipótesis de un anarcocapitalismo deleuziano.
(Fuente: Derrames II, curso de la Universidad de Vincennes de Gilles Deleuze, del 6 de noviembre de 1979 al 25 de marzo de
1980).
2C) Lucha en los axiomas
Sería un error desinteresarse de la lucha al nivel de los axiomas. A menudo se considera que todo axioma, en el
capitalismo o en uno de sus Estados, constituye una “recuperación” (…) Las luchas tienen directamente por
objeto los axiomas que dirigen gastos públicos de Estado, o incluso que conciernen a tal o tal organización
internacional (…) Siempre hay una diferencia fundamental entre los flujos vivientes y los axiomas que los
subordinan a centros de control y de decisión, que hacen que les corresponda tal o tal segmento, que miden sus
cuanta. Pero la presión de los flujos vivientes, y de los problemas que plantean e imponen, debe ejercerse dentro
de la axiomática, tanto para luchar contra las reducciones totalitarias como para prevenir y precipitar las
adjunciones, orientarlas, e impedir su perversión tecnocrática. (Deleuze y Guattari, 1997:467‐468).
Hipótesis: en este giro de 1980 D&G no plantea como problemática toda axiomatización sino las “reducciones
totalitarias” (Estado mínimo) que implican luchar no contra toda estatización sino en el nivel de los axiomas
contra las “perversiones tecnocráticas”. El Estado deja de ser un mero aparato de captura negativo.
1) Capitalismo y axiomatización: el capitalismo se reinventa añadiendo axiomas para satisfacer demandas
sociales, raciales, de minorías y evitar fugas revolucionarias. El estado socialdemócrata (New Deal,
keynesianismo) es la variante liberal donde proliferan los axiomas para salvar al capitalismo integrando
reclamos sociales y económicos de marginados.
• 2) Lucha en el nivel de los axiomas: para el Deleuze de Mille Plateaux (1980) sería un error desinteresarse de
la lucha en el nivel axiomático. Es necesario luchar por adiciones o sustracciones de axiomas. Puede
combinarse el abandono o la multiplicación de axiomas. La pregunta será: ¿las minorías deben o no ser
axiomatizadas?
(Fuente: “Proposición XIV: Axiomática y situación actual, Aparato de captura”, Mille Plateaux, Gilles Deleuze,
1980).
2D) “El pueblo falta”
Hipótesis deleuziana: “en el cine político moderno el pueblo falta”.
• 1) No hay pueblo: la política moderna post‐45 que muestra el cine
moderno (Resnais, Straub, Godard) se basta en la idea de que “el pueblo
falta”, a diferencia del cine estadounidense y soviético clásico donde el
pueblo está presente. Si el pueblo falta no hay conciencia de clase ni
revolución posible, no hay conquista del poder ni proletariado.
• 2) Yo‐pueblo molecular: si el pueblo falta no hay etnólogo que interprete
un pueblo dado e idealizado; el pueblo para Deleuze es molecular y
atómico, como el yo, producto de la creación de nuevos modos de
subjetividad. Deleuze no es populista, no hay apelación al mito del pueblo
nacional ni histórico sino invención y creación del que vendrá.